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Sinonimia Polimiositis aguda progresiva, der- matomucomiositis. Definición Enfermedad difusa del tejido conecti- vo, de origen desconocido, quizá autoinmunitaria. Afecta múltiples sistemas y se caracteriza por poli- miositis del músculo estriado, bilateral, simétrica y proximal, acompañada de alteraciones cutáneas. En ocasiones evoluciona sin miositis o es una en- fermedad paraneoplásica. Datos epidemiológicos Se señalan uno a seis ca- sos por millón de habitantes. Predomina en mujeres en una proporción de 2:l; es más frecuente en jóve- nes y niños o alrededor del quinto decenio de la vida, y en afroestadounidenses. En los servicios de der- matología se atienden l0 a 207o de los casos; en Singapur hasta 46Vo. La incidencia anual es de 5 a 10 casos por millón, y la prevalencia de 5 a 8 casos por 100 000 habitantes. La forma amiopática se pre- senta en 2 a lSVo de las dermatomiositis (300 casos). Etiopatogenia Se desconoce. Lo más probable es que sea una enfermedad autoinmunitaria. También se han mencionado factores infecciosos. virales. endocrinos y genéticos; a veces coincide con una neoplasia intema (15 a20Vo). La separación entre dermatomiositis y poli- miositis parece más académica que práctica, porque esta enfermedad debería estudiarse. en realidad. entre las mio- patías infl amatorias idiopáticas. Se encuentra inmunidad celular normal, así que el daño muscular se explica por citotoxicidad de linfocitos T CD8+ contra el músculo. La inmunidad humoral es defi- ciente; en 65Vo de los enfermos se encuentran anticuerpos PM-l contra la mioglobina. La miositis es parenquimatosa y secundariamente intersticial. Hay depósitos de inmuno- globulinas y complemento en vasos sanguíneos de múscu- los esqueléticos y la forma infantil podría considerarse una angiopatía sistémica. Clasificación Cuando sólo hay inflamación del músculo se denomina polimiositis; si también hay afección de piel, dermatomiositis, y cuando la afec- ción del músculo es escasa o transitoria, dermato- miositis amiopática. Hay seis tipos clínicos. Tipo I. Miositis sin lesiones cutáneas (polimio- sitis). Tipo II. Polimiositis y lesiones cutáneas (derma- tomiositis clásica). Tipo III. Polimiositis o dermatomiositis acompa- ñada de neoplasia (paraneoplásica). Tipo IV. Polimiositis o dermatomiositis infantil o juvenil (mortal o benigna). Tipo V. Polimiositis o dermatomiositis relaciona- da con otra enfermedad del tejido conec- tivo, como lupus eritematoso sistémico o esclerosis sistémica progresiva (sín- drome de superposición o enfermedad mixta del tejido conectivo). Tipo VI. Dermatomiositis sin miositis (dermato- miositis amiopática). La forma paraneoplásica ocurre en 10 a 20Va; se observa después de los 40 a 50 años y predomi- na en varones. El cáncer interno aparece, en orden de frecuencia, en: pulmón, mama, ovario, estóma- go, ganglios linfáticos, bazo, médula ósea, colon y recto, útero, próstata y,raravez, piel. La forma ju- venil predomina entre los cuatro y 10 años de edad. Se encuentra calcinosis en23 a 70 por ciento. Se ha clasificado en: de Banker, con afección grave del estado general, vasculitis intestinal y mal pronóstico, y de Brunsting, de evolución más benigna. En la dermatomiositis amiopática se observa la erupción cutánea típica, pero no enfermedad muscular. Se ha dividido en tres tipos: I, sólo enfermedad cutánea; II, debilidad y mialgias además de lo anterior, y III, sin datos clínicos de daño muscular, pero con anor- malidades transitorias en pruebas de laboratorio. Por 1o general, antes de clasificar la miositis se es- peran dos aios para comprobar si aparece o no el daño muscular. Cuadro clínico Es posible que el inicio sea re- pentino y ocurra luego de una amigdalectomía o exodoncia, con astenia y debilidad muscular; des- pués sobrevienen con rapidez los síntomas cutá- neos y generales que pueden llevar a la muerte. Cuando el principio es insidioso, ap¿recen primero las lesiones en la piel y luego las manifestaciones 133 134 Capítulo 33 musculares; la evolución es crónica y lentamente invalidante. Manifestaciones dermatológicas En prírpados, frente, regiones malares y dorso de la nariz se ob- serva eritema violáceo, con edema leve y descama- ción, llamado -por su situación y coloración- halo heliotropo (74Vo) (fig. 33-l). En el cuello, la piel adquiere un aspecto paiquilodérmico, es decir, con eritema, atrofia, pigmentación y telangiecta- sias. En codos, rodillas y otras articulaciones hay placas eritematoescamosas y atróficas; y en las ar- ticulaciones interfalángicas, lesiones papulosas (pápulas de Gottron, 86Vo) (frg. 33-2). En las pal- mas pueden observarse fenómeno de Raynaud, le- siones de vasculitis e hiperqueratosis palmar o manos de mecánico. En el tipo VI las manifestacio- nes cutáneas son similares. También es posible que aparezcan pigmentación acentuada, ampollas, lesiones hiperqueratósicas periungueales, paniculitis, afección de piel cabellu- da, incluyendo alopecia, telangiectasias gingivales, o estomatitis inespecífica y calcinosis; esta última puede afectar lapiel (calcinosis cutis), articulaciones (calcinosis circumscripta) y fascia muscular (calci- nosis universalis) qule puede causar incapacidad. Los signos cutáneos se dividen en: Patognomónicos 1 Pápulas de Gottron. 2. Signo de Gottron: eritema violáceo simétrico, con o sin edema de las articulaciones interfa- lángicas de manos, codos, rodillas y maleolos. Característicos l. Eritema en heliotropo. 2. Telangiectasia periungueal, con cutículas dis- tróficas. 3. Eritema violáceo de dorso de manos. antebra- zos, brazos, región deltoidea, hombros, V del escote, cuello, pecho y frente. Compatibles 1. Poiquilodermia atrófica vascular (poiquiloder- matomiositis). 2. Erosiones y ampollas subepidérmicas. Manifestaciones musculares Afecta los mús- culos estriados; hay mialgias, miastenia e incapaci- dad de movimiento, con mayor frecuencia en la cintura escapulohumeral y pelvifemoral, lo que di- ficulta levantar brazos y piernas, lo cual suscita la marcha anserina ("de pato") característica. En pa- cientes graves hay imposibilidad para todos los Enfermedades di fusas del te i ido conect ivo movimientos. Puede afectar los músculos oculares, faíngeos, laríngeos e intercostales, con la minus- validez correspondiente. La disfagia depende de debilidad del músculo estriado cricofaríngeo o del esfínter esofágico superior. Manifestaciones sistémicas Puede haber al principio síntomas prodrómicos, como astenia, pér- dida de peso, febícula, anorexia, edema y artral- gias. En el aparato digestivo pueden sobrevenir disfagia, seudodivertículos (sobre todo en formas que se acompañan de esclerosis sistémica progresi- va), dianea, estreñimiento y hemorragias por ulcera- ción de mucosa y submucosa. El daño cardiovascular (raro) puede manifestarse por taquicardia, arritmias y lesión miocárdica. A nivel pleuropulmonar es po- sible que haya alteraciones de la difusión de gases por enfermedad ventilatoria restrictiva, neumonitis intersticial y fibrosis. Rara vez ap¿rece insuficien- cia renal por depósitos de mioglobina; en fases muy avanzadas hay disminución o abolición de re- flejos tendinosos. Datos histopatológicos En la piel, epidermis con hiperqueratosis leve y zonas de atrofia, así como li- cuefacción de la basal; en la dermis, edema del te- jido conectivo, necrosis fibrinoide de la colágena y vasodilatación con infiltrados linfocíticos perivas- culares. En fibras musculares hay alteración de la cromofilia e infiltrados linfocíticos perivasculares, así como pérdida de la estriación normal por la pre- sencia de sustancia fibrinoide; puede haber necro- sis, atrofia y degeneración de dichas fibras (fig. 33-3). Datos de laboratorio Hay aumento de enzimas séricas indicativas de lesión muscular, como aspar- tato y alanina aminotransferasas (TGO y TGP), creatinfosfocinasa (CPK), deshidrogenasa láctica (isoenzimas I y 2) y aldolasa. En orina de 24 horas se encuentra creatina, muchas veces alta. La sedi- mentación eritrocítica está acelerada. La biometríahemática y el examen general de orina resultan normales; puede haber células LE y anticuerpos antinucleares en proporción de75Vo (anti-Jo-1), hi- pergammaglobulinemia e hipercrioglobulinemia. Se asocia con autoanticuerpos miosíticos específi- cos y factor antinuclear (FAN). Muy importantes son la biopsia de músculo (afectado, con electromio- grafía [EMGJ positiva), y la EMG; esra úlrima muestra potenciales de unidad motora pequeños, breves y polifásicos; fibrilaciones; contracciones po- sitivas e irritabilidad excesiva ante la inserción del electrodo, así como descargas positivas abigarradas y de alta frecuencia. La serie esofagogastroduodenal De rm ato m ios i t is muestra dismotilidad esofágica, escape faíngeo na- sal y dilatación del tercio proximal o medio del esó- fago. Puede ser útil la resonancia magnética. Criterios diagnósticos 1. Debilidad muscular proximal simétrica, con disfagia o sin ella, o afección muscular respiratoria. 2. Biopsia muscular anormal. 3. Aumento de enzimas del músculo estriado. 4. Electromiograma anormal. 5. Erupción cutánea típica. La presencia del criterio número 5 proporciona cerfeza diagnóstica; con tres o cuatro de los restan- tes es definitivo; con dos, probable, y con uno, po- sible. Los criterios clásicos de Bohan y Peter incluyen el exantema típico y, además, tres de los cuatro signos siguientes: debilidad proximal simétri- ca, evidencia de miopatía inflamatoria por electro- miografía, elevación de enzimas séricas musculares y miositis inflamatoria por biopsia. Diagnóstico diferencial Lupus eritematoso sis- témico (fig. 3l-1), esclerosis sistémica progresiva (figs. 35-2 y 35-a), enfermedad mixta del tejido co- nectivo (figs. 36-l y 36-2), fotosensibilidad; dermati- tis por contacto (fig. 5-8), enfermedades neurológicas inflamatorias o degenerativas; alteraciones muscu- lares hereditarias; enfermedades que cursan con miositis, como triquinosis, esquistosomiasis y tri- panosomiasis; miastenia grave, y miopatías por in- toxicación. Hay medicamentos como las estatinas e hidroxiurea, que pueden producir cambios de la piel que recuerdan dermatomiositis. Pronóstico La mortalidad es de 25Vo. Puede con- trolarse con tratamiento adecuado, que logra super- vivencia en 85Vo de los casos. El pronóstico es mejor en las formas amiopática o hipomiopática, porque generalmente no avanza a miopatía, aunque puede vincularse malignidad. Capítu o 33 135 Tratamiento Glucocorticoides como prednisona, 1 a2 mgkgldía, al comienzo; pueden administrar- se junto con inmunosupresores como azatioprina o ciclofosfamida, I a 3 mglkgldía metotrexato, 15 a 25 mg a la semana. En la dermatomiositis juvenil, algunos instalan un tratamiento enérgico para dis- minuir la incidencia de calcinosis y secuelas, me- diante pulsos intravenosos de metilprednisolona. Las manifestaciones dermatológicas parecen dis- minuir con dosis bajas de cloroquina, durante pe- riodos breves; la warfarina, I a 2 mgldía, parece disminuir las zonas de calcinosis. Hay poca expe- riencia con clorambucil y 6-mercaptopurina, ciclos- porina A y plasmaféresis. Se prescriben fisioterapia y rehabilitación cuando se requieren. Si la enferme- dad es paraneoplásica, las manifestaciones desapa- recerán al eliminar la neoplasia. Son complementarios los antidepresivos, los antihistamínicos y Ia extracción quirúrgica de de- pósitos de calcio. 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