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La fraseología y su componente sociocultural: perspectivas del profesorado sobre su enseñanza en el aula de ELE en Suecia. Metodología y retos. Författare: Cristina Fouces Canel Handledare: Alejandra Donoso Examinator: Leticia Gómez Lärosäte: Linnéuniversitetet Termin: VT2023 Ämne: Spanska Nivå: Masterexamen Abstract The importance of teaching phraseology in the SFL class is something that has been pointed out in recent years given its importance for the acquisition of the communicative competence and other key competences such as the sociocultural. The purpose of this study is to determine, through a survey, how SFL teachers in Sweden teach phraseology and its sociocultural component and what are the challenges SFL teachers in Sweden face when introducing idiomatic language in the classroom. Firstly, the results of this study indicate that there is a non-specific and heterogeneous methodology and that teachers are not fully aware of the importance of phraseology. Secondly, there are a series of challenges that teachers must face, mainly the lack of reference material for teaching phraseology and the lack of didactic material and didactic proposals for students. Additionally, the treatment given to phraseology both in didactic material and in curricula is also problematic. Other pitfalls that the teacher faces are lack of knowledge on the subject, confusing terminology or lack of time when planning their teaching. Therefore, the status of phraseology in the SFL class in Sweden is quite precarious. To begin with, the curricula need to resolve the terminological chaos and provide clear guidelines about which units are appropriate for each level. In the case of the Swedish curriculum there is also an additional pitfall, phraseology is mentioned very briefly and in a very imprecise way. Moreover, it is necessary for teachers to have manuals, dictionaries and specific material and didactic proposals suitable for students. In this way, phraseology will stop being an unknown subject and the importance of its teaching and learning for the acquisition of the target language will be understood. Keywords Phraseology, sociocultural competence, SFL in Sweden, phraseodidactics Resumen La importancia de enseñar fraseología en la clase de ELE es algo que se ha señalado en los últimos años dada su importancia para la adquisición de la competencia comunicativa y de otras competencias claves como la sociocultural. El propósito de este estudio es determinar, mediante una encuesta, cómo enseñan los profesores de ELE en Suecia la fraseología y su componente sociocultural y cuáles son los retos a los que se enfrentan los profesores de ELE en Suecia a la hora de introducir el lenguaje idiomático en el aula. En primer lugar, los resultados de este estudio indican que existe una metodología inespecífica y heterogénea y que los docentes no son totalmente conscientes de la importancia de la fraseología. En segundo lugar, existen una serie de retos a los que los docentes se deben enfrentar, fundamentalmente, la falta de material de consulta para la enseñanza de la fraseología y la falta de material didáctico y propuestas didácticas para los alumnos. Adicionalmente, el tratamiento que se le da a la fraseología tanto en el material didáctico como en los currículos es problemático. Otros escollos a los que se enfrenta el docente son el desconocimiento del tema, la terminología confusa o la falta de tiempo a la hora de planificar su enseñanza. Por lo tanto, el estatus de la fraseología en la clase de ELE en Suecia es bastante precario. Para empezar, es necesario que los currículos resuelvan el caos terminológico y aporten directrices claras acerca de qué unidades son adecuadas para cada nivel. En el caso del currículo sueco existe además un escollo adicional, la fraseología es mencionada de pasada y de forma muy imprecisa. Además, es necesario que los docentes dispongan de manuales, diccionarios y material específico y propuestas didácticas adecuadas para los alumnos. De este modo, la fraseología dejará de ser un tema desconocido y se comprenderá la importancia de su enseñanza y aprendizaje para la adquisición de la lengua meta. Palabras clave Fraseología, competencia sociocultural, ELE en Suecia, fraseodidáctica Agradecimientos A mi familia y amigos por creer en mí y empujarme a seguir. A mi tutora de tesina Alejandra Donoso, por sus buenos consejos y sugerencias para la realización de este trabajo y a Eva Milding, por su apoyo incondicional durante estos años. Contenido 1 Introducción ...................................................................................................... 1 1.1 Objetivo y preguntas de investigación ....................................................... 1 2 Marco teórico .................................................................................................... 2 2.1 Fraseología y fraseodidáctica ..................................................................... 2 2.2 Estado de la cuestión .................................................................................. 6 2.2.1 Razones por las que enseñar fraseología en la clase de ELE ............. 6 2.2.2 La fraseología y la competencia sociocultural ................................... 8 2.2.3 Didáctica y problemática de la fraseología ........................................ 9 3 El tratamiento de la fraseología en los currículos ....................................... 16 3.1 El Marco Común Europeo de Referencia ................................................. 16 3.2 El Plan Curricular del Instituto Cervantes ................................................ 18 3.3 El Plan de Estudios para las Lenguas Modernas y los Planes de Estudios de Nivel Universitario .......................................................................................... 20 4 La competencia sociocultural en los currículos ........................................... 22 5 El estudio ......................................................................................................... 23 5.1 Metodología ............................................................................................. 24 5.1.1 Método y aspectos metodológicos ................................................... 24 5.1.2 Aspectos éticos ................................................................................. 26 5.2 Resultados ................................................................................................ 26 5.2.1 Pregunta de investigación número 1: ¿Cómo enseñan la fraseología y su componente sociocultural los profesores de ELE en Suecia? ...................... 26 5.2.2 Pregunta de investigación número 2: ¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan los profesores de ELE en Suecia a la hora de introducir el lenguaje idiomático en el aula? ....................................................................................... 35 5.3 Análisis y discusión .................................................................................. 39 5.3.1 Análisis ............................................................................................. 39 5.3.2 Discusión .......................................................................................... 47 6 Conclusiones y consideraciones finales ........................................................ 48 7 Referencias ...................................................................................................... 50 Apéndices Apéndice 1: Clasificación de las UFS...................................................................56 Apéndice 2: Modelo Metodológico del Heptágono..............................................56 Apéndice 3: “Asociación mental” de Detry..........................................................57 Apéndice 4: Tabla 1..............................................................................................57Apéndice 5: Tabla 2..............................................................................................58 Apéndice 6: Cuestionario......................................................................................59 1 (68) 1 Introducción Sin lugar a dudas, la fraseología constituye uno de los aspectos más complejos, pero a la vez más interesantes en el aprendizaje de una lengua, dado el carácter universal de esta. Actualmente se reconoce que la competencia fraseológica es fundamental para la adquisición de una óptima competencia comunicativa y de ello dan cuenta Ramos y Serradilla (2000) en una anécdota de un estudiante estadounidense en Madrid. Este estudiante, en posesión de un máster de español y con conocimientos suficientes de la lengua, se encontró con que lo que había aprendido no reflejaba en absoluto la forma de hablar de la gente. Sin ir más lejos, al subirse a un taxi e indicarle al taxista la dirección a la que quería ir, la contestación de este le dejó perplejo: “Está en el quinto pino y no hay tu tía que dé con ella” (p. 10). Este ejemplo no es en absoluto exagerado, es una consecuencia de lo que Castillo Carballo menciona como una comunicación basada en “patrones lingüísticos rutinariamente aprendidos, alejados del conocimiento fraseológico que refleja la idiosincrasia de la lengua meta” (2002, p. 210). Hay que dejar atrás, como afirma la investigadora, ese concepto obsoleto de que “con el dominio de la Fonología, la Morfología y la Sintaxis y un correcto conocimiento del léxico se aseguraba un adecuado uso de la lengua” (p. 209). En definitiva, de lo que se trata, es de “considerar a la lengua un instrumento social y cultural” y darle “una mayor importancia al aspecto sociocultural en la enseñanza y en el aprendizaje de una lengua” (Castillo Carballo, 2002, p. 209). La competencia fraseológica está pues íntimamente relacionada con la competencia sociocultural, amén de otras competencias y destrezas, como veremos más adelante. En todo caso, es necesaria para una óptima competencia comunicativa en la lengua meta. Numerosos estudios resaltan la necesidad de enseñar fraseología en la clase de ELE y los currículos también hacen referencia a esta disciplina (Saracho Arnáiz, 2015; Núñez-Román, 2015). Con todo, el estatus de la fraseología en la clase de ELE sigue siendo a día de hoy bastante confuso. 1.1 Objetivo y preguntas de investigación El objetivo del presente estudio es investigar cómo enseñan la fraseología y su componente sociocultural los profesores de ELE en Suecia y cuáles son los retos a los que se enfrentan a la hora de introducir el lenguaje idiomático en la clase de ELE. Para ello hemos planteado las siguientes preguntas de investigación e hipótesis: 1. ¿Cómo enseñan la fraseología y su componente sociocultural los profesores de ELE en Suecia? Hipótesis: Se enseña de manera desigual, los docentes no son totalmente conscientes de la importancia de la fraseología y no hay una metodología específica u homogénea. 2. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan los profesores de ELE en Suecia a la hora de introducir el lenguaje idiomático en el aula? Hipótesis: Desconocimiento del tema por parte del docente, terminología confusa, falta de material didáctico y de consulta, nivel del estudiante e imprecisión en los currículos. 2 (68) Con el fin de responder a las preguntas de investigación y alcanzar el objetivo de este trabajo, se realizó un cuestionario1 mixto, con preguntas abiertas, de elección múltiple y cerradas. En cuanto a la disposición, en el capítulo 1 presentamos la importancia de la fraseología y su componente sociocultural en el aprendizaje de ELE, planteamos el objetivo del trabajo, las preguntas de investigación, las hipótesis y el método. En el capítulo 2 realizamos una breve explicación teórica, para a continuación, explicar las razones por las que enseñar fraseología, la fraseología desde el punto de vista sociocultural y la didáctica y problemática de esta. En el capítulo 3 y 4 nos referimos a la fraseología y a la competencia sociocultural en los currículos. En el capítulo 5 presentamos la metodología, los resultados del estudio y realizamos el análisis y la discusión. Por último, en el capítulo 6, exponemos las conclusiones y consideraciones finales. 2 Marco teórico 2.1 Fraseología y fraseodidáctica El término fraseología es un término de cuño relativamente reciente, que se comenzó a utilizar a mediados de los ochenta del siglo pasado por las investigadoras Carneado Moré y Tristá Pérez para referirse a una nueva disciplina que seguía los pasos de estudios de fraseología previos realizados en Europa2 (Penadés Martínez, 2019a, p. 432). Aunque en un principio se incluyó a la fraseología dentro de la lexicología, Penadés Martínez (2019a) apunta que se la considera “una disciplina independiente aunque con un marcado carácter interdisciplinar por ser un punto de síntesis de otros ámbitos como la morfología, la sintaxis, la lexicología, la semántica, la pragmática, la sociolingüística, la psicolingüística, etc.” (p. 433). El Diccionario de la Real Academia Española3 define la fraseología como “parte de la lingüística que estudia las frases, los refranes, los modismos, los proverbios y otras unidades de sintaxis total o parcialmente fijas” (definición 5). Sin embargo, definir la fraseología no es un asunto fácil y es a menudo objeto de controversia, como explica Corpas Pastor (1996, p. 16). La investigadora indica que el principal problema al que uno se enfrenta al definir la fraseología es “la profusión terminológica y las distintas clasificaciones” (p. 16). En cuanto al término fraseología en sí, hay un consenso general entre los diferentes estudiosos, como aclara Corpas Pastor (1996, p. 10). Por el contrario, la denominación genérica de las combinaciones de palabras es dispar: expresión pluriverbal, expresión fija, unidad fraseológica o fraseologismo4, etc. (p. 17). 1 Ver Apéndice 6. 2 En la antigua URSS. 3 En adelante DRAE. 4 En cursiva, hemos respetado las cursivas empleadas en las fuentes originales. Para denominar las distintas UFs utilizamos la cursiva, siguiendo el modelo de Corpas Pastor (1996). 3 (68) En este trabajo seguimos el modelo de Corpas Pastor (1996) que utiliza el término unidad fraseológica y justifica su elección en el hecho de que es un término “que goza de una gran aceptación en la Europa continental, la antigua URSS y demás países del Este, que son, precisamente, los lugares donde más se ha investigado sobre los sistemas fraseológicos de las lenguas” (p.18-19). La unidad fraseológica5 se define, por tanto, como La unidad léxica formada por dos o más palabras gráficas en su límite inferior, cuyo límite superior se sitúa en el nivel de la oración compuesta. Dicha unidad se caracteriza por su alta frecuencia de uso, y de su coaparición de sus elementos integrantes; por su institucionalización, entendida en términos de fijación y especialización semántica; por su idiomaticidad y variación potenciales; así como por el grado en el cual se dan todos estos aspectos en los distintos tipos (Corpas Pastor, 1996, p. 20). En cuanto a las propiedades de las UFs destacan: frecuencia de uso6 y coaparición, institucionalización7, estabilidad8 (fijación y especialización semántica), idiomaticidad9, variación10 y gradación11. Penadés Martínez (2019a) señala la fijación y la idiomaticidad como dos de las características más importantes de las UFs pero aclara que la fijación12 no es absoluta en todas las UFs, sino relativa y gradual y la idiomaticidad13, tampoco (p. 440). Una vez aclaradas las características de las UFs es necesario presentar una clasificación de estas. La clasificación de las UFs ha sido muy heterogénea a lo largo del tiempo y ha variado en las distintas escuelas europeas. Wojtak y Wojtak(2014), de la escuela alemana, hacen referencia a esta heterogeneidad a la que denominan “jungla terminológica”, lo que da una idea de las distintas posturas existentes (p. 52). No obstante, en este trabajo hemos recurrido al modelo de Corpas 5 En adelante UFs. 6 Los elementos constituyentes aparecen combinados con una frecuencia de aparición conjunta superior a la que cabría de esperar según la frecuencia de aparición individual de cada palabra en la lengua (Corpas Pastor, 1996, p. 20-21). 7 Una repetición diacrónica que desemboca en fijación (Corpas Pastor, 1996, p. 21). 8 Fijación externa e interna. Básicamente la fijación se refiere a la imposibilidad de reorganizar los contenidos (Corpas Pastor, 1996, 23). La especialización semántica se refiere a la lexicalización. Para algunos autores como Gil Jiménez (1988) el término lexicalización es sinónimo de desmotivación, para otros como Bauer (1983) es equivalente a lo que Lyons denomina fossilization (Corpas Pastor, 1996, p. 25). 9 Especialización o lexicalización semántica en su grado más alto. Es necesario resaltar que no todas las UFs son idiomáticas, es una característica potencial, no esencial (Corpas Pastor, 1996, p. 27). 10 Muchas presentan variación léxica, como por ejemplo, todo queda en casa/en familia (Corpas Pastor, 1996, p.28). 11 Las UFs presentan muchas de las características anteriores en diferentes grados (Corpas Pastor, 1996, p. 30). 12 Fijación que no permite alterar el orden de los componentes, el género o número, insertar, suprimir o sustituir algún elemento, como por ejemplo: echar balones fuera/echar balones* o de pe a pa/de pa a pe* (Penadés Martínez, 2019a, p. 439). 13 El sentido no puede establecerse a partir de los significados de sus elementos componentes ni del de su combinación, por ejemplo: echar balones fuera, enfrentarse a una situación comprometida (Penadés Martínez, 2019a, p. 439). 4 (68) Pastor (1996), perteneciente a la escuela española, que divide las UFs en lo que denomina Esferas I, II y III14: Esfera I: Las colocaciones, un término que apareció a mediados de los años cincuenta del siglo pasado y que deriva del término collocation acuñado por Firth15 (1957) (Corpas Pastor, 1996, p. 61). Actualmente se definen las colocaciones como Las unidades fraseológicas formadas por dos unidades léxicas en relación sintáctica, que no constituyen, por sí mismas, actos de habla ni enunciados; y que, debido a su fijación en la norma, presentan restricciones de combinaciones establecidas por el uso, generalmente de base semántica: el colocado autónomo (la base) no sólo determina la elección del colocativo, sino que, además, selecciona en éste una acepción especial, frecuentemente de carácter abstracto o figurativo (Corpas Pastor, 1996, p. 66). Las colocaciones se dividen a su vez en: a) Combinaciones de sustantivo (sujeto) + verbo: correr un rumor, construcciones pronominales impersonales del español: declararse un incendio, etc. b) Verbo + sustantivo (objeto): desempeñar un cargo, conciliar el sueño, etc. c) Adjetivo + sustantivo: importancia capital, error garrafal, éxito fulgurante, etc. d) Sustantivo + preposición + sustantivo: banco de peces, enjambre de abejas, bandada de aves, etc. e) Verbo + adverbio: fracasar estrepitosamente, negar rotundamente, llorar amargamente, etc. f) Adjetivo + adverbio: profundamente dormido, firmemente convencido y estrechamente ligado, etc. (Corpas Pastor, 1996, p. 67-76) Esfera II : Las locuciones, definidas como Unidades fraseológicas del sistema de la lengua con los siguientes rasgos distintivos: fijación interna, unidad de significado y fijación externa pasemática. Estas unidades no constituyen enunciados completos, y, generalmente, funcionan como elementos oracionales (Corpas Pastor, 1996, p. 88). Como Corpas Pastor (1996) explica, estas unidades “presentan muchos puntos de contacto con las combinaciones libres de palabras y otras unidades complejas. Fundamentalmente, este tipo de UFS se diferencia de las combinaciones libres de palabras por su institucionalización, su estabilidad sintáctico-semántica y su función denominativa” (p. 89). Las características principales de las locuciones es que si sustituimos uno de sus elementos por otro, obtenemos una secuencia gramaticalmente posible, pero que ha perdido su cohesión semántica, como por ejemplo, de mírame y no me toques/ de obsérvame y no me toques*. Otra 14 Ver Apéndice 1. 15 De la escuela británica. 5 (68) característica es que si suprimimos algún elemento se pierde el significado, matar dos pájaros de un tiro/matar pájaros de un tiro*. Adicionalmente, no se puede cambiar el orden de los elementos, dar gato por liebre/dar liebre por gato* (Corpas Pastor, 1996, p. 90-91). Las locuciones se dividen a su vez en: a) Locuciones nominales: cero a la izquierda, cortina de humo, lágrimas de cocodrilo, etc. b) Locuciones adjetivas: más suave que la seda, de armas tomar, de andar por casa, etc. c) Locuciones adverbiales: a la vez, con pelos y señales, por lo pronto, al pie de la letra, etc. d) Locuciones verbales: cargársela, dormir como un tronco, costar un ojo de la cara, etc. e) Locuciones prepositivas: con objeto de, en lugar de, en torno a, gracias a, etc. f) Locuciones conjuntivas: tan pronto como, a fin de que, siempre que, puesto que, etc. g) Locuciones clausales: salirle a alguien el tiro por la culata, caérsele a alguien la cara de vergüenza, etc. (Corpas Pastor, 1996, p. 88-110). Esfera III: Se refiere a “enunciados completos en sí mismos, que se caracterizan por constituir actos de habla y por presentar fijación interna (material y de contenido) y externa” (Corpas Pastor, 1996, p. 132). A estos enunciados se les denomina enunciados fraseológicos y se dividen a su vez en paremias16 y fórmulas rutinarias. La diferencia entre ambas unidades es que las paremias son textualmente independientes y poseen significado referencial, mientras que las fórmulas rutinarias vienen determinadas por situaciones y circunstancias concretas y tienen un significado social, discursivo o expresivo (Corpas Pastor, 1996, p. 132-133). Dentro de las paremias distinguimos: a) Refranes (aforismos, sentencias, adagios) que se dividen en: Refranes prototípicos: El gato escaldado, del agua fría huye; Vísteme despacio, que tengo prisa; Lo poco agrada, y lo mucho enfada, etc. Lugares comunes: Solo se vive una vez, Un día es un día, La vida da muchas vueltas, etc. b) Enunciados fraseológicos textuales que se dividen en: Enunciados de valor específico: Ahí le duele, Si te he visto no me acuerdo, Las paredes oyen, etc. Parte de las citas: París bien vale una misa, etc. Eslóganes o consignas: La imaginación al poder, España es diferente, etc. c) Citas: La vida es sueño; Errar es humano, perdonar divino; Pienso, luego existo, etc. Dentro de las fórmulas rutinarias distinguimos: a) Fórmulas de apertura y cierre: ¿Cómo estás?, ¿Qué hay?, A ver, Hasta la vista, Hasta luego, Ha sido un placer, Cuídate mucho, etc. 16 Refranes. 6 (68) b) Fórmulas de transición: A eso iba, Vamos a ver, ¿Me sigues?, Vaya por Dios, etc. c) Fórmulas psico-sociales que se dividen a su vez en: Fórmulas expresivas: Con perdón, Lo siento, Ya lo creo, Desde luego, Con mucho gusto, De ninguna manera, Qué va, Y un jamón, Cuéntaselo a tu abuela/padre/madre, Ni idea, De nada, Que aproveche, Mi más sentido pésame, etc. Fórmulas comisivas: Te doy mi palabra, Cruz y raya, etc. Fórmulas directivas: ¡Al grano!, ¿En qué quedamos?, Corta el rollo, etc. Fórmulas asertivas: Que me aspen si [no], Como lo oyes, Parece mentira, ¡Habrase visto [cosa igual]!, ¡No jodas! etc. Fórmulas rituales: Buenos días, ¿Qué te cuentas?, Hasta mañana, etc. Miscelánea: Más claro, agua; Al agua, patos, etc. (Corpas Pastor, 1996, p. 132-213) Una vez que hemos aclarado el conceptode fraseología, UFS y sus tipos, es necesario prestar atención al concepto de fraseodidáctica. Según González Rey (2012), es en la década de los noventa del siglo pasado cuando se produce “la explosión de los estudios científicos, teóricos y prácticos en el campo de la pre- fraseodidáctica” (p. 70). Pero es en el s. XXI como explica González Rey (2012), cuando se empieza a producir un auge de los estudios fraseológicos, con ejercicios, mayor especialización en el objeto de aprendizaje y elaboración de métodos y unidades didácticas (p. 72-73). La investigadora también señala que es también en este momento cuando empieza a despertar un interés por la didáctica de la fraseología de ELE (p. 73). Como consecuencia de esto, aparece en el año 2001 en España el término fraseodidáctica introducido por Pablo Larreta Zulategui (p. 75). Para González Rey (2012), la fraseodidáctica “consiste, ciertamente, en la didáctica de la fraseología de una lengua, pero también en la didáctica de una lengua a través de su fraseología […] y los fraseodidácticos aquellos fraseólogos y paremiólogos que han adoptado la denominación de fraseodidáctica” (p. 76). En resumidas cuentas, la fraseodidáctica será aquella disciplina que proponga una metodología adecuada para la enseñanza de la fraseología. 2.2 Estado de la cuestión 2.2.1 Razones por las que enseñar fraseología en la clase de ELE La cuestión de por qué se debería enseñar fraseología en la clase de ELE ha sido un tema que se ha discutido mucho en los últimos años. Hoy por hoy, los investigadores están de acuerdo con que la fraseología es muy importante para la adquisición de una óptima competencia comunicativa y por ello merece un lugar indiscutible en la enseñanza de ELE (Detry, 2009; Núñez-Román, 2015). El primer argumento a favor de la enseñanza de la fraseología es, como indica Muñoz-Basols (2016), que el lenguaje idiomático “forma parte de la cotidianidad entre los hablantes de una lengua” (p. 452). Muñoz-Basols (2016) añade además que “todo aprendiente de español como lengua extranjera tiene que enfrentarse tarde o temprano a este aspecto de la lengua […] el aprendiente se verá expuesto inevitablemente a este tipo de lenguaje en diferentes contextos y situaciones comunicativas” (p. 443). En este sentido, Čermák (2007) precisa que “la existencia de las expresiones idiomáticas es mayormente un fenómeno universal17” (p.20). La 17 En el original: “The existence of idioms is most probably universal”. 7 (68) universalidad de la fraseología es crucial, puesto que indica que es un hecho al que no son ajenos los hablantes de cualquier lengua. Otro argumento a favor de la enseñanza de la fraseología es la importancia de esta para la comunicación. Detry (2009) se refiere a “la naturaleza funcional del elemento fraseológico” entendido como un aspecto que “permite al hablante expresarse con claridad, rapidez y economía discursiva […] de ahí que se pueda decir que las EI18 contribuyen a facilitar la interacción social y el intercambio verbal” (p. 28). Sobre este punto también está de acuerdo Núñez Román (2015), que señala que las UFs tienen una importancia capital como conectores textuales (p. 157). La cohesión en la producción escrita es un aspecto fundamental en el aprendizaje de una lengua. Núñez-Román (2015) apunta otra característica de las UFs y es su relevancia para el desarrollo de la producción oral, ya que su conocimiento es necesario para la comprensión, favoreciendo la adquisición de vocabulario (p. 156). Ruiz Gurillo (1998) explica que las UFs en la argumentación “pueden resumir una idea, introducir una opinión, reforzar o mitigar un argumento” (p. 43). Finalmente, Núñez-Román (2015) se refiere al carácter metafórico de las UFs como un estímulo para activar el proceso cognitivo que permite al estudiante desarrollar la competencia léxica y a la vez “ser consciente y partícipe de la manera en la que su mente organiza la realidad” (p. 158). Detry (2009) también alude a la metáfora como un instrumento para que los estudiantes puedan “activar estrategias cognitivas que les permitan no sólo vencer las dificultades de comprensión y de memorización que el lenguaje figurado suele implicar, sino también desarrollar un modo general de aprendizaje más eficiente” (p. 32). Adicionalmente, González Rey (2007) añade el aspecto psico-afectivo y afirma que “el uso correcto de EF [expresiones fijas] requiere no solo un conocimiento compartido de la lengua y la cultura, sino que contribuye también a la creación de una cierta complicidad entre los hablantes19” (citada en Detry, 2009, p. 32). En lo que atañe a las subcompetencias de la competencia comunicativa, la fraseología es, no solo importante para el desarrollo de la competencia léxica (el vocabulario) y de la competencia pragmática (el discurso), como mencionamos anteriormente, sino que tiene mucho que decir en otras competencias. Entre esas otras competencias, Núñez-Román (2015) hace referencia a las competencias “cívicas y sociales” (p. 159). Puig Gutiérrez y Morales Lozano (2012), definen las competencias cívica y sociales como aquellas competencias que “incluyen las personales y las interpersonales y recogen todas las formas de comportamiento que preparan a las personas para participar de una manera eficaz y constructiva en la vida social y profesional” (p. 444). Como ya mencionamos anteriormente, las UFs favorecen la interacción de los estudiantes de una lengua con la cultura de la lengua que están aprendiendo y es en base a esas relaciones por lo que se desarrollan óptimamente estas competencias. Este aspecto social y cultural es sumamente relevante, por lo que en el siguiente apartado comprobaremos cómo funciona el 18 Detry (2009) se refiere a las expresiones idiomáticas. 19 En el original: “En effet, l’emploi correct de EF [expressions figées] requiert non seulement une connaissance partagée de la langue et de la culture, mais il contribue également à la création d’une certaine connivence entre locuteurs”. 8 (68) binomio cultura-fraseología y qué importancia tiene para el aprendizaje del español como lengua extranjera. 2.2.2 La fraseología y la competencia sociocultural Según Piirainen (2007), la mayoría de los estudios de fraseología se han enfocado más hacia la sintaxis y la semántica. Sin embargo, recientemente se le ha concedido la misma importancia al trasfondo cultural de la fraseología y se ha observado que diferentes tipos de fenómenos culturales pueden tener consecuencias lingüísticas. La investigadora afirma que las frases fijas20 tienden a absorber y acumular elementos culturales y que el uso permanente de los sintagmas transmite estos elementos y los incluye en la memoria cultural. Asimismo, también explica que no puede haber una descripción adecuada de frases fijas y la forma en que funcionan en un idioma sin tener en cuenta la cultura, ya que en muchos casos los conceptos de base cultural rigen la inferencia de literal a figurativa21 (p. 217). Luque Durán y Manjón Pozas (2002) mencionan que hay dos tipos de UFs, las que provienen de la observación directa de fenómenos naturales y las que tienen sus raíces en mitos, leyendas, hechos históricos, creencias, ritos, ceremonias, etc. (párr. 29). Para los investigadores, las UFs son vitales en el aprendizaje de una lengua ya que “son el preservador natural de las creencias, tradiciones y símbolos de un pueblo y como tales su estudio resulta tan interesante para el antropólogo y el historiador como para el lingüista” (párr. 42). En la misma línea, Saracho Arnáiz (2015) resalta la importancia de las UFs desde el punto de vista cultural, explicando que “son portadoras de la cultura y las tradiciones de una sociedad” (p. 149). Porgas Verdet (1992) menciona, por ejemplo, el caso de los refranes, cuyo estudio permite conocer “la cultura de un pueblo,sobre todo, aquella parte de la cultura íntimamente ligada al quehacer diario, eso es, la cultura material” (p. 35). Sobre los refranes también reflexiona Sevilla Muñoz (2011) que los considera importantes para “analizar los aspectos culturales, transculturales e interculturales de la lengua en cuestión” (p. 75). Este aspecto intercultural es algo que resalta la investigadora, ya que en su opinión, sirve de utilidad a la hora de “elaborar estudios comparados entre distintas culturas, con el objeto de buscar similitudes o diferencias […] va aumentando el número de quienes emprenden la vía etnolingüística cuando descubren los inestimables datos culturales que aportan las manifestaciones lingüísticas de la sabiduría popular” (p. 75-76). En resumidas cuentas, la fraseología es “un espejo de las costumbres, creencias y tradiciones de una comunidad socio-lingüística dada, refleja su propia visión del mundo” (Szyndler, 2012, p. 235). En palabras de Corpas Pastor (2014), “están fijados en el habla y pertenecen, por tanto, al acervo sociocultural de la comunidad hablante” (p. 277). 20 Piirainen (2007) emplea el término phrasemes que puede ser traducido como frases fijas, una de las múltiples acepciones de las UFs (p. 217). 21 En el original: “Studies in phraseology have so far mostly concentrated on questions about syntax and semantics. It is only more recently that the cultural foundation of phraseology has been duly noticed as playing an at least as important role, and it has been observed that different kinds of cultural phenomena can have linguistic consequences. Phrasemes tend to absorb and accumulate cultural elements; permanent use of the phrasemes hands these elements down and includes them into the cultural memory” (p. 217). 9 (68) En lo que respecta a los aspectos culturales que contiene la fraseología, Zholobova (2015), siguiendo el modelo de Dobrovol’skij y Piirainen, presenta cinco: 1. Aspectos sociales de la cultura 2. Aspectos de la cultura material 3. Fenómenos intertextuales 4. Dominios conceptuales ficticios 5. Símbolos culturales (p. 11-12) Los aspectos sociales de la cultura son para Zholobova (2015) “modelos sociales, tabús, eufemismos, gestos, especificaciones sexistas , etc., es decir, todo lo que tiene que ver con el comportamiento e interacción social” (p. 12). La investigadora añade al primer aspecto “la vida profesional del pueblo y las costumbres populares” que no son mencionadas por Dobrovol’skij y Piirainen (p. 12). Además critica que no se menciona en el primer apartado el componente histórico, por lo que, en su opinión, el primer apartado debería denominarse “aspectos histórico-sociales” (p. 12). El segundo apartado, la cultural material22, comprende para la investigadora “artefactos, ropa, comida, bebida, etc. tradicionales”. Los fenómenos intertextuales se refieren a “las citas23 y las alusiones24 que proceden de la literatura nacional, películas, canciones, publicidad, mitología y literatura clásica, historia”, los dominios conceptuales ficticios25 engloban a “creencias, supersticiones, folklore, religión, etc.” y los símbolos culturales26 son aquellos en los que “el enlace motivacional entre la lectura literal y la figurativa se establece a partir del conocimiento semiótico acerca del símbolo en cuestión” (p. 11-14). Es importante señalar, que como Zholobova (2015) clarifica, las lenguas poseen UFs propias, pero también UFs que han importado de otras lenguas, ya sean calcos, préstamos directos o composiciones léxico-semánticas (p. 15). Por tanto, hay un intercambio fraseológico que confirma que la teoría de que la fraseología es un fenómeno universal no es desacertada. Sin olvidar, que el hecho de que muchas expresiones sean comunes a varias lenguas supone una motivación adicional a la hora de aprender un idioma, por ser algo con lo que el hablante está familiarizado. 2.2.3 Didáctica y problemática de la fraseología La cuestión de cuándo y cómo se han de introducir las UFs es algo que han venido discutiendo en numerosas ocasiones los didácticos de la fraseología. Bueso Fernández y Vázquez Fernández (1998) no son partidarias de introducir este tipo de unidades "a manadas", en listas poco motivadoras y sin fin, y solamente en niveles avanzados” (p. 732). Saracho Arnaiz (2015) es partidaria de la introducción de las UFs desde los niveles iniciales, porque está de acuerdo con otros investigadores que creen que la dificultad de la fraseología no es un motivo para no abordarla, ya que se producirá un aprendizaje de la lengua incompleto (p. 160-161). La investigadora está de acuerdo con Navarro (2004) que explica que “es posible y necesario enseñar un vocabulario que incluya estas combinaciones de modo gradual, desde el nivel inicial, adoptando como criterios fundamentales la frecuencia de uso, la estructura 22 Cortar el bacalao (Zholobova, 2015, p. 13). 23 La alegría de la huerta (Zholobova, 2015, p. 13). 24 Luchar contra los molinos de viento (Zholobova, 2015, p. 13). 25 No tener dos dedos de frente (Zholobova, 2015, p. 13). 26 Por ejemplo el pan simboliza subsistencia, bondad (Zholobova, 2015, p. 14). 10 (68) sintáctica y las capacidades semántica y pragmática” (citado en Saracho Arnáiz, 2015, p. 161). También está de acuerdo con Rodríguez y Bernardo Vila (2011) que son partidarias de que la introducción de la fraseología Se haga en niveles iniciales; al igual que un nativo los adquiere desde su primer contacto con la lengua, en principio como competencia pasiva y más adelante como competencia activa, un aprendiente de una lengua debe estar expuesto a la L2 de modo natural. Además, las unidades fraseológicas introducidas de modo gradual incentivan el desarrollo de las competencias metafórica, irónica y referencial (citadas en Saracho Arnáiz, 2015, p. 161- 162). Si bien los fraseodidácticos coinciden en que la fraseología se debe introducir desde los niveles iniciales, el tipo de UFs adecuadas para cada nivel se presenta más problemático. Saracho Arnáiz (2015) es de la opinión de que los somatismos27 son las unidades más adecuadas para los niveles iniciales (A1, A2), coincidiendo con las opiniones de otros fraseodidácticos. Las razones que esgrime para empezar con los somatismos son: que la idiomaticidad es algo universal, son fácilmente reconocibles, tienen un significado vivo y sintético, acercan al estudiante al hablante nativo, son motivadoras porque suponen un reto y la complejidad no es obstáculo para su aprendizaje si este es gradual y coherente (p. 162-163). En cuanto al resto de UFs, Penadés Martínez (2010) señala que los refranes serían apropiados para un nivel avanzado (C1, C2) ya que “las características rítmicas, morfológicas, sintácticas, léxicas, retóricas y discursivas que tienen se corresponden con conocimientos de gramática, de semántica y de lingüística del texto que no corresponden a alumnos de los primeros niveles” (p. 59). Las locuciones “en conversaciones” serían para el nivel B1 y “las que reproducen el español coloquial en textos” para el nivel B2 (Penadés Martínez, 2010, p. 60). Por último, respecto a las fórmulas rutinarias, Martín Noguerol (2012) cree que deberían ser enseñadas desde los niveles iniciales y justifica su postura en el enfoque léxico de Lewis que indica “la importancia de trabajar los segmentos léxicos desde los primeros niveles para que los estudiantes se acostumbren, ya desde el comienzo de su aprendizaje, a identificar estos chunks28 y a aprenderlos y utilizarlos en contexto” (p. 62). Otro argumento de la idoneidad de estas unidades para los niveles iniciales, según Martín Noguerol (2012), es que el MCER hace referencia al aprendizaje de “frases y expresiones cotidianas de uso frecuente” (p. 63). No obstante, en estudios más recientes como el de Leal Riol (2013) se subraya la necesidad de seleccionar las UFsno solo en base a “criterios de frecuencia, facilidad y productividad de las UF, sino también teniendo en cuenta el nivel de competencia de los alumnos” (p. 166). Estos criterios nos parecen relevantes para asignar determinadas unidades a determinados niveles, las circunstancias motivarán la elección de unas u otras. Además, Leal Riol (2013) explica que es vital distinguir el tipo de texto, oral o escrito y seleccionar “conocimientos lingüísticos y metalingüísticos que faciliten la comprensión y el uso” (p. 167). Por lo tanto, a la hora de decidir con qué UFs el docente va a trabajar en la clase de ELE, se debe tener en cuenta, por una parte, lo que recomiendan los fraseodidácticos y las 27 Son locuciones referidas a partes del cuerpo como, por ejemplo, meter la pata, tocar las narices, etc. 28 Los chunks hacen referencia a grupos de palabras que aparecen siempre juntas. 11 (68) circunstancias particulares de la clase y por otra, las recomendaciones de los currículos. Una vez que hemos tenido en cuenta estas consideraciones, el siguiente paso es cómo vamos a enseñar fraseología. Saracho Arnáiz (2015), indica que el docente debe de tener en cuenta, en primer lugar, las etapas del aprendizaje de la lengua extranjera que son: “comprensión o interpretación, utilización, retención (memoria a corto plazo), fijación (memoria a largo plazo) y reutilización” (p. 173). En la fase de comprensión o interpretación se debe proporcionar al estudiante “input comprensible, con información extralingüística y contextual”; ese input se proporciona a través de “interacción oral, lecturas variadas, audiciones y visionados de actos de habla comprensibles” (p. 173-174). En la fase de utilización de la lengua es cuando Baralo (2001) propone “una serie de actividades de asociación entre unidades léxicas: morfológicas, semánticas, léxicas (incluyendo también de las expresiones idiomáticas), discursivas y pragmáticas” (citado en Saracho Arnáiz, 2015, p. 174). La fase de retención está relacionada con la memorización y las dos últimas fases, de fijación y reutilización, “se tendrán que valorar más tarde (memoria a largo plazo), en sesiones de repaso o de evaluación” (citado en Saracho Arnáiz, 2015, p. 174). Sobre cómo abordar los contenidos léxicos, Saracho Arnáiz (2015), revisa una serie de propuestas de Gómez Molina (2004) y Buzan (1993). Gómez Molina (2004) propone presentar los contenidos léxicos “del significado a la forma (por temas o nociones) y de la forma al significado” y “estímulos visuales (objetos, gestos, imágenes, acciones), sobre todo, en los primeros niveles de aprendizaje, pero también estímulos verbales (definiciones, paráfrasis, contextualizaciones, traducciones)” (p. 175). Buzan (1993) propone “trabajar con los alumnos mapas conceptuales (Mind Mapping) o asociogramas” (citado en Saracho Arnáiz, 2015, p. 175). En este sentido, Saracho Arnáiz (2015) explica que los mapas conceptuales son importantes ya que “son una actividad gráfica que promueve la acción de los dos hemisferios del cerebro, ofrece una visión de conjunto y permite la memorización visual. Además, promueven la planificación y la secuenciación” (p. 175-176). La investigadora ha trabajado con mapas conceptuales con estudiantes de nivel A1 y ha llegado a la conclusión de que son muy motivadores, favorecen la memorización, fomentan la creatividad, favorecen el trabajo cooperativo y permiten acceder a los significados y relaciones entre palabras, siendo una manera de aprendizaje diferente (Saracho Arnáiz, 2019, p. 14). A la hora de diseñar actividades Saracho Arnaiz (2015), recurre al modelo para el aprendizaje del léxico de Gómez Molina (2004) que adapta y denomina Modelo Metodológico del Heptágono (MMH) (ver Apéndice 2). El primer paso, Referentes, tiene como objetivo “activar el mapa conceptual y actualizar los conocimientos previos de los estudiantes” (p. 179-180 ). El segundo paso, Categorización, comprende “asociaciones, agrupando las unidades por nociones (relaciones paradigmáticas) y por funciones gramaticales (relaciones sintagmáticas) por escrito. Para ello se les puede proponer realizar un asociograma […] pero también se pueden proporcionar actividades asociativas por medio de ejercicios de relacionar” (p. 180). El tercer paso, Relaciones semánticas, consiste en input significativo para reconocer las unidades, el significado y el contexto, uso de diccionarios y relaciones de sinonimia, antonimia e hiponimia (p. 180). Saracho Arnáiz (2015) puntualiza que es interesante que los alumnos elaboren sus propios diccionarios para “rectificar, ampliar, repasar y fijar” (p. 180). En el cuarto paso, Fraseogénesis, “se propician actividades que pongan de relieve la estructura de la unidad y su rentabilidad” (p. 12 (68) 180). Aquí la investigadora apunta un detalle indispensable, que tiene que ver con el contenido sociocultural de las UFs: “En el caso de encontrarnos con alguna UF que tenga un origen histórico o basado en alguna tradición, se debe propiciar esa información a los alumnos” (p. 180). Como la mayoría de las UFs, como explicamos en apartados anteriores, tienen que ver con la cultura, costumbres, modos de vida, tradiciones, creencias, supersticiones y hechos históricos, una explicación pertinente es absolutamente necesaria. En el paso quinto, Niveles de uso (registros) es cuando se trabaja con el uso y el contexto, “realizando actividades de contraste entre el uso estándar y el formal” (p. 181). En el paso sexto, Significado Fraseológico, Saracho Arnáiz (2015) se basa en el modelo macrocomponencial de Timofeeva (2008; 2011) que Analiza el significado fraseológico de los SO, sobre todo, el sentido figurado a través del significado composicional de la unidad y […] el significado cualitativo y/o cuantitativo de la unidad, así como la información acerca del sentimiento o actitud del hablante que transmite (p. 181). En el último paso Generalización, se realizarán “tareas de producción de textos escritos y orales en los que apliquen con corrección las unidades trabajadas. Se pondrá especial énfasis en los contextos orales interactivos, ya que una gran parte de las UFS aparecen en este ámbito” (p. 181). Finalmente, la investigadora señala la relevancia del uso de las TIC29 tanto en el aprendizaje como en la enseñanza de las UFs. Entre ellos destaca los EVA30, text glossers o anotadores de texto “que son de gran rentabilidad para aprender léxico, ya que permiten añadir notas a las palabras de un texto”, los diccionarios visuales, “los córpora de lenguas, como el CREA Corpus de Referencia del Español Actual de la RAE […] y los “programas de concordancias31”, repertorios en línea para refranes y fórmulas multilingües, Wordle o Tagxedo para realizar nubes de palabras o HotPotatoes, “para realización de ejercicios interactivos con palabras, imágenes, frases o textos” (p. 189-192). Constantemente aparecen nuevas TIC que podemos utilizar de manera muy eficaz en la enseñanza de la fraseología, ya que poseen un elemento motivador para los alumnos. Otra investigadora de la didáctica de la fraseología es Detry (2009), que señala que una de las estrategias que se pueden utilizar a la hora de enseñar fraseología es el recurso contrastivo con la LM32. Para Detry (2009) el contraste con la LM no se limita solamente a encontrar una traducción sino que también puede servir para memorizar, comparar similitudes, “potenciar una asociación visual entre vocablos que “suenan” igual en las dos lenguas” o “poner de relieve ciertos cambios formales sistemáticos de una lengua a otra” (p. 102). Detry (2009) puntualiza que este enfoque cognitivo tiene muchas ventajas para el estudiante ya que “constituye una estrategia cognitiva muy eficaz para que perciba ciertas metáforas fraseológicas como no totalmente nuevas […] y pueda, consecuentemente, entenderlasy memorizarlas más fácilmente” (p. 102). Existe un fenómeno denominado de 29 Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. 30 Entornos Virtuales de Aprendizaje. 31Saracho Arnáiz (2015) hace referencia a programas del tipo Microconcord pero hay que tener en cuenta que la tecnología avanza a pasos agigantados y cada día hay programas más novedosos por lo que a esa lista se podrían añadir muchos otros nuevos programas. 32 Lengua materna. 13 (68) “asociación mental” que sirve para que “el hablante pueda recuperar o bien el sentido de la EIE a partir de su forma (caso de comprensión [A]) o bien su forma a partir de su significado (caso de producción [B])” (ver Apéndice 3). El sistema de aprendizaje que promueve Detry (2009) es un sistema de aprendizaje activo que permite el desarrollo de estrategias cognitivas, el paso de un aprendizaje pasivo a un aprendizaje activo. Lo que se busca es que el estudiante encuentre la motivación de estas UFs y pueda a través de esos procesos cognitivos entenderlas y memorizarlas (p. 81). Con la idoneidad de comenzar con los somatismos también está de acuerdo Gwiazdowska (2020) que explica que una de las razones para elegir estas unidades es su frecuencia (p. 401). En cuanto a la didáctica de los somatismos, la investigadora sigue el modelo de los cinco pasos de Prado Aragonés (2004): fase de reconocimiento, fase de fijación, fase de exploración, fase de explotación y fase de refuerzo (citado en Gwiazdowska, 2020, p. 403). En la fase de reconocimiento se trabaja con la “manipulación e interiorización de las UF”33, en la fase de fijación, con “las relaciones semánticas o temáticas de las UF34” y en la fase de explotación, “los alumnos aprenden a utilizar las UF aprendidas en contextos de uso adecuados”35. Por último, en la fase de refuerzo, “el alumno trabaja con actividades que fortalecen los conocimientos adquiridos36” (p. 403). Este sistema de los cinco pasos es semejante al Modelo Metodológico del Heptágono (MMH), ya que busca que el alumno reconozca estas unidades, las comprenda y memorice y pueda usarlas a continuación en otros contextos. Con la conveniencia de trabajar con los somatismos también están de acuerdo Peramos Soler et al. (2009), que siguiendo el modelo de Higueras García (2006a), presentan una propuesta didáctica en la que se trabaja con los somatismos (agrupados en campos semánticos), la agrupación de UFS con significados similares, las comparaciones estereotipadas y las combinaciones léxicas (párr. 1-14). Finalmente, Iñesta Mena (2010) propone para la didáctica de las UFs el enfoque plural de Candelier (2008), que sugiere actividades que impliquen variedades lingüísticas y culturales frente a un enfoque singular que solo se centra en una lengua y cultura particular37 (p. 144). En este enfoque se parte de la diferencia y las similitudes entre lenguas y ayuda a conocer tanto similitudes de base cognitiva como diferencias de tipo cultural38 (p. 144-145). Para la realización de actividades 33 Realización de dibujos, dramatizaciones, actividades de tipo lúdico (Gwiazdowska, 2020, p. 403). 34 Ejercicios de búsqueda de las UF sinónimas y de las UFs relacionadas temáticamente/ conceptualmente (Gwiazdowska, 2020, p. 403). 35 Ejercicios de sustitución de una UF por otra con el mismo significado, ejercicios de creación de frases a partir de una UF dada y de elaboración de frases con los significados literales e idiomáticos (Gwiazdowska, 2020, p. 403). 36 Ejercicios de reconstrucción de una UF a partir de la mezcla de varios fraseologismos ya conocidos; ejercicios de localización de errores en la utilización de fraseologismos (Gwiazdowska, 2020, p. 403). 37 En el original: “Este subliña as vantaxes de actividades que impliquen variedades lingüísticas e culturais, fronte a un enfoque singular que só se centraría nunha lingua ou cultura particular” (p. 144). 38 Parafraseado del original: ”Daquela, un enfoque plural aplicado ao ensino das expresións idiomáticas trataría tanto as similitudes como as diferenzas entre linguas […] A comparación entre linguas axudará a descubrir tanto coincidencias, de base cognitiva, coma diferenzas, que probablemente se deban a referentes culturais” (p. 144-145). 14 (68) basadas en este enfoque propone el uso de juegos conocidos adaptados, porque cree que los juegos son puentes entre las culturas39 (p. 145). La investigadora propone diferentes juegos40, esto permite las discusiones en grupo y cada grupo puede explicar sus estrategias para alcanzar el significado41 (p. 146). Un aspecto que nos parece muy significativo es cuando señala que en una clase en la que hay alumnos de diferentes orígenes estos ejercicios pueden ser importantes para una interacción sobre los sentimientos y su forma de expresarlos en diferentes culturas y permite buscar diferencias, similitudes y proponer contextos42 (p. 146). Adicionalmente, propone la realización de tareas de escritura creativa en grupos partiendo de las unidades aprendidas y una tarea final o proyecto, realizando un álbum o un repertorio al estilo del Portfolio europeo de las lenguas (PEL)43 (p. 147). Nos hemos referido a la didáctica de las UFs en la clase de ELE pero no podemos olvidar la problemática que existe en torno a la fraseología. Bueso Fernández y Vázquez Fernández (1998) señalan como uno de los problemas más comunes la variedad terminológica usada para referirse a estos términos y citan, como ejemplo, “expresión fija, giros, dichos, expresiones, modismos, refranes, idiotismos, locuciones, sentencias, proverbios, aforismos, frases hechas, unidades fraseológicas, etc.” (p. 729). Esta profusión terminológica puede ser motivo de confusión tanto para el docente, como para el estudiante. Olimpio de Oliveira Silva (2006) en trabajos posteriores también resalta este caos terminológico y afirma que estos problemas son muy evidentes en muchos textos (p. 141). Penadés Martínez (2019a) explica que, a día de hoy, aunque comúnmente se aceptan los términos unidad fraseológica y fraseologismo, el asunto de la terminología no está resuelto y cita a Burger et al. (2007) que concluyeron que “la uniformidad terminológica internacional solo es posible y deseable en un cierto grado” (p. 435). Penadés Martínez (2019a) también hace referencia a otros términos que se utilizan para referirse a las UFs en su totalidad como “conjunto, material fraseológico, caudal fraseológico, universo fraseológico, sistema o subsistema fraseológico, componente fraseológico y nivel fraseológico” y mientras que acepta la mayoría de estos términos “sistema fraseológico y su derivado subsistema fraseológico, componente fraseológico y nivel fraseológico” le parecen muy problemáticos (p. 435). Esta confusión terminológica no se refiere solo a las UFs en general, sino también a los tipos de UFs, ya que como Saracho Arnáiz (2015) explica, en el caso del refrán44, existe “una terminología variada y bastante confusa” (p. 57). De igual 39 En el original: “pontes entre as culturas” (p.145). 40 Por ejemplo, juegos de cartas en los que se escriben EI en diferentes lenguas y se hacen preguntas del tipo: “¿Sabes cómo se dice “estar muy enfadado en…? (p. 146). 41 En el original: “Distribuír por equipos nun xogo de tarxetas coas mesmas EI en distintas linguas (dar ou non o listado de linguas)[…] Unha vez resolto, compáranse solucións e cada grupo explica a estratexia seguida para descubrir a lingua (p. 146). 42 En el original: “Se houber estudantes de orixes diversas, habería que pedirlles que confeccionasen outra listaxe para os compañeiros, fóra da clase, implicando as familias. Deste xeito, prepárase unha interacción sobre o sentimento e a súa expresión en distintas culturas, buscando diferenzas, semellanzas, propoñendo contextos” (p. 146). 43 En el original: “Escritura creativa (en grupos), partir dos elementos manexados[…] elaboración dalgún “repertorio” ou “álbum” da clase, para recoller as EI traballadas […] seguindo o modelo do Portfolio europeo das linguas (PEL) (p.147). 44 Saracho Arnáiz (2015) explica que en el Diccionario de la Real Academia (2001), los términos “proverbio, paremia, máxima, adagio, aforismo, apotegma, sentencia y refrán” se presentan como sinónimos (p. 47). 15 (68) modo, la terminología de los diccionarios y manuales y de los diferentes autores no es homogénea (p.57-207). Otro problema es el tratamiento que se le dedica a la fraseología en los manuales de ELE, Saracho Arnáiz (2015) en un estudio de manuales para los niveles A1-C2, constató que en los niveles iniciales (A1-A2), la competencia fraseológica no se contempla de manera adecuada en ninguno de ellos, a pesar de que la fraseología hace acto de presencia (p. 201). Saracho Arnáiz (2015) justifica esta carencia en el hecho de que los currículos, tanto el MCER como el PCIC insinúan en su interpretación, que en estos niveles la fraseología no es importante, pero los manuales de este nivel pueden causar confusiones, tanto entre los alumnos como entre los docentes, que quizás carecen de conocimientos fraseológicos (p. 203). En cuanto a los manuales de nivel B1-B2 es donde se aprecian más diferencias. Algunos apenas les prestan atención a determinadas unidades, mientras que otros tratan en mayor o menor medida todos los tipos (p. 205). Por último, los manuales del nivel C1-C2 son los que incluyen la fraseología de manera más adecuada, aunque no se libran de crítica, ya que Saracho Arnáiz (2015) explica que deberían dejar de utilizar términos como frases hechas y expresiones idiomáticas (p. 207). Haddouch (2013) también aprecia en otro estudio sobre manuales este tratamiento dispar y nota, por ejemplo, en lo referente a las colocaciones, “una distribución desequilibrada y poco progresiva entre los niveles de este tipo de UFs” (p. 207). De igual modo, también destaca la confusión terminológica y añade que “la falta de identificación de las UFs con sus rasgos distintivos [..] tampoco favorece al aprendizaje de las mismas (p. 208). Haddouch (2013) también explica que se deja de lado el tema de la cultura y que “a pesar de que las UFs están muy vinculadas a lo cultural, no están tratadas en la sección cultural, a excepción del nivel B2 donde, en una ocasión, aparece un conjunto de refranes” (p. 208). Además de la confusión terminológica, otro aspecto crucial de la didáctica de la fraseología es el referido al material. Fraile Muñoz (2016) destaca que “es necesaria una metodología que investigue recursos didácticos con materiales que ayuden al docente a incorporar en sus clases este ámbito al que hasta ahora no se le ha prestado mucha atención” (p. 206). La investigadora explica que aunque hay un consenso entre los estudiosos acerca de la conveniencia de enseñar la fraseología desde los niveles iniciales, destaca la falta de material que explique qué es adecuado para cada nivel (p. 206). Saracho Arnáiz (2015) también está de acuerdo en que hay una serie de deficiencias con respecto a los materiales didácticos y pone en el foco en “la falta de orientaciones o criterios teóricos y de materiales para la enseñanza, lo que ha influido para que los contenidos fraseológicos se hayan olvidado en los programas o se hayan quedado recluidos a los niveles más elevados” (p. 160). Haddouch (2013) es de la opinión de que un escollo importante para los docentes, es que no disponen de material que les pueda orientar a la hora de enseñar estas unidades y comenta la ausencia de diccionarios bilingües o de repositorios que recojan las unidades estandarizadas (p. 117). Asimismo, critica que se le presta menos atención a las unidades léxicas pluriverbales, esto es, a las UFS (p. 117). La falta de material didáctico de fiar y la escasez de investigaciones empíricas también es una dificultad a la que se enfrentan los docentes (p. 137). La poca fiabilidad de los materiales es algo que ya resaltó Olimpio de Oliveira Silva (2006) ya que según la investigadora La escasez de estudios empíricos sobre este tema lleva a que hayan recibido poca atención en la didáctica de L1 y LE a lo largo de los años, a que se produzcan pocos materiales idóneos para su enseñanza y a que sea 16 (68) imposible averiguar la adecuación de las recientes propuestas didácticas, ya que la mayoría de éstas carecen de base empírica (p. 14). Para Olimpio de Oliveira Silva (2006), los autores de las propuestas didácticas “se mueven por un terreno resbaladizo en el que pueden contar con pocos puntos de apoyo”, más aún, la investigadora considera que muchas propuestas didácticas son más bien sugerencias, que se basan en una “experiencia didáctica aislada” y no son una consecuencia de un estudio empírico (p. 125). La investigadora considera que compartir estas experiencias puede servir para reflexionar pero hay que tener cuidado con “hacer generalizaciones que carecen de base y que pueden difundir ideas poco acertadas sobre el tema de la enseñanza de las UF” (p. 125). El hecho de que en trabajos posteriores se haya resaltado esta misma problemática, indica que todavía a día de hoy existe un vacío en este campo. Dado que hay un problema con los materiales didácticos y los manuales presentan la fraseología de manera muy heterogénea, el aprendizaje de la fraseología se produce entonces de manera descontextualizada. Esto es algo que resalta Olimpio de Oliveira Silva (2006), ya que hay una carencia de ejercicios y de información acerca del uso y del significado de las UFs (p. 72). Sobre este último punto también reflexiona Haddouch (2013) que aprecia en su estudio una “contextualización indebida” (p. 354). En resumidas cuentas, los problemas a los que se enfrentan los docentes y los estudiantes a la hora de aprender la fraseología son por una parte, la heterogeneidad de la terminología y por otra, la falta de materiales didácticos y el tratamiento dispar que se le da en los manuales. Aunque no son estos los únicos problemas referentes a la fraseología, sí son los más relevantes. A continuación cabría preguntarse entonces qué sucede con respecto a los currículos. En el apartado siguiente nos referiremos al tratamiento que se le da a las UFs en los distintos currículos y el tratamiento que se le da a la competencia sociocultural, dada la conexión que existe entre ambas. 3 El tratamiento de la fraseología en los currículos 3.1 El Marco Común Europeo de Referencia El MCER (2001) hace referencia a la fraseología, en primer lugar, en el apartado de la competencia léxica. Dentro de esta competencia menciona las “expresiones hechas” que define como “varias palabras que se utilizan y se aprenden como un todo” (ap. 5.2.1.1). Dentro de estas establece una división entre fórmulas fijas, modismos, estructuras fijas, frases hechas y régimen semántico (ap. 5.2.1.1). Las fórmulas fijas comprenden: exponentes directos de funciones comunicativas45, refranes, proverbios, etc. y arcaísmos residuales46. Los modismos se dividen en: metáforas lexicalizadas semánticamente opacas e intensificadores47, ponderativos o epítetos48. Las estructuras fijas49 son “aprendidas y utilizadas como conjuntos no analizados”. Las frases hechas se componen de: verbos con régimen preposicional50 45 Encantado de conocerle (MCER, 2001, ap. 5.2.1.1.) 46 Válgame Dios (MCER, 2001, ap. 5.2.1.1.) 47 Estiró la pata (MCER, 2001, ap. 5.2.1.1.) 48 Blanco como la nieve (MCER, 2001, ap. 5.2.1.1.) 49 Por favor (MCER, 2001, ap. 5.2.1.1.) 50 Atreverse a (MCER, 2001, ap. 5.2.1.1.) 17 (68) y locuciones prepositivas51. Por último, el régimen semántico52 son “expresiones que se componen de palabras que se usan habitualmente juntas” (ap. 5.2.1.1.1). En lo referente a estas unidades, los modismos aparecen como elementos necesarios para que los estudiantesdesarrollen su vocabulario (ap. 6.4.7.1.). En cuanto a los niveles, para el nivel C2, en la interacción oral se espera que los alumnos manejen “modismos, frases hechas y expresiones coloquiales” (ap. 3.5.). Las frases hechas aparecen para el nivel B2 en los turnos de palabra (ap. 5.2.2.3), en la interacción oral (ap. 5.2.1.1.1) para el nivel C2, en pedir aclaraciones para el nivel A2 (ap. 4.4. 3.3.) y en dominio de la ortografía para el nivel A1 (ap. 5.2.1.6.). Un aspecto que nos llama la atención es que para el nivel A2 (que es un nivel inicial) se preste atención a las frase hechas53 y no se le preste atención a las fórmulas rutinarias que aparecen en gran cantidad en los manuales de nivel inicial e intermedio y son unidades que presentan una alta frecuencia de uso y complicaciones mínimas54. A la fraseología también se hace referencia en la competencia sociolingüística y dentro de esta en los marcadores lingüísticos de relaciones sociales (ap. 5.2.2.1.) y en las expresiones de sabiduría popular55 (ap. 5.2.2.3). También dentro de la competencia pragmática, se hace referencia a la competencia discursiva y dentro de esta a la coherencia y la cohesión, dos aspectos fundamentales que están relacionados con la fraseología, como mencionamos anteriormente (ap. 5.2.3.1). Aunque no se menciona la fraseología específicamente, las UFs funcionan como conectores textuales, por lo que van incluidas en este apartado. Tampoco se nombran ningún tipo de UFs, pero se alude indirectamente a estas en la competencia funcional, en concreto dentro del apartado microfunciones. En este apartado se señalan aspectos tan vitales como el saludo, las presentaciones, las despedidas, emociones, etc. (ap. 5.2.3.2.). En el Volumen Complementario al MCER (2021) la situación es ligeramente diferente. En cuanto a las frases hechas se resalta la conveniencia de enseñarlas ya en el nivel A2 de la conversación y para los niveles Pre-A1 y A1, se hace referencia a las fórmulas rutinarias básicas, de saludo y despedida (p. 87). Asimismo se mencionan las frases hechas en el nivel B2 de los turnos de palabra (p. 101) y en el A2 en pedir aclaraciones (p. 103). En cuanto a los modismos, aparecen para el nivel C1, en estrategias para explicar un concepto nuevo (p. 132). No hay mención alguna a las fórmulas fijas, esto es refranes, proverbios, citas, etc. y tampoco a las colocaciones ni locuciones, que son tan abundantes en español, con lo cual este volumen complementario aporta muy poco. Saracho Arnáiz (2015) es bastante crítica con el tratamiento que se le da a la fraseología en el MCER (2001). La investigadora explica que se introduce la fraseología en los niveles avanzados y aunque los motivos del MCER (2001) son la opacidad de las UFs, cree que las UFs se deberían introducir en niveles iniciales y que lo idóneo es introducir la fraseología de manera gradual (p. 153-154). La investigadora entiende que esta introducción gradual se debe hacer teniendo en 51 Delante de (MCER, 2001, ap. 5.2.1.1.) 52 Cometer un crimen (MCER, 2001, ap. 5.2.1.1.) 53 Locuciones y verbos con régimen preposicional según el MCER. 54 Fórmulas rutinarias son las fórmulas de saludo y despedida que explicamos en apartados anteriores y que suelen ser las primeras UFs que aprenden los estudiantes en los estadios iniciales del aprendizaje de ELE. 55 Aunque sobre estos puntos haremos referencia en el apartado siguiente. 18 (68) cuenta tanto la dificultad de las UFs como la idiomaticidad y la proximidad a la LM (p. 154). Tampoco está de acuerdo con que se preste atención solo a la interacción oral y no a la escrita (p. 154). Saracho Arnáiz (2015) concluye que el MCER (2001) “no toma en consideración las denominaciones precisas de dichas unidades, ni presenta una clasificación coherente de las mismas” (p. 154). Por último, hace una reflexión muy interesante cuando dice que El documento deja libertad para que los profesores decidan qué contenidos fraseológicos se deben incluir y el modo de hacerlo, pero el tipo de unidades […] y las denominaciones de las mismas no son claros, por lo que no pueden ser una ayuda efectiva para los docentes (p. 155). Estamos totalmente de acuerdo con la opinión de Saracho Arnáiz (2015), la terminología nos parece confusa. El hecho de que haya numerosas denominaciones dependiendo de qué currículo se consulte, no ayuda para nada al entendimiento de la fraseología. Que no se le preste atención a las UFs de uso frecuente y complejidad mínima o escasa, también nos parece sorprendente, más aún cuando aparecen en gran cantidad en los manuales56 y son de uso habitual por parte de los hablantes nativos. Nos referimos al caso de las fórmulas rutinarias y también a las colocaciones y locuciones. Entendemos que los refranes, proverbios, citas y eslóganes, por su complejidad, se dejen para los niveles superiores57, pero no entendemos que no se les preste ninguna atención y solo se les mencione de pasada. Este tipo de UFs tienen un gran componente cultural y además son relativamente frecuentes. 3.2 El Plan Curricular del Instituto Cervantes En el PCIC (2006), en el apartado Descripción general del nivel dentro de la Relación de objetivos A1-A2, hay una primera referencia indirecta a las fórmulas rutinarias cuando se menciona que el alumno debe ser capaz de usar las formas de presentación, saludo y despedida para el nivel A1 (párr. 23). Para el nivel B1 y B2, en la Relación de objetivos se mencionan las fórmulas aprendidas, este término nos parece un tanto ambiguo, aunque quizás se refiera a las fórmulas rutinarias (párr. 8- 15). Para el nivel C1-C2 en la Relación de objetivos el alumno debe tener conocimiento de “modismos, frases hechas y expresiones coloquiales” y además se “desenvuelve con textos orales que pueden contener coloquialismos, frases hechas o expresiones idiomáticas” (párr. 24-46). Los alumnos del nivel C2 “se desenvuelven sin problemas en distintos registros y tienen un buen dominio de expresiones idiomáticas y coloquiales” (párr. 28). En el apartado de Gramática para el nivel A2 se hace referencia a las locuciones adverbiales (ap. 8.9.), para el nivel B2 también se mencionan estas unidades en el apartado Focalizadores (ap. 8.6.). Otros tipos de locuciones se mencionan para el nivel B2 en apartados referidos a oraciones subordinadas (ap. 15.1.-15.3.). De igual modo, las locuciones también se mencionan para los niveles C1-C2 en el apartado del Inventario. 56 Haddouch (2013) y Saracho Arnáiz (2015) realizan en sus trabajos análisis de manuales de ELE y las UFs de todos los tipos hacen acto de presencia. Otros trabajos en la misma línea han llegado a las mismas conclusiones. 57 Aunque con matices, porque aparecen en los manuales para los niveles B1 y B2. 19 (68) En el apartado Funciones para el nivel A1-A2, se introducen las fórmulas rutinarias de saludo58, en el nivel B1-B2 aparecen diversas colocaciones59 y fórmulas rutinarias60. Para los niveles C1-C2 aparecen gran cantidad de locuciones61 de todo tipo, colocaciones62, fórmulas rutinarias expresivas63 y de apertura y cierre y UFs del tipo de citas y refranes64. En el apartado de Tácticas y estrategias pragmáticas, para el nivel A1-A2, aparecen nuevamente las fórmulas rutinarias de saludo y lo que denominan fórmulas rituales65, locuciones adverbiales66 y colocaciones67. En este mismo apartado, para el nivel B1-B2 también aparecen locuciones68 (conectores), fórmulas rutinarias69 y colocaciones70. Finalmente, en el nivel C1-C2, aparecen todas las UFs mencionadas anteriormente y algunas UFs del tipo de las citas y los refranes71. Es preciso señalar que con el término modismos se denominan algunas locuciones72 y también se hace referencia a fórmulas fijas y locuciones. Para terminar con el PCIC, nos gustaría mencionar que en el apartado Nociones existenciales, tanto en los nivelesiniciales como en los niveles avanzados hay ejemplos de numerosas colocaciones y locuciones y sobre todo en el nivel avanzado, citas y refranes. El tratamiento que el PCIC le da a la fraseología es notoriamente más extenso que el del MCER, no obstante, como critica Saracho Arnáiz (2015), hay “una falta de denominación clara de las unidades y de una repartición más coherente y completa desde el punto de vista didáctico de las mismas en los diversos niveles” (p. 159). Otro punto que critica y que también hemos observado, es que no hay un criterio adecuado para el tratamiento de las colocaciones73, y en el caso de ciertas locuciones el PCIC no recomienda su memorización, aunque sí el de las fórmulas rutinarias (p. 159-160). Saracho Arnáiz (2015) reconoce el trabajo del PCIC, pero también matiza lo siguiente y es que Hay que deshacer algunas ideas preconcebidas acerca de la didáctica de estas estructuras que se mantienen en el documento, como la de que no se debe enseñar el uso coloquial en los niveles iniciales o que los alumnos no están preparados para entender y aprender expresiones idiomáticas en estos niveles (p. 160). 58 Hola, Buenos días, ¿Qué tal?, Con mucho gusto, etc. 59 Hacer un comentario, etc. 60¡Qué va! ¡En absoluto! 61¿A santo de qué?, Estar de los nervios, no tener ni pies ni cabeza, estar al corriente, tener en la punta de la lengua, me importa un bledo, subirse por las paredes, caer la cara de vergüenza, echar un cable, etc. 62 Hacer un comentario, mantener una conversación, pésimo gusto, etc. 63¡Y que lo digas!, ¡Anda que no!, ¡Bien dicho!, Por caridad, ¿Qué hay? etc. 64 La esperanza es lo último que se pierde; Lo pasado, pasado está, etc. 65 Por favor, etc. 66 Por último, etc. Aunque no aparecen denominadas como tal sino como conectores. 67 Tener un accidente, etc. 68 Por un lado, a pesar de, fuerte como un toro, quedarse de piedra, etc. 69 Que no, etc. 70 No tener idea, etc. 71 Cuando uno menos se lo espera, sucede lo peor, etc. 72 Mover un dedo por alguien, pegar (un) ojo, dejar piedra sobre piedra, valer un pimiento, etc. 73 Aun cuando aparecen en los niveles iniciales. 20 (68) 3.3 El Plan de Estudios para las Lenguas Modernas y los Planes de Estudios de Nivel Universitario En cuanto a los currículos que pertenecen al contexto sueco, el Plan de Estudios para las Lenguas Modernas de Skolverket (2021) en el apartado de Recepción, señala que la enseñanza de la lengua debe tratar “cómo se utilizan las palabras, las expresiones lingüísticas fijas y las frases cotidianas74 en el lenguaje hablado y en los textos en diferentes situaciones75” (p. 3). El término “expresiones lingüísticas fijas” se refiere a las UFs, aunque no precisa cuáles. En este mismo nivel en el apartado Producción e Interacción, se nombra a la fraseología con atención a “fenómenos lingüísticos, incluida la pronunciación, palabras, frases de cortesía y otras expresiones lingüísticas fijas y estructuras gramaticales y ortográficas en la propia producción e interacción de los estudiantes76” (p. 3). En el nivel 2 se alude igualmente a las “expresiones lingüísticas fijas” tanto en la Recepción como en la Producción e Interacción (p. 5). En los niveles 3 y 4 aparecen las “expresiones lingüísticas fijas” en los mismos apartados que los anteriores niveles (p. 8-11). En lo concerniente a las UFs, se mencionan las colocaciones para el nivel 5 en el apartado de Recepción, y la necesidad de saber “cómo se crea la variación y la adaptación a través de la construcción de oraciones, palabras y frases, por ejemplo colocaciones77” (p. 13). Las colocaciones son nombradas también para el nivel 6, en cuanto a la necesidad de saber “cómo se crean la variación y la adaptación a través de […] la elección de palabras, para por ejemplo, variantes regionales y colocaciones, en contextos informales y formales” (p. 16). En el Material de Comentario (2022) aparece varias veces el término “expresiones lingüísticas fijas” para todos los niveles (1- 4) (p. 30-33). En este sentido, no se aporta nada nuevo. Sin embargo, es en este documento donde se menciona por primera vez la palabra fraseología, en concreto en la Seguridad Lingüística, definida como “una capacidad creciente para usar el idioma, vocabulario, fraseología, pronunciación, ortografía y gramática78” (p. 9). Podemos concluir que se hace referencia a la fraseología y que se considera importante su aprendizaje, pero se continúa con la terminología imprecisa. Ciertas UFs no se mencionan en absoluto y tampoco se aclara qué tipo de unidades son adecuadas para cada nivel. Para terminar, nos gustaría aludir a los currículos de nivel universitario. Entendemos que aunque se puedan seguir las indicaciones del MCER, cada universidad da forma a cada uno de sus planes de estudios. Aunque no es objetivo de este trabajo determinar cómo aborda cada una de ellas el tratamiento de la fraseología, hemos revisado los planes de estudio de español de dos universidades para establecer similitudes y diferencias. A continuación comprobaremos los planes de estudio de español de la universidad de Umeå y de la universidad Linneo. Para ello hemos 74 Aquí es probable que se refiera a las fórmulas rutinarias. 75 En el original: “Hur ord, fasta språkliga uttryck och vardagsfraser används i talat språk och texter i olika situationer” (p. 3). 76 En el original: “Språkliga företeelser, däribland uttal, ord, artighetsfraser och andra fasta språkliga uttryck samt grammatiska strukturer och stavning i elevernas egen produktion och interaktion” (p. 3). 77 En el original: “Hur variation och anpassning skapas genom meningsbyggnad, ord och fraser, till exempel kollokationer” (p. 13). 78 En el original: “En växande förmåga att använda språkets vokabulär, fraseologi, uttal, stavning och grammatik” (p. 9). 21 (68) seleccionado algunos cursos de distintos niveles. La universidad de Umeå en el curso A1 dentro de las Habilidades lingüísticas escritas hace referencia a la fraseología promoviendo la práctica de “vocabulario, fraseología, expresiones idiomáticas, sinonimia y estilística79” (párr. 7). En cuanto al nivel B, también se hace referencia a la fraseología, en los apartados Gramática y estructura del texto80 y Destrezas y habilidades. En el curso de nivel C en el apartado Lingüística, sintaxis, idiomaticidad y traducción se hace referencia a la fraseología y se fija como objetivo un “mayor desarrollo de conocimientos y habilidades en sintaxis e idiomaticidad81” (párr. 2). Asimismo se menciona también en el apartado de Destrezas y habilidades (párr. 4). La universidad Linneo, en el curso Español para principiantes (A2-B1)82, no menciona la fraseología específicamente, aunque se supone el aprendizaje de algunas fórmulas rutinarias tales como las fórmulas de cortesía dentro de la Comunicación escrita83 (p. 2). En el curso Español general (B2) tampoco se menciona la fraseología, aunque podemos presuponer que se hará uso de diferentes UFs en la Comunicación oral, dado que se explica que el estudiante es capaz de comunicarse “en diferentes contextos”84 (p. 2). Finalmente, en el curso Español general continuación (C1), tampoco se hace referencia específica a la fraseología, aunque se adivina que la posibilidad de comunicarse “en diferentes contextos85”, tanto en la Producción oral como en la Producción escrita, implica el dominio de ciertas UFs (p.1-3). Como hemos podido observar, el tratamiento de la fraseología en los planes de estudio de estas dos universidades presenta algunas diferencias. Hemos de suponer que si examinásemos otros planes de estudios podríamos encontrar otras diferencias y similitudes. También sería interesante poder comparar más cursos del mismo nivel. Aunque mencionamos previamente que no es objetivo de este trabajo examinar todos los planes de estudio de todas las universidades de Suecia,
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