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Wanke-Gobello. Reproducción en caninos y felinos domésticos. Ed. Inter.- Médica 2006. 
Págs 139-151. 
 
ENFERMEDADES DEL APARATO GENITAL DEL MACHO: TESTICULO, 
EPIDIDIMO, PENE Y PREPUCIO 
 
Dra. Teresa Rigau Mas. Departamento de Medicina y Cirugía Animales. Facultad de 
Veterinaria. Universidad Autónoma de Barcelona. 08193 Bellaterra, España 
 
 
 Toda alteración que afecte al aparato genital puede influir negativamente la 
reproducción al afectar la capacidad de copulación y/o la calidad seminal.. Se comentaran, 
en general, los procesos más frecuentes. 
 
 DIFERENCIACION SEXUAL ANORMAL 
 
 Todo animal fenotípicamente macho con genitales ambiguos o esteril desde el 
nacimiento, debería someterse a un estudio del cariotipo. 
 Los hermafroditas verdaderos son raros en especie canina siendo más frecuente el 
pseudohermafroditismo con la presencia de ovarios o testículos normales y órganos 
sexuales del sexo contrario al de las gónadas. Estos problemas parecen aumentar con la 
consanguinidad (Mialot, 1984). 
 Las anormalidades cromosómicas descritas son 79, XXY y 78, XX/78, XY. Los 
machos 79, XXY presentan pene y prepucios normales, testículos escrotales, pequeños y 
blandos e histológicamente no se observan células germinales. La quimeras 78, XX/78,XY 
pueden presentar ovotestes (Meyer-Wallen y Petterson, 1986; Johnston, 1993). 
 
 PROBLEMAS DEL TESTÍCULO 
 
 Los testículos son responsables de la síntesis y secreción de hormonas esteroideas y 
de la producción y excreción de espermatozoides. Mayoritariamente, están formados por 
el epitelio de los tubos seminíferos, compuesto por las células germinales y las células de 
Sertoli. En el perro, la duración total de la espermatogénesis es de 61,2 días más 11,5 días 
de tránsito epididimario. 
 
 Dentro de las enfermedades reproductivas, los problemas testiculares son los más 
frecuentes. Las patologías pueden ser congénitas o adquiridas y las descritas en el perro 
son: 
- Anorquia/monorquia 
- Testículos ectópicos-Criptorquidia 
- Aplasia-hipoplasia 
- Degeneración testicular 
- Orquitis 
- Tumor testicular 
 
 Otros problemas que pueden afectar indirectamente al testículo son: 
 
- Torsión testicular 
- Hernia inguinal y escrotal 
- Hiperplasia escrotal 
- Eczema escrotal 
 
CRIPTORQUIDIA 
 
 Localización abdominal o inguinal de uno o ambos testículos. Durante las primeras 
semanas de vida los testículos son difíciles de palpar, son pequeños, blandos, móviles y se 
confunden fácilmente con el tejido adiposo que está presente hasta la tercera o cuarta 
semana de edad. 
 Los testículos deberían palparse a las 6-8 semanas, pero debido a un descenso 
tardío y a diferencias raciales, el diagnóstico definitivo de criptorquidia, no debería hacerse 
hasta los 6 meses de vida (Cox, 1986). 
 La falta de descenso escrotal puede deberse a causas hormonales, nutricionales, de 
estrés o anatómicas y es frecuente un origen genético debido a un gen autosómico 
recesivo. La incidencia en perros es alta, es más frecuente en razas puras que en mestizas y 
el riesgo es mayor cuanto más pequeña es la raza. El testículo derecho se ve dos veces más 
afectado que el izquierdo y el 75% son unilaterales. 
 El testículo criptórquido es unas 10 veces más propenso a las neoplasias que el 
escrotal (Hayes y col, 1985). También es más propenso a la torsión, sobretodo en caso de 
neoplasias. El pequeño tamaño de los testículos abdominales se debe a la degeneración 
testicular producida por la alta temperatura corporal. Los testículos criptórquidos son 
estériles. Los perros criptórquidos unilaterales tiene una líbido normal y son fértiles o 
subfértiles. El diagnóstico se realiza por inspección, palpación y ecografía. A la ecografía 
son de menor tamaño, manteniendo su estructura, reconociéndose la rete testis (Fominaya 
y Serrano, 1998). 
En relación al tratamiento y debido al caracter hereditario debe 
recomendarse la castración. Como las neoplasias no suelen presentarse antes de los 
18 meses de edad, puede esperarse hasta después de esta fecha (Allen, 1992). En 
las localizaciones inguinales se han descrito diversos tratamientos (Ganivet, 1992), 
aunque no siempre se obtienen resultados positivos: 
- HCG: 35 UI/kg, vía , s.c., 6 veces, en un intérvalo de 48h. 
- HCG: de 100 a 1000 UI, dos veces por semana, dos semanas y antes de la 
semana 16. 
- GnRH: de 50 a 100 µg/animal, i.v. y a los cuatro días iniciar una serie de 
seis inyecciones i.m. de 25 a 50 µg/animal, cada dos días. 
- Análogo de GnRH (Busferelin ND): 4 µg/animal, i.m. tres veces cada dos 
días y antes de la décima semana. 
 El propietario debe ser informado de los riesgos de neoplasia y torsión y de su 
exclusión como reproductor, pues aunque la criptorquidia puede aparecer de forma 
ocasional y deberse a problemas durante el desarrollo fetal, es difícil descartar la 
implicación genética y hereditaria. 
 
APLASIA/HIPOPLASIA 
 
 Presencia de testículos pequeños e inmaduros después de la pubertad. En esta 
especie existe una fuerte variación de peso y tamaño testicular debido a diferencias raciales 
e individuales. La causa puede ser primaria por problemas anatómicos u hormonales o 
secundaria a un síndrome de Cushing o a degeneración. 
Testículos pequeños sugieren problemas en la espermatogénesis y baja producción 
seminal. 
 
DEGENERACION TESTICULAR 
 
 Se refiere básicamente a la alteración que se produce en la espermatogénesis por 
causas internas y/o externas. Calor, frío, productos químicos, hormonales, antiparasitarios, 
antibióticos, glucocorticoides, pesticidas, herbicidas, radiaciones, tumores, degeneración 
hialina vascular en perros viejos, etc. pueden provocar infertilidad o subfertilidad e incluso 
esterilidad según el tiempo de exposición y grado de afectación de los tubos seminíferos. 
 El aumento de la temperatura testicular es la causa de la degeneración observada 
en la criptorquídia, orquitis, dermatitis escrotales, lesiones de la piel, traumatismos, 
hematomas de escroto, hernias y enfermedades sistémicas. Como acontece en otras 
especies, animales de pelo largo y alojados en áreas muy cálidas y húmedas podrían sufrir 
problemas de degeneración. La degeneración y atrofia senil es frecuente en perros de más 
de 10 años y gatos de más de 12 (Roberts, 1986). Enfermedades crónicas asociadas con 
inanición y debilidad y la tiroiditis linfocítica del perro cursan con degeneración testicular 
(Soderberg, 1986). Los compuestos con antimonio, inyectados contra los parásitos, 
cardíacos han causado infertilidad temporal en perros. Las células en fase de meiosis son 
las primeras en verse afectadas, alterándose también los espermartocitos y las células 
redondas que se desprenden de las células de Sertoli. Las espermatogonias son las menos 
afectadas pero si se alteran las células de Sertoli y se producen cambios bioquímicos en los 
fluidos, acaban por alterarse, siendo el proceso irreversible. 
 En general, el primer síntoma se observa en las hembras cubiertas al disminuir el 
número de gestaciones. La libido no suele verse afectada excepto en casos de inflamación 
o problemas sistémicos. A la inspección y palpación, el tamaño suele ser menor de lo 
normal y la consistencia más o menos blanda según sea la degeneración leve, moderada o 
severa (Roberts,1986). En orquitis crónicas pueden volverse fibrosos y duros. El uso 
diagnóstico de la aspiración o la biopsia puede provocar orquitis, granuloma y hemorragia. 
 A nivel de eyaculado, las alteraciones empiezan a observarse a partir de unos 15 
días, periodo de tránsito epididimario. La producción espermática se reduce indicando una 
severa oligoespermia o azoospermia. La motilidad disminuye y aumentan las anomalías de 
origen testicular: cabezas con formaciones redondas abombadas en la zona medial o 
caudo-ventral. Colas con engrosamiento del segmento principal, colas enrolladas, flagelos 
rígidos, colas truncadas, gotas citoplásmicas en diferentes zonas de migración y dobles o 
triples flagelos y células germinalesinmaduras. 
El pronóstico es variable dependiendo de la causa, la duración, el grado de 
degeneración y la edad. Aunque la degeneración puede producirse en pocas horas, días o 
semanas, la recuperación es muy lenta y requiere de 3 a 6 meses o más en casos 
moderados o graves (Roberts,1986) 
El tratamiento consiste en eliminar la causa, reposo sexual en degeneraciones 
severas y reducir las montas en los otros casos. La vitamina A es importante para las 
células de Sertoli por lo que se recomiendan raciones balanceadas ricas en vitamina A. Las 
hormonas gonadotróficas y esteroideas no suelen dar resultados favorables. 
 
 ORQUITIS 
 
Inflamación testicular de origen traumático o infeccioso. Puede ir acompañada de 
epididimitis o de vaginalitis, inflamación de las bolsas. Puntapies y mordiscos son los 
traumatismos más frecuentes. Brucella canis provoca orquitis y epididimitis agudas, 
hinchazón escrotal, dermatitis, fibrosis, atrofia y esterilidad (Roberts, 1986). En esta 
especies es poco probable una infección ascendente del tracto genital. 
 En fase aguda, se produce un aumento de tamaño y dolor a la palpación o al 
caminar, acompañado de fiebre y abatimiento. En la fase crónica, los testículos pueden ser 
normales o anormales de tamaño y consistencia. Las capas de la túnica vaginal se adhieren 
y se reduce la movilidad testicular. En el eyaculado se observa, en general, oligospermia, 
muchas células inflamatorias y espermatozoides anormales (gotas citoplásmicas 
proximales y colas alteradas). En procesos unilaterales, el testículo no afectado puede 
sufrir una degeneración debido a la hipertermia local (Mialot, 1984). 
 El diagnóstico se basa en los síntomas locales, en el análisis de semen y 
bacteriológico. Los microorganismos presentes pueden formar parte de la flora natural o 
ser contaminantes, por lo que la interpretación debe hacerse con precaución. El tipo y 
cantidad de colonización depende de la edad, de estado sanitario general y actividad 
sexual. 
 El tratamiento, en fase aguda, consiste en la aplicación antibióticos parenterales de 
amplio espectro durante un mínimo de 15 días, antiinflamatorios y compresas frías o hielo 
hasta la disminución de los síntomas. La respuesta a los antibióticos no siempre es la 
esperada debido a una inadecuada selección, limitada penetración o alteración funcional 
irreversible. El reposo sexual debe ser absoluto. En caso de orquitis unilateral grave o 
incurable puede ser beneficiosa la eliminación del testículo afectado o hemicastración. 
 
 TUMORES TESTICULARES 
 
Representan el 75% de los tumores caninos y son el segundo en importancia 
después del tumor de piel. En su mayoría son benignos y los más frecuentes son el tumor 
de las células de Sertoli (sertoliomas), el tumor de las células de Leydig y seminomas que 
se presentan en igual frecuencia e incluso pueden aparecer combinados. 
Aunque hay algunas razas más afectadas, no existe una predisposición racial clara 
y afecta más a los testículos criptórquidos. Afecta a animales de unos 10 años o más, pero 
en criptorquidos, se ha observado a los 3-5 años de edad. 
 Los tumores de las células de Sertoli son de crecimiento lento, benignos y 
unilaterales. En general, son secretores de estrógenos y pueden producir feminización con 
alteraciones cutáneas, cambios de temperamento y de los genitales; problemas prostáticos, 
aplasia de la médula ósea y en casos muy graves, mielotoxicosis y aumenta el riesgo de 
torsión (Chakraborty, 1993; Buracco, 2002). Estos tumores cursan con un aumento 
escrotal o inguinal y abdominal en tumores muy grandes. 
 Los seminomas pueden provocar hiperestrogenismo pero en menor grado que el 
sertolioma. Su aspecto es de mayor malignidad pero el nivel de metástasis es bajo (5-10%). 
Suele presentarse en nódulos simples o múltiples y en general no palpables y solo se 
diagnostican por ecografia (Buracco, 2002). 
 Los tumores de las células intersticiales se detectan solo de forma ocasional, tienen 
de 1 a 2 cm y están rodeados de tejido testicular normal. No suelen metastizar ni producen 
feminización. Se ha observado, la aparición de adenomas de las glándulas perianales, 
hernias perianales y problemas prostáticos, alteraciones que podrían estar relacionadas con 
un aumento de la producción de testosterona (Susaneck y Withrow, 1986). 
 La castración es el primer tratamiento de elección y en hiperestrogenismo grave es 
necesario un tratamiento de soporte. También se han descrito el uso de quimioterápicos 
(Susaneck y Withrow, 1986). 
 
 PROBLEMAS DE LAS BOLSAS TESTICULARES 
 
 El eczema de las bolsas testiculares es relativamente frecuente en el perro. La fina 
piel del escroto y su posición, los hace muy vulnerables a la acción de determinadas 
substancias y una infección bacteriana complica a menudo la afección. La lesión local o 
difusa provoca el engrosamiento, infiltación y depilación de la zona. El prurito incita al 
animal a lamerse o morderse, situación que agrava el problema. 
 El aumento de la temperatura puede provocar degeneración testicular. Se 
recomienda la aplicación local de un antiséptico y desinfectante y de un collar Isabelino. 
 La hiperplasia escrotal o elefantiasis es bastante frecuente en animales viejos y se 
caracteriza por un aumento, a veces considerable, del volumen del escroto. La piel está 
plegada, pigmentada y sin pelo. Se trata de una hiperplasia del epitelio o del tejido 
conjuntivo con una hiperqueratosis, provocada por la irritación crónica de la zona al 
sentarse o tumbarse. Los testículos son normales (Mialot, 1984). 
 
PROBLEMAS DEL EPIDIDIMO 
 
El epidídimo presenta una estructura tubular fácilmente palpable, sobretodo la cola. 
Las enfermedades descritas del epididimo son: 
 - Epididimitis 
 - Obstrucción y espermiostasis 
 - Tumores 
 - Disfunciones funcionales y hormonales 
 
EPIDIDIMITIS 
 
 La inflamación es la entidad patológica más común. Suele observarse junto a 
orquitis. La parte más afectada suele ser la cola pero también puede afectar al cuerpo y a la 
cabeza del epidídimo. Las causas más comunes son los traumatismo, las lesiones 
dermatológicas escrotales y la infección por Brucella canis. El moquillo puede provocar 
epididimitis cuando afecta a perros adultos (Roberts, 1986). Aunque puede ser 
asintomática, puede cursar con dolor escrotal, nódulos, edema, irritación urinaria, fiebre, 
eyaculado purulento, pérdidas uretrales e infertilidad (Chan y Schlegel, 2002). A la 
palpación puede existir un aumento de tamaño localizado o general, así como mayor 
dureza. La exploración ecográfica permiten observar una disminución de la ecogenicidad 
y un aumento de tamaño (Fominaya y Garcia, 1998). El pronóstico de una epididimitis 
moderada o grave es malo, debido a la obstrucción que se produce y el tratamiento es el 
mismo que el de la orquitis. 
 
OBSTRUCCIÓN DEL EPIDIDIMO 
 
Estenosis total o parcial del conducto por una aplasia segmental de los conductos 
de Wolff o secundaria a inflamación o infección. En el punto de obstrucción se origina un 
espermatocele o un granuloma espermático visible por ecografía como una estructura 
tubular y sinuosa (Fominaya y Garcia, 1998). Para su diagnóstico debe medirse el nivel de 
fosfatasa alcalina del eyaculado (Johnston, 1991). 
 
DISFUNCIONES FUNCIONALES Y HORMONALES 
 
Cambios en el medio ambiente que envuelve a los espermatozoides pueden afectar 
a las funciones que adquiere el espermatozoide en su paso por el epidídimo. Así va afectar 
la motilidad, aumentar la necrospermia, las gotas citoplásmicas y las colas dobladas o 
enrolladas y alterar la capacidad fecundante, según la zona afectada. 
 
 
PROBLEMAS DEL PENE Y EL PREPUCIO 
 
 Los problemas del pene y del prepucio pueden afectar la monta y contaminar el 
eyaculado. Dentro de las patologías descritas se pueden citar: 
 
 Pene: Prepucio: 
- Hipoplasia peneana - Falta de desarrollo 
- Hipospadias y epispadias - Imperforación 
- Fractura del hueso peneano - Fimosis 
- Priaprismo- Parafimosis 
- Postitis - Frenillo persistente 
- Prolapso de la uretra - Balanitis 
- Traumatismos - Traumatismos 
 - Tumor - Tumor 
 
 Los problemas congénitos son poco frecuentes y pueden ser asintomáticos. En la 
hipoplasia, en la fimosis y en la hipospadia, la cual es una localización anormal del meato 
urinario, puede retenerse orina dentro del prepucio y cursar con balanopostitis (Johnston, 
1986; Meyer-Wallen y Petterson, 1986). 
 
PRIAPRISMO 
 
Erecciones frecuentes o estado de erección permanente sin excitación sexual. Se ha 
observado en infecciones genitales o urinarias y en perros con tromboembolia del tejido 
del cuerpo cavernoso de la base del pene. También se ha observado tras la administración 
de anfetaminas y vasodilatadores (Johnston, 1986) y en procesos de compresión venosa en 
hiperplasia prostática o fecalomas (Mialot, 1984). El tratamiento consiste en eliminar la 
causa primaria y en evitar que el pene pueda resecarse y lesionar. 
 
FRACTURA DEL HUESO PENEANO 
 
Se ha descrito sobretodo después de intentar saltar una barrera o en separaciones 
violentas durante el coito. Los síntomas son dolor local, depresión y signos relacionados 
con la mayor o menor afectación de la uretra (disuria, hematuria, oliguria-anuria y 
polaquiuria) y pérdidas sanguinolentas. Debe cateterizarse la uretra y hacerse una 
radiografía. El tratamiento será quirúrgico o no, dependiendo de la afectación de la uretra y 
del desplazamiento óseo (Johnston, 1986). 
 
FIMOSIS 
 
Imposibilidad de exteriorizar el pene, en general relacionada con una abertura 
insuficiente del prepucio. Puede ser congénita o adquirida en caso de edema, adherencias, 
cicatrices o tumores. El tratamiento es quirúrgico mediante el agrandamiento del orificio 
prepucial (Mialot, 1984; Johnston, 1986). 
 
PARAFIMOSIS 
 
Imposibilidad de reintroducción del pene dentro del prepucio tras la erección. La 
causa es una ligera fimosis, estrangulación por un anillo de pelo, fractura del hueso 
peniano, balanopostitis, etc. El orificio prepucial comprime el pene manteniendo la 
erección. La intervención debe ser rápida pues puede lesionarse y provocar la necrosis y la 
obstrucción de la uretra, además el animal se lame provando la aparición de edema. 
El tratamiento depende de la causa pero el pene se debe limpiar, lubricar y 
mantener húmedo. En caso de edema se aplicaran baños hipertónicos. Si es necesario debe 
ampliarse la obertura prepucial o amputar el pene (Christiansen, 1984; Johnston, 1986). 
 
BALANOPOSTITIS 
 
La inflamación de la mucosa peneana y prepucial es el problema más frecuente y 
cursa con pérdidas purulentas más o menos abundantes, lamidos frecuentes (Chistiansen, 
1984) y a veces, excitación sexual (Mialot, 1984). Generalmente se debe a traumatismos, 
presencia de cuerpos extraños, fimosis o neoplasia y se complica con una infección por las 
bacterias de la flora normal de la mucosa (E. coli., estreptococos, estafilococos, Proteus). 
En la infección por herpesvirus se observan petequias y equimosis sin ulceraciones de la 
mucosa peneana (Buergelet, 1996). En los procesos crónicos se pueden observar placas 
necróticas sobre el pene y en algunos casos adherencias y fimosis 
 Se recomienda la administración dentro del prepucio de una solución antiséptica o 
antibiótica y la aplicación de pomadas antibióticas y antiinflamatorias. En casos 
refractarios pueden aplicarse soluciones con un 20% de sulfato de cobre (Christensen, 
1984). 
 
TUMOR VENEREO TRANSMISIBLE 
 
El sarcoma de Sticker, se transmite durante la monta. Aparecen uno o más nódulos 
sobre la mucosa del pene y más raramente sobre la del prepucio, que irritan la zona y 
provocan pérdidas catarrales o sanguinolentas y fimosis en casos graves. En su 
crecimiento, adquieren un aspecto de coliflor. Pueden tener una localización extragenital. 
Deben evitarse las montas y aunque pueden regresar espontáneamente, se 
recomienda en primer lugar el tratamiento quimioterápico con vincristina, 0,025 mg/kg, 
i.v., 1 a la semana y una media de 4 inyecciones. La vincristina no parece afectar la libido 
ni la calidad seminal (Gobello y Corrada, 2002). En segundo término puede usarse la 
extirpación quirúrgica, aunque el acceso es difícil y son frecuentes las recidivas. 
 
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