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RESUMEN DEL LIBRO DE JOSUÉ DE LA BIBLIA El libro que nos toca estudiar esta ocasión, es el libro de Josué, y con este libro, entramos a otra sección de la biblia, ya que la biblia se ha dividido en varias secciones para su mejor comprensión, y para que nos demos una idea, todo lo que se conoce como antiguo testamento lo han dividido en 5 secciones, y LA PRIMERA SECCIÓN, es la que ya estudiamos, y que se conoce como la Toráh, o la ley de Moisés y también se conoce en los círculos cristianos como el pentateuco y en el judaísmo también se conoce como el Jumash. Y el libro de Josué forma parte de LA SEGUNDA SECCIÓN de la Biblia llamada “Los libros históricos” o sea los libros que nos hablan de la historia del pueblo de Israel, y en LA TERCERA SECCIÓN SON “Los libros poéticos o sapienciales, o sea libros de poesía y de sabiduría” LA CUARTA SECCIÓN son los profetas mayores y LA QUINTA SECCIÓN los profetas menores. Sin embargo algo que vamos a hacer nosotros en nuestro estudio de la biblia, es que vamos a tratar de ver los libros de manera cronológica, y no en el orden que aparecen en la biblia al español, ya que el orden en que aparecen en nuestras biblias no es el mejor método para aprender de manera cronológica como ocurrieron los eventos, y a nosotros nos importa la historia de manera cronológica para poder comprender mejor los eventos bíblicos. ¿QUIEN ESCRIBIÓ ESTE LIBRO?: según la tradición hebrea, lo escribió JOSUÉ, no se sabe con certeza quien lo escribió, pero según la tradición lo escribió Josué, que en hebreo su nombre correcto es = YEHOSHÚA que su significado seria “DI-S SALVA” y la contracción de Yehoshúa es Yeshúa, y por eso mismo el nombre original y completo de Jesucristo es Iehoshúa, pero se le ha conocido siempre con la contracción de Yeshúa (Jesús), que significa Di-s Salva, Di-s libera, Di-s Restaura, esa es la traducción literal del nombre de Yeshúa. Y algo importante a tener en cuenta, es que la persona de Josué, tiene muchas similitudes con Yeshúa, así que el personaje de Josué, es un tipo una figura simbólica del Mesías, por ejemplo ¿Cuál fue la misión de Josué? Introducir al pueblo de Israel a la tierra prometida, lo sorprendente es que Moisés no fue quien introdujo a la tierra prometida, Moisés solo se encargó de Instruir, de dirigir, Moisés guio, PERO Moisés no fue quien introdujo al pueblo a la tierra de la promesa, y eso tiene que tener una enseñanza muy importante, y es que la Ley, la Toráh te instruye de cuál es el camino, la Toráh te instruye de cómo llegar a la tierra prometida, y la tierra prometida es el lugar que Di-s prometió para todos los que son llamados su pueblo. ¿Si Yeshúa regresara hoy que pasaría con tu vida? Claro que seriamos transformados, ¿pero a donde viviríamos, seguiríamos viviendo en Texas? Por supuesto que NO, ya que una de las cosas que va a hacer nuestro Mesías cuando regrese, es que vendrá por todos sus escogidos, y los llevara a la tierra que prometio a Abraham, Isaac y Yacov, solo que esa misma tierra será transformada, y de acuerdo a la bíblica hay una ciudad, que es la ciudad del gran Rey, y esa por supuesto es Jerusalén: Mat 5:33 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. 5:34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 5:35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Entonces si Di-s nos permite viviremos en la tierra de Israel, en la Nueva Jerusalén que descenderá de los cielos, y tarde o temprano esa va a ser nuestra morada, es la morada que Yeshúa te fue a preparar, y estamos esperando que un día el Rey de reyes y Señor de señores , regrese y nos lleve a casa, y allí moraremos, y aquí viene lo interesante, que así como Josué FUE el que introdujo a Israel a la tierra prometida, también Yeshúa es que es una figura de Josué, hará lo mismo, Moisés guio, Moisés dirigio, Moisés enseño, sin embargo no fue Moisés el que introdujo al pueblo a la tierra de la promesa. Y AQUÍ TENEMOS UN PRINCIPIO FUNDAMENTAL: La Ley (Toráh) te instruye. LA LEY te dirige, LA LEY te guía sobre cuál es el camino a la tierra prometida, pero la Ley por sí sola no te puede introducir a la tierra prometida, porque te darás cuenta que por más que conozcas la ley, y que por mas que te esfuerces en cumplir la Ley no podrás cumplirla. Y por eso necesitas un libertador, necesitamos alguien que nos introduzca a la tierra prometida y eso es lo que hará nuestro salvador (Jesús, Yeshúa) el Mesías. Con esto en mente vemos que el libro de Josué es un libro simbólico que nos habla del retorno de nuestro Salvador Yeshúa, que cuando regrese nos introducirá a la tierra prometida. ¿DE QUE TRATA ESTE LIBRO? El libro de Josué narra lo que fue la conquista de la tierra prometida, nos cuanta como Di-s cumplió la promesa hecha a los patriarcas. Y la razón por la cual Di-s les dio la tierra de Cannan, que es como originalmente se llamaba esa tierra fue porque las naciones que la habitaban ya habían llegado al colmo de su maldad, ya habían llegado a los limites mas altos de la degradación humana, por eso saco a esos pueblos de esa tierra e introdujo a los israelitas, PERO les advirtió, que si ellos hacían lo mismo que los cananeos, Di-s también los expulsaría de esa tierra, y los que conocemos la historia, sabemos que Di-s cumplio lo que les dijo, porque Di-s no esta haciendo una diferencia entre los israelitas y los cananeos lo que paso, es que los cananeos ya habían llegado al colmo de su maldad. Y eso nos lleva a preguntarnos, ¿Qué esta esperando el Señor para establecer su reino en la tierra? Pues esta esperando que la maldad del ser humano llegue al limite, Di-s esta siendo paciente, pero llegara un momento en que diga es el tiempo de juzgar a las naciones y de juzgar la maldad de la tierra, y llegara el momento en que los hijos de Di-s posean la tierra prometida, y bueno eso es lo que sucedió en la época de Josué, y Di-s le pidió a Josué que para poseer la tierra prometida, le pidió que destruyeran a todos los moradores de esa tierra, y eso parece muy cruel de parte del Eterno, pero El Eterno lo hizo, porque esas naciones tenían el potencial de destruir a toda la humanidad con su estilo de vida. Es como si dijera Dios: “Por eso los saco a ellos y los meto a ustedes, pero si ustedes cometen los mismos pecados también a ustedes los voy a exterminar, y baya que lo hizo, y entonces repetimos el libro de Josué nos habla de la conquista física de la tierra prometida.” Y algo interesante es, que se le ha dado otra interpretación a este libro, que pudiera ser la interpretación alegórica, y esa interpretación según los estudiosos nos hablaría de una conquista en nuestro cuerpo, nos habla de que tú y yo tenemos una conquista que hacer, y que así como en el tiempo de Josué, era un territorio físico que debían de conquistar, que así ahora, el territorio físico que to y yo ahora tenemos que conquistar es nuestro cuerpo. Nuestra carnalidad es la tierra que tenemos que conquistar, y que en la medida que tu y yo, echemos fuera de nuestro cuerpo a todos los intrusos y usurpadores que moran en nuestra mente y en nuestro, en la medida que logremos echarlos seremos libres, vamos a tener victoria. Pero si tú permites que esos intrusos se alojen dentro de tu mente, dentro de tu corazón, vas a vivir oprimido todo el tiempo, esos intrusos que no eches fuera se convertirán en tus peores enemigos y se volverán contra ti, y eso lo vemos que fue exactamente lo que le sucedió al pueblo de Israel, que no obedecieron tal como les dijo EL Señor, y las personas que o echaron de su territorio fueron como espinas en sus ojos y en sus costados. Eso lo vemos sobre todo en el libro de los Jueces, donde vemos que una de las grandes maldiciones que lesobrevino al pueblo de Israel, es que no obedecio, no echaron fuera a todos los enemigos, no acabo con todos, permitió que algunos viviera en medio de ellos, y al principio los tenían sometidos, les cobraban impuestos incluso, pero después esos pueblos que ellos dejaron vivir entre ellos, después fueron tropiezo, después se convirtieron en un obstáculo para su FE, y de la misma manera cuando tu consientes en vivir con algo que Di-s te ha estado diciendo que los eches fuera, hay cosas que Di-s ha estado tratando contigo diciéndote ya deja eso, tal vez Di-s te ha estado diciendo, “esa actitud que tienes, tienes que sacarla de tu vida, tienes que acabar con ella” Posiblemente El Espíritu de Di-s te ha estado diciendo, “ESE pecado que según tu es secreto, que has estado consintiendo, que has estado haciendo, esos pensamientos, esas imágenes que ves en la televisión, en el cine, en la computadora, esas cosas que escuchas, que las consientes y que te deleitas en oírlas, tienes que sacarlas de tu vida, tienes que exterminarlas, Y SI TU NO ESCUCHAS ESA VOZ, continuamente vas a estar esclavizado, y podría ser, que esas actitudes, podría ser que eso que El Eterno te dice que saques, que si no lo sacas cuando Di-s te dice, podría ser que eso después se convierta en tu peor enemigo, y se va a volver contra ti, y como ejemplo solo recuerde lo que le paso a Saúl. A Saúl Di-s le dio la orden de acabar con todos los amalecitas, el no lo hizo, y por esa desobediencia al final de cuentas fue desechado, y Di-s lo desecho porque Di-s ya sabia que esa desobediencia traería muchas complicaciones, para empezar fue un amalecita el que al final le dio el tiro de gracia por así decirlo, ya que un amalecita fue el que acabo con su vida: 2Sa 1:5 Dijo David a aquel joven que le daba las nuevas: ¿Cómo sabes que han muerto Saúl y Jonatán su hijo? 1:6 El joven que le daba las nuevas respondió: Casualmente vine al monte de Gilboa, y hallé a Saúl que se apoyaba sobre su lanza, y venían tras él carros y gente de a caballo. 1:7 Y mirando él hacia atrás, me vio y me llamó; y yo dije: Heme aquí. 1:8 Y me preguntó: ¿Quién eres tú? Y yo le respondí: Soy amalecita. 1:9 El me volvió a decir: Te ruego que te pongas sobre mí y me mates, porque se ha apoderado de mí la angustia; pues mi vida está aún toda en mí. 1:10 Yo entonces me puse sobre él y le maté, porque sabía que no podía vivir después de su caída; y tomé la corona que tenía en su cabeza, y la argolla que traía en su brazo, y las he traído acá a mi señor. Y no todo termino allí, al mismo instante que acontecía la guerra entre los filisteos e Israel, donde a David no se le permitió ir a luchar al lado del rey de los filisteos, en ese tiempo los amalecitas atacaron Siclag, lugar donde en ese momento vivía David y se llevaron a todas las mujeres de los hombres que andaban con David, se llevaron cautivos a sus hijos, y como vemos esa desobediencia trajo mas problemas, y años mas tarde un descendiente de los amalecitas “Aman” fue el que por poco acaba con el pueblo de Israel en el tiempo de la reina Esther, y si usted quiere vivir como Saúl, que se le dijo has esto y no lo hizo y se pagaron consecuencias graves, usted puede hacerlo, pero es mejor obedecer a Di-s. Y la enseñanza practica de esta historia es, “Si tu no acabas con esas cosas que El Eterno te ha estado diciendo que ya no lo hagas mas, si tu no acabas con esas actitudes carnales que El Eterno te ha estado advirtiendo, pues después eso que no eliminas, te va a eliminar a ti” así que tu decides, o son esas actitudes, esas formas de vida erradas las que prevalecen o eres tu, y esa es la gran lección que vemos a lo largo de este libro que estamos estudiando, el libro de Iehoshúa. ¿CUANDO SE ESCRIBIÓ? Entre los años 1,405 – 1383 a. M. (hace 3,400 años). ¿PARA QUÉ SE ESCRIBIÓ? Para asegurarle al pueblo de Israel, y para asegurarnos a nosotros que la obediencia es recompensada y la rebelión u “obediencia a medias” trae consecuencias graves. Muchas veces Di-s nos manda hacer algo y solo le obedecemos a medias y estamos bien seguros que hemos obedecido y no es así, pero solo pregúntate ¿Obedecer a medias es obediencia o es desobediencia? Obediencia a medias es desobediencia, 95 % de obediencia es desobediencia, así que por favor esforcemos en obedecer de corazón a la instrucción de padre Josué logró conquistar Jericó con una estrategia militar totalmente ilógica, ¿a quién se le ocurre rodear una ciudad 7 veces, tocar trompetas y gritar como locos para derribar unos muros? ¡Sólo a Dios se le ocurre hacer este tipo de milagros! En la siguiente ciudad, la ciudad de Hai, insignificante comparada con Jericó, Josué no oró, no buscó a Dios, confió en su ejército, menospreció al enemigo y perdió la batalla L. Moraleja: Ten cuidado cuando te confías, “el que piense que está firme, mire que no caiga”. LA AUTOCONFIANZA ES UN PECADO. Caps. 1-12 LA CONQUISTA. Caps. 13-22 LA REPARTICIÓN DE LA TIERRA. Caps. 23-24 LA DESPEDIDA DE JOSUÉ. Cap. 1 Dios le da una comisión a Josué: 6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. La clave del éxito está en “Sé valiente, medita y esfuérzate.” Ser valiente en hebreo se traduce como “estar alerta, física y mentalmente” (H5553), Meditar (reflexionar, recapacitar), también pudiera ser “rumiar” o “masticar”, saborear lo que comes. Esforzarse, en hebreo se traduce como “aferrarse, ser terco, ser constante y obstinado” (H2388), es la única forma de terquedad que el Señor permite. Parafraseando este texto se pudiera leer: “Mira que te mando que te mantengas física y mentalmente alerta para que reflexiones en mis mandamientos y seas constante y obstinado en guardarlos y hacerlos para que tu camino sea prosperado y todo lo que emprendas te salga bien” (como el perro pitbull que cuando pega la mordida ya no suelta a su presa). Cap. 2 Josué manda a 2 espías ó testigos cuya única misión era la de sacar a una prostituta llamada Raab (la prostitución es símbolo de idolatría). Esta ramera representa al pueblo de Israel, la casa del norte, los exiliados, los asimilados entre todas las naciones que caímos en la idolatría. Aquí vemos un paralelismo con el libro de Apocalipsis, donde dice que el Mesías enviará a 2 testigos antes de tomar la tierra prometida. Vendrán esos 2 testigos a predicarle a Efraín, al “Hijo pródigo”, para exhortarle que vuelva a casa (que regrese al Pacto, que guarde la Toráh). CAP. 3 Israel cruza el río Jordán. Cap. 4 Levantan un monumento conmemorativo con 12 piedras (representando las 12 tribus). El lugar donde cruzaron el Jordán es el mismo donde Juan el bautista estuvo predicando tiempo después. Las piedras representan corazones duros, es decir, no hubo una sola tribu que no hubiera endurecido su corazón. Salmos 14:3 “Todos se han desviado, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.” Romanos 3:12 “Todos se desviaron del camino, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” Cap. 5 Circuncisión a toda la nueva generación. Cap. 6 La toma de Jericó (Jericó= “Casa del dios luna”). OLP (Organización para la liberación de Palestina) actualmente su capitales Jericó (Cisjordania). El motivo de su lucha es por apropiarse de la tierra prometida. Cap. 7 La derrota en Hai. Perdieron la batalla por su autoconfianza y porque hubo pecado en el pueblo. Uno de los hombres tomó lingotes de oro y los escondió, siendo que Dios les prohibió tomar nada. Tenemos que entender que como pueblo de Israel no podemos actuar aisladamente y que nos debemos exhortar unos a otros con humildad y mansedumbre cuando veamos que alguien está obrando en contra de la Palabra de Dios. Cap. 8 Toma y destrucción de Hai. Una vez que se arrepintieron Dios les dio la victoria. Cap. 9 Tratado con los gabaonitas. Quienes hicieron un acuerdo de paz con Israel por temor a ser destruidos. Cap. 10 El sol se detiene. 4 naciones se unieron para pelear en contra de Israel. El Señor atiende la petición de Josué de alargar el día para poder concluir la batalla en victoria. El número 4 representa los 4 puntos cardinales y esta historia representa un hecho profético que se repetirá en los últimos tiempos cuando las naciones de todo el mundo se unan para pelear en contra de Israel. Cap. 11 La conquista del norte. Cap. 12 Los reyes conquistados por Moisés. Registros muy importantes porque son el Título de propiedad de la nación de Israel. Caps. 13-22 Las tierras que se reparten. Cap. 15 La tierra de Judá. Cap. 16 Los territorios de Efraín y Manasés. Cap. 17 La otra mitad de Manasés. Cap. 18 Los territorios de las demás tribus. Cap. 19 La herencia de Simeón con Judá. Cap. 20 Las ciudades de refugio. Ciudades a donde podían acudir aquellos acusados de homicidio imprudencial o no intencional. En Israel no había cárceles, había “ciudades de refugio” mientras se resolvía su caso. Cap. 21 Las ciudades de los levitas, repartidos en todas las tribus para poder enseñar Toráh a toda la gente. Cap. 22 Cómo mantenerse espiritualmente sano. Caps. 23 y 24 La despedida de Josué. Dios les habla y les exhorta a mantenerse fieles a la Ley (Toráh), a los mandamientos de Moisés o de lo contrario, sufrirían las consecuencias. Textos para memorizar: 1:7 “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.” 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” 24: 14” Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid al Señor”. 24:15 “Y si mal os parece servir al Señor, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos al Señor.”
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