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CUENTO MOTOR: “EL RELOJ DORMILÓN” Os presento la historia del “Reloj dormilón”. Son 3 los personajes principales: el reloj Dormilón, Agujín-tin-tin (el gran mago de la montaña) y Temporín (el mejor amigo de Dormilón). Este último recorrerá varios países hasta llegar al país de Tuerquilandia para ayudar a Dormilón. Durante la lectura del cuento, los/as niños/as deberán imitar a los personajes en diferentes momentos (que están subrayados), siendo partícipes de la historia y trabajando movimientos del cuerpo, lateralidad, equilibrio… La lectura tiene que ser pausada, no rápida, dando tiempo a los/as niños/as para que realicen las acciones que manda el cuento. Es importante que la persona que lo vaya a contar, lo lea antes para conocer la historia y preparar el material necesario (balones o globos, cuerdas…). Sería interesante que los distintos escenarios del cuento se produzcan en distintos espacios de la casa para así motivar más al niño/a, que no se haga monótono y ampliar así la imaginación del niño/a. “EL RELOJ DORMILÓN” Toda esta historia ocurrió en Relojelandia, país donde nacen todos los relojes del mundo. Allí vivía uno al que llamaban Dormilón. Se llamaba así porque nunca había sido capaz de marcar bien la hora y, como el tiempo no pasaba para él, siempre estaba durmiendo. Una mañana, Dormilón se despertó a las 12:00 horas. Comenzó moviendo un pie, luego el otro, movió los hombros, los brazos, el cuello y, por fin, aunque era muy perezoso, decidió levantarse. Entonces, comenzó a llorar mientras decía: • Soy el reloj más triste de todos los relojes del país. Todos funcionan perfectamente y pronto podrán irse al reino de las niñas y los niños, pero yo, por dormilón, tendré que quedarme en mi país con todos los viejos relojes. Pensativo, comenzó a andar: como un anciano con su joroba, a cuatro patas y, luego, arrastrando un pie. Mientras tanto, en un lugar apartado del reino, se encontraba Temporín (el mejor amigo de Dormilón) reunido con todo el pueblo, para buscar una solución al grave problema de Dormilón y fue así que salió en busca del mago Agujín-tin-tin. Entre saltos y volteretas, Temporín no se dio cuenta de que ya había llegado a la casa del mago. Él estaba en la puerta de su casa y, corriendo, pregunto a Temporín lo que ocurría. Este le contó el problema que tenían en el pueblo con Dormilón. Agujín-tin-tin, después de pensar un largo rato, decidió que lo mejor era ir al reino de Tuerquilandia, donde había una hermosa tuerca mágica y que si era utilizada por Dormilón, lograría solucionar el problema. Fue recorriendo diferentes países: llegó a uno que le llamó la atención por lo que hacían. Cuando entro en él, pudo ver cómo todos sus habitantes estaban colocados en parejas y jugaban a pasarse la pelota con el pie, las manos…; en otro país, saltaban con un pie, con el otro, daban saltitos con los pies juntos…; en el siguiente país, iban de un lugar a otro…¡haciendo la croqueta! Rodaban y rodaban y rodaban…; pasaron al siguiente país, donde hacían equilibrios (andaban sobre una cuerda, sobre líneas del suelo o imaginarias, hacán equilibrios sobre sus puntas de los pies, sobre sus talones…); en el país de al lado, sonaba la música durante todo el día e iban bailando de un lado para otro. Por fin, Temporín pudo llegar al país donde estaba la tuerca mágica. En este país, todos los habitantes andaban hacia atrás. Temporín comenzó a realizar el juego y, cuando vio que todos los habitantes estaban distraídos, cogió la tuerca mágica. Pidió un gran deseo: llegar rápido a Relojelandia, donde lo estaban esperando. Temporín corrió en busca de Dormilón, le dio la tuerca mágica y el reloj Dormilón empezó a funcionar. El pueblo entero aplaudía. Para celebrarlo, se organizó una gran fiesta en la que todos bailaban y cantaban. Al finalizar la fiesta, se fueron a dormir (nos acostamos en el suelo). FIN Una vez terminado… ¿os animáis a hacer un dibujo de lo que más os haya gustado del cuento?
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