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REHABILITACIÓN COMUNITARIA EN LA ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD GRUPO DE DISEÑO DE LA DISCIPLINA* Caracas, 2008 INTRODUCCCIÓN La atención integral a la salud constituye uno de los componentes y funciones de la Atención Primaria de Salud, fundamentada en la interrelación entre aspectos de promoción, prevención, curación y rehabilitación, entre lo biológico con lo psicológico y lo social, así como con las condiciones del medio ambiente en que se desarrolla la vida y que condicionan el proceso salud- enfermedad. En el cumplimiento de esta función el médico realiza acciones de Promoción de salud, Prevención de riesgo y enfermedades, Curación y Rehabilitación de la Salud; sobre esta última acción dedicaremos este trabajo, pero antes es importante tener en cuenta que las acciones de rehabilitación alcanzan todas las áreas de intervención en salud, desde las más simples a las más complejas, tales acciones contemplan la detección precoz de la enfermedad, la limitación y el nivel de potencialidad funcional, intelectual y laboral para la búsqueda de soluciones adecuadas que apoyen el desarrollo del individuo y del medio. Por otra parte, ha sido una preocupación constante de los profesionales responsables del diseño de esta disciplina la dispersión en que no pocas veces encontramos la literatura que necesariamente debe respaldar la preparación de estudiantes y profesores con una visión integradora del proceso salud enfermedad en toda su dimensión, donde seamos capaces de darnos cuenta de que sin la existencia de un pensamiento integrador es imposible cumplir con una de las funciones fundamentales del médico integral comunitario. Por tal motivo, una vez más, nos dimos a la tarea de concretar las bases conceptuales y algunos elementos prácticos que respondan al programa previsto y con ello contribuir a una mejor formación de los profesionales de la Atención Primaria de Salud, dejando abierta la posibilidad de profundizar en estos contenidos. DESARROLLO Los problemas de salud que afectan a las personas ocasionando deficiencias, discapacidades o invalideces y minusvalías son tan antiguos como el hombre mismo. Durante mucho tiempo existió la creencia de que solamente la discapacidad y la minusvalía eran tributarias a tratamiento rehabilitador, hoy, a la luz del desarrollo científico, con un mayor conocimiento de las causas de las enfermedades y cómo evitarlas, puede afirmarse que la rehabilitación abarca la mayoría de ellas y puede ser asumida por los profesionales que laboran en la Atención Primaria de Salud. En la actualidad toda sociedad culturalmente adelantada tiene la obligación de resolver el problema de rehabilitación de su población discapacitada.1 Así es como en todas partes del mundo se están creando centros de rehabilitación, donde se estudian técnicas, se promueven leyes de protección a las personas y se educa a la sociedad con el objetivo de que exista una reinserción de las personas discapacitadas con el máximo desarrollo de sus potencialidades físicas, mentales y vocacionales, siendo en definitiva, el objetivo fundamental del proceso rehabilitador 2 Para decidir que tipo de rehabilitación necesita cada paciente y cuando debe comenzarse es necesario considerar por los profesionales de la salud el tipo de discapacidad según la alteración del órgano o sistema, de esta manera podemos hablar de: 1. Incapacitados de los órganos de los sentidos, como es el caso de los débiles visuales, auditivos, ciegos y sordos. 2. Incapacitados del sistema locomotor con alteraciones paralíticas, óseas, articulares, entre otras. 3. Incapacitados mentales como ocurre en pacientes que padecen de psicopatías, oligofrenias y psicosis, así como los incapacitados de otros órganos y sistemas como pueden ser los pacientes con problemas cardíacos, renales y respiratorios. Para la Organización Mundial de la salud la rehabilitación comprende todas las medidas destinadas a reducir los efectos de las afecciones que producen incapacidad y minusvalidez, sean estas físicas, psíquicas o sociales permitiendo al incapacitado y al minusválido lograr su integración social. Por tal motivo, cuando de rehabilitación se trata tenemos que pensar en un proceso integrador que contemple al hombre como un ser biosicosocial, no fragmentado por órganos o sistemas afectados, por ejemplo, un paciente con una discapacidad motora resultante de un accidente no se considera totalmente rehabilitado hasta tanto no se logre su reinserción social y para ello debe haber vencido no sólo las barreras motoras, sino también las psicológicas y sociales. Con lo dicho anteriormente es fácil entender que toda persona discapacitada desde el punto de vista físico, mental o social es tributaria a un tratamiento rehablitador, por tal motivo, pueden encontrarse en la literatura los términos de: rehabilitación física, rehabilitación mental, rehabilitación social, con técnicas muy especificas en cada caso, las cuales se utilizan de forma integrada en el proceso rehablitador según el tipo de discapacidad que se trate. Pasaremos ahora a comentar los tipos de rehabilitación, profundizando en la rehabilitación física y psicosocial y mencionando algunas características de la rehabilitación mental. Rehabilitación Física: Es aquella que se realiza con el objetivo de otorgar al paciente el máximo de capacidad funcional posible, para lograr que sea una persona independiente y pueda integrarse socialmente. Se utiliza fundamentalmente en las personas con patologías motoras en fase aguda, crónica y secuelar para evitar las complicaciones a nivel del aparato musculoesquelético y visceral, fundamentalmente aquellos derivados del síndrome de inmovilización y procesos deformantes musculoesqueléticos. Los métodos de manejo en este tipo de rehabilitación son ejercicios físicos y algunas técnicas a través de agentes físicos, algunos de los cuales estudiaremos más adelante como es el caso de la termoterapia, estimulación neuromuscular, prescripción de ejercicios terapéuticos, entre otros. Rehabilitación mental: Va dirigida a pacientes discapacitados por afecciones psiquiátricas con el objetivo de lograr un buen funcionamiento de manera efectiva en los roles que ellos desempeñan en su vida, con un mínimo de intervención profesional. Este tipo de rehabilitación se estudiará en la asignatura psiquiatría médica. Para lograr este objetivo que al mismo tiempo tendrá efectos preventivos, no se debe limitar la labor a intervenciones individuales, sino que se debe dotar al sujeto de un papel activo y actuar también sobre el ambiente en el que vive y con el que coevoluciona. La intervención ambiental tiene máximo interés, si se acepta que los estereotipos que acarrean la enfermedad mental influyen no solo en las actitudes del entorno, sino también en la imagen interiorizada por el sujeto afectado, es decir, se crea una seudoidentidad. 3 Para modificar este aspecto de gran poder cronificador, se hace necesario potenciar que el paciente viva en un espacio normal, desarrolle actividades de la vida diaria, genere un reconocimiento, que cambiará de forma sustancial la imagen interiorizada del sujeto, y modifique las barreras mentales en lo concreto y lo cotidiano. Al paciente no se le trata como un objeto de la curación, sino de desarrollo y crecimiento personal. El objetivo final de los tratamientos de rehabilitación en salud mental van dirigidos a mantener el respeto absoluto a la dignidad de la persona, a mejorar la calidad de vida (como en cualquier otra enfermedad crónica) y a preservar el derecho de ciudadanía de las personas afectadas.4 Rehabilitación social. Los especialistas tienden a tener un enfoque medicalizado de la discapacidad, olvidando ocasionalmente los beneficios de la rehabilitación socialcomo proceso que se alcanza una vez que las personas con discapacidad se integran a la vida social, con incorporación y participación activa en el desarrollo económico de la comunidad. 5 En los últimos años se han alcanzado grandes, aunque insuficientes avances en la rehabilitación social, algunos ejemplos pueden palparse en la integración escolar de los niños con discapacidad, el triunfo de atletas en los juegos paralímpicos y en otras competencias, campos donde se han logrado los mayores adelantos, sin embargo persisten aún graves problemas. Existen diversas estrategias para mejorar el enfoque de integración social entre los que se encuentran: • No emplear el término de discapacidad como sinónimo de incapacidad para trabajar. • Aumentar la conciencia de la población sobre la necesidad de lograr la integración social. • Motivar a los empleadores para la integración a empleos regulares. • Modificar legislaciones con el objetivo de favorecer la integración social. • Incrementar los servicios de rehabilitación para el trabajo, que incluyan entrenamiento vocacional y bolsa de trabajo así como propiciar la participación activa de las personas con discapacidad en la resolución de su problemática, involucrándolos en sus medidas de integración laboral. Trataremos ahora de ejemplificar lo dicho anteriormente relacionado con la rehabilitación como un proceso integrador, donde el hombre sea valorado como un ser bisicosocial en su entorno familiar y comunitario. Frente a un paciente con limitaciones sensoriales, hipoacusia o sorderas, débiles visuales, se indican tratamientos no solo quirúrgicos o adaptación a prótesis sino que se realiza una valoración psicosocial donde se orienta vocacionalmente y reorienta desde el punto de vista laboral para la inserción a determinadas condiciones de trabajo que le permitan desarrollarse. Concretamente desde la rehabilitación psicosocial debe realizarse una evaluación de las limitaciones de la persona teniendo en cuenta la repercusión psicológica que tiene; por ejemplo cuando ha sido necesario realizar una mastectomía a una profesora de ballet es importante brindar psicoterapia de apoyo por parte del equipo de salud; es evidente que la imagen de sí misma se puede dañar y sentir fracaso debido a que está afectada su imagen corporal y con ello la actividad laboral que realiza. Es necesario además lograr cambios comportamentales en las personas, la familia y la propia comunidad desde la aparición de las limitaciones o secuelas de la enfermedad que permitan la adaptación a la nueva situación modificando estilos de vida, actitudes, manejar las expectativas de los pacientes y de las personas que los rodean. El equipo de salud en el momento de evaluar un paciente discapacitado debe tener en cuenta estos elementos con el objetivo de lograr el apoyo familiar y social que rodea al enfermo propiciando un ambiente de bienestar y además, orientar a la persona discapacitada en busca de su colaboración en el tratamiento rehabilitatorio y con ello la adherencia al mismo. Una de las técnicas psicoterapéuticas que se utiliza con mayor frecuencia es la psicoterapia de apoyo, la cual proporciona al enfermo la posibilidad de expresarse en una atmósfera de comprensión. Se basa en aumentar las esperanzas y optimismo del enfermo por medio de comentarios directos que lo tranquilicen, y puede brindarse en todo momento. Esta técnica utiliza entre otros los recursos siguientes: • sugerencias afirmativas que infundan confianza, • el empleo de la autoridad, • actitudes tolerantes que alivian los sentimientos de culpa, • los consejos y • la manipulación del ambiente y las actitudes de las personas significativas en la situación del enfermo. Otras técnicas utilizadas son: • Relajación • Terapia cognitiva conductual. • Psicoterapia racional • Recursos terapéuticos como: biblioterapia, ergoterapia, laborterapia entre otros. La aplicación de una técnica o recurso terapéutico en la rehabilitación psicosocial está determinada por las características de la personalidad del paciente, la edad, la naturaleza de su problema, su nivel de escolaridad entre otras. El apoyo se basa en el aumento de las esperanzas y optimismo del enfermo por medio de comentarios directos que lo tranquilicen, respecto a la ausencia de peligro y al hecho de que existe en el momento en que el la necesite. Sin duda alguna se han alcanzado grandes avances en la rehabilitación social de las personas con discapacidad, sin embargo debemos continuar trabajando para lograr que este importante grupo se encuentre con una sociedad libre de todo tipo de barreras y prejuicios, que abra sus puertas totalmente a la integración social, así como a una vida totalmente independiente y equitativa de las personas con discapacidad. Técnicas de Rehabilitación Física más utilizadas en la Atención Primaria de Salud. 6 Es importante recordar que todo tratamiento rehabilitador constituye un proceso complejo de acciones en el que no participa solamente el equipo de salud, sino otros profesionales y técnicos que laboran en este nivel de atención. 1. TERMOTERAPIA Es una de las técnicas más aplicadas en el tratamiento rehabilitador, su mecanismo de acción se explica a través del calor aplicado al exterior del cuerpo el que suscita aumento de la temperatura tisular, elevando de esta forma la actividad metabólica local y a su vez el ascenso de la temperatura y la vasodilatación. Más capilares se tornan permeables y aumenta el riego sanguíneo y la presión capilar. También hay una mayor trasudación. La piel se torna húmeda al ser estimuladas las glándulas sudoríparas. El calentamiento local en una zona de inflamación aumenta la fagocitosis; en general, la temperatura corporal se eleva de manera importante y así permanece durante algunas horas. Con la termoterapia también se logra la sedación, analgesia y alivio de la tensión muscular. El calor suele clasificarse en varias formas: radiante, de conducción y de conversión. El calor radiante se aplica por la zona infrarroja del espectro electromagnético. El calor por conducción se logra valiéndose de la aplicación directa de calor en la forma de agua caliente, aire caliente o húmedo caliente, parafina caliente o cojines eléctricos. El calentamiento por conversión es una forma directa de aplicar el calor y depende de que en los tejidos corporales diversas formas de energía primaria se conviertan en energía calórica. El calentamiento por radiación y conducción es superficial, y la aplicación de corriente alterna de alta frecuencia origina calentamiento más profundo, pero resulta más costoso, menos fácil de conseguir y el margen de seguridad es menor. Con el calor superficial, el incremento de la temperatura es máximo en la piel y disminuye hacia los tejidos más profundos. Se necesitan de 20 a 30 minutos para producir el efecto deseado. Algunos métodos corrientemente empleados son: a. Rayos Infrarrojos: Se realiza a través de un reflector apropiado no luminoso o la bombilla luminosa de filamento de tungsteno o carbón. Los rayos penetran aproximadamente 3 milímetros cuando son cortos y los rayos infrarrojos largos penetran un milímetro. El calor producido debe ser cómodo y tolerable para el enfermo y al final del período terapéutico la piel habrá de estar caliente, húmeda y de color rosa. Durante el tratamiento es necesario cubrir las heridas abiertas y las cicatrices, y se tomarán precauciones si el sujeto padece trastornos de la sensibilidad o la circulación. b. Hidroterapia: Es la aplicación externa de agua con fines terapéuticos. El agua proporciona apoyo suave sin obstaculizar el movimiento y este puede efectuarse con menos esfuerzos que fuera del líquido. Los métodos hidroterapéuticosmás usados para aplicar calor son: 1. Baño de Torbellino Consiste en un recipiente metálico lleno de agua que se mantiene en agitación constante. Es un método eficaz de conducir calor a las extremidades. La temperatura fluctúa de 43.5 a 46 °C, excepto cuando hay trastornos circulatorios, que se usa temperaturas de 40.5 °C o menos. 2. Compresas calientes Proporcionan calor muy superficial, la regulación de la temperatura es muy insignificante, y el peso de la compresa aumenta la isquemia y el peligro de quemadura. Se usan compresas de lana, las cuales se calientan con vapor y luego se exprimen hasta dejarlas casi seca, estas producen calor intenso, con poco peligro de isquemia y de quemadura. Son eficaces para aliviar el dolor y el espasmo muscular. La aplicación óptima consiste en una serie de tres a cuatro compresas y cada una se deja de 5 a 10 minutos. 3. Tanque de Hubbard Es un sustituto eficaz, sí los factores de espacio, costo o necesidad no bastan para justificar la piscina terapéutica. Todo el cuerpo con excepción de la cabeza se sumergen en agua a la temperatura de 36.7 a 40 °C. El líquido suele ser agitado y aireado como el baño de torbellino. Es un método para proporcionar calor y ejercicio suave, de especial utilidad si hay incapacidad o padecimientos poliarticulares. 4. Baño de Contraste Este método hidroterapéutico consiste en la inmersión alterna de antebrazos o piernas en agua caliente, por 5 a 10 minutos y fría, por 1 a 2 minutos, terminando con inmersión en agua caliente por 5 min. Esto produce vasodilatación y vasoconstricción activa y aumenta de manera importante el riego sanguíneo. c. La Parafina es otro de los métodos que se utiliza para aplicar calor con el objetivo de producir eritema intenso, dejando la piel suave y flexible. Tiene especial utilidad en las artritis. Las técnicas más empleadas para aplicar son el baño y la compresa. Para el baño, la mano o el pie se introduce lentamente en la parafina fundida y después se saca, manteniéndola afuera lo suficiente para que la parafina endurezca; esto se repite hasta formar una capa gruesa. Luego se cubre con una toalla por espacio de 30 minutos o se deja en el baño de parafina. El calor profundo se logra usando algunas formas de energía física que atraviesan la piel y tejido subcutáneo sin dañarlos y se convierten en calor en los tejidos profundos. Para finalizar, es importante conocer algunas de las contraindicaciones que se han descrito en el uso de esta técnica, como son el no uso en: • Procesos inflamatorios o traumáticos agudos. • En pacientes con obstrucción venosa o arterial. • En zonas donde existe cáncer o se sospeche de él, ya que aumenta el metabolismo. 2. CRIOTERAPIA La terapia con frío ha sido usada desde tiempos remotos para el manejo inicial del trauma y como herramienta valiosa en la rehabilitación de las alteraciones neuromusculares y musculoesqueléticas. Al aplicar frío en un tejido se produce una remoción o pérdida de calor lo cual disminuye su temperatura; este proceso se conoce como enfriamiento y se puede lograr mediante los mecanismos: conducción y evaporación. El primero es el fenómeno mediante el cual se produce transferencia de energía calórica desde la estructura de mayor a la de menor temperatura al superponerlas. Esta es la técnica más usada y se realiza por medio de la aplicación de compresas frías y de inmersión de superficies corporales en agua helada. A mayor tiempo de exposición se obtiene una mayor disminución de temperatura y más profundidad en las estructuras. La segunda es el fenómeno mediante el cual la superficie corporal pierde calor al aplicársele. Esto sucede porque, al evaporarse, estos aerosoles se enfrían y extraen calor de la superficie corporal. El descenso de la temperatura en la piel, con esta técnica, puede ser de 15°C, pero a niveles más profundos, como en las masas musculares, es prácticamente despreciable. Se recomienda dos o tres aplicaciones por dosis. El frío tiene uso terapéutico más limitado que el calor. Su aplicación local produce vasoconstricción disminuyendo el riego sanguíneo y la actividad metabólica, así como la temperatura tisular. La magnitud de la reacción depende del carácter y la temperatura de la sustancia aplicada, de la duración de la aplicación y del área en que se usa. El frío o crioterapia también es utilizado con frecuencia como agente analgésico antes y durante la práctica de un ejercicio, lo que al parecer, facilita por analgesia y relación del movimiento; esto se conoce como crioquinesia. En las etapas agudas de la enfermedad articular inflamatoria, la crioterapia cumple igual función al disminuir el dolor y la rigidez articular. 3. ELECTROTERAPIA Se define como el uso de corriente de bajo voltaje con fines terapéuticos. Ella ha sido utilizada desde la segunda mitad del s. XIX cuando Duchenne incorporó el manejo de corrientes farádicas en el tratamiento de algunas enfermedades neurológicas. La corriente eléctrica tiene un lugar preciso entre los agentes utilizables con fines terapéuticos. El uso apropiado y eficaz de corriente eléctrica se funda en leyes físicas y en la reacción fisiológica. Las variaciones en la reacción fisiológica de los tejidos corporales a las corrientes con diferentes frecuencias y voltaje permite clasificarlas de manera sencilla en corriente con efecto de calentamiento y corriente con efectos estimulantes, entre ellas se utilizan con mucha frecuencia: la magnetoterapia, láser terapia y la ultrasonoterapia. Entre los efectos de la aplicación de corriente eléctrica están: • el fenómeno conocido como reacción polar, el cual consiste en la movilización de iones en la piel y en el tejido celular subcutáneo subyacente al electrodo y la movilización de moléculas de albúmina, grasa y almidones, • la estimulación del sistema nervioso periférico, y • la estimulación vasomotora en la piel en los lugares situados entre los electrodos, lo que aumenta la perfusión tisular, favoreciendo con ello la reabsorción de los productos inflamatorios. Dentro de las modalidades de la electroterapia están: • Estimulación muscular: la que consiste en el uso de corriente eléctrica de bajo voltaje con el fin de mantener o mejorar la contracción muscular. La estimulación se puede realizar en el punto motor o en el vientre muscular, dependiendo de que el músculo esté enervado o no. Se debe emplear electrodos que proporcionen buen contacto para lo cual se recurre a pastas conductoras o solución salina, ya que ellas disminuyen la resistencia de la piel. • Magnetoterapia: Es el uso con finalidad terapéutica de los campos magnéticos producidos artificialmente. Incluye la cama magnética y el equipo de magnetoterapia de mesa. • Láser terapia: Uso con finalidad terapéutica del Láser. • Ultrasonoterapia. • Terapia combinada: Uso combinado con finalidad terapéutica del ultrasonido y la corriente eléctrica. Indicaciones de la electroterapia: • Inflamaciones sud agudas (Traumas , contusiones, infecciones, esguinces y procesos reumáticos). • Artritis crónicas. • Neuralgias, neuritis. • Alteraciones circulatorias • Paresia, parálisis flácidas. • Espasticidad. • Consolidación ósea en el retardo de consolidación. Las contraindicaciones que se reconocen son de dos tipos: Absolutas: • Cuando existe pérdida de la sensibilidad como en la enfermedad de Hansen y paraplejias. Relativas: Entre estas se describen: • Embarazo. • Sangramiento. • Marcapaso. • Implantes metálicos. • Enfermedades locales de la piel (dermatitis). • Trombosis o tromboflebitis • Neoplasias • Proceso Inflamatorio agudo • Ulceraciones o injertos cutáneos. 4. KINESITERAPIA. Esta se define como el tratamiento por el movimiento, aplicando las leyes de la cinesiología.6Sus objetivos son mantener o recuperar una actividad articular normal, evitar la retracción de estructuras blandas de tejido conectivo, conservar la integración del esquema corporal, facilitar estímulos nerviosos que permitan conseguir la relajación y la potencia muscular. En el caso de los profesionales que laboran en la Atención Primaria de salud el tipo de kinesiterapia que pueden aplicar consiste en los ejercicios terapéuticos, con el objetivo de aumentar la amplitud de movimientos de grupos musculares que actúan sobre una determinada articulación, flexibilizar sus estructuras elásticas o fortalecer sus partes blandas. Estos ejercicios comprenden las modalidades de: • Movilidad articular: se utiliza para restaurar la movilidad tras la retirada de inmovilizaciones, restaurar el movimiento tras el reposo de la inflamación aguda, conservación de la amplitud del movimiento en tareas que requieren mantener una postura fija y en la conservación del movimiento en procesos degenerativos. • Estiramientos. están indicados en momentos en que se requiere aumentar la elasticidad de las partes blandas que han sufrido un proceso de cicatrización, eliminar la rigidez producida por la falta de uso de la articulación así como para aumentar la flexibilidad para conseguir un movimiento de mayor calidad. • Fuerza/resistencia muscular: esta modalidad de ejercicio terapéutico está indicada cuando se necesita aumentar la resistencia muscular para soportar tareas prolongadas, aumento del tono muscular, de la estabilidad articular y recuperación de atrofias o hipotrofias musculares. • Ejercicios libres: En este caso el paciente realiza sus ejercicios de forma individual a partir de un programa pre-establecido y observado por el personal técnico en aras de corregir cualquier desviación de lo indicado. • Ejercicios de grupo o técnicas grupales: En este caso el ejercicio es en grupo de pacientes. El: grupos de amputados, grupos de hemipléjicos, etc. 5. MASOTERAPIA. Con esta denominación se reconoce el uso del masaje en la con finalidad terapéutica, tanto manual como electroestático. 6. MECANOTERAPIA: Es el uso con finalidad terapéutica de los implementos mecánicos. 7. TERAPIA OCUPACIONAL: La misma se emplea en actividades de la vida cotidiana como el aseo, vestirse y alimentarse) ejercicios de coordinación, relajación y funcionales. 8. USO DE LA MEDICINA NATURAL Y TRADICIONAL. En este caso son pacientes tratados entre otras técnicas con: • Acupuntura: a través de agujas con diferentes medidas en ciertos puntos del organismo. • Digitopuntura: Es la técnica que emplea la presión ejercida por los dedos del terapeuta sobre ciertos puntos de acupuntura. • Electropuntura: En esta técnica se emplea la corriente eléctrica sobre agujas insertadas en ciertos puntos acupunturales. • Moxibustión: Con esta técnica se emplea el calor resultante de prender fuego a la picadura de Artemisa (MOXA) en el punto de acupuntura. • Ventosas: La misma se basa en el vacío que produce el calor o la presión de aire sobre las ventosas de bambú u otro material aplicadas al organismo generando una congestión d ela sangre en la piel, secundaria la succión que provoca. 9. ACTIVIDADES DE PROMOCIÓN DE SALUD Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES: En los servicios integrales de salud se realizan actividades de prevención primaria sobre personas sanas o con factores de riesgo, secundarias sobre enfermedades crónicas no transmisibles y terciarias sobre los discapacitados Patologías que con más frecuencia se tratan en la Atención Primaria y son susceptibles de rehabilitación.6 Artritis reumatoidea y la artrosis: en ambas patologías, el tratamiento rehabilitador requiere considerarlas en tres fases: agua, subaguda y crónica. La artritis puede presentarse en cualquiera de estas tres fases, mientras que la artrosis suele verse en una forma estática, asimilable a la fase crónica de la artritis y sólo debe tratarse como la fase aguda en caso de traumatismo. Si el paciente se encuentra en una fase aguda de la enfermedad se recomienda: • Reposo evitando el encamamiento. • Uso de férulas para reducir la inflamación y aliviar el dolor, la que debe ser cómoda, permitir el aumento de la tumefacción articular y evitar el movimiento. • Ejercicios terapéuticos, lo que en el caso de articulaciones agudamente inflamadas se realizará una movilidad pasiva una vez al día, comenzando con 5 repeticiones y aumentar una repetición diaria hasta llegar a 15 ó 20. Antes de comenzar debe sumergirse la articulación en agua caliente para reducir el dolor. En la fase subaguda el objetivo es mantener la salud general, prevenir agudizaciones y comenzar a corregir la deformidad, por tanto se pasa del reposo, cuya duración se va reduciendo paulatinamente y la movilidad articular pasiva, al apoyo gradualmente progresivo del peso del cuerpo y los ejercicios activos. Por último en la fase crónica, están indicados los ejercicios terapéuticos los que en este caso tienen como objetivo aliviar el espasmo y el dolor muscular, mejorar la circulación de la sangre y de la linfa en la vecindad de la articulación afectada. Algias vertebrales: Se refiere a los dolores de origen mecánico que asientan en músculos, ligamentos, discos o raíces nerviosas de los tres segmentos de la columna vertebral: cervical, dorsal y lumbar. El tratamiento rehabilitador en el caso de las algias vertebrales está en dependencia de la fase aguda o crónica en la que se encuentre el paciente. Lesiones del aparato locomotor: La articulación inmovilizada para que consolide una fractura sufre hipotrofia y disminución de la fuerza de los músculos que actúan sobre ella, rigidez por reducción de la elasticidad de partes blandas y a veces, osteoporosis de los extremos óseos articulares, por eso al retirar la inmovilización, la articulación es incapaz de cumplir la función de movimiento. Con un programa de ejercicios terapéuticos las partes blandas recuperan la elasticidad y los músculos su fuerza, estos ejercicios deben comenzar con estiramientos pasivos, continuar con estiramientos activos, añadir ejercicios de movilidad articular y acabar haciendo ejercicios de fuerza/resistencia muscular. Enfermedad cerebro vascular (ECV): De los pacientes que sobreviven a estas enfermedades el 80% permanece con un déficit neurológico significativo que puede mejorar con la rehabilitación, cuyo objetivo es conseguir la máxima independencia funcional posible haciendo una correcta valoración del paciente mediante escalas de valoración, para sentar un objetivo real y alcanzable. Según la fase de la enfermedad, será el tratamiento rehabilitador, por ejemplo: • Fase de encamamiento: Se indicarán cambios posturales cada 3 horas, así como movilidad de las articulaciones de forma pasiva para evitar retracciones. • Sedestación: Se inicia cuanto antes para mejorar el equilibrio del tronco, ya que tiende a caer sobre el lado hemipléjico, debe realizarse con el respaldo vertical de la silla elevado, un cojín detrás del hombro afectado, el codo apoyado en el reposabrazos y los pies en ángulo recto, para controlar el equilibrio en esta posición el paciente realizará torsiones de tronco o inclinaciones de cabeza hacia el lado sano. • Bipedestación: Esta inicia cuando el paciente controla la sedestación sin apoyo. • Marcha. Para conseguir un buen patrón de marcha hay que insistir antes en la dorsiflexión del tobillo y dedos, en el equilibrio, estancia y traslado del peso sobre el lado afectado. • Por último es importante tener en cuenta en la rehabilitación del paciente hemipléjico el papel de la familia, la que constituye un soporte fundamental en este proceso al estimular la participación del enfermo en actividades de la vida diaria y brindarle apoyo psicológico. EnfermedadPulmonar Obstructiva crónica (EPOC): En estos enfermos la rehabilitación tiene como objetivo alcanzar la máxima capacidad funcional posible que permita su enfermedad, en este sentido algunas de las acciones que pueden desarrollarse son: • Programas de deshabituación tabáquica, ya que son pacientes que tienen el hábito muy arraigado y difícil de abandonar. • Psicoterapia: El apoyo psicológico de estos pacientes es fundamental en el proceso de rehabilitación debido a la implicación de la ansiedad, la tensión emocional y la depresión en la génesis de la disnea, problemas estos que pueden empeorar además los problemas físicos y psicológicos existentes y debilitar la capacidad del organismo para combatir la enfermedad. El estrés psicológico se puede controlar induciendo un estado de relajación y utilizando otras técnicas de psicoterapia con estos fines como son: el yoga y la hipnosis. • Fisioterapia torásica: Buscando que el paciente aprenda a mantener una postura más correcta en su rutina diaria a través de ejercicios que aumenten la movilidad, especialmente de las articulaciones de las costillas, los músculos de la cintura escapular y ejercicios para disminuir la disnea. • Reentrenamiento respiratorio: Consiste en ejercicios para mejorar los movimientos respiratorios de las últimas costillas y la respiración diafragmática. Enfermedades cardiovasculares Los programas de rehabilitación cardiaca son sistemas terapéuticos multifactoriales destinados a personas que padecen enfermedades del corazón. Con la práctica de ejercicio físico programado y la actuación sobre los factores de riesgo cardiovascular, se consigue un enlentecimiento en la progresión de la arteriosclerosis y una disminución de nuevos episodios coronarios, así como del número de hospitalizaciones y de la mortalidad por cardiopatía isquémica, mejorando tanto la sensación de bienestar como la reinserción sociolaboral. ¿Qué enfermedades pueden mejorar con los programas de rehabilitación cardiaca? Todas las enfermedades que afecten al sistema cardiovascular, como son: • La angina de pecho. • Tras infarto de miocardio. • Insuficiencia cardiaca congestiva. • Después de una cirugía cardiaca. • Tras un trasplante de corazón. • Tras Angioplastia con o sin stent. • Pacientes portadores de Marcapasos. • Enfermedad cardiaca congénita. • Arritmias. • Enfermedad cardiaca reumática. La rehabilitación cardiaca consta de tres fases. La Fase I: Fase de ingreso hospitalario dirigida a no perder masa muscular o elasticidad con el reposo. Se intenta que sea corta, con movilizaciones tempranas, apoyo psicológico al paciente y a su entorno familiar. La Fase II: Periodo más importante de la rehabilitación y se inicia tras el alta hospitalaria comprendiendo los dos primeros meses. Se procede a programar el nivel de ejercicio de cada paciente según sus características clínicas y prueba de esfuerzo, intentando evitar complicaciones. Se introducen los conocimientos que sobre la enfermedad deben tener, los métodos para control de los factores de riesgo en sus vertientes alimenticias, psicológicas y físicas. Así mismo se debe incluir conocimientos sobre actuaciones de emergencias (RCP, DEA, tratamiento con nitritos, etc.) La Fase III: Debe durar toda la vida del paciente. Intenta una reintegración del paciente a su entorno socio-laboral y familiar. Se incluirán pacientes con ausencia de arritmias ventriculares severas, curso hospitalario sin complicaciones. El programa de rehabilitación cardiaca se diseña para cada paciente en particular, según sus características clínicas y físicas, y según el resultado de su prueba de esfuerzo; y estará supervisado por un médico cardiólogo y un equipo de especialistas en fisioterapia. La rehabilitación cardiaca debe contener las siguientes actividades: • Programa progresivo de ejercicios para mejorar la forma física y la capacidad funcional. • Charlas de educación para la salud, para asesorar en los cambios de hábitos de vida: • Cursos de deshabituación tabáquica. • Clases de alimentación. • Aprendizaje de técnicas de relajación y entrenamiento en habilidades para afrontamiento del estrés. • Ayuda a la reincorporación a su trabajo. Para finalizar podemos decir que de forma general el ejercicio físico es un componente importante de los programas de rehabilitación pulmonar independientemente de la gravedad de la disfunción pulmonar que se presente. El ejercicio apropiado para estos pacientes es hacer trabajar grandes grupos musculares a través de la bicicleta estática, caminar, correr, remar o subir escalones. Bibliografía: 1. Asdrúbal Velasco. Manual de enfermería Física y Rehabilitación.1999. Disponible en el sitio: http://bibmed.ucla.edu.ve/edocs_bmucla/MaterialDidactico/enfermeria/DEW B320V453m.htm Consultado, octubre 6, 2008. 2. Arencibia Pérez H, Ramos Molina D, Villar Pena M, Peñafuerte Pérez M. Discapacidad, deficiencia y rehabilitaón. En: Sintes Álvarez. Temas de medicina general integral; tomo I. 1era ed. La Habana: Ed. Ciencias Médicas; 2001. Cap. 4, Pág. 195-201. 3. Esteban Ventura R, Velázquez Moreno Reynol, Moreno Caballero PA, Tápanes Hernández S. 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Dirección Nacional de docencia. Misión Médica cubana en la República Bolivariana de Venezuela- Colaboradores: Dr. Andrés Alberto Padilla Rubio. Coordinador Nacional de SRI en el Programa Barrio Adentro II. Dra. Carmen María Romero Miller. Coordinadora de SRI en el Estado de Nueva Esparta.
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