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Table of Contents Title Page Copyright Elogios para El Diccionario del Profeta y Paula Price Reconocimientos Prólogo Prefacio Explicación Beneficios Trasfondo El manto del profeta A. Aarón - Azul B. Baal - Brazo C. Caballo - Cúpula D. Daniel - Dragón E. Echar suertes - Ezequiel F. Facultades proféticas - Fundamento G. Gad - Guerrear con profecía H. Habacuc - Hulda I. Idolatría - Israel J. Jacob - Juan el Bautista L. Lagarto - Luz M. Madera - Mujer N. Nabi - Números sagrados O. Obed - Oso P. Pacto - Púrpura QR. Quenanías - Rueda S. Sabiduría - Superintendente profético T. Tabernáculo - Túnel UV. Unción - Visiones y sueños YZ. Yoga - Zoroastro Todas las citas de la Escritura han sido tomadas de la versión Santa Biblia, Reina-Valera 1960 (rvr) © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Traducción al español realizada por: Belmonte Traductores Manuel de Falla, 2 28300 Aranjuez Madrid, ESPAÑA www.belmontetraductores.com El Diccionario del Profeta: La guía fundamental de sabiduría espiritual edición abreviada Publicado originalmente en inglés bajo el título: The Prophet’s Dictionary: The Ultimate Guide to Supernatural Wisdom Paula Price Ministries 7107 S. Yale Ave. Tulsa, OK 74136 www.drpaulaprice.com ISBN: 978-1-60374-287-0 eBook ISBN: 978-1-60374-422-5 Impreso en los Estados Unidos de América © 2011 by Dr. Paula A. Price Whitaker House 1030 Hunt Valley Circle New Kensington, PA 15068 www.whitakerhouse.com Por favor, envíe comentarios o sugerencias para hacer mejoras a este libro a: comentarios@whitakerhouse.com. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de ninguna manera o por ningún medio, electrónico o mecánico—fotocopiado, grabado, o por ningún sistema de almacenamiento y recuperación (o reproducción) de información—sin permiso por escrito de la casa editorial. Por favor para cualquier pregunta dirigirse a: permissionseditor@whitakerhouse.com. Este libro ha sido producido digitalmente con una especificación estándar a fin de asegurar su disponibilidad. Elogios para El Diccionario del Profeta y Paula Price Para aquellos de ustedes que quieran saber y entender más sobre lo que se denomina “lo profético”, El Diccionario del Profeta está lleno a rebosar de revelación y explicación con respecto a “todas las cosas proféticas”. Si es usted una de esas personas que se niegan a conformarse con menos de todo lo que Dios tenga para usted... si no se verá intimidado por quienes afirman que Dios no sigue hablando en la actualidad, ¡entonces le encantarán las respuestas y la claridad que descubrirá para este tema complejo y con frecuencia malentendido! —Steve Shultz Elijah List www.elijahlist.com ¡La Dra. Paula Price es asombrosa! El Diccionario del Profeta presenta terminología profética que ayuda a proporcionar revelación para esta era profética en la cual vivimos. Su sabiduría en lo profético se muestra a fin de que cada lector obtenga un entendimiento de la dimensión profética. ¡Todo creyente debería tener un ejemplar de este libro! —Profeta Jeremy Lopez www.identitynetwork.net El vasto conocimiento que la Dra. Price tiene de la Biblia, conjugado con su enfoque con sentido común de la vida, la capacitan para enseñar sabiduría práctica y profunda para el caminar cristiano. La Dra. Price tiene una increíble riqueza de conocimiento y sabiduría de la Palabra de Dios. Eso, junto con sus muchos años de experiencia como ejecutiva corporativa en el mundo empresarial, le da la capacidad de aplicar la sabiduría de Dios al ámbito del trabajo de modo práctico y sensato que es a la vez refrescante y penetrante. —Mark Gorman Fundador y Presidente Leading Edge Network, Intl. La Dra. Paula Price tiene un poderoso ministerio único para el cuerpo de Cristo. Como maestra apostólica y profética y consultora para empresas y ministerio, está llena de la sabiduría de Dios. —Stan E. DeKoven, Ph.D. Presidente Vision International Education Network La Dra. Paula Price es uno de los actuales líderes cristianos destacados. Aquí está una persona cuya extensa experiencia en el mundo empresarial y en la iglesia le ha equipado para ver y entender el cuadro general con más perspectiva que la mayoría. Me encanta observar su mente creativa discernir lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias y después avanzar con valentía para abrir nuevas fronteras para el reino. Tengo el privilegio de colaborar con la Dra. Price, y me he beneficiado mucho de sus dones apostólicos y proféticos. —C. Peter Wagner Apóstol presidente International Coalition of Apostles Reconocimientos Mi alabanza y gratitud a mi Señor y Salvador Jesucristo sobre todo lo demás, sin cuya sabiduría nunca podría haber emprendido una tarea tan monumental. Doy gracias a Everlasting Life, Tulsa, por sus oraciones, tiempo y apoyo. También me gustaría dar gracias al equipo de mi oficina, especialmente a Becky, por ocuparse voluntariamente e incansablemente de que este libro se completase, y a Sheri, que contribuyó a su excelencia. También quiero dar las gracias a mi hija, Tala, y a mi hija espiritual, Tammy, por su aliento y ayuda durante la preparación de este libro, y a los pastores Ken y Jan, quienes lucharon tanto como yo por su publicación. Por último, quiero dar las gracias a mi esposo, Tom, la única persona en la tierra que sacrificó más de lo que podría nunca expresarse por el enorme llamado en mi vida. Prólogo La Dra. Paula Price ha realizado una exhaustiva investigación y pensamiento creativo para producir El Diccionario del Profeta. En este diccionario se encuentran más palabras de las que la persona promedio utilizaría en toda una vida; sin embargo, igual que en un diccionario de términos generales utilizado en la conversación humana, estos términos proporcionan una fuente de recursos para clarificar palabras utilizadas por las personas proféticas. La comunicación adecuada entre personas sólo puede ser fácilmente viable cuando las palabras que se utilizan comunican el mismo significado a cada una de las partes. Cada profesión tiene sus propios términos para explicar su trabajo especializado. La Dra. Paula Price ha procurado producir un diccionario de términos que sean relevantes para el ministerio profético. Ella incluye términos que no siempre son utilizados por todos los profetas actuales; sin embargo, es esencial conocer los términos que utiliza la falsa profecía a fin de discernir la diferencia entre lo verdaderamente profético ordenado por Dios y lo oculto, psíquico y demoníaco. Muchos de los profetas actuales no utilizan todos los términos proféticos que hay en este diccionario para explicar su ministerio y el modo en que funcionan; por tanto, El Diccionario del Profeta proporciona una herramienta vital para el cuerpo de Cristo. La esperanza es que aportará mayor entendimiento, sabiduría, equilibrio y unidad entre todos aquellos que son profetas y todos aquellos que desean obtener las bendiciones de los profetas de Dios actuales y del ministerio profético. Que la bendición de Dios repose sobre este tremendo trabajo. La Dra. Paula ha de ser elogiada por su innovadora producción y las interminables horas empleadas para crear El Diccionario del Profeta. —Dr. Bill Hamon Fundador y Presidente Christian International Ministries Network Prefacio: La singularidad de El Diccionario del Profeta El Diccionario del Profeta proporciona definiciones, términos y frases relevantes para la esfera profética del ministerio cristiano. Los significados se presentan tal como el Dios Creador los ordenó e implementó para ser aplicados a lo profético. De este libro usted no sólo obtiene significados útiles de términos proféticos significativos, sino también, cuando sea posible, proporciona perspectivas prácticas sobre su operación en nuestro mundo moderno. El libro le aporta un entendimiento de sueños proféticos, sueños naturales y espirituales, visiones proféticas en general y útiles indicaciones para interpretarsu simbolismo, imágenes y señales con estas definiciones. El Diccionario del Profeta da significados espirituales y simbólicos de palabras cotidianas que normalmente son empleadas debido a sus prácticas proféticas eternas, antiguas y contemporáneas. Llaves, relojes, cielos y los elementos, por ejemplo, son algunos de los términos que sirven como instrumentos proféticos del Creador Dios. Se describen antiguos ritos paganos y sus deidades para ayudar a los profetas a reconocer su antiguo pasado en el mundo actual, especialmente su uso estratégico en el mundo actual del entretenimiento. Cada término es definido para usted en contextos proféticos para obtener un entendimiento de sus significados y las profecías de la Biblia. Las explicaciones proféticas muestran cómo utiliza Dios su creación para representar sus actos en un segundo plano en nuestro mundo, y cómo y por qué el Señor utiliza la naturaleza, de hecho toda la creación y sus criaturas, para decir lo que Él quiere decir proféticamente. Las definiciones incluyen el modo en que Él incorpora el uso de sus fuerzas invisibles y agentes divinos como sus santos ángeles para transmitir y ejecutar sus profecías. Usted está preparado para recibir una extraordinaria enseñanza en lo sobrenatural tan sólo leyendo los significados de palabras y frases proféticas que le hayan interesado en el pasado, o las que lleguen a usted en el futuro. Naturalmente, no todo puede incluirse en un libro como este, ni tampoco debería hacerse. Sólo están incluidos los temas y objetos que tienen una decidida aportación e impacto proféticos. Su propósito es ayudarle a explorar sus experiencias proféticas y ampliar su perspectiva de las actividades espirituales del Dios Creador. A medida que utilice este libro, tenga en mente que aunque todo lo que Dios ha hecho o hará tiene un origen y empuje profético, no todo tiene una intención profética. Por esa razón debería usted ser cuidadoso en el uso que haga de este material. Su intención es sólo para propósitos proféticos y, por tanto, los lectores deberían guardarse de leer sus definiciones con deducciones proféticas injustificadas. Evite sacar conclusiones y deducciones que no tengan una relación bíblicamente sólida o tangible con lo profético del Señor Jesucristo. Como herramienta de referencia, El Diccionario del Profeta ayuda a profetas, profetizadores y tipos proféticos, salmistas, videntes, soñadores de sueños, intercesores y pastores a entender la mente de Dios sobre su creación espiritual y sobrenatural. Él actúa y emplea lo profético para hacer cumplir su palabra eterna en las generaciones. Esta herramienta es indispensable para todo aquel que haya buscado una fuente confiable de básicas definiciones reveladoras y francamente proféticas. Personas de todo tipo pueden beneficiarse de este libro. A los estudiantes de la Biblia les resultará un potente complemento de su conocimiento bíblico y su preparación ministerial. Escuelas e instituciones de enseñanza pueden utilizarlo para incrementar sus enseñanzas sobre temas relacionados. Explicación: El valor de El Diccionario del Profeta La clave del éxito de cualquier profesión o industria es una dispensación organizada de su sabiduría. La mejor manera de estandarizar el campo de conocimiento de cualquier institución, y de dar uniformidad a sus disciplinas, es unificando su terminología. Definiciones que faciliten una precisa aplicación de su vocabulario (y su lengua vernácula) son una manera segura de unificar y armonizar las corrientes de información de un sector. Con la institución de Dios de lo profético no es diferente; su sabiduría también debe ser reunida, organizada y definida de modo preciso para beneficiar a sus ministros y sus audiencias. Para que los profetas y tipos proféticos reciban el respeto y el éxito que ofrece su vocación, debe haber una agrupación de sus términos y frases comunes para ejemplificar y consolidar su conocimiento. Tal herramienta promueve un buen entendimiento de las funciones de su servicio en las generaciones que su consejo abarca. La mejor solución es un diccionario. Un enfoque así de lo profético establece de modo eficaz su uniformidad vital, creando estabilidad del profeta y dando legitimidad a sus actos autoritativos. Por estas razones, los profetas necesitan un medio cohesivo de aplicar y confirmar su conocimiento revelador y validar sus actuaciones proféticas antes de entregarlas a aquellos a quienes sirven. Esa necesidad reclama un diccionario de sus términos más comúnmente utilizados y esenciales, lo cual proporciona este libro. Como el Señor habla de manera única a sus profetas, y porque las palabras de Él constituyen la esencia del servicio de sus mantos, aquellos a quienes Él llama a su servicio profético deben estar de acuerdo en lo que Él ha dicho, está diciendo y dirá. Por tanto, se han reunido y definido para usted en El Diccionario del Profeta términos típicos relacionados con el Creador y comúnmente aplicados en contextos proféticos. Estudiarlos y utilizarlos es una manera segura de mejorar el ministerio de cualquier mensajero profético. Las palabras y frases contenidas en él son espiritualmente y simbólicamente importantes, porque una mala terminología y uso de la fraseología pueden obstaculizar el potencial profético. Recordando que las comunicaciones son el eje de lo profético, las comunicaciones reveladoras débiles pueden crear fácilmente una barrera profética que reduzca la efectividad del ministro. Con frecuencia, la inexperiencia del profeta moderno se debe a un lenguaje profético inadecuado y, como resultado, muchos de ellos están limitados innecesariamente en el ministerio. La corriente del lenguaje profético de un profeta es importante, porque el lenguaje define cada profesión o actividad y, con respecto a esto, lo profético no es diferente. Debe ser también definido proféticamente para tener credibilidad y confiabilidad, un problema que se remedia fácilmente con esta práctica herramienta de referencia. Los profetas genuinos reconocen que hay distintivas operaciones y actividades proféticas que engloban el ministerio. Sus distinciones, debido a que son en gran parte intangibles en aspecto y efecto, con frecuencia son oscuras y difíciles de identificar o asimilar uniformemente en sus profesiones. Esas operaciones, aunque son únicas de su ministerio, deberían explicarse en algún lugar para que las personas a las que los profetas encuentran y ministran puedan referenciar sus acontecimientos proféticos. Por ejemplo, los sueños y las visiones son universalmente aceptados como la ligadura principal de lo profético. Además, glosarios en todo el mundo dan los significados de visiones y sueños para muchas ocupaciones a fin de capacitar la interpretación de ellos a muchas personas. Para los profetas, ese requisito es aún más esencial. Es, de hecho, más crucial para sus actividades, porque el uso constante que Dios hace de ellos es el núcleo de la vocación de los profetas. Los profetas no pueden permitirse ser ignorantes del modo en que Él utiliza las actividades proféticas para delegar y enviar sus tareas; sin embargo, para muchos profetas, esto realmente se malentiende aunque las visiones y los sueños sean el pilar principal de sus profesiones. El Diccionario del Profeta llena este vacío permitiendo que los sueños y las visiones sean fácilmente estudiados y entendidos. Los sueños y visiones son la comunicación espiritual más importante que el Señor utiliza para establecer a los profetas en el oficio. Este libro permite un entendimiento de ellos que es vital para el éxito de cualquier aplicación profética. Capacita a los profetas practicantes para distribuir sus significados en sus comunicaciones proféticas y ampliar su rango de servicio profético contemporáneo. Este libro equipa mejor a los profetas para manejarse de modo competente en los asuntos del Señor. Otro buen ejemplo es el de los colores. También ellos son aplicados frecuentemente a situaciones interpretativas y futuristas. Los colores ademásmuestran su utilidad en la revelación. Los colores evidentes se ha sabido que revelan o se relacionan con una presencia sobrenatural u operación espiritual a manos de los oficiales de poder de Dios o en cooperación con sus agentes sobrenaturales. Un claro ejemplo del vínculo entre colores y actividad espiritual es el arco iris del Señor. Después de haber logrado su intención, la de evacuar la tierra de la impía tiranía de la raza rebelde, humanista y demoníaca de Satanás, Dios prometió no volver a atacar su planeta del mismo modo. Esa promesa está registrada en Génesis como un pacto simbolizado por el arco iris en el cielo: un arco multicolor que aparece después de una tormenta para consolar a la población de la tierra que recordase la devastadora tormenta antediluviana. Recordar cómo aniquiló por completo a toda criatura viviente en el planeta podría causarles temor a una repetición de lo mismo. Dios quiso aplacar tales temores que podrían surgir siempre que hubiera una tormenta o un diluvio desde el cielo. Los colores de ese arco iris terminaron siendo lo que se denomina colores primarios, y de ellos se deriva cualquier otro color. Junto con los colores, las visiones y los sueños son las principales herramientas de servicio del profeta: la profecía. Un conocimiento general del modo en que los mensajeros de Dios obtienen sus mensajes proféticos es importante para ellos y para aquellos a quienes hablan. Tal conocimiento asegura que ellos reciben y comunican de modo preciso la palabra del Señor depositada en ellos. Curiosamente, el medio de visiones y sueños sale a la superficie de nuevo en esta definición debido a que los sueños proféticos describen simbolismos de colores. Se unen comunicaciones audibles para completar el medio por el cual los profetas oyen de Dios, y este libro describe algunos métodos típicos de instalación y preparación profética utilizados por el Señor. Lenguaje profético y lecciones proféticas La Biblia apoya por completo los métodos de preparación profética explicados anteriormente. Presenta relatos de sueños y visiones enviados a profetas, los cuales les comunican información espiritual. Los canales proféticos, mediante ellos, aprenden su papel en las diversas apariciones vistas en la tierra. Lo que a veces no se explica con tanta claridad es cómo se traducen las operaciones espirituales de Dios a la profecía. ¿Cómo se equiparan esas imágenes y eventos, vistos durante el sueño, trances o meditación, a una palabra relevante del Señor? La respuesta es el simbolismo. Sus imágenes en general son el modo en que los profetas saben que el Señor ha hablado, y es también como entienden lo que ellos deben decir como resultado. Sin embargo, el medio por el cual aplican esas imágenes debe definirse para obtener una apreciación más amplia de las operaciones pneuma de lo profético, para que puedan llegar a la mayor audiencia posible con su equipamiento sobrenatural. La capacidad de discernir correctamente las palabras que el Señor da y de interpretarlas para la aplicación productiva de la sabiduría de Dios constituyen la profecía profesional. Este término significa que el Señor, mediante cualquier combinación de medios, ha formado de tal modo a sus mensajeros que ellos pueden ser utilizados diestramente en unidad con las fuerzas sobrenaturales de Él para hacer cumplir competentemente sus palabras en la tierra. El grueso de esa formación comienza con lo profético comunicándose a la tierra en nombre de la eternidad. Para la institución profética que el Señor está erigiendo hoy, debe haber uniformidad para llegar a ser y permanecer creíblemente funcional. Lo que ayuda mucho a este objetivo es una educación profética repleta de vocabulario uniforme. Los profetas (y lo profético) tienen un lenguaje para sus profecías que es instrumental, a veces hasta vital, para sus manifestaciones. Ese lenguaje es instintivamente entendido por alguien con espíritu de profeta o por aquellos iluminados por el Espíritu Santo durante la formación del mensajero profético. Las lecciones proféticas son esenciales para que los profetas estén equipados para confiarles la palabra del Señor y aplicar sus perspectivas espirituales obtenidas por Dios a situaciones que su manto debe tratar. Se necesita la correcta combinación y aplicación de las palabras de Dios para movilizar y enviar a las fuerzas correctas necesarias para abordar los problemas de la tierra y de la humanidad. Examinemos, por ejemplo, las lecciones proféticas del Señor en el libro de Éxodo cuando Él comisionó a Moisés. Moisés había recibido algunas lecciones proféticas antes de ser enviado a los egipcios para demandar la liberación de sus compatriotas. Ya que su tarea conllevaba enfrentarse a todos los dioses de Egipto (Éxodo 12:12), la formación de Dios incluyó lecciones objetivas que capacitaron que él convocase la actuación de los poderes de la creación correctos. Esas fuerzas tenían que realizar hazañas sorprendentes que demostrasen la superioridad del Altísimo sobre los dioses de Egipto. A Moisés se le enseñó el poder secreto que Dios ocultó en su vara, y recibió lecciones intensivas sobre motivar a la naturaleza a obedecer su palabra. Se le presentaron las fuerzas espirituales que se ocuparían de su éxito y garantizarían audiencia divina con el Dios de dioses según se solicitara. Él recibió todo eso antes de emprender su monumental tarea de liberar al pueblo de Yahvé de la esclavitud egipcia. Esa garantía constituyó su pacto ministerial, e incluía su afirmación y autoridad en las esferas espirituales del Creador verdadero. Para reforzar sobrenaturalmente la tarea, Dios envió a una multitud de sirvientes angélicos al ministerio de Moisés para realizar la guerra en segundo plano que su confrontación con faraón iniciaría. En general, la Biblia distribuye los detalles de la intrincada campaña en sus sesenta y seis libros. Por ejemplo, se menciona en Oseas 10:12–13 y de nuevo en Hechos 7 por Esteban. Pablo recurrió a la campaña otra vez en su carta a Timoteo al referirse a Janes y Jambres. El tema se cubre de nuevo en Hebreos 3 y 11. Amós es otro buen ejemplo. Antes de ser enviado a la rebelde monarquía de Israel, tuvo varias lecciones proféticas centradas en interpretación de sueños y visiones. Dios utilizó el simbolismo para su audición y su ensayo. Dios le mostró a Amós sueños que debía interpretar y más adelante traducir a profecía. Una vez mostrados, para que las imágenes simbólicas de la palabra fuesen explicadas, el Señor preguntó a Amós qué había visto. Después de que Amós identificara lo que se le había mostrado en una visión, Dios dio su significado profético para que el profeta lo llevase al rey. Jeremías, Ezequiel e Isaías fueron todos ellos preparados para su servicio y subsiguiente ministerio de manera similar. De ahí que para validar el ministerio del profeta, su lenguaje común y distintivo y los sistemas de aprendizaje deban estar a disposición de todos aquellos establecidos en el oficio o afectados por el manto del profeta. De otro modo, se hace imposible manejar consistentemente la operación del manto según los estándares y propósitos del Señor. También es improbable desvelar los misterios que recibe del Señor. Con una herramienta como El Diccionario del Profeta, muchos de esos obstáculos anteriormente intratables para la profecía exitosa y eficaz son eliminados. Véase lenguaje profético y visiones y sueños para comprender cómo y por qué. Beneficios: Lo que usted obtiene de este diccionario El Diccionario del Profeta, como dijimos anteriormente, da las definiciones de palabras y términos que se aplican generalmente a profetas y al ministerio profético activo. Contiene los significados de más de 600 palabras y frases que cualquiera que entre en lo profético o sea afectado por ello de alguna manera necesita conocer o comprender sobre este campo de ministerio de tanto poder. A muchos usuarios incluso les resultará útil el libro en la consejería profética y las sesiones de oración, dos funciones de administración profética,haciendo de este texto un manual del profeta al igual que un diccionario. Las definiciones que contiene prometen revolucionar su servicio profético a medida que usted estudie su terminología antigua y contemporánea. Tal información le capacita eficazmente para la práctica profética en el futuro. Entre sus muchos valores, El Diccionario del Profeta le ayuda a aprender los significados y expresiones de lo que tiene lugar en su vida si es usted llamado, o está siendo llamado, a lo profético. De modo inteligente y práctico, desvela lo que está siendo activado actualmente en usted por el Espíritu de Dios. Leerá el lenguaje de la interpretación, explicaciones y perspectivas para la consejería y la revelación profética. Se dan las pautas ministeriales para la comunicación profética diaria. Si usted no es un profeta, pero el Señor le guía a preguntarles, entenderá sus palabras proféticas cuando ellos las pronuncien. No importa si se comunican en parábolas, símiles o símbolos, pues El Diccionario del Profeta puede conducirle a decodificarlas todas. Para quienes no son llamados a ser profetas, este diccionario sigue siendo bastante útil, pues ayuda a su entendimiento de lo que usted puede esperar de los profetas o del ministerio profético. Este diccionario demuestra cómo evaluar la precisión de los profetas y las profecías que lleguen a su camino, y le muestra su lugar en el mundo de Dios de lo profético. Estudiarlo con atención y recurrir a él una y otra vez confirma las visitaciones proféticas que usted recibe y da legitimidad a aquellos a quienes usted confía su cobertura profética. Además, usted puede utilizar el material de este libro para diferenciar entre profecía y adivinación, y verbalizar dónde y cómo difieren. Le ayuda a autenticar a aquellos que vienen del Señor Jesucristo, quien es el Espíritu de la profecía, y a conocer a quienes no vienen de Él. Vea qué rápido y fácil es obtener los significados de términos y frases proféticas que desvelan verdades bíblicas fundamentales. Explore de primera mano la información espiritual que responde preguntas sobre el simbolismo profético y las parábolas. Obtenga perspectiva de los agentes sobrenaturales de Dios que orquestan sus asuntos proféticos, e intérprete las imágenes que Él utiliza para enviar sus mensajes a la tierra. Descubra cómo y por qué las distinciones entre visiones y sueños es importante, y aprenda sobre las antiguas deidades paganas y sus rituales. Aprenda por usted mismo cómo se han abierto camino hasta nosotros en la actualidad y aplique su nuevo conocimiento al futuro trabajo del ministerio profético. Mucho de lo que necesita saber sobre este tema, pasado, presente y futuro, se cubre en esta obra. Cómo utilizar el diccionario El Diccionario del Profeta está organizado por orden alfabético. De hecho, puede usted pensar en este recurso profético único como una combinación de manual profesional y un manual de referencia en un solo tomo. Es expresamente adecuado para estudiar los detalles hasta este momento elusivos de lo profético. Cualquiera que sea su llamado o su función en el cuerpo de Cristo, El Diccionario del Profeta le proporciona un salto gigantesco a los destinos proféticos del siguiente siglo. Maestros, pastores, individuos y escuelas de todo tipo pueden encontrar también este recurso de conocimiento sobrenatural y competencia espiritual inmensamente enriquecedor como importante referencia. El objetivo final de esta obra es el cultivo de la erudición profética. Profetas y apóstoles son los únicos oficiales actualmente que no tienen una amplia base de género académico para utilizarla en su preparación para el servicio del Señor. Mucha educación profética comienza a las puertas de la técnica, en particular las técnicas de profetizar. Aunque esta puerta sirvió bien en el pasado, en la actualidad se necesita mucho más para que profetas y apóstoles combatan con eficacia la marea de sinuosa espiritualidad que inunda la tierra. Los profetas experimentados en obtener y proclamar profecía con frecuencia carecen de la sabiduría de apoyo que necesitan para corroborar su habilidad profética cuando son desafiados o llamados. La principal queja sobre los profetas y lo profético de la Nueva Creación en la actualidad es que carecen de equilibrio. La mayoría de personas que tienen un encuentro con profetas contemporáneos dicen que su actuación es a menudo demasiado extravagante, sus profecías demasiado atrofiadas o prejuiciadas, y su conocimiento generalmente carece de sabiduría divina. Un programa de estudios profético uniforme es una respuesta a tal deficiencia. Comenzar con términos y frases universales que sean relevantes para la obra del ministerio es un importante primer paso. Es triste decir que debido a la información fragmentada, la formación profética está astillada. Un poco de conocimiento profético normalmente se embute sólo en días o semanas, aunque no puede decirse lo mismo de otros aprendizajes espirituales. Los profetas actuales tienden a estar por detrás de modo lamentable de sus homólogos ocultistas en el conocimiento espiritual y en tener acceso y manejar los recursos sobrenaturales de la creación del Dios Creador. La mejor manera de remediarlo es con educación profética que exponga verdaderamente al oficial a los verdaderos asuntos que el Señor Dios aborda con el manto del profeta. Trasfondo: El Diccionario del Profeta pone al descubierto las antiguas seducciones religiosas Cuando pensamos en el implacable regreso del mundo a la adoración pagana, demoníaca e idolatra, la necesidad de El Diccionario del Profeta resulta abundantemente clara. En el oscuro clima espiritual actual, es necesario que cada ministro del Señor Jesucristo, sea o no profeta o llamado a lo profético, entienda la peligrosa estrategia implementada sobre la sociedad moderna. Las representaciones modernas del supuesto conocimiento espiritual iluminado, aunque son ajenas, no son nuevas en absoluto. Son precisamente las prácticas místicas de religiones antiguas que los medios de comunicación moderna nos han hecho tragar disfrazadas de entretenimiento. Veamos los siguientes ejemplos. La institucionalización del sexo gratuito. ¿Se ha preguntado por qué más del 95 por ciento de las películas y canciones popularizadas por el mundo del espectáculo actual deben incluir algún tipo de acto sexual o insinuación sexual? La industria misma incluso lo denomina gratuito porque realmente son versiones contemporáneas de los antiguos ritos y ofrendas de fertilidad a dioses paganos. Por lo que respecta a la palabra gratuito, entre los muchos significados de la palabra, uno de ellos es “innecesario”. Entonces ¿por qué somos infligidos constantemente con sexo innecesario? La adoración de antiguos demonios. En tiempos anteriores, el sexo se ejecutaba públicamente como ofrenda a una deidad de una vieja ciudad o aldea. Los hijos de Elí recurrieron a él en 1 Samuel 2:22. Otro significado de la palabra gratuito es “halagador”. A la luz de este significado, surge la pregunta: ¿Quién está siendo halagado por sus actos obscenos? Un tercer significado, y quizá más patético, es “un regalo otorgado como ofrenda de gratitud”. ¿Para quién son quienes nos imponen sus ritos religiosos disfrazados de gratitud de entretenimiento? ¿A quién están tan agradecidos para arrastrar a sus televidentes a sus santuarios sexuales para que observen la adoración a sus dioses? ¿Y de qué están agradecidos? ¿Por qué se ha establecido poderosamente lo ilusorio, mítico y mágico en estos últimos tiempos? ¿Por qué los medios de comunicación lo presionan sobre nosotros como el único ideal cultural? Por ejemplo, ¿cómo se ha ganado la mitología griega, un estudio de los dioses antiguos y las religiones de esa cultura, el derecho a convertirse en parte de los estudios académicos estándar? Sin embargo, no se puede mencionar nada sobre Cristo. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué la separación de iglesia y estado sólo funciona contra la iglesia cristiana? La astrología y los horóscopos se nos imponenen todas partes como si sus orígenes no fueran religiosos. Son, como descubrirá en este libro, ofrendas rituales, formas de adoración y profecía perversa en funcionamiento en conmemoración de antiguas deidades y espíritus por mucho tiempo olvidados pero que no se han ido. Para continuar, ¿ha pensado alguna vez en cuántas películas y programas están saturados de violencia y vulgaridad? Se presentan para introducirnos y concienciarnos de los dioses y diosas de la antigüedad y asegurar que el espíritu de sus sangrientos sacrificios sea revivido y finalmente apaciguado. Como aprenderá en El Diccionario del Profeta, todas las deidades del mundo antiguo requerían vulgaridad, violencia, sexo ritual, desnudez y desenfreno. Esta verdad explica por qué hay tanto movimiento en los medios de comunicación y en el mundo para retratar a las celebridades como dioses y diosas. Muchos creadores de esos programas han hecho bien su trabajo. Han forjado pactos ministeriales con las potestades de las tinieblas de lo sobrenatural que les han recompensado magníficamente por haber respondido al llamado de ellos al servicio sacerdotal demoníaco en la actualidad. Su supuesto entretenimiento realmente no es más que antiguas prácticas paganas que destruyeron precisamente las civilizaciones de antaño que ellos buscan emular. Están inspirados por los mismos diablos que han ocupado las esferas espirituales de la creación de Dios desde la transgresión de Adán. Esos agentes de demonismo son la fuerza impulsora que está detrás de su resurgencia compulsiva en la actualidad. La nueva táctica es infiltrarse y controlar la mente de las generaciones actuales con versiones ocultistas vestidas de Nueva Era de idolatría antigua y medieval. La única diferencia ahora es que son más esféricas en el mundo actual que literales, mientras que sus verdaderas raíces e inspiraciones son oscurecidas. La transgresión de Adán, y los espíritus familiares nacidos de ella, forjaron el vínculo impío y fatal entre los diablos del mundo eterno del Creador y la oscuridad en los seres humanos. Con esto deben contender los profetas del nuevo siglo, según Apocalipsis 9:20. La lectura de El Diccionario del Profeta le mostrará, lo crea o no, que nos acercamos con rapidez a otro espectáculo de monte Carmelo como fue en tiempos de Elías. Para tener éxito, los profetas de Dios deben tener su penetrante conocimiento, información y perspectiva. Después de todo, de eso se trata en realidad ser nacido de nuevo y elevado en esta era de la información, ¿no es cierto? Tener el conocimiento del Santísimo, que es el entendimiento genuino. El Diccionario del Profeta hace eso por usted, y mucho más. El manto del profeta A lo largo de este libro se utiliza la frase manto del profeta en muchas de las definiciones. Para aportar claridad y fácil entendimiento, el manto del profeta es la capa del profeta. Visto más espiritualmente que visiblemente, representa a las criaturas de Dios la insignia del oficio. El manto refleja el ámbito de autoridad del profeta, su latitud discrecional y la esfera de servicio profético que Dios le ha asignado. También contiene su unción y su intensificadora historia, la fuente o corriente que emite, y el rango de profecías y sus temas que el profeta está limitado a tratar o se le permite hacerlo. El poder y la fuente del profeta están englobados en el manto. Estúdiense las actividades de Eliseo al tomar el manto de su predecesor y mentor Elías en 1 y 2 Reyes. Véase manto profético. A Aarón - Azul 1. Aarón. Hermano de Moisés que fue dedicado por Jehová como profeta para Moisés. Su nombre significa “el que aporta luz”. (Éxodo 7:1). 2. Abdías. Profeta menor que sirvió entre los años 852–841 a. C. y fue enviado a abordar la continúa enemistad entre los edomitas, descendientes de Esaú, y los israelitas, descendencia de Jacob. El conflicto se produciría debido a la constante repetición del relato del robo de Jacob de la primogenitura de su hermano gemelo. Ambas partes utilizaban la historia como leña para la lucha continuada. Abdías escribió el libro más breve del Antiguo Testamento, y sirvió antes de la época de Jeremías. 3. Abraham. A) Inmigrante de Ur de Caldea, al sudeste de Babilonia, quien mediante un pacto con el Dios Todopoderoso se convirtió en el padre de la nación de Israel a través de Isaac y Jacob. B) El segundo profeta de Yahvé. C) Su nombre significa “padre de multitudes”. Refiérase a todo Génesis; 2 Reyes 13:23; Nehemías 9:7; Mateo 1:1; Juan 8:39 y Gálatas 3:8–9 para leer relatos bíblicos de su vida y servicio al Todopoderoso. (También Romanos 4:16–20). 4. Aceite de la unción. Sustancia aplicada hecha de aceitunas y otras verduras usadas para comer, sanar y alumbrar. Con el tiempo, estos objetos cotidianos y su uso adquirieron unas connotaciones religiosas y ritualistas. La unción comenzó a usarse para consagrar objetos y personas a una deidad. La práctica significaba una iniciación en el servicio divino, haciendo que los usos más comunes del aceite de la unción quedaran clasificados como “nutrición espiritual, sanidad espiritual y sobrenatural, impartición de poder para el oficio, e iluminación reveladora para obtener sabiduría”. Reyes, sacerdotes y autoridades gobernantes de todos los niveles quedaban instalados en el oficio mediante el rito de aplicar aceite de la unción. Las palabras de augurio y/o proféticas seguían al sacramento de las autoridades espirituales de la deidad que inspiraba y ejecutaba la investidura. El acto se veía como una investidura de la nueva autoridad en la tierra. Por medio de estos actos era como se consideraba que el beneficiario obtenía el derecho legítimo a gobernar bien y la gracia para hacerlo. La aplicación del aceite era requisito para los sacerdotes, profetas, ministros, oficiales y reyes. Véase Éxodo, Levítico y Números para un estudio más detallado. Además de todo esto, el aceite de la unción sobre la cabeza era para obtener el poder para gobernar. El Señor expresa francamente este entendimiento en Levítico 21:12. Así, se profetizó según el cumplimiento de Mateo 2:23 que Jesús sería llamado nazareno, Mesías y el Señor ungido. 1. Acertijo. Consejo. Dicho desconcertante, declaración enigmática o proverbio que plantea una pregunta que primero debe discernirse antes de poder contestarse. Los acertijos y enigmas son preguntas típicas para los profetas debido a sus oscuras revelaciones que los ministros ordinarios pasan por alto o no disciernen. Según Daniel 5:12, el profeta era reconocido por su capacidad de resolver acertijos. El uso que hace la Biblia de este término lo define como “afirmaciones difíciles”. Declaraciones para las cuales la respuesta obvia es instintivamente incorrecta. La capacidad del profeta para detectar la aplicación psicológica, espiritual y práctica deseada por comentarios dichos de modo demasiado simplista para ser tomados al pie de la letra. Que el Señor utilizaba este método de desafiar la inteligencia espiritual de sus profetas y su agudeza profética se ve en Ezequiel 17:2, donde Dios introduce una profecía parabólica con un acertijo. En Mateo 13:35, el gran Profeta Jesús recordó el Salmo 78:2–6, donde se utilizan “dichos oscuros” o acertijos enigmáticos para presentar verdad divina. Verdad que ha sido pronunciada desde el comienzo del tiempo en forma oculta porque el Señor busca atrapar al astuto en su propia astucia. 2. Activación profética. Proceso mediante el cual las capacidades proféticas latentes o débiles de un profeta son capacitadas por el Señor directamente o, como es en general, por un agente humano para el servicio. La activación libera el don y el manto del siervo para el servicio, pero también le imparte lo necesario para escuchar, ver, discernir y comunicar efectivamente en el Espíritu. Pablo activó a Timoteo mediante la imposición de manos y la palabra de profecía, y lo mismo hicieron con él los apóstoles más ancianos. Jesús activó a los once soplando sobre ellos y declarando que recibían el Espíritu Santo. Normalmente, la imposiciónde manos y la profecía van acompañados por la unción, en la que el aceite que simboliza el aceite del Espíritu Santo es derramado untado sobre ellos. 1. Actividad profética. Serie de actos espirituales y obras ministeriales realizados por el profeta, que reflejan el conocimiento que el profeta tiene de la voluntad y los caminos de Dios con respecto a su servicio al Señor. La actividad profética conduce las obras del Señor, pues ellas constituyen los propósitos de Dios para aquellos a quienes el profeta es enviado. La actividad profética incluye profecía y varias dispensaciones proféticas que son tratadas, o han de serlo, por el Señor y su comunicación a su pueblo. Tal actividad puede ser reconocida mediante la oración intensa urgente, especialmente la intercesión, la invocación por parte del profeta de agentes espirituales del Señor, con la proclamación de un mensaje profético por medio de varios canales proféticos, como drama, salmos, profecía o demostraciones simbióticas. 1. Adivinación. Lo que conoceríamos hoy como el movimiento de adivinación de la Nueva Era, la adivinación es una institución para conseguir e intercambiar información espiritual que informa sobre el futuro de las personas, principalmente de sus destinos y tragedias, desde diferentes objetos. Entre algunas formas de adivinación figuran la lectura de las cartas del tarot, la vara de zahorí, corrientes y charcos de agua, lectura de las hojas del té, echar suertes y categorizar, augurios, astrología, lectura del hígado y las entrañas (hepatoscopia y haruspicia: sólo eficaz cuando va ligado a sacrificios vivos) y lectura de la mano. Incluidos en ella están la alquimia, metoposcopia (adivinación de la frente), oráculos, numerología, oniromancia, frenología, runas, talismanes, quiromancia, geomancia y rabdomancia. Generalmente, el sufijo mancia al final de una palabra indica que es una forma de adivinación. Eso significa que la oración, la manipulación espiritual y probablemente los sacrificios y oblaciones (ofrendas de bebida) originalmente desempeñaron un importante papel en el éxito de las actividades o eventos asociados con la palabra. Yahvé censuró la adivinación tal y como se practicaba en la Biblia cuando su pueblo intentó usar los mismos medios de manipulación para acceder al conocimiento sobrenatural que tenían los paganos para oír de Él. Las únicas formas tolerables de adivinación, simplemente porque Israel aún tenía que descubrir que su Dios era el único Dios y el Dios de dioses, eran echar suertes a través del Urim y Tumim. Ninguno de estos métodos era profecía en cuanto a que sus respuestas se obtenían bajo unas rígidas pautas. El límite, por lo general, eran preguntas de tipo sí o no, y respuestas cerradas y muy cortas por parte de los querantes. La suerte, la forma de adivinación más rígida de todas en la Biblia, era una sola respuesta al azar. Caía donde caía y se suponía que el resultado era la voluntad firme del dios al que se preguntaba. 1. Adivinación a través de falsos profetas. Los falsos profetas adivinan por dinero, y como regla lo anteponen a la profecía. Sus mensajes son característicos de los adivinos y raras veces van más allá de la riqueza material y la esfera de interés humano de revelar información. Los falsos profetas sofisticados (como los de Balaam) que desertaron de verdad del Señor Jesucristo, infiltraron sus mensajes con el típico género de lo oculto. Los falsos profetas rediseñan las antiguas artes de la adivinación para disfrazarlas, pero un estudio detallado muestra que son las mismas prácticas que solían realizar los falsos profetas de las Escrituras. Entre ellas están la necromancia, consultar imágenes, astrología, geomancia, exorcismo de malos espíritus a través de otros buenos, declarar e interpretar sueños que son dicotómicos para las Escrituras y pronosticar cosas que, si se vivían, definitivamente apartaban a las personas de Cristo y la iglesia. Los encuentros proféticos que necesitan saber fechas de nacimiento, sostener prendas de ropa y otras posesiones son, sin lugar a duda, formas de adivinación. 2. Adivino. A) Significando básicamente “sabio en las artes, artistas sabios”, esta palabra se refiere a un hechicero y mago. B) Uno que conoce y posee la capacidad de sujetar y manejar los secretos sobrenaturales de la creación y que está dedicado a las artes negras. (Levítico 19:31; 1 Samuel 28:3; Isaías 8:19; 19:3). Astuto. Hechicero. C) Quien llama a los fantasmas del pasado. D) Conjurador de espíritus familiares. E) Nigromante. Viene de actos sabios; por ejemplo, Simón el Mago. (Hechos 13:6, 8; Levítico 20:27; Deuteronomio 18:11). F) Mago. 3. Advertencia profética. Término que describe la tarea profética de dar exhortaciones como directivas de parte de aquellos a quien Dios está a punto de incorporar al servicio, elevar, reasignar o degradar. Ejemplos bíblicos de esto son las palabras del Señor a David, Salomón, Jeremías y otros antes de ascenderlos en su reino. 4. Ágabo. Profeta del Nuevo Testamento que profetizó una hambruna mundial y le dijo al apóstol Pablo que sería arrestado en Jerusalén. Su nombre significa “saltamontes”. (Hechos 11:28; 21:10). 5. Agua. Se habla del agua en la Escritura casi mil veces. Aparte de ser un elemento esencial de la vida —uno no puede pasarse sin agua mucho tiempo—, es un antiguo símbolo de refresco, irrigación y crecimiento. En tiempos y regiones de la Biblia el agua podía ser escasa, y por eso la Escritura aprovechó la oportunidad de imponer la necesidad de que el hombre viva sólo de la palabra de Dios, utilizando el agua como su símbolo. Es indisputable que el agua se equipara a la vida, al ser esencial para beber, cocinar y hasta limpiar. (Juan 3:5; Efesios 5:26). Simbólicamente, el agua es la palabra del Señor, una corriente, un asunto de espiritualidad, cuerpo o colección de conocimiento, enseñanza, doctrina espiritual o religiosa. En el último contexto, el de la enseñanza o doctrina espiritual (Apocalipsis 12:15), el agua sale de la boca del dragón a fin de inundar con su impureza a la mujer a la que tanto aborrecía; es decir, con doctrina herética que la mujer, que simboliza a la iglesia de la Nueva Creación, predica en lugar del evangelio del Señor. Es reconocida por ser rígidamente intelectual y humanística en su naturaleza. El agua se equipara al poder fundador de vida de la redención, y a espíritus humanos que sirven a Cristo para convertirse en sus fuentes de salvación. (Isaías 12:3). 1. Agua salada. A) Simboliza lágrimas de dolor. B) Tales lágrimas eran una señal de tribulación y aflicción. C) El agua salada también refleja las aguas amargas. D) Agua que es insalubre o no sirve para refrescar. 2. Agudeza profética. De modo similar a la precisión profética, este término añade a esa definición la dimensión de penetración de las palabras del profeta. Ellas cortan lo carnal, lo mundano, lo humanista y lo oscuro para inyectar la luz de Dios a una situación. Se refiere a que la agudeza del profeta es tan buena que elimina la oscuridad sobre cosas que puede que hayan estado ocultas del oyente. La agudeza profética llega profundamente a la memoria del oyente para sacar a la superficie lo que estaba tan hondamente enterrado en el corazón que no era recordado o estaba fragmentado en la memoria. Opera sobre la exposición del profeta al conocimiento de Dios sobre el asunto del cual habla. Ese conocimiento es lo que se revela con señalada agudeza. 3. Águila. Emblema de cielo que simboliza omnisciencia y victoria espiritual y divina. También, ave profética aceptada por el Antiguo Testamento como un símbolo de los profetas de Yahvé. Ezequiel 17:3 representa al águila como símbolo de grandes y poderosos reyes. El águila se distingue a sí misma como una potente ave de presa que también es tierna con sus crías. Las águilas son estupendas criadoras que desarrollan meticulosamente a sus polluelos. Estas son otras dos características que se encuentran en los profetas genuinos. Se representan en Ezequiel 1:10 como criaturas eternas, yJob 39:27 las presenta particularmente respondiendo a la voz de Dios Creador. El águila también es simbólica de un mensajero; por tanto, también se aplica en la actualidad a sus profetas. Aquila es la palabra griega para águila. (Salmo 103:5). 1. Ahías. Profeta del reinado de Jeroboam. Su nombre significa “hermano de Yahvé”. Profetizó la fragmentación de Israel en el reinado de Jeroboam como un juicio sobre la deserción de Salomón de Yahvé en pos de los dioses de sus esposas impías. (1 Reyes 11:29–30; 14:2–6). 2. Aire. A) Elemento que simboliza lo espiritual por encima de lo material. B) Los sueños y visiones aéreos se refieren a los sujetos y objetos celestiales de Dios contrariamente a los terrestres, incluyendo deidades. (Efesios 2:2; 1 Tesalonicenses 4:17; Apocalipsis 9:2; 16:17). 3. Alá. Dios de la religión musulmana. Esta deidad había existido previamente y le servían tres hijas que eran diosas. Se les llamaba las hijas de Alá y pertenecían a los mismos rituales obscenos y paganos de la época. De hecho, el símbolo del dios, el blasón, estaba vinculado a varias diosas de la época. 4. Alas. A) Símbolo de lo celestial manifestado, como inteligencia, velocidad y libertad inspiradas. B) Señales de elevación, lo ilimitado y protección celestial. En épocas pasadas, las alas se relacionaban con el sol y los dioses astrales. (Malaquías 4:2). 5. Alegoría. Discurso figurado usado en una asamblea pública para ilustrar generalidades verdaderas sobre la humanidad. El término es útil para los mensajes proféticos de naturaleza reveladora. La alegoría del apóstol Pablo de Agar y Sara como las dos madres de la simiente de Abraham en Gálatas 4:24 correspondiente a los dos pactos es un ejemplo bíblico. 6. Almendra. Las almendras, en el mundo antiguo, representaban el semen y, por tanto, reproducción e inmortalidad. Se relacionaban con el almendro sagrado de los hebreos, el cual para ellos significaba la aparente autogeneración de sus partidarios. La vara de Aarón que reverdeció estaba basada en esta premisa. (Números 17:8). 7. Altar. A) Plataforma de adoración donde se sacrificaban criaturas para ser ofrecidas a sus deidades y se creía que los adoradores tenían comunión con sus dioses. B) Los altares se construían como moradas, o al menos como lugares de reunión, de los dioses y sus adoradores. C) Los altares de siete peldaños indicaban la adoración planetaria y, por lo general, eran los sacerdotes y sacerdotisas quienes subían con sus partes privadas a menudo (y normalmente a propósito) descubiertas mientras subían los escalones para llevar a cabo sus actividades oficiales. El famoso zigurat de Babilonia, dedicado a los ritos de fertilidad, era un altar de este tipo. (Génesis 8:20; Éxodo 27:1). Yeshúa prohibió a Israel tener tales altares. 8. Amarillo. A) Iluminación, dorado, revelación. B) Perspectiva espiritual obtenida de fuentes espirituales. 9. Amatista. La piedra del sueño; por tanto, una piedra altamente profética. Su color morado es el color del apóstol y del obispo. En la antigüedad, la amatista se consideraba la piedra de la sobriedad, y por eso es adecuada para ser la duodécima piedra en los cimientos de la Nueva Jerusalén, según Apocalipsis 21:20. Es interesante que a lo largo del Antiguo Testamento, cuando las piedras se ponían en el pectoral del sumo sacerdote la amatista estaba en la tercera fila y era la novena piedra. Después de la obra de Cristo, subió a la posición de duodécima piedra, el último piso de las oficinas centrales de la Nueva Creación de Dios, significando por su cambio de posición que la sobriedad es el pináculo del logro de la Nueva Creación. La amatista, la piedra de la sobriedad, también recibe el nombre de piedra del sueño en sueños y visiones proféticos. Las piedras del sacerdote, apóstol y obispo significan su misión de esclarecer doctrinas confusas y heréticas en la iglesia. 10. Ambiente profético. Los marcos donde se fomentan las actividades proféticas y puede operar libremente entre un grupo. Una compañía profética, conferencia, foro o cumbres son todos ellos buenos ejemplos. (1 Samuel 10:5, 10–12; 19:24). Salmos, alabanza profética y enseñanzas sobrenaturalmente sugestivas son típicos catalizadores para crear ambientes proféticos. 11. Ámbito profético. El ámbito del ministerio en el que encaja consistentemente con más éxito la clase de servicio del profeta. Los ámbitos hablan más de localizaciones físicas, territorios sobre los cuales lo profético tiene jurisdicción. Iglesias, ministerios y negocios situados en zonas estratégicas en toda la tierra es lo que se da a entender. 12. Amós. El más antiguo de los libros profético del Antiguo Testamento, Amós fue un profeta del norte de Israel alrededor del año 750 a. C. durante un corto período de diez años. Él comienza la línea de los profetas del octavo siglo. El nombre de Amós significa “el que lleva la carga”, y vino de Judá; siendo pastor de ovejas, fue llamado repentinamente a dejar su profesión para entrar en el ministerio profético. Como profeta totalmente entrenado por Dios, Amós fue llamado y usado por Dios fuera del nabiim aceptado de la nación, y fue enviado a persuadir a sus compatriotas a arrepentirse y evitar así el desastre que Dios había planeado como respuesta a sus transgresiones. Se le enseñó a comunicar la profecía traduciendo imágenes agrícolas en expresiones proféticas. Sus mensajes fueron recibidos con censura y castigo al llamar al arrepentimiento, predecir desastres y denunciar la exuberancia hedonística de su nación, comenzando con el rey hasta los demás estratos sociales. Designado como profeta menor, ministró al mismo tiempo que Oseas, Miqueas, Isaías y Jonás. 13. Amuletos. Objetos grabados, a menudo de metal y oro en particular, que se llevan para supuestamente transformar a quienes los llevan en seres divinos con poderes para alterar el destino y la suerte. Llevar amuletos es algo que se practica hoy entre los fieles de la Wicca y la Nueva Era empleando un renacimiento de las religiones antiguas. Ellos revivieron estas prácticas en su búsqueda de poder, prominencia y prosperidad. Este conocimiento es útil para los profetas maduros a la hora de detectar infiltraciones ocultistas en la iglesia y explicar para hacer ver a los cristianos los verdaderos orígenes de modas y fetiches actuales. El poder que supuestamente se cree que contienen los amuletos se deriva de rituales y meditación, en los cuales el yoga tiene un papel destacado. 14. Ana la profetisa. Profetisa del Nuevo Testamento que confirmó a Jesús como el niño Cristo y el Mesías prometido. (Lucas 2:36– 38). 15. Ancestral. Perteneciente al linaje o genealogía de una familia. Proféticamente, esta palabra es importante para explicar los recursos sobrenaturales concedidos por el Todopoderoso pero pervertidos por los espíritus demoniacos que se infiltran y contaminan una línea familiar. Espíritus ancestrales, un término menos repugnante para demonios, son invocados por familias para rescatarles de ciertas crisis que creen estar causadas por otros espíritus, para aprender sobre su historia a través de la necromancia o para prosperar económicamente. Tales espíritus por lo general obtienen la entrada y el control a través del patriarca o matriarca de la familia, que establece pactos con ellos de protección y bendición del hogar. Con el tiempo, mucho después de su muerte estos espíritus se quedan en la línea familiar apegándose a la simiente y así viajando por la línea familiar. A menudo sin saberlo la mayoría de sus cautivos (la familia a la que entregan sus fortunas o tragedias a su antojo), este espíritu inspira la adoración de los miembros de la familia especialmente susceptibles. Imponiendo una serie de ritos normalmente asociados con la religión tribal de la familia, los patriarcas se ven obligados a oficiar como sumo sacerdote de la deidad y la familia. Con el tiempo, estos poderes de las tinieblas se autoelevaron al estatus de dioses o diosas en la familia, y revelándose a unos pocos selectos, alcanzan una autoridadinmersa por mucho tiempo en la familia. Cuando Labán persiguió a Jacob por el objeto que Raquel había robado, lo hizo en base a esta costumbre. Casar a una hija y presentarles a ella y a su nuevo marido a las deidades familiares era equivalente a transferir la riqueza de la familia al linaje del nuevo marido. Labán ciertamente no quiso que eso ocurriera. Estaba más preocupado por recuperar las estatuas ancestrales robadas de la familia que por la pérdida de sus hijas y nietos. La posible riqueza material que sentía que estaba a punto de perder para siempre significó más para él. En la mente de Labán, su objeto robado podía reemplazar a cualquier fortuna material que pudiera haber perdido con Jacob mientras el objeto estuviera en su poder. 1. Ángel. A) Ser espiritual/celestial, mensajero divino, enviado como un agente, embajador o emisario para llevar a cabo asuntos en nombre de Dios en los asuntos de los hombres. B) Puede ser situado como un gobernante territorial o en países y naciones como su autoridad y poder espiritual. C) La palabra hebrea para ángel es malak. En griego es angelos. Contienen las “fuerzas protocráticas” de la creación. Como las personas mueren, ellos existen para reasignar y elevar a quienes son ordenados para reemplazarlos en las instituciones que hay en el mundo. Dios no consintió que fuesen eliminadas cada vez que sus fundadores o líderes morían. 2. Ángeles celestiales. Ángeles cuyas tareas asignadas están en el cielo o en la presencia de Dios. Entre ellos se incluyen arcángeles, serafines y querubines. (Isaías 6:2; Apocalipsis 4:8). 3. Ángeles de las siete iglesias. Los siete ángeles a quienes el Apocalipsis, recibido por el apóstol Juan, fue dirigido. Se dirigió a los ángeles por el estado sobrenatural de la iglesia y consecuente necesidad de compensación de poder espiritual y revestimiento en la tierra. De modo similar a la tarea de Miguel sobre la nación de Israel, el Señor Jesús asigna a los ángeles para cubrir, ministrar y mediar en su favor como colaboradores literales con el liderazgo terrenal de la iglesia en su establecimiento y crecimiento en la tierra. Esto es lo que significa Hebreos 1:14. En todas las grandes entidades de la tierra, los antiguos conocían y a menudo se les presentaba (como Josué con el comandante de los ejércitos del Señor de las huestes, Josué 5:14–15) al poder espiritual tras ellos. Cuando el Señor sacó a Israel de Egipto, les dijo que Él enviaba a su ángel delante de ellos para guardarles y dirigirles con su misma presencia. En base a este protocolo eterno, el Señor Jesús nos informa de que independientemente de la longevidad de cualquiera de sus líderes terrenales, la iglesia estaba perpetuamente dirigida, gobernada y administrada por siete ángeles. Éxodo 23:23; 32:34 y Apocalipsis 22:16 establecen este principio eterno al dejarnos conocer las fuerzas protocráticas invisibles que llevan a cabo la voluntad del Señor y sus obras en la tierra. Cuando Israel se apartó de su Dios del pacto, un ángel inició la disciplina de Dios sobre ellos. (Jueces 2:1–4). Es una práctica común que el Señor asegure el éxito de sus tareas terrenales asignando ángeles a las tareas hasta que suceda todo lo que Él desea. Por una parte, se debe a que el poder natural debe cubrirse de poder espiritual para lograr actos sobrenaturales. La segunda razón es que la gente muere. Su muerte en la mente de Dios podría producir que sus tareas se quedaran sin completar. Por tanto, la tarea es delegada primero a un ángel y luego a un ser humano para que se desarrolle en la tierra. El nacimiento y vida del Señor Jesucristo se lanzaron a la tierra por la presencia de sus ángeles; de igual modo ocurrió con los apóstoles; el Señor envió a sus ángeles para facilitar y capacitar su trabajo. Es probable que los ángeles que los rescataron de la cárcel y realizaron otras obras milagrosas fueran los que habían sido asignados para el establecimiento de la iglesia de la Nueva Creación. Lo que es importante acerca de los ángeles de las siete iglesias es cómo los siete ángeles están al tanto de los siete continentes de la tierra que la iglesia de la Nueva Creación había de poblar. Además, precisamente coinciden con los siete espíritus que están delante del trono de Dios y que fueron enviados a toda la tierra. Los profetas ven esto claramente como otra dimensión del plan del Todopoderoso para reconciliar todas las cosas que hay en el cielo y en la tierra con Él mismo, como explica Colosenses 1:20 sobre la obra del Señor Jesucristo. Además de todo esto, tenemos el dato interesante de que al final son siete ángeles quienes se ocupan del juicio final de la tierra, y proclaman frases como testigos y también como mensajeros de la ira de Dios. (Apocalipsis 8:2, 6). La actividad de los siete ángeles de los últimos tiempos sólo comienza después de que la iglesia a la que han guardado durante milenios sea arrebatada de la tierra. (Apocalipsis 7:9). 1. Animales salvajes. A) Simbolizan la personificación de pueblos y naciones en la Escritura. La aplicación que el Señor hace de animales a personas tiene que ver con el estado de la humanidad desde la caída de Adán. La respuesta al porqué se ve en Eclesiastés 3:18–21. La crueldad, brutalidad y destrucción inherentes en la humanidad son algo que su Creador ve como características de los animales que fueron creados para tales propósitos. B) Las cosas bajas de la vida como preocupación de los seres humanos, que se esfuerzan por verse a sí mismos libres del refinamiento y la gracia de su Creador como lo son los animales. Por tanto, para subrayar la raíz del problema de Dios con su creación humana y su conocimiento de las tendencias de ellos a la destrucción y la atrocidad, Él da sus profecías con respecto a la tierra y a la gente utilizando simbolismo animal. El tipo de animal escogido debe estudiarse con atención para entender la manifestación de las características que sus seres humanos expresando su carácter presentarán en el mundo natural, societal o secular. 1. Antorcha. A) Los fuegos de la vida. B) Representativa de pasiones y deseos. C) Símbolo de misticismo femenino y antiguo poder de las diosas. D) Objeto de iluminación y guía espiritual cuando se dé proféticamente. (Zacarías 12:6). 2. Apocalipsis. A) Revelación. B) Término usado para los eventos de los últimos tiempos pronosticados o experimentados en la tierra según la Biblia. Generalmente son de naturaleza catastrófica, de los últimos tiempos o de cataclismo. Revelaciones de este tipo tienden a estar presentes en la doctrina apostólica, la cual enfatiza finalización, transmisión y renovación. 3. Apolo. Llamado el dios vidente, hijo de Zeus, y aclamado como el dios de la luz. Se creía que era el dador de la luz. Apolo, hermano de Artemisa, fue adorado de muchas formas a lo largo de los siglos, e incluso invocado en bodas para bendecir la unión recién formada con fertilidad y virilidad. Apolo, hermano gemelo de Diana, fue apodado como dragón asesino y como la inspiración celebrada detrás de los oráculos de Delfos. Él, por encima de todo, era considerado dios de la expiación y la profecía, lo cual explica su conexión con los oráculos de Delfos. 4. Apóstol. Mensajero especialmente enviado del Señor Jesucristo. Los apóstoles reciben de Dios un estatus y poderes plenipotenciarios y se les delegan principados esféricos sobre los que gobiernan. Los apóstoles actúan como guerreros estratosféricos de Cristo y siervos gubernamentales en la tierra. Véase el libro de los Hechos y las Epístolas del Nuevo Testamento. 5. Apóstoles, Los. Nombre para los doce discípulos de Cristo elevados por Él al oficio de apostolado durante su ministerio terrenal. Sus nombres eran: Simón Pedro, Andrés, Juan, Felipe, Santiago, Bartolomé, Tomás y Mateo, Simón el Zelote, Judas, Santiago y Judas Iscariote. Su equivalente hebreo de la antigüedad es Shaliach. Estos emisarios del templo eran enviados y recorrían los lugares para reunir los diezmos y las ofrendas de la Diáspora y para divulgar las enseñanzas deltemplo. (Mateo 10:1–5). 6. Apostólico. Lo concerniente al apóstol. 7. Apostolos. Palabra griega para apóstol. Esta palabra se utiliza en todo el Nuevo Testamento. 8. Aprendiz. Aquel que está sometido a otro por razones de entrenamiento y preparación para un trabajo, posición o tarea. Josué bajo Moisés y Eliseo bajo Elías son buenos ejemplos de aprendices proféticos. 9. Aprendizaje profético. Los términos que describen el período de un profeta en formación. Tiene lugar bajo la supervisión de un profeta experimentado para el desarrollo, la formación, el refinamiento y la acreditación del manto del aprendiz. Eliseo, Josué y los doce apóstoles completaron el aprendizaje profético. 10. Árboles. Plantaciones del Creador, naciones. (Isaías 61:3). Fuera del Señor, el árbol representaba el lugar de reposo de agentes (espíritus) de seres celestiales y terrestres elevados. Las almas de los seres humanos muertos se creían que a veces les perseguían. En cualquiera de los casos, los árboles eran emblemas proféticos adivinatorios en los que los nidos de las aves en ellos se creían que estaban poseídos o capacitados por espíritus para comunicar un mensaje a la tierra. Los árboles gruesos, grandes y poblados de hojas representan reinos poderosos y prósperos. Con eso, el árbol también representaba el poder humano del reino. Por último, los árboles significan fluidez en la comunicación reveladora y el desarrollo que proviene de ella. 1. Arco. Forma semi-oval simbólica de transcendencia; es decir, pasar de los límites de lo terrenal a lo celestial. (Job 22:14; Amós 9:6). 2. Arena. Simbólica de inestabilidad debido a la falta de un fundamento. La arena representa lo que es innumerable y no se puede medir. Arena en visiones y sueños habla de algo que está a punto de aparecer y no puede contarse. En la playa, se aplica a algo a punto de suceder en la tierra en las esferas de la humanidad que son inmensas y masivas. La arena que se encuentra proféticamente representa, por una parte, multiplicidad, y por otra inestabilidad. La arena de la playa habla de recreación, adoración al sol, idolatría, juego. En estos contextos puede referirse a vacaciones, cuando se proporciona serenidad y paz. 1. Armagedón. Nombre de la batalla final entre las fuerzas del bien y del mal, Dios y el diablo. Ocurre después de un reinado del Señor Jesucristo de mil años y la repoblación de la tierra con el espíritu y fortalezas de Satanás junto con sus agentes humanos. (Apocalipsis 16:16). 2. Arrepentimiento. El requisito para la verdadera salvación que llama al pecador o el santo errante a reconocer su pecado y convertirse, o regresar, a las leyes y la gracia del Salvador. 3. Artes de adivinación. Frase comúnmente usada para identificar el espectro de los métodos usados por brujas, chamanes, falsos profetas y adivinos para adivinar el futuro y echar la suerte. Incluyen la brujería (echar suertes), lectura del tarot, rabdomancia, geomancia (lectura de la tierra), augurios, interpretación de sueños y presagios, quiromancia y magia entre las principales. 4. Asia. Oriental, lugar del jefe o arco. 5. Asiria. A) Antigua Siria. También llamada Ashur, lugar de morada de antiguos semitas y mitanios. B) Un gran centro de antigua adoración a Ishtar y país de la infame ciudad de Nínive, a la cual fue enviado el profeta Jonás. C) Espiritualmente, Asiria era un símbolo de brutalidad y abuso instigado por amenazas hostiles. Indicativo de inminente cautividad y opresión. (Génesis 10:12). 6. Astral. Perteneciente a los cielos y sus cuerpos celestiales. 7. Astrología. A) El estudio de los planetas y las estrellas para predecir el futuro. Está prohibido por el Dios Creador. B) Deificar a las criaturas celestiales por encima del Creador como una forma de adoración astral y sobrenatural. La astrología aparece en la Biblia como la constelación de la Osa Mayor. Como “las huestes del cielo” en traducciones modernas, es el estudio del zodiaco. La astrología está prohibida por el Dios Creador porque el servicio, ni realizado ni requerido por Él, no tiene nada que ver con dar a los seres humanos la licencia o la capacidad de predecir el destino de las criaturas de Él. Para obtener aceptación secular y escapar de las consecuencias de ser rechazada como religión, la astrología actual luchó para despojarse de sus raíces religiosas, aunque no espirituales. Renombró muchas de sus prácticas y operaciones, suprimió algunas de sus antiguas etiquetas idólatras y pidió aceptación como meramente otra ciencia. (Deuteronomio 4:19; 2 Reyes 21:3; Hechos 7:42). 1. Astrólogo. Alguien que divide o abre los cielos es el entendimiento de esta palabra en el Antiguo Testamento. El término describe a profetas celestiales que buscaban y obtenían sus predicciones de los cuerpos celestiales del cielo. A menudo, la adoración a la luna era algo muy extendido en sus prácticas, ya que basaban muchas predicciones en el movimiento y la posición de la luna en diferentes momentos. Isaías 47:13 dice que los astrólogos abren los cielos para seguir sus cursos y asignar sus movimientos al futuro de quienes les piden. Los que confían principalmente en la actividad lunar eran vistos por el profeta como pronosticadores. Este arte (destreza en engañosos recursos humanos) favoreció la adivinación por encima de las simples predicciones futuristas. Otra palabra para astrólogo es “el que contempla la estrella”, que une totalmente las actividades de los astrólogos con las actividades de las estrellas. Es también una forma de adivinación. 2. Astronomía. Término griego para “las leyes de las estrellas”. La astronomía comenzó como una antigua ciencia caldea practicada por sus sacerdotes en la antigüedad. Inicialmente unida a la astrología, se buscaba en ella adivinación y augurios proféticos. Sus registros se remontan al siglo II a. C. Los astrónomos narraban los aspectos de los cielos, los planetas y la actividad de las estrellas, y los movimientos de las constelaciones. La Historia muestra que los astrónomos caldeos desarrollaron una ciencia casi precisa para predecir la aparición y la llegada de eclipses. Las Escrituras los denominaron quienes contemplan las estrellas. (Isaías 47:13). Desde sus humildes y crudos comienzos, la astronomía ha sido transformada en una ciencia sofisticada por los astrónomos modernos, quienes no necesariamente la vinculan con la religión, la profecía o la astrología. 3. Ateísmo. A) Práctica no religiosa que proclama incredulidad en la existencia de Dios, de cualquier dios. B) Una negación absoluta de la existencia de Dios. Negarse a reconocer que haya un Creador con autoridad espiritual en los asuntos de la tierra y la humanidad. El ateísmo generalmente surge de una decepción muy grave con Dios, la oración, la religión o la fe por parte de sus partidarios. Como represalia por una presunta indiferencia de parte de Dios, los ateos, en su mente, simplemente configuran un estilo de vida que le ignora a Él. Una presentación de adoración excesiva y desequilibrada de un individuo y su sumisión a una religión obligatoria son, a menudo, otras raíces de esta incredulidad. 4. Augurar. Adivinación y predicción a través de presagios (una supuesta voz que hablaba a los sacerdotes desde objetos, entrañas y fenómenos naturales). Como institución legal en la antigua Roma, augurar lo hacía un miembro o miembros de una escuela en particular de sacerdotes en Roma. Augurando, revelaban el futuro y buscaban a Apolo como el dios de la profecía. Bajo circunstancias rutinarias, buscar sus palabras de objetos no era necesario, aunque muchos de ellos empleaban la hechicería y otros elementos mágicos para recibir sus palabras. (Levítico 19:26; Deuteronomio 18:10; 2 Reyes 21:6; 2 Crónicas 33:6. También Ezequiel 21:21). 1. Augurio. Tipo de adivinación que detecta eventos inminentes interpretando sus señales por el volar de los pájaros o la conducta animal. El augurio basa sus predicciones en incidentes comunes que aparecen de formas poco normales y los traducen en señales o presagios. La antiguaRoma tenía toda una casta sacerdotal dedicada al augurio para informar al estado, al gobierno, al ejército y a la sociedad de su futuro y sus posibilidades de éxito en varias empresas. La palabra augurio originalmente vino de “el volar de las aves”. Se pensaba que observando el camino trazado por las aves bajo ciertas circunstancias prescritas reflejaba la silenciosa dirección y voluntad de los dioses invisibles que se creía que dirigían y determinaban el camino que recorrían las aves con su vuelo. La creencia llegó a convertirse en una convicción de que el dios, su emisario o espíritu, residía en las aves escogidas de antemano. 2. Aura. A) Un nimbo que irradia alrededor de una persona simbolizando su investidura de poderes sobrenaturales y autoridad. B) Alguien adornado de poder espiritual. La palabra viene de raíces latinas que definen “una corona de oro”. Anday lo llamó un halo. (Proverbios 4:9; Isaías 28:5; 62:3; 1 Pedro 5:4). C) Término espiritual para la radiación de poder espiritual que normalmente corona a una persona. Se detecta por los colores que muestran la naturaleza y tipo de poder espiritual (gloria de unción) por el que es capacitada o para dispensar por medio de una tarea divina. 3. Auspicios. A) Concerniente a presagios tales como la voz de las fuerzas invisibles e inaudibles. B) Lectores e intérpretes de señales recibidas de seres divinos a través del augurio. C) Proceso mediante el cual los sacerdotes oficiales buscaban y divulgaban información sobre los derechos, poderes y privilegios de otros según la voluntad divina. D) Lo que se usaba para supuestamente revelar las inclinaciones y el potencial de un propuesto gobernante o sacerdote era lo más importante entre sus revelaciones. Con el augurio, este era el medio oficial por el cual el gobierno romano predecía el potencial de alguien que entraba en una tarea divina, un servicio militar o un ministerio sacerdotal. 4. Autoridad. A) Derecho legal y poder para requerir obediencia en una persona o grupo para regular o modificar su conducta. B) Derecho a imponer un código específico de conducta, de iniciar la corrección, calcular los castigos, o censurar la conducta impropia. (Proverbios 29:2; Mateo 20:25; Lucas 4:36; 1 Corintios 15:24; 2 Corintios 10:8). 5. Aves. En los contextos espiritual y simbólico, las aves hacen referencia a mensajes del cielo a la tierra mediante mensajeros espirituales. (Eclesiastés 10:20). 6. Aves proféticas. En el simbolismo profético, este término se refiere al águila, el halcón y los cuervos. Los dos últimos son decididamente aves ocultistas de visión. 7. Azarías. Profeta cuyo nombre significa “ayuda de Yahvé”. 8. Azul. Color que proféticamente tiene poder celestial, el azul simboliza dominio espiritual y soberanía otorgada del cielo. También significa un crecimiento perfecto, potencial ilimitado y oportunidad indómita. El azul significaba la aparición de Dios, y también simboliza la perpetuidad del gobierno de la eternidad. El azul era el color del paño usado para cubrir las herramientas sagradas de servicio del sacerdote por todas estas razones. (Éxodo 25:4; Ezequiel 23:6; 27:7; Números 4:12; 15:38; Ester 8:15; Apocalipsis 9:17; Ezequiel 10:1; 1 Corintios 9:25). B Baal - Brazo 1. Baal. Antigua deidad babilónica cuya adoración conllevaba lascivia, orgías sangrientas, sacrificios humanos y prostitución ceremonial. Baal era una trampa constante para el pueblo bajo pacto del Señor, que acudía repetidamente a la adoración a esta deidad por su alto atractivo sensual. El significado de la palabra Baal —marido, señor y maestro— fue asociado a Yahvé para integrar su adoración en el judaísmo. La idea de que Yahvé era el marido de Israel (ishi en Hebreo, Oseas 2:16) facilitó esta duplicidad y facilitó la adoración a Baal en el sistema religioso de su pueblo. Los comportamientos lascivos requeridos, junto con múltiples compañeros de copulación (y cambio de parejas), iba bien con esta seducción, ya que el deseo natural de fornicar y cometer adulterio era explotado por los defensores de las religiones paganas. Adoración del cuerpo, que acompaña a los ritos de fertilidad y los sacrificios humanos; rodea la prostitución masculina (qedeshim), y la prostitución ritual (qedeshot). Ellos trabajaban para el sacerdocio y adentraban a sus adoradores con ellos en actos sexuales ritualistas perversos. Sus ceremonias rituales consistían en una permisibilidad gay entre los sodomitas y los adoradores. Se creía que Baal fecundaba a una novilla para tener una descendencia híbrida, la base de su religión, rituales y ceremonias. Su práctica alentaba la bestialidad, cosa condenada por Dios entre sus adoradores. La tradición tenía mucho que ver con la veneración de la vaca sagrada. El hecho de que el dios principal Baal copulara con la vaca le daba a esta su estatus elevado a ojos de los baalistas. También puede ser la inspiración que hay tras su adoración en la actualidad. (1 Reyes 14:23; 2 Reyes 23:7). Estos datos históricos tienen valor profético para reconocer prácticas similares y costumbres popularizadas hoy día como moda, liberación o entretenimiento. Aunque estén despojados del nombre Baal para hacerlos seculares en lugar de religiosos, son los mismos actos antiguos bajo un nuevo nombre y bajo el disfraz de liberación sexual o sexo de recreo. Sin embargo, todo lo secular tiene raíces espirituales. Estas farsas fueron introducidas en el planeta por los ángeles caídos mencionados por Judas y Pedro, quienes “no mantuvieron su primer estado”. A través de ellos, la antigua estrategia del diablo impuso su antigua perdición sobre cada generación para lograr lo que él comenzó en el Edén: provocar las maldiciones de Dios y el correspondiente juicio sobre la carnalidad y la perversión. 1. Balaam. Profeta pagano de la antigüedad que fue contratado para seducir a la nueva nación de Israel para que desertara de Yahvé para adherirse a la religión moabita. Balac, rey de Moab, pagó a Balaam para maldecir a Israel usando adivinación, brujería y otros poderes del ocultismo. Jehová intervino y forzó al profeta a bendecir a su nación. Después, Balaam regresó a la nómina de Balac y terminó la tarea interrumpida por el Dios de los israelitas. Les sedujo para pecar consintiendo en tomar parte en rituales con los moabitas en la adoración de su dios, y finalmente fue asesinado por el ejército de Josué en Josué 13:22. (Deuteronomio 23:4–5; Números 24:1). 2. Basán. Ciudad amorrea que estaba entre los primeros lugares cananeos que derribó Josué. Es importante para lo profético porque la religión de los amorreos debilitó a Israel durante todos sus días como nación en el mundo antiguo. Manasés volvió a instituirla a gran escala durante su reinado. Ese acto terminó en la caída de la nación, al no recuperarse nunca de la permeabilidad de la tierra a su suciedad y degradación. (Nahúm 1:4; 2 Reyes 21). 3. Batalla profética. Esta palabra identifica la lucha del profeta con las fortalezas de la oscuridad resistentes que se oponen a su palabra. La batalla profética se libra cuando el profeta, en oración, drama o representación simulada, impulsa la realización de la palabra sobre los agentes del diablo. La mayor batalla por parte de un profeta es, desde luego, Moisés en su competición con el faraón y los dioses de Egipto; sin embargo, hay otras en las que el profeta debe confrontar y contender en un área en su mayor parte invisible para otros. Además está la oración de Eliseo para que el Señor abriera los ojos de su sirviente que tenía temor al rey de Siria que había llevado a Israel al conflicto. El sirviente tembló al ver la masa de que los rodeaba, y no era consciente de la batalla continua que el Señor estaba librando por medio de su profeta. Para disipar sus temores y detener la corriente de incredulidad que venía del hombre, el profeta oró para que él viera la verdadera batalla, que eran los carros de fuego que los rodeaban esperando para defender a Israel en la batalla. (2 Reyes 6:8–18). 4. Bautismo. A) Rito de iniciación. B)
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