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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA 
DIRECCIÓN DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO 
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA 
Epistemología e Investigación 
Unidad Curricular: Metodología de la Investigación II 
 
 
 
 
 
Capítulo 9: 
La Utilización de los Datos 
Disponibles como Fuente de 
Material 
 
 
 
 
 
 
Selltiz, C., Jahoda, M. Deutsch, M. Y Cook, S. 
(1965). Métodos de Investigación en las 
Relaciones Sociales. Madrid: RIALP. 
(compilación con fines instruccionales) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 9 
 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
COMO FUENTE DE MATERIAL 
 
 
Informes Estadísticos 
 
Una considerable cantidad de datos estadísticos sobre el 
comportamiento de sus miembros es asequible en cualquier 
comunidad culta. Aunque estos datos hayan sido obtenidos 
primordialmente para el propósito de la Administración y la descripción 
histórica, la investigación en ciencias sociales pueden hacer un buen 
uso de ellos. Menospreciar su existencia supone con frecuencia, o 
bien un desprecio de información relevante o, si el investigador se 
dedica a la recogida de datos que ya existen, una pérdida de esfuerzo. 
El área de asuntos cubierta por los informes disponibles varía 
según las necesidades de la Administración para la que fue 
originariamente recogida. Muchos datos estadísticos disponibles se 
refieren a atributos socio-económicos de los individuos. Así, el censo 
de una población contiene información sobre la edad, sexo, extensión 
de la familia, ocupación laboral, residencia, etc. Las estadísticas 
sanitarias proporcionan las cifras de nacimientos y defunciones; las 
instituciones nacionales, provinciales, municipales y económicas de 
orden privado recogen y publican datos sobre salarios, horas de 
trabajo, productividad, absentismo, paros, transacciones financieras, 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
356 
etc. Muchas organizaciones voluntarias poseen información no 
solamente de sus propios miembros, sino de grupos de personas a 
quienes sirven. Además, un pequeño pero creciente cuerpo de 
información está siendo recogido por varias instituciones con el nivel 
psicológico requerido. Así, p. Ej., escuelas, hospitales, agencias de 
servicios sociales, departamentos de personas en la industria, y otras 
instituciones similares administran actualmente “tests” psicológicos de 
varios tipos a la totalidad de sus poblaciones. 
Otros datos recogidos en el curso de otras actividades tienen un 
número de ventajas en la investigación social, además de las del 
campo económico. Una de las principales es el hecho de que gran 
parte de la información de este tipo es recogida periódicamente, 
haciendo así posible el establecimiento de relaciones a través del 
tiempo. Otra es que la recogida de información a partir de tales 
fuentes no requiere la cooperación de los individuos cuyos datos se 
buscan, tal como ocurre con los cuestionarios, entrevistas, técnicas 
proyectivas y, frecuentemente, con la observación. Es más, puesto 
que tales datos son recogidos en el transcurso ordinario de los 
acontecimientos, el procedimiento de medida suele revelar menos el 
propósito del investigador o cambiar el comportamiento sobre el que 
se está interesado, tal como ocurre en algunas de las otras técnicas 
de recogida de datos. 
 
 
Principios normativos para el uso 
 de los informes estadísticos 
 
El uso de datos estadísticos disponibles requiere que el científico 
social se familiarice con las mejores fuentes conocidas de tales datos 
y acuda con cierto espíritu ingenuo al descubrimiento de otros 
materiales menos conocidos. 
El estudio de Kenesaw M. Landis, “ La Segregación en Washington” 
(1948), está basado exclusivamente en el análisis e interpretación de 
datos disponibles. Entre otras fuentes, Landis utilizó las publicaciones 
del Departamento del Censo para indicar la presión ejercida sobre los 
negros para que vivan juntos en gran número de áreas reducidas y 
para ilustrar las pobres condiciones de las viviendas asequibles para 
los negros, utilizó estadísticas sanitarias para mostrar las 
consecuencias de estas condiciones en términos de un mayor índice 
de mortalidad, especialmente a causa de la tuberculosis; 
 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
357 
datos oficiales de empleo e informes de industrias privadas para 
destacar la discriminación en el trabajo; y las cifras a nivel local 
recogidas por el Departamento de Investigación del Consejo 
Washington de Agencias Sociales para ilustrar la relación entre 
superpoblación y detención de delincuentes juveniles y que consistió 
en el descubrimiento de las fuentes de estos datos y la extracción a 
partir de las mismas de la información relevante a este tema. 
Otras cuestiones de investigación piden una mayor inversión de 
energía o ingenuidad para obtener información relevante. Leo Srole, 
mientras trabajaba en el estudio del status y prestigio de las series de 
investigaciones “Yankee City “ (Warner y col., 1941-47) descubrió una 
inusitada fuente de datos referidos a su problema—informes de 
cementerios 1. Se comprobó que era habitual en los residentes de 
Yankee City que se habían elevado en status social sobre sus 
predecesores, transferir los restos mortales de sus familiares fallecidos 
de un cementerio de status más bajo a otro más de acuerdo con la 
actual posición del miembro representante de la familia. 
Estos ejemplos podrían ser fácilmente multiplicados. Se demuestra 
con ello que la investigación sistemática y la ingenuidad descubrirán 
muchos más datos disponibles de los que con frecuencia se supone 
existen. 
Otro de los requisitos para el uso de informes estadísticos tiene que 
ver con la formulación de hipótesis de investigación. En esencia, el 
uso de tales datos precisa de una capacidad para formular distintas 
preguntas relacionadas con el problema que se trata. Por definición, el 
propósito para el que recogen los informes disponibles es distinto de 
aquel para el que desea utilizarlos el científico social. ( Si no fuera éste 
el caso, la investigación sería superflua, puesto que los propios 
informes ya contestarían a las preguntas de la investigación). Un 
problema de investigación puede ser transferido, en general, a una 
amplia variedad de preguntas; una hipótesis puede ser comprobada 
de muchas formas. El principio básico, por tanto, para el uso de 
estadísticas disponibles consiste en ser flexible con respecto a la 
forma en que se formulan las preguntas de la investigación. Si una 
idea de investigación o una hipótesis pueden ser formuladas de forma 
tal que el material disponible ya recopilado contiene en sí la respuesta 
a tal pregunta, el uso de dicho material es posible. 
 
1 Comunicado en un informe personal a los autores 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
358 
Quizá el más claro ejemplo de cómo una flexibilidad superior en un 
gran intelecto vino a parar en la comprobación de una teoría social por 
medio de estadísticas disponibles, es el trabajo de Durkheim, “El 
Suicidio”. Como ya dijo Talcott Parsons (1937), acerca de Durkheim, 
“poseía en notable grado la facultad de persistencia en el pensar a 
través de las consecuencias de una pocas suposiciones 
fundamentales... su observación empírica es de naturaleza del 
experimento crucial...” La máxima preocupación de Durkheim era la 
relación de un individuo con el grupo y las normas persistentes y 
valores en el grupo. Comenzó con la hipótesis de que las causas del 
suicidio deben hallarse en las condiciones sociales. Para comprobar 
esta teoría, estudió informes de cifras de suicidio en todos los países 
europeos cuyos datos tenía disponibles. Algunas de estas estadísticas 
ya habían sido recogidas por otros investigadores; otras estaban 
disponibles en documentos públicos; y otras fueron obtenidos por 
Durkheim de datos oficiales. Con gran ingenuidad examinó estas 
estadísticas por cuanto parecían mantener distintas hipótesis.En su 
libro, examinó en primer lugar un número determinado de hipótesis 
alternativas: que el suicidio es el resultado de estados psicopáticos, de 
imitación, de factores raciales o hereditarios, de factores cósmicos. 
Demostró que las estadísticas no están de acuerdo con ninguna de 
estas hipótesis. Así, p. Ej., considerando la hipótesis de que el suicidio 
está influido por factores climáticos, comienza con la observación de 
que en todos los países en que las estadísticas disponibles alcanzan 
un período de varios años, la incidencia del suicidio aumenta 
regularmente de enero a junio aproximadamente y luego declina hasta 
el final del año. Esta observación llevó a otros escritores a concluir que 
la temperatura tiene un efecto directo en la tendencia al suicidio. 
Durkheim examina esta posibilidad con gran detalle y demuestra que 
los datos no sostienen tal hipótesis. Arguye, p. Ej., que si la 
temperatura es ligeramente más baja en primavera. Es más, el 
suicidio alcanza su punto máximo no solamente en los meses más 
calurosos (julio y agosto), sino en junio. Por medio de tales análisis, 
demuestra que las regularidades estaciónales en las cifras de suicidio 
no pueden ser contadas por la temperatura, y sugiere la hipótesis 
 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
359 
alternativa de que la actividad social es estacional y que la cifra de 
suicidios está relacionada con el grado de actividad social. 
Volviendo a la hipótesis de que la causa básica del suicidio es la 
falta de integración en un grupo social, examina Durkheim tres 
influencias principales: religión familia y ambiente político. Halla que 
las cifras de suicidio son más bajas entre católicos que entre 
protestantes, más bajas asimismo entre casados que entre solteros, y 
la misma proporción entre los que tienen hijos y los que no los tienen, 
y más bajas también en los períodos de fervor nacional. Todos estos 
hallazgos demuestran, arguye, la hipótesis de que la pertenencia a un 
grupo social cohesivo es un antídoto para el suicidio. Conforme 
analizaba los datos cada vez con más detalle, iba modificando y 
refinando su teoría continuamente. 
Algunos estudios, como la investigación de Durkheim sobre el 
suicidio y el trabajo de Landis sobre la segregación en Washington, 
descansan totalmente en el análisis de datos recogidos con propósitos 
distintos al del estudio determinado. En otros casos, tales datos son 
utilizados en conjunción con otros procedimientos. Los datos 
recogidos regularmente para otros propósitos pueden ser utilizados 
para medir los efectos de un tratamiento experimental. Así, p. Ej., los 
efectos de una consigna electoral pueden ser medidos por un estudio 
de los votos registrados, los efectos de diversos procedimientos 
personales, por medio de informes de productividad. Así, en los 
“Estudios de Haqthorne “, Roethlisberger y Dickson (1939), hallaron 
que los cambios en las condiciones de iluminación, períodos de 
descanso y horas de trabajo no podían ser las causas de una 
constante elevación de la productividad en sus grupos experimentales 
en un período de un año, y concluyeron que los cambios en la 
organización social de los grupos de trabajo y sus relaciones con el 
personal directivo eran los responsables de la elevación de la 
productividad. 
Los datos disponibles pueden ser utilizados en otros aspectos de un 
estudio. Son con frecuencia valiosos en la selección de casos con 
características determinadas para un estudio intensivo, o una muestra 
aleatoria apta para entrevista en un estudio. Un estudio de la moral del 
obrero en las industrias de guerra, realizado por Katz y Hayman 
(1947), ilustra estos dos usos de los datos disponibles. En primer 
lugar, se utilizaron informes de producción como base para la 
selección de cinco astilleros con distinta productividad; dentro de 
 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
360 
cada uno de ellos, se seleccionó una muestra de obreros para ser 
entrevistados tomando el “n” nombre (muestra sistemática) de las 
listas de salarios. Estas investigaciones hallaron una relación circular 
entre moral y producción, con una alta producción que daba un 
sentimiento de obra terminada y que llevaba a aumentar el esfuerzo, 
en tanto la baja productividad. Se concluyó más adelante que los 
factores directamente asociados con el trabajo eran más 
determinantes, más importantes que las condiciones más generales 
de la comunidad tales como alojamiento, transporte y facilidades 
recreativas. 
Los informes disponibles pueden ser también utilizados para 
complementar o comprobar información reunida específicamente para 
los propósitos de una investigación dada. Por ejemplo, en un estudio 
del impacto psicológico del paro obrero prolongado en una aldea 
austriaca (Jahoda-Lazarsfeld y Zeisl, 1932), los relatos de su 
experiencia dados por varios obreros parados dieron a entender que 
se sentían mucho peor al comienzo de la época de paro que después 
de tres años del mismo, a pesar del gradual deterioro de su condición 
económica. Este efecto de “shock” del paro fue contrastado con 
informes tales como los relatos del tendero de la localidad, que 
mostraban una brusca caída en las ventas en los meses 
inmediatamente después del comienzo del paro, seguidos por una 
ligera mejoría y una persistente bajada a continuación. 
En muchos de estos ejemplos, el interés del investigador estaba en 
la conducta o en las características de la modalidad directamente 
reflejada en los informes estadísticos – segregación, suicidio, votos, 
productividad. Al igual que en otros tipos de datos, no obstante, los 
informes de determinada conducta pueden ser utilizados como índices 
de algún concepto más general. Una serie de estudios de Tryon 
(1955) ilustra estos dos usos de los datos existentes. Tryon se hallaba 
interesado con el problema de la identificación de grupos subculturales 
de forma más significativa y fiable que la dada por la clasificación 
usual de “clase social”. Se hallaba interesado en dos hipótesis 
relacionadas entre sí: 1, que las áreas sociales demográficas pueden 
ser identificadas sobre la base de los datos del censo; y 2, que un 
área social demográfica también en un área psicosocial—es decir, que 
los residentes de un área demográfica social experimentarán ciertas 
situaciones sociales comunes de carácter significativo y ciertos 
estados psicológicos 
 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
361 
comunes provocados por tales situaciones, y se comportarán de 
ciertas formas comunes. En relación con esta primera hipótesis, 
examinó treinta y tres ítem del Censo U.S.A. del año 1940 para las 
243 listas del censo en el Área de San Francisco Bay; los ítems 
incluían, p. Ej., el porcentaje de casas exentas habitadas por una sola 
familia, el porcentaje de mujeres que no trabajan, el de directivos o de 
obreros cualificados, etc. Por medio de una técnica estadística 
conocida por el nombre de análisis “en racimo”2, hallé que estos treinta 
y tres ítems quedaban reducidos a tres grupos principales que podrían 
ser descritos del siguiente modo: independencia socio-económica, 
concerniente a bienestar económico e independencia social; 
asimilación, es decir, la incorporación de las personas en la cultura 
media americana; y orientación sobre la familia. Cada uno de una de 
las listas del censo podían ser descritos en términos de su posición 
con respecto a cada una de estas tres variables. Muchas listas 
mostraron, desde luego, el mismo tipo; para la totalidad del área 
estudiada, se hallaron ocho tipos. Pudo darse a éstos títulos 
descriptivos, así como puntuaciones índice; p. Ej., “los exclusivos” – 
por encima de la media de asimilación, en orientación sobre la vida 
familiar y especialmente en independencia socio-económica; “los 
obreros “—incluidos en la media de orientación de vida familiar, pero 
un poco por debajo en la asimilación e independencia socio-
económica; “los segregados” bajos en asimilación, independencia 
socio-económicay vida familiar tal como habían sido definidas en el 
estudio. 
Como prueba evidente de comprobación de su segunda hipótesis la 
de que las áreas demográficas son también áreas psicosociales Tryon 
utilizó el registro de votos. Su interés no estaba en las votaciones por 
sí mismas, sino como índice de las actitudes sociales. Halló una alta 
correspondencia entre forma demográfica y votación en la elección 
presidencial de 1940. En la mayoría de las listas de “exclusivos”, una 
cuarta parte de los votos aproximadamente fueron para Roosevelt, y 
en ninguna hubo más de un tercio para este candidato; en el otro 
extremo, en la mayoría de las listas de “obreros” y “segregrados”, tres 
cuartas partes o más de los votos fueron para Roosevelt, y en ninguna 
de ellas obtuvo menos de la mitad de los votos. Un análisis de los 
resultados de la elección (no pu- 
 
2 Véase Tryon para los procedimientos supuestos en esta técnica (1957ª). 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
362 
blicado entonces) catorce años después mostró una continua relación 
entre el modelo demográfico (tal como fue determinado en 1940) y las 
actitudes sociales tal como fueron reveladas en los votos de 1954 en 
temas tales como subvenciones a hospitales, exención de impuestos 
para instituciones benéficas y pensiones para ancianos necesitados. 
Algunas dificultades en la utilización de informes 
estadísticos 
La definición de los términos.—Las definiciones de las categorías 
utilizadas en el material estadístico disponible no coinciden con 
frecuencia con las utilizadas en la investigación social, hecho que 
frecuentemente se oculta por el uso de una terminología similar. Así, 
p. ej., el científico social puede estar interesado en la composición 
familiar. Cuando consulta los datos del censo, puede ser que 
encuentre material clasificado bajo la categoría «composición familiar» 
Aunque la composición familiar incluye vínculos de sangre solamente, 
se extiende a acogidos, sirvientes y otros empleados que pueden 
compartir la residencia de su patrono. 
Una invitación a la confusión todavía más sorprendente es la 
proporcionada por algunas estadísticas sobre ofensas criminales. Así, 
p. el., en todos los Estados de la Unión se hace una distinción entre 
crimen y otros delitos menores; no obstante, un acto que es un crimen 
en un Estado puede ser clasificado como delito menor en otro. 
A la vista de tales diferencias, el uso de datos estadísticos 
disponibles puede ser origen de confusiones en vez de aclaraciones, a 
menos que sea conocida una definición precisa sobre la que están 
basados los datos estadísticos. 
Métodos de recogida de datos.—El hecho de saber qué datos va a 
recoger el encargado de ello no es suficiente; debe también inquirirse 
sobre la adecuación de sus métodos. Muchos datos son recogidos con 
la intención de cubrir un universo entero de acontecimientos, y no 
solamente una muestra. No obstante, muchos obstáculos residen en 
la forma de realización de este ideal. En primer lugar, puede ocurrir 
que los informantes de quienes obtuvo el centro estadístico los datos 
no estuvieran deseosos o capacitados de proporcionar tales datos. 
Existe una sospecha fundada, p. ej., de que las estadísticas de 
ingresos familiares basadas en las declaraciones de 
 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
363 
impuestos suelen ser subestimadas, en tanto que las relaciones de 
gastos tienden a ser sobrestimaciones de los mismos. Por las mismas 
razones, fácilmente comprensibles, los datos estadísticos referidos a 
hijos ilegítimos son algo menos exactos que los de nacimientos de 
matrimonios legítimos. 
Es bastante posible que el grado de inexactitud en los informes 
oficiales debido a estas razones sea despreciable desde el punto de 
vista de los propósitos de los científicos sociales. Pero existen otros 
errores metodológicos que pueden llevar a serias inexactitudes. Esto 
debería ser tenido en cuenta, especialmente cuando se utilicen datos 
coleccionados a través de muchos años. Así, p. ej.: las estadísticas de 
suicidios en Prusia (véase Halbwachs, 1930) vienen desde el año 
1816. Hasta 1883 el deber de tener al día los datos de suicidio era 
responsabilidad de la policía local. Luego, en 1883, esta tarea fue 
transferida a las autoridades civiles. A la vista de este cambio, podría 
dudarse en la interpretación del hecho de que las cifras de suicidio 
muestran un aumento del 20% entre 1882 y 1883 solamente como un 
reflejo del cambio de técnicas. 
Circunstancialmente, es posible corregir los datos disponibles a la 
luz de lo que se conoce sobre los métodos de recogida de los mismos. 
Con más frecuencia, esto no es posible. En cualquier caso, las 
cualificaciones adecuadas de tales datos cuando han sido utilizados 
para propósitos de investigación pueden ser hechas solamente si el 
científico social tiene conocimiento de los posibles errores inherentes 
al determinado método que ha sido empleado. 
Documentos Personales 
A la hora de hablar de documentos personales para objetivos de 
investigación nos referimos a autobiografías, cartas, diarios, ciertos 
tipos de ensayos escolares, ensayos premiados, etcétera. Otros 
autores33 han utilizado el término en una forma mucho más amplia 
para incluir material adicional tal como datos de cuestionarios, 
entrevistas, formas artísticas, producciones proyectivas, datos de 
agencias sociales, etc. En nuestro uso restringido nos referiremos 
solamente a ítems que cum- 
 
 
3 Véanse especialmente las publicaciones muy ilustrativas del Social Research 
Science Council: AUport (1942), y Gottschalk, Kluck-hohn y Angell (1945). 
 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
364 
plen los siguientes requisitos: 1, documentos escritos; 2, documentos 
que han sido producidos por la propia iniciativa del escritor o, en otro 
caso, en forma tal que su contenido introspectivo haya sido 
determinado enteramente por el autor; y 3, documentos que se 
refieren a la experiencia personal del autor. Estos criterios excluyen el 
material de entrevistas, aunque éstas hayan tenido lugar en un 
ambiente de distensión e improvisación. También excluyen aquellos 
esfuerzos literarios que pueden utilizarse como documentos 
personales solamente a través de una interpretación proyectiva. Esta 
definición más limitada de documentos personales tiene la ventaja de 
destacar su característica más distintiva: nos permite ver a otras 
personas tal como ellas se ven a sí mismas. 
San Agustín, que produjo uno de los documentos personales más 
grandiosos de todos los tiempos, llevó a cabo la contribución singular 
que este tipo de documentos pueden hacer a este respecto. En el 
Libro X de sus «Confesiones» explica por qué escribió este 
documento personal. Comienza con el supuesto de que “los hombres 
son una raza curiosa por conocer las vidas de los otros hombres”, 
supuesto que es tan válido ahora como en su tiempo; y argumenta 
que nada, excepto lo que un hombre dice de sí mismo, puede 
satisfacer completamente su curiosidad: 
Y por lo que respecta a lo que soy mientras estoy escribiendo 
mis Confesiones, hay muchas personas que desean saber—tanto 
la gente que me conoce personalmente, como la que no me 
conoce, pero que me han oído o han oído hablar de mí. Ellos no 
han oído hablar a mi corazón, donde yo soy el que soy. Ellos 
desean, por tanto, oír de mí mi propia confesión de lo que soy 
dentro de mí, donde ellos no pueden penetrar con el ojo, con el 
oído o la mente, (Subrayado del autor.) 
 
Es cierto que las ciencias sociales han desarrollado técnicas 
modernas que pretenden penetrar en las experiencias internas a 
través de la apariencia exterior y la conducta. Entrevistas profundas, 
técnicas proyectivas y psicoanálisis, pretenden esto. Aplicadas con 
éxito, pueden a menudo penetrar incluso más allá de lo que un 
hombre conoce de sí mismo 4.4 San Agustín comprobó la limitación de los documentos personales a este respecto: 
"...y hay algo en el hombre que el propio espíritu del hombre que esté dentro de sí 
mismo no conoce él mismo”. 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
365 
Pero estas técnicas, aunque son capaces por sí mismas de descubrir 
la naturaleza de las experiencias interiores seleccionadas, pueden 
difícilmente reconstruir la total estructura de la propia imagen de una 
persona, con sus complejidades y énfasis espontáneos. 
Gordon Allport (1942), en su defensa del valor de los documentos 
personales para la Psicología, destaca la importancia de aspirar a una 
visión del conjunto antes de que los detalles de la experiencia interior 
se sujeten a un escrutinio más sistemático; 
 
El contacto con las personas es el comienzo de todo 
conocimiento científico o de cualquier otro tipo. En Psicología la 
fuente y origen de nuestra curiosidad en—y el conocimiento de—la 
naturaleza humana se halla en nuestro conocimiento de los 
individuos concretos. Conocerlos en su natural complejidad es un 
primer paso necesario. Comenzar demasiado pronto con el análisis 
y clasificación, es correr el riesgo de dividir la vida mental en 
fragmentos y comenzar con particiones que darán una versión 
errónea de las organizaciones salientes y las integraciones 
naturales en la vida personal. Para evitar estas preocupaciones 
apresuradas con los segmentos no naturales y falsas abstracciones, 
la Psicología precisa relacionarse con la vida tal como es vivida, con 
los procesos significativos totales del tipo revelado en los 
documentos biográficos consecutivos y completos. 
El uso de la razón para el manejo de documentos personales es, 
con mucho, semejante al requerido para el de las técnicas 
observacionales. Lo que las últimas pueden obtener con la conducta 
abierta, las primeras pueden hacerlo en las experiencias internas: 
revelar al científico social la vida tal como es vivida sin interferencias 
de la investigación. No obstante, si bien el número de situaciones que 
pueden ser observadas es considerable, los documentos personales 
son relativamente escasos; de aquí que el ámbito de su utilidad para 
la investigación es bastante limitado. 
Incluso cuando están disponibles, los documentos personales 
tienen que ser utilizados con alguna precaución. San Agustín señala 
una de las reservas básicas—la duda acerca de la autenticidad: <Y 
cuando ellos me oyen confesarme a mí mismo, ¿cómo saben ellos 
que estoy hablando la verdad...?» 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
366 
Vio claramente el santo que no existía una contestación totalmente 
satisfactoria a tal escepticismo, puesto que «Yo no puedo probarles que mi 
confesión es verdadera». 
Existen dos posibles clases de falsificación de las cuales ha de 
estar prevenido un científico social que utiliza documentos personales. 
En su forma más cruda, la falsificación llega a! engaño consciente y 
deliberado. Un documento puede ser redactado en la forma de 
documento personal por otra persona distinta a la estudiada y 
presentado al mundo como el artículo legítimo. Los motivos para tal 
falsificación son variados: beneficio material, malicia, humor, ejercicio 
literario. El ejemplo más significativo en la literatura psicológica fue la 
falsificación hábilmente presentada del diario de una adolescente, que 
engañó al propio Freud, y cuyo documento fue calificado por éste 
como «una joya». Hugh Helmut, autor de este «Tagebuch eines 
halbwüchsigen Mädchens»5, aseguraba que se trataba del diario de 
una muchacha y que no había sido reelaborado o alterado. Fueron 
precisos varios años para realizar esta falsificación, que iba 
alcanzando valor universal, como un demostración del desarrollo de la 
conciencia sexual, hasta llegar a ser desenmascarado del modo que 
se expone. 
El incidente merece la pena ser relatado a causa de la forma en que 
finalmente se demostró que era una falsificación. Los críticos 
afirmaban que el estilo del documento era demasiado «maduro» para 
proceder de una muchacha entre las edades de 11 a 14 años. No 
obstante, el contenido no era exagerado, y era lo suficientemente 
similar al que aparecía en diarios auténticos de adolescentes 
precoces. Finalmente, no obstante, una comprobación con varias 
referencias circunstanciales del tiempo que hacía en determinados 
días. la mención de la visita a un lugar inexistente y la fecha en que se 
reflejaba su llegada al mismo, así como pequeñas inconsistencias de 
este estilo convencieron al mundo psicológico de que el diario no era 
auténtico. Los historiadores, que se hallan quizá más a menudo 
expuestos a las falsificaciones deliberadas que otros científicos 
sociales, han elaborado varias técnicas para la detección semejantes 
a las mencionadas anteriormente y que pueden ser aplicadas sin más 
modificación cuando se trabaje con documentos personales (véase 
Gottschalk y col.» 1945). 
No obstante. San Agustín, cuando planteaba la cuestión 
 
 
5 Traducido al inglés por E. y C. Paúl con el título de "A Young Girl's Diaiy" (1921). 
("Diario de una Joven".) 
 
 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
367 
de la veracidad de un documento personal, es evidente que pensaba 
en una forma menos cruda de falsificación. Estaba preocupado, no 
con el engaño sobre el autor, sino con la posibilidad de la 
interpretación errónea del autor y que él conocía por sí mismo. Si tal 
interpretación errónea es debida a autoengaño, ello no invalida el valor 
del documento. Si se está interesado en la propia imagen del autor 
según se ve el mismo, la cuestión de si ésta concuerda o no con la 
que otras personas tienen de él, es de importancia secundaria. Para 
asegurarse, una confrontación de la propia imagen y de la que otros 
tienen de la persona estudiada será altamente ilustrativa, Incluso si 
aparece una discrepancia entre estas dos descripciones, la decisión 
sobre qué es cierto y qué falso no puede ser fácilmente hecha. 
Existe todavía otra posible razón para las interpretaciones erróneas 
de un autor sobre sí mismo. Todos los documentos personales son 
elaborados con el mismo propósito. Las cartas son escritas para 
comunicarse con alguien; los ensayos y redacciones escolares son 
sometidos al juicio del profesor, los ensayos y escritos que optan a 
premios, al de los jueces; los escritores de hasta los más íntimos 
diarios probablemente tienen un atisbo pensando en el futuro y 
potencial lector. San Agustín quería amover los corazones de los 
pecadores y del justo»—los pecadores para que encontrasen valor, en 
sus «Confesiones», y comprobasen que puede ser cambiada una 
forma de vida, y el justo para regocijarse con su conversión—-Muchas 
afirmaciones autobiográficas han sido hechas por San Agustín con 
este propósito—en su forma más cruda, con propósito de 
propaganda—. El científico social que utilice documentos personales 
hará bien, siempre que le sea posible, en inquirir en los motivos que 
indujeron a su producción. 
Las desventajas de utilizar documentos personales en la 
investigación han sido ampliamente discutidas en la literatura (véase 
especialmente Allport, 1942), particularmente en el largo debate sobre 
el valor científico de la obra de Thomas y Znaniecki «El campesino 
polaco de Europa y América» (1918), y que se basaba 
fundamentalmente en cartas y diarios para la obtención de datos. El 
uso de documentos personales ha sido criticado sobre la base de que 
son raramente adecuados para su tratamiento por las técnicas 
estadísticas; que su validez está pocas veces exenta de duda; que 
pueden ser el resultado de la decepción o autodecepcíón; que están 
sujetas 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
368 
a los errores de la memoria y se hallan a merced de las modas 
pasajeras. Finalmente, que no son fáciles de conseguir. 
Estos argumentos tienen su razón de ser, y de mucho peso. 
Debería destacarse, no obstante, que la aplicaciónde las técnicas 
estadísticas no está determinada por la naturaleza de los datos, sino 
más bien por el tipo de preguntas con que el científico social se 
aproxima a los datos. Aun tratándose de documentos únicos como las 
«Confesiones» de San Agustín, y otros escritos autobiográficos, 
pueden ser tomados por técnicas de contenido analítico cuantitativo 
siempre que tal procedimiento se corresponda con el problema de 
investigación. 
Existen dos tipos de documentos personales que han aumentado 
considerablemente nuestro conocimiento de experiencias internas: 1, 
la descripción de acontecimientos extraordinarios de la vida humana, y 
2, los diarios y cartas que se refieren a aspectos internos de casos 
más frecuentes y acontecimientos ordinarios. 
En 1907, apareció la primera edición de la autobiografía de C. W. 
Beers. Este libro, escrito al poco tiempo de la recuperación del autor, 
después de una crisis maníaco-depresiva, fue responsable en buena 
parte del comienzo del movimiento de higiene mental en Estados 
Unidos. Sigue siendo un modelo de autodescripción de los estados 
mentales, no asequible fácilmente por otro método. El famoso libro de 
Helen Keller sobre su conquista de la vida en su estado de 
sordomudez y ceguera, y las «Confesiones», también pertenecen al 
primer grupo. 
Entre los documentos más frecuentemente utilizados en el segundo 
grupo se cuentan los diarios de los adolescentes. Charlotte Bühler 
(1934), en el desarrollo de su psicología de la adolescencia, dirigió y 
apoyó una serie de estudios relacionados entre sí basados en el uso 
de tales diarios. El interés de Bühler llevó al establecimiento de una 
colección de diarios de adolescentes y a la creación del Instituto 
Psicológico de la Universidad de Viena; en un tiempo relativamente 
corto se reunieron casi un centenar de obras. La posesión de tal 
número permitió una comparación más sistemática de lo que es 
corrientemente posible con documentos únicos. 
Dos estudios, por lo menos, de Bühler, suponen una comparación 
de individuos en períodos de tiempo muy distintos —algo difícil de 
conseguir por otros métodos distintos de recogidas de datos—. Un 
estudio estaba basado en tres diarios de 
 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
369 
muchachas de tres generaciones sucesivas. Bühler demostró que, a 
pesar del considerable cambio cultural entre 1873 y 1910 (los años en 
que nacieron los escritores más jóvenes y mayores de los tres diarios), 
algunos deseos básicos de la adolescencia, tales como la necesidad 
de relaciones personales íntimas, seguían siendo los mismos. Por otro 
lado, algunos aspectos como las relaciones de las muchachas con sus 
padres, y los cambios culturales, quedaron reflejados en sus diarios. 
El segundo estudio estaba basado en los diarios de dos 
muchachas de la misma generación quienes, al tiempo del estudio, 
eran unos veinte años mayores a partir del tiempo en que habían 
escrito sus diarios. Una comparación entre «entonces» y «ahora» 
reveló considerables semejanzas entre las dos muchachas durante la 
adolescencia y grandes diferencias en su vida posterior. 
Los estudios de Bühler ilustran cómo un considerable espacio de 
tiempo puede ser superado por el uso de documentos personales. 
Ocasionalmente es posible utilizar los documentos personales, 
especialmente las cartas, para cubrir la laguna que en el espacio 
separa a menudo al investigador de sus sujetos. Algunos estudios han 
utilizado las cartas recibidas por los representantes políticos como 
base para apreciar el clima de opinión política entre los redactores de 
las cartas; otros han utilizado las cartas de admiradores-as a sus 
ídolos de cine, radio y televisión, en un intento de analizar su atracción 
ejercida en el público. El estudio de tal correspondencia no está, 
desde luego, libre de ambigüedades. Las cartas difieren en longitud, 
en información sobre sus autores, y en el grado de su aparente 
espontaneidad. No obstante, proporcionan a menudo la única 
aproximación posible a un grupo de la población que de otro modo 
permanecería inaccesible. 
Debe ser recordado, no obstante, que el estudio de documentos personales 
permite la generalización solamente al universo de los productores de tales 
documentos, no a la generalidad de la población. La vida interior de las 
personas que escriben y guardan sus diarios puede ser distinta en importantes 
aspectos de la de las personas que no hacen lo mismo; las opiniones de los 
electores que escriben a su diputado pueden ser bastante poco representativas 
de las opiniones de otros ciudadanos. Una cosa es el estudio de documentos 
personales por el deseo de conocer a los individuos particulares que los han 
producido y para la busca de pistas de procesos psicoló- 
 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
370 
gicos que pueden ser comunes a otros individuos, y otra muy distinta 
es la suposición de que tales documentos proveen de una base para 
las conclusiones sobre las personas distintas a sus autores. Un 
ejemplo curioso de este extremo fue el proporcionado por el diario 
«New York Times» del día 17 de marzo de 1957, bajo los titulares de 
«Cinco Encuestas sobre la Oposición a la Ayuda Exterior, a través de 
la Correspondencia del Congreso». El trabajo refería que el análisis 
del correo recibido en el Congreso llevó a la conclusión de que la 
opinión pública en los Estados Unidos se hallaba fuertemente opuesta 
a la continuación de la ayuda al exterior; «la mayoría de las cartas 
recibidas a este respecto recomendaban la total eliminación de los 
grandes gastos en este capítulo. No obstante, cinco encuestas a nivel 
nacional llevadas a cabo por el Centro Nacional de Investigación de la 
Opinión Pública, desde enero de 1956 a junio de 1956, utilizando una 
variedad de redacción de las preguntas, hallaron todas proporciones 
sustanciales de interrogados favorables a la continuación de la ayuda 
exterior. Las proporciones de los que expresaban aprobación variaban 
con la específica redacción de las preguntas. Sobre la pregunta de 
ayuda económica a «algunos países como la India, que no se han 
unido a nosotros como aliados contra China», la opinión se mostraba 
radicalmente dividida; las proporciones favorables a tal ayuda iban del 
43 al 52% en distintas ocasiones. No obstante, en la pregunta de 
«continuar la ayuda a países que han aceptado seguir con nosotros 
contra la agresión comunista», la proporción llegó al 90% de 
interrogados que expresaron su apoyo en favor de la ayuda. Debe 
decirse que los datos de tal estudio no restan crédito al estudio 
basado en el Correo del Congreso; lo complementan, del mismo modo 
que aquél está complementado por el del análisis epistolar 
mencionado. 
Estos ejemplos revelan tanto los valores y limitaciones de los 
documentos personales como las fuentes de los datos. Sugieren que 
el mejor uso realizado de los específicos datos contenidos en los 
documentos personales es el que se hace cuando se utilizan para 
propósitos exploratorios y descriptivos más que estadísticos; para el 
desarrollo de aspectos internos y para ilustración más que para la 
comprobación o refutación de hipótesis; en conjunción con otros 
métodos más que por sí mismos. 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
371 
Comunicaciones de Masa 6 
 
Además de los datos estadísticos y los documentos autobiográficos, 
toda sociedad culta elabora una diversidad de material que pretende 
informar, entretener, o persuadir al pueblo. Tal material aparece en la 
forma de producciones literarias, periódicos, revistas o, más 
recientemente, films y emisiones de radio y televisión. 
Los documentos de comunicación de masa no son producidos para 
obtención de un beneficio del investigador, y a ese respecto (aunque 
no en otros) se hallan libres de la influencia de la desviación producida 
por las teorías o la persona. Al igual que los datos estadísticos 
disponibles, permiten tratar con el pasado histórico igual que con la 
sociedad contemporánea, ventajaque difícilmente puede ser 
sobrestimada a la vista de las considerables dificultades 
metodológicas existentes en el camino de una perspectiva histórica en 
la ciencia social. Incluso más que los datos estadísticos, los 
documentos de comunicación de masa reflejan amplios aspectos del 
clima social en que se producen. 
Propósitos del análisis 
Las comunicaciones de masa proporcionan una rica fuente de datos 
para la investigación de una gran variedad de cuestiones. Pueden ser 
utilizadas para arrojar luz sobre algún aspecto de la cultura de un 
determinado grupo, para comparar distintos grupos en términos de 
algún aspecto de la cultura, para trazar el cambio cultural. Así, p. ef., 
Lowenthal (1943), en un estudio de los cambios culturales en la 
sociedad americana a lo largo del siglo xx, analizó las biografías 
publicadas en las revistas populares del comienzo del siglo hasta 1941 
en términos de la profesión del sujeto biografiado. La tabla de la 
página siguiente resume algunos de los principales resultados. 
Analizando posteriormente la esfera de actividades recreativas, 
Lowenthal destaca ^que en el primer período cubierto por este estudio 
(1901-1914), el 77% de las personas descritas estaban relacionadas 
con las artes nobles; en el último período (1940-1941), la cifra 
correspondiente fue del 9%. 
 
6 En esta sección hemos tomado buena parte de los trabajos de McGranahan 
(1951); de hecho, parte del material ha sido tomado verbalmente de esta fuente, 
con autorización del Dr. McGranahan. 
 
 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
372 
Distribución en porcentaje de las biografías según las profesiones, en el 
«Saturday Evening Post» y v.Collier's», para los años seleccionados entre 
1901 y 1941 
 
 
 
1901-14 1922-30 1930-34 1940-41 
Políticos ... ... ... ... ... ... --. ... 46% 28% 11 °/ 25% 
Hombres de negocios y 
profesionales ... .., ... ... ... ... ... ... 
28 
 
18 
 
14 
 
20 
 
De actividades recreativas ... ... 26 54 55 55 
Número de casos ... ... ... ... ... ... 177 395 306 125 
Promedio anual de biografías ... ... 36 66 77 125 
En el estudio de Lowenthal el contenido de la comunicación, 
tomado en su valor primero, fue analizado en busca de pistas de 
cambios culturales. Otros estudios de comunicación, especialmente 
los que tratan de arrojar luz sobre la totalidad del proceso de 
comunicación de agente productor a destinatario, con frecuencia se 
ocupan de la ambigüedad del significado de la comunicación. Un 
ejemplo es el estudio de Wol-fenstein y Leites (1950), sobre una 
película americana contra el prejuicio, titulada «No hay salida»: 
La película trata de las dificultades de un médico interno de 
raza negra que llega destinado a -un hospital comarcal en una 
gran ciudad del Norte. En su primer servicio al pabellón de 
presos, es llamado para atender a un peligroso delincuente 
juvenil que ha quedado herido en una pierna durante un robo 
frustrado. Inducido por varios síntomas a sospechar un tumor 
cerebral, el doctor realiza una punción espinal. El paciente 
muere instantáneamente, en tanto su hermano, también herido 
y esposado en la cama contigua, grita: « ¡ Ese negro mató a mi 
hermano! a El doctor desea realizar una autopsia para 
demostrar que su diagnóstico y tratamiento eran correctos. Pero 
el permiso debe ser obtenido del hermano superviviente, que 
odia a los negros, y que está bajo el influjo de horribles 
fantasías sobre el destino del cuerpo de su hermano, y se 
niega. Envía noticias a sus amigos de que su hermano ha sido 
asesinado, por un negro, y aquéllos planean la venganza del 
«asesinato» por medio de una revuelta racial. La comunidad de 
negros es prevenida y con una estrategia bien or- 
 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
373 
ganizada sorprenden y apalean a los enemigos blancos, 
aunque sin la participación del doctor negro, que desaprueba el 
recurso de la violencia. El doctor fuerza la solución de la 
autopsia «confesando» el «asesinato» de su paciente. La 
autopsia le exonera de toda culpabilidad. El hermano del 
fallecido, al que el cirujano ha hecho la autopsia, recibe una 
explicación de la muerte del primero, pero sigue sin 
convencerse: «Eso es charla de médicos; te digo que vi cómo 
mataba a mi hermano.» Escapa el joven delincuente, prepara 
una trampa para el doctor negro, y está a punto de asesinarle 
cuando es detenido en el último momento. 
Aparece claro que la intención de los productores fue demostrar la 
peligrosa irracionalidad del prejuicio de color. La tarea que se 
impusieron los investigadores fue comprender la correspondencia 
entre el intento y la probable recepción. Esto suponía una 
interpretación de las principales secuencias a la luz de lo que se 
conoce sobre los elementos irracionales en cuanto a prejuicio de razas 
se refiere y al funcionamiento del subconsciente. La aplicación de este 
marco de referencia reveló ciertos elementos «negativos» en el film. 
Tomamos del estudio: 
 
En la secuencia de la muerte del paciente bajo el tratamiento del 
médico negro, vemos una cosa y nos cuentan otra. Vemos que el 
médico no está seguro de sí mismo. Es la primera vez que va al 
pabellón de presos; los guardianes no le conocen y no están 
seguros de si debería estar allí el médico, al mismo tiempo que 
extrañados por el instrumental tan extraño que solicita para lo que 
todo el mundo supone se trata de una simple pierna herida. Es más, 
el doctor está visiblemente conmocionado por los insultos que le 
profiere el hermano del paciente. Lo que vemos es un médico negro 
inseguro e inexperto, cuya forma de actuar parece dudosa a todos 
los presentes, tratar a un hombre con una herida aparentemente 
leve de forma tal que muere inmediatamente. 
Es muy verosímil que la secuencia de la lucha racial contiene 
imágenes que tienden a confirmar la fantasía popular del negro como 
peligroso agresor. Sabemos que los negros, al organizar la marcha 
hacia los cuarteles de la banda de blancos que se están preparando 
para atacarles, están actuando en le- 
 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
374 
gítima defensa. Pero en el momento en que los negros entran en 
avalancha, vemos sentada junto al brutal matón que ha estado 
organizando a los blancos una muchacha de apariencia frágil que no 
aparece ni antes ni después en el film. En el momento de comienzo de 
la lucha, hay un primer plano de otra muchacha de raza blanca, que 
tampoco tiene ninguna otra participación en el film, y que grita 
angustiada. Estas dos imágenes parecen muy aptas para evocar la 
fantasía de la «femineidad blanca» asaltada por los «negros 
bestiales». 
Si es correcta o no la hipótesis acerca de la percepción por parte 
del público por lo que respecta al significado inherente a esta 
interpretación, ello es cuestión a ser comprobada mediante la 
investigación entre los espectadores y se halla fuera del campo del 
análisis del contenido de la comunicación. 
Otro tipo de preguntas que pueden ser resueltas mediante el 
análisis de las comunicaciones de masa, está relacionado con el tipo 
de información disponible para el público, o la claridad con que ciertos 
temas son presentados. Así, p. ej., Davison (1947) tomó muestras de 
diarios de las zonas soviéticas, estadounidenses y francesas, de 
Berlín, en diciembre de 1946, Analizó los temas de las primeras 
páginas respectivas en términos de si las referencias a «Estados 
Unidos», «Gran Bretaña», «Rusias, «Francia», «Naciones Unidas», 
apartido comunista», «Estados prosoviéticos, Grecia» e «Irán» eran 
favorables, desfavorables, o neutrales. Si, p. ej., todos los artículos, en 
general, eran favorables a Estados Unidos, como en el relato de U. S. 
A. auxiliando a la hambrienta Europa, se marcaba un punto en 
«Estados Unidos»; si las noticias describían o suponían, digamos p. 
ej., el imperialismo militar de U. S. A., entonces se marcaba un punto 
negativo. Los resultados de Davison mostraron una amplia divergenciaentre el contenido de la prensa de Berlín controlada o no controlada 
por los soviéticos, y demostró en qué grado las «noticias» se 
conforman a las ideas de las personas que las producen. 
Las comunicaciones de masa han. sido analizadas también con 
propósitos tales como la identificación de las técnicas de propaganda 
o la descripción de las consignas de los políticos a sus partidarios. Así, 
p. ej., R. K. White (1949), en un estudio de los valores por los que 
Hitler y Rooseveit atraían a sus públicos antes del comienzo de la 
Segunda Guerra Mundial utilizaron dos libros: Mi nueva orden, 
traducción inglesa 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
375 
de los discursos de Hitler realizada por De Sales, y Nada que temer, 
selección de discursos de Franklin D. Roosevelt, editado por Zevin. 
Dentro de cada discurso, White clasificaba cada afirmación de valor. 
Sus tablas están basadas en 4.077 afirmaciones de valor por parte de 
Hitler y 1.249 por la de Roosevelt. La tabla siguiente, versión 
simplificada de la publicada por White, resume sus principales 
hallazgos: 
 Distribución en porcentajes de los valores de atracción por Hitler y 
Rooseveit en sus discursos antes de la Segunda Guerra Mundial 
 Hitler Roosevelt 
Valores de fuerza… … … … … … … … 34,8% 15,2% 
Valores morales ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 38,0% 28,3% 
Valores económicos ... ... ... ... ... ... ... ... 10,8% 27,7% 
Otros valores ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 16,4% 28,8% 
Total ... ... .... .... .... ... 100,0% 100,0% 
Estos son solamente unos pocos ejemplos de los tipos de 
cuestiones propios de investigación y que pueden ser realizados por el 
análisis de comunicación de masas. Un estudio del campo que nos 
ocupa realizado por Berelson (1952) enumera los propósitos 
específicos siguientes para el que ha sido analizado el contenido de ]a 
comunicación: 
Cuestiones referidas a características del contenido 
Descripción de las tendencias en el contenido de la comunicación. 
Seguir la pista al desarrollo de la escolaridad. 
Reducir las diferencias internacionales en el contenido 
de comunicación. 
Comparación de medias o «niveles» de comunicación. 
Control del contenido de la comunicación contra los 
objetivos. 
Construir y aplicar los medios de. comunicación ordinarios. 
Ayudar en las operaciones técnicas de investigación. 
Exposición de las técnicas de propaganda. 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
376 
 
Medida de la «legibilidad» de los materiales de comunicación. 
Descubrimiento de formas estilísticas. 
Cuestiones referidas a productores o causas del contenido 
Identificación de las intenciones y otras características de los 
comunicantes. 
Determinación del estado psicológico de las personas y grupos. 
Detección de la existencia de propaganda (fundamentalmente 
con propósitos legales). 
Asegurar el espionaje político y militar. 
Cuestiones referidas al público o efectos del contenido 
Reflejar actitudes, intereses y valores («esquemas culturales») de 
grupos de población. Revelación de los focos de atención. 
Descripción de las respuestas de actitud y conducta ante 
las comunicaciones. 
Un determinado estudio puede buscar, por supuesto, varios de estos 
propósitos. 
Técnicas de análisis 
Estimulados por el rápido aumento de volumen del material 
producido por la masa media, una técnica especial—análisis de 
contenido—ha sido desarrollada en las últimas décadas para la 
descripción del contenido de las comunicaciones en forma sistemática 
7. 
Muchos de los conceptos y supuestos en que descansa esta 
técnica son, no obstante, mucho más antiguos que su nombre. Mucho 
antes de que quedara establecido el análisis de contenido, como 
técnica con nombre propio, los estudiosos de la sociedad utilizaban 
informes de comunicación para una 
 
 
7 Aunque la técnica de análisis del contenido ha sido elaborada primariamente en 
relación con la media de la masa, es asimismo aplicable a otros materiales. Así, p. 
ej., los documentos personales, las entrevistas no preparadas, los protocolos de 
respuestas a "tests" proyectivos, los informes de interacciones paciente-terapeuta, 
etc., pueden estar sujetos todos ellos a análisis de contenido. 
 
 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
377 
 
diversidad de propósitos. Los historiadores los examinaron para poder 
reconstruir el período en que fueron producidos. Los críticos literarios 
estudiaron las producciones de los escritores para descubrir el 
mensaje que querían transmitir, sus peculiaridades de estilo, los 
valores que propagaban, y muchos otros aspectos del trabajo creador. 
Las polémicas de si Shakespeare era actualmente el autor de todos 
los trabajos asociados a su nombre, p. ej., estaba sostenida en gran 
parte por lo que hoy se llamaría análisis de contenidos. 
Es cierto que el moderno análisis de contenidos ha añadido una 
nueva forma a la explotación del contenido de la comunicación para 
propósitos de investigación—es decir, el desarrollo de las técnicas 
elaboradas para la cuantificación del material—. Es cierto que en las 
publicaciones metodológicas recientes, la cuantificación ha sido 
considerada, en general, como un elemento necesario. Berelson 
(1952), p. ej., define el análisis de contenidos como «una técnica de 
investigación para la descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del 
contenido manifiesto de la comunicación» 8 
Este énfasis, debido en gran parte al trabajo de Lasweil y sus 
colaboradores durante los años finales del período 1930-40, ha hecho 
avanzar el estudio del contenido de la comunicación de forma 
considerable mediante la adición de precisión a la ya existente 
profundidad. El análisis procede bajo ciertos controles que lo hacen 
sistemático y objetivo en comparación con una revisión convencional o 
crítica del contenido de la comunicación. 1) Las categorías de análisis 
utilizado para clasificar el contenido están claras y definidas 
explícitamente de tal forma que otros individuos pueden aplicarlas al 
mismo contenido para comprobar las conclusiones; 2) El analista no 
es libre de seleccionar e informar meramente de lo que le llama la 
atención por interesante, sino que debe clasificar metódicamente todo 
el material significativo en su muestra; 3) algún procedimiento 
cuantitativo es utilizado con objeto de proporcionar una medida de la 
importancia y énfasis en el material de las distintas ideas halladas y 
para permitir la comparación con otras muestras de material. Si 
tomamos una muestra sistemática, p. ej., de editoriales de diarios, y 
 
 
8 Véase Bruner (1941), para otras discusiones sobre el análisis de contenidos, asi 
como Goldsen (1947), Janis (1943), Kaplan (1943a), Ka-plan y Goldsen (1943), 
Lassweil (1942a, 1942b, 1946), Lassweil, Leites y asociados (1949), y Sargent y 
Saenger (1947). 
 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
378 
 
contamos el número de editoriales publicados expresando actitudes 
favorables, desfavorables y neutrales hacia una nación determinada, 
estamos llevando a cabo una forma simple de cuantificación que ha 
sido probada como realizable y fiable. Concluiremos con un sumario 
más exacto de la situación de lo que sería posible si solamente 
hubieran sido manejadas impresiones generales y memorias, puesto 
que, sin el auxilio de las matemáticas, existe un límite muy claro en el 
material que puede ser resumido y manejado con espíritu crítico y en 
detalle por la mente humana. 
Actualmente—y éste es el otro lado de la moneda—la preocupación 
con la cuantificación ha llegado a ser tan dominante que con 
frecuencia oscurece la preocupación con el contenido singular de las 
comunicaciones. Las definiciones del análisis de contenido tienden a 
destacar los procedimientos de análisis más que el carácter de los 
datos disponibles en las comunicaciones registradas. Además, ello 
implica una limitación arbitraría,en algún modo, del campo mediante 
la exclusión de ella de todas las comunicaciones que no se hallan en 
la forma del número de veces en que distintos temas u otros 
elementos aparecen en el material analizado. Es ciertamente difícil ver 
por qué la cuantificación debería ser entendida como un requisito en el 
análisis de contenido cuando no es así vista en el análisis de los datos 
obtenidos en las entrevistas u observación. Cualquiera que sea la 
naturaleza de los datos, la cuantificación es siempre un procedimiento 
más preciso que la descripción cualitativa o la exploración. Y aun así 
no siempre es posible; tal como veremos en el capítulo 11, tanto los 
datos cuantificados y los no cuantificados tienen su lugar legítimo en la 
ciencia social contemporánea. 
Los problemas técnicos del análisis que surgen en el estudio del 
contenido de la comunicación son, con mucho, sencillamente, 
ejemplos específicos de problemas generales de análisis e 
interpretación en las ciencias sociales, y que serán tratados en el 
capítulo 11. Aquí, como en otras ocasiones, la ejecución de un estudio 
demanda que el problema de investigación sea formulado; que sea 
elaborado un esquema de estudio ; que las categorías sean 
establecidas para la clasificación de los datos; y que los datos sean 
tabulados sistemáticamente y resumidos en términos de estas 
categorías. No obstante, el carácter del material de comunicación 
requiere alguna modi- 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
379 
fícación de estos procedimientos habituales, especialmente si un 
estudio quiere llegar al análisis cuantitativo, 
Preparación de una muestra del material9.—Supongamos que se 
desea analizar la atención de la prensa de un determinado país o 
países a la cuestión del desarme. La primera tarea del analista—y de 
considerable dificultad—es la definición de su universo, la prensa 
nacional. Las técnicas de muestreo a partir de la media de la masa no 
están bien desarrolladas. Nos hallamos interesados en los periódicos 
como potenciales moldeadores de la opinión del lector; para nuestros 
propósitos no es satisfactorio relacionar todos los periódicos 
publicados en un determinado país y anotar uno de cada diez o veinte, 
incluso aunque introduzcamos controles para asegurar que los 
periódicos que representan distintas áreas geográficas, orientaciones 
políticas, grupos económicos, grupos étnicos, etc., están incluidos en 
la proporción en que están representados en la total población de 
diarios. La dificultad surge del hecho de que los periódicos varían 
grandemente en tirada e influencia, y en una muestra realista no 
debería pesar del mismo modo un oscuro periódico de provincias que 
un diario gigantesco metropolitano. La situación no es la misma que la 
de seleccionar una muestra representativa de una población de 
votantes, cada miembro de la cual tiene igual influencia en las urnas—
es decir, un voto. 
Para damos cuenta de las dimensiones del problema, podrían 
dividirse los periódicos en series de clases de acuerdo con su 
circulación, y cada una de estas clases semejantes en su valor del 
total de circulación al de las restantes clases, y luego obtener de tal 
clase una muestra aleatoria que cubriese un determinado número de 
lectores. Otro procedimiento de llegar al problema sería considerar a 
la población bajo estudio como la población total del número de 
ejemplares editados (un periódico con una circulación de 1.000 
ejemplares tendría 1.000 unidades en su población) y sacar una 
muestra aleatoria de esta misma población mejor que la población por 
el título del periódico. En tanto en cuanto se refiere a los ítems que se 
ocupan del desarme, no podemos concluir, no obstante, que las cifras 
de circulación de un periódico reflejan correctamente su influencia 
sobre la población. Un pe- 
 
9 Los principios generales y procedimientos de muestreo son tratados en el 
Apéndice B. 
 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
380 
riódico puede estar ocupado casi exclusivamente con las noticias 
locales, en tanto otro puede dar cuenta de muchos temas referentes a 
relaciones internacionales. 
A la vista de los problemas supuestos, podemos utilizar muestras 
que no pretendan ser totalmente representativas de la media de la 
masa en cuanto al tema que se trata pero que puedan ser definidas 
objetivamente y sistemáticamente seleccionadas, Una posibilidad es 
«la muestra de popularidad», basada solamente en las cifras de 
circulación o lectores —v. gr., una muestra que utilizase los diez 
periódicos de mayor circulación en el país. O bien, si estamos 
interesados en la comparación de la prensa de distintos países en 
cuanto a su tratamiento de los temas referentes al desarme, y si los 
recursos permiten el estudio solamente de un periódico por cada país, 
podría ser adecuada la selección del periódico que es comúnmente 
señalado como el órgano de mayor autoridad y prestigio en la nación 
de referencia—v. gr., el New York Times en los Estados Unidos, el 
London Times en Inglaterra, y Pravda en la Unión Soviética. 
Existe otro problema en el muestreo de la media de la masa que 
debe ser tenido en cuenta—el problema del tiempo. Sería fácil obtener 
una impresión equivocada de las orientaciones generales de los 
periódicos si las ediciones de un solo día fueran las estudiadas, o 
incluso las de un solo mes. El impacto de un determinado 
acontecimiento puede ser tal que oscurezca la política usual del diario. 
Si el analista decide cubrir un período de varios meses, la tarea sería 
irrealizable a menos que obtenga una muestra de las ediciones del 
periódico a lo largo de ese período. Antes de saber cuántos 
ejemplares puede manejar, tendrá que decidir si desea analizar el 
ejemplar en su totalidad durante los días seleccionados como 
muestra, o bien centrarse en determinados aspectos, tales como 
titulares, editoriales, reportajes, postura prominente dentro del 
ejemplar (artículos de la página primera, p. ej.), y así. En otras 
palabras, tendrá que decidir sobre la naturaleza y extensión de las 
unidades que van a constituir su muestra. 
Con frecuencia, por tanto, el procedimiento de muestreo en el 
análisis de comunicación consiste en tres fases: muestreo de fuentes 
(en que se decide qué periódicos, qué estaciones de radio, qué 
películas, van a ser analizados); muestreo de fechas (qué periódico va 
a ser cubierto en el estudio); y muestreo de unidades (qué aspectos 
de la comunicación van 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
381 
 
a ser analizados). Con respecto al muestreo de unidades, las 
decisiones son con frecuencia arbitrarías y basadas en la tácita 
presunción sobre qué aspecto de un medio le caracteriza mejor. Así, 
p. ej., ¿es la página primera, el relato de interés humano, el editorial, o 
algún otro aspecto el que mejor indica la orientación de un periódico? 
Para evitar tales arbitrariedades, los analistas del contenido siguen 
con frecuencia una de dos alternativas: analizan sobre la base de 
varias unidades distintas (p. ej., toman muestras de titulares, de 
relatos de interés humano, de editoriales, y cuentan las veces que un 
sujeto determinado es mencionado en cada una); o bien apartan 
totalmente estas unidades «naturales», dividiendo el contenido de un 
periódico mecánicamente en líneas o centímetros de espacio del cual 
toman una muestra. Es preciso mucho más hábito de trabajo de 
lectura antes de que sea posible decidir si la exactitud aparente de un 
procedimiento que lleva a unidades de igual tamaño compensa el 
desprecio del contexto y su organización inherente. 
Establecimiento de categorías de análisis 10.—Supongamos que 
nuestro analista se ha decidido en favor de una muestra de dos tipos 
de unidad—editorial y artículo de primera página—. Su próxima tarea 
será establecer las categorías en términos tales que cada unidad 
pueda ser clasificada. Como en toda la investigación social, tiene dos 
fuentes para el establecimientode categorías relevantes: el propósito 
formulado de investigación, incluyendo cualquier hipótesis que haya 
pensado luego; y el propio material. Por supuesto que es el material lo 
que sugiere las categorías típicas del análisis de la comunicación. 
Una orientación del periódico hacia el tema del desarme puede hallar 
su expresión en una variedad de formas. El periódico puede, bien 
resaltar, bien ignorar el tema o bien su naturaleza polémica; puede 
limitarse a una buena información sobre el tema o bien puede publicar 
comentarios en el editorial, tocando unos aspectos más que otros; 
puede utilizar ciertas palabras-clave, tales como paz, con más 
frecuencia que otras; puede tratar el asunto con seriedad o con 
ligereza; puede apelar a los valores comúnmente aceptados o bien 
omitir las implicaciones morales del tema. Cada una de estas catego- 
 
10 En el capítulo 11 se hallará una discusión general del establecimiento de 
categorías de análisis. 
 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
382 
 
rías de análisis, y muchas más, han sido utilizadas por los analistas 
del contenido. 
El trabajo más extenso realizado en el análisis del contenido de los 
periódicos ha sido llevado a cabo por Harold D. Lasswell y sus 
colaboradores (1949). Lasswell elaboró un sistema de «análisis de 
símbolos» y que fue utilizado durante la Segunda Guerra Mundial en 
varios departamentos del Gobierno de Estados Unidos. En este 
sistema, el contenido del diario era estudiado por su apariencia con 
respecto a ciertos símbolos, tales como «Inglaterra», «Rusia», 
«democracia», "judíos», «Stalin», etc. La frecuencia con que 
aparecían estos símbolos es anotada, así como el hecho de si su 
presentación es favorable, desfavorable o neutral (o «indulgente», 
«detractora», «neutral»). Las referencias favorables se hallan 
frecuentemente divididas entre las que insisten en «fuerza» y las que 
destacan «bondad» o amoralidad»; las referencias negativas, entre 
las categorías, «debilidad» e «inmoralidad». 
El análisis de Davison sobre los periódicos de Berlín, descrito en 
páginas anteriores, utilizó este tipo de análisis. Los símbolos que 
consideró eran los nombres de los países; fue anotada la cualidad 
favorable, neutral o desfavorable de cada referencia. Davison no 
utilizó las dimensiones de fuerza-debilidad y moralidad-inmoralidad, 
sino que hizo un análisis adicional en términos de «temas», otro 
método ampliamente utilizado en el análisis de contenido. En esta 
modalidad, el analista penetra en el material hasta que aparecen las 
ideas recurrentes o las proposiciones adecuadas. ASÍ, p. ej., algunos 
de los temas que Davison halló entre los temas de noticias en los 
periódicos del sector de Berlín controlado por los soviéticos eran: los 
Estados Unidos se hallan agitados por problemas económicos y 
conflictos industriales; los Estados Unidos se hallan en manos de los 
reaccionarios; los Estados Unidos siguen orientaciones militaristas, 
imperialistas y de diplomacia del dólar. 
Wright y Nelson (1939) utilizaron un método más complicado para 
el análisis del contenido de los periódicos. Utilizando una muestra de 
los editoriales referentes a Japón y China en el New York Times, 
Chicago Tribuno y Chicago Dcdly News durante el período de enero 
de 1937 a marzo de 1938, seleccionaron una «afirmación 
representativa» de cada editorial y pidieron luego a los jueces que 
clasificaran estas afirmaciones en once grupos, que iban desde el 
grupo 1 (mayor hostilidad 
LA UTILIZACIÓN DE LOS DATOS DISPONIBLES 
 
383 
 
hacia el país de referencia) y grupo 4 (neutral) hasta el grupo 11 
(mayor actitud favorable). Se obtuvieron puntuaciones generales para 
los distintos periódicos y períodos de tiempo, mediante la 
homogeneización de valores de puntuaciones de afirmaciones 
determinadas. Los resultados mostraron, entre otras cosas, que el 
bombardeo de Nanking tuvo más influencias en la promoción de 
referencias desfavorables a Japón que el incidente de Panay, y 
muchísimas más que el acto Jurídico de la Liga de Naciones 
señalando a Japón como agresor. 
Fiabilidad de la clasificación.—La fiabilidad de las respuestas y 
clasificaciones es, desde luego, un problema universal en la ciencia 
social. Los métodos para asegurar y aumentar la fiabilidad de las 
medidas fueron discutidos en el capítulo 5, Una discusión más 
específica de los problemas de fiabilidad en la clasificación aparece en 
el capítulo 11. Idealmente, nuestros métodos de análisis y 
cuantificación deberían estar tan claramente definidos que los distintos 
jueces llegarían exactamente a los mismos resultados cuando 
analizasen los mismos materiales. La fiabilidad perfecta, no obstante, 
es algo que puede ser conseguido en nuestros tiempos solamente 
cuando se realizan los tipos de análisis más superficiales, tales como 
recuento del número de veces que una determinada palabra aparece 
en una determinada cantidad de material. En el momento en que entra 
en el análisis algún grado de interpretación, los jueces tienden a diferir 
en algún grado en sus resultados. 
El estudio de WhÍte sobre los valores destacados por Hitíer y 
Rooseveit, descritos en páginas anteriores, proporciona un ejemplo de 
las dificultades que pueden surgir cuando se deben emitir juicios 
complejos. En la categoría de «otros valores» White incluyó el valor 
seguridad y que queda ilustrado por la siguiente afirmación sacada de 
un discurso de Hitler: «Carece de importancia el que nosotros vivamos 
o no, pero es esencial que nuestro pueblo viva, que Alemania viva.» 
Es obvio que la asignación del valor seguridad a esta afirmación 
supone una interpretación del valor de la oración en el contexto en que 
ha sido utilizado. El método primario de aumentar la fiabilidad de 
clasificación es el de especificar claramente las características de las 
afirmaciones que van a ser colocadas en una determinada categoría, y 
la utilización de muchos ejemplos sacados del material que se está 
analizando, para ilustrar qué clases de afirmaciones han de ser 
consideradas como pertenecientes a una determinada categoría. Pero 
es obvio que 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN LAS RELACIONES 
 
384 
 
será mucho más difícil dar una definición del valor seguridad que será 
a la vez suficientemente comprensiva y específica como para servir de 
guía al clasificador, que dar una adecuada definición de una categoría 
tal como «menciona los grupos raciales» en la codificación de un tema 
de entrevista sobre «qué clase de personas viven en su vecindad». La 
dificultad aumenta con la variedad de material a ser considerado en el 
análisis de contenido, y que está limitado solamente al interés o 
intención del comunicante, sin la influencia restrictiva de una pregunta 
determinada de entrevista. Para aumentar la fiabilidad del análisis de 
contenido no existe otro camino más que la experimentación paciente 
con el perfilamiento de definiciones, así como el cuidadoso 
entrenamiento de las personas a quienes se ha confiado su uso en la 
clasificación de los datos. 
RESUMEN 
 
En los cuatro últimos capítulos hemos tratado varias formas de 
recogida de datos precisos para contestar a preguntas de la 
investigación: la observación, las entrevistas y cuestionarios, las 
técnicas proyectivas y otras indirectas, y el uso de datos disponibles 
en forma de informes estadísticos, documentos personales y 
comunicaciones de masa. Hemos destacado que cada método tiene 
sus ventajas y limitaciones, y que cada uno es más adecuado para 
contestar a ciertos tipos de preguntas de investigación que a otros. Es 
más, hemos insistido en que, aparte de la técnica que utilice un 
investigador, debe estar alerta ante los problemas de la fiabilidad y 
validez de sus datos. 
En el próximo capítulo consideraremos los procedimientos para 
situar a los individuos en escalas sobre la base de los datos 
coleccionados por cualquiera de los métodos discutidos en los últimos 
cuatro capítulos.

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