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304 / Arch Argent Pediatr 2020;118(5):302-305 / Comentarios
La enfermedad causada por el coronavirus 
2019 (COVID-19), que produce el síndrome 
respiratorio agudo grave ocasionado por 
el coronavirus 2 (SARS-CoV-2), ha sido sin 
duda el brote más desafiante en relación 
con los brotes anteriores que involucraron 
a l s í n d r o m e r e s p i r a t o r i o a g u d o g r a v e 
producido por el coronavirus (SARS-CoV) y 
el síndrome respiratorio oriental ocasionado 
por el coronavirus (MERS-CoV). Entre las 
enseñanzas que la actual pandemia nos deja, es 
su alta transmisión y las grandes variaciones 
en la gravedad de la enfermedad, por lo que la 
variabilidad genética puede influir en la respuesta 
inmune y la gravedad de los síntomas.1 Es por 
ello, que se presentan los aspectos genéticos 
estudiados en la actualidad que pueden influir en 
las diferentes formas de presentación del SARS-
CoV-2.
Uno de los aspectos a describir inicialmente 
son los polimorfismos genéticos del gen ACE2 
(OMIM 300335), que codifica el receptor celular 
para el COVID-19. Las variantes alélicas de este 
gen pueden influir en la unión de la proteína 
con el virus y la posterior invasión a la célula. 
Igualmente, los polimorfismos en las proteasas 
celulares pueden facilitar la entrada del virus a la 
célula, como la furina y el TMPRSS2, una proteasa 
de serina transmembrana 2.1 Las variantes de 
esta última han sido igualmente sugeridas en la 
gravedad de la infección.2 Por ejemplo, un estudio 
realizado en ~ 81 000 genomas humanos encontró 
que el polimorfismo de ACE2 p.Arg514Gly 
presente en la población africana/afroamericana 
estuvo asociado con afecciones cardiovasculares 
y pulmonares y el p.Val160Met (rs12329760) en 
TMPRSS2, son candidatos potenciales para la 
susceptibilidad genética diferencial al COVID-19, 
así como para factores de riesgo, incluidos como 
el cáncer y el alto riesgo en pacientes masculinos.3 
Por otra parte, las variantes en el gen ACE2 como 
K31R, N33I, H34R, E35K, E37K, D38V, Y50F, 
N51S, M62V, K68E, F72V, Y83H, G326E, G352V, 
D355N, Q388L y D509Y tienen afinidad para 
unirse al SARS-CoV-2 y pueden desempeñar un 
papel en la resistencia a COVID-19. Sin embargo, 
estas variantes son muy infrecuentes.4
Por otra parte, se ha sugerido una posible 
asociación entre la variabilidad genética en 
los genes de la clase I del complejo mayor de 
Variabilidad genética frente a la infección del COVID-19
Genetic variability in the case of COVID-19 infection
histocompatibilidad, la cual está conformada 
por el antígeno leucocitario humano (HLA A, 
B y C). Específicamente, el producto del gen 
HLA-B*46:01 presenta menor número de sitios 
de unión de péptidos del COVID-19, lo que 
significa que las personas con este alelo pueden 
ser más vulnerables, debido a la capacidad 
reducida para la presentación del antígeno viral 
a las células inmunes. Por el contrario, se ha 
identificado que la proteína codificada por el gen 
HLA-B*15:03 tiene una mayor capacidad para 
presentar péptidos altamente conservados, que 
se comparten entre los coronavirus humanos 
comunes,5 permiten la inmunidad cruzada de 
células T protectoras,5 por lo que los portadores 
de este genotipo pueden ser más propensos a 
desarrollar inmunidad.5 Estos resultados han 
sido demostrados en estudios previos ante el 
SARS-CoV.5 Otra investigación ha demostrado 
que los genes HLA-Cw*1502 y DRB1*0301 pueden 
ser los factores de resistencia en la infección 
por SARS-CoV. Por otro lado, HLA-B*0703, ha 
mostrado un aumento significativo en el grupo 
de pacientes con SARS-CoV.6 Por lo tanto, las 
asociaciones entre el genotipo del HLA y la 
gravedad de la enfermedad pueden extenderse a 
otros virus no relacionados. Posterior al desarrollo 
de una vacuna, las personas con tipos de HLA 
de alto riesgo deberán tener prioridad para la 
inmunización.5 
Además, los genes que regulan el receptor 
Toll-like, las vías del complemento y las rutas 
inflamatorias inducidas por la tormenta de 
citoquinas parecen subyacer a la gravedad de 
COVID-19, y dichos genes podrían representar 
la tercera opción, posterior a los ya comentados 
genes ACE2 y HLA.7
Por otra parte, se encuentra el complejo 
ADF/cofilina, donde el ADF es el factor de 
despolimerización de actina, codificado por el gen 
DSTN (OMIM 609114) y la cofilina es una proteína 
moduladora de actina, la cual se encuentra 
codificada por los genes CFL1 (OMIM 601442) 
y CFL2 (OMIM 601443). En etapas iniciales de la 
infección viral, se produce la hiperactivación de la 
cofilina y polimerización ineficiente de la actina. 
Es por ello, que variantes alélicas en estos tres 
genes, así como en el ya comentado gen ACE2, 
deben ser estudiados, ante el amplio espectro de 
fenotipos exhibidos por el SARS-CoV-2.1
Comentarios / Arch Argent Pediatr 2020;118(5):302-305 / 305
Los estudios de asociación genómica completa 
(GWAS), delinearon factores genéticos en el 
huésped que contribuyen a una presentación 
grave caracterizada por insuficiencia respiratoria, 
en pacientes españoles e italianos y se analizaron 
8 582 968 polimorfismos de un solo nucleótido, 
y se realizó un metanálisis de los dos paneles de 
casos y controles. Las asociaciones de replicación 
cruzada detectaron asociaciones con rs11385942 
en el locus 3p21.31 y con rs657152 en el locus 
9q34.2, las cuales fueron significativas a nivel 
del todo el genoma. En la primera, la señal de 
asociación abarcó los genes SLC6A20 (OMIM 
605616), LZTFL1 (OMIM 606568), CCR9 (OMIM 
604738), FYCO1 (OMIM 607182), CXCR6 (OMIM 
605163), y XCR1 (OMIM 60055). Por su parte, en 
el locus 9q34.2 coincidió con el locus del grupo 
sanguíneo ABO (OMIM 616093). El análisis 
específico del grupo sanguíneo mostró un mayor 
riesgo en el grupo sanguíneo A, que en otros 
grupos sanguíneos y un efecto protector en el 
grupo sanguíneo O en comparación con otros 
grupos sanguíneos.8 No obstante, otro estudio 
arrojó que los pacientes con grupos sanguíneos B 
y AB tenían más probabilidades de dar positivo a 
la infección, y el O tenía menos probabilidades de 
serlo. Por su parte los pacientes Rh + tenían más 
probabilidades de dar positivo.9
Comprender la susceptibilidad genética a la 
infección y a su gravedad, aún está apenas en sus 
inicios. La secuenciación de genomas en pacientes 
seleccionados podría encontrar diferencias 
de variante de un solo nucleótido en genes 
posiblemente relevantes o regiones genómicas 
en los grupos afectados y asintomáticos.1 La 
comunidad científica está tratando de abordar este 
problema combinando esfuerzos de investigación 
utilizando bases de datos genéticas existentes 
para convertirla en áreas activas de investigación. 
El esclarecimiento de la genómica y las vías 
genéticas relacionadas con la susceptibilidad de 
la infección podría ayudar a los médicos a lidiar 
ante posibles futuros rebrotes de esta pandemia.1
Aún quedan preguntas sin respuestas 
sustanciales sobre el papel de la variabilidad 
genética individual en la respuesta inmune 
contra el SARS-CoV-2. Presumimos que los 
genotipos de HLA individuales pueden inducir 
diferencialmente la respuesta antiviral mediada 
por células T y podrían alterar potencialmente el 
curso de la enfermedad y su transmisión.5 
Es de esperar que los aspectos genéticos 
involucrados en la susceptibilidad y pronóstico 
en la infección producida por el COVID-19 sean 
multifactoriales, y la sumatoria de todos estos 
hallazgos aportados por la comunidad científica 
internacional, sirvan para la mejor compresión 
de estos aspectos, y poder brindar especial 
apoyo a los individuos que presenten mayor 
susceptibilidad y riesgos.
Prof. Francisco Cammarata-Scalisia
Prof. Dr. Antonio Cárdenas Tadicha
Dr. Michele Calleab
a. Servicio de Pediatría, Hospital Regional de Antofagasta, 
Chile.
b. Unidad Operativa de Odontoestomatología, Ospedale 
Gesú, Roma, Italia.
http://dx.doi.org/10.5546/aap.2020.304
Texto completo en inglés: 
http://dx.doi.org/10.5546/aap.2020.eng.304
Cómo citar: Cammarata-ScalisiF, Cárdenas Tadich A, Callea M. 
Variabilidad genética frente a la infección del COVID-19. Arch Argent 
Pediatr 2020;118(5):304-305.
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