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Radiestesia y mundo espiritual Ramón Fenoll Moreno Radiestesia y mundo espiritual Cómo contactar con tus Guías Espirituales y los distintos tipos de entidades del otro lado a través de la Radiestesia Espiritual Primera edición: marzo de 2020 Copyright © 2020 Ramón Fenoll Moreno Editado por Editorial Letra Minúscula www.letraminuscula.com contacto@letraminuscula.com Gráficas realizadas por José María Nolasco Sansano. Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático. http://www.letraminuscula.com mailto:contacto@letraminuscula.com «La mente toma posesión de todas las cosas, no solo de las terrenales, sino también de las celestiales, y la inmortalidad es su valor más seguro». Buda Índice Prefacio 1. ¿Qué es la radiestesia? ¿Qué vas a aprender con el Curso de Radiestesia Espiritual? ¿Qué ocurre cuando desencarnamos? El Bajo Astral El Astral y el Origen 2. Contactando con tus Guías Espirituales y las demás entidades Cómo utilizar el péndulo ¿Qué es el Nivel de Conciencia? ¿Qué es el Nivel de Espiritualidad? ¿Qué es el Nivel de Protección? ¿Qué es el Nivel de Negatividad? ¿Qué es el Nivel de Malintención? Cómo dialogar con los diferentes tipos de entidades Entidades de Luz Entidades de Entremundos Los suicidas Los niños Entidades que creen estar en sus casas Entidades que creen estar vivas Entidades que no abandonan sus posesiones materiales Entidades del Bajo Astral Entidades que buscan venganza Cuándo una entidad del Bajo Astral tiene secuestrada a otra alma Los Espectros 3. Protocolo de Liberación Kármica y Emocional 4. Cómo equilibrar los Chakras 5. Cómo equilibrar el aura 6. Los Sueños 7. Los No Reales 8. Brujería y mal de ojo Cómo eliminar el mal de ojo Cómo eliminar la brujería 9. Limpieza energética de lugares y objetos 10. Escritores y libros que recomiendo 11. Ejercicios Sobre el autor Este libro lo he escrito con todo mi amor, con la ayuda de mis Guías Espirituales, para todas las personas que buscan respuestas sobre el Mundo de los Espíritus, para los que quieren aprender a comunicarse con sus Ángeles de la Guarda y ayudar a las almas que no cruzaron la Luz. Ramón Fenoll Moreno Quiero dedicar este libro a mis amados padres, Ramón y Guada-lupe, y a mi querido Hermano Christian, de quienes siempre he recibido un gran apoyo, respeto y amor. Además, quiero agradecer a mis amigos la infinita paciencia que han tenido conmigo; por supuesto, también al resto de personas que han pasado por mi vida. Infinitas gracias, Hermanos, infinitas gracias, Padre-Madre Celestial, por darme la oportunidad de estar aquí, y así poder aprender y ayudar. Prefacio No recuerdo muy bien a qué edad comencé a ver entidades y a viajar a través de los sueños por los diferentes mundos espirituales; solo sé que era muy pequeño. Lugar a donde iba casi siempre me las encontraba. Inconscientemente me desconectaba y vivía casi con total normalidad, hasta que, en el momento más inoportuno, allá donde estuviera, si se encontraba alguna entidad, seguro la veía o la sentía. Era en casa de mis padres donde el trasiego de sombras era una constante. Mientras estuviera alguien conmigo, aunque las viera me envalentonaba, pero cuando me quedaba solo en casa, entonces empezaba la fiesta. Siempre había más de una entidad rondando. Existían de diferentes tamaños y tonalidades. Las blancas no me asustaban ni me molestaban; las oscuras, cuanto más lo eran, más frío y terror me daban. Por las noches las veía entrar en mi habitación desde el largo pasillo de la casa. A veces se quedaban en el quicio de la puerta o se ponían a los pies de mi cama. Con suerte permanecían quietas, observándome. Otras veces me tiraban de los pies o de las manos; se sentaban o se acostaban junto a mí. Al final, acababa durmiendo entre mis padres, pues era el único sitio en donde encontraba seguridad. Cuando algún ser querido desencarnaba, generalmente se me aparecía. Como les huía, no sabía qué querían. Casi siempre los veía de la cintura para arriba. A los 7 años se me presentaron mis Guías Espirituales en una de las experiencias más extraordinarias que he tenido. Desde ese momento comencé a investigar todo lo relacionado con el mundo de los espíritus; sin embargo, parecía haber una fuerza mayor que me hacía llegar las cosas justas y necesarias en el momento adecuado para no ser contaminado con información confusa. Siempre tuve esa sensación, y hoy día entiendo por qué mis Guías Espirituales lo hicieron y siguen haciéndolo. Comencé a realizar viajes astrales en sueños y los fui escribiendo. Montañas de libretas sobre estas experiencias, cuyo significado no entendía, se amontonaban en mi escritorio. Durante años tuve una serie de sueños que me transportaban a diferentes lugares en los que aprendía algo distinto. Los llamé «laberintos», pues cada aventura empezaba en un largo y aparentemente infinito pasillo, con puertas a ambos lados, por el que yo andaba sin descanso hasta que, desfallecido y aterrorizado, penetraba en alguno de los habitáculos; en cada uno aparecía una dimensión con lugares y personajes diferentes. Hasta ese entonces aprendí mucho más en el Mundo Onírico que en el «Mundo Real». Pero a los 18 años, con las hormonas a flor de piel, me aparté del camino recto y salí a descubrir el mundo con el que apenas había tenido contacto. Experimenté todo lo que pude y tras bajar a los infiernos tuve una gran crisis personal de la cual salí fortalecido, y volví de nuevo a la espiritualidad. Fue entonces cuando me llegó, a través de los sueños, la mejor manera de contactar con mis Guías Espirituales: la Radiestesia. Ponerme de nuevo en contacto de esta manera con mis Guías Espirituales, Ángeles, o como quieras llamarlos, fue lo que me cambió la vida radicalmente. Me han hecho recordar y me han enseñado tanto, he sentido tanto apoyo y amor, que no tengo palabras para agradecerles tan maravilloso regalo. Toda la información que he adquirido es la que me han enseñado (y siguen enseñándome) los diferentes Guías Espirituales que he tenido a lo largo de mi vida. Es posible que alguien no esté de acuerdo con la información que aporto. Solo puedo decirte que yo no tengo la Verdad Absoluta; únicamente te traslado lo que Ellos me han mostrado y lo que yo he aprendido a lo largo de todos estos años investigando y tratando a miles de personas de casi todo el mundo. Si algo tengo muy claro es que, como decía el gran filósofo griego Sócrates, «solo sé que no sé nada». Para llevar a cabo la Radiestesia, particularmente te recomiendo que estés bajo la supervisión de una persona realmente capacitada; de un maestro que tenga un Nivel Espiritual lo suficientemente alto como para protegerte en caso de posibles ataques por parte de entidades de Entremundos o del Bajo Astral. Abre tu mente, sé consciente de tu ego, trasciende tus emociones, que el pensar, el sentir y el hacer sean uno, y te aseguro que ante ti se abrirá un mundo increíblemente maravilloso. Comenzamos... 1. ¿Qué es la radiestesia? La radiestesia es la facultad que posee el ser humano para percibir radiaciones. Mediante técnicas y disciplinas aplicadas, la radiestesia ha logrado un desarrollo tal que permite realizar todo tipo de investigaciones, cualquiera que sea su naturaleza. Nuestro organismo es un receptor que capta las radiaciones emitidas por otros cuerpos y por las distintas formas de energía tanto sensoriales como ultrasensoriales y astrales. Todo el conocimiento necesario para nuestra perfecta evolución está en lo que llamamos el Universo (yo le llamo «la Nube»). A medida en que vamos tomando consciencia de nosotros mismos y de la realidad que nos rodea, vamos captando esa información divina. La radiestesia nos conecta a esa fuente inagotable de conocimiento¿Qué vas a aprender con el Curso de Radiestesia Espiritual? Con este curso aprenderás principalmente a: 1/ Comunicarte con tus Guías Espirituales o Ángeles de la Guarda (como quieras llamarlos). 2/ Ponerte en contacto y acompañar a las almas que no han cruzado la Luz y que se han quedado en Entremundos o en el Bajo Astral. 3/ Liberar Emociones y Karma con el Protocolo de Liberación Kármica. 4/ Equilibrar Chakras, restaurar y limpiar el Aura. 5/ Solucionar brujería y mal de ojo. 6/ Limpiar espacios y objetos de energías negativas. ¿Qué ocurre cuando desencarnamos? Cuando todas las funciones vitales cesan, el cuerpo físico colapsa y deja de funcionar, es entonces que nuestro cuerpo muere; pero no nuestra alma. Esta se desprende del cuerpo y la persona puede verse fuera de él. Durante un buen rato, dependiendo del Nivel Espiritual de cada quien, se está muy aturdido. La sensación es de como si uno se despertase bruscamente de un sueño profundo y no supiese en dónde está, hasta que se hace consciente de su situación. Normalmente, en esos momentos uno ve a su Ángel, o a sus Ángeles de la Guarda y a algún ser querido; también puede darse el caso de que la persona vea a alguien que aprecia especialmente, antes de desencarnar en su lecho de muerte. No es extraño que a veces los Ángeles tomen la apariencia de algún ser querido, que no pudo estar ahí en ese momento o ya reencarnó, para que la persona se decida a cruzar más fácilmente. Entonces aparecerá la Luz, una luz extraordinaria que lo envolverá todo de amor y de claridad mental. En ese instante, el alma debería cruzar junto con aquellos Seres de Luz que hayan ido a buscarla. En ocasiones, las almas deciden quedarse aquí por un corto periodo de tiempo para despedirse de sus seres queridos y apoyarlos en esos momentos tan críticos, siempre que sus Guías lo permitan. Debemos recordar que las almas que pueden cruzar la Luz tienen libre albedrío para hacerlo o no. Así pues, si una de esas almas decide no cruzar la Luz por el motivo que sea, quedará vagando en lo que yo llamo Entremundos. Luego habrá otras que por su baja vibración irán directamente a los niveles inferiores del Astral. Resulta claro que cada persona tendrá su experiencia particular. Los Guías se encargarán de adaptar la experiencia a la condición de la persona para que el tránsito sea más liviano. Cuando hablo de Entremundos me refiero a una dimensión, por decirlo de alguna manera, que está entre nuestro mundo y el Astral. Es como un espacio independiente. Mis Hermanos la llaman «El Lugar sin Nombre»; popularmente la conocemos como el Purgatorio. Ahí se quedan las almas que pueden, por su vibración, cruzar la Luz, pero que deciden no hacerlo. Entremundos es una mezcla de este mundo y el mundo particular que crea la mente del alma que no cruzó la Luz a partir de las emociones que no tiene resueltas y que la atormentan. Es como estar dentro de un sueño-pesadilla. Dependiendo de las emociones que tengan, así será su mundo. El problema es que muchos de los que están en ese espacio siguen creyendo estar vivos; viven en una confusión constante que no les deja ver la realidad de su situación. Estas entidades sufren muchísimo; permanecen aisladas de todo, ya que nadie las ve ni las escucha. Sienten una tremenda frustración, rabia, impotencia, desconsuelo, tristeza, melancolía y soledad. Al principio muchas se autoengañan negando por completo su nueva situación, pero con el tiempo sus mentiras se desmoronan y caen en la locura y el olvido. Aunque no es lo normal, pueden encontrarse con otras almas que vibran en su misma frecuencia emocional. Otras entidades sí saben que están «muertas», sin embargo, deciden quedarse junto a algún ser querido en contra de lo que le recomiendan sus Guías Espirituales, ignorando que esa decisión, más que ayudar, acentuará la tristeza y añoranza del sujeto al cual se quedan pegadas o acompañan. Por eso muchas personas no se pueden quitar ni un segundo de la cabeza al desencarnado. A este tipo de entidades hay que hacerles entender esto, y, además, que están retrasando su proceso normal de desarrollo espiritual. Para salir de ese lugar es necesario que estas entidades se hagan conscientes de dónde se encuentran y de su situación. Lo triste es que existen almas que no cruzan por culpa del egoísmo de algún ser querido que les ruega y les suplica que no le abandonen para que así, él mismo no sufra. Este tipo de entidades deberá pedir ayuda a sus Ángeles y a Dios. Una vez que están dispuestas a irse, entonces verán a sus Ángeles y estos podrán ayudarlas. Hay almas que se quedan, bajo el permiso de sus Ángeles, durante un corto periodo de tiempo, sobre todo en momentos muy puntuales en los que algún ser querido necesita de su apoyo energético-emocional. A esas almas hay que dejarlas, saben lo que deben hacer una vez que finaliza su tarea. Muchas almas que no quisieron cruzar intentarán engañarte para que las dejes en paz. Por ello, lo ideal es preguntarles a tus Guías si te están mintiendo o no. Pero aquí viene un problema: si la fuerza de la entidad es mayor que la tuya, interferirá en la respuesta. Tú creerás que tus Guías te han contestado aunque, en realidad, ha sido la entidad. Recuerda que las entidades pueden interferir con mucha facilidad si no tienes el nivel adecuado. Esto seguramente dejará de ocurrirte cuando alcances un Nivel Espiritual, un Nivel de Conciencia y un Nivel de Protección elevados. Irás subiendo estos niveles a medida que vayas experimentando e investigando, y con la ayuda de los Guías, de tu maestro y de los tuyos. Lo importante es que no te desesperes y no le des más importancia de la que realmente tiene. Hay alumnos que se obsesionan con alcanzar el mayor nivel para ser los mejores, los más grandes entre los grandes. Cuidado, he ahí el ego. Lo importante es tener paciencia e ir haciendo las cosas bien, poco a poco. Esto no es cuestión de meses; a veces es necesario practicar por años para alcanzar los niveles adecuados. Todo depende de la Evolución Espiritual del individuo. El Bajo Astral Lo que llamamos el Bajo Astral es la parte más baja del Astral; la de las emociones más densas. Allí van las almas que cometieron actos realmente terribles contra otras personas, actos con los que tal vez disfrutaron y de los que jamás se arrepintieron. Es lo que nosotros conocemos como el Infierno. El Bajo Astral no es un lugar de «castigo», tal y como nosotros lo entendemos. Muchas de esas almas inconscientes experimentarán el mismo dolor y sufrimiento que infligieron a otros, con la única finalidad de que conozcan qué se siente cuando alguien les hace lo que ellos hicieron. Esas emociones tan negativas, densas y con baja vibración impiden que sus almas se eleven a niveles superiores y vean la Luz cuando desencarnan. Cuanto más oscuras son sus emociones, peor es su mundo. Posiblemente compartan su existencia con otro tipo de almas que vibran en su misma frecuencia, y con seres horribles, fruto de su mente atormentada. Los Seres de Luz acudirán a socorrerlas cuando lo crean oportuno y, sobre todo, cuando se arrepientan de corazón de aquello que hicieron, pidan perdón y ayuda. El Bajo Astral, como el resto del Mundo Astral, constituye una realidad mental, aunque para las almas que están allí sea tan real como, para nosotros, el mundo en el que vivimos. Su inconsciencia es tal que no ven la realidad de las cosas, de sí mismas y del mundo que las rodea. Es la mente, con sus emociones, la que crea esos lugares sombríos Terribles lugares me han mostrado; mundos apocalípticos y totalmente deshumanizados. Recuerdo una escena que se me quedó marcada de por vida. Yo aparecía en un mundo completamente destruido, sembrado de cadáveres putrefactos de los que se alimentaban personas famélicas con rostros desencajados e idos, como si de alimañas se tratara. El aire, con un olor insoportable a carne quemada y podrida, era irrespirable. Gritos y quejidos lo inundaban todo. Horror, desesperación, sufrimiento... A veces, ensueños me llevan a esos mundos para ayudar a las almas que allí permanecen. Sin duda me resulta muy duro. Pero más duro y terrible aún es el lugar en donde acaban las personas que no ven salida alguna a su situación, las que lo ven todo negro, y deciden, desgraciadamente, quitarse la vida. La mayoría de los suicidas va a parar directamente a un lugar tan frío y oscuro como la desesperanza que atenaza sus corazones. Otros se quedan en el lugar donde dieron su último aliento, viviendo en bucle su terrible final. Hace poco un muy buen amigo mío, al cual quería mucho, se quitó la vida en su apartamento. Cuando me metí a buscarlo, aparecí donde él estaba y me llevé una terrible impresión. Se encontraba sentado en unas frías escaleras de mármol, con la mirada perdida, pálido y ojeroso; no se movía. Miré a su alrededor y las paredes de lo que parecía su habitación estaban sudando. Eran de color metalizado y una bruma lo rodeaba todo. Me dirigí a él y fue entonces cuando reaccionó. Me miró incrédulo y me preguntó qué hacía yo allí. Le mandé luz y en ese instante se dio cuenta de su terrible situación. Aunque creo estar acostumbrado a ver a las personas en ese estado, al final me doy cuenta de que no es así. Hay personas que desean ver y sentir. Particularmente prefiero cerrarme. Mis Hermanos lo saben y cuidan de mostrarme solo aquello que sea realmente imprescindible. El Astral y el Origen «Vivo en una preciosa casa en un infinito entorno de bosques y lagos». Esa fue la respuesta de otro amigo mío al preguntarle a dónde lo habían llevado tras salir del «Hospital de la Luz». Sentí una alegría tal que tuve que parar la conversación durante un rato. ¡Cuánto había sufrido mi amigo, y qué muerte más mala tuvo! Por fin se le veía feliz. Desde que abandonó este mundo he estado en contacto con él para ver su progreso. Si hay algo que me asombra, es el cambio progresivo de la manera de pensar, de sentir, de hablar y de hacer de las miles de almas con las que he contactado a lo largo de mi vida tras llegar al Mundo Astral. Sus caracteres se suavizan, se tornan más conscientes y amorosas. La felicidad las embarga. Este amigo mío me contaba que vivía en una casa independiente, en una especie de pueblo pequeñito, junto con seiscientas setenta y nueve almas más, y que la mayoría del tiempo lo dedicaba a «ayudar a otras almas a hacer las cosas bien y a aprender». Y es que todas las almas que están en el Astral medio alto coinciden en que acuden a centros de enseñanza a aprender, sobre todo, meditación y control de la mente y de las emociones; además, ayudan a otras almas de Niveles de Conciencia más bajos. Otra cosa en la que coinciden todas es en la belleza de aquel plano. Puedo dar fe de ello. El Astral no es un único espacio, sino que hay muchos y diferentes. Según la vibración del alma y de lo que aún tiene que aprender, irá a un espacio o a otro. Hasta que no alcances el nivel 10 de Espiritualidad tienes que venir aquí una y otra vez. Una vez que superas ese nivel, vas a lo que nosotros conocemos como el Cielo: para Ellos, el Origen; y ya no tienes que volver a reencarnar aquí, a no ser que quieras. La cuestión es que casi siempre quieres volver, porque tu amor incondicional es tan grande que no lo puedes evitar, quieres volver a ayudar. Cada esfera del Mundo Astral es un reflejo del Origen, pero adaptado al nivel de vibración de las almas que allí se encuentran. Si el Astral es complicado de describir, el Origen, al menos para mí, es imposible: no encuentro palabras. Solo puedo decir que se siente un amor que no podría comparar con nada aquí, y una sensación de expansión y de fusión infinita con todo. Es como si todo te envolviese y tú envolvieses a todo. La luz es diferente, no hay sol y ni la noche ni sus estrellas existen. Todo brilla y resplandece en infinitos colores. El agua de sus riachuelos, de los lagos y mares es diferente, tiene vida propia. El Origen es amor puro, felicidad y armonía. Los parentescos no existen. La mayoría de la gente cree que cuando llega al Astral se reúne con todos sus seres queridos desencarnados y que todos juntos vivirán en perpetua felicidad por la eternidad; nada más lejos de la realidad. Puede que coincidas, con suerte, con aquellas almas que tengan el Nivel Espiritual que tú tienes; si lo haces, no esperes encontrártelas con el mismo rol que desempeñaron contigo en tu última vida. Es decir, la que fue tu madre, tu padre, tu abuelo, etc., allí ya no cumplirá ese papel; todos seréis por igual Hermanos. En el Origen no hay roles, no existen los parentescos; aquí sí, pero es para aprender a amar. La que fue tu madre en tu última vida, tal vez en otras fue tu hermana, tu tía o tu amigo. Entre otras cosas, se suelen cambiar los roles, los lugares de nacimiento, etc., para evitar así poder recordar vidas anteriores. El ego, el género, la tendencia sexual, el color de la piel, los miedos, las emociones que llevas sin resolver y la mayoría de tus recuerdos se desactivan allá, tu mente se libera y se expande en un amor infinito. Y los animales, ¿van al Cielo? Pregunta estrella para los que amamos a los animales. Posiblemente, fue una de las preguntas que les hice a mis Hermanos la primera vez que pude conversar con Ellos por medio de la radiestesia. Al principio, no me dieron una respuesta clara porque sabían que no lo iba a entender hasta que tuviera ciertos conocimientos. Cuando llegó el momento me costó admitir lo que los animales eran realmente, pero con el tiempo pude comprobar que mis Hermanos estaban en lo cierto... ¡Cómo no lo iban a estar! Yo soy así, tengo que comprobarlo todo personalmente. ¿Y cómo se pueden comprobar los hechos que son imposibles de comprobar? A medida que vas subiendo tu Nivel de Conciencia, vas viendo las cosas más claras, te vas dando cuenta de todo. Así que te dejaré con la incógnita hasta el final del libro, cuando tengas ya ciertos conocimientos. El Hospital de Luz Las personas que desencarnaron de una manera trágica, traumática o muy dolorosa suelen, una vez que cruzan la Luz, ir a una especie de hospital en el cual se les trata con energías hasta que recuperan el equilibrio psíquico- emocional y la vitalidad. Por lo que he podido ver en mis viajes astrales, es un lugar blanco, luminoso, pulcro y ordenado. No hay maquinaria de ningún tipo ni medicamentos. Solo he visto habitaciones individuales. La diferencia con los hospitales que conocemos es que allí curan con la mente y con energías. Seguramente, si intentas visitar a alguna alma que esté en ese lugar no te dejen hacerlo, al menos, no hasta que esté completamente recuperada. Una vez que las almas están listas, las envían al lugar a donde les corresponde, dependiendo de su Nivel Espiritual. Si al preguntar por una persona que ha desencarnado de forma especial, te dicen que cruzó la Luz, pero que no puedes contactar con ella, pregunta si está en esa especie de hospital; posiblemente así sea. Te recomiendo, para aprender lo máximo posible, que contactes con los diferentes tipos de almas que están en el Astral y en el Origen; esta es la única forma de aprender y verificar todo lo que te estoy contando. 2. Contactando con tus Guías Espirituales y las demás entidades Una de esas tantas noches en las que unas entidades del Bajo Astral no me dejaban dormir, decidí resguardarme, como era costumbre, en la cama de mis padres. Acurrucado entre ellos vi entrar a las tres sombras negras de ojos de fuego, que intentaban asustarme. Una se puso junto a mi madre, quien estaba a la izquierda; otra a la derecha, junto a mi padre; la última se situó a los pies de la cama mirándome fijamente. Las que estaban junto a mis padres, con sus manos como garras, manipularon los cuerpos de estos, mientras que la sombra que se encontraba frente a mí hacía el amago de querer coger mis pequeños pies. Aunque chillé todo lo que pude, mis padres no me oyeron. Y fue entonces cuando aparecieron Ellos: mis Guías Espirituales, mis Hermanos. Tenía 7 años. De un rincón del armario roperoubicado frente a la cama se abrió una especie de puerta. La habitación se llenó de una luz extraordinaria que alejó a aquellas tres cosas horribles de nosotros. De la luz surgieron cuatro seres luminosos, cuyos rostros no pude definir, que me hablaron mentalmente: ―Ramón, no tengas miedo, nosotros siempre estamos contigo protegiéndote. Lanzaron una especie de red luminosa sobre las entidades, atrapándolas en el acto y se las llevaron a la Luz. Esa fue la primera vez que vi a mis Guías. Al principio, como tu Nivel Espiritual no es lo suficientemente elevado, necesitarás dos herramientas para ponerte en contacto con tus Guías Espirituales (y entidades en general): El Péndulo y La Tabla de Comunicación. Péndulos hay de muchos tipos. Desde mi punto de vista, te recomiendo que elijas el que más te guste. No importa el material o la forma, lo realmente importante es que te resulte cómodo de manejar. Yo utilizo uno de metal, el que llaman Kamac, de nueve discos, porque a diferencia de los de mineral o de madera, no se rompe y su peso, para mí, es ideal. De igual modo ocurre con las Tablas de Comunicación. Encontrarás muchas. Elige la que más te llame la atención. Yo suelo utilizar las dos que incluyo más adelante, que son una modificación de una que encontré por Internet y que unos alumnos míos me adaptaron y regalaron. Hay personas que cuando alcanzan Niveles de Espiritualidad muy altos, no necesitan de instrumentos para comunicarse con sus Guías; los mensajes le llegan a la mente de manera fluida, sin interferencias de ningún tipo. Tanto el Péndulo como la Tabla de Comunicación son meros objetos. Por sí solos no tienen poder alguno. No abren portales dimensionales ni atraen a las entidades de Entremundos o del Bajo Astral, como mucha gente cree. El péndulo es un aparato receptor de energías. Recibe información. Esa información la interpretaremos de acuerdo con el sistema de respuestas establecido con el Péndulo o a través de la Tabla de Comunicación, compuesta por letras y números, y en algunos casos con algunos símbolos, cuyo significado se los darás tú si quieres. Lo que llaman portal dimensional no es ni más ni menos que tú mismo. Cuanto mayor es tu Nivel Espiritual, más luz desprendes, más visible eres para las entidades. Eres como un foco de luz en la oscuridad. Donde hay luz, acuden. Lo mismo ocurre con ciertos lugares. Tablas de comunicación Hay muchos mitos con respecto a la Tabla de Comunicación o, como vulgarmente se la conoce: la Ouija. Y es que la literatura, y sobre todo el cine, han creado una imagen diabólica de este instrumento. Algunas religiones no ven con buenos ojos contactar con los seres del otro lado; es más, durante mucho tiempo condenaron esta práctica incluso hasta con la muerte. No sé si esto lo hacían para que las personas continuaran sumidas en la ignorancia a través del miedo, y así seguir teniendo el control absoluto sobre ellas, o por precaución; imagino que por ambas cosas. Sea como fuere, no recomiendo a nadie que utilice esta clase de tablas o cualquier otro objeto para ponerse en contacto con los diferentes tipos de entidades que existen, hasta no tener unos niveles mínimos y el seguimiento y protección de una persona realmente preparada. Cómo utilizar el péndulo El curso está pensado para personas que ya saben utilizar el péndulo, pero si no sabes, no te preocupes, a continuación te daré algunos consejos prácticos que te ayudarán a manejarte mejor con él. Como ya te dije al principio, elige el péndulo que más te guste. Más que la forma y el material, lo realmente importante es aprender a manejarlo de forma correcta. Al principio puede que te resulte algo difícil, pero con la práctica no tardarás mucho en manejarte con soltura. En las siguientes fotos te muestro cómo lo cojo yo, pero serás tú al final quien encuentre la mejor manera. Al principio tendrás que establecer un sistema de respuestas con el péndulo. Por ejemplo, cuando la respuesta a una pregunta sea afirmativa, un Sí, dile al péndulo que se mueva hacia el lado izquierdo, como marcando las 10 de un reloj; y cuando la respuesta sea negativa, le indicas que se mueva hacia el lado derecho, como marcando las 2 de un reloj. Puedes dibujártelo tú en un papel o utilizar, al principio como ayuda, un dibujo como el de abajo. O también puedes utilizar alguna de las dos Tablas de Comunicación que, si te fijas bien, en ellas aparece dispuesto el Sí y el No de la manera que te he explicado. En caso de utilizar este tipo de dibujos o tablas, recuerda que como muletilla al principio te pueden ayudar bastante; pero te recomiendo que a medida que vayas desenvolviéndote mejor, las utilices cada vez menos. Cuanto menos dependas de ellas, mejor. Comienza preguntando cosas sencillas, cuya respuesta sea únicamente afirmativa o negativa. Por ejemplo: Si te llamas Carmen… • ¿Me llamo Carmen? Evidentemente la respuesta será afirmativa. Pregunta, para probarlo, por otro nombre que no sea el tuyo. • ¿Me llamo Antonia? Debería señalarte el No. Otras preguntas podrían ser: • ¿Nací en (lugar donde tú naciste)? • ¿Tengo (la edad que tienes)? • ¿Tiene X una entidad apegada de Entremundos? • Etc. Cuando veas que el péndulo se mueve con fluidez, que te señala el Sí y el No sin titubeos, pasa entonces a hacer preguntas más complejas, pero no demasiado. Un ejemplo: Imagina que una persona te comenta que ha visto una sombra negra en su casa. Lo primero que tienes que hacer es preguntarle a tus Guías Espirituales si hay realmente entidades en esa casa. Para ello puedes utilizar la tabla sencilla de arriba del Sí y el No o alguna de las Tablas de Comunicación. Si te dicen que Sí, y quieres saber de qué tipo son, tienes dos opciones: 1º- Seguir preguntando de manera que la respuesta sea únicamente afirmativa o negativa. Por ejemplo: • ¿Es una entidad de Entremundos? Sí o No. • ¿Es una entidad del Bajo Astral? Sí o No. • ¿Es un alma humana que cruzó la Luz? Sí o No. • Etc. 2º - Recurrir, por ejemplo, al uso de circunferencias o semicircunferencias. A estas podrás dividirlas en tantas partes como respuestas haya o se te ocurran sobre un tema determinado. En el centro de estas circunferencias o semicircunferencias debe haber un pequeño círculo que será el punto de partida del péndulo. Este permanecerá quieto en ese círculo cuando hagas la pregunta correspondiente. Tras preguntar, el péndulo debe moverse en la dirección de la respuesta correcta. A veces tendrás que darle un pequeño impulso para que arranque y se mueva de un lugar a otro de la tabla. Por ejemplo: Imagina que preguntas si en casa de X hay una entidad y la respuesta es afirmativa. Te gustaría saber de qué tipo es y se te ocurren cuatro respuestas: entidad de Entremundos, del Bajo Astral, un Ángel o un alma humana que cruzó la Luz cuando desencarnó. Dibuja o escoge la circunferencia o semicircunferencia que esté dividida en cuatro partes y escribe en cada uno de sus espacios en blanco las cuatro posibles respuestas o, que es lo que yo te recomiendo, dibuja o escoge una que esté dividida en cinco partes y pones «Otra respuesta» en el quinto espacio en blanco como posible alternativa, por si no es ninguna de las que crees que son. Si el péndulo te señalase «Otras respuestas», investiga; sigue preguntando aquello que se te ocurra hasta encontrarla, como, por ejemplo: • ¿Es o son Energías provocadas por las personas que viven ahí? • ¿Es o son Espectros? • ¿Es o son Almas humanas que no cruzaron la Luz y buscan venganza? • Etc. Cuando la respuesta es numérica, puedes utilizar las siguientes tablas. Ejemplos: 1. Quieres saber qué nivel de energía hay en una casa. • Guías, ¿qué nivel de energía hay en casa de X? Señaladme del 0 al 10, siendo 0 el nivel más bajo (negativo) y 10 el más alto (positivo). 2. Para cuándo quieres saber los diferentes niveles de una persona o entidad. • ¿Qué Nivel de Conciencia tengo o tiene X, siendo 0 ningunoy 10 el máximo? • ¿Qué Nivel Espiritual tengo o tiene X, siendo 0 ninguno y 10 el máximo? • ¿Qué Nivel de Inmersión tengo o tiene X, siendo 0 ninguno y 10 el máximo? • ¿Qué Nivel de Amor Incondicional tengo o tiene X, siendo 0 ninguno y 10 el máximo? • ¿Qué Nivel de Empatía tengo o tiene X, siendo 0 ninguno y 10 el máximo? • ¿Qué Nivel de Generosidad tengo o tiene X, siendo 0 ninguno y 10 el máximo? • ¿Qué Nivel de Bondad tengo o tiene X, siendo 0 ninguno y 10 el máximo? • ¿Qué Nivel de Honestidad tengo o tiene X, siendo 0 ninguno y 10 el máximo? • ¿Qué Nivel de Compasión tengo o tiene X, siendo 0 ninguno y 10 el máximo? • ¿Qué Nivel de Negatividad posee la entidad que tiene en casa o pegada X, siendo 0 ninguna y 10 el máximo? • ¿Qué Nivel de Confusión tiene la entidad que hay en casa o tiene pegada X, siendo 0 ninguna y 10 el máximo? • ¿Qué Nivel de Energía tiene el lugar X, siendo 0 muy mala y 10 espiritual? • ¿Qué Nivel de Salud tengo o tiene X, siendo 0 muerte y 10 salud total? • Etc. 3. Para cuando quieres saber el tanto por ciento de alguna cosa: Ejemplo: • ¿En qué tanto por ciento le está afectando negativamente a X la entidad que tiene en casa o pegada, siendo 0% nada y 100% totalmente? • ¿En qué tanto por ciento le están afectando a X en su vida las emociones no resueltas de esta vida, de otras vidas, generacionales o gestacionales, siendo 0% nada y 100% totalmente? • ¿Qué tanto por ciento tengo o tiene X de salud, siendo 0% muerte y 100% salud excelente? • ¿Qué tanto por ciento de energía tiene mi chakra o el chakra corona de X, de -100% a 100%? Tablas encontrarás muchas tanto en Internet como en otros libros de Radiestesia. A continuación, te mostraré algunas que puede que te resulten de utilidad. Tabla de los Chakras Tablas de emociones Tabla de localización de la reencarnación El siguiente nivel, y el más complicado, es obtener letra por letra palabras y frases completas. Al principio puede resultarte angustioso y sumamente frustrante, ya que la mayoría de las respuestas serán producto de tu mente, ego y de los distintos tipos de entidades. Ten mucha paciencia, porque solo con la práctica aprenderás a distinguir cada una de ellas. Manejarte con soltura con las palabras y frases puede que te lleve meses, incluso años; todo depende de cuánto practiques. Comienza haciendo preguntas cuya respuesta sea una sola palabra, por ejemplo, tu nombre, el de un familiar, la ciudad o el pueblo en donde vives… Solo cuando te desenvuelvas muy bien, continúa con preguntas más complejas. Hasta que tengas un Nivel de Protección lo suficientemente elevado, evita dialogar con las entidades de Entremundos o del Bajo Astral. Las tablas al principio pueden ayudarte mucho en tu desenvolvimiento con el péndulo, pero personalmente te recomiendo que, a medida que vayas soltándote, te las ingenies para utilizarlas lo menos posible. No es bueno hacerte dependiente de ellas. Lo ideal es al final trabajar solo con el péndulo, sin necesidad de ninguna tabla. ¿Cómo hacer eso? Imagina que quieres saber el Nivel Espiritual de una persona, solo tienes el péndulo y ya has aprendido el movimiento del Sí y el No. Preguntas: ―Qué Nivel Espiritual tiene X? ¿Tiene 0? Imagina que el péndulo te señala el movimiento del No. Sigues preguntando. ―¿Tiene 1? Aún señala el No. Preguntas de nuevo. ―¿Tiene 2? Te señala de nuevo el No. Así continúas preguntando hasta que el péndulo te dé afirmativo. Con ese método no necesitarás ninguna tabla. Recuérdalo. Para contactar con tus Guías es necesario estar mentalmente tranquilo y entrar en un breve trance al cual llegarás tras una breve introspección (yo le digo «meterse para adentro»). Es algo instantáneo. Puede que al principio te cueste, pero con la práctica verás cómo te resulta bastante sencillo. Respira profundo, para tu mente y desenfoca tu mirada. Solo con la intención, con desear contactar mentalmente con Ellos, se crea al instante un vínculo, un canal de comunicación. Debes tener en cuenta que si estás alterado o enfermo la comunicación será difícil o prácticamente nula. Cuantas más emociones tengas resueltas, más limpio estará el canal de comunicación y el contacto será mejor. Hay que tener en cuenta que hasta que no logres un Nivel Espiritual y un Nivel de Protección de al menos 10, las probabilidades de interferencias por parte de entidades de Entremundos y del Bajo Astral serán altas, sobre todo si tienes por resolver aún emociones negativas. La vibración de ese tipo de emociones atraerá a las entidades que están en esa misma frecuencia, recuérdalo. Si te estás medicando con ansiolíticos o antidepresivos, abstente de comunicarte tanto con tus Guías Espirituales como sobre todo con las entidades de Entremundos o del Bajo Astral. Al igual que ocurre con el alcohol y el resto de drogas, todas bajan el Nivel de Protección. Siempre que quieras ponerte en contacto con tus Guías Espirituales debes decir: ―Conecto con mis Ángeles de la Guarda (Guías Espirituales, Hermanos o como quieras llamarlos). Es muy importarte decirlo tal cual, pues justo con esas palabras conectas inmediatamente con Ellos y reduces significativamente las posibles interferencias que puedan darse por parte de entidades de Entremundos y del Bajo Astral. Es recomendable preguntarles también: ―Guías, ¿es posible hablar con vosotros ahora? Lo normal es que te digan que sí. Si no recibes respuesta, inténtalo en otro momento. Si te dicen que sí, ya puedes conversar y preguntar. Si no les es posible hablar contigo seguramente será porque están ocupados, porque, aunque te parezca increíble, Ellos también pueden estarlo. No es normal que esto ocurra, sin embargo, puede ocurrir. De hecho, cuando a mí me sucedía eso, la mayoría de las veces era porque iba a tener en breve un cambio de Guías; y mientras discutían sobre quién sería el más adecuado, dejaban de estar en activo. Otras causas pueden ser el cansancio, el estrés, la apatía, el haber estado enojado… No siempre tienes los mismos Guías. Si tú evolucionas, te llegan Guías más evolucionados que tú, para poder seguir enseñándote. Pasa igual que con los profesores aquí en la tierra. A medida que vas subiendo de curso, son cada vez más capacitados. Ten en cuenta que contestarán aquello que crean que es bueno para tu evolución espiritual. Algunas preguntas evitarán a toda costa contestártelas. Si tu insistencia es continuada, tratarán de disuadirte respondiéndote como a ti te gustaría que lo hiciesen, hasta que, frustrado, lo descubras y desistas de volver a hacerlo. Los Ángeles no contestarán sobre las decisiones trascendentales que la persona deba tomar por sí sola para su evolución espiritual. No suelen respondernos sobre nuestro futuro para no condicionar nuestras decisiones. Para Ellos es muy importante ver nuestro desenvolvimiento en esta realidad y cómo nos esforzamos por encontrar la solución a todos nuestros problemas. Es cierto que a veces lo hacen, en casos muy puntuales, pero es con un fin muy concreto: crear intriga y despertar nuestra curiosidad. Para Ellos es muy importante mantener continuamente despierta nuestra curiosidad, sobre todo la de aquellas personas que tienen Niveles de Conciencia y Niveles de Espiritualidad más bajos; con esto buscan que se cuestionen, duden, investiguen y profundicen en los misterios del ser humano y del Universo; por eso existe el Misterio. Toda vía de investigación de cualquier misterio que se precie siempre nos lleva a profundizar en nosotros mismos y a preguntarnos por la existencia de algo más grande, Dios. Hay una serie de peticiones que te aconsejo les hagas, tanto a Ellos como a Dios, el Universo o como quieras llamarlo. Cuando haces una petición no significa que inmediatamente se cumple, como por arte de magia, sino que harán todo lo posible por mandarte experiencias que permitan que eso que pides se vuelva realidad. Un ejemplo de cómo hacerlo: En primer lugar, pregúntales: ―Guías, ¿qué Nivel Espiritual tengo? Imaginaque te señalan el número 6 en alguna de las Tablas numéricas o de Comunicación. Sigues preguntando: ―¿Podéis ayudarme a subir ese nivel? Si contestan que sí, pon tu mano izquierda en el chakra corona y con la derecha sujeta el péndulo que, colgando de tu mano, señalará el centro del círculo que hay en el centro de la tabla. Vuelves a preguntar: ―¿Qué Nivel Espiritual tengo? Señalarán de nuevo el 6. Mientras están señalando el número, les pides: ―Por favor, elevad mi Nivel Espiritual hasta donde vosotros consideréis oportuno. Visualiza cómo entra una luz maravillosa por tu chakra corona. Seguramente sentirás recorrer una fuerte oleada de energía por todo tu cuerpo. Verás entonces cómo el péndulo comenzará a moverse subiendo del 6 al 7, del 7 al 8… hasta pararse donde Ellos crean oportuno para ti. Si tu nivel subió, por ejemplo, de 6 a 8, no quiere decir que ya tienes un 8; nada es tan fácil. Eso quiere decir que te van a mandar una serie de experiencias que te ayudarán a subir esos dos niveles. Así pues, prepárate, porque seguramente te tocará pasar por alguna que otra crisis. No te asustes, no tengas miedo, míralo como una valiosa oportunidad para evolucionar. Aquí te pongo algunos ejemplos de peticiones que puedes hacerles: • Guías, por favor, si es posible, elevad mi Nivel de Conciencia hasta donde vosotros consideréis oportuno. • Guías, por favor, si es posible, elevad mi Nivel de Percepción hasta donde vosotros consideréis oportuno. • Guías, por favor, si es posible, elevad mi Nivel de Premonición hasta donde vosotros consideréis oportuno. • Guías, por favor, si es posible, dadme Claridad Mental, entendimiento. • Guías, por favor, si es posible, dadme fuerzas para seguir adelante. • Guías, por favor, si es posible, guiadme y enseñadme para ser mejor persona y poder así ayudar más y mejor. • Etc. No siempre que preguntas son tus Guías los que te responden. ¿Quién puede, además de Ellos, responderte? 1. Tu subconsciente. 2. Tu ego. 3. Las Entidades de Entremundos o del Bajo Astral. 4. Las almas humanas que cruzaron la Luz. Al principio batallarás con tu mente, con tu ego y con los diferentes tipos de entidades, hasta prácticamente desfallecer. Muchos son los que, hartos, abandonan. Tus Guías te pondrán a prueba constantemente, y serán muy duros contigo. La paciencia y la perseverancia son para Ellos cualidades muy importantes para el desarrollo espiritual. Muchas Entidades de Entremundos y del Bajo Astral intentarán aprovecharse de ti o engañarte. Se harán pasar por ángeles, arcángeles, seres de otros planetas, elementales o el mismísimo Jesucristo o Buda. Si esto te ocurre es porque tu Nivel Espiritual no es lo suficientemente alto como para darte cuenta de que te están engañando. ¿Qué es el Nivel de Conciencia? El Nivel de Conciencia es la comprensión y el dominio del ego y de todas las emociones. El ser humano está aquí, en este mundo, para aprender a gestionar una serie de emociones y para dominar el ego. Hasta que no lo consigue, no sale de esta ilusión. Esto, lo que conocemos o consideramos como la realidad, no es más que una ilusión. Podría decirse que estamos dentro de un magistral juego de consola de mundo abierto al que hemos venido a aprender. ¿Qué es el Nivel de Espiritualidad? El Nivel de Espiritualidad es la suma de la evolución que has obtenido a lo largo de todas tus vidas. Cuanto más alto es el Nivel de Espiritualidad, mayor es el Nivel de Conciencia, protección, amor incondicional y felicidad. ¿Cómo medir estos niveles, cualquiera de los siguientes o cualesquiera que sean? Como entenderás, este tipo de mediciones son subjetivas, simplemente te orientan. Particularmente suelo medir los diferentes niveles del 0 al 10 o del 1 al 10, dependiendo de la tabla, siendo 0 ó 1 el valor más bajo y 0 ó 10 el más alto. En las dos Tablas de Comunicación que te he puesto, los números van del 1 al 0. Así pues, para valores superiores a 9 deberá el péndulo entonces señalarte dos cifras. O sea, para un 10 debe primero señalarte el 1 y luego el 0. También tienes la opción de utilizar las tablas numéricas, que van del 0 al 10. ¿Cómo hacerlo? Dile a tus Guías: -Guías, señaladme en la Tabla de Comunicación qué Nivel de Conciencia/Espiritualidad tengo o tiene X, siendo 1 el valor más bajo y 0 el más alto (con las tablas numéricas los valores van del 0 al 10). Puede darse el caso de que una persona tenga niveles más altos de 10, aunque es raro. Las almas humanas pueden llegar a un Nivel 100 de Espiritualidad, y los Ángeles, que también están evolucionando, hasta 1000. ¿A quiénes pueden afectar las entidades de Entremundos y del Bajo Astral? Pueden afectar a cualquier persona, eso sí, hay dos tipos que llamarán poderosamente su atención: por un lado, las que tienen un Nivel Espiritual alto, que son como un faro de luz que brilla en la oscuridad, y por otro, las indefensas, las que tienen un Nivel de Protección bajo. Para las entidades de Entremundos esa luz es sinónimo de compañía, consuelo y ayuda, para las del Bajo Astral, un posible adversario a destruir. No soportan que haya almas buenas que puedan ayudar a sus posibles víctimas. Las entidades pueden afectarte de varias maneras: una, invadiendo tu campo de información, tu aura, lo que yo llamo apegarse a ti; y dos, rondarte. Ahora bien, no es lo mismo hacerlo sin intención de hacerte daño, como ocurre con las entidades de Entremundos; que como las del Bajo Astral, que van buscando destruirte. Cuando una entidad de Entremundos se te apega, sin querer sus emociones de baja vibración (tristeza, melancolía, frustración, apatía, añoranza…) te afectan de manera irremediable. Normalmente deciden meterse en tu campo de información porque se sienten identificadas y, por ende, atraídas por la vibración de alguna de tus emociones. El problema es que sus emociones se sumarán a las tuyas, y si, por ejemplo, ya estabas triste, con la entidad lo estarás mucho más. Otros de los síntomas que pueden trasmitirte son el cansancio, ya que tienen la potestad de absorber parte de tu energía; y los dolores o síntomas de las enfermedades que sufrían antes de desencarnar. Las entidades del Bajo Astral no solo son atraídas por este tipo de emociones de baja vibración, sino también y sobre todo por las emociones más negativas, tales como odio, rabia, envidia, avaricia, celos, etc. Pero principalmente se te apegan porque detectan que tienes un Nivel de Conciencia y Protección bajos, y saben bien que puedes ser fácilmente manipulable, por tu debilidad mental y emocional. Las entidades del Bajo Astral no solo te debilitarán sino también te incitarán a dañar a los demás y a ti mismo. Se alimentan del miedo y el sufrimiento. Los síntomas que pueden transmitirte suelen ir también desde cansancio crónico a dolores de todo tipo; pero, sobre todo, sensación de no reconocerte a ti mismo ante determinadas situaciones, por tus reacciones descontroladas y desmesuradas. ¿Qué es el Nivel de Protección? El Nivel de Protección es el grado en que estás a cubierto de las energías negativas y de las entidades de Entremundos y del Bajo Astral. No solo tu aura te protege de este tipo de energías y entidades, sino también y sobre todo tus Guías Espirituales. Cuantos más tengas, que los seres humanos podemos tener hasta cuatro, protegido más estarás. Y cuanto mayor sea el nivel de tus Guías, que Ellos también están aprendiendo y tienen sus niveles, más protegido estarás aún. Es decir, no basta con poseer cuatro Guías, lo máximo de que se puede disponer; sino también es necesario que estos tengan niveles elevados. Cuanto mayor es tu Nivel Espiritual, mayor será el nivel de tus Guías. Lo puedes medir del 0 al 10 o del 1 al 10, dependiendo de qué tabla utilices, siendo 0 ó 1 el Nivel más bajo de Protección y 0 ó 10 el Nivel de Protección más alto. Recuerda esto siempre: Si vas a entrar en contacto con alguna entidad de Entremundos o del Bajo Astral, antes deberás preguntar a tus Guías si corres peligro o no. Si te dicen que sí, abstentede hacerlo, pues las probabilidades de que la entidad se te pegue son muy altas. Pídele ayuda a tu maestro. ¿Y cómo puedo llegar a tener cuatro Guías Espirituales y un Nivel de Evolución y de Conciencia lo suficientemente alto como para estar casi o totalmente protegido? Para alcanzar un Nivel de Protección lo suficientemente elevado como para estar casi o totalmente protegido es necesario elevar el Nivel de Conciencia y, por ende, el Nivel Espiritual. Nuestra alma ha venido a este mundo a vivir una experiencia humana. Esa experiencia humana conlleva comprender y saber gestionar una serie de emociones intrínsecas al ser humano. Hasta que no se comprende y se aprende a gestionar todas y cada una de esas emociones, te toca repetir una y otra vez en este mundo (lo que llamamos reencarnación). Cuantas más emociones soluciones, más subirás tu Nivel de Conciencia. Eso junto con las buenas acciones hace que el Nivel Espiritual ascienda. Es un trabajo arduo, pues hay que emprender el camino de la atención plena y constante a uno mismo. Que el pensar, el sentir y el hacer, sean uno solo y que surja única y exclusivamente del amor. Esa es la única manera de elevar todos y cada uno de los niveles. «Conócete a ti mismo» Un gran maestro también tiene la facultad de poder ayudarte, junto con sus Guías Espirituales, a subir todos tus niveles a un punto que tal vez tú solo alcanzarías en varias vidas. Por eso es tan importante que te guíe un maestro. Si alcanzado unos Niveles de Espiritualidad y de Protección altos no pudieses cruzar una entidad, puedes pedirle ayuda a los Guías de tu maestro, siempre y cuando este tenga un Nivel Espiritual muy alto. ¿Qué tipo de entidad puede pegársete e interferir en tu trabajo o en tu vida diaria? Solo podrá interferir o pegársete una entidad que sea superior a tu Nivel de Espiritualidad. Es decir, si tienes un nivel 7 de Evolución Espiritual, solo podrán afectarte las entidades de Niveles de Negatividad y Malintención de 8, 9 y 10. Cuando quieras saber sobre las entidades de Entremundos y del Bajo Astral, pregunta primero por el Nivel de Negatividad y luego por el Nivel de Malintención. ¿Qué es el Nivel de Negatividad? El Nivel de Negatividad es el grado de sufrimiento que una entidad padece a causa de sus emociones de baja vibración, tales como tristeza, melancolía, añoranza, pena, miedos, apegos emocionales y materiales; y de cuánto pueden estas afectarte a nivel emocional y energético. Las entidades que sufren por tales emociones son las que están normalmente en Entremundos. ¿Qué es el Nivel de Malintención? El Nivel de Malintención te dejará claro de dónde procede realmente esa entidad y cuál es su verdadera intención. Cuanto más elevado es, más inconsciente, más dañina y peores intenciones tendrá no solo con los «vivos» sino también con los del otro lado. Son entidades que se nutren del miedo y del sufrimiento de los demás. Las emociones de envidia, rabia, odio, celos, etc., son las que priman en estas criaturas. Sin lugar a dudas, una entidad con un nivel muy alto de Malintención viene del Bajo Astral. Con estas entidades hay que llevar muchísimo cuidado. Si tu Nivel de Protección no es lo suficientemente alto, ni se te ocurra entablar contacto con ellas, pues pueden pegársete o interferir negativamente en tu vida. Un ejemplo de cómo preguntar: Tú.―Guías, ¿hay alguna entidad en casa de X? Tú.―¿Esa entidad es de Entremundos? Tú.―¿Esa entidad es del Bajo Astral? Tú.―¿Qué Nivel de Negatividad tiene? Tú.―¿Qué Nivel de Malintención tiene? Tú.―¿Qué Nivel de Confusión tiene? Tú.―¿Corro peligro si la contacto o intentamos acompañarla a la Luz? Tengo alumnos que tan solo con pensar en la entidad, esta se les ha apegado al instante, sin siquiera intentar comunicarse con ella. Si notas que eso te ocurre, pídele inmediatamente ayuda a tu maestro. Cómo dialogar con los diferentes tipos de entidades No es lo mismo dialogar con una Entidad de Luz que con una de Entremundos o del Bajo Astral. Cada una está en un estadio de conciencia diferente y su comportamiento es, pues, distinto. Aquí te pongo algunos ejemplos de cómo dialogar con cada una de ellas. Entidades de Luz Cuando me refiero a Entidades de Luz, no solo me refiero a los Guías Espirituales sino también a todas aquellas almas humanas que cruzaron la Luz cuando desencarnaron y se encuentran en los niveles medio altos del astral o en el Origen. Dialogar con este tipo de entidades es muy gratificante. Su función principal es la de ayudar, dentro de unos límites, a aquellos que lo necesitan. No a todas las almas humanas que cruzaron la Luz las dejan venir aquí o aparecerse en sueños. Solo aquellas con un nivel de preparación adecuado lo pueden hacer, las que tienen un Nivel Espiritual alto, y siempre y cuando los Guías crean que es conveniente hacerlo. Mucha gente me pregunta por qué no recibe mensajes de sus seres queridos desencarnados. Puede deberse a varias causas: la primera, que la persona que espera recibir los mensajes tenga un nivel de percepción y de sensibilidad muy bajo o prácticamente nulo para captar energías del otro lado; la segunda, que su ser querido no haya alcanzado el Nivel Espiritual adecuado para que lo dejen venir; y la tercera, que posiblemente aquel del que esperan recibir el mensaje sea un No Real (este término lo explico más adelante). Las almas humanas que cruzaron la Luz pueden manifestarse en tus sueños y en la vida «real» siempre y cuando los Guías Espirituales lo crean oportuno y tengan el nivel adecuado. Dependiendo de tu Nivel Espiritual las percibirás más o menos nítidas. Particularmente, a la mayoría las suelo ver de cintura para arriba, en actitud serena y amorosa; a veces, simplemente se muestran y otras me dan algún mensaje tranquilizador. En sueños, sabes que son ellas cuando sin vacilar te dan un mensaje claro y conciso. Si controlas tus sueños, háblales. Si siguen el hilo de la conversación y su mirada es cálida y profunda, son ellas. Hace unos días soñaba que estaba sentado en una cafetería en la Alameda de Hércules, en Sevilla, pensando en este libro; y de repente se sentó a mi lado un hombre que, aunque no lo reconocía, sentía que me era familiar. Me miró y me dijo: «Ramón, el título que le has puesto al libro no es el más adecuado. Te recomiendo que se titule así». Le di las gracias y se marchó. Me desperté y escribí inmediatamente el título que me había dicho, antes de que se me olvidara. Estaba claro que había sido uno de mis Hermanos quien, a través del sueño, me había dado aquella información. Y ¿cómo dialogar con estas entidades? Imagina que una persona te cuenta que siente la presencia de una entidad en su casa. Te dispones a investigar. Tú.―Guías, ¿hay una entidad en casa de X? GE. (Guías Espirituales).―Sí. Tú.―¿Cuántas entidades hay? GE.―Una. Tú.―¿Esa entidad es de Entremundos? GE.―No. Tú.―¿Esa entidad es del Bajo Astral? GE.―No. Tú.―¿Es de Luz? GE.―Sí. Tú.―¿Es un familiar? GE.―No. Tú.―¿Es algún conocido? GE.―No. Tú.―¿Es algún amigo? GE.―Sí. Tú.―¿Es un amigo de esta vida? Puede darse el caso de que sea un amigo de otra vida. GE.―Sí. Tú.―¿Me podéis decir su nombre? GE.―Juan Manuel. Tú.―¿Podría hablar con él? GE.―Sí. Tendrás que averiguar por qué está en esa casa. Tú.―Guías, cuando me pongáis en contacto con Juan Manuel, por favor, señaladme el dibujo del corazón. Me refiero al dibujo del corazón que aparece en alguna de las dos tablas que he puesto al principio de este libro. Puedes elegir un dibujo, una letra, un número, el Sí... No importa lo que sea, simplemente eliges algo que cuando tu péndulo lo señale sepas que la acción ya se ha realizado. Tú.―Hola, Juan Manuel, ¿me escuchas? JM (Juan Manuel).―Sí. Tú.―Juan Manuel, me llamo B y estoy aquí por si necesitas mi ayuda. ¿Qué haces en esa casa? JM.―He venido a consolar a X. Tú.―¿Quieres que le dé algún mensaje a X de tu parte? JM.―Sí. Tú.―¿Qué mensaje? JM.―Dile que la vida es maravillosa y que su lucha no será en vano. Tú.―Muybien, no te preocupes, yo le daré el mensaje. ¿Quieres que le diga alguna cosa más? JM.―No. Tú.―¿Me necesitas para alguna otra cosa? JM.―No. Te despides del Ser de Luz y le das las gracias a tus Guías. Las Almas Humanas que vienen de la Luz rara vez te pedirán ayuda, y si lo hacen será de forma que interfieras lo menos posible en el proceso de desarrollo espiritual de la persona que quieren ayudar. Si te proponen que intervengas en la vida de alguien, sospecha; rara vez eso ocurre. Profundiza para ver si es una entidad de Entremundos o del Bajo Astral. Si es de Luz, ayúdala en la tarea que te encomiende. Hace un tiempo una clienta que solía ir a mi consulta a recibir terapia energética comenzó a experimentar en su casa fenómenos paranormales, en concreto, golpes en el cabecero de su cama todas las noches. Asustada, acudió a mí y pude descubrir que quienes golpeaban su cabecero eran sus Ángeles de la Guarda. Sabían que si hacían aquello, ella se pondría en contacto conmigo y yo le podría dar un mensaje que tenían para ella. A continuación, te muestro cómo lo investigué: M (Médium).―Guías Espirituales, ha acudido esta mujer para contarme que todas las noches, cuando recién se acuesta, escucha cómo alguien golpea suavemente el cabecero de su cama. Yo os pregunto: ¿hay alguna entidad de Entremundos o del Bajo Astral que esté ocasionando esos episodios? GE (Guías Espirituales).―No. M.―¿Los golpes que X ha escuchado son producto de su imaginación? GE.―No M.―¿Los golpes que X ha escuchado son por la acción del hombre? GE.―No. M.―¿Son por causas naturales? GE.―No. M.―¿Los ha causado algún tipo de entidad? GE.―Sí. M.―Si me habéis dicho que no es una entidad de Entremundos o del Bajo Astral, imagino entonces que se tratará de un Ser de Luz. ¿Es posible? GE.―Sí. M.―¿Es algún familiar, amigo o conocido que ha venido desde el Astral o el Origen? GE.―No. M.―¿Es su o sus Ángeles? GE.―Sí, así es. M.―Imagino que querrán darle algún mensaje, ¿no? GE.―Sí. M.―¿Puedo ponerme en contacto con los Guías de X? GE.―Sí. M.―¿Cuántos Guías tiene X? GE.―Tres. M.―Muy bien, Hermanos, cuando me pongáis en contacto con los Guías de X, por favor, señaladme el dibujo del pájaro. Señalan el dibujo del pájaro. M.―Hola, Hermanos, ¿me escucháis? GE de X. ―Hola, sí, te escuchamos. M.―¿Sois vosotros los que golpeáis el cabecero de la cama de X? GE de X.―Sí. M.―¿Por qué lo hacéis? GE de X.―Queríamos llamar su atención con la intención de que se pusiese en contacto contigo para que le dieses un mensaje. M.―Dime, Hermano, el mensaje. GE de X.―En realidad el mensaje es del bebé que lleva en su vientre, quiere comunicarse con ella. M.―De acuerdo. Voy a proceder a ello. Hermanos, cuando me pongáis en contacto con el bebé de X, por favor, señaladme el dibujo del corazón. Señalan el dibujo del corazón. M.―Hola, ¿me escuchas? B (Bebé) .―Hola, sí, te escucho. M.―Me han dicho los Guías Espirituales de X que quieres darle un mensaje a X, tu futura mamá, ¿no es así? B.―Sí, dile que no se preocupe tanto, que todo va a salir bien. M.―Bien, se lo diré. ¿Puedo preguntarte si en esta o en otra vida habéis coincidido X y tú? B.―Sí, fuimos grandes amigos en la vida anterior a esta. Estaba deseando volver a coincidir con ella. Vamos a llevarnos muy bien. M.―¡Qué maravilla! ¿Podría saber sobre qué año más o menos fue esa vida en la que coincidisteis? B.―Sobre 1870. M.―¿Desde entonces no habéis vuelto a coincidir? B.―No. M.―¿Quieres que le dé algún otro mensaje? B.―No. Con este caso además quiero mostrarte que es posible ponerse en contacto con el alma del feto de una mujer embarazada. Esto hazlo solo si los Guías de ella te lo piden. No fuerces jamás este tipo de comunicación. Entidades de Entremundos Hay almas que tras desencarnar, optan por no cruzar la Luz. Los motivos por los que deciden no hacerlo son muchos: • Por miedo de ir al Infierno (los miedos dados por la educación que han recibido). • Porque no quieren morir (apego a este mundo), pero saben que han desencarnado, aunque no lo admiten. • Porque no saben que han desencarnado. • Porque quieren quedarse junto a sus seres queridos (apego emocional). • Porque no quieren dejar sus posesiones (apego material). • Porque creen que si cruzan no podrán disfrutar de los «placeres de la vida»: alcohol, drogas, sexo, comida (apego a los sentidos). • Etc. Con estas entidades el diálogo es diferente. Dependiendo de su Nivel de Confusión te resultará más o menos difícil convencerlas para que crucen. Es conveniente dialogar con ellas, pero si ves que no entran en razón, ábreles inmediatamente la Luz para que esta les proporcione la claridad mental y el amor que necesitan para hacerse conscientes de su situación. Las entidades de Entremundos, a la hora de manifestarse, por estar más cerca de nuestra dimensión que de los niveles superiores del Astral o del Origen, lo hacen de una manera más contundente y menos refinada que las entidades procedentes de la Luz. Pueden aparecerse tanto borrosas y poco definidas, sombras de diversas tonalidades oscuras, como claras y muy reales. Lo importante es la actitud con la que se presentan, pues es ahí donde se refleja la situación en la que se encuentran mentalmente. A veces no es agradable verlas, ya que se muestran tal cual murieron; otras son agresivas porque creen que están en sus casas o que has cogido algo que les pertenece; otras simplemente van buscando ayuda, consuelo o compañía. Hay que hacerles ver que donde están no es el lugar donde deben estar, y que si no cruzan la Luz paralizarán su normal proceso de desarrollo espiritual. Una noche, a las tres de la madrugada, tocaron el timbre de casa de mis padres. Yo entonces tenía 22 años. Vivíamos en un entresuelo y mi madre, asustada, corrió a ver quién era, se asomó por la ventana, y vio a su padre en la puerta del edificio. La sorpresa fue mayúscula ya que este estaba muy enfermo en el hospital. Se quedó completamente desconcertada. No le abrió. Unos días después murió mi abuelo. Durante meses escuchábamos todas las noches, a la misma hora, mientras cenábamos, como él manipulaba, con la forma particular que tenía, la puerta de la casa, y entraba. Oíamos sus característicos pasos hasta la cocina. Una mañana, justo antes de levantarme de la cama para ir al trabajo, escuché en mi mente: «Ahora sí, me voy». Era él, estaba en la puerta de mi habitación, mirándome, sonreía. Me despedí y se evaporó. Decidió quedarse durante un tiempo en este mundo hasta que creyó que ya era la hora de partir. A continuación, te pongo un ejemplo de cómo dialogar con este tipo de entidades: M (Médium).―Guías, ¿tiene X alguna entidad de Entremundos o del Bajo Astral apegada? GE (Guías Espirituales).―No. M.―¿Tiene X alguna entidad en su casa? GE.―Sí. M.―¿Qué Nivel de Negatividad tiene? GE.―9. M.―¿Qué Nivel de Malintención? GE.―Cero. Si el Nivel de Malintención fuese alto, sería una entidad del Bajo Astral. M.―¿Qué Nivel de Confusión tiene? Te recomiendo siempre preguntar por el Nivel de Confusión de este tipo de entidades, así tendrás una idea de lo difícil que te resultará convencerla de que cruce la Luz. GE.―Uno. M.―¿Es un hombre? GE.―No. M.―Es una mujer? GE.―Sí. M.―¿A qué edad murió? GE.―38 años. M.―¿En qué año murió? GE.―1967. Como ves, puedes obtener toda la información que quieras, incluso dónde nació, de qué murió, etc. Cuanta más información, más aprendes y mejor te vendrá a la hora de ayudar a la entidad. M.―¿Me podéis decir cómo se llamaba en su última vida? GE.―Vanesa. M.―¿Qué emociones predominan en ella? GE.―Tristeza y melancolía. M.―¿Corro peligro si contacto con ella? GE.―No. M.―Muy bien Guías, si tengo la capacidad y no es contraproducente para mi equilibrio emocional, me gustaría recibir imágenes y sensaciones de Vanesa. Cuando me pongáis en contacto con Vanesa, por favor, señaladme la letra R. Puedes pedir ver y sentir o al contrario. Todo depende de tu fortaleza emocional, ganas o necesidad y de la capacidad quetengas para poder percibir. M.―Hola, Vanesa, ¿me escuchas? ¿Me ves? Es importante preguntarles eso y de esa manera para que reaccionen. V.―(Vanesa) -Sí. M.―Me llamo X y he venido, si tú quieres, a ayudarte. ¿Quieres que te ayude en algo? A esta pregunta puede que la entidad inmediatamente solicite tu ayuda o no, depende de lo consciente que sea de su situación. Si la entidad está alterada y confusa, inmediatamente cortas la conversación y le dices: M.―Vanesa, escúchame bien: Voy a abrir una luz muy bonita a tu lado (visualiza la Luz), una luz que te va a dar amor y claridad mental, ¿la ves? En el momento que les dices esto, sienten un amor inconmensurable y su mente se vuelve clara. V.―Sí, la veo. M.―Seguro que la viste hace tiempo y decidiste no cruzarla. No temas, esa es la entrada a lo que nosotros conocemos como el Cielo. Junto a esa luz están mis Ángeles de la Guarda. ¿Los ves? V.―Sí. En ese preciso momento seguramente sientas la excitación de la entidad; el péndulo se moverá con mucha más fuerza. M.―Por favor, Vanesa, fíjate bien en esa luz; puede que veas a algún familiar, amigo o conocido tuyo en ella. ¿Ves a alguien que conozcas? V.―No, no veo a nadie que conozca. M.―Bueno, no te preocupes, cruza con mis Ángeles. ¿Quieres decirme algo antes de marcharte? V.―Muchas gracias por ayudarme. M.―De nada, Vanesa, cruza y sé feliz. Y acabas con: M.―Guías, cuando haya cruzado, por favor, señaladme la letra S. Es tal el Nivel de Confusión de algunas entidades que mezclarán cosas de cuando estaban aquí con las que sus emociones crean en Entremundos. Cuidado con la información que te den, cógela con pinzas. Te contarán vivencias que no se corresponden a lo que vivieron aquí realmente, e incluso olvidarán sus nombres, sus rostros, dónde vivían… Presta especial atención a los suicidas y a los que murieron asesinados o en accidentes repentinos. Los suicidas Las personas que desgraciadamente deciden quitarse la vida caen directamente en un pozo de desesperanza y tormento del que difícilmente salen. Es muy importante localizarlas y ayudarlas. Comprobarás que la mayoría de las personas que se han quitado la vida están en un lugar oscuro y frío. Ese lugar no es otro que su mundo de desesperanza y angustia. Su grado de confusión es tan grande que puede que no recuerden mucho de cuando estaban aquí o mezclen sus recuerdos con sus pensamientos atormentados. Comidos por emociones tales como tristeza, desesperanza y sufrimiento, permanecerán devastados hasta que Dios quiera. M (Médium).―Guías, ¿X ha cruzado la Luz? GE (Guías Espirituales).―No. M.―¿Podéis ponerme en contacto con X? GE.―Sí. M.―Si es posible (esta es una opción) me gustaría ver y sentir para así poder comprender y ayudar mejor a esa entidad. Cuando me pongáis en contacto con X, por favor, señaladme el dibujo del corazón. Señalan el corazón. Me concentro y me dispongo a ver y a sentir. Posiblemente te lleguen imágenes y sensaciones. Si aquello que recibes te sobrepasa, corta y pídele a tus Guías que ya no quieres seguir percibiendo sensaciones. M.―Hola, X, ¿me escuchas? Normalmente hay que hacer la pregunta varias veces porque el suicida está aletargado, muy alejado de sí mismo. X.―Sí. M.―Hola X, me llamo R, soy un Ser de Luz y he venido a ayudarte. ¿Cómo estás? X.―Estoy muy mal. M.―¿Dónde estás? X.―No lo sé… Tengo mucho frío y esto está muy oscuro… M.―¿Hay alguien ahí contigo? X.―No, estoy solo. M.―¿Qué te ha pasado? ¿Por qué estás ahí? X.―No recuerdo… Por favor, ¡ayúdame! M.―Claro que sí, no te preocupes. Quiero que me escuches bien. Voy a abrir a tu lado una luz maravillosa, una luz que te va a envolver de amor y de claridad mental, ¿la ves? ¡Dime! (insiste hasta que te diga que sí). X.―Sí. M.―Quiero que te fijes bien en esa luz, porque junto a ella están mis Ángeles de la Guarda. Están ahí para ayudarte, para acompañarte a un lugar infinitamente mejor que en el que estás ahora. Tal vez en esa luz puede que incluso veas también a algún ser querido tuyo. Sea como sea, cruza con ellos esa luz, no lo dudes ni un segundo más. Si lo estás visualizando, verás todo el proceso y sentirás cómo se desvanecen todas sus emociones negativas y se marcha mucho mejor que cuando te lo encontraste. Solo cuando le has abierto la Luz, si es necesario, puedes dialogar más en profundidad con la entidad, porque si lo haces antes, su confusión será tal que no responderá con coherencia a ninguna de tus preguntas. Aun si lo visualizas o no, pregunta al final a tus Guías si cruzó o no la Luz. Los niños ¿Cómo es posible que Dios o los Ángeles dejen que los niños se queden en Entremundos? Esa era una pregunta que me hacía mucho al principio de todo. No entendía cómo a una criatura pequeña, inconsciente, podían dejarla quedarse en un lugar como en Entremundos. ¿Dónde estaba la compasión y el amor? No lograba entenderlo. Cuando llegó el momento, mis Hermanos me lo explicaron. Pensamos que el alma de un niño va acorde a su cuerpecito, y no es así. No por ser un niño significa que su Nivel Espiritual sea bajo; es su Nivel de Conciencia el que va acorde con su desarrollo físico. Un niño puede tener un Nivel Espiritual alto, mucho más que un anciano de noventa años. Esos son los niños que decimos que vemos como viejos. La cuestión está en que el niño, como el adulto, tiene libre albedrío; y hay circunstancias muy concretas que pueden hacer que el niño decida quedarse en Entremundos. Imagina a una familia compuesta por el padre, la madre y el hijo. Tienen un accidente de tráfico y el pequeño muere. El alma del niño sale del cuerpo y ve el panorama desolador. La familia rota, ruega a Dios que no se lo lleve, que se quede con ellos. Ante esa situación, ¿qué crees que hará el niño, quedarse con sus padres o cruzar la Luz junto con su Guía o algún familiar desencarnado? El niño optará seguramente por quedarse con su familia. Si lo hace, ese niño permanecerá junto a ellos hasta que estos desencarnen. Cuando lo hagan, posiblemente no lo vean (pues todo depende de la vibración y el Nivel Espiritual de cada uno de ellos), y él permanezca en Entremundos hasta Dios sabe cuándo, vagando de casa en casa, buscando familias en donde quedarse para no estar solo. Terrible y desolador para el infante. Sin duda, una de las pruebas más duras por las que una persona puede pasar es la pérdida de un hijo. Gestionar esa situación es muy difícil y más si se desconocen las consecuencias de intentar retenerlo después de su partida. Es muy importante saber que tras desencarnar el pequeño, hay que invitarlo a que cruce la Luz con su Ángel de la Guarda o con el familiar que esté esperándole (si es que hay alguno). Es muy doloroso, pero más doloroso es que tu hijo se quede vagando por siempre en Entremundos. Los Ángeles harán todo lo posible para convencer a ese niño de que cruce la Luz, pero si este no quiere, no podrán obligarlo; será parte de su enseñanza. Es cierto una cosa, al menos es lo que he comprobado con los años: son los niños con almas más jóvenes los que corren más riesgo a la hora de decidir quedarse aquí, pues tienen menos consciencia, menos acumulación de experiencias, que un alma vieja y posiblemente algún karma que pagar. Si te encuentras con el alma de un niño, hay que dialogar con él; hay que convencerlo de que debe cruzar la Luz, de que casi seguro verá a sus padres, hermanos, abuelos... Al principio puede que se resista, pero una vez le abras la Luz y vea casi seguro a algún ser querido, se marchará. Un ejemplo: M (Médium).―Guías, ¿hay alguna entidad de Entremundos o del Bajo Astral en esta casa? GE (Guías Espirituales).―Sí. M.―¿Cuántas hay? GE.―Una. M.―¿Qué Nivel de Negatividad tiene? GE.―Uno. M.―¿Qué Nivel de Malintención tiene? GE.―Cero. M.―¿Es un hombre? GE.―Sí. M.―¿Qué edad tenía cuando murió? GE.―Nueve. M.―¿Es un niño? GE.―Sí. M.―¿Cómo se llama? GE.―David. M.―¿En qué año desencarnó? GE.―1940 M.―¿Podemos ayudarle a cruzar la Luz? GE.―Sí. M.―Cuando me pongáis en contacto con él, por favor, señaladmeel dibujo del corazón. Señalan el dibujo del corazón. M.―Hola, David, ¿me escuchas? ¿Me ves? D (David).―Sí, te escucho y te veo. M.―No tengas miedo, me llamo X y he venido a charlar un rato contigo y, si quieres, a ayudarte. ¿Qué haces en esa casa? D.―Aquí estoy... M.―¿Son tus papás y hermanita los que están ahí contigo? D.―No. M.―Y tu papá y tu mamá, ¿dónde están? D.―No lo sé. M.―¿No te gustaría estar con ellos? D.―¡Claro! M.―Si quieres yo puedo ayudarte a encontrarlos. Puedo llevarte a un lugar mucho mejor que en el que estás ahora; en donde hay niños como tú, que te verán y podrás hablar con ellos y jugar a todos los juegos que quieras. ¿Te gustaría? D.―Sí, claro que sí... ¡Llévame! Puede darse el caso de que no quiera, sobre todo por miedo a volver a perder a su nueva familia, pues seguramente se habrá encariñado de ellos y no querrá pasar de nuevo por lo que sufrió cuando perdió a sus verdaderos padres. Si es así, hay que abrirle la Luz para darle claridad mental y amor; además, para que, casi seguro, vea a alguno de sus progenitores o a algún otro ser querido. M.―David, quiero que me escuches bien. Voy a abrir a tu lado una luz muy bonita. ¿La ves? D.―Sí. M.―Junto a esa luz están mis Ángeles de la Guarda, ¿los ves? D.―Sí. M.―¿A que es bonita la Luz? D.―Sí, mucho. M.―Posiblemente en esa luz estén tus papás, tus abuelitos… ¿ves a alguien que conozcas? D.―¡Sí!, ¡A mi papá!... ¡Y a mis abuelos! M.―Pues no lo dudes más cariño, ¡ve con ellos! Pregunta entonces a tus Guías: M.―¿Quieren decirme algo sus familiares? GE (Guías Espirituales).―Sí. M.―Cuando me pongáis en contacto con ellos, por favor, señaladme el dibujo de la lechuza. Señalan el dibujo de la lechuza. M.―Hola, gracias por venir a recoger a David. ¿Queréis decirme algo? Familiares.―Muchísimas gracias por ayudarnos a recuperar a David. M.―De nada, amigos. Idos y sed felices. Te despides del niño, de la familia y entonces pregunta a tus Guías si el niño cruzó finalmente. Corrobora con tu maestro si es necesario. Entidades que creen estar en sus casas La mayoría de las almas que se quedan en Entremundos llegan a un punto tal de confusión que mezclan su realidad mental con esta realidad. Imaginan, y al hacerlo, crean. Es fácil encontrar entidades que creen que la casa en la que están es suya. Es importante también dialogar con ese tipo de entidades para hacerles ver que están completamente equivocadas, que el lugar en donde están no es su casa y que lo que deben hacer es cruzar la Luz para seguir con su normal proceso de desarrollo espiritual. Estas entidades harán todo lo que puedan para amedrentar a los inquilinos que habiten en esa casa, hasta el punto de hacerles la vida imposible. Su propósito no es otro que echarlos. Si al dialogar con la entidad no atiende a razones, que será lo más normal, ábrele la Luz. Un ejemplo: M (Médium).―Hola, me llamo X y he venido a ayudarte. E (Entidad).―No necesito tu ayuda ¡Vete! M.―¿Al menos podría preguntarte algo, por favor? E.―¡Qué! M.―La casa en donde te encuentras, ¿es tu casa o de la familia que está ahí viviendo ahora? E.―¡Es mi casa! ¡Esta gentuza se ha metido en mi casa! M.―¿Estás seguro de que es tu casa? E.―¡Por supuesto! M.―Quiero ayudarte. ¿Te acuerdas del nombre de la calle y el número de tu casa? E.―Ummm…, no recuerdo. Pero si de algo estoy seguro es de que esta es mi casa. M.―Si no recuerdas el nombre de la calle en donde vivías, imagina que también te estés equivocando en que esta sea tu casa. E.―No me equivoco. M.―Por favor, fíjate bien en la distribución de las habitaciones, de los muebles, la decoración… ¿Lo has hecho? ¡Fíjate bien, por favor! Fíjate bien e intenta recordar si era así tu casa. Normalmente la entidad duda. M.―¿Es tu casa, sí o no? ¿Qué me dices? E.―Mi casa no era así. M.―Claro que no. Creíste que esa era tu casa, pero no lo es. Le has hecho la vida imposible a los que están ahí viviendo; pero no te preocupes, yo estoy aquí para ayudarte. Quiero mostrarte el camino a un lugar infinitamente mejor que en el que estás ahora, lo que nosotros conocemos como el Cielo. ¿Quieres que te ayude? Puede darse el caso de que la entidad no entre en razón. Sea como sea, hay que abrirle la Luz para que vea las cosas con claridad. E.―Sí, por favor, ¡ayúdame! M.―¡Claro que sí! Escúchame bien, voy a abrir una luz maravillosa a tu lado, ¿la ves? E.―Sí, la veo. M.―Junto a esa luz están mis Ángeles de la Guarda, ¿los ves? E.―Sí. M.―Puede que incluso, si te fijas bien en esa luz, veas a algún ser querido tuyo, ¿ves a alguno? E.―Sí, ¡a mi mujer! M.―Sea como sea, no lo dudes más y cruza. Esperas un poquito y te dices: «Me pongo en contacto con mis Guías». M.―Guías, cuando haya cruzado la entidad, por favor, señaladme el dibujo del corazón. Te señalan el dibujo y corroboras. M.―Guías ¿ha cruzado la entidad que había en esa casa? GE (Guías Espirituales).―Sí. M.―Infinitas gracias. Confírmalo con tu maestro si es necesario. Entidades que creen estar vivas Hay personas que tras desencarnar creen seguir estando vivas. Normalmente eso les ocurre a quienes han desencarnado de manera repentina, ya puede ser tras un accidente, un desastre natural, un ataque fulminante de corazón, etc. De repente se ven en un estado que no comprenden y aunque poco a poco muchas se van dando cuenta de lo que les ha sucedido, otras se autoengañan y siguen haciendo su vida como si no hubiese pasado nada. Con el tiempo, o aceptan su situación o entran en un estado perpetuo de confusión, impotencia, rabia y melancolía. A estas almas hay que hacerles entender su situación para que crucen la Luz. Un ejemplo: M (Médium)―Guías, ¿hay alguna entidad en esta casa? GE (Guías Espirituales)―Sí. M.―Cuántas hay? GE.―Una. M.―¿Es una mujer? GE.―Sí. M.―¿Qué Nivel de Negatividad tiene? GE.―10. M.―¿Qué Nivel de Malintención? GE.―1. M.―¿Corro peligro si contacto con esa entidad para ayudarla? GE.―No. M.―¿Me podéis decir cómo se llama? GE.―Andrea. M.―Cuando me pongáis en contacto con Andrea, por favor, señaladme el dibujo de la luna. Te señalan el dibujo de la luna. M.―Hola, Andrea, me llamo X y estoy aquí por si necesitas ayuda, ¿la necesitas? Si la entidad ya aceptó que está muerta, será muy fácil ayudarla. En ese caso ábrele la Luz, preséntale a tus Guías e invítala a cruzar. Si la entidad sigue sin aceptar su situación y, aun explicándole las cosas, no entra en razón, haz como en los casos anteriores: A (Andrea).―¿Por qué iba a necesitar ayuda? M.―Parece ser que aún no te has dado cuenta de tu situación. A.―¿Qué situación? No sé a qué te refieres. M.―Sí que lo sabes, pero no quieres aceptarlo. Hace tiempo que abandonaste este mundo. A.―Pero, ¡qué barbaridad estás diciendo! M.―La gente que te rodea ¿te ve, te habla? A.―A veces sí. M.―¿A veces sí? ¿A qué te refieres con a veces sí? A.―Pues... A veces hablan de mí. M.―No es lo mismo que hablen de ti que hablar contigo. Sabes perfectamente que no te ven ni te escuchan. ¿Prefieres vivir así, en esa mentira por toda la eternidad? Cuando tu familia muera, ¿qué harás? ¿Seguirás aquí sola, continuando la mentira? A.―¡Por Dios, no digas eso! M.―He encontrado muchas almas como tú, y te aseguro que no querrías terminar como ellas... ¡Es horrible! ¿No te gustaría que te mostrara de nuevo esa maravillosa luz que no quisiste cruzar cuando desencarnaste? Más allá de esa luz está lo que nosotros conocemos como el Cielo, un lugar maravilloso en donde podrás seguir con tu normal proceso de desarrollo espiritual. Allá tendrás la oportunidad de esperar a tus seres queridos, ¿o prefieres quedarte aquí desesperanzada por los siglos de los siglos? A.―Por favor, ¡ayúdame! M.―¡Claro que sí! Para eso estoy aquí. Escúchame bien. Voy a abrir a tu lado esa Luz amorosa. ¿La ves? A.―Sí, ¡la veo! M.―Junto a esa luz están mis Guías Espirituales, ¿los ves? A.―Sí. M.―Si te fijas bien en esa luz amorosa, puede que veas a algún ser querido tuyo. Sea como sea, ¡cruza, no lo dudes más! Lo normal es que
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