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MONOGRAFIA_INTERCULTURALIDAD_PEDAGOGIA

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Instituto superior de formación docente nº 169 gral. Madariaga. Profesorado de educación inicial - primer año
 I N T E R C U L T U R A L I D A D 
 -Trabajo Práctico final-
 Pedagogía
Profesor: Ricardo Piñón. Alumnas: Alejandra Ferreyra, Milagros Elizalde.
 INDICE 
*Introducción página 3.
*Pedagogía crítica página 4.
¿Qué es la pedagogía critica?
¿Cómo es el rol del docente en base a esta pedagogía crítica?
*Interculturalidad página 6.
*Cultura página 7.
*Diversidad Cultural página 8.
*Interculturalidad y educación página 9.
*Interculturalidad y educación bilingüe página 11.
Interculturalidad y educación bilingüe en argentina
*Interculturalidad y el Nivel Inicial página 13.
Criterios pedagógicos para el desarrollo y tratamiento 
de la interculturalidad en el aula.
Conclusión final página 16.
Anexo página 17.
Bibliografía página 21.
Introducción
A partir de la propuesta de final del profesor Ricardo Piñón sobre la materia Pedagogía de primer año de nivel inicial, decidimos realizar una monografía respecto al tema INTERCULTURALIDAD la cual nos pareció importante abordar ya que es lo que nos rodea, es algo que deberíamos tener en cuenta constantemente y poder abordarla desde todos los ámbitos. Gestionar el abordaje desde el nivel inicial, tanto como el primario y el secundario, para poder lograr una inclusión entre todas las culturas y las etnias que en nuestro país conviven. La interculturalidad, la cual daremos la definición a lo largo del trabajo, forma parte de nuestras vidas, de nuestros días y deberíamos mantenerla vigente, siempre y cuando sea para un bien y no para un mal en relación a la discriminación y el aislamiento de las culturas que no son las nuestras. 
La construcción de sociedades interculturales, sustentadas en la riqueza de la diversidad, el respeto mutuo y la igualdad, es un requerimiento para la supervivencia pacífica y el desarrollo futuro de la humanidad. Pero la interculturalidad no va a venir hacia nosotros; nosotros, todos, tenemos la necesidad y la responsabilidad de buscarla, de construirla. (Anónimo)
PEDAGOGÍA CRÍTICA 
¿Qué es la pedagogía crítica?
Esta es una forma de dictar las clases en base a la realidad escolar, en base a los estudiantes y los docentes, en base a la sociedad. Aportando la posibilidad de tener una mirada crítica, propiamente dicha. El referente más importante de la pedagogía crítica se puede decir que es Paulo Freire[footnoteRef:1]. 
Paulo Freire le dio una respuesta al mundo en un momento crítico, años 1960, cuando el comunismo y socialismo luchaban contra el capitalismo, un mundo dividido a niveles ideológicos, políticos, económicos y militares. Por esto Freire fue el padre de la educación popular en América Latina.
Desde la pedagogía crítica se considera que la realidad escolar cotidiana está inmersa en un contexto socioeconómico heterogéneo y conflictivo, propio de una sociedad dividida en clases con intereses antagónicos y no antagónicos. En este marco, la educación tiene un claro compromiso político, social y cultural, ya que si bien está condicionada por la estructura social, tiene un cierto grado de independencia relativa, que le permite realizar una acción transformadora dentro del ámbito específicamente educativo. Las escuelas deben asumir una función social, política y pedagógica en virtud de la cual, la educación debe actuar como mediadora en las transformaciones sociales. Por un lado, a través de la enseñanza de aquellos contenidos que, desde los aportes de un conocimiento escolar critico, permitan a los alumnos iniciarse en el conocimiento, compresión, organización y cuestionamiento de la realidad. Por otra parte, mediante la reformulación y cambio de las relaciones de poder y las dinámicas de funcionamiento de las instituciones escolares, que muchas veces, contribuyen a estructurar formas de pensamiento, sentimiento, valoración y acción que dificultan a sus miembros a generar practicas transformadoras. 
 Con esta teoría de la pedagogía crítica se intenta superar aquellas concepciones que olvidan o suponen la escuela real y al mismo tiempo recobrar la historia de la pedagogía encarnada en la escuela. Si bien podría objetarse que esta concepción pedagógica es utópica, creemos firmemente que el trabajo conjunto de los docentes que se identifican con esta visión crítica de la realidad, abrirá el camino hacia algunas transformaciones. (La organización de los contenidos en el Jardín de infantes. Elisa Spakowsky- Clarisa Label- Carmen Figueras. Capítulo 1. Las corrientes pedagógicas en el marco de las teorías del conflicto. La pedagogía crítica; La tarea del docente)
¿Cómo es el rol del docente en base a esta pedagogía crítica?
La pedagogía crítica requiere de un docente consciente de su inserción histórico-social y comprometido con la tarea de enseñar, no solo en lo que hace a los aspectos técnico-pedagógicos, sino también en relación a la dimensión política de su accionar. Generalmente no es posible enmarcar la práctica docente dentro de un único supuesto teórico. Este tiene múltiples condicionantes que van desde los sociales, políticos e históricos hasta los institucionales y personales. 
Según la pedagogía crítica, el maestro debe trabajar con el alumno haciendo posible que se apropie críticamente de los contenidos de enseñanza. No se trata de una imposición arbitraria en la que el educador transmite el conocimiento como una verdad incuestionable, ni de abandonar el alumno a su desarrollo libre y espontaneo. Por el contrario, el docente planifica su tarea en forma sistemática, dirige el proceso de enseñanza a partir de las necesidades y características del grupo. 
Trata de generar nuevos intereses, lo que hace que esta planificación sea dinámica, porque la vida grupal también lo es. El niño no deja su vida cotidiana en la puerta de la escuela. En cada grupo se conjugan una heterogénea cantidad de historias y realidades socio-culturales, que el docente debe tener en cuenta a la hora de planificar su tarea.[footnoteRef:2] (La organización de los contenidos en el Jardín de infantes. Elisa Spakowsky- Clarisa Label- Carmen Figueras. Capítulo 1. Las corrientes pedagógicas en el marco de las teorías del conflicto. La pedagogía crítica; La tarea del docente) [2: Las corrientes pedagógicas en el marco de las teorías del orden y del conflicto. Capítulo 1. La organización de los contenidos en el Jardín de infantes. Elisa Spakowsky- Clarisa Label- Carmen Figueras.] 
Paulo Freire presentó el modelo liberador en el cual la tarea educativa se basa en la idea de que tanto educador como educando sabeny aprenden a la vez que enseñan. Como dice Paulo “Quien enseña aprende al enseñar y quien aprende enseña al aprender” (LA PEDAGOGÍA CRÍTICA DE PAULO FREIRE: CONTEXTO HISTÓRICO Y BIOGRÁFICO. José González Monteagudo). Esto se puede relacionar directamente con la interculturalidad ya que esta demuestra que debemos unir a las culturas y poder aprender unos de otros.
INTERCULTURALIDAD
La interculturalidad es un proceso de comunicación e interacción entre personas y grupos con identidades culturales especificas, donde no se permite que las ideas y acciones de una persona o grupo cultural este por encima de otro, favoreciendo en todo momento el diálogo, la concertación y con ello, la integración y convivencia enriquecida entre culturas. Las relaciones interculturales se basan en la diversidad y el enriquecimiento mutuo. Sin embargo, no es un proceso exento de conflictos, estos pueden resolverse mediante el respeto, la generación de contextos de horizontalidad para la comunicación, el dialogo y la escucha mutua, entre otros. 
La interculturalidad se refiere a la interacción comunicativa que se produce entre dos o más grupos humanos de diferente cultura. 
El proceso intercultural en general se divide en cuatro etapas;
La primera es el “Respeto”, tener un trato con dignidad, escuchar respetuosamente a los demás y dejar que aprovechen de una libre expresión de percepciones y creencias. La segunda se basa en un “Dialogo horizontal, esto quiere decir interacciones con igualdad de oportunidades con un reconocimiento de que no hay una verdad única. En tercer lugar podemos hablar de una compresión mutua: entendimiento del otro con un enriquecimiento mutuo. Y por último, la obtención de resultados que son difíciles de obtener desde una sola perspectiva y de forma independiente, es el valor de la diversidad donde uno más uno, son más que dos.
CULTURA
El término “Cultura” puede ser abordada desde distintos aspectos, uno de ellos, es que la cultura es un conjunto de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social. Esta es la más utilizada por la sociedad hoy en día. 
En el siglo XXI, la cultura surgió como un concepto central de la antropología, abarcando todos los fenómenos humanos que no son el total resultado de la genética. Específicamente el termino cultura en la antropología americana tiene dos significados, el primero se basa en relación a la evolución de la capacidad humana para clasificar y representar las experiencias con símbolos y la forma imaginativa y creativa de actuar; y la segunda son las distintas formas en que la gente vive en diferentes partes del mundo, clasificando y representando sus experiencias y actuando creativamente. 
 Toda cultura es pluricultural, es decir que, se ha ido formando y se sigue formando, a partir de los contactos entre distintas comunidades de vidas que aportan sus modos de pensar, sentir y actuar.
Una cultura no evoluciona si no es a través del contacto con otras culturas. Pero los contactos entre culturas pueden tener características muy diversas. En la actualidad se apuesta por la interculturalidad que supone una relación respetuosa entre culturas.
DIVERSIDAD CULTURAL
Podemos entender por diversidad cultural, la presencia de diferentes grupos de personas, con diferentes creencias, y valores, quienes comparten una misma sociedad.
El concepto diversidad cultural da cuenta de la convivencia e interacción que existe efectiva y satisfactoriamente entre distintas culturas. La existencia de diferentes culturas está considerada como un patrimonio importantísimo de la humanidad, ya que tal cuestión, sin dudas, contribuye a fomentar y expandir el conocimiento y también valores como el respeto y la tolerancia, porque el hecho de respetar y tolerar al otro que vive al lado nuestro aunque no manifieste las mismas creencias y bagaje cultural, resultará siempre un paso adelante en cuanto personas.
Adjuntamos un corto sobre la diversidad cultural presentado por el canal Encuentro en su página.
Disponible 
En: http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=117291
INTERCULTURALIDAD Y EDUCACIÓN
El sistema educativo es uno de los contextos más importantes para desarrollar y promover la interculturalidad, ya que es la base de la formación humana y un instrumento no sólo de mantenimiento de una sociedad, sino de desarrollo crecimiento, transformación y liberación de esa sociedad y de todas sus potencialidades humanas.
Incluir la interculturalidad como elemento básico del sistema educativo implica que se asume la diversidad cultural desde una perspectiva de respeto y equidad social, una perspectiva que todos los sectores de la sociedad tienen que asumir hacia los otros. Esta perspectiva tiene que partir de la premisa de que todas las culturas tienen el derecho a desarrollarse y a contribuir, desde sus particularidades y diferencias, a la construcción del país. Es decir, que no se jerarquicen determinados tipos de conocimientos sobre otros saber formal/saber tradicional- y que no sean solamente los actores débiles de la sociedad quienes estén en la obligación de conocer la cultura de los actores dominantes: sus lenguas, sus costumbres, sus códigos de comportamiento, sino que más bien la educación se dé en términos de igualdad de condiciones, sin discriminación. 
Para que la educación sea realmente intercultural, es preciso que todas las culturas implicadas en el proceso educativo se den a conocer y se difundan en términos equitativos: con maestros indios, afros, hispano-hablantes y extranjeros; contemplando en los contenidos curriculares los múltiples elementos de conocimiento y sabiduría de las diferentes culturas; factibilizando la enseñanza con metodologías diversas y adecuadas a la realidad pluricultural; con recursos didácticos funcionales. 
Para tener un verdadero impacto en los alumnos y en la sociedad, la interculturalidad tiene que partir de la experiencia de los alumnos y de la realidad sociocultural en que viven, incluyendo los conflictos internos, inter e intragrupales, los desequilibrios sociales y culturales que ellos confrontan. Y además desarrollar capacidades de relacionarse y comunicarse entre sí de manera positiva y creativa, a partir de las culturas de su contorno y respetando sus diversas identidades.
Podemos rescatar del texto de Gabriela Novaro lo siguiente respecto a la interculturalidad y la educación:
“En términos generales: Cualquier situación escolar que uno se imagine, es una situación intercultural, ya que es obvio que la homogeneidad de los grupos no es más que un deseo afortunadamente irrealizable de posiciones ideológicas más o menos reaccionarias. Es un hecho evidente que en la escuela (y más aún en la escuela pública) se encuentran distintos sectores sociales, sujetos de diversas procedencias, de distintas edades y experiencias formativas.
En términos más específicos y restringidos cuando se habla de la interculturalidad en la escuela se alude a situaciones donde la población que asiste se aleja de los parámetros y estándares tradicionalmente considerados como patrón de medida (de lo que los chicos pueden aprender, de las experiencias formativas previas, de lo que es esperable de su conducta, de lo que puede exigirse a los padres)” 
“Concretamente, cuando se habla de interculturalidad las referencias son en general a escuelas con población indígena o con población migrante, pero no migrante de cualquier lugar (no se escucha por ejemplo decir que las escuelas interculturales son aquellas a las que asiste población que habla el inglés como primera lengua), sino población migrante “pobre” de países donde en general la cuestión étnica se articula claramente con el tema indígena. La concepción que subyace a esta noción restringida pareciera ser que, mientras algunas diferencias son valoradas y no generan un “problema” para el sistema educativo, otras sí. Se trataría en este segundo caso de diferencias desvalorizadas y que, a lo largode la historia de nuestro país, han tendido a ser eliminadas, aisladas, integradas y, en los últimos años, objeto de las políticas interculturales. Es válido entonces hacernos la pregunta de si el tema o problema tiene que ver con la diferencia o con la forma desigual en que grupos diferentes se relacionan y valoran. Esto no implica negar que la diversidad plantea un desafío para la investigación, la política y la escuela, sino afirmar la necesidad de discriminar qué de ese desafío le corresponde a la diversidad cultural y qué a los contextos profundamente desiguales en que la misma se presenta.”
(Educación intercultural: potencialidades y riesgos. Gabriela Novaro) 
En relación a la educación y la interculturalidad podemos hablar de las teorías del orden, estas son un conjunto de estructuras sociales conjuntas, instituciones y prácticas sociales para mantener las formas de relacionarse y cumplir las normas de comportamiento. Estas, van de la mano de la interculturalidad ya que permiten, aunque con reglas, el intercambio entre pares. En cambio, las teorías del conflicto están basadas en todo lo contrario, critican a la escuela y no tienen en cuenta la interculturalidad, estás sirven para demostrar cómo debe la sociedad tener un orden e integración. El conflicto siempre es el productor del cambio en la sociedad. (La organización de los contenidos en el jardín de infantes. Elisa Spakowsky-Clarisa Label-Carmen Figueras. Teorías del orden y teorías del conflicto)
Con respecto a la interculturalidad y la educación el equilibrio se mantendrá en cuanto la escuela satisfaga las pretensiones sociales en cuanto a saberes. La alianza escuela/familia no ha dejado de existir, si ha cambiado su sentido. Si el dispositivo de esta alianza todavía se conserva es porque la pedagogía le indica al educador adaptarse, tolerar, comprender las diferencias culturales de raza, etnia, historia, clase, género. (La ruptura del monopolio del saber escolar. Mariano Narodowski. “El fin de la alianza”)
 
INTERCULTURALIDAD Y EDUCACIÓN BILINGÜE 
El Programa de Educación Intercultural Bilingüe (PEIB) existe desde el año 1996 al interior del Ministerio de Educación, y ha transitado por varias etapas que han permitido acumular experiencias sobre las políticas educativas interculturales pertinentes dentro del espacio escolar, entre las culturas de los pueblos originarios y el resto de la población.
Dado el marco normativo y legal vigente, el PEIB busca contribuir al desarrollo de la lengua y cultura de los pueblos originarios y a la formación de ciudadanos interculturales en el sistema educativo. Por lo tanto, el objetivo propuesto es que todos los estudiantes, sin condicionantes étnicas, adquieran conocimientos de la lengua y de la cultura de los pueblos originarios por medio de prácticas pedagógicas y gestión institucional intercultural.
Actualmente el PEIB desarrolla las siguientes estrategias:
· Implementación del sector/asignatura de Lengua Indígena
· Revitalización cultural y lingüística
· Interculturalidad en el espacio escolar
· Estrategias de bilingüismo
La interculturalidad, en la práctica actual de la educación bilingüe, no se ha traducido en espacios intermedios de negociación y encuentro, sino en una polaridad de aprendizaje-enseñanza de lo propio y de lo nacional o ajeno. Es decir, dentro de la educación bilingüe, el significado y la práctica de la interculturalidad siguen ligados principalmente a la enseñanza de la cultura propia. 
En este sentido, podemos decir que todavía domina dentro de la educación bilingüe, una perspectiva bicultural en vez de intercultural.
A diferencia de la perspectiva bicultural que se define bajo el supuesto de la participación de dos culturas en el proceso educativo, la interculturalidad busca contribuir a una interacción respetuosa y fecunda entre individuos y culturas, poniendo énfasis en el reconocimiento, respeto y atención pedagógica de las diferencias y la diversidad cultural en todos los niveles, modalidades y aspectos del sistema educativo y en relación a cualquier campo de conocimiento.
En sí, la interculturalidad requiere una innovación tanto pedagógica como curricular que parte, no sólo de distintos contenidos o experiencias culturales, sino también de los procesos de interacción social en la construcción del conocimiento, y requiere el desarrollo de capacidades conceptuales, de habilidades y destrezas, y de actitudes, valores y orientaciones de conducta.
La educación intercultural bilingüe en la Argentina
De acuerdo con la ley y su normativa, los niveles de educación Inicial, Primaria y Secundaria deben garantizar a todos los pueblos originarios que habitan en el territorio nacional el derecho constitucional a acceder a una educación que contribuya a preservar su identidad étnica, su lengua, su cosmovisión y su cultura. En esta secuencia se conocerán las disposiciones de la Ley de Educación Nacional sobre la modalidad de Educación Intercultural Bilingüe.
INTERCULTURALIDAD Y EL NIVEL INICIAL
Tratar la interculturalidad en el nivel inicial es un trabajo difícil, ya que se debe tener en cuenta todas las culturas que coexisten en el aula, y que no todas son iguales. Lo importante es poder realizar actividades de inclusión para que todos se sientan bien con las clases y puedan verse identificados, todos, en algún punto de la actividad. Compartir entre todos e intercambiar, por sobre todas las cosas, demostrar que la interculturalidad no es un problema, sino una realidad beneficiosa para la población ya que nos nutre a todos y a cada uno de nosotros, a partir de lo que los demás nos puedan transmitir y así nosotros a ellos.
La tarea del docente entonces, es enseñar las normas, los hábitos y los valores, es decir aquellos aprendizajes que forman parte de la socialización, mientras se guía, orienta y acompaña el desarrollo espontaneo del niño, cuando los contenidos son de tipo expresivo o cognitivo. El docente asume la autoridad pedagógica y a partir de esto deberá poder incluir a todos y realizar las actividades que la interculturalidad demanda. En la escuela nueva se comenten profundas injusticias, se discrimina social y culturalmente. En aquellos jardines insertos en un medio con altos porcentajes de analfabetismo, es probable que los niños no manifiesten su interés por ejemplo, por la lengua escrita, de la misma manera en que lo harían los niños pertenecientes a sectores medios de la población. A la docente le cabe la responsabilidad de enseñar, por lo que debe generar en los alumnos aquellas inquietudes que no se explicitan espontáneamente.
Criterios pedagógicos para el desarrollo y tratamiento de la interculturalidad en el aula
A fin de establecer criterios básicos para el desarrollo y el tratamiento de la interculturalidad en el aula, es necesario tomar en cuenta tres referentes centrales: 
1) el contexto sociocultural del centro escolar.
2) la realidad sociocultural de los alumnos y sus familias.
3) el perfil de los docentes y su relación con la comunidad de los alumnos y sus familias. 
 Esos tres referentes indican que los contextos educativos no son todos iguales y que las diferencias entre escuelas, alumnos, docentes y comunidades deberían guiar los enfoques, métodos y contenidos.
 Algunos de los criterios a tener en cuenta son: 
La autoestima y el reconocimiento de lo propio
La interculturalidad parte de una base segura sobre uno mismo, es decir, de un claro sentido y conocimiento de quién es uno y cómo se identifica personal y colectivamente. A eso se incorporan características físicas, experiencias vivenciales, organización familiar, descendencias y parentesco, territorio y comunidad, la vida individual y colectiva, comunicación verbal y no verbal, relaciones sociales, económicas, religiosas y relaciones con la naturaleza. Este criterio pone un empeño especial en incentivar la autoestima de todos los alumnos, pero especialmente de los alumnos provenientes de grupos culturales subordinados, promoviendo la valoración públicade su identidad cultural. Por medio de una exploración de todos los elementos que contribuyen a la formación de identidades locales, el criterio pretende mostrar la pluralidad de la identidad que cada persona tiene múltiples maneras de identificarse individual y colectivamente y que estas identidades no siempre pueden ser catalogadas de manera simple, singular ni étnicamente. Por eso, se consideran varias formas de identificación individual y colectiva, la distinción y relación entre los dos y la manera de contribuir a la formación de un “nosotros” los elementos que nos unen, por ejemplo, la identidad lingüística, de género y de clase, identidad comunitaria, regional y nacional, identidad religiosa, identificaciones subculturales como los jóvenes, por ejemplo, de equipos deportivos, etc.
Finalmente, el criterio señala la necesidad de fortalecer identidades personales sobre valores que ayuden a ser auténticos y responsables con los otros y con el mundo.
La identificación y el reconocimiento de las diferencias y la “otredad”
Comprender y aceptar al “otro” en su diferencia u otredad es parte del proceso de la interculturalidad. Este criterio se enfoca en la identificación y el reconocimiento de las diferencias que existen a varios niveles, incluyendo dentro y fuera de la comunidad, entre varias regiones del país y con el exterior, como también los elementos distintos de la diferencia que incluye género, lengua, edad, hábitos culturales, trabajo productivo, parentesco ancestral, religión, etc. A partir de la perspectiva de que las diferencias representan una riqueza y potencialidad y muestran la capacidad creativa de los seres humanos, este criterio pretende desarrollar un entendimiento positivo y real sobre las diferencias culturales, cuestionando las nociones y las prácticas sociales y educativas, en las cuales las diferencias culturales están consideradas como obstáculos para la educación, para la sociedad, y para el desarrollo.
Se trata de romper con los estereotipos y prejuicios sobre el “otro”, también haciendo claro que muchas veces no existen lindes o fronteras inamovibles entre culturas, grupos o diferencias, sino, especialmente en el mundo actual globalizado, un creciente contacto. En sí, podemos decir que siempre hay huellas o vestigios de los significados e identidades de otros en los significados e identidades de nosotros mismos.
También se trata de identificar las asociaciones y relaciones que existen con “otros”, dentro y fuera de la comunidad, las estrategias y maneras de relacionarse, por encina de las diferencias y los rasgos comunes que comparten.
Conclusión
Como conclusión podemos decir que conocimos mucho acerca de la INTERCULTURALIDAD, vimos aspectos que no conocíamos, y no creíamos que fuera tan amplio el panorama que abre una palabra tan simple como esta, con un significado tan importante. Consideramos correcto que en el jardín de infantes se comience a trabajar desde la primera sala para que no ocurran hechos de discriminación, por ejemplo, y que todos puedan compartir situaciones, creencias, valores, símbolos, formas de comportarse, entre otros, con los demás y que entre todos se haga uno. No todos somos iguales, pero podemos hacer que la desigualdad cultural pueda unirnos y hacernos mejores personas.
ANEXO
Nota: “La interculturalidad en el nivel inicial”
Disponible en: http://integrar.bue.edu.ar/integrar/blog/articulo/la-interculturalidaden-el-nivel-inicial/
	La interculturalidad en el nivel inicial
		En una institución escolar ubicada en el barrio de Lugano, en una sala de 5 años, la docente decidió realizar un proyecto anual sobre interculturalidad. En su sala las familias provenían de diferentes países limítrofes de la Argentina, existiendo en ella muy pocos niños nativos.
	“Comenzamos un nuevo año escolar, y nuevamente se nos hace presente en la sala una temática que es cada vez más frecuente y en algunos sectores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires muy común: La interculturalidad. Concepto que se encuentra vigente en varios documentos de actualización curricular del GCBA y el Diseño Curricular del Nivel Inicial.
Desde edades muy tempranas los niños perciben las diferencias físicas relacionadas con el color de sus cabellos, de su piel, y de ciertos rasgos físicos. Estas características deben ser consideradas por los docentes para ayudarlos a construir una escala de valores que incluya el respeto por la diversidad y la valorización de las diferentes culturas y etnias. Esto les permitirá a su vez sentirse seguros, poder reconocerse y ser reconocidos por los otros, consolidando su relación en relación con su origen étnico, cultural, social, religioso, etc. Poder trabajar la aceptación y la apreciación de estas diferencias dentro del ámbito educativo ayudará a evitar que los niños desarrollen prejuicios y creencias estereotipadas que finalmente producen un daño tanto para ellos mismos como para los otros alumnos.
Según el psicólogo social Erick Erickson, en este período del desarrollo infantil se inicia con mayor intensidad el reconocimiento del sentido moral de sus comportamientos y actitudes, dado que se instala la “conciencia moral”. Los niños ya han conquistado su autonomía y en esta etapa toman iniciativas que los afirmarán en la construcción de su identidad.
Asimismo es deseable trabajar con las familias temas vinculados con la diversidad en sus distintas expresiones, invitarlos a compartir algunas clases con los niños y aprovechar sus conocimientos y experiencias… Esto les permitirá comprender que todas las personas tienen algo para ofrecer y enriquecer a los otros.
Construir una perspectiva intercultural en educación supone revisar y comprender en su complejidad tanto las concepciones acerca de los niños y niñas que pueblan las aulas y acerca de los docentes, de su formación inicial y continua. Supone incluir en todas las dimensiones de las prácticas escolares la cuestión de la interculturalidad como perspectiva pero también como estrategia y como contenido, generando espacios para el debate y discusión de las tramas institucionales en que los vínculos pedagógicos tienen lugar, los contenidos que son transmitidos, las relaciones que se establezcan entre las escuelas, alumnos y alumnas y constelaciones familiares, así como organizaciones socio-comunitarias y movimientos sociales, entre otras.
El concepto de cultura, tan variado como puede ser, es esencial para cualquier currículum de educación docente que aspire a ser crítico. Estamos usando aquí el término “cultura” para significar las maneras particulares en las cuales un grupo social vive y da sentido a sus circunstancias “dadas” y condiciones de vida. (Giroux 1981)
Es en la multiplicidad de vínculos que se porta y construye cultura, de modo que los valores, creencias, costumbres, las maneras de vivir, el ser varón o el ser mujer, se manifiestan en escenario dinámico y dialéctico, por ende de cambio, donde los sujetos entrecruzan particularidades históricas, individuales y colectivas.
Para hacer posible una educación intercultural, se habrá de convenir la necesidad de contar con una concepción de cultura dinámica, cambiante, adaptativa. Adjetivos que no hacen sino subrayar las posibilidades de interacción, flexibilidad e intercambio. En definitiva, no es posible concebir una cultura sin relación con los demás.
 La perspectiva interculturalista parte de un planteamiento donde lo sustantivo es la interacción, el reconocimiento de que la cultura es necesariamente un fenómeno interactivo donde no es posible poner barreras. Así, la educación intercultural quiere significar un enfoque-propósito y expresa en sí misma un proyecto, un propósito: el establecimiento de un marco de relaciones donde se facilite la interacción cultural en un plano de igualdad.
Experiencia Escolar: En una institución escolar ubicada en el barrio de Lugano, en una sala de 5 años, la docente decidió realizar un proyecto anual sobre interculturalidad. En su sala las familias provenían de diferentespaíses limítrofes de la Argentina, existiendo en ella muy pocos niños nativos.
En la fundamentación de su trabajo la docente expone entre otros, estos conceptos: la escuela debe ser uno de los mecanismos que debemos utilizar para llevar a cabo una integración que enriquezca a todo el mundo, siendo escenario del intercambio entre culturas diferentes entre iguales. Y debe ser así porque es uno de los mejores medios de que disponemos para llevar a cabo la tarea de prevención de la xenofobia y el racismo a través del conocimiento mutuo, porque estos son conceptos y actitudes que se aprenden, y por lo tanto, si a la vez que crecen, los niños y niñas van aprendiendo a convivir con personas de razas, etnias, culturas y religiones diferentes, les será luego tan normal convivir ya siendo personas adultas.
Entre los objetivos que esta docente se planteó podemos mencionar los relacionados con, programar actividades dentro y fuera del aula, tendientes a favorecer la propia identidad, “quién soy”, el origen de las familias de cada niño, su propia identidad. Favoreciendo el compartirlo con otros y reconocerse a sí mismos. También buscó, establecer una red de intercambio de experiencias interculturales entre las familias y variados centros cercanos a la comunidad educativa. Promover en los niños el orgullo por su herencia cultural. Y que respeten, y que sean capaces de ponerse en el lugar del otro.
Para llevar a cabo este proyecto, se realizaron varias actividades entre las que podemos mencionar estas:
- Desayunos de los pueblos. Aportes a los desayunos saludables desde las diferentes culturas y pueblos de las familias de la sala.
- Elaboración de murales o tapices en distintos soportes: cerámica, papel, textil. Realizados por las generaciones de abuelos de los niños, o adultos significativos mayores.
- Exposiciones interculturales. Unidades didácticas sobre el conocimiento de otras culturas. Semana intercultural, en la cual se realizaron juegos del mundo, jornadas gastronómicas, realización de fichas relacionadas con la interculturalidad, realización de instrumentos típicos de diferentes culturas.
A partir de esta propuesta el grupo y sus familias pudieron vivenciar y sensibilizarse hacia otras culturas del mundo. Asimismo, construir relaciones sociales que promovieron el fortalecimiento de la identidad personal y la autoestima. Valorando la identidad y dignidad de cada miembro de la comunidad educativa, reconociendo y respetando a las personas, su historia comunitaria y nacional.
El simple intercambio entre los alumnos con puntos de partida culturales diferentes, no es suficiente para incentivar actitudes y conductas respetuosas, solidarias y de integración positiva. Tampoco es posible lograr una convivencia enriquecedora desde la imposición de un “deber ser” de tolerancia que ignore o encubra los sentimientos de rechazo. Tolerar es de alguna manera aceptar, pero aceptar a medias, reprimiendo lo que realmente nos produce la situación. Implica aceptar y compartir con los otros “diferentes”, siempre y cuando nadie cambie de lugar.
Para ello, y de esta manera, debe entenderse y trabajar la interculturalidad como un valor educativo. Es necesario atender a la diversidad de demandas que plantean. La diversidad de los alumnos puede tener que ver con lo individual (intereses, capacidad, ritmos de aprendizaje) o con lo social (religión, etnia, lingüística).
Conclusiones:
Lo importante es que como docentes, no solo podamos reconocer la diversidad que observamos a diarios en los niños, sino que podamos comprenderla y aprender a trabajar con ella.
La comprensividad (tomar en cuenta múltiples variables tratando de no ser influenciado por prejuicios y actuar en consecuencia) de su existencia en la realidad es una premisa para lograr una enseñanza no discriminatoria ni segregadora.
En el Nivel Inicial, en el trabajo diario, las docentes debemos tener en cuenta que es importante incluir en los diferentes sectores de la sala, materiales didácticos: libros, cuentos, láminas, fotografías, imágenes, juegos y juguetes, títeres de diverso tipo, videos con diferentes tipos de danzas, de producciones de artes plásticas, que sean representativos de diversas culturas, etnias, etc. Privilegiando las propias de los niños del grupo. Asimismo es deseable organizar reuniones con los padres para tratar temas vinculados con la diversidad en sus distintas expresiones, invitar a algunas familias a participar de actividades en las que puedan compartir con el grupo sus conocimientos, experiencias y saberes.”
 
BIBLIOGRAFIA 
Educación intercultural: potencialidades y riesgos. Gabriela Novaro 
La organización de los contenidos en el jardín de infantes. Elisa Spakowsky-Clarisa Label-Carmen Figueras
LA PEDAGOGÍA CRÍTICA DE PAULO FREIRE: CONTEXTO HISTÓRICO Y BIOGRÁFICO. José González Monteagudo
La ruptura del monopolio del saber escolar. Mariano Narodowski.
Bibliografía ampliatoria:
http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-URL_ID=34321&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html 
http://integrar.bue.edu.ar/integrar/blog/articulo/la-interculturalidaden-el-nivel-inicial/
http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=117291

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