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Factores de Risco em Cesáreas

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UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL 
“LISANDRO ALVARADO” 
DECANATO DE MEDICINA 
PROGRAMA DE ENFERMERÍA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
FACTORES DE RIESGO QUE INCIDEN EN LA APARICIÓN DE 
ABSCESOS DE PARED EN PACIENTES POST - CESAREADAS. 
UNIDADES II Y III DE GINECO – OBSTETRICIA DURANTE EL 
TURNO 1-7 P.M. HOSPITAL CENTRAL UNIVERSITARIO 
“ANTONIO MARÍA PINEDA”. BARQUISIMETO. 
FEBRERO – JUNIO 2005 
 
 
 
 
 
 
 
 
SRAUBRY PÉREZ 
DULCE RIVAS 
ANA T. TORREALBA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
BARQUISIMETO, JUNIO 2005
 2 
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL 
“LISANDRO ALVARADO” 
DECANATO DE MEDICINA 
PROGRAMA DE ENFERMERÍA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
FACTORES DE RIESGO QUE INCIDEN EN LA APARICIÓN DE 
ABSCESOS DE PARED EN PACIENTES POST - CESAREADAS. 
UNIDADES II Y III DE GINECO – OBSTETRICIA DURANTE EL 
TURNO 1-7 P.M. HOSPITAL CENTRAL UNIVERSITARIO 
“ANTONIO MARÍA PINEDA”. BARQUISIMETO. 
FEBRERO – JUNIO 2005 
 
 
 
 
 
 
 
 
Autoras: Pérez, Sraubry 
 Rivas, Dulce 
 Torrealba, Ana T. 
 
 Tutora: Lic. Elsa Vargas 
 
 
 
 
 
 
 
Barquisimeto, Junio 2005 
 3 
ÍNDICE 
 
Pág. 
 
ÍNDICE DE CUADROS 
RESUMEN 
INTRODUCCIÓN 
CAPÍTULOS 
I. EL PROBLEMA 
Planteamiento del problema 
Objetivos 
Justificación e importancia 
Alcances y limitaciones 
II. MARCO TEÓRICO 
Antecedentes 
Bases teóricas 
Bases conceptuales 
Operacionalización de variables 
Definición de términos 
III. MARCO METODOLÓGICO 
Tipo de investigación 
Población y muestra 
Técnicas e instrumentos de recolección de datos 
Procedimiento a seguir para la recolección de datos 
IV. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS 
V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 
Conclusiones 
 Recomendaciones 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 
ANEXOS 
iv 
vi 
1 
 
3 
3 
6 
6 
7 
8 
8 
9 
34 
36 
37 
39 
39 
39 
40 
40 
42 
53 
53 
54 
55 
 
 
 4 
ÍNDICE DE CUADROS 
 
Cuadro Pág. 
 
1 
 
 
 
 
2 
 
 
 
 
3 
 
 
 
 
4 
 
 
 
 
5 
 
 
 
 
6 
 
 
 
 
7 
 
 
 
 
8 
 
 
 
9 
Distribución por edad de las pacientes post-cesareadas de las 
Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central 
Universitario “Antonio María Pineda”. Barquisimeto. Febrero-Junio 
2005. 
 
Distribución por grado de instrucción de las pacientes post-
cesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital 
Central Universitario “Antonio María Pineda”. Barquisimeto. 
Febrero-Junio 2005. 
 
Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III 
de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio 
María Pineda”, según convivencia familiar. Barquisimeto. Febrero-
Junio 2005. 
 
Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III 
de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio 
María Pineda” según número de gestas. Barquisimeto. Febrero-Junio 
2005. 
 
Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III 
de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio 
María Pineda”, según tipo de cesárea. Barquisimeto. Febrero-Junio 
2005. 
 
Distribución de las pacientes post-cesareadas según el tipo de 
complicación durante el embarazo. Unidades II y III de 
Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María 
Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. 
 
Distribución de las pacientes post-cesareadas según el tipo de 
procedimiento realizado. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del 
Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” 
Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. 
 
Distribución de las pacientes post-cesareadas según el tiempo de 
estadía en la Sala de Partos. Unidades II y III de Ginecoobstetricia 
del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” 
Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. 
Distribución de las pacientes post-cesareadas según la frecuencia de 
 
 
43 
 
 
 
 
44 
 
 
 
 
45 
 
 
 
 
46 
 
 
 
 
47 
 
 
 
 
48 
 
 
 
 
49 
 
 
 
 
50 
 
 
 5 
 
 
 
 
10 
 
realización de la cura. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del 
Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” 
Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. 
 
Distribución de las pacientes post-cesareadas según los días de 
hospitalización. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital 
Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. 
Febrero-Junio 2005. 
 
 
 
 
 
51 
 
 
 
 
52 
 
 6 
FACTORES DE RIESGO QUE INCIDEN EN LA APARICIÓN DE 
ABSCESOS DE PARED EN PACIENTES POST - CESAREADAS. 
UNIDADES II Y III DE GINECO – OBSTETRICIA DURANTE EL 
TURNO 1-7 P.M. HOSPITAL CENTRAL UNIVERSITARIO 
“ANTONIO MARÍA PINEDA”. BARQUISIMETO. 
FEBRERO – JUNIO 2005 
 
 
Autoras: Pérez, Sraubry 
 Rivas, Dulce 
 Torrealba, Ana T. 
Tutora: Lic. Elsa Vargas 
 
 
 
Resumen 
 
 
Con la finalidad de determinar los factores de riesgo que inciden en la aparición de 
abscesos de pared en las postcesareadas, se realizó un estudio descriptivo transversal 
de campo, con una muestra de seis pacientes postcesareadas de las unidades II y III 
de Gineco-Obstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” de 
Barquisimeto, en el turno comprendido entre la 1 y 7 p.m., durante Febrero-Junio 
2005. Estas pacientes fueron evaluadas por medio de una encuesta que constaba de 
dos partes, donde se registraron datos personales y datos institucionales, los cuales 
constituían de 22 preguntas de selección simple. Luego de aplicado el instrumento de 
recolección de datos se llegaron a las siguientes conclusiones: el 66,6% de las 
pacientes presentaron infecciones durante el embarazo, el 50% de las pacientes 
usaron kits quirúrgicos al momento de ingresar al pabellón, el 49,9% permanecieron 
en sala de partos durante más de 7 horas, al 83,3% no le realizaron la cura de la 
incisión quirúrgica durante su estadía en la unidad y su hospitalización fue de un día 
que representa un 66.6%. 
 
 
 
Palabras clave : Post-cesárea; Absceso de pared 
 
 8 
INTRODUCCIÓN 
 
 
Las cesáreas se definen como el nacimiento del feto por medio de una incisión 
en la pared abdominal y en la pared uterina. 
Existen dos tipos de cesáreas, la llamada transversal o de Fanniestiel y vertical o 
clásica, y éstas son realizadas según el grado de complicación que tenga la paciente al 
momento del parto. 
Las complicaciones de las cesáreas son variables y es por ello que el personal de 
salud no sólo la enfermera sino también el médico deben prestarle el cuidado 
oportuno en las tres etapas de los cuidados operatorios, ya que durante estas etapas 
como son pre-operatorio, tras-operatorio y post-operatorio, es cunado se presentan 
dichas complicaciones. 
El presente estudio de investigación tiene como objetivo general determinar los 
factores de riesgo que inciden en la aparición de los abscesos de pared en las 
pacientes post-cesareadas en las unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital 
Central Universitario “Antonio María Pineda” de Barquisimeto, en el turno 1-7 p.m., 
durante los meses Febrero-Junio 2005. Además tiene como objetivos específicos 
identificar los factores de riesgo personales e institucionales como incidencia en los 
abscesos de pared. 
Esta investigación está conformada por cinco capítulos, los cuales están 
distribuidos de la siguiente manera: 
Capítulo I: conformado por el planteamiento del problema, los objetivos de la 
investigación, la justificación, su alcance y limitaciones. 
Capítulo II: Marco teórico, cita los antecedentes similares del estudio de 
investigación, las bases teóricas y conceptuales, operacionalización de variables y la 
definición de términos. 
Capítulo III: Diseño Metodológico, donde se explica el tipo de investigación, la 
población, la muestra y el instrumento de recolección de datos. 
Capítulo IV: Presentación y análisis de los resultados obtenidos en el estudio. 
Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones del estudio. 
 9 
Finalmente se presentan las referenciasbibliográficas que dieron sustento a la 
investigación y los anexos que la complementan. 
 10
 
 
 
 
CAPITULO I 
 
EL PROBLEMA 
 
 
Planteamiento del Problema 
 
Cunninghan y colaboradores (2003) nos habla de que el origen del término 
cesárea es oscuro y que surgieron tres explicaciones principales: 
1. De acuerdo con la leyenda, Julio César nació de este modo, por lo cual el 
procedimiento se conoció como operación cesareana. Varias circunstancias 
debilitan está explicación. Primero la madre de Julio Cesar vivió muchos años 
después de su nacimiento en el año 100 a.c y hasta por lo menos el siglo XVII, la 
operación era casi siempre fatal. En segundo lugar ningún escritor médico 
menciona la operación, ya sea en un reino o un muerto. 
2. Se creyó que el nombre de la operación proviene de una ley romana, que 
supuestamente creo Numa Pompilius (siglo VIII ac) en la que ordenaba que se 
realizará este procedimiento entre las mujeres que morían en las últimas semanas 
del embarazo, con la esperanza de salvar al niño. 
3. La palabra cesárea provino en algún momento de la Edad Media del verbo latino 
Caedere “cortar”. 
El punto de cambio en la evolución de las cesáreas se produjo en 1882. Cuando 
Max Sauger, que en este momento era ayudante de 28 años de Crede en la 
Universidad Clínica en Leipzig, introdujo la sutura de la pared uterina. Hubo una 
gran receptividad por parte de los otros médicos ya que creían que las suturas en el 
útero eran superfluas y peligrosas, ya podían generar infección. Para tratar de 
enfrentar estas objeciones Sauger documentó su valor, no desde los Centros médicos 
sofisticados de Europa, sino desde la frontera de América. Allí en puestos de Ohio 
 11
hasta Luisiana, comunicó 17 cesáreas en los que utilizó suturas de hilo de plata y 
logró una supervivencia de 3 mujeres, un record para la época. Aunque la 
introducción de la sutura redujo la tasa de mortalidad de la operación debido a la 
hemorragia, la peritonitis generalizada se mantuvo como una causa predominante de 
muerte. 
Por lo tanto, se instrumentaron varios tipos de operaciones para combatir este 
problema, el más temprano fue el procedimiento de Porro (1876), que combinó la 
histerectomía subtotal post-cesárea con la marsupialización del muñón cervical. 
Frank (1907), descubrió la primera operación extraperitoneal que se empleó hasta 
hace pocos años. En 1912 Kronig objetó que la principal ventaja de la técnica 
extraperitoneal no era evitar la cavidad peritoneal sino que era la apertura del útero o 
a través de su segmento inferior delgado. Con pocas modificaciones Beck (1919) 
introdujo esta técnica en Estados Unidos y Delee (1922) la popularizó. Una 
modificación importante fue la recomendada por Kerr en 1926, que prefería la 
incisión uterino transversal o la longitudinal y ésta es el tipo de cesárea que más se 
usa en la actualidad. 
Por otro lado, Cunningham (2002), define la cesárea como el nacimiento de un 
feto por medio de una incisión en la pared abdominal (Laparotomía) o en la pared 
uterina (histerectomía). Así mismo señala que se estima que de 10 mujeres que 
ingresan en la unidad de admisión obstétrica uno de ellos es sometida A cesárea por 
emergencias como son: desproporción cefalopélvica, sufrimiento fetal, cesárea 
previa, hipertensión arterial inducida por el embarazo, distocia del trabajo de parto, 
ruptura prematura de membrana entre otros; o por ser cesáreas electivas sin ninguna 
complicación. 
Así mismo, Reeder (1996), define la cesárea como la extracción del feto por una 
incisión abdominal y uterina. Así objeta que durante el periodo post-operatorio de 
una cesárea existen complicaciones entre los cuales se encuentran las infecciones de 
heridas, estos se presentan entre un 6% a un 11%. Señala que existen otros tipos de 
complicaciones como los que comprometen la cavidad abdominal en donde se citan 
los abscesos de pared llamados también celulitis pélvica por Dickafon Silverman y 
 12
Shult (1995), y que ocurren entre 16% - 58% cuya infección se extiende por los vasos 
sanguíneos y linfáticos hasta el tejido conectivo del ligamento ancho y otras 
estructuras pélvicas. 
Los microorganismos ascendentes provenientes de la microflora vaginal son los 
agentes patógenos más comunes y la infección es polimicrobiana, en la mayoría de 
los casos se desarrolla un absceso en la región central que se extiende en forma 
ascendente hacia el fondo del saco posterior o en dirección ascendente hacia el 
ligamento inguinal. Los síntomas más frecuentes son fiebre persistente que alcanza 
hasta 39° C – 40° C, escalofríos molestos, mal olor en el área de la incisión, 
supuración, letargo, cuenta y formula blanca aumentada a más de 11.000 mm3. 
Los pacientes que van a someterse a una cesárea requieren un cuidado especial 
tanto por parte del médico como de enfermería. Ambos deben alistar a la madre para 
la intervención explicándole de manera sencilla y breve en que consiste la cirugía y 
los procedimientos que deberán realizarse. Tanto médico como enfermeros deben 
mantener las técnicas de asepsia y antisepsia durante los periodos pre-operatorios, 
trans-operatorios y post- operatorio, estar atentos a los cuidados de la paciente ya sea 
en su parte biológica como en su físico y hemodinámia para ello se deben valorar 
signos vitales, administración de fármacos, entre otros. 
Luego la valoración del post operatorio la cual es lo más importante ya que es en 
esta en donde la madre comienza a recuperarse y por ende el cuidado es mucho 
mayor, es aconsejable valorar aquellas áreas y signos en donde puedan presentarse 
posibles complicaciones como los loquios, la involución uterina, perineo, atención a 
la evacuación de la vejiga y de intestinos, mamas, incisión quirúrgica y movilidad e 
higiene; además de instruir a la madre a cerca de indicios de infección, hemorragias, 
trombosis y deshinencia de la herida. Médicos y enfermeros deben ser un equipo 
interactivo que les permita proporcionarle a la madre una pronta recuperación y 
reducir el número de complicaciones. 
En las Unidades II y III de Gineco - Obstetricia del Hospital Central 
Universitario “Antonio María Pineda” de Barquisimeto, se puede observar que el 
ingreso promedio de pacientes post-cesáreadas, su permanencia en la unidad es de 48 
 13
horas, donde reciben atención clínica como administración de antibióticos, cura local, 
entre otros. Sin embargo también se observa un reingreso de estas pacientes con 
abscesos de pared, quienes son aisladas y las cuales se someten a terapia 
farmacológica endovenosa por largos días y a curas diarias, desconociéndose así los 
factores de riesgo a los cuales se exponen las pacientes post-cesareadas. 
Luego de conocer la problemática expuesta anteriormente y apoyándonos en el 
“Deber ser” es necesario que se planteen las siguientes interrogantes: 
§ ¿Existen factores personales que influyan en la aparición de abscesos de pared?. 
§ ¿Son los factores institucionales los que influyen en la aparición de abscesos de 
pared? 
 
Objetivos 
 
Objetivo General 
Determinar los factores de riesgo que inciden en la aparición de abscesos de 
pared en pacientes post-cesareadas en Unidades II y III de Gineco–Obstetricia 
durante el turno 1-7 p.m. Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” de 
Barquisimeto. Febrero – Junio 2005. 
 
Objetivos Específicos 
 
§ Identificar los factores personales que inciden en la aparición de abscesos de 
pared. 
§ Descubrir los factores institucionales que inciden en la aparición de abscesos de 
pared. 
 
Justificación del Estudio 
En la actualidad existen numerosos tipos de intervenciones quirúrgicas entre los 
cuales tenemos las “Cesáreas”, estas comprometen no sólo a la madre sino al nuevo 
fruto, el recién nacido. Por las múltiples complicaciones que ello acarrea, es por ello 
 14
que durante nuestras Pasantiaspor las Unidades II y III de Gineco- Obstetricia del 
Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” de Barquisimeto, se observó 
que muchos de las pacientes presentaban infecciones luego de las cesáreas y entre 
ellas la más común eran los llamados abscesos de pared. Por ésta razón se tomó la 
iniciativa de realizar el siguiente trabajo de investigación que tendrá como meta 
determinar los factores de riesgo que inciden en la aparición de dichos abscesos, 
logrando así dejar aportes a los siguientes investigaciones científicas garantizando un 
avance en esta área. 
Este trabajo servirá de sustento para avaluar el trabajo del equipo de salud dentro 
de las unidades y el resultado que se obtenga en el estudio nos permitirá la búsqueda 
de soluciones para mejorar la problemática en las unidades y reducir el número de 
infecciones. 
 
Alcances y Limitaciones 
 
La siguiente investigación se realizará en las Unidades II y III de Gineco- 
Obstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” con la 
finalidad de proporcionar y adquirir conocimientos sobre la problemática y buscar 
posibles soluciones para garantizar un mejor cuidado de los pacientes. 
En nuestro estudio existen diversas limitaciones en cuanto a recursos humanos, 
materiales y financieros pero la más importante es el factor tiempo por la carga 
horaria del semestre en estudio. 
 
 
 
 
 15
 
 
 
CAPITULO II 
 
MARCO TEORICO 
 
 
 
Antecedentes del Estudio 
 
Palencia (1998-1999), realizó un trabajo de investigación titulado “Cultivo y 
Antibiograma de Abscesos de Pared Post-cesárea en el servicio de Ginecología y 
Obstetricia del Hospital Central Antonio María Pineda”, cuyo objetivo fue determinar 
mediante el cultivo y antibiograma de la secreción de la herida operatoria, el agente 
bacteriano más frecuente en los abscesos de pared post-cesárea Hospital Central 
“Antonio María Pineda” durante el lapso de noviembre de 1998 – febrero de 1999. 
Este estudio pretende evidenciar la aplicación del cultivo y antibiograma para 
establecer un patrón de gérmenes y sensibilidad o diferentes antibióticos en la 
presencia de complicaciones infecciosas de la operación de cesárea, así mismo 
especificar los medios de asepsia y antisepsia que se deben tomar en el área de 
pabellón y la antibioticoterapia profiláctica pre-operatoria. 
Los resultados obtenidos para la fecha fueron los siguientes del estudio de 1480 
cesáreas, 42 presentaron infecciones de la herida operatoria lo que presentó el 2,8 %. 
El tipo de infección encontrada fue polimicrobiana (en el método de “Carny – Blair”) 
coexistiendo gérmenes gram negativos y gram positivos en un mismo paciente cuyo 
patógeno más susceptible fue el staphilococos Aureums. 
 
 
 
 
 16
Bases Teóricas 
 
Evolución Histórica de la Cesárea 
 
Cunninghan y colaboradores (2003), definen la cesárea como el nacimiento de 
un feto por medio de una incisión en la pared Abdominal (laparotomía) y en la pared 
uterina (histerectomía). 
El origen del término cesárea, según Cunninghan radica en tres explicaciones 
principales: 
1. De acuerdo con la leyenda Julio Cesar nació de este método, por lo cuál, el 
procedimiento se conoció como operación cesaréana. Varias circunstancias 
debilitan esta explicación. Primero la madre de Julio César vivió muchos años 
después de su nacimiento en el año 100 ac. y hasta por lo menos el siglo XVII la 
operación era casi siempre fatal. En segundo lugar ningún escritor médico 
menciona la operación, ya sea en un vivo o en un muerto. 
2. Se creyó que el nombre de la operación proviene de una ley romana, que 
supuestamente creó Numa Pompilius (siglo VIII ac) en la que ordenaba que se 
realizará este procedimiento entre las mujeres que morían en las últimas semanas 
del embarazo, con la esperanza de salvar al niño. 
3. La palabra cesárea provino en algún momento de la edad media del verbo latino 
Caedere, que significa “cortar” 
El punto de cambio en la evolución de las cesáreas se produjo en 1882 cuando 
Max Sänger, que en este momento era ayudante de 28 años de Crede en la 
Universidad Clinic en Leipzig; introdujo la sutura de la pared uterina. Hubo una gran 
negatividad por parte de los otros médicos, ya que creían que las suturas en el útero 
eran superfluas y peligrosas, ya que podían generar infección. Para tratar de enfrentar 
estas objeciones, Sänger documentó valor, no desde los centros médicos sofisticados 
de Europa, sino desde la frontera de América. Allí en puestos desde Ohio hasta 
Louisiana, comunicó 17 cesáreas en las que se utilizaron suturas de hilo de plata y 
logró una supervivencia de 3 mujeres, un record para la época. Aunque la 
introducción de la sutura redujo la tasa de mortalidad de la operación debido a la 
 17
hemorragia, la peritonitis generalizada se mantuvo como una causa predominante de 
muerte. 
Por lo tanto, se instrumentaron varios tipos de operaciones para combatir este 
problema, el más temprano fue el procedimiento de Porro (1876), que combinó la 
histerectomía subtotal post-cesárea con la marsupialización del muñón cervical. 
Frank (1907), descubrió la primera operación extraperitoneal que se empleó hasta 
hace pocos años. En 1912 Kronig objetó que la principal ventaja de la técnica 
extraperitoneal no era evitar la cavidad peritoneal sino que era la apertura del útero o 
a través de su segmento inferior delgado. Con pocas modificaciones Beck (1919) 
introdujo esta técnica en Estados Unidos y Delee (1922) la popularizó. Una 
modificación importante fue la recomendada por Kerr en 1926, que prefería la 
incisión uterino transversal o la longitudinal y esta es el tipo de cesárea que más se 
usa en la actualidad. 
 
Tipos de Cesáreas 
Según el Manual de Enfermería del Grupo Océano existen 2 tipos de Cesáreas: 
la cesárea clásica mediante una incisión abdominal vertical, y la cesárea realizada en 
el segmento inferior. 
1. Cesárea del segmento inferior: En está se efectúa una incisión de Pfannenstiel o 
“herida en bikini”, en sentido transverso a nivel del montes de venus. 
Ventajas: 
a) La perdida de sangre es mínima. 
b) Se reduce el riesgo de que se rompa la cicatriz uterina durante los embarazos 
subsecuentes. 
c) Hay menos distensión abdominal en el postoperatorio. 
d) Disminuye la posibilidad de debilitamiento y rotura de la cicatriz del útero 
porque el tejido que está en el segmento inferior del útero es menos contráctil 
que el cuerpo de este órgano. 
 
 
 18
Desventajas: 
a) El procedimiento requiere mayor tiempo. 
b) No es útil en caso de urgencia, porque las características anatómicas de la 
región limitan la ampliación de la herida quirúrgica y el espacio en el que se 
puede trabajar es realmente limitado. 
 
2. Cesárea Clásica: Se efectúa mediante una incisión vertical en la línea media 
sobre la piel abdominal y la pared del cuerpo uterino. 
Ventajas: 
a) Más facil acceso al feto que se encuentra en situación transversa. 
b) Mejor acceso cuando existen adherencias abdominales por cirugía previa. 
c) Nacimiento rápido cuando está en peligro la salud de la madre. 
d) Puede usarse cuando el parto vaginal plantea riesgos fetales o maternos. 
 
Desventajas: 
a) Se pierde más sangre, por el corte de vasos Miometriales de gran calibre. 
b) La musculatura uterina queda debilitada por la incisión en la línea media. 
c) Aumenta el riesgo de rotura uterina en embarazos subsecuentes. 
d) Es una operación abdominal mayor. 
e) Es más alta la tasa de morbi-mortalidad materna que en el caso de parto 
vaginal. 
f) Ocurren complicaciones quirúrgicas como hemorragias y lesiones de los 
órganos pélvicos o abdominales. 
g) El riesgo de infección es mayor. 
 
Indicaciones de las Cesáreas y sus Cuidados Post-operatorios Inmediatos 
 
Cunninghaw en su tratado de obstetricia Willians nos define las indicaciones 
más comunes de cesáreas representando estas el 85%: 
1. CesáreasPrevias: Durante muchos años, se creyó que estaba contraindicado el 
trabajo de parto en un útero con cicatrices debido al miedo de ruptura uterina. Es 
 19
por ello que en 1916, Cragin realizó su famoso, y ahora excesivo 
pronunciamiento “una cesárea, siempre cesárea”. Esto quiere decir que es más 
conveniente que después de una cesárea se sigan realizando las cesáreas en una 
paciente para evitar el riesgo de ruptura uterina. 
 
Tasas de ruptura uterina de acuerdo con el tipo de incisión y la ubicación de la 
incisión uterina. 
 
Tipos de Incisión Uterina Ruptura estimada 
Clásica 
Con forma de T 
Vertical Bajo 
Transversal Bajo 
4 – 9 
4 – 9 
1 – 7 
0,2 – 1,5 
 
 
 El American College of Obstetricians and Gynecologists (1999), comentó que 
“resulta evidente que el VBAC se asocial con un riesgo pequeño pero 
significativo de ruptura uterina con resultados malos para la madre y para el 
niño”. Estos resultados generaron una evaluación más exhaustiva del trabajo de 
parto, así mismo propone una serie de recomendaciones que se presentan en el 
siguiente cuadro. 
 
Recomendaciones del American College of Obstetricians and 
Gynecologists (1999) para seleccionar las candidatas para el parto vaginal 
después de una cesárea anterior (VBAC). 
 
Criterios de Selección 
- Una o dos cesáreas segmentarias previas. 
- Pelvis adecuada por clínica. 
- Sin otras cicatrices uterinas ni rupturas uterinas previas. 
- Médico disponible de inmediato a lo largo de todo trabajo de 
 parto y de realizar cesáreas de emergencia. 
- Disponibilidad de anestesia y personal para una cesárea de 
 emergencia. 
 
 20
2. Distocia del trabajo de parto: esta es la indicación más frecuente para la primera 
cesárea en los Estados Unidos y en Venezuela. De acuerdo a Notzon y Col 
(1994), hay 15 códigos IDC, 9 distintos para describir la cesárea debido a 
distocias del trabajo de parto. Existen varios términos descriptivos de la distocias, 
como son: detención secundaria de la dilatación, detención del descenso, 
desproporción cefalopelviana y falta de progresión. 
3. Distrés Fetal: es otro de los indicadores para realizar una cesárea, ya que la vida 
del recién nacido corre peligro; en este caso la cesárea no debe durar más de 30 
minutos ya que cualquier demora sería inapropiado. 
4. Presentación Pelviana: el feto con presentación pelviana tiene mayor riesgo de 
prolapso de cordón y retención de la cabeza si nacen por vía vaginal. Es por ello 
que una cesárea evitaría muchas complicaciones en este tipo de presentación. 
 
Complicaciones más frecuentes de una Cesárea 
 
Reeder y Pérez Sánchez (1996), nos comentan que las complicaciones más 
frecuentes luego de una cesárea son infecciones de herida que representan un 6% - 
11% en esto se incluyen 6 abscesos de pared llamados también celulitis pélvica por 
Dickafon Silverman y Shult y estos ocurren en 16% - 58%. Estas infecciones son 
polimicrobianas y los agentes patógenos más comunes son los provenientes de la 
flora mocrobiana vaginal; las hemorragias son otra causa de morbi-mortalidad 
materna y estas son las causas por las cuales las pacientes post-cesáreadas 
permanecen mucho más tiempo hospitalizadas. 
 
Cuidados Post –Cesáreas 
Según Pérez Sánchez (1996), las primeras 12 horas de una post -cesáreas 
constituyen uno de los periodos de mayor riesgo materno, ya sea por las 
complicaciones inherentes al acto ginecológico o por complicaciones derivadas 
de la patología materna de base (diabetes, cardiopatías, preeclampsia – eclampsia). 
De ahí que los cuidados e indicaciones post -cesáreas dividen en generales y 
 21
específicos. Los primeros se efectúan a todo paciente cesariza da y los segundos 
corresponden al tratamiento de la patología materna de base. 
Control de los signos vitales : La paciente debe permanecer por lo menos, las 
primeras 12 horas en una sala de recuperación, la cual debe contar con personal 
paramédico suficiente para realizar el control de los signos vitales cada 15 
minutos, durante las primeras dos horas. Este recinto debe disponer de terminales 
de oxigeno para respiración, además de los equipos y medicamentos necesarios 
para solucionar una emergencia (paro cardíaco). 
Control de la genitorragia: Se debe observar frecuentemente la perdida de 
sangre a través de los genitales externos y es recomendable guardar los apósitos 
para cuantificar la genitorragia según el peso de éstos. Una de las complicaciones 
más vistas de la operación cesárea es la hemorragia postoperatoria, secundaria a 
la inercia uterina, de ahí que se acepta como profilaxis el uso de retractores 
uterinos, como la oxitocina (10 unidades en 500 ml de solución glucosalina). Se 
debe palpar suavemente el útero (para no producir o intensificar el dolor 
abdominal) el que se debe encontrar a nivel del ombligo y de consistencia firme. 
(retraido). 
Tratamiento del dolor: Según el tipo de anestesia que haya recibido la madre, 
será la precocidad con que se instale el síntoma, dolor. En las anestesias generales el 
síntoma aparece muy precozmente, ya con la recuperación de la conciencia, mientras 
que con la anestesia peridual el dolor se instala gradualmente a medida que se 
metaboliza el anestésico, necesitándose analgesia entre 1 o 2 horas después de 
terminada la operación. Los analgésicos habitualmente usados son derivados de los 
opiáceos, como el clorhidrato de morfina (5 mg subcutáneo o intramuscular cada 6 
horas), la meperidina (30 mg intramuscular cada 6 horas) o almidona (10 mg 
intramuscular cada 6 horas ) vigilando la frecuencia respiratoria dentro de la primera hora 
de la administración. Los opiáceos se pueden complementar en dosis intercaladas, vía 
intramuscular, con metamizol sódico (dipirona) en dosis de 1 g cada 6 horas. 
 22
En general, el dolor de las primeras 24 horas post-operación no necesita más de 
dos dosis de opiáceos, y en el segundo día no se necesitan. Si el dolor al segundo día 
es de gran magnitud, es preciso pensar en una complicación. 
La anestesia epidural que asocia 0,1 a 0,2 mg de morfina al anestésico local, 
produce muy buena analgesia durante las 24 horas que siguen a la operación 
(consultar Capitulo 28, anestesia en Obstetricia). 
Hidratación y realimentación. La operación cesárea compromete la cavidad 
peritoneal, la cual se contamina con sangre, líquido amniótico, vénix caseoso, etc. De 
ahí que el feto quirúrgico es frecuente, y no es recomendable una alimentación 
precoz. Se debe asegurar un aporte de líquido no inferior a 2 litros en las primeras 24 
horas, a base de una solución glucosada al 5%, con 2 g de NaCl y 1 g de KC1 por 
cada 500 ml. 
Según tolerancia, se proporcionará agua, pero a las 12 horas post-cesárea. Al 
segundo día se indicará un régimen líquido amplio para continuar con régimen 
liviano o completo, si la paciente ha expulsado gases por el ano. 
Otras medidas corresponden al cuidado de la herida operatoria, la cual debe ser 
destapada al segundo día, con el objeto de retirar las gruesas telas adhesivas que 
pueden producir reacciones locales por tensión o hipersensibilidad cutánea, y 
reemplazarlas por unas más delgadas y sin tensión. Los puntos se retiran entre el 
cuarto y el séptimo día post-operatorio. 
 
Proceso de Enfermería en casos de cesárea 
Un parto quirúrgico aumenta la angustia de los padres, incluye numerosos 
aspectos que deben comprenderse y aceptarse, dificulta la respiración en el puerperio, 
crea tirantez en la relación entre madre y recién nacido y ocasiona la necesidad de 
procesar e integrar la experiencia de nacimiento modificado. 
La valoración de enfermería durante el período preoperatorio incluye 
parámetros físicos, evaluación de la disposición de la paciente al procedimiento y de 
la comprensión que de ésta tenga, así como la identificación de posibles factores de 
riesgo. Esta información se obtiene del expediente prenatalde la paciente (que a 
 23
menudo se transfiere al hospital antes de la fecha del parto), de una valoración física 
(signos vitales, datos de laboratorio) y de una entrevista con la paciente y su 
acompañante al momento del internamiento. 
Los cuidados de enfermería deben ayudar a que la madre y la familia tengan una 
experiencia satisfactoria. La mujer que se somete a una cesárea requiere la misma 
sensibilidad, apoyo y atención que recomienda la Interprofessional Task Force on 
Health Care of Women and Children en el caso de partos vaginales. 
 
La enfermera como consejera. Los factores psicoemocionales son importantes 
para las parejas en caso de una cesárea. Muchas de ellas describen sentir temor, 
desilusión, frustración ante la pérdida de control, pesar por no haber tenido la 
experiencia del parto ideal, enojo o sensación de ser víctimas o confusión por la 
necesidad del procedimiento. Las madres en particular son susceptibles a una menor 
autoestima pues su imagen corporal y las expectativas de su papel como madres 
pueden sufrir a causa de la cesárea y quizá sientan que fracasaron en su función 
reproductiva. La preocupación por la cicatriz, en la medida en que pueda afectar sus 
cualidades atractivas, y las consecuencias de la cirugía en los procesos sexuales 
también deben considerarse. 
Las mujeres que se sometieron en forma previa a una cesárea o que están 
programadas para una electiva, saben de antemano que el nacimiento será quirúrgico 
y tienen tiempo para prepararse psicológicamente ante la experiencia; hay otras que 
no lo anticiparon y deben adaptarse a la decisión mientras se encuentran en trabajo de 
parto. Cada situación presenta sus presiones y demandas particulares. 
La enfermera debe prepararse para enfrentar estos sentimientos, temores e 
inseguridades. Debe ofrecer la oportunidad de explorar y expresar sentimientos y 
esclarecer dudas y malos entendidos en discusiones de grupos o individuales. Al 
trabajar dentro de un marco de crisis, la enfermera puede ayudar a las mujeres y sus 
parejas a avanzar en las etapas pertinentes para lograr aceptación y una disposición 
favorable. 
 24
La enfermera ayudará a crear un ambiente positivo al hacer hincapié en que la 
cesárea puede ser una experiencia satisfactoria y de realización en la que ambos 
padres pueden madurar, ampliar su criterio y desarrollar su autoestima por enfrentarse 
de manera favorable a la experiencia. Pueden estimular el desarrollo de su relación 
con el recién nacido y aumentar su reciprocidad como pareja. La enfermera 
desempeña un papel importante al ayudar a que la pareja se encuentre preparada para 
los sucesos físicos y emocionales que puedan ser claves para su éxito. 
 
Preparativos preoperatorios. Entre los preparativos para la cesárea se debe 
alistar a la madre para la intervención y efectuar lo que sea necesario para brindar 
atención al recién nacido. Por lo general, los preparativos comprenden pruebas de 
laboratorio, examen físico, pruebas cruzadas de compatibilidad sanguínea, rasurado 
abdominal y otras rutinas usuales. El médico explica el tipo de operación y de 
anestesia a la mujer y su familia y obtiene su consentimiento informado. 
Cuando la paciente se interna para una cesárea electiva, la atención de 
enfermería incluye la vigilancia de la frecuencia cardiaca fetal y prestar atención a 
signos prodrómicos inminentes de parto. No deben consumirse alimentos al menos 
ocho horas antes de la operación. 
Se rasura el abdomen inferior junto con el vello púbico. Se inserta una sonda a 
permanencia que se anexa a un sistema de drenaje constante para garantizar que la 
vejiga permanezca vacía durante la operación. La enfermera debe asegurarse que la 
sonda drene en forma adecuada antes del procedimiento. 
Se inicia una solución intravenosa (por lo común, solución de Ringer lactado o 
dextrosa al 5% en 1000 ml de agua). La madre se quita los objetos de valor y se 
toman precauciones preoperatorias rutinarias, como quitar esmaltes de uñas, 
dentadura postiza, anteojos o lentes de contacto. 
Se administran medicamentos preoperatorios (atropina y en algunas ocasiones, 
un analgésico o tranquilizante suave) de acuerdo con las órdenes del médico. 
Además de preparar el quirófano para el procedimiento quirúrgico, la enfermera 
realiza los preparativos necesarios para el cuidado del recién nacido; se asegura que 
 25
esté el equipo necesario, como cuna tibia y equipo de resucitación infantil, entre 
otros. Es muy útil un resucitador infantil, equipado con fuente de calor, succión, 
oxígeno y un marco ajustable para permitir la colocación del recién nacido en 
posición adecuada. 
 
Cuidados durante la intervención quirúrgica. La asistencia que proporcionan 
las enfermeras durante la cesárea consiste en realizar la asepsia o circular en el 
quirófano. El equipo quirúrgico consta de obstetra, asistente, anestesiólogo, pediatra y 
enfermeras. La enfermera desempeña un papel esencial pues mantiene informados a 
los padres, los tranquiliza y narra lo que sucede. Muchas cesáreas se realizan bajo 
anestesia de conducción, de modo que la madre se percata de los hechos. El padre, 
con la vestimenta adecuada, puede estar presente y sentarse cerca de la cabeza de la 
madre. El equipo de cirugía debe tomar esto en cuenta en relación con lo que se 
comunican entre sí durante el procedimiento. 
Durante la cesárea debe estar presente una persona capacitada para atender al 
recién nacido y resucitarlo de ser necesario. Esta persona puede ser una enfermera 
experimentada con adiestramiento en técnicas de resucitación infantil, una enfermera 
anestesista, anestesióloga o perinatóloga. 
Debe contarse con transportación inmediata a la unidad de cuidados intensivos 
perinatales en caso de complicaciones durante la cesárea. Según el estado del niño y 
las políticas del hospital, la atención y evaluación neonatal puede efectuarse en la sala 
de operaciones. 
En muchos hospitales se acostumbra que un pediatra se encuentre presente para 
hacerse cargo del recién nacido tan pronto nazca y de esta forma permite que el 
obstetra preste total atención a la madre. 
La enfermera puede dar el recién nacido al padre para que lo cargue y lo 
muestre a la madre en el quirófano o bien en la sala de recuperación. 
La enfermera debe estimular y alentar el proceso de vinculación entre padres y 
recién nacido al dar a la madre (cuando despierte) y al padre la oportunidad de tocar y 
cargar a su hijo. 
 26
Cuando es difícil que la madre sostenga al niño, la enfermera puede hacerlo en 
posición cara a cara para facilitar el vínculo materno infantil. 
 
Cuidados postoperatorios inmediatos después de la cesárea. Después de una 
cesárea, la mujer sufre las consecuencias de una intervención quirúrgica abdominal y 
de un parto. Entre los cuidados postoperatorios, se encuentran los mismos que 
corresponde a una operación abdominal, con los cuidados adicionales del puerperio: 
Pérdida de sangre. La hemorragia se valora de igual modo que cualquier parto. 
Debe vigilarse si la mujer tiene una hemorragia mediante la inspección de la toalla 
perineal y la revisión del fondo uterino. Como las vendas abdominales no son 
abultadas por lo general, la enfermera puede palpar el fondo para determinar si el 
útero se contrajo de forma satisfactoria. Las suturas de la piel y las uterinas son 
firmes y puede presionarse con fuerza para valorar la consistencia del útero, lo cual 
ocasionará incomodidad aunque no afecta las suturas. Es común que se prescriban 
oxitócicos para que el útero se contraiga y se controle la hemorragia. 
Debe observarse la cantidad y el carácter de los loquios de acuerdos con las 
mismas pautas que en los partos vaginales. Algunas mujeres tienen menos loquios 
después de una cesárea por las técnicas operatorias que se usan en la extracción de la 
placenta y la hemostasis. La incisión cutánea debe examinarse demanera periódica 
para detectar indicios de hematoma, hemorragia o infección. Los signos vitales se 
miden cada 4 horas durante los primeros días posteriores a la operación o hasta que se 
estabilicen. Es en particular importante observar si se presentan signos de choque o 
infección. 
 
Balance hídrico. Si la sonda a permanencia se mantiene en su lugar hasta la 
mañana siguiente, debe permanecer anexa al “drenaje constante” y se observará que 
drene con libertad. En lo general, se administran líquidos intravenosos durantes las 
primeras 24 horas, aunque pueden darse pequeñas cantidades de líquidos por vía oral 
una vez que disminuya la náusea. Se lleva un registro de ingresos y egresos de la 
madre durante los primeros días o hasta que deje de ser necesario. 
 27
Deben utilizarse analgésicos para mantener a la madre cómoda y debe 
procurarse que guarde reposo. El tipo de anestesia que recibió determinará su 
posición en la cama durante las primeras horas después del parto y debe procurarse 
que cambie de lado cada hora. También deben fomentarse las respiraciones profundas 
y los tosidos para estimular la ventilación. A la mayoría de las madres se les permite 
caminar después de la cesárea, lo cual contribuye de manera considerable al buen 
funcionamiento de vejiga e intestinos. 
En la mayor parte de los casos, el dolor después de la cesárea se localiza en el 
lugar de la incisión, aunque también puede ser producido por gases, a medida que se 
reinicia el funcionamiento intestinal; en el costado, por el estiramiento de los 
músculos abdominales durante la intervención. La paciente también puede sentir 
dolor muscular por inamovilidad, entuertos y, algunas veces, incomodidad por la 
distensión de la vejiga. Deben administrarse en forma periódica medicamentos 
analgésicos para proporcionar máximo alivio en los momentos en que la madre 
alimenta y atiende al recién nacido de modo que pueda dedicarle su energía y evitar 
distraerse a causa del dolor postoperatorio. 
 
Cuidados continuos tras la cesárea. Después del período postoperatorio 
inmediato, la madre recibe atención rutinaria del puerperio y de observaciones 
posquirúrgicas para la continuación de cuidados, entre los que se encuentran 
medición de los signos vitales, observación de loquios, valoración de fondo uterino, 
cuidados de mamas y perineo, atención a la evacuación de vejiga e intestinos, 
movilidad e higiene. 
Entre los cuidados relacionados con la intervención quirúrgica se encuentran: 
observación de la incisión cutánea, control del dolor, función respiratoria y mayor 
necesidad de reposo y recuperación. 
La paciente puede tomar una ducha a partir del segundo día sin la incisión se 
cerró con grapas. 
La valoración e intervención en el desarrollo de las habilidades maternas y la 
adaptación de la familia a la cesárea son de importancia capital. La respuesta de la 
 28
paciente y su familia al proceso de nacimiento debe observarse y valorarse con 
atención, pues los niveles de angustia, enojo, desilusión y confusión pueden ser 
elevados, en particular cunado la cesárea fue imprevista. El parto quirúrgico 
inesperado abruma a muchas mujeres que no se sienten preparadas para su respuesta 
física y emocional. Expresan angustia por su bienestar y el del recién nacido; sienten 
enojo o depresión porque esperaban un parto normal; tienen sensación de pérdida 
porque no fue un parto vaginal, por no presenciar el acontecimiento o porque su 
compañero o familiar no participó. A menudo se presentan percepciones corporales 
alteradas así como preocupaciones en torno al cuidado materna del recién nacido 
durante el período de recuperación de la intervención. 
El malestar físico de la madre después de la cesárea, aunado a sus sentimientos 
de desilusión o culpa, puede interferir con su capacidad de establecer círculos 
emocionales con su hijo. Las consecuencias a largo plazo cuando hay retraso en el 
desarrollo emocional del vínculo materno-infantil o cuando éste no es adecuado 
pueden fluctuar desde que el crecimiento del recién nacido sea deficiente hasta 
situaciones de maltrato infantil flagrante. 
Sin embargo, se tiene conocimiento de que a las madres que se les permite 
entablar contacto inicial y continuo con sus hijos después de la cesárea (con anestesia 
raquídea y tras el nacimiento de un niño sano y normal) perciben de manera mucho 
más positiva a sus hijos al principiar el puerperio. También exhiben un 
comportamiento más maternal en los cuidados que dan al recién nacido, incluso 
cuando éste cumple un mes en comparación con mujeres que sólo tuvieron breve 
contacto con su hijo en las primeras 12 horas posteriores a una cesárea. 
En ese momento, la paciente se encuentra agobiada por el procedimiento 
operatorio abdominal y en un inicio quizá prevalezca su necesidad de recuperarse 
física y emocionalmente sobre sus intereses maternales. También tendrá que 
enfrentarse a menor capacidad para cuidar al recién nacido, a tener que separarse de 
él (en particular en el caso de complicaciones maternas o neonatales), a incomodidad 
al cargarlo y alimentarlo y a la preocupación acerca del bienestar de su hijo. El padre 
tal vez tenga asimismo necesidad de reexaminar e integrar la experiencia y aprender 
 29
los nuevos procesos que entrañan la recuperación y los procedimientos subsiguientes 
a una cesárea. 
Además de atender las necesidades físicas de la madre durante el puerperio, la 
enfermera tiene una responsabilidad grande de explicar los hechos y las decisiones 
tomadas y ofrecer apoyo mediante contacto físico, calma, medidas de alivio, palabras 
para tranquilizar a los padres y ayuda para que la madre recupere el control de su 
cuerpo y de las labores que entraña el cuidado del recién nacido. 
La atención de enfermería debe ofrecer la oportunidad de reexaminar los 
hechos, intentar comprender lo que sucedió y por qué, recordar las respuestas y 
trabajar con ellas, esclarecer preguntas y malentendidos y modificar el concepto de la 
persona y las expectativas para que sean congruentes con la realidad. 
La visita, uno o dos días después de la cesárea, por parte de la enfermera que 
atendió a la pareja durante la cesárea suele ser benéfica para que los padres integren 
la experiencia a sus vidas. Reconstruir los hechos es importante para todas las 
mujeres que borran ciertos aspectos de su memoria sobre el parto y el nacimiento de 
sus hijos. 
Ello tal vez cobre mayor importancia cuando la paciente intenta comprender las 
razones de una intervención quirúrgica en lo que suele esperarse sea un proceso 
natural. Este tipo de visitas también permite a la pareja discutir sus sentimientos de 
fracaso, culpa o enojo y abordar sus preocupaciones de manera abierta. Si la unidad 
familiar se fortalece a través del proceso de embarazo y si el nacimiento constituye un 
hecho central para la familia, debe hacerse todo intento para que el equipo obstétrico 
ayude a que la familia incorpore esta experiencia en sus vidas. 
Durante el puerperio también hay dudas sobre temas de sexualidad. La madre tal 
vez tema que sufrirá dolor durante el coito (cuando se reinicie) o que la intervención 
modifique la percepción que del cuerpo de ella tenga su pareja. Es necesario 
tranquilizar a la paciente y proporcionarle información objetiva para solucionar estas 
inquietudes y la participación del cónyuge en estas discusiones a menudo ayudan a la 
pareja a ajustarse a la experiencia. 
 30
Los padres también deberán disponer de asesoría para expresar su pesar, en 
particular cuando el feto falleció o el recién nacido se encuentra gravemente enfermo 
en la unidad de cuidados intensivos. 
 
Planeación del alta. La hospitalización después de una cesárea en lo general 
tiene una duración de 3 a 5 días. Los preparativos para el alta son los mismos que 
para cualquier paciente puérpera, así como la instrucción de consideraciones 
postoperatorias. Quizásse prescriban analgésicos para que la madre tome en casa y 
debe recordársele su mayor necesidad de reposar. Puede comenzar a realizar 
ejercicios al disminuir el dolor abdominal pero deberá evitar levantar objetos pesados 
durante 2 o 3 semanas. La mayoría de las madres pueden cargar a sus hijos sin 
problema. 
Es importante instruir a la paciente acerca de las posibles complicaciones como 
indicios de infección (fiebre, disuria, dolor en el costado), hemorragia, trombosis 
(dolor agudo en el pecho o piernas, inflamación en las piernas) y dehiscencia de la 
herida. También es necesario proporcionar medidas para entablar contacto con el 
médico o la clínica. El coito puede reiniciarse una vez que cesen los loquios y no se 
presente malestar abdominal o perineal indebido. La información sobre uso de 
anticonceptivos es la misma que se da a cualquier otra paciente. Se programa una 
visita a las tres semanas después del nacimiento y otra a las seis. 
Debe referirse a la madre a una enfermera de salud pública o atención en casa si 
se observa que la madre presenta mayor dificultad que la promedio para adaptarse al 
recién nacido, en casos de madres adolescentes que no tienen apoyo en casa o en 
cualquier otro caso en que sea deseable que la madre reciba atención continua. 
 
Infecciones Hospitalarias 
La historia de las infecciones hospitalarias y su prevención tiene su clave en los 
trabajos de Ignaz Semmelweis realizados a finales de los años 1840, trabajando como 
ayudante en el departamento del profesor Klein en el hospital de la .maternidad de+ 
Viena (Viena Lying-in Hospital). Él observó la gran diferencia existente en los 
 31
índices de mortalidad por fiebre puerperal entre la unidad en la cual se formaba los 
estudiantes de medicina (que realizaban exámenes pos -mortem de forma regular). 
Trabajó sobre la hipótesis de que el incremento de 5 a 10 veces en la mortalidad de 
la unidad correspondiente a los estudiantes de medicina (hasta 15% de las 
parturientas) se debía al transporte del agente responsable de la fiebre puerperal por 
los estudiantes de medicina desde la sala de autopsias hasta la sala de partos, 
estableciendo así todo el personal que entrase en el área obstétrica debía lavarse las 
manos con una solución de cal clorada, medida que dio como resultado una 
disminución de la mortalidad anual de más del 11% a menos de 1,3%. 
Semmlweis señaló que la fiebre puerperal era simplemente una manifestación de 
sepsis y que la diseminación de ésta y algunas otras infecciones podría prevenirse 
mediante medidas asépticas como el uso de agentes químicos apropiados, siendo 
estas medidas requisito previo obligatorio para la práctica obstétrica y quirúrgica. 
Sin embargo, sus contemporáneos prefirieron creer que el proceso de sus 
investigaciones no era científico, lo que selló el destino de otra generación de 
pacientes obstétricas. 
No fue hasta 1879, gracias al descubrimiento de Louis Pasteur que se estableció 
la naturaleza infecciosa de la fiebre puerperal, al encontrar estreptococos en el útero 
de una víctima de esta patología. Este extraordinario científico recornendó además a 
los cirujanos esteriliza los instrumentos quirúrgicos con calor antes de las 
intervenciones. Joseph Lister introdujo a finales del siglo XlX los principios de la 
antisepsia, que consistían en la destrucción de los gérmenes exponiendo el campo 
quirúrgico a soluciones y vapores concentrados de soluciones antisépticas. 
 
Tipos de Infección 
Cuando se habla de infección postoperatoria, se piensa solo en aquellas 
infecciones relacionadas con la herida operatoria, sin embargo, un paciente en el 
postoperatorio no solo puede infectarse en la herida operatoria sino que puede sufrir 
de infecciones en el tracto respiratorio, urinario y puede tener bacteriemia, siendo 
las infecciones de la herida operatoria las más importantes. 
 32
Infecciones Post-Operatorias 
Infección de la herida 
Infección respiratoria 
Neumonía 
Infección urinaria 
 Bacteriemia 
 
Infección de la herida operatoria: Es una de las causas más frecuentes de 
infección hospitalaria, ocupando el segundo lugar en la mayoría de los estudios sobre 
incidencia de infección nosocomial, después de la infección urinaria. El riesgo de 
infección de la herida operatoria varía con el tipo de intervención realizada al 
paciente. 
 
Tipos de Intervención Porcentaje (%) de la 
Herida Operatoria 
Limpia ( 75 %) 1.8 
Limpia – Contaminada ( 15 %) 8,9 
Contaminada (5 %) 21,5 
Sucia ( 5 %) 38 
Global 4,8 
-Adaptado del American College of Surgeons, Committee of Control of Surgical 
Infections of The Committee on Pre and Post Operative Care. Forthills Hospital, 
Calgary. 
 
Definiéndose como intervención limpia a aquel procedimiento quirúrgico no 
infectado y no traumático, durante el cual no se penetra en las vías respiratorias o 
genitourinarias, tubo digestivo en la cavidad orofaríngea. Estas intervenciones son 
efectuadas de manera electiva, con cierre primario, sin dejar drenes y cumple con 
todas las normas de asepsia (índice de infección menor al 5 %). Las intervenciones 
Limpias - Contaminadas, consisten en procedimientos quirúrgicos en el que se 
 33
penetra las vías respiratorias, genitourinaria o tubo digestivo, sin producir 
contaminación fuera de la corriente, o en la cual se drena mecánicamente una 
herida, por supuesto siguiendo todas las medidas de asepsia (estas heridas pueden 
contaminarse con gérmenes exógenos pero sobre todo con endógenos, su índice de 
infección oscila entre un 10 – 20 %). Las intervenciones contaminadas son aquellas 
que se realizan sobre una herida traumática recientemente abierta, con 
incumplimiento de las normas de asepsia y en las que se encuentra con una 
inflamación aguda no purulenta. Por último las intervenciones sucias, son aquellas 
en las que la herida previamente esta infectada, las que incluyen vísc eras perforadas 
(las que afectan zonas con infección clínica o perforación visceral previa), esta 
definición implica que los microorganismos responsables de la infección 
postoperatoria estaban ya en el campo operatorio antes de la intervención (índice de 
infección entre 50-4-0%). 
El porcentaje de infección postoperatoria el cual hay que vigilar para saber si en 
el hospital se están cometiendo fallas en cuanto a la prevención de infecciones, desde 
el punto de vista de procedimientos quirúrgicos, es el que ocurre después de una 
intervención limpia, el cual como ya se mencionó debe estar por debajo del 5 %. 
En cuanto a la cirugía ginecológica, la histerectomía vaginal puede clasificarse 
como una intervención limpia-contaminada, ya que se realiza un procedimiento 
quirúrgico a través de una superficie mucosa que tiene normalmente bacterias, siendo 
su riesgo de infección en estos casos mayor que en el caso de las intervenciones 
limpias (ya mencionado). La operación cesárea así como la histerectomía, se 
clasifican dentro de las intervenciones limpias – contaminadas, mientras que otras 
como la mastectomía, laparoscopia, y laparotomía exploradora se encuentra dentro de 
las limpias. Por supuesto las intervenciones realizadas en el contexto de patologías 
tales como endometritís, aborto séptico o drenaje de abscesos son consideradas como 
operaciones sucias. 
 
 34
Origen de la infección 
Infección de la herida quirúrgica. Las infecciones quirúrgicas son casi siempre 
bacterianas en su origen y usualmente se deben a la siembra en el lecho operatorio de 
bacterias frecuentemente de procedencia endógena. En el caso de las intervenciones 
ginecológicas, casi siempre las bacterias que causan este tipo de infecciones son las 
que están presentes en la cúpula vaginal (endógenas), mientras que en otros tipos de 
cirugía, la vía respiratoria puede ser la fuente responsable. De manera similar la 
cantidad y clase de microorganismos que alcanzan la heridaoperatoria dependen del 
tipo de intervención y de la topografía sobre la cual se realiza. 
 
Microbiología 
Los microorganismos que infectan las heridas quirúrgicas pueden ser de origen 
exógeno. La contaminación exógena proviene del personal o fuentes ambientales 
como los equipos de ventilación mecánica (infección respiratoria), catéteres 
intravenosos (Bacteriemia) o vesicales (infección urinaria). Sin embargo, atribuir 
al ambiente, paredes del pabellón, mesa quirúrgica, instrumental quirúrgico , la 
infección causada por bacterias exógenas, no tiene ninguna lógica. La fuente 
exógena más importante la constituye el personal que labora en el área quirúrgica y 
no el ambiente u objetos inanimados que están en ella. La contaminación endógena 
procede del propio paciente, de fuentes tales como el tubo digestivo, sistema 
genitourinario, piel, orificios nasales, e infecciones alejadas de la herida quirúrgica 
(ej-. Infección urinaria), siendo los microorganismos procedentes de estas fuentes los 
responsables de la mayoría de las infecciones de las heridas limpias. 
Dentro de los microorganismos patógenos de las heridas quirúrgicas, los más 
frecuentes son de las bacterias Gram positivas Staphylococcus aureus, enterococos y 
otros cocos, mientras que de las Gram negativas podemos mencionar a Klebsiella, 
enterobacter, E. coli, Pseudomonas, P. Mirabilis y otras. También se han reportado 
hongos como Candida . 
 35
El microorganismo específico probable responsable de una herida infectada, 
depende de la localización de la herida, magnitud del procedimiento, de sí se está 
incidiendo o no la superficie mucosa y de las técn icas del laboratorio de 
bacteriología relacionadas a recolección, transporte y posibilidad de aislar 
microorganismos eugónicos o disgónicos como los gérmenes anaerobios estrictos, ó 
del aislamiento de hongos. La mayoría de las infecciones de las heridas qu irúrgicas 
en el caso de intervenciones ginecobstétricas son polimicrobianas, específicamente 
provenientes del tracto genital (cuadro 3). 
 
Bacteriología 
Bacterias Gram - Positivas Facultativas: 40 % 
Estreptococos del Grupo B 
Enterococos 
Estafilococos (poco frecuente) 
Bacterias Gram – Negativas Facultativas: 22 % 
Gardnerella vaginalis 
Escherichia coli 
Enterobacter 
Klebsiella 
Proteus 
Pseudomonas (poco frecuentes) 
Bacterias anaerobias 
Peptococos 
Clostridium 
Bacteroides bivius 
Bacteroides fragilis 
Otros: 
Micoplasma hominis 
Chlamydia trachomatis 
 36
En el caso de las infecciones urinarias, los gérmenes patógenos detectados con 
más frecuencia son: E. coli, P. mirabilis, Klebsiella, enterobacter, Proteus, Serratia, 
E. faecalis, estafilococo y Candida, dependiendo de las condiciones epidemiologicas 
de cada centro y servicio. 
En el espectro de microorganismos responsables de bacteriemia, los Gram 
positivos como el Staphylococcus (aureus y epidermidis) y enterococo se han 
relacionado al uso de catéteres intravenosos y el uso progresivo de nuevos 
antibióticos. En cuanto a los Gram negativos como E. coli, Klebsiella, 
Enterobacter, P. aeruginosa, Proteus, Serratia, Salmonella, Haemophilus, así 
como los anaerobios como Bacteroides, Clostridium, y de la Candida, su 
participación depende del origen de esta entidad. 
 
Factores de Riesgo 
Desempeñan un importante papel en la aparición de la infección de las heridas 
operatorias, pudiendo clasificarse en: 
1. Factores del (o los ) microorganismos 
2. El tipo de microorganismos y la magnitud de la cantidad (tamaño del inóculo), 
determinados por el tipo de intervención quirúrgica, son factores de riesgo 
importante. 
3. Factores del huésped 
4. edad del paciente. 
5. Obesidad extrema. 
6. Procesos infecciosos perioperatorios. 
7. Uso de fármacos inmunosupresores, esteroides. 
8. Enfermedad de base: diabetes mellitus. 
9. Malnutrición, anemia (nivel socioeconómico). 
10. Factores de la herida 
11. Tejido desvitalizado 
12. Cuerpos extraños 
 37
13. Mala irrigación (disminución del potencial de oxido reducción) 
14. Localización de la herida. 
15. Factores de la cirugía. 
16. Técnica quirúrgica. 
17. duración de la intervención. 
18. Manipulación de tejidos. 
19. Hemorragia en el campo operatorio o presencia de hematomas. 
20. Formación de espacios muertos. 
21. Presencia de cuerpos extraños (tipo de sutura). 
22. Drenajes. 
23. Drenaje inadecuado de sangre, pus, etc. 
24. Uso excesivo de drenajes. 
25. Uso inadecuado de drenes ( a través de la herida). 
26. Cierre primario de una herida sucia. 
 
En el caso de la operación cesárea y parto específicamente podemos 
mencionar además los siguientes factores de riesgo para infección: 
1. Parto prolongado. 
2. Ruptura prematura. 
3. Infección del líquido amniótico (coriomnionitis). 
4. Aumento de la manipulación intrauterina. 
5. Necrosis de las líneas de sutura. 
6. Uso de catéter intrauterino y monitoreo. 
7. Tactos excesivos. 
8. Vaginosis bacteriana. 
9. Extracción de la placenta. 
 
Medidas Preventivas 
Antibióticos profilácticos: La eficacia de los antibióticos profilácticos en 
ciertos tipos de intervenciones quirúrgicas, es un hecho totalmente demostrado en 
 38
innumerables trabajos clínicos. Este concepto su pone el uso preventivo de los 
antibióticos cuando la contaminación bacteriana, aunque sea posible preverla pero 
no este presente aún, con la finalidad de evitar el desarrollo de un proceso infeccioso 
y nunca tratar una infección establecida, por mínima que esta sea. El objetivo 
principal es el de lograr niveles elevados del antibiótico en sangre y tejidos, antes de 
la instalación de la contaminación bacteriana, aumentando de esta manera la 
resistencia natural del paciente a la colonización y proliferación bacteriana. 
La profilaxis debe ser de una manera discriminada, con la elección del 
antibiótico a utilizar dependiendo del o los agentes causales) y su sensibilidad a los 
antibióticos, de manera de cubrir el espectro bacteriano. Debe ser administrado en 
una dosis pre-operatoria, antes del momento de la incisión; cuando la intervención 
se prolonga por más de 4- horas, es conveniente administrar una nueva dosis intra -
operatoria, con el objetivo de mantener unos adecuados niveles sanguíneos y 
tisulares durante el acto operatorio. Posteriormente se administrará una tercera 
dosis en el postoperatorio con el fin de completar tres dosis, pero de ninguna 
manera solo o iniciar su administración en el postoperatorio. Por lo general no es 
necesario prolongar su admin istración por más de 24 horas salvo algunas 
excepciones. 
La vía de administración es de preferencia intravenosa, con la finalidad de 
producir rápidamente niveles elevados del antibiótico. En algunos casos corno en la 
cirugía electiva de colon, se emplean antibióticos orales no absorbibles. Las dosis 
están estandarizadas. 
En el caso especifico de las intervenciones ginecobstétricias, la histerectomía 
vaginal, en especial en la mujer premenopausica, representa un riesgo elevado de 
infección, ya que esta se r ealiza en un campo que microbiológicamente tiene 
bacterias, como lo es el caso de la vagina, cuya flora está constituida por gérmenes 
aeróbicos y anaerobios (Cuadro 3) , siendo la incidencia de infección muy alta si no 
se utilizan los Antibióticos profilácticos, por lo que no darlos en este tipo de 
procedimientos es una práctica inadecuada. En la histerectomía abdominal las 
 39
complicaciones infecciosas son menos frecuentes, pero aun así parece que los 
antibióticos profilácticos reducen el riesgo de estas (endometritis postparto). La 
operación cesárea, en especial en caso de intervenciones de emergencia o después de 
la ruptura prematura de membranas, donde la intervención constituye un riesgo de 
infección elevado, requiere el uso de antibióticos profiláctico s como medida 
preventiva de infecciones postoperatorias, reduciendo la incidenciade estas. La 
primera dosis del fármaco debe administrarse después de pinzado el cordón 
umbilical. En el caso de cesáreas electivas, la morbilidad infecciosa es muy baja, por 
lo que el uso de antibióticos profilácticos en estos casos es dudoso. 
En los pacientes en los que se va a ser colocada una sonda vesical, hacer uso 
de los antibióticos profilácticos implica retacar de manera transitoria la posible 
infección con el precio de la selección de microorganismos muy resistentes. Lo 
importante en estos pacientes así como en los que van a ser sometidos a ventilación 
mecánica o se les va a introducir catéteres intravenosos, es la aplicación de las 
correctas medidas de asepsia y antisepsia en el momento de realizar el 
procedimiento, y en el caso del cateterismo vesical el uso de sistemas cerrados de 
drenaje. 
 
Otras Medidas Preventivas 
Dentro de éstas se encuentran las medidas de asepsia y antisepsia quirúrgica; 
esterilización del in strumental quirúrgico, lavado con antisépticos del área 
operatoria, de las manos y antebrazos de los cirujanos, el uso de guantes y bata 
estériles, tapabocas y gorros. Igualmente se debe tener cuidado con los equipos de 
ventilación en anestesia, calidad del aire en el quirófano, aumentar la eficacia del 
trabajo del equipo quirúrgico (manipulación cuidadosa de los tejidos, evitar 
hemorragias y espacios muertos, minimizar la cantidad de tejido desvitalizado y de 
material extraño en la herida). 
 
 
 40
Paciente en postoperatorio ginecológico y fiebre 
La aparición de fiebre durante el primero o segundo día del postoperatorio debe 
alertar al médico sobre la presencia de infección postoperatoria. Requiere de una 
valoración cuidadosa para poder detectar la presencia de algún foco infeccioso, nunca 
ignorando el episodio, si se tiene en cuenta que la bacteriemia tiene la posibilidad 
de evolucionar a shock séptico en las primeras 24 horas del postoperatorio. 
La infección uterina es la infección hospitalaria más común en la paciente 
ginecobstétrica, la cual puede extenderse al miometrio, parametrios y anexos, y en 
algunos casos pudiendo complicarse con septicemia, shock séptico y tromboflebitis 
séptica. Otros sitios de infección son: la cúpula vaginal en la histerectomía vag inal, 
la herida operatoria abdominal o pélvica, episiotomía, e infección urinaria por el uso 
de sondas o daño uretral, infección respiratoria y secundaria a catéteres intravenosos. 
Otras causas de fiebre pueden deberse a problemas no infecciosos como atel ectasias 
o mastitis. 
 
Causas de Fiebre en el Post – Operatorio Gineco - Obstétrico 
Endometritis 
Infección de la Herida 
Episiotomía 
Laceración Vaginal 
Laceración Cervical 
Hematoma Paravaginal 
Incisión abdominal y pélvica 
Fascitis Necrotizante 
Patología Respiratoria 
Neumonía 
Atelectasias 
Mama 
Ingurgitación mamaria 
Mastitis 
Absceso mamario 
Fiebre medicamentosa 
Infusión intraveneosa contaminada y por catéteres IV 
Accidente quirúrgico (torunda o cuerpo extraño) 
Infección del tracto urinario 
Tromboflebitis 
 41
Bases Conceptuales 
Según Dorothea Orem, en su teoría del Déficit del Autocuidado, enfoca el 
modelo en una teoría general compuesta por tres subteorías interrelacionadas: (1) El 
autocuidado; (2) El déficit de autocuidado y (3) Los sistemas de enfermería. 
El autocuidado se define como la práctica de actividades que as personas 
jóvenes y maduras emprende con arreglo a su situación temporal y por su propia 
cuenta, con el fin de seguir viviendo, mantener la salud, prolongar su desarrollo 
personal y conservar su ambiente. 
Al realizar el trabajo de investigación se encontró que la mayoría de las 
pacientes en estudio presenta un déficit de autocuidado, ya que por su condición 
económica y grado de instrucción, entre otras, no son capaces de proporcionarse un 
cuidado que le prolongue su desarrollo personal y conservar su salud. 
Virginia Henderson enfoca en su teoría que la función de la enfermera consiste 
en ayudar al individuo enfermo o sano, a realizar las actividades que contribuyan a su 
salud o recuperación (o a una muerte tranquila), haciéndolo de tal modo que se le 
facilite la consecución de su independencia lo más rápido posible. 
Para ello se debe tomar en cuenta los siguientes conceptos, como son: 
§ Salud: compara la salud con la independencia, lo que nos habla de la capacidad de 
una persona de trabajar con la mayor eficacia y alcanzar el nivel de satisfacción 
vital. 
§ Entorno: el conjunto de todas las condiciones e influencias externas que afectan la 
vida y el desarrollo de un organismo. 
§ Persona (paciente): pensaba en el paciente como un individuo que necesita 
asistencia para recuperar su salud, independencia o una muerte tranquila. 
En su teoría también señala que existen 14 necesidades básicas del paciente que 
abarcan todos los componentes de la asistencia en enfermería: 
1. Respirar normalmente. 
2. Comer y beber de forma adecuada. 
3. Evacuar los desechos corporales. 
 42
4. Moverse y mantener una postura adecuada. 
5. Dormir y descansar. 
6. Elegir la ropa adecuada (para vestirse y desvestirse). 
7. Mantener la temperatura adecuada del cuerpo. 
8. Mantener la higiene corporal y un buen aspecto y proteger la piel. 
9. Evitar los peligros del entorno y evitar dañar a los demás. 
10. Comunicarse con los otros expresando las propias emociones, temores. 
11. Actuar con apego a la propia fe. 
12. Actuar de manera que se tenga sensación de satisfacción con uno mismo. 
13. Disfrutar y participar en diversas formas de entretenimiento. 
14. Aprender, descubrir o satisfacer la curiosidad para alcanzar el desarrollo y salud 
normales. 
Basándose en la teoría anteriormente expuesta, se puede decir que para que el 
individuo alcances un equilibro de salud, es necesario que cuente con un entorno 
adecuado, para ello el personal de enfermería debe analizar los problemas del 
paciente ayudándolo a que él mismo alcance o recupere su independencia o muerte 
tranquila. 
 
 
 
 
 
 
 
 43
Operacionalización de las Variables 
 
Variable Dimensiones Indicadores Items 
1. Datos demográficos 
- Constelación familiar 
- Número de habitaciones 
 - Disponibilidad de excretas, servicios públicos (luz, agua, aseo 
 urbano) 
 
1-2-3 
2. Grado de instrucción 4 
3. Jefe de familia 5-6 
4. Ingreso familiar 7-8 
5. Hábitos de higiene (frecuencia con que se baña) 9 
 
 
 
 
 
Personales 
6. Antecedentes personales durante el embarazo u otros. 
Complicaciones. 
10 
7. Trato del personal 11 
8. Profilaxis preoperatoria: (1) rasurado; (2) aseo vulvo personal; (3) 
colocación de enema; (4) premedicación, (5) kit quirúrgico 
 
12 
9. Manipulación por el personal médico (preoperatorio) 13 
10. Tiempo de estadía en la sala de partos 14 
11. Tipo de incisión quirúrgica 15-16 
12. Frecuencia de realización de la cura 17 
13. Disponibilidad de recursos materiales médico quirúrgicos 
(guantes, gorros, antisépticos, soluciones, inyectadotas, 
medicamentos) 
18 
14. Técnica de asepsia y anti-sepsia 19 
15. Estadía hospitalaria 20 
16. Número de pacientes por cama 21 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
FACTORES DE RIESGO QUE 
INCIDEN EN LA APARICIÓN 
DE ABSCESOS DE PARED 
 
 
 
 
Institucionales 
17. Personal por turno 22 
 44
Definición de Términos 
 
Absceso: Acumulación de pus que aparece en una infección localizada aguda ó 
crónica y que se asocia con destrucción hística y frecuentemente con tumefacción. 
 
Aerobios: Microorganismos que solo pueden vivir y crecer en presencia de oxigeno. 
 
Anaerobios: Microorganismos que solo pueden vivir y crecer en ausencia de 
oxigeno. 
 
Antisepsia: Prevención de la infección mediante la inhibición del crecimiento de los 
agentes infecciosos a través de la aplicación de métodos asépticos. 
 
Asepsia: condición en la cual están ausentes los microorganismos patógenos vivos. 
Estado de esterilidad. 
 
Bacterias: Microorganismos unicelularprocariótico que usualmente se multiplica por 
división celular y que posee una pared celular que mantiene una morfología 
constante, puede ser aerobio o anaerobio, móvil o inmóvil de vida libre, saprofito, 
parásito o patógeno. 
 
Caedere: En verbo latino significa “cortar”. 
 
Cesárea: Nacimiento del feto a través de una incisión quirúrgica en la pared 
abdominal o uterina. 
 
Coroamnionitis: infección que afecta el corión, amnios y líquido amniótico, 
usualmente también están afectadas todas las vellosidades y decidua. 
 
Drenaje: Extracción continua de líquidos de una herida u otra cavidad. 
 
Endometritis: Inflamación de la mucosa decidual del útero. 
 
 45
Herida: Traumatismo de cualquiera de los tejidos del cuerpo, en especial el causado 
por medios físicos y con interrupción de la continuidad. 
 
Huésped: Organismo en el que vive un parásito, obteniendo su sustancia corporal o 
energía. 
 
Incisión: Corte, herida quirúrgica. 
 
Infección: Multiplicación de organismos patógenos dentro del cuerpo. 
 
Inóculos: microorganismo u otro material introducidos por inoculación. 
 
Microbiología: Ciencia que estudia los microbios. 
 
Microorganismos: Organismo microscópico animal o vegetal. 
 
Patógenos: Cualquier virus microorganismo o sustancia que causa una enfermedad. 
 46
 
 
CAPÍTULO III 
METODOLOGÍA 
 
Este capítulo representa el tipo de investigación, la población, la muestra y el 
instrumento utilizado para la recolección da datos y de la información. 
 
Tipo de investigación 
De acuerdo al objetivo propuesto en el estudio, se trata de una investigación 
descriptiva transversal de campo, que según Canales (2002) la define de forma 
separada de la siguiente manera: 
Descriptiva: son la base y punto inicial de los otros tipos, y están 
dirigida a determinar “como es” o “como esta” la situación de las 
variables que deberán estudiarse en una población, la presencia o 
ausencia de algo, la frecuencia con que ocurre un fenómeno y en 
quienes, cuando y donde se está presentado determinado fenómeno 
(p. 138). 
 
Transversal: “estudia las variables simultáneas en determinado momento, 
haciendo un corte en el tiempo” (p. 135). 
Campo: el estudio va dirigido a un área específica. 
 
Población y Muestra 
La población objeto de estudio estuvo conformada por 14 usuarias de acuerdo al 
número de post-cesareadas que ingresaron de Sala de Partos a las Unidades II y III de 
Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”. 
Canales refiere al universo o población como “el conjunto de individuos o 
elementos en los cuales puede presentarse determinada características susceptible de 
ser estudiada” (p. 145). 
 47
La muestra estuvo representada por seis usuarias post-cesareadas ue se 
encontraban hospitalizadas en las Unidades II y III de Ginecoobstetricia durante el 
turno de 1 a 7 p.m. del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, las 
cuales fueron seleccionadas por muestreo probabilística aleatorio simple. 
Canales (2002) afirma que “la muestra representa un grupo pequeño que posee 
las características del universo y de la población que estamos estudiando” (p. 148). 
 
Instrumento de recolección de datos 
En el presente estudio se utilizó una encuesta que consta de dos partes: la 
primera parte Datos Personales y la segunda parte Datos Institucionales. Consta de 22 
preguntas de selección simple. 
La encuesta se elaboró de acuerdo al objetivo del estudio y la operacionalización 
de las variables, siendo validados por expertos, quienes realizaron observaciones 
finales en cuanto al diseño del instrumento. 
Se aplicó una prueba piloto a un grupo de cuatro usuarias de las Unidades II y III 
de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”. 
Canales cita que “la encuesta consiste en obtener información de los sujetos de 
estudio, proporcionado por ellos mismos sobre opiniones, actitudes o sugerencias” 
(p. 163). 
 
Procedimiento 
Para cumplir con el objetivo de la investigación se realizaron los siguientes 
pasos: 
Se envió una comunicación a la directora del Hospital Central Universitario 
“Antonio María Pineda”, informándole sobre el objetivo de la investigación y 
solicitando su colaboración. 
También se expidió una comunicación a la Jefa de Enfermera del Hospital 
Central Universitario “Antonio María Pineda”, notificándole sobre el estudio a 
realizar. 
 48
Una tercera comunicación fue enviada a la Coordinadora de las Unidades II y III 
de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, 
solicitándole su colaboración para la realización del estudio. 
Luego de recibir la autorización para realizar el estudio, se aplicó la encuesta a 
las usuarias de la Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central 
Universitario “Antonio María Pineda”, lo cual era vital para cumplir con la 
realización del estudio. 
 
 49
 
 
 
CAPÍTULO IV 
 
PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS 
 
En este capítulo se presentarán los resultados estadísticos, obtenidos de la 
encuesta aplicada a la muestra de seis pacientes hospitalizadas en las Unidades II y III 
de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, a 
través de cuadros y gráficos con sus respectivos análisis, para dar respuestas a los 
objetivos planteados. 
Los cuadros y gráficos están distribuidos de la siguiente manera: 
Los cuadros 1 al 5 representan los datos generales de las pacientes. 
El cuadro 6 representa las complicaciones que presentaron las pacientes post-
cesareadas durante el embarazo. 
El cuadro 7 revela el tipo de procedimiento que le fue realizado al ingresar al 
hospital. 
El cuadro 8 representa el tiempo de estadía en la Sala de Partos. 
El cuadro 9 revela la frecuencia de la realización de la cura de la incisión 
quirúrgica. 
El cuadro 10 representa los días de hospitalización en las unidades. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 50
18-20
50,0%
21-23
16,7%
Más de 27
33,3%
Cuadro 1 
Distribución por edad de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de 
Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”. 
Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. 
 
Edad (en años) Frecuencia Porcentaje 
18 – 20 
21 – 23 
24 – 26 
Más de 27 
3 
1 
0 
2 
50% 
16.7% 
0 
33.3% 
Total 6 100.0% 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El 50% de las pacientes post-cesareadas tienen edades comprendidas entre 18 y 
20 años. 
 
 51
Básica 
incompleta
50,0%Bachiller
33,3%
Universitario
16,7%
Cuadro 2 
Distribución por grado de instrucción de las pacientes post-cesareadas de las 
Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio 
María Pineda”. Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. 
 
Grado de instrucción Frecuencia Porcentaje 
Básica incompleta 
Básica completa 
Bachiller 
Universitario 
3 
0 
2 
1 
50% 
0% 
33.30 
16.7% 
Total 6 100.0% 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El 50% de las pacientes post-cesareadas tienen como grado de instrucción la 
escuela básica incompleta. 
 
 52
Esposo e 
hijos
50,0%
Padres
16,7%
Otros
33,3%
Cuadro 3 
Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de 
Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, según 
convivencia familiar. Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. 
 
Convivencia familiar Frecuencia Porcentaje 
Esposo e hijos 
Padres 
Abuelos 
Nietos 
Otros 
3 
1 
0 
0 
2 
50 
16.7 
0 
0 
33.3 
Total 6 100.0% 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
De acuerdo con la encuesta aplicada, el 50% de las pacientes post-cesareadas 
conviven con su pareja e hijos. 
 53
66,7%
33,3%
1 a 2 gestas 3 a 4 gestas
Cuadro 4 
Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de 
Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” según

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