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1 Carrera 7 # 63-44, Bogotá Colombia // +57 (601) 7440041 // info@jep.gov.co SALA DE RECONOCIMIENTO DE VERDAD, DE RESPONSABILIDAD Y DE DETERMINACIÓN DE LOS HECHOS Y CONDUCTAS LAS AUDIENCIAS DE RECONOCIMIENTO DE LA JEP Oscar Parra Vera1 Sin perjuicio del profundo debate teórico al respecto, una forma de definir la justicia restaurativa es como una apuesta por la resolución de conflictos a través de un proceso integral de justicia que involucra a la comunidad, el ofensor y la víctima. Esta forma de resolver conflictos es diferente a la tradicional (retributiva), y generalmente ocurre a partir de diálogos, acciones e instancias dirigidas a restaurar las relaciones afectadas por el conflicto. Ahora bien, la utilización de la justicia restaurativa para el tratamiento y sanción de los más graves crímenes internacionales cometidos en el conflicto armado colombiano constituye uno de los pasos más novedosos que fueron parte de la negociación que originó el Acuerdo Final de Paz en Colombia. En este sentido, quienes contribuyan con verdad plena y reparación, serán castigados con una sanción restaurativa que propenda por la reintegración política y social, y con una importante participación de las comunidades más afectadas en la definición de esas sanciones. Son más de dos décadas de discusión sobre justicia transicional en Colombia las que llevaron al modelo de la JEP y su referencia a diversas lecciones aprendidas del diseño de justicia transicional impulsado previamente respecto a grupos paramilitares, a través del proceso especial de Justicia y Paz. Entre otras lecciones, cabe resaltar los diversos desafíos asociados a los encuentros que se dieron entre victimarios y víctimas, en muchas ocasiones sin la debida preparación, así como diversos desafíos para la reparación de las atrocidades masivas ocurridas. A continuación, quiero reflexionar sobre algunos de los principales desarrollos sobre 202justicia restaurativa asociados a los pasos que precedieron y acompañaron a las audiencias de reconocimiento llevadas a cabo en 2022. 1 Magistrado de la Sala de Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad y de Determinación de los Hechos y Conductas de la Jurisdicción Especial para la Paz. 2 C a r r e r a 7 # 6 3 - 4 4 , B o g o t á C o l o m b i a + 5 7 ( 6 0 1 ) 7 4 4 0 0 4 1 i n f o @ j e p . g o v . c o 1. Las audiencias fueron un punto de llegada después de la forma como la Sala de Reconocimiento enfrentó desafíos asociados a la participación de las víctimas en macrocasos La Sala de Reconocimiento de la JEP ha impulsado diversos niveles de participación de las víctimas con un enfoque restaurativo. En primer lugar, la Sala recibió informes de instituciones y de la sociedad civil, muchos de los cuales fueron entregados en diligencias donde se escuchó y se hizo visible, públicamente, diversas voces de las víctimas que, en muchas ocasiones, no habían sido escuchadas en la justicia ordinaria. En segundo lugar, se usaron dichos informes como insumos, desde la perspectiva de las víctimas, para la priorización de macrocasos. En tercer lugar, se ha dispuesto que, para participar procesalmente en los macro casos, en algunos casos la acreditación pueda utilizarse como escenario de escucha o también se ha hecho una interpretación amplia de la acreditación para contemplar el territorio como víctima de los crímenes internacionales cometidos. En cuarto lugar, los informes son trasladados a los victimarios para que ellos rindan su versión voluntaria sobre la violencia ocurrida. Ello nos permitió a los magistrados de la JEP indagar cuándo fue la primera vez que el compareciente se involucró con los ejercicios de violencia. Por ejemplo, en casos como el de las ejecuciones extrajudiciales conocidas como falsos positivos, estas entrevistas han permitido entender en qué circunstancias algunos militares que llevaban años de carrera militar, deciden involucrarse en la comisión de asesinatos en el marco del fenómeno. En quinto lugar, la Sala ha recibido, muchas veces en audiencia pública, las consideraciones críticas de las víctimas sobre lo positivo, lo negativo y lo que ha faltado en las versiones voluntarias, y allí se hacen manifestaciones sobre lo que las víctimas consideran que podría mejorarse. Luego de escuchar las diversas voces de los actores que participan en el proceso, en sexto lugar, la Sala emite autos de determinación de hechos y conductas que reúnen los patrones en torno a lo determinado por la Sala, precisan los macro daños y daños colectivos sufridos, y se imputa a los máximos responsables del crimen de sistema respectivo. Lo que hace la Sala es entonces un recorrido paralelo, por una parte, con las víctimas y, en forma paralela pero separada, con los victimarios. Cuando las partes han dado pasos restaurativos, y reconocen las imputaciones señaladas por la Sala y los daños cometidos, en séptimo lugar, la Sala organiza audiencias públicas de reconocimiento 3 Carrera 7 # 63-44, Bogotá Colombia // +57 (601) 7440041 // info@jep.gov.co SALA DE RECONOCIMIENTO DE VERDAD, DE RESPONSABILIDAD Y DE DETERMINACIÓN DE LOS HECHOS Y CONDUCTAS donde se impulsa un diálogo restaurativo, un encuentro dialógico, entre las víctimas y los comparecientes. Finalmente, la Sala emite resoluciones de conclusiones donde hace recomendaciones de proyectos restaurativos, avalados por las víctimas, que pueden involucrarse en las sanciones propias que serán impuestas a los comparecientes. En sus primeros dos años de funcionamiento, la Sala de Reconocimiento abrió siete macro casos que analizan miles de atrocidades relacionadas con patrones de alcance nacional en temas como secuestro (denominado caso 01, 19 años bajo análisis, 9 mil hechos, 3100 víctimas acreditadas, 9 mil miembros de FARC bajo análisis), reclutamiento de niñas y niños (denominado caso 07, 8 mil hechos), ejecuciones extrajudiciales (denominado como caso 03, aproximadamente 6402 hechos en un periodo priorizado de 7 años, 2500 militares procesados, aproximadamente 2500 víctimas acreditadas, más de 1000 procesos judiciales previamente en la justicia ordinaria), y la victimización contra el partido político Unión Patriótica (caso 4). Asimismo, se vienen analizando tres situaciones territoriales concentradas en las dinámicas del conflicto armado en las zonas respectivas, en las cuales se han acreditado más de 200000 víctimas (Tumaco- Ricaurte-Barbacoas -caso 2-, Norte del Cauca y Sur del Valle del Cauca -caso 5-, y Urabá -caso 4-). En 2022 se abrieron cuatro macrocasos más, 2 focalizados en el actor armado específico (casos 8 y 10), uno relacionado con la victimización a pueblos étnicos (caso 9) y otro relacionado con violencia sexual (caso 11). En este artículo no analizo diversos pasos de justicia restaurativa en esos nuevos macrocasos. Para el caso de la SRVR, un desafío especial surge respecto a la participación de las víctimas en el marco de estos macrocasos. ¿Procede la participación de las víctimas en una forma similar a como opera en procesos judiciales por casos individuales en la justicia ordinaria? ¿Qué diferencias podrían regularse? ¿Es una participación similar en todos los macrocasos o podrían justificarse diferencias atendiendo a la incomparabilidad entre macrocasos? Los debates sobre participación en este tipo de macrocasos abarcan diversos escenarios que no solo involucran a las víctimas. También existen desafíos respecto a la participación y voz de las organizaciones que representan legalmente a las víctimas, las y los abogados que defienden a los comparecientes, el punto de vista y voz de los comparecientes, de las comunidades involucradas y afectadas, de 4 C a r r e r a 7 # 6 3 - 4 4 , B o g o t á C o l o m b i a + 5 7 ( 6 0 1 ) 7 4 4 0 0 4 1 i n f o @ j e p . g o v . c o funcionarios, jueces, de los órganos del Sistema Integral, y de la sociedaden general. Cuatro preguntas enmarcan estos debates: quiénes participan?, cómo participan?, cuando participan? y para qué participan? 2. Las primeras audiencias de reconocimiento en 2022 Entre 2021 y 2022, más de 50 militares, entre ellos dos Generales y varios Coroneles, así como 7 antiguos miembros del Secretariado de las Farc, reconocieron su responsabilidad respecto a crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra imputados por la Sala de Reconocimiento. Algunos lo hicieron en audiencias públicas restaurativas, es decir, que se prepararon a partir de encuentros privados con sus víctimas y luego de varios años de trabajo asociado a la determinación del daño sufrido por familias y comunidades. Estos reconocimientos han sido un importante logro de la JEP para impulsar el diálogo público en torno a las atrocidades cometidas el General Paulino Coronado expresó lo siguiente: “Presento mis sentimientos de perdón por el gran dolor causado por los execrables actos cometidos (...), conllevando al deceso de seres inocentes que se presentan como combatientes, dejando profunda desolación entre sus seres queridos, a quienes ofrezco mi absoluta disposición para contribuir en el esclarecimiento de la verdad, como medio reparador",” (JEP, 2021d). Un mayor retirado señaló lo siguiente: “Reconozco mi responsabilidad por contribuir al conflicto armado en vez [sic] de la paz, como me lo mandaba mi cargo público y mi deber como ciudadano. PIDO PERDÓN a cada uno de los ciudadanos víctimas de mi acción, a quienes reconozco como personas dignas y sujetos de derechos vulnerados y me comprometo a repararlos, aportando toda la verdad que conozco sobre estos homicidios” (JEP, 2021d). Tomando como referencia estos reconocimientos de responsabilidad que inicialmente se planteaban por escrito, se inició un proceso de diálogo para preparar las audiencias públicas de reconocimiento. De inmediato surgieron varios desafíos: ¿Cómo debe ser la puesta en escena de esos encuentros para involucrar a la sociedad 5 Carrera 7 # 63-44, Bogotá Colombia // +57 (601) 7440041 // info@jep.gov.co SALA DE RECONOCIMIENTO DE VERDAD, DE RESPONSABILIDAD Y DE DETERMINACIÓN DE LOS HECHOS Y CONDUCTAS en estos encuentros restaurativos? ¿Cómo responder a estas preguntas cuando se trata de miles de hechos agrupados en macrocasos con cientos de antiguos victimarios y miles de víctimas participando en el mismo? ¿Cómo lograr que estas audiencias tengan un sentido de justicia en los territorios específicos? En este punto cabe resaltar que la JEP en sus diversos autos de preparación de las audiencias hizo referencia a los más importantes avances a nivel internacional y comparado, particularmente el reciente informe del Relator de Naciones Unidas sobre Justicia Transicional, informe concentrado en el tema de disculpas públicas. Las audiencias ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos constituyen otro aporte importante en esta materia. La SRVR precisó que el reconocimiento esperado en estas audiencias tenía que ser un reconocimiento fáctico, jurídico y restaurativo. La dimensión fáctica del reconocimiento tiene que ver con los aportes detallados sobre los hechos en los que haya participado. Lo que implica reconocer las características de dicha participación, el rol desempeñado en la organización criminal y la contribución que significó para la realización del plan criminal2. La dimensión jurídica del reconocimiento: se refiere a reconocer la naturaleza no amnistiable de los crímenes cometidos, así como a la aceptación de la modalidad de comisión. Reconocer que los llamados falsos positivos fueron crímenes de lesa humanidad es de especial valor en este punto, porque enfatiza en el carácter sistemático y generalizado de los crímenes. Finalmente, la dimensión restaurativa demanda que, en una perspectiva de justicia transicional, los comparecientes asuman su responsabilidad por la gravedad de las conductas cometidas, se abstengan de justificarlas (diferente es explicar el contexto en el que ocurrieron), reconozcan el daño causado y den cuenta de la voluntad de resarcirlo y no repetir los graves crímenes cometidos. La SRVR impulsó entonces una puesta en escena donde las emociones, los lugares, los símbolos y las narrativas resultan importantes, como lo han sido para el derecho penal internacional, para la justicia transicional, y para la justicia restaurativa3. 2 “Esto trae consigo un aporte de verdad sobre las circunstancias de tiempo, modo y lugar en los que se dio esa participación y de la manera en la que se cometieron los asesinatos y las desapariciones forzadas, de su planeación y de la forma en la que fueron presentados falsamente como resultados operacionales”. 3 Ver los estudios que han analizado los Juicios de Nuremberg o los estudios de Claudia Hilb sobre el juicio a las juntas en Argentina. 6 C a r r e r a 7 # 6 3 - 4 4 , B o g o t á C o l o m b i a + 5 7 ( 6 0 1 ) 7 4 4 0 0 4 1 i n f o @ j e p . g o v . c o Literatura reciente resalta el importante rol de los espacios en la justicia restaurativa. En el texto “Restorative Spaces” los autores David Tait y Munzer Emad discuten cómo darle una forma “restaurativa” a las cortes o espacios de escucha dentro de diferentes sistemas judiciales. Parten de la premisa de que el espacio y su disposición afectan la forma en la que los participantes experimentan el proceso pues proveen mensajes sobre la naturaleza de la justicia y la autoridad del Estado en los procesos que se llevan a cabo (Tait y Emad 2021)4. Así, los espacios hablan acerca de la relación entre el Estado, los jueces y la justicia, sobre la historia Estatal, o sobre el rol e importancia de cada persona en el proceso. Por ello para la SRVR era importante transformar lo adversarial y acondicionar el lugar para un diálogo restaurativo frente a frente. Ello genera que sea importante valorar dónde se van a ubicar las víctimas, cuándo entran las víctimas y cuándo lo hace la magistratura y cuál es el lugar que ocupa la autoridad judicial (dentro de un círculo o fuera del círculo). En suma resulta de especial valor la forma como se concretiza “la terceridad del juez” en este tipo de espacios. Se convierten en especialmente relevantes el lugar del arte y los telares de las víctimas, el lugar donde aparecerán los símbolos de la lucha por la justicia que han impulsado. Cabe resaltar que para organizar las primeras tres audiencias de reconocimiento, participaron varias de las dependencias internas de la JEP durante los meses de preparación: el Departamento de Atención a Víctimas, el Departamento de Enfoques Diferenciales, el Departamento de Gestión territorial, el Sistema Autónomo de Asesoría y Defensa, el Departamento de comunicaciones, la Subdirección Financiera5, la Subdirección de Recursos Físicos en infraestructura (Oficina asesora de Seguridad y protección), la Subdirección de Cooperación Internacional, la Secretaría Judicial y el Grupo de Análisis de la Información (GRAI). 4 Tait y Emad (2021) retoman el trabajo del criminólogo Ervin Goffman sobre la comunicación y los posibles gestos de reconocimiento. Así, Goffman también habla de cómo el comportamiento de los participantes y la forma en la que manejan el espacio es una muestra de cómo perciben y se ven afectados por el mismo. Los autores citan también a la literatura existente acerca de espacios restaurativos de salud y educación, donde se ha probado que la naturaleza, la ausencia de sonido, el arte, los colores y los olores pueden afectar la experiencia de los sujetos que hacen uso de estos procesos. 5 Los costos económicos de estas audiencias, particularmente en territorio, son un aspecto importante a valorar y ponderar en investigaciones futuras, teniendo en cuenta los desafíos de recursos escasos que enfrenta la JEP. 7 Carrera 7 # 63-44, Bogotá Colombia // +57 (601) 7440041 // info@jep.gov.co SALA DERECONOCIMIENTO DE VERDAD, DE RESPONSABILIDAD Y DE DETERMINACIÓN DE LOS HECHOS Y CONDUCTAS A partir de mi experiencia como magistrado que participó en las tres audiencias de 2022, debo decir que siempre existe una sensación de que se necesita más tiempo antes del impulso final de la puesta en escena pública. Nunca va a ser suficiente el tiempo de preparación para estos diálogos en torno a la atrocidad. Por ejemplo, respecto a la audiencia que lideré en Valledupar respecto al reconocimiento de responsabilidad por parte de máximos responsables pertenecientes al Batallón La Popa, se realizaron 26 reuniones preparatorias, 4 de estas con defensores de comparecientes y 22 con representantes judiciales de las víctimas, sus equipos psicosociales y Autoridades del pueblo Kankuamo y Wiwa, 24 sesiones individuales y 4 colectivas con comparecientes, 3 encuentros territoriales con víctimas en la ciudad de Valledupar, 1 encuentro tradicional entre Autoridades étnicas y víctimas del Pueblo Kankuamo, 1 encuentro tradicional entre responsables y autoridades políticas y espirituales en territorio sagrado de Makumake y 1 encuentro privado entre víctimas y responsables. Adicionalmente, se adelantaron 12 encuentros individuales con comparecientes, 1 encuentro entre víctimas y dos de los responsables en la ciudad de Valledupar y dos reuniones con representantes judiciales de víctimas y defensores. Sobre esta audiencia en Valledupar resalto la importancia que tenía para el Pueblo Kankuamo que los comparecientes desarrollaran preparación psicosocial con las autoridades espirituales y políticas en el territorio sagrado Kankuamo (fue elegido Makúmake para estos efectos). Para las autoridades tradicionales era importante desarrollar un proceso de “limpieza espiritual”, teniendo en cuenta la sangre del pueblo y del territorio que se había derramado. Este componente particular de preparación fue importante para que los comparecientes tomaran consciencia sobre los daños específicos a los Pueblos Kankuamo y Wiwa y el significado de lo determinado en el auto 128 respecto al territorio como víctima de los hechos. Esa capacidad y disposición para la escucha y el diálogo de las autoridades étnicas fue fundamental para llevar a cabo los encuentros, para “encuadrar” las expectativas de las víctimas y para advertir la carga emocional que este proceso conlleva. Además, constituyeron un encuadre inicial para el trabajo de los enfoques diferenciales y el impacto desproporcionado de la violencia contra mujeres y contra una niña Wiwa asesinada, Nohemí Pacheco. El análisis de interseccionalidad fue visibilizado en la audiencia. 8 C a r r e r a 7 # 6 3 - 4 4 , B o g o t á C o l o m b i a + 5 7 ( 6 0 1 ) 7 4 4 0 0 4 1 i n f o @ j e p . g o v . c o Para algunos de los comparecientes, escuchar frente a frente la magnitud del daño causado a sus víctimas o a los familiares de las víctimas, transformó totalmente la visión de lo ocurrido. En este sentido, la voz de las víctimas tuvo un rol transformador que abrió la ruta para el reconocimiento. En los procesos judiciales previos (en la jurisdicción ordinaria) los comparecientes no les habían siquiera visto a las víctimas y mucho menos les habían escuchado. Por otra parte, como magistrado que había interrogado en un primer momento de versiones voluntarias a los comparecientes, fue especialmente impactante ver el cambio entre un negacionismo casi total en algunas de las primeras versiones contrastado con reconocimientos jamás manifestados antes y como fruto del impacto del diálogo con las víctimas. Sin perjuicio de los elementos anteriores, existen varios desafíos asociados a la participación de las víctimas que deben seguir siendo valorados y ponderados en audiencias futuras. Por ejemplo, las diversas perspectivas sobre el alcance que deben tener estas audiencias, entre las distintas víctimas y las distintas organizaciones legales que les representan. Incluso dentro de una misma familia existen varias visiones sobre cómo enfrentar este tipo de procesos restaurativos, familiares a favor de participar y familiares en contra. Además, existe un debate sobre los alcances de las concertaciones sobre las actividades preparatorias y los momentos de la puesta en escena de la audiencia. Lo deseable es lograr un importante nivel de diálogo y concertación desde lo metodológico pasando por lo logístico y algunos aspectos de lo estrictamente psicosocial. En las diversas audiencias, y atendiendo a la escala y magnitud de los casos y subcasos, se establecieron diversos criterios para seleccionar las vocerías que participarían en la audiencia. En el marco del caso 01, con más de tres mil víctimas acreditadas, se dejó en manos del GRAI la selección de víctimas especialmente representativas de los patrones que se analizaron en la audiencia. Algunas víctimas presentaron acciones de tutela porque no habían sido seleccionadas para participar en la audiencia o por no sentirse representadas por los patrones que fueron objeto de la puesta en escena pública. Sin embargo, el Tribunal para la Paz respaldó las decisiones tomadas por la Sala de Reconocimiento. En el caso de la audiencia sobre el Batallón La Popa se lograron algunos consensos sobre las víctimas que hablarían. Otro tema que no es menor y que enfrentamos en la audiencia de Valledupar tiene que ver con las diferencias entre las víctimas que participan en todo el proceso previo de preparación de las audiencias y aquellas que llegan en etapas finales del 9 Carrera 7 # 63-44, Bogotá Colombia // +57 (601) 7440041 // info@jep.gov.co SALA DE RECONOCIMIENTO DE VERDAD, DE RESPONSABILIDAD Y DE DETERMINACIÓN DE LOS HECHOS Y CONDUCTAS proceso o incluso en la audiencia misma. En Valledupar nos correspondió empezar diálogos desde cero (es decir, desde un ABC de lo que es la justicia transicional y la JEP) con víctimas que se presentaron al enterarse por las noticias de la audiencia. Las necesidades psicosociales son distintas según este tipo de preparación para entender cada paso en la audiencia. Algunas de las víctimas que llegaron durante la audiencia intervinieron desde el lugar del público, manifestando algunas ideas de inconformidad por algunos de los momentos de reconocimiento. Otro desafío se relaciona con las tensiones entre víctimas y comparecientes en plena audiencia. Algunas de estas tensiones fueron tramitadas previamente en los momentos de preparación privada, razón por la cual en esos momentos previos se presentaron situaciones importantes de choque. En el momento público surgen algunos niveles de distensión, pero otros momentos de distancia, rechazo o rabia se mantienen. De otro lado, existe debate sobre la participación de los representantes legales de las víctimas en estas audiencias restaurativas. Desde ciertos puntos de vista se rechaza esta participación bajo la idea de que el encuentro debe ser entre víctimas y perpetradores con la única intervención de la magistratura en relación con dichos diálogos restaurativos. Sin embargo, en la audiencia de Valledupar se tuvo en cuenta la experiencia previa tenida en Bogotá con la ampliación del reconocimiento efectuado por el General Paulino Coronado, donde intervinieron representantes legales de las víctimas para fortalecer el tipo de diálogo que estaba generándose. A la luz de este avance, en la audiencia de Valledupar intervino una vocera de las organizaciones legales. La doctora Daniela Rodríguez precisó diversas críticas contra algunas narrativas de los comparecientes que diferenciaban entre víctimas. También se criticó el lenguaje utilizado por un compareciente al describir un hecho particularmente atroz. En este punto, cabe resaltar que uno de los desafíos de estas audiencias de justicia restaurativa es que involucran narrativas difíciles de controlar previamente. En efecto, no se trata de espacios “libreteados”, pues tienen una vocación de espontaneidad ysinceridad. Sin perjuicio de ello, y como lo resalté en mi intervención al finalizar la audiencia, seguiremos avanzando en el tipo de intervención desde la magistratura que permita evitar la acción con daño. Asimismo, los diálogos de preparación previa serán fundamentales para identificar si surgen exposiciones de la atrocidad que pudieran no tener necesariamente relación con el derecho a la verdad que buscan las víctimas. 10 C a r r e r a 7 # 6 3 - 4 4 , B o g o t á C o l o m b i a + 5 7 ( 6 0 1 ) 7 4 4 0 0 4 1 i n f o @ j e p . g o v . c o Por todos estos elementos que he mencionado, no sorprende que estas audiencias involucren diversos desafíos de carácter psicosocial. De allí la importancia de la articulación entre equipos psicosociales de la JEP y equipos psicosociales de las organizaciones y de los comparecientes que vienen trabajando con víctimas y comparecientes en forma previa. La JEP no debe desconocer este tipo de trabajos y debe articularlos con la estrategia psicosocial que se impulse desde la institución en algunas de sus dependencias. La Fundación DUNA (en la audiencia de Ocaña) y el Centro Internacional para la Justicia Transicional Fundación (en la audiencia sobre secuestro) jugaron un papel importante de mediación restaurativa y de pedagogía asociada a la puesta en escena individual para personas que estuvieron involucradas con estas atrocidades. En estos reconocimientos el rol del lenguaje fue crucial, el rechazo expreso de los crímenes, sin eufemismos y sin justificaciones de lo ocurrido. Respecto a los desafíos y riesgos emocionales también es importante resaltar que la JEP no busca en estas audiencias imponer a las víctimas un supuesto deber de perdonar a los perpetradores. Esa es una decisión personal en el fuero interno de cada individuo. Tampoco se pretende juzgar la rabia y el dolor que muchas víctimas evocan durante la audiencia. Son sentimientos que también le dicen mucho a la sociedad y que hacen parte de ese diálogo restaurativo por el que se está propendiendo. De allí que también exista una sobrecarga emocional para todos los que interveníamos institucionalmente desde la JEP, razón por la cual es importante trabajar en el cuidado de nosotros mismos, nuestros despachos y equipos. Identificar los desgastes emocionales es un primer paso para enfrentarlos adecuadamente. Finalmente, es importante resaltar que en las audiencias se evidenciaron diversos desafíos de escala de los casos. Mientras que la audiencia sobre secuestro era una discusión en torno a una investigación macro criminal “de arriba hacia abajo”, y se trabajaba en quienes dieron las órdenes, en las audiencias sobre ejecuciones extrajudiciales se viene avanzando “de abajo hacia arriba”, y por ello quienes reconocían eran soldados, suboficiales y oficiales que tenían mando a nivel de Batallón o Brigada. En esta etapa del caso no hemos llegado aún a la valoración de las comandancias de División o del propio Ejército. El impacto de estos dos escenarios de trabajo tiene que ver con lo siguiente: en el primer escenario hay menos manifestaciones puntuales en torno a los hechos directos y ello impacta en las demandas de verdad. En el segundo escenario se manifestaron críticas por parte de 11 Carrera 7 # 63-44, Bogotá Colombia // +57 (601) 7440041 // info@jep.gov.co SALA DE RECONOCIMIENTO DE VERDAD, DE RESPONSABILIDAD Y DE DETERMINACIÓN DE LOS HECHOS Y CONDUCTAS las víctimas respecto a altos mandos que no estaban involucrados en la rendición de cuentas y por ello algunas víctimas consideran que hubo “verdades a medias” o incluso el “posible encubrimiento de superiores”. Otras tensiones en el marco de estos macrocasos se relacionan con los desafíos entre reconocimientos asociados a los patrones y reconocimientos asociados a casos específicos. Frente a algunos de los hechos no fueron determinados máximos responsables que hubieran reconocido y participaran en la audiencia. Nuestra consideración fue la de no excluir este tipo de casos, pues lo que queríamos resaltar era el rol de estos máximos responsables en los patrones de macro criminalidad. Lo que buscábamos siempre fue ayudar a comprender que todos los casos eran representativos de los patrones y el fenómeno. Sin embargo, ciertamente sigue siendo difícil el alto número de expectativas en torno a las circunstancias de modo, tiempo y lugar de los casos individualmente considerados. No es un tema nada menor el desafío de seguridad para víctimas y comparecientes que participan en estos procesos, al ser públicos. En todo momento se han hecho valoraciones sobre riesgos y cada manifestación de preocupación al respecto fue valorada con especial celeridad por el grupo de análisis de riesgo que tiene la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP. Consideración final A partir de todo lo anterior, expongo algunas líneas de balance provisional a la luz de lo ocurrido en las tres audiencias. En primer lugar, desde la magistratura hemos expuesto nuestra independencia e imparcialidad pero sin eludir manifestaciones de empatía y reconocimiento que son cruciales en este tipo de diálogos restaurativos. Hemos asumido los retos de estas audiencias de reconocimiento ante jueces y juezas y sus diferencias con los reconocimientos que se hicieron ante la Comisión de la Verdad. Hemos visibilizado una “Terceridad del Juez en la Audiencia de Reconocimiento”6, de tal manera que la intervención de la magistratura pueda ser restaurativa en el manejo de los momentos de rabia e insatisfacción de las víctimas, 6 Agradezco esta idea en particular a Lina Rondón, consultora del ICTJ. También esta “terceridad” la he ido valorando a la luz de mis diálogos y aprendizajes con Ariel Sánchez, María Andrea Marroquín, Marcela García y Diana Ávila, entre varias funcionarios y funcionarios más de la JEP, de cara a la preparación de la audiencia de Valledupar. 12 C a r r e r a 7 # 6 3 - 4 4 , B o g o t á C o l o m b i a + 5 7 ( 6 0 1 ) 7 4 4 0 0 4 1 i n f o @ j e p . g o v . c o pero también en los momentos de reconocimiento y encuentro. Hemos intentado evitar la revictimización pero también la humillación o destrucción del antiguo victimario. Asimismo, hemos impulsado desde la magistratura formas de devolución a las víctimas que intervienen, es decir, un rol judicial de escucha y también de amplificación de esas voces para que visibilicen a cientos de víctimas que se reflejan en ese dolor y ese daño. Con estas actuaciones hemos intentado revertir la asimetría de poder que se había presentado previamente en procesos judiciales ordinarios. En diversos momentos durante las audiencias reconocimos el coraje y lucha de muchos años por parte de las víctimas. Muchas de las víctimas y sus abogadas – abogados han sido amenazados y han enfrentado diversas agresiones y el peso de la impunidad de estos años. Pero también resaltamos el valor de quienes decidieron reconocer públicamente estas atrocidades, sin ambages ni eufemismos. Ese reconocimiento que hacemos busca debe tener un rol para la reintegración de quienes estuvieron involucrados en estas atrocidades. Estas audiencias han sido entonces un paso importante en esa gradualidad de la Justicia Restaurativa en la JEP. Han impactado en el negacionismo que históricamente ha existido en torno a la sistematicidad de las ejecuciones extrajudiciales y por ello la gran importancia de la difusión mediática que han tenido estos reconocimientos. Constituyen una antesala para los importantes pasos asociados a las sanciones propias del futuro. Las audiencias han sido también un paso decisivo en el compromiso de la JEP con la implementación de los Acuerdos de Paz. Bibliografía Tait, David y Emad, Munzer (2022), “Restorative spaces: how does the organisation of space contribute to the experience of justice?”, The International Journal of Restorative Justice, Issue 1, 2022, pp. 8-17.
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