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1 Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México División Ecatepec REPORTE FINAL DE INVESTIGACIÓN Gestión pedagógica y contexto socio-cultural: un estudio etnográfico en educación básica (escuela primaria). Dra. Leonor Eloina Pastrana Flores Marzo de 2015 2 INDICE 1º Introducción - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (3) 2º Sobre la perspectiva etnográfica empleada - - - - - - - - - - - - - - - - - (4) 3º La gestión pedagógica en contexto - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (7) 3.1 Enfoque de la gestión con apellido pedagógica - - - - - - - - - - - (8) 3.2 La gestión pedagógica en la cotidianidad escolar - - - - - - - - - (9) 3.3. La dimensión social de la gestión pedagógica y el concepto clave de contexto - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (10) 4º Las características del contexto social y cultural en sentido amplio y local - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (13) 4.1 El contexto social amplio - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (14) 4.2 El contexto social y cultural de carácter local: sus características generales - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (15) 5º La incidencia del contexto sociocultural en la escuela desde el alumnado - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (23) 5.1 La escuela de referencia: sus principales rasgos institucionales - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (24) 5.2 El alumnado y sus condiciones de vida expresadas en la escuela - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (27) 6º La presencia y el carácter de las relaciones con madres/padres de familia - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (29) 6.1 De la familia hacia la escuela - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (31) 6.2 De la escuela hacia la familia - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (37) 7º Relevancia del contexto para la tarea educativa de la escuela y los docentes - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (43) 8º A manera de cierre - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (46) 9º Referencias - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - (49) 3 1º Introducción Parece obvio que ha de situarse dentro de su contexto (en sentido amplio) a la práctica educativa escolar, además resulta una verdad de Perogrullo para la academia que no se puede formar o educar a un sujeto al margen de quién es social y culturalmente hablando; pero sucede que en las escuelas, las instituciones educativas por excelencia, con regularidad funcionan al margen de quienes son los sujetos que ahí acuden para formarse o educarse. Dado que la educación es eminentemente un proceso social en sentido amplio, los distintos contextos educativos de los sujetos en desarrollo resultan importantes, incluyendo a la escuela como instancia socializadora, transmisora y certificadora de conocimientos considerados relevantes. Por esto, una gestión pedagógica efectiva no puede definirse solo como una práctica colegiada o no de organización académica dentro de la escuela, ni como un procedimiento técnico-administrativo innovador de su operación cotidiana, sino que es indudablemente una necesidad imperante por el tipo de proceso humano que ahí ocurre que los gestores educativos conozcan a su alumnado y entablen por lo consiguiente relaciones productivas en sentido pedagógico con su contexto social y cultural. La documentación de campo realizada desde la perspectiva etnográfica, procede de una escuela primaria vespertina, situada en un área urbana con ciertos rasgos marginales en Ecatepec de Morelos, Estado de México. 4 2º Sobre la perspectiva etnográfica empleada La perspectiva metodológica en coherencia con el objeto de estudio planteado fue de carácter etnográfico en sentido antropológico, en la cual se asume tanto la implicación del investigador como la reflexividad en el proceso indagatorio como recurso de auto-vigilancia y distanciamiento analítico en la construcción del conocimiento socio-escolar. La sistematización y análisis del material de campo se ha realizado desde la perspectiva etnográfica que caracterizó a esta investigación, cuyos parámetros de trabajo se han desarrollado en un escrito denominado “la etnografía en el contexto de la investigación educativa”, en el marco de los acuerdos de trabajo de la línea de investigación Práctica Educativa, a la que pertenezco. Sin embargo, para ubicar el carácter de lo presentado en este informe, conviene señalar algunas de las principales características de la estrategia metodológica empleada: La etnografía es una perspectiva de análisis del ámbito social y del entorno cultural en que se desenvuelven las vidas de cada día de los sujetos. La etnografía es un proceso sistemático de aproximación a una situación social, considerada de manera global en su propio contexto natural. El objetivo fundamental y el punto de partida que orienta todo este proceso de investigación es la comprensión empática del fenómeno objeto de estudio. La etnografía se interesa por lo que la gente hace, cómo se comporta, cómo interactúa, cómo se relaciona, etcétera, y desde qué presuposiciones lo hace. Por lo que, la etnografía se propone descubrir sus creencias, concepciones, representaciones, valores, motivaciones, etcétera. Los estudios etnográficos parten de obtener información desde las experiencias de primera mano con los sujetos de localidad, a través de observaciones, entrevistas y fotografías de su contexto social. 5 Tiene carácter fenomenológico e interaccionista en el sentido de que la investigación describe los fenómenos sociales desde el punto de vista de los participantes; pero no deja de lado y siempre considera el marco social más amplio en que se ubican los procesos documentados. Supone una permanencia relativamente persistente por parte del etnógrafo en el grupo o escenario objeto de estudio. Es holística y naturalista: las etnografías son muy detalladas ya que producen distintas perspectivas para conceptualizar la realidad y la visión del mundo. Tiene carácter inductivo: es un método de investigación basado en la experiencia y exploración de primera mano, a través de la observación participante y su registro minucioso. Las formas de registro básicas suelen ser escritos de carácter descriptivo narrativos, que se complementan con el uso de medios auxiliares. El resultado es un banco repleto de notas de campo, entrevistas, cuestionarios, fotografías, etcétera. En una investigación cualitativa, el análisis de los datos se va realizando a lo largo del estudio. Los procesos de acopio de información y su análisis van unidos, para construir datos; puesto que se observa, sistematiza e interpreta paralelamente. A medida que se construyen datos se generan aproximaciones, realizando múltiples análisis, reinterpretando y reconstruyendo tramas, historias, tipologías, prácticas y procesos. Durante el proceso analítico el investigador pone el énfasis en la generación inductiva de categorías que permitan sistematizar las informaciones recogidas en base a ejes ordenadores, y así construir los datos que permitan articular conceptualmente una monografía o informe de investigación. 6 Además de esta breve caracterización, ha de mencionarse que las condiciones del trabajo de campo no han sido las más óptimas institucionalmente hablando,así que la recuperación de materiales ha sido complicado; pero, sobre lo acopiado se ha trabajado en su sistematización y análisis de manera exhaustiva y profusa, cuyos resultados se expresan en este documento. Para la presentación del informe, se asumen bajo anonimato los referentes de docentes y directores, pues entre los compromisos contraídos en la escuela donde se realizó el trabajo de campo está el de la confidencialidad y uso de seudónimos para mencionar sus declaraciones y hacer alguna mención a sus prácticas. También se precisa que para esta escritura se asume docente para maestro y maestra, y director en sentido genérico para ambos géneros; cuando la referencia es particular se precisa el género de quien brinda la información presentada. 7 3º La gestión pedagógica en contexto La gestión escolar es un ámbito de la práctica escolar que se ha visto reducido a estrategias de organización en sí mismas, y se ha perdido de vista el carácter situacional de cualquier tipo de planeación que se precie de ser estratégica, con lo que ha de ponerse en contexto a la gestión para ser efectiva; lo que implica reconocer el carácter social y cultural de los sujetos que atiende. 3.1 Enfoque de la gestión con apellido pedagógica La gestión aparece frecuentemente asociada con el management o administración, también de manera especial con su fase de implementación o de puesta en marcha de las políticas; por lo que se le asocia con procesos de resolución de nudos críticos de problemas y con las prácticas concretas de conducción o gobierno de las instituciones. En el escenario educativo recientemente aparece la gestión, trayendo consigo un arsenal negociador y un potencial mediador, sin poder dejar de lado las circunstancias concretas ni a las personas que realizan la gestión, donde más que los recursos o los procedimientos importan las capacidades y las voluntades de los gestores, de tal manera que poco a poco se conforma una plataforma de prácticas que si bien derivan de planteamientos administrativos y planificadores en realidad se potencian las acciones más que las órdenes, las ejecuciones más que las proyecciones, las realizaciones más que las planeaciones mismas. En el contexto actual el planteamiento de la gestión promueve un paradigma de cambio enlazado al orden mundial, con especificidades continentales, nacionales, estatales, regionales y locales. En esta recomposición de las instituciones educativas no se deja de lado la planeación estratégica, situacional y el propósito de calidad en los servicios educativos; pero a la primera se le considera como una herramienta o instrumento de previsión y organización, mientras que a la segunda se le concibe como finalidad o punto de llegada del proceso educativo escolar. Por esto a la gestión desde esta óptica se le adjetiva como pedagógica, en el sentido de hacer 8 concurrentes los distintos elementos que asociados procuran la buena marcha de las prácticas cotidianas de la escuela y del aula. El sentido pedagógico de la gestión escolar implica considerar a los procesos institucionales, planificadores, organizativos, didácticos, curriculares, evaluadores, entre otros, desde la perspectiva de la formación de sujetos en sentido integral y no solo desde la óptica de relativos aprendizajes, medibles, cuantificables para certificarse; sino desde una mirada mucho más humanista de lo que está en juego, con más compromiso efectivo y menos apariencia de cumplimiento. 3.2 La gestión pedagógica en la cotidianidad escolar La gestión escolar o sea la puesta en marcha de los procesos para conseguir los fines o propósitos para los cuales ha sido creada la institución, en este caso educativa, es la prueba de fuego de la viabilidad planeadora, programática y administrativa en su prospectiva pedagógica. El termino gestión escolar tiene sentidos distintos, desde la realización de trámites hasta los quehaceres directivos de la escuela que, son los que interesan y su nexo con una visión total del plantel y sus docentes. De acuerdo con Antúnez (s/f) importa la consecución de objetivos educativos a determinado plazo, donde se implica el currículum, la toma de decisiones consensuada, la motivación del grupo de profesores, las estructuras y formas de participación docente, las relaciones con alumnos/as, la interacción con padres/madres de familia, etcétera; este conjunto de elementos integrados que las miradas estrictamente planificadoras y administrativas no contemplan, sí tienen cabida en el concepto de gestión pedagógica: Gestión pedagógica es un concepto pertinente a la escala de las escuelas singulares; las escuelas singulares son al mismo tiempo su condición de posibilidad y su ámbito de existencia. La estructura dinámica y organizativa de la escuela, su conformación profesional técnica y material constituyen las bases reales para que el currículo y su operación encuentren una forma 9 determinada. Forma que no es neutra respecto de la calidad de la enseñanza ni inocente respecto de los resultados de la escolaridad (Ezpeleta y Furlán, 2000, 107). Si bien la gestión pedagógica supone dimensiones que permean las tareas escolares (histórica, cultural, normativa, política, administrativa, organizacional, académica, laboral, profesional, social, personal e interpersonal, …), la escuela de todos los días las integra no sin dificultades y tensiones a través de la estructuración cotidiana que hacen sus principales actores. Si bien para fines analíticos ha sido generada esta perspectiva multidimensional de la escuela y la tarea docente o directiva, esto no significa que para los actores escolares su realidad histórica cotidiana se presente disociada. En el entendido de que la escuela es la unidad singular del sistema educativo (Ezpeleta: 1992), es la línea del frente, del día a día del sistema educativo y también es la unidad local de referencia para el aprendizaje de todos los actores involucrados en ella cotidianamente; por ello los nuevos planteamientos de la reforma la conciben como comunidad de aprendizaje (Coll: s/f), aunque se olvida que es ante todo un centro de trabajo para los docentes y directores que ahí laboran como profesionales de la educación. 3.3º La dimensión social de la gestión pedagógica y el concepto clave de contexto La gestión escolar en lo general y sobre todo la gestión pedagógica en lo particular no pueden prescindir de su relación con el contexto social y cultural de la escuela expresado en las condiciones de vida de su alumnado y sus familiares, de las características urbanas con ciertos rasgos de marginalidad –en el caso de la escuela del estudio- que se manifiesta en servicios urbanos deficitarios (en especial luz eléctrica, agua y seguridad pública), además de vandalismo, alcoholismo, violencia intrafamiliar, preminencia femenina en la jefatura familiar, infancia trabajadora, entre otros de sus rasgos. 10 La dimensión social que ciertos autores llaman comunitaria, otros como socio- comunitaria y que inclusive considero puede ser llamada socio-cultural, está referida al ámbito de lo que se ha denominado sin mucha estrictez, relación escuela-comunidad o escuela-entorno. Aquí se define como la interacción y el vínculo de la escuela con su área de afluencia e influencia; por lo que resultan de importancia, los rasgos sociales y culturales de los usuarios que atiende y sus familias. También es a través de las actividades y tareas de esta dimensión que se resuelven los problemas de financiamiento y mantenimiento escolar y de acopio de materiales para la enseñanza en el aula. En este sentido, entiendo al entorno escolar desde una perspectiva socio-cultural e histórica que supone pensar al contexto del siguiente modo: Desde una noción de contexto como una síntesisdinámica producto del encuentro de múltiples historias en la escuela, es posible pensar a la gestión pedagógica como una práctica educativa que implica la organización y funcionamiento del plantel en torno a una finalidad formativa de los alumnos centralmente; aunque también supone la formación de docentes, directores e incluso padres. Esta gran tarea trae implicada una gran carga cultural, al considerar a los sujetos involucrados como íntegros, completos, o más bien enteros en palabras de Heller (1987). El enclave sociocultural del centro escolar es constitutivo de su acontecer diario, pues entra a la escuela con los alumnos y las alumnas y se hace presente con las madres y los padres de familia, incluso con la complejidad misma que portan los y las docentes y directores, dada su historia de vida. Por ello, las características del entorno y los rasgos socioculturales de los sujetos resultan elemento nodal a ser considerado en la organización académica de la escuela y las estrategias didácticas en el aula (Hernández, Pastrana y Quezada, 2013, 27). Sin embargo, las relaciones que la escuela establece con su así llamada comunidad son las más de las veces complejas y hasta conflictivas; el nexo que sostiene la interacción escuela-comunidad tiene un soporte legítimo en la fortaleza 11 cultural que la escuela supone para esta sociedad, lo que le permite relacionarse desde supuestos culturales de crianza y estructura familiar que resultan extraños a muchas localidades, en especial de carácter popular ya sean de tipo rural o urbanas. Esta relación más que comprensiva (pero no adaptativa) de las condiciones de vida de sus usuarios cotidianos por parte de la escuela, es tensa y potencialmente conflictiva; por lo que no es posibilitadora de una recuperación positiva del entorno ni de una pertinente formación en cualquiera de sus sentidos, incluyendo su aporte al proceso de hacerse humano del sujeto. Además cuando la escuela percibe a la comunidad, lo hace de manera homogénea las más de las veces, y no como un conglomerado versátil y complejo; sobre todo en las áreas marginales de las grandes ciudades donde las migraciones proveen de diversidad humana en su amplia expresión. Por esto preocupa que las escuelas operen de manera regular al margen del conocimiento cultural y aprendizajes que portan los sujetos, pues una institución de cualquier tipo, pero sobre todo la educativa no puede seguir operando de modo descontextualizado, pues pierde oportunidades de conocimiento, de aprendizaje, de innovación, de construcción de sentidos en sus dimensiones social y pedagógica o en jerga empresarial hoy en boga, de posicionarse productivamente, aunque desde la escuela, en sentido pedagógico y/o académico. Veamos que sucede al respecto en una escuela primaria pública estatal de turno vespertino, en el municipio de Ecatepec de Morelos en el estado de México, considerando su contexto en un sentido amplio. Por lo que conviene precisar que si bien al hablar de contexto se puede pensar en múltiples dimensiones que lo constituyen, en este documento se trabaja sobre el sentido social y cultural del término, con referencia tanto a la institución escuela como a los sujetos involucrados en ella. 12 4º Las características del contexto social y cultural en sentido amplio y local La incidencia del contexto social y cultural de la escuela es el eje de este documento, en especial a través de los niños y las niñas en su calidad de alumnos/as de la escuela, y la presencia de los padres y las madres de familia en la escuela, trayendo consigo todas las dimensiones de su condición de vida. En este sentido y con el fin de presentar a los sujetos no como individuos sino como constructos sociales, se abordarán las características generales del contexto social y cultural tanto en sentido amplio como en su ámbito local. 4.1 El contexto social amplio Las transformaciones a nivel mundial a consecuencia de la globalización se advierten a distintos niveles, por ejemplo Giddens (2007) menciona que se han desdibujado las fronteras y que los sistemas de comunicación –debido a los avances tecnológicos- permiten acelerar procesos en el ámbito político e incluso cultural. Sobre todo la economía se ha globalizado, a través de una rápida comercialización que proyecta determinados hábitos de consumo y a la vez generando rupturas y el deterioro de la cohesión social; por lo que: La globalización no tiene que ver sólo con lo que hay “ahí afuera”, remota y alejado del individuo. Es también un fenómeno de “aquí dentro”, que incluye los aspectos íntimos y personales de nuestras vidas. El debate sobre valores familiares que se desarrolla en muchos países puede parecer muy apartado de las influencias globalizadoras. No lo está. Los sistemas familiares tradicionales están transformándose, o en tensión, en muchas zonas del mundo (Giddens, 2007, p. 8). En este sentido, la globalización es más que un fenómeno económico, es un conjunto de procesos de carácter histórico y de tipo social –cultural que impactan la vida cotidiana de las familias y de los sujetos en lo particular. 13 México como país no está al margen de la lógica de la globalización, la cual ha impactado, a través de los organismos internacionales, en el sistema educativo con la finalidad de transformar prácticas escolares para generar nuevos procesos de formación de sujetos, de tal manera que se puedan hacer frente a retos y necesidades actuales. En este marco, la educación básica en lo general y la educación primaria en lo particular, han sido objeto de múltiples análisis sobre su función, cobertura y calidad. Por ejemplo, el Marco de Acción de Dakar, adoptado en el Foro Mundial sobre la Educación menciona que: La educación es un derecho humano fundamental, y como tal es un elemento clave del desarrollo sostenible y de la paz y estabilidad en cada país y entre las naciones, y, por consiguiente, un medio indispensable para participar en los sistemas sociales y económicos del siglo XXI. Ya no se debería posponer más el logro de los objetivos de la Educación para Todos. Se puede y debe atender con toda urgencia a las necesidades básicas de aprendizaje (UNESCO, Marco de Acción de Dakar, 2000, p. 8). Distintos lineamientos derivados de reuniones internacionales coinciden en dar prioridad a la Educación Básica, como una impronta de un estado democrático o al menos de tendencias democratizadoras, sobre todo reconociendo que la educación académica tradicional no atiende las necesidades de los alumnos en cuando a la realización de todo su potencial humano ni recupera su condición de vida en términos sociales y culturales como punto de partida del proceso educativo formal para hacerlo más idóneo y pertinente, lo que importa sobre manera en un contexto de cambios acelerados de tipo económico, social y cultural. Tedesco (2012) menciona que a partir de la década de 1990, diferentes perspectivas teóricas y políticas reconocieron el valor central de la educación y el conocimiento en el desarrollo económico y en el comportamiento del ciudadano. Desde esta lógica, en México se inician una serie de cambios en el sistema educativo a nivel básico que con el Acuerdo Nacional para la Modernización de la 14 Educación Básica en 1992, incorpora una reforma integral que trata de articular los tres niveles de la educación básica. Las reformas necesarias para lograr los principales retos son: incrementar la permanencia en el nivel primaria y la cobertura en los niveles de preescolar y secundaria, así como actualizar los planes y programas de estudio, además de fortalecer la capacitación y actualización permanente de las y los docentes. Diez años después, se firmó entre autoridades locales y federales en materia educativa, El Compromiso Social por la Calidad de la Educaciónpara lograr la transformación del sistema educativo nacional en diferentes contextos. Un principio que sustenta el compromiso es lograr el desarrollo armónico e integral del individuo. Actualmente, la Reforma Integral a la Educación Básica es el resultado de acuerdos y compromisos políticos, pero, en lo general, este nivel busca promover el desarrollo de un modelo pedagógico por competencias. El Plan de Estudios de Educación Básica (SEP, 2011) menciona dentro de los rasgos del perfil de egreso que los alumnos, al concluir sus estudios, puedan argumentar, razonar y analizar situaciones, propongan soluciones, conozcan y ejerzan sus derechos humanos, trabajen de forma colaborativa, reconozcan, respeten y aprecien la diversidad cultural, asuman y practiquen la interculturalidad, entre otros. Por otro lado, promueve el desarrollo de las competencias para la vida entre las que se encuentran: competencias para el manejo de situaciones, competencias para la convivencia y competencias para la vida en sociedad. Lo anterior implica, que el estudiante de cualquiera de los niveles de la educación básica sea consciente del contexto histórico social en que se encuentra inserto, asuma y practique valores y normas de sus marcos sociales y culturales de vida. Quizá los primeros resultados de dichos acuerdos y compromisos no se puedan observar aún; sin embargo, es necesario mencionar que la sociedad mexicana enfrenta una serie de problemáticas importantes, que mantienen relación con la educación y por lo tanto, con la niñez y la juventud, tal es el caso de la pobreza, la desigualdad, la deserción escolar, la desvinculación escuela-trabajo, la disociación 15 entre la escuela y la vida, el rezago educativo, la discriminación y la violencia, por mencionar algunas. 4.2 El contexto social y cultural de carácter local: sus características generales La Zona Metropolitana de la Ciudad de México se integra por un municipio del estado de Hidalgo (Tizayuca), las 16 delegaciones del Distrito Federal y 59 municipios mexiquenses, entre ellos Ecatepec, que forma parte de la Región V Ecatepec del Estado de México, conformada por otros ocho municipios: Acolman, Axapusco, Nopaltepec, Otumba, San Martín de las Pirámides, Tecámac, Temascalapa y Teotihuacán. Para dar una idea de la explosión demográfica en la comarca, hay que recordar que la población de la Región V representó en el 2010, el 15% del total de habitantes del estado de México, aproximadamente 2.3 millones de personas, por lo que se cataloga como la región más poblada a nivel estatal; siendo Ecatepec de Morelos el municipio con mayor número de habitantes, oficialmente son 1, 656, 107, es decir el 70.78 % de la población regional. La totalidad de la superficie de la región se considera urbana, por lo que el uso del suelo es predominantemente habitacional, y eso hace que la densidad poblacional sea muy alta: 10, 599 habitantes por kilómetro cuadrado1. El municipio de Ecatepec de Morelos es un asentamiento poblacional complejo y diversificado, de alta densidad demográfica y con alto ritmo de crecimiento; dentro de su territorio coexisten poblados históricos, núcleos asentados con cierto tiempo y otros de reciente conformación como consecuencia de la migración tanto del campo a la ciudad como propiamente de la ciudad de México, sobre todo a raíz del sismo de 1985. 1 De acuerdo con el Plan de Desarrollo 2011-2017 (Gobierno del Estado de México), Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de México 2012, COPLADEM, en su página 105 y ss. Recuperado de: http://transparencia.edomex.gob.mx/plandesarrollo/2011-2017/plandedesarrollo Archivo PDF. http://transparencia.edomex.gob.mx/plandesarrollo/2011-2017/plandedesarrollo 16 El poblamiento acelerado de Ecatepec está relacionado con cierto proyecto estatal de carácter federal que promueve las instalaciones fabriles, por lo que inicia con la industrialización entre los años 50 y 60 en que se asientan muchas fábricas de distinta productividad (metal-mecánica, electromecánica, siderúrgica, cemento y asbesto, minería extractiva en los cerros aledaños, cartón y papel, etcétera); después la urbanización se acelera con la llegada de grupos migratorios en busca de trabajo, aunque después decae la industria como fuente de empleo entre los ochenta y noventa. Posteriormente la tercerización (el sector comercio y servicios), en los inicios del siglo XXI y hasta la fecha, es el principal motor económico formal del municipio; aunque se nota la fuerte presencia del empleo informal (a través de micro-empresas familiares), el subempleo y el franco desempleo. Las áreas de población histórica están enclavadas en lo que fueran las riberas del lago de Texcoco y las laderas de la serranía de Guadalupe; de acuerdo con los sectores nativos, estos asentamientos pueden denominarse como viejos pueblos “a pie de cerro y a orillas del lago”. Hoy la parte de los lagos que antes correspondían con el territorio ecatepense (Texcoco y Xaltocan) ya no existe; y sobre esas tierras producto de la desecación o sobre las laderas de los cerros que integran la llamada Sierra de Guadalupe, se han conformado los nuevos asentamientos. En una de las áreas de población que hoy se asienta sobre las extintas aguas del lago de Texcoco, con la consiguiente urbanización errática que se inicia con asentamientos irregulares y que aún conserva rasgos de marginalidad en su estructura urbana, es que se sitúa la escuela de la que hablaré en seguida. Pero antes, una serie de fotografías de la zona urbana correspondiente para dar cuenta de las características que se han enunciado y que se corresponden con las condiciones de vida del alumnado y sus familias. 17 IMAGEN I Ubicación del Municipio de Ecatepec de Morelos en el Estado de México y sus colindancias municipales IMAGEN II Principales áreas de población del Municipio de Ecatepec de Morelos, incluye a la Avenida Central donde se ubica la escuela 18 IMAGEN III Área poblacional donde se asienta el plantel IMAGEN IV Vialidades encharcadas en la zona del estudio (Expresión de insuficiencia en el servicio público de desagüe) 19 IMAGEN V Conjunto de casas-habitación, en área cercana del plantel IMAGEN VI Casa a “medio hacer” en el área poblacional donde se ubica el plantel (Rasgo frecuente de las casas en el área urbana de referencia, donde previamente hubo compra de terreno “en abonos”) 20 IMAGEN VII Casa-habitación de la zona, (mal)habilitada como comercio El rápido aumento de la población ha generado una disminución en la calidad de vida de los habitantes del municipio originando una dinámica de exclusión social, misma que se agrava con las condiciones socioeconómicas adversas como la pobreza, el desempleo, el empleo y el comercio informal, la insuficiencia en la 21 infraestructura y el caos urbano, la marginación y la desigualdad social, lo cual ha suscitado la proliferación de actividades ilícitas. Por lo anterior, entre las mayores preocupaciones de los habitantes del municipio de Ecatepec es la falta de empleo, el desorden urbano, la inseguridad y la violencia generalizada. Esta dura realidad impacta en las instituciones educativas, ahora se observa como la violencia callejera, la delincuencia, la prostitución, el pandillerismo, el consumo de drogas se proyectan a no pocas escuelas de cualquier nivel educativo, área geográfica o entorno social, con agresiones a docentes, compañeros de aula, vandalismo, indisciplina y desafío a la autoridad, las desigualdades entre zonas rurales y urbanas, entre barrios pobres y ricos, entre familias adineradas y de clase trabajadora tampoco es ajena a la escuela, todo ello influye en su dinámica interna.Sin embargo, es importante no perder de vista que una región densamente poblada, desarticulada socialmente y violenta, en términos de Giménez (2007) se le puede considerar un territorio en transformación y re-significación por sus habitantes, debido al proceso de globalización y tercerización que acontece en Ecatepec; lo que no impide que para los sujetos implicados tenga carácter simbólico-expresivo, aunque diverso. Correlativamente, el territorio sería el resultado de la apropiación y valorización del espacio mediante la representación y el trabajo, una “producción” a partir del espacio inscrita en el campo del poder por las relaciones que pone en juego; y en cuanto tal se caracterizaría por su “valor de cambio” y podría representarse metafóricamente como “la prisión que nos hemos fabricado para nosotros mismos”. En resumen, serían tres los ingredientes primordiales de todo territorio: la apropiación de un espacio, el poder y la frontera (Giménez, 2007, p. 122). Se hace referencia al carácter simbólico-significativo, pues en este rasgo se acentúa el territorio no en sentido geográfico ni espacial cuantitativo sino como espacio apropiado producto de la sedimentación y el arraigo socio-cultural de las 22 identidades individuales o colectivas; ya que la cultura es internalizada por los habitantes del territorio de manera diferenciada, divergente y heterogénea. Se trata de un espacio cualificado, de acuerdo con mundos de vida signados por una urbanización caótica sobre un territorio transformado, pero estructurada subjetivamente por las experiencias cotidianas de vida del sujeto entero ecatepense. Sin duda, el contexto social y cultural de la escuela entra en ella a través de los sujetos que ahí laboran o estudian, con sus características y carencias, vicios y virtudes, anhelos y contrariedades, historias personales y familiares, lazos ancestrales y rupturas recientes debido al proceso migratorio, expectativas y desencantos, incluso con tradiciones de sus lugares de origen y los nuevos vínculos adquiridos en sus actuales lugares de habitación; en suma, con todos y cada uno de los rasgos que constituyen su situación de vida, que les permite simbolizarla y significarla de cierta manera. IMAGEN VIII Esquina donde confluyen calles, casas-habitación y comercios en el área de afluencia de la escuela 23 En este sentido, se replantea el concepto común de contexto asociado a contorno, como aquello que rodea a la escuela o que está fuera de su perímetro formal, para revestirlo de historicidad y cultura desde las condiciones sociales de vida de los sujetos actuantes en el ámbito educativo escolarizado. Por lo que no se considera como “exterior constitutivo” ni como entorno en su sentido literal, sino como historicidad constitutiva de la dinámica interna en las escuelas, expresada en las condiciones de vida de los sujetos. 24 5º La incidencia del contexto sociocultural en la escuela desde el alumnado En esta investigación, más que los directores, los docentes entrevistados aludieron a elementos del contexto expresados en los rasgos o comportamientos de sus alumnos y sus respectivas familias; esto, tal vez expresa el peso de lo administrativo-institucional sobre los directores de tal manera que no les permite ver o considerar lo social, mientras que los docentes en su interacción cotidiana con los grupos les posibilita reconocer de modo directo estas características sociales y culturales expresadas en sus alumnos. Para integrar este informe se han recuperado centralmente, como ya se ha dicho, los referentes relacionados con una escuela primaria vespertina del municipio de Ecatepec. 5.1 La escuela de referencia: sus principales rasgos institucionales La escuela de referencia cuenta con un predio bastante amplio en espacio, tiene tres patios, el principal está frente a la dirección y se ocupa para eventos cívico- sociales, otro que se encuentra hacia el norte tiene una cancha de basquetbol pero el alumnado la ocupa como campo de futbol, además de ser utilizada para Educación Física. Otro patio más pequeño es empleado durante los recreos para los juegos de los primeros grados. El edificio del plantel es de una planta con algunos desniveles, cuenta con salones más o menos acondicionados, donde funcionan oficialmente dos escuelas, una en el turno matutino y otra en el vespertino, además de alojar a la supervisión de zona (lo que abrió la posibilidad para dialogar con otros docentes y directores, incluso con quién ejerce la supervisión y que permitió enriquecer la información). Ha de hacerse notar que la escuela matutina tiene mayor número de alumnos mientras que la vespertina (que es a la que nos referimos en este documento) presenta varias aulas vacías. 25 IMAGEN IX Panorámica interior de la escuela Los salones cuentan con mobiliario en buenas condiciones, tienen pintarrón (pizarrón electrónico) y en algunos de ellos puede advertirse sobre sus paredes cierto material didáctico relacionado con los contenidos del programa académico correspondiente. Los baños están en buenas condiciones y parecen ser de hechura reciente, aunque escasa en ocasiones cuentan con agua; hay una persona que se encarga de su limpieza y cuidado, pero no por ello dejan de ser vulnerables a los destrozos del alumnado. Cabe mencionar que en alguna ocasión durante un recreo en que el personal docente se reunió durante un tiempo -que rebaso a lo acostumbrado- en la dirección, fue rota una taza del baño por ciertos alumnos, que les valió una reprimenda por parte del director delante del resto de sus compañeros de su escuela, donde se aludía que se trataba de una escuela de calidad (la escuela participó en este programa recientemente) y que por lo tanto “debería de haber alumnos de calidad también”. La planta docente la integran un director, una docente de apoyo (de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Escuela Regular –USAER- todavía existente a lo largo del periodo de campo documentado) y nueve docentes frente a grupo, pues existen 26 dos grupos de primero (40 y 40), dos de segundo (40 Y 40), dos de tercero (38 Y 35), uno de cuarto (52), uno de quinto (49) y un sexto grado (45). Observamos como de primero a tercero hay dos grupos por grado y luego se compactan a partir del cuarto grado donde se satura la presencia de alumnos. Cuadro I Alumnado de la escuela Ciclo 2013-2014: Grado Grupo A Grupo B Total 1º 40 40 80 2º 40 40 80 3º 38 35 73 4º 52 52 5º 49 49 6º 45 45 Total 264 115 379 Fuente: elaboración propia, a partir de Información escolar recabada. En el vespertino la matrícula correspondiente al ciclo escolar 2012-2013 fue de 395 alumnos, para el siguiente ciclo la población escolar disminuyó (como puede observarse en el cuadro), para el ciclo escolar siguiente hubo 16 bajas; hay que mencionar que por diversas razones ha sido notoria la disminución paulatina de la matrícula en los últimos ciclos. Dentro de la escuela se presentan ciertas problemáticas como el bajo rendimiento escolar, alto índice de reprobación y resultados deficientes en la prueba ENLACE, así como algunas de corte social como adicciones, robo y violencia. La planta docente la conforman profesores con estudios de Licenciatura en Educación Primaria, Pedagogía o Psicología tanto en Escuelas Normales como en 27 la Universidad Pedagógica Nacional (UPN); algunos de los docentes cuentan con estudios de posgrado, en un caso con estudios de maestría no terminados y otros con especialidades de la Normal Superior, del ISCEEM y de la UPN. Este personal, en promedio, tiene ya poco más de diez años laborando en esta escuela. Los maestros en su mayoría, como ya se dijo, llevan ya ciertos años laborando en el magisterio, excepto dos maestras que tienen poco tiempo; sin embargoel personal es joven relativamente hablando (no rebasan los cuarenta y cinco años). 5.2 El alumnado y sus condiciones de vida expresadas en la escuela En esta escuela primaria, ubicada en un área cercana a una de las avenidas principales que atraviesan de sur a norte y al oriente del municipio, con asentamientos irregulares y zonas de casas-habitación con gente que ha emigrado ahí en busca de un “hogar seguro” a relativo bajo costo (con respecto a los precios de otras zonas habitables), se presentan ciertos rasgos de desestructuración familiar y carencias económicas; los cuales están expresados del siguiente modo, conforme a un relato de una madre de familia: Le digo a mi hija -refiriéndose a Dulce (una niña menudita de nueve años que cursa el tercer grado y pocas veces lleva la tarea)-, que ni modo, ella tiene ahora la responsabilidad de ver a sus tres hermanitos; su papá nos dejó solos desde hace un año y yo tengo que salir a trabajar. Ella tiene que ver que coman, y que su hermanito se vaya con ella a la escuela; ya sabe que llego cansada y no me da tiempo ni de revisar las tareas. Le digo que tiene que aprender a ser responsable (Ent.: 29/01/2014). Según una maestra “esta historia se repite en muchos de los alumnos que asisten a la escuela en el turno vespertino”, donde se pueden encontrar, añade, “bastantes madres solteras, algunas con trabajo de fijo y otras sin él”, también “un número abundante de padres, cuando los hay, desempleados o subempleados” y 28 “en los casos en que tienen trabajo, cubren largos horarios”. Este conjunto de rasgos impacta en la socialización de los niños y las niñas. Es ilustrativo de lo anterior, lo que plantea otra docente con cerca de veinte años de servicio en la escuela: Estos niños de hoy en día vienen muy desordenados, pues están solos la mayor parte del tiempo, no hay quien los vigile o los ordene, por eso no ponen atención. Se entiende la necesidad, pero bueno que busquen encargárselos a alguien, a una vecina de las que no trabajan fuera; pero también eso, ahora ya no hay confianza (entre vecinos) (Ent.: 19/03/2014). El director en entrevista cuenta un caso significativo, tanto para él como autoridad como para la maestra del grupo, de un alumno que a su corta edad ya tiene fuertes responsabilidades, originadas en la necesidad económica de su madre y en la falta de apoyo familiar: Con tal de que ese niño (de ocho años, del grupo de tercero b) no se diera de baja, le sugerimos que llevará a su hermanita de dos años a la que tenía que cuidar, porque su mamá salía a trabajar y la abuelita (la propia mamá de la mamá) no quería cuidar a la niña, le dije: tráetela al salón de clases, te sientas con ella, la cuidas y no pierdes el año (Ent.: 22/11/2013). En este ambiente irregular e inconsistente, comentan los docentes, se desenvuelven muchas familias de los alumnos que asisten a esta escuela, dice una maestra que además expresa: Abundan las familias desintegradas o separadas de sus padres que viven con carencias y sin más familiares alrededor (tienen parientes pero están lejos, en otras colonias o de plano en sus pueblos); por eso, hay muchos descuidos en alimentación, higiene, arreglo personal, no hay vigilancia de tareas, (los hijos/las hijas) ven muchas horas la televisión y no hay quien los 29 corrija, y pues así se dan muchas dificultades de aprendizaje (Ent. 12/03/2014). Otra maestra comentó un tanto pesimista, refiriéndose a los “problemas de conducta” que presentan sus alumnos como expresión peculiar del modus vivendi de estas familias en la escuela: No es fácil trabajar con estos niños (refiriéndose a los alumnos con problemas de conducta y/o aprovechamiento y que coincidentemente muestran descuido familiar), si viera que en cada grupo hay alumnos así, y ¿qué se puede hacer?, aplicar la disciplina, pero a veces ni con eso. No son dos o tres, sino varios alumnos problema por grupo. El manejo del grupo no es como antes, cada generación (de alumnos) que llega nos cuesta más esfuerzo ponerla en orden y trabajar con ellos (Ent.: 19/03/2014). En alguna ocasión sobre los rasgos del medio social circundante, la directora de una escuela cercana señalo un rasgo ilegalidad en la que viven estas familias: Cuando hicimos el registro de inscripción, una madre de familia anotó como ocupación de la mamá, hogar y del papá: ratero; digo en qué situación viven que ya no lo ocultan. Y sí hay bandas, algunas peligrosas, quizás nos respetan porque somos sus maestros. Tenemos que andar con cuidado, qué tal si son sus hermanos (de nuestros alumnos) (Ent. 13/06/2014). La inseguridad se ha hecho notoria en los alrededores de la escuela, pues como informa una docente: “se ha sabido de robos a transeúntes y hasta en las casas”. Este clima prevaleciente de inseguridad es vivido con sobresaltos e incertidumbre tanto dentro como fuera de la escuela. Para el director, por ejemplo, la preocupación más fuerte es por las adquisiciones recientes que ha hecho la escuela, por medio del apoyo económico de los padres: 30 Imagínese cuando sepan los padres de la escuela que tenemos nuevo equipo de cómputo y pantalla, van a decir que va a causar tentaciones, aunque no se ve desde fuera, pero sí se sabe lo que tenemos porque los alumnos lo usan, pues luego platican, así se difunde y hasta se lo pueden llevar los rateros del rumbo; si de por sí la escuela está desprotegida de noche (Ent.: 22/11/2013). En este sentido, el contexto y sus rasgos se hacen presente de distintas maneras en la escuela y poco es recuperado de manera positiva; por esto, no puede seguirse obviando en una tarea institucional, social y educativa que implica considerar las condiciones de vida de los sujetos en formación. IMAGEN X Alumnos de la escuela La situación social es demasiada compleja para taparla con un vestuario que uniforme, una disciplina escolar homogénea, el apego estricto a reglamentos u otras medidas estrictas al margen de las condiciones de vida del alumnado. Más allá del concepto vulnerabilidad que prevalece en el ámbito académico y que remite sobre todo al ámbito social; desde los desafíos que se enfrentan desde la 31 práctica docente y la gestión escolar, se requiere de sensibilidad y de atención pertinente y casi personalizada en estos casos, lo que sin embargo difícilmente ocurre por el número de alumnos en los grupos. 6º La presencia y el carácter de las relaciones con madres/padres de familia En las familias, cualquiera que sea su constitución o su estructura, importan las personas completas independientemente de su jerarquía o papel; por esto, el ámbito de “lo familiar” es un espacio-tiempo cargado de tensiones y descargas emocionales. Las relaciones padre/madre-hijos resultan complejas y no se agotan en dicho ámbito; lo mismo, sucede con la escuela. La comunicación entre la escuela y las familias del alumnado es de dos vías, una que va del exterior hacia el interior de la escuela, por los impactos de la vida familiar y la condición social del alumnado en las aulas y que muchas veces es ignorada o vista con desdén por los docentes y directores; y viceversa la que va desde la escuela y se dirige hacia las familias, la cual tiene rasgos más formalizados, y que es el segundo tipo de comunicación y el más privilegiado por la escuela. 6.1 De la familia hacia la escuela La primera tiene que ver con el cómo influyen los conflictos familiares en el aula, pues muchos de los niños son depositarios de los conflictos de sus padres, y sobre todo cómo lo consideran y retoman tanto docentes como directores. La maestra Mariela, una directora entrevistada, lo relata del siguiente modo: Muchos niños no ponen atención en la clase, porque están pensando en el agarrón que se dieron sus papás por la mañana, o que ya se fue su papá, o que deplano el papá llegó borracho por enésima vez y le pegó a su mamá. El maltrato en sus familias está a la orden día y aunque se les dan recomendaciones no hacen caso, es que les gusta vivir (Ent.: 29/01/2014). 32 Por lo que en este caso, se expresa entendimiento hacia la situación del alumno, quizás comprensión pero no se considera como atenuante de las exigencias escolares, o referente de las adaptaciones en contenidos, en estrategias, en tiempos para mejorar su aprendizaje. Si bien existe la sensibilidad en los docentes ante tales casos, ésta no se transforma en acciones de reconocimiento y apoyo (no asistencialistas) sino pedagógicas que den el respaldo suficiente para sentirse como sujetos apreciados en la escuela. Más aún, en ocasiones desafortunadamente ocurre que son las mismas madres de familia que llegan con huellas de maltrato físico por parte de sus parejas. La misma maestra comenta que: Aquí venía una señora que constantemente era golpeada, se le insistió para que ya no se dejara, pues también al niño le tocaba (la golpiza), le animamos a que levantara un acta, fue como agarró valor para salirse de su casa. Digo, a veces de lo que son capaces de soportar con tal de no perder a la pareja, pero los que la llevan son los niños. A veces ellos (los niños) vienen porque saben que hemos ayudado, y como también tienen problemas de agresión se nos acercan (Ent.: 12/03/2014). Se tiene conocimiento de manera general, que las mujeres viven diversas formas de violencia como maltrato emocional, intimidación, abuso físico y sexual. Sin embargo, de modo especial para este caso, importa tener presente que el municipio de Ecatepec destaca de manera desafortunada por su alto índice de violencia intra-familiar e incluso por feminicidios ocasionados dentro de este violento escenario. Esta lamentable situación impacta en la socialización que se brinda en el entorno familiar, pues como plantea Heller (1987) la familia es la médula organizativa de la vida cotidiana, es ahí donde se educa sustancialmente a las nuevas generaciones El entorno familiar es el mundo de vida inmediato de crianza y crecimiento, por tanto de desarrollo de la personalidad, de la constitución del sujeto social y si este 33 se caracteriza por la violencia física y/o emocional y el maltrato, pueden suponerse las condiciones de desarrollo humano que ahí se gestan. La familia es la base de operaciones de nuestras actividades cotidianas, el punto de partida y el punto de retorno de nuestra humanidad, se forman ahí las relaciones más inmediatas y estructurantes de la personalidad, muy probablemente definitorias de nuestro ser social y cultural; por lo que las relaciones intra-familiares muestran el grado de humanización del sujeto entero, de su capacidad emocional, de dialogo, del reconocimiento del otro, etcétera. Pero las situaciones del hogar al mismo tiempo son expresiones de una dinámica social, donde confluyen el abandono, la inseguridad, la pobreza, el desempleo, el empleo informal, el empleo mal remunerado, la falta de horizontes, las carencias de distinto tipo, etcétera. Por lo que se trata de un círculo vicioso que va y viene de la casa, la escuela, la calle, el centro de trabajo (si lo hay), el transporte, los sitios de reunión juvenil, etcétera. Por ejemplo, en efecto, muchas de las actitudes que se ven o más bien, se aprenden en casa son trasladadas al salón de clase, así lo menciona una docente: Roger (de tercer grado) era un niño bastante agresivo con sus compañeros, los agredía a golpes, empujones, con palabras o haciéndoles cualquier travesura, les tiraba el libro, les robaba el lápiz, les rompía el cuaderno, un alumno difícil de madurarlo en el trabajo del aula. Su mamá en cierta ocasión se presentó a la hora de la entrada y yendo tras el hermano de Roger que va en primer año, le dio alcance en medio del patio, donde le plantó sonoras bofetadas y le aventó unas monedas en la cara. Por comentarios de los maestros, se sabe que el estilo de la señora es de ser demasiado violenta, que agrede a sus hijos constantemente con insultos y golpes; los niños (sus hijos) suelen llevar cicatrices en la cara. ¿Cómo ve? Con esto, es entendible la actitud de estos alumnos (Ent.: 13/06/2014). Esta dramática situación se observó y se anotó, por lo que supe del caso, nadie intervino, se dejó hacer a la señora con “todo derecho” sobre su hijo (de hecho hay 34 quienes de los docentes así lo consideran), pero hay que recordar que la escuela es un espacio público y no un ámbito privado, por lo que me pregunto: ¿puede la escuela estar al margen de un hecho violento en el espacio público que ésta representa?, además considerando el ámbito de jurisdicción que le corresponde a la escuela ¿puede dejarse pasar este hecho como un incidente, o un “mal momento” nada más? Tal vez es hora de revisar los “usos y costumbres” escolares, pues la capacidad social estructuradora de la escuela, de generar orden, de regular ciertas relaciones, de aportar en la constitución subjetiva y la formación de sujetos, de ser la institución educativa por excelencia, se ve cuestionada y hasta rebasada con estos casos. Si bien, concebida la escuela en sus ámbitos de injerencia como hasta hoy, las posibilidades de intervención pedagógica son pocas, éstas se complejizan, si se sigue pensando en el prototipo familiar donde la madre es ama de casa dedicada de tiempo completo al hogar y a sus hijos, el padre con trabajo solvente y a los hijos dispuestos en todo para el aprendizaje escolar. Por lo que habría que considerar el escenario social vigente en toda su magnitud y la madre de familia como mujer trabajadora en el mejor de los casos; al padre mal empleado, desempleado, ausente, en proceso migratorio, alcoholizado en ciertos casos; a los hijos a veces mal alimentados, mal tratados, algunos con subempleos para colaborar en casa y no tan dispuestos a los aprendizajes escolares que les parecen alejados y abstractos. Esto que expongo tiene sus manifestaciones en las aulas y se vuelven quejas, pero no sólo eso, sino justificación docente, lo que es una realidad social con la que habría que aprender a trabajar como maestros de grupo. Vemos como hay cambios en las familias, las mujeres salen a trabajar y desatienden las tareas escolares de sus hijos; por eso los niños de hoy son más independientes y buscan con ansia pertenecer a ciertos grupos, con lo que se vuelven más influenciables por su medio social que por su familia y bueno, también le prestan menos atención a la escuela, se comportan como si no les importara (Ent.: 19/03/2014). 35 Se advierten parte de los impactos de las condiciones de vida de estas familias en la socialización de los hijos, cuando dice la docente que “las mujeres salen a trabajar y desatienden las tareas escolares de sus hijos” y además esto se prolonga en el ansia de reconocimiento por parte de estos chicos que buscan “pertenecer a ciertos grupos”, disminuyendo la presencia familiar y aumentando la influencia social. Conforme a las declaraciones docentes, es alta la presencia de madres-solteras en esta escuela con los consecuentes impactos en la educación de sus hijos; pero lamentablemente, sin que se adapten las formas culturales de hacer escuela en este medio social. Por ejemplo, la maestra D relata que: Tengo de cada diez niños tres que prácticamente viven solos, sus mamás trabajan o salen a buscar trabajo y nunca vienen (a la escuela), y cuando lo llegan a hacer, te das cuenta que están en la actividad productiva para sostenerse; lo único que hacen es procurar el sustento diario y luego aunque quieran llegan bien cansadas. A Osvaldo por ejemplo le digo, mira ya que estás más solo que una biznaga en el desierto -porque cuando llega a su casa no hay nadie- tú solito haces las tareas, te cortas las uñas y te limpiasla nariz, -porque acostumbra andar con la cara sucia-. Le dije: entiendes que tienes que cumplir contigo mismo y parece que sí entendió porque ya empezó a escribir y a leer. Los maestros deberíamos estar preparados para atender alumnos así (Ent.: 12/03/2014). Entre las expresiones de la docente sobre las madres de familia, destacan algunas, por ejemplo, “nunca vienen a la escuela”, que suena más a queja pues estas madres están trabajando y no pueden pedir permisos laborales o trasladarse con prontitud de centro laboral al plantel de sus hijo. Otro ejemplo, cuando dice: “lo único que hacen es procurar el sustento diario”, de igual manera evoca reclamo como si procurar el sustento diario fuera poco y no se valora la lucha cotidiana por llevar el alimento a los hijos en condiciones de ausencia o abandono paterno. Una 36 expresión más: “aunque quieran llegan bien cansadas”, sí refleja cierta comprensión pues cualquier trabajo que se realiza genera cansancio. Se advierten las dificultades de trabajar con estos alumnos que pueden calificarse como vulnerables en sentido social y en otros muchos aspectos; pero sobre todo preocupan aristas que pueden ser determinantes en su constitución como personas, en su posible futuro y horizonte de vida, que la escuela no avizora ni retoma en plan propositivo. Estas condiciones vulnerables de vida familiar se manifiestan escolarmente, abundan las quejas docentes en cuestiones de aprendizaje, sistematización de contenidos, falta de materiales escolares y de hábitos personales en especial, de estos alumnos problemáticos desde una visión idealizada del alumno que prevalece culturalmente dentro de las representaciones escolares y docentes. Si bien, como puede advertirse, los requerimientos de formación acuciantes derivan de las dificultades cotidianas que los docentes enfrentan en su salón de clases; en la declaración de la maestra puede notarse su auténtica necesidad formativa, que se plantea desde los dilemas de su práctica. Ojalá que algún día las propuestas de formación docente surjan desde abajo, desde las trincheras educativas del día a día en las escuelas. Más allá de la buena voluntad y las mejores intenciones magisteriales, la particularidad social y cultural del alumnado es una impronta del quehacer educativo escolar y áulico, es un aspecto a tener presente, a considerarse dentro de las planeaciones organizacionales de las escuelas y de las didácticas por parte de directores y/o docentes; no bastan la empatía y la sensibilidad para sacar adelante a este tipo de alumnos, que no son una minoría en las escuelas públicas. La maestra L, por ejemplo, dice: Sí tengo dos que tres alumnos problemáticos pero como Rosita ninguno. A veces digo, hoy sí voy a ayudar a Rosita, que es tremenda -entiendo que la dejan sola y por eso es traviesa-; me da pena decirlo pero apenas empieza a dar lata en el salón, me olvido de mis buenas intenciones, no puedo dedicarme sólo a ella (Ent.: 21/05/2014). 37 No sólo los sistemas de formación docente carecen de cursos pertinentes, las escuelas no cuentan con los mecanismos de comprensión, ayuda y soporte técnico-pedagógico para estos niños. Los docentes enfrentan también una realidad social y cultural a la que a veces muestran indiferencia, quizás derivaba de la impotencia de trabajar en condiciones precarias; en ocasiones hay quien pretende ayudar a estos alumnos/as pero lo hacen más desde su sensibilidad o desde su ideología, más que de manera profesional. Pues estas intervenciones no se realizan de manera institucional, como acuerdo colegiado docente por ejemplo, y son percibidas desde la lógica escolar como intromisiones en la vida familiar y a veces hasta son sancionadas. 6.2 De la escuela hacia la familia En este apartado del escrito se trataran los tipos de relación y de presencia de la escuela con respecto a las familias del alumnado; no se trataran aspectos relacionados con instancias formales como comités de padres, asociaciones de padres de familia y el consejo de participación social que además no se rastrearon, pues el interés de la investigación focalizó las relaciones de apoyo académico, de productividad en términos de resultados educativos, en el sentido de ubicar los eslabones que potencian una relación de trabajo positiva y no de menosprecio al medio social. Por lo que abundaré en cómo la escuela considera y retoma las cualidades sociales y culturales de alumnado y sus familias. Las relaciones de la escuela con su entorno, en su mayor parte son relaciones formalizadas, institucionalizadas y asimétricas, donde la escuela con frecuencia define los términos de la relación aunque no sin dificultades, tensiones y conflictos. Los espacios de negociación entre madres, padres, parientes y vecinos al cargo de los alumnos no son amplios pero tampoco están anulados, fluctúan entre las exigencias escolares y las necesidades familiares. Las relaciones que la escuela establece con las familias están altamente institucionalizadas, es frecuente que se convoque a los padres o más bien a las 38 madres de manera formal, ya sea a través de citatorios o de recados que son una especie de salvoconducto para que puedan pasar al plantel sin restricciones. También ocasionalmente se han presentado sobre todo las madres de manera imprevista en la escuela, lo que ha ocasionado ciertas molestias a la escuela. Por lo que puede afirmarse que predomina un carácter formalizado en las relaciones con los padres y las madres de familia. Cabe señalar que en esta escuela encontramos la presencia no sólo de padres o madres, sino de familiares e incluso de vecinos allegados a la familia del alumno, con quienes han sido encargados por sus familiares más directos. Del tipo de relaciones que pudo registrarse hallamos las siguientes: Participación de los padres/madres en la escuela como apoyo de las tareas educativas A pesar de las constantes quejas de la falta de apoyo de los padres/madres de familia por parte de los docentes, encontramos tanto referencias como prácticas de apoyo familiar tanto dentro como fuera de la escuela. Por ejemplo: un docente de mencionó el siguiente apoyo académico presencial de los padres en la escuela, que referiré a continuación. A veces vienen los padres a dar conferencias a los niños, o les cuentan cuentos, o les traen una actividad como payasos para motivarlos, la otra vez trajeron a una tarántula viva para la clase de Ciencias Naturales, los niños estaban impresionadísimos y bien contentos; pero es algo que desafortunadamente no se da en todos los grupos (Ent.: 29/01/2014). Sin embargo, también se alude al sobre-esfuerzo que supone para los docentes enlazar su práctica con la participación activa de los padres en la enseñanza del aula, pues han de articular armónicamente una serie de factores como contenidos, afinidades, tiempos, etcétera. En este sentido, una docente dio la siguiente referencia sobre otra profesora: 39 Esto sucede sólo con maestros que de veras son muy activos como G, cuando la veo tan trabajadora, leyendo, proponiendo nuevas formas de enseñar, asistiendo a cursos, me digo para mis adentros, no te duermas en tus laureles, apóyala y es que ella siempre puntea en la escuela (Ent.: 04/04/2014). Fue posible ubicar ciertas razones y motivos de la maestra G para entender a sus alumnos e incorporar positivamente a los padres/madres de familia en las tareas de enseñanza, con lo que se advierte que la dimensión personal del docente resulta condicionante de la asunción profesional de un trabajo cotidiano que requiere de mucha interacción con personas menores de edad. Quizás en todas las profesiones la dimensión personal sea constitutiva del desempeño profesional, pero en una profesión que supone una intensa relación cara a cara con otras personas como la medicina, la enfermeríay la docencia, la parte personal se convierte más bien en una plataforma desde la cual se constituyen y adquieren sentido las acciones profesionales. Dice la maestra L. sobre G. cuya forma dinámica de trabajo le ha ocasionado ciertos desencuentros con sus colegas de la escuela: G tiene una vida personal muy ocupada, además de una niña que padece del corazón y constantemente requiere de cuidados, pero se da su tiempo para estar leyendo y estar al día en la escuela, su forma de trabajo tan dinámica le ha causado más de una enemistad en la escuela. Pero es buena en su trabajo y comprensiva, pues tener una niña en esas condiciones le ha permitido entender mejor a sus alumnos (Ent.: 21/05/2014). Vemos como desde la plataforma personal del docente, con sus historias, trayectorias, vínculos familiares y comunitarios, disposición emocional, etcétera, se conforma la profesionalidad del docente y los matices de su desempeño se configuran más allá de las formalidades académicas. 40 Por otro lado, he ubicado distintos apoyos de las madres, los padres u otros familiares e incluso vecinos con las actividades académicas de la escuela más allá de su presencia objetiva, tales como revisión de tareas, firma de tareas, recados, forrado de libros y cuadernos, marginado y punteado de libretas para el aprendizaje de la escritura, etcétera, apoyos que han sido invalidados o invisibilizados, pues las miradas predominantes de la escuela refieren a la presencia física de los padres en los horarios formales, mismos que muchas veces coinciden con sus horarios laborales. Participación de los padres, madres o familiares del alumnos en reuniones para firmar evaluaciones Aunque la presencia de las madres o de familiares femeninos e incluso vecinas del alumno/a se sigue hablando de “padres” en masculino, cuando el principal soporte del desarrollo infantil son mujeres. Es frecuente que la presencia femenina sea mayoritaria en las reuniones que convoca la escuela para la firma de boletas, e incluso en otro tipo de llamados, por ejemplo, para jornadas de limpieza en las aulas y la escuela en general. Ubiqué también una franja, de igual forma con bastante presencia femenina, de gente al pendiente de los alumnos, que son llamados “personas a cargo del alumno/a” y que revela la condición laboral o familiar en que viven, pero que al mismo tiempo refleja preocupación por dejar a sus hijos a cargo de alguien. Pude ubicar evidencias de que los docentes en general esperan que los familiares, vecinos, allegados o personas a cargo del alumnado, se relacionen de manera subordinada con la escuela. En la siguiente declaración de una docente se advierte una especie de queja sobre la relación “igualada” que algunas madres manifiestan: Ya el padre de familia se quiere poner al tú por tú contigo como maestro, se ponen agresivos cuando tienen algo que no les parece, a veces hasta groseros, yo creo que se ha perdido el respeto, aunque también nosotros 41 nos hemos encargado de hacerlo, quizás cuando un maestro anda con una madre de familia, digo se está igualando (Ent.: 04/04/2014). Si bien, la docente se refiere a una supuesta relación de un docente con una madre da familia que lo “rebaja”, no supe más de un hecho en este sentido ni tuve otra referencia; sin embargo, más allá de la veracidad de una relación de tipo personal entre un docente y una madre de familia, lo que importa en este caso, es destacar varias frases donde se advierte cierto sentimiento docente de superioridad con respecto a los actores del contexto inmediato de la escuela. Presencia de los padres/madres para tratar diversos asuntos relacionados con la estancia de sus hijos en la escuela. Son diversos los motivos para que las madres de familia o las abuelas, escasamente los padres acudan a la escuela, pero todos esos encuentros tienen que ver con el avance de sus hijos o con alguna situación difícil que están pasando en alguno de esos ámbitos. Por lo significativo que resulta, expongo un relato de manera resumida que informalmente me refirió una madre de familia, que por cierto dijo ser viuda de hace varios años, “no muchos” dijo “pero sí tengo algún tiempo yo sola”, expresó. Ella narró que pidió permiso para sus dos hijos, un niño de sexto y una niña de cuarto grado para ir al sepelio de su padre (de ella) a un poblado del norte de Veracruz muy cercano a Tamaulipas, ella relató descorazonadamente que una docente le dijo que no metiera a sus hijos en sus problemas, con lo que ella cayó en lágrimas, pues ese problema no era un asunto perenal era una situación familiar que involucraba a sus hijos, pues eran los nietos del fallecido, la señora decidió llevarse a sus hijos y expresó que espera que la maestra nunca tuviera que despedirse de un familiar en una situación desesperada (Rel. 13/10/2013). 42 Este hecho es un revelador de la incomprensión social de la escuela, de la manera tan lineal de ver a veces las cosas de la vida que son tan importantes, por ser imponderables, como en esta situación en que los hijos de esta señora a la que se le murió su papá, quien era obviamente el abuelo de sus hijos, y del cual tenían que despedirse por los vínculos emociónales contraídos, pues pasaban en ocasiones las vacaciones en el rancho de su abuelo materno, y digo, me parece obvia la relación, pero me sorprende que una docente no haya hecho la conexión familiar y haya expresado a la señora que “por favor no metiera a sus hijos en sus problemas”, cuando se trataba de su padre y abuelo de sus hijos. Cuanta incomprensión puede haber en la escuela con relación a las circunstancias de la vida de sus actores principales, los alumnos/as y sus familias. 43 7º Relevancia del contexto para la tarea educativa de la escuela y los docentes En México y América Latina existen mediciones educativas donde se abordan los así llamados “factores asociados” a la escolarización, que señalan las condiciones de posibilidad tanto de éxito como de fracaso de los estudiantes. El éxito regularmente se correlaciona de manera positiva con las concordancia entre modo de vida, estilo de crianza y aprendizajes culturales cercanos e idóneos a las exigencias escolares. Mientras que el fracaso escolar se manifiesta en incorporación tardía, reprobación, rezago, baja temporal y abandono total de la escuela, lo que en su conjunto es llamado como rendimiento interno del sistema educativo por analistas como Ezpeleta (1992). El contexto social y cultural del acto educativo es también histórico, pues es parte de todas las circunstancias y dinámicas de tiempo-espacio específicas, incluso de las estructuras políticas y sociales de su tiempo, así como de la red social de sujetos que hacen educación como proceso eminentemente humanizador. La educación es un acontecimiento fundamental de socialización y de transmisión cultural que incluye dimensiones de orden social, histórica, cultural, política, tecnológica y científica, entre otras; es decir implica un complejo proceso civilizatorio multidimensional y permanente, cuya categoría fundamental es la formación –caracterizada por la constitución integral de sujetos-, donde se funde lo material y lo espiritual, lo económico y lo artístico, lo psicológico y lo social, lo ideológico, lo estructural, lo jurídico y lo político, y el conjunto de relaciones sociales establecidas por la humanidad en un momento histórico. De tal manera que se genera, reproduce y se da continuidad al conjunto de la especie humana, expresada en la idiosincrasia de cada pueblo y su cultura; dando existencia histórica única y diversificada simultáneamente a la humanidad como un todo. Así, encontramos con claridad el contenido de la educación como un proceso de formación humana siempre contextual, específica y particularen un entorno social mayor; como efecto y consecuencia de la acción histórica humanizadora común el ser humano es creado social y culturalmente. 44 Se ha definido a la cultura de múltiples maneras y con diversos significados desde distintas ópticas, pero la cultura desde una visión educativa es un legado comunitario, pues remite al conjunto de bienes y valores tanto materiales como espirituales generados por la humanidad; inherentes a la condición de ser humano, estos bienes y valores están expresados en los conocimientos transmitidos de generación en generación desde la aparición del hombre hasta nuestros días, a través de variados dispositivos culturales (uno de ellos es la escuela); por ello, la memoria colectiva es una herencia social que pertenece a todas las comunidades. En este sentido, la cultura es una herencia y una constante creación que impregna modos de vida, estilos de crianza, pautas de comportamiento, conocimientos de todo tipo (incluidos los de carácter popular, escolar o de tipo científico), prácticas comunitarias, dinámicas escolares, expectativas de futuro, representaciones colectivas a distinto nivel (desde locales, pasando por las nacionales y hasta las de alcance mundial),sistemas de valores y creencias, formas de hacer y legitimar el tejido social, maneras de comunicar, socializar y adquirir ese bagaje cultural. Por lo que la cultura es una herencia y una re-creación permanente de manera colectiva. La formación integral del ser humano es un acontecimiento social que incluye diversos procesos, siendo su base el proceso socializador primario en la infancia, cuando el niño y la niña interiorizan, asumen y aceptan las normas sociales, incorporándose a la mentalidad, ideología, psicología y cultura de su familia, localidad, pueblo, comunidad o nación. Este proceso siempre ocurre bajo la influencia directa y simultanea de diversos agentes socializadores (familia, escuela, iglesia, calle, comunidad, nación, medios de comunicación) en una primera etapa (por lo que se le llama socialización primaria), y continúa por toda la vida en cambiantes contextos sociales (a lo que se llama socialización secundaria). La educación es un proceso eminentemente humano, por lo que tiene rasgos históricos, culturales y sociales específicos, y aunque sea redundante decirlo, es 45 indudablemente contextual, pues la educación es un complejo proceso con aristas culturales, políticas, sociales, económicas, familiares que forma sujetos y genera la apropiación-adquisición-socialización del patrimonio cognitivo, técnico, axiológico, filosófico, artístico, científico, generado y enriquecido por la humanidad entera en el transcurrir de su historia. En este sentido, dicho proceso de formación en la escuela supone los aportes humanos, así como los efectos y las consecuencias de dicha tarea educativa que implica siempre una colectividad y unos sujetos involucrados en ella; donde los sujetos somos los docentes y los estudiantes, como parte del proceso de la enseñanza y el aprendizaje, donde las relaciones sociales se establecen en el proceso de formación humana como forma de hacer historia con alta significación humana, para apropiarse y construir su propia cultura. Por todo esto, no puede pensarse sólo en la escuela cuando se habla de educación, pues la institución escolar es una parte del entramado socio- educacional en que está instalado el sujeto y también por ello, si la escuela pretende ser formadora de sujetos (y no sólo transmisora de supuestos conocimientos), no puede sustraerse a todo el conjunto de instancias educativas a las que pertenecen, a su entorno social y a su historia familiar y comunitaria. La educación siempre se realiza en un entorno comunitario, es posible gracias a que hay una comunidad educadora en sus distintos niveles y modalidades, y se realiza en condiciones históricas, culturales, sociales y políticas específicas; y en este sentido es un recurso imprescindible del devenir social. Por esto, la Pedagogía es una disciplina esencialmente humana, la cual reconoce con mucho a la Antropología en su sentido filosófico, social, cultural pero sobre todo en su reconocimiento de la diversidad humana, pues si bien la educación es un proceso generalizado y necesario para la continuidad histórica de la humanidad, tiene siempre características específicas en su contexto particular de realización; por eso la educación –objeto de estudio de la Pedagogía- es un proceso humano contextual. 46 8º A manera de cierre El carácter histórico concreto del proceso educativo es el que requiere para ser efectivo de una íntima relación con su medio natural, social y cultural, mediante una interacción que implica distintas dimensiones, instituciones, actores o agentes educativos (los sujetos del día a día en la escuela y los sujetos del diseño curricular, de las estructuras de mando, etcétera). Por esto, el contexto histórico – cultural de la educación escolarizada está expresado en dimensiones interdependientes en tres planos: 1. La educación en un amplio contexto social. 2. La institución educativa escolar en su interrelación con la familia y la comunidad. 3. La dinámica interna de la escuela donde se producen las relaciones entre estudiantes y docentes, las propuestas curriculares y las estrategias didácticas, los factores organizativos y de dirección; lo cual comprende el lugar que ocupan tanto la institución escolar, como los agentes educativos antes, durante y después del acto de enseñar y aprender –donde los agentes educativos son sujetos individuales y a su vez sociales actuando en forma sincrónica en ambos planos. Se reconoce que el proceso enseñanza – aprendizaje en el aula, es el eje fundamental del proceso educativo escolar, en el cual por su esencia de formación, y con el fin de dirigir la apropiación de conocimientos, habilidades, hábitos, normas comportamientos y valores heredados del desarrollo humano, requiere de conocer a cabalidad a ese sujeto en formación. También sucede que se le apuesta desmesuradamente a la tecnología en la enseñanza, pero a pesar de la encomiable introducción de medios tecnológicos para la enseñanza, como nuevos recursos didácticos, este proceso no puede prescindir de la disposición ni de la condición de los sujetos que aprenden. En este sentido en la escuela se realiza un esfuerzo para educar para la lectura, la escritura, para la matemática, para la ciencia, en habilidades y competencias 47 diversas, formamos y desarrollamos valores, para un tipo de mujer y hombre que preparamos para la vida en el marco de relaciones actuales; pero sucede que muchas veces esta loable tarea se desarrolla de manera descontextualizada y al margen de las características principales de los sujetos que son educados en la escuela. Reconocer el proceso de enseñanza – aprendizaje solamente desde el ángulo tecnocrático y psicológico es tratar de negar la incidencia de otras dimensiones concurrentes y altamente definitorias del buen cauce formativo, lo cual además de conducir a un reduccionismo ya sea psicológico, voluntarista o de otro tipo, fractura la realización plena del sujeto en el acto de enseñar y aprender. Por lo que puedo resumir mi planteamiento en esta serie de ideas: 1. La escuela como médula del sistema educativo funciona día con día en una normalidad cultural que se define por el carácter social de su alumnado, y sus respectivas familias. 2. La institución educativa opera cotidianamente como núcleo de sentido para su entorno aunque no lo reconozca ni lo asuma. 3. Los impactos de las condiciones de vida del alumnado en la escuela son vistos como anomalías y no como circunstancias históricas, por lo que apenas es concebido al alumnado más allá del ideal forjado en las representaciones de la buena escuela. 4. Sin embargo, la vigencia
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