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1 Paulo Freire. Concientización y Andragogía Ruiz Olabuenaga, Morales y Marroquin. Su filosofía del hombre y la educación 1. Qué es el hombre La filosofía de la educación dependerá de la filosofía que se tenga sobre lo que es y debe ser el hombre. Para encuadrar al hombre en el mundo, Freire distingue dos maneras de situarse en la realidad. Por un lado, están los animales, están en “contacto” con la realidad, con el mundo. El animal no “emerge” del tiempo, vive en un hoy constante del que no tiene conciencia. Se acomoda, se ajusta al mundo. Se ajusta a su hábitat no lo transforma. En cambio, el hombre no está en el mundo como un objeto más: distingue el yo, del no yo. Puede objetivar la realidad, conocerla, transformarla, relacionarla con el mundo. Está a la vez dentro y fuera del tiempo: hereda, incorpora, modifica. Se integra en el mundo por medio de sus actos de creación, e decisión, respondiendo a los desafíos que le presenta. En la medida en q renuncia o se ve despojado de su capacidad de reflexión y decisión, se deshumaniza y convierte en un objeto más. Por ello, está destinado a integrarse creadoramente en el mundo. Integrarse en ese contexto, es opuesto a acomodarse (animales). Puede transformar el ambiente, pero sólo si lo ve transformable y si se ve a si mismo como posible transformador. Para esto necesita potenciar su capacidad de percepción crítica, ya que una percepción ingenua de un mundo estable y ya hecho lo llevará a una actitud de acomodación adaptación pasiva. Esta postura de adaptación pasiva es inhumana, no humana. La no adaptación puede ser señal de “normalidad” o de “humanidad”. Lo más importante es que el hombre pueda ver al mundo como transformable y a sí mismo con sujeto activo del cambio. De ahí la percepción crítica de la realidad, que sea el presupuesto básico para que pueda situarse en el mundo como sujeto libre y consciente q hace su propia historia, como ser plenamente humano, no abocado pasivamente a aceptar el mundo hecho por otros. 2. Donde capta Freire su visión del hombre Freire madura su filosofía del hombre a lo largo de su propia vida, al ponerse en contacto con tantos hombres q no se deja ser hombres. El contraste de la sociedad concreta dividida entre los que son y aquellos a los q “no se deja ser”. Freire en sus líneas básicas adopta el punto de vista de Hegel y Marx. Su método nace y se desarrolla en una situación socioeconómica muy concreta: el campesinado brasileño del nordeste, la región más pobre del país, con 15 mil. De analfabetos de una población de 25 mil. 2 Freire escogió el desafío de enseñarles a leer a estos campesinos, pero no podía hacerlo sin concientizarlos de su realidad y hacer que ellos descubriesen que podían transfórmala, ya que sino no podría llamarlo educación. Si enseñamos a los hombres a pensar, si desarrollamos su capacidad de reflexión y crítica, los ayudaremos a ser más hombre en vez de limitarnos a impartir contenidos específicos de ciencia, el resultado será su conciencia y capacidad para participar activamente en su propia historia. No aceptarán tan fácilmente lo q otros juzgaron bueno para ellos. Freire siente la tragedia del hombre sencillo obligado a aceptar, a “acomodarse” a un mundo impuesto por otros. El hombre que no sabe acercarse críticamente a la realidad, q no percibe el mundo como modificable, no es tampoco auténticamente libre. Es más, un objeto en el mundo que un hombre integrado creadoramente en él. Hegel dice: “el oprimido interioriza los valores del opresor, al que en definitiva tiene como modelo de ser hombre. Su capacidad de opción libre queda radicalmente mutilada” El hombre sigue siendo un espectador que se acomoda a situaciones hechas, no es un actor que transforma. Lo que hay que superar es la “situación opresora”, y esto implica, el reconocimiento crítico de la razón de esta situación y una acción transformadora. Percibir el reto del mundo y responder a él. 3. Qué es educar: objetivo de la educación Es crear la capacidad permanente de actitud crítica. El hombre no debe captar cualquier situación de opresión como una especie de “mundo cerrado” del cual no puede salir, sino con una situación que limita, pero que se puede transformar. Ese reconocimiento, será el motor de la acción liberadora. Educar entonces es, desarrollar algo que se puede transferir, es crear una situación pedagógica en que el hombre “se descubra a sí mismo” y aprenda a: ser consciente del mundo que lo rodea; a reflexionar sobre él, percibiendo sus interrelaciones; a descubrir nuevas posibilidades de estructurarlo; a actuar sobre él para modificarlo. Los elementos básicos con toma de conciencia, reflexión y acción. Así podrá insertarse en el mundo como protagonista. El concepto clave que resume la filosofía de Freire es el de concientización. Asumir el rol de sujeto que reconstruye el mundo. Implica acción, o una predisposición para transformar las circunstancias que nos condicionan. La concientización es un proceso que desemboca en una praxis. El carácter de la concientización no puede ser individual, porque la realidad del hombre no lo es. La dimensión social está presente. La función primordial del educador es desarrollar la capacidad crítica del educando, que supone descubrir y analizar, problematizándolas, las interrelaciones presentes en la organización del mundo. Problematizar es lo opuesto a dar, aclara lo que realmente constituye el concepto de concientización. 3 La tarea del educador es problematizar a los educandos el contenido que los mediatiza, y no la de disertar sobre él, de entregarlo como si se tratara de algo ya hecho elaborado, terminado. Si un contenido se “entrega”, es decir se enseña según el concepto tradicional de la docencia, el resultado es que ese contenido se acepta tal como “lo han hecho”. Problematizarlo, supone cuestionarlo, así pueden descubrirse nuevas posibilidades. La dinámica de descubrimiento de que las cosas pueden ser diferentes y pueden relacionarse de formas distintas, es la que puede llevar a la acción, y al compromiso transformador. Para freire acción y reflexión se dan simultáneamente, no hay dicotomía. Freire rechaza el tipo de educación tradicional en que el educador “deposita” su ciencia en el alumno, la denomina “educación bancaria”, el educador es el único sujeto activo. Rechaza la educación que inhiba el desarrollo de la persona. El educador imparte su ciencia a los que por definición son ignorantes y no pueden salir de su ignorancia a menos que acepten la ciencia del maestro. Este absolutismo de ignorancia es un mecanismo de opresión: se le niega al educando la posibilidad de una búsqueda personal. La pasividad resultante lo lleva a una postura de adaptación a las situaciones hechas, no a una apreciación crítica de una realidad susceptible de cambio. Para Freire educar es hacer al hombre más humano, y será más hombre en la medida que sea más libre para convertirse en protagonista de su propia historia, supone buscar, percibir, escoger otras opciones, que sólo se descubren si hay una tomad e conciencia seguida de una reflexión crítica sobre el mundo y sus relaciones. El hombre no es un ser de adaptación, sino de decisión. Educar es entonces concienciar, esta capacidad no se desarrolla, sino que se ejercita.
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