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Definición Dermatosis eritematosa de evolución crónica y lenta, de origen desconocido, caracferiza- da por lesiones anulares con bordes infiltrados y un collarete interno de escamas: no hav tratamiento específico. Datos epidemiológicos Es rara; afecta por igual a todos los grupos de edad y a cualquier sexo, con predominio en adolescentes y adultos. Etiopatogenia Se desconoce la causa. Pertenece a la familia de los eritemas figurados, y probablemente es una reacción a un estímulo desconocido, mediada por factores inmunitarios; en ocasiones es familiar. Se ha re- lacionado con: infecciones virales (molusco contagioso, virus de Epstein-Barr), bacterianas, parasitarias o micó- ticas que siguen una evolución paralela; ingestión de fármacos como salicilatos, clorotiazidas, espironolac- ton4 tiacetazona, tiomalato de oro y antipalúücos; ali- mentos como el tomate o queso azul elaborado con una especie de Penicillium; enfermedades de la colágena (lupus, enfermedad de Sjógren), enfermedades tiroideas (hipertiroidismo), o se ha considerado como una enfer- medad paraneoplásica; se ha relacionado tanto con tu- mores malignos sólidos como con hematodermias, también se ha relacionado con embarazo e hioersensibi- lidad a progesterona Clasificación Clásico (profundo) y superficial. Cuadro clínico Laforma clásica se localiza pre- ferentemente en tronco, nalgas y raíces de extremi- dades; se caÍacterrza por una o varias lesiones que se inician como pápulas o placas urticarianas exten- didas en dirección periférica y originan lesiones ar- ciformes o policíclicas, hemicírculos que se abren con lentitud y dejan la parte central sana; el borde es eritematoinfiltrado y presenta un collarete de es- camas situadas en la parte interna del anillo (fig. 58-l). La forma superficial casi no presenta bordes infiltrados, la superficie es más escamosa y ocaslo- nalmente hay vesículas. La evolución es asintomática, crónica y lenta, con remisiones y exacerbaciones; puede haber pru- rito leve. Se resuelve en cuatro a seis semanas, casi siempre en un promedio de nueve meses, pero pue- de persistir varios decenios. Datos histopatológicos En la epidermis hay acantosis, hiperqueratosis con paraqueratosis, y puede haber espongiosis; en la dermis media y pro- funda se observan infiltrados inflamatorios en manguito de tipo agudo, con linfocitos y algunos eosinófi los e histiocitos, con afección vascular leve. En la forma superficial el infiltrado está en la dermis papilar. Datos de laboratorio Eosinofilia en sangre perr- fénca. Diagnóstico diferencial Pitiriasis rosada (fig. ll8-2), eccemátides seborreicas (fig. l2-3), tiñas (figs. 97-7 y 91-8), eritema polimorfo (fig. 40-1), granuloma anular (fig. 60-l), Iupus eritematoso discoide (fig. 30-2), eritema crónico migratorio, eritema gyratum repens y linfomas (fig. 155-1). En pacientes pediátricos deben descartarse también el eritema anular familiar y el eritema anular de la in- fancia, el cual comienza en el primer mes de vida y produce lesiones sin escamas, anulares y arcifor- mes, que al desaparecer dejan piel normal. Tlatamiento Ninguno es específico. Se debe buscar la enfermedad fundamental y tratarla es- pecíficamente. De manera empírica se ha usado diaminodifenilsulfona, 100 mg/día o solución de yoduro de potasio, 3 gldía durante varios meses; en ocasiones son útiles los antihistamínicos y el alqui- trán de hulla. No son útiles los glucocorticoides tó- picos o sistémicos. ni los inmunosupresores. Bello LA, Arenas R. Eritema anular centrífugo. Un caso de 14 años de evolución iniciado en la infancia Dermatología Rev Mex 1985:XXIX(3): I l8-20 Choonhakarn C, Seramethakun P Erythema annulare centrifu- gum associated with pregnancy. Acta De¡m Venereol 1998; 78:231-8. Halevy S, Cohen AD, Lunenfeld E, et al. Autoimmune proges- terone dermatitis manifested as erythema annulare centrifu- gum: confirmation of progesterone sensitivity by in vitro interferon-1 release. J Am Acad Dermatol 2002;47:311-3. Janss G, Schmidt K, Gattuso P, et al. An intensive care unit nur- se with a recurring annular lesion: erythema annulare cen- trifugum. Arch Dermatol 1992;128(1):971 -80 Bibliografía 244 Eri tema anular centr í fugo Petit A, Nahmias M, Gauller A, et al. Squamous erythema annu- lare centrifugum. Ann Dermatol Venereol 1993;120(3): 237-40 Phillips WG, Ramsay ID, B¡eathnach SM Erythema annulare centrifugum unresponsive to immunosuppressive therapy (Letter) Br J Dermatol 1994;13l(4):587 capítulo 58 245 Yaniv R, Shiplelberg O, Shapiro D, et al Erythema annulare centrifugum as the presenting sign of Hodgkin's disease Int J Dermatol 1993;32(l):59-61 Fig. 58- l. Eritema anular centrífugo.
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