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Sinonimia Neurodermatitis diseminada o infan- til, prurigo de Besnier, eccema del lactante, eccema endógeno. Definición Dermatosis reactiva pruriginosa, cró- nica y recidivante, la cual se manifiesta por una dermatitis aguda o crónica (eccema) que afecta principalmente los pliegues; se presenta durante la lactancia, tiende a desaparecer después de ésta, y reaparece en escolares; es excepcional en adultos. No se conoce bien la causa; hay antecedentes per- sonales o familiares de atopia, e intervienen facto- res constitucionales, inmunitarios y psicológicos. Dato5 epidemiológicos Se observa con relatrva frecuencia; afecta a 3 a 20Vo de la población gene- ral,y a personas de cualquier raza. Figura entre los l0 primeros lugares de la consulta dermatológica; predomina en niños y adolescentes; en 607o de los enfermos comietza en el transcurso del primer año de edad, y en857o, en el de los primeros cinco. En la consulta pediátrica sobre problemas de la piel está entre los cinco primeros lugares (en México, 13Vo); es un poco más frecuente en mujeres. Etiopatogenia En una piel con predisposición gené- tica, seca e hipersensible, actúan factores inmunitarios y de otros tipos que determinan reacciones anormales a múltiples estímulos endógenos y ambientales, que a con- tinuación se señalan: l. Constitucionales y genéticos Suele ser familiar, pero no se ha precisado el mecanismo de herencia. En pacientes atópicos, es decir, con hipersensibilidad tipo I, se han encontrado los antígenos de histocompatibilidad HL-49, HL-A3, HL-812 y HL-Bw4O. La bibliografía registra una frecuencia de 70Va de antecedentes atópicos como asma, rinitis y dermatitis atópica. 2, Inmunitarios En 80Va de los enfermos hay cifras altas de IgE que orientan hacia el origen atópico. Se ha encont¡ado relación entre reactividad de IgE y cromoso- ma llq. Muchos de los afectados presentan disminución transitoria de IgA durante los primeros meses de vida. Respecto a la inmunidad celular, se ha notado disminu- ción de linfocitos T; por ello, estos enfermos presentan gran susceptibilidad a infecciones. Se observan muchos cambios funcionales en diferentes células: de Langer- hans, queratinocitos, eosinófilos y mastocitos. Se desco- nocen mediadores pruritógenos; es probable que los linfocitos T Iiberen citocinas que intervendúan en la pa- togenia. Hay prurito nocturno en todas las fases del sue- ño, y se sugiere que neuropéptidos como la sustancia P podrían liberar mediadores de los mastocitos, capaces de producir vasodilatación y prurito. 3, Neurovegetativos Se han demostrado las altera- ciones vegetativas que siguen: a) dermografismo blanco en 75Vo, generado por frotación con un instrumento romo y dependiente de respuesta anormal a la acetilcolina hística; b) blanqueamiento o fenómeno de palidez tardía, que se presenta en'70Vo y se produce por inyección de acetilcolina o derivados de la misma; c) la prueba de la histamina desencadena exacerbación o prurito, trastor- nos por vasoconstricción, y vasodilatación periférica. 4. Metabólicos Con base en datos electroencefalo- gráficos, por deficiencia de algunos minerales o cifras al- tas de noradrenalina. 5. Psicológicos Se consideran de gran importancia; los enfermos son inteligentes, aprensivos, hiperactivos, posesivos o introvertidos, lábiles a diversos estímulos emocionales y con tendencia a la depresión; en pruebas psicológicas se ha demostrado autoagresión. Se ha encon- trado que muchas madres son ambivalentes, sobrepro- tectoras, rígidas, dominantes y perfeccionistas. Por otra parte, el comportamiento del atópico es normal cuando está libre de lesiones. Hay factores que agravan el padecimiento, como ca- lor, frío y cambios de temperatura; algunas telas sintéti- cas y de lana; jabones y detergentes, y sudación excesiva. Aún hay dudas respecto a la participación de S. aureus, es probable que inicie la inflamación al liberar toxinas que activan queratinocitos para que expresen ICAM 1 y secreten IL-1 e IL-3, que pueden inducir quimiotaxis de células inflamatorias. La susceptibilidad a S. aureus plue- de estar relacionada con la inmunidad innata, ya que se ha demostrado una deficiencia de péptidos antimicrobia- nos (catelicidinas [LL-37]) y B-defensinas; se ha obser- vado que niveles bajos de esfingosina se asocian con aumento de la colonización bacteriana en el estrato cór- neo. También contribuyen el ejercicio, la exposición a la luz solar o al calor, \afatiga, el estrés, emociones y ven- dajes elásticos. Cuadro clínico Hay tres fases cronológicas: del lactante. del escolar v del adulto. 76 ñ^.--+;+i . -+Á^;- .oLUPrLo l.Lafase del lactante se inicia en la cara, entre las primeras semanas y los dos meses de edad; pre- domina en mejillas y respeta el triángulo central de la cara; hay eritema, pápulas y dermatitis aguda (eccema del lactante) con costras hemáticas (fig. 14-1). Puede extenderse a piel cabelluda, pliegues retroauriculares y de flexión, tronco, y nalgas, o ser generalizada. Aparece por brotes; en general, las lesiones desaparecen a los dos años de edad sin de- jar huella. 2. La fase del escolar o infantil sobreviene de los cuatro a los 14 años, edad en que cede de ma- nera espontánea; las lesiones afectan los pliegues de flexión de codos, huecos poplíteos, cuello, mu- ñecas, piírpados o región peribucal; hay placas ec- cematosas o liquenificadas (fig. l4-2).El prurito es intenso y la dermatosis evoluciona por brotes, y de- saparece o progresa hacia la última fase. 3. La fase del adulto es menos frecuente; ocu- rre de los 15 a los 23 años de edad; se manifiesta en superficies de flexión de las extremidades, cuello, nuca, dorso de manos o genitales; hay placas de li- quenificación o eccema (fig. 14-3). La corticotera- pia indebida es la principal causa después de la adolescencia; esta fase era excepcional antes del advenimiento de los glucocorticoides (fig. a-D. El padecimiento comienza durante la lactancia en80Vo de los afectados, pero no siempre se obser- van todas las fases, ni sigue la secuencia menciona- da; la gravedad y la extensión va¡ían con el paciente. En la fase aguda predomina el eccema, y en las crónicas, la liquenificación como consecuencia del rascado. En 90Vo de los enfermos la evolución na- tural tiende a la mejoría o curación en el momento de la pubertad. A continuación se enumerar los cri- terios diagnósticos. A) Criterios absolutos Prurito; topografía y morfología características; tendencia a cronicidad y recidiva. B) Criterios mayores (A, más dos o más de los siguientes) Antecedente personal o familiar de atopia; positividad inmediata a pruebas cutáneas; dermografismo blanco, o blanqueamiento tardío ante colinérgicos, o ambos, y cafanata anterior o subcapsular. C) Criterios menores (A, más tres o más de los siguientes) Xerosis, ictiosis, aumento de las lí- neas palmares, pitiriasis alba, queratosis pilar, pali- dez facial, hiperpigmentación periorbitaria, doble pliegue en el pápado inferior (Dennie-Morgan), pérdida del tercio externo de la ceja (signo de Her- Capítulo 14 77 toghes), dermatitis de párpados, queratoconjuntivi- tis, IgE sérica alta, queratocono, dermatitis inespe- cífica de manos, piodermitis frecuente, eccema del pezóny fisuras periauriculares o infraauriculares y la dermatitis plantar juvenil (cap. 5). El grado de afección puede expresarse numéri- camente utilizando el índice de gravedad de derma- titis atópica (ADSI); se valoran: prurito, eritema, exudación, excoriacién y liquenificación en una es- cala de 0 a 5, con una puntuación de 0 a 15. Tam- bién se ha medido la intensidad, con base en criterios objetivos y subjetivos estandarizados (SCORAD), con consideración de edema o pápu- las, liquenificación, exudado y excoriaciones, pero no sequedad de la piel, y preparación de un atlas de fotografías seleccionadas. Datos histopatológicos Dependen del estado agudo o crónico de la enfermedad. En el primer es- tadio predomina la espongiosis, y en el segundo, la acantosis, con infiltrados dérmicos de diferentein- tensidad. Se han considerado como muy orientado- res una epidermis psoriasiforme y espongiosis en la parte profunda de la capa espinosa. Complicaciones Infecciones bacterianas secun- darias (S. aureus) o dermatitis por contacto; corti- coestropeo, corlicorrebote y eritrodermia, por uso indebido de glucocorlicoides locales o sistémicos (cap. 4). En I}Vo de los enfermos se ha registrado dermatofitosis relacionada; se han encontrado es- pecies de Candida en 20Vo de estos enfermos. Es muy rara la erupción variceliforme de Kaposi,,pro- ducida por el virus de la vacuna (vaccinia) o del herpes, y cancfenzada por abundantes vesiculo- pústulas en toda la superficie cutánea, aunadas a malestar general e hipertermia. Son raras las cata- ratas, la queratoconjuntivitis (4Vo) y el queratoco- no. Diagnóstico diferencial Dermatitis seborreica (fig. 8-3), dermatitis por conracro (fig. 5-2), histio- citosis X, acrodermatitis enteropática (fig. 62-l), ictiosis (figs. 69-1 a69-6). Tratamiento Se explica a los padres que la en- fermedad puede controlarse, pero no curarse. Se re- comienda permanecer en un clima templado y seco, uso de ropa holgada de algodón, no usar ropa de lana o fibras sintéticas; la ropa en contacto con la piel debe lavarse con jabón y no usar detergen- tes, blanqueadores ni suavizantes; deben promo- verse las relaciones interpersonales adecuadas; 78 caoítulo 14 muchos mejoran con el cambio de ambiente; debe evitarse la exposición excesiva alaluz solar, pero sobre todo a jabones, pomadas y cosméticos. Los pacientes pueden bañarse, pero sólo con agua tibia y sustitutos de jabón; no debe friccionarse la piel; pueden recomendarse aceites hidromiscibles para el agua de la bañera o para la piel húmeda; si se va a la piscina es recomendable tomar una ducha y luego aplicar aceite o crema hidrosoluble. Hay con- troversia en relación a la participación de Ia ali- mentación, y la de exclusión sólo se justifica ante hipersensibilidad a alimentos. Como medidas locales en piel eccematosa se emplean fomentos con agua de vegeto (subacetato de plomo a partes iguales con agua destilada) o so- lución de Burow; después se aplica una pasta al agua. En piel seca y liquenificada se utilizan pastas oleosas o linimento oleocalcáreo. cold cream. cre- mas con urea, o bien pomadas con alquitriín de hulla a I o 2Vo durante periodos breves de cuatro o seis semanas. El propilenglicol puede ser irritante; no se ha difundido el uso de cremas con cafeína a 10 por ciento. Se pueden probar los productos comer- ciales y seleccionar el más adecuado para cada pa- crente. Para el prurito deben adminisffarse antihistamí- nicos por vía sistémica, como difenhidramina, 50 a 100 mg tres veces al día; clorfeniramina, 4 a 8 mg tres a seis veces al día; hidroxicina,25 mg, o cipro- heptadina, 4 a 8 mg, dos a cuatro veces al día; ter- fenadina, 60 mg dos veces al día, o astemizol, loratadina, cetirtzina o acrivastina, 10 mg una vez al día. En algunos enfermos pueden ser útiles los tranquilizantes menores como el diazepam, 5 mg una a dos veces al día, y en otros, la imipramina, l0 a 25 mg tres veces al día. Deben cortarse las uñas dos veces por semana. Ante lesiones diseminadas puede utilizarse un antibiótico sistémico como eri- tromicina durante una semana. Los glucocorticoides son los fiírmacos más usa- dos por la mejoría rápida y notoria que producen, pero la gran cantidad de efectos adversos y el em- peoramiento posterior constituyen hoy una de sus más importantes contraindicaciones; en pacientes seleccionados, y en manos expertas, podían usar- se, en especial los de baja potencia, como la hidro- cortisona al 0.5, 1 o 27o durante periodos breves; debe disminuirse de manera progresiva, y en niños no debe aplicarse en la cara. En pocas ocasiones se usan los glucocorticoides de mediana potencia como butirato de hidrocortisona, dexametasona a O.OIVo, metilprednisolona al 0.25Vo o propionato de fluti- casona al 0.05 por ciento. Dermatosis reaccionales Cuando hay corticoestropeo, la talidomida da excelente resultado en dosis iniciales de 100 a 200 mg una vez al día, con disminución progresiva de la dosis; se evita su uso en mujeres en edad de re- producción; se recomienda que el propio médrco administre un anovulatorio por vía intramuscular. Son de interés experimental los inmunomodulado- res como ciclosporina A, interferones, timoestimu- linas e interleucinas, y la doxepina tópica a 5 por ciento, así como tacrolimus y pimecrolimus. Este último es un derivado macrolactámico de ascomi- cina (inhibidores de calcineurina) que suprime se- lectivamente la activación de células T y, por tanto, de citocinas inflamatorias. Se aplica en crema al lVo dos veces al día, en casos moderados de niños y adultos. Es motivo de controversia el uso de cito- tóxicos, aceites poliinsaturados, yerbas chinas, fo- toterapia, cromoglicato disódico y papaverina. Arikawa J, Ishibashi M, Kawashima M, et al Decreased levels of sphingosine, a natural antimicrobial agent, may be asso- ciated with vulnerability of the stratum comeum from pa- tients with atopic dermatitis by Staphylococcus aureus- J Invest Dermatol 2002;119:433 -9. Friedlander SF, Hebert AA, Allen DB. Safety of fluticasone pro- pionate cream 0 .05Vo for the freafment of severe and exten- sive atopic dermatitis in children as young as 3 months. J Am Acad Dermatol 2002;46(3):387 -93. Hanifin JM. Atopic dermatitis. J Allergy Clin Immunol 1984;73:211-22. Harper I, Green A, Scout G, et al. First experience of topical SDZ ASM 981 in children with atopic dermatitis. Br J Der- matol 2001;144:781-7. Herrera M, Arenas R, Sosa C, Ruiz Maldonado R Dermatófitos y Candida en pacientes pediátricos con dermatitis atópica. 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