Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Definición Enfermedad autoinmunitaria de origen desconocido cuyos antígenos son las desmogleínas I y 3, caracterizada por ampollas intraepidérmi- cas en piel y mucosas originadas por la separación de las uniones célula-célula a través de un proceso l lamado acantól isis; su evolución es aguda, sub- aguda o crónica, y habitualmente letal en ausencia de tratamiento. Datos epidemiológicos Aunque rara, es la más común de las enfermedades ampollares autoinmu- nitarias; se ha observado en todas las edades y pre- domina entre los 40 y 60 años de edad; afecta a todas las razas, principalmente judíos; ocuffe en ambos sexos, con leve predominio en mujeres. La frecuencia varía de 0.5 a3.2 por 100 000 habitan- tes por año. La mortalidad es de 17.7Vo; la princr- pal causa de muerte es el choque séptico. Etiopatogenia Si bien se desconoce ta etiología, existe predisposición genética, que se manifiesta por una frecuencia alta de antígeno HLA-Al0, en judíos de HLA-DR4 (9OTi¡ y en mexicanos con HLA-DRI4 y DRl0 en pénfigo vulgar y HLA-DR1 en el seborrerco. Algunos casos han sido inducidos por antiinflamatorios no esteroideos como fenilbutazona, piroxicam y deriva- dos, rifampicina y captopril, y por factores físicos como quemaduras y radioterapia. Aparece pénfigo en I07o de los pacientes que reciben o-penicilamina, en particular sl portan HLA-B15. En el pénfigo endémico brasileño se han observado concentraciones altas de timosina crl, lo que sugiere un origen viral. El pénfigo familiar es raro. La única teoría que explica la enfermedad es la au- toinmunitaria. Hay autoanticuerpos contra la sustancra intercelular (véase fig. 43-8) de la epidermis que ocasio- nan disolución de los desmosomas y e1 cemento interce- lular (acantólisis). Hay producción de autoanticuerpos de clase IgG dirigidos contra el antígeno del pénfigo (desmogleína), que es una glucoproteína componente del desmosoma, estructura de unión célula-célula de los epi- telios y que se encuentra altamente conservada en la es- cala filogenética. En el pénfigo vulgar los anticuerpos reconocen una proteína de 140 kD que corresponde a la desmogleína 3, y en el pénfigo foliáceo reconocen a la des- mogleína 1, que es una proteína de 165 kD. En el pénfi- go paraneoplásico los anticuerpos están dirigidos contra proteínas de la familia de las plaquinas, como la desmo- plaquina (250 kD), la periplaquina (190 kD) y la en- vopiaquina (210 kD), además de anticuerpos contra las desmogleínas 1 y 3. La concenffación de anticuerpos se relaciona con la gravedad de la enfermedad, pero en es- tudios secuenciales no siempre hay correlación. Se ha señalado que la vesícula acantolítica representa la etapa final de un proceso citopatológico grave En el pénfigo la respuesta celular es de tipo Th2. Clasificación Formas clásicas I. Superficial a. Foliáceo (esporádico y endémico) b. Eritematoso II. Profundo a. Vulgar b. Vegetante Formas raras I. Herpetiforme (pénfigo con IgA) II. Paraneoplásico III. Neonatal IV. Inducido por fármacos Algunos consideran que el pénfigo eritematoso es una variedad del foliáceo, y el vegetante una del vulgar. Cuadro clínico El pénfigo vulgar (fig. 43-l) re- presenta 80 a85Vo de los casos. La erupción empie- za en cualquier parte de piel o mucosas (60Vo), con predominio en piel cabelluda, pliegues inguinales y axilares, ombligo y región submamaria. Hay ampo- llas flácidas de I a 2 cm, que aparecen en piel sana o eritematosa, y que al romperse dejan zonas denudadas, excoriaciones y costras melicéricas. Hay dolor, pero no siempre prurito. En general, las lesiones curan sin dejar cicafriz o sólo hay hiper- pigmentación. Una presión fuerte del pulgar sobre la piel sana ocasiona su desprendimiento (signo de Nikolsky). Si se ejerce presión directa con el dedo sobre una ampolla intacta, se produce extensión la- teral (signo de Asboe-Hansen). La mucosa más afectada es la bucal (80 a90Vo); empieza en este si- t io en 50 a'70Vo de los oacientes. v muchas veces 168 Pénf igo es el único lugar afectado. Las ampollas muestran rotura temprana y dejan erosiones irregulares y dolorosas que afectan mucosa gingival, paladar, lengua, borde bermellón y, en casos graves, bu- cofaringe y laringe. También puede afectar ojos, esófago, uretra, vulva y otros sitios. Hay afección temprana del estado general; puede haber fiebre, anorexia, vómito y diarrea, así como complicacio- nes pulmonares, renales y muerte. El pénfigo vegetante (1.37o) se clasifica en ti- pos de Newmann y Hallopeau; el primero es más grave y el segundo remite con el tratamiento, Pre- domina en pliegues, ingles, alrededor de la boca y en manos y pies; comiettza con ampollas que dejan erosiones, las cuales originan a su vez vegetaciones húmedas, rojas, cubiertas de costras y que dejan pigmentación residual. La lengua puede tener as- pecto cerebriforme. El pénfigo folidceo (I3.7Vo) es una dermatosis que empieza como pénfigo o dermatitis seborreica y se transforma en eritrodermia exfoliativa y rcnJ- mante (de Darier); predomina en judíos. La ampolla es flácida y delgada, y tiene una base eritematosa $ig. a3-2). No afecta las mucosas; puede haber alopecia, onixis y perionixis. Casi no hay afección del estado general. Esta variante esporádica, cuando se presenta en niños, puede tener un patrón circina- do o policíclico que suele tener un curso benigno. El pénfigo folióceo brasileño, fogo selvagem o pénfigo endémico sudamericano, es endémico en zonas rurales de Brasil y otras regiones de Sudamé- rica. Por la distribución geográfica se especula so- bre un ciclo de insecto-vector-virus. Afecta a adolescentes y adultos jóvenes. Es familiar en l0 por ciento. Puede ser circunscrito o ser una eritro- dermia exfoliativa. No hay afección de mucosas. El pénfigo seborreico o eritematoso (enferme- dad de Senear-Usher) empieza con lesiones ampo- llares .o placas eritematoescamosas en la parte media del tórax, hombros, región lumbosacra, piel cabelluda, surcos nasogenianos, zona retroauricu- lar (figs. 43-3y 43-4). Las lesiones recuerdan lupus eritematoso o se acompañan de éste. Hay poca afección de mucosas. A menudo avanza a pénfigo foliáceo, que algunos consideran una variante res- tringida a las regiones malares y seborreicas, más que una forma clínica verdadera. Elpénfigo herpetifurme, pénfigo con IgAo der- matitis herpetiforme con acantólisis, es raro y de evolución crónica y benigna, aunque puede evolu- cionar a pénfigo vulgar. Se caracteriza por lesiones anulares con eritema y edema, vesículas en los bor- des, y prurito. Capítulo 43 169 El pénfigo paraneoplósico se caracfeiza por una erupción mucocutánea polimorfa, relacionada con una neoplasia maligna. El pénfigo neonatal es una enfermedad transi- toria que se presenta en hijos de mujeres con pén- figo y títulos altos de anticuerpos de clase IgGl que cruzan la barrera placentaria y se depositan en la piel del producto. En general, la enfermedad se resuelve en algunas semanas, luego que el recién nacido produce sus propias inmunoglobulinas. También se ha señalado pénfigo inducido por fár- macos, que clínicamente es similar al foliáceo. Enfermedadesrelacionadas Timoma,miastenia grave, artritis, lupus eritematoso, síndrome de Sjó- gren, anemia perniciosa, liquen plano y neoplasias malignas. Complicaciones Se han encontrado como causas de muerte: anormalidades bioquímicas y efectos del tratamiento con glucocorticoides, como diabe- tes, úlcera gástrica, neumonía y septicemia, o con azatioprina, como depresión de médula ósea e in- fecciones, así como embolia pulmonar. En 5OVo de los embarazos de las mujeres afectadas hay morti- natos. Datos histopatológicos La biopsia debe tomarse de una ampolla reciente; se encuenffa una ampolla in- traepidérmica acantoftica (véanse figs. 43-5 a 43-7). Las células acantolíticas, que adoptan una disposi- ción en "hilera de lápidas", pueden ser redondeadas y recuerdan a las células en balón propias de infec- ciones virales; es posible que haya polimorfo- nucleares y eosinóhlos. En los pénfigos vulgar y vegetante la ampollaes suprabasal (véase fig. 43-5), y en el foliáceo y el seborreico, subcorneal (fig. 43-6).En el vegetante hay hiperplasia seudoepitelio- matosa, hiperqueratosis, papilomatosis y abscesos intraepidérmicos con abundantes eosinófilos. En el herpetiforme, la ampolla es subcorneal, con acan- tólisis leve, y contiene leucocitos y eosinófilos (es- pongiosis eosinofflica). La microscopia electrónica muestra primera- mente disolución del cemento intercelular y, des- pués, destrucción de desmosomas y retracción de tonofilamentos. En el pénfigo inducido por fár- macos y paraneoplásico hay necrosis de querati- nocitos. Datos inmunopatológicos Inmunofluorescencia directa Para este estudio, el mejor sitio para rcalizar la biopsia es una zona de 170 Capítulo 43 piel cubierta y de aspecto normal. En todas las va- riedades de pénfigo se observan depósitos inmuni- tarios de clase IgG (l00Vo) con isotipo IgGl e IgG4 (hasta 40Vo fijan complemento) y en menor propor- ción se detectan de clases IgM e IgA; presentan una configuración de panal de abeja. Se observan en toda la epidermis en el pénfigo vulgar, y en el pén- figo foliáceo son suprabasales. En el caso del pénfigo eritematoso, además de los depósitos en sustancia intercelular se observan depósitos granulares de IgG y C3 en la unión dermoepidérmica. Esta prue- ba es de gran ayuda para distinguir el pénfigo de otras enfermedades ampollares. Inntunofluorescencia indirecta Los títulos de anticuelpos antiepiteliales circulantes se correla- cionan en general con Ia actividad de Ia enferme- dad y permiten evaluar la respuesta terapéutica. Es posible detectar anticuerpos parecidos en quema- dos, en dermatosis por medicamentos y en padeci- mientos con extenso daño cutáneo, como en la necrólisis epidérmica tóxica. En el pénfigo para- neoplásico los anticuerpos están dirigidos contra proteínas de la familia de las plaquinas, como la desmoplaquina (250 kD), la periplaquina (190 kD) y la envoplaquina (210 kD), además de anticuerpos contra las desmogleínas I y 3 (fig. 43-8). La técnica enzimática ELISA permite evaluar la especificidad de los anticuerpos antiepiteliales que están dirigidos contra la desmogleína 1 en el pénfigo foliáceo y el brasileño, y contra desmogleí- na 3 en el vulgar. Sin embargo, también en 50Vo de los casos de pénfigo vulgar esos estudios reconocen a la desmogleína 1. Datos de laboratorio Suele haber anemia, leucocitosis, eosinofilia, drs- minución de la concentración de proteínas plasmá- ticas, inversión de la proporción entre albúmina y globulina, y aumento de la sedimentación eritrocí- trca. Citodiagnóstico Permite un diagnóstico rápi- do al descubrir células acantolíticas o de Tzanck. que son malpighianas, grandes, redondeadas o po- ligonales y basófilas (monstruosas). Diagnóstico diferencial Dermatitis herpetiforme (fig. 37-1), penfigoide (fig. aa-l), síndromes de Stevens-Johnson (fig. l0-1) y de Lyell (f ig. 11-l), eritema polimorfo (fig. a0-l), pénfigo benigno fa- miliar (f ig. 45-l), impétigo (fig. 78-l), epidermóli- sis ampollar (fig. 39-1), dermatitis seborreica (figs. 8-3 v 8-5). En las lesiones bucales debe descartar- Enfermedades amool lares v vesiculares se también candidosis (fig. 95-2), infección herpé- tica (fig. 151-I), liquen plano y penfigoide benigno de las mucosas. En el estudio histopatológico, el pénfigo vulgar puede confundirse con pénfigo benigno familiar y enfermedad de Grover; el foliáceo, con enferme- dad de Sneddon-Wilkinson e impétigo, y el sebo- rreico. con luDus eritematoso. Pustulosis subcorneal Sinonimia Enfermedad de Sneddon-Wil- kinson. Dermatosis crónica y recidivante de origen desconocido, cuyos mecanismos inmunopató- genos se entienden poco; se caracteizapor la presencia de pústulas en la subcómea, con neu- trófilos y una reacción dérmica leve. Hay bue- na respuesta a sulfamidas y sulfonas. Afecta a cualquier taza y a ambos sexos, con predominio en mujeres y en mayores de 40 años de edad. La dermatosis afecta tronco y pliegues, respeta cabeza y mucosas, y está constituida por pústulas flácidas o vesículas con un ni- vel. Estas lesiones coalescen y dan lugar a fi- guras circinadas o abigarradas; aparecen sobre piel sana o eritematosa, se rompen con rapidez y se cubren de costras. Se presentan por brotes en días o semanas. Puede haber prurito o ardor. No hay afección del estado general y suele coexistir con pioderma gan- grenoso, colitis ulcerosa, paraproteinemia y mieloma. No está claro si se relaciona con depósitos epidérmicos de IgA, y anticuerpos circulantes del mismo tipo, o si se trata de una enferrnedad diferente. Pronóstico Antes del tratamiento con glucocorti- coides la mortalidad era de casi 100 por ciento. Hoy se ha reducido a valores de 5 a 15Vo, y depen- de de complicaciones del tratamiento. La infección más frecuente es la septicemia por S. aureus. Tratamiento Prednisona. dosis inicial de 1.5 mg/kg/día (100 a 150 mg/día), hasta la remisión o mejoría de 50 a l5Vo de los síntomas, con reduc- ción calculada y prudente de la dosis; el tratamien- to es por tiempo indefinido, con dosis eficaz mínima de por vida. Algunos prefieren ciclos bre- ves con dosis al tas. Los inmunosuDresores const i - Pénf igo tuyen una segunda posibilidad, combinados con glucocorticoides; se usa azatioprina,2 a3 mgkgldía (100 a 150 mg/dia); metotrexato, 30 mg por semana, o ciclofosfamida, 50 a 100 mg/día. Se ha utilizado diaminodifenilsulfona, 100 mg/día, en particular en pénfigo superficial, que permite disminuir con ma- yor rapidez la dosis de glucocorticoides. También se utilizan sales de oro, levamizol, ciclosporina A, plasmaféresis (para eliminar anticuerpos circulan- tes) y fotoféresis extracorpórea.La combinación de ciclosporina, azatiopnna y glucocorticoides durante un periodo breve puede ser una opción en enferme- dad resistente a glucocorticoides o anormalidades hematológicas. En casos con escasa respuesta al tratamiento convencional se ha iniciado el uso de terapia inmunomoduladora con un receptor soluble del TNF (Embrel) y con micofenolato de mofetilo. Otras opciones son los anticuerpos monoclonales quiméricos, como el rituximab, además de inmuno- globulina intravenosa, pero sus resultados no son muy claros todavía. Al comienzo del tratamiento se requiere hospi- talización, vigilancia con estudios de laboratorio, radiografías, control de peso y de presión afierial mediante dieta con bajo contenido de carbohidratos y grasas, y restricción de sodio. Es conveniente administrar isoniazida para prevenir tuberculosis pulmonar y, si hay candidosis por el mismo tratamiento, antimicóticos por vía lo- cal o sistémica. El pénfigo bucal a menudo muestra respuesta diferente a la del cutáneo. Pueden utilizarse gluco- corticoides tópicos como ungüento de fluocinonida en "orabase" seis a 10 veces al día, o propionato de clobetazol o mometasona cuatro veces al día. En ocasiones conviene usar una guarda oclusal para mejorar la absorción. Capítulo 43 171 Anhalt GJ; DíazLA. Research Advances in Pemphigus JAMA. 2001l'285:652-4 Ávalos-Díaz E, Olague-Marchan M, López-Swiderski A, Herre- ra-Esparza R, DíazLA Transplacental passage of maternal pemphigus foliaceus autoantibodies induces neonatal pemphigus. J Am Acad Dermatol 2000;43:1130-4 Bystryn JC, Jian D, Natow S Treatment of pemphigus with rn- travenous immunoglobulin. J Am Acad Dermatol 2002,4'7: 358-63. Camisa C, Helm TN Paraneoplasic pemphigus is a distinct neo- plasia-induced autoimmune disease. Arch Dermatol 1993; 1 29:883-6 DíazLA, Sampaio S, Rivitti E, et al. Endemic pemphigus folia- ceus (fogo selvagem): L Clinical features and immunopat- hology. J Am Acad Dermatol 1989.20:65'7-9. DíazLA, Sampaio S, Rivitti E, et al Endemic pemphigus folia- ceus (fogo selvagem): II. Current and historic epidemiolo- gic studies. J Invest Dermatol 1989;92:4-12 Domínguez-Espinosa AE, Mercadillo P, Léon-Dorantes G, An- drade R Correlación clínico-pato1ógica en pénfigos Der- matología Rev Mex 2001;45(3):117 -25. Lapidoth M, David M, Ben-Amitai D, et al The efficacyof combined treatment with prednisone and cyclosporine in patíents with pemphigus: Preliminary study J Am Acad Dermatol 199 4 ;30 :1 52 -'7 Lenz P, Amagai M, Volc-Platzer B, Stingl G, Kirnbauer R Des- moglein 3-ELISA: a pemphigus vulgaris-specific diagnos- tic too1. Arch Dermatol 1999;135:143-8. Moncada B, Kettelsen S, Hemández-Moctezuma JL, Ramírez F Neonatal pemphigus vulgaris: role of passively transferred pemphigus antibodies Br J Dermatol 1982106:465-7. Nousari HC, Anhalt GJ Pemphigus and pemphigoid Lancet 1999:'354:66'1 -12 Rybojad M, Ducloy G, Reymond JL, et al Sporadic superficial pemphigus foliaceus in the child: 2 cases Ann Dermatol Vene¡eol 1999 ;126:4 l -3 Salopek TG, Logsetty S, Tredget EE. Anti-CD20 chimeric mono- clonal antibody (rituximab) for the treatment of recalcitrant, life-threatening pemphigus vulgaris with the implications in the pathogenesis of the disorder. J Am Acad dermatol 2002; 47:785-8. Vega Memije ME, Sáez de Ocariz MM, Cortés Franco R, et al. Análisis de HLA-Dr en pacientes mexicanos con pénfigo Gac Méd Mex 2001;137(6):535-40 Wananukul S, PongprasitP Childhoodpemphigus IntJ Derma- ¡o1 1999;38:29-35 Bibliografía 172 Capítulo 43 Enfermedades ampol iares y vesiculares Fig. 43- l. Pénfigo vulgar. Fig. 43-2. Pénfigo foliáceo. Fig. 43-3. Pénfigo seborreico. Pénf i g o Capítulo 43 173 Fig. 43-4. Pénfigo seborreico. Fig. 43-5. Ampolla acantolítica epidérmica suprabasal lHE. 174 Capítulo 43 Enfermedades ampol lares y vesicu ares t * Fig. 43-6. Ampolla acantolítica subcorneal, en pénfigo foliáceo (HE, 40x). Fig.43-7. Acantól isis en la biopsia (HE, 40x). Ppnf inn Capítulo 43 175 Fig. 43-7. (Continuoción) Células acantolíticas (HE, 40x). Fig. 43-8. Anticuerpos contra sustancia intercelular (lFl).
Compartir