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HENRY DUNANT Desde hace mas de un siglo la Cruz Roja se es- fuerza por proteger y ayu dar, en todas partes, a to- dos los que sutren. Esa institución nació gracias al empeño de un hombre de gran corazón, que supo sentir como pro- pio el dolor ajeno. El luchó porque los hombres se Renry Dunant. Sintieran hermanos aun en medio de la crueldad de una guerra. Ese hombre se llamó Henry Dunant. Henry Dunant nació en el año 1828 en la ciudad de Gine bra, en Suiza. A los 30 años era un próspero hombre de ne- gocios. Pero también encontraba tiempo para mitigar el dolor de los seres en desgracia. Acostumbraba visitar frecuente mente a los prisioneros y, junto con un grupo de amigos, fun- do una sOciedad que luego seria conocida como la Unión Cristiana Universal de la Juventud. En el año 1859, Dunant se encontraba en viaje de negocios por el norte de Italia y le tocó ser testigo de la batalla librada en la población de Solferino, que fue una batalla muy san- grienta. Cuando Dunant contemplo los desastres de la gue- rra y se dio cuenta del sufrimiento y el abandono en que que- daban los soldados heridos, organizô un servicio de socorro para atender a los heridos de los dos bandos, con la ayuda de los habitantes de la población y los médicos de los dos ejércitos. Después, ya de regreso en su patria, escribió un libro al que llamó "Recuerdo de Solferino", en donde cuenta los ho- rrores que presenció en el lugar de la batalla. También pro- puso en el libro la creación de sociedades voluntarias de SOcorro para prestar asistencia a los heridos en tiempos de guerra y evitar que se repitieran los sufrimientos que él pu- do comprobar en Solferino. El libro causó una gran impresión en todos los que lo leye- ron y en varias ciudades se empezaron a formar comites vo luntarios para atender a los heridos de guerra. Dunant viajó por toda Europa tralando de conseguir apoyo para este mo- vimiento. Junto con cuatro amigos organiz0 un congreso en el que participaron representantes de dieciséis paises, que recomendaron la fundación de sociedades nacionales de so- corro y solicitaron para ellas la protección y el apoyo de los gobiernos. En 1864 redactaron el "Convenio de Ginebra pa ra mejorar la suerte que corren los militares heridos en los ejercitos en campaña". ESte fue el nacimiento de la Cruz Ro- ja. Dunant fue nombrado secretario del Comit� Internacional. Dos anos despues, reveses economicos llevaron a Dunant a la bancarrota y fue sentenciado por las cortes. Sus vie- jos amigos, algunos de los cuales habian perdido grandes En las guerras, las entermeras de son un ejemplo sumas de dinero, le volvieron la espalda. Dunant quedó so- lo, completamente arruinado. Profundamente abatido aban- donó Ginebra y se dedicó vagar durante varios años, llevando una vida de miseria. Dormia en los parques públi cOS y vestia con harap0s. An duvo por Francia, Suiza, Ale- mania y el norte de ltalia. Pe ro nunca volvió a Ginebra. Corria el año de 1887 cuan do llegó Dunant a un puebli to llamado Heiden. Tenia 59 años, estaba enermo, muy En esta foto se ve a un cruzrojista delicado por la amargura fue internado en el h0spital. Ocho años después, un periodista lo encontrô en un asilo atendiendo a un soldado en una gue ra de hace unos 100 anos. de ancianoS y escribio un articulo sobre el. Para entonces el movimiento de la Cruz Roja ya era muy conocido y fue una verdadera sorpresa saber que su fundador, a quien se creia muerto, aún vivia. De pronto, Henry Dunant volvió a ser fa- moso. Cuando se supo que estaba recluido en un asilo, olvi dado por todos, el Papa y varios reyes le escribieron. Varias sociedades de la Cruz Roja le pidieron que fuera su presiden te honorario. Pero Dunant no quiso abandonar su refugio. En el año 1901 le fue concedido el Premio Nobel de la Paz. El no tocó un centavo del dinero que ganó con ese premio. Cuando murió, en el año 1910, se descubrió que había dona- do ese dinero para obras de caidad. Leyendo los escritos que él dejó, se puede ver que mu- chas de las instituciones y leyes que hoy existen ya habian sido pensadas por Dunant. Entre ellas están, además de la Cruz Roja, las Naciones Unidas, la UNESCo, la Corte Inter nacional de Justicia, la abolición de la pena de muerte y la organización de sociedades para velar por los niños abando nados y los ancianos. Estas ideas, que para la gente de aquella época eran sueños imposibles, hoy en dia forman parte de nuestra vida. Henry Dunant es la mejor prueba de que un solo hombre, con valor y determinación, puede lograr cambios profundos en el mundo. Han pasado 145 años desde aquel dia en que se logró la aprobación de un Convenio de diez articulos para proteger a los heridos de guerra. Despues se han hecho tres Convenios más y dos Protocolos. Hoy en dia son más de 600 articulos Hay perros entrenados para rescatar herque protegen a todas las victimas de la guerra, como son los prisioneros, los Civiles heridos y enfemos, los intema- dos y deportados, las personas evacuadas, las que quedan sin vivienda, la población de territorios ocupados y los refugiados. Han sido más de cien años de duro trabajo, pero se ha lo grado conseguir que casi todos los palses firmen estos con venios, comprometiéndose a respetarlos. Ojalá que este dos en la guerra. compromiso se convierta en un deber sagrado. En su libro Henry Dunant dice que dado que no siempre se pueden evitar las guerras, se deben prevenir al menos las crueldades. Este fue el principio de la Cruz Roja, que en las más graves situaciones de calamidad ha sido para miles y miles de personas salvación, alivio y consuelo. Cuando la violencia nos golpea, cuando el odio se desata, no debemos olvidar que todos somos hermanos. Si somos indiferentes ante el dolor de otros, estamos matando nuestra conciencia y esta es la peor muerte. organización de sociedades para velar por los niños abando- nados y los ancianos. Estas ideas, que para la gente de aquella época eran sueños imposibles, hoy en dia forman parte de nuestra vida. Henry Dunant es la mejor prueba de que un solo hombre, con valor y determinación, puede lograr cambios profundos en el mundo. Han pasado 145 años desde aquel dia en que se logró la aprobación de un Convenio de diez articulos para proteger a los heridos de guerra. Después se han hecho tres Convenios más y dos Protocolos. Hoy en dia son más de 600 articulos Hay perros entrenados para rescatar heri dos en la guerra. que protegen a todas las victimas de la guerra, como son los prisioneros, los civiles heridos y enfermos, los interna dos y deportados, las personas evacuadas, las que quedan sin vivienda, la población de territorios ocupados y los refugiados. Han sido más de cien años de duro trabajo, pero se ha lo grado conseguir que casi todos los paises firmen estos con venios, comprometiéndose a respetarlos. Ojalá que este compromiso se convierta en un deber sagrado. En su libro Henry Dunant dice que dado que no siempre se pueden evitar las guerras, se deben prevenir al menos las crueldades. Este fue el principio de la Cruz Roja, que en las mas graves situaciones de calamidad ha sido para miles y miles de personas salvación, alivio y consuelo. Cuando la violencia nos golpea, cuando el odio se desata, no debemos olvidar que todos somos hermanos. Si somos indiferentes ante el dolor de otros, estamos matando nuestra conciencia y esta es la peor muerte.
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