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792 BOLETIN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA 
dio de las Visitas de Audiencias", y de Santiago Suárez, "Para una Bibliografía 
de las Reales Audiencias". 
Entre los once trabajos presentados por historiadores latinoamericanos des­
tacan: José M. Mariluz Urquijo, "La Real Audiencia de Buenos Aires y el Juz­
gado de Provincia"; Rosa Meli, "La Real Audiencia de Buenos Aires durante 
las invasiones inglesas"; Carlos Molina Argüello, "Las Visitas-Residencias y Re­
sidencias-Visitas de la Recopilación de Indias"; Ricardo Zorraquín Becú, "La 
condición política de las Indias". Tres historiadores colombianos, Horacio Rodrí­
guez Plata, Ulises Rojas y Germán Romero, aportan novedoso material sobre diver­
sos tópicos de jueces y juicios de residencia. 
La contribución española está volcada en ocho magistrales investigaciones: 
Analola Borges, "Una Real Instrucción de 1714, primer intento reformista de 
los Jueces Visitadores en Indias, y posible precedente del sistema de Intenden­
cias"; Alfonso García-Gallo, "Las Audiencias de Indias. Su origen y caracteres"; 
Lino Gómez Canedo, "Algunas notas sobre la visita de Chávez y Mendoza al 
Oriente Venezolano"; Alfonso González, "Las Audiencias Indianas y el Mando 
Militar"; Juan Pérez de Tudela, "Sobre la resistencia contra la Visita. El caso del 
Licenciado Monzón en el Nuevo Reino de Granada"; Demetrio Ramos Pérez, "El 
Presidente de la Real Audiencia de Caracas, en su fase inicial y su intento de con­
centración de todos los poderes"; Antonio Rumeu de Armas, "Juan de Aguado, 
primer Visitador de América"; Ismael Sánchez Bella, "Visitas a Indias". 
El aporte estadounidense se muestra en el excelente estudio de Lewis Hanke 
intitulado "El Visitador Lic. Alonso Fernández de Bonilla y el Virrey del Perú, 
el Conde de Villar (1590-1593)" y en la investigación de Stafford Poole sobre 
"La Visita de Moya de Contreras", que nos da muchas luces sobre la situación 
institucional de la Nueva España durante el siglo XVI. 
La parte final del tomo tercero está consagrada a los trabajos presentados en 
la Mesa Redonda en honor a Fray Bartolomé de Las Casas. Aquí se reproducen 
diez trabajos de relevantes especialistas, siendo de singular valor bolivariano las 
palabras de Joaquín Gabaldón Márquez en su presentación sobre "Bolívar y el 
Padre Las Casas". · 
En síntesis, esta Memoria queda como obra de referencia obligada para la 
historiografía venezolana y latinoamericana, por sus sólidos trabajos de investiga­
ción, aportes inéditos, unidad temática y audaz concepción editorial. Es un hito 
más en el contexto de la acelerada expansión en que se desarrolla la historiografía 
venezolana. 
UN LIBRO VENEZOLANO SOBRE SANCHEZ CARRION 
Por TEODORO RIVERO-AYLLON 
En Lurín, en el apacible retiro de Lurín, muere Sánchez Carrión, el 2 de 
junio de 1825. Ejercía bajo el régimen de Bolívar la Vicepresidencia del Consejo 
de Gobierno, y había ido a Lurín en pos de la salud mermada. 
Moría así, pobre y enfermo, a los 38 años, el fundador de la República. Que­
daban en la inopia, viuda e hijos. No pueden ser más dicientes las propias pala-
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bras de doña Mercedes Dueñas -la viuda de Sánchez Carrión- en carta a Bo­
lívar: "Sí -le dice- murió su Ministro Carrión y mi caro esposo el 2 del co­
rriente, dejando en herencia a esta infeliz familia miseria, llanto y amargura ... " 
Quedaban cuatro niños menores -dos varones, dos mujercitas- y en el 
claustro materno, otro más, que nacería póstumo. No les legaba el padre al morir, 
sino el título de "Benemérito de la Patria en grado heroico", con que no hacía 
mucho lo había honrado el Congreso. 
DE GUAYAQUIL AL CALLAO 
En pocos confió tanto el Libertador como en él. Y en él reconoció "talento, 
probidad y patriotismo sin límites". Bolívar, -ese gran conocedor de hombres­
lo vio claro y vertical. Desde el día aquel en que comisionado por el Congreso, 
fuera en compañía del poeta Olmedo para traer al Libertador. Juntos hicieron en 
25 días en que el "Chimborazo" cubrió la travesía de Guayaquil al Callao, un 
conocimiento mutuo y duradero. 
En momentos difíciles para el Perú -y para el Héroe de Colombia- Sán­
chez Carrión fue su Ministro General. Compartiría, luego, con Unanue y con 
Heres, las arduas tareas del Poder Ejecutivo del Libertador. Juntos -el Liberta­
dor y el Solitario de Sayán- estuvieron en Trujillo, en Huaraz, en Huánuco, en 
Cerro de Paseo, batallando el uno, legislando el otro. Abriendo aquí una escuela; 
allá una Universidad. O creando una Corte de Justicia. Multiplicando, en fin, las 
horas para organizar la Patria incipiente y anárquica. "Un país independiente -de­
cía Sánchez Carrión- por el simple hecho de serlo, no es todavía para sus mora­
dores una patria. Patria es una asociación de individuos formada bajo leyes justas". 
INCAPACES Y SERVILES 
Y por ello y para ello trabajó el. Solitario de Sayán. Si hay que elogiarle su 
enfrentamiento con Monteagudo y todos los que querían para el Perú la impo­
sición de un régimen monárquico; hay que verlo, engrandecido, en las horas en 
que, precaria la salud traicionera, claudicante la economía fiscal, infestada la ad­
ministración pública de incapaces y serviles, va tras las huellas del Libertador, 
predicando que "un pueblo que no se obedece a sí mismo está muy atrasado en 
la carrera de la Libertad". Que hemos de ser cada día más austeros y moderados. 
Y que el día en que cumplamos tal propósito, sólo entonces, seremos verdadera­
mente libres, y "habremos alcanzado nuestra emancipación civil, y desaparecerán 
el crimen y los vicios que corrompen la moral, sin cuyo influjo no puede haber 
República". 
COMO EN VASTO MURAL 
Se ha cumplido este dos de junio último -en el mayor silencio- un aniver­
sario más de la muerte de Sánchez Carrión. Sólo ha venido a recordárnoslo el bello 
libro que nos ha remitido desde Caracas, su autor, el Dr. Nicolás Perazzo: "Sán­
chez Carrión y Unanue, Ministros del Libertador, Oficina Central de Informa­
ción, Caracas 1975. 
Como lo destaca, en el prólogo, don Luis Villalba y Villalba: "No hay en 
Venezuela otro autor que como Nicolás Perazzo se haya abocado de lleno a refle-
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jar, siguiendo la huella de las ideas, de los actos y de las ejecutorias, de la honda 
y leal vinculación entre Bolívar y Sánchez Carrión . . . la recia personalidad del 
biografiado". 
Y así es, en efecto, libro hermoso y esclarecedor, que hemos leído, a pau­
sas, con deleite. Tras su lectura queda aún vívida --como en vasto mural- la 
imagen de Sucre, que avanza comandando ejércitos triunfales; y Sánchez Ca­
rrión, el de verbo ardoroso, que va inflamando conciencias y fundando la Repú­
blica. Ambos -jóvenes aún- bajo la inspiración y guía del héroe que concibió 
-hace ya 150 años- que nuestra América era una, desde México hasta la Pa­
tagonia austral ... 
SIMON RODRIGUEZ, EN NUEVO ENSAYO BIOGRAFICO 
Por ADOLFO SALVI 
Nueva y valiosa contribución bibliográfica ha ofrecido la autorizada pluma 
del doctor Alfonso Rumazo González a las letras historiográficas americanas con 
su bien documentado trabajo titulado "Simón Rodríguez, Maestro de América", 
libro auspiciado en su edición por la recién creada Universidad que lleva el nom­
bre del genial educador, de mentalidad resaltante e innovadora, influida en sus 
conceptos básicos por las interpretaciones pedagógicas de Juan Jacobo Rousseau. 
No es -no podía ser- la primera vez que una pluma señera, de particularí­
simo vigor, se ocupe de la vida y del pensamiento innovador de uno de los ameri­
canos más ilustres, mejor dotado intelectualmente, rebosante de la cultura que 
podía entonces establecer determinaciones y conceptos, sobre todo en campo tan 
reciente y novedoso como era el que abarcaba la pedagogía, y, por tanto, la for­
mación e inducción de las individualidades juveniles. 
Esta nueva obra que nos ofrece Alfonso Rumazo González, recoge, paso a 
paso, la pintoresca existencia de Simón Rodríguez; sabio en sapientes prácticasy en la ciencia del vivir cotidiano, con todos los aspectos que la vida puede ofrecer 
y pedir, en una reciprocidad bien calificada y mejor calibrada. El autor inicia --cual 
tenía que suceder- su análisis biográfico desde los tiempos de la corta existen­
cia caraqueña del extraordinario personaje, e inquiere su compañía peregrina y 
versátil a lo largo de una vida salpicada de inquietudes; de riesgos y de esperan­
zados sueños de redención, circunscritos al hombre y extendidos hasta la socie­
dad, porque fueron los conglomerados humanos de América las preocupaciones 
de más cálida vivencia que animaron el extraño existir, en cierta forma, del sin­
gular Maestro, quien se amamantara golosamente del pezón revolucionario y 
múltiple del enciclopedismo. La actitud de don Simón correspondía a la inquie­
tud que la evolución social determinaba, y así asienta Rumazo González: "La 
esfinge de los tiempos estremecíase en Francia y arrojaba vaho inquietante de ra­
dicales cambios que se extendían fuera, hasta muy lejos ... " Y tan lejos, que 
hasta dejaron escapar su influencia y llegar a la recoleta existencia caraqueña, su­
jeta al adormitado ambiente de la época, entremezclada con lo religioso y lo po-

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