Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
1 Universidad de los Andes Facultad de Ciencias Sociales Departamento de Psicología ABORDAJE DEL DESARROLLO PSICOLÓGICO EN LAS LICENCIATURAS EN MATEMÁTICAS: UN ESTUDIO CUALITATIVO DE 3 CASOS EN COLOMBIA Trabajo de grado para optar al título de PSICÓLOGO Camilo Andrés Arrieta Caycedo Bajo la dirección de Oskar Gutiérrez Garay y Enrique Chaux Torres Bogotá, D.C., Junio de 2019 2 Tabla de contenido Agradecimientos …………………………………………………….. 3 Resumen ……………………………………………………………... 4 Introducción …………………………………………………………. 5 Marco Teórico ……………………………………………………….. 6 Niñez Temprana ……………………………………….. 10 Niñez Media …………………………………………… 13 Adolescencia …………………………………………… 15 Adultez Emergente …………………………………….. 16 Adultez Joven ………………………………………….. 18 Políticas Públicas ……………………………………… 18 Metodología …………………………………………………………. 22 Recolección de Datos ………………………………….. 23 Procedimiento de Muestreo …………………………… 24 Análisis de Datos e Interpretación …………………….. 25 Resultados …….…………………………………………………….. 27 Universidad de los Andes …………………………… 27 Universidad Santo Tomás …………………………… 31 Universidad Pedagógica Nacional …………………… 35 Discusión …………………………………………………………….. 37 Conclusión …………………………………………………………… 42 Referencias …………………………………………………………... 43 Anexos ……………………………………………………………….. 45 3 Agradecimientos En primer lugar, me gustaría agradecer a Oskar Gutiérrez y a Enrique Chaux, quienes me orientaron en todos los pasos de la investigación y de forma muy amable y crítica me brindaron consejos para lograr un mejor proyecto. Agradezco los aportes de todos los participantes de la investigación, quienes siempre se mostraron con buena disposición para discutir sobre el proyecto, dando su tiempo para explorar un tema de gran importancia en la educación. Por último, reconozco el aporte de todas las personas que en algún momento discutieron conmigo sobre este tema y me ayudaron a organizar ideas. 4 Resumen El desarrollo humano es un tema extenso y atraviesa más de una disciplina, pero debe ser considerado de especial importancia en el campo de la educación debido al aporte que puede tener para un abordaje integral del alumno. Según Ausubel (2002) el “aprendizaje del alumno depende de la estructura cognitiva previa que se relaciona con la nueva información”. Esto último, aunque originariamente enfocado únicamente en la dimensión cognitiva, refleja la importancia de conocer las características de un ser humano de forma previa y dentro del proceso educativo para lograr mejores resultados. Este proyecto buscó entender cómo los programas de licenciatura en Matemáticas en 3 universidades de Bogotá, responden a las consideraciones sobre las diferentes etapas del desarrollo humano establecidas en las Resoluciones 02041 de 2016 y 18583 de 2017 que regulan las licenciaturas en Colombia. Para lograr esto, se realizaron 5 entrevistas semiestructuradas, 3 en la Universidad de los Andes, 1 en la Universidad Santo Tomás, y 1 en la Universidad Pedagógica Nacional. Asimismo, se revisaron documentos relacionados con el tema en cada institución. Se encontró que el desarrollo es percibido como relevante para la formación de docentes, aunque su abordaje depende de la visión que tienen las instituciones. Esto último reveló diferencias como su abordaje desde una perspectiva psicológica y/o pedagógica, en contraste con una concepción basada en los niveles del sistema escolar. Lo anterior, se relaciona con una falta de especificidad en la legislación, pues se plantea la diferenciación por edades, pero no se especifica la manera de hacerlo o el objetivo de esto. Si bien a nivel institucional se resalta que esta es una parte esencial del ser humano, en las entrevistas se resaltó una dificultad para dejar los modelos tradicionales de enseñanza, los cuales tienden a enfocarse más en la disciplina que en las características del alumno. Palabras clave: desarrollo, formación de docentes, resolución 02041 de 2016, resolución 18583 de 2017, pedagogía, enseñanza 5 Introducción Bien se sabe que la educación es uno de los pilares fundamentales para la construcción de una sociedad mejor. Por esta razón, el Estado colombiano se ha comprometido desde hace algún tiempo con el desarrollo de esta área, pues se hace evidente que la educación, en todos sus niveles, implica no solamente la escolarización académica, sino la formación en valores y competencias ciudadanas, el desarrollo de habilidades interpersonales y el entendimiento de la forma en la que cada uno se relaciona con el mundo. Un ejemplo de estos esfuerzos del Estado colombiano por mejorar la educación se puede ver reflejado en la Ley 115 de 1994 por la cual se expide la Ley General de la Educación. Es posible ver que esta ley busca resaltar la educación como un derecho fundamental y como un servicio público que se fundamenta en una concepción de los individuos como seres íntegros y conscientes de sus derechos y deberes. Siendo así, esta misma resalta la importancia de la calidad docente, pues si la educación es indispensable para lograr estos objetivos, los docentes que hagan parte del sistema educativo deben tener las herramientas para llevar a cabo este propósito. Es necesario aclarar que en dicha ley se entiende al individuo integral (objetivo de la educación) como un sujeto con una formación física, psíquica, intelectual, moral, espiritual, social, afectiva, ética, cívica y demás valores humanos (Congreso de la República de Colombia, 1994). Teniendo en cuenta lo anterior, es posible observar que, con la intención de lograr dicho objetivo, el Estado colombiano busca establecer las reglas que deben guiar la educación y la adecuada formación de docentes, por medio de políticas públicas. Estas políticas claramente afectan la práctica docente en los contextos de formación y tienen un impacto tanto en las creencias de los maestros, como en sus metodologías. Aunque los lineamientos expuestos en la Ley 115 de 1994 son muy generales y especifican muy poco sobre la forma en la que se debe guiar la formación docente, esto se ha tratado de cambiar por medio de otras políticas públicas. En este caso, las más relevantes han sido la Resolución 5443 de 2010 y la 02041 de 2016, ambas intentando definir las características que deben tener los programas para la formación de educadores. Ahora, como se irá desarrollando en el texto, es posible afirmar que la psicología del desarrollo juega un papel esencial en el contexto educativo, y asimismo va de la mano con los fundamentos de las prácticas pedagógicas. Siendo así, es claro que para poder diseñar las herramientas adecuadas que sirvan al propósito de formar a estos individuos íntegros que se propone la Ley General de la Educación, se hace necesario tener un entendimiento de los individuos a los que se está buscando educar, incluyendo sus necesidades específicas según el momento de su desarrollo. Es aquí donde se vuelve fundamental tanto la concepción de ser humano que se tiene en las políticas públicas, como la que se tiene en los programas para la formación de docentes específicamente. Así, las teorías sobre el desarrollo psicológico, aplicadas a estos contextos, pueden asegurar que los individuos reciban una educación congruente con las necesidades particulares de su respectiva etapa del desarrollo. Según Ausubel (2002) el “aprendizaje del alumno depende de la estructura cognitiva previa que se 6 relaciona con la nueva información, debe entenderse por estructura cognitiva, al conjunto de conceptos, ideas que un individuo posee en un determinado campo del conocimiento, así como su organización”. Si bien este autorse refiere principalmente al conocimiento específico, es evidente que la inclusión de los cambios cognitivos característicos de las diferentes etapas del desarrollo es una base sobre la cual el individuo organiza sus nuevos aprendizajes. Por esta razón, se hace indispensable que las Licenciaturas incluyan el conocimiento de teorías sobre etapas específicas del desarrollo psicológico, para que orienten sus logros hacia la capacitación de personas que lleven a la construcción de individuos integrales como los que se propone la Ley General de la Educación. Este proyecto busca entender la manera en que los programas de formación de docentes en Matemáticas en la Universidad de los Andes, la Universidad Santo Tomás y la Universidad Pedagógica Nacional, responden a las consideraciones que se tienen sobre las diferentes etapas del desarrollo psicológico en las Resoluciones 02041 de 2016 y 18583 de 2017, así como en otros documentos que regulan y/o reflexionan sobre las licenciaturas en Colombia. Esto se ve justificado debido a que, como se mostrará más adelante en el marco teórico, la aplicación de teorías pedagógicas y el abordaje de los estudiantes dependiendo de su momento en el ciclo de vida, son importantes para lograr que un ser humano se desarrolle de la mejor manera posible y adquiera las competencias necesarias para volverse un ciudadano íntegro, o en el contexto escolar específico, que logre el dominio de ciertas competencias en un área específica. Marco Teórico Si bien el propósito de la presente investigación es una revisión de las consideraciones sobre las etapas del desarrollo en algunos documentos legislativos y el papel que juega esto en la formación de docentes por medio de licenciaturas, hay que aclarar que el campo del desarrollo psicológico es muy amplio. Por lo anterior, es necesario resaltar que muchos de los temas que se tratan en la psicología del desarrollo se encuentran abiertos al debate y muy probablemente seguirán sufriendo cambios a lo largo del tiempo, lo que deriva en una imposibilidad de ver las etapas del desarrollo como algo estático y definido. Por esta razón, y dada la intención de este proyecto, no se entrará en la discusión de dichos debates ni se tratará de aclarar o solucionar alguno de ellos, únicamente se hará una breve recolección de los aspectos más relevantes de cada una de las etapas resaltadas en la literatura, y que corresponden con el trabajo docente, logrando así algo similar a un resumen de cada una de las etapas en donde se resalta la importancia de cada una desde diferentes marcos teóricos. Ahora, se ha elegido esta división por etapas debido a que a lo largo de la historia, la investigación sobre el desarrollo humano siempre ha tratado de identificar los periodos críticos que atraviesa un ser humano en su vida, de forma que, aunque dependiendo de las diferentes aproximaciones teóricas el enfoque ha estado en aspectos del desarrollo muy variados, en la actualidad la mayoría de manuales sobre el desarrollo utiliza la división de etapas como forma de organización para tomar los aportes más relevantes de cada teoría y reunirlos en un solo lugar (Arnett, 2016; García, J., Delval, J. and Sánchez, I., 2010; Craig, G. & Baucum, D., 2002; Papalia, D. & Martorell, G., 2015; Papalia, D., Olds, S. & Feldman, R., 2009; Packer, M. J., 2017; entre otros). Teniendo en cuenta lo anterior, y con conciencia 7 de las diferencias en cuanto a las etapas dentro de los distintos manuales, se decidió utilizar el manual de Arnett (2016) como base para definir las etapas del desarrollo y lograr un marco de entendimiento común. Sin embargo, para la profundización en aspectos del desarrollo relacionados con el aprendizaje en matemáticas se utilizaron diferentes artículos sobre el tema con el objetivo de complementar la información del manual elegido. Vale la pena aclarar que, si bien hay diferentes teorías desde las cuales se ha abordado el desarrollo del pensamiento matemático (principalmente Conductismo, Cognitivismo y Enfoque Sociocultural), la gran mayoría de los artículos revisados se ubican en el marco del desarrollo cognitivo, casi siempre retomando las teorías de Piaget, quien le brinda un papel preponderante a las capacidades del individuo con respecto al lenguaje, y no tanto a las matemáticas como lenguaje, en el entendimiento de su aprendizaje. Por lo anterior, se hace pertinente una revisión de los conceptos principales en la teoría del desarrollo de Piaget, especialmente las 4 etapas de desarrollo cognitivo (Meece, 2000). En primer lugar, la etapa sensoriomotriz se observa desde el nacimiento hasta aproximadamente los dos años, y se caracteriza por la conformación de las primeras subestructuras cognoscitivas y el desarrollo del entendimiento de la permanencia de los objetos. En segundo lugar, la etapa preoperacional (2 - 7 años aprox.) se caracteriza por el comienzo de la imagen mental con la utilización de símbolos y palabras, aunque resaltan la solución intuitiva de problemas y las limitaciones presentadas por la rigidez, egocentrismo y centralización en el pensamiento. En tercer lugar, durante la etapa de operaciones concretas (7 - 11 años aprox.) se observa un desarrollo de operaciones lógicas como la seriación, la clasificación y la conservación, aunque el pensamiento se ve limitado a los fenómenos y objetos del mundo real. Por último, usualmente luego de los 11 años, la etapa de operaciones formales se caracteriza por el desarrollo de un pensamiento más abstracto y que no se limita al mundo, lo cual permite el entendimiento de la lógica de las proposiciones, el razonamiento científico (hipotético-deductivo) y el proporcional. En otras palabras, esta última etapa permite el pensamiento reflexivo. Otro aspecto importante de la teoría de Piaget es su concepción de la forma en que se desarrolla la inteligencia en el niño, siendo esta determinada por mecanismos cognitivos guiados hacia la adaptación del individuo a su ambiente. Estos mecanismos consisten principalmente en el desarrollo de esquemas, la asimilación, el ajuste y el equilibrio. Los esquemas, consisten en registros que se tienen como formas de responder al ambiente y crecen con la experiencia directa. La asimilación consiste precisamente en la aceptación de nuevos esquemas, mientras que el ajuste es el mecanismo que permite la asimilación por medio de la identificación de fenómenos que van más allá de los esquemas existentes. El equilibrio se refiere al estado en el que los procesos de ajuste y asimilación de esquemas funcionan correctamente, llevando al desarrollo cognitivo mencionado en las etapas anteriormente. Vale la pena resaltar aquí la importancia de las capacidades correspondientes a cada etapa para el entendimiento de los modelos pedagógicos en matemáticas, aunque también se hace importante resaltar que estas etapas no son estáticas y dependen en gran medida de la estimulación externa. Uno de los problemas en la educación actual ha sido el uso de actividades que no corresponden con las habilidades que posee el niño, llevando a una falta de consistencia en el seguimiento del proceso cognitivo y exigiendo capacidades matemáticas cuando estas no se han desarrollado. Un ejemplo de lo anterior sería 8 el requerir a un niño en comienzos de la etapa preoperacional (inicio del pensamiento simbólico) que resuelva operaciones matemáticas cuando éste apenas se encuentra en capacidad de dar estos primeros pasos desde su experiencia directa con el mundo (contando piedras o manzanas) (González & Medina, 2012, p. 24). A pesar de lo último, siempre persiste la duda sobre la forma en la que las estructuras matemáticas interactúan o son posibles desde las estructuras genéticas del individuo (Beth & Piaget, 1966). Esto último, surge del entendimiento de que un niño puede aprender automáticamente el lenguaje (ej. repetición de números), aún sin la capacidad de realizar operaciones mentales en el área matemática.Otro factor importante, resaltado por Duval (2016) lo que tienen en común los diferentes marcos teóricos en la comprensión del aprendizaje matemático, es el uso del concepto de “representación”, teniendo éste sus inicios en la antigüedad, aunque un desarrollo esencial desde las investigaciones de Piaget. Ahora, este concepto en sí mismo no tiene el carácter de proceso mental, sino que debe ser visto como el resultado de diferentes procesos cognitivos complejos que al día de hoy no son totalmente claros, se encuentran abiertos al debate y requieren investigación adicional. Lo anterior toma relevancia cuando se piensa en el objetivo educativo de la enseñanza matemática, pues claramente la concepción que se tenga sobre el aprendizaje del estudiante va a incidir sobre las prácticas pedagógicas y su pertinencia. Duval (2016) afirma que en el proceso de aprendizaje en matemáticas se ven involucrados principalmente dos procesos de transformación cognitiva: una al nivel de las representaciones semióticas y otra en el sistema semiótico que se utiliza para estas representaciones. En cuanto a las representaciones semióticas, a lo largo de la historia se les ha dado un papel esencial en el pensamiento matemático, pues este no es posible sin la capacidad de transferir un símbolo a otro aun cuando el contenido es el mismo (ej. una persona y la foto de esta persona). Ahora, la importancia del sistema semiótico radica en que las posibilidades de representación se vuelven tan amplias como la cantidad de sistemas disponibles. Ahora, según este autor, la enseñanza matemática hasta ahora se ha basado únicamente en la yuxtaposición de objetos con símbolos previamente definidos, de forma que el niño realice el proceso cognitivo de asociación por medio del reconocimiento del objeto en el símbolo. El problema principal en matemáticas radica en que la educación se comienza a centrar la utilización de símbolos del sistema semiótico, aun cuando los estudiantes no pueden tener una relación directa o instrumental con el objeto inicial sobre el cual se está tratando. A este problema se adiciona el de llevar al estudiante a entender las diferentes representaciones simbólicas de un mismo objeto cuando éstas no tienen ningún parecido sensible, como es el caso de los números. Vale la pena resaltar que, de forma similar a lo que propone Piaget, estos conceptos son rastreables al desarrollo evolutivo del ser humano, lo que indica la importancia de los factores del sujeto a la hora de aproximarse a cierto tipo de problemas, pues estos van más allá de la transmisión verbal de conocimiento (Beth & Piaget, 1966, p. 167). Derivado de lo anterior, Duval (2016) propone dos procesos cognitivos fundamentales en las representaciones. Primero, la asociación directa con la experiencia del objeto, lo cual permite su reconocimiento en dos representaciones diferentes. Como se dijo anteriormente esto no 9 permite el entendimiento de procesos que implique objetos inaccesibles perceptiva o instrumentalmente. En segundo lugar, la asociación entre representaciones que se dirigen a un mismo objeto, no puede ser entendida como simples ejercicios de denominación sobre representaciones materiales como se pensaba en un comienzo, sino que depende de la coordinación de acciones mentales sobre representaciones icónicas que en un comienzo no están relacionadas (ej. ½ = 0.5). Siendo así, las representaciones no deben ser entendidas como meramente la designación de objetos en lugar de otros objetos, sino deben ser entendidas por medio del uso que permiten por medio del procesamiento matemático, lo cual lleva al uso de distintas representaciones semióticas con una misma denotación sin necesidad de nuevas observaciones empíricas (Duval, 2016). Esto, lleva nuevamente a las capacidades cognitivas de quien se ve expuesto a la realización de este tipo de operaciones, más que al contenido que se enseña. Siendo así, el pensamiento matemático debe ser entendido como la capacidad para transformar representaciones, ya sea dentro de un mismo sistema semiótico o entre distintos sistemas semióticos, pero siempre manteniendo una misma denotación. Ahora, lo anterior solo es posible cuando la persona ha desarrollado la capacidad de iconicidad. Otro punto fundamental en el pensamiento matemático es el haber desarrollado la capacidad para entender proposiciones dentro de un marco válido de razonamiento, es decir, una institución que permita lograr un razonamiento adecuado, lo cual en términos de Piaget se desarrollaría en la etapa de las Operaciones Formales. Esta última capacidad en teoría se desarrolla luego de los 10 años, consolidándose durante la adolescencia. Pasando específicamente a la teoría de Beth y Piaget (1966) sobre la psicología de las matemáticas, puede encontrarse que en sus investigaciones se mencionan varios puntos importantes a tener en cuenta. En primer lugar, se resalta la existencia de dos tipos de sistemas importantes dentro de las posibles actividades del sujeto, unos que se refieren a sistemas completos con sus propias leyes, y otros que se observan como sistemas capaces mostrar formas similares independientemente del contenido. Los primeros sistemas se relacionan con la teoría de la Gestalt, en donde la percepción se encuentra mediada por las operaciones mentales además de las sensaciones directas, de forma que las estructuras internas del individuo se encargan de completar la percepción ya sea con acciones aditivas o reversibles de combinación. El sistema de estas estructuras internas, según Piaget, se va incrementando y logrando cada vez más variación para que el sujeto tenga una percepción más específica del mundo, hasta llegar a un punto de equilibrio donde se generaliza el mundo a partir de éstas, siendo éste aproximadamente a los 7-8 años de edad. Ahora, para un desarrollo más avanzado del pensamiento matemático, Beth y Piaget (1966) sugieren que el ser humano debe haber alcanzado el conocido pensamiento operacional concreto, entendiendo por “operaciones” las acciones mentales que permiten interiorizar, manipular en distintas direcciones (revertir) y coordinar estructuralmente lo interiorizado, y por “concreto” operaciones que ocurren en la manipulación de objetos o su representación verbal/simbólica sin que medie todavía la creación de proposiciones, es decir, sin habilidad hipotético- deductiva (p. 172). De acuerdo con estos autores, dicho pensamiento permite principalmente la “agrupación”, lo que va a derivar en diferentes procesos que llevan a nuevos tipos de 10 pensamiento, alcanzando eventualmente el pensamiento formal. Una de las características importantes en esta transición, es el paso de estructuras generales a estructuras más diferenciadas. Asimismo, las capacidades de reversibilidad (transformaciones de inversión y reciprocidad) contribuyen a este proceso de entendimiento de “agrupaciones” más diferenciadas. Lo anterior según estos autores juega un papel esencial en la diferenciación entre procesos matemáticos aditivos y multiplicativos. Ahora, más adelante en el desarrollo, con los comienzos del entendimiento hipotético deductivo, se vuelve posible la utilización de combinaciones entre diferentes formas de transformación (imposible para el niño) en función de una proposición, así como la evaluación de las reglas de transformación adquiridas hasta ahora, lo que a nivel de comportamiento implica un cuestionamiento del funcionamiento de las cosas (común en la etapa de adolescencia). Niñez temprana La niñez temprana se ubica aproximadamente entre los 3 y los 6 años, y es una etapa en la que, si bien el cerebro del niño/a ya se ha desarrollado bastante, todavía requiere de una nutrición adecuada, como factor fundamental del desarrollo, y de estimulación acorde a sus necesidades. Sin embargo, lo anterior requiere de otras políticas de estado, mientras que el papel que pueden jugar los docentes en esta etapa se orienta más hacia elimpulso del desarrollo de habilidades motoras, cognitivas, emocionales y sociales. Siendo así, se debe destacar que, durante esta etapa, los seres humanos comienzan a desarrollar habilidades motrices como el correr, saltar, escalar, alternar series de movimientos coordinados. Asimismo, desarrollan mucha más precisión y rapidez en la ejecución de tareas que impliquen motricidad fina, lo que, al igual que las habilidades de motricidad gruesa, pueden ser impulsadas con diferentes estrategias pedagógicas. Pasando a las características del desarrollo cognitivo en la niñez temprana, se puede decir que esta es una etapa que implica importantes avances. Siguiendo la teoría de Piaget (1952), se ha observado que en este periodo los niños comienzan a internalizar imágenes que antes hacían parte las actividades sensoriomotoras, de forma que pueden representarlas en su pensamiento. De esta forma, se explica que para poder representar el mundo simbólicamente, se requiere del lenguaje, y es precisamente este momento de la vida en el que se desarrollan más notablemente las habilidades de lenguaje (Arnett, 2016). Además de esto, Piaget expuso que, durante esta etapa de la vida, los seres humanos resaltan por la ausencia de ciertas formas de razonamiento, de forma que el pensamiento preoperacional caracteriza a los que se encuentran en este rango de edad. Las características cognitivas principales de esta etapa son: la incapacidad para entender la conservación, es decir la propiedad de los objetos de permanecer con la misma cantidad de materia a pesar del cambio en su forma, lo cual va de la mano con la ausencia de entendimiento sobre la reversibilidad; el egocentrismo, que lleva a la suposición de que todos ven el mundo a través de los ojos propios, pero que también va de la mano con el animismo, es decir, con la atribución de pensamientos y sentimientos como los propios a objetos inanimados; por último, la capacidad de clasificación, es muy limitada en esta etapa, puesto que a los niños/as se les dificulta entender que un objeto pueda pertenecer simultáneamente a diferentes categorías. Es necesario resaltar que, como afirma Arnett (2016), a raíz de las críticas que se han hecho a las teorías de Piaget, se ha llegado a 11 una visión más continua del desarrollo humano, de forma que los cambios cognitivos deben ser vistos como desarrollos graduales y no como etapas exactas. Además, otras investigaciones han encontrado que, si bien el egocentrismo descrito por Piaget revela un fenómeno particular, durante esta etapa, según la “Teoría de la Mente”, los niños/as comienzan a entender estados mentales en otros como la intencionalidad, a contrastar sus propias emociones con las de otros y a representarse objetos que pueden no estar presentes físicamente. Ahora, otro de los cambios cognitivos importantes en esta etapa es el que se causa a partir de las interacciones sociales del día a día. Como expone Vygostsky en su teoría de enfoque sociocultural, es durante este periodo de la vida cuando se ve el primer gran impacto del aprendizaje cultural. De la mano con el desarrollo motor, el individuo entra en capacidad de realizar tareas culturales que antes le eran imposibles. Asimismo, su aprendizaje puede darse desde la instrucción directa por parte de otros o también desde la participación en diferentes tareas culturales realizadas por los miembros de la sociedad (Arnett, 2016). También refiriéndose a Vygotsky, Delval (1994) explica que, dentro de su teoría con enfoque sociocultural, se puede entender un contexto determinado según el potencial de desarrollo que posea para un ser humano, de forma que varias personas en un mismo nivel de desarrollo pueden llegar a capacidades cognitivas mayores si el potencial de desarrollo del contexto los lleva por este camino (p. 67). Siendo así, la interacción entre individuos que guíen culturalmente y personas en proceso de aprendizaje puede llevar al desarrollo de mayores capacidades cognitivas. Es importante resaltar que, en muchos países, uno de los contextos en los que el niño puede explorar este involucramiento en las normas culturales es el colegio, por lo que este espacio cobra mucha relevancia si se toma desde la perspectiva del aprendizaje cultural teorizado por Vygostsky. Transfiriendo esto al contexto colombiano, aunque “en el año 2017, la matrícula total (preescolar, primaria y secundaria) fue de 10.020.294 alumnos, inferior en 27.324 con respecto a la matrícula de 2016” (DANE, 2018), desde la expedición del documento del Departamento Nacional de Planeación, llamado Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018. Todos por un nuevo país, y asimismo como objetivo del Ministerio de Educación Nacional en el documento Colombia, la mejor educada en el 2025. Líneas estratégicas de la política educativa del Ministerio de Educación Nacional, se ha establecido que el objetivo a futuro es “cerrar las brechas en acceso y calidad a la educación, entre individuos, grupos poblacionales y entre regiones, acercando al país a altos estándares internacionales y logrando la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos” (Departamento Nacional de Planeación, 2015). Siendo éste el objetivo a futuro es posible justificar la importancia de docentes preparados para explotar el potencial del ambiente escolar de forma que garantice las mejores oportunidades para el desarrollo. Otro de los componentes importantes durante esta etapa del desarrollo en el área cognitiva es el lenguaje. Por esta edad usualmente los seres humanos tienen un nivel de lenguaje que permite comunicación clara para temas cotidianos, sin embargo, su vocabulario muestra un incremento muy importante durante la niñez temprana debido en gran parte a la configuración cerebral de la especie. Como se ha propuesto desde las teorías de psicología cognitiva sobre el lenguaje, hay cierto componente innato en la adquisición del lenguaje, por lo que los niños/as se encuentran predispuestos genéticamente para verse expuestos a grandes cambios durante este momento del desarrollo (Chomsky, 1975). De igual forma sucede con la 12 gramática y con el aprendizaje de reglas socioculturales que impliquen lenguaje, como lo son las convenciones prácticas de las interacciones sociales (un ejemplo de esto es el decir “por favor” en algunas culturas). Lo anterior gana importancia cuando se observa que otra de las características de los niños/as en esta etapa, es la representación e imitación de reglas que se aplican a contextos culturales específicos (visita al doctor, conversaciones de “adultos”, etc.), lo que lleva a la preocupación por la forma en la que el niño se ve expuesto a estos contextos y el impacto que pueden tener en su desarrollo cognitivo a futuro (Arnett, 2016). El desarrollo emocional puede jugar también un papel importante en las consideraciones que se deben tener a la hora de pensar en esta etapa del desarrollo humano. Como afirma Arnett (2016), la niñez temprana es un periodo de grandes avances en el entendimiento y autorregulación de las emociones, pues se ha visto que en esta etapa los niños/as comienzan a entender hasta cierto punto las emociones que otros expresan, y asimismo se desarrolla la capacidad de actuar a partir del reconocimiento de estas emociones, lo que juega un papel fundamental en el desarrollo moral de los individuos. Por otro lado, la autorregulación de las emociones sufre cambios importantes, puesto que, junto con el creciente entendimiento de las dinámicas sociales, los niños/as comienzan a entender la pertinencia de ciertas emociones para algunos contextos y la necesidad de contener los impulsos propios para no desbalancear las situaciones sociales presentes. Como lo menciona Erikson (1950) en su libro Infancia y Sociedad, la niñez temprana es la etapa de “iniciativa versus culpa”, pues aquí los individuos se enfrentan a la necesidad de regular sus propias emociones sin llegar hasta el punto de inhibirsecompletamente por un exceso de culpa. Conectando lo anterior, se puede decir que a lo largo de la niñez temprana se va desarrollando cada vez más la moral. La empatía, siendo una de las principales características de esta última, se va desarrollando de la mano con el reconocimiento de emociones mencionado anteriormente. Vale la pena mencionar que, según Arnett (2016), la importancia del desarrollo moral en esta etapa se ve impulsada debido a los descubrimientos de Shweder (2009), quien afirma, a partir de sus estudios transculturales, que es a esta edad en la que se afirman los estándares morales de la cultura, mostrando muy pocos cambios durante la adolescencia y la adultez. Entrando a contemplar algunos factores sociales importantes, se puede resaltar que, durante esta etapa, los niños/as empiezan a entender características de género, como por ejemplo la “constancia de género” (no cambia) y asimismo comienzan a familiarizarse mucho más con los roles de género en su propia cultura (Arnett, 2016). Ahora, esto es importante tanto en el hogar como en el ambiente escolar (incluyendo relaciones con pares), debido a que es probable que estas primeras percepciones lleven a que los niños/as desarrollen marcos de comprensión del mundo que permanecerán mucho más adelante en sus vidas, definiendo así lo que ellos mismos esperarán de otros seres humanos según esta característica. Otra característica importante es, precisamente, la relación con los pares. En esta edad, los niños/as usualmente comienzan a desarrollar amistades y a relacionarse con personas de su misma edad, aunque claramente esto depende del contexto. Lo anterior, se presta para que los individuos comiencen a jugar con otros que se encuentran en su mismo estatus social, lo que contribuye de forma importante al desarrollo tanto de la creatividad como del entendimiento de las emociones de otros y la empatía (Arnett, 2016). Pero, así como comienza el juego, 13 también se puede observar dentro de las relaciones de esta edad un componente de agresión, ya sea de tipo instrumental (para lograr algo), hostil (por un deseo de hacerle daño al otro) o relacional (exclusión, daño de la reputación, etc.). Esto último se vuelve importante debido a que, estando ligado al desarrollo moral mencionado anteriormente, se ha observado que los niños que muestran conductas agresivas en esta etapa tienden a mostrar conductas agresivas más adelante en su vida (Arnett, 2016). Debido a los importantes desarrollos cognitivos y emocionales mencionados anteriormente, se vuelve crucial que tanto el ambiente educativo como los docentes que seguramente estarán una gran parte del tiempo involucrados en el proceso de los niños, sean preparados para afrontar los retos de estas edades. Tanto el asesoramiento en el desarrollo cognitivo como en el emocional, incluyendo el desarrollo de la moral y la atención a fenómenos sociales como las agresiones, hacen que el docente juegue un papel crucial en esta etapa del desarrollo psicológico. Niñez media La niñez media, ubicada aproximadamente entre los 6 y los 12 años del desarrollo humano, aunque no posee cambios tan drásticos como los observados durante la niñez temprana, posee características únicas en cuanto al desarrollo psicológico. En primer lugar, hay que resaltar que durante esta etapa de la vida se continúan desarrollando habilidades de motricidad tanto gruesa como fina. Esta última parece llegar a su punto de madurez máxima en esta etapa, lo que les permite a los niños/as desarrollar habilidades mucho más complejas como la escritura. Por su parte, el desarrollo de la motricidad gruesa se ve reflejado en un aumento en el equilibrio, la coordinación, la agilidad y en la capacidad para reaccionar rápidamente. Todo esto, le brinda la posibilidad al individuo de involucrarse en juegos mucho más complejos, organizados y con reglas establecidas. Asimismo, como afirma Arnett (2016), durante esta edad, los encargados del cuidado de los niños/as, bien sean los padres o los docentes en la escuela, deben promover el involucramiento en este tipo de actividades para evitar la obesidad y promover conductas saludables para el futuro. Centrándonos ahora en los cambios cognitivos característicos de esta etapa, se puede volver a las teorías de Piaget para entenderlos. Desde los comienzos de esta etapa, el ser humano pasa del pensamiento preoperacional característico de la niñez temprana, a las operaciones concretas, lo que les permite a los niños/as organizar y manipular información sin depender de asociaciones físicas o sensoriales. De esta forma, a diferencia de la niñez temprana, durante esta etapa hay usualmente un dominio mucho mayor de las leyes conservación y clasificación mencionadas anteriormente, pero también hay logros como la capacidad de organizar objetos según un orden lógico (seriación) (Arnett, 2016). Vale la pena mencionar que según Arnett (2016), varios críticos de las teorías de Piaget han demostrado que se puede estimular a los niños y a su ambiente para que desarrollen más rápido la etapa de operaciones concretas. Por otro lado, se ha visto también que a esta edad los niños/as despliegan mayores capacidades de atención, de forma que pueden enfocarse en cosas relevantes separando la información (atención selectiva), facilitando la realización de tareas que antes parecían 14 mucho más complejas. Asimismo, estas capacidades de organización y atención contribuyen de forma interactiva con el desarrollo de la memoria. En cuanto al desarrollo emocional y el autoconocimiento, es común ver que durante esta etapa los niños/as comienzan a entender mucho mejor sus propias emociones y también las de los otros. Asimismo, los roles de género se ven reafirmados luego de que se comenzaran a explorar en la niñez temprana, de forma que esto contribuye a la percepción de la imagen propia. Según Arnett (2016), durante esta etapa es posible encontrar poca volatilidad emocional y pocas emociones negativas. Aunque claramente esto depende del contexto en el que se encuentre el individuo, parece ser que, en comparación con otras etapas como la niñez temprana y la adolescencia, la niñez media tiende a ser más neutral emocionalmente. Sin embargo, esto no significa que no haya cambios importantes, pues durante esta etapa se modifica la forma en la que los niños/as se ven a sí mismos. El autoconcepto, es decir la forma en la que las personas se ven a sí mismas, pasa de ser una descripción de características externas a una que incluye factores internos, lo que además lleva a la posibilidad de compararse con otros de forma más acertada, lo que claramente depende del contexto cultural en el que se encuentran. Sin embargo, como afirma Arnett (2016) se ha visto que esta conciencia de sí mismos y de sus capacidades acompañada con la comparación social muchas veces lleva a una disminución en la autoestima durante esta etapa. A pesar de esto, también hay que resaltar que la formación del autoconcepto depende en gran medida del contexto cultural y de la correspondencia que el individuo mantenga con los valores apreciados en su cultura. Otra característica importante durante esta etapa del desarrollo es un incremento en la autonomía, dado que en este momento la necesidad de ser regulado por otros disminuye, y aunque todavía se recibe instrucción por parte de familiares y otros miembros de la comunidad, no es necesario estar monitoreando todo el tiempo su actividad. Esto claramente va de la mano con el desarrollo cognitivo, pues para este momento los niños/as poseen una mayor capacidad para entender normas y razonamientos para la convivencia social. Basado en lo anterior, Arnett (2016) explica que este incremento en la autonomía permite que las personas en la niñez media tengan más libertad de movimiento y puedan pasar más tiempo relacionándose con sus pares, situación que se ve reforzada por el tiempo que se pasa en la escuela. Siendo así, esmuy común ver un desarrollo en interacciones sociales como amistades, lo que implica entender ciertas dinámicas de las normas sociales como la confianza, la cooperación, la discusión de reglas dentro de las actividades que se realizan. Esta conciencia de las diferentes dinámicas del mundo social lleva también a fenómenos como el estatus social, que se ve influenciado por diferentes variables. Arnett (2016) explica que el estatus social se encuentra influenciado principalmente por las habilidades sociales que haya desarrollado cada persona, de modo que quienes carecen de alguna de estas (como la cooperación), tienden a encontrarse en un estatus social más bajo en el ambiente escolar. Asimismo, las personas que comienzan a ser rechazadas por su posición en el estatus social tienden a volverse más agresivas e impulsivas, llevando así a mayores conflictos con otros. Sin embargo, es cierto que esta no es la única manera en la que se puede responder al rechazo social, pues en casos de aislamiento se ha encontrado menos agresividad, pero una importante 15 disminución en la autoestima y un aumento en la ansiedad. Aunque no siempre se presenta, otro fenómeno importante que puede ser observado durante esta etapa es el matoneo o bullying, el cual se entiende como una agresión que se presenta de forma repetida dentro de una relación que muestra una desigualdad de poder. Esto usualmente lleva a que la víctima de matoneo llegue a estados de muy baja autoestima y en algunos casos un mayor retraimiento en cuanto a sus habilidades sociales o incluso llegando hasta la depresión. Esta variedad de reacciones resalta la importancia de que el docente entienda las dinámicas sociales típicas en esta etapa, y actúe de acuerdo con este conocimiento para llegar a los mejores resultados. Es importante mencionar que una de las críticas que se le ha hecho a la educación tradicional, es la de evaluar la inteligencia de un niño a partir de criterios cerrados que no permiten ver realmente todas las dimensiones del desarrollo humano. A partir de su teoría de las inteligencias múltiples, Gardner (1999) propuso que las escuelas deberían incluir consideraciones sobre cómo desarrollar en un principio todas las inteligencias, y más adelante sobre cómo guiar a cada persona, desde sus características individuales a trabajar su propio perfil, llevando así a un mayor desarrollo de sus capacidades. Adolescencia Siendo el propósito la revisión de los factores del desarrollo psicológico relevantes para la formación de docentes, no se entrará en detalle sobre los cambios biológicos y el desarrollo sexual que caracterizan los comienzos de esta etapa, y tampoco se abordarán temas que van más allá de lo que se trabaja en el contexto escolar, como los cambios en las dinámicas familiares. Para empezar, los cambios cognitivos juegan un rol fundamental a lo largo de toda esta etapa, e incluso en las etapas siguientes del desarrollo humano. Siguiendo la teoría de Piaget (1972), desde los comienzos de la adolescencia se comienza a desarrollar la etapa de operaciones formales, es decir que, a lo largo de este periodo de la vida, las personas aprenden a pensar de forma sistemática acerca de posibilidades e hipótesis. Siendo así, el razonamiento hipotético-deductivo le permite al adolescente entrar a la prueba de hipótesis que caracteriza al método científico. Además, otro de los cambios cognitivos que acompañan la adolescencia, es una mayor capacidad para enfocar la atención y retener información en la memoria (especialmente a largo plazo). Por otro lado, se encuentran también cambios en la cognición social durante este periodo de la vida. Esto se ve reflejado en que los adolescentes son capaces de pensar sobre sus propios motivos o los de otros (metacognición). Pero también esto se observa en una particular característica descrita por Piaget (1967): el egocentrismo adolescente. Esta última es explicada como una incapacidad por parte del adolescente de separar la metacognición de sus propios pensamientos, y la de los pensamientos de los otros, lo que resulta en una creencia de que todos los que se encuentran alrededor (audiencia imaginaria) conocen los motivos propios (Arnett, 2016). A pesar del estrés que puede causar este fenómeno del egocentrismo adolescente, una consecuencia de esto es un incremento en la autoconsciencia y, como lo describe Elkind (1967), la aparición de la fábula personal, es decir, la creencia en la unicidad propia, un fenómeno muy humano que tiende a permanecer a lo largo de la vida como parte de la identidad. Sin embargo, es pertinente resaltar la perspectiva de Vygotsky, pues, aunque sus teorías sobre el aprendizaje cultural se centran en 16 las primeras etapas del desarrollo, durante la adolescencia las personas se enfrentan al desarrollo de habilidades que deberán tener para ingresar a la vida como adultos. Esto hace que la adolescencia se encuentre ligada al contexto cultural, y que las habilidades, junto con los medios para adquirirlas (familia, instituciones, rituales, etc.), cambien mucho dependiendo del mismo. Otra de las dimensiones importantes que sufre fuertes cambios durante la adolescencia es la emocional. A lo largo de la historia esta etapa ha sido vista como un periodo de alta intensidad emocional, ligado al desarrollo social de la persona. Como se mencionó anteriormente, este es un periodo que se presta para el desarrollo de la autoconsciencia y de otras concepciones sobre sí mismo. La pregunta sobre el “yo” actual, mezclada con la consideración de los posibles “yo” que surge tanto del individuo como de las exigencias sociales, le presenta al adolescente de forma muy cruda la pregunta por su propia identidad, lo que puede llevar a un aumento en el estrés y a la disminución de la autoestima, llegando a la depresión en algunos casos (Arnett, 2016). Ahora, específicamente en los contextos escolares, se añade la presión de la relación con los pares. Otra fuente de intensidad emocional puede verse en el desarrollo moral del adolescente, que, como propone Jensen (1997), tiene su base en la convergencia de creencias culturales sobre lo que significa ser humano, sobre cómo deberían ser las relaciones humanas y sobre cómo deberían abordarse los problemas humanos. Para terminar esta recolección de factores influyentes en la adolescencia, vale la pena revisar el papel que juega la resiliencia en esta etapa de la vida. Según Arnett (2016), se ha visto que el desarrollo de resiliencia es un factor protector tanto en la adolescencia como en otros periodos críticos del desarrollo humano, pues las personas con esta capacidad suelen adaptarse mejor a los cambios y, por ende, llevan su vida de forma más funcional, ya sea en términos de bienestar emocional, académico, familiar, etc. Adultez emergente El concepto de adultez emergente es relativamente reciente por lo que, si se revisan los manuales de desarrollo más actuales, es posible ver que las características observadas para esta etapa del desarrollo concuerdan con algunas de las que se registraban dentro de la adolescencia o la adultez joven en muchos manuales. Este concepto fue introducido por Jeffrey Arnett (2000), y busca mostrar la forma en la que las personas viven la transición de la adolescencia a la adultez, pues, según este autor, es importante resaltar esta época de intenso cambio, que en la mayoría de sociedades (principalmente en los países “desarrollados”), lleva varios años debido a la inestabilidad de este primer acercamiento a la vida adulta. Lo anterior, permite definir ciertas características típicas que presentan los individuos durante esta etapa. Aunque, es necesario decir que este fenómeno es principalmente cultural y en muchos contextos puede haber transiciones muy rápidas de la adolescencia a la adultez joven sin que haya realmente una etapa de transición identificable. Sin embargo, para los propósitos de este proyecto, solo considerarélos que tengan relevancia en el contexto docente. En primer lugar, se establece que hay cinco características principales en esta etapa. La primera, es que este periodo implica una exploración de la identidad y un intento por llegar 17 a un punto más estable en este aspecto. Si bien en la adolescencia se comienza a explorar la pregunta por la identidad, este es un periodo en el que se busca reconciliar todo el sistema de valores y de características del “yo” con la parte de la sociedad a la que se está accediendo progresivamente, es decir, la vida adulta. La segunda característica, es que este es un periodo de inestabilidad, es decir, la exploración de las relaciones de pareja, del trabajo o la vida universitaria, así como la posibilidad de encontrar residencia propia, hacen que el adulto emergente se vea enfrentado a muchas elecciones con muy poca seguridad. La tercera característica, siendo de cierta forma la continuación de un proceso comenzado en la adolescencia, es el enfoque en el desarrollo propio. En esta etapa, el individuo busca desarrollar conocimientos, habilidades y autoconocimiento que lo llevarán a enfrentar la vida adulta. Sin embargo, a diferencia de la adolescencia, en este periodo se disminuye el egocentrismo y se aumenta la capacidad de tomar decisiones de forma independiente. La cuarta característica, se define como una sensación de estar en-medio-de entre la adolescencia y la adultez, pues como reportan Arnett y Schwab (2012), las personas en esta etapa de su vida usualmente responden que se sienten adultos en ciertos aspectos, pero en otros no, de forma que se percibe como una transición. La última característica de esta etapa es la gran apertura de posibilidades, la percepción de muchos futuros posibles. Junto con esto, llega la posibilidad de reestructurar de cierta forma la propia vida, y de corregir aspectos que se fueron acomodando a lo largo de la vida. Ahora, vale la pena mencionar que la adultez emergente depende en gran medida del contexto cultural y, por esta razón, puede presentar características diferentes según el lugar, por ejemplo, en áreas rurales de países “en desarrollo”, se ha observado que los embarazos ocurren más temprano en la vida, así como el matrimonio, por lo que los roles adultos pueden desarrollarse mucho antes. Continuando con las características de la adultez emergente, se plantea que durante esta etapa hay dos cambios importantes en el área cognitiva. El primero, el pensamiento post-formal (Malott, 2011), siendo un paso adicional a la teoría del desarrollo de Piaget, se caracteriza por un marcado pragmatismo que lleva a que se pueda resolver problemas en contextos concretos que no podrían resolverse únicamente a partir de operaciones formales. Asimismo, el pensamiento post-formal se caracteriza por la aparición de la capacidad para evaluar la pertinencia y la coherencia lógica de evidencias y argumentos, dejando de lado en gran parte la visión de los argumentos en términos dicotómicos (bien o mal). Vale la pena mencionar que esto se encuentra muy ligado al nivel educativo del individuo y a su acceso a la educación. Entrando en detalle para este último punto, Arnett (2016) explica que, a nivel global, cada vez más se ha ido haciendo más común (especialmente en países “desarrollados”) que la educación superior sea parte de esta transición a la adultez. En cuanto al desarrollo emocional, se resalta que durante la adultez emergente existe, en general, un aumento en la autoestima en comparación con la adolescencia, así como una aproximación muy importante al desarrollo de la identidad. El problema de la identidad ha sido abordado principalmente desde la teoría de Erikson, desde la cual es en la adolescencia donde se plantea la pregunta por los intereses, las propias habilidades, la identificación de los sentimientos que se producen en la interacción con los otros, y las oportunidades que se 18 presentan con cierta independencia en esta etapa. Sin embargo, Arnett (2016) afirma que, en las sociedades actuales, la independencia del adolescente es mucho más restringida, por lo que, si bien la exploración de la identidad comienza en esta etapa, su periodo crítico llega durante la adultez emergente, donde hay un poder de decisión y una independencia que permiten una exploración mucho más profunda. Siendo así, el conocimiento de esta etapa en los docentes que acceden a contextos como, por ejemplo, el universitario, juega un papel fundamental debido a que es en este escenario donde el adulto emergente explora en gran parte sus propios intereses y capacidades. Además de lo anterior, los contextos religiosos y políticos también juegan un papel importante en la formación de la identidad y en el bienestar del adulto emergente. Adultez joven Claramente el concepto de adultez varía dependiendo del contexto, y cada cultura tiene sus propias concepciones y sus propios ritos sobre la llegada a la adultez. Sin embargo, se pueden encontrar ciertas generalidades para esta etapa. Si bien el desarrollo cognitivo no muestra cambios drásticos en esta etapa, las diferentes elecciones de vida y los enfoques que el individuo tome, tienen repercusiones sobre esta área, así como las diferentes expectativas culturales. El desarrollo de la inteligencia puede variar desde el autoconocimiento hasta responsabilidad social, pero es una característica de esta etapa la aproximación a la inteligencia en el contexto del individuo sea cual sea. Como afirma Arnett (2016), este tipo de desarrollo cognitivo se encuentra ligado al nivel de adaptación del individuo al medio. En Colombia, Marzana, Pérez-Acosta, Marta y González (2010), quienes abordan el problema desde la perspectiva de Arnett, encontraron que, para la adultez joven en el país, la responsabilidad “se constituye en la principal característica y se afirma, de paso, en las exigencias adultas de autonomía y autodeterminación que se deducen, especialmente, de la necesidad de responder en primera persona por las propias acciones” (p. 108). Asimismo, estos autores encuentran relevantes las características de madurez física y emocional, la decisión autónoma guiada hacia los objetivos proyectados a futuro y “la capacidad para asumir las responsabilidades propias y, contemporáneamente, ocuparse de los otros” (p.108). Políticas públicas Ahora, pasando a considerar la situación de las políticas públicas sobre formación de docentes en Colombia, es necesario aclarar que, aún hoy en día, persiste una dicotomía en la forma como los candidatos a docencia pueden ingresar al sistema educativo. Por un lado, el Decreto 2277 de 1979 establece que únicamente las personas con títulos en el área educativa (normalistas, licenciados, entre otros), o inscritas en el Escalafón Nacional Docente pueden ingresar a la profesión docente dentro de instituciones oficiales. Por otro lado, el Decreto 1278 de 2002, que se refiere al Estatuto de Profesionalización Docente, hizo que se aumentaran las vías de formación docente disponibles para que no dependiera solo de las facultades de Educación. Siendo así que, desde el 2002, cualquier profesional que realice un curso de pedagogía puede ejercer la docencia. Vale la pena mencionar que este último decreto le brinda preponderancia a los conocimientos específicos de las disciplinas, transformándolos en el elemento esencial de la formación docente y, a la vez, en la forma de ascenso en el 19 escalafón, lo que deja de lado la importancia de la formación profunda en pedagogía (Bautista & Gómez, 2017). Ahora, por fuera de estos estatutos, se pueden encontrar documentos que tienen la intención de aclarar la situación de la formación de docentes, puesto que, como se afirma en el documento del Ministerio de Educación Políticas y Sistema Colombiano de Formación y Desarrollo Profesional Docente: “El recorrido histórico de la formación de docentes en el contexto colombiano, [...] manifiestala inexistencia de un sistema de formación de docentes y la discontinuidad normativa derivada de políticas educativas que no trascienden la duración de cada gobierno y que impiden operar de manera sistemática y coherente en los planes de formación de docentes, en el ámbito nacional y regional” (Ministerio de Educación, 2009). Uno de estos documentos es el publicado por el Ministerio de Educación Nacional y escrito por Campo et al. (2013), llamado Sistema Colombiano de Formación de Educadores y Lineamientos de Política, donde se estableció, entre otras cosas el aseguramiento de que solo accedieran al sistema docentes de calidad con conocimientos amplios en pedagogía (p. 55), lo cual no solo iba en contra del Estatuto de 2002, sino que también perdió su validez cuando acabó la vigencia del plan decenal de educación del momento. Ahora, también existen varios documentos que desde un comienzo pretendieron permanecer a lo largo del tiempo. Los más relevantes para el presente proyecto son la Resolución 5443 de 2010, la cual buscaba especificar las características de los programas de formación en educación, la Resolución 02041 de 2016, en donde se deroga la anterior y se establecen unos nuevos lineamientos para las licenciaturas, en concordancia con lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018. Todos por un nuevo país, y la Resolución 18583 de 2017, en donde se deroga la establecida en el 2016 quedando vigente hasta el día de hoy. Es posible afirmar que, en la del 2010, el enfoque en los diferentes momentos del ciclo vital no era tan notable como en la 02041 de 2016. En esta primera resolución, se establece “que formar a los educadores, como agentes del sistema educativo que prioritariamente contribuyen a mejorar la calidad de vida del país, como profesionales que apoyan y acompañan a los niños, niñas, jóvenes y adultos en sus procesos de desarrollo personal y de aprendizaje, corresponde a los programas de educación” (Resolución N° 5443, 2010), y adicionalmente, se exige que los programas de licenciatura deben enfocarse en el desarrollo de competencias que permitan al futuro educador “diseñar, organizar y liderar ambientes de aprendizaje de acuerdo con el desarrollo cognitivo, físico, psicológico y cultural de los estudiantes para fomentar el desarrollo de sus competencias” (Resolución N° 5443, 2010). Es posible observar que ambas resoluciones tienen una visión de la educación como un medio para mejorar la calidad de vida en el país, y de los educadores como los agentes principales que deben acompañar a los educandos a partir de sus conocimientos en pedagogía y de su entendimiento del contexto en el que se encuentran. Siendo así, se puede observar, entre las consideraciones de la Resolución del 2016, que uno de sus propósitos es atender el hecho de que “resulta necesario establecer medidas que propendan porque el sector educativo cuente con excelentes docentes, de tal manera que el Estado pueda garantizar la calidad de la educación en los diferentes niveles y ciclos de formativos” (Resolución N° 02041, 2016). Asimismo, se establece que, además de incluir espacios para la práctica pedagógica y para el desarrollo de los 20 conocimientos en la disciplina a la que se van a dedicar, los programas de licenciatura deben capacitar a los futuros docentes para que, a partir de estos conocimientos, sean capaces de crear ambientes para la formación integral y el aprendizaje. Lo anterior, según el artículo 2.3 de esta resolución, se debe hacer por medio de la formación de educadores que entiendan el contexto y las características físicas, intelectuales y socioculturales de los estudiantes, de forma que entiendan la importancia del desarrollo humano y cultural dentro de sus prácticas educativas, pero también que tengan “conocimiento de las diferentes maneras de valorar, conocer y aprender de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, de manera que luego puedan incorporar esto a las diversas características físicas, intelectuales y socio-culturales de los estudiantes” (Resolución N° 02041, 2016). Asimismo, en el artículo 2.4, se resalta la importancia de que el docente sea capaz de “desarrollar estrategias pedagógicas pertinentes para asumir las necesidades educativas de los estudiantes en contextos culturales, locales, institucionales y de aula específicos” (Resolución N° 02041, 2016). Ahora, la propuesta de más relevancia para la presente investigación se encuentra en el artículo 3.2 de esta resolución, en el cual, refiriéndose a la Práctica Pedagógica, se establece que “Los programas de Licenciatura deberán asegurar que los estudiantes adquieran preparación en la práctica pedagógica. En ella, los estudiantes de Licenciatura deben comprender y apropiar las dinámicas del aula y su contexto, reconocer las diferencias y modalidades de formación de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, y asociarla con la disciplina que se enseña y con las situaciones, eventos o fenómenos que dicha disciplina conlleva” (Resolución N° 02041, 2016). Por último, la resolución Resolución 18583 de 2017, en la cual se busca ajustar las características de calidad en las licenciaturas mencionadas en la Resolución 02041 de 2016, así como derogar esta última, mantiene el enfoque diferencial sobre el desarrollo al explicar que “los educadores en formación deben comprender y apropiar las dinámicas en diversos ambientes de aprendizaje, en el aula y su contexto, para reconocer las diferencias y modalidades de la formación de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, y asociarla con el campo de formación y la disciplina que se enseña” (Resolución N° 18583, 2017) Vale la pena retomar también el papel que se le da al componente de didáctica de las disciplinas, pues este, en términos de la Resolución, “se refiere a la capacidad para aprehender y apropiar el contenido disciplinar desde la perspectiva de enseñarlo y como objeto de enseñanza; conocer cómo las personas aprenden esos contenidos y habilidades concretas; reconocer dónde se encuentran las mayores dificultades para lograrlo; saber cómo utilizar estrategias y prácticas que permitan que el estudiante resuelva estas dificultades. [...] Este componente supone una aproximación integral y transversal que posibilite trabajar a partir de proyectos concretos de formación en el aula, y asegurar el análisis crítico de contenidos disciplinares, delimitados con el enfoque dirigido a definir cómo enseñarlos mejor.” (Resolución N° 18583, 2017) 21 A partir de estas resoluciones se hace evidente el rol que juega el conocimiento sobre el desarrollo psicológico en la creación de ambientes propicios para el aprendizaje. La pregunta para este punto es ¿las licenciaturas buscan que el docente desarrolle conocimientos en cada etapa del desarrollo para crear estos ambientes? o, derivado de esto, ¿las licenciaturas permiten a los graduandos la enseñanza de su área a personas en cualquier etapa del desarrollo? Lo que queda claro es que dentro de esta ley se tienen varias consideraciones sobre la importancia de las diferentes etapas del desarrollo humano, y como se explicó anteriormente, las prácticas pedagógicas se encuentran profundamente ligadas al desarrollo humano, y cada momento del desarrollo debería ser entendido y acompañado según las características y las necesidades particulares del ser humano en ese momento, derivando así en que dicho conocimiento de paso a un proceso de aprendizaje más efectivo. Teniendo en cuenta todo lo anterior, se puede afirmar que los requerimientos sobre los diferentes momentos del ciclo vital que se mencionan en las resoluciones se ven justificadas, pues precisamente de esta forma se pueden promover prácticas dentro de las instituciones encargadas de las Licenciaturas, que correspondan con el objetivo planteado por la Ley General de la Educación, y lleven a un mejoramiento de la calidad en la educación. Cada etapa del desarrollo psicológicotiene unas necesidades y unos retos particulares, que deben ser atendidos para potenciar una educación de mejor calidad. Siendo así la pregunta de investigación que guio el proyecto fue: ¿Cómo se articulan las consideraciones sobre las etapas del desarrollo psicológico establecidas en la Resolución 02041, así como en otros documentos que reglamentan la formación de docentes en Colombia, con la forma en la que se estructuran las licenciaturas en matemáticas y se consideran los procesos de desarrollo en la formación de nuevos docentes, dentro de los programas ofertados en la Universidad de los Andes, en la Universidad Pedagógica Nacional y en la Universidad Santo Tomás?. De la mano con esto, los objetivos fueron: ● Reconocer las consideraciones sobre las etapas del desarrollo psicológico que se exponen en la resolución 02041 de 2016 y en la 18583 de 2017. ● Explorar la forma en la que se aborda el desarrollo psicológico en los programas de Licenciaturas en Matemáticas en la Universidad de los Andes, en la Universidad Pedagógica Nacional y en la Universidad Santo Tomás. ● Explorar y definir las características principales de las etapas del desarrollo que se pueden ver involucradas en el ejercicio de formación docente, especialmente en relación con el aprendizaje en matemáticas. ● Identificar si la concepción por etapas del desarrollo psicológico de la Resolución 02041 de 2016 y la 18583 de 2017 (así como los otros documentos) corresponden con la visión del estudiante que se tiene en las Licenciaturas de la Universidad de los Andes, en las de la Universidad Pedagógica Nacional y en las de la Universidad Santo Tomás. 22 ● Reconocer si los docentes que se están formando en las licenciaturas se encuentran capacitados para enseñar a cualquier etapa del desarrollo. ● Resaltar la importancia de la relación entre pedagogía y psicología del desarrollo en la formación de nuevos docentes. Metodología Teniendo en cuenta lo expuesto en el marco teórico, y habiendo revisado las posibilidades para responder a la pregunta de investigación, se decidió que lo más pertinente era utilizar una aproximación de naturaleza cualitativa, con una orientación principalmente descriptiva. De esta forma, se empleó un enfoque metodológico de estudio de caso múltiple para el proyecto. Dadas las confusiones y variaciones en la definición y la utilización del término “estudio de caso” a lo largo de la literatura (Hesse-Biber & Leavy, 2011), se entenderá aquí como “una exploración a profundidad, desde múltiples perspectivas de complejidad y unicidad, de un proyecto, política, institución, programa o sistema particulares, en un contexto de la ‘vida real’ [Traducción Libre]” (Hesse-Biber & Leavy, 2011). De acuerdo lo anterior, se buscó entender a profundidad la forma en la que se han abordado las diferentes etapas del desarrollo dentro de las licenciaturas, a partir de las exigencias planteadas en la Resolución 02041 de 2016. Siguiendo las recomendaciones de Hesse-Biber & Leavy (2011), se hace necesario explicar que, en principio, el estudio fue solamente descriptivo sobre la forma en que se ha abordado el tema de las diferenciaciones según cada etapa del desarrollo en las licenciaturas dentro de cada uno de los casos elegidos, pero dado el carácter iterativo del análisis y la interpretación, es decir el carácter reflexivo y dialéctico del proyecto y las posibilidades que ofrece, se tuvo en cuenta la posibilidad de que el enfoque descriptivo se tornara comparativo en algún momento. Ahora, como se expuso en la pregunta de investigación, los casos elegidos fueron los de la Universidad de los Andes, la Universidad Santo Tomás y la Universidad Pedagógica Nacional debido a que estas tres instituciones ofrecen una amplia variedad de programas de licenciatura que permitieron un entendimiento del tema desde diferentes perspectivas. La decisión de escoger tres instituciones surge de la posibilidad de transferir los resultados del proyecto a otros contextos. Siguiendo la posición de Hesse-Biber y Leavy (2011), no se buscó generalizar los resultados dado el carácter particular de cada caso, sino se tuvo en cuenta la posibilidad de “transferir conclusiones de un caso a otro con base en el grado de congruencia entre un contexto que ‘envía’ y otro que ‘recibe’ (fittingness) [Traducción Libre]” (p. 262). Claramente, cuando surgió la posibilidad de transferir conclusiones, se buscó mantener, en la medida posible, las particularidades de cada contexto. Vale la pena aclarar que existieron otros criterios para que la selección de universidades resultara en estas tres, como por ejemplo los años de existencia de la facultad, pues fue posible contrastar una facultad de muchos años de experiencia como la de la Universidad Pedagógica Nacional, con una mucho más reciente como la de la Universidad de los Andes; también se tomó como criterio el carácter privado/público de las instituciones, siendo la Universidad Pedagógica Nacional pública, mientras que la Universidad de los Andes y la Universidad Santo Tomás son instituciones 23 privadas; por último, es necesario decir que hubo también un criterio de conveniencia, pues como miembro de la Universidad de los Andes, hay cierta facilidad en la aproximación al personal, pero además, los contactos proporcionados por los directores del presente proyecto, también fueron de influencia a la hora de elegir las otras universidades. Recolección de datos Pasando al plan para la recolección de datos, en primer lugar, hay que aclarar cuáles fueron las unidades de análisis que se buscaron explorar con los métodos elegidos. Básicamente, los métodos estuvieron orientados a dos grandes áreas de análisis. La primera fue la relacionada con las percepciones de las personas en cada universidad sobre la forma en que las especificaciones sobre el desarrollo se deben abordar en las licenciaturas, es decir, cómo se abordan las necesidades particulares de cada etapa dentro del pregrado, para lo cual el proyecto se enfocó principalmente en los momentos o cursos en los que se discute el desarrollo dentro de cada universidad. La segunda, se relaciona con las percepciones, interpretaciones y/u opiniones sobre la forma en que la Resolución 02041 del 2016 y la 18583 de 2017 establecen los parámetros de diferenciación para niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, y cómo esto impacta de manera más general la forma como se conciben las licenciaturas en cada universidad. Para lograr lo anterior, se decidió que los métodos de recolección de datos más pertinentes para responder a la pregunta de investigación y, por lo tanto, para explorar las unidades de análisis mencionadas anteriormente, serían la entrevista semiestructurada y la revisión documental. Estos dos métodos se usaron para acceder a las dimensiones más relevantes de cada uno de los casos a profundidad. En primer lugar, la entrevista, al asumir que el individuo tiene conocimientos únicos e importantes acerca del mundo social en el que se encuentra, y que dichos conocimientos pueden ser transmitidos verbalmente (Hesse-Biber & Leavy, 2011), permite desarrollar estrategias por las cuales el investigador puede enfocarse en un tema en particular y explorarlo de manera conjunta con individuos específicos. En segundo lugar, la revisión documental es pertinente debido a que permite la recolección de información estable en el tiempo y que puede ser revisada permanentemente, y asimismo puede cubrir diferentes eventos y escenarios (Hesse-Biber & Leavy, 2011). El diseño de la entrevista se puede encontrar en Anexos (Anexo 1), aunque a continuación se explicará brevemente en qué consiste. Ahora, cada uno de los métodos fue utilizado de una forma particular. La entrevista se enfocó explorar tanto los datos generales de cada uno de los participantes, como los contenidos específicos de las unidades de análisis. La entrevista semiestructurada buscaba guiar,por medio de las preguntas diseñadas, a que los participantes expusieran su posición y sus percepciones sobre el abordaje del desarrollo psicológico y sobre la forma en que éste se relaciona con las resoluciones 02041 de 2016 y 18583 del 2017. Previamente se creó un consentimiento informado en el que se expusieron todas las consideraciones éticas del proyecto, y además se le mostró a los participantes la idea general de la tesis, así como los principales tópicos de discusión. Dentro de este consentimiento se les dio a los participantes 24 la posibilidad de elegir, si lo deseaban, que se usara su nombre dentro de la investigación o que por el contrario se guardara la confidencialidad, debido a que algunas personas pueden considerar importante el reconocimiento de su aporte a la investigación. Luego de esto, la entrevista pasaba a una serie de preguntas demográficas (nombre, edad, años y tipo de experiencia, formación académica) que permitían explorar el contexto en el que se encontraba el participante. Siguiendo esto, se buscaba explorar el conocimiento del participante sobre las resoluciones, así como los cambios percibidos en cuanto al currículo desde la promulgación de éstas (“¿cómo cree que afectaron el enfoque docente de las licenciaturas en esta universidad?”). Después, se introducía una pregunta sobre el papel de la psicología dentro de la licenciatura, y su relevancia para la docencia (“¿qué tan importante le parece el entendimiento del desarrollo psicológico para la pedagogía? ¿por qué?”). Continuando con la entrevista, se exploraba el abordaje que se tiene dentro de la licenciatura sobre las etapas del desarrollo, así como su concordancia con lo establecido en la Resolución (“¿cómo se aborda este enfoque en las licenciaturas dentro de esta universidad?”). Como se puede observar en la guía de entrevista (Anexo 1), cada uno de estos temas fue abordado desde diferentes preguntas para asegurar mayor profundidad en la exploración. Por otro lado, la revisión documental se centró principalmente en la exploración de las páginas web institucionales de cada universidad, en donde se buscó información relevante para el proyecto dentro de las descripciones de las licenciaturas y en el diseño curricular de las mismas, pero, además se buscaba recolectar programas curriculares de los cursos encargados de profundizar en temas de desarrollo. Dado el carácter iterativo y dialéctico del estudio de caso (y de la investigación cualitativa en general), tal como se mencionó anteriormente, se exploró, a medida que las entrevistas avanzaban, la posibilidad de acceder a otros documentos institucionales. Como herramienta adicional, se diseñó una pregunta final de las entrevistas, en la que se les pedía a los participantes que comunicaran al entrevistador si conocían de algún documento que pudiera complementar los objetivos del proyecto. Vale la pena mencionar que se diseñó un segundo consentimiento informado, en el que se le solicitó permiso al director de cada pregrado, para acceder a los programas de cursos que pudieran servir para el proyecto u otros documentos importantes, pero también para utilizar el nombre de la institución en el documento. Se revisaron los currículos de las tres licenciaturas tanto antes como después de las Resoluciones, las descripciones en las páginas web institucionales como la Misión, la Visión y los Valores de cada institución, así como otros documentos facilitados por los participantes. Entre los documentos se encuentran los programas de los cursos “Educación y Desarrollo”, “Aulas Democríticas”, “Manejo del Aula” y “Conocimiento Pedagógico del Contenido 1” en la Universidad de los Andes; y los documentos de “Cambio de Denominación de la Licenciatura en Matemáticas” (Universidad Santo Tomás, 2016) y de “Proyecto Educativo del Programa” tanto de la Licenciatura en Matemáticas (Universidad Santo Tomás, 2015) como de la Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Matemáticas (Universidad Santo Tomás, 2013) de la Universidad Santo Tomás. Ahora, es necesario resaltar que, debido a la naturaleza y objetivos del proyecto, no se profundizó en las teorías planteadas en el marco teórico, y si bien en este se muestran las características del desarrollo en toda su complejidad, los límites de tiempo solo permitieron que la exploración se centrará en los abordajes más generales. 25 Procedimiento de muestreo En cuanto al muestreo de los participantes se decidió que, debido a la difícil disponibilidad de los profesores, se buscó comunicación directa con los encargados de coordinación en cada una de las licenciaturas, se exploró la información sobre los profesores que dictan cursos con contenidos de desarrollo, y se les enviaron correos a estos. Este muestreo fue claramente intencionado y basado en los criterios específicos de la investigación. Se aplicó el mismo procedimiento en las tres universidades con el objetivo de lograr al menos dos entrevistas en cada una de ellas, siendo el objetivo lograr una entrevista con alguien encargado de coordinación que conociera la forma en que se diseña el plan curricular, y otra con un profesor que tuviera a su cargo un curso relacionado con el área de desarrollo. En la Universidad de los Andes fueron entrevistadas 3 personas: Ana María Velásquez (directora de pregrado), una profesora asociada y una persona del área administrativa. Los consentimientos informados fueron presentados y 2 de las 3 participantes prefirieron que su identidad permaneciera bajo el acuerdo de confidencialidad. El consentimiento informado diseñado para los permisos institucionales fue firmado por el director respectivamente, por lo que se autorizó el uso del nombre de la universidad en el documento. Todas las entrevistas fueron realizadas en un ambiente privado (oficinas) y duraron 35, 34 y 29 minutos respectivamente. Si bien el programa de la Universidad Santo Tomás es ofrecido en una modalidad a distancia (no presencial), se evaluó bajo los mismos criterios establecidos para el proyecto con el objetivo de explorar la perspectiva frente al desarrollo desde esta modalidad. Vale la pena aclarar que esto no estaba contemplado en la selección de casos, pero luego de discutir las implicaciones metodológicas de incluirlo, se decidió que era posible e incluso deseable realizar el análisis ya que la Licenciatura se rige bajo la misma normatividad que las presenciales, pero además se podría revisar cómo se abordaba el tema de las particularidades del desarrollo en estos casos. En este caso fue entrevistada una sola persona, Blanca Peralta, quien se desempeña como coordinadora de prácticas de la Licenciatura. Esta entrevista fue realizada en una cafetería por petición de la entrevistada, por lo que hubo algunas interrupciones breves. Dicha entrevista duró 58 minutos. En la Universidad Pedagógica Nacional se logró realizar solamente una entrevista, esto debido a las dificultades institucionales que se han venido presentando en el último año a raíz de las protestas por el mejoramiento en los fondos para la educación. Esto llevó a que actualmente la universidad se encuentre adelantando el tiempo de clase perdido, lo que requiere de la realización de dos semestres en uno solo. Lo anterior implicó una imposibilidad de conseguir más contactos debido a la falta de disponibilidad de tiempo de los profesores. La entrevistada fue Tania Plazas, Coordinadora del programa de Licenciatura en Matemáticas. Se realizó en la respectiva oficina y duró 26 minutos sin interrupciones de ningún tipo. 26 Análisis de datos e interpretación En cuanto al análisis sobre los datos recolectados, se decidió utilizar el Análisis Temático, entendido de la manera que proponen Braun y Clarke (2006), es decir como “método para identificar, analizar, y reportar patrones (temas) dentro de los datos [Traducción Libre]” (p. 6). Siendo así, la información recogida mediante la revisión documental y las entrevistas
Compartir