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Hacia una Psicología Transpersonal del Taoísmo: Definiciones, Investigación Pasada y Orientaciones Futuras Christopher Cott y Adam Rock 2009 Deakin University, Burwood, VIC, Australia 2018 Traducción del inglés al castellano por Antonio Muñoz P. antoniomunozpereira@gmail.com Publicado en International Journal of Transpersonal Studies 28, 2009, pp 119-133 mailto:antoniomunozpereira@gmail.com 2 Actividades literarias del traductor, Antonio Muñoz P. Trabajos como traductor: Traducción de "Teoría y Símbolos de los Alquimistas". 2009. 92 p. Autor: Albert Poisson (1891). Traducción de "Cinco Tratados de Alquimia". 2009. 86 p. Autores: Arnauld de Villeneuve (s. XIII), Raimundo Lulio (s. XIII), Alberto el Grande (s. XIII), Roger Bacon (s. XIII), Paracelso (s. XVI). Trad. Del latín: Albert Poisson (1899). Traducción de "Cultivando la Energía de la Vida, el Tratado del Hui-Ming Ching". 2009. 78 p. Autor: Liu Hua-Yang, siglo XVIII. Trad. del chino: Eva Wong (1997). Traducción de "Pautas Secretas del Santo Señor del Libro de la Paz Gloriosa". 2013. 13 p. Autor: Lüqiu Fangyuan, siglo XI. Trad. del chino: Grégoire Espesset (2006). Traducción de "Erlan xinhua" (Intercambio de la voz del corazón entre los dos maestros Lan). 2014. 31 p. Autor probable: Min Yide, siglo XVIII. Trad. del chino: Mónica Espósito (1993). Traducción de "La Postura del Árbol: Zangzhuang". 2017. 13 p. Autor: Marceau Chenault (2010). Traducción de "Zuowanglun" (Sentado en el Olvido). 2018. 27 p. Autor: Sima Chengzhen, siglos VII- VIII. Trad. del chino: Livia Kohn (2010). Traducción de "Cunshen lianqi ming" (Refinación del Qi). 2018. 15 p. Autor: Sun Simiao, siglo VII. Trad. del chino: Livia Kohn (2010). Traducción de "Dingguan jing" (Estabilidad y Observación) (Apéndice del "Zuowanglun"). 13 p. Autor: atribuido a Sima Chengzhen, siglos VII-VIII. Trad. del chino: Livia Kohn (2010). Traducción de “Hacia una Psicología Transpersonal del Taoísmo: Definiciones, Investigación Pasada y Orientaciones Futuras”. 2018. 16 p. Autor: Christopher Cott y Adam Rock (2009). Trabajos como investigador: "Cartomancia. Bases Operativas Filosóficas, Psicológicas y Metafísicas". 2007-2011. 224 p. "Somos sufridos. Por qué consultamos el Tarot". 2016. 165 p. "Cartomancia. Vigencia del Tarot entre tradición y postmodernidad". 2016. 77 p. Trabajos como narrador de ficción: Novela y cuentos. 3 Este documento apunta a facilitar el estudio del Taoísmo, una colección de creencias filosóficas y prácticas psicoespirituales chinas con una historia de miles de años y una vida comunitaria que se extiende a través del Asia Oriental, desde una perspectiva psicológica transpersonal. Los psicólogos transpersonales que desean embarcarse en el estudio de los fenómenos taoístas deben primero ser conscientes de los a menudo nebulosos parámetros de la investigación en el campo del Taoísmo. Por lo tanto, se ofrece una visión general de las dos fuentes de información primaria del Taoísmo: la tradición taoísta viviente representada predominantemente por las tradiciones Quanzhen y Tianshi, y las fuentes textuales en colecciones tales como el Daozang y el Zangwai Daoshu. Algunas cuestiones críticas se ponen de relieve, tales como el hecho que los psicólogos transpersonales necesitan tener presente las variadas dificultades inherentes asociadas con el estudio del Taoísmo (e. g.1, los problemas de interpretación de los textos alegóricos e incluso codificados deliberadamente en ausencia de las necesarias transmisiones orales). Finalmente, un número de medios para la investigación futura se presentan con el interés de facilitar el estudio transpersonal del Taoísmo. Introducción En años recientes, ha habido un creciente interés en el Occidente en la teoría y la práctica psicológicas desarrolladas fuera del dominio de la Psicología Occidental. El Budismo, por ejemplo, ha recibido muchísima atención a este respecto, con una plétora de documentos (papers) publicados en las revistas de psicología (ver De Silva, 2001). Sin embargo, un área que ha sido desatendida por la Psicología Occidental, a despecho de su potencial aparente, es el Daoísmo (también, Taoísmo). Los taoístas, al igual que los budistas, han producido métodos sofisticados de cultivo psicoespiritual dirigidos al desarrollo del practicante a un estado del ser, mental y espiritual ostensiblemente elevado (ver, e. g., Kohn, 1989, 2008a, 2008b). Además, el Taoísmo también incluye métodos coincidentes destinados a mejorar la salud y el bienestar físicos (ver, e. g., Engelhardt, 2000). El estudio científico de los beneficios de estas prácticas fisiológicas está en su infancia, pero el campo se está expandiendo y los resultados a la fecha son bastante prometedores (Chen, 2004; Sancier, 1996). El Taoísmo tiene también una base teórica alternativa al Budismo y otras psicologías no Occidentales tales como Advaita Vedanta, que han sido estudiadas a la fecha por psicólogos Occidentales, y pueden, por lo tanto, ofrecer nuevas perspectivas valiosas respecto a los modos de pensamiento no Occidentales relativos a la filosofía de la mente y la espiritualidad. En suma, millones de chinos, coreanos y otros se consideran a sí mismos taoístas, al menos 1 e. g. = exempli gratia (latín) = for example (inglés) = por ejemplo (castellano). 4 en parte, y el Taoísmo es de muchas maneras una base fundamental de la vía china de pensamiento (Nisbert, 2003). El estudio psicológico del Taoísmo puede por tanto contribuir a una mayor comprensión del medio cultural chino en particular y a una psicología transcultural en general. Éstos, juntos proporcionan fundamento suficiente para conceder al Taoísmo un lugar más preeminente en el campo de la ciencia psicológica que el que ha disfrutado hasta la fecha. Dado que las prácticas taoístas están a menudo asociadas con experiencias ostensiblemente trans-egoicas, uno puede suponer que los psicólogos transpersonales están a la vanguardia de la exploración científica Occidental del Taoísmo. En su texto de psicología transpersonal, Daniels (2005) propuso dos métodos apuntados a definir la psicología transpersonal. El primero, o vía prolongada, es hacer una lista de fenómenos transpersonales variados, permitiendo el compromiso individual para gradualmente desarrollar su propia comprensión de lo que exactamente constituye lo transpersonal. El segundo, o la vía corta, es usar lo que Daniels denomina la palabra “s” (p. ej. de “spiritual”). En referencia a la vía prolongada de Daniels, uno encuentra que numerosos fenómenos transpersonales son también encontrados en el Taoísmo. Por ejemplo, informes de absorción unitaria son comunes en los textos taoístas tales como el Zuowanglun2 (un clásico de meditación por el famoso patriarca del Shangquing, Sima Chengzhen; DZ 1036 3, Kohn, 1987). Por otra parte, observando la vía corta de Daniels, es quizás evidente por sí mismo que mucho del Taoísmo puede ser considerado espiritual. Los fenómenos taoístas pueden también ser situados dentro del mapa transpersonal de Grof (1975, 1988). Grof desarrolló su cartografía para ayudar a categorizar la variedad de experiencias que presenció durante su investigación con el alucinógeno LSD y más tarde con respiración holotrópica (una técnica que Grof desarrolló después que el LSD fuera declarado ilegal, la cual supuestamente imita los efectos del LSD (Grof, 1993). El mapa de Grof incluye tres amplias categorías de fenómenos: (a) fenómenos que tienen lugar dentro del espacio-tiempo consensual de la realidad pero trascienden sus fronteras normales; (b) fenómenos que tienen lugar más allá del espacio-tiempo consensual de la realidad; y (c) fenómenos de naturaleza psicoide, por lo cual la distinción entre mente y materia es trascendida (Grof, 1975, 1988, 1993). Informes de ejemplosde cada una de estas categorías pueden ser encontrados en las fuentes taoístas textuales. Por ejemplo, en los últimos pasajes del Xing Ming Fu Jue Ming Zhi (Lu, 1973)4 uno 2 Las palabras de origen chino, excepto los nombres personales, están latinizados y escritos usando el sistema pinyin. 3 Donde fue posible el número operativo de los textos clásicos que aparecen en el Daozang (canon taoísta) ha sido dado de acuerdo con Schipper y Verellen (2004). 4 Este texto puede ser encontrado en el Zhangwai Daoshu (872). 5 encuentra que el adepto “permite que el espíritu positivo global abandone su forma corporal para presentarse en el mundo y llevar a cabo su trabajo de salvación tal como mitigar los sufrimientos humanos, sanar la enfermedad, etc.” (p.174). La experiencia precedente puede ser interpretada como un fenómeno que ocurre dentro del espacio-tiempo consensual de la realidad pero trasciende sus fronteras normales. Ejemplos de la segunda categoría incluyen informes de viajes a los reinos celestiales e interacciones con dioses y espíritus. Estas son comunes en los textos del Shangquing (ver más abajo) tales como el Shangquing taishang dijun jiuzhen zhangjing (DZ1376) y el Shangquing jinque dijun wudou sanyi tujue (DZ765); Wong, 1997). Finalmente, un ejemplo de referencia a fenómenos psicoides puede ser encontrado en el comentario de Zong San Feng (el legendario creador del Taijiquan o Tai Chi) sobre el Baizi Bei5 de Lu Dongbin donde él afirma en relación con la conclusión de las etapas finales de la práctica, “Ustedes ven por miríadas de millas y tienen las sutiles facultades psíquicas disponibles de seres humanos auténticos (completos)” (Cleary, 1991b, p. 191). Puede ser también ser observado que varios fenómenos taoístas se presentan coherentes con los elementos de la clave de definición del término, psicología transpersonal. Por ejemplo, Hartelius, Kaplan y Rardin (2007) dirigieron un análisis temático de 160 definiciones de psicología transpersonal desde 1968 hasta 2002, recogidas de la literatura publicada y de los colegas dentro de dicho campo. Tres temas emergerion de su análisis, los cuales captan en líneas generales los constituyentes fundamentales de las definiciones de la psicología transpersonal. La psicología transpersonal es: (a) más allá del ego, (b) integradora/holística, y (c) transformadora. Ejemplos de cómo el Taoísmo se relaciona al primer tema pueden ser encontrados en el Wudao Lu6 por el famoso patriarca del Quanzheng (ver más abajo) Liu Yiming, donde establece “Cuando hacia el interior y hacia el exterior están iluminados, y todo está claro, eres como la luz del sol y la luna… el cuerpo sutil del espíritu unificado, que impregna (penetra) el universo entero” (Cleary, 1988, p.4). Quizás el ejemplo textual obvio de cómo el Taoísmo es integrador/holístico es el Yi Jing (también I Ching; Libro de los Cambios)7. En el Taoísmo, el Yi Jing es tanto una guía hacia el mundo interno del cultivo individual como una guía a los trabajos del mundo externo de la sociedad y del cosmos. En verdad, una cosmovisión holística no está limitada a textos tales como el Yi Jing y sus comentarios taoístas, sino que apunta a la totalidad del Taoísmo como un 5 El comentario de Zhang Sanfeng puede ser encontrado bajo el título de Xuan Ji Zhi Jian, en el Zang Sanfeng Xiansheng Quanji, Zangwai Daoshu (125). 6 Este texto puede también ser encontrado en el Zangwai Daoshu (268). 7 El texto con el comentario por Liu Yiming puede ser encontrado bajo el título Zhou Yi Chan Zhen en el Zangwai Daoshu (245). Una traducción puede ser encontrada en Cleary (1986b). 6 principio fundamental, subyacente. En otras palabras, los principios subyacentes del Taoísmo se relacionan con todos los aspectos de la psicología humana y más allá. De manera similar, la mayoría de la praxis taoísta es transformadora, con miras a progresar el adepto desde un estado ordinario del ser hasta una existencia espiritual y mental elevada. Ejemplos textuales de los métodos de transformación típicos del Taoísmo puede ser encontrados en el Wu Zhen Pian (un clásico sobre la meditación por el patriarca Quanzhen Zhang Boduan), en el Xiu Zhen Shi She (DZ263; Cleary 1987) y el Cantong Qi de Wei Boyang (p. ej., DZ 1002; Bertschinger, 1994). Así, utilizando las variadas definiciones o conceptualizaciones susodichas de la psicología transpersonal, puede claramente ser visto que el Taoísmo contiene mucho de lo que puede ser considerado fenómenos transpersonales. A despecho de estos puntos de intersección obvios entre el Taoísmo y la psicología transpersonal (p. ej. un interés mutuo en los fenómenos típicamente referidos a los estados alterados de conciencia8, a la fecha los psicólogos transpersonales han descuidado investigar al Taoísmo en algún grado significativo. La mayoría de la investigación concerniente a las relaciones entre el Taoísmo y la psicología Occidental ha sido realizado desde dentro de los movimientos analítico junguiano y psicológico humanístico (e.g. Cambray, 2005; Lee, 2003). El movimiento humanístico en particular, a través del trabajo de Rogers y Maslow, ha sido significativamente influenciado por la teoría filosófica taoísta (p. ej. Cleary Shapiro, 1996; Hermsen, 1996). Asimismo, Jenni (1999), un estudioso con una sofisticada comprensión simultánea de la sociedad contemporánea e histórica de la China, ha señalado la influencia que el antecedente social del Taoísmo y el Confucionismo han tenido en el desarrollo de la teoría y la práctica psicológica modernas en la China. De manera similar, Fujio Tomoda, uno de los precursores de la psicología moderna en el Japón, se inspiró en gran medida en la filosofía y terminología taoísta en su interpretación de la terapia centrada en el cliente (Hayashi et al, 1998). Sin embargo, una gran cantidad de trabajo adicional es necesario si la psicología moderna quiere ganar todos los beneficios que el Taoísmo tiene para ofrecer, evitando al mismo tiempo los malentendidos y tergiversaciones (ver nota 9) que han sido característicos de buena parte de la literatura a esta fecha. El presente documento comenzará por proporcionar un resumen de lo que puede ser considerado material fuente apropiado para el estudio psicológico del Taoísmo, intentando de este modo definir el campo de investigación. Esto será seguido por 8 Siguiendo a Rock y Krippner (2007a, 2007b), los autores sugieren que los estados alterados de conciencia pueden ser descritos con más exactitud como patrones alterados de propiedades fenoménicas. 7 un examen de la pasada investigación psicológica de la fuente material relativa al Taoísmo, comenzando con Jung y la piscología analítica, desplazándose luego a la psicología humanística y, finalmente, a los estudios empíricos más recientes. A continuación de este examen de la literatura, se establecen varias propuestas para la investigación futura apuntadas a facilitar el estudio psicológico transpersonal del fenómeno taoísta. Definiendo el campo de investigación Cualquier psicólogo, transpersonal o de otro tipo, que desee estudiar el Taoísmo, debe ser consciente de la fuente material de la cual sacar sus datos. Hay dos fuentes primarias del material taoísta potencialmente susceptibles de estudiar por la comunidad psicológica: (1) la tradición taoísta viviente; y (2) las fuentes textuales tal como aquéllas incluidas en el Daozang (canon taoísta). El propósito de esta sección es elucidar estas dos fuentes en orden a proveer un contexto para aquéllos que desean estudiar el Taoísmo desde una perspectiva psicológica. A despecho de su historia de 2000 años, que condujeron hasta el presente día, y su muy extendida influencia en una de las naciones más populosas del planeta (p. ej. la China),el Taoísmo es una de las tradiciones religiosas y filosóficas menos conocidas. Sin embargo, la erudición en los últimos 20 años ha recorrido un largo camino con vistas a resolver esta cuestión, gracias a las contribuciones de Kirkland (2004), Kohn (2000ª), Pregadio (2008a), Robinet (1997), y una multitud de otros. Sin ahondar mucho en las razones políticas, culturales y académicas para la desinformación sobre el Taoísmo que permeó buena parte de la erudición9 del siglo 19 y del siglo 20, lo que es presentado aquí es una breve visión general de lo que puede ser considerado Taoísmo para los propósitos del estudio psicológico. El Taoísmo es un tradición sincrética compleja (p. ej., ha absorbido elementos e ideas de fuera, los cuales han llegado a ser identificados con el Taoísmo), que ha evolucionado sobre miles de años dentro de un clima cultural, social y político complejo. El término Taoísmo (Taojia), fue usado por primera vez en el siglo segundo AEC10, por historiadores y bibliógrafos al reunir una colección de escritos que ellos concluyeron que debían estar juntos (Kirkland, 2004). Éstos incluía el 9 Quizás el principal entre estos malentendidos ha sido el rechazo de la mayor parte del Taoísmo como mera superstición religiosa. Hasta hace poco, un gran número de eruditos hacía una distinción entre el Taoísmo filosófico como está representado por el Dao De Jin y el Zhuangzi, y el Taoísmo religioso, queriendo significar que el resto del Taoísmo se desarrolló durante los últimos 2000 años. Los eruditos modernos (ver en especial, Kirkland, 2004; Kohn, 2000ª; Pregadio, 2008a; Robinet, 1997) han expuesto que ésta es una dicotomía ampliamente falsa y han comenzado a mostrar el valor del estudio del Taoísmo en su totalidad, desde los textos más tempranos hasta los movimientos modernos. 10 AEC = antes de la era común o antes del nacimiento de Jesucristo. 8 famoso Dao De Jing (también conocido como el Laozi supuestamente su presunto autor; e.g., DZ664) y Zhuangzi (e.g., DZ670), pero es importante notar que estos textos fueron agrupados juntos retrospectivamente y que no había tradición Taoísta coherente antes de esta época. Esto no quiere decir que el Dao De Jing, el Zhuangzi y otros textos taoístas tempranos no estén relacionados a través de temas comunes. En verdad, eruditos eminentes del Taoísmo tales como Kirkland (2004) y Robinet (1997) han sugerido que puede haber existido una tradición de cultivo místico y psicoespiritual, la cual incluye la meditación y otras técnicas yangsheng (nutrir la vida) encontradas con posterioridad en los movimientos taoístas. Ellos han sugerido, además, dando ejemplos, que las referencias a las técnicas comunes a esta tradición pueden ser encontradas en el Zhuangzi (e.g., zuowang – sentados en actitud de olvidar), el Dao De Jing (e.g., baoyi (abrazar la unidad), y las secciones del Neiye (e.g., xiuxin – cultivar la mente [corazón]), y varios otros textos de alrededor del mismo período (circa del siglo quinto a tercero AEC), incluyendo trabajos relacionados a los fangshi (magos de la corte) y los wu (chamanes) tales como el Chuci (Canciones de Chu)11. Así, mientras el Taoísmo como una tradición distinta no existió antes de la dinastía Han (206 AEC a 220 EC), los textos similares al Dao De Jing pueden representar un movimiento en términos generales basado alrededor de un conjunto de creencias y prácticas que llegaron a ser la base para, y en verdad, permeado por mucho de, lo que más tarde llegó a ser conocido como el Taoísmo. Por sobre los siguientes 2000 años el Taoísmo continuó a desarrollarse produciendo cuatro movimientos relativamente definidos; taoísmo Tianshi, taoísmo Shanquing, taoísmo Lingbao, y taoísmo Quanzhen. Dos de éstos (Tianshi y Quanzhen) continúan existiendo hoy en día. Además, la escuela Lingbao fue más tarde subsumida bajo la escuela Shanquing (Yamada, 2000), la cual fue subsecuentemente subsumida bajo el movimiento Tianshi (Robinet, 2000); así las creencias y prácticas de todos los cuatro movimientos sobreviven hoy de alguna forma u otra. Para dar una breve reseña, Tianshi (también Wadoimi, también Zhengyi) fue la primera forma institucionalizada del Taoísmo, emergiendo durante el siglo segundo EC. Pone un gran énfasis en el Dao De Jing y el comentario del Tianshi sobre el Xian’ger (aproximadamente la mitad de los cuales sobreviven hoy gracias a los fragmentos textuales descubiertos en el sitio arqueológico de Demhuang y a la reconstrucción a partir de las citas en otras fuentes, Kleeman, 2008). El Tianshi 11 Para una discusión más detallada de las continuidades entre los antiguos textos tales como el Dao De Jing, el Zhuangzi, y el Neiye, que sugieren un movimiento común de prácticas psicoespirituales ver Robinet (1997). Una traducción del Neiye puede ser encontrada en Roth (1999). 9 tiene fuertes elementos morales y litúrgicos, y su práctica individual es limitada cuando se lo compara con otros movimientos taoístas (e.g., Chen, 2008; Nickerson, 2000; Robinet, 1997). La segunda tradición en emerger fue el Shanquing, el cual comenzó como una serie de enseñanzas y textos supuestamente revelados hacia el final del siglo cuarto EC. Las prácticas Shanquing son en gran medida individuales e involucran, entre otros elementos, un amplio tratamiento de la visualización y del denominado viaje extático, reminiscencia de tradiciones más tempranas tales como aquéllas expresadas en el Chuci (e.g., Robinet, 2000). La tradición Lingbao es algo más difícil de rastrear. Los textos Lingbao comenzaron a aparecer alrededor del final del siglo cuarto y comienzos del siglo quinto EC (posiblemente como reacción al Shanquing, precisamente (tal como) el Shanquing puede haber sido una reacción a la importación del Tianshi en la China del sur). Sin embargo, algunas de éstas fueron redacciones de textos más tempranos y existieron textos anteriores a esta época con el Lingbao en su título, tales como el Lingbao Wufi Jing citado en el Baopuzi de Ge Hong (283-343 EC) (DZ 1185; Bokempkamp, 2008a). Los textos del Lingbao en gran medida tomaron prestado dese una amplia variedad de fuentes, tanto que fueron a veces acusados de plagio por los budistas e incluso por otros taoístas, tales como el famoso patriarca Tao Hongjing del Shanquing (Bokempkamp, 2008b). Las influencias en el pensamiento y práctica del Lingbao incluyen las prácticas fangshi, los libros apócrifos de la dinastía Han, la tradición de las prácticas psicoespirituales y las técnicas de la inmortalidad representadas por Ge Hong, el taoísmo Tianshi y Shanquing, y el Budismo (ver e.g., Bokempkamp, 2008ª; Robinet, 1997; Yamada, 2000). Finalmente, el Quanzhen fue originado alrededor de 1170 por Wang Zhe. El Quanzhen tiene una fuerte tradición de práctica individual, en particular el neidan o alquimia interna (una forma de meditación energética utilizando la terminología de la alquimia para describir los procesos internos), y que no era poco común para los taoístas de otras escuelas dedicar tiempo en las comunidades Quanzhen con el fin de tener acceso a esta tradición (e.g., Goossaert, 2008; Yao, 2000). Para facilitar el estudio y la comprensión de estas cuatro líneas principales del Taoísmo y sus textos acompañantes Kohn (2000b) sugiere una simplificación categórica en cuatro principales áreas temáticas: filosofía, historia y literatura, ritual, y prácticas y técnicas. El elemento filosófico está ya ampliamente abordado por eruditos tales como Graham (1989) y Hansen (1992), y no hay duda que continuará siendo abordado por muchos otros. De manera similar, los elementos históricos y literarios del Taoísmo están recibiendo mucha atención de eruditos tales como Kohn (2000a), Kirkland (2004), Robinet (1997) y otros. El ritual taoísta puede ser de algún interés a los psicólogos, especialmentedesde una perspectiva 10 social o multicultural. Sin embargo, el área que es probable sea de mayor interés para los psicólogos transpersonales es el de las prácticas y técnicas del Taoísmo. Estas prácticas (y las creencias sobre las cuales están basadas), como ellas están representadas en la tradición viviente del Taoísmo (i. e12., en el Tianshi, el Quanzhen, y en algunas de las menores pero no menos importantes líneas del Taoísmo que aún existe), son quizás las fuentes más valiosas para los psicólogos transpersonales que desean comprometerse en un estudio serio del Taoísmo13. Aparte de esta tradición viviente, una fuente adicional de material taoísta son los datos textuales, en especial como están representados en el Daozang, el canon taoísta.14 Mientras que varios cánones taoístas han sido compilados a lo largo de la historia del Taoísmo el único que sobrevive tiene una estructura organizacional intrincada, haciéndolo difícil de estudiar incluso para los eruditos dedicados enteramente a la tarea. Afortunadamente, a través de los esfuerzos del Proyecto Tao-sang, que incluye eruditos tales como Despeux, Goossaert, Pregadio, Robinet y Schipper, y que culminan en un trabajo de tres volúmenes editado por Schipper y Verellen (2004), el canon ha llegado a ser algo más accesible. Schipper y Verellen re-organizaron el canon en divisiones cronológicas, haciendo mucho más fácil 12 i. e. = id est (latín) = that is, in other words (inglés) = esto es, es decir (castellano). 13 Un sistema clasificatorio relacionado con este elemento práctico del Taoísmo que el primer autor ha encontrado útil es el de los seis grandes pasos (vías, caminos). En comunicaciones personales con el primer autor, un maestro taoísta (Vardesi, 2008, 2009) a menudo se refiere al Liu Da Dao (las seis grandes vías); Lei Shan Dao, Jin Dan Dao, Tong Ling Dao, Yang Shen Dao, Miao Tang Dao, y Sha Men Dao. El Lei Shan Dao trabaja de manera predominante con la manipulación y la combinación de diversas formas de Qi yin y Qi yang. El Jin Dan Dao se refiere a la vía alquímica la cual se divide en waidan (alquimia externa) y neidan (alquimia interna). Waidan es lo que generalmente se entiende por el término alquimia, a saber, literalmente intentar mezclar diferentes minerales en un intento para desarrollar dan (medicinas/elíxires) para una variedad de objetivos espirituales y fisiológicos. El neidan usa la terminología del waidan (e.g., ingredientes alquímicos, procesos de cocción) para describir los procesos internos, tales como refinar y transmutar el Jing, el Qi y el Shen (los tres tesoros del cuerpo-mente). El Tong Ling Dao trabaja ante todo con los espíritus y el Ling (esencia espiritual, algo como el Espíritu Santo del Cristianismo) a través de rogativas y encantamientos. El Yang Shen Dao se focaliza en el desarrollo del Shen (uno de los tres tesoros, una especie de espíritu o alma) a grados más y más elevados y manifestar sus habilidades latentes. El Miao Tang Dao, a veces referido también como Wu Dao (literalmente traducido como, no-vía), parece estar estrechamente relacionado, si nó idéntico, a la vía dilucidada (aclarada) en textos tempranos como el Dao De Jing. No trabaja con el Jing, Qi, Shen, sino simplemente intenta llevar al practicante directamente para llegar a la iluminación. El Sha Men Dao es la vía chamanística, ostensiblemente evolucionada de, y estrechamente semejante a, las prácticas del wu y el fangshi de la China pre-taoísta. Generalmente una combinación de varias de estas seis vías existirá en alguna escuela, aunque una será más dominante que el resto. 14 De seguro la versión recibida del Daozang no es exhaustiva en relación a los textos antiguos que pueden ser considerados taoístas. Por ejemplo, algún texto incluido en ediciones tempranas del Daozang pero ausente de la actual, o algunos textos excavados desde sitios arqueológicos que previamente habían sido considerados perdidos, tales como algunos manuscritos del Dunhuang, pueden también sin duda ser considerados taoístas. De manera similar, las pequeñas colecciones taoístas tales como el Zangwai Daoshu, podrían ser consultados también. 11 encontrar y relacionar textos de una cierta época, dentro de una cierta tradición, con vistas a cierto tópico (e.g., Litanites15 de la tradición Lingbao y de las eras Sui, Tang y las Cinco Dinastías). Además, para cada texto en el Daozang popular, hay un título simultáneamente en caracteres pinyin y chinos, un número de trabajo indicando el orden original en el Daozang, una fecha aproximada, un autor si fuese aplicable, y un artículo discutiendo la información histórica relacionada con el texto y resumiendo el contenido. Aunque parezca innecesario decirlo, la mayoría de los textos presentes en el Daozang no han sido traducidos en su totalidad, pero Schipper y Verellen (2004) han recorrido un largo camino hacia la apertura del Daozang para el estudio. Además, muchos de los textos taoístas importantes han sido traducidos y estos presentan una fuente preliminar de datos mientras no haya otras traducciones. Sin embargo, se debe tener cuidado cuando se interpreta los datos textuales relacionados con el Taoísmo. Hay una fuerte tradición de transmisión oral en el Taoísmo, y una fuerte similar tradición de secretismo. Así, muchos textos taoístas están sea incompletos o sea deliberadamente codificados (revueltos), de tal manera que no pueden ser interpretados sin la correspondiente transmisión oral. Esto enfatiza más aún la importancia de los estudios textuales siendo conducidos en conjunto con los estudios de la tradición viviente del Taoísmo, como se expuso encima (antes). La dificultad potencial de usar las fuentes textuales en el estudio del Taoísmo desde una perspectiva de psicología transpersonal no consiste en negar su utilidad, sin embargo, debe ciertamente abordarse con el cuidado y la prudencia apropiados. En resumen, dado el esbozo precedente de la fuente material taoísta, los psicólogos transpersonales que deseen estudiar el Taoísmo tienen dos fuentes primarias a su disposición: la primera es la tradición taoísta viviente representada principalmente por los linajes Quanzhen y Tianshi que existen hoy en día. La segunda es la tradición textual como está preservada en el Daozang y otras colecciones menores tales como el Zangwai Daoshu. La sección siguiente revisará la investigación psicológica previa que ha investigado la tradición taoísta viviente y/o la tradición textual. 15 Litanites. No hemos encontrado traducción del inglés al castellano. Podría tratarse de un error tipográfico por “litanies”, lo cual significa “letanías” en castellano. 12 Investigaciones previas La psicología analítica y la contribución de Jung Quizás el primer psicólogo occidental en intentar un estudio serio del Taoísmo fue Jung, en su comentario sobre el Taiyi Jinhua Zongzhi16 (traducido como El Secreto de la Flor Dorada); Wilhelm y Jung, 1931/1962), un texto clásico taoísta traducido por Richard Wilhelm. Jung esencialmente interpretó este texto como un comentario sobre la naturaleza y la función de lo que él consideraba ser constructos psicológicos, concretamente hun y po, (también p’o). Wilhelm y Jung discrepaban en cierta medida con respecto si hun debería ser traducido como animus o logos. Jung dio por hecho a hun como animus en las mujeres y logos (i.e., la “claridad masculina de conciencia y razón”; p. 117) en los varones, y po como anima, el femenino, aspecto emotivo del hombre, inconsciente (irreflexivo) e independiente de la mente consciente (Jung y Storr, 1983). Parecería que Jung decidió traducir hun de forma diferente para varones y mujeres porque, sugirió, los chinos descuidan dirigirse a la “mente femenina” (Wilhelm y Jung, 1931/1962, p. 117) con gran detalle y, consecuentemente, pasado poralto la necesidad de tal distinción. A despecho de la considerable evidencia en contrario17, si uno acepta la posición de Jung que los taoístas tienden sólo a considerar la mente varonil, entonces el Taiyi Jinhua Zonzhi es probable sólo para discutir de psicología masculina y así hun puede ser traducido como logos y po como anima. La decisión de Jung (y de Wilhelm) para traducir hun y po como logos y anima, respectivamente, fue, en la opinión de los presentes autores, a partir de este punto, un error, en los términos del análisis textual de Jung, al ser establecido a priori. En otras palabras, si Jung estaba conduciendo un análisis cualitativo del texto, su enfoque impuso ciertos criterios limitados sobre el texto, en lugar de permitir que el significado de los términos, tales como hun y po pudiera extraerse del texto por sí mismo. Además, una nueva traducción del texto (Cleary, 1991a) ha demostrado que la traducción de Wilhelm del Taiyi Jinhua Zonzhi no sólo es incompleta sino, en varias partes, textualmente errónea. Así, el uso de una traducción errónea y un enfoque metodológico cualitativamente constreñido, combinado con lagunas en la erudición taoísta, previa a los últimos 20 años o algo 16 Este texto puede ser encontrado en el Zangwai Daoshu (131) 17 Desde el principio, la importancia del Taoísmo femenino quedó clara. Características femeninas y maternales son retenidas como deseables y necesarias en el Dao De Jing. En consecuencia, las mujeres, estando al menos en condiciones de igualdad en las instituciones taoístas a través de la historia de la tradición. Para una discusión de los roles de las mujeres en el Taoísmo ver a Despeux (2000). Para una selección de escritos atribuidos a mujeres taoístas prominentes ver a Cleary (1989). 13 así (ver más arriba), permitieron una interpretación inevitablemente limitada del texto.18 Basado en una nueva traducción por Cleary (1991a), y facilitado por comunicaciones personales con maestros taoístas (e.g., Verdesi, 2008, 2009) los presentes autores interpretarían tentativamente el texto del Taiyi Jinhua Zonzhi como sigue: Más que constructos puramente psicológicos, hun y po son dos de las cinco almas de algunas cosmovisiones taoístas, a las cuales los taoístas les atribuyen una realidad metafísica (e.g., Pregadio, 2008b). Hun facilita la visión diurna y los sueños por la noche, y así parece estar relacionado con la experiencia consciente de algo, particularmente en relación a los fenómenos visuales. Po es la fuente de las emociones y deseos y es lo que une el Sí mismo al cuerpo físico y la experiencia mundana corriente. Curiosamente, si uno interpreta logos como esencialmente relacionado a la conciencia y anima como relacionado al inconsciente individual, entonces Jung ha efectivamente atribuido la conciencia a hun y la inconsciencia a po. Sin embargo, como el texto establece claramente, “El alma inferior (po) funciona en asociación con la conciencia, y la conciencia se desarrolla basada en el alma inferior” (Cleary, 1991a p. 14). De seguro Jung no tuvo acceso a esta particular traducción, pero este pasaje parecería sugerir que la mayoría de la experiencia psicológica humana, bajo circunstancias ordinarias, es del dominio de po. En verdad, bajo las circunstancias ordinarias, el po se permite subyugar al hun, resultando la mente ordinaria (común), el espíritu consciente, la luz de la 18 Sin desmerecer la detallada investigación de los autores sobre los malentendidos y errores de la traducción e interpretación del Taiyi Jinhua Zongzhi realizada por Jung y Wilhelm, me parece adecuado hacer notar que dichas discordancias fueron anotadas en forma general 10 años antes, por la Sra. Eva Wong. Esta investigadora y erudita, practicante del Taoísmo, realizó la traducción del Hui Ming Ching (Cultivando la Energía de la Vida), publicada en francés por Ediciones de L’Éveil en 1999. La Sra. Wong señala textualmente: “La presente obra contiene una traducción completa del Hui-Ming Ching y de sus principales complementos. Los textos originales están publicados en Wu-liu hsien-tsung (Técnicas de la inmortalidad de Wu y Liu), recopilación de escritos de Wu Cheng-Hsiu y de Liu Hua- yang, dos maestros taoístas.” Agrega que: “El Hui-Ming Ching fue presentado por primera vez al público occidental por Richard Wilhelm en una traducción alemana. Ha sido publicado como el T’ai- ichin-hua tsung-chih (Taiyi Jinhua Zongzhi) bajo el título de The Secret of Golden Flower (El Secreto de la Flor Dorada). Desgraciadamente, la traducción de R. Wilhelm (así como la versión inglesa de Cary F. Bayes) se basaba sobre un texto incompleto del Hui-Ming Ching: los comentarios y las partes más importantes, las ilustraciones, se encontraban ausentes. Por lo demás, la traducción de Wilhelm-Bayes se encuentra fuertemente impregnada de psicología junguiana y no presenta la obra bajo una perspectiva espiritual taoísta. No solamente sus lazos históricos y filosóficos con sus influencias –la Escuela Taoísta de la Realidad Absoluta, el Chan (Zen) y el budismo Hua-yen- son ignorados, sino, por lo demás, las enseñanzas de la secta Wu-Liu, que representan los fundamentos espirituales del Hui-Ming Ching, no son mencionados como fuentes”. Y sigue: “No podemos apreciar el valor espiritual de un texto si se superpone allí una perspectiva particular, sobre todo si ésta proviene de una cultura diferente. Con el fin de comprender el sentido espiritual de un texto, nos es necesario someternos al texto y dejarlo hablar con sus propias palabras. Esta sumisión no implica solamente suspender nuestro juicio, sino que exige que nos sumerjamos en el universo del texto y que nos dejemos penetrar por su significado”. (N. del T. al castellano). 14 conciencia. Lo que el texto impulsa a hacer al lector es invertir la posición de hun y po, refinar el hun y controlar el po. Esta configuración podrá, a su turno, conseguir, más que la mente ordinaria, el espíritu original. Esta mente celestial es el objetivo final, y el texto lo asocia con una multitud de elevados logros espirituales. Mientras que esto es un resumen bastante somero parecería que hay cierto espacio para corregir y expandir la interpretación inicial de Jung del Taiyi Jinhua Zonzhi. Siguiendo el trabajo inicial de Jung varios autores (e.g., Cambray, 2005; Zabriskie, 2005) han comentado sobre la importancia del Taoísmo para Jung en particular y la psicología analítica en general. El foco primario de estos autores ha sido el trabajo de Jung con otro texto chino clásico, el Yi Jing (I Ching) y su influencia en su concepto de sincronicidad. Jung argumenta que el Yi Jing, un manual para entender las leyes de la naturaleza y pronosticar los cambios que entrañan, no ligados a la causalidad, sino al principio de correspondencia acausal entre el mundo interno del individuo y el mundo externo del cosmos (Jung, 1930). Fue este principio, afirmó Jung, que dejó a las correlaciones momentáneas acausales entre lo interno y lo externo, un evento para el cual acuñó el término sincronicidad. Jung sostiene que este principio fue esencial para comprender las relaciones entre el inconsciente colectivo y el mundo externo, en el sentido de que, a través de una especie de resonancia armónica formaba un lazo implícito entre los dos dominios (Coward, 1996). En consecuencia, era a través de la comprensión de este principio de sincronicidad que un equilibrio podría ser encontrado entre las tendencias hacia la introversión (o foco excesivo sobre el mundo interno y, en el extremo, el inconsciente colectivo) y la extroversión (o foco excesivo en el mundo externo; Coward, 1996). En realidad, Coward ha argumentado que el movimiento desde el ego hacia el Sí mismo en la psicoterapia de Jung ocurriría sólo una vez que este equilibrio fuera logrado. Sin duda, el trabajo inicialde Jung allanó el camino a los psicólogos occidentales para aprender de las filosofías y religiones del Oriente, y esta tendencia continúa hasta hoy. Trasladando la atención desde la psicología analítica a lo que ha sido llamado la tercera fuerza de la psicología uno puede ver que las psicologías humanísticas de Rogers, Maslow, y otros parecen estar aún más estrechamente relacionadas a las tendencias orientales tradicionales y, en particular, el Taoísmo. La Psicología Humanística Un claro ejemplo de las comparaciones entre las teorías humanísticas y el Taoísmo filosófico puede ser encontrado en Lee (2003). Lee contrasta la psicología 15 humanística con los siete principios de la filosofía taoísta clásica: wu wei19 o no- interferencia, permitir que la naturaleza tome su curso y que las respuestas (soluciones) surjan de ella misma; apertura y tolerancia; una personalidad difusa, como el agua que desciende para asumir la posición más baja y que ahora beneficia a todos, en tanto su dulzura (suavidad) es capaz de superar incluso las cosas (situaciones) más duras (difíciles) (tales como una piedra); gran respeto por las mujeres y los principios femeninos de suavidad y receptividad; moderación en todo tipo de cosas; preocupación por el bienestar de los otros y el mundo; y oposición a la guerra y el conflicto. Lee sostiene que la sensibilidad a estos principios servirá para avanzar a la moderna psicología humanística occidental y llevarla a acercarse a una psicología global acultural. La contribución de Lee y otros como él es ciertamente un servicio a la psicología occidental y puede ayudar a fomentar nuestra comprensión de la condición humana. Sin embargo, como se indicó más arriba, los presentes autores recomendarían cautela con respecto a colocar excesivo énfasis en unos pocos, tempranos filósofos (e.g., Laozi en el caso de Lee, 2003) con el riesgo de pasar por alto el resto de la rica historia de 2500 años del Taoísmo. Los principios expuestos en textos tales como el Dao De Jing son sin ninguna duda fundamentales para el Taoísmo, pero enfocarse aisladamente en aquéllos resultaría el descuido de muchísimo material valioso filosófico y psicológico. Mientras que Lee (2003) entrega al final un tratamiento adecuado de uno de los textos taoístas en el que se concentró (el Dao De Jing), otros han sido mensos rigurosos. Rosen y Crouse (2000), por ejemplo, contrastaron las posiciones teóricas fundamentales de Jung, Erickson, y Maslow con lo que ellos entendían ser el punto de vista esencial del Taoísmo. Aunque puede parecer inicialmente que hay similitudes considerables entre estas cuatro perspectivas (e.g., movimiento hacia un concepto más integrado del Sí Mismo), cuando se examina más a fondo parce evidente que las similitudes de los puntos de vista entre Jung, Erickson y Maslow por una parte, y el Taoísmo, por la otra, son presentadas solamente en un nivel superficial. En verdad, cada punto de vista enfatiza la importancia de uno para llegar a ser un individuo completo y equilibrado. Sin embargo, la naturaleza de este objetivo, y el proceso que conduce a él, es visto mas bien de manera diferente dentro del Taoísmo al compararlo con los enfoques occidentales, especialmente cuando una mayor variedad de material taoísta ha sido tomado en consideración que los textos tempranos del Taoísmo filosófico (e.g., Dao De Jing, Zhuangzi). 19 Se ha registrado un gran debate sobre el significado del término wu wei en la literatura filosófica y antropológica, pero la no-interferencia es usada aquí como el primer significado de Lee (2003) atribuido al wu wei. Los lectores interesados deberían referirse a Graham y Charles (1989) para una introducción útil para el tópico. 16 Como ejemplo, un examen del Jindan Sibaizi Jie20 (Cleary, 1986a) revela una distinción fundamental entre las visiones de Erickson y Maslow del desarrollo humano y un ejemplo del punto de vista taoísta. En resumen, la concepción taoísta del desarrollo humano presentada en el Jindan Sibaizi Jie Consiste en siete etapas. La primera etapa es antes del nacimiento, cuando no hay diferenciación de los aspectos individuales de la persona, denominada “primordial, verdadera, energía generativa unificada (p. 60). La segunda etapa es aquélla del infante, donde la dualidad lo primordial (aquello que es puro) y lo temporal (aquello que es condicionado y por lo tanto mancillado (contaminado)) aparece primero, pero hay aún fundamentalmente uno (lo primordial es relacionado con hun y lo temporal con po en el Taiyi Jinhua Zongzhi; ver encima). La tercera etapa es aquella del niño, en la cual surgen por primera vez la discriminación y la cognición, sin embargo el niño es aún espontáneo e impulsado principalmente por lo primordial. La cuarta etapa es la primera donde la discriminación comienza verdaderamente a tener efecto, lo artificial y lo adquirido ingresan en lo original y lo verdadero y surgen las distinciones entre lo bueno y lo malo. La quinta etapa es donde todo lo que confunde la mente toma el control, surge la conciencia discriminatoria, lo temporal asume el control y lo primordial es sometido. La sexta etapa es la conquista de lo primordial por lo temporal, lo puro por lo condicionado, las emociones y los deseos confunden la mente y condicionantes adquiridos dominan los asuntos. En la etapa final, lo mundano se incrementa gradualmente y la pureza original disminuye gradualmente, hasta que eventualmente es agotada por completo, punto en el cual resulta la muerte. Mientras que esta es la condición ordinaria para los humanos, el autor, Liu Yiming, parece creer que mediante la práctica de sus métodos la gente puede revertir el proceso, viajar en reversa las siete etapas y alcanzar la pureza original primordial (Cleary, 1986). Esto es diferente desde las teorías humanísticas no sólo en la apariencia de las etapas descritas, sino en el concepto de reversión. Maslow y Erickson instalan modelos progresivos hacia adelante, jerárquicos, tales como la progresión desde el nacimiento, a la satisfacción de necesidades básicas de sobrevivencia, necesidades sociales e interpersonales, y finalmente a la satisfacción de las necesidades de crecimiento personal y espiritual (Maslow, 1968). Por otra parte, este particular modelo taoísta considera la tendencia a abandonar un centro unificado hacia el entrelazamiento en el mundo degenerativo, mientras el movimiento opuesto, un retorno hacia la unificación, es considerado positivo (Cleary, 1986a). En realidad, la idea del retorno ha permeado el Taoísmo desde el comienzo, como se ejemplifica en el Dao De Jing abogando por un regreso al estado de infante. 20 Este comentario en el Jindan Sibaizi de Zhang Boduan puede ser encontrado en el Zangwai Daoshu (266). 17 Tomando un enfoque algo diferente al de Rosen y Crouse (2000), Chang y Page (1991) simplemente compararon la persona auto realizada de Rogers y Maslow con el sabio del Taoísmo de Laozi. Desgraciadamente, como señaló Piechowski (1991), Chang y Page (1991) cometieron el error de asumir que la persona plenamente funcional de Rogers y la persona auto realizada de Maslow eran lo mismo. Además, mientras Rogers y Maslow pueden haber incluido a los sabios taoístas como gente auto realizada/plenamente funcional, Laozi pudiera no haber reconocido a todos los auto realizados como sabios, así la auto realización puede no necesariamente ser igualada con la sabiduría. Además, hay mucha diferencia entre la mayor parte de la praxis taoísta como se señala en textos tales como el Taiyi Jinhua Zongzhi (Cleary, 1991a), el Zuowanglun (Kohn, 1987), o el Wu Zhen Pian (Cleary, 1987, e.g., el énfasis sobre la práctica individual, y la naturaleza de hecho de tales prácticas) y los métodos usados por Rogers y Maslow (tales como la mediación/facilitación mediantela asistencia psicológica a través de terceros). De manera similar, hay distinciones sutiles que puedan poner a los taoístas aparte de otros auto realizadores, tales como el retiro de la sociedad (no inevitable pero común en el Taoísmo, como se evidencia por la preponderancia de los eremitas taoístas, e.g., Blofeld, 1978). Parecería además que, en un examen más riguroso, los individuos auto realizados/plenamente funcionales no son sinónimos con los sabios taoístas. Estudios empíricos A la fecha, los estudios experimentales de la psicología del Taoísmo han sido bastante limitados, y han sido fundamentalmente bajo la forma de estudios del qigong. La expresión qigong es usada para referirse a ciertos juegos (series) de ejercicios diseñados para desarrollar y manipular sea la respiración, y/o el qi, una forma de energía sutil (Zhang, 2004). Aunque no exclusivamente, o incluso estrictamente taoístas,21 los estudios de los fenómenos qigong pueden poner al corriente a los investigadores psicológicos respecto a los conceptos corrientes sobre el Taoísmo (e.g., qi). Uno de los mayores contribuyentes al estudio de las prácticas qigong es Mywong Soo Lee y sus colegas (Lee et al, 2001; Lee, Kang, Lin, y Lee, 2004; Lee, Rim y Kang, 2004). Aunque principalmente involucrado en el estudio de los efectos fisiológicos de varias prácticas del qi, Lee ha conducido varios estudios que incluyen variables psicológicas. Por ejemplo, Lee et al (2001) examinaron los efectos de la terapia coreana del qi (Chun Soo Energy Healing) sobre la ansiedad, estado de ánimo, y diversas variables fisiológicas tales como los niveles de cortisol en la sangre. Un maestro de qi sea que conducía la terapia del qi 21 En realidad, hay evidencia que sugiere que la idea de qigong es una invención moderna, con los mismos o similares conjuntos de ejercicios que están referidos históricamente a diferentes nombres, tales como daoyin (Palmer, 2007); Zhang, 2004). 18 (condición experimental) o sea que imitaba los movimientos de la terapia del qi sin ningún intento de sanar (control de placebo falso) sobre 20 participantes. A pesar del tamaño pequeño de la muestra, Lee et al encontraron interacciones significativas con las agrupaciones por tiempo (a través de Pre-intervención, Puesto 1 [15 min], y Puesto 2 [70 min]) para las disminuciones en los resultados de en el estado de ansiedad (p < .05) y estado de ánimo total (negativo) (p < .01). Utilizando un diseño similar y la misma terapia de qi, pero esta vez con un diseño de mediciones repetidas (i.e., los participantes se prestaron como sus propios controles), Lee, Rim et al (2004) encontraron altos niveles de satisfacción (vs insatisfacción; p < .05), relajación (vs tedio (aburrimiento); p < .001), y serenidad (vs excitación; p < .001) en condiciones experimentales vs simuladas. Una salvedad (excepción) entre los diseños de grupos tales como los de Lee et al (2001) es que debe tomarse cuidado para evitar que puedan ser emitidos (referirse a) al peligro de pruebas de selección. El peligro de pruebas de selección ocurre cuando hay un efecto diferencial entre las condiciones de los resultados post-test (posterior al ensayo) debido a los efectos de los pre-test (previos al ensayo) en sí mismos. Es decir, es plausible que el pre-test prepare a los participantes en cada condición diferente. Por lo tanto, se puede argumentar que las diferencias observadas post- test no pueden necesariamente ser atribuidas al tratamiento; las diferencias podrían ser el resultado de las pruebas de selección (Trochim, 2006). Una vía para evitar los riesgos de las pruebas de selección sería incluir una condición de tratamiento que sea administrada en el pre y en el post-test y una condición de tratamiento que sea sólo administrada en el post-test. Si no hubiera diferencias significativas entre las condiciones de los dos tratamientos con respecto a los resultados post test, entonces uno puede concluir que los resultados no son atribuibles a las pruebas de selección (Trochim, 2006). Lee, Kang, et al (2004) escogieron tomar un enfoque algo diferente al que describimos encima. En lugar de que los participantes recibieran tratamiento de un maestro de qi, ellos aprendieron una serie de prácticas (de la misma escuela de Chumsoo Energía Sanadora) destinadas al auto tratamiento. Una condición de placebo fue también incluida, por lo cual los participantes aprendieron la misma serie de ejercicios enseñados en la condición experimental, pero sin ningún esfuerzo consciente para reunir (acumular) o mover el qi. Se encontró una interacción significativa en las agrupaciones por tiempo, por lo cual la ansiedad fue reducida en el grupo experimental de pre a post intervención, pero no en el grupo placebo (p < .005). En otras palabras, la práctica del entrenamiento de qi coreano Chun Do Sun Bup (pero no una versión similar al placebo) reducía la ansiedad en aquéllos que la practicaban. Como sucede con el estudio mencionado arriba, Lee y sus colegas de diseño no controlaron el riesgo de pruebas de selección. 19 Johansson et al (2008) también examinaron los efectos del auto tratamiento. Sin embargo, este estudio investigó una práctica diferente referida al Jichu Gong. Johansson, Hassmen y Jouper (2008) encontraron reducciones significativas en las agrupaciones por tiempo en la ansiedad (p < .01), la depresión (p < .005), la ira (p < .0005) y la fatiga (p <.0005). Sin embargo, este estudio fue considerablemente menos sofisticado que aquel de Lee, Kang et al (2004), faltando, por ejemplo, una condición de placebo. Es decir, en lugar de comprometer una forma alternativa de ejercicio físico, de condición de control simplemente fue estar sentado y observar una lectura mientras la condición de tratamiento practicó los ejercicios Ji Chu Gong. Además, los participantes en el estudio fueron auto seleccionados, así que uno debe ser cuidadoso con la interpretación de estos resultados debido a la posibilidad de influencias extrañas en los datos (e.g., sesgo debido al interés personal en apoyar la eficacia de la escuela a la cual pertenecen los participantes. En otro estudio (Jouper, Hassmen y Johansson, 2006) un cuestionario auto informado (auto respondido) fue administrado para determinar si la práctica del qigong estaba asociada con el mejoramiento de la salud. Correlaciones positivas fueron encontradas entre el nivel actual de salud percibido y el número de cursos de qigong completados (p < .05), el nivel de concentración (p < .01), la duración de cada sesión de qigong (p < .01), y los años de práctica (p < .05). Sin embargo, como los participantes fueron auto seleccionados y cada variable fue auto evaluada sobre un cuestionario enviado a domicilio (incluyendo nivel de salud actual, concentración, etc.), hay una posibilidad de sesgo (parcialidad) actuando en las respuestas de los participantes. Por ejemplo, los participantes que han invertido más tiempo, dinero y energía en su práctica de qigong pueden estar más inclinados, sin duda inconscientemente, a responder en positivo sin tener en cuenta los resultados actuales (verdaderos). Otro estudio que merece ser mencionado, puesto que su autor describe su estudio con referencias al Taoísmo, es un análisis fenomenológico de experiencias auténticas por Rahilly (1993). Sin embargo, aunque Rahilly propone que las experiencias auténticas pueden ser favorecidas por la teoría y la práctica del Taoísmo, entre otras cosas, no hay base teórica o empírica para suponer que las experiencias auténticas de sus participantes/co-investigadores (miembros de un grupo de entrenamiento psicoterapéutico) están de alguna manera relacionados con las experiencias auténticas de los practicantes taoístas y aquellas descritas en la literatura taoísta existente. Como tal, el análisis de Rahilly desgraciadamente no puede contribuir mucho a una comprensión delTaoísmo y los resultados de sus prácticas. 20 Debería quedar claro a partir de la revisión precedente que hay una insuficiencia de investigación psicológica sobre el Taoísmo. La sección siguiente proporcionará sugerencias para los psicólogos transpersonales que desean estudiar el Taoísmo. Varios principios fundamentales se expondrán y, en consecuencia, recomendaciones para estudios futuros de orientación transpersonal serán proporcionados. Orientaciones futuras Principios fundamentales Para comenzar un examen riguroso de la psicología y la praxis del Taoísmo varios principios fundamentales deben ser establecidos. Uno de los principales es la determinación de qué exactamente se quiere significar por el término Taoísmo. Como se indicó más arriba. , hasta muy recientemente la mayoría de los eruditos Occidentales, psicólogos y otros, se han focalizado primeramente en unos pocos textos tempranos (e.g., Dao De Jing, Zhuangzi) y despreciaron el resto del Taoísmo como superstición y adivinación (Kirkland, 2004). Aunque esto pueda ser verdad para algunos aspectos del Taoísmo, ciertamente no es el caso para todos los 2000 años del pasado de la historia del Taoísmo. A despecho de este tratamiento lamentable, en años recientes varios eruditos han comenzado a revertir esta tendencia (e.g., Kohn, 2000a; Robinet, 1997). La sección Definiendo el Campo de Investigación de más arriba puede ser considerada un paso preliminar hacia facilitar una comprensión de lo que constituye material apropiado para el estudio psicológico del Taoísmo. Otra área que requiere atención son las cuestiones de carácter lingüístico y la aclaración de los términos. Obviamente, la mayoría del material relacionado con el Taoísmo se origina en fuentes del idioma chino. Además, se requiere cuidado cuando se discuten los términos chinos; con el mayor detalle debe proporcionarse, siempre que sea viable y siempre que sea posible, el original chino, y debería ser incluida también la romanización (lo que es, la escritura de las palabras chinas en caracteres latinos que puedan ser leídos y pronunciados por los lectores occidentales) que permitan las referencias cruzadas. Esto debería con suerte ayudar a evitar la confusión que a veces surge como resultado de múltiples traducciones inglesas que están siendo usadas para la misma palabra china. Los investigadores nuevos en los estudios chinos deberían también estar conscientes que hay más de un método de latinización de las palabras chinas. Por ejemplo, Lü Dongbin y Lu Tung-Pin son diferentes traducciones del mismo nombre, usando las dos formas más comunes de latinización: pinyin (China Continental) y Wade-Giles (Taiwán), respectivamente. Es fácil ver cómo un erudito leyendo dos textos diferentes en los cuales estos nombres aparecieron puede erróneamente creer que 21 ellos estaban debatiendo sobre dos personas distintas, y esto no significa que sea el único ejemplo. Así cuidado se debe tener en cuenta desde este punto de vista, también. Después de considerar las limitaciones precedentes, los psicólogos transpersonales que deseen estudiar los fenómenos taoístas deben formular metodologías apropiadas. La siguiente sección ofrece varias sugerencias para diseños de investigación que pueden ser usados en futuros estudios empíricos de orientación transpersonal. Sugerencias para la investigación empírica Hay numerosos caminos para la investigación futura concerniente al Taoísmo que pueden interesar a los investigadores psicológicos en general y a los psicólogos transpersonales en particular. Por ejemplo, el estudio de las nociones taoístas de individualidad e identidad pueden tener mucho que ofrecer a la psicología transpersonal. Hu (1995) hizo una comparación de las teorías Orientales y Occidentales de individualidad e identidad, incluyendo las teorías filosóficas como están expresadas en el Dao De Jing y el Zhuangzi. Una extensión empírica de este trabajo sería bienvenida por los psicólogos transpersonales. En verdad, las nociones de individualidad en el Taoísmo típicamente disponen de una orientación transpersonal inconfundible, dado que el Sí Mismo es intrínsecamente de carácter relacional. Esto es, el Sí mismo es ampliamente definido por el otro, y el epítome (resumen) de la autorrealización en el Taoísmo podría considerarse una disolución del Sí mismo dentro del cosmos como un todo o Tao. Un instrumento cuantitativo que puede ser útil en este enfoque es el Formulario del Nivel de Auto Expansividad (Self-Expansiveness Level Form = SELF) de Friedman (1983). El SELF tiene por objeto medir la integración del auto concepto del individuo en relación con, al mismo tiempo, una dimensión especial (aquí) y una dimensión temporal (ahora). Así, parece que mide cuánto la experiencia de sí mismo de un individuo está expandida a través del espacio y del tiempo. El SELF puede supuestamente medir esta experiencia cuantitativamente y, de esta manera, distinguir una experiencia localizada de Sí mismo (i.e., dándose aisladamente aquí y ahora), y una experiencia que trasciende la localización temporal y/o espacial del individuo (Pappas y Friedman, 2007). Así, el instrumento puede proveer información útil con respecto a la experiencia de trascender el escenario ordinario temporal y espacial del sí mismo durante ciertas prácticas meditativas taoístas en relación con una condición de control. Otra área que puede ser de interés para los psicólogos transpersonales son los efectos fenomenológicos de las prácticas taoístas. Un estado cognitivo taoísta que 22 puede ser de particular interés es el jing. El jing se refiere a un estado de profunda quietud y tranquilidad en donde varias transformaciones psicológicas se dice que tienen lugar. El jing aparece en el Dao De Jing en pasajes tales como “Lleva la vacuidad al límite; Mantiene la tranquilidad (jing) en el centro” (Henricks, 1989, p. 68). Otro texto muy temprano atribuye una importancia especial al jing. El Neiye fue escrito más o menos en la misma época que el Dao De Jing y es uno de los primeros textos que mencionan los elementos que llegarían a ser centrales en el cultivo psicoespiritual taoísta tardío (e.g. los tres tesoros: jing [un jing diferente al jing de la tranquilidad], qi, y Shen, también, cuerpo, corazón y pensamiento; Roth, 1999). La importancia del jing en el Neiye puede ser apreciada en pasajes tales como “Cultiva tu mente, desarrolla tranquilo tus pensamientos (jing), y la Vía (el Camino) puede así ser alcanzada” (Roth, 1999, p. 54) y “Para los cielos, el principio ordenador (gobernador) es estar alineado. Para la tierra, el principio ordenador es estar nivelado. Para los seres humanos, el principio ordenador es estar tranquilo (jing)” (p. 58). Precisamente como el jing aparece en algunos de los textos tempranos relacionados con el Taoísmo, también aparece en algunos de los más recientes. El Xing Ming Fa Jue Ming Zhi) fue escrito en 1933 por el maestro taoísta Zhao Bi Chen (Baldrian- Hussein, 2008). En él se encuentra lo siguiente: “La unión de los tres elementos (jing) [nuevamente un jing diferente de aquél de la tranquilidad/serenidad], qi y shen) en uno produce elíxir de la inmortalidad… Cuando el pensamiento es reducido al estado de serenidad (jing) los tres factores se mezclan en uno” (Lu, 1973, p. 30). Así, el objetivo (logro) espiritual (como es expresado en una tradición Jin Dan o Yang Shen) es alcanzado a través de la unión de los tres, y este a su vez es generado por un estado de jing. Por lo tanto, jing es un objetivo fundamental en múltiples escuelas de pensamiento taoísta. El problema entones llega a ser, ¿qué es el jing, cómo es logrado, y cómo uno lo estudia?. Podría aparecer, según los pasajes de más arriba, que el jing es relativamente un objetivo noble, especialmente si su realización completa es, de hecho, la realización del objetivo final de algunas escuelas taoístas. Siendo este el caso, es poco probableestar plenamente demostrado en todo sino en un poco lo más desarrollado por los maestros taoístas. Si embargo, existe una alternativa viable. En la escuela taoísta a la cual pertenece el primer autor el jing es alcanzado a través de la profundización gradual de una fase (etapa) más temprana, denominada song (Verdesi, 2008, 2009). Song es un estado o un proceso de relajación, comenzando con los músculos y los tendones y profundizando gradualmente el efecto hasta los órganos y, ostensiblemente, de manera eventual incluso las células comienzan a relajarse. A partir de esta relajación física, la 23 mente también comienza a relajarse (en verdad en el Taoísmo el cuerpo y la mente no están separados como lo están en la mayoría de las concepciones Occidentales, así que ésta es una progresión lógica) resultando en una reducción del pensamiento espontáneo. Eventualmente, esta detención de la mente resulta, a su turno, en el estado de jing. Así, el estudio de song puede ser una alternativa viable para el estudio de jing, a lo menos en las etapas preliminares del estudio psicológico transpersonal del Taoísmo. Al estudiar los procesos tales como el song, los investigadores pueden utilizar técnicas tales como el análisis fenomenológico (e. g., Colaizzi, 1978; Elite, 1998; Giorgi, 1975). Aunque existen variaciones en estos tipos de técnicas, los aspectos esenciales de este tipo de metodología son cualitativos. El investigador analiza un informe subjetivo (usualmente obtenido a través de una entrevista cara a cara) de una experiencia particular con el fin de extraer de ella los aspectos esenciales de la experiencia, sin comprometer la esencia fundamental del informe subjetivo (e.g., Matsu-Pissot, 1998). Estos temas extraídos pueden luego ser comparados entre informes subjetivos múltiples y cotejados para producir “temas constituyentes integrales”, los cuales breve y claramente resumen los aspectos esenciales relacionados con la experiencia particular (e.g., song, Elite, 1998). Alternativamente, podría ser empleada la metodología cuantitativa. Por ejemplo, una metodología experimental podría ser diseñada, por lo cual un instrumento de valoración cuantitativa fenomenológica retrospectiva denominado Inventario de Conciencia Fenomenológica (PCI, Phenomenology of Conciousness Inventory), podría ser administrado para “definir específicamente, mapa y diagrama” (Pekola, 1985, p. 207) los efectos fenomenológicos de una práctica taoísta particular versus una condición de control (e.g., sentarse en silencio (quietamente) con los ojos de uno abiertos). Estos datos podrían ser usados de una variedad de maneras, tal como permitirle a uno evaluar cuantitativamente si las prácticas taoístas inducen fenómenos típicamente referidos a estados alterados de conciencia. Además, el PCI puede ser usado para valorar cuantitativamente varias prácticas comúnmente agrupadas bajo una sola etiqueta, tal como qigong, para determinar si estas prácticas pueden en verdad inducir efectos fenomenológicos similares o muy diferentes. De manera complementaria, enfoques de métodos mezclados pueden resultar ventajosos también, por lo cual los datos cualitativos informen la interpretación de los datos cuantitativos, y vice-versa (i.e., las dos formas de datos son trianguladas con el fin de alcanzar una descripción más precisa de los acontecimientos). Por ejemplo, un análisis fenomenológico cualitativo de la práctica de la meditación taoísta podría hacer pareja con el PCI (Pekola, 1991) o el cuestionario Condición 24 Psíquica Anormal (APZ, Abnormer Psychischer Zustand; estados alterados de conciencia) (Dittrich, 1998). Los aspectos esenciales de una experiencia de meditación taoísta particular que el PCI o el APZ fracasen en aprovechar puede ser capturada por entrevistas semi estructuradas y vice-versa. Por triangulación de estos métodos uno puede ser capaz de generar una comprensión más amplia de las experiencias meditativas taoístas. Usando esta metodología, varias prácticas taoístas podrían ser comparadas con otras prácticas psicológicas y de conciencia plena (e.g., meditación de conciencia plena) observando variables como estados de ánimo positivos y negativos. La influencia mediadora de variados rasgos de personalidad (e.g., apertura de la experiencia, finura vs. grosor de fronteras mentales, transliminalidad22) sobre los efectos de las diferentes prácticas taoístas podría sr examinada también. Semejante investigación podría ser crucial en la identificación de cuáles tipos de personalidad tienen más probabilidades de obtener beneficios terapéuticos de las prácticas taoístas y son, así, candidatos ideales para el entrenamiento taoísta. Puede ser también edificante (ejemplo ilustrativo o inspirador) examinar el desarrollo de los individuos que usan las prácticas taoístas. Exámenes longitudinales de diferentes etapas de, por ejemplo, prácticas de meditación taoísta pueden demostrar ser útiles bajo este punto de vista. Alternativamente, diseños transversales, por los cuales individuos en diferentes niveles de la práctica son comparados, podrían ser utilizados. Nuevamente, análisis cualitativos tales como análisis fenomenológicos podrían ser empleados, como podrían ser herramientas cuantitativas tales como el PCI, el APZ, y medidas para la ansiedad, bienestar subjetivo, y así sucesivamente. Conclusión Estaría claro a partir de este análisis que el Taoísmo contiene mucho material que puede ser considerado transpersonal. Los presentes autores argumentan que los psicólogos transpersonales que desean emprender un estudio del Taoísmo deben primero estar al corriente de las dos fuentes de información primaria del Taoísmo: la tradición taoísta viviente representada predominantemente por el Quanzhen y las tradiciones Tianshi, y las fuentes textuales en colecciones tales como el Daozang y el Zangwai Daoshu. Los psicólogos transpersonales deben también estar conscientes de las áreas potenciales de dificultad inherentes al estudio del Taoísmo (e.g., cuestiones lingüísticas tales como la necesidad de traducciones y las dificultades al 22 Capacidad de traspasar los límites. 25 interpretar los textos alegóricos e incluso codificados deliberadamente en ausencia de las necesarias transmisiones orales). Finalmente, los psicólogos transpersonales que buscan estudiar el Taoísmo necesitarán formular las metodologías de investigación apropiadas. Éstas pueden incluir el uso de métodos cualitativos, tales como el análisis fenomenológico, instrumentos cuantitativos tales como el PCI, el APZ, o el SELF, y enfoques de métodos combinados al mismo tiempo en diseños transversales y longitudinales. Referencias Baldrian-Hussein, F. (2008). Zhao Bichen. In F. Pregadio (Ed.), The encyclopedia of Taoism. New York, NY: Routledge. Bertschinger, R. (1994). The secret of everlasting life. Shaftesbury, UK: Element Books. Blofeld, J. (1978). Taoism: The road to immortality. Boston, MA: Shambhala. Bokenkamp, S. R. (2008a). Lingbao. In F. Pregadio (Ed.), The encyclopedia of Taoism. New York, NY: Routledge. Bokenkamp, S. R. (2008b). Lu Xiujing. In F. Pregadio (Ed.), The encyclopedia of Taoism. New York, NY: Routledge. Cambray, J. (2005). The place of the 17th century in Jung’s encounter with China. Journal of Analytical Psychology, 50(2), 195-207. Chang, R., & Page, R. C. (1991). 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