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KOBIE (Serie Anejos). Bilbao 
Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia 
N.º 6 (vol. 2), pp. 667 a 682, año 2004. 
ISSN 0214-7971 
Web http://www.bizkaia.eus/kobie 
ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN 
Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN 
CONSTRUCCIÓN. EL EJEMPLO DE LA C.A.V. 
"Archaeology of the Modern Age: Valuation and reflections about 
a discipline under construction. The exemple of the Basque Country" 
Belén Bengoetxea Rementeria (*) 
RESUMEN 
Partiendo de un concepto de la Arqueología como disciplina histórica, no definida por criterios cronológi-
cos, trataremos de presentar una rama de la misma que se caracteriza precisamente por su indefinición mani-
fiesta incluso en las distintas denominaciones que recibe: Arqueología postrnedieval, Arqueología de las Socie-
dades Modernas, Arqueología de los Tiempos Modernos, etc .... Basándonos en nuestra propia experiencia, 
intentaremos analizar el marco administrativo y social en el que se desarrolla el estudio arqueológico de las 
sociedades modernas, así como las características que presenta su práctica en la Comunidad Autónoma Vasca, 
y especialmente, en Bizkaia. Así pues, presentaremos las líneas de trabajo que se han seguido y las tipologías 
estudiadas, para finalizar realizando un balance crítico, y lanzando unas propuestas de futuro que permitan 
corregir algunos de los defectos de que adolece la Arqueología de los Tiempos Modernos que se practica entre 
nosotros. · 
Palabras clave: Arqueología histórica, Arqueología postmedieval, País Vasco. 
SUMMARY 
From a concept of Archaeology as a historical discipline, not defined by chronological criterions, we will 
try to presenta branch of it which is characterized precisely by its own indefinition, shown even in the different 
names that it is called: Post medieval Archaeology, Archaeology of the Modero Societies, Archaeology of the 
Modero Times, and so on. Basing on our own experience, we will try to analyze the administrative and social 
frame in which the archaeological study of modero societies is developed, just as the characteristics that its 
(*) Área de Arqueología de la UPV/EHU. Facultad de Filología, Geografía e Historia. Paseo de la Universidad, 5. Vitoria/Gasteiz, C.P. 01006 
http://www.bizkaia.eus/kobie
668 BELÉN BENGOETXEA REMENTERÍA 
practice shows in the Basque Country, and especially, in Biscay. So, we will present the work lines that have 
been followed and the typologies studied, to finish making a critica! outcome and throwing sorne proposals for 
the future which would let correct sorne of the defects of the Archaeology of Modern Times that is practised 
among us. 
Key words: Historical Archaeology, Postmedieval Archaeology, Basque Country. 
LABURPENA 
Arkeologia, jakintzagai historiko bezala hartuz, eta beraz, muga kronologikorik gabe, izugarri garatu da 
azken urteotan, eta gure testuan beraren adar berri bat aurkeztuko dugu, zehaztugabetasuna izanik bere ezauga-
rrietariko bat. Zehazgabetasun hau arkeologiaren adar hau izendatzeko erabilten den terminoetan ere nabaria 
da: Erdi Aro ondoko arkeologia, Gizarte Modernoen arkeologia, Denporaldi Modernoen Arkeologia, etab. Gure 
esperientzian oinarriturik zera da gure helburua, gizarte modernoen ikerketa arkeologikoaren markua analiza-
tu; baita Euskal Herrian ageri dituen ezaugarriak aztertu, bereziki Bizkaian. Beraz, jarraituriko ikerketa ildo 
nagusiak aurkeztuko ditugu, baita ikerturiko tipologiak. Azkenik, gure artean praktikatzen den arkeologia 
modernoaren akats batzuk zuzentzeko asmoz, balantze kritikoa egin eta etorkizunera begira proposamenak egi-
ten saiatuko gara. 
Gako-hitzak: Historia Garaiko Arkeologia, Erdi Aro Ondoko Arkeologia, Euskal Herria. 
El presente artículo es la vers10n escrita de la 
comunicación presentada en el homenaje al Profesor 
Apellániz, celebrado durante el mes de mayo de 
2003, en el cual tuve la oportunidad y el placer de 
tomar parte. Básicamente, quedan reflejadas en el 
texto las ideas expuestas en aquella jornada, aunque 
en esta ocasión se desarrollarán de forma algo más 
reposada y profunda. Aunque no es la primera oca-
sión que me toca reflexionar sobre esta cuestión, qui-
siera también agradecer la oportunidad de volver a 
dedicar tiempo al tema, porque siempre es positivo 
intentar hacer balance de lo hecho, y tratar de hacer-
lo mejor en adelante. 
1.- MARCO CONCEPTUAL 
El primer impulso que surge cuando a una le pro-
ponen hablar de "Arqueología Moderna" es intentar 
justificar su existencia , la de la disciplina que se 
supone que practica, y la suya propia como arqueólo-
ga que estudia un pasado reciente, tradicionalmente 
trabajado exclusivamente desde las fuentes escritas. 
Al fin y al cabo, la pregunta que nosotros nos hace-
mos, y que otros historiadores y colegas nos hacen 
velada o no tan veladamente es ¿tiene sentido estu-
diar arqueológicamente los siglos de nuestra historia 
más reciente? ¿puede hacer la arqueología aportacio-
nes sustanciales al conocimiento de una etapa histó-
rica, supuestamente bien conocida, en la que abundan 
los textos e incluso algunos ofrecen información que 
podríamos denominar "de calidad"?1• La respuesta 
creo que no puede ser rotunda. La respuesta sería, a 
mi juicio, "depende". Depende de la forma de abor-
dar el estudio arqueológico en todos los sentidos, es 
decir, de gestionar los recursos, de integrar la inves-
tigación arqueológica moderna en esquemas interpre-
tativos y de investigación amplios, de elaborar los 
datos y no sólo recuperarlos, de diseñar consciente-
mente líneas de investigación e hipótesis de trabajo 
propias, es decir, abordables desde los documentos 
arqueológicos, teniendo en cuenta las características 
específicas de la documentación arqueológica, en 
lugar de acercarnos inevitablemente a preguntas his-
t.óricas formuladas previamente por los historiadores 
"documentalistas", y por tanto, desde una perspecti-
va documentaF: 
Al fin y al cabo, en el fondo de este debate encon-
tramos por un lado el problema de la relación entre 
las fuentes materiales y los documentos escritos que 
tanta bibliografía ha generado3, y por otro, la identi-
También se ha hablado en ocasiones en términos de rentabilidad 
-económica, se entiende-, concepto especialmente peligroso 
cuando es manejado por historiadores en relación a otros histo-
riadores. 
2 En realidad, estos condicionantes son aplicables a cualquier otra 
arqueología de período. 
3 La arqueología medieval hace tiempo que se enfrentó al proble-
ma. Ver al respecto, la obra de BARCELÓ, M., et alii: Arqueo-
logía Medieval. En las aftteras del "medievalismo", Barcelona, 
1988, o la obra de ANDERS ANDREW: Between Artifacts and 
texts. Historical Archaeology_in Global Perpsective, New York, 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. 669 
EL EJEMPLO DE LA C.A.V. 
ficación de la Arqueología como disciplina con una 
de sus técnicas, la excavación, ignorando su dimen-
sión teórica y conceptual. 
En lo relativo a la primera cuestión, tenemos que 
decir que aparece latente un doble prejuicio respecto 
a las fuentes materiales, uno cuantitativo y otro cua-
litativo. Se aprecia un prejuicio cuantitativo manifies-
to al considerar como ámbito cronológico de la 
Arqueología aquellas etapas históricas en las que no 
hay fuentes escritas, o estas son muy escasas o limi-
tadas en sus contenidos, mientras que en la medida en 
la que se cuenta con más documentos escritos, no 
sería necesaria la arqueología para la investigación 
histórica. En definitiva, la Arqueología sería adecua-
da para conocer etapas de nuestra historia especial-
mente "oscuras", lo cual quiere decir que en la medi-
da en que el panorama se va "aclarando", es decir, 
existen más documentos, la presencia de la Arqueo-
logía se hace menos necesaria, o absolutamente inne-· 
cesaria4 • El prejuicio cuantitativo se ve en elhecho de 
que los documentos materiales -también más abun-
dantes en la etapa moderna- no se consideran tan 
importantes o significativos (incluso se puede pres-
cindir de ellos) como los escritos para producir cono-
cimiento histórico, de manera que se concede un pro-
tagonismo absoluto a estos últimos. 
En relación a todo esto, tenemos que recordar que 
ambos tipos de fuentes producen información de 
naturaleza distinta, no complementaria, y por lo 
tanto, difícilmente compatible. Podemos decir que 
cada tipo de fuente, en general, se adecúa a problemá-
ticas históricas particulares y diferentes. De ahí el 
error de intentar investigar arqueológicamente cues-
tiones planteadas por la historiografía tradicional, es 
decir, documental, en relación a los procesos históri-
cos de la etapa moderna. Además, en lo relativo a la 
abundancia de fuentes, no sólo contamos con más 
documentación escrita, sino que los elementos de la 
cultura material susceptibles de ser estudiados 
arqueológicamente se diversifican y amplían en los 
períodos históricos más recientes, además de conser-
varse mejor que los más antiguos. De aquí también la 
importancia de abordar el estudio de la historia más 
reciente aplicando técnicas más adecuadas a las 
1998, articulado desde una perspectiva básicamente americana. 
Sonia Gutierrez, también aborda el tema en GUTIERREZ 
LLORET, S.: Arqueología. Introducción a la Historia Material 
de las Sociedades del pasado, Alicante, 1997, pags. 30-39 Evi-
dentemente, la bibliografía al respecto es mucho más amplia, 
aunque no es el objeto de nuestra intervención. 
4 Este doble prejuicio aparece claramente definido y descrito en 
GUTIÉRREZ LLORET, S.: Arqueología. Introducción a la His-
toria Material de las sociedades del pasado, Alicante, 1997, 
pag. 31-32. 
características de estos restos arqueológicos, como es 
el caso de la Arqueología de la Arquitectura o la 
Arqueología del Paisaje. 
El segundo problema al que aludíamos líneas más 
arriba es quizás más importante, dado que tiene rela-
ción con la definición de la Arqueología como disci-
plina histórica. Efectivamente, bajo nuestro punto de 
vista, es fundamental vincular conceptualmente la 
Arqueología con la Historia, dado que el objetivo 
perseguido por ambas es idéntico: el conocimiento de 
las sociedades del pasado. La particularidad de la 
Arqueología es que lo aborda desde la cultura mate-
rial que nos han legado esas sociedades que ya for-
man parte del pasado, y que además lo hace ponien-
do en práctica una serie de técnicas que le son pro-
pias, que forman lo que habitualmente liamamos 
"metodología arqueológica". Quisiera incidir, pues, 
en la doble dimensión, conceptual y técnica de nues-
tra disciplina5• 
Acabamos de decir que el objeto de la Arqueolo-
gía es el conocimiento de las sociedades del pasado, 
y como se puede ver, no hemos puesto fronteras cro-
nológicas en ese pasado, con lo cual queremos decir 
que es posible estudiar arqueológicamente; tanto la 
Prehistoria, como la Edad Antigua, como la Medie-
val, la Moderna o la Contemporánea. No considera-
mos que el criterio cronológico deba definir la 
Arqueología, sino. la reflexión histórica y metodoló-
gica6. Así pues, la Arqueología de las sociedades 
modernas no presenta más diferencias que la posibi-
lidad de captar además con otro tipo de fuentes. A su 
vez, se nos ocurre que esto entra en contradicción con 
otro hecho, como es el desarrollo más temprano de la 
denominada Arqueología Industrial, disciplina tam-
bién confusa, pero de mayor éxito que la que aquí tra-
tamos, tanto en el ámbito europeo como peninsular7 • 
Así pues, lo que tradicionalmente se ha considerado 
Edad Moderna, es la que prácticamente no se ha estu-
diado desde el punto de vista arqueológico. 
Por lo tanto, estamos, hablando de una rama de la 
arqueología, de reciente desarrollo, que se caracteri-
za, entre otras cosas, por su indefinición. Esta cir-
cunstancia se manifiesta de forma clara en la denomi-
5 En muchas ocasiones se ha obviado precisamente la dimensión 
teórica o conceptual de la Arqueología, tratándola y practicándo-
la como un mero ejercicio técnico, vehículo para la recopilación 
de datos. 
6 La definición es básicamente la aportada por S. Gutiérrez en: 
GUTIERREZ LLORET, S.: Op. Cit., pag. 25-27 con la que coin-
cidimos plenamente. 
7 AMORES, Femando: "La arqueología postmedieval en España. 
Panorama y perspectivas", Archeologia Postmedievale nº 1, 
1997, pag. 51-52 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
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nación que se le da. Efectivamente, si echamos un 
vistazo a la bibliografía, podemos ver referencias a la 
Arqueología Postmedieval, a la Arqueología de las 
Sociedades Modernas, a la Arqueología de los Tiem-
pos Modernos, a la Arqueología Moderna y Contem-
poránea, etc ... ¿Qué hay detrás de todos estos nom-
bres? 
El término Arqueología Postmedieval es el más 
utilizado. En realidad, resulta cómodo de usar, pero 
es evidente que pone de manifiesto cierta debilidad 
frente a las otras arqueologías que la enmarcan o con 
las que se relaciona. Tengamos en cuenta que no es 
un término positivo, sino de relación, ya que no inclu-
ye en su título el objeto de su investigación, es decir, 
la Edad Moderna. Así, esta denominación define su 
marco temporal con una relación post quem , e inclu-
so ese límite "post" está en pleno debate8• Lo cierto es 
que es el término más empleado en la mayoría de los 
debates y encuentros que han tenido lugar en Europa 
hasta ahora, e incluso varias revistas especializadas 
han optado por él (Archeologia postmedievale, Post 
Medieval Archaeology ... )9 • El término "postmedie-
val" permite no hacer referencia -que siempre resul-
ta difícil- a la caracterización de las sociedades que se 
estudian. En definitiva, el término resulta bastante 
ambiguo, además de entrañar riesgos evidentes de 
confusión conceptual. 
Únicamente sería aceptable la utilización del adje-
tivo "postmedieval" siempre que se entienda como 
calificativo de una sociedad que no es una mera pro-
longación de lo medieval en el sentido cronológico, 
sino que se imbrica en lo medieval en aspectos temá-
ticos y sociales; y que es distinta, a su vez, de la 
sociedad capitalista10• 
En general, parece evidente que desde este punto 
de vista a la Época Moderna se le da un papel de tran-
sición entre las sociedades feudales y las capitalistas. 
Si bien es cierto que el término y el propio con-
cepto de "Historia Moderna" es también equívoco11 , 
8 AMORES, F.: Op. Cit. pag. 53 
9 Es la denominación utilizada fundamentalmente en el mundo 
anglosajón y dentro de la Escuela Italiana. 
10 GUTIERREZ LORET, S.: Op.Cit, pag. 75-79. 
11 Es evidente que no es adecuado establecer líneas divisorias tajan-
tes entre períodos históricos, especialmente si atendemos no 
tanto a los acontecimientos políticos, sino a los procesos econó-
micos y sociales que se dan en estos siglos. El propio Domínguez 
Ortiz alude al "difícil problema de la separación entre la Edad 
Media y la Moderna" (DOMINGUEZ ORTIZ: El Antiguo Régi-
men: los Reyes Católicos y los Austrias, Madrid, 1983, p. 9). Aún 
así, la economía y la sociedad de los siglos XVI al XVIII presen-
tan rasgos inequívocamente "modernos" (HINRICHS, Emst: 
Introducción a la historia de la Edad Moderna, Madrid, 2.001) 
frente a esta corriente, tenemos otra que prefiere lla-
marle "Arqueol~gía de los tiempos modernos", 
"Arqueología de Epoca Moderna" o "Arqueología de 
las Sociedades Modernas'', optando así por un crite-
rio cronológico, ·en el que se incluirían los siglos tra-
dicionalmente considerados modernos, o del Antiguo 
Régimen, esto es, los siglos XVI, XVII y XVIII. 
Sería, por lo tanto, una arqueología de período, que se 
corresponde básicamente, pero de forma flexible, 
dependiendo de diferentes problemáticas históricas, 
con la Historia Moderna. Evidentemente, quedaría 
fuera de este período la Arqueología Industrial, liga-
da precisamentea la Revolución Industrial. A pesar 
de que se le pueda achacar una dependencia excesiva 
de los acontecimientos políticos, esta corriente con-
cede a este período histórico una entidad propia, ya 
que se trata de una fase llena de numerosos cambios, 
tanto en lo que respecta al dominio de la tecnología 
como al de la economía o la política. Es una conse-
cuencia lógica de la etapa medieval, pero distinta de 
ella12• 
Por su parte, la escuela francesa que más intensa-
mente practica la arqueología del pasado más recien-
te, prefiere denominar a esta rama de la Arqueología, 
"arqueología Moderna y Contemporánea", ya que a 
la Historia Medieval no le sigue una historia postme-
dieval, sino una historia moderna y contemporánea. 
Consecuentemente, la revista francesa dedicada a 
este tipo de Arqueología, se denomina RAMAGE 
(Revue d'Archeologie Moderne et Genera/e). 
Resulta un tanto absurdo discutir la denominación 
de esta arqueología, cuyo objeto de estudio -dejando 
a un lado la terminología- está bastante bien defini-
do, ya que tras las diferentes denominaciones, en la 
práctica, se engloba la Arqueología que se ocupa de 
los restos materiales del Antiguo Régimen, evidente-
mente, entendiendo este marco cronológico de forma 
flexible, dependiendo fundamentalmente de los dife-
rentes países y de sus circunstancias históricas. 
Aparte de la indefinición, eta arqueología presen-
ta una serie de características que son comunes, en 
general, a todos los países europeos. Una de ellas es 
12 Ver al respecto: STIENNON, Jacques: "La situation de l'archéo-
logie post-médievale en Belgique" en Archéologie des temps 
modernes, Lieja, 1988, pag 20-26; GUTIERREZ LLORET, 
Sonia: "La arqueología después de la Edad Media: el registro 
arqueológico en la Historia Moderna y Contemporánea", Actes 
de les Jornades d'Arqueologia (Alfas del Pi, 1994), Valencia, 
1995, pag. 239-240 y BENGOETXEA REMENTERIA, B.: 
"Arqueología de época moderna. ¿Un lujo innecesario o un ins-
trumento de conocimiento histórico?. Reflexiones desde la 
experiencia del País Vasco.", VV.AA: De la Edad Media al siglo 
XVI Jornadas históricas de Alto Guadalquivir, Jaén 2.000, pag. 
11-19 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. VoL I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. 671 
EL EJEMPLO DE LA C.A.V. 
su surgimiento tardío, como venimos recordando en 
varias ocasiones, y su nacimiento y desarrollo fuera 
del ámbito universitario. En general, los más intere-
sados han sido los colectivos extra-académicos. 
Recordemos también que nunca se ha reclamado 
desde la Historia Moderna tradicional la necesidad de 
acudir a las fuentes materiales para conocer ciertos 
aspectos de ese momento histórico; hecho que sí ha 
ocurrido, por ejemplo, entre los historiadores medie-
valistas. Tampoco la arqueología académica se ha 
interesado en esta arqueología de los tiempos moder-
nos. La consecuencia principal será la ausencia de 
docencia, de formación académica y de estímulo para 
el desarrollo y consolidación de la disciplina. Así 
pues, aunque no en la teoría, en la práctica, nuestra 
rama parece encontrarse aún lejos de lograr un reco-
nocimiento académico y profesional similar al de 
otras disciplinas arqueológicas, a pesar de que no se 
le niegue un estatuto científico de pleno derecho13 • 
Así, por poner un ejemplo, son excepciones las Uni-
versidades que imparten una asignatura dedicada a 
esta arqueología'4 • 
Otro rasgo característico dentro de su evolución, 
común a toda Europa, ha sido su vinculación con el 
desarrollo de la Arqueología Urbana. Las interven-
ciones en medio urbano obligaron a los responsables 
de las mismas a registrar todos los niveles, y no sólo 
los que superaban algunos años de antigüedad. Así, 
muchas de las contribuciones que se realizan afectan 
a la época moderna15 • 
2.- SITUACIÓN ACTUAL. 
CARACTERÍSTICAS EN EL PAIS VASC0'6 
Con todo esto, hemos querido plantear la base teó-
rica de la que partimos, y que nos permite defender de 
13 GUTIERREZ LLORET, Sonia: "La arqueología después de la 
Edad Media: el registro arqueológico en la Historia Moderna y 
Contemporánea", Actes de les Jornades d'Arqueologia (Alfes 
del Pi, 1994), Valencia, 1995, pag. 238 
14 En el Estado, las universidades que imparten esta rama de la 
arqueología son la de Sevilla, Huelva, Alicante y la UPV/EHU, 
que imparte actualmente una asignatura optativa de segundo 
ciclo con el título "Arqueología postrnedieval e industrial". 
15 VV.AA.: Archeologie des temps modernes, Lieja, 1988, pags. 5-
13 
16 Consideramos importante enmarcar nuestra rama de la Arqueo-
logía dentro de la evolución que ha conocido en el ámbito euro-
peo y en el peninsular. Desgraciadamente, este punto excede las 
pretensiones del artículo, por lo que nos limitaremos a remitir al 
lector a una serie de síntesis que permiten conocer esta evolu-
ción a la que nos referimos. Obviamente se trata de una selec-
ción personal, atendiendo básicamente a la accesibilidad y al 
contenido sintético y sencillo de los títulos propuestos. El primer 
número de la revista Archeologia Postrnedievale ofrece una 
visión panorámica de la evolución y características de la arqueo-
alguna manera nuestro papel de arqueólogos de un 
pasado relativamente reciente, y basándonos en nues-
tra experiencia, hacer un análisis crítico y unas pro-
puestas de futuro referentes al desarrollo de esta rama 
de la arqueología en el ámbito del País Vasco. 
Para objetivizar y analizar de alguna manera las 
características de la Arqueología Moderna practicada 
en nuestro territorio en las últimas décadas, hemos 
decidido realizar un estudio bibliométrico a través de 
la consulta de la revista Arkeoikuska, entre los años 
1981/82 y 2.001, el último publicado. Ésta revista, 
por sus características y objetivos, no permite cono-
cer al detalle las intervenciones y actividades que 
aparecen en ella, pero sí puede ser un barómetro váli-
do para calibrar la evolución y desarrollo de la disci-
plina, incluso en relación con las otras arqueologías 
de período, puesto que se enumeran todas las activi-
dades arqueológicas habidas en el año de la publica-
ción. Obviamente, se tratará de un acercamiento un 
tanto tosco a la realidad, puesto que resulta difícil 
ARQUEOLOGÍA PROGRAMADA 
EN EL PAÍS VASCO 
Al!os 1981-2001. Fuento: RevistaArh!ollu.rka (Gobierno Vasco) 
Gráfico 1: Evolución de la Arqueología programada en la Comuni-
dad Autónoma Vasca. 
logía postrnedieval por países, que resulta altamente interesante 
(Archeologia postmedievale 1, 1997), véase también VV.AA.: 
Archeologie des temps modernes, Lieja, 1988; y para el caso 
peninsular: GUTIERREZ LLORET, Sonia: "La arqueología 
después de la Edad Media: el registro arqueológico en la Histo-
ria Moderna y Contemporánea", Actes de les Jornades 
d'Arqueologia (Alfas del Pi, 1994), Valencia, 1995; AMORES, 
F.: "La arqueología postrnedieval en España. Panorama y pers-
pectivas", Archeologia postmedievale 1, 1997, pp. 51-67, y para 
el caso del País Vasco BENGOETXEA REMENTERIA, B.: 
"Arqueología de época moderna. ¿Un lujo innecesario o un ins-
trumento de conocimiento histórico?. Reflexiones desde la 
experiencia del País Vasco.", VV.AA: De la Edad Media al siglo 
XVI Jornadas históricas de Alto Guadalquivir, Jaén 2.000, pp. 
9-39 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
672 BELÉN BENGOETXEA REMENTERÍA 
ARQUEOLOGÍA INVOLUNTARIA 
EN EL PAÍS VASCO 
Anos 1981~2001. Fuente: RevistaArkeo;JnJ.d:a (Gobierno Vasco) 
Gráfico 2: Evolución de la Arqueología Involuntaria en la Comuni-
dad Autónoma Vasca. 
valorar, por ejemplo, los trabajos realizados en sitios 
densamente pluriestratificados, en los que las referen-
cias a "material moderno" o a "cerámicas esmalta-
das" es prácticamente lo único que podemos encon-
trar. Aún así, los resultados de los recuentos en nues-
tro caso son tan evidentes, que admiten pocas matiza-
ciones.El cuadro elaborado con el índice de publica-
ciones por excavación practicada, ha sido confeccio-
nado también atendiendo exclusivamente a los datos 
aparecidos en la mencionada revista. En definitiva, 
debemos considerar nuestro trabajo como un intento 
de acercamiento a una realidad, que consideramos 
que se ve reflejada en la publicación seleccionada 
para realizar el "diagnóstico". 
En la propia Arkeoikuska se hace una distinción, 
que no compartimos, pero que hemos respetado en 
este caso, porque puede resultar útil para percibir los 
perfiles característicos de nuestra disciplina. Nos 
referimos a la diferenciación entre los "programas de 
investigación" (identificable con la autoproclamada 
"Arqueología de investigación"), y las "intervencio-
nes arqueológicas. Programas de Conservación y 
Protección" (identificable con la que se ha venido a 
denominar "Arqueología de intervención", "Arqueo-
logía de Gestión", etc .. ). Desgraciadamente, es difícil 
encontrar una alternativa a estas denominaciones, 
pero hemos optado por denominar a la primera 
"arqueología programada" y a la segunda "arqueolo-
gía involuntaria" 17, evitando la confrontación "in ves-
17 Tenemos que aceptar que se trata de una curiosa denominación, 
puesto que la postrnedieval podríamos decir que es la más invo-
luntaria de las practicadas dentro de la arqueología involuntaria, 
como más adelante veremos. 
tigación"/ "no investigación", y aludiendo sobre todo 
a las causas que provocan las intervenciones o para-
lelamente, a la posibilidad de elegir el yacimiento o la 
zona del mismo a excavar. 18 Así es cómo aparecen 
reflejadas en los gráficos que presentamos19• 
El gráfico que representa la evolución de la 
arqueología programada en la CAV en los últimos 20 
años (gráfico 1) refleja claramente una situación, que 
en realidad, se ha mantenido durante este tiempo, y es 
la escasa arqueología moderna practicada dentro de 
programas de investigación claramente definidos. La 
prioridad absoluta, en este sentido, se ha concedido a 
la Arqueología Prehistórica. En realidad, la Arqueo-
logía de los siglos más recientes no es más que un 7% 
del total. 
PUBLICACIONES 
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Allos 1981-2001. Fuwle: RevlstaAmoikuska (Gobierno VBSCO) 
Gráfico 3: Gráfico de publicaciones por períodos. 
Proporción entre excavaciones 
realizadas y número de 
publicaciones 
Excavaclonu Publicaciones Proporción 
PREHISTORIA 467 486 0,96 
CLÁSICA 163 187 0,87 
MEDIEVAL 332 123 2,70 
POSTMEDIEVAL 410 54 7,59 
Ano! 1981-2001. Fuente: Rev!staA.rhwlha.bJ (Gobierno Va&:a) 
Gráfico 4: Proporción entre las excavaciones realizadas y número de 
publicaciones. 
18 Probablemente haya arqueólogos que no acepten dicha denomi-
nación, o le encuentren más pegas que aspectos positivos. En 
este sentido, estamos abiertos a todo tipo de sugerencia. 
19 Agradecemos a A. Azkarate y J .A. Quirós la ayuda prestada para 
realizar los recuentos y elaborar las tablas. 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. 673 
EL EJEMPLO DE LA C.A.V. 
Esta realidad contrasta con el siguiente gráfico, en 
el que se refleja la evolución de la que hemos deno-
minado "arqueología involuntaria" (gráfico 2). Pri-
meramente, se aprecia que las intervenciones sobre el 
patrimonio postmedieval son mayoritarias respecto al 
resto, y también que se ha producido una inflexión en 
la evolución de esta arqueología, situada a finales de 
la década de los 80, cuando comienza a desarrollarse 
fundamentalmente la Arqueología Urbana, en el 
marco de la Ley de Patrimonio Cultural Vasco de 
1990. Esta inflexión, y este aumento de las interven-
cion~s se produce _sobre todo en la Arqueología 
medieval y postmedieval, mientras que la prehistóri-
ca y la clásica no se ven excesivamente afectadas por. 
tal circunstancia. En conclusión, tenemos una arqueo-
logía postmedieval vinculada -parece que inevitable-
mente- a la arqueología involuntaria, ya que se ha 
desarrollado con ella, y en la que escasean alarmante-
m~nte los proye~tos de investigación propios (aunque 
existan, y sean importantes, nos referimos sólo a la 
relac~ón con las otras arqueologías de período). 
Explicar estas características nos llevan, a su vez, a 
"descubrir" otras, como pueden ser las siguientes: 
Los centros de investigación no potencian, en 
general, la investigación de la Edad Moderna desde la 
Arqueología. Además, esta circunstancia es también 
responsable de otra serie de características inherentes 
a la '.1fqueología postmedieval, como es, por ejemplo, 
la dificultad de dotar de significado histórico a los 
hallazgos de esa época. En realidad, lo que es claro es 
que el interés ha surgido desde ámbitos extraacadé-
micos. 
Así pues, la Arqueología postmedieval es casi la 
q~e más se "practica", o mejor, el patrimonio postme-
dieval es en el que más se interviene, de forma direc-
ta o indirecta, puesto que por ejemplo, los niveles 
superiores que se conservan en las villas son de esa 
etapa histórica. En contrapartida en el cuadro (Gráfi-
cos 3 y 4) se puede ver la proporción entre las inter-
venciones y las publicaciones, permitiendo también 
una comparación entre diferentes "Arqueologías", y 
el ~~to es ~ás que evidente: para una ver una publi-
cac10n relativa a la Arqueología Moderna, se realizan 
más de siete intervenciones. En conclusión, aunque 
se excavan muchos restos modernos, el número de 
trabajos dedicados a ellos, tratados científicamente y 
publicados, es muy reducido. Es una de las arqueolo-
gías más difundidas y practicadas gracias al desarro-
llo de la arqueología "de intervención", pero como 
contrapartida, es la que menos publicaciones tiene; en 
la que se han producido menos trabajos de sistemati-
zación, y en general, ha producido poco conocirnien~ 
to histórico. A su vez, esto significa que existen 
muchos datos extraídos, pero pocos sistematizados y 
KOBlE (Serie Anejos n. º 6. Vol. I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M. • Apellániz 
50 l 
40 1 
30 
20 
Temáticas estudiadas desde la 
Arqueología Moderna 
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Gráfico 5: Temáticas estudiadas desde la Arqueología Moderna. 
realmente investigados, puesto que no se han integra-
do dentro de líneas de investigación propias. Se actúa 
sobre y~cimientos donde se documenta el registro 
postmedieval, pero no desde proyectos con objetivos 
específicamente postmedievales2º 
Otro barómetro que sirve para conocer las carac-
terísticas de esta arqueología es saber los principales 
temas tratados por ella, y aquí (Gráfico 5), lógica-
mente, habría que valorar las presencias y las ausen-
cias. Básicamente, podemos agrupar las intervencio-
nes sobre el patrimonio postmedieval de la CAV en 
cuatro grandes bloques: La arqueología urbana, la 
arqueología subacuática, la Arqueología de la pro-
ducción, vinculada fundamentalmente al mundo 
rural, y concentrada, en nuestro caso, en las ferrerías 
y en el estudio de las tejeras y finalmente, tenemos 
que hablar de las actuaciones sobre edificios de 
carácter más o menos monumental, como las fortifi-
caciones modernas, y otros, tradicionalmente estu-
diados desde la Historia del Arte, bien edificios o 
conjuntos religiosos, bien palacios o casas-torre. En 
e~te texto, en. aras a la brevedad necesaria, y espe-
cialmente debido a que los autores que han trabajado 
las líneas de investigación que hemos mencionado 
hacen su aportación en este mismo número, he opta-
do por ceñirme a la problemática de la Arqueología 
de nuestros Cascos Históricos, que es además en lo 
que quizás más pueda aportar, ya que básicamente 
mis trabajos se centran en las villas vascas(vizcaínas 
y alavesas). 
Efectivamente, en el gráfico que presentamos 
(gráfico 4) aparece un dato más que evidente, y es la 
20 Algunos autores hablan de una arqueología postrnedieval indi-
recta, y de una arqueología postrnedieval directa (AMORES, F. 
Op. Cit. , pag. 55) . 
674 BELÉN BENGOETXEA REMENTERÍA 
vinculación de la Arqueología postmedieval con la 
Arqueología Urbana. Veamos cuáles pueden ser las 
razones de esta unión. 
Aparte de la circunstancia de que inevitablemen-
te, los estratos superiores de los solares excavados en 
las villas son de época Moderna, un rasgo a destacar 
es, por un lado, la escasa monumentalidad de los res-
tos en general y además, hay que decir que práctica-
mente no se conservan restos de la época fundacional 
(siglos XII al XIII). Ésto puede deberse a diversos 
factores: por un lado, hay que tener en cuenta la utili-
zación masiva de la madera para construir las casas 
de villa, e incluso algunas de las cercas en sus etapas 
iniciales21 ; material que raramente se conserva a no 
ser que se den una serie de circunstancias muy con-
cretas. Por otra parte, no podemos olvidar que se trata 
de pequeños núcleos -Vitoria, la fundación más 
extensa, tiene 20 ha., seguida de Bermeo y Laguardia, 
con 7 ha.- intensamente ocupados en diferentes eta-
pas históricas22 y que sólo excepcionalmente se 
remontan a asentamientos de época clásica21 • Ésto 
supone que las fases constructivas posteriores -léase 
de época Moderna y Contemporánea- tuvieron lugar 
sobre las primeras, que quedaron afectadas en algún 
caso, y casi destruidas en la mayoría. Así pues, se 
puede hablar de destrucciones físicas y alteraciones 
del sustrato anterior producidas en época Moderna. 
Además, parece claro que en muchas ocasiones se 
optó más por la sustitución que por la reutilización de 
materiales y espacios24 • Evidentemente, aunque sea 
ésta la tónica general, existen algunas excepciones25 • 
21 Pongamos como ejemplo el caso de Elorrio (Bizkaia), donde se 
pudo documentar arqueológicamente el uso de la madera en las 
primeras fases de construcción de la cerca de la villa. 
22 Esta circunstancia es muy clara en Bizkaia y Gipuzkoa, donde el 
fenómeno urbano tuvo mayor éxito. El caso de Araba es un tanto 
diferente, ya que aquí algunas de las villas fundadas en la Baja 
Edad Media fueron abandonadas. 
23 Pongamos como ejemplo el caso de Lekeitio, donde precisamen-
te a través de la práctica de la Arqueología Urbana se ha podido 
constatar la presencia de un yacimiento romano en el área en la 
que en 1325 se fundó la villa de, fecha en la que se concede fuero 
a una población preexistente. (BENGOETXEA, B; CAJIGAS, 
S. y PEREDA, I.: "La villa de Lekeitio (Bizkaia). Núcleo urba-
no desde la Antigüedad". Kobie, Serie Paleoantropología, 22, 
1995, pags. 219-246.) 
24 AZKARATE GARAI-OLAUN, A. y GARCIA CAMINO, I.: 
"La ciudad. Documento Histórico: reflexiones sobre. la práctica 
de la arqueología urbana en la Comunidad Autónoma del País 
Vasco", Kobie, Nº XXIII, 1996, pag. 147-148. 
25 Por poner un ejemplo, citaremos los resultados obtenidos en el 
entorno y en el interior de la catedral de Santa Maria de Vitoria-
Gasteiz, donde se han localizado restos prefundacionales que 
nos ayudarán a entender el poblamiento de la etapa Tardoanti-
güa, Altomedieval y Plenomedieval. (AZCARATE, A. Y 
QUIRÓS, J.A.: "Arquitectura doméstica altomedieval en la 
Península Ibérica. Reflexiones a partir de las excavaciones 
arqueológicas de la catedral de Santa Maria de Vitoria-Gasteiz, 
País Vasco" Archeologia Medievale XXVIII, 2.001, pag. 25-60. 
La consecuencia de todo esto parece obvia: lo más 
normal suele ser que los restos más antiguos docu-
mentados sean del siglo XV y XVI, de manera que, 
queramos o no, la mayor parte de la información 
obtenida será de época Moderna. Y la verdad es que 
es una etapa muy interesante para comprender la evo-
lución de nuestros cascos históricos, de profundos 
cambios en todos los ámbitos de esa vida urbana. Así, 
los aspectos del urbanismo medieval (en los que aquí 
no vamos a entrar) se verán profundamente alterados 
durante los siglos de la Edad Moderna, según se ha 
podido documentar arqueológicamente. Veamos 
algunos puntos en los que se manifiesta claramente 
esta transformación: 
- El tema de la parcelación medieval y su posterior 
evolución resulta especialmente controvertido. Hasta 
hace relativamente poco tiempo se ha creído en la per-
vivencia del solar original dentro de la trama urbana 
hasta nuestros días. Según esta hipótesis, las dimen-
siones de los solares, habrían permanecido inaltera-
bles a lo largo de los siglos. Únicamente se ampliaría 
el espacio construido hacia la zaguera, eliminando la 
huerta, aparte de producirse una ampliación del edifi-
cio en altura. Basándose en ésto, algunos historiado-
res han hecho estudios del poblamiento, contando, a 
través del parcelario actual, el número de habitantes 
que tendría determinada calle26 • Esta cuestión se ha 
puesto en duda desde diferentes frentes. Así, B. Arí-
zaga, tras un exhaustivo trabajo documental de las 
villas Guipuzcoanas ha llegado a la conclusión de que 
en origen, el solar medieval debía ser más amplio que 
el actual21 • Ese solar original se fragmentará en lotes 
más pequeños a finales de la Edad Media, y sobre 
todo, en el siglo XVI, a raíz del aumento de población 
y de la consiguiente presión demográfica. Surgirían 
así los denominados "solares góticos", caracterizados 
por tener una planta larga y estrecha28 • Aún así, la 
autora acepta que en cierta forma que el solar actual 
en general, es deudor del original, ya que conserva 
dimensiones derivadas del mismo. 
Respecto a esta cuestión, la Arqueología ha 
demostrado tras muy diversas intervenciones que ni 
el solar medieval ni el de la primera Edad Moderna 
26 GARCIA CAMINO, I.: "Urbanismo y Cultura Material en el 
Bilbao Medieval (aportaciones desde la Arqueología), Kobie 
(Serie Paleoantropología), Nº XX, 1992/93, pag 248 
27 Propone unas dimensines de 8 x 12 m. para los solares ocupa-
dos, de los que los 8 primeros metros estarian construídos, 
dejando el espacio zaguero, de 4 m., destinado a huerta (-
ARIZAGA BOLUMBURU, B.: Urbanística medieval (Guipuz-
coa), San Sebastián, 1990.) 
28 ARIZAGA BOLUMBURU, B.: Urbanística medieval (Guipuz-
coa), San Sebastián, 1990. 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. 675 
EL EJEMPLO DE LA C.A.V. 
han permanecido fosilizados en el plano actual29. Se 
ha podido constatar que en muchos casos se han 
transformado tanto las tipologías de las casas, como 
las dimensiones de las mismas. Evidentemente, esto 
significa que la parcelación se ha visto profundamen-
te alterada a lo largo de la Historia30• 
Pero los cambios no se manifiestan únicamente en 
las dimensiones de los solares. En algún caso, se han 
podido documentar incluso cambios en la orientación 
de la fachada principal en época Moderna. Ejemplo 
de ello es el caso de solar en esquina de la villa de 
Bilbao (Carnicería 1), edificado primeramente miran-
do a la propia calle Carnicería, para pasar en la Edad 
Moderna a abrirse hacia un espacio público nuevo, 
como es la Plaza del Mercado, emplazada en La 
Ribera. Esto pone de manifiesto una transformación 
fundamental en la configuración e incluso en la con-
cepción de los espacios de la villa. 
En definitiva, las dimensiones de los solares y de 
los espacios construidos se alterarán debido a muy 
diversos factores, y evidentemente, aparte de los 
cambios en los conceptos del urbanismo, habremos 
de tener en cuenta la capacidad económica de los pro-
pietarios, los cambios en las técnicas constructivas, la 
presión demográfica, los cambios en las mentalidades 
y en las costumbres cotidianas, etc ... Han sido auto-
res anglosajones los que han visto que podían ras-
trearse cambios por medio de hechos como la forma 
de preparar la comida(porciones individuales, que 
sustituyen a los platos y cuencos comunes, por ejem-
plo), o la distribución interna de las casas, en las que 
empieza a verse un mayor deseo de individualismo, 
que llevará a compartimentar de formas diversas las 
antiguas salas31 • 
También se ha detectado a través de la Arqueolo-
gía el crecimiento en altura de los edificios, que se 
dará fundamentalmente en el siglo XVIII, y que apa-
rece reflejado en el yacimiento a través de la cons-
29 GARCIA CAMINO, I.: "Urbanismo y Cultura Material en el 
Bilbao Medieval (aportaciones desde la Arqueología)". Kobie 
(Serie Paleoantropología), Nº XX, 1992/93, pag.248. 
30 Hemos tenido ocasión de documentar la formación del solar 
"gótico" en las primeras décadas del siglo XVI en varias de las 
intervenciones que hemos realizado, tanto en Bizkaia (Durango, 
Orduña) como en Araba (Salinillas de Buradón). Y como caso 
claro de reparcelación decimonónica podemos mencionar 
Barrenkale 10, en Durango, domle se conservaba la fachada de 
un palacio barroco, aunque nada quedaba del mismo en el solar, 
debido precisamente a una profunda reparcelación que tuvo 
lugar en el siglo XIX. (BENGOETXEA REMENTERIA, B.: 
"Barrenkale, 10 (Durango)", Arkeoikuska 99, Bilbao, 2.000, 
pag. 298-302) 
31 GAMBLE, Clive: Arqueología básica, Barcelona, 2.002, pag. 
177. 
trucción de pilares, que servman para sustentar 
estructuras edificatorias de gran peso, hecho que no 
ocurría con las casas medievales, construidas con 
materiales más ligeros y con poca altura. 
- Otro de los cambios constatados se refiere a un 
elemento en principio indispensable: la muralla, que 
va perdiendo su significado original, pasando a ser 
objeto de verdaderos "ataques" por parte de los par-
ticulares. En efecto, a medida que transcurre el tiem-
po, se va ganando el espacio dedicado a ronda, entre 
las casas y la muralla, integrándose posteriormente la 
propia cerca dentro de las casas, de las que formará 
parte. Este proceso se inicia a finales del siglo XV, 
pero destaca especialmente durante todo el siglo 
XVI. Será un fenómeno común a todos los núcleos 
relativamente importantes, e incluso se ha constata-
do en algunas villas pequeñas. Es en estas fechas 
cuando se abren vanos y puertas en el muro de la 
villa, de manera que éste pierde su carácter defensi-
vo. A pesar de todo, debió pervivir el valor simbóli-
co de la muralla, puesto que en algunas poblaciones 
se reconstruye casi íntegramente el encintado en 
época moderna. Así lo han demostrado algunas lec-
turas estratigráficas realizadas en murallas presunta-
mente medievales de algunas villas, como es el caso 
de Salinillas de Buradón (Araba)32• Lógicamente, 
esta circunstancia ha ayudado a establecer criterios 
en la restauración en este tipo de estructuras cuando 
ésta ha tenido lugar. 
De cualquier manera, en ciertos momentos pun-
tuales y en determinados núcleos -sobre todo en los 
costeros-, se procederá a la construcción de nuevas 
murallas de funcionalidad, características y trazado 
diferentes de los medievales, como ocurre en San 
Sebastián, donde en el siglo XVI se construye una 
nueva cerca abaluartada, más adecuada a las nuevas 
necesidades defensivas, condicionadas por los logros 
de la artillería, mientras que la medieval, en mal esta-
do de conservación para ese momento, es reutilizada 
como paramento de las casas. Esta fortificación aba-
luartada se basa en muros más anchos y bajos, pro-
yectando hacia el exterior plataformas artilleras, 
denominados baluartes, que protegen los lienzos de 
muralla próximos. Así, San Sebastián se fortifica de 
nuevo, marcando en este momento un perímetro más 
32 La lectura estratigráfica del lierizo Este de la muralla se realizó 
previo a su restauración, y se encuentra integrado en el estudio 
histórico-arqueológico de la villa. Esta investigación tuvo lugar 
entre los años 1997 y 1999, y se realizó desde el Área de 
Arqueología de la UPV /EHU. BENGOETXEA REMENTERIA, 
B.: "La villa medieval de Salinillas de Buradón (Álava). Una 
aproximación a la génesiss y evolución de su espacio urbano", 
ATM, nº 8, 2.001, pp. 253-287) 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
676 BELÉN BENGOETXEA REMENTERÍA 
amplio que el medieval33 • Algo parecido ocurre tam-
bién en Lekeitio, donde se han hallado restos de la 
muralla construida en época moderna en la actual 
Independentzia Enparantza, que se remataba en algu-
nos tramos tomando la forma de punta de diamante. 
Estas nuevas fortificaciones, como ya se ha adelanta-
do, tendrán lugar especialmente en las villas y 
núcleos costeros (San Sebastián, Hondarribia, Irún, 
Lekeitio ... )34, aunque en algunas interiores también se 
citan elementos defensivos construidos para esas 
fechas por temor a los ataques franceses, como ocu-
rre en Durango, donde se levanta una barbacana para 
reforzar la muralla por su lado Norte35 • 
- En lo referente a materiales constructivos, se 
notará un cambio paulatino, pasando del uso genera-
lizado y masivo de la madera, a la utilización de la 
piedra. En este cambio tendrán que ver, y mucho, los 
incendios sufridos en casi todas las villas, que en 
algunos casos arrasaron prácticamente la totalidad de 
las viviendas construidas36• Asimismo, se generaliza 
también el uso del ladrillo y el adobe, especialmente 
en la zona alavesa. Esta será una de las razones por 
las que se detecta un mayor número de pervivencias 
de estas etapas en las excavaciones urbanas, puesto 
que los materiales empleados serán más sólidos y de 
mejor calidad. 
- Aparte de la alteración de espacios y elementos 
anteriores, en el siglo XVI surgirán otros nuevos. Nos 
referimos a los arrabales, que nacen y se desarrollan 
33 LÓPEZ COLOM, M.M.: "Trama urbana y fortificaciones en la 
villa medieval de San Sebastián (Gipuzkoa)", en IV Congreso de 
Arqueología Medieval Española. Sociedades en transición. T.II 
pag. 235"239. 
AYERBE !RIZAR, M.: "Estudio histórico-Arqueológico de la 
Parte vieja de Donostia-San Sebastián", Arkeoikuska 95, pag. 
88-92. 
(AYERBE IRIZAR, M.: "Jardines de Alderdi Eder y Alameda 
del Boulevard (Donostia-San Sebastián)", Arkeoikuska 98, pag. 
403-407). Las intervenciones relacionadas con las fortificacio-
nes modernas donostiarras continúan actualmente. 
34 Tengamos en cuenta que por su situación geográfica, la parte de 
Gipuzkoa más cercana a la frontera francesa ha conocido a lo 
largo de la historia constantes ataques. 
35 BENGOETXEA, B y CAJIGAS, S.: Durango. Transfonnacio-
nes históricas de su configuración urbana, Bilbao, 1997, pag. 
45-49. 
36 Este es el caso de Durango, por ejemplo, que tras el incendio de 
1554, que resultó ser devastador, promovió la utilización de la 
piedra en la construcción de casas, además de aprovechar la cir-
cunstancia para ensanchar cárcavas y calles, e incluso elegir una 
parcela adecuada para la instalación de su casa consistorial. Los 
incendios que produjeron consecuencias más graves tuvieron 
lugar en el siglo XVI. Ya hemos comentado el caso de Durango, 
pero Bilbao sufrirá uno en 1571 y Lekeitio en 1595, por poner 
algunos ejemplos. (BENGOETXEA, B., y CAJIGAS, S.: 
Durango. Transformaciones históricas de su configuración 
urbana, Bilbao 1997.) 
fundamentalmente a partir de este siglo. En ellos se 
establecerán en un primer momento los monasterios 
y conventos vinculados a la población, y posterior-
mente, sobre todo en el siglo XVIII, serán el punto 
preferido por los notables del municipio para edificar 
sus nuevos palacios, lejos de los condicionamientos y 
estrecheces que impone la trama urbana medieval. Se 
trata, en definitiva, de una expansión extramuros. 
- También surgieron y proliferaron dentro de las 
villas determinados tipos de talleres artesanales de 
especialidades diferentes según zonas o incluso, 
según villas o calles de una misma villa. Se trata de 
talleres artesanales que funcionaban dentro de las 
mismas casas, reforzando así la condición de multi-
funcionales, que por otro lado, tuvierondesde un pri-
mer momento. Se trata de talleres que superaron sin 
lugar a dudas la producción para uso doméstico, y sir-
vieron para abastecer las necesidades de los habitan-
tes del entorno. Este tipo de establecimientos debie-
ron existir desde las primeras fases de ocupación, 
pero en la Edad Moderna cambiará la tecnología 
empleada e incluso la forma y la división del espacio 
dentro de este tipo de centros37 • Se podría tomar como 
ejemplo de taller de estos siglos el localizado en la 
calle Kalebarria de Durango, en el que se pudieron 
documentar dos fases de ocupación, aunque el traba-
jo realizado en sí no varió de un momento a otro. De 
ahí la reutilización de algunos materiales. Teniendo 
en cuenta el hallazgo de piedras areniscas planas de 
forma oval o circular, con orificio central y caras y 
filos labrados, que en un nivel inferior aparecen frag-
mentadas y reutilizadas, además de la utilización del 
fuego, se ha pensado en la posibilidad, apoyada por la 
documentación, de que se tratase del taller de un 
guarnicionero, maestro de hacer dagas y espadas. 
Así, las piedras anteriormente citadas se han interpre-
tado como piedras esmeriles. Por otro lado, tengamos 
en cuenta que las fraguas fueron uno de los principa-
les tipos de explotación habidos en la villa durante los 
siglos XVI y XVII38 • En realidad, a medida que se han 
venido realizando más excavaciones en solares de la 
calle Kalebarria de la villa, se ha podido confirmar 
una especialización de esta zona en actividades rela-
37 De un momento medieval son los pequeños hornos detectados 
en diferentes solares de Bilbao, entre las calles Tendería y Arte-
kale, relacionados con la fundición del hierro a pequeña escala. 
Son estructuras muy modestas, excavadas en la arcilla natural y 
delimitadas con losas de piedra. Debieron instalarse, al parecer, 
en el interior de las casas de madera que se levantarían entonces 
en el solar (GARCIA CAMINO, l.: "Urbanismo y Cultura Mate-
rial en el Bilbao Medieval (aportaciones desde la Arqueología)". 
Kobie (Serie Paleoantropología), Nª XX, 1992/93, pag. 242-246. 
38 BENGOETXEA, B. y CAJIGAS, S.: "Aportaciones de la 
Arqueología a algunas cuestiones del Durango medieval", Kobie 
(Serie Paleoantropología), Nª XXII, 1995, pag.265-281. 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. 1), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. 677 
EL EJEMPLO DE LA C.A.V. 
cionadas con el fuego y la transformación del hierro, 
fundamentalmente39• 
En relación con las actividades ·comerciales de 
estos siglos, se crean también nuevos espacios de 
almacenamiento dentro de las villas, y especialmente 
en las costeras. Este fenómeno se ha documentado 
arqueológicamente en la villa de Lekeitio (Bizkaia), 
donde en un solar, en el interior de un espacio bien 
definido por muros perimetrales se detectaron quince 
recipientes cerámicos de almacenaje de grandes 
dimensiones (de entre 1,30 y 1,80 m. de altura y 1,10 
y 1,45 m. de diámetro máximo, que se ha relaciona-
do con el almacenamiento de grasa de ballena40. 
- Otro de los cambios importantes en la estructu-
ra de las villas en Época Moderna tendrá que ver con 
las nuevas mentalidades, con la nueva concepción de 
lo que debe entenderse por ciudad. Corresponde a 
este momento la aparición de una cierta necesidad 
por hacer más habitables los núcleos urbanos, y por 
dotarles de infraestructura. Son rnornentos de traídas 
de aguas, de pavimentación de calles, de apertura de 
cailalizaciones, de mejoras en los puertos, o de edifi-
cación de las Casas Consistoriales. Tampoco pode-
rnos olvidar en este sentido, la nueva concepción de 
los espacios públicos. Así, en rnás de una ocasión se 
reservará un lugar privilegiado para plaza, preten-
. diendo que ésto redunde en el ornato de la villa. Un 
caso claro es el de Lekeitio, donde a finales del siglo 
XVI, y aprovechando las consecuencias de un terrible 
incendio que asoló la villa y destruyó muchas de sus 
casas, se demuelen algunas de ellas, concretamente 
las ubicadas en el entorno de la iglesia, para conse-
guir así un espacio digno para plaza. La tendencia 
será pues, abrir espacios públicos rnás amplios y con-
tinuos, impensables en las primeras fases constructi-
vas41. 
- También podernos poner el siglo XVI corno 
punto de partida de otro fenómeno. Nos referirnos a 
la acometida de grandes obras de particulares dentro 
de los recintos amurallados. Efectivamente, las fami-
lias rnás pudientes comienzan a edificar sus grandes 
39 !BARRA ALVAREZ, J.L.: "Kaleberria 30-32 (Durango), 
Arkeoikuska 01, Bilbao, 2.002, pag. 320-326. 
!BARRA ALVAREZ, J.L.: "Komentukales 20 (Durango), 
Arkeoikuska 01, Bilbao, 2.002, pag. 326-332. 
Otro tanto se confirma en la excavación recientemente concluí-
da y aún sin publicar, realizada en Kalebarria 6, dirigida por l. 
Pereda. 
40 CAJIGAS PANERA, S.: "Manzana 2.1.1. (Lekeitio),Arkeoikus-
ka 98, 1999, pags 337-342. 
41 BENGOETXEA, B; CAJIGAS, S. y PEREDA, l.: "La villa de 
Lekeitio (Bizkaia). Núcleo urbano desde la Antigüedad". Kobie 
(Serie Paleoantropología) 22, 1995, pags. 219-246 
palacios, o a modificar en profundidad sus anteiores 
casas-torre, que pasarán a ser en muchos casos, bellos 
palacios renacentistas, que responden precisamente a 
esa nueva idea de vivir en la ciudad, a la mayor habi-
tabilidad y comodidad de los edificios. Un caso, qui-
zás exagerado, que afecta no sólo al edificio que se 
reforma, sino a un amplio espacio de la villa, es el de 
Salinillas de Buradón, donde a finales del siglo XVI 
se erige un monumental palacio clasicista envolvien-
do una torre anterior. Para ello se procedió a la obten-
ción de áridos perforando rnaterialrnente la actual 
plaza del palacio. Posteriormente, se rellenan todas 
las fosas abiertas con tal fin para conseguir un espa-
cio plano y nivelado frente al palacio recién construi-
do, cumpliendo así la función de "espacio de respeto" 
para realzar la nueva obra42• 
- Hasta el rnornento nos hemos referido especial-
mente a elementos arquitectónicos que se transfor-
man o surgen a partir del siglo XVI, pero no podemos 
dejar de mencionar el material mueble asociado a los 
estratos de estas etapas históricas, y en este sentido, 
hay que hacer especial mención a las producciones 
cerámicas. Para empezar, hay que reconocer que 
sabernos rnuy poco sobre esta cerámica, probable-
mente, porque a pesar de que aparece en grandes can-
tidades, prácticamente en todos los solares investiga-
dos, y en prácticamente todas las actuaciones que se 
realizan en suelo urbano, no se le ha prestado la debi-
da atención, y no se han realizado verdaderos estu-
dios al respeto. Así, no sólo falta realizar un trabajo 
de clasificación y tipologización, sino también un 
estudio en profundidad, que permita tratar estos res-
tos materiales corno verdaderos documentos históri-
cos, cargados de información de diferente tipo. 
Líneas rnás arriba nos referíamos a cuestiones corno 
las técnicas empleadas en su producción, su proceso 
productivo,, su salida al mercado, los ejes comercia-
les que marcan las importaciones europeas y peninsu-
lares que están presentes en la mayoría de los casos, 
las costumbres cotidianas relacionadas con los ali-
mentos y la alimentación, etc ..... De cualquier forma, 
ya se ha dado algún paso adelante en este sentido, y 
en estos últimos años ha visto la luz alguna publica-
ción relacionada con ese terna, concretamenté con las 
pipas de caolín localizadas en muchas intervencio-
nes43. 
42 BENGOETXEA, B: "La villa de Salinillas .... " OP. CiT, pag. 
270-273 
43 LOPEZ COLOM, M.: Pipas de arcilla halladas en Guipúzcoa. 
Aproximación su catalogqción arqueológica y tipológica, San 
Sebastián, 1999. 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. I), año 2004. Homenaje al Prof. Dr. J. M.' Apellániz 
678 BELÉN BENGOETXEA REMENTERÍA 
3.- CRÍTICAS Y PROPUESTAS DE FUTURO 
Ante el panorama que hemos expuesto, cabe seña-
lar una serie de propuestasde futuro de cara a corre-
gir algunos de los defectos que hemos podido ver a lo 
largo de la intervención, y establecer una serie de 
prioridades en la investigación, que evidentemente, 
siempre serán subjetivas y discutibles: 
- Comenzaremos insistiendo en la necesaria verte-
bración académica de la disciplina para garantizar el 
interés universitario, e incluso para abrir nuevas líneas 
de investigación. En este sentido, quisiera poner como 
ejemplo los resultados obtenidos en las investigacio-
nes llevadas a cabo en Gran Bretaña en relación al 
paisaje postmedieval, en su sentido más amplio, 
poniendo en relación la evolución de la agricultura y 
de los establecimientos protoindustriales, estrecha-
mente vinculados, a su vez, con la arqueología de los 
bosques, cuya explotación estaba inevitablemente 
unida a la producción de hierro. Se trata al fin y al 
cabo, de entender la relación entre las características 
arqueológicas de los elementos dispersos estudiados, 
y tender a establecer redes de ocupaciones (caso de la 
producción del metal: mineros, ferrones, carboneros, 
etc ... ) Su significado e importancia vendría del con-
junto, no de la individualidad estudiada. 
- Resulta urgente rentabilizar en términos cientí-
ficos la que hemos venido a denominar "arqueología 
involuntaria". Así, por ejemplo, se tiene un conoci-
miento oral y empírico de las producciones cerámi-
cas, pero todo esto aún no se ha sistematizado44 • Y 
esto no ocurre sólo con el tema de la cerámica, sino 
que se puede decir que hay una gran cantidad de 
datos por elaborar (en lo relativo a espacios construc-
tivos, técnicas empleadas). Asimismo, sería conve-
niente aplicar técnicas arqueométricas más globales y 
amplias, que raramente vemos utilizadas en las 
arqueologías dedicadas al pasado más reciente. Nos 
referimos a dataciones absolutas, estudios arqueobo-
tánicos o arqueozoológicos, que han ofrecido buenos 
resultados en otras ramas de la Arqueología. 
- De cara al futuro, será también fundamental 
plantear problemáticas y definir programas de actua-
ción conjunta, que se lleven a cabo en equipo, y con 
medios técnicos suficientes. Al fin y al cabo, de lo 
que se trata es de conseguir actuaciones enfocadas 
hacia la interpretación y reconstrucción de un perío-
do histórico, y no exclusivamente para la solución de 
un problema administrativo. 
44 Hay que señalar que desde el Área de Arqueología de la UPV se 
han puesto en marcha dos tesis doctorales relacionadas con el 
tema de la cerámica de época Moderna. 
- Sin duda alguna, se echan en falta publicaciones 
de todo tipo, tanto de carácter científico, como sínte-
sis interpretativas globales o trabajos de divulgación. 
También faltan foros de debate y reuniones periódi-
cas entre los especialistas dedicados a esta arqueolo-
gía. La verdad es que existe un número muy relevan-
te de datos que aún no han sido publicados, pero que 
son conocidos por los excavadores, y procesos que no 
han sido conceptualizados. 
- Incidir, finalmente, en la importancia de los tra-
bajos de divulgación del patrimonio de época moder-
na, que resulta abundante y en muchas ocasiones, 
bastante bien conservado. A decir verdad, la labor de 
divulgación puede ser importantísima de cara al desa-
rrollo de la Arqueología de Época Moderna, máxime 
si tenemos en cuenta que en muchas ocasiones se 
trata de restos con los que la gente puede llegar a con-
vivir pero sin tener una noción de su valor histórico. 
CONCLUSIONES 
A pesar de todos los defectos que hemos podido 
apreciar en nuestra "diagnosis" de esta rama de la 
Arqueología, no quisiera ofrecer un panorama abso-
lutamente negativo, y lo cierto es que tenemos entre 
manos una disciplina en construcción, que está dandb 
sus primeros pasos, al menos de forma consciente, y 
que correctamente articulada, y con el esfuerzo de 
todos, puede llegar a adquirir madurez y solidez. La 
propia recuperación del registro arqueológico y docu-
mental, aunque sea no intencionado, ya es un primer 
paso -o puede serlo- para sustentar las bases de un 
futuro desarrollo, y sin ninguna duda, hay que· decir 
que la presencia de una arqueología de época moder-
na, ha supuesto un enriquecimiento del panorama 
arqueológico de los últimos años. 
Ante esta situación, se hace imprescindible la 
colaboración entre los equipos de arqueólogos y los 
centros de investigación, entre ellos, la propia Uni-
versidad, que no puede quedarse al margen de las 
necesidades que se plantean en la sociedad actual. Se 
trataría de combinar la investigación pura con la 
investigación aplicada, y de intentar adaptarse ade-
cuadamente a las circunstancias que la ciudad impo-
ne a la investigación, además de actualizar los pro-
gramas y temarios impartidos a esta nueva realidad 
para posibilitar una base teórica y metodológica sóli-
da en este ámbito a las nuevas generaciones. 
Según hemos podido ver, después de hacer un 
breve repaso por las principales áreas trabajadas den-
tro de la Arqueología de Época Moderna, hay que 
decir que el número de proyectos va aumentando. 
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ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. 679 
EL EJEMPLO DE LA C.A.V. 
Además, muchos de ellos responden a iniciativas 
planteadas para resolver ·problemáticas históricas 
propias de la Edad Moderna. Con ello queremos decir 
que se tiende claramente a reforzar el estudio arqueo-
lógico de esta etapa histórica, aun cuando reconozca-
mos que queda mucho por hacer. Las áreas más estu-
diadas son las fortificaciones urbanas -alteraciones y 
adaptaciones de la medieval y construcciones total-
mente nuevas, de época Moderna- y las ferrerías. En 
ambos casos las iniciativas parten sobre todo de la 
provincia de Gipuzkoa, que es la que cuenta con más 
estudios de este tipo. En este sentido, llama la aten-
ción el poco interés que ha despertado en Álava esta 
rama de la Arqueología. 
Los resultados obtenidos se pueden calificar de 
esperanzadores, ya que se han conseguido aportacio-
nes que sin la utilización de la Arqueología no hubie-
sen visto a la luz. La arqueología ha servido también 
para echar por tierra algunos tópicos (relacionados 
con la continuidad de la parcelación medieval en el 
plano actual, etc ... ) que se han repetido hasta la sacie-
dad en la bibliografía. 
De todo lo que hemos venido diciendo, se des-
prende la patente necesidad de aplicar la Arqueología 
de modo no tradicional, es decir, no podemos quedar-
nos exclusivamente en la excavación de los estratos, 
sino que debemos tender a realizar análisis globales, 
en los que se tenga en cuenta tanto la lectura del pai-
saje como la lectura de edificios (tengamos en cuen-
ta que muchos de los restos de la etapa moderna se 
encuentran actualmente en pie), sin dejar de lado el 
subsuelo. Aunque este análisis global sea deseable 
para cualquier etapa estudiada, resulta clave para la 
época Moderna, ya que el objeto de la arqueología se 
diversifica y amplía considerablemente. Es verdad 
que muchos elementos del patrimonio de época 
moderna han sido objeto de estudios desde diversos 
puntos de vista y con diferentes objetivos, pero nunca 
han sido analizados exhaustivamente en lo que res-
pecta a sus formas y técnicas constructivas, a su evo-
lución. Proponemos, pues, un método de estudio inte-
gral, que contemple no sólo la excavación del subsue-
lo, sino también la lectura estratigráfica de los edifi-
cios y del propio paisaje, lo cual exige, por otro lado, 
la formación y creación de equipos multidisciplina-
res. 
Para finalizar, hay que decir que nos encontramos 
ante una joven rama de la arqueología que apenas ha 
comenzado su andadura como tal entre nosotros, y 
que si se articula y orienta adecuadamente, producirá 
sus frutos en los próximos años. Quizás para entonces 
ese primer impulso de justificación con el que 
comenzábamos haya desaparecido. 
KOBIE (Serie Anejos n.º 6. Vol. I), año 2004.Homenaje al Prof. Dr. J. M.ª Apellániz 
680 BELÉN BENGOETXEA REMENTERÍA 
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	AURKIBIDEA-SUMARIO (*) -TABULA MATERIAE
	VOLUMEN I
	PRESENTACIÓN
	BIOGRAFÍA, LA TRAYECTORIA INTELECTUAL DE JUAN MARÍA APELLÁNIZ
	PUBLICACIONES DEL PROF. DR. JUAN M.ª APELLÁNIZ. Compiladas por Carmelo Fernández Ibañez
	LO QUE APRENDÍ DEL PROFESOR APELLÁNIZ. Por José Ignacio Vegas Aramburu
	ARTÍCULOS DE PRENSA DEL HOMENAJE
	NUEVOS MÉTODOS, NUEVAS IDEAS. UN BALANCE DE LA ARQUEOLOGÍA PREHISTÓRICA VIZCAÍNA HASTA 1975. Por Jesús Emilio González Urquijo
	PERSPECTIVAS Y SOMBRAS, : TRES DÉCADAS DE NUESTRA ARQUEOLOGIA PREHISTORICA. Por Ignacio Barandiaran Maestu
	ANÁLISIS DE UNA TRADICIÓN ESTILÍSTICA: LOS TALLERES DE DECORADORAS DE CERÁMICA DE SLET(RIF OCCIDENTAL, MARRUECOS. Por Rosa Ruiz Idarraga
	LOS CONJUNTOS PALEOLÍTICOS CON PINTURA DE TRAZO PUNTEADO EN LA REGIÓN CANTÁBRICA: ESTADO DE LA CUESTIÓN. Por Diego Gárate Maidagan
	METODO ANALISIS CUANTITATIVO DE RECONSTRUCCION PALEOAMBIENTAL. Por J. Furundarena Garcia
	EL PALEOLÍTICO COMO PRETEXTO TREINTA AÑOS EN TORNO A LA ARQUEOLOGÍA. Por Amelia Baldeón Iñigo
	ESTADO ACTUAL DEL CONOCIMIENTO SOBRE LAS CULTURAS DEL PALEOLÍTICO MEDIO EN EL PAÍS VASCO PENINSULAR. Por Margarita Muñoz Salvatierra
	LAS CUEVAS DE AITZBITARTE (LANDARBASO, RENTERIA) (HISTORIA DE LAS INVESTIGACIONES). Por Jesús Altuna
	HACIA UNA MAYOR DIVERSIFICACIÓN EN LA CAPTACIÓN DE RECURSOS: RECIENTES APORTACIONES AL PALEOLÍTICO SUPERIOR AVANZADO EN BIZKAIA. Por José Luis Arribas Pastor
	APORTACIONES RECIENTES AL EPIPALEOLÍTICO EN BIZKAIA. Por Eduardo Berganza Gochi
	LA INVESTIGACION SOBRE LAS CULTURAS PREHISTORICAS CON CERAMICA EN EL PAIS VASCO. ESTADO DE LA CUESTION (1972-2002). Por J.A. Mujika Alustiza
	EL NEOLITICO INICIAL EN EL PAIS VASCO MERIDIONAL. DATOS RECIENTES. Por Javier Fernandez Eraso
	LA GESTIÓN DEL SÍLEX COMO UNO DE LOS ELEMENTOS ARTICULADORES DEL TERRITORIO EN EL MEGALITISMO VASCO. Por A. Tarriño y Dn J.A. Mujika
	LA ADOPCIÓN DE LA ECONOMÍA DE PRODUCCIÓN: LA APORTACIÓN DE LA ARQUEOBOTÁNICA. Por Mª José Iriarte Chiapusso y Lydia Zapata Peña
	LA POBLACIÓN DE PASTORES DE CUEVA MAYOR DE ATAPUERCA Y SU RELACIÓN CON LA POBLACIÓN DE CAVERNAS DEL PAIS VASCO DURANTE EL BRONCE FINAL. Por Mª Teresa Minguez Alvaro
	COMPOSICIÓN DE COLADAS Y TRATAMIENTOS POSTFUNDICIÓN EN LA METALURGIA CALCOLÍTICA Y DE LA EDAD DEL BRONCE DE LA SUBMESETA NORTE ESPAÑOLA: ESTUDIO DE UNA TRAYECTORIA TECNOLOGICA. Por Salvador Rovira Llorens, Germán Delibes de Castro, Julio Fernández Manzano, José Ignacio Herrán Martínez 
	LA CUEVA DE "EL BORTAL" (CARRANZA). UN POSIBLE DEPÓSITO RITUAL ASOCIADO A LAS AGUAS, DE LAPREHISTORIA RECIENTE DE VIZCAYA. Por Carlos Cancelo Mielgo
	DOS SORTIJAS CUBREDEDOS DE ORO HALLADAS EN EL TUMULO CAMPANIFORME DE TABLADA DEL RUDRON(BURGOS). Por Jacinto Campillo Cueva
	EL POBLAMIENTO PROTOHISTÓRICO EN EL CANTÁBRICO ORIENTAL: DATOS PARA UNA REFLEXIÓN CRÍTICA (1915-1975). Por Miguel Unuzueta Portilla
	VIVIENDA PROTOHISTÓRICA EN EL POBLADO DE INTXUR (ALBIZTUR-TOLOSA, GIPUZKOA). Por Xabier Peñalver Iribarren
	EL POBLAMIENTO DE LA EDAD DEL HIERRO EN EL ENTORNO DE SANTIAGOMENDI (ASTIGARRAGA, GIPUZKOA). Por Mª Teresa Izquierdo Marcoleta
	ALGUNAS DECORACIONES SOBRE LAS CERÁMICAS, ALGO MÁS QUE SIMPLES ORNAMENTACIONES. Por Armando Llanos Ortiz de Landaluce
	DATACIÓN DE LOS DEPÓSITOSMONETALES ANTERIORES A AUGUSTO EN EL PAIS VASCO (VIZCAYA, ALAVA Y GUIPUZCOA). Por José Antonio Ocharan Larrondo
	ECONOMIA GANADERA EN LA ZONA CANTABRICA EN EL FINAL DE LA EDAD DEL HIERRO. Por Jesús (Kechu) Torres Martínez y Teresa Sagardoy Fidalgo
	MAIRUBARATZ. "MOROS" Y CROMLECHS PIRENAICOS. Por Juan Antonio Urbeltz
	ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DEL PERÍODO ROMANO EN BIZKAIA (1972-2002). Por Ana Martínez Salcedo
	TENDENCIAS EN LA CREACIÓN DE ASENTAMIENTOS DURANTE LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA ERA EN EL ESPACIO LITORAL GUIPUZCOANO. Por Milagros Esteban Delgado
	EL COMERCIO DE CERÁMICAS EN LA REGIÓN CANTÁBRICO-AQUITANA.: EL TESTIMONIO GUIPUZCOANO. Por Teresa Izquierdo Marcoleta
	PEÑA CUTRAL (CANTABRIA). LA VÍA Y LOS CAMPAMENTOS ROMANOS. Por Juan José Cepeda
	VÍAS DE COMUNICACIÓN EN TERRITORIO AUTRIGÓN, CARISTIO Y VÁRDULO(*). Por Markel Gorbea Pérez
	EL POBLAMIENTO DE EPOCA ROMANA EN LEKEITIO (BIZKAIA): CONTEXTOS ESTRATIGRÁFICOS Y SECUENCIA CRONOLÓGICA. Por Iñaki Pereda García
	EL RELIEVE ANTROPOMORFO DE VILLAVENTÍN(BURGOS). Por José Angel Lecanda Esteban y L. Alberto Moreal Jimeno
	LA CIUDAD DE SÉFORIS EN EL PROCESO DE ROMANIZACIÓN DE GALILEA DURANTE EL PERÍODO HERODIANO (37 A.C.-70 D.C.). Por Begoña Echabe Pérez
	ZARAUZ O GUETARIA COMO POSIBLES LUGARES DEL ANTIGUO OPPIDUM MOROGI. Por Fernando Fernández Palacios
	MÁSCARA TEATRAL EN BRONCE COMO REMATE DECORATIVO DE UNA LUCERNA, PROCEDENTE DEL YACIMIENTO ROMANO DE FORUA (VIZCAYA). Por Carmelo Fernández Ibáñez
	INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL ALFAR TARDORROMANO DE VALDEARCOS (MECERREYES, BURGOS). Por C. Basas Faure, M. Unzueta y S. M. Alonso
	PROPUESTA DE UN PATRÓN MODULAR CONSTRUCTIVO TEÓRICO DE LAS ESCALERAS ORIGINALES DE LA MURALLA ROMANA DE LUGO. Por Enrique J. Alcorta Irastorza
	TERRA SIGILLATA ITÁLICA DECORADA EN HISPANIA: I, EL ALFARERO ARETINO C. TELLIVS. Por Cesareo Pérez González y Emilio Illarregui
	VOLUMEN II
	ARQUEOLOGÍA MEDIEVAL EN BIZKAIA: HIPÓTESIS Y PERSPECTIVAS DE INVESTIGACIÓN. Por Iñaki Garcia Camino
	ESTUDIOS REALIZADOS SOBRE ZONAS ARQUEOLÓGICAS DE CASCOS HISTÓRICOS. Por Dona Gil Abad
	CONTRIBUCION DE LA ARQUEOLOGIA AL CONOCIMIENTO DE LA CIUDAD DE ORDUÑA (VIZCAYA). Por Silvia Cajigas Panera
	ESTUDIO HISTORICO-ARQUEOLOGICO DE BERMEO(BIZKAIA). Por Armando Llamosas Rubio
	APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LAS PRODUCCIONES DE ALFARERÍA NO VIDRIADA RECUPERADAS EN YACIMIENTOS MEDIEVALES DE LA VIZCAYA NUCLEAR Y DEL DURANGUESADO. Por José Luis Ibarra Alvarez
	INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA CERÁMICA MEDIEVAL DEL YACIMIENTO DE ALORIA (ÁLAVA). Por Mª José Zabala Altube
	CARTA ARQUEOLOGICA DE LAS FERRERIAS DE MONTE EN BIZKAIA: ESTADO DE LA CUESTION. Por Fco. Javier Franco Pérez
	PAISES VASCOS. Por Armando Besga Marroquín
	ARQUEOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA EN TERRITORIO BIZKAINO. LA CASA TORRE DE LENDOÑO DE ABAJO (ORDUÑA). Por Alberto Plata Montero
	NUEVAS ESTELAS DISCOIDEAS DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS). Por Jacinto Campillo Cueva
	ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. EL EJEMPLO DE LA C.A.V. Por Belén Bengoetxea Rementeria
	ARQUEOLOGÍA DE LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS: LAS TEJERAS. Por Alfredo Moraza Barea
	TIPOLOGIAS CONSTRUCTIVAS Y USOS FUNERARIOS EN LOS CEMENTERIOS PARROQUIALES VIZCAÍNOS DEL SIGLO XVIII: APUNTES INICIALES PARA SU CARACTERIZACIÓN Y ESTUDIO. Por José Luis Ibarra Alvarez
	LOCALIZACIÓN DEL FRAGMENTO EPIGRÁFICO DEL ÚLTIMO LEGUARIO QUE UNÍA SAN MIGUEL DE BASAURI CON BILBAO, DEL CAMINO REAL QUE DE PANCORBO, PASANDO POR ORDUÑA, CONCLUÍA EN LA CAPITAL DEL SEÑORÍO DE VIZCAYA (S. XVIII). Por E. Nolte y Aramburu
	LAS FERRERÍAS DEL CANTÁBRICO ORIENTAL: PERSPECTIVAS ARQUEOLÓGICAS. Por Mª José Torrecilla Gorbea
	EL PATRIMONIO INDUSTRIAL EN GIPUZKOA: PROBLEMÁTICA Y PERSPECTIVAS DE FUTURO. Por Beatriz Herreras Moratinos
	LAS CANTERAS HISTÓRICAS EN BIZKAIA: EXTRACCIÓN Y DIFUSIÓN DEL "ROJO EREÑO", "NEGRO MARKINA" Y "GRIS MAÑARIA". Por Iñaki Pereda Garcia
	RESTAURACIÓN DE EMBARCACIONES PRESERVANDO EL FUTURO. Por Jesús Llanera Mármol
	MUSEO VASCO DEL FERROCARRIL. Por Juan José Olaizola Elordi
	TRANVIA AEREO DE "DOLOMITAS DEL NORTE" (CARRANZA). Por Garbiñe Aja Santisteban
	PATRIMONIO INDUSTRIAL Y ARQUITECTURA: EL EDIFICIO "CONSERVAS HIJOS DE JOSÉ SERRATS, S.A." (BERMEO). Por Amaia Apraiz Sahagún
	"GRANDES MOLINOS VASCOS", UN HITO EN LA ARQUITECTURA INDUSTRIAL BILBAÍNA. Por Ainara Martínez Matía

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