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TesisE FM 2016 Asociación Rivera

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ 
DEPARTAMENTO DE PSIQUIATRÍA 
 
TESIS 
PARA OBTENER EL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN PSIQUIATRÍA 
 
Asociación entre variables clínicas y frecuencia de hospitalizaciones en 
pacientes con Trastorno Bipolar. 
 
INVESTIGADOR PRINCIPAL 
Dra. Nuria Monserrat Rivera Ramírez 
 
ASESORES 
Dr. Gabriel de Jesús Alejo Galarza 
Dr. Fernando García Mijares  
 
San Luis Potosí, Noviembre 2015. 
 
2 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
ÍNDICE 
PORTADA………………………………………………………………………………………..1 
AGRADECIMIENTOS……………….…………………………………………………………..5 
LISTA DE TABLAS Y FIGURAS….…………………………………………………………....7 
ABREVIATURAS………………………………………………….…………………….......…..8 
RESUMEN……………………………..…………………………………………………….…..9 
 
1. INTRODUCCIÓN 
1.1 Marco de referencia y antecedentes…………………………………..……..…10 
1. 2 Justificación………………………………………………………….……..….….27 
1.3 Objetivos 
1.3..1 Objetivo específico……………………………………………………...27 
1.3..2 Objetivo secundario………………………………………….…………27 
1.4 Hipótesis………………………………………………………………………….…28 
 
2. MATERIAL Y MÉTODOS 
 2.1 Tipo de estudio…………………………………………………..……………..…29 
2.2 Sitio donde se desarrolló el estudio …………………………………….….…..29 
2.3 Universo de estudio………………………………………………………….…....29 
2.4 Criterios de inclusión, exclusión y eliminación 
 2.4.1 Criterios de inclusión…………………………………………....29 
 2.4.2 Criterios de exclusión…………………………………….……...29 
 2.4.3 Criterios de eliminación…………………….………………..….29 
2.5 Variables utilizadas...………………………………………………………….......30 
2.6 Tipo de muestreo………………………………………………………………..33 
2.7 Instrumentos..…………………………………………….……………………..33 
2.8 Consideraciones éticas y de bioseguridad…………………………………..33 
4 
 
2.9 Análisis estadístico y cálculo del tamaño de la muestra.………………….33 
 
 
3. RESULTADOS………………………………………………………….……………...……35 
 
4. DISCUSIÓN…………………………………………………………………...……….…….49 
 
5. CONCLUSIONES…………………………………………………………………………...54 
 
6. BIBLIOGRAFÍA………………………………………..…………………………………….55 
 
7. ANEXOS………………………………………………...………………………………...…63 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
DEDICATORIA 
 
A Silvia Rosa 
 
 
6 
 
AGRADECIMIENTOS 
  
 
A Cindy, Marisol, Carmen y Gabriel. A los pacientes, a mi institución y a mi 
querida universidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
 
 
 
 
7 
 
LISTA DE TABLAS Y FIGURAS 
 
Figura 1. Distribución por sexo 
Figura 2. Estado civil 
Figura 3. Edad acorde a sexo 
Figura 4. Situación laboral 
Figura 5. Nivel de educación 
Figura 6. Polaridad predominante 
Figura 7. Fase inicial 
Figura 8. Factores de estrés 
Figura 9. Promedio de hospitalizaciones a lo largo de la enfermedad 
Figura 10. Promedio de días de internamiento a lo largo de la enfermedad 
Figura 11. Tratamiento actual antipsicótico 
Figura 12. Tratamiento actual modulador 
Tabla 1. Análisis de regresión múltiple 
Tabla 2. Variables incluidas en el modelo 
Tabla 3. Variable dependiente 
Tabla 4. Variables independientes 
Tabla 5. Variables asociadas 
 
. 
8 
 
ABREVIATURAS 
 
 
BNDF: Brain Derived Neurotrophin Factor 
CI: Coeficiente intelectual 
DSM: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales 
EB: Espectro Bipolar 
NT: Neurotrophin 
T: Trastorno 
TB: Trastorno Bipolar 
TCC: Terapia Cognitivo Conductual 
TDM: Trastorno Depresivo Mayor 
TLP: Trastorno Límite de la Personalidad 
DS: Desviación Estándar 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
RESUMEN 
 
El trastorno bipolar es un padecimiento crónico que de no ser tratado 
correctamente produce un deterioro significativo en la vida del paciente. Por ello 
es imprescindible analizar los posibles factores que contribuyan a predecir 
futuras recaídas e internamientos. 
 
Se realizó un estudio retrospectivo. Se solicitaron a archivo la relación de 160 
pacientes con trastorno bipolar ingresados en la clínica psiquiátrica “Dr. Everardo 
Neumann Peña” en el periodo 2012 -2014. Se realizó un análisis de regresión 
múltiple para predecir el riesgo de mayor número de hospitalizaciones. Se 
revisaron un total de 108 expedientes y se incluyeron las variables: sexo, edad de 
inicio, historia familiar de TB, polaridad del episodio índice, presencia de psicosis, 
comorbilidad con consumo de sustancias e intento suicida. 
 
El análisis bivariado mostró una significativa correlación positiva entre el número 
de hospitalizaciones y la polaridad (r= 0. 36, n=108, p= < 0.0005); número de 
hospitalizaciones y días que han permanecido hospitalizados a lo largo de su 
enfermedad ( r= 0.79, n=108, p< 0.0005); número de hospitalizaciones y más de 3 
hospitalizaciones a lo largo de su vida (r=0.59, n=108, p < 0.0005) así como 
número de hospitalizaciones y los años de evolución del padecimiento (r= 0.32, 
n=108, p= 0.001). El análisis de regresión múltiple usando el método enter, resultó 
un modelo significativo (F10, 77 = 21.825, p < 0.0005) con una R cuadrado 
corregida = .705. Las variables significantes fueron más de 3 hospitalizaciones, 
mayor número de días de hospitalizados e intento de suicidio alguna vez en la 
vida. 
 
El utilizar modelos de estadiaje que involucren además de factores clínicos 
aspectos neurocognitivos, de funcionalidad y biomarcadores permitirá clasificar a 
los pacientes según el momento de la enfermedad, individualizar las 
intervenciones y mejorar el pronóstico. 
10 
 
1. INTRODUCCIÓN 
 
1.1 Marco de referencia y antecedentes 
 
Trastorno bipolar: concepto y revisión histórica 
El trastorno bipolar (TB) es una enfermedad crónica, episódica y recurrente que se 
caracteriza por fluctuaciones patológicas del estado de ánimo, en su curso se 
presentan generalmente episodios de manía, hipomanía o mixtos que la mayoría de las 
veces se alternan con fases depresivas. Las personas que padecen TB se ven 
afectadas en distintos grados en su funcionalidad y calidad de vida requiriendo 
durante gran parte de ella un abordaje integral farmacológico y psicosocial. 
La historia del TB inició en la Grecia clásica con Hipócrates quien fue el primero en 
clasificar los trastornos mentales en melancolía, manía y paranoia seguido por Areteo 
de Capadocia que en el siglo 1 D.C reconoció la manía y la melancolía como distintos 
estados psicopatológicos que conformaban una misma entidad. El concepto moderno 
de TB nació en Francia con las publicaciones de Falret (1851) de la “folie circulaire” y 
Kahlbahun y Baillarger (1854) de la “folie a doublé forme” que observaron el carácter 
cíclico de la enfermedad. Posteriormente Emil Kraepelin padre de la psiquiatría 
describió la manía, la melancolía, la depresión recurrentes y las variaciones leves del 
afecto y propuso el nombre de la enfermedad maniaco-depresiva en 1921 como la 
patología de base común y única a todos ellos. 
Respecto al curso de la enfermedad Kraepelin fue el primero en observar que las 
alteraciones se asociaban más a la recurrencia que a la severidad de los episodios 6. 
Entre la década de los 60 y 70 s fue retomado el trastorno y hubo un renacimiento del 
concepto. Leonhard en 1957 observó que algunos pacientes tenían tanto historia de 
depresión como de manía y otros únicamente de depresión, llamándola depresión 
unipolar, conceptos avalados por Angst, Perris y Winokour quienes demostraron de 
manera independiente que había diferencias en el curso y las manifestaciones clínicas 
entre los trastornos unipolares y bipolares 7. 
11 
 
Más tarde Dunner en 1976 diferenció el TB tipo 1 (TB1) que presenta episodios 
maniacos o mixtos del TB tipo 2 (TB2) que se caracteriza por episodios de hipomanía. 
En 1999 Hagop Akiskal delimitó varios tipos de TB y habló del llamado “espectro 
bipolar”(EB)6. Actualmente el concepto de TB aun genera debate ya que algunos 
autores apoyan la idea que no es la polaridad sino la recurrencia del trastorno lo que lo 
caracteriza. 
Nosología 
El TB se caracteriza por cuadros de manía hipomanía y depresión. El manual 
diagnóstico y estadístico en su quinta edición (DSM-5) define lo siguiente8 
Manía 
Un episodio maniaco es un periodo bien definido de estado de ánimo anormal y 
persistentemente elevado, expansivo o irritable así como un incremento en la actividad 
o la energía dirigida a un objetivo, que dura como mínimo una semana y está presente 
la mayor parte del día, casi todos los días (o cualquier duración si necesita 
hospitalización). Durante este periodo están presentes tres o más de los siguientes 
síntomas: aumento de la autoestima o sentimientos de grandeza, disminución en la 
necesidad de dormir, más hablador de lo habitual, fuga de ideas, facilidad de 
distracción, aumento de la actividad dirigida a un objetivo en un grado significativo y 
participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de 
consecuencias dolorosas. 
Las alteraciones son suficientemente graves para causar un deterioro importante en el 
funcionamiento social o laboral, para necesitar hospitalización con el fin de evitar el 
daño a sí mismo o a otros, o porque existen características psicóticas, representan un 
cambio notorio del comportamiento y el episodio no se atribuye a efectos fisiológicos 
de una sustancia. 
Hipomanía 
Es un episodio bien definido de estado de ánimo anormalmente y persistentemente 
elevado, expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la 
12 
 
energía, que dura como mínimo cuatro días consecutivos y está presente la mayor 
parte del día todo el día, casi todos los días. Durante el periodo de alteración del ánimo 
han persistido tres o más de los siguientes síntomas: aumento de la autoestima o 
sentimientos de grandeza, disminución en la necesidad de dormir, más hablador de lo 
habitual, fuga de ideas, facilidad de distracción, aumento de la actividad dirigida a un 
objetivo en un grado significativo y participación excesiva en actividades que tienen 
muchas posibilidades de consecuencias dolorosas. 
El episodio se asocia a un cambio inequívoco del funcionamiento que no es 
característico del individuo, las alteraciones son observables por parte de otras 
personas, es suficientemente grave para causar una alteración importante del 
funcionamiento social o laboral, o necesitar hospitalización. El episodio no se puede 
atribuir a una sustancia. 
Aunque el DSM 5 no hace diferencia clínica entre la manía e hipomanía que no se 
alterna con cuadros depresivos, hay un porcentaje de pacientes (15-20%) que podrían 
presentar este tipo de manía/hipomanía unipolar, de hecho existe evidencia de que la 
manía puede estar presente durante 20 años sin episodios depresivos intercurrentes. 
Se reporta que la manía unipolar es más común en mujeres, tiene características de un 
menor historial familiar, menor recurrencia, una remisión más rápida, mejor pronóstico 
con un mejor ajuste social y laboral, menor comorbilidad con trastornos de ansiedad, 
manifiestan un mayor número de síntomas psicóticos y de grandiosidad, está más 
relacionada al temperamento hipertímico y al parecer hay menor respuesta al litio. 9,10 
Depresión 
La depresión se caracteriza 5 o más de los siguientes síntomas que han estado 
presentes durante dos semanas y representan un cambio en el funcionamiento anterior; 
al menos uno de los síntomas es 1)ánimo deprimido o 2) pérdida de interés o de placer; 
estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, disminución del 
placer, pérdida o aumento del peso por ejemplo modificación del 5% o más del peso 
corporal en un mes, insomnio o hipersomnia, agitación o retraso psicomotor, fatiga, 
sentimientos de inutilidad o de culpabilidad excesiva, disminución en la capacidad para 
pensar o concentrarse, o de tomar decisiones, pensamientos de muerte recurrentes. 
13 
 
Los síntomas causan malestar clínicamente significativo y el episodio no se puede 
atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección médica. El DSM 5 
especifica la gravedad de los episodios depresivos en función al número de síntomas 
pero amplia los límites y permite episodios con duración de 4-13 días o episodios de 2 
semanas con solo dos síntomas depresivos. 
Se reporta que los síntomas depresivos son 3 veces más frecuentes que los síntomas 
maniacos, es decir los pacientes pasan mucho mayor tiempo deprimidos lo que 
representa un peso importante en lo que a discapacidad y costos respecta 11.Por ello se 
ha puesto énfasis en las diferencias existentes entre la depresión bipolar y unipolar, si 
bien el DSM 5 no remarca esta distinción, existen algunas características relevantes 
recolectadas a través de diferentes estudios. 
Por ejemplo; se ha encontrado que la depresión bipolar presenta mayormente 
síntomas atípicos como hiperfagia, hipersomnia, mayor retraso psicomotor, mayor 
características psicóticas y mayor culpa patológica, hay un inicio más temprano, los 
episodios son más cortos y existe historia de TB en la familia y las tasas de suicido, 
intentos e ideación son más prevalentes. En las depresiones unipolares es más común 
el insomnio, disminución en el apetito y pérdida de peso, un nivel normal o aumentado 
de actividad, más quejas somáticas, una edad de inicio mayor, episodios más 
prolongados y no suele haber historial familiar de TB 12. 
Los criterios para el diagnóstico del TB se encuentran recopilados en el DSM 5 que a 
diferencia del DSM lV-TR13 ha tenido algunos cambios. Se enlistan las siguientes 
categorías diagnosticas : TB1, TB2, trastorno ciclotímico, trastorno bipolar y trastorno 
relacionado inducido por sustancias, trastorno bipolar y trastorno relacionado debido 
otra afección médica, otro trastorno bipolar y trastorno relacionado especificado y , 
trastorno bipolar y trastorno relacionado no especificado. 
Reciben el diagnostico de TB 1 los pacientes que presentan episodios de manía y de 
TB2 los que tienen cuadros de hipomanía, ambos alternados con clínica depresiva. 
La ciclotimia se refiere a pacientes que por dos años como mínimo han presentado 
14 
 
numerosos periodos con síntomas hipomaniacos y depresivos que no cumplen con los 
criterios para un episodio de hipomanía y depresión. 
El trastorno bipolar inducido por sustancias y debido a afecciones médicas se 
diagnostica a partir de que existan evidencias dentro de la historia clínica, la 
exploración física o los análisis de laboratorio de que el trastorno es la consecuencia 
fisiopatológica directa de una afección médica o al uso de una sustancia. 
Bajo la clasificación “otro trastorno bipolar y trastorno relacionado especificado” el 
paciente no cumple con todos los criterios para contar con el diagnostico de los 
trastornos anteriormente mencionados, por ejemplo episodios hipomaniacos de corta 
duración, con síntomas insuficientes o que no se acompañan de episodios previos de 
depresión mayor, o bien ciclotimia con una duración menor a la establecida. El 
trastorno bipolar y trastorno relacionado no especificado se refiere a aquellos pacientes 
que tampoco cumplen con todos los criterios de los trastornos antes señalados pero 
el clínico no puede especificar los motivos de incumplimiento de los criterios por 
ejemplo cuando no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más 
específico. 
Las modificaciones más relevantes en la nueva versión son las siguientes; 
desaparece el episodio mixto y se incorpora como especificador de curso; los 
episodios se clasifican según la gravedad y presencia de especificadores como 
ansiedad, características mixtas, los ciclos rápidos, las características melancólicas, 
psicóticas, concatatonia, con inicio en periparto y con patrón estacional; se adiciona 
para el diagnóstico de manía/hipomanía además de la presencia de ánimo expansivo, 
el aumento de energía; se incluye la posibilidad de diagnóstico de TB a aquellos 
pacientes que sin historia previa durante el uso de tratamiento antidepresivo 
desarrollan sintomatología hipomaniaca/maniaca con la suficiente intensidad y duración 
para un diagnóstico y por último se elimina como criterio de exclusión el duelo para un 
episodio depresivo. 
Bajo el epígrafe de “otros trastornos bipolares específicos y trastornos relacionados” se 
permite el diagnóstico a personas que hayan presentado a lo largo de su vida episodios 
15 
 
depresivos o maniacos/hipomaniacos que no cumplan con todas las características de 
estos cuadros, por ejemplo episodios de hipomanía con una duración menor (2 o 3 
días) o sin historial de cuadros depresivos previos o bien, ciclotimia que no cumpla con 
los criterios temporales14. 
Con estos cambios se tiene como objetivo evaluar el amplio continuo del trastorno que 
ha sido infradiagnosticado por los clínicos en sus presentaciones más sutiles y abre por 
ello la posibilidad de diagnosticar sintomatología subumbral. 
Diagnóstico diferencial 
Depresión Unipolar 
El principal diagnóstico diferencial del TB es respecto a la depresión unipolar y es 
complicado sobre todo en las valoraciones iniciales. Hay que tomar en cuenta que el 
paciente con TB acude a los servicios motivado principalmente por la clínica depresiva 
o por presencia de un cuadro maniaco y los síntomas hipomaniacos no son percibidos 
por él como un problema por lo tanto no son reportados ni tampoco indagados a 
profundidad por el psiquiatra dando como resultado una latencia de 5-10 años para un 
diagnóstico y tratamiento acertados 15. 
En sí, un episodio depresivo unipolar es muy similar a un episodio correspondiente al 
TB aunque este tiende más a cursar con síntomas neurovegetativos atípicos como la 
hipersomnia, hiperfagia, astenia y aumento de peso además de asociarse a un mayor 
deterioro cognitivo y social. Las investigaciones apuntan a que una historia familiar de 
TB, edad de inicio más temprana, cuadros estacionales, mayor número de episodios 
previos, estados mixtos, historia de refractariedad al tratamiento antidepresivo, viraje 
con antidepresivos, mayor reactividad emocional e historial de intentos suicidas son 
posibles indicadores de una depresión bipolar16. 
Trastornos psicóticos 
La esquizofrenia, el trastorno delirante y el trastorno esquizoafectivo pueden 
asemejarse en sintomatología al trastorno bipolar, todos ellos pueden tener ideas 
megalomaniacas, trastornos del pensamiento, agitación psicomotriz, irritabilidad o 
16 
 
síntomas catatónicos pero existen diferencias representativas tanto en el curso previo, 
la historia familiar y las características clínicas. En la esquizofrenia la sintomatología 
psicótica es menos estable y en los trastornos bipolares típicamente el contenido 
delirante es congruente con el estado de ánimo. Usualmente en los trastornos 
psicóticos predomina la clínica psicótica y ésta se presenta en ausencia de clínica 
afectiva y si lo hace difícilmente cumple los criterios en número, tiempo y relevancia 
para TB13. 
Trastornos de la personalidad 
La distinción versus la comorbilidad entre TB y los trastornos de personalidad son un 
verdadero reto diagnóstico ya que comparten algunas características como; la 
inestabilidad emocional en el trastorno límite de la personalidad (TLP), la grandiosidad 
común del trastorno narcisista o la ira e impulsividad presentes en el trastorno 
antisocial de la personalidad que puede llegar a catalogarse de manía, 
De todos los trastornos de personalidad el TLP es especialmente el que más incógnitas 
y dificultades establece a la hora de la evaluación. El TLP se caracteriza por un 
patrón que se observa desde la adolescencia de inestabilidad en la esfera afectiva, 
conductual y cognitiva, relaciones interpersonales caóticas, impulsividad, conductas 
riesgosas, autolesivas y sentimientos crónicos de vacío, síntomas que se activan 
generalmente por conflictos interpersonales y problemas vinculares. 
Como vemos los criterios diagnósticos del TLP Y TB son claramente distintos sin 
embargo las características compartidas como la inestabilidad emocional, la 
impulsividad, la ira, el comportamiento suicida y los problemas para el funcionamiento 
hacen que en la práctica clínica la distinción sea confusa, de hecho se ha reportado que 
hasta 40% de los pacientes con TLP son erróneamente diagnosticados como TB a 
diferencia de solo un 10% que son equívocamente diagnosticados como TB pero que 
no presentan T. de personalidad 17. Actualmente el TB y TLP nos enfrentan 
nuevamente ante la posibilidad de ser manifestaciones clínicas distintas de una misma 
condición. 
 
17 
 
Consumo de sustancias 
Múltiples sustancias provocan alteraciones en el estado de ánimo semejantes al TB, 
los pacientes que consumen cocaína, estimulantes o fenilciclidina describen 
sintomatología hipomaniaca/ maniaca y los efectos depresores del alcohol están bien 
documentados. Los estados de abstinencia e intoxicación pueden producir agitación 
psicomotriz, irritabilidad, disminución en la necesidad de dormir o síntomas consistentes 
con depresión y ansiedad, sin embargo al igual que en los trastornos de personalidad la 
distinción en la práctica clínica no es sencilla. 
Los resultados reportados por un estudio retrospectivo realizado en pacientes con 
consumo de sustancias que habían sido previamente diagnosticados como TB, fueron 
que solo un poco más del 30 % cumplía criterios para TB 18 . Por ello es imprescindible 
una adecuada historia clínica: un historial de consumo, clínica afectiva con una 
duración asociada al uso concomitante de la sustancia y la severidad del cuadro nos 
dará la pauta para realizar el diagnostico de un trastorno del ánimo inducido por 
sustancias. 
Causas orgánicas: 
Se debe tener presente la posibilidad de que una enfermedad médica sea la causa 
subyacente de la sintomatología afectiva por ejemplo la desinhibición que 
desencadenan ciertos tipos de demencia, encefalitis, epilepsias o una enfermedad 
vascular. También se pueden presentar síntomas maniatiformes en el hipotiroidismo, la 
deficiencia de vitamina B12, enfermedad de Addison, Cushing o en tratamientos de 
diálisis. En cuanto los episodios depresivos es imprescindible diferenciarlos de 
enfermedades del sistema nervioso central, metabólicas, infecciones, neoplasias o 
alteraciones reumatológicas por citar algunas.19 
La adecuada recolección de datos en la historia clínica, exploración física y pruebas 
complementarias deben ser la guía para una correcta orientación diagnóstica, sobre 
todo hay que prestar especial atención aquellos pacientes con una edad tardía de inicio 
del trastorno, después de un accidente cerebral importante, antecedentes familiares 
18 
 
relevantes como demencias y trastornos afectivos o bien antecedentes médicos que 
impliquen un estudio a detalle de una posible causa orgánica. 
Epidemiología 
Respecto a la prevalencia del TB a lo largo de la vida en población general las cifras 
reportadas van desde el 0.5%-1.6% y hasta 2.4% si se toma en cuenta síntomas 
subumbrales.19,20,21 
Sin embargo desde hace tiempo se ha observado por los clínicos que el TB se 
conforma por un continuo que va desde las fluctuaciones anímicas más graves y 
severas hasta los cambios más moderados que se acercan a niveles no patológicos 
conformando el “espectro bipolar”. Este concepto apareció por primera vez en 1977 en 
el seguimiento de pacientes ciclotímicos que en un inicio tenían cambios anímicos que 
no alcanzaban a cumplir criterios ni en sintomatología ni en duración para un 
diagnóstico de depresión o hipomanía pero observandosu curso a través del tiempo se 
advirtió que algunos de ellos presentaban episodios francos de depresión, manía, 
hipomanía y ciclaciones por antidepresivos, evidenciando con ello un espectro 
“ciclotímico-bipolar”22. 
En los últimos años en varios de los estudios epidemiológicos sobre el TB se han 
incluido los síndromes subclínicos de este EB; debido a su creciente reconocimiento el 
recién publicado DSM5 incluye estos síndromes para evitar la problemática de la 
infradiagnosticación teniendo como objetivo unificar criterios. Las cifras en las 
prevalencias del TB son cambiantes en los diversos estudios ya que en algunos se 
toma en cuenta lo amplio de este espectro y en algunos otros no. 
Un ejemplo de ello es el reciente estudio realizado a nivel mundial basado en la 
iniciativa de encuesta sobre la salud mental propuesta por la organización mundial de la 
salud 21, en cual se contó con una muestra de 61392 personas en 9 países de América, 
Europa y Asia arrojando una prevalencia a lo largo de la vida del espectro bipolar de un 
2.4%, correspondiente a 0.6% para TB1, 0,4% para TB2 y 1.4% para otras formas 
subclínicas del EB y sobre la prevalencia en 12 meses las cifras son de un 1.5%, con 
tasas de 0.4% para el TB1, 0.3% para TB2 y 0.8% para el resto de los cuadros 
19 
 
subclínicos. En este estudio lo que destaca es la variabilidad entre los distintos países 
ya que los rangos van de 0.3 – 1% en TB1, del 0-1.1% en TB2 y del 0.1 - 2.4% en las 
otras variantes subclínicas del EB. 
Una revisión en base a estudios practicados en países europeos 23 en el cual se 
obtuvo una tasa de prevalencia a lo largo de la vida 1.5%-2% (TB1 y 2) ascendiendo 
hasta 6% cuando se consideró la totalidad del EB y una prevalencia anual de 1.1%. En 
el estudio de la cohorte de Zurich al utilizar criterios más flexibles para el diagnóstico 
se encontró que hasta un 30% de los pacientes con TDM son pacientes con diagnóstico 
de TB24. Esta variabilidad entre los distintos estudios puede deberse a las diferencias 
metodológicas utilizadas, como ya se mencionó a los criterios al realizar el diagnóstico 
o bien a una diferencia real entre las poblaciones. 
Género 
No se reportan diferencias de género aunque hay estudios que señalan mayor 
frecuencia de TB2 25, episodios mixtos y depresivos en las mujeres y una mayor 
tendencia en los hombres a presentar manía unipolar con una edad más temprana de 
inicio y mayor duración de los episodios maniacos26. 
Curso y Pronóstico 
El TB se asocia a mayor comorbilidad, discapacidad, muerte prematura y conforme 
avanza la enfermedad hay más recaídas, más hospitalizaciones, peor respuesta a 
tratamiento, empeora el funcionamiento global y se presenta un deterioro 
neurocognitivo progresivo 1,2. 
En el curso se reconoce que es un padecimiento crónico y recurrente, un estudio 
prospectivo menciona que el promedio de episodios experimentados es de 6, con una 
duración aproximada de 3 meses y una menor probabilidad de recuperación para 
cuadros depresivos, mayor número de episodios y cicladores rápidos27. 
Actualmente se acepta que la recurrencia conlleva a un acortamiento cada vez mayor 
de los periodos de eutimia, es decir una “aceleración” tórpida de la enfermedad. La 
presencia de síntomas psicóticos e historia previa de consumo de alcohol son factores 
20 
 
predictores de mal pronóstico 28, de buen pronóstico serian una edad de inicio más 
tardía, menos historial familiar de TB , abuso de sustancias y menor historia personal de 
depresiones severas, síntomas maniacos, tendencias suicidas, síntomas 
subsindrómicos o abuso sexual29. 
Los síntomas subsindrómicos son tres veces más frecuentes que la clínica umbral 
depresiva y maniaca e influyen en la evolución y pronóstico ya que se asocian a un 
funcionamiento premórbido más bajo, comorbilidad con consumo de sustancias y 
mayor duración del episodio índice 30. 
No existe evidencia concluyente en lo referente al funcionamiento premórbido y su 
relación con el curso y pronóstico de la enfermedad, a diferencia de la esquizofrenia se 
ha observado que es mejor la adaptación premórbida en bipolares aunque pueden 
existir distintos grados de disfunción 31, de igual manera no parece haber asociación 
entre un coeficiente intelectual bajo y el riesgo de padecer el trastorno 32. 
El diagnóstico del TB suele realizarse en los primeros años de la segunda década de la 
vida. Para el TB1 la edad promedio es de 18.4 años y para el TB2 es de 20 años21, 
sin embargo se sabe que existe un retraso de 5-10 años aproximadamente desde el 
inicio de los síntomas al inicio de un tratamiento o la primera hospitalización13. 
Diferentes estudios han analizado la distribución según la edad de inicio y han 
clasificado 3 grupos: de comienzo temprano menor a 20 años, de comienzo intermedio 
de 21 a 29 años y de comienzo tardío mayor a 30 años. Se ha encontrado que a una 
edad de inicio más temprana se asocia a un curso más tórpido, mayor historia familiar 
de padecimientos psiquiátricos, mayor tendencia a la cronicidad, mayor número de 
episodios, más gravedad, mayor viraje, aumento en la comorbilidad con trastornos de 
ansiedad y abuso de sustancias, mayor probabilidad de intento suicida y violencia, 
dando como resultado un peor funcionamiento y pronóstico33. 
La polaridad del episodio índice puede ser un predictor de polaridad de los siguientes 
episodios, pacientes que presentan una fase inicial maniaca tienen una evolución con 
fases de manía predominantes, lo mismo pasa para un episodio índice depresivo34. En 
cuanto a la polaridad predominante - definida como la polaridad de los dos tercios del 
21 
 
total de los episodios – puede influir sobre el trastorno; la polaridad predominante 
depresiva al parecer está asociada a un retraso en el diagnóstico, a TB2 y a mayores 
tasas de suicidio mientras que la polaridad predominante maniaca se asocia a un curso 
más temprano de la enfermedad y a un mayor consumo de sustancias35. 
Comorbilidad 
La comorbilidad es lo más habitual en el curso del trastorno, 65% de los pacientes han 
sufrido al menos otros trastorno en algún momento a lo largo de su vida y más de un 
30% ha tenido al menos un diagnostico comórbido al mismo tiempo. El diagnóstico de 
un trastorno comórbido debe ser cuidadoso y realizarse durante periodos de eutimia o 
cuando la sintomatología se haya tratado de manera adecuada. 
Los trastornos que más se han asociado a TB son el abuso de sustancias y trastornos 
de ansiedad los cuales se presentan en un 30-50% de los pacientes quienes tienden a 
una edad de inicio más temprana, ser cicladores rápidos, mostrar mayor severidad, 
autolesionismo y la probabilidad de presentar otras enfermedades sistémicas de tipo 
cardio y cerebrovascular, diabetes mellitus ll y síndrome metabólico36. 
El padecer un trastorno afectivo se asocia a un mayor riesgo de consumo de 
sustancias, un paciente bipolar tienen un riesgo de comorbilidad con tóxicos a lo largo 
de la vida de 56%, riesgo de abuso de alcohol a lo largo de la vida de 48.5% y de otras 
sustancias de 43.9%. La coexistencia con trastornos de ansiedad es de un 24-93%, 
más de la mitad de los pacientes bipolares desarrollan un trastorno de ansiedad y más 
del 31% desarrollan dos trastornos. Esta comorbilidad se asocia a mayor severidad, 
peor respuesta a tratamiento y aumento del riesgo suicida19. 
Algunas otras comorbilidades son; los trastornos de personalidad que se presentan en 
un 38% de pacientes en eutimia siendo los trastornos del cluster B y C los más 
comórbidos sobre todo el TLP que algunos autores sostienen forma parte del espectro 
bipolar, trastorno por déficit de atención e hiperactividad y trastorno de la conducta 
alimentaria 19. 
 
22 
 
Etiopatogenia 
Hoy en día se reconoce que el TB es de causa multifactorial. Numerosas 
investigaciones se llevan acabo para comprender el papel que juegan en su génesis la 
neurobiología, las alteraciones hormonales y estructurales, los genes y los factores 
psicosociales implicados. Es importante remarcar que aún se desconoce si estos 
cambios preceden o son consecuencia del trastorno. 
Los estudios en familias, gemelos y adopciones demuestran claramente el factor 
genético en el trastorno; estudios en familias muestran un riesgo entre 5-10 veces más 
en familiares de primer grado de un paciente bipolar, una tasa de concordancia de 40-
70% en gemelos y heredabilidad estimada es de 80-90% , en cuanto a los genes 
implicados aún no se han logrado identificar marcadores fiables, la evidencia se inclina 
a una herencia poligénica encontrado polimorfismos en los genes CACNA1C, ODZ4 y 
NCAN 37,38. 
Relativo a las alteraciones neurohormonales la disregulacion en el eje hipotálamo-
hipófisis-adrenal (involucrado en la respuesta del ser humano a situaciones de estrés) 
se ha advertido en pacientes con TB inclusive en periodos asintomáticos y en un gran 
número de patologías psiquiátricas39. Se han encontrado distintos biomarcadores 
séricos relacionados al TB como neurotrofinas y factores inflamatorios. 
Las neurotrofinas las más importantes son el BNDF (brain derived neurotrophin factor) 
NT-3 (neurotrofina 3) y NT-4 (neurotrofina 4). El BNDF parece estar disminuido en 
pacientes en manía o depresión en comparación con individuos sanos, en base a los 
niveles séricos se puede discriminar entre pacientes que han padecido la enfermedad 
menos de 3 años de aquellos que la han tenido por más de 10 y también se ha 
vinculado con la respuesta al tratamiento ya que hay reportes de una normalización en 
los niveles tras un tratamiento exitoso para manía. 40,41El BNDF parece estar 
relacionado a la progresión y severidad del TB. 
23 
 
De hecho los trastornos del ánimo se pueden definir como estados proinflamatorios. Se 
han encontrado elevaciones en interleucinas 2, 4 y 6 y el en factor de necrosis tumoral 
alfa (TNF alfa).42,43 
En lo referente a las alteraciones neuroanatómicas y neurocognitivas, distintas 
herramientas como la resonancia magnética funcional aportan información respecto a 
los sustratos neurobiológicos subyacentes, cambios estructurales y alteraciones 
cognitivas en los pacientes bipolares. Los estudios en cuanto a neurocognición 
reportan que inclusive en eutimia se presenta , al menos en algún grado, limitaciones 
en los diferentes dominios cognitivos, principalmente se han visto variaciones en la 
función ejecutiva, velocidad de procesamiento, memoria de trabajo, memoria 
declarativa y atención sostenida. 
Los estudios se han ampliado a los familiares de los pacientes y se ha encontrado que 
los familiares no afectos en comparación con sujetos sanos pueden mostrar daños 
sutiles en las pruebas neurocognitivas. Glahn y colaboradores han sugerido que ciertas 
pruebas neurocognitivas están genéticamente correlacionadas con la susceptibilidad 
para padecer TB no obstante hay que tomar en cuenta la influencia que ejercen el curso 
clínico las recaídas, la severidad de los cuadros y el uso de psicofármacos en el 
desempeño, sin dejar de lado que estos factores tampoco logran explicar la totalidad de 
los déficits encontrados44,45,46. 
En las anormalidades neuroanatómicas la información más contundente concluye que 
existe un agrandamiento de los ventrículos laterales, hiperintensidades en sustancia 
blanca y una reducción en volumen del cuerpo calloso 47,48. En materia de 
neuroimagen funcional en TB aún no existe suficiente información, pero la poca que 
hay exhibe una hipoactivación frontal junto a una hiperactivación de las estructuras 
límbicas. Se ha llegado a hablar de que esta disregulación corticolímbica puede 
subyacer las alteraciones emocionales y cognitivas asociadas a la enfermedad49. 
Un tratamiento poco enérgico conlleva a múltiples recaídas, síntomas afectivos 
persistentes, aumento de la comorbilidad, cambios neurobiológicos y deterioro cognitivo 
como los mencionados con anterioridad50. Dada la evidencia éstas alteraciones 
24 
 
razonablemente pueden estar relacionadas con la patofisiología del trastorno y ser por 
tanto predictores de la enfermedad, el funcionamiento psicosocial y la discapacidad 
generada. . 
No obstante la base biológica no logra explicar la totalidad del trastorno por lo que se 
ha intentado investigar el rol que juega el factor psicosocial y la relación bidireccional 
entre el TB y el ambiente. Como factores predisponentes se han identificado una 
pobre red sociofamiliar, baja autoestima y maltrato en la infancia ya que más de la 
mitad de los pacientes presentan experiencias traumáticas en su historia 51. 
Estatificación clínica 
En los últimos años ha surgido una nueva concepción respecto al TB debido a su 
evolución muchas veces poco favorable, al aumento en la morbilidad y a la disminución 
significativa en la funcionalidad y calidad de vida de quien lo padece, por ello no es de 
extrañar que recientemente se hable de una enfermedad sistémica, que como tal tiende 
a la progresión y a la cronicidad. En esta panorámica la forma clásica de diagnóstico 
puede resultar incompleta para la detección de fases iniciales y su evolución. 
El reto en las enfermedades mentales graves es definir fenotipos clínicos que indiquen 
un riesgo aumentado de una evolución hacia una progresión más severa, recurrente y 
refractaria a tratamiento. Evidentemente si la progresión del TB es dinámica delimitar 
los factores predictores para una conversión de síntomas subsindrómicos a un episodio 
completo o el mantenimiento en un estado especifico, se vuelve crucial ya que el TB en 
caso de no ser tratado adecuadamente conlleva múltiples recaídas, síntomas afectivos 
persistentes, deterioro neurocognitivo, aumento de la comorbilidad y cambios 
neurobiológicos 50,52. 
En este terreno recientemente se han desarrollado modelos de estadiaje clínico para el 
TB y otras enfermedades mentales que intentan tomar en cuenta aspectos clínicos, 
neurocognitivos, de funcionalidad y biomarcadores. El estadiaje clínico es un sistema 
de clasificación de una enfermedad según sus distintas etapas que se denominan 
estadios permitiendo clasificar a los pacientes según el momento de la enfermedad e 
25 
 
individualizar las intervenciones. La enfermedad más característica para representar el 
estadiaje clínico es el cáncer con el sistema de clasificación TNM. 
El sistema TNM fue creado en 1950 por Pierre Denoix. Su utilidad se enfoca al manejo 
clínico, decisión terapéutica, pronóstico y unificación de criterios para proyectos de 
investigación. Se basa en la valoración de tres componentes53. 
 T: la extensión del tumor primario 
 N: la ausencia o presencia, así como extensión de metástasis ganglionares en 
ganglios de la zona 
 M: ausencia o presencia de afectación neoplásica a distancia. 
En psiquiatría la aplicación del estadiaje intenta tomar en cuenta la extensión de la 
enfermedad y la posibilidad de distinguir entre las etapas iniciales de las más 
avanzadas que se asocian a un peor pronóstico y requerirían de intervenciones 
específicas y más enérgicas. Los pioneros de estadiaje en psiquiatría son el grupo de 
Mc Gorry que aplicaron el modelo a primeros episodios psicóticos, desde entonces 
otros autores como Berk y Kapczinski han propuesto modelos de estadiaje para el 
TB54,55. 
Berk propone 4 estadios, con intervenciones específicas para cada uno de ellos, 
comenzando desde el cero de un periodo asintomático (0), posteriormente avanzando a 
síntomas leves o inespecíficos (1a) o síntomas prodrómicos (1b), que pueden concluir 
en un episodio de la enfermedad (2) y que puede en su evolución presentar recaídas 
con síntomas subsindrómicos (3a) o una recaída de un episodio completo (3b) con alta 
probabilidad dedesarrollar en el tiempo un patrón continuo de recurrencias. 
Kapczinski sugiere estadios basándose en la clínica, funcionamiento neurocognitivo y 
biomarcadores, con un tratamiento y pronóstico específico para cada uno de ello. 
 El estadio 0 o latente en cuanto a la clínica hay riesgo de desarrollar TB, 
síntomas afectivos, polimorfismos en trasportadores de serotonina, no hay 
26 
 
deterioro cognitivo, se recomienda disminución de exposición a drogas y 
antidepresivos, con un buen pronóstico si hay protección. 
 Estadio l se refiere a periodos de eutimia bien definidos entre episodios, aumento 
en marcadores inflamatorios, sin deterioro cognitivo, se recomienda tratamiento 
en monoterapia con estabilizadores y psicoeducación, el pronóstico es bueno 
con profilaxis. 
 Estadio ll hay comorbilidad y deterioro cognitivo leve, con cambios en 
neuroimagen o probable aumento del BNDF y aumento de marcadores 
inflamatorios, el tratamiento es una combinación de estabilizadores de ánimo y 
antipsicóticos atípicos junto a TCC, el pronóstico depende del manejo de 
comorbilidades. 
 Estadio lll ya existe una marcada discapacidad funcional, un ensachamiento 
ventricular, hiperintensidades en sustancia blanca, aumento en marcadores 
tumorales y disminución en BNDF, el deterioro cognitivo es evidente con una 
disminución de 2 puntos del CI comparado con el previo, el tratamiento seria el 
mismo que el estadio ll con posibilidad de clozapina Y TEC de mantenimiento, 
terapia familiar, el pronóstico es reservado. 
 Estadio lV ya han una incapacidad para vivir en forma autónoma, 
ensanchamiento de ventrículos, hiperintensidades en sustancia blanca, 
disminución del BNDF, aumento de marcadores inflamatorios, patrón similar de 
deterioro encontrado en estadios iniciales de Alzheimier. El tratamiento es 
paliativo, y hay un mal pronóstico 
La aplicación de estos modelos requiere un mayor estudio en base a estudios 
prospectivos en pacientes en riesgo que permita poder identificar las variables de 
vulnerabilidad para la transición hacia el trastorno. 
27 
 
1.2 Justificación: 
El trastorno bipolar es una enfermedad crónica y discapacitante. El estudio de las 
variables predictoras respecto a una mayor frecuencia de hospitalizaciones en el 
paciente con bipolar podría ayudar a los médicos a comprender la evolución y como 
guía de pronóstico y tratamiento para la enfermedad. 
 
1.3 Objetivos: 
Determinan si las variables clínicas: sexo, edad de inicio, historia familiar de TB, 
polaridad del episodio índice, psicosis, comorbilidad con consumo de sustancias e 
intento suicida predicen mayor número hospitalizaciones a lo largo de la vida en 
pacientes con TB. 
 
1.3.1 Objetivos específicos: 
1. Elaborar una base de datos con paciente con trastorno bipolar. 
2. Revisión de expedientes de paciente con diagnóstico de trastorno bipolar. 
3. Recoger los resultados de cada variable a estudiar 
4. Analizar los datos estadísticamente. 
 
1.3.2 Objetivos secundarios: 
 Determinar si el sexo se asocia a mayor frecuencia de hospitalizaciones en 
pacientes con TB. 
 Determinar si la edad de inicio se asocia a mayor frecuencia de 
hospitalizaciones en pacientes con TB. 
 Determinar si la historia familiar de TB se asocia a mayor frecuencia de 
hospitalizaciones en pacientes con TB. 
28 
 
 Determinar si la polaridad del episodio índice se asocia a mayor frecuencia de 
hospitalizaciones en pacientes con TB. 
 Determinar si la presencia de psicosis se asocia a mayor frecuencia de 
hospitalizaciones en pacientes con TB. 
 Determinar si el consumo de sustancias se asocia a mayor frecuencia de 
hospitalizaciones en pacientes con TB. 
 Determinar si el intento suicida se asocia a mayor frecuencia de 
hospitalizaciones en pacientes con TB. 
 
1.4 Hipótesis: 
Las variables clínicas: sexo, edad de inicio, historia familiar de TB, polaridad del 
episodio índice, psicosis, comorbilidad con consumo de sustancias e intento suicida se 
asocian a mayor frecuencia de hospitalizaciones en pacientes con TB. 
 
 
 
   
29 
 
2. MATERIAL Y MÉTODOS 
 
2.1 Tipo de estudio (diseño): Cohorte retrospectiva. 
 
2.2 Sitio donde se desarrolló la investigación: Clínica Psiquiátrica “Dr. Everardo 
Neumann Peña” 
 
2.3 Universo de estudio: 
Expedientes de pacientes con diagnóstico de trastorno bipolar que ameritaron 
hospitalización del 2012-2014. Se realiza búsqueda en el sistema de información de 
egresos hospitalarios de pacientes con diagnóstico de TB, solicitaron al archivo 
clínico 160 expedientes. 
 
2.4 Criterios de inclusión exclusión y eliminación: 
2.4.1 criterios de inclusión 
Pacientes con cualquier diagnóstico primario de trastorno bipolar que 
ameritaron hospitalización en los años 2012 al 2014 
2.4.2 Criterios de exclusión: 
1.- Pacientes con otro diagnóstico a trastorno bipolar 
2.4.3 Criterios de eliminación: 
1.- Expediente incompleto 
2.- No localización del expediente. 
 
 
 
30 
 
2.5 Variables 
Variables estudiadas. Tabla 2. 
ID Nombre Definición Valores 
posibles 
Tipo de 
variable 
Edad Edad inicio Edad del primer 
episodio 
10 - ∞ Conteo 
 HF Historia familiar 
positiva 
Familiar en primer grado 
con diagnóstico de 
algún trastorno 
psiquiátrico 
Si/No Dicótoma 
Sustancias Historia de abuso 
de sustancias 
Historia de consumo 
abuso-dependencia en 
el pasado o en la 
actualidad de cualquier 
tipo de sustancia. 
Si/No Dicótoma 
 Psic Presencia 
psicosis 
Ideas delirantes 
presentes en algún 
momento del curso 
clínico 
Si/No Dicótoma 
Polaridad Polaridad del 
episodio índice 
Tipo de polaridad 
(depresiva/maniaca) del 
primer episodio que 
llevo a hospitalización 
al paciente. 
Depresivo/man
iaco 
Dicótoma 
 Sexo Sexo Sexo del paciente Hombre/mujer Dicótoma 
 IntSuic Intento suicidio Presencia o ausencia 
de intento de suicidio. 
Si/no Dicótoma 
NumRH Número de 
reinternamientos 
Reinternamientos del 
paciente entre 2012 – 
2014 
1 - ∞ Conteo 
 
31 
 
Variable dependiente. Tabla 3 
 
ID Nombre Definición Valores 
posibles
Tipo de 
variable
Número de 
Hospitalizaciones 
Numero de 
hospitalizaciones
Número de 
episodios que 
requirieron 
ingreso 
hospitalario
0 - ∞ Conteo 
 
Variables independientes. Tabla 4 
ID Nombre Definición Valores posibles Tipo de 
variable
Edad Edad inicio Edad del primer 
episodio
10 - ∞ Conteo 
Historia 
Familiar 
Historia 
familiar 
positiva 
Familiar en primer 
grado con 
diagnóstico de 
algún trastorno 
psiquiátrico
Si/No Dicótoma 
Intento de 
suicidio 
Intento 
suicidio 
Presencia o 
ausencia de intento 
de suicidio.
Si/no Dicótoma 
Polaridad Polaridad del 
episodio 
índice 
Tipo de polaridad 
(depresivo/maniaco) 
del primer episodio 
que llevo a 
hospitalización al 
paciente.
Depresivo/maniaco Dicótoma 
Psicosis Presencia 
psicosis 
Ideas delirantes 
presentes en algún 
momento del curso 
clínico
Si/No Dicótoma 
Sustancias Historia de 
abuso de 
sustancias 
Historia de 
consumo abuso-
dependencia en el 
pasado o en la 
actualidad de 
cualquier tipo de 
sustancia.
Si/No Dicótoma 
Sexo Sexo Sexo del paciente Hombre/mujer Dicótoma
 
32 
 
Variables asociadas. Tabla 5 
ID Nombre Definición Valores 
posibles
Tipo de 
variable 
Adherencia a 
tto 
Adherencia a 
tratamiento 
Cumplimiento 
y constancia 
con el régimen 
terapéutico 
Si 
No 
Parcial 
Duda
Ordinal 
Dx´s 
comorbidos 
Diagnósticos 
comórbidos 
Enfermedades 
concomitantes 
diagnosticadas
Diagnósticos 
del CIE 10 
Nominal 
Escolaridad Escolaridad Nivel máximo 
de estudios 
obtenido 
Nula 
Primaria 
Secundaria 
Prepa 
Licenciatura 
posgrado
Ordinal 
Estado Civil Estado civil Condición de 
una persona 
en el orden 
social 
Casado 
Soltero 
Unión libre 
Viudo 
Nominal 
Factores 
Psicosociales 
Factores 
psicosociales 
Situaciones de 
riesgo 
relacionados al 
medio 
ambiente. 
Grupo de 
apoyo 
Medio 
ambienteEconómico 
Laboral 
Vivienda 
Nominal 
TEC Tratamiento 
actual y 
pasado con 
terapia electro-
convulsiva 
Tratamiento 
con terapia 
electro-
convulsiva 
Si 
No 
Dicótoma 
Tipo de 
convivencia 
Tipo de 
convivencia 
Con quien vive 
el paciente 
Solo 
Institución 
Padres 
Propia 
Nominal 
Situación 
Laboral 
Situación 
laboral 
Cumplimiento 
de un trabajo 
determinado 
Medio tiempo 
Tiempo 
completo 
Jubilado 
Inactivo 
Ordinal 
 
 
 
33 
 
2.6 Tipo de muestreo: 
Muestra no probabilística. Se solicitó a archivo la relación de los 160 pacientes con 
diagnóstico de egreso de trastorno bipolar del año 2012 al 2014. Se revisaron 108 
expedientes de pacientes con diagnóstico de trastorno bipolar que fueron 
hospitalizados en el periodo 2012-2014 y se recogieron los datos en la hoja de 
recolección (anexo 1). Los 52 expedientes restantes fueron eliminados por no 
localización. 
 
2.7 Instrumentos: 
Hoja de recolección (anexo 1). 
 
2.8 Consideraciones éticas y de bioseguridad: 
Según la ley de general de salud en materia de investigación en el titulo segundo: 
Aspectos éticos de la Investigación en Seres Humanos, en su capítulo 1, articulo 17 
clasifica este proyecto como una investigación sin riesgo definida como aquellos 
estudios que emplean técnicas y métodos de investigación documental retrospectivos y 
aquéllos en los que no se realiza ninguna intervención o modificación intencionada en 
las variables fisiológicas, psicológicas y sociales de los individuos que participan en el 
estudio, entre los que se consideran: cuestionarios, entrevistas, revisión de expedientes 
clínicos y otros, en los que no se le identifique ni se traten aspectos sensitivos de su 
conducta. 
 
2.9 Análisis estadístico y cálculo del tamaño de la muestra: 
Al ser una muestra no probabilística no se requirió de cálculo de muestra. Se usó el 
SPSS para MAC versión 20. En el análisis univariado se concentraron los datos 
para variables dimensionales en medidas de tendencia central como promedio y 
desviación estándar. Para las variables categóricas y ordinales en porcentajes. 
34 
 
Se realizó un análisis bivariado para asociaciones, para variables dimensionales se 
utilizó el coeficiente de correlación producto momento de Pearson y para variables 
ordinales el coeficiente de correlación de Spearman. 
Con las variables significativas se realizó un análisis multivariado de regresión 
logística para predecir mayor número de hospitalizaciones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
35 
 
3. RESULTADOS 
 
La muestra fue de 108 pacientes. El 56.5% (n=61) fueron mujeres. 
Figura 1 
 
 
 
 
 
 
 
 
36 
 
Del total el 49% (n=53) fueron solteros, el 28% casados (n=30), el 16% (n=17) 
divorciados o separados, esto en la misma proporción de hombres y mujeres. No 
existen diferencias estadísticamente significativas. 
Figura 2 
 
 
 
 
 
 
 
 
37 
 
La edad promedio del total de la muestra fue de 40 años con una desviación estándar 
(DS) + 13.5 años, un rango de 17 a 76 años. La edad promedio de los hombres fue de 
39.4 años con una DS de + 13.7 años y de las mujeres de 42.1 años con DS de +13.3. 
No existe diferencia significativas entre ambos grupos (p=0.3). 
 
 
Figura 3 
 
 
 
 
38 
 
El 45% (n=49) están desempleados, el 42% (n=46) tienen un empleo de medio turno. 
No existen diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de personas con 
2 o menos hospitalizaciones y mayor a 3 (X2 p = 0.10). 
 
Figura 4 
 
 
 
 
 
 
39 
 
El 67% (n=73) son derechohabientes del seguro popular, el 22% (n=24) del IMSS, el 
8% (n=9) de ISSSTE. Con respecto al tipo de convivencia, el 19% (n=21) vive solo, el 
45% (n=49) con familia propia, el 32% (n=35) con padres y un 3% (n=3) en 
instituciones. 
En el nivel de educación el 18% (n=20) tiene escuela primaria, el 17% (n=19) escuela 
secundaria, el 33% (n=36) nivel de preparatoria, el 23% (n=25) universidad. 
Figura 5 
 
 
 
 
40 
 
En el 91% (n=99) de los casos el diagnóstico principal fue trastorno bipolar tipo I. El 
episodio más reciente en el 73% (n= 79) de los casos fue maníaco, seguido de un 15% 
(n=16) de depresivo; sólo en el 7% (n=8) se reportó mixto. El 65% (n=70) de los 
pacientes tiene una polaridad maniaca, el 23% (n=25) tiene una polaridad depresiva y el 
10% (n=11) indiferenciada. De los pacientes con polaridad maniaca en 62 de ellos su 
episodio más reciente fue maniaco y en la polaridad depresiva en 12 de ellos fue 
depresivo. 
 Figura 6 
 
 
 
 
41 
 
En la muestra estudiada se reporta que 15% (n=16) tienen antecedentes de primer 
grado de trastorno bipolar, el 20% (n=22) con antecedentes de primer grado de 
depresión, el 3% (n=3) reportan antecedentes de primer grado de suicidio, el 4% (n=5) 
tienen antecedentes de primer grado de esquizofrenia, un 25% (n=27) mencionan los 
antecedentes de primer grado de consumo de sustancias. 
En los antecedentes de segundo grado se reportan un 15% (n=16) tienen trastorno 
bipolar, un 9% (n=10) de depresión y suicidio, un 8% (n=9) de esquizofrenia, un 14% 
(n=15) con abuso de sustancias. 
En el 53% (n=57) su primer episodio fue depresivo, en el 35% (n=38) fue manía, en el 
11% (n=12) fue hipomaniaco. 
 
Figura 7 
 
42 
 
El 16% (n=17) tuvieron un intento de suicidio alguna vez en la vida mientras que el 5% 
(n=6) tuvieron un intento de suicidio en el último año. 
Tabla 1 
Intento de suicidio  Prevalencia (n=108) 
Alguna vez en la vida  15.9% 
En el último año  5.7% 
 
Del total de la muestra el 65% (n=70) de los casos presentaron síntomas psicóticos 
congruentes con el estado de ánimo, el 13% (n=14) con síntomas incongruentes del 
estado de ánimo, el 15% (n=16). El 85% (n=92) de los casos presentaron síntomas 
psicóticos en la evaluación inicial. 
 El 30% (n=32) reportaron consumo de tabaco alguna vez en la vida, el 25% (n=27) 
tuvieron consumo de tabaco en el último año, y el 20% (n=22) en el último mes con un 
promedio de 9.8 cigarros con una DS + 10.1. El 37% (n=40) reportaron consumo de 
alcohol alguna vez en la vida, el 30% (n=32) en el último año, y el 8% (n=9) en el último 
mes. Se reportaron el consumo de otras sustancias alguna vez en la vida en el 13% 
(n=14) cannabis, el 9% (n=10) cocaína, el 3% (n=4) inhalantes. 
 
 
 
 
 
 
 
 
43 
 
El índice de masa corporal (IMC) en los hombres es de 27.7 con una DS + 5.2, y las 
mujeres un IMC de 29.7 con una DS + 6.5. 
 El 73% (n=79) manifestaron problemas relativos al grupo primario de apoyo y el 22% 
(n=24) con problemas relativos al ambiente social. 
Figura 8 
 
 
 
 
 
44 
 
Han tenido un promedio de 3.7 hospitalizaciones con una DS de + 3.4 con un rango de 
1-17 hospitalizaciones. Los hombres han tenido un promedio de 3.4 hospitalizaciones 
con una DS + 3.9 y las mujeres 3.9 con una DS + 3.2 sin diferencia estadísticamente 
significativa. 
Figura 9 
 
 
 
 
 
 
45 
 
El tiempo de evolución desde el inicio de los síntomas tiene una media de 17.5 años 
con una DS + 12.1 años. Con un rango de 1 a 50 años. El tiempo de retraso entre el 
inicio de los síntomas y el diagnóstico de trastorno bipolar es de 7.9 años con una DS + 
10.5 años, y un retraso en entre el inicio de los síntomas y el inicio del tratamiento de 
7.4 años con una DS + 10.8 años. El promedio de días que han permanecido 
hospitalizados a lo largo de su padecimiento en los hombres es de 59.4 días con una 
DS + 69.9 días y en mujeres de 83.6 días con DS + 87.8 días (t – 1.598, p=0.124) 
Figura 10 
 
 
 
 
46 
 
En el tratamiento, el antipsicótico más prescrito es olanzapina en el 43.3% (n=45) de los 
casos, seguido de risperidona con un 17.3% (n=18) y quetiapina con 16.3% (n=17). 
 
 
Figura 11
 
 
 
47 
 
El modulador más prescito es valproato de magnesio en un 75% (n=78) seguido de litio 
en el 15.4% (n= 16) de los casos. No existendiferencias estadísticamente significativas 
si se comparan con polaridad depresiva contra maníaca. X2 (p=0.6) El 36% (n=39) han 
recibido TEC en algún momento de su tratamiento. Al 88% no se le dio tratamiento 
antidepresivo prescribiéndose únicamente al 1% duloxetina, al 6.9% fluoxetina, al 2% 
mirtazapina, al 1% sertralina y al 1% tricíclicos. En cuanto a las benzodiacepinas el 
59.6% de los pacientes mostró en su esquema clonazepam, el 4.8% lorazepam y el 
35.6% no tuvo tratamiento benzodiacepinico. En tratamientos adicionales el 1% ha 
recibido anticolinérgicos, el 4% antidemenciales y el 4% antihistamínicos. El 36% 
(n=39) han recibido TEC en algún momento de su tratamiento. 
Figura 12 
 
 
 
48 
 
 
El análisis bivariado mostró una significativa correlación positiva entre el número de 
hospitalizaciones y la polaridad (r= 0. 36, n=108, p= < 0.0005); número de 
hospitalizaciones y días que han permanecido hospitalizados a lo largo de su 
enfermedad ( r= 0.79, n=108, p< 0.0005); número de hospitalizaciones y más de 3 
hospitalizaciones a lo largo de su vida (r=0.59, n=108, p < 0.0005) así como número de 
hospitalizaciones y los años de evolución del padecimiento (r= 0.32, n=108, p= 0.001) 
El análisis de regresión múltiple usando el método enter, resultó un modelo significativo 
(F10, 77 = 21.825, p < 0.0005) con una R cuadrado corregida = .705. Las variables 
significantes fueron: 
 
Tabla 2 
 
Variable predictora Beta p 
Días hospitalización .028 p< 0.0005 
Historia > 3 
hospitalizaciones 
1.657 p = 0.006 
Tiempo de retardo en el 
inicio tratamiento 
-.115 p= 0.048 
Intento de suicidio alguna 
vez en la vida 
1.479 p=0-041 
 
 
 
 
 
49 
 
 
4. DISCUSIÓN 
 
 El 91% de los pacientes de la muestra padecen TB1, cifra esperable ya que la muestra 
es hospitalaria y proviene de los pacientes que requirieron internamiento los últimos 3 
años. La edad de inicio fue de 25 años que se ubica en los rangos de un comienzo 
intermedio y no fue estadísticamente significativa entre sexos. En nuestra investigación 
el 56.5% de los pacientes son mujeres lo que coincide con la literatura que no reporta 
diferencias en el sexo del TB25. Sin embargo en el grupo de las mujeres se encontraron 
dos diferencias respecto al de los hombres. La primera es que ellas permanecen más 
días de hospitalización y la segunda es que tienen un IMC más alto. 
 No obstante que estas diferencias no fueron estadísticamente significativas es 
importante tener en cuenta que el riesgo de desarrollar síndrome metabólico es mayor 
en los pacientes bipolares en comparación con la población general. Siguiendo esta 
línea un estudio del 2014 encontró que las mujeres bipolares a diferencia de los 
hombres tienen un mayor índice de obesidad y perímetro abdominal56. En nuestra 
muestra el IMC promedio estuvo en rangos de sobrepeso (28.2). Con un IMC de 27.7 
en los hombres y 29.7 en las mujeres lo que se traduce en un incremento en el riesgo 
cardiovascular para las mujeres57. 
Esta información refuerza la necesidad de continuar promoviendo estrategias de 
prevención para la obesidad en los pacientes bipolares con énfasis en el sexo 
femenino, así como llevar un riguroso control del IMC y el perímetro abdominal ya que 
estos datos no se registran consistentemente. Las nuevas líneas de investigación 
deberán enfocarse en la búsqueda de los factores que contribuyen a esta diferencia. 
Referente a los datos sociodemográficos el 45% de la muestra no ha logrado completar 
la educación media superior, el 49% son solteros, el 55% viven con familia de origen, 
solos o en instituciones, el 45% están desempleados, el 73% manifestó problemas 
relativos al grupo primario de apoyo y el 22% problemas relativos al ambiente social. 
Como se puede observar los resultados reflejan en nuestros pacientes un peor ajuste y 
50 
 
deterioro importante en el curso de la enfermedad ya que las variables que se han 
vinculado con una mejor funcionalidad en TB1 son: tener empleo, vivir de manera 
independiente, estar casado y tener un mayor nivel educativo58. 
En los antecedentes una historia familia positiva es uno de los predictores de riesgo 
más robustos para desarrollar TB. Los familiares de personas que padecen 
esquizofrenia, TDM o TB tienen hasta un 32% de probabilidades de desarrollar un 
trastorno mental de cualquier tipo59. En el caso específico de TB hay mayor riesgo de 
padecer trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar, ansiedad, trastornos del sueño, 
suicidio y consumo de sustancias a lo largo de la vida60. En nuestra muestra una 
historia positiva no se asoció a incremento en las readmisiones y el historial positivo 
fue principalmente para TB, TDM y consumo de sustancias. 
La mayoría de los pacientes padecen TB1, el episodio más reciente en el 73% de los 
casos fue maníaco, el 65% tienen polaridad maniaca y los internamientos son en mayor 
medida por episodios maniacos. Estos datos dejan claro que lejos de lo esperable hay 
pocos internamientos y registros en las consultas de las fases depresivas. Sería 
necesario revisar cuidadosamente los pacientes que ingresan con trastorno depresivo 
ya que tal vez este infradiagnóstico de los episodios depresivos en nuestra institución 
sea por lo complicado que resulta diagnosticar TB sin cuadros de manía francos o bien 
porque no sean correctamente explorados. 
Los pacientes con polaridad maniaca permanecieron mayor número de días 
internados, dato que no fue estadísticamente significativo, sin embargo hay evidencia 
que postula que la polaridad predominante es un especificador de curso y un predictor 
de respuesta a tratamiento lo que podría dar pauta para nuevas líneas de investigación 
en nuestra institución. Sin bien los estudios que se han realizado refieren que es más 
común la polaridad depresiva, cuando se incluye únicamente TB1, como es el caso de 
nuestra muestra, la polaridad predominante es la maniaca que la se asocia a un inicio 
más temprano y mayor consumo de sustancias61. 
El 53% inició con un episodio depresivo. Recordemos que los síntomas 
subsindrómicos pueden llegar a presentarse en más del 50% de los pacientes desde 
51 
 
edades tan tempranas como los 14 años. En nuestro estudio se reportan en gran 
medida los síntomas depresivos abordando poco los otros síntomas asociados al riesgo 
de desarrollar TB como la labilidad afectiva, la ansiedad, alteraciones en el patrón de 
sueño, atención y energía62. 
El 85% de los casos presentaron síntomas psicóticos en la evaluación inicial, dato 
relacionado a que la mayoría son TB1 y asociado a mayor severidad y morbilidad a 
largo plazo 33. Hay información contradictoria en cuanto a la congruencia/incongruencia 
de los síntomas psicóticos y su relación con el pronóstico. Por un lado la 
incongruencia se ha asociado a un peor pronóstico 64 y por otro lado se postula que 
mientras haya un adecuado apego y seguimiento al tratamiento la incongruencia no 
tiene relevancia alguna en el TB65. En nuestro análisis se observa que el 65% de los 
casos presentaron síntomas psicóticos congruentes con el estado de ánimo y el 13% 
síntomas incongruentes. Ni la presencia de psicosis ni la congruencia/incongruencia de 
los síntomas se asociaron a un mayor número de hospitalizaciones. 
El consumo de sustancias tuvo el inconveniente de que no queda asentado 
correctamente y por ello se excluyó del análisis. Aspectos fundamentales como la edad 
de inicio y patrón de consumo, ya sea previo al internamiento o en las consultas de 
seguimiento, no se registran en la mayoría de los expedientes. Con estas limitaciones 
en mente es fácil suponer porque los cifras obtenidas están por debajo de lo que 
reporta la literatura que estima el riesgo de un trastorno por consumo de sustancias a 
largo de la vida en pacientes bipolares es de hasta 40-60%. 
Tomemos de ejemplo principal el caso dela nicotina en donde la prevalencia de 
dependencia es de 80% y en esta muestra solo el 12% presentó el diagnóstico. 
Referente al alcohol y sustancias se estima que el 11.8% y 7.3% respectivamente 
tienen consumo. Nuestro análisis arrojó cifras de consumo en dependencia de alcohol 
del 3.7% y de sustancias de 4.7%66,67. 
En cuanto al tratamiento el valproato de magnesio, la olanzapina y el clonazepam 
fueron indicados en más de la mitad de los pacientes. El resto de arsenal terapéutico 
es poco empleado. Se observó una utilización nula de TEC de mantenimiento, en el 
52 
 
caso del litio pese a que se reporta que es ligeramente más efectivo para las manías y 
es el indicado en mujeres de edad fértil se prescribe escasamente. También hay una 
renuencia a prescribir antidepresivos seguramente por el riesgo de viraje, aunque el 
riesgo es bajo asociado a un estabilizador y también puede deberse a lo ya mencionado 
de un infradiagnóstico de los episodios depresivos. 
Es importante considerar que en el TB es muy compleja la toma de decisión en 
farmacología ya que cada fase exige revaluación constante y no hay guías de práctica 
que abarquen todos los supuestos que pueden darse en la clínica. 
Hay pocos estudios respecto a predictores de rehospitalizacion en pacientes bipolares. 
Esto llama la atención ya que incluso con tratamiento hasta un tercio de los pacientes 
bipolares recaen en un episodio de manía o depresión al año y una respuesta clínica 
desfavorable desencadena mayor número de hospitalizaciones, deterioro funcional y 
eleva los costos sanitarios. Se han estudiado los factores de riesgo para re-
hospitalización en conjunto para esquizofrenia, TDM y TB. Como grupo los factores que 
destacan son la edad de inicio y numero de hospitalizaciones previas. 
Específicamente para TB lo que más se ha asociado es primordialmente el número de 
internamientos previos (aumentando el riesgo con más de 3) y un inicio temprano, 
seguido de un bajo puntaje en la escala de evaluación de actividad global, pacientes sin 
hogar, bajo nivel socioeconómico y comorbilidad con consumo de sustancias previas 68- 
72. 
En este análisis sólo tres factores se asociaron a mayor número de internamientos; el 
número de hospitalizaciones previas (aumentando el riesgo con más de dos), mayor 
número de días de hospitalización, intento suicida previo y retardo en el inicio de 
tratamiento se asocia a tratamiento menor número de hospitalizaciones. 
El intento suicida es un indicador de severidad por lo que a mayor severidad se 
predicen futuros internamientos. De los pacientes el 16% tuvo un intento de suicidio 
alguna vez en la vida. Cifras similares se han obtenido en estudios de TB1 en los que 
se señalan que el 15% comenten suicidio y el 25% tienen un intento suicida a lo largo 
de la vida 21. 
53 
 
El retardo en el inicio de tratamiento desde el comienzo de los síntomas al inicio de un 
tratamiento o la primera hospitalización es de 5-10 años63. El tiempo de retraso nuestro 
estudio entra dentro de este rango con 7.9 años entre el inicio de los síntomas y el 
diagnóstico de trastorno bipolar y de 7.4 años de retraso entre el inicio de los síntomas 
y el inicio del tratamiento específico para TB. El inicio tardío de tratamiento fue 
significativo para menor número de hospitalizaciones probablemente por que el 
paciente presentó sintomatología no tan severa que ameritará la búsqueda de un 
profesional ni mucho menos hospitalizaciones tempranas lo que evidentemente nos 
índica un mejor curso y pronóstico. 
En resumen ni el sexo, edad de inicio, historia familiar de TB, polaridad del episodio 
índice, ni psicosis, predicen mayor frecuencia de hospitalizaciones. Ante este 
panorama una propuesta seria ampliar el estudio y agregar a las variables clínicas, 
variables del funcionamiento neurocognitivo y marcadores biológicos. Es decir aplicar 
modelos de estadiaje clínico que promueven la distinción entre las etapas iniciales de 
las etapas más avanzadas que se asocian a un peor pronóstico y con ello guiar 
nuestras actuaciones y enfoques terapéuticos evitando la progresión del trastorno. 
Como limitaciones de la presente investigación está el uso de expedientes como fuente 
de información que puede haber generado sesgos de información. Es difícil generalizar 
nuestros hallazgos debido a que la muestra es limitada, fue tomada de una institución 
específica y se seleccionó un grupo de pacientes particulares. Los diagnósticos 
encontrados pueden estar mostrándonos únicamente la particularidad de esta muestra 
con una gran frecuencia de pacientes con TB1. 
Otra causa que puede intervenir sobre los resultados es que la decisión de ingreso 
hospitalario puede contener un alto componente de subjetividad. Una limitación 
adicional fue el no haber contado con la información de potenciales variables de 
importancia clínica como el consumo de sustancias, la conciencia de enfermedad, 
funcionamiento premórbido, acceso a servicios de salud, patrones de enfermedades 
asociadas, red de apoyo y gravedad de la enfermedad o de los episodios. 
 
54 
 
5. CONCLUSIONES 
 
El TB es una enfermedad crónica y recurrente que se asocia a mayor discapacidad y 
muerte prematura. En su curso a mayor número de recaídas, más hospitalizaciones, 
peor respuesta a tratamiento, peor funcionamiento global y mayor deterioro 
neurocognitivo. 
La variable clínica que se asocia a más rehospitalizaciones en nuestro estudio es el 
intento suicida previo, el cual nos habla de mayor severidad. En cuanto al número de 
internamientos y días de internamiento son características propias de la evolución por 
lo que es de esperar que sean significativas. 
Es fundamental el uso de clinimetría que nos permita obtener mediciones objetivas de 
los síntomas afectivos, riesgo metabólico, severidad de los cuadros, adherencia al 
tratamiento, conciencia de enfermedad, consumo de sustancias y funcionalidad del 
paciente. 
Utilizar un modelo de estadiaje clínico que tome en cuenta aspectos clínicos, 
neurocognitivos, de funcionalidad y biomarcadores de la enfermedad, posibilita 
intervenciones específicas para el manejo clínico, decisión terapéutica, pronóstico y 
unificación de criterios para proyectos de investigación 
. 
 
 
 
 
 
 
 
55 
 
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