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Estrategia nacional sobre biodiversidad de México Estrategia nacional sobre biodiversidad de México SECRETARÍA DE MEDIO AMBIENTE, RECURSOS NATURALES Y PESCA COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSIDAD México, 2000 PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSIDAD Ernesto Zedillo Ponce de León Presidente Julia Carabias Lillo Secretaria técnica José Sarukhán Kermez Coordinador nacional Jorge Soberón Mainero Secretario ejecutivo Corrección de estilo: Ana María Sánchez Mora Diseño de cubiertas: Fulvio Eccardi y Rosalba Becerra Fotografías: Fulvio Eccardi Cuidado de la edición: Antonio Bolívar Tipografía: Redacta, S.A. de C.V. Impresión: Offset Rebosán, S.A. de C.V. Primera edición, 2000 D.R. © Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad Fernández Leal 43, Barrio de la Concepción Coyoacán, 04020 México, D.F. servext@xolo.conabio.gob.mx http//www.conabio.gob.mx ISBN 970-9000-10-1 Impreso y hecho en México / Printed and made in Mexico Forma de citar: Conabio, 2000. Estrategia nacional sobre biodiversidad de México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, México. ÍNDICE PRESENTACIÓN 7 INTRODUCCIÓN 9 PRIMERA PARTE: BIODIVERSIDAD A. ANTECEDENTES 13 1. La diversidad biológica 13 2. La riqueza biológica de México 13 3. Usos, valores e importancia de la biodiversidad de México 19 4. Los retos implícitos 20 5. La estrategia nacional sobre biodiversidad de México como respuesta 24 LA VISIÓN A FUTURO 25 B. EL CONVENIO SOBRE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA 26 SEGUNDA PARTE: LA ESTRATEGIA C. PRÓPOSITO DE LA ESTRATEGIA 31 D. LÍNEAS ESTRATÉGICAS Y ACCIONES 31 1. Protección y conservación 32 2. Valoración de la biodiversidad 37 3. Conocimiento y manejo de la información 40 4. Diversificación del uso 47 TERCERA PARTE: PLAN DE ACCIÓN E. HACIA UN PLAN DE ACCIÓN MEXICANO 53 ANEXOS 1. CUADRO SINÓPTICO 57 2. PARTICIPANTES 60 3. ASISTENTES A LOS TALLERES DE CONSULTA 63 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 67 SIGLAS Y ACRÓNIMOS 70 APÉNDICE PROCESO DE FORMULACIÓN DE LA ESTRATEGIA 71 [5] PRESENTACIÓN ste documento constituye la primera versión de la Estrategia nacional sobre bio- diversidad de México. Al igual que la publicación que le antecede, La diversidad biológica de México: Estudio de país, fue elaborado en cumplimiento de las disposiciones del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), del que nuestro país forma parte. Como su nombre lo indica, es una estrategia nacional, por lo que su elabora- ción tuvo un carácter participativo que incluyó diferentes perspectivas y propuestas de los principales sectores involucrados, directa e indirectamente, en la conserva- ción y el uso de la biodiversidad en México. Su preparación fue encomendada como un proyecto especial a la Comisión Na- cional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). Para efectos de coordinación se integró un Grupo de Trabajo, que fue asesorado por un Equipo Pla- nificador. Los principales elementos que permitieron al grupo de trabajo integrar la Es- trategia fueron: • Las propuestas contenidas en documentos antecedentes de diversos grupos nacionales y organizaciones internacionales en los últimos 15 años. • Los documentos de referencia del secretariado del CDB, y los publicados por los países signatarios o agencias financieras internacionales relacionadas con los procesos de planificación de la biodiversidad. • Las versiones preliminares del Estudio de país. • Las aportaciones del Equipo Planificador o grupo asesor. • Los resultados de cinco talleres sectoriales de consulta y uno nacional multi- sectorial, celebrados en distintas ciudades del país con la participación de más de 150 personas de cinco sectores de la sociedad mexicana (público, privado, académico, social y de organizaciones no gubernamentales).1 • El análisis de cuestionarios, y las aportaciones de entrevistas personales y de un debate grabado y transcrito durante el taller multisectorial de consulta. • Los resultados de diversos trabajos de consultoría, contratados expresamente para profundizar en ciertas materias. La formulación, tanto de los documentos preliminares como de los documentos resultantes del proceso de elaboración de la Estrategia, tomó más de un año. Contó con el apoyo financiero del Fideicomiso Fondo para la Biodiversidad, por medio de la Conabio, y del Fondo Fiduciario para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), mediante el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). [7] E 1 Para mayor información, consúltese el documento “Proceso de formulación de la Estrategia Na- cional sobre Biodiversidad de México” que aparece como apéndice al final de este documento. Con el propósito de enriquecer y mejorar esta propuesta, se ha establecido un mecanismo continuo para actualizar su contenido y supervisar el desarrollo de las acciones que de ella se deriven, por lo que todo comentario o sugerencia serán bien recibidos. A nombre de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, del Grupo de Trabajo y del Equipo Planificador de la Estrategia, queremos agradecer su colabora- ción a todas las personas que participaron en este proceso. La lista es muy larga pa- ra incluirla aquí, pero se citan en su totalidad los nombres en el anexo correspon- diente. Valga al menos esta breve mención como nuestro sincero reconocimiento. Damos las gracias también a los asistentes a los talleres de consulta, al personal del Centro de Estudios Estratégicos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, especialmente del campus Estado de México y de los distintos campus donde nos brindaron su hospitalidad y apoyo logístico. Finalmente, agradecemos al Fondo Fiduciario para el Medio Ambiente Mundial y al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el apoyo financiero al pro- yecto “Estrategia Nacional sobre Biodiversidad y Plan de Acción y Reporte a la COP” (Mex/97/G31). JORGE SOBERÓN MAINERO 8 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México INTRODUCCIÓN sta primera versión de la Estrategia nacional sobre biodiversidad de México cons- tituye el segundo de tres documentos secuenciales que México tiene el compro- miso de preparar y publicar en cumplimiento de lo que señala el Convenio sobre la Diversidad Biológica, del cual nuestro país forma parte activa. Le antecedió la publi- cación del documento La diversidad biológica de México: Estudio de país, y le sucede- rá en un futuro próximo el Plan de acción mexicano. La formulación de la Estrategia nacional sobre biodiversidad siguió un proceso participativo que tuvo como propósito estimular la reflexión para catalizar el interés de diversos sectores de la sociedad mexicana en torno a la importancia de la diver- sidad biológica de México, y propiciar el reconocimiento, por parte de cada uno de estos sectores, del papel que le corresponde en la tarea que significa garantizar la permanencia y continuidad de la diversidad biológica nacional. Sin una amplia par- ticipación de los principales actores involucrados, la Estrategia no pasaría de ser un documento académico. La propia esencia del problema de la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad y del reparto equitativo derivado de dicho uso impli- ca dicha participación. En esta necesidad de acordar propósitos, definir prioridades y asumir compro- misos radica una de las bondades de elaborar un documento con la participación de todos los sectores. Sin embargo, la amplia participación también implica diversidad de ideas, opiniones y énfasis. La Conabio adquirió el compromiso de recabar, anali- zar e integrar todos aquellos comentarios e ideas pertinentes que los diferentes sec- tores de la sociedad dieron a conocer desde sus diferentes perspectivas. Pero la re- dacción del documento final suponía la selección y organización de los materiales de tal forma que existiera una lógicaque los articulara. Esta articulación debería ba- sarse en aquellos conceptos generales que contaran con la aprobación de los diferen- tes sectores que participaron en el proceso. La selección de un número reducido de grandes líneas estratégicas apoyadas por una gran cantidad de participantes fue res- ponsabilidad de los redactores finales del documento. Es posible que un equipo re- dactor diferente pudiera haber destacado otras líneas estratégicas; sin embargo, las ideas no han sido desechadas, ya que se ha intentado que queden incluidas en los aspectos generales y las acciones que componen la Estrategia. La siguiente fase del proceso, que es la propuesta de un Plan de acción mexi- cano, deberá detallar las acciones, los actores y los procedimientos para la consecu- ción de las grandes líneas estratégicas. Esto debe hacerse desde una perspectiva re- gional, sectorial y transectorial en la que la gran riqueza de puntos de vista de los diferentes participantes podrá expresarse en su totalidad. [9] E PRIMERA PARTE: BIODIVERSIDAD A. ANTECEDENTES 1. La diversidad biológica La biodiversidad o diversidad biológica es el grado de variación entre los organismos vivos y los complejos ecológicos en los que ocurren. El concepto de diversidad hace referencia al número de diferentes categorías que estos complejos expresan a múlti- ples niveles; desde la heterogeneidad de las estructuras químicas que son la base molecular de la herencia, hasta la variación en los ecosistemas. El CDB establece que “por ‘diversidad biológica’ se entiende la variabilidad de or- ganismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas te- rrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las espe- cies y de los ecosistemas”. El uso cotidiano de las expresiones “diversidad biológica” o “biodiversidad” es relativamente reciente; sin embargo, desde hace tiempo los científicos señalaron la importancia del concepto y hoy día la pérdida de la diversidad biológica se recono- ce como uno de los problemas ambientales más serios que enfrenta la humanidad. 2. La riqueza biológica de México Debido a su ubicación latitudinal, en la República mexicana se sobreponen y entre- lazan dos grandes regiones biogeográficas: la neártica y la neotropical (figura 1). A Primera parte: Biodiversidad 13 14 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México esta condición se suman una compleja historia geológica y una accidentada topogra- fía, lo que explica la enorme variedad de condiciones ambientales que hacen posi- ble la excepcional riqueza biológica de México. Mittermeier y Goettsch Mittermeier (1997) consideran que los 17 países que por su riqueza de especies, de endemismos y de ecosistemas podrían reconocerse como megadiversos son Brasil, Indonesia, Colombia, Australia, México, Madagascar, Perú, China, Filipinas, India, Ecuador, Venezuela, República Democrática del Con- go, Papua Nueva Guinea, Estados Unidos de América, Sudáfrica y Malasia, que al- bergan prácticamente 75% de todas las especies de plantas vasculares y animales te- rrestres vivos que se conocen en el mundo (figura 2). En México se localiza 10% de las especies de plantas superiores del planeta, y más de 40% de ellas son habitantes exclusivas del territorio nacional, es decir, son especies endémicas. En el caso de los animales, las cifras de nuestro país también sobresalen, tanto por el número de especies, como por la proporción de éstas con re- lación al total mundial, y particularmente por cuanto representan en términos de endemismos. Muchos grupos de plantas y animales se han diversificado en nuestro territorio; de ahí que existan ecosistemas con numerosos endemismos, un elemen- to adicional que da cuenta de la importancia de nuestro país desde el punto de vis- ta de su biodiversidad (cuadro 1). El documento La diversidad biológica de México: Estudio de país aborda con deta- lle la parte de información sobre biodiversidad, pero a manera de ilustración se pue- den mencionar algunos ejemplos: México ocupa el segundo lugar del mundo en di- versidad de reptiles (717 especies), es decir, 11% de las conocidas en el planeta, y de ellas 52% son endémicas; en cuanto a mamíferos ocupamos el quinto lugar (450 es- pecies, equivalentes al 12% mundial, de las cuales 29% son endémicas). Con respec- to a los anfibios, ocupamos el cuarto lugar (con 284 especies, aproximadamente el Figura 1. Regiones biogeográficas de México. 7% mundial); 60% de ellas son habitantes exclusivas de México y 3% son endémicas de Mesoamérica). En el cuadro 2 se indica la riqueza de especies y endemismos en algunos gru- pos de flora y fauna; es necesario recordar que estos datos pueden variar de acuer- do con la fuente consultada, y por ello no coinciden exactamente con los del cua- dro 1. Primera parte: Biodiversidad 15 Figura 2. Países de megadiversidad. Cuadro 1. Países con mayor diversidad de especies de plantas vasculares y vertebrados terrestres (Mittermeier y Goettsch Mittermeier 1997) Grupo País y número de especies Plantas vasculares Brasil Colombia Indonesia China México 53 000 48 000 35 000 28 000 26 000 Anfibios Colombia Brasil Ecuador México China 583 517 402 284 274 Reptiles Australia México Colombia Indonesia Brasil 755 717 520 511 468 Aves Colombia Perú Brasil Ecuador Indonesia 1 815 1 703 1 622 1 559 1 531 Mamíferos Brasil Indonesia China Colombia México 524 515 499 456 450 México Colombia Ecuador Perú EUA Venezuela Brasil República Democrática del Congo Sudáfica Madagascar India Malasia Indonesia Australia Papua Nueva Guinea Filipinas China Adicionalmente, México presenta diversas características que debemos tomar en consideración como factores que inciden directamente sobre la biodiversidad en un contexto nacional y mundial; algunas de ellas se muestran en el cuadro 3. 16 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México Cuadro 3. Algunos aspectos de México relacionados con la conservación Concepto Lugar mundial Superficie (km2) 1 953 162 8 Longitud de costas (km) 11 953 Población (hab) ~94 275 000 (1997) 7 Densidad de población (hab/km2) 48.1 115 Esperanza de vida al nacer (años) hombres 66.5 (1995) mujeres 73.1 (1995) Índice de sustentabilidad ambiental* 51.5% 29 Componentes de la biodiversidad: Ecosistemas 8 tipos 2 Especies de fauna, flora y hongos ~65 000 4 * Según informe de la Yale University al Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, enero de 2000. Cuadro 2. Riqueza de especies y endemismos en México para grupos seleccionados Número de especies en México Grupo Total %* Endémicas %** Pteridofitas1 1 000 11 >190 19 Pinos2 48 48 21 44 Agaváceas3 217 75 146 67 Nolináceas3 49 89 32 65 Cactáceas4 900 45 715 79 Moluscos marinos5 4 100 8 >920 22 Araneidos6 2 506 7 1 759 70 Decápodos7 1 410 14 >98 7 Himenópteros8 2 625 8 194 7 Lepidópteros9 2 610 8 200 8 Coleópteros10 7 988 5 >2 087 26 Peces de agua dulce11 506 6 163 32 Anfibios12 290 7 174 60 Reptiles12 704 11 368 52 Aves13 1 054 11 111 11 Mamíferos14 491 12 142 29 * Porcentaje en relación con el número de especies por grupo en el mundo. ** Porcentaje en relación con el total de especies mexicanas por grupo. Fuentes: 1 Riba, 1993; Lira y Riba, 1993. 2 Styles, 1993. 3 García y Galván, 1995. 4 Arias, 1993; Rze- dowski, 1996. 5 González, 1993; Reguero y García, 1993. 6 Vázquez, 1996a, b, c, d, e y f; Barnes, 1984; Ji- ménez, 1996. 7 Hendrickx, 1993; Álvarez et al., 1996. 8 Ayala et al., 1996; Rodríguez, 1996; Rojas, 1996. 9 Razowski, 1996; Solís, 1996; Llorente et al., 1996a. 10 Morón, 1996a y b; Anderson y O’Brien, 1996; Zaragoza y Mendoza, 1996; Navarrete y Newton, 1996; Noguera y Chemsak, 1996; Hespenheide, 1996. 11 Espinosa, 1993; Flores y Gerez, 1994; 12 Flores, 1993a; Flores y Gerez, 1994; 13 Navarro y Benítez, 1993; Flores y Gerez, 1994; 14 Cervantes et al., 1994; Salinas y Ladrón de Guevara, 1993; Aurioles, 1993. Considerando la diversidad deecosistemas que existen en nuestro país, se han hecho muchos intentos por clasificar el medio natural, atendiendo a criterios muy diversos. A pesar de su variedad, la mayoría de las propuestas tienen un rasgo en co- mún: toman a los tipos de vegetación como primer criterio de clasificación. Las propuestas basadas fundamentalmente en el criterio ecológico de la distri- bución de tipos de vegetación y de ecosistemas coinciden en general en sus divisio- nes, aun cuando utilizan criterios de diferente índole. Como ejemplo, la clasificación propuesta por Toledo y Ordóñez (1993) define de manera muy amplia distintos tipos de hábitats terrestres denominados zonas ecológicas. Por su parte, la Conabio analizó la congruencia entre cuatro sistemas de clasi- ficación biogeográfica de México con el objeto de determinar un sistema estándar de regiones naturales. Este sistema, basado en la compatibilidad entre provincias, tan- to en sus límites como en sus atributos biológicos y físicos (figura 3), da como resul- tado un total de 19 provincias biogeográficas, agrupadas de acuerdo con el tipo gene- ral de su hábitat; sin embargo, ese arreglo no representa ninguna interpretación genealógica o histórica y se propone sólo con fines didácticos. En cuanto a las acciones para definir regiones prioritarias, la Conabio ha reali- zado varios ejercicios para identificar áreas terrestres, marinas y costeras e hidroló- gicas, que fueron designadas principalmente en función de su biodiversidad (figura 4). Para el caso de los cuerpos de agua epicontinentales, se han definido 110 regiones hidrológicas prioritarias; en cuanto a los ecosistemas de la zona costera y marina, se identificaron 70 áreas; por último, se han identificado 151 áreas terrestres. Primera parte: Biodiversidad 17 Figura 3. Regionalización ecológica y biogeográfica de México. 18 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México Figura 4. Regiones prioritarias para la conservación en México. Cuadro 4. Algunas especies vegetales originarias o domesticadas en Mesoamérica Nombre común Nombre científico Agave tequilero Agave tequilana Aguacate Persea americana Algodón Gossypium spp. Amaranto Amaranthus spp. Cacao Theobroma cacao Calabaza Cucurbita spp. Camote Ipomoea batatas Cempasúchil Tagetes erecta Chías Salvia spp., Hyptis suaveolens Chicozapote Manilkara zapota Chile Capsicum annuum Frijol Phaseolus vulgaris Girasol Helianthus annuus Henequén, ixtle y sisal Agave spp. Jícama Pachyrrhizus erosus Maíz Zea mays Nopal Opuntia spp., Nopalea spp. Papaya Carica papaya Tomate de cáscara Physalis spp. Vainilla Vanilla planifolia Dada la gran extensión territorial y la heterogeneidad ambiental de nuestro país, no es de extrañar que muchas de las especies presenten una considerable va- riabilidad genética. Algunas especies con utilidad potencial directa para el hombre, como las especies silvestres de maíz (género Zea) y de ayocote (Phaseolus coccineus), muestran una considerable variación (aunque se encuentran amenazadas debido al acelerado deterioro de los ecosistemas naturales). Los centros de origen y domesti- cación de recursos biológicos son considerados como una causa adicional que expli- ca la gran riqueza de nuestro país, el cual es considerado como uno de los centros de domesticación de plantas más importantes del mundo (cuadro 4). 3. Usos, valores e importancia de la biodiversidad de México La existencia, la historia y el desarrollo de los pueblos mesoamericanos -y de nues- tro país en concreto- no se podrían explicar sin la presencia de la rica biodiversidad que ha permitido la subsistencia y evolución de las culturas que dieron origen a los pueblos que hoy conforman la República mexicana. Desde épocas remotas, la biodiversidad ha sido identidad cultural, símbolo de arraigo y orgullo, vínculo con la Madre Tierra, y fuente de inspiración artística y es- piritual. Por otro lado, la biodiversidad es la base del sustento material de los pue- blos y fuente de diversos bienes y servicios ecológicos. Durante cientos de años, los pueblos autóctonos de México han desarrollado una relación cultural íntima con la naturaleza, como se puede comprobar en las diversas manifestaciones de las cultu- ras que conforman el mosaico pluriétnico de México. La mayoría de las comunidades de nuestro país tiene una relación directa con la biodiversidad. Algunas han mantenido las prácticas ancestrales en cuanto a los medios de apropiación de la biodiversidad: la pesca, la caza, la cosecha y recolección, y algunas prácticas agrícolas (cultivos mixtos de variedades criollas, resultado de años de selección y en muchos casos de franca domesticación) y prácticas forestales tradicionales de bajo impacto ambiental. Sin embargo, muchas comunidades han su- cumbido ante presiones externas y han abandonado las prácticas tradicionales, me- nos destructivas, para adoptar otras que ocasionan impactos irreversibles en los am- bientes naturales del país. El futuro de cualquiera de estas comunidades y de sus economías locales está ligado directamente al aprovechamiento sustentable de los recursos biológicos. Reconocemos la importancia de la biodiversidad en función de una extensa va- riedad de fines, entre los que destacan los de autoconsumo (alimento, vestido, ma- terial para la vivienda y leña, entre otros) (figura 5), los valores estéticos y artísticos (de ornato, artesanales, o como inspiración y móvil en la literatura y otras artes), y los motivos religiosos y místicos de diversa índole (deidades y veneración de sitios, amuletos, mitos y leyendas, etc.). También reconocemos el valor cultural de la biodiversidad (distinto según la re- gión del país de la que hablemos) y lo que representa en términos de educación y Primera parte: Biodiversidad 19 recreación (como objeto de estudio e investigación; en zoológicos, colecciones, jardi- nes botánicos y museos; en espectáculos, videos y programas documentales; en la práctica de deportes asociados a ella, o en la fotografía de la naturaleza). Por otro la- do, la biodiversidad de nuestro país ha representado un papel crucial en el sector co- mercial y de intercambio, como fuente de empleo de grupos de familias y base ma- terial del desarrollo de industrias, organizaciones y cooperativas. Como parte fundamental del uso de la biodiversidad se consideran los servicios ambientales, que se definen como las condiciones y procesos naturales de los eco- sistemas (incluyendo las especies y los genes), gracias a los cuales el hombre obtie- ne algún tipo de beneficio. Estos servicios mantienen la biodiversidad y la producción de bienes tales co- mo alimento, agua, madera, combustibles y fibras, entre otros. Varios son los servi- cios que proporciona la biodiversidad: degradación de desechos orgánicos, formación de suelo y control de la erosión, fijación de nitrógeno, incremento de los recursos alimenticios, control biológico y secuestro de dióxido de carbono, entre otros. Aparte de los ejemplos mencionados, reflejo del reconocimiento de los valores de uso y de cambio de la biodiversidad, creemos que cada especie tiene, además, un va- lor intrínseco, independiente de su valor utilitario actual o potencial para la humani- dad. Este es otro móvil de nuestro interés por perpetuar su existencia en México, y de nuestra convicción de que el futuro de la sociedad humana se habrá de construir so- bre la base del respeto a todas las formas de vida con las que compartimos el planeta. 4. Los retos implícitos Al imaginar el futuro de nuestro país, aspiramos a un México con una mejor calidad de vida para todos gracias al desarrollo sustentable de una sociedad creativa, demo- 20 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México Figura 5. Principales usos de las plantas domesticadas en México (Hernández-Xolocotzi, 1993). crática y participativa que, aun siendo y reconociéndose diversa, mantiene su cohe- sión e identidad dentro de un marco de equidad, ética y justicia social. Por su valor actual, por su enorme potencial económico, por los invaluablesservicios ambientales que presta a todos los mexicanos y por razones éticas y mora- les, la biodiversidad debe ser considerada como un recurso estratégico para México. Para acercarnos a la visión del país que queremos, debemos superar colectiva- mente enormes dificultades. México no está aislado; sus patrones de producción y consumo han sido influidos históricamente y lo son hasta la fecha por estímulos que promueven el dispendio o la franca desaparición de los componentes de nuestra bio- diversidad. La situación por la que atraviesan nuestro país en general y sus recursos bióti- cos en particular, está estrechamente influida por las decisiones y el modelo de de- sarrollo dominantes en el ámbito global. Esta situación proviene del contexto de po- líticas nacionales e internacionales en que estamos inmersos y que sólo muy recientemente empiezan a reconocer la crucial importancia de lo ambiental. La conservación de la biodiversidad existente en el resto del mundo también es vital para nuestra propia supervivencia. Por ello, nuestro país habrá de tener un pa- pel activo y permanente en el fortalecimiento de la cooperación internacional, para lograr un cambio global en la cultura de consumismo, deterioro y destrucción de los recursos bióticos. Las consideraciones económicas han permeado todos los ámbitos del desarro- llo y el quehacer humanos. Para la toma de decisiones, los análisis costo-beneficio o costo-eficiencia invaden y dominan la reflexión a muchas escalas y en distintos es- pacios (individual, familiar, corporativo, de financiamiento o de créditos, y otros). Desde el punto de vista del desarrollo sustentable, lo económico deja de ser el factor decisivo; el alcance de las consideraciones sectoriales, grupales o individuales se amplía en la toma de decisiones. La meta del desarrollo sustentable es, en última instancia, el bienestar de los hombres y las mujeres en el planeta, ahora y a través del tiempo hacia las generaciones futuras. La supervivencia del ser humano como es- pecie depende de la integración inteligente y armónica de los componentes ecológi- co, económico, cultural, social, político, técnico y legal del desarrollo sustentable. Con esta nueva perspectiva, la protección y la conservación de nuestro capital natural adquieren la máxima prioridad. Un elemento fundamental para lograr la conservación de la biodiversidad de nuestro país es el establecimiento y observancia de una auténtica política de Estado en materia de biodiversidad, que permee los sis- temas de planificación vigentes y determine el ordenamiento ecológico del territo- rio nacional. Dadas la inercia del modelo de desarrollo y la hegemonía del criterio económi- co prevaleciente, es de esperarse que la biodiversidad primero sea reconocida social- mente por su valor de cambio, antes que la sociedad enfrente la necesidad de cam- biar prácticas y actitudes, y trabaje en favor de su permanencia, reconociéndole todos sus valores. Favorecer el uso sustentable de los recursos bióticos es sin duda uno de los re- Primera parte: Biodiversidad 21 tos principales para garantizar la permanencia útil de la biodiversidad de México. Debemos buscar, mediante mecanismos políticos, económicos y de otro tipo, que en la sociedad mexicana se promueva y arraigue una cultura de uso y valoración de la biodiversidad como recurso vital para el mantenimiento y mejora de nuestra calidad de vida. Es decir, lograr que se reconozcan y valoren aquellos bienes y servi- cios de la biodiversidad de México que forman parte de la vida diaria de los mexica- nos, para integrarlos de manera explícita a la economía del país. De igual modo, de- bemos promover que una mayor parte de los componentes de nuestra biodiversidad nativa se integren de forma sustentable a la actividad económica. Si bien es cierto que los retos que plantea la conservación de la biodiversidad de México no pueden ser separados de los que imponen las complejas problemáti- cas de índole social y económica, la salvaguarda de un máximo de diversidad bioló- gica tiene una alta prioridad y es urgente debido a tres razones: a) el uso sustentable de la biodiversidad forma parte de la solución de comple- jos problemas sociales y económicos; b) las tasas de deterioro, en sus diversas manifestaciones, van en aumento, y c) la pérdida de biodiversidad es irreversible. Para preservar la biodiversidad debe considerarse como estratégica la conserva- ción de dos recursos fundamentales de los cuales depende: el suelo y el agua. El sue- lo y el agua deberán manejarse evitando la sobreexplotación, el despilfarro y la des- trucción que de estos recursos hacemos. Por ello, es impostergable la definición de un nuevo derrotero de valoración, conservación y uso sustentable de estos recursos naturales, definición que rebasa el enfoque de esta Estrategia. También resulta crítico determinar, como país, qué queremos en cuanto a dis- ponibilidad, uso, calidad y cantidad de los recursos naturales a largo plazo, es decir, cuántos y cuáles recursos queremos conservar. La evaluación económica de las apor- taciones de la biodiversidad será sin duda un apoyo importante para la argumenta- ción y toma de decisiones en ese sentido. En México, el acelerado ritmo de deterioro y destrucción de los recursos natura- les es prueba irrefutable para demostrar que con los patrones vigentes de producción y consumo, y de no revertirse las actuales tendencias, el daño será tal que México se convertirá en una de las naciones con mayor pérdida de biodiversidad en el mundo. El documento La diversidad biológica de México: Estudio de país, elaborado por la Conabio en colaboración con diversos especialistas, analiza las condiciones actuales de la biodiversidad nacional. El estudio revela que las actividades humanas ejercen una marcada influencia en la disminución del número de especies, en el tamaño y la variabilidad genética de las poblaciones silvestres, y que provocan la pérdida irre- versible de hábitats y ecosistemas. La degradación y fragmentación de estos hábitats y ecosistemas, así como la re- ducción y pérdida de poblaciones de especies y de la diversidad genética, obedecen a los efectos acumulados de la industria, la agricultura, la ganadería, la explotación forestal, la pesca y la captura comercial de especies, al igual que a la importación de especies exóticas de flora y fauna, la expansión y la presión de las zonas urbanas, la 22 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México construcción de vías de comunicación y nuestro alto consumo de recursos como bie- nes y servicios. Es importante reconocer que existen otras amenazas serias para el futuro de la biodiversidad de México: el cambio climático global, todas las modalidades de des- trucción de hábitats, la deforestación, la erosión, la utilización de tecnología inade- cuada, la manipulación genética, el comercio ilegal de especies, la proliferación de plagas y las catástrofes naturales, entre otras. Es urgente poner un drástico freno para que aquello que aún presenta un rela- tivo grado de conservación no se deteriore ni se destruya. Además, será necesario emprender, en el mediano plazo, un magno proceso de restauración y rehabilitación. En dicho proceso deberán tener prioridad los ecosistemas tropicales, los bosques templados, los bosques mesófilos, los ambientes riparios, el territorio insular, los de- siertos y los humedales de nuestro país. También se deberá privilegiar la ruta de la conservación in situ, es decir, conservar la biodiversidad directamente donde se de- sarrolla de manera natural. No debemos permitir que se pierda nuestra biodiversidad, ya sea por ignoran- cia o por negligencia. Es impostergable dejar atrás la miopía, el vicio de una visión a corto plazo. La situación ha llegado a un punto inexcusable y a todas luces insoste- nible. La reacción inmediata esperada es parar la destrucción. Como esta Estrategia sugiere, los instrumentos que establecen las relaciones so- cioeconómicas (legales, administrativas, culturales, etc.) en nuestrasociedad, debe- rán estar enfocados a favorecer la conservación y el uso sustentable de la biodiversi- dad. Ello obliga al cambio; a reorganizar y modernizar las estructuras orgánicas para que el proceso de planificación de la conservación de la biodiversidad se lleve a ca- bo de manera continua y permanente, con la participación de los diversos sectores de la sociedad. La búsqueda de nuevos conocimientos y el manejo de la información deberán enfocarse, en el corto y mediano plazos, principalmente en los aspectos de protec- ción, manejo y uso de la biodiversidad; a utilizar la información existente y hacerla disponible para dichos propósitos. La investigación científica y técnica sobre la bio- diversidad deberá contar con las capacidades humanas, institucionales y de presu- puesto necesarias para su desarrollo, por lo que habrán de aumentarse sustancial- mente los aportes que la sociedad mexicana destina a este asunto. La información sobre la biodiversidad de México deberá ser accesible para to- dos los usuarios y administradores de estos recursos, de cualquier sector de la socie- dad. Sólo así la toma de decisiones y las acciones que se deriven sobre el aprovecha- miento, manejo, protección y conservación de la diversidad biológica estarán fundamentadas en el conocimiento. La educación ambiental sobre la biodiversidad, y la difusión de ésta, deberán es- tar enfocadas a crear o revitalizar en la cultura de los mexicanos el reconocimiento de los valores y de la importancia de nuestra riqueza natural. Deberán promover un le- gítimo orgullo e identidad nacionales con respecto a la biodiversidad, y desmitificar algunas deformaciones recientes en la percepción de dichos valores y su importancia. Primera parte: Biodiversidad 23 El financiamiento para la conservación de la biodiversidad deberá provenir (más que de subsidios gubernamentales, apoyo internacional, o un mayor endeuda- miento) de los recursos económicos que la propia biodiversidad genere. Es decir, de aquéllos que se deriven del uso sustentable y la conservación de elementos (bienes y servicios) de la biodiversidad. Deberán establecerse mecanismos legales, adminis- trativos y políticos para permitir que la sociedad en general, y principalmente quie- nes se benefician en forma directa de la conservación y el uso de los recursos bióti- cos, capten y aporten los recursos económicos que permitan su restauración y uso. 5. La Estrategia nacional sobre biodiversidad de México como respuesta La Estrategia intenta, además de sugerir opciones que consideren los efectos, incidir en las causas profundas. Es una estrategia pensada para toda la biodiversidad de Mé- xico (terrestre, acuática, insular; sean plantas, hongos, animales vertebrados o inver- tebrados, etc.), con un enfoque nacional. No es, desde luego, la respuesta a todos los problemas ambientales de México; como fue señalado antes, hay problemas críticos, en demanda de respuestas urgentes, que rebasan el enfoque y alcance de este es- fuerzo. Es claro que la conservación de la biodiversidad en México no puede depender únicamente de una propuesta como ésta; hay que considerar la complejidad de los factores sociales, políticos, culturales y económicos que intervienen. Sin embargo, la Estrategia propone una búsqueda de soluciones en distintos frentes, plantea opcio- nes y sugiere derroteros. Dado que sólo se pueden abordar algunos campos del con- texto total, debemos tomarla como una pieza clave en un gran engranaje, que tiene por propósito conducir hacia un cambio de cultura y de estructuras. El reto central subyacente es lograr que los mexicanos revaloremos la biodiver- sidad nacional. Lograr también que nuestro orgullo de ser mexicanos aliente un cam- bio de actitud y nos lleve a realizar las actividades necesarias para alcanzar el Méxi- co al que aspiramos, de acuerdo con los planteamientos de la presente Estrategia. 24 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México Primera parte: Biodiversidad 25 LA VISIÓN A FUTURO Dentro de 50 años, México deberá ser reconocido como uno de los países que, habiendo sufrido graves amenazas a la diversidad biológi- ca, logró detener a tiempo las causas subyacentes de la pérdida de ecosistemas, especies e información genética. La alteración y des- trucción de hábitats, la introducción y la sobrexplotación de diversas especies de flora y fauna habrán sido revertidas para evitar tasas de extinción mayores que las registradas a finales del siglo XX. El regis- tro y estudio de especies antes desconocidas habrá alcanzado un alto grado de desarrollo, como para hacer sentir a la comunidad científi- ca que el conocimiento de la biodiversidad del país es el adecuado pa- ra orientar su manejo y conservación. En particular, la sustitución de las masas forestales tropicales por cultivos, pastizales y proyectos de desarrollo habrá sido frenada al crearse mecanismos eficaces de va- luación de las funciones ambientales y de promoción de proyectos de aprovechamiento sostenibles. Otros ecosistemas frágiles y valiosos estarán sujetos a regíme- nes eficaces de protección, en los que participará una población lo- cal consciente de su importancia biológica y con opciones económi- cas viables que desalienten la deforestación y la sustitución de los hábitats. B. EL CONVENIO SOBRE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA A principios de la década de los noventa, la comunidad mundial, al negociar el Con- venio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB), admitió la amena- za que representan la degradación de los ecosistemas y la pérdida de la diversidad genética y de especies. Las negociaciones concluyeron en mayo de 1992 y la firma del Convenio se llevó a cabo en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Me- dio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) realizada en Río de Janeiro, Brasil, en junio de ese mismo año. El CDB aborda el tema del desarrollo mundial sustentable, para el cual es im- prescindible la conservación de la diversidad biológica y el aprovechamiento de los recursos sin agotarlos. De igual modo, expresa la idea de una relación entre la acti- vidad humana y el mundo natural, y la necesidad de preservar los organismos vivos, la diversidad genética y la integridad de los ecosistemas. El CDB tendrá una influen- cia, quizás profunda, sobre el futuro de la vida en la Tierra. Su puesta en marcha exi- girá un cambio significativo en nuestra forma de utilizar y explotar los seres vivos. El CDB crea oportunidades para que los mexicanos reexaminemos nuestra rela- ción con la naturaleza, impulsemos nuevas asociaciones con un enfoque cooperati- vo e intersectorial a distintas escalas (mundial, regional, nacional y local), y fomen- temos nuevas oportunidades económica, social y ecológicamente sustentables. Los tres objetivos del Convenio son: a) La conservación de la biodiversidad b) El aprovechamiento sustentable de los recursos c) El reparto justo y equitativo de los beneficios que resulten del aprovecha- miento de los recursos genéticos. El gobierno mexicano firmó el Convenio, lo ratificó el 11 de marzo de 1993 y ha tomado parte activa en su consolidación. Sus objetivos empiezan a incorporarse a la legislación nacional y a orientar las políticas de algunos sectores de nuestro país. En particular, el gobierno de México ha ido más allá que el propio CDB al establecer que el reparto equitativo de los beneficios no debe restringirse al derivado del uso de los recursos genéticos, sino de todos los componentes de la biodiversidad. Al suscribir el CDB, nuestro país se compromete a formar parte de un esfuerzo global para proteger hábitats, especies y genes, buscar formas sustentables de uso de los recursos, y adecuar su política, su economía y su administración a fin de garan- tizar que los beneficios obtenidos del aprovechamiento de los ecosistemas, especies y recursos genéticos, sean distribuidos equitativamente entre las sociedades locales, regionales, nacionales y globales, según corresponda. En su artículo 6, el Convenio hace un llamadoa las partes para que desarrollen estrategias, planes o programas nacionales (o adopten planes ya existentes) con el fin de enfrentar los compromisos del CDB e integrar actividades relacionadas con la biodiversidad a los programas y las políticas nacionales. Las estrategias y planes de acción para la biodiversidad nacional son instrumentos clave para la puesta en prác- tica del Convenio. 26 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México El proceso de preparación de estos planes ayuda a cada país a reconocer sus prioridades, tanto para la acción interna como para la cooperación internacional. Al mismo tiempo, refuerza la capacidad de su gente e instituciones para atender los mandatos del Convenio, y en general, todas las necesidades inherentes a la gestión de su biodiversidad. Entre las acciones de nuestro país previas a la existencia del Convenio, en 1992 se creó por acuerdo presidencial la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). El propósito de esta Comisión es coordinar las accio- nes y los estudios relacionados con el conocimiento y preservación de las especies, así como promover y fomentar actividades de investigación científica para explorar, estudiar, proteger y utilizar la diversidad biológica de México (ecosistemas, especies y genes), con el fin de conservar los recursos biológicos del país y proponer criterios para su manejo sustentable. Con acciones concretas se demuestra el interés del go- bierno y de la sociedad por el conocimiento y uso sustentable de la biodiversidad na- cional. En atención a los compromisos derivados del Convenio, México elaboró el do- cumento La diversidad biológica de México: Estudio de país, que es una “fotografía” de la situación de nuestros recursos bióticos, cuyos elementos sirvieron de base para la elaboración de esta Estrategia. Ambos documentos serán fundamentales para la ela- boración del Plan de acción nacional, en un futuro próximo. Primera parte: Biodiversidad 27 SEGUNDA PARTE: LA ESTRATEGIA C. PRÓPOSITO DE LA ESTRATEGIA La Estrategia nacional sobre biodiversidad de México tiene como propósito el cum- plimiento de los objetivos del CDB mediante un proceso continuo de participación y actuación por parte de todos los sectores de la sociedad mexicana. D. LÍNEAS ESTRATÉGICAS Y ACCIONES Como resultado de los talleres y del análisis de las diversas propuestas recabadas, se proponen cuatro líneas cruciales necesarias para alcanzar el propósito de la Estrategia: • proteger y conservar los diferentes componentes de la biodiversidad; • valorar justamente los diferentes componentes de la biodiversidad; • avanzar en el conocimiento y en el manejo de la información, y • estimular la diversificación y sostenibilidad del uso de los componentes de la biodiversidad. Estas líneas estratégicas se detallan en el siguiente cuadro, sin considerar un or- den de importancia o jerarquía. Las líneas estratégicas, en conjunto con la aplicación de mecanismos que pro- muevan la participación, tales como los convenios y acuerdos para apoyos técnicos, científicos y financieros entre los diferentes niveles de gobierno y los sectores de la sociedad, serán la base para conformar el Plan de acción nacional. Segunda parte: La Estrategia 31 1. PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN 1.1. Conservación in situ. 1.2. Rescate de elementos de la diversidad biológica 1.3. Bioseguridad. 1.4. Especies exóticas y traslocación. 1.5. Prevención y control de actos ilícitos. 1.6. Seguimiento. 1.7. Atención a emergencias. 2. VALORACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD 2.1. Importancia en la cultura nacional. 2.2. Aportaciones de la biodiversidad. 2.3. Actualización institucional. 3. CONOCIMIENTO Y MANEJO DE LA INFORMACIÓN 3.1. Investigación y estudios. 3.2. Inventario y colecciones. 3.3. Rescate y sistematización de conocimientos. 3.4. Intercambio de información. 3.5. Difusión. 3.6. Educación ambiental. 3.7. Capacitación y formación académica. 3.8. Gestión de la información sobre biodiversidad. 4. DIVERSIFICACIÓN DEL USO 4.1. Uso actual. 4.2. Diversificación productiva. 4.3. Criterios e indicadores. 4.4. Comercialización y mercados. 1. Protección y conservación Con esta línea estratégica se busca recuperar y garantizar la presencia, en calidad y cantidad, del mayor número posible de los componentes de la rica diversidad bioló- gica de México, y reducir al mínimo la incidencia de los factores adversos que tie- nen impactos negativos sobre ella. Los objetivos específicos enfocados a conseguir dicho propósito se orientan a impulsar acciones para la restauración y rehabilitación de ecosistemas, especies y genes; a brindarle medios y oportunidades para su continuidad, a vigilar su desarro- llo y hacer lo necesario para eliminar o mitigar el efecto destructivo que acarrean ciertas actividades e intervenciones humanas, así como a prepararse para responder ante eventos que escapen al control humano y se conviertan en emergencias. La mayor proporción de las especies y los ecosistemas que conforman la diver- sidad biológica de México existe en espacios territoriales que no son objeto de pro- tección alguna. Por el contrario, experimentan modalidades o formas de manejo más o menos destructivas, y en algunos casos el abandono. De ahí que uno de los propósitos específicos sea apoyar el manejo de ecosiste- mas (terrestres, acuáticos o insulares) de forma complementaria a otros esfuerzos de protección y conservación in situ, como las distintas modalidades de áreas protegi- das e incluso los innovadores esquemas de ordenamiento territorial, de tal forma que se puedan vincular los ecosistemas fragmentados y las poblaciones de flora y fauna hoy divididas o aisladas. Al mismo tiempo, fortalecer la participación de las comunidades rurales en el proceso de protección y conservación de las áreas silves- tres y los ecosistemas y especies prioritarias. En el aspecto de reducir los factores que afectan adversamente a la biodiversi- dad, están los propósitos de impulsar varias iniciativas de alcance nacional en la ma- teria. Mediante un programa de carácter permanente para el seguimiento (monito- reo) de la situación de la biodiversidad nacional, se revisarían periódicamente las prioridades de conservación de ecosistemas, regiones, especies y genes, con el fin de detectar y observar con oportunidad sus cambios o tendencias. Es necesario desarrollar iniciativas en materia de bioseguridad (orientadas fun- damentalmente a proteger los recursos genéticos), mediante acciones de investiga- ción, monitoreo y evaluación en materia de biotecnología, que brinden información de acceso público sobre el desarrollo biotecnológico y su importancia en la produc- ción de alimentos y medicamentos. También son necesarios esfuerzos para prevenir la liberación al medio y el consumo de organismos modificados genéticamente sin previo estudio sobre los riesgos potenciales a la biodiversidad y a la salud humana. En la misma línea de prevención habrá de atenderse lo relativo a los traslados de ejemplares de un sitio del país a otro, particularmente en el caso de las especies in- troducidas y manipuladas genéticamente. Atendiendo la prioridad que tienen las especies y subespecies mexicanas por encima de las especies exóticas o introducidas, algunas de estas últimas habrán de ser sujetas a métodos de control integrado de plagas y vectores que eliminen o re- 32 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México duzcan, a niveles aceptables, sus efectos nocivos sobre los ecosistemas y las especies mexicanas. Por último, debe fortalecerse lo concerniente a prevenir y controlar la comisión de actos ilícitos, en particular los cambios de uso de suelo, la sobreexplota- ción y el comercio ilegal o tráfico de especies. 1.1. Conservación in situ Fomentar y consolidar las iniciativas de protección y conservación in situ, como las áreas naturales protegidas (ANP) y otras modalidades de manejo de ecosistemas y ordenamiento del territorio. ACCIONES PRIORITARIAS a) Conformar un padrónnacional de predios destinados a la conservación, in- dependientemente de su régimen de propiedad; acreditar a sus propietarios con cer- tificados de registro, y documentar las condiciones y características de la biodiversi- dad que contienen. b) Estimular el establecimiento de reservas de superficie reducida en predios o grupos de predios privados, ejidales y comunales, permitiendo actividades de apro- vechamiento y recreación —tales como el turismo ecológico—, como herramientas para la restauración y conservación de la biodiversidad in situ. c) Crear mecanismos de verificación y apoyo a las comunidades rurales, a gru- pos de comuneros, pescadores y campesinos que tengan áreas dedicadas a la conser- vación o que contribuyan a la protección de la biodiversidad de su área de influencia. d) Constituir una entidad descentralizada encargada de todos los asuntos rela- tivos a las áreas naturales protegidas, que opere coordinadamente con el Consejo Na- cional de Áreas Protegidas y que colabore para fortalecer el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap). Entre otras acciones tendría a su cargo la creación de nue- vas ANP marítimas y en zonas áridas, islas, selvas, etc., así como los procesos de se- guimiento de las ANP para certificar su adecuada operación y, sobre todo, el cumpli- miento de sus propósitos explícitos de conservación de la biodiversidad dictaminan- do, en su caso, nuevos arreglos institucionales o recomendaciones para corregir lo necesario, y hacer óptima la canalización de recursos y esfuerzos. e) Incrementar el número de ANP que cuentan con un financiamiento garanti- zado para las acciones básicas de conservación; en el corto plazo, cubrir al menos las áreas prioritarias de interés federal. 1.2. Rescate de elementos de la diversidad biológica Intensificar las acciones encaminadas a rescatar, rehabilitar y recuperar ecosistemas, comunidades, especies y recursos genéticos. Segunda parte: La Estrategia 33 ACCIONES PRIORITARIAS a) Promover la recuperación del tamaño de las poblaciones de especies amena- zadas o en peligro de extinción. b) Identificar, dentro de las especies prioritarias, aquéllas que puedan servir co- mo indicadoras y cuya protección resulte en la conservación del hábitat de otras es- pecies, también prioritarias, y que puedan ser objeto de seguimiento (monitoreo). c) Determinar las prioridades de conservación de la biodiversidad nacional: ecosistemas, especies y genes. Considerar la conservación de áreas perturbadas o manejadas permanentemente por los humanos, y diseñar planes y programas estra- tégicos en consecuencia, destacando lo siguiente: i. La promoción, como parte del ordenamiento ecológico territorial, de la prác- tica de medidas de restauración o rehabilitación; particularmente el estable- cimiento de zonas que favorezcan la continuidad de la cobertura vegetal na- tiva y la permanencia de árboles en pie en potreros (fuente de colonización y regeneración natural). ii. La promoción del uso de acahuales y en general de vegetación secundaria para la producción agroforestal, combinando el manejo de poblaciones cine- géticas e incluyendo pequeños proyectos, en el ámbito familiar, de conser- vación de suelo y agua, y otros compatibles con la rehabilitación de espacios perturbados y la generación de empleos e ingresos para los habitantes loca- les, entre otros mecanismos para restaurar la fauna y flora silvestres. iii. La promoción, como parte de los programas voluntarios de autorregulación orientados a la industria, realizando acciones de restauración de la biodiver- sidad en su entorno, estableciendo programas de conservación y educativos con el mismo personal de las plantas industriales y sus áreas de influencia. d) Establecer como prioridad del gobierno Federal que antes del año 2010 sea una realidad la conservación, saneamiento y manejo de todas las cuencas hidrológi- cas. Para ello, establecer programas especiales de conservación y recuperación de agua y suelos, incorporando la conservación de la biodiversidad como parte de la es- trategia de rehabilitación, saneamiento y manejo de las cuencas. 1.3. Bioseguridad Establecer mecanismos de bioseguridad para regular la manipulación de los recur- sos genéticos. ACCIONES PRIORITARIAS a) Establecer un programa nacional de bioseguridad y realizar una evaluación, tanto en el aspecto agrícola como en el alimentario, de las bondades y riesgos deri- vados de la liberación, consumo o utilización de productos transgénicos y organismos 34 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México modificados genéticamente, tanto para el ambiente como para la salud humana. b) Establecer un programa nacional de biotecnología que mida el valor econó- mico de los recursos genéticos nativos, fomente y oriente la investigación en inge- niería genética relacionada con especies nativas, establezca criterios, salvaguardas e indicadores de seguridad, y tenga también como propósito revalorar y reanimar el saber popular en torno al uso selectivo de la biodiversidad. c) Impulsar el conocimiento y la regulación del acceso a los recursos genéticos y sus usos, así como fomentar la expedición de patentes o registros asociados con la denominación de origen, la propiedad intelectual o el secreto industrial, según con- venga, de los recursos genéticos derivados de la domesticación, selección o manipu- lación tradicional hecha por grupos mexicanos (indígenas, campesinos u otros). 1.4. Especies exóticas y traslocación Formular directrices sobre traslocación de especies y elaborar un programa de aten- ción para las especies exóticas o introducidas. ACCIONES PRIORITARIAS a) Desarrollar un inventario de las especies exóticas terrestres y acuáticas pre- sentes en el territorio nacional, al tiempo que se promueve la investigación sobre dispersión, impacto, detección oportuna, identificación y monitoreo de las mismas y de las regiones o áreas más sensibles a su presencia. b) Conducir los esfuerzos de control de dichas especies introducidas. Establecer un programa nacional de control o erradicación de especies exóticas que afectan ne- gativamente a las especies y los ecosistemas naturales de México, con énfasis en el territorio insular y en las ANP prioritarias y de menor extensión territorial (que son las más vulnerables). c) Establecer disposiciones legales, administrativas y políticas que regulen la traslocación y el movimiento de especies, y que favorezcan la producción, comercio y consumo de las especies nativas. d) Imponer, mediante dichas disposiciones, la obligatoriedad de hacer evalua- ciones técnicas y científicas del impacto ambiental, previas a la autorización para traslocación e introducción de especies. e) Crear un comité dictaminador permanente con la responsabilidad específica de resolver los asuntos relativos a las especies exóticas y a la traslocación de especies. 1.5. Prevención y control de actos ilícitos Reforzar los instrumentos y capacidades para prevenir y controlar los actos ilícitos contra los elementos de la biodiversidad. Segunda parte: La Estrategia 35 ACCIONES PRIORITARIAS a) Difundir ampliamente la legislación y normatividad para hacerla del domi- nio público. b) Conferir reconocimiento jurídico, facultades, derechos y obligaciones a las comunidades locales para la operación y el manejo de las áreas naturales que han definido y protegen, y fomentar la seguridad en la tenencia de la tierra. c) Acelerar la simplificación administrativa para propiciar que cada vez sea ma- yor el número de usuarios que cumplan cabalmente con la normatividad aplicable. d) ejorar los procedimientos y sistemas de análisis de información que reciben y manejan las autoridades de las dependencias responsables (Semarnap: Instituto Nacional de Ecología y Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) para apro- vecharla al máximo en la prevención y detección temprana de actos ilícitos y en la programación de operativos. 1.6. Seguimiento Impulsar los esfuerzos de seguimiento (monitoreo) de la situación de los elementosde la biodiversidad nacional. ACCIONES PRIORITARIAS a) Fortalecer en la Conabio la capacidad instalada para el manejo de tecnología de percepción remota, para profundizar en labores de seguimiento, prevención y atención de emergencias que afectan la biodiversidad. b) Analizar experiencias mundiales, como las del Programa de las Naciones Uni- das para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que hagan posible la propia definición y adopción formal en México de indicadores, criterios y métodos cualitativos y cuantitativos de evaluación para: 1) ecosistemas (cambio de uso de suelo, cobertura vegetal, desertificación); 2) especies (riqueza, endemismo, fragilidad, etc.); 3) genes (cepas, variedades, híbridos, transgénicos, etc.); 4) evaluación de tendencias de disminución de biodiversidad en los ámbitos regional, nacional y global; 5) medidas para evaluar la eficiencia de di- versos tipos de metodologías y procedimientos de seguimiento; 6) usos y mercados de especies por región, y 7) metodologías de aprovechamiento sustentable. c) Bajo la coordinación de la Conabio, constituir una unidad permanente encar- gada de dirigir y organizar los esfuerzos de seguimiento de la biodiversidad, que se realicen en el país en todos los ámbitos, y que sea responsable de lo siguiente: i. Integrar y publicar listas oficiales y bancos de datos sobre las especies cono- cidas en el territorio nacional y su situación en términos de conservación, como base para el seguimiento y para ordenar la recepción de información por parte de los expertos. 36 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México ii. Revisar, adaptar y adoptar procedimientos para la determinación del estatus de las especies mexicanas, con base en los criterios de las listas rojas que emite la Comisión de Sobrevivencia de Especies (CSE) de la UICN. 1.7. Atención de emergencias Desarrollar las capacidades para la prevención, control, mitigación y seguimiento de emergencias. ACCIONES PRIORITARIAS a) Establecer, por medio de la coordinación interinstitucional e intersectorial, estrategias y acciones de prevención, control, mitigación y seguimiento de emergen- cias, mediante el diseño y aplicación de programas específicos a las principales emergencias: huracanes, incendios forestales, mortandad de fauna, vulcanismo, se- quía, inundaciones y abuso en el consumo y derroche de recursos naturales; éstas incluyen las emergencias a escala global, como el cambio climático. b) Proponer temas clave sobre biodiversidad para incluirlos entre los paneles de expertos y programas del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cena- pred). c) Establecer un fondo patrimonial permanente para financiar las acciones li- gadas con la prevención, mitigación y atención de las emergencias, así como para brindar alivio a refugiados ambientales. 2. Valoración de la biodiversidad Con esta línea estratégica se pretende establecer las directrices de las políticas que la sociedad mexicana debe adoptar para asegurar la correcta valoración de la impor- tancia de la existencia y conservación de la biodiversidad. Se persigue promover el desarrollo y la adopción de criterios, métodos e indicadores para la evaluación1 y va- lorización, en términos económicos, de los aportes de la presencia y el uso de la ri- queza natural del país. Para apoyar la distribución justa y equitativa de los costos y beneficios de la protección y el aprovechamiento de la biodiversidad, debemos con- siderar sus contribuciones actuales y potenciales en materia ambiental, social, cul- tural y económica. Otro mecanismo para reforzar la valoración de la biodiversidad consiste en dis- poner de un amplio espectro de actividades y conductas que cuenten con estímulos fiscales o con cualquier otro tipo de instrumento económico, para fomentar una ma- Segunda parte: La Estrategia 37 1 Evaluar, en este contexto, se refiere a estimar, tasar, apreciar, justipreciar o valuar, es decir, cal- cular la contribución desde el punto de vista económico. Valorar se refiere a elevar, subir, desarrollar, es decir, a agregarle valor económico. Ambos esfuerzos se consideraron importantes y complentarios. yor participación de distintos sectores de la sociedad en tareas de estudio, protección y uso sustentable de la biodiversidad. De hecho, se propone la modernización de la atención institucional que se otor- ga a la biodiversidad en México. Es decir, actualizar los mecanismos de planificación y de financiamiento, de coordinación y de concertación, la legislación y normativi- dad, las políticas públicas y los instrumentos económicos, sean mecanismos de coo- peración internacional o de participación social nacionales, para dar continuidad a los esfuerzos emprendidos por diversos sectores, en favor de la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad de nuestro país. La conservación de la biodiversidad es más que una inversión para el futuro de México; de hecho, nuestro país no tiene un futuro si no conserva su diversidad bio- lógica. La multiplicidad de usos y el valor y la importancia que históricamente se le han reconocido y conferido a la biodiversidad de nuestro país, están en función de los bienes directos e indirectos que ofrece y también, en cierta medida, de la percep- ción que de aquéllos se tiene. La realidad es que la biodiversidad de nuestro país está, en términos generales, subvaluada en todos los ámbitos. Incluso el valor económico ha sido pasado por alto en los análisis y decisiones sobre el uso y destino de estos recursos, en la definición de políticas y de estrategias de inversión, y en general, en la planeación del desarro- llo del país. Si partimos de que la biodiversidad sea considerada como un activo, como el ca- pital o patrimonio natural del país, como fuente de riqueza y bienestar cuyo valor se incrementará con el tiempo, entonces tiene sentido desde el punto de vista econó- mico mantener estos recursos, y así beneficiarnos de su creciente valor. La biodiversidad sólo podrá conservarse y beneficiar a la población actual y fu- tura de México, en la medida en que su permanencia forme parte de los intereses de los propios mexicanos. Hablamos de un objetivo común a todos los sectores del país: la conservación de nuestros recursos naturales renovables, tanto por sus valo- res intrínsecos como por cuanto representa en términos sociales, culturales y econó- micos. De ahí que un propósito específico sea aumentar la conciencia de la sociedad mexicana en torno a los valores y a la importancia ecológica, socioeconómica y cul- tural de la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad de nuestro país, para recuperarla y restituirle el lugar que ha desempeñado en la diversidad cultural na- cional. 2.1. Importancia en la cultura nacional Reivindicar los valores y la importancia de la biodiversidad para la cultura nacional. 38 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México ACCIONES PRIORITARIAS a) Emprender una ambiciosa campaña de sensibilización y creación de con- ciencia empleando los medios masivos de comunicación para lograr una influencia sobre diferentes públicos-meta de distintos sectores, mediante programas de divul- gación sobre la riqueza natural de México, su protección, manejo, uso y conserva- ción, así como sobre sus valores, su importancia y los beneficios que nos representa su presencia y aprovechamiento sustentable. b) Realizar un análisis del contenido de la información sobre biodiversidad di- fundida actualmente por los medios, y otro de la percepción pública sobre el tema, para diseñar mejores contenidos y mensajes en función del perfil de los distintos pú- blicos-meta. c) Integrar en los materiales y programas de difusión los valores históricos y presentes de las culturas indígenas y campesinas de nuestro país, en especial cues- tiones como la concepción del respeto, la relación profunda entre el hombre y la na- turaleza, y el sentido de pertenencia e interdependencia. d) Incorporar a los cuestionarios censalesque aplica el Instituto Nacional de Es- tadística, Geografía e Informática (INEGI) algunas preguntas para tener indicadores de los grados actuales de identidad y de relación con los recursos bióticos de Méxi- co, que serán punto de partida para reconstruir la identidad nacional en ese sentido. 2.2. Aportaciones de la biodiversidad Evaluar y valorar los aportes de la biodiversidad y su uso en nuestro país. ACCIONES PRIORITARIAS a) Realizar un análisis económico en torno a la distribución y el impacto de la pérdida o disminución de elementos de la biodiversidad; en particular y prioritaria- mente, de aquellos que presten servicios ambientales directamente relacionados con la restauración y conservación de suelo fértil, y de regulación y mantenimiento de los ciclos hidrológicos. b) Emprender un análisis económico de los costos y beneficios de la protección y la conservación de la biodiversidad de México. c) Valorar los costos de la pérdida de biodiversidad asociada a la ejecución de proyectos de desarrollo. 2.3. Actualización institucional Actualizar la atención institucional (políticas, legislación, planificación y financia- miento) que se otorga a la biodiversidad de acuerdo con los valores que representa. Segunda parte: La Estrategia 39 ACCIONES PRIORITARIAS a) Promover, junto con los partidos políticos en el Congreso de la Unión, la adopción de una política de Estado en materia de biodiversidad, para que se eleven al rango más alto el derecho y la obligación de cuidar la naturaleza, así como para hacer compatibles las políticas públicas que tengan relación directa o indirecta, pe- ro significativa, con la continuidad de la biodiversidad de México. b) Realizar un análisis y modificar o eliminar aquellos elementos de las políti- cas y programas de gobierno vigentes que tengan efectos perjudiciales involuntarios sobre la presencia y la continuidad de la biodiversidad. c) Ampliar el espectro de actividades y conductas que cuenten con estímulos fiscales o con cualquier otro tipo de instrumento económico, para promover mayor participación de distintos sectores en tareas de estudio, uso sustentable, protección y conservación de la biodiversidad. d) Realizar una profunda revisión y actualización de todo el marco jurídico di- recta e indirectamente relacionado con la biodiversidad, compatibilizando la norma- tividad en los ámbitos federal, estatal y municipal, y certificando que propicien el lo- gro de las líneas de la Estrategia. e) Regular, en el contexto del nuevo marco jurídico resultante del análisis pro- puesto, materias que hoy son pobremente atendidas en la legislación y reglamenta- ción vigentes: la introducción de especies exóticas, el comercio de las especies nati- vas, la biotecnología, la cacería de subsistencia, la certificación de usos y productos, los fósiles, microorganismos e invertebrados, el acceso a recursos genéticos, los de- rechos de propiedad y acceso comunitario, los estímulos e incentivos para el cono- cimiento, la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad, entre otras mate- rias. f) Crear el marco legal que defina y proteja los derechos de propiedad intelec- tual de comunidades y grupos indígenas y campesinos sobre su conocimiento tradi- cional, y que facilite la retribución a las comunidades por el uso externo de su cono- cimiento. g) Fortalecer las relaciones con la Comisión de Cooperación Ambiental del Tra- tado de Libre Comercio de América del Norte, para la integración de líneas estraté- gicas de acción entre los tres países, en materia de biodiversidad. h) Elevar la puesta en marcha de la Estrategia, y del Plan de acción derivado de ésta, al más alto rango de la política ambiental nacional, y convertirla en un compro- miso que vincule los gobiernos municipales y estatales. 3. Conocimiento y manejo de la información El desconocimiento es una de las principales causas que han dificultado un avance más veloz en materia de protección, manejo y uso sustentable de la biodiversidad nacional. Por tal motivo, se reconoce como prioridad la realización de esfuerzos pa- 40 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México ra rescatar y sistematizar los conocimientos actuales, profundizar en ellos y comuni- carlos a distintos públicos. De esta manera, el conocimiento será útil para la forma- ción de más y mejores recursos humanos, para la educación ambiental y la difusión, y para la toma de decisiones relacionadas con la protección, conservación y utiliza- ción de los elementos de nuestra biodiversidad. Debemos incrementar nuestros conocimientos sobre los ecosistemas, especies y variedades; sobre las fuentes de estos conocimientos, incluyendo los tradicionales; so- bre las formas actuales de uso de los recursos naturales renovables y su impacto, y sobre las prácticas idóneas de aprovechamiento sustentable de la biodiversidad. Ade- más, es necesario realizar estudios y trabajos de investigación en otros frentes, como el seguimiento de poblaciones, del impacto y vulnerabilidad al uso, y de las diversas modalidades de utilización. Es necesario realizar bioprospecciones, estudios sobre bioseguridad, investigaciones multidisciplinarias, así como trabajos sobre valoración de los distintos elementos de la biodiversidad a distintas escalas, e investigaciones vinculadas con la observación bioclimática, por mencionar sólo algunos temas. Por otro lado, es necesario fortalecer las colecciones y las labores de inventario y seguimiento sistemático, ya que permiten acrecentar nuestros conocimientos so- bre la diversidad biológica nacional, despertar interés en diversos sectores de la so- ciedad, y formar recursos humanos a distintos niveles. La información que se obtenga por medio de colecciones, inventarios, estudios e investigaciones y seguimiento, habrá de ser compartida mediante importantes es- fuerzos en materia de comunicación y difusión del conocimiento. Se postula como acción prioritaria impulsar un activo intercambio de información, así como fortale- cer y vincular redes y sistemas de información. Particular atención merece el tema del conocimiento tradicional y los derechos de propiedad relacionados, por lo que se subraya la importancia de estimular la sis- tematización del conocimiento sobre usos tradicionales y alternativos de la biodiver- sidad, considerando los aspectos culturales, sociales y económicos asociados al ma- nejo y aprovechamiento de estos recursos. 3.1. Investigación y estudios Aumentar nuestra comprensión y conocimiento en torno a la riqueza, los valores, importancia y usos de la biodiversidad, apoyando la realización de estudios e inves- tigaciones científicas. ACCIONES PRIORITARIAS a) Integrar un sistema de apoyo al desarrollo científico que articule los esfuer- zos, recursos y políticas de todas las instituciones de educación superior e investiga- ción, para desarrollar estudios sobre las estrategias de apropiación y manejo de la biodiversidad, en diferentes escenarios ambientales y culturales, que deriven prefe- Segunda parte: La Estrategia 41 rentemente en el diseño de mejores técnicas de uso y el desarrollo de nuevos pro- cesos industriales, productos y mercados. b) Realizar estudios integrales y multidisciplinarios sobre ecosistemas acuáticos y terrestres, que consideren además de la diversidad de especies los factores exter- nos que los afectan, para definir esquemas de manejo que permitan la sostenibilidad de los aprovechamientos. c) Promover que las investigaciones y estudios sobre el conocimiento tradicio- nal prevean la protección del conocimiento de los campesinos, sea éste etnobotáni- co, etnozoológico o de otro tipo, considerando el reparto equitativo de los beneficios que del uso del mismo puedan derivarse. d) Incorporar en la investigación sobre las especies y los procesos de sistema- tización de la información aspectos sociales y culturales (valores de uso, religiosos, estéticos, etc.); económicos (valor de los servicios ecológicos, usos actuales y poten- ciales y su aplicabilidad comercial, etc.),y de manejo (tecnologías, propagación, re- habilitación, etc.), además de los aspectos ecológicos y biológicos (demografía, diver- sidad genética, aspectos reproductivos, estatus, etc.). e) Impulsar los estudios de valoración económica de los usos de la biodiversi- dad nacional, particularmente en el caso de los elementos más utilizados y de los usos que afectan negativamente los recursos. f) Realizar esfuerzos de modelaje e investigación científica orientados a evaluar los impactos de las emisiones a la atmósfera y el efecto que produciría el cambio cli- mático en las áreas naturales protegidas y en ecosistemas naturales, así como en la abundancia relativa de especies selectas de México, previendo los efectos que los cambios de unos acarrean para otros. 3.2. Inventario y colecciones Fortalecer las labores de inventario y el trabajo de las colecciones científicas para acrecentar nuestros conocimientos sobre la diversidad biológica nacional. ACCIONES PRIORITARIAS a) Diseñar el programa nacional de colecta y colecciones que evalúe el conoci- miento por entidad, región ecológica y grupo taxonómico, y el grado de cobertura que en cada caso se tenga, para definir regionalmente las áreas y los grupos priori- tarios (inventarios y colectas dirigidas). b) Continuar apoyando el proceso para integrar un catálogo conjunto de la in- formación depositada en los distintos tipos de colecciones científicas y colecciones privadas nacionales, para hacerlo accesible por medios electrónicos. c) Impulsar el desarrollo de inventarios sobre los trabajos que se realizan (dón- de y quiénes los hacen), así como inventarios temáticos (plantas útiles, especies con diversos usos, efectos dañinos, valores, mercados y volúmenes, incluyendo especies 42 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México acuáticas), abarcando una escala suficientemente grande (municipal, por ejemplo) para todo el país. d) Continuar impulsando las acciones de repatriación de la información sobre la biodiversidad mexicana depositada en colecciones científicas tanto institucionales como privadas ubicadas en el extranjero. 3.3. Rescate y sistematización de conocimientos Impulsar la sistematización de los conocimientos científicos y el rescate del conoci- miento tradicional en varios medios y formatos. ACCIONES PRIORITARIAS a) Hacer un inventario de experiencias “exitosas” en el ámbito nacional e inter- nacional en el manejo de ecosistemas y especies, y un análisis comparativo de las mismas para derivar las lecciones que serán empleadas en la promoción de nuevas iniciativas. Poner dicha información a disposición de toda persona u organización que tenga capacidad de decisión en el uso o manejo de este tipo de recursos. b) Elaborar un plan general de asistencia técnica, acceso a la información, y apoyo técnico y científico a las comunidades rurales para el manejo de la biodiver- sidad, previendo el empleo de metodologías que integren la experiencia campesina y el conocimiento científico, y que ayuden a recuperar conocimientos, experiencias y tecnologías viables en términos del uso sustentable de elementos de la biodiversi- dad nacional. c) Establecer mecanismos para facilitar que los usuarios de la biodiversidad sis- tematicen, compartan y difundan el conocimiento y la experiencia que tienen con relación al uso de los recursos, o con respecto a sus prácticas de protección y con- servación. d) Promover que los sistemas de evaluación de desempeño académico (como el Sistema Nacional de Investigadores) reconozcan la importancia del trabajo de compilar, organizar y difundir el conocimiento sobre la biodiversidad de México. e) Conocer y sistematizar aquellas prácticas y metodologías tradicionales (agríco- las, pecuarias, forestales, etc.) utilizadas por las culturas de nuestro país, que sean com- patibles con el mantenimiento de la biodiversidad. Una vez detectadas estas activida- des compatibles (es decir, sustentables), es necesario apoyar su fomento y desarrollo. 3.4. Intercambio de información Propiciar el intercambio activo de información, estimulando el acceso público a ba- ses de datos, redes y sistemas de información sobre biodiversidad. Segunda parte: La Estrategia 43 ACCIONES PRIORITARIAS a) Identificar la información pertinente para los principales sectores que con- forman la sociedad mexicana (público, social, privado, academia, organizaciones no gubernamentales), elaborando un compendio de oportunidades de conservación, producción, uso y comercio de la biodiversidad, por rama o por sector interesado. b) Propiciar el intercambio de experiencias entre comunidades o regiones, y la integración de equipos multidisciplinarios en comunidades rurales; desarrollar me- canismos para que dichas comunidades puedan aportar sus conocimientos sobre la biodiversidad, y que éstos puedan combinarse con los conocimientos científicos, pa- ra beneficio de ambos saberes. c) Establecer un programa permanente de comunicación del conocimiento, promoviendo la publicación y difusión en el ámbito nacional de los proyectos que se estén realizando. d) Incorporar más científicos y expertos mexicanos a las redes internacionales de especialistas en materia de biodiversidad, y animar o revitalizar la operación de las redes nacionales. e) Reforzar la operación del Sistema Nacional de Información sobre la Biodiver- sidad (SNIB) por medio de: i. Fortalecer las acciones encaminadas a la conformación de acuerdos interna- cionales para repatriar, redistribuir y compartir la información generada y contenida en las colecciones científicas extranjeras sobre la biodiversidad de México. ii. Crear un registro y catálogo de fuentes de información nacionales e interna- cionales sobre diversidad biológica, y facilitar su acceso por distintas vías y desde distintos puntos de la geografía nacional. iii. Constituir agregados de información a partir de bancos y sistemas existen- tes, con políticas claras de participación de los diferentes sectores de usua- rios o generadores de información relacionada con el conocimiento, conser- vación, manejo y uso de la biodiversidad. Hacer énfasis en los niveles regional y nacional; en las especies de importancia (por situación, comercio, origen, valor económico potencial, etc.); en los programas de investigación y en el uso tradicional, todo ello mediante diversos catálogos que deberán ser del dominio público (sobre productores, usuarios, proyectos, publicacio- nes, inversionistas, inventarios, usos, mercados, etc.). 3.5. Difusión Promover una comprensión pública generalizada de la importancia y del papel de la biodiversidad, así como de las formas de protegerla, conservarla y hacer uso de ella. 44 Estrategia nacional sobre biodiversidad de México ACCIONES PRIORITARIAS a) Propiciar que los medios de comunicación masiva se comprometan a difun- dir información de calidad sobre la diversidad biológica, preparada por científicos, en coordinación con especialistas en divulgación de la ciencia. b) Realizar una campaña masiva de difusión, empleando todos los medios de comunicación disponibles, del Estudio de país y de esta Estrategia, en formatos dis- tintos para públicos igualmente distintos. c) Promover con asociaciones de publicistas, periodistas y comunicadores so- ciales, con organizaciones del medio de los espectáculos y otras de la iniciativa pri- vada, la creación de reconocimientos específicos para premiar las acciones destaca- das en materia de difusión de la importancia de la diversidad biológica nacional, como una vía para incentivar estos trabajos. 3.6. Educación ambiental Estimular los esfuerzos de educación ambiental en todos los niveles, que van enca- minados a propiciar cambios de actitud y comportamiento en la sociedad frente a la biodiversidad. ACCIONES PRIORITARIAS a) Utilizar la existencia del Sistema Nacional de Áreas Protegidas para los pro- gramas educativos regionales, llevando grupos a que las conozcan y aprendan en el sitio. b) Ampliar la conformación de las incipientes redes de educadores
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