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Guerra Cultural en Argentina Parte II

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Edgar Schmid y Vcom (R) (VGM) Horacio Ricciardelli
Guerra Cultural en Argentina – Parte II
Religión y Estrategia a Largo Plazo.
Teniendo en cuenta la existencia de una Iglesia de más de 2.000 años, de una evangelización que se 
inicia hace 500 años en América Latina, podemos decir que la Estrategia para construir Consenso 
Nacional a Largo Plazo, debe contar con la participación de la Iglesia, es particular en América 
Latina.
Es notable que grandes naciones de Europa comiencen a contar su historia desde la conversión de un 
jefe tribal al cristianismo y con esto la unidad de varias tribus en una nueva nación que reconoce al 
converso como rey: Clodoveo en Francia, Knut en Dinamarca, Estanislao en Polonia, Esteban en 
Hungría o Iván en Rusia.
Es el cristianismo el que posibilita el salto cultural de la tribu a la nación. Pero si toda gran civilización
se forma en torno a una gran religión y sus valores, la cuestión es ¿cuáles van a ser los valores 
predominantes de una “civilización latinoamericana”?
Arnold Toynbee decía que la principal diferencia entre América del Norte y del Sur es que la primera 
fue colonizada con el Antiguo Testamento, donde la riqueza es una señal de ser un elegido, mientras 
que la segunda fue colonizada con el Nuevo Testamento donde la pobreza es una Virtud -
bienaventurados los pobres porque de ellos es el reino de los cielos.
Para ver que clase de “civilización” se construyó en el “Norte protestante” baste leer a Samir Amin y 
su ensayo “La ideología estadounidense”[1] y – “por sus frutos los conoceréis” - podemos ver con 
claridad lo que es una sociedad fundada bajo los valores calvinistas sobre la riqueza y como esto se 
desparrama con un imperialismo voraz a través del planeta. 
En el “Sur católico”, desde hace 200 años, todos los grandes caudillos – y rebeldes - son caudillos de 
pobres. No importa su “ideología”, Bolívar, Zapata, Pancho Villa, Fidel Castro, Sandino, Torrijos, 
Salvador Allende, Gaitán, Perón, Chávez, Artigas, Güemes, Caamaño Deno, el que se les ocurra, 
todos son caudillos de pobres.  Nada de esto ocurre en el Norte.
Entonces podemos ver que en los últimos 200 años – no importa que Táctica a Corto Plazo o que 
Estrategia a Mediano Plazo haya empleado cada uno de estos caudillos del Sur, tampoco importa su 
ideología o religiosidad. Todos se han movido y actuado dentro de una Matriz Católica que fue la 
Estrategia a Largo Plazo que nos llegó en el Siglo XVI.  
Asimismo en el “Norte protestante” se siguen moviendo dentro de la matriz puritana que llegó en el 
“Mayflower” en 1619. Lo que está en juego es más que una religión. Lo que está en juego es ¿Sobre 
que principios ético-morales se construye el Ser Nacional?
Si vamos a aceptar los valores del Norte – el lucro individual por encima de todo - entonces 
dejémonos de joder con socialismo, revolución cubana o bolivariana, y todas esas boludeces (decía 
Adelina de la UCeDé), Nos hacemos liberales, y lo hacemos a fondo.
Si vamos a mantener los valores del Sur – defensa de los Pobres – entonces no podemos ser como esa 
“izquierda” que se prende en cuanta bandera cultural anti-católica lanzan Fundación Ford, British 
Council, Fundación Rockefeller, Open Society de Soros, etc.
No podemos ser nacionales pro-pobres en política y pro-liberales en lo cultural. Es incoherente. Decía
Theodore Roosevelt hace más de un siglo:
"mientras los países hispano-americanos sean católicos, su absorción por los Estados Unidos será larga
y difícil".
Y el Informe al Presidente Nixon de Nelson Rockefeller de 1968 donde se preocupa por la fuerza a 
favor del cambio en la Iglesia de América Latina, y recomienda financiar sectas protestantes desde 
EEUU al Sur para combatir al catolicismo.
Rodolfo Puiggrós y su torpe anticlericalismo como definía Hernández Arregui, en su libro sobre “La 
España que descubrió el Nuevo Mundo” arrastra todo el anticlericalismo del PC codovillista.  Por 
empezar, termina su libro cuando Carlos V ingresa al Convento de Yuste, y no toma nada de lo que 
sucede dentro de la Iglesia a partir del Concilio de Trento, de los jesuitas, de los cambios dentro de la 
Iglesia que se trasladan a América.
A su vez, tampoco registran como estas dos órdenes evangelizadoras – franciscanos y jesuitas – van a 
trabajar para formar los pueblos nuevos mestizos, que hoy forman los actuales Estados de América 
Latina.
Nadie – menos Puiggrós – nos explica que era un “pueblo-hospital” organizado por los franciscanos, 
pero la gran sorpresa es cuando 400 años después nos enteramos que el Plan de Ayala de Emiliano 
Zapata, pedía exactamente ¡la misma organización de la tierra que habían tenido los “pueblos-
hospitales” de los franciscanos!
Tampoco explica Puiggrós las diferencias en la Colonia entre barrocos a partir de Trento, y regalistas 
que llegan desde Francia y a partir del Tratado de Utrech (1713) – y con los Borbones. Y aquí un 
punto que, con el mayor respeto hacia Abelardo Ramos, que este no toma en cuenta: ¿cuales fueron 
las actitudes de barrocos y regalistas hacia las invasiones inglesas?
¿Fue barroca la actitud de Liniers al encabezar la resistencia a la primera invasión? ¿Cuales eran las 
actitudes de Artigas y Güemes respecto a propiedad de la tierra y el concepto barroco? Y de la 
“exteriorización” religiosa, ¿A que bando se adscribían Belgrano y San Martín?
El gran logro de Jorge Abelardo Ramos (junto a Alberto Methol Ferre) es haber superado los límites 
del anti-catolicismo cipayo[2] descubriendo no sólo el grado de evolución de la Iglesia latinoamericana
sino cómo, a medida que avanza la evolución también avanzan sus elementos nacionales y populares. 
Ramos “descubre” la relación – como en Medio Oriente entre instituciones religiosas (de Consenso 
según Gramsci) y conciencia nacional a ser atacada por el imperialismo:
He dicho más de una vez que, en América Latina, el indigenismo indicativamente esgrimido por 
blancos puros de religión protestante esconde, allá en el fondo, la acción político-étnica del 
imperialismo. Este último se propone fragmentar más todavía la Nación-continente. De la misma 
manera, los amargos y hasta soeces ataques a la Iglesia que suelen verse en las tapas de las revistas 
porno-progresistas de Buenos Aires, no suponen un diálogo herético con Dios o el soliloquio de un 
metafísico, sino la manifestación vulgar de una política extranjera contra la Nación. Esto debe 
explicarse en el sentido de que la fe católica es profesada por la mayoría de los argentinos y 
latinoamericanos y es, de algún modo, como la coránica en Medio Oriente, un peculiar escudo de 
nuestra nacionalidad ante aquellos que quieren dominarnos o dividirnos.
En los pueblos marginados del “estilo de vida occidental” y que, como nosotros, padecen un “estilo de 
vida accidental”, la religión ejerce un doble papel: el teológico que le es propio y el de ideología 
nacional defensiva contra el dominador extranjero.
La campaña contra la fe católica, sus símbolos, sus hombres y sus instituciones es tanto secreta como 
pública. Secreta, en cuanto a la silenciosa poda de los subsidios tradicionalmente otorgados a las 
escuelas privadas dirigidas por sacerdotes católicos. Y pública, a través de todo género de lenguaraces 
que han tomado la radio o la televisión por asalto en nombre de la “participación democrática”. Esto 
debería traducirse en un franco enfrentamiento entre la “progresía” y la “feligresía”. Pero no es tal. La 
respuesta de los sectores nacionales y, en este caso, de la Iglesia, por dichos medios es medida por un 
gotero por estos “profesionales de la libertad”.
Por supuesto, después de determinado punto, muchos compañeros de la Izquierda Nacional, aquellos 
que durante 24 años vienen barriendo a este Ramos debajo de la alfombra, saldrán nuevamente con la 
Iglesia golpista de 1955. Acepto el argumento pero a condición que también critiquen al Ramos pro-
católico de agosto de 1986.
Durante 24 años no han dicho nada, durante 24 años “han puesto cara de b…”. No aceptamos 
“tuertos”que critican la Iglesia y callan al Ramos pro-católico. O critican todo o se callan la boca en 
todo. Acá esa Izquierda ex Nacional ahora kirchnerista no puede seguir opinando sobre los choques de
los K con la Iglesia si primero no demuestra que Abelardo Ramos estaba equivocado en agosto de 
1986.
Actualmente el anticlericalismo del gobierno kirchnerista está siendo fomentado desde afuera 
(Fundación Ford y British Council entre otros) y le corresponde a los kirchneristas explicar por qué 
estas fundaciones bancan al CELS de Horacio Verbitsky.
Nuestra izquierda es como el pez que ve en gusanito en el anzuelo pero no el anzuelo dentro de él. 
Puede engancharse fácilmente en un debate sobre aborto, matrimonio gay, indigenismo, ecologismo, 
etc., (el pez) pero jamás nos podrá explicar porqué estas causas y ONGs son financiadas por 
Fundación Ford o British Council o Rockefeller Brothers Fund (el anzuelo dentro del pez). Tampoco 
no explica – y nos lo debe – que es lo que buscan estas Fundaciones y ONG como meta imperialista, 
con tamaño modelo cultural. La Izquierda Nacional mientras tanto, en lo cultural es un furgón de cola 
de estas fundaciones imperialistas.
Lo que se intenta destruir – del punto de vista gramsciano - es una construcción nacional – 
evangelización mediante, que ya lleva 500 años.
Tomemos por ejemplo a México. Cuando Cortés desembarcó, México no existía, ni como Estado, ni 
como imperio, ni como pueblo, ni nada. Lo único que había parecido era una tribu llamada los 
mexicas, con una cosmovisión nahuatl que no era ni la yaqui en el norte ni la maya en el sur, y era una 
se las santísimas tribus de ese territorio que muy poco, tenían en común. Si la masa nahuatl ayudó a 
Cortés a derrocar a los aztecas es porque lo vieron como un libertador de los abusos que estos 
imponían a las tribus de sus territorios. Nada habían hecho para convertir esta masa en una nación 
unida.
Si entramos en YouTube, si vemos la entrada de Pancho Villa y Emiliano Zapata en la ciudad de 
México[3] vemos que la “bandera” que unificaba a los revolucionarios del norte al sur era el estandarte
de la Virgen de Guadalupe, lo mismo que había sucedido con Hidalgo y Morelos un siglo antes. El 
papel de un culto religioso entonces y en la construcción nacional de México – la Guadalupe – no 
puede pensarse para “el año que viene” sino medirse en siglos (exactamente cinco).
Pero en este sentido – creación de nación – quienes deben servir de ejemplo son los rusos ortodoxos 
remontan el nacimiento de Rusia a la conversión del príncipe Iván de Kiev en 988.
El sentido de misión que tiene el pueblo ruso – como explicó Nikolai Berdaieff que estaba en el 
bolchevismo – nace cuando hace 500 años el monje Filofei de Pskov, le escribe a Alexis III (padre de 
Iván IV el Terrible) su famosa carta Tercera Roma.
Cuando asume Iván III el Terrible, la Tercera Roma es su programa de gobierno como lo muestra 
Sergei Einsestein en su película[4]:
“Dos Romas han caído. Moscú permanece. Cuarta Roma no habrá”
Luego de la revolución los monjes rusos vieron sus iglesias ocupadas o destruidas. Ellos mismos 
fueron infiltrados, presos en Siberia y ejecutados.
Si hubo dos cosas que nunca negociaron fue el dogma y el rito. Si vamos a una misa rusa de hoy 
veremos el mismo rito de la época de San Juan Damasceno (cuando los bizantinos) hace 1400 años. 
Por su comportamiento patriota durante la guerra – en defensa de la Santa Madre Rusia – Stalin cesó 
en sus persecuciones y permitió que Einsentein incorpore el juramento de Iván el Terrible en su 
película de 1943.
El período soviético sólo duró 75 años en los 1020 de historia rusa. Hasta el período de sometimiento 
a los mongoles duró mucho más.
Hoy la Iglesia Ortodoxa Rusa es la principal institución de Consenso en la Nueva Rusia que enfrenta 
al Nuevo Orden Mundial. Hasta en los cuarteles de la ex KGB en la calle Lubianka hay una capilla de 
Santa Sofía para que vayan a rezar los fieles creyentes (agentes de KGB).
Los capellanes militares han vuelto a los cuarteles rusos como en la época del Zar hace un siglo y es 
funcional a una Rusia que después de los grandes golpes se levanta frente a EEUU porque tiene una 
gran conciencia nacional. 
La religión y el nacionalismo - José Ma. Rosa
Es en el terreno de relaciones con la Iglesia donde el kirchnerismo demuestra su falta estrategia 
nacional a largo plazo y conocimiento de la experiencia histórica. Leemos de José María Rosa – 
“Rivadavia y el imperialismo financiero” [5]:
La religión y el nacionalismo.
Volviendo a la Argentina de la primera mitad del siglo XIX, diré también a los izquierdistas y a 
muchos derechistas, que la defensa de la religión católica por las masas y los caudillos llevaba 
implícita una defensa de la nacionalidad. Se defendía el catolicismo porque era una manera de 
defender la propio cuando la nacionalidad no estaba todavía consolidada, porque los invasores eran 
protestantes en su mayoría, y en el grito "¡Religión o muerte!" de Facundo no había tanto una posición
teológica sino una manera de combatir a los gringos herejes que venían a apoderarse de la patria.
Como tampoco en la política religiosa de Rivadavia contra el clero regular hubo un propósito 
escatológico sino político: el liberalismo buscaba restarle fuerzas a las órdenes religiosas, porque su 
unidad y su riqueza podían perturbar la obra de la intromisión imperialista. 
Por eso la masonería -punta de lanza de la invasión foránea- combatía la religión por todos los medios;
por eso también, los caudillos y el pueblo la defendían.
Sus motivos no eran confesionales, o no lo eran tanto como nacionalistas.  Quiroga, el de “¡Religión o 
muerte!”, no era un practicante asiduo y es posible que sus continuas lecturas de la Biblia –su libro de 
cabecera- lo hubiesen arrastrado fuera de una ortodoxia católica. Pero eso no tiene importancia, como 
tampoco la tiene que Quiroga en su fuero interno prefiriese el unitarismo al federalismo como sistema 
político. Lo importante era que militase por nacionalismo en el partido federal, y comprendiese que la
religión era un arma necesaria para luchar contra la penetración inglesa y que estaba encarnada en el 
pueblo, como también lo estaba el federalismo.
Tampoco Rosas era un asiduo practicante católico, y pocas veces fuera de las festividades oficiales 
concurría a misa y nunca tomaba los sacramentos.   Pero veló por la religión y fomentó su culto 
porque la entendía en un sentido diametralmente opuesto al de Rivadavia.
Que, ese sí, era practicante asiduo, y hasta se daba disciplinazos en la Casa de Ejercicios, sin perjuicio
de combatirla en el quehacer político. Rivadavia tenía un concepto íntimo de la religión, y Rosas lo 
tenía político. Por eso, también, la subordinó a su gobierno y a su obra: defendió el patronato contra 
las pretensiones de Roma, hizo jurar a los obispos defender la "Santa Causa de la federación", veló 
porque la Iglesia militante mantuviese una actitud nacionalista, y llegó a expulsar a los jesuitas, a 
quienes antes había llamado, cuando le pareció que su enseñanza ortodoxamente católica no era tan 
ortodoxamente federal.
Cinco siglos
La lucha por la liberación se hace entre un pueblo nacionalista y una minoría extranjerizada. A veces 
ésta se apoya en factores de poder de mentalidad colonial, como lo fue en 1828 la oficialidad militar, 
que antepuso las conveniencias de su clase y de su partido a los intereses permanentes de la Nación; o 
una jerarquía eclesiástica excesivamente romanista, y por lo tanto suficientemente antinacional, como 
pasaría más tarde. A veces puede ocurrir que domine en el ejército o la Iglesia la mentalidad nacional. 
De cualquier manera el conflicto entre nacionalistas y extranjerizados no es un conflicto de clases 
poseedoras y desposeídas como lo presentan algunos, o mejor dicho no se agota en un conflicto por el 
apoderamiento de la riqueza y su defensa. Hay algo más. Es una guerra entre dos maneras de sentir a 
la "patria", y por eso será tan cruentay moverá rencores tan implacables. La patria es un culto, y 
quienes no lo comparten son tenidos por herejes dignos de la hoguera. La guerra adquiere las 
características de una guerra religiosa.
Se odia lo que no se comprende y los extranjerizados odian la patria de los nacionalistas como éstos la 
de aquellos. Hay sus graduaciones: odian más los débiles, porque odiar es propio de impotentes; los 
fuertes no puede decirse que odian sino que ignoran. El extranjerizado que ignora al pueblo todavía 
está fuerte en su "patria" colonial; cuando empieza a odiarlo es que se sabe débil
Patria-y-religión o Nuevo Orden Mundial.
Como siempre nos vamos a encontrar con una izquierda que por un lado se dice “de avanzada” y por 
el otro lado – en lugar de anticipar el futuro – mira hacia atrás y se queda con conceptos totalmente 
anacrónicos.
No se trata de seguir con el socialismo que anticipaba Marx. No se dio y mucho menos en Inglaterra. 
Tampoco con el concepto de imperialismo que tenía Lenin. Organizaciones como Bilderberg[6] 
dejaron completamente obsoleto ese concepto que las guerras Inter.-imperialistas terminarían con el 
imperialismo. Hoy las grandes burguesías se agrupan en Bilderberg y/o Trilateral Comisión, incluso en
China[7].
Y esta sinarquía avanza hacia el control del mercado mundial y la hegemonía cultural mundial porque 
no puede haber el uno sin el otro. Queda entonces preguntarnos:
¿Que clase de instituciones de consenso necesita el nuevo orden mundial? ¿Qué clase de religiones? 
¿Qué clase de familias? ¿Qué clase de Estado-nación necesita? ¿Qué clase de militares? ¿Necesita 
acaso el Nuevo Orden Mundial a militares dispuestos a combatir por Malvinas y con el auxilio 
espiritual de su Fe religiosa? ¿O necesita más bien “fuerzas de Paz” como los argentinos que van a 
Yugoslavia, Chipre o Haití?
Lo que necesita el Nuevo Orden Mundial es destruir todo aquello que sea Comunitario y reemplazarlo
por lo Societario. Y primero entonces detengámosnos en Ferdinand de Tönnies y sus conceptos de 
Comunidad y Sociedad.
¿Estado o Nación? ¿Comunidad o Sociedad?
Ferdinand de Tönnies como sociólogo se preocupó de estudiar los lazos comunitarios que unen a las 
minorías étnicas, aspecto olvidado por los estudios de cohesión social de índole positivista y marxista. 
Su más importante contribución a la sociología fue su análisis y descripción de dos tipos básicos de 
organización social: la organización social natural (organicismo) de la que hablaba Aristóteles 
partiendo de la sociabilidad del hombre (comunidad); y la organización social artificial (mecanicismo) 
o contractual de la que habló Hobbes (sociedad) partiendo de la insociabilidad del hombre y de la 
necesidad de un acuerdo de paz. Planteamientos que forman el tema central de su vida científica y que
son tratados en su libro "Comunidad y sociedad".
Tönnies llama comunidad al conjunto social orgánico y originario opuesto a la sociedad. Define la 
comunidad (Gemeinschaft) como el tipo de asociación en el cual predomina la voluntad natural. La 
sociedad (Gesellschaft) es, en cambio, aquel tipo de asociación formada y condicionada por la 
voluntad racional.
La comunidad posee una estructura cuya unidad no es el producto de una adición o suma de 
elementos, sino un conjunto que, al surgir espontáneamente, posee todos los caracteres de una 
totalidad orgánica, en tanto que la sociedad es el resultado del predominio de los elementos 
mecánicos, artificiales y racionales que sustituyen las unidades originarias de la familia, de la tribu y 
de la aldea por los conjuntos construidos mediante una reflexión consciente sobre los fines, como la 
gran ciudad o el Estado.
El nacionalismo se basa en el afecto que surge de lo comunitario. Las relaciones comunitarias son de 
ligamen afectivo personal, clánico, familiar, tribal, hasta nacional o nacionalista. También esta 
comunidad tiene un ligamen afectivo religioso - clánico, familiar, tribal – que lo caracterizan. El 
nacionalismo entonces no se basa en el interés sino en el afecto
La sociedad de los liberales surge de intereses materiales que sustituyen los afectos. Las relaciones 
asociativas son instrumentales, racionales, estratégicas, tácticas. En las primeras los hombres se tratan 
los unos a los otros como fines en sí, en las segundas como medios para conseguir ciertos fines. La 
familia es una comunidad mientras que una fábrica es una asociación.
La diferencia entre Comunidad y Sociedad es la misma que existe entre Amor y Egoísmo – valores 
básicos de cada uno. Y por supuesto el Nuevo Orden Mundial no necesita seres humanos que se le 
opongan en defensa de su Comunidad (familia o patria por ej.) sino seres que busquen y se adhieran 
en razón de su interés egoísta.
La nación es un concepto comunitario mientras que el Estado es un concepto social. Ello no significa 
que no sean dos tendencias que coexisten en conflicto permanente, entrecruzándose, mezclándose, 
entrelazándose y generando las realidades sociales. Así, un gobierno (estado, asociación) puede apelar 
a los sentimientos patrióticos (comunitarios) de sus ciudadanos, dándose la manipulación instrumental
y racional de las masas movidas por sentimientos comunitarios. Tönnies plantea la relación entre las 
dos voluntades y las dos tendencias sociales de forma dialéctica y compleja.
El 2 de abril marcó una explosión de los valores comunitarios en medio de una dictadura regida por 
los valores societarios (Martínez de Hoz). Tuvimos así una comunidad de sacrificios comunes entre 
combatientes que no preguntaban al otro si eran oficialistas u opositores.
Entonces el reconocimiento para exiliados como el Dr. Oscar Bidegain demostrando espíritu 
sanmartiniano – como el coronel Martiniano Chilabert – se ofreció a venir para oficiar como 
instructor de tiro[8]. El Dr. Bidegain fue un nacional que se fue muy a la izquierda.   
En la otra punta vimos a la Argentina liberal oponiéndose a los valores “comunitarios” malvineros y 
preguntándose cuanto le costaría a la sociedad esta “aventura irresponsable”. Vemos que 
“desmalvinización” es bombardeo constante a los valores comunitarios argentinos, incluso los 
religiosos.
Perón habló siempre de “comunidad organizada” y nunca de “sociedad organizada” y ahora 
comprendemos mejor el porqué. Vayamos entonces al Proyecto Neo-liberal de Construir el Nuevo 
Orden Mundial.
No tendría sentido hablar de ciudadanos o no-ciudadanos del Nuevo Orden Mundial. De lo que se 
trata es reemplazar a los que tengan valores comunitarios (religión, patria, familia) por consumidores 
de valores societarios, una sociedad basada en el hedonismo e individualismo, de individuos que 
mediante la Educación sean vulnerables a la Propaganda, la gran educadora a corto plazo.
El Comodín del Consenso: La Propaganda organizando el Caos
Debemos hacer un alto en Edward Barnays para ver un mundo manejado por la propaganda de las 
grandes corporaciones – “Consenso a Corto Plazo” que se institucionaliza con el paso del Tiempo - en
realidad un totalitarismo tipo “1984”.
La propaganda que Gramsci llegó a conocer – cuando más – era la elaboración y difusión de consignas
que se lanzaban cuando la revolución rusa y otras luchas de su época. Pero, en paralelo, había surgido 
Edward Louis Bernays, y en plena ciudadela del capitalismo – New York – concibiendo las relaciones 
públicas y las técnicas de propaganda comercial trasladadas a la manipulación política de masas – 
“vender la necesidad de ir a una guerra” en la misma forma en que se vende una marca de jabón – y al
mismo tiempo que llena falencias a Mediano Plazo con Tácticas de Manipulación a Corto Plazo. 
Aunque los “gramscianos clásicos” no lo incluyen, Bernays es mucho más que un “intelectual 
orgánico”, es un “científico orgánico” de la fabricación de consenso.
Edward Louis Bernays (n. 22 noviembre 1891 – Viena, Austria – 9 marzo 1995 - Cambridge – 
Massachussets, EEUU). Publicista, periodista e inventor de la teoría de Relaciones Públicas. De 
nacionalidad austríaca, nacióen el seno de una familia judía, fue sobrino de Sigmund Freud.
Bernays (sobrino de Sigmund Freud) fue el padre de las relaciones públicas, y entendió perfectamente 
la ciencia de manipulación de las masas.  Trabajó para grandes corporaciones, varios presidentes de 
EEUU y hasta el mismo Rockefeller. Su conocimiento fue uno de los más valorados por los grandes 
poderosos del planeta. Incluso trabajando con el mismo Woodrow Wilson manipularon al público 
norteamericano para hacerle creer que debían ir a la Primera Guerra Mundial.
Llegó a EEUU de niño, En 1912, se graduó en agricultura en Cornell, pero su pasión eran las 
comunicaciones, donde se desempeñó en publicidad, periodismo y finalmente en relaciones públicas, 
llegando a ser considerado el “padre” de la profesión, al dar el primer gran paso definiéndola, 
resaltando la necesidad imperiosa de ejercerla, indicar sus funciones y campo de acción, en vista de la 
alta demanda existente en el área comunicacional de las organizaciones, y la creciente necesidad social
por ser escuchados. Edward Bernays, fue pionero mundial de las Relaciones Públicas al ser él quien 
las bautiza y da nombre siendo el primero en publicar un libro sobre la materia en el año 1923 en 
Nueva York, titulado “Cristalizando la opinión pública”. Bernays fue asesor personal en materia de 
Relaciones Públicas de varios Presidentes de Estados Unidos, de la Casablanca y de las empresas 
nacionales e internacionales más importantes del mundo, según el libro “Public Relations, the Edward 
Bernays and The American Scene: a bibliography", de Keith A. Larson,
Nacionalizado norteamericano, con su obra más destacada, Propaganda, contribuyó con la 
manipulación de las masas a través del consumo y la idea de felicidad ficticia y de la fabricación del 
consentimiento. Política que sin lugar a dudas continúa siendo aplicada por gobiernos sutil y 
solapadamente opresores y/o demagogos y aquellos donde las grandes corporaciones necesitan del 
consentimiento de las masas para continuar erigiendo sus imperios y poder seguir manejando los 
títeres que juegan el papel de conductores de un país.
El aporte de Edward Bernays es inestimable para los dueños de ese control. La manipulación del 
inconciente de las masas se ha logrado gracias a los estudios que Bernays, eufemísticamente, llamó 
Relaciones Públicas. Estos estudios fueron realizados con la ayuda de su tío, el psicoanalista Sigmund 
Freud.
Los deseos más recónditos del ser humano podían ser satisfechos si la propaganda los manipulaba e 
incitaba. Así el consumo masivo podía dispararse a alturas insospechadas. Y Bernays lo logró. El 
blanco de esta manipulación sería el Yo. Lo que en otras palabras se describe como la parte 
individualista, egoísta que existe en todo ser humano y que viene aflorando en cada generación que 
recibe estas enseñanzas desde la cuna, facilitando así su aprehensión ante la acción constante de los 
agentes manipuladores. En buena medida a él se le deben las políticas que desde hace décadas viene 
aplicando Estados Unidos en materia de guerras al intentar fabricar el consentimiento y lograr el 
apoyo de las masas en cada uno de sus asaltos genocidas, enmascarándolos de campañas humanitarias 
o de restauración o fortalecimiento de las democracias en el mundo, cuando en realidad solo sirven a 
los intereses de las mismas corporaciones que empujan y azuzan para conseguir sus cometidos 
ulteriores que siempre están íntimamente ligados a intereses económicos, como ser ventas de armas 
que son utilizadas en las contiendas bélicas que ellos mismos azuzaron o la consecución de beneficios 
económicos, como ser el petróleo.
Como ejemplo cabal tenemos a Bush junior, quien inició su campaña para invadir Irak erigiendo la 
bandera de la democracia y defendiendo la integridad cristiana de occidente contra los ‘enemigos de 
turbantes’ que fueron convertidos en verdaderos demonios que ‘atentan’ contra la moral democrática. 
Pronto se sabría la verdad: el petróleo era su meta. Pero una buena parte de este lado del mundo había
dado su consentimiento a la invasión.
Las teorías de Bernays aplicadas desde hace décadas por el sistema capitalista, empezando por 
Estados Unidos y siguiendo por el resto del mundo, son un engranaje fundamental de la maquinaria 
que representa. Las técnicas de Control de masas y la fabricación del consentimiento encontraron en 
el inconsciente humano la solución para perpetuarse: el individualismo. Elemento inherente al ser 
humano por su calidad de ser racional pero principalmente individual, paradójicamente un ser 
pensante por cuenta propia pero fácilmente manipulable.
Gracias a su misántropo aporte (porque una persona que crea este tipo de herramientas no puede 
sentir amor por nada más que por el dinero), su amado billete corre debajo del puente del sistema, al 
que apuntala con mayor facilidad de asimilación por parte de los seres humanos apelando, a través de 
la manipulación psicológica, al individualismo que le es tan propio y hasta ciertamente conciente una 
vez que se manifiesta.
Bernays, además se destaca por ser pionero en las investigaciones situacionales al momento de llevar a 
cabo una acción estratégica, buscando aumentar la competitividad empresarial. Esto se debe al 
conocimiento e interés por estudiar la fuerza de la opinión pública y sus consecuencias.
Es por esto, que en el año 1923 publica el primer libro sobre la profesión, llamado “Crystallizing 
public opinion”, donde habla sobre la fuerza que tiene la opinión pública, y cómo ésta puede influir 
tanto en el éxito, como en el fracaso de ciertas instituciones. Además resalta que es ésta, quien juzga el
actuar de las organizaciones. Esta es la primera vez en la historia que se utiliza el término “asesor de 
relaciones públicas”.
Los aportes realizados por Edward Bernays a la profesión, radican en el entendimiento y la persuasión 
de la opinión pública, además de aclarar que la imagen pública no se gestiona directamente, sino que 
es resultado de las acciones y estrategias realizadas por una organización y de su directa relación con 
en el entorno en el cual se encuentra inserta.
Los aportes de Bernays a las Relaciones Públicas fueron:
Sentó las bases de las Relaciones Públicas como una profesión basada en un cuerpo teórico que él 
mismo definió y estableció, unido a conocimiento científicos que implementó, es decir, la convirtió en 
ciencia. Posteriormente otros autores lo han recogido así. Fue pionero, no solo en la práctica sino en la
teoría y ciencia de las Relaciones Públicas, y trabajó con gran esfuerzo y dedicación para conseguir 
que se respetasen e implantasen sus principios, métodos y éticas profesionales, a través de sus 
conferencias, libros, artículos y otros.
Integró la práctica de las Relaciones Públicas a la empresa moderna y a las organizaciones. Con las 
teorías, métodos y la aplicación de las ciencias sociales, antropológicas, económicas, políticas, 
informativas, y de los estudios de la conducta del individuo y sociedad ante ciertos impactos, 
beneficiándose siempre a la empresa y a sus públicos.
Fue uno de los primeros en reconocer la contribución que las mujeres podían hacer a las Relaciones 
Públicas y en unos momentos en los que se gestaban los primeros movimientos feministas y no todos 
se atrevían a potenciar a la mujer, es más, existían detractores acérrimos a estas ideas.
Su amplia contribución bibliográfica con sus más de veinte libros en materia de Relaciones Públicas y 
sus sesenta y ocho contribuciones a otros tantos libros, según referencias del profesor Keith A. Larson 
en el libro "Public Relations, the Edward L. Bernays and the American Scene a Bibliography". Con la 
creación de esta profesión cientos de Universidades en todo el mundo se dispusieron a difundir sus 
aportes, incluso países como la Federación Rusa y China, lo que refuerza la investigación de que las 
Relaciones Públicas no son solo sinónimo de países capitalistas.
Actualmente la profesión de Relaciones Públicas, sepueden considerar una gran industria, ya que 
mueve miles de millones de euros en todo el mundo y genera millones de puestos de trabajo.
Dada la intermediación de la profesión de Relaciones Públicas internacionales que creara Bernays, se 
ha firmado la paz en numerosos conflictos bélicos entre países como por ejemplo: La Conferencia de 
paz en París, a la que le siguió la firma del Tratado de Paz de la I Guerra Mundial, en la que intervino 
el propio Bernays.
El actual Presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, en el año 2008, estudió los aportes de 
Bernays, entre otros, la coincidencia del interés público con el privado, así como la influencia de los 
líderes para que arrastraran a la masa. Consiguiendo el resultado de ganar las elecciones.
libro del propio Bernays:
La manipulación consciente e inteligente de los hábitos organizados y opiniones de las masas es un 
elemento importante en sociedad democrática. Aquéllos que manipulan este mecanismo inadvertido 
de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder gobernante de nuestro país.
Nosotros somos gobernados, nuestras mentes amoldadas, nuestros sabores formados, nuestras ideas 
sugeridas, mayormente por hombres de los cuales nosotros nunca hemos oído.
Éste es un resultado lógico de la manera en la que nuestra sociedad democrática está organizada. 
Inmensos números de seres humanos deben cooperar de esta manera si ellos van a vivir juntos como 
una sociedad funcionando lisa. Nuestros gobernadores invisibles son, en muchos casos, no-conscientes
de la identidad de sus miembros socios en el gabinete interno.
Ellos nos gobiernan por sus calidades de liderazgo natural, su capacidad de proporcionar las ideas 
necesitadas y por su posición importante en la estructura social. Cualquier actitud que uno escoge 
tomar hacia esta condición, sigue siendo un hecho que en casi cada acto de nuestras vidas diarias, si en
la esfera de política o negocios, en nuestra conducta social o nuestro pensamiento ético, que nosotros 
somos dominados por un número relativamente pequeño de personas, un fragmento fútil de nuestros 
ciento veinte millones que entiende los procesos mentales y los modelos sociales de las masas.
Son ellos quienes tiran los cordones que controlan a la mente pública que son arnés de las viejas 
fuerzas sociales e idea nuevas maneras para unir y guiar el mundo. Normalmente no se comprende 
cómo de necesarios son éstos gobernadores al funcionar ordenado nuestra vida de grupo.
En teoría, cada ciudadano puede votar por quien a él le agrada. Nuestra Constitución encara los 
partidos políticos como parte del mecanismo de gobierno, y sus forjadores parecen no haberse 
imaginado ellos la existencia en nuestra política nacional de algo como la máquina política moderna.  
Pero los votantes americanos pronto encuentran que sin la organización y dirección sus votos 
individuales, lanzados, quizás, por docenas o centenares de candidatos, producirían nada más que 
confusión.
El gobierno invisible en la forma de partidos políticos rudimentarios, se levantó casi en una noche. 
Desde entonces nosotros hemos estado de acuerdo, por causa de la simplicidad y viabilidad que las 
máquinas de partido que deben estrechar el campo de opción a dos candidatos, o a lo sumo tres o 
cuatro. En teoría, cada ciudadano toma una determinación sobre las cuestiones públicas y materias de 
conducta privada. En la práctica, si todos los hombres tuvieran que estudiar por ellos los datos 
abstrusos económicos, políticos, y éticos involucrados en cada cuestión, ellos encontrarían imposible 
llegar a una conclusión sobre algo.
Nosotros hemos estado de acuerdo voluntariamente en permitir que un gobierno invisible mueva los 
datos y altas-decisiones de problemas así nuestro campo de opción se estrecha a las proporciones 
prácticas.
De ahí que nuestros líderes y medios de comunicación usan esto para alcanzar al público, nosotros 
aceptamos la evidencia y la demarcación de los problemas que llevan cuestiones públicas; de algún 
maestro ético, sea él ministro, ensayista favorito, o meramente prevaleciendo opinión, nosotros 
aceptamos un código regularizado de conducta social a la que nosotros nos conformamos en la 
mayoría del tiempo.
En teoría, todos compramos los artículos más buenos y más baratos ofrecidos en el mercado. En la 
práctica, si cada uno pasara preciando, y probando químicamente antes de comprar, las docenas de 
jabones o tejidos o marcas de pan que están a la venta, la vida económica se bloquearía 
desesperadamente. Para evitar tal confusión, la sociedad consiente tener su opción limitada a las ideas 
y objetos traídos a su atención a través de la propaganda de todas clases.
Allí esta por consiguiente un inmenso y continuo esfuerzo que marcha a capturar a nuestras mentes en
el interés de alguna política o artículo o idea. Podría ser mejor tener, en lugar de la propaganda y 
suplica especial, comités de hombres sabios que escogerían a nuestros gobernantes, dictan nuestra 
conducta, privada y pública, y eligen los tipos más buenos de ropa para que nosotros llevemos y los 
tipos más buenos de comida para nosotros comamos.
Pero nosotros hemos escogido el método opuesto de competencia abierta. Nosotros debemos 
encontrar una manera de hacer funcionar la libre competencia con razonable suavidad. Para lograr 
esto, la sociedad ha consentido permitir organizar la libre competencia por liderazgo y propaganda.
Algunos de los fenómenos de este proceso son criticados - la manipulación de noticias, la inflación de 
la personalidad, y el inflar general que se lleva a los políticos y productos comerciales e ideas sociales 
a la conciencia de las masas. Los instrumentos por los que la opinión pública está organizada y 
enfocada pueden mal emplearse.
Pero tal organización y enfoque son necesarios a la vida ordenada. Cuando la civilización se ha vuelto 
más compleja, y como ha sido demostrado que se incremente la necesidad por el gobierno invisible, 
han sido inventado y se han desarrollado los medios técnicos por lo cual la opinión puede 
regimentarse.
Con la prensa impresa y el periódico, el ferrocarril, el teléfono,  telégrafo, radio y aviones, 
rápidamente pueden extenderse las ideas y al instante - de nuevo sobre toda América. HG Wells sintió
las inmensas potencialidades de estas invenciones cuando él escribe en los New York Times:
"Los medios modernos de comunicación poder permitidos por impresión, teléfono, inalámbrico y así, 
de poner rápidamente a través de una directiva estratégico o tecnología - las concepciones de un gran 
número de centros cooperando, para conseguir respuestas rápidas y discusiones eficaces – han abierto 
un nuevo mundo de procesos políticos. 
Ahora pueden serles dadas a ideas y frases una efectividad mayor que la efectividad de cualquier 
personalidad y mucho más fuerte que cualquier interés particular. El plan común puede documentarse 
y sostenerse contra la perversión y traición. Puede elaborarse y puede desarrollarse firme y 
ampliamente sin equivocación personal, local o particular."
Lo qué Mr. Wells dice de procesos políticos y comerciales y sociales es igualmente verdad y todas las 
manifestaciones de actividad en masa. Las agrupaciones y afiliaciones de la sociedad de hoy no están 
más sujetas a las limitaciones "locales y particulares".
Cuando fue adoptada la constitución, la unidad de organización era la comunidad de la aldea que 
producía la mayor parte de sus propios artículos necesarios y generaba su grupo de ideas y opiniones 
por contacto y discusión personal directamente entre sus ciudadanos. Pero hoy, porque las ideas 
pueden ser transmitidas instantáneamente a cualquier distancia y a cualquier número de las personas, 
esta integración geográfica ha sido complementada por muchos otros tipos de agrupación, así puedan 
asociarse personas que tienen las mismas ideas y intereses y regimentadas por acción común aunque 
ellos vivan apartadas a miles de millas.
Hasta aquí - parte - del escrito de EdwardBarneys. Esto va más allá de vender jabón o gaseosa: 
también nos “venden” presidentes y las políticos que vienen con ellos. Y cuando la campaña electoral 
tiene éxito, nos dicen que eso es “democracia” porque un presidente-producto “penetró mejor en el 
Mercado”, es decir conquistó más votantes-consumidores que los otros rivales.
Se trata de hacer creer que cuando decimos “mis ideas”  en realidad podemos estar repitiendo ideas 
ajenas que un grupo selecto de muy pocos publicistas nos ha metido en el cerebro y además nos 
convenció que son “nuestras” ideas.
Quizás discutir política sobre estas bases sea tan ridículo como ver a consumidores de Pepsi o Coca 
Cola peleando entre sí por ver cual de las gaseosas es mejor.
[1] http://www.mov-condor.com.ar/art-selecc/ideologiaeeuu.htm
[2] http://www.abelardoramos.com.ar/_doc/doc038.php
[3] http://www.youtube.com/watch?v=VsVy8b5k-Cs&feature=related (segundo 18)
[4] http://www.youtube.com/watch?v=plt_8BKX0Vw&NR=1 minuto 2, segundo 9, ‘2 ‘’9
[5] José María Rosa - (Rosa, J. M. 1986. Rivadavia y el imperialismo financiero. A. Peña Lillo editor 
s.r.l. Buenos Aires)
[6] Reconocida por Fidel Castro.
[7] http://www.trilateral.org/download/file/TC%20list%2011-10.pdf
[8] Fue campeón nacional y sudamericano en los años ’20.
	Edgar Schmid y Vcom (R) (VGM) Horacio Ricciardelli
	Guerra Cultural en Argentina – Parte II

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