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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA 
DIRECCIÓN DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO 
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA 
Epistemología e Investigación 
Unidad Curricular: Metodología de la Investigación II 
 
 
 
 
 
Capítulo 2: 
METODOLOGÍA, MÉTODO Y TÉCNICAS. 
EL MÉTODO CIENTÍFICO. EL ABORSAJE 
CIENTÍFICO DE LA REALIDAD 
 
 
 
 
 
 
Ander-Egg, E. (1982). Técnicas de Investigación Social. 
Buenos Aires: Humanitas. 
(compilación con fines instruccionales) 
 
 
 
Capítulo 2. 
METODOLOGÍA, METODO Y TÉCNICAS. 
EL METODO CIENTÍFICO. EL ABORSAJE CIENTÍFICO 
DE LA REALIDAD. 
 
 
 
A continuación vamos a referirnos más específicamente a las 
cuestiones relacionadas con el método científico. Una vez 
abordados –aunque de modo general e introductorio- los 
problemas relacionados con el conocer y la ciencia, 
centraremos nuestro estudio en los aspectos metodológicos de 
la misma. Para ello hemos dividido este capítulo en una serie 
de parágrafos: 
1. Metodología 
2. Método 
3. Técnicas 
4. Características del método científico 
5. Pasos principales del método científico 
6. El abordaje científico de la realidad. 
 
 
1. Metodología 
Desde los comienzos del siglo XVII, los problemas metodológicos o, para 
ser más precisos, las cuestiones concernientes a la metodología, 
comenzaron a adquirir importancia. En ese entonces, como consecuencia 
de la gran expansión y progreso de las ciencias se hizo necesario 
desarrollar nuevos procedimientos e instrumentos para hallar caminos de 
acceso a la realidad. Por ello, el problema que se planteó a algunas de las 
mentes lúcidas de la época fue el siguiente: ¿cómo hacer un abordaje 
científico de la realidad no distorsionado por factores objetivos y subjetivos 
que dificultan o perturban el conocer? 
Precisamente, fue éste, uno de los problemas básicos que preocupó a 
Bacon a Descartes cuando plantearon la cuestión «del mejor camino para 
llegar a un conocimiento efectivo y a la vez riguroso de la naturaleza», y 
para encontrar nuevos procedimientos e instrumentos que fueran vías de 
acceso, a la realidad. Bacon renueva el método de abordaje de la realidad; 
su libro Novum Organum constituye una doctrina que procura encontrar las 
vías más seguras de acceso a la realidad, de ahí que su autor lo llamase un 
«ars inveniendi». 
Posteriormente, en Descartes, la duda como instrumento metódico fue una 
puerta en cuestión de las 
vías tradicionales de 
abordaje de la 
realidad. Pero fue Galileo 
–siglo XVII- quien inauguró 
lo que en sentido estricto 
denomina método 
científico, no tanto por lo 
que escribió sobre el tema, 
sino por su modo de 
proceder en el estudio de 
la realidad. Bacon y 
Descartes fueron quienes, 
con posterioridad, 
problematizaron las 
cuestiones concernientes 
al método, por primera vez de forma expresa y sistemática. 
Actualmente, los problemas metodológicos han ido adquiriendo un amplio 
desarrollo como fundamentación teórica de los métodos, esto es, como 
«ciencia del método», y también como estrategia de la investigación.
Para Bacon el método científico es un conjunto de
reglas para observar los fenómenos e inferir
conclusiones. El método de Bacon es, pues, el
inductivo... 
Descartes, a diferencia de Bacon, no creían en la
inducción, sino en el análisis y la deducción. 
La ciencia natural moderna nace al margen de estas
fantasías filosóficas. Su padre, Galileo, no se
conforma con la observación pura (teóricamente
neutra) ni con la conjetura arbitraria. Galileo propone
hipótesis y las pone a prueba experimental...Galileo
engendra el método científico moderno pero no
enuncia sus pasos ni hace propaganda por él. Acaso
porque sabe que el método de una investigación es
parte de ésta, no algo que pueda desprenderse de
ella. 
Mario Bunge
 
 
Implicaciones del problema metodológico 
Toda metodología desborda los problemas propiamente metodológicos, pues lleva 
implícitas «indagaciones de carácter gnoseológico, metafísico y aun de concepción 
del mundo» (1). 
Para ubicar el problema metodológico, en un contexto de comprensión mucho más 
amplio, debemos tener en cuenta, por lo menos, cinco clases de implicaciones: 
En primer lugar, existen implicaciones de carácter ontológico. Se refieren a la 
naturaleza del objeto social, o sea, a la clase de realidad que es la realidad social; 
estas implicaciones condicionan a todas las demás. «Si un método es, en efecto, un 
modo de acercarse a la realidad, la concepción de la realidad será determinante 
para el método» (2). Esto es lo que hace Durkhein en su libro Reglas del Método 
Sociológico, en el cual, antes de indagar el método que conviene para el estudio de 
los hechos sociales, establece qué clase de realidad es un hecho social. 
También existen implicaciones de carácter gnoseológico o de la teoría del 
conocimiento: éstas hacen referencia a las posibilidades del conocimiento, su modo 
de producción y sus formas de validación, que establecen o determinan las 
relaciones entre la realidad y el pensamiento o, más precisamente, entre sujeto y 
objeto. 
Por su parte, las implicaciones de carácter lógico se refieren a los métodos 
propiamente dichos, esto es, a los caminos y procedimientos de es espíritu humano 
que, desde un punto de vista general, se siguen en el conocimiento científico. 
En cuanto a las implicaciones epistemológicas. Éstas se refieren a la estructura 
formal de las ciencias, incluyendo las del hombre y naturalmente las ciencias 
sociales; estas implicaciones añaden a los fundamentos de la metodología, 
ilustración histórica de los temas, la verdad científica, etc. 
Tenemos, por último, el paradigma o matriz disciplinaria, constituida 
esencialmente –como indicamos en el capítulo anterior- por cuestiones básicas o de 
fundamento de las ciencias sociales en cuanto a tales; conjunto de postulados y 
supuestos, métodos, campos de trabajo o esferas específicas, naturaleza, límites, 
problemas, etc., que comparten los investigadores de una determinada, comunidad 
científica. 
 
Digresión de la importancia de los fundamentos en las ciencias sociales 
En todas las ciencias las cuestiones básicas procedentemente señaladas son de 
gran importancia, siempre que haya actividad científica real, como lo advierte 
Germani. De la respuesta que se dé a estas cuestiones depende la estructura de la 
ciencia, sus límites, sus problemas, la conexión, entre estos, los métodos y, 
naturalmente, el progreso y los resultados científicos. 
Durante siglos, muchas ciencias han trabajado sobre los mismos fundamentos hasta 
que-como lo indicamos en el capítulo 1 –tiene en sus seno un cambio revolucionario, 
y el paradigma existente hasta ese momento es sustituido por otro nuevo. 
Todas estas cuestiones referentes a los fundamentos revisten una gran 
importancia. Si la sociología, por ejemplo, es todavía una ciencia inmadura e 
inquieta, es porque no ha conseguido aún dar respuesta estable a estas cuestiones, 
y también – aunque parezca paradójico- porque se han gastado muchos esfuerzos y 
energías en las «cuestiones previas»: en lugar de hacer sociología, se discutía cómo 
se debía hacer sociología. En efecto, todo esto es útil cuando se aplica «a lo ya 
producido, al fruto de la experiencia científica, tal como se ha dado y se está dando 
en este momento. Se tratará siempre de un análisis crítico referido a un cuerpo que 
ya existe, y que sólo en tanto existe puede ser tomado como objeto. Ahora bien, las 
discusiones epistemológicas que se realizan en ambientes intelectuales en que 
existe ya una tradición y una actividad científica real, que ha alcanzado cierto 
volumen y que, sobre todo, posee ya la capacidad de lo que podríamos denominar 
«desarrollo autosostenido», adquiere un sentido completamente diferente del que 
suelen recibir en aquellos lugares donde, por el contrario, la actividad científica 
concreta (productiva y no sólo crítica) no existe o es apenas incipiente» (3). 
 
2. Método 
Si analizamos etimológicamente la palabra método vemos quederiva de las raíces 
griegas metá y odos. Metá (hacia, a lo largo) es una proposición que da idea de 
movimiento y odos significa camino. Por esto, es su estructura verbal, la palabra 
método quiere decir «camino hacia algo, «persecusión», o sea, esfuerzo para 
alcanzar un fin o realizar una búsqueda. De ahí que el método pueda definirse 
como: 
el camino a seguir mediante una serie de operaciones, reglas y procedimientos 
fijados de antemano de manera voluntaria y reflexiva, para alcanzar un 
determinado fin que puede ser material o conceptual. 
Podemos establecer que de acuerdo con los distintos fines y de acuerdo con la 
naturaleza del fenómeno o hecho a estudiar, caben diferentes métodos. Sin 
embargo, no hay que incurrir en el error de pensar que para cada fin existe un 
método único; si puede afirmarse en cambio, que entre todos los métodos hay uno 
que es más adecuado al fin propuesto. Tampoco debe pensarse que los métodos 
son totalmente transferibles; los método de una ciencia se usan en otras, o –puede 
decirse también. Hay métodos que son válidos para diferentes ciencias. 
Ahora bien, la noción de método cubre varias significaciones. En primer lugar, se 
habla de método en sentido filosófico; se trata de la acepción más general y global 
del término, y con él se hace referencia al conjunto de actividades intelectuales que 
–con prescnidencia de los contenidos específicos- establece los procedimientos 
lógicos, formas de razonar, reglas, etc., que permiten el acceso a la realidad a 
captar. A este nivel se habla de diferentes métodos: intuitivo, dialéctico, 
trascendental, fenomenológico, semiótico, axiomático, reductivo, genético, 
formalista, por demostración, por definición, inductivo, deductivo, analítico, sintético, 
experimental, etcétera. Según las escuelas filosóficas, los métodos son reducidos a 
algunos de los que acabamos de
 
 
Mencionar: hermeneútico, lingüístico, empírico-analítico, fenomenológico y 
dialéctico. 
Digamos –como otro aspecto del método- que éste también debe considerarse 
como ligado a un dominio específico o particular, así se habla del método de la 
física, del método de la biología, del método de la sociología, y – a nivel de las 
tecnologías sociales- del método o de los métodos de trabajo social, de acción 
social, de animación cultural, etcétera. Cada uno de estos dominios comporta 
objetivos específicos hay una manera de proceder que les és propia. La aspiración 
de un método científico aplicable a todos los fenómenos es sólo eso: una 
aspiración. No obstante, puede afirmarse que los métodos están emparentados 
entre sí y que existen unos requisitos básicos a todo método que quiere ser 
científico. 
Para una mejor comprensión de lo que son y no son los métodos, digámoslo una 
vez más: ellos ayudan a una mejor utilización de los medios para acceder al 
conocimiento de la realidad, a fijar de antemano una manera de actuar racional y 
eficaz, a operar sobre la misma realidad ya evaluar los resultados de la acción, pero 
por sí mismos no llevan al conocimiento, a la acción más eficaz, ni a la mejor 
manera de evaluar los resultados. Un método es una guía, un camino, un modo de 
aproximación y no un conjunto de certezas apodícticas, ya sea en relación con el 
conocimiento o las acciones concretas, Ningún método es una camino infalible; y 
aún más, es necesario cambiar de método para el progreso científico. Si siempre se 
utiliza el mismo debemos pensar en un estancamiento del conocimiento. En otras 
palabras es lo que los metodológicos expresan diciendo «que la relación método-
objetivo, método-fin, no es unívoca sino aleatoria». 
 
3. Técnicas 
El método no basta ni es todo; se necesitan procedimientos y medios que hagan 
operativos los métodos. A este nivel se sitúan las técnicas. Estas, como los 
métodos, son respuestas al «cómo hacer» para alcanzar un fin o resultado 
propuesto, pero se sitúan a nivel de los hechos o de las etapas prácticas que, a 
modo de dispositivos auxiliares, permiten la aplicación del método, por medio de 
elementos prácticos, concretos y adaptados a un objeto bien definido. 
Ahora bien, si el método es el camino o procedimiento general del conocimiento 
científico, a las técnicas son los procedimientos de actuación concretos que deben 
seguirse para recorrer las diferentes fases del método científico. El alcance que 
aquí le damos a la palabra técnica es el propuesto por el sociólogo Alfred Espinas 
designado con esta palabra –como lo hacían los griegos- la prácticas conscientes y 
reflexivas, en cierto grado en oposición con las prácticas simples o costumbres que 
se establecen espontáneamente con anterioridad a todo análisis (4). De ahí que 
ciertas técnicas, cuando no son utilizadas de forma rutinaria, lleguen a ser 
verdaderos instrumentos de ruptura con el conocimiento espontáneo para la 
construcción del conocimiento científico. 
Después de lo hecho precedentemente, cabe preguntarse ¿cuál es la relación 
que existe entre método y técnica?. Mientras las técnicas tienen un carácter 
práctico y operativo, los métodos se diferencian de ellas por su carácter global y de 
coordinación de operaciones. Estas se engloban dentro de un método y, a la 
inversa, un método comporta el uso de diferentes técnicas. Sin embargo, en la 
práctica de determinadas tecnologías sociales, no siempre resulta fácil determinar 
claramente las fronteras que separan los métodos de las técnicas. 
Abundando en la idea ya expuesta acerca de la validez relativa de los métodos y 
técnicas, recordamos con Bunge que ningún método o técnica de investigación es 
«exhaustiva o infalible. No basta leerlas en un manual: hay que vivirlas para 
comprenderlas. Ni dan resultados todas las veces. El que resulten depende no sólo 
de la táctica o método, sino también de la elección del problema, de los medios 
(conceptuales y empíricos) disponibles y, en menor medida, del talento del 
investigador. El método no suple el talento sino que lo ayuda»(5). 
 
4. Características del método científico 
El modo de conocer y proceder que tiene la ciencia se ha dado en llamar método 
científico. Ahora bien, este método tiene algunas características que suelen 
considerarse esenciales. A continuación señalamos las más importantes, 
entendidas cada una de ellas en conexión y armonía con las otras. 
a. Es fáctico en el sentido de que los hechos son su fuente de información y de 
respuesta. Sin embargo, aún cuando siempre tenga una referencia empírica, el 
método científico va más allá de los datos empíricos, puesto que la interpretación de 
los datos se hace desde un determinado marco o referente teórico que, a su vez, se 
apoya en supuestos meta-teóricos. A estos supuestos unos los denomina 
ideológicos, otros filosóficos y algunos, códigos de civilización subyacentes. 
b. Trasciende los hechos: si bien el método científico parte del conocimiento de 
los hechos particulares, no se detienen en ellos: mediante un «salto del nivel 
observacional al teórico», los trasciende. El científico no se aleja de los hechos y 
fenómenos, pero los trasciende problematizándolos, de modo que puedan ir más 
allá de las simples apariencias. Se trata de conocer, comprender y explicar los 
hechos, no de describirlos. Según la conocida y repetida frase de Huxley, «aquellos 
que renuncian a ir más allá de los hechos raramente obtienen otra cosa que los 
hechos». 
c. Se atiene a reglas metodológicas formalizadas (operaciones y 
procedimientos establecidos de antemano), pero no por ello desecha la intuición y la 
imaginación. 
d. Se vale de la verificación empírica para formular respuestas a los problemas 
planteados y para apoyar sus propias afirmaciones; exigiendo una constante 
confrontación con la realidad que lleva a la problematización aún de la ya 
admitido. No cabe en el método científico lo que Merlau-Ponty ha denominado el 
«dogmatismo del sentido común» dicho en términos bachelardianos: el sentido 
común refuerza la tesis del continuismo en lasciencias y constituye un obstáculo 
epistemológico para el pensamiento científico. Todo 
 
 
enunciado científico tiene que ser contrastado de algún modo por la experiencia, es 
decir, tiene que ser sometido a la verificación científica. «Ciertamente, sólo admitisé 
un sistema como empírico o científico si es capaz de ser contrastado con la 
experiencia...Un sistema empírico científico debe poder ser refutado» (6). 
e. Esta permanente confrontación hace que el método científico sea además 
autocorrectivo y progresivo: es autocorrectivo en cuanto que va rechazando, 
corrigiendo o ajustando las propias conclusiones en la medida en que nuevos datos 
demuestran la existencia de algún error u omisión. En este sentido, la ciencia se 
construye también a partir del error y avanza cuando surge una nueva teoría que 
supera la teoría existente. Es progresivo ya que, al no tomar sus conclusiones como 
infalibles y finales, está abierto a nuevos aportes y a la utilización de nuevos 
procedimientos y de nuevas técnicas. 
f. Sus formulaciones son de tipo general: la cosa en particular o el hecho singular 
interesa «en la medida en que éste es miembro de una clase o caso de una ley; más 
aún, presupone que todo hecho es clasificable y legal».No se trata de que el método 
científico «ignore la cosa individual o el hecho irrepetible; lo que ignora es el hecho 
aislado» (7), puesto que sus enunciados son universales y expresan el 
comportamiento o relación que guardan determinados fenómenos de una manera 
regular e invariable. 
g. Es objetivo en la medida en que busca alcanzar la verdad fáctica, 
independientemente de la escala de valores y las creencias del científico. La 
objetividad no es –como se venía diciendo- captar el objeto tal como es, con la 
certeza de que no existe ninguna distorsión por parte del sujeto que conoce, y esto, 
entre otras cosas, porque en la realidad no existen objetos de conocimiento sino 
hechos y fenómenos que se construyen. El hecho se conquista, construye y 
comprueba. 
 
5. Pasos principales del método científico 
Fundamentalmente, el método científico consiste en establecer unas reglas o 
procedimientos generales que aseguren una investigación científicamente 
significativa. 
Estos pasos operativos pueden resumirse en el siguiente esquema: 
∗ formular correctamente el problema; descomponer el problema. 
∗ proponer una tentativa de explicación verosímil y constrastable con la 
experiencia. 
∗ derivar consecuencias de estas suposiciones. 
∗ elegir los instrumentos m metodológicos para realizar la investigación. 
∗ someter a prueba los instrumentos elegidos. 
∗ obtención de los datos que se buscan mediante la contrastación empírica. 
∗ analizar e interpretar los datos recogidos. 
∗ estimular la valides de los resultados obtenidos y determinar su ámbito de 
validez: hacer inferencias a partir de o que ha sido observado o experimentado. 
Debemos advertir que esta representación que acabamos de hacer no constituye 
una enumeración de todas las tareas que comporta el proceso de 
investigación. Nunca el pensar científico se reduce a un orden cronológico de 
operaciones concretas. El esquema propuesto tiene, sobre todo, una finalidad 
pedagógica. 
A la vista de todo lo que llevamos expuesto y a modo de resume, diremos que el 
«método científico es un rasgo característico de la ciencia, tanto de la pura como la 
de la aplicada: donde no hay método científico no hay ciencia. Pero no es ni infalible 
ni autosuficiente. El método científico es falible: puede perfeccionarse mediante la 
estimación de los resultados a los que lleva y mediante el análisis directo el análisis 
directo. Tampoco es autosuficiente: no puede operar en el vacío de conocimiento, 
sino que requiere algún conocimiento previo que pueda luego reajustarse y 
elaborarse; y tienen que complementarse mediante métodos especiales adaptados a 
las peculiaridades de cada tema» (8). 
 
6. El abordaje científico de la realidad 
No se trata de formular una estrategia de la investigación sino d establecer algunos 
supuestos desde los cuales es posible realizar un abordaje de la realidad social 
partiendo de una perspectiva caracterizada por la globalización, criticidad, 
explicitación de los supuestos ideológicos y políticos; la búsqueda de la superación 
de la dicotomía entre teoría y práctica y la perspectiva utópica en cuanto creación 
del futuro. 
a. Enfoque holístico o tallizador 
Esta primera nota –la más importante y fundamental- consiste en analizar las 
cuestiones o problemas parciales, o los componentes de una totalidad, desde la 
perspectiva del todo. 
De acuerdo con este principio, no se puede pasar desde una perspectiva micro-
social a una perspectiva macro-social, o del análisis de una parte o sector al análisis 
global, como si se tratase de una simple acumulación de datos relevantes pero 
parciales, o de problemas que se juntan y arman a pedacitos para construir un todo 
por simple suma aritmética. Es a través del conocimiento de la totalidad por donde 
se avanza hacia la comprensión de las partes y componentes, y no a la inversa. Y 
esto por una razón fundamental: el todo es algo más que la suma de las partes y de 
sus relaciones. 
Acerca de esta totalidad hay que interrogarse, asimismo, «¿por qué existe?, ¿de 
qué manera surgió?, ¿cómo funciona?, ¿hacia dónde va? ». 
 
 
Holístico...
el todo prima
sobre los elementos
Atomístico
los elementos priman
sobre el todo
Se contrapone a ...
 
b. Superación de la dicotomía entre teoría y praxis 
Ya se trate de la teoría contemplación, actividad propia del espíritu opuesta, o al 
menos distinta, a la praxis, tal como se plantea a partir de la tradición platónico-
aristotélica, o de la teoría como construcción intelectual, como plantea el 
pensamiento científico contemporáneo, la dicotomía entre teoría y praxis subsiste a 
nivel de las ciencias sociales tal como se cultivan y practican entre nosotros. 
Aun cuando el problema se formule como lo hace el pensamiento fenomenológico 
existenciario, el enfoque dicotómico no se superado en lo que se refiere a las 
ciencias sociales. Para Heidegger, teoría y práxis son dos momentos ulteriores de 
uno anterior y fundamental, que él llama la «cura» o «preocupación» del ser del 
hombre, de donde la teoría es siempre una reducción de la experiencia existencial, 
«poner ante los ojos» lo vivido (comprendido) existencial. 
La dicotomía teoría-práxis mantiene la división entre ciencia social y tecnología 
social, entre sociología y trabajo social: una conoce, diagnostica la realidad; la otra 
opera sobre esa realidad. El movimiento pendular convergente, aunque de signo 
contrario, entre sociología y trabajo social (uno hacia la práctica, otro hacia la teoría 
para la comprensión de la problemática sobre la que se actúa) podría llevar a una 
reformulación radical de la sociología y del trabajo social. Tengamos presente que 
la superación de la dicotomía es una propósito y que éste no surge como conclusión 
de un planteo teórico sino de la reflexión sobre una práctica en la que, 
efectivamente, se realiza esa integración. Y esto falta, o al menos es insuficiente. 
 
c. Perspectiva utópica en cuanto a desentrañamiento y previsión del futuro. 
Cuando en la realización de una investigación, de manera explícita o implícita, se 
estudian los hechos sociales como que son lo que son. Se cae en un determinismo 
que rechaza toda «imaginación sociológica». Por el contrario, no sólo se debe 
estudiar lo que es, tal como se da en ese momento, sino también aquello que está 
contenido en ese momento como posibilidad futura. Si no fuera así, el conocimiento 
científico de la realidad nunca sería un saber para prever (Comte), ni un conocer 
para transformar que va más allá de la interpretación (Marx), ni la autoconciencia 
científica de la sociedad (Hans Freyer). Un diagnóstico de situación estudia el 
presente –por supuesto sin prescindir de la historia- pero también el presente en 
camino futuro. En otras palabras,un modelo analítico debe captar la «futuración» 
del presente, lo que ya está en germen pero que todavía no es. Todo presente está 
preñado de futuro, y es tarea del investigador social ir más allá de la sociedad tal y 
como aparece; lo que significa desentrañar el futuro que no es y que puede ser, 
mostrar un nuevo horizonte. Insistimos en este último: «lo que puede ser». El 
pensamiento utópico –contrariamente a lo que puede sugerir el alcance preyorativo 
que, de ordinario se da a la expresión- no piensa lo irrealizable sino un «inédito 
posible», que tiene en cuenta la naturaleza humana y las leyes de la evolución de 
las sociedades tal como en un momento determinado se pueden conocer. 
Entre lo que está potencialmente contenido en una coyuntura histórica y lo que 
puede ser media una distancia que hay que superar prácticamente. No se nos 
oculta como un riesgo de la perspectiva utópica el tomar el «ideal» (lo que se quiere 
que sea) como la «realidad objetiva» (lo que es). El pensamiento utópico se apoya 
en el presente pero polarizado por el futuro y por el movimiento que conduce a ese 
futuro, sabiendo distinguir, para cada coyuntura, entre «lo posible» y «lo deseable». 
EN suma: la perspectiva utópica es una mirada perspectiva. Pero, como enseña 
esta disciplina (la prospectiva), la visión del futuro puede ser una prospectiva 
exploratoria, que prevé el futuro extrapolando el presente, es decir, un futuro que 
es «más de lo mismo», o bien una prospectiva normativa, que prevé el futuro 
posible pero diferente del presente. Dentro de esa última postura podemos halar del 
viable inédito, de lo que puede ser, como respuesta a las necesidades del hombre y 
al proceso de ascensión humana universal, que se caracteriza por un proceso de 
«hominización» -para decirlo con a expresión de Teilard de Chardin- esto es, por un 
crecimiento de la conciencia del hombre que le adultifica como persona, generación 
tras generación, y cuya maduración se proyecta sobre las estructuras, al mismo 
tiempo que las estructuras condicionan su conciencia. 
d. Pensamiento crítico 
Pero la captación de lo que se está gestando, es decir, de lo que no es todavía 
revela las posibilidades intrínsecas de lo que es, y esto significa crítica del orden 
fáctica tal como se da en un momento determinado. Así resulta que todo 
diagnóstico de situación es crítica de lo existente. 
Como admiten prácticamente todos los científicos sociales (es una de las pocas 
cuestiones en la que podemos decir que hay unanimidad), es más fácil que en una 
sociedad se admitan nuevas técnicas, se sustituyan máquinas, se acepten inventos, 
etc., a que se admitan cambios en los valores, en las pautas de comportamiento o 
en la organización social. De ahí que un diagnóstico que intente captar la 
significación de los momentos decisivos del proceso social aparezca, 
necesariamente, como crítico de la ya establecido. 
e. Función desmitificadora 
Vinculado con lo anterior resulta el carácter desmitificador que tiene –o debería 
tener- un diagnóstico de situación elaborado desde la perspectiva que 
proponemos. Este revelaría la realidad oculta, encubierta o disimulada bajo los 
mitos y falsificaciones que nos hacen considerar lo existente como el orden natural y 
cono como el producto de un proceso histórico. Para esto no basta cualquier 
enfoque científico: el «cientifismo» ha reemplazado la mistificación ingenua con una 
mistificación sofisticada. 
 
 
f. Carácter no imparcial 
Estudiar la sociedad implica también valorarla; el hombre, como ser circunstanciado, 
no observa ni investiga de manera neutra. La pretendida neutralidad valorativa de 
las ciencias sociales, en el mejor de los casos, es ingenua, pero en otros casos es 
interesada. Lo más grave de este pretendía imparcialidad es que distorsiona 
nuestra realidad y las ciencias sociales se vuelven impotentes para desmitificar toda 
realidad de dependencia y explotación, «que oculta celosamente su sistema de 
valores y su pretensión de identificarlo con el orden natural y con el universal 
absoluto» (9). 
g. Explicitación de los supuestos ideológicos 
La ideología ha sido la «gran desconocida» y «silenciada» en las ciencias sociales, 
lo que permitió que una ideología, sin perturbaciones y de modo omnipresente, 
dominara la casi totalidad de las mismas. Sin embargo, si una «teoría científico-
social es una respuesta a una problemática específica de tiempo y espacio, 
conserva y racionaliza, en su trasfonfo y en su proceso, un cierto sistema de valores, 
de intereses u de aspiraciones sociales...Ese sistema de valores –creencias, 
aspiraciones, intereses- no constituye, por su naturaleza, una teoría científica sino 
una ideología. Lo que equivale a decir que la ideología aparece como un trasfonfo 
de la teoría científico-social, e cuanto ésta expresa una circunstancia histórica 
definida en el tiempo y en el espacio. En términos estrictos, si bien existen 
ideologías sociales sin una teoría científico-social, no existe una teoría científico-
social sin una ideología; por lo menos mientras exista un universo escindido en 
países con imperio y países satelizados o colonizados, o una sociedad desgarrada 
en clases antagónicas. La ideología de las naciones dominantes o de las clases 
dominantes es la sustancia mistificadora que impide a los países colonizados, o a 
las clases socialmente sometidas, ver y comprender la realidad del mundo en que 
viven, atribuyendo el orden natural su empobrecimiento, su atraso y su 
dependencia. El concepto de una ciencia social pura, despojada de todo trasfondo 
ideológico, es un simple artificio conceptual y carece de significado teórico en el 
campo de las ciencias sociales» (10). 
En toda la problemática de las ciencias sociales, a modo de supuestos metateóricos, 
se encuentra, pues, la ideología; el andar humano es ideológico y todo análisis e 
interpretación es, por definición, ideológico ya que la realidad la abordamos siempre 
desde una constelación de ideas, medios y valores. La contraposición entre ciencia 
e ideología –esta última como carente de todo fundamento real- es propia de la 
trivialidad del empirismo lógico tan en boga entre nosotros. 
Si ideología y ciencia no pueden separarse, tampoco hay división entre ideología y 
praxis; no es posible concebir una acción sin un proyecto, una idea, un modelo hacia 
donde apunta esa acción. Nuestro quehacer no es neutro, aun cuando no tenga 
rumbo fijo. La teoría, la investigación y la praxis están rodeadas, impregnadas y 
apoyadas en un idelología. De ahí que todo lo que concierne al trabajo social no 
puede sustraerse a la ideología. No sólo la acción no es neutra sino que tampoco 
existe un quehacer científico neutro. Siempre está planteado el para qué y el para 
quién de la producción científica. 
 
Bibliografía Citada 
1. FERRATER BMORA, José Diccionario de Filosofía. Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 
1958. 
2. Idem 
3. GERMANI, Gino. La sociología en la América latina. Problemas y 
perspectivas. Eudeba, Buenos Aires, 1964. 
4.ESPINAS, Alfred. Les origines de la technologie, en Revue Philosophique, 
París, 1980. 
5. BUNGE, Mario. La investigación científica. Ariel, Barcelona, 1975. 
6. POPPER, Karl. La lógica del descubrimiento científico. Tecnos, Madrid, 
1962. 
7. BUNGE, Mario. La ciencia. Su método y filosofía. Siglo XX, Buenos Aires, 
1966. 
8. BUNGE, Mario La investigación científica. Ariel, Barcelona, 1975. 
9. GARCIA, Antonio. Hacia una teoría latinoamericana de las ciencias sociales del 
desarrollo. Univ. Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 
Boyacá, 1972. 
10. Idem. 
 
 
 
Operaciones mentales y momentos del pensar 
Científico 
 
Como complemento de lo especificamente técnico en todo 
lo referente a la investigación social, queremos dar una 
breve explicación sobre las operaciones mentales y los 
momentos del pensar científico. En esta cuestión los 
aportes del Entrenameinto Mental (*) tienen una gran 
relevancia. 
Si bienen este libro las cuestiones referentes a las operaciones mentales y los 
momentos del pensar científico aparecen como complementarias (en cuanto a 
extensión del texto escrito) no por ello dejamos de subrayar que se trata de una 
cuestión básica y fundamental. Se pueden aprender muchos procedimientos para 
investigar, pero eso sirve de muy poco si no se ha aprendido a pensar. 
Por otra parte, un aspecto básico de nuestra metodología es la no dicotomización 
entre teoría y práctica, entre el estudio y conocimiento de la realidad y la acción 
transformadora de la misma. Todo conocer debe servir para actuar y transformar la 
realidad... Las operaciones mentales y los momentos del pensar científico están 
concebidos desde esa perspectiva. 
Las operaciones mentales 
La comprensión de las operaciones mentales – muchas de ellas las realizamos 
habitualmente sin un propósito investigativo- puede ayudarnos a visualizar aquellos 
aspectos que debemos desarrollar para aprender a pensar. 
 
Operaciones mentales de representación .................................¿Qué hay? 
 
Enumera describir.................. Primera impresión. En la enumeración se 
enuncian cosas, se hace un inventario de hechos, 
datos e información. La descripción es la 
caracterización de algo. 
Comparar – distinguir............. Los hechos, datos e información acumulada, tienen 
que ser comparados y distinguidos: 
∗ se compara cuando de los hechos, 
situaciones o acontecimientos se hace 
resaltar lo semejante. 
∗ Se distingue, cuando se destacan las 
diferencias. 
Clasificar- definir.................... Se delimita el objeto a estudiar. Para ello se pone 
en orden el material acumulado, siguiendo un 
sistema de referencia (clasificación) y explicitando 
qué se quiere decir o qué se designa. 
 
 ∗ clasificar es agrupar objetos, 
discriminándolos de un conjunto, en 
subconjuntos de acuerdo a ciertas 
similitudes, características, cualidades o 
propiedades en común. 
∗ Definir es enumerar con claridad y exactitud 
las características genéricas y diferenciales 
de una cosa material o inmaterial. 
Operaciones mentales de identificación de problemas ....... ¿Qué es esto? 
 
Identifica aspectos y puntos de 
Vista........................................ 
Se trata de asumir la complejidad que tiene toda 
realidad: 
∗ sus diferentes aspectos, los cuales existen 
objetivamente 
∗ los puntos de vista que son las opiniones de 
la gente o las perspectivas (científicas y/o 
ideolólogicas) desde las cuales se puede 
considerar una cuestión; es el aspecto 
subjetivo. 
Buscar contradicciones y 
oposiciones............................. 
Toda realidad contiene en su seno una serie de 
contradicciones o aspectos apuestos que tienden a 
excluirse mutualmente. Es necesario conocer 
cuáles son las oposiciones y las contradicciones 
específicas que encierra cada situación. 
Saber situar los hechos y 
fenómenos en el tiempo y en el 
espacio............. 
Ningún fenómeno puede entenderse plenamente 
aislado de su contexto temporo-espacial (cuándo 
se produce y dónde se produce). 
Operaciones mentales de relación ....................................¿Por qué esto es así? 
Relacionar un hecho con sus 
causas y 
consecuencias........................... 
Se trata de comprender un hecho o fenómeno de 
la realidad en relación con sus causas y de prever 
sus consecuencias (en realidad las causas y 
consecuencias se encadenan.) 
Buscar leyes y teorías para 
explicar y comprender los 
hechos....................... 
Aquí se trata de explicar la realidad a través de 
leyes (científicas, no jurídicas) y de teorías. Las 
leyes nos señalan aquellos hechos o fenómenos 
que se dan en determinadas 
 
 
 
 
 condiciones. La teoría en cuanto sistema 
explicativo global, ilumina la comprensión de la 
realidad 
Operaciones mentales para la 
acción 
¿Qué hacer? 
¿Cómo hacerlo? 
¿Por qué hacerlo? 
¿Para qué hacerlo? 
Explicitar los valores y principios 
que inspiran y guían la 
acción.................... 
Los valores y principios se derivan de lo que unos 
llaman ideología, otros cosmovisión y algunos 
filosofía subyacentes. Es el fundamento de acción 
y, al mismo tiempo, el modelo a alcanzar en cuanto 
que proporciona regla para la acción y una 
jerarquía de valores. 
Establecer los objetivos, metas, 
medios y métodos de 
acción............................... 
Los objetivos es lo que se quiere hacer; las metas 
expresan cuánto (en tiempo, lugar y espacio) se 
quiere hacer, los medios hacen referencia al con 
qué hacerlo (recursos humanos, técnicos, 
financieros y materiales) y los métodos tratan lo 
concerniente al cómo hacerlo. 
Establecer un plan de 
acción.................. 
Realizar un plan de acción consiste en establecer 
los diferentes pasos y tareas que hay que realizar 
en el tiempo y en el espacio para alcanzar los 
objetivos y las metas propuestos. 
Control de la acción y de los 
 Resultados............................. 
Por último, hay que controlar y evaluar la marcha 
de lo que se está haciendo para asegurar que se 
están alcanzando los objetivos y metas 
propuestos, con los métodos establecidos y de 
acuerdo a los valores y principios que sustentan la 
acción. 
 
 
OPERACIONES O MOMENTOS DEL PENSAR CIENTÍFICO

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Carlos Andrés Colona Martinez