Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS CRECIMIENTO DE DOS VARIEDADES DE PITAHAYA (Selenicereus megalanthus) (Hylocereus monacanthus) CON APLICACIONES DE NITRÓGENO Y FÓSFORO TESIS QUE PRESENTA JAIME ALDAIR CERDA BUSTOS COMO REQUISITO PARCIAL PARA OBTENER EL TÍTULO DE INGENIERO AGRÓNOMO HORTICULTOR DIRECTORA DE TESIS DRA. MARICELA APÁEZ BARRIOS APATZINGÁN, MICHOACÁN, MÉXICO, JULIO DEL 2023 DOCTORA EN CIENCIAS AGRÍCOLAS ii AGRADECIMIENTOS ➢ Quiero agradecer primero a Dios por que nos dio el don de la perseverancia para alcanzar nuestra meta. Quiero agradecer a mis padres y mi hermana por haberme dado su apoyo incondicional durante todos estos años y por ser esa razón el más grande aliciente para el cumplimento de mis objetivos que significa alegría y orgullo para mí y también para ellos. ➢ A la Universidad que nos abrió sus puertas para ser mejores personas y buenos profesionales. Por permitirme tener tan buena experiencia dentro de mi Universidad, gracias por convertirme en ser un profesionista en lo que tanto me apasiona, gracias a cada maestro, en especial a mi asesora de tesis la Dra. Maricela Apáez Barrios por su gran apoyo en mi proceso estudiantil en la Facultad y algunos otros catedráticos que con el paso de los años se convirtieron en nuestro ejemplo a seguir, que hicieron parte de este proceso integral de formación, que deja como producto terminado este grupo de graduados, y como recuerdo y prueba viviente en la historia; esta tesis, que perdurará dentro de los conocimientos y desarrollo de las demás generaciones que están por llegar. ➢ A mis compañeros, ya que con ellos vivimos los buenos y malos momentos que solo se viven en la Universidad y que con algunos más que compañeros fuimos verdaderos amigos. ➢ Finalmente agradezco a quien lee este apartado y más de mi tesis, por permitir leer mis experiencias, investigaciones y conocimientos, incurrir dentro de su repertorio de información mental. iii DEDICATORIAS La presente Tesis está dedicada a Dios por haberme otorgado una familia maravillosa, quienes han creído en mí siempre, dando un ejemplo a seguir de superación, humildad y sacrificio; enseñándome a valorar lo que tengo, ya que gracias a ellos he logrado concluir con mi carrera, en especial a mis padres Ma. Irma Bustos Bustos y Jaime Cerda Rodríguez; darle las gracias ellos que siempre estuvieron a mi lado en las buenas y malas. Por brindarme su apoyo y sus consejos para hacer de mí una mejor persona. A mi hermana María Guadalupe Cerda Bustos por su gran apoyo y tiempo de dedicación hacia mí. A todos ellos les dedico el presente trabajo, porque han fomentado en mí, el deseo de superación y de triunfo en la vida. También cuento profesionalmente con el apoyo de las personas que me ayudaron a la consecución de este logro, a mis compañeros y todas aquellas personas que de una u otra manera contribuyeron para el logro de mis objetivos. iv RESUMEN La pitahaya reúne características adecuadas para la agricultura debido a que la planta puede ser aprovechada integralmente y cultivarse con éxito en zonas donde las condiciones climáticas y edáficas no son adecuadas para cultivos más exigentes. El fruto de pitahaya, considerado como exótico, tiene aceptación en el mercado con precios altos, tanto en el país como a nivel internacional. La pitahaya puede representar un sustento económico. El manejo agronómico de la pitahaya permite potenciar su rendimiento. Así, el uso de nutrientes como el nitrógeno y fósforo (N y P) contribuyen al desarrollo de la planta. El objetivo fue evaluar el efecto de diferentes dosis de N y P en las siguientes variables: altura, diámetro del tallo, longitud, diámetro de brotes y acumulación de calor en dos variables de pitahaya. Se utilizaron dos variedades: Selenicereus megalanthus (Lem.) Britton & Rose, Hylocereus monacanthus (Salm) Britton & Rose y tres dosis de N y P (0, 75 y 150 kg ha-1), generando así, seis tratamientos. Las variables se analizaron con SAS al 0.05 de probabilidad. La temperatura mínima y máxima promedio fue de 19 y 37 °C y la acumulación de calor de 1912 UC. Las variedades Selenicereus megalanthus y Hylocereus monacanthus responden positivamente a la aplicación de dosis alta de N y P, 150,150 kg ha-1, donde se presentaron los valores más altos para la variable altura de la planta, diámetro del tallo y longitud del brote. Mientras que los valores más bajos se encontraron donde no se aplicaron estos nutrientes. Con lo cual la aplicación de estos nutrientes como parte del manejo del cultivo resulta ser recomendada para favorecer el desarrollo de la planta. Palabras clave: altura de planta, brotes, diámetro del tallo, fertilizantes, sustrato. v ABSTRACT Pitahaya has characteristics suitable for agriculture because the plant can be fully exploited and successfully cultivated in areas where climatic and edaphic conditions are not suitable for more demanding crops. The pitahaya fruit, considered as exotic, is accepted in the market with high prices both in the country and internationally. Pitahaya can represent an economic livelihood. The agronomic management of pitahaya can enhance its yield. Thus, the use of nutrients such as nitrogen and phosphorus (N and P) contribute to plant development. The objective was to evaluate the effect of different doses of N and P on response variables such as height, stem diameter, length, shoot diameter and heat accumulation in two pitahaya variables. Two varieties were used: Selenicereus megalanthus (Lem.) Britton & Rose, Hylocereus monacanthus (Salm) Britton & Rose and three doses of N and P (0, 75 and 150 kg ha-1), generating six treatments. The variables were analyzed with SAS at 0.05 probability. The average minimum and maximum temperature was 19 and 37 °C and the heat accumulation was 1912 UC. The varieties Selenicereus megalanthus and Hylocereus monacanthus respond positively to the application of high doses of N and P, 150,150 kg ha-1, where the highest values were presented for the variable plant height, stem diameter and shoot length. While the lowest values were found where these nutrients were not applied. Thus, the application of these nutrients as part of crop management is recommended to favor plant development. Key words: height plant, shoots, diameter stem, fertilization, substrate. vi CONTENIDO Pág. RESUMEN ………………………………………………………………………….. iv ABSTRACT…………………………………………………….…………………… v CONTENIDO………….…………………………………………….………………. vi ÍNDICE DE CUADROS…..……………………………………………..………….. ix ÍNDICE DE FIGURAS……..……………………………………….…….……….... x INTRODUCCIÓN……………..…………………………………………………….. 1 Objetivo general………….……………………….……..…………….……………. 3 Objetivos específicos…………………………….……………..………………….. 3 Hipótesis………………………………….……….……………..………………….. 3 REVISIÓN DE LITERATURA……………………………..………………………. 4 Origen……...…………………………...…………………….……...……………… 4 Importancia……....…………………………...…………………………................. 5 Taxonomía…………...……………………………………………………………… 6 Usos de la pitahaya………………....…………………………...…………………. 6 Estructura morfológica de la pitahaya …..……..…………………………………. 7 Raíz………......…………………………...…………………………............ 7 Tallo………...………………………...………………………...................... 8 Flor………………………….……...……….………………......................... 8 Fruto………………………………………….………………………............ 9 Semilla ………………………………………..………………………………. 9 Fenología…...……………………………………………………………………….. 10 Variedades de pitahaya…………………………………………………………….. 10 Variedad lisa ...………………………..………….……..…………………… 10 Variedadorejona…………………………………………………………….. 11 Variedad cebra ...……………………….…….…………………………...... 11 Ciclos de floración y fructificación.…………..…………..………………………... 11 Requerimientos climáticos…………………………………………………………. 12 Altitud..……………………………………………………………………….. 13 Fotoperíodo ………………………………………………………………..... 13 Radiación ……………………………………….………………………….... 13 Temperatura ……………………………………………………………….... 13 Precipitación ………………………………………………………………… 14 Humedad relativa……………………………………………………………. 14 vii Requerimientos edáficos………………….………………………………............. 14 Profundidad de suelo ……………………………………………………..… 14 Textura …………………………………..….…………………………......... 14 Drenaje………….……………………………………………………………. 14 pH ……….……………………………………………………………………. 15 Salinidad/sodicidad …………………………………….…………………… 15 Fertilidad y química del suelo …….………………………………………... 15 Manejo agronómico……...……………...…………………………...…………...... 15 Preparación de suelo………………………………………………………... 15 Plantación……………………… .……………………………..……………. 16 Tutorado…..……..….…………………………………….……...………….. 16 Podas ………………………………………………………………………………... 18 Poda de formación ………………………………………………………….. 18 Poda de limpieza ……………………………………….…………………… 18 Poda de producción ………………………………………..……………..... 18 Fertilización …………………………………..…………………………………….. 19 Fertilización foliar……………………………………………………………. 19 Fertilización edáfica…………………………………………………………. 19 Polinización ………….……………………………………………………….…….. 19 Insectos plaga………...…………………………………………………………….. 20 Chinche patón (Leptoglossus zonatus) …………………………………… 20 Mosca del botón floral (Dasiops saltans)………………………………...... 20 Hormiga (Atta cephalotes)………………………..………………………… 21 Picudo negro (Metamasius sp.) ……………………………………........... 21 Barrenador del tallo (Maracayia chlorisalis)…………………….………… 21 Enfermedades……………………….…………………………...……………........ 22 Pudrición del tallo (Erwinia carotovora)………….……………….............. 22 Ojo de pescado (Dothiorella sp.) .……………...………………………….. 22 Antracnosis (Colletotrichum sp.) …...…………..…………………………. 22 MATERIALES Y MÉTODOS……...……………...………………………............. 24 Descripción del área de estudio…………………………………………………… Localización del sitio experimental……...…………...……………….…… 24 24 Metodología ……...………………………….……………………………………... 25 Variedades de pitahaya utilizadas….……………………………..…......... 25 Acondicionamiento del área experimental.…….…………………………. 26 Propagación de esquejes ……………...…………………………….......... 26 Control de malezas………………..……………………….……..……….… 27 Riego……………………………………………….………………………… 27 Fertilización experimental…...……….………………………….……........ 28 viii Variables de respuesta……………………………………………………… 29 Cálculo de unidades calor…………………………………………………... 32 Análisis estadístico………………………………………………………….. 33 RESULTADOS Y DISCUSIÓN…………………………………………............... 34 Condiciones ambientales………………………………………………………….. 34 Altura de la planta…………………………………………………………………... 34 Diámetro del tallo……………………………………………………………………. 35 Longitud y diámetro de brotes……………………………………………………... 36 CONCLUSIONES……………………………...………….……………………….. 38 LITERATURA CITADA…………………………..………….…………………….. 39 ix ÍNDICE DE CUADROS Cuadro No. Pág. 2.1 Variedades de pitahaya y sus diferentes ciclos de floración maduración y cosecha …………………………..….…………. 12 3.1 Factores y tratamientos de estudio…..…………….…………. 26 x ÍNDICE DE FIGURAS Figura No. Pág. 3.1 Ubicación de sitio experimental ……..…………………..………...…… 24 3.2 Total de tratamientos evaluados junto con sus repeticiones .…..…… 25 3.3 Propagación de esquejes y establecimiento del experimento completo………………………………………………………………….. 27 3.4 Aplicación de riegos de acuerdo a las necesidades del cultivo.…………………………………………………………………….. 28 3.5 Fertilización experimental …..…………………………..……………… 29 3.6 Toma de lecturas de la variable altura de la planta …….……….……. 30 3.7 Toma de lecturas de la variable longitud del tallo …….….……..….…. 31 3.8 Toma de lecturas de la variable diámetro del tallo …….……………… 32 4.1 Altura de la planta de esquejes de pitahaya en función de la variedad y aplicación de N y P. SM=Selenicereus megalanthus, HM= Hylocereus monacanthus………………...……….…………….……… 35 4.2 Diámetro de la planta de pitahaya en función de la variedad y aplicación de N y P. SM=Selenicereus megalanthus, HM= Hylocereus monacanthus ……………………………………….……… 36 4.3 Longitud y diámetro de brotes nuevos de esquejes de pitahaya en función de la variedad y aplicación de N y P. SM=Selenicereus megalanthus, HM= Hylocereus monacanthus…………..…….……… 37 1 INTRODUCCIÓN La pitahaya Hylocereus undatus (Haworth) Britton & Rose es el cactus trepador más distribuido a nivel mundial (Nerd et al., 2002). De manera general, Hylocereus undatus es nativa de las regiones tropicales de América Central (Esquivel, 2004). Algunas especies dentro del género de Hylocereus han alcanzado importancia económica a nivel mundial. H. griseus (con cáscara roja y pulpa blanca) ha sido ampliamente cultivada (Ochoa y Guerrero, 2012). Según Tze et al. (2012) la pitahaya es una fuente de nutrientes y contiene alto contenido de betacianinas, que le otorgan un intenso color en la piel y pulpa, los mismos que pueden ir desde tonos rojos a purpura. Con relación a la composición química, el mesocarpio se ha descrito que contiene entre 82 al 88 % de agua, con un contenido de sólidos solubles totales de 7 a 11 % (Vaillant et al., 2005). El cultivo de pitahaya es apreciado en el mercado nacional e internacional (García y Quirós, 2010), por su importancia alimenticia y sus propiedades nutraceúticas (Ortiz y Carillo, 2012). En México los principales estados productores son: Quintana Roo (4,409 t), Yucatán (4,002 t), Puebla (407 t) y Tabasco (124 t) con rendimiento medio 6.4 t ha-1 (SIAP, 2021). El fruto de pitahaya está compuesto entre el 85 al 87 % de agua, del 10 y el 19 % de azúcar. Además, de ser muy apreciada por la capacidad antioxidante de las semillas por a su alto contenido de ácidos grasos naturales, así como ácido linoleico 64.5%, ácido oleico 13.9 % y ácido palmítico 14.4 % (Chemah et al., 2010), de los cuales el ácido linoléico es el más importante al funcionar en el organismo como regulador de colesterol (Omidizadeh et al., 2011). Michoacán no figura dentro de los principales estados productores, sin embargo el estado y específicamente en el valle de Apatzingán la pitahaya es una especie que puede ser cultivada como alternativa rentable para diversificar o sustituir a los cultivos que actualmente se producen en la zona y que recientemente han presentado problemas de plagas y enfermedades principalmente, además de que con el paso de tiempo han tenido que ser sustituidos por algunos otros que se adapten a las condiciones de temperatura alta. 2 La pitahaya se reproduce de la forma sexual y asexual; la propagación vegetativa o asexual se utiliza para producir una planta que posea exactamente las mismas características que la planta madre (Ríos, 1998). La propagación por esquejes sigue siendo una alternativa técnica y económicamente razonable. La siembra de trasplante para ambos cultivos es de mayor beneficio debido a que se selecciona la mejor estructura vegetal, así como las más fuertes y sanas (Gonzales y Alvarado, 2004). La necesidad de propagar rápidamente la pitahaya, requiere de sustratos que garanticen rapidezen el enraizamiento y crecimiento del material vegetativo. Se hace necesaria la búsqueda de alternativas que sean de fácil obtención en las diferentes regiones, que permitan ahorrar la mayor cantidad posible de suelo en el vivero, además que éstos no implican un aumento en el costo de producción y que permitan al productor una mayor seguridad en cuanto al tiempo de enraizamiento y desarrollo de los brotes. Por otra parte, el crecimiento y desarrollo de las plantas está en función de los factores ambientales, principalmente las temperaturas. Por lo que, es importante comprender su influencia sobre el desarrollo de la planta, para conocer la acumulación de calor durante el ciclo del cultivo (Salazar et al., 2013). El tiempo térmico combina el tiempo cronológico con la temperatura y se utiliza para predecir la fenología de los cultivos y se expresa con diferentes términos, entre ellos, las unidades calor (Miller et al., 2002). Además, la temperatura es el factor climático que determina en mayor medida el desarrollo del cultivo y unidades calor que son utilizadas para estimar las etapas de desarrollo de las plantas (Qadir et al., 2007). De acuerdo con Nerd et al. (2002), la temperatura es el factor ambiental que puede tener influencia directa sobre la floración de H. undatus. Por otra parte, la precipitación acumulada durante el desarrollo del cultivo también tiene un efecto directo sobre la planta, ya que la deficiencia de agua o estrés hídrico limita el crecimiento y desarrollo del cultivo (Nobel y De la Barrera, 2002). En México se han presentado diversos problemas relacionados con el cambio climático, principalmente de incremento en las concentraciones atmosféricas de CO2 y aumento en las temperaturas de entre 2 y 4 ºC en todo el país. Por otra parte, existen 3 problemas de sequía, erosión y mal manejo de recursos hídricos. Lo señalado anteriormente repercute directamente en el sector agrícola en México, donde cada día la demanda de alimentos es creciente. Sin embargo, la producción de los cultivos puede ser limitada por los cambios en la disponibilidad del agua y los factores climáticos (Magaña y Conde, 2000). Por lo antes mencionado el cultivo de pitahaya puede adaptarse a las condiciones climáticas que se presentan actualmente (Castillo, 2005). Objetivo general Determinar cuál de las dos variedades estudiadas y que niveles de fertilización con N y P son los que generan mejor adaptación a las condiciones de la zona de tierra caliente de Michoacán. Objetivos específicos Evaluar la influencia de la aplicación de diferentes dosis de N y P en dos variedades de pitahaya y su relación con las variables altura de la planta, número de brotes, longitud de brotes, diámetro de brotes. Determinar la acumulación de unidades calor durante el tiempo que dure el trabajo de investigación de dos variedades de pitahaya y dosis de N y P en Apatzingán, Michoacán, México. Hipótesis La fertilización con macronutrimentos que son Nitrógeno y Fósforo en dos variedades de pitahaya (Selenicereus megalanthus) (Hylocereus monacanthus) genera mayor altura de la planta, diámetro del tallo, número de brotes, longitud de brote y diámetro de brotes en la zona del valle de Apatzingán Michoacán. 4 REVISIÓN DE LITERATURA Origen La pitahaya (Hylocereus spp.) es originaria de México y cultivada en algunos países tropicales y subtropicales, como Taiwán, el sur de China, Israel, Tailandia, Australia, Estados Unidos de América y Malasia. Las cactáceas son un grupo natural que evolucionó en los últimos 80 millones de años, a partir de formas no suculentas, algunas hipótesis indican que este tipo de plantas se originaron en la zona tropical seca de Sudamérica, otras mencionan que México es el centro de origen (Arias, 1997). Este fruto fue domesticado originalmente por las culturas pre-colombianas, quienes lo recolectaban silvestremente para su alimentación y medicina, pero aún era desconocido para muchos. Fue hasta mediados de la década de 1990 que ésta súper fruta tomo realce. Actualmente la pitahaya, es ahora un fruto exótico muy conocido, atractivo por su forma y color, además por sus novedosas propiedades nutricionales que capta la atención del sector alimentario y comercial. Adicionalmente es una planta ornamental de floración nocturna y como cultivo de frutas. Su nombre significa "fruta escamosa" y se refiere tanto a la planta de pitahaya como a su fruto. La pitahaya es nativa de América Central y del Sur y se cultivan comercialmente en una amplia gama de países más, sin embargo, el centro de origen primario de las cactáceas es el continente americano, siendo las regiones áridas y semiáridas las de mayor número de especies en nuestro país, la porción sureste del desierto Chihuahuense, y la zona árida Querétaro-Hidalguense, la diversidad de especies es sobresaliente, fuera de estas regiones su diversidad disminuye drásticamente. En América existen algunas otras regiones relativamente ricas en especies de cactáceas, como el suroeste de los Estados Unidos de América, el noreste de Brasil y la porción norte de Argentina junto con algunas regiones de Bolivia y Perú (Bravo y Scheinvar, 1995). 5 Importancia La pitahaya es la fruta exótica más exportada del mundo y la mejor la produce Ecuador, el producto ha ganado espacio mundial, no solo por su sabor insuperable hasta ahora, sino también por su acción laxante y vitamínico (Lizarzaburo, 2020). La pitahaya calificada como fruto exótico por su color y sabor, contiene vitamina C, que ayuda en la formación de huesos, dientes y glóbulos rojos, pues favorece la absorción del hierro de los alimentos, la resistencia a las infecciones y tiene acción antioxidante. La familia de las cactáceas está representada en México por 67 géneros y cerca de 925 especies y es un grupo conspicuo de la flora nativa de nuestro país especies reconocidas; del total de géneros que existen en nuestro país, 15 están estrictamente restringidos a sus límites territoriales y 20 más son casi endémicos. Así mismo, en esta familia se encuentran plantas cuyo valor evolutivo, ecológico, histórico-cultural y económico es incuestionable (Bravo, 1997). Los frutos, néctar y polen son básicos para la permanencia de otras especies que son parte fundamental de muy complejos ensambles biológicos; algunas especies son altamente aprovechables (Villavicencio, 2002). En la familia Cactaceae existen alrededor de 35 especies que tienen potencial como cultivo para la obtención de frutos, vegetales o forraje como en el caso de Hylocereus spp (Nerd y Mizrahi, 1997). La existencia de una amplia diversidad de pitahayas, le confiere un alto potencial al cultivo de esta planta, debido a la variabilidad genética, que posibilita ofertar frutas con distintas características o bien obtener variedades con cualidades definidas por los consumidores o requeridas en los procesos de industrialización (Santacruz et al., 2009). La demanda de las pitahayas es importante y creciente en los mercados regionales de las zonas en que se producen y su aceptación es cada vez mayor en el mercado internacional, en donde ya son reconocidas como una exquisita y exótica fruta tropical (ASERCA, 2000; Santacruz et al., 2009). Las distintas partes de las pitahayas (plantas, tallos, flores, frutos, cáscara) y las variadas formas de uso (alimenticio, ornamental, medicinal), así como la posibilidad de ampliarlas mediante procedimientos de industrialización, permitiría ofertar mayor 6 cantidad de productos, tener disponibilidad de algunos de ellos durante todo el año, mantener en operación permanente los establecimientos agroindustriales y las empresas exportadoras y agregarle mayor valor al producto agrícola, todo lo cual debería redundar en mayores beneficios para los productores y las zonas de cultivo(ASERCA, 2000). Taxonomía Becerra (1992), ubica a la pitahaya taxonómicamente de la siguiente manera: Nombre Científico: Hylocereus spp. Reino: Plantae División: Magnoliophyta Clase: Magnoliopsida Orden: Caryophyllales Familia: Cactaceae Subfamilia: Cactoideae Tribu: Hylocereeae Género: Hylocereus Hábitat: Son nativos de Centroamérica, Caribe y Sudamérica Usos de la pitahaya La pitahaya es una fruta que tiene varios usos entre ellos tenemos: ➢ Desde el punto de vista medicinal, la pitahaya se utiliza como laxante natural, tiene acción vermífuga, funciona como tónico cardíaco y nervioso, ayuda al buen funcionamiento del estómago y los intestinos. La savia disuelta en agua caliente alivia el cansancio de los pies. 7 ➢ Para la industria del jugo concentrado de los tallos se puede extraer jabón; el colorante rojo de los frutos es empleado en la elaboración de helados, sorbetes, repostería. ➢ En la industria textil en el teñido de telas. ➢ Para la industria farmacéutica es el alto concentrado de antocianina que posee. La fruta. Recientes estudios han demostrado que esta sustancia es un antioxidante natural cotizándose en el mercado de Estados Unidos (Miami) en U.S. $ 1,000.00 el kilogramo de antocianina. ➢ La fruta para el consumo alimenticio se prepara como dulce, jalea, cóctel, cerveza, vino, helados, raspados, yogures, ensaladas de pulpa congelada, gelatinas, licores, vinagres, etc. ➢ La cáscara se usa como forraje para el ganado. ➢ La planta entera se usa como cerca viva en corrales y huertas pequeñas. Estructura morfológica de la pitahaya Raíz Lezama et al. (2005). Indican que la planta de pitahaya posee dos tipos de raíz, las primarias forman mantos de raicillas que se incrustan en el suelo y las secundarias se exhiben fuera éste, pero no sus puntas. Las raíces primarias crecen siguiendo el nivel del suelo, a profundidades entre 5 y 25 cm, con un área de expansión de aproximadamente 30 cm de diámetro. Esta información debe tomarse en cuenta al planear las labores de aporques, fertilización y control de arvenses. 8 Tallo López y Guido (2002). Indican que los tallos son suculentos, de epidermis o superficie exterior gruesa, característica que permite que se desarrollen bien en zonas de baja precipitación. El cierre de estomas, la presencia de mucílago y otras sustancias en los tallos, regulan la pérdida excesiva de agua en la época seca, así como en las horas más calientes del día. Los tallos, llamados vainas, tienen hábitos trepadores y se ramifican en varios segmentos que pueden llegar a crecer hasta dos metros de largo en algunos clones. Los tallos presentan aristas las cuales son llamadas costillas, así como espinas, que dependiendo de la cantidad y forma de inserción de las mismas sirven para identificar los clones. Flor La flor de la pitahaya es tubular, perfecta, blanca o de color rosado mide unos 20 cm de largo, abre una sola vez en las horas de la noche y su aroma atrae muchos insectos. Se autofecunda, pero también puede cruzarse (Becerra, 1992). Las flores de la pitahaya son muy vistosas, tienen forma de trompeta y pueden ser blancas, amarillas o rosadas. Nacen en las axilas de las espinas y en las partes de los tallos más expuestos a la luz solar. La primera floración de la pitahaya normalmente se produce con las primeras lluvias del invierno, en abril o mayo. Las flores al inicio están en posición erecta y cuando se abren se orientan buscando la luz de la luna o del sol, en las primeras horas de la mañana. Se abren una sola vez durante la noche y después de ser polinizadas, toman posición colgante. La floración está relacionada con el manejo de la humedad, luz, temperatura y fertilización. Cuando estos factores coinciden favorablemente se da una buena floración. Por otra parte, si la fertilización no es suficiente o las ramas no están bien desarrolladas, puede suceder que se dé una floración abundante, aunque también se pierden muchas flores. 9 Fruto Es una baya de forma ovoide, redondeada o alargada, de 10-12 cm de diámetro; la corteza tiene brácteas escamosas de consistencia carnosa y cerosa; presenta abundantes semillas pequeñas (1 mm) brillantes, distribuidas en toda la pulpa (Lezama et al., 2005). La formación del fruto, desde la polinización hasta el estado de recolección, tarda entre cuatro y ocho meses dependiendo de la temperatura (Becerra, 1992). Semilla El fruto posee gran cantidad de pequeñas semillas de origen sexual y color negro con alto poder germinativo, en condiciones óptimas de humedad y temperatura. La multiplicación de pitahaya por medio de semilla es posible, pero el crecimiento y desarrollo de la vaina primaria de estas plantas es demasiado lento, alcanzando apenas 30 cm de longitud a los ocho meses de sembrada la semilla. La producción se inicia hasta los seis o siete años, por lo que este sistema de propagación no es usado (López y Guido, 2002). Las semillas sexuales o verdaderas se encuentran distribuidas en la pulpa del fruto. Son de color negro, muy pequeñas y abundantes. Están recubiertas por una sustancia mucilaginosa. Las semillas sexuales son muy delicadas, normalmente presentan buena germinación y la multiplicación de la pitahaya se puede hacer con esta clase de semilla. Sin embargo, este tipo de siembra tiene el inconveniente de que el crecimiento de las plantas es lento y el inicio de la producción es muy tardado. 10 Fenología IIFT (2003). Indica que en las pitahayas cultivadas la etapa reproductiva puede ocurrir desde el primer año, el número de flores y por consiguiente de frutos es muy reducido al principio, pero durante los siguientes años la producción aumenta paulatinamente hasta estabilizarse entre los seis y siete años y pueden mantenerse productivas hasta los 15 o 20 años, dependiendo del manejo. ➢ Aparición de los botones florales y su desarrollo, puede durar de 10 a 31 días. ➢ Antesis, donde cada flor abre sólo una vez en la noche, y todas las flores de la planta pueden florecer en un lapso de tres a cinco días. ➢ La maduración fisiológica del fruto (inicio del cambio de color de la corteza), que puede durar de 27 a 39 días. Variedades de pitahaya Para distinguir cada una de las variedades se toman en cuenta las siguientes características: • Forma y tamaño de los tallos. • Forma y tamaño de los frutos. Número, tamaño y disposición de las brácteas del fruto. Productividad de la planta. En base a estas características se describen las cuatro variedades cáscara roja más comunes y productivas. Variedad lisa Es una planta de tallo largo y muy delgado, de color verde pálido. El fruto es ovalado con un peso que oscila entre 400 a 450 gramos. Su cáscara es de color rojo oscuro con pocas brácteas y gruesas, siendo ésta una buena característica ya que resiste el transporte. Esta variedad es muy poca resistente a las enfermedades, especialmente a la bacteria (Erwinia carotovara Jones) que ocasiona grandes daños si no se toman las medidas sanitarias de control preventivo (Montesinos et al., 2015). 11 Variedad orejona De tallos delgados y alargados, de color verde oscuro, de aproximadamente 40 cm a 50 cm de longitud. A veces los entrenudos presentan cuatro aristas o costillas. El fruto tiene ovalada (forma de huevo), completamente maduro pesa de 350 a 400 g, de cáscara color rojo púrpura y presenta un promedio de 37 brácteas, las cuales son alargadas, duras y bastante resistentes al quiebre (quebradura). Este clon produce excelentes frutos que son buenos para el mercado interno y externo (Montesinos et al., 2015). Variedad cebra El tallo es grueso y de poca longitud. Presenta en su superficie rayas blancas de aspecto ceniciento, y por eso se le conoce con el nombre de“Cebra”. El fruto es de forma ovalada, y de coloración intensa al momento de madurar, alcanzando pesos promedio de 300 a 360 g. Es la variedad menos afectada por plagas y enfermedades (Montesinos et al., 2015). Ciclos de floración y fructificación La pitahaya tiene una producción escalonada que se extiende normalmente de mayo a octubre y algunas veces hasta diciembre. Esto sucede cuando las lluvias se prolongan hasta noviembre. En los meses de Julio, agosto y septiembre se da el mayor volumen de producción. En Nicaragua la producción escalonada de la pitahaya ocurre en seis ciclos, en el período lluvioso. En el siguiente (Cuadro 2.1). Se observan los ciclos que se presentan en floración, maduración y cosecha de la pitahaya (Montesinos et al., 2015). 12 Cuadro 2.1 Variedades de pitahaya y sus diferentes ciclos de floración, maduración y cosecha. V A R I E D A D E S ESTADO CEBRA LISA OREJONA ROSA Inicio de la floración Primera quincena de abril Segunda quincena de abril Segunda quincena de abril Primeros quince días de mayo Inicio de la maduración de frutos Última quincena de mayo Primera quincena de junio Primera quincena de junio Primera quincena de junio Tipo Precoz Intermedia Intermedia Tardío Finaliza la producción Finales de octubre Finales de octubre Finales de octubre Primera quincena de noviembre Fuente: GTPP (1994). Requerimientos climáticos Es un cultivo de clima tropical que se adapta en las zonas calientes y con poca lluvia por lo cual es muy resistente a la sequía. Se desarrolla bien en todas las zonas donde las lluvias no son muy abundantes. El exceso de lluvia provoca la caída y pudrición de las flores, por lo que no se recomienda la siembra en zonas lluviosas. Para que las plantas se desarrollen sin problema es necesario que haya en las zonas un período seco bien marcado. Además, las plantas necesitan estar a plena exposición de los rayos del sol, pues necesitan de diez a doce horas de luz por día. Si las plantas están bajo sombra son raquíticas y no producen flores ni frutas. La temperatura óptima para el desarrollo de la pitahaya es de 29 °C; aunque puede sembrarse con éxito en las zonas donde la temperatura varía de 28 a 30 °C. 13 Altitud La pitahaya amarilla crece entre los 800 y los 1850 m, mientras que la pitahaya roja crece desde los 0 hasta los 800 m (OIRSA, 2003). Hasta altitudes mayores a los 2750 msnm (Le Bellec et al., 2005). Alturas sobre el nivel del mar de 600 a 1850 m (Flores, 2011). Desde los 0 hasta casi 2000 m. De 800 a 1600 m (Acuña et al., 2002). Fotoperíodo Responde a días cortos (<12 horas) y días neutros (12-14 horas) (FAO, 2000). Radiación Crece a plena exposición solar (OIRSA, 2003). Reacciona favorablemente a la intensidad lumínica, la cual estimula la brotación de yemas florales, pero no debe permanecer totalmente expuesta al sol debido a que favorece la creación de enfermedades (Flores, 2011). Es una planta que necesita crecer a plena exposición solar, ya que la luz es esencial para el desarrollo de los procesos fisiológicos. Bajo sombra, los rendimientos se ven reducidos significativamente. Temperatura Temperatura ambiental de 28 a 30 °C para la pitahaya roja y de 18 a 25 °C para la pitahaya amarilla (OIRSA, 2003). El cultivo puede sobrevivir en climas muy cálidos con temperaturas por encima de 38-40 °C, sin embargo, en algunas especies, temperaturas por debajo de 12 °C pueden causar necrosis en los tallos (Le Bellec et al., 2005). Temperatura promedio anual de 17 a 30 °C (Bárcenas et al., 2001). Crece en zonas con temperatura entre 18 y 25 °C (Acuña et al., 2002). 14 Precipitación La pitahaya roja requiere de 500-700 mm de agua al año, mientras que la pitahaya amarilla necesita de 1300-2200 mm de precipitación anual (OIRSA, 2003). En México se localiza en zonas con mucha precipitación, 350-3500 mm por año (Le Bellec et al., 2005). Precipitación pluvial de 600 a 1300 mm con alternancia de estación seca y húmeda (Flores, 2011). Se desarrolla en zonas con precipitaciones anuales de 300 hasta 1000 mm anuales (Bárcenas et al., 2001). De 1500 a 2000 mm de lluvia anual (Acuña et al., 2002). Humedad relativa En almacenamiento requiere de un 85-90% de humedad relativa, en un periodo no superior a 25 días. No tolera la excesiva humedad relativa (Acuña et al., 2002). Requerimientos edáficos Profundidad de suelo Para su desarrollo óptimo requiere de suelos con una profundidad mayor a 150 cm, aunque puede desarrollarse en suelos con media profundidad (FAO, 2000). Textura Requiere de suelos franco arenosos para su buen desarrollo (OIRSA, 2003). Drenaje Requiere suelos con buen drenaje, en suelos mal drenados se presenta pudrición en la raíz y en el nudo vital (Flores, 2011). 15 pH El pH óptimo para el establecimiento del cultivo es de 5.3 a 6.7 pH entre 5.5 y 6.5 (FAO, 2000). Salinidad/sodicidad Puede tolerar suelos salinos. Algunos hacen referencia a que el cultivo es de alta a moderadamente tolerante a las sales (Crane y Balerdi, 2005). Presenta baja tolerancia a la salinidad (FAO, 2000). Se desarrolla en suelos salinos como los reportados por (Cruz et al., 1995). Fertilidad y química del suelo La fertilización empleada en la mayoría de las plantaciones se basa en experiencias propias de los productores, aplicando de 100-200 kg de N, 60-100 Kg de P2O5 y 30-60 kg K2O por hectárea, dependiendo del nivel económico del productor (López y Guido, 1998). Manejo agronómico Preparación de suelo La preparación del suelo se debe realizar al menos un mes antes de la plantación. Para ello, se debe dar una labor de subsolado para mantener el suelo aireado y con buena capacidad de drenaje. Es recomendable realizar un análisis de suelo para llevar a cabo la aportación de enmiendas y correcciones necesarias. Vargas et al. (2020). Indican que para la preparación del suelo se debe realizar una mecanización total del lote y la construcción de drenajes principales y secundarios; en el lugar donde va la penca colocar abono orgánico (compost o humus, al menos 1 kg/planta) y/o fertilizantes químicos. El cálculo de los elementos para la fertilización no se fundamenta en un análisis de suelo. 16 Plantación La plantación de pitahaya, previamente enraizada, se lleva a cabo al inicio del invierno. Por el contrario, si se realiza durante la estación seca, se debe dar un riego abundante tanto antes de la siembra y como después de la misma, así como incorporar materia orgánica (hojarasca, aserrín, etc.) para evitar altas temperaturas y reducir las pérdidas de humedad. La plantación también se puede llevar a cabo por medio de siembra directa de estacas. Este tipo de plantación, se realiza a mediados de otoño. Es recomendable colocar tres vainas por soporte, siendo el marco de plantación más usual de 3 x 3 m y orientación norte-sur. Para una plantación intensiva, se recomienda un marco de 3 x 1.5 m. Durante la colocación de las plantas enraizadas, se debe retirar la bolsa de plástico sin dañar las raíces. Por último, es conveniente realizar un aporcado de tierra alrededor de las plantas. López y Miranda (2002). Señalan que los tutores pueden ser de dos tipos: vivos o muertos. Tutorado FAO PESA Centroamérica (2005). Informa que la pitahaya es una planta herbácea, trepadora, que para crecer de manera adecuada necesita el apoyo de estructuras (tutores) de soporte que lo mantengan alejado del contacto directo con el suelo y le permitan estar totalmente expuesta a la radiación solar. Los tutores no solo ayudan en el sostenimiento de la planta también, posibilitan el crecimiento y anclaje de las plantas y las labores culturales tales como fertilización, riego,podas, recolección de frutas, etc. Existen varios sistemas de tutores, varios muy costosos, por lo que se sugiere a los pequeños y medianos productores el uso de tutores vivos. Esta labor se lleva a cabo al inicio de la plantación. Existen dos tipos de tutores: Vivos: Deben ser árboles de rápido crecimiento y enraizamiento, de corteza suave, resistentes a plagas y enfermedades y que no sean hospederos de plagas y enfermedades que afecten a la pitaya. Este tipo de tutor tiene la ventaja de ofrecer a 17 la pitahaya la sombra que necesitan. De todos modos, se deben podar frecuentemente con el fin de evitar rebrotes que compitan por la luz solar. Algunas de las plantas más frecuentes son: madero negro (Gliricidia sepium), gelequeme (Erithrina poepigiana) y chilamate (Ficus alobata). Inertes o muertos: Estos tutores normalmente son de madera y deben ser resistentes, ya que tienen que soportar el peso de la planta de pitahaya. Los sistemas de tutorado más utilizados son los siguientes: Sistema tradicional: Este sistema consiste en la colocación de un tutor junto a la plántula. El tutor debe ser de al menos 3 m de largo con un diámetro superior a 10cm y capaz de soportar el peso de la planta. Sistema de espaldera tradicional: Este método consiste en la colocación de soportes de 2.5 m de alto, separados a una distancia de 3 m. Los postes quedan unidos por dos alambres cubiertos con una manguera para evitar que la planta sufra daños. Un alambre se sitúa en la parte superior del poste y el otro a 50 cm desde el suelo. Es recomendable colocar un tutor de apoyo junto a cada planta, con el fin de ayudar a ésta a alcanzar la parte superior de la espaldera. Sistema de espaldera el “T”: Con este sistema las ramas productivas cuelgan sobre las calles, facilitando así la cosecha del fruto. Consiste en colocar una serie de postes de unos 2 m de alto y en forma de “T” sobre un eje principal. La distancia entre postes suele ser de 3 m y, generalmente son de madera. En cada extremo se sujeta una hilera de alambre galvanizado cubierto de una manguera. 18 Podas (Dávila, 2018). Informa que la pitahaya es una planta que crece muy rápido, formando una masa densa de tallos por esa razón, la poda es una labor indispensable para mantener a las plantas en buenas condiciones existen varios tipos de poda. La pitaya es una planta que crece muy rápido, formando una masa densa de tallos. Por este motivo, la poda es una labor imprescindible para mantener la plantación en buenas condiciones (López y Miranda 2002). Poda de formación Esta poda se realiza desde el inicio de la plantación. Consiste en la eliminación de todos los brotes dejando una o dos vainas hasta que alcancen el extremo del soporte. Los tallos laterales deben ser eliminados. Una vez alcanzada la cima, se debe despuntar la planta, permitiendo así el desarrollo de vainas laterales desde el extremo (López y Miranda 2002). Poda de limpieza Esta poda consiste en la eliminación de aquellas vainas que han sido afectadas por plagas o enfermedades y/o que se encuentren mal ubicadas. El corte de los tallos se debe hacer en el entrenudo y el material afectado debe quemarse o enterrarse fuera de la plantación (López y Miranda 2002). Poda de producción Esta poda se suele realizar a partir del tercer año de la plantación. Consiste en la eliminación de las vainas improductivas situadas en la parte inferior del tallo principal. El objetivo principal es mejorar la aireación, permitir una mayor exposición a la luz solar, evitar el peso excesivo de la planta y disminuir el exceso de humedad. (López y Miranda 2002). 19 Fertilización La fertilización se puede realizar en forma edáfica y foliar. Previamente a la fertilización, es recomendable realizar un análisis de suelo. Por lo general, la pitaya es una planta exigente en potasio y nitrógeno, y en menor medida en fósforo. La aplicación del fertilizante, se realiza en zanjas circulares alrededor de la planta. Durante el verano, es conveniente realizar aplicaciones foliares de fertilizantes, ya que favorecen la floración y la fructificación (Rodríguez, 2000). Fertilización foliar La fertilización foliar consiste en aplicar el fertilizante diluido en agua a la parte aérea de la planta en la época seca, con el objetivo de mantener en buenas condiciones la plantación; se recomienda a partir del segundo año en los meses de enero, febrero y marzo. Para un mejor aprovechamiento, las aplicaciones deben efectuarse en horas tempranas, antes que salga el sol o al atardecer. Fertilización edáfica La pitahaya responde bien a las aplicaciones de fertilizantes, sobre todo de nitrógeno, manteniéndola sana, vigorosa y productiva por mucho tiempo (hasta 25 años). El nitrógeno favorece el desarrollo de tallos y aumenta el porcentaje de flores prendidas; el fósforo contribuye a la floración y fructificación, y el potasio aumenta el grosor de la corteza de las vainas. Polinización Existen variedades de pitahaya tanto autocompatibles como autoincompatibles. No obstante, se ha demostrado que la polinización cruzada de forma manual da lugar a una producción mayor y de mejor calidad. La polinización cruzada debe llevarse a cabo desde antes de la apertura de la flor. Consiste en cubrir el estigma de una flor con el polen de otra flor diferente o incluso de otra especie. Para ello, se recurre a la ayuda 20 de un pincel. Por otro lado, también es importante saber que el polen puede almacenarse durante 3- 9 meses a una temperatura aproximada de -18 ºC. (Flores, 2011). Insectos plaga Chinche patón (Leptoglossus zonatus) Se trata de una plaga que afecta a la pitaya durante los meses secos. Tanto las larvas como los adultos originan daños al alimentarse de las vainas, ya que succionan la savia provocando clorosis en ellas. Además, también afectan a los botones florales, cuyos síntomas se manifiestan con un cierto color rojizo. Por otro lado, también provocan daños indirectos ya que las heridas originadas se convierten en puntos de entrada de hongos y bacterias. Para su control se deben realizar monitoreos, observando si en el haz de las vainas existe presencia de huevos-plaga. Además, se deben eliminar las malas hierbas, podar la planta favoreciendo una adecuada aireación, eliminar material vegetal afectado, aplicar productos preventivos, etc (González, 2010). Mosca del botón floral (Dasiops saltans) Se trata de un díptero que afecta generalmente a la pitahaya amarilla (H. megalanthus). Esta plaga origina daños al alimentarse de las estructuras internas del botón floral, causando la deformación y posterior caída de éste. Los botones florales afectados se tornan de color rojizo. Este síntoma se distingue del ataque del chinche patón, en que este último origina un color pardo en las anteras y pistilos. El control químico para combatir esta plaga no es muy efectivo debido a la rápida aparición de resistencias. Por tanto, se recomienda monitorear la plaga, además de usar trampas McPhail con atrayentes de proteínas hidrolizadas a base de maíz y soya (González, 2010). 21 Hormiga (Atta cephalotes) Esta plaga afecta a vainas, botones florales y frutos, produciendo daños que reducen la calidad del fruto. Para su control biológico se puede utilizar la cepa LBB-1 de Beauveria bassiana. Otro método de control consiste en la introducción de plantas repelentes como el vetiver (Chrysopogon zizanioides) (González, 2010). Picudo negro (Metamasius sp.) Se trata de una plaga, cuyos principales daños son causados por las larvas al perforar galerías en el interior de los tallos. El adulto causa daños en las vainas de las hojas como consecuencia de la oviposición. También afectan a botones florales y frutos, originando deformaciones y pudriciones en el fruto. El control químicoes poco eficiente y para el control biológico, existen especies de bracónidos que parasitan al picudo negro (González, 2010). Barrenador del tallo (Maracayia chlorisalis) Los daños son producidos por las larvas que penetran en el interior de las vainas, originando cavidades en su interior. Como consecuencia, el tejido vegetal comienza a pudrirse. Las heridas causadas son un punto de entrada de enfermedades. Para el control es conveniente llevar a cabo el monitoreo de la plaga, aplicando aceite de neem antes de que ésta perfore las vainas (González, 2010). 22 Enfermedades Pudrición del tallo (Erwinia carotovora) Se trata de la enfermedad más perjudicial para la pitahaya. Los síntomas se manifiestan con manchas cloróticas, pudiendo llegar a cubrir toda la vaina, hasta originar una pudrición acuosa. El control químico para combatir esta enfermedad no es efectivo, por lo que se debe recurrir a medidas preventivos como: eliminación del material vegetal afectado, mantenimiento del follaje seco, evitar heridas en las plantas, desinfección de herramientas de poda, etc (Delgado et al., 2017). Ojo de pescado (Dothiorella sp.) Los síntomas de esta enfermedad se manifiestan en las vainas por la presencia de pequeñas manchas circulares de color pardo con puntos anaranjados en el centro. Para controlarla se recomienda llevar a cabo una serie de medidas preventivas como: plantación de material sano, eliminación del material vegetal afectado mantenimiento del follaje seco, evitar heridas en las plantas, desinfección de herramientas de poda, etc (Delgado et al., 2017). Antracnosis (Colletotrichum sp.) El hongo causante de esta enfermedad se ve favorecido por la presencia de alta humedad relativa y temperatura (20-30 ºC). Los síntomas se manifiestan en vainas y frutos con la presencia de manchas circulares de color negro y hundidas. El síntoma más característico de esta enfermedad es la marchitez y el colapso de las plantas. En los tallos y estolones se observan manchas circulares de color pardo- negruzco, mientras que en el fruto se producen manchas hundidas de coloración parda y cubiertas de esporas rosadas o anaranjadas (Delgado et al., 2017). 23 Medidas preventivas para llevar a cabo el manejo de esta enfermedad, tales como: • Plantación de material vegetal sano. • Eliminación de material vegetal afectado. • Desinfección del material empleado. • Suelos con buena capacidad de drenaje. Para su control químico se recomienda realizar aplicaciones preventivas durante la floración y el desarrollo de frutos. Si se presentan los primeros síntomas de esta enfermedad, se debe recurrir a la aplicación de fungicidas autorizados. 24 MATERIALES Y MÉTODOS Descripción del área de estudio Localización del sitio experimental Él trabajó se desarrolló en el campo experimental en la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), ubicada en Apatzingán de la Constitución que se ubica en el estado de Michoacán de Ocampo en las coordenadas 19° 05’ 00” de LN y 102° 22’ 17” de LO y 314 m de altitud (García, 2005). El clima de la región es BS1 considerado como semiseco cálido con lluvias en verano, con temperaturas máximas de 40 °C y mínimas de 20 °C y precipitación anual de 750 mm. En municipio de Apatzingán de la constitución limita al norte con el pico de Tancítaro, al este con Parácuaro y Múgica, al sur con Tumbiscatío y al oeste con Aguililla y Buenavista. Posee una superficie de 1,656 km² y representa el 2.81% de la superficie del estado. Su distancia a la capital del estado es de 200 km (Figura 3.1). Figura 3.1 Ubicación de sitio experimental. Los tratamientos utilizados consistieron en poner las dos variedades de pitahaya en las mimas macetas con sus correspondientes tres dosis de N y P (0, 75 y 150 kg ha-1, 25 para ambos nutrimentos). Las dos variedades de pitahaya combinadas con tres dosis de N y P generaron seis tratamientos (Figura 3.2) (Cuadro 3.1). Figura 3.2 Total de tratamientos evaluados junto con sus repeticiones. Metodología Variedades de pitahaya utilizadas Las variedades de pitahaya utilizadas fueron Selenicereus megalanthus y Hylocereus monacanthus evaluadas bajo condiciones de malla sombra. Los seis tratamientos se distribuyeron en un diseño experimental de bloques al azar en arreglo de parcelas divididas; la variedad correspondió a la parcela grande y la aplicación de N y P a la parcela chica, respectivamente. Se utilizaron cuatro repeticiones, que generaron 24 unidades experimentales (Cuadro 3.1). 26 Cuadro 3.1 Factores y tratamientos de estudio. Tratamiento Factor Simbología Variedad Dosis de N y P 1 Selenicereus megalanthus N0-P0 SM-0-0 2 N75-P75 SM-75-75 3 N150-P150 SM-150-150 4 Hylocereus monacanthus N0-P0 HM-0-0 5 N75-P75 HM-75-75 6 N150-P150 HM-150-150 Acondicionamiento del área experimental El 10 de diciembre de 2021 se trasplantaron las dos variedades de pitahaya, ambas de pulpa roja. Para el establecimiento del trabajo experimental se prepararon bolsas negras para vivero de 40 x 40 cm, las cuales se llenaron con sustrato a base de composta. Se colocaron dos esquejes por bolsa de las variedades ya mencionadas (Selenicereus megalanthus) (Hylocereus monacanthus). Propagación de esquejes Para la propagación de esquejes de pitahaya en las variedades (Selenicereus megalanthus) (Hylocereus monacanthus) se seleccionaron los de mayor diámetro y tamaño de esqueje mínimo de 15 cm de longitud (Figura 3.3). 27 Figura 3.3 Propagación de esquejes y establecimiento del experimento completo. Control de malezas El control de maleza se llevó a cabo de manera constante de forma manual para evitar competencia con la pitahaya. Esto se realizó cada vez que había emergencia de cualquier tipo de maleza. Riego Se aplicó riego de acuerdo a las necesidades del cultivo. De manera general se aplicó 1 L/bolsa cada tercer día (Figura 3.4). 28 Figura 3.4 Aplicación de riegos de acuerdo a las necesidades del cultivo. Fertilización experimental Se realizaron las primeras fertilizaciones 25 días después del trasplante de esquejes de pitahaya en las variedades a dosis de 0, 75 y 150 kg de N ha-1 de N y P (Figura 3.5). 29 Figura 3.5 Fertilización experimental. La periodicidad de los muestreos fueron cada 10 días durante seis meses. Variables de respuesta Las variables evaluadas durante el experimento fueron: Altura de la planta (cm): Con un flexómetro se midió desde la base del tallo hasta el meristemo de crecimiento (Figura 3.6). 30 Figura 3.6 Toma de lecturas de la variable altura de la planta. Número de brotes: se contabilizó el número de brotes totales por planta de las variedades evaluadas. Longitud de brote (cm): esta variable se midió con un flexómetro desde la base del brote al ápice de cada brote (Figura 3.7). 31 Figura 3.7 Toma de lecturas de la variable longitud del tallo. Diámetro de brote (cm): con un vernier digital se registró esta variable en todos los brotes. La colocación del vernier se realizó a la mitad de la longitud de cada brote (Figura 3.8). 32 Figura 3.8 Toma de lecturas de la variable diámetro del tallo. Cálculo de unidades calor Durante el desarrollo del trabajo de investigación se registró la temperatura máxima (Tmax, °C), mínima (Tmín., °C) y precipitación. Los datos fueron obtenidos de la estación meteorológica automática de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de laUniversidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo. Además, se calculó la acumulación de calor por el cultivo con base a unidades calor (UC, °C d) mediante el método residual (Snyder, 1985), con la fórmula: UC = [Tmax + Tmin/2] − Tb, donde Tmax = temperatura máxima, Tmín = temperatura mínima y Tb = temperatura base del cultivo, que para el caso de la pitahaya (Hylocereus spp.) es de 7 °C (Bárcenas et al., 2002). 33 Análisis de estadístico Las variables se analizaron estadísticamente con el paquete SAS versión 9.3 y a las diferencias entre tratamientos se le aplicó la prueba de comparación de medias de Tukey al 5 % de probabilidad del error (SAS, 2017). 34 RESULTADOS Y DISCUSIÓN Condiciones ambientales Durante el desarrollo de la investigación la temperatura mínima (Tmín) y máxima (Tmáx) promedio fue de 19 y 37 °C, respectivamente. Las temperaturas más altas ocurrieron en el mes de junio y posteriormente disminuyeron en el mes de diciembre, que corresponde al último registro de datos. Con relación a la acumulación de unidades calor (UC), durante el desarrollo de la investigación no se modificó por efecto de tratamientos, en promedio se acumuló un total de 1912 UC d-1. Altura de la planta Para la variable altura de la planta, se modificó por efecto de los tratamientos aplicados. Así Selenicereus megalanthus con la dosis más alta de N y P (150-150) alcanzó los valores más altos de altura, con un incremento de 7 % en comparación a las plantas del tratamiento de la misma variedad sin aplicación de N y P. por otro lado, los valores más altos para esta variable se alcanzaron con la dosis más alta de N y P, seguido de la dosis más baja para ambas variedades. así, los valores más bajos se presentaron en las dos variedades cuando no se aplicó N y P (Figura 4.1). 35 Figura 4.1 Altura de la planta de esquejes de pitahaya en función de la variedad y aplicación de N y P. SM=Selenicereus megalanthus, HM= Hylocereus monacanthus). Diámetro del tallo En el análisis de la variable diámetro del tallo, muestra que la aplicación de los tratamientos generó valores estadísticamente diferentes. Los valores más altos, se presentaron para las dos variedades donde se aplicó la dosis más alta de N150 y P150 los cuales fueron estadísticamente similares entre ellas, y que presentaron un incremento en el diámetro del tallo del 16 % en comparación con las plantas sin N y P. Mientras que los valores más bajos, se encontraron en las plantas sin aplicación de N y P, las cuales de la misma manera son estadísticamente similares, con un promedio de 6.5 cm (Figura 4.2). Al respecto, Campos et al. (2011). Reportan diámetro promedio de 5.8 cm en pitahaya pulpa roja y amarilla, respectivamente. Sin embargo, menciona que el manejo agronómico puede influir en esta variable morfológica. c b a c b b 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 SM-0-0 SM-75-75 SM-150-150 HM-0-0 HM-75-75 HM-150-150 A tu ra d e la p la n ta ( cm ) Tratamiento DMSH0.05=4.54 36 Figura 4.2 Diámetro de la planta de pitahaya en función de la variedad y aplicación de N y P. SM=Selenicereus megalanthus, HM= Hylocereus monacanthus. Longitud y diámetro de brotes En la (Figura 4.3). Se presenta una gráfica de la longitud de brotes, misma que mostró diferencias significativas por efecto de tratamientos, donde se observó que los tratamientos con aplicación de la dosis más alta de N y P (150 y 150 kg ha-1, respectivamente) la aplicación de la dosis más alta de estos nutrimentos generó la mayor longitud de brotes, mientras que las plantas sin aplicación presentaron los valores menores para esta variable. Así, las plantas de Selenicereus megalanthus y Hylocereus monacanthus presentaron longitudes de brotes 19 % superiores a las plantas con los valores más bajos de la variable evaluada. Los brotes más cortos se registraron en plantas sin aplicación de N y P. Para el caso del diámetro de los brotes fue estadísticamente igual con todos los tratamientos, con una media de 5.4 cm. Castillo et al. (2005) mencionan que la longitud de brotes es una de las variables más importantes, ya que entre mayor es la longitud, estas presentan más yemas e b b a b b a 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 SM-0-0 SM-75-75 SM-150-150 HM-0-0 HM-75-75 HM-150-150 D ia m e tr o d e l t al lo ( cm ) Tratamiento DMSH0.05=0.9 37 incrementa el crecimiento vegetativo. Además, los brotes aptos para reproducir o generar plantas nuevas para cosecha deben medir por lo menos de 30 o 40 cm de longitud. Por otra parte, Luna y Aguirre (2006), señalan que el crecimiento de los nuevos brotes está influenciado por características de vigor y turgencia de los esquejes basales, los cuales actúan como fuente de carbono de los nuevos brotes. Por otra parte, Gonzales y Alvarado (2004) mencionan que los brotes que produce la pitahaya generalmente son de 5 a 6 cm. Sin embargo, Pimienta et al. (2004), señalan que el ancho de los brotes es característica de cada variedad. Figura 4.3 Longitud y diámetro de brotes nuevos de esquejes de pitahaya en función de la variedad y aplicación de N y P. SM=Selenicereus megalanthus, HM= Hylocereus monacanthus. b b a b b a a a a a a a 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 SM-0-0 SM-75-75 SM-150-150 HM-0-0 HM-75-75 HM-150-150 Lo n gi tu d y d iá m e tr o d e lo s b ro te ( cm ) Tratamiento Longitud de brote Diámetro de brote 38 CONCLUSIONES Las variedades Selenicereus megalanthus y Hylocereus monacanthus. responden positivamente a la aplicación de dosis alta de N y P, 150, 150 kg ha-1, donde se presentaron los valores más altos para la variable altura de la planta, diámetro del tallo y longitud del brote. Mientras que los valores más bajos se encontraron donde no se aplicaron estos nutrientes. Con lo cual la aplicación de estos nutrientes como parte del manejo del cultivo resulta ser recomendada para favorecer el desarrollo de la planta. 39 LITERATURA CITADA Acuña, J., F., O. M. Archila, O. E. Bustos B., L. y Contreras G. E. O. 2002. Manual agropecuario. Tecnologías orgánicas de la granja integral autosuficiente. Fundación Hogares Juveniles Campesinos. Bogotá, Colombia. 1071 p. Arias, M. S. 1997. Distribución general de las cactáceas. Pp. 39-48. En: Rodríguez, P.L. (ed.). Mexicanas: Cactáceas. Suculentas México, D. F. ASERCA (Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria), 2000. Pitahaya y Trigo. Ed. Abriendo surcos. Revista Claridades Agropecuarias, 82: 44. Bárcenas, A., P., L. Tijerina C., T. J. Olivera F. y A. Larqué S. 2001. Características agronómicas de la pitahaya (Hylocereus spp.). Colegio de Postgraduados. Montecillo, México. 60 p. Bárcenas, A., P., L. Tijerina C., A. Martínez G., A. E. Becerril R., A. Larqué S. y M. T. Colinas de L. 2002. Respuesta de tres materiales del género Hylocereus a la salinidad sulfático-clorhidríca. TERRA Latinoamericana, 20(2): 123-127. Becerra, L. 1992. El cultivo de la pitahaya. Bogotá, CO. Federación Nacional de Cafeteros. 19 p. Bravo, H. y L. Sheinvar. 1995. El interesante mundo de las cactáceas. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Fondo de Cultura Económica, México. 1043 p. Bravo, H. H. 1997. Suculentas mexicanas cactáceas. Ed. Cvs-Conabiosemarnap- Profepa-UNAM. México. 143 p. Campos, R. E., Pinedo. E. J. M., Campos, M. R. G. y Hernández, F. A. D. 2011. Evaluación de plantas de pitahaya (Stenocereus spp) de poblaciones naturales de Monte Escobedo, Zacatecas. Revista Chapingo Serie Horticultura, 17(3):173-182. Castillo, M. R., Livera, M. M. and Márquez, G. G. 2005. Morphological characterization and sexual compatibility of five pitahayas (Hylocereus undatus)genotypes. Agrociencia, 39(1): 183-194. Chemah, T. A., Aminah, A. and Noriham, W. A. 2010. Determination of pitahaya seeds as a natural antioxidant and source of essential fatty acids. International Food Research Journal, 17: 1003-1010. 40 Crane, J. H. and C. F. Balerdi. 2005. The pitahaya (Hylocereus undatus and other spp.) in Florida. University of Florida. Homestead, Florida, USA. 9 p. Cruz, R., A., G. Pérez S., P. Bárcenas A. y R. Castillo M. 1995. Fertilización nitrogenada de la pitahaya (Hylocereus spp.) en La Palma, Estado de Hidalgo. Informe final de servicio social. CBS. Universidad Autónoma Metropolitana. Xochimilco, México. 26 p. Davila, K. 2018. 1. Manejo Agronómico del Cultivo de Pitahaya. (en línea, sitio web). Consultado 31 mar. 2022. Disponible en https://agriculturaecuatoriana.home.blog/2018/12/19/manejo-agronomico- delcultivo-de pitahaya/. Delgado, A., Kondo, T., López, K. I., Quintero, E. M., Manrique, M. B. and Medina, J. A. 2017. Biología y algunos datos morfológicos de la mosca del botón floral de la pitahaya amarilla, Dasiops saltans (Townsend) (Diptera: Lonchaeidae) en el Valle del Cauca, Colombia. Boletín del Museo de Entomología de la Universidad del Valle. 11(2): 1-10. Esquivel, P. 2004. Los frutos de las cactáceas y su potencial como materia prima. Agronomía Mesoamericana. 15(2): 215-219. FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). 2000. ECOCROP. Versión Online www.ecocrop.fao.org. FAO. Roma, Italia. FAO Pesa Centroamérica. 2005. Método de tutores en el cultivo de la pitahaya (en línea). s.l., s.e. http://www.fao.org/3/CA3254ES/ca3254es.pdf. Flores, M. L. 2011. Indicadores de rentabilidad en la producción de pitahaya (Hylocereus undatus) en San Juan Ixcaquixtla, Puebla. Tesis de Maestra en Ciencias. Colegio de Postgraduados. Campus Montecillo. Montecillo, Edo. de México, México. 138 p. IIFT (Instituto de investigaciones en fruticultura tropical, CU). 2003. Manual técnico de la pitahaya. (en línea). Habana, CU. Consultado en línea 23 de abril de 2023.http://www.eiag.edu.ni/Pwebs/Carreras/frutyweb/conferencias%20201. García, B. M. E y Quirós, M. O. 2010. Análisis del comportamiento de mercado de la pitahaya (Hylocereus undatus) en Costa Rica. Tecnología en Marcha, 23(2): 14-24. 41 García, E. 2005. Modificación al sistema de clasificación climática de Köppen. 4ª. Edición. Instituto de Geografía. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 217 p. González, 2010. Listado taxonómico de organismos que afectan la pitaya amarilla, Selenicereus megalanthus (K. Schum. ex Vaupel) Moran (Cactaceae) en Colombia. Revista Corpoica – Ciencia y Tecnología Agropecuaria, 13(1): 41-46. Gonzáles, E. S. y Alvarado, R. J. 2004. Utilización de caracteres cuantitativos y cualitativos determinantes en la variación fenotípica de pitahaya (Hylocereus undatus Britt & Rosse), que permiten proponer una guía de descriptores. Tesis, Ing. Agr. Managua. 83 p. GTPP (Guía Tecnológica para la producción de Pitahaya). 1994. Guía Tecnológica para la producción de Pitahaya y Análisis del sistema de producción de Pitahaya (Hylocereus undantus) e identificación de riesgos potenciales a la calidad e inocuidad del fruto de exportación, La Concepción, Masaya. 123 p. Le Bellec, F., F. Vaillant, and E. Imbert. 2005. Pitahaya (Hylocereus spp.): a new fruit crop, a market with future. Fruits, 61(4): 237-250. Lezama, A., Tapia, A., Muñoz, G. y Zepeda, V. 2005. El cultivo de la pitahaya. (en línea). Texcoco, MX. Consultado 31 de mar. 2022. Disponible en: http://www.sagarpa.gob.mx/desarrolloRural/Documents/fichasaapt/El%20cul tivo%20de%20la%20Pitahaya.pdf. Lizarzaburo, G. 2020. La pitahaya: un producto rentable y sostenible que llega a mercados internacionales (en línea, sitio web). Consultado 31 mar. 2022. López, D., H y Miranda, G. A. 2002. Guía Tecnológica 6 Cultivo de la Pitahaya (en línea). s.l., INPASA. Consultado 31 mar. 2022. Disponible en https://www.academia.edu/28213746/Gu%C3%ADa_Tecnol%C3%B3gica_6 _Cultivo_de_la_Pitahaya. López, H. y Guido, A. 2002. Guía tecnológica 6: Cultivo de la Pitahaya. Managua, NI. Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria. 28 p. http://www.sagarpa.gob.mx/desarrolloRural/Documents/fichasaapt/El%20cultivo%20de%20la%20Pitahaya.pdf http://www.sagarpa.gob.mx/desarrolloRural/Documents/fichasaapt/El%20cultivo%20de%20la%20Pitahaya.pdf 42 López, T., O. y A. Guido M. 1998. Evaluación de dosis de nitrógeno y fósforo en el cultivo de pitahaya (Hylocereus undatus). Agronomía Mesoamericana 9(1): 66 -71. Luna, M. C. y Aguirre, R. J. 2006. Clasificación tradicional, aprovechamiento y distribución ecológica de pitaya mixteca en México. Interciencia, 26:18-24. Magaña, V. y C. Conde 2000. Climate and freshwater resources in northern Mexico, Sonora: a case study. Environmental Monitoring and Assessment, 61: 167- 185. Miller, P. R., B. G. McConkey, G. W. Clayton, S. A. Brandt, J. A. Staricka, A. M. Johnston, G. Lafond, B. G. Schatz, D. D. Baltensperger, and K. Neill. 2002. Pulse crop adaptation in the Northern Great Plains. Agronomy Journal, 94: 261–272. https://doi.org/10.2134/agronj2002.0261. Montesinos, C. J. A., Rodríguez, L. L., Ortiz, P. R., Fonseca, F. M. A., Ruíz, H. G. y Guevara, H. F. 2015. Pitahaya (Hylocereus spp.) un Recurso Fitogenético con Historia y Futuro para el Trópico Seco Mexicano. Cultivos Tropicales, 36: 67-76. Nerd, A., Sitrit, Y., Kaushik, R. and Mizrahi, Y. 2002. High summer temperatures inhibit flowering in vine pitaya crops (Hylocereus spp.). Scientia Horticulturae. 96:343-350. 2. https://doi.org/10.1016/S0304-4238(02)00093-6. Nerd y Mizrahi. 1997. Ripening and postharvest behaviour of fruits of two Hylocereus species (Cactaceae)’’. Postharvest Biology and Technology, 17(1): 39- 45. Nobel, P. S. and De La Barrera, E. 2002. High temperatures and net CO2 uptake, growth, and stem damage for the hemiepiphytic cactus Hylocereus undatus. Biotropica, 34: 225-231. Ochoa, V. C. E and Guerrero, B. J. 2012. Ultraviolet-C light effect on pitaya (Stenocereus griseus) juice. Journal of Food Research, 1(2): 60-70. https://doi.org/10.5539/jfr.v1n2p60. OIRSA (Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria). 2003. Manual de producción ecológica con énfasis en cultivos tropicales. Oirsa-Vinifex. Petén, Guatemala. 76 p. https://doi.org/10.5539/jfr.v1n2p60 43 OIRSA (Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria). 2009. Manual técnico: Buenas prácticas de cultivo en pitahaya. Proyecto Regional de Fortalecimiento de la Vigilancia Fitosanitaria en Cultivos de Exportación no Tradicional-Vifinex. Nicaragua. 54 p. Omidizadeh, A. R., Mohd, A., Ismael, S., Roohinejad, L. and Abu, M. N 2011. Cardioprotective compounds of red pitaya (Hylocereus polyrhizus) fruit. Journal of Food, Agriculture & Environment, 9(3-4): 152–156. Ortiz, H. Y. D y Carrillo, S. J. A. 2012. Pitahaya (Hylocereus spp.): a short review. Comunicata Scientiae, 3: 220-237. 10.14295/cs. v3i4.334. Pimienta, E., Pimienta, E. and Nobel, P. 2004. Ecophysiology of the pitaya de Queretaro (Stenocereus queretaroensis). Journal of Arid Environments, 59:1-17. https://doi.org/10.1016/j.jaridenv.2004.01.005. Qadir, G., Cheema, M. A., Hassan, F., Ashraf, M. and Wahid, M. A. 2007. Relationship of heat units accumulation and fatty acid composition in sunflower. Pakistan Journal of Agricultural Sciences, 44(1): 24-29. Ríos, S. 1998. Breve descripción de la producción y comercialización de la pitahaya en Nicaragua a mayo de 1998. En: Nicaragua for Export, mayo-junio de 1998. APENN. Managua, Nicaragua. pp. 34-35. Rodríguez, C. 2000. Pitahayas. Estado Mundial de su Cultivo y Comercialización. Fundación Yucatán Produce, A. C., Universidad Autónoma de Chapingo. Maxcanú, Yucatán, México. 153 p. Salazar-Gutiérrez,M. R., Johnson, J., Chávez-Córdoba, B. and Hoogenboom, G. 2013. Relationship of base temperature to development of winter wheat. International Journal of Plant Production, 7(4): 741-762. Santacruz, V. C., V. Santacruz V. y V. M. Huerta E. 2009. Agroindustrialización de pitaya. Ed. Universitaria. La Habana. 133 p. SAS, Institute. 2017. SAS 9.4 Companion for Windows. 5th ed. SAS Institute Inc. Cary, NC, USA. 700 p. SIAP (Servicio de Información Agroalimentaria y Pesca). 2021. Anuario estadístico de la producción agrícola: cultivo de la pitahaya. 44 www.https://siap.gob.mx/cierreagricola. (Consultado el 01 de Septiembre de 2022). Snyder, R. L. 1985. Hand calculating degree days. Agricultural and Forest Meteorology. 35: 353-358. https://doi.org/10.1016/0168-1923(85)90095-4. Tze, N. L., Han, C. P., Yusof, Y. A., Ling, C. N., Talib, R. A., Taip, F. S. and Aziz, M. G. 2012. Physicochemical and nutritional properties of spray-dried pitaya fruit powder as natural colorant. Food Science and Biotechnology, 21: 675-682. https://doi.org/10.1007/s10068-012-0088-z. Vaillant, F., Pérez, A., Dávila, I., Dornier, M. and Reynes, M. 2005. Colorant and antioxidant properties of red purple pitahaya (Hylocereus sp.). Fruits. 60(1):3-12. https://doi.org/ 10.1051/frutas:2005007. Vargas, T. Y., Pico, J. T., Díaz, M. A., Sotomayor, A. D. A., Burbano, A., Caicedo V. C., Paredes, A. N., Congo, C. D., Tinoco, L. A., Bastidas, S., Chuquimarca, J., Macas, J. y Viera, W. 2020. Manual del Cultivo de Pitahaya para la Amazonía Ecuatoriana (en línea). s.l., s.e. Consultado 31 mar. 2022. Disponible en http://repositorio.iniap.gob.ec/handle/41000/5551. Villavicencio, G., E. 2002. Técnicas de multiplicación para cactáceas ornamentales amenazadas o en peligro de extinción. Comisión Nacional Forestal. Gerencia de Investigación y Desarrollo Tecnológico Forestal, Nicaragua.
Compartir