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Cambio cultural En la gestión pública Estrategia de cambio cultural Efraín Sánchez - Maureen Guerrero Gutiérrez 19/01/2015 $ 1 Contenido Introducción ....................................................................................................................................... 2 Marco conceptual .............................................................................................................................. 4 Diagnóstico ....................................................................................................................................... 16 Servicio público: ........................................................................................................................... 17 Identidad y sentido de pertenencia ......................................................................................... 17 Transparencia ........................................................................................................................... 22 Cultura de la legalidad .............................................................................................................. 28 Confianza en instituciones y confianza interpersonal en servidores públicos ......................... 35 Conclusiones servicio público: ..................................................................................................... 37 Ciudadanía .................................................................................................................................... 39 Confianza ciudadana en las instituciones y confianza interpersonal ....................................... 39 Percepción de corrupción ........................................................................................................ 42 Índice de Transparencia Nacional 2008 – 2009 ........................................................................ 49 Índice de percepción de corrupción de Transparencia Por Colombia 2011. ............................ 55 Satisfacción con la gestión pública ........................................................................................... 56 Importancia asignada a los asuntos públicos ........................................................................... 60 Participación ciudadana en los asuntos públicos ..................................................................... 61 Rendición de cuentas ............................................................................................................... 63 Conclusiones ciudadanía .............................................................................................................. 64 Estado del arte ................................................................................................................................. 67 Estrategia de cambio cultural ........................................................................................................... 78 2 Introducción En este documento se presenta un avance del proyecto de formulación de una estrategia de cambio cultural orientada a mejorar la forma de pensar de los servidores públicos sobre su gestión, así como el reconocimiento ciudadano de la misma en Colombia. En primer término se presenta un esbozo del marco conceptual que orienta el proyecto, partiendo de los conceptos de cultura y capital cultural, como fundamento de una estrategia de cambio en los dos aspectos. En seguida se ofrece una visión puramente pragmática y adaptada a los fines del proyecto, de las estructuras de la cultura y el capital cultural, acompañada de breves definiciones de los contenidos de la cultura y el capital cultural con los cuales se trabaja en el marco conceptual. En la parte central de dicho marco se concentra la atención en el origen y la dinámica de la cultura y el capital cultural, cuyo entendimiento, al menos en su forma básica, es crucial para definir una estrategia de cambio cultural. En seguida se enfocan los temas de cambio cultural y cambio de comportamiento bajo el principio de que, como construcciones sociales, los contenidos culturales están sujetos a cambio. Si bien se asumen los comportamientos como aspecto central del cambio cultural, también se integra a la construcción conceptual la idea de que los comportamientos no existen en el vacío sino que están orientados por los que caracterizamos como contenidos de la cultura y el capital cultural, a saber: hábitos, costumbres, creencias, suposiciones, tradiciones, actitudes (individuales o compartidas socialmente), normas sociales y conocimientos. Así mismo, es esencial incluir en la estrategia de cambio los procesos en los cuales se originan la cultura y el capital cultural. Finalmente, se da una mirada prospectiva a la estrategia de cambio que se propone, señalándose que, como hipótesis inicial para una estrategia de cambio cultural orientada a mejorar la forma de pensar de los servidores públicos sobre su gestión, así como el reconocimiento ciudadano de la misma en Colombia, afirmamos que estos aspectos del capital cultural están relacionados con otros referentes no menos importantes, a saber: 1. Integridad y transparencia como componentes de la gestión pública 2. Identidad y sentido de pertenencia de los servidores públicos 3. Percepción de corrupción por parte de la ciudadanía 4. Confianza ciudadana en las instituciones 5. Conocimiento e importancia asignada a los asuntos públicos por parte de la ciudadanía 6. Participación ciudadana en los asuntos públicos, especialmente en las instancias de control ciudadano sobre la gestión pública. Sobre estos fundamentos, en la segunda parte se presenta un diagnóstico más o menos detallado de los anteriores referentes, basado en una diversidad de encuestas aplicadas en Colombia por entidades públicas y privadas. El diagnóstico está organizado en dos partes. En la primera se examinan los mencionados referentes en cuanto respecta a los servidores públicos, particularizando en los aspectos de identidad y sentido de pertenencia, transparencia, cultura de la legalidad, y confianza en las instituciones y confianza interpersonal. En la segunda se enfoca el diagnóstico en la ciudadanía en general, contemplándose los aspectos de confianza en las instituciones y confianza interpersonal, percepción de corrupción y los temas correlativos de transparencia y satisfacción con la gestión pública, concluyéndose con un examen de los datos 3 referentes a la importancia asignada a los asuntos públicos, la participación ciudadana en los asuntos públicos y la rendición de cuentas. En la última parte, estado del arte, se reúnen artículos, documentos y estudios acerca del cambio cultural enfocado en la gestión pública y la ética y la modernización de la administración pública. 4 Marco conceptual El propósito de este marco conceptual es presentar los lineamientos teóricos y conceptuales que sirven de guía a una estrategia de cambio cultural orientada a mejorar la forma de pensar de los servidores públicos sobre su gestión, así como el reconocimiento ciudadano de la misma en Colombia. El diagnóstico que se presenta en la segunda parte de este informe muestra algunos aspectos tanto de las opiniones y percepciones de los servidores públicos sobre su gestión como de las opiniones, percepciones y actitudes ciudadanas sobre esta, así como de los factores que, hipotéticamente inciden sobre los dos grupos de opiniones y actitudes y los comportamientos asociados con ellas. Inicialmente es pertinentedar una mirada al concepto de cultura dentro de una perspectiva acotada a los propósitos y la metodología de la propuesta. Se trata de construir una definición de la cultura que sirva de marco de referencia para una propuesta de cambio cultural impulsada por intervenciones gubernamentales. Tal definición debe aportar los elementos conceptuales para los siguientes aspectos: a) origen y dinámica de la cultura y el capital cultural; b) factores que inciden en la formación de hábitos y costumbres, actitudes, percepciones, creencias, conocimientos y comportamientos; c) priorización de los factores culturales y de capital cultural, así como de los momentos cruciales en la dinámica de la formación de tales factores, con el fin de establecer los elementos básicos de una estrategia de intervención para el cambio cultural. Cultura y capital cultural Conviene, desde luego, advertir que en estas páginas no entraremos en discusión sobre un término tan ampliamente utilizado en las disciplinas sociales y humanas, así como en los contextos de política pública, con tan diversos sentidos y significados. Nos interesa, como se anunció antes, construir una definición que proporcione un marco de referencia a una estrategia de cambio cultural. En general, existen cuatro tendencias en la definición del término “cultura”: 1. Referida a los productos intelectuales, musicales, artísticos y literarios de una sociedad 2. Referida al refinamiento en el gusto, a los conocimientos elevados (especialmente en las artes) y a los buenos modales. 3. Referida al modo o la forma de vida total de una sociedad, incluidos sus valores, sus prácticas, sus símbolos, sus instituciones y el conjunto de las relaciones humanas (visión antropológica). 4. Referida a las actitudes, los valores y las prácticas en ámbitos específicos. Así, se habla de “cultura económica”, “cultura política”, “cultura democrática”, “cultura organizacional”. Una variante de esta tendencia es la referencia a actitudes, valores y prácticas propios de 5 un subgrupo dentro de la sociedad, o asociados con instituciones o modos de ser específicos, como por ejemplo: “cultura mafiosa”, “cultura del dinero fácil”, etc. Dentro de las anteriores tipologías cabe la gama más amplia de definiciones. En Colombia existe una definición “oficial” del término, esbozada en el Artículo 1° de la Ley General de Cultura de 1997: “Cultura es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias” 1 . Habría, para la Ley, una “cultura colombiana”, presentada en los siguientes términos: “La cultura, en sus diversas manifestaciones, es fundamento de la nacionalidad y actividad propia de la sociedad colombiana en su conjunto, como proceso generado individual y colectivamente por los colombianos. Dichas manifestaciones constituyen parte integral de la identidad y la cultura colombianas”. El teórico social noruego Jon Elster pone énfasis en el carácter compartido e interrelacionado de los distintos elementos de la cultura, y su relación con los comportamientos: “He propuesto una concepción de la cultura en términos de varios componentes interrelacionados: equilibrios de coordinación, normas sociales compartidas, creencias compartidas y conceptos compartidos. El primero de los componentes se define directamente en términos de conducta y los restantes también pueden inducir formas específicas de conducta y deben a este hecho buena parte de su importancia” 2 . Con un enfoque más pragmático, en el prólogo a un libro colectivo titulado Culture Matters, el politólogo norteamericano Samuel P. Huntington reduce la definición a los componentes más fundamentales de la cultura por sus efectos en el desarrollo social. “Definimos cultura, en términos puramente subjetivos, como los valores, actitudes, creencias, orientaciones y suposiciones subyacentes prevalentes entre las personas de una sociedad” 3 . Huntington está particularmente interesado en la forma en que la cultura, “en este sentido subjetivo afecta la medida en que y las formas en las cuales las sociedades logran o dejan de lograr el progreso en el desarrollo económico y en la democratización política”. Siguiendo este enfoque pragmático y hasta cierto punto subjetivo, fundamentamos nuestra propia definición de cultura en las siguientes bases: 1. La cultura es una construcción social 2. La cultura es colectiva. Para que algo pueda considerarse como un rasgo de la cultura, debe ser compartido socialmente. 3. La cultura existe en la medida en que se manifiesta o se expresa, ya sea en objetos (por ejemplo obras de arte), en instituciones (por ejemplo la democracia), en principios de 1 Ley General de Cultura, 1997, Artículo 1°. 2 Elster, Jon, Sobre las pasiones, Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica, 2001, p. 97. 3 Huntington, Samuel P., “Cultures Count”, en Lawrence H. Harrison, Samuel P. Huntington, editores, Culture Matters, New York, Basik Books, 2000, p. XV. 6 acción (actitudes, que en algunos contextos corresponden a “valores”), o en comportamientos individuales. Sobre estos cimientos, entendemos la cultura como el conjunto de costumbres, creencias, suposiciones, tradiciones, actitudes, normas sociales y conocimientos socialmente construidos y compartidos, que orientan el comportamiento y otorgan sentido al mundo entre las personas de una sociedad o un grupo social. Esta definición es coherente con la aportada por David Knott, Stephen Muers y Stephen Aldridge, de la Unidad Estratégica del gabinete británico, creada por el Primer Ministro Tony Blair. En un documento titulado Achieving Culture Change (Hacia el logro del cambio cultural), al cual nos referiremos con frecuencia, los autores señalan que “En los círculos de política pública [el término cultura] se usa comúnmente para referirse al conjunto de influencias sobre la forma en que los individuos, los grupos y la sociedad ven el mundo y reaccionan a él” 4 . Un concepto central en Achieving Culture Change es el de CAPITAL CULTURAL, término acuñado por Pierre Boudieu y Jean-Claude Passeron. En una primera aproximación, Knott, Muers y Aldridge lo definen como “un amplio conjunto de influencias sobre la forma en que los individuos, los grupos y la sociedad ven el mundo y reaccionan a él” 5 . Como puede observarse, en el texto mencionado los conceptos de cultura y capital cultural son idénticos e intercambiables. Sin embargo, para el propio Bourdieu la cultura es una forma específica de capital cultural. Para Bourdieu, “el capital cultural puede existir en tres formas: en un estado incorporado, es decir, bajo la forma de disposiciones de larga duración de la mente y el cuerpo; en un estado objetivado, bajo la forma de bienes culturales (pinturas, libros, diccionarios, instrumentos, máquinas, etc.), que son la huella o realización de teorías o críticas de esas teorías, problemáticas, etc.; y en un estado institucionalizado, forma de objetivación que debe destacarse porque… confiere propiedades enteramente originales al capital cultural que presume garantizar” 6 . Y más adelante agrega: “La mayoría de las propiedades del capital cultural pueden deducirse del hecho de que, en su estado fundamental, estávinculado al cuerpo y presupone corporeidad. La acumulación del capital cultural en su estado incorporado, es decir, bajo la forma de lo que se llama cultura, cultivo, Bildung, presupone un proceso de formación de cuerpo, de incorporación, el cual, en la medida en que implica una labor de inculcación y asimilación, cuesta tiempo, tiempo que debe ser invertido personalmente por el inversionista” 7 . La cultura, en consecuencia, y siguiendo la terminología de Bourdieu, es la acumulación de capital cultural incorporado, capital cultural objetivado y capital cultural institucionalizado. La importancia de este concepto para una estrategia de cambio cultural radica en que el capital cultural puede considerarse como la forma que adopta la cultura en un individuo. Bourdieu define 4 Knott, David, Muers, Stephen, Aldridge, Stephen, Achieving Culture Change: A Policy Framework”. A discussion paper by the Strategy Unit, London, January 2008, p. 23. 5 Ibíd., p. 17. 6 Bourdieu, Pierre, “The Forms of Capital”, en J. Richardson, editor, Handbook of Theory and Research for the Sociology of Education, New York, Geenwood, pp. 241-258. 7 Ibíd. 7 el capital cultural incorporado como “riqueza externa convertida en parte integral de la persona, en hábito” 8 . Caracterizaremos al capital cultural incorporado, entonces, para nuestros propósitos, como el conjunto amplio de hábitos, creencias, suposiciones, actitudes, percepciones y conocimientos adquiridos por una persona en el curso de su vida, y que orientan los comportamientos y otorgan sentido al mundo para esa persona. El cambio cultural supone, y a la vez genera, cambios en el capital cultural de las personas. Estructuras de la cultura y el capital cultural Antes de analizar lo que entendemos por estructuras de la cultura y el capital cultural (específicamente el capital cultural incorporado, en términos de Bourdieu), presentamos algunas definiciones básicas relacionadas con los dos conceptos. DEFINICIONES DE CONCEPTOS RELACIONADOS CON LA CULTURA Y EL CAPITAL CULTURAL Hábito y costumbre: Entendemos por hábito un comportamiento repetitivo realizado por una persona (ej.: el hábito de ir a misa los domingos). Una costumbre, dentro de nuestra terminología, es un hábito socialmente compartido. El hábito, entonces, es de carácter individual, mientras que la costumbre tiene un carácter social. El primero está relacionado con el capital cultural y el segundo con la cultura en términos generales. Creencia: Afirmación de la verdad o la existencia de algo, sin que exista necesariamente una fundamentación empírica. Un individuo puede tener sus propias creencias (capital cultural), pero para que se conviertan en rasgos culturales deben ser compartidas socialmente. Suposición: Conjetura basada en evidencias o indicios previos. Como en el caso de la creencia, puede ser individual (capital cultural) o socialmente compartida (cultura). Tradición: Cada una (o el conjunto) de las costumbres, creencias, conocimientos, comportamientos y normas sociales que se transmiten de generación en generación. La tradición es un componente específico de la cultura, es decir, es un acuerdo social y por lo tanto es compartido por los miembros de una sociedad o un grupo social. Un individuo puede adoptar determinados comportamientos, hábitos o creencias (capital cultural) derivados de la tradición. Actitud: Disposición de una persona a actuar de determinada manera, o evaluación particular que hace de las cosas, sobre la base de su conocimiento, sus principios y su experiencia. Por lo general se expresa en respuestas positivas o negativas. En principio, las actitudes pertenecen al ámbito del capital cultural, pero cuando se comparten socialmente pertenecen al ámbito de la cultura. En este caso suele hablarse de valores. 8 Ibíd. 8 Percepción: Interpretación que hace una persona de los estímulos recibidos por los sentidos. Los procesos fisiológicos y neurológicos por los cuales se transmite al cerebro la información que llega del mundo exterior son esencialmente iguales para todos, pero una vez en el cerebro cada persona interpreta dicha información a su manera y se forma su propia imagen o idea de las cosas. Las percepciones, en sentido estricto, son parte del capital cultural de una persona. Cuando se comparten socialmente, se convierten en creencias y suposiciones. Por ejemplo, la “percepción de seguridad” es en realidad la creencia o la suposición del estado de la seguridad en un lugar determinado, basadas en un conjunto o en la sumatoria de las percepciones individuales. Norma social: Comportamiento (traducido en hábito o costumbre) socialmente compartido y socialmente sancionado y/o aprobado 9 . Conocimiento: En el contexto de esta propuesta de estrategia para el cambio cultural, se entenderá por conocimiento el conjunto de la información que posee una persona en la actitud natural de la vida cotidiana. Podría caracterizarse, siguiendo a Berger y Luckmann, como la información referida a “la realidad que experimento en la conciencia en vigilia, dominada por el motivo pragmático (vale decir, el grupo de significados que corresponden directamente a acciones presentes o futuras) y que comparto con otros de manera establecida” 10 . Comportamiento: Referido a las personas, es su actuación frente a su entorno, sobre la base de sus motivaciones, actitudes, percepciones, principios y conocimientos, mediados por la cultura. La cultura se presenta ante el individuo como un todo estructurado. Sea o no consciente de ello, el individuo encuentra la cultura organizada en ámbitos dentro de los cuales cobran significado las actitudes, las percepciones, los hábitos, las costumbres, las creencias y suposiciones, los conocimientos y los comportamientos. En términos puramente pragmáticos, seleccionamos un modelo de cuatro ámbitos principales en los cuales se organiza la cultura: 1. Ámbito económico: corresponde a todo aquello que tiene que ver con el manejo de los recursos y la riqueza. 2. Ámbito social: se refiere a todas las formas de interacción entre las personas. 3. Ámbito político: comprende todo aquello relacionado con el poder y la administración de la sociedad. 4. Ámbito simbólico: corresponde a la cultura en sentido amplio, y comprende no solo las artes sino también la religión, la ética, la filosofía y la visión del mundo. 9 Se siguen aquí los planteamientos de Jon Elster en The Cement of Society, Cambridge, Cambrige University Press, 1989, pp. 97-ss. Según Elster, “para que una norma sea social debe (a) ser compartida por otras personas y (b) estar en parte sostenida por su aprobación o desaprobación”. Cfr., p.99. 10 Berger, Thomas; Luckmann, Peter, La construcción social de la realidad, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1968, p. 57. 9 Cada uno de esto ámbitos integra cierto número de dimensiones y referentes, algunos de los cuales pueden figurar en más de un ámbito. En el siguiente cuadro se presenta un ensayo de definición de dichas dimensiones y referentes: Ámbitos de la cultura ÁMBITOS DIMENSIONES REFERENTES TÍPICOS (ACTITUDES, COMPORTAMIENTOS) Ámbito económico Trabajo Productividad Progreso Riqueza Ética en el trabajo Aprecio por el trabajo bien hecho Organización Perseverancia Sentido práctico Sentidode responsabilidad Cooperación para el logro de fines comunes Valoración de lo público Capacidad crítica Autodisciplina Planificación Competencia Utilitarismo Trabajo duro Recompensas del trabajo Discriminación del trabajo Aprecio por el mérito Puntualidad Cortesía Limpieza Orden Logro Honestidad Frugalidad Innovación Experimentación Ciencia y tecnología Concepto de riqueza Propiedad privada Relación entre medios y fines Lucro Ahorro Lo público y lo privado Ámbito social Imperio de la ley Convivencia Concertación de acuerdos Normas sociales Normas legales Justificaciones de la desobediencia de la ley 10 Confianza Tolerancia Solidaridad Justicia Individuo, familia, comunidad, sociedad Cumplimiento de las normas básicas de convivencia Concertación y cumplimiento de acuerdos Confianza en el individuo Valoración de lo público Confianza interpersonal Reconocimiento y aprecio de las diferencias raciales, culturales, religiosas y políticas Derechos fundamentales Solidaridad Justicia social Paternalismo Disentimiento Ámbito político Sistema político Participación política Organización política Democracia Lo público y lo privado Valoración de lo público Sentido de autoridad y liderazgo La ley y la justicia Instancias y mecanismos de participación Partidos políticos Organizaciones sociales Confianza en las instituciones Ámbito simbólico Visión del mundo Identidad cultural Expresión creativa Identidad Racionalidad Estabilidad y cambio Moralidad Altruismo Religión y religiosidad Concepto y orientación del tiempo Sentido de pertenencia Respeto y valoración del patrimonio común Educación y conocimiento Arte 11 Origen y dinámica de la cultura y el capital cultural Como construcciones sociales, la cultura y el capital cultural tienen orígenes y experimentan procesos de distinta índole en su evolución. Entender la dinámica de la cultura y el capital cultural es crucial para definir una estrategia de cambio cultural. Origen y dinámica de la cultura y el capital cultural Socialización primaria Determinación de las experiencias actuales Subjetivación Socialización secundaria Sedimentación de las experiencias actuales en estructuras de significatividad y tipicidad Objetivación del capital cultural subjetivo Estratificación del capital cultural y la cultura Socialización del capital cultural subjetivo objetivado Significatividad social del capital cultural subjetivo objetivado Socialización primaria Transferencia social de la cultura Socialización secundaria Sedimentación Acumulación social de la cultura Tradición Institucionalización de la cultura Legitimación de la cultura Distribución social de la cultura y el capital cultural Fuente: Elaborado por el autor 12 El primer momento en la dinámica de la cultura corresponde a la formación inicial del capital cultural individual, y presupone la preexistencia de la cultura. Este proceso se realiza en el curso de la socialización, inicialmente primaria (familia, pares y coetáneos) y luego secundaria, al inducirse al individuo a campos específicos de la cultura y el conocimiento (educación superior, formas de capacitación y entrenamiento). El proceso que se produce en este momento es la subjetivación, en el sentido usual de la psicología y la sociología, referido al aprendizaje y la interiorización de los contenidos culturales, particularmente las distintas formas de conocimiento. No es un proceso solamente de recepción de contenidos, puesto que simultáneamente, y con la acumulación de su propio capital cultural, el individuo está provisto para determinar el alcance, las formas y el sentido de sus procesos de subjetivación. La subjetivación de los contenidos culturales permite al individuo dar sentido a sus experiencias actuales y evaluarlas. Tales experiencias se sedimentan en el individuo en estructuras de significatividad y tipicidad. Los eventos y los fenómenos se presentan ante el individuo como dotados de significado y pertenecientes a lo típico (lo usual en su experiencia) o lo atípico (lo extraordinario). El siguiente momento es el de la objetivación del capital cultural subjetivo objetivado. Es el momento en que el individuo se expresa, ya sea mediante signos y símbolos (el lenguaje en general), mediante comportamientos o mediante la producción de objetos expresivos, por ejemplo obras manuales (incluidas las obras de arte), escritos, etc. Este es el momento en que el capital cultural del individuo comienza a convertirse en cultura. Para esto es necesario que se lleven a cabo los procesos de socialización del capital cultural subjetivo objetivado, en acciones que van desde la simple expresión mediante el lenguaje a la creación de discursos complejos, obras de arte, etc. El valor relativo de las objetivaciones individuales depende del grado de significatividad social de su capital cultural objetivado. Por ejemplo, un hábito del individuo (comportamiento repetitivo) puede llegar a compartirse socialmente, convirtiéndose en costumbre de la sociedad, al adquirir cierto grado de significatividad social. Dicho grado de significatividad social es la base de la estratificación del capital cultural y la cultura, pues no todos los contenidos de estos tienen el mismo grado de significatividad. Ninguna forma de capital cultural subjetivo se convierte en cultura si no se socializa. Al convertirse en cultura el contenido en cuestión experimenta un proceso de transferencia social, que ya no corresponde al individuo sino a las estructuras sociales diseñadas para ese efecto, en la socialización primaria y la socialización secundaria. Dichas estructuras sociales incluyen la educación en todos sus niveles y los medios de comunicación. Se produce un fenómeno de normalización de los contenidos culturales, al convertirse estos en norma en el más amplio sentido de la palabra. Los contenidos culturales así formados tienden a acumularse, en procesos que incluyen la sedimentación y la construcción de tradiciones. En estos procesos los contenidos culturales se convierten en instituciones en el sentido sociológico, es decir, se comparten socialmente en una etapa más avanzada de la socialización, que se presenta cuando otros individuos se apropian de dichos contenidos mediante el proceso de subjetivación. 13 En algunos casos los contenidos culturales requieren legitimación, es decir, demostración de autenticidad, veracidad, utilidad, etc. Así, los contenidos del capital cultural subjetivo, convertidos en cultura en procesos de socialización, transferencia, acumulación, institucionalización y legitimación, reinician el ciclo de la dinámica de la cultura y el capital cultural. Cambio cultural y cambio de comportamiento Todos los contenidos del capital cultural y la cultura están sujetos a los procesos que se acaban de describir. Los hábitos, las costumbres, las creencias, las suposiciones, las tradiciones, las actitudes (individuales o compartidas socialmente), las normas sociales, y los conocimientos pasan por los procesos de subjetivación, objetivación, socialización, transferencia, acumulación, institucionalización y legitimación. Como construccionessociales, los contenidos culturales están sujetos a cambio. El tema del comportamiento es uno de los más estudiados en las disciplinas sociales y humanas. Un informe de Andrew Darton para el Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Westminster (Inglaterra) analiza 60 teorías y modelos socio psicológicos referidos tanto al comportamiento en sí como al cambio. Según el autor, “los modelos de comportamiento nos ayudan a entender comportamientos específicos, al identificar los factores subyacentes que influyen sobre ellos. Por contraste, las teorías del cambio muestran cómoi cambian los comportamientos con el tiempo, o cómo pueden cambiarse. Mientras que la teoría del comportamiento es diagnóstica, diseñada para explicar los factores determinantes que subyacen en el comportamiento, la teoría del cambio es más pragmática, desarrollada en apoyo de intervenciones para el cambio de comportamientos actuales o estimular la adopción de nuevos comportamientos. Si bien los dos cuerpos de teoría tienen propósitos distintos, son muy complementarios; entenderlos ambos es esencial para el desarrollo de intervenciones eficaces” 11 . Knott, Muers y Aldridge presentan una sencilla definición del concepto de cambio cultural. Para ellos, este “se refiere tanto a (i) las intervenciones para influenciar actitudes, valores y aspiraciones subyacentes y el modo como estos se manifiestan en el comportamiento, y (ii) el proceso dinámico por el cual las pautas de comportamiento se convierten en establecidas como parte de actitudes y valores subyacentes” 12 . En esta propuesta de una estrategia para el cambio cultural entenderemos por este esencialmente el proceso dinámico descrito en las páginas anteriores, estimulado por intervenciones gubernamentales. 11 Darnton, Andrew, Reference Report: An overview of behaviour change models and their uses, Centre for Sustainable Development, University of Westminster, Julio de 2008. Cfr. p. 1. 12 Knott, David, Muers, Stephen, Aldridge, Stephen, Achieving Culture Change: A Policy Framework”, op. cit., p. 17. 14 Asumimos los comportamientos como aspecto central del cambio cultural. Dentro de nuestro esquema del origen y la dinámica de la cultura y el capital cultural los comportamientos corresponden específicamente a la objetivación del capital cultural subjetivo. Sin embargo, el cambio de comportamientos no es en modo alguno el único objeto del cambio cultural. Según nuestras definiciones de cultura y capital cultural, los comportamientos no existen en el vacío sino que están orientados por los que caracterizamos como contenidos de la cultura y el capital cultural, a saber: hábitos, costumbres, creencias, suposiciones, tradiciones, actitudes (individuales o compartidas socialmente), normas sociales y conocimientos. Estos contenidos, nuevamente, orientan el comportamiento y otorgan sentido al mundo para los individuos. El cambio cultural, por consiguiente, no se reduce al cambio de comportamiento o de las actitudes, valores y aspiraciones subyacentes ya sea en el individuo, en un grupo o en la sociedad en su conjunto. Tan importante para las intervenciones de cambio cultural es incidir en los contenidos de la cultura y el capital cultural (hábitos, costumbres, creencias, suposiciones, tradiciones, actitudes, normas sociales y conocimientos) como en los procesos en los cuales se originan y que les imprimen dinámica (subjetivación, objetivación, socialización, transferencia, acumulación, institucionalización y legitimación). En síntesis, toda estrategia de cambio cultural debe dirigirse a modificar los siguientes aspectos: 1. Costumbres (hábitos en el caso del capital cultural) 2. Creencias 3. Suposiciones 4. Tradiciones 5. Actitudes 6. Normas sociales 7. Conocimientos 8. Comportamientos Entendemos que en los comportamientos (factor 8) inciden los siete factores restantes, pues son los que los orientan y les otorgan sentido. Pero los comportamientos en sí, como objetivación del capital cultural subjetivo, pueden incidir a su vez en los demás factores. Así por ejemplo, un comportamiento repetitivo (hábito o costumbre) puede generar creencias, actitudes y más importante aún, normas sociales, que según Jon Elster son “el cemento de la sociedad” 13 . Por otra parte, el cambio cultural no es sostenible si solamente se cambian comportamientos, o actitudes, o costumbres, o creencias. Cualquier intervención debe incidir también sobre los procesos, en sus circunstancias específicas, pues estos, en gran medida, determinan los contenidos de la cultura y el capital cultural. Por consiguiente, una estrategia de cambio cultural también debe dirigirse a transformar los siguientes procesos: 1. Subjetivación de la cultura 2. Objetivación del capital cultural subjetivo 13 Elster, Jon, The Cement of Society, op. cit. 15 3. Socialización del capital cultural subjetivo objetivado 4. Transferencia social de la cultura 5. Acumulación social de la cultura 6. Institucionalización de la cultura 7. Legitimación de la cultura 8. Distribución social de la cultura y el capital cultural Para referirnos solamente a uno de estos procesos, de gran trascendencia en el origen y la dinámica de la cultura y el capital cultural, la subjetivación tiene consecuencias cruciales sobre el capital cultural y la cultura. En verdad, la subjetivación, mediante la socialización primaria y la socialización secundaria, constituye el proceso básico de formación de capital cultural en un individuo. La idea misma de capital cultural se le ocurrió a Bourdieu en el curso de sus investigaciones sobre la educación: “La noción de capital cultural inicialmente se me presentó, en el curso de mis investigaciones, como hipótesis teórica que hacía posible explicar el logro escolar desigual de niños procedentes e las distintas clases sociales, al relacionar el éxito académico, es decir, la utilidad específica que los niños de las diferentes clases y fracciones de clase pueden obtener en el mercado académico, con la distribución del capital cultural entre las clases y las fracciones de clase” 14 . En el proceso de subjetivación de la cultura (formación del capital cultural individual) inciden no solamente los actores (familiares, maestros, pares y coetáneos, etc.) sino las circunstancias económicas, sociales, culturales, incluso políticas, en las que se tiene lugar el proceso. Cambio cultural de actitudes y percepciones de servidores públicos y ciudadanía en general en Colombia Consecuencia de todo lo anterior es el reconocimiento de que cualquier estrategia de cambio cultural (cambio cultural estimulado por intervenciones) se enfrenta a un conjunto en extremo complejo de problemas, con resultados inciertos, y debe estar guiada por la prudencia y la modestia. Como señalan Knott, Muers y Aldridge, “el cambio cultural no consiste en buscar resultados de corto plazo, sino más bien en invertir para asegurar el gran cambio, garantizado en el largo plazo” 15 . Como hipótesis inicial para una estrategia de cambio cultural orientada a mejorar la forma de pensar de los servidores públicos sobre su gestión, así como el reconocimiento ciudadano de la misma en Colombia, afirmamos que estos aspectos del capital cultural estánrelacionados con otros referentes no menos importantes, a saber: 7. Integridad y transparencia como componentes de la gestión pública 8. Identidad y sentido de pertenencia de los servidores públicos 9. Percepción de corrupción por parte de la ciudadanía 10. Confianza ciudadana en las instituciones 14 Bourdieu, Pierre, “The Forms of Capital”, op. cit. 15 Knott, David, Muers, Stephen, Aldridge, Stephen, Achieving Culture Change: A Policy Framework”, op. cit., p. 5. 16 11. Conocimiento e importancia asignada a los asuntos públicos por parte de la ciudadanía 12. Participación ciudadana en los asuntos públicos, especialmente en las instancias de control ciudadano sobre la gestión pública. En el siguiente diagnóstico se presentan algunas de las actitudes, percepciones, normas sociales, creencias, suposiciones y comportamientos asociados con los anteriores referentes del capital cultural, y que hasta cierto punto los determinan. Diagnóstico La estrategia de cambio cultural tiene como objetivo mejorar la forma de pensar de los servidores públicos sobre su gestión, así como el reconocimiento ciudadano de la misma, en la que se identifiquen los mecanismos y relaciones interinstitucionales para su implementación. Se parte del planteamiento de que la forma de pensar de los servidores públicos sobre su gestión está relacionada con tres aspectos distintos: a. Por una parte, con la integridad y la transparencia como componentes de la gestión, y de la auto percepción de los componentes de integridad y transparencia entre los servidores públicos. b. Identidad y sentido de pertenencia de los servidores públicos. c. Por otra parte, la forma de pensar de los servidores públicos sobre su gestión está fuertemente influenciada por dos aspectos de su imagen pública (reconocimiento ciudadano de su gestión): • Percepción de corrupción por parte de la ciudadanía • Confianza ciudadana en las instituciones A su vez, el reconocimiento ciudadano de la gestión de los servidores públicos (imagen de los servidores públicos) no está determinado solamente por la percepción de corrupción y la confianza en las instituciones. Una lista preliminar de dichos factores sería la siguiente: a. Percepción de corrupción de los servidores públicos por parte de la ciudadanía b. Percepción de corrupción ciudadana por parte de la ciudadanía c. Conocimiento de los asuntos públicos por parte de la ciudadanía d. Confianza ciudadana en las instituciones e. Importancia asignada a los asuntos públicos por parte de la ciudadanía f. Participación ciudadana en los asuntos públicos, especialmente en las instancias de control ciudadano sobre la gestión pública. En síntesis, la forma de pensar de los servidores públicos sobre su gestión está determinada tanto por sus propios comportamientos y actitudes en el servicio (integridad y transparencia) y su percepción sobre los comportamientos y actitudes propios y de sus colegas, como por la imagen pública que proyectan. Sobre la imagen pública de los servidores públicos gravitan no solo los 17 comportamientos y las actitudes de los servidores públicos, que en parte (y solo en parte) determinan la percepción de corrupción y la confianza en las instituciones, sino los comportamientos y las actitudes de la ciudadanía frente a los asuntos públicos, lo cual incluye tanto la propia corrupción ciudadana y su auto percepción de corrupción, como su conocimiento sobre los asuntos públicos, la importancia que le asignan a los asuntos públicos y la participación ciudadana en los asuntos públicos, especialmente en el control social sobre la gestión pública. Servicio público: El presente diagnóstico dará inicio con algunos datos que muestran la percepción de los servidores públicos con respecto a las acciones en contra de la corrupción implementadas en las entidades públicas, así como su sentido de pertenencia a la institución y el conocimiento y participación en los procesos de rendición de cuentas de las entidades del Estado. Las gráficas que a continuación se presentan, hacen parte de la encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE 2013 y del estudio sobre cultura de la legalidad realizado por la Procuraduría General de la Nación y el Centro de Estudios para el Desarrollo – CENDEX de la Pontificia Universidad Javerina. Ambas encuestas fueron realizadas a servidores públicos. En el caso de la EDI (DANE) participaron 167 entidades estatales del nivel central, universidades públicas y corporaciones autónomas regionales, la muestra tuvo un total de 20.827 servidores públicos. La encuesta de la legalidad de la Procuraduría y el Cendex, cubrió un total de 14 entidades de las cuales 3 son del orden nacional, 5 de orden departamental y 6 de orden municipal. La muestra fue de un total de 1.705 servidores con representatividad por nivel de cargo y entidad. Identidad y sentido de pertenencia De acuerdo con la EDI, los mas altos porcentajes de servidores públicos se dividen en dos grandes grupos: uno del 37,6% que se ha desempeñado en la entidad entre 6 meses y 6 años, relativamente recientes dentro de la institución y un segundo grupo del 34,4% que representa a los servidores con mayor tiempo y experiencia en la entidad . De esta población, de acuerdo con la misma encuesta, el 52,5% son mujeres y el 47,3% son hombres. 18 Gráfica n. 1. Funcionarios por tiempo de servicio en la entidad Fuente: Dane – Encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional – EDI Para los servidores públicos, la estabilidad laboral (93,8%) y la posibilidad de acumular experiencia (92,9%) son las razones que obtienen mayor porcentaje dentro de los motivos para permanecer en la entidad. Las tres razones con menores porcentajes, se agrupan en una baja percepción de los servidores de lograr una mayor asignación salarial, incentivos (monetarios) y posibilidades de asecenso dentro de las entidades públicas; esto indica que hay una percepción de estabilidad laboral, pero con bajas posibilidades de ascenso, cuestión que puede repercutir en los servidores en una sensación de monotonía y en un desánimo al llevar a cabo sus funciones. Valdría la pena aquí resaltar la necesidad de generar mayores posibilidades de capacitación y de reconocer el trabajo de los servidores constantemente. Esto puede generar sentido de pertenencia y orgullo de su labor. 37,6% 15,1% 12,9% 34,4% De 6 meses a 6 años de 7 a 11 años de 12 a 16 años más de 16 años Porcentaje de funcionarios por tiempo de servicio en la entidad. 19 Gráfica n. 2. Razones para permanecer en la entidad Fuente: Dane – Encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional – EDI En este sentido, de acuerdo con la encuesta de desempeño y servicio del DANE, los servidores públicos sienten que su labor es importante para la institución y para prestarle un mejor servicio al ciudadano. Sin embargo, la posibilidad de que sus laborales sean innovadoras tiene un porcentaje más bajo, al igual que la percepción de que las capacidades de los servidores pueden aprovecharse e incentivarse mejor. Siguiendo con el anterior argumento, es importante no solo que el servidor tenga un sentido de pertenencia sino que sus labores sean reconocidas como un bien, no solo para el Estado sino para el país. El servidor debe ser reconocido como multiplicador de buenas prácticas de gobierno ejemplar y como representantedel Gobierno Nacional en su territorio. 54,4% 56,1% 65,9% 73,4% 78,6% 85,4% 92,9% 93,8% Perspectiva de ascenso Incentivos y reconocimientos laborales asignación salarial Posibilidades de capacitación Prestigio social Horarios de trabajo Posibilidades de acumular experiencia Estabilidad laboral Porcentaje de personas que están de acuerdo con las siguientes razones para permanecer en la entidad en los últimos doce meses 20 Gráfica n. 3. grado de acuerdo con los siguientes enunciados Fuente: Dane – Encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional – EDI De acuerdo con el estudio sobre cultura de la legalidad realizado por la Procuraduría y el Cendex en el 2012, la percepción de los servidores públicos de que su entidad es un buen lugar para trabajar tiene los porcentajes más bajos. De acuerdo con la gráfica n. 4, en la Gobernación de Bolívar, en la Alcaldía de Puerto Wilches y en el Minsterio de Educación se tienen los más bajos porcentajes de sentido de pertenencia hacia la entidad. Así mismo, el orgullo de trabajar en la institución en el caso de puerto Wilches tiene un porcentaje considerablemente bajo con respecto a las demás entidades encuestadas. Como ya se ha mencionado, es preciso enfocarse en aumentar el sentido de pertenencia, en el orgullo y en el compromiso con la entidad de los servidores. 84,2% 84,6% 93,3% 95,9% 97,9% Las tareas desempeñadas estimularon mi capacidad de innovación Mis capacidades laborales se han aprovechado La labor que desempeñé contribuyó a mi crecimiento personal El trabajo que desempeñé contribuyó a prestarle un mejor servicio a la ciudadanía Mi trabajo constribuyó al logro de los objetivos estratégicos de la entidad Porcentaje de funcionarios que están de acuerdo con cada enunciado en los últimos doce meses 21 Gráfica n. 4. Pertinencia y compromiso con la entidad Nivel de acuerdo respecto a la pertenencia y compromiso con la entidad Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. El estudio sobre cultura de la legalidad señala un bajo porcentaje de percepción de los servidores acerca de incentivos por resultados, del reconocimiento público de los logros de los funcionarios y del reconocimiento público de logros colectivos. Esto como se había miencionado, puede conllevar un bajo rendimiento en la gestiónn pública y en las actitudes de los servidores con respecto a las funciones que deben desempeñar. Los porcentajes de reconocimiento individual, son aun más bajos que los de reconocimiento colectivo, si bien el trabajo en equipo es importante y es relevante mostrar sus logros, el reconocimiento individual es primordial para una buena convivencia y para estimular a los sujetos en sus labores cotidianas. El reconocimiento de los logros individuales en el Ministerio de Salud, la Gobernación de Caquetá y la Alcaldía de Puerto Wilches, no sobrepasan el 25%. 22 Gráfica n. 5. incentivos y reconocimientos en la entidad Existencia de incentivos y reconocimientos en la entidad Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. Transparencia De la transparencia en los procesos y la rendición de cuentas al interior de las entidades, depende en gran parte que los servidores públicos cumplan las normas, confien en su entidad y sientan orgullo y sentido de pertenencia por ella. Estas son actitudes que se verán reflejadas al exterior de las entidades y permitirán que los ciudadanos cambien su percepción con respecto a la corrupción que empaña la imagen de la gestión pública y de los funcionarios. Si bien es importante cambiar la percepción que hay del servidor público, es primordial que el cambio cultural comience dentro de las entidades y que sean los funcionarios quiénes exigan y además cumplan con el cumplimiento de la ley en los procesos de contratación, de control interno, y en general de prevenir la incidencia de las políticas irregulares en las entidades estatales. De acuerdo con la encuesta sobre ambiente y desempeño institucional del DANE, de las estrategias que ha implementado la entidad a la que pertenecen, la racionalización de trámites y el fortalecimiento del control interno son las que tienen un mayor porcentaje de percepción de efectividad al interior de la entidad. Los procesos en la promoción de veedurías ciudadanas, y la detección de riesgos a través del índice de transparencia por el contrario no son de conocimiento 23 de los servidores. En este sentido, no solo es importante para la administración pública fortalecer sus procedimientos internos, sino promover el control social a través de la rendición de cuentas a la ciudadanía y hacer uso de los índices de transparencia que provee la procuraduría y Transparencia por Colombia; asi mismo, realizar reindición de cuentas dentro de la institución y hacer uso de los medios de comunicación adecuados para su divulgación. Gráfica n. 6. Estrategias para prevenir la incidencia de políticas irregulares en su entidad. Fuente: Dane – Encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional – EDI De acuerdo con lo anterior, la encuesta EDI señala que el 70,8% de los servidores públicos no han participado en ningun espacio de rendición de cuentas dentro de la entidad. 29% 28% 25% 25% 23% 15% 31% 27% 27% 26% 35% 23% 12% 11% 9% 12% 15% 12% 6% 5% 5% 8% 6% 7% 23% 29% 34% 29% 22% 43% Fortalecimiento de control interno Proceso de rendición de cuentas al ciudadano Detección de riesgos en la gestión a través del índice de Transparencia Selecció n de funcionarios públicos por sistema de méritos Racionalización de trámites Promoción de veedurías ciudadanas Porcentaje de funcionarios que responden a la pregunta, "durante los ultimos doce meses, ¿qué tan efectiva ha sido cada una de las siguientes estrategias para prevenir la incidencia de políticas irregulares en su entidad? Muy efectiva algo efectiva poco efectiva nada efectiva no tiene conocimiento 24 Gráfica n. 7. Conocimiento o participación en alguna acción de rendición de cuentas Fuente: Dane – Encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional – EDI La rendición de cuentas como un proceso de transparencia de la entidad, debe estar no solo dirigido a los servidores públicos, sino a la ciudadanía en general haciendo uso de las diversas herramientas tecnológicas que permitan su divulgación y conocimiento. A la pregunta si conoció o participó en acciones referentes a la rendición de cuentas en la entidad, la capacitación a ciudadanos y la interacción en línea tiene los porcentajes más altos de desconocimiento y de no participación. El proceso de rendición de cuentas de la entidad es una de las acciones de interacción con el ciudadano y de allí nace su importancia e incidencia en una estrategia de buen gobierno. 29,2% 70,8% si No Porcentaje de funcionarios que responden a la pregunta "¿Durante los ultimos 12 meses, usted conoció o participó en alguna acción de rendición de cuentas en su entidad? 25 Gráfica n. 8. Conocimiento o participación en alguna acción de rendición de cuentas Fuente: Dane – Encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional – EDI Ahora bien, en los contenidos de las rendiciones de cuentas, la información sobre el personal y contratistas de la entidad, los dificultades y problemas presentados, las quejas y peticionesfrecuentes de los ciudadanos y las acciones que garanticen la participación ciudadana son los temas que los servidores consideran no se tratan. Es preciso como parte de un modelo de gobierno ejemplar, que el DAFP promueva los lineamientos para una rendición de cuentas innovadora, participativa y que acerque al Estado a la ciudadanía. 78,8% 65,1% 56,8% 52,2% 32,5% 21,2% 34,9% 43,2% 47,8% 67,5% Publicaciones o informes de gestión Audiencias públicas Reuniones, foros, mesas temáticas con ciudadanos Interacción en línea: redes sociales, chats, foros virtuales, etc. Capacitaciones a ciudadanos para la rendición de cuentas ¿Usted conoció o participó en alguna de las siguientes acciones de rendición de cuentas en su entidad? Si No 26 Gráfica n. 9. Temas tratados en las rendiciones de cuentas Fuente: Dane – Encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional – EDI Con respecto a la disposición de los servidores públicos de denunciar casos de corrupción en su entidad, el 17,9% no lo haría por miedo a ser objetos de represalias laborales, el 13,2% no lo haría por la ausencia de mecanismos de denuncia que garanticen la protección del denunciante, el 12,2% no lo haría por el temor a represalias contra su integridad o vida y un 11,8% tiene la percepción de que estos casos de corrupción no son investigados ni castigados al interior de las entidades. Los procesos de transparencia de una entidad pública, deben procurar generar mecanismos de denuncia que eviten que los servidores publicos se sientan limitados de ejercer su deber. Así mismo el 32% que afirma que ninguna de las anteriores razones sería un motivo para no denunciar casos de corrupción es un porcentaje bajo dentro de las entidades públicas. Además de la generación de políticas de transparencia, es preciso promover una cultura de la legalidad en la que los recursos públicos sean tratados como recursos sagrados por parte de los funcionarios y orienten su accionar hacia el ciudado de los mismos. 94,2% 88,4% 84,6% 78,4% 77,5% 73,9% 65,5% 5,8% 11,5% 15,4% 21,6% 22,5% 26,0% 34,5% Metas y resultados del plan de acción institucional Inversiones y presupuesto asociados al plan de acción institucional Programación de acciones y metas para la siguiente vigencia Acciones para garantizar la participación ciudadana Quejas y peticiones frecuentes de los ciudadanos Dificultades y problemas presentados Información sobre el personal de planta y contratistas de la entidad. Porcentaje de funcionarios que responden a la pregunta: ¿conoce si en estos escenarios de rendición de cuentas, la entidad suministró información sobre los siguientes temas? Si No 27 Gráfica n. 10. Principal razón por la que no denunciaría un caso de corrupción Fuente: Dane – Encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional – EDI En caso de la denuncia de casos de corrupción al interior de la entidad, el 46% de los servidores publicos encuestados acudiría a su jefe inmediato en primera instancia. Gráfica n. 11. En caso de denunciar un caso de corrupción a qué instancia acudiría. 31,8% 17,9% 13,2% 12,2% 11,8% 9,4% 2,9% 0,6% 0,2% Ninguna de las anteriores Teme ser objeto de represalias laborales No hay mecanismos de denucia que garanticen … Teme ser víctima de represalías contra su … Los casos denunciados no se investigan ni … No conoce el procedimiento para hacer la … Los trámites de la denucnia son complicados No hay estímulos o compensaciones que lo … No es mi problema, me es indiferente Porcentaje de personas que responden a la pregunta, "¿si en su entidad se presentara un caso de corrupción y usted decidiera NO denunciarlo, ¿Cuál sería la principal razón por la que NO lo denuciaría? 46% 16,3% 11,5% 9,9% 5,6% 5,6% 4,2% 1,0% El jefe inmedianto La autoridad máxima de la entidad La procuraduría General de la Nación El jefe de control interno y/o disciplinario Ninguna de las anteriores La Fiscalía General de la Nación La Contraloría General de la República El jefe de recursos humanos Porcentaje de funcionarios que responden a la pregunta, "si tuviera que denunciar un acto de corrupción que ocurriera en su entidad, ¿a qué instancia acudiría primero? 28 Fuente: Dane – Encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional – EDI Finalmente, la percepción que los servidores tienen con respecto a la vinculación de funcionarios de libre nombramiento y remoción es negativa. Esto puede deberse entre otras razones, al desconocimiento y a una percepción de corrupción y amiguismo al interior de las entidades públicas. Como parte de una política de transparencia, es necesario que en la rendición de cuentas se suministre toda la información necesaria y que en los medios de comunicación internos, la información sea publicada. Así mismo, es necesario fortalecer los sistemas de información del Estado y divulgarlos Gráfica n. 12 La vinculación de funcionarios de libre nombramiento y remoción Fuente: Dane – Encuesta sobre ambiente y desempeño institucional nacional – EDI Cultura de la legalidad De acuerdo con el estudio sobre cultura de la legalidad realizado por Cendex y la Procuraduría General de la Nación, la concepción que los servidores públicos tienen del buen ciudadano es aquel que obedece las leyes (69,5%), que ejerce su derecho al voto (64,3%) y en una menor proporción, un ciudadano que paga impuestos (50,9%). Acciones como ejercer control social (33%), participar en organizaciones sociales (23%) y participar en organizaciones políticas (11,1%) están puestos en un segundo plano. Esto puede deberse al bajo nivel de cultura política que tiene el país y al desinterés en los asuntos públicos de parte de la ciudadanía en general. Sin embargo, siendo esta una encuesta enfocada a funcionarios públicos, se esperaría que la imagen de un buen ciudadano sea aquel que recoja todos estos factores. 9,7% 17,0% 23,9% 26,4% Se basó en intercambio de favores Se basó en vínculos regionalistas Se basó en influencias políticas Se basó en vinculos personales, familiares o de amistad Porcentaje de funcionarios que responden a la pregunta, "Durante los últimos doce meses, en la entidad, la vinculación de funcionarios de libre nombramiento y remoción" 29 De otro lado, pese a que el deber de ejercer el voto tiene un porcentaje alto dentro de la imagen que se tiene de un ciudadano ejemplar, es importante trabajar por generar en la ciudadanía y en los servidores un interés por el control social, dado que finalmente es este el mecanismo que permite a los ciudadanos hacer seguimientos tanto a las entidades públicas, como a los representantes elegidos mediante el voto popular. La percepción de que el derecho y deber como ciudadano termina al depositar el voto, es una de las prácticas más dañinas para la cultura política de nuestra sociedad y permite la reproducción de prácticas clienterales en las entidades nacionales y distritales. Gráfica n. 13. Concepción del buen ciudadano Factores asociados a la concepción del buen ciudadano, total entidades Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. En general los servidores públicos tienen una buena percepción de la utilidad de las leyes en el país. Sin embargo la apreciación de que las leyes benefician a ricos y a políticos y corruptos está muy acentuada en la visión que se tiene de la política colombiana. Una de las apuestas de la transformación cultural, es cambiar el imaginariode que todos los ciudadanos y los funcionarios públicos son corruptos, y además de que las leyes solo se hacen para su beneficio. 30 Gráfica n. 14. Utilidad de las leyes Para qué han servido las leyes en la ciudad /departamento/país. Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. De acuerdo con la percepción de los servidores públicos encuestados, la mayoría considera que las normas que rigen a la sociedad resultan de las decisiones que toman los representantes elegidos por voto popular, un porcentaje que oscila entre el 20% y el 40% de acuerdo con cada entidad, considera que las normas son impuestas, y un porcentaje bajo, del 8 al 27% aproximadamente, considera que las normas resultan de un proceso de participación ciudadana. El imaginario que se tiene del resultado de las normas como imposición va muy ligado a la baja participación ciudadana en grupos políticos, en organizaciones sociales y en la poca cooperación que hay de la ciudadanía en programas de control social y veedurías ciudadanas. De acuerdo con estos resultados, el ideal de país demócratico no corresponde con el ciudadano apático y no interesado por los temas públicos que existe en la realidad. Es necesario orientar esfuerzos en suscitar un interés por lo público de parte de la ciudadanía y generar un sentido de corresponsabilidad. 31 Gráfica n. 15. Cómo se definen las leyes Cómo se definen en la realidad las normas que regulan la vida de quienes viven en la ciudad/departamento/país. Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. Con relación a la pregunta de quién debe imponer los límites a la conducta de los individuos, es interesante ver que los servidores públicos encuestados dan importancia a la autonomía de las personas y su autorregulación. Este hallazgo resulta importante para realizar acciones con servidores orientadas hacia el cumplimiento de normas apelando a su convicción propia de cumplimiento de la legalidad. 32 Gráfica n. 16. Quiénes imponen los límites a la conducta ¿Quiénes deben imponer los límites a la conducta? Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. En lo referente al respeto por la ley, los servidores públicos se consideran respetuosos de ella ( 9.0 – 9.3 en promedio). Al indagar por qué tanto la gente respeta la ley, el promedio baja fluctúando entre un 5.5 y 6.4 lo cual indica que los servidores públicos tienen una imagen propia legalista, pero al pensar en el ciudadano en común, los ven como sujetos no cumplidores de la ley. Con respecto a la pregunta acerca de qué tanto los funcionario públicos respetan la ley, se percibe en ellos un poco más de confianza que con relación al ciudadano en general, en este caso el promedio sube al 7.4. Las entidades correspondientes a la Costa Atlántica, tienen una muy baja percepción de cumplimiento de ley por parte de la ciudadanía. Con respecto a este tema, es importante que las acciones en cambio cultural vayan encaminadas a mejorar la visión que el funcionario tiene del otro ya sea un ciudadano o un funcionario público y así mismo, que la ciudadanía mejore la imagen que tiene de los servidores públicos. 33 Gráfica n. 17. Quiénes imponen los límites a la conducta Grado de respeto por la ley Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. A la pregunta sobre qué actores de la sociedad infringen más las normas, los servidores respondieron en un 27% los políticos, y en un segundo lugar los ciudadanos con un 25%. Como ya se ha mencionado, estos son resultados preocupantes en la medida en que los servidores públicos deben interactuar a diario con ciudadanos y para los individuos el funcionario público es el representante del Estado en el municipio. La desconfianza que se percibe con estos resultados entre ambas poblaciones impide que haya una buena relación y por tanto que se perjudique la labor de la gestión pública efectiva. 34 Gráfica n. 18. Actores que infringen más las normas Actores que infringen más las normas Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. La Encuesta de Cultura de la Legalidad indagó por el nivel de desacuerdo con algunos refranes utilizados para justificar comportamientos indebidos en la gestión pública. La afirmación “todos hemos dado mordida alguna vez” tiene un nivel de aceptación de aproximadamente un 23% en la Gobernación de Bolívar, en Puerto Wilches de aproximadamente 30% y en Casanare de 35%. “Un funcionario puede sacar provecho del puesto, siempre y cuando haga cosas buenas” tiene un porcentaje muy alto de aceptación en la alcaldía de Puerto Wilches, la alcaldía de Barranquilla y la alcaldía de Florencia. El grado de acuerdo con este tipo de refranes expone la aprobación de parte de la ciudadanía de comportamientos indebidos en la gestión pública y profundiza el imaginario de una cultura del favor y del soborno, en la cual los funcionarios solo llevan a cabo sus funciones si hay algún tipo de ganancia de por medio. Una cultura de la legalidad debe propender por que la ciudadanía no apruebe este tipo de acciones, y porque los servidores públicos desarrollen su labor sin buscar en contraprestación ningún tipo de prebenda. 35 Gráfica n. 19. Nivel de desacuerdo con las siguientes afirmaciones Nivel de desacuerdo con cada una de las siguientes afirmaciones: Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. Confianza en instituciones y confianza interpersonal en servidores públicos De acuerdo con la encuesta de Cultura de la Legalidad, en la entidad en la que más desconfían los servidores públicos es en el Congreso de la República (29%), seguida por la Policía (45%), los medios de comunicación (46%) y las Ongs (49%). De acuerdo con esta medición, las intituciones en las que más confían los servidores son la procuraduría (68%), las instituciones religiosas (68%) y la fiscalía (61%). Estos resultados difieren de la percepción de la ciudadanía (encuesta de Cultura Ciudadana) en la cual las instituciones en las que más confían los ciudadanos son: los maestros, la iglesia y el ejercito y en las que menos confían son: el Congreso, los funcionarios públicos y los políticos. En ambos casos, la confianza en el Congreso es muy baja y en la Iglesia es alta. Los servidores públicos confían más que los ciudadanos en las instituciones del órden nacional. 36 Gráfica n. 20. Confianza institucional Nivel de confianza institucional. Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. Con relación a la confianza interpersonal, los servidores públicos confían plenamente en familiares y en un porcentaje más bajo en amigos. Los compañeros de trabajo son más confiables que los vecinos y puntualmente en la Gobernación del Casanare, Alcaldía de Yopal y Alaldía de Florencia, la confianza en las personas que no se conoce es mínima. El ministerio de Educación es la entidad con mayor nivel de confianza interpersonal en todos los casos. Gráfica n. 21. Confianza interpersonal Frente a cada una de las siguientes personas, ¿cuál es el nivel de confinaza que usted tiene? 37 Fuente: Estudio sobre Cultura de la Legalidad. Procuraduría – Cendex 2012. Conclusiones servicio público: 1. La estabilidad laboral es la principal razón de los servidores públicos para permanecer en laentidad, la perspectiva de ascenso es la razón con menor porcentaje para permanecer en la misma. 2. Los servidores consideran que su trabajo contribuye al logro de los objetivos estratégicos de la entidad. 3. Con respecto a los incentivos, el estudio sobre cultura de la legalidad señala un bajo porcentaje de percepción de los servidores acerca de incentivos por resultados, del reconocimiento público de los logros de los funcionarios y del reconocimiento público de logros colectivos. 4. De acuerdo con las estrategias para prevenir la incidencia de politicas irregulares en la entidad, los servidores públicos consideran poco efectiva la promoción de veedurías ciudadanas y la detección de riesgos a través del índice de transparencia. 5. Con respecto a las acciones para el desarrollo de la rendición de cuentas en las entidades, los servidores públicos no tienen conocimiento de la realización de capacitación a ciudadanos (67,5%) ni de la interacción en línea con los mismos (47,8%). Las herramientas más usuales utilizadas dentro de las entidades para el desarrollo de las rendiciones de cuentas son los informe de gestión (78,8%) y las audiencias públicas (65,1%) 6. En las rendiciones de cuentas, el 34,5% de los funcionarios públicos consideran que hace falta proveer información sobre el personal de planta y contratista de la entidad. Así mismo, el 26% considera que hace falta hablar sobre las dificultades y problemas presentados dentro de la entidad. 7. Con respecto a la disposición de los servidores públicos de denunciar casos de corrupción en su entidad, el 17,9% no lo haría por miedo a ser objetos de represalias laborales, el 13,2% no lo haría por la ausencia de mecanismos de denuncia que garanticen la protección del denunciante, el 12,2% no lo haría por el temor a represalias contra su integridad o vida y un 11,8% tiene la percepción de que estos casos de corrupción no son investigados ni castigados al interior de las entidades. Sin embargo un 32% de los funcionarios considera que no hay razones para no denunciar casos de corrupción. 8. En el momento de denunciar casos de corrupción, el 46% de los funcionarios acudiría a su jefe inmediato. 9. Los servidores públicos consideran que la vinculación de funcionarios de libre nombramiento y remoción se basan en: 26,4% vínculos personales, familiares o de amistad. 23,9% se basó en influencias políticas. 17% se basó en vinculos regionalistas y 9,7% se basó en el intercambio de favores. 38 10. La concepción que los servidores públicos tienen del buen ciudadano es aquel que obedece las leyes (69,5%), que ejerce su derecho al voto (64,3%) y en una menor proporción, un ciudadano que paga impuestos (50,9%). Acciones como ejercer control social (33%), participar en organizaciones sociales (23%) y participar en organizaciones políticas (11,1%) están en un segundo plano. 11. En general los servidores públicos tienen una buena percepción de la utilidad de las leyes en el país. Sin embargo la apreciación de que las leyes benefician a ricos y a políticos y corruptos está muy acentuada en el imaginario que se tiene de la política colombiana. 12. De acuerdo con la percepción de los servidores públicos encuestados, la mayoría considera que las normas que rigen a la sociedad resultan de las decisiones que toman los representantes elegidos por voto popular, un porcentaje que oscila entre el 20% y el 40% de acuerdo con cada entidad, considera que las normas son impuestas, y un porcentaje bajo, del 8 al 27% aproximadamente considera que las normas resultan de un proceso de participación ciudadana. 13. Para los servidores, la familia: 28% y la misma persona: 18% son quienes deben imponer los límites a la conducta del individuo. 14. En lo referente al respeto por la ley, los servidores públicos se consideran respetuosos de ella ( 9.0 – 9.3 en promedio). Al indagar por qué tanto la gente respeta la ley, el promedio baja fluctúando entre un 5.5 y 6.4 lo cual indica que los servidores públicos tienen una imagen propia legalista, pero al pensar en el ciudadano en común, los ven como sujetos no cumplidores de la ley. 15. A la pregunta sobre qué actores de la sociedad infringen más las normas, los servidores respondieron: en un 27% los políticos, y en un segundo lugar los ciudadanos con un 25%. 16. En la entidad en la que más desconfían los servidores públicos es en el Congreso de la República (29%), seguida por la Policía (45%), los medios de comunicación (46%) y las Ongs (49%). Las intituciones en las que más confían los servidores son en la procuraduría (68%), las instituciones religiosas (68%) y la fiscalía (61%). 39 Ciudadanía El presente diagnóstico recoge datos disponibles en cuanto a confianza interpersonal y confianza en las instituciones, percepción de corrupción de los servidores públicos y de la ciudadania, índices de transparencia a nivel nacional e internacional, importancia asignada a los asuntos públicos y participación en los asuntos públicos, rendición de cuentas y satisfacción con la gestión pública en alcaldías y concejos de diferentes ciudadades. Para la realización de este diagnóstico, se tienen en cuenta datos de las siguientes encuestas: • Encuesta de Cultura Ciudadana 2008 – 2013 de Corpovisionarios • Encuesta de Cultura Política 2013 del DANE • Encuesta de Percepción Ciudadana de la Red de Ciudades Cómo Vamos 2012 – 2013 • Índice de Transparencia en las entidades públicas 2007 - 2009 de Transparencia por Colombia • Índice de Transparencia Internacional 2011. • Estudio sobre la Cultura Política de la Democracia en Colombia: 2013 de LAPOP, Universidad de los Andes y Vanderbilt University . • Las vicisitudes del Capital Social en Colombia 1997 – 2011 de la Fundación Restrepo Barco. Si bien ninguna de las encuestas logra una cobertura nacional sobre estos aspectos, los resultados de las diferentes mediciones nos permiten dar el siguiente panorama: Confianza ciudadana en las instituciones y confianza interpersonal Como se observa en el gráfico n. 22, en una lista seleccionada de instituciones (que incluyen tanto estructuras de poder y de gobierno como actores de dichas estructuras), los funcionarios públicos tienen el nivel más bajo de confianza después de los políticos, y solo superan por muy poco al Congreso. Los niveles más altos de confianza los tienen los maestros, la Iglesia y el Ejército. Como se señaló anteriormente, hay una diferencia entre las insitituciones en las que confían los servidores públicos y los ciudadanos. Para los funcionarios, las instituciones en las que más confíanson: la Procuraduría, las instituciones religiosas y la fiscalía. La institución que goza de menor confianza en ambos casos es el Congreso de la República y así mismo, la institución que goza de mayor confianza en ambas mediciones, es la iglesia. 40 Gráfica n. 22. Confianza ciudadana en las instituciones Fuente: Corpovisionarios, Encuesta de Cultura Ciudadana 2008 – 2014. De acuerdo con la encuesta de cultura política del DANE, el 28,1% de los ciudadanos no confía en la presidencia de la República y el 30,3% no confían ni mucho ni poco, este resulta ser un porcentaje un poco más alto que el presentado por la encuesta de cultura ciudadana cuyo porcentaje de desconfianza es del 76,8%. En general, la desconfianza en las entidades públicas, políticos, y funcionarios del Estado oscila entre el 76% y el 90%, ver gráfica 24.
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