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ANALISIS DEL LIBRO: “LA REDACCIÓN” DE EVELINE REBERG CAPÍTULO 1: EN CASA COMIENZO MI REDACCIÓN Un chico llamado Enrique, necesita hacer una redacción en donde debe describir a una persona en su trabajo. Tarea la cual dejó para el último momento y no quería hacerla ya que en esos días había comenzado a construir su detector electrónico el cual le serviría para saber cuándo alguien entra a su cuarto, pues al abrir la puerta de su habitación sonaría una sirena. Sin embargo, se prometió no seguir en la construcción de su detector hasta que terminara su redacción. Para este chico es un sufrimiento literalmente realizar la redacción y más con su madre ojeándolo e insistiéndole para que la realizara. Él tenía presente que su redacción debía ser original, ya que a la maestra no le gustaban las copias puesto que una redacción no es un ejercicio de copias. Enrique se puso manos a la obra y comenzó a escribir sobre una campesina; luego de tener algunas líneas, pidió la opinión de su madre a lo cual responde que su redacción ha comenzado un poco simplona, por lo cual Enrique decide cambiar el tema de su redacción e ir al centro comercial a inspirarse mientras observa a los comerciantes y así poder comenzar a escribir sobre ellos. Él se va escapado para que su madre no lo acusara de irse de paseo, por lo tanto, ir a comprar un parche para su bicicleta sería su coartada e iría a comprarlo junto con su compañero Esteban quien tampoco había realizado su redacción. CAPÍTULO 2: AQUÍ Y ALLÁ BUSCO INSPIRACIÓN En el camino al centro comercial, Enrique había tenido una idea para su redacción y la de su amigo Esteban, el tema era: una profesora de conducción de automóviles idea que provino luego de que su amigo Esteban le contara que una amiga de su madre trabajaba en una escuela de automóviles y lo dejó conducir sólo un automóvil, pero a Esteban no le pareció para nada escribir sobre ella. Enrique estaba tratando de generar ideas para su redacción ya que la maestra mantenía diciéndole que debía ser más creativo por lo que se inspiró en escribir sobre una campesina con una caja registradora, también pensó en describir al diablo en su trabajo, pero de inmediato comprendió que a la maestra no le gustaría y le pondría mala nota, así que decidió averiguar si allí en el centro comercial vendían redacciones. Enrique y su amigo Esteban fueron inmediatamente a la librería Martínez en busca de una redacción, pero fue inútil su búsqueda. Así que decidieron regresar a casa, pero llovió tanto que los chicos se mojaron, situación que los inspiró en una gran idea: ENFERMARSE A PROPÓSITO para no tener que hacer la redacción. En el camino a casa, Enrique sentía la sensación de haber perdido su tiempo y se reprochaba por ello, además sentía un poco de miedo por lo que podría pasar al llegar, ya que su padre a esas horas ya habría llegado de la oficina. CAPÍTULO 3: EN CASA DE ESTEBAN, ME APARTO DEL TEMA En el camino, Esteban ha invitado a Enrique a su casa, pero este último ha decidido ir solamente a cambiarse de ropa, ya que no quería que su padre quien es un poco estricto con los horarios, le echara una reprimenda. Sin embargo, él no hacía sino pensar en lo que podría pasar y en las explicaciones que debía dar por estar fuera de casa en horas de la noche con ropa que no era de él y en un diluvio. Ya en casa de Esteban, la madre de Enrique fue a buscarlo, pero Esteban lo negó. Como ya no sabían qué hacer, Esteban empezó a inventar una idea, la cual era parecer que Enrique había sido secuestrado, y empezaron a desarrollar dicha idea. Enrique se encondería debajo del escritorio de su padre, Esteban le llevaría comida toda la noche y en la madrugada lo soltarían con los ojos vendados en medio de la autopista y así los padres de Enrique no lo regañarían, pues lo encontrarían en tan mal estado que se preocuparían por él. CAPÍTULO IV: EN EL FONDO DEL ESCRITORIO NEGRO, ME PERSIGUE LA REDACCIÓN Mientras Enrique estaba “Secuestrado” en el escritorio, María, la hermana de Esteban, no hacía sino molestarlo con sus cosas de niña de 6 años. Enrique se encontraba muy estresado, así que decidió escaparse sin importar lo que fuese a pasar. Pero como era de esperarse, Esteban no lo permitiría y comenzaron una pelea en la cual Enrique terminó con manchas de sangre y devastado, pero aún en su estado, escapó. CAPÍTULO V: EN CASA, CONTINUO MI REDACCIÓN Al llegar a casa Enrique no encontró a sus padres, pero su hermano le dijo que lo habían ido a buscar en casa de sus amigos y que debía de llamarlos para que no se preocuparan, como no logró contactar a sus padres decidió terminar su redacción y dejarla muy bien hecha. Así que comenzó a escribir sobre la campesina, y las demás ideas que tenía (la caja registradora, la lluvia, etc.), como ya no encontraba más inspiración decidió encender la televisión, pero sin volumen, por si sus padres llegaban no lo regañaran, sin embargo, al pasar los minutos Enrique le puso volumen al televisor y justo en ese instante sus padres llegaron. Y Enrique ya sabía lo que le esperaba, una reprimenda por parte de su padre. 1. EPÍLOGO: AL DÍA SIGUIENTE, A PROPÓSITO ¿Y LA REDACCIÓN? Al día siguiente Enrique se salvó de ir al colegio, ya que su pie derecho estaba muy inflamado y el doctor se lo vendó, así que Enrique aprovechó para trabajar en su circuito. Se sentía fabuloso y estaba alegre de verle a Esteban, quien había ido a visitarlo y a contarle que su Maestra Pachulí Chinchilla le había mandado a decir que no se preocupara que recibiría su redacción en cuanto regresara a clase y que esperaba se recuperara pronto. Enrique comenzó a volver a sentirse mal, esperaba salvarse de la redacción, pero no fue así, con nada se salvaría, debía entregarla.
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