COMERCIO JUSTO

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COMERCIO JUSTO
El comercio justo es una modalidad comercial que se basa en el respeto y la transparencia y busca el establecimiento de vínculos más equitativos entre los productores y los consumidores. Se trata de un movimiento o tendencia que cuenta con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de numerosas organizaciones no gubernamentales (ONG).
Antes de avanzar, hay que indicar que el comercio es la actividad que consiste en comprar y/o vender productos o servicios. El adjetivo justo, en tanto, califica a aquello que resulta conforme a la justicia.
Puede indicarse que el comercio justo ofrece las condiciones adecuadas para que se respeten los derechos humanos y se logre un desarrollo sostenible. Suele afirmarse que estas prácticas ponen al ser humano por delante del lucro.
Si tienes solo unos segundos, lee estos puntos claves:
El comercio justo promueve un modelo sostenible y responsable para crear oportunidades de desarrollo para artesanos, campesinos y pequeños productores. Este sistema pone el foco en gestionar los recursos naturales responsablemente y en valorar el esfuerzo y los derechos de los productores.
El comercio justo se inició en la década de 1960 para abrir los mercados desarrollados a los productores de las naciones más pobres. Ahora, hay ONGs que fomentan negocios socialmente responsables y un movimiento de consumidores conscientes. También existe la World Fair Trade Organization (WFTO), una asociación internacional de cooperativas de productores.
Los principios del comercio justo incluyen la creación de oportunidades para productores menos favorecidos, la transparencia y responsabilidad en los vínculos comerciales, el pago de precios justos, la ausencia de trabajo forzado y trabajo infantil, el compromiso con la libertad sindical, la equidad de género y la no discriminación, entre otros.
Concepto de comercio justo
El comercio justo es un sistema que promueve un modelo sostenible y responsable con el objetivo de crear oportunidades de desarrollo para artesanos, campesinos y pequeños productores que se encuentran en desventaja frente a los agentes que dominan el mercado. De este modo, pretende que exista una mayor justicia a nivel económico y social en todos aquellos aspectos vinculados a las prácticas comerciales.
El respeto por el medio ambiente (gestionando los recursos naturales con responsabilidad) y la valoración del trabajo (reconociendo el esfuerzo y los derechos de los productores) son pilares del comercio justo, que intenta impulsar el desarrollo comunitario.
Para cumplir con su misión, el comercio justo apuesta por la creación de canales de comercialización directos entre los productores y los consumidores y por el establecimiento de relaciones solidarias.
Su historia
La historia del comercio justo se inicia en la década de 1960. En el ’64, se creó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, donde se planteó cómo abrir los mercados desarrollados a los productores de las naciones más pobres.
En este marco, surgieron cadenas de tiendas de comercio justo para que estos productores pudieran llegar con sus propuestas al continente europeo sin barreras arancelarias. Poco a poco, también fueron naciendo ONGs de comercio justo para fomentar una economía solidaria, con negocios socialmente responsables y un movimiento de consumidores conscientes. La intención era ayudar a los pequeños agricultores a salir de la pobreza mediante prácticas comerciales éticas que les permitieran crecer.
Hoy existe la World Fair Trade Organization (WFTO), una asociación internacional con más de 320 miembros (cooperativas de productores) de unos 70 países que impulsan esta modalidad. También hay programas de certificación de comercio justo, herramientas de etiquetado ecológico y otros recursos que posibilitan la instauración de criterios y estándares.
Principios del comercio justo
El comercio justo se sustenta en diez principios promovidos por la WFTO:
Creación de oportunidades para los productores menos favorecidos con el fin de facilitar su empoderamiento y ayudarles a lograr la autosuficiencia económica.
Transparencia y responsabilidad en los vínculos comerciales.
Prácticas comerciales justas que respeten compromisos y condiciones.
Pago de precios justos que se acuerdan mediante el diálogo.
Ausencia de trabajo forzoso y trabajo infantil.
Compromiso con la libertad sindical, la equidad de género y la no discriminación.
Garantía de buenas condiciones laborales.
Facilitación del desarrollo de las capacidades de los productores.
Impulso del comercio justo en todos los niveles.
Respeto por el medio ambiente.
Desarrollo del proceso comercial
Los principios del comercio justo deben estar presentes en cada etapa del proceso, desde la producción hasta el consumo, pasando por la distribución y la venta.
La producción está a cargo de cooperativas y pequeñas asociaciones, ubicadas en África, Latinoamérica o Asia, que respetan los principios mencionados. Cuando es posible, se brinda asistencia a los productores para que vendan de forma directa al consumidor final.
También pueden intervenir distribuidoras que, previo acuerdo del precio con los productores, ofrecen la mercadería en tiendas donde se informa su procedencia. Además existen las tiendas de comercio justo en línea.
En cuanto a los consumidores, con su decisión de compra contribuyen al desarrollo de sociedades más equitativas y respetuosas del medio ambiente.
Artículos del comercio justo
Los artículos del comercio justo son muy variados. Se trata de productos ecológicos cuya obtención o manufactura no provoca un gran impacto en el medio ambiente.
Entre los alimentos de comercio justo, muchas veces producidos mediante la agricultura orgánica, se suele ofrecer azúcar, cacao, café, té, mermeladas y arroz.
La ropa de comercio justo, en tanto, se confecciona de forma artesanal con tejidos ecológicos. También es artesanal la joyería de comercio justo, que recurre a técnicas ancestrales de fabricación y respeta la identidad cultural de las comunidades a cargo de la producción.
Algunas críticas
Es importante indicar que el sistema de comercio justo ha recibido distintas críticas. Por un lado, se suele señalar que los productos terminan teniendo un precio más alto que otros similares.
Por otra parte, hay quienes sostienen que se les demanda a los productores la adopción de procesos organizativos demasiado complejos, que incluso no tienen que ver con las tradiciones de las comunidades.
Los liberales, asimismo, indican que la justicia del comercio solo es posible cuando las partes llegan acuerdos con libertad, sin condiciones impuestas por terceros.