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Revista Urología Colombiana ISSN: 0120-789X revistaurologiacolombiana@scu.org.co Sociedad Colombiana de Urología Colombia Cataño C., Juan Guillermo; Silva H., José Miguel; Wilde S., Tomás Sociedad Colombiana de Urología cincuentenaria. Hitos que influyeron, década a década Revista Urología Colombiana, vol. XVI, núm. 2, septiembre, 2007, pp. 55-59 Sociedad Colombiana de Urología Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=149120473012 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto U r o l o g ia C o l o m b ia n a 55 Z o n a d e H is t o r ia Sociedad Colombiana de Urología cincuentenaria Hitos que influyeron, década a década Juan Guillermo Cataño C. Profesor asistente José Miguel Silva H. Profesor asociado Tomás Wilde S. Profesor titular Pontificia Universidad Javeriana-Hospital San Ignacio- Bogotá miembros de número- sociedad Colombiana de Urología a propósito de las bodas de oro de la sociedad Colombiana de Urología (sCU) es grato recurrir a la memoria oral y escrita para destacar los hitos que década a década han marcado el desarrollo de la especialidad en Colombia. el ejercicio cotidiano enriquecido por la vocación, formación y decisión de los urólogos colombianos es la consecuencia de los conoci- mientos que fueron acogidos en su momento por los profesores de entonces, que posterior- mente se convirtieron en actos y finalmente en enseñanzas. estamos seguros de que cada lector podrá pensar, y con razón, que muchos de los hechos que han marcado positivamente el devenir de la urología en Colombia no han quedado consig- nados en este artículo, pero simplemente nos he- mos querido referir a los hechos que modificaron el conocimiento urológico y que, en ocasiones tarde y en otras temprano, fueron asimilados por la mayoría de los miembros de la sCU. Primera década el punto de partida de las cinco décadas que han transcurrido desde la fundación de la sCU se encuentra en la creación y proliferación de los programas de posgrado que ocurrieron durante esta primera década y originaron la era de la urología contemporánea. Fueron estos el programa del Hospital de la samaritana (1956), Universidad de antioquia - Hospital san Vicente de Paúl (1958), Hospital Universitario del Valle (1959), Universidad de Cartagena (1962), Hospital san José - Univer- sidad del rosario y el del Hospital Universi- tario de san ignacio - Universidad Javeriana (1966)1. el urólogo de esa época, además de dedi- car gran parte de su ejercicio al tratamiento de las enfermedades venéreas, ya conocía los beneficios de la castración en el tratamiento del cáncer de próstata -procedimiento que modifi- có la historia natural de la enfermedad, tras la documentación por parte de Charles Huggins, casi 30 años antes, de la dependencia andro- génica de este mal lo que lo hizo merecedor al premio nóbel de medicina-2. Fue la época en la que se estableció que el tratamiento quirúrgico del varicocele ligando la vena espermática en la porción alta del cor- dón y preservando la arteria se relacionaba con el incremento de los parámetros del es- permograma en un 60% de los pacientes3, 4; y por lo tanto se introdujo al quehacer urológico corriente. Cabe mencionar además que la técnica de reimplante intravesical descrita por los uró- logos Víctor Politano, norteamericano muy allegado a Colombia, y Wyland Leadbetter5; 56 U r o l o g ia C o l o m b ia n a permitió que los urólogos se apropiaran e in- teresaran por el reflujo vésicoureteral6. se asimiló además la técnica anti-inconti- nencia femenina descrita por marshall, mar- chetti y Krantz que reponía el cuello vesical “en una posición neutral”7. a partir del interés generado no solo en la técnica quirúrgica sino en la Prueba de marshall (que muy pocos aplican tal como fue descrita) se popularizó el concepto de suspensión vesical. a partir de allí, ha proliferado el interés en uro-ginecolo- gía por parte de nuevas generaciones y se ha desembocado en el uso de variadas técnicas anti-incontinencia. Fue en esta década en la que la uretero- ileostomía cutánea descrita por bricker en 1950 era apenas aceptada por su alta morbi-morta- lidad8; pero que gracias a los avances logrados en los procedimientos anestésicos y de soporte en las unidades de cuidado intensivo se esta- bleció y redundó en el desarrollo de la terapia entero-estomal y el de subsecuentes técnicas continentes. de todas maneras aún hoy es el procedimiento derivativo más utilizado en los centros de referencia más importantes del mundo9 y de Colombia. Segunda década en ella se inició el interés por la nefroli- totomía anatrófica para el tratamiento de los cálculos coraliformes10; procedimiento en el que se conjugaron investigaciones sobre princi- pios anatómicos (como la distribución arterial segmentaria y la conocida línea avascular de brodell) y técnica quirúrgica relacionada con el efecto protector de la hipotermia (adminis- tración de sustancias protectoras antes de la oclusión de la arteria, y el desarrollo de suturas y preceptos técnicos que redujeron las compli- caciones postoperatorias). de ahí que alguna vez se llamó “operación perfecta”. Uno de los tópicos de interés más sobre- salientes en el transcurso de estos años recae sobre el tratamiento quirúrgico de los tumores renales, motivado por la radio resistencia y ausencia de alternativas como hormono o qui- mioterapia. se difundió entre los especialistas la descripción ordenada de la nefrectomía radical que incluía los principios oncológicos quirúrgicos básicos (algunos de ellos reva- luados hoy a la luz de las investigaciones de biología molecular) y la importancia de es- tadificar y clasificar la enfermedad con fines pronósticos. este período estuvo marcado por la apro- piación de nuevas técnicas de imaginología diagnóstica renal. de allí que la atención uro- lógica se vio modificada por la proliferación de estudios de ultrasonido que permitieron diferenciar las masas renales como quísticas, complejas y sólidas11, en una época donde el diagnóstico de los tumores se basaba en la urografía excretora y la arteriografía renal. Comenzó además la manipulación percutánea para punción y aspiración. Tercera década en esta época se estableció la tomografía axial computadorizada como procedimiento seguro para el diagnóstico de las alteraciones renales. Los quistes fueron claramente diferen- ciados de los tumores, las unidades Houns- field de los componentes grasos identificaron los angiomiolipomas, la hidronefrosis y las causas de los riñones no funcionantes fueron así fácilmente detectadas. desde entonces se diagnostican el 30% de los tumores renales en forma incidental12. es obligatorio mencionar el procedimien- to que más caracteriza el oficio urológico; se trata de la resección transuretral de próstata que desde las décadas anteriores se venía per- feccionando. en Colombia se introdujo para esta época, pero era realizado con seguridad exclusivamente por contados virtuosos. Con la aparición de equipos de óptica avan- zada, luz fría, flujo continuo y la disponibilidad de líquidos de irrigación con osmolaridad más parecida a la del plasma, se redujo la morbimortalidad y la estancia hospitalaria con respecto a la de 15 años anteriores13. simultá- neamente se ampliaron el tiempo de resección, el volumen resecado y las indicaciones en pacientes mayores; lo que condujo a que se U r o l o g ia C o l o m b ia n a 57 popularizara el procedimiento en el país desde los años finales de esta década en adelante. se introdujo la urodinamia como instru- mento para el estudio de la incontinencia urinaria femenina, de la obstrucción y de lasalteraciones neuromusculares del tracto urina- rio inferior. Posteriormente aparecen el ALPP (abdominal leak point pressure) y BLPP (bladder leak point pressure)14. aunque los cambios en los conceptos urodinámicos son mínimos a través del tiempo, sus repercusiones en los tratamientos se han sostenido como requisito en la toma de decisiones clínicas. Fue finalizando este periodo cuando ini- ció en nuestro medio la ureteroscopia como procedimiento rutinario para el tratamiento de la litiasis ureteral. gradualmente su uso se diseminó en todo el territorio, al punto que la destreza obtenida ha permitido alcanzar tasas de éxito comparables a las descritas en los centros de alta experiencia mundial15. Hoy se dispone en el país de todas las variedades de equipos, dispositivos de fragmentación y extracción, y de la posibilidad de aprender la técnica en todos los programas de resi- dencia. simultáneamente se inició el desarrollo de la nefrolitotomía percutánea, tanto que hoy se indica para los pacientes con cálculos renales complejos, y se facilita por la disponibilidad de equipos de visión de fibra óptica (rígidos y flexibles), sistemas de video, instrumentos en- dourológicos de extracción (guías, canastillas, pinzas de cuerpo extraño) y de fragmentación intracorpórea (neumática y láser). Cuarta década de la historia contemporánea de la urología en nuestro país no hay a nuestro juicio procedi- mientos y tecnología que hayan modificado de manera más importante la práctica clínica que las que se pusieron a nuestro alcance durante la cuarta década de existencia de la sCU. es en esta etapa en que la proliferación de los equipos de computación, asociada a la me- joría de los medios de comunicación, permiten un conocimiento más profundo y simultáneo de los desarrollos tecnológicos aplicados en los países del llamado primer mundo, cerrando la brecha entre la urología de estos y la nuestra. en primera instancia está la implementa- ción de la litotripsia extracorpórea16, procedi- miento desarrollado en el mundo en la década de los 80 como consecuencia de la aplicación de una técnica de ingenieros rusos y alemanes, que genera un vuelco en Colombia en el ma- nejo de la litiasis urinaria. Permitió dar el gran paso hacia lo mínima- mente invasivo y de menor riesgo con altas tasas de éxito17 y, si bien inicialmente no se tenían completamente definidas sus indicacio- nes para asegurar un resultado óptimo, hoy la litotripsia extracorpórea las tiene claramente establecidas y es pilar del tratamiento de la urolitiasis no solo en las grandes ciudades sino en las intermedias y menores. en esta década se presenta la gran ex- plosión del diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata. el primer impulso se logra gracias a la masificación en la utilización del antígeno prostático específico descubierto en el suero humano por Wang en 197918, con- virtiéndose éste en el marcador tumoral de más amplio uso en la práctica clínica y de mayor recordación entre los hombres. Fue la amplia utilización de Psa la que exigió a los urólogos desarrollar habilidades para realizar biopsias prostáticas con mayor precisión y menor comorbilidad permitiéndonos explorar campos inhóspitos hasta este momento, como la participación activa en la realización del ultrasonido transrectal de la próstata y el muestreo dirigido19. son estos dos acontecimiento los que llevan a ofrecer tratamientos con intención curativa y en otras ocasiones paliativos y, por con- siguiente, a la gran revolución del manejo del cáncer de próstata: la prostatectomía radical, la radioterapia y el bloqueo andrógenico más allá de los estrógenos y la orquidectomía. La prostatectomía radical20 nos enfrentó a uno de los retos quirúrgicos más importantes. 58 U r o l o g ia C o l o m b ia n a en principio se trató de disminuir las tasas de complicaciones operatorias catastróficas como los sangrados masivos y las lesiones del recto, luego mejoramos la técnica con la aplicación de un manejo más adecuado de las estructu- ras y aminoramos las secuelas permanentes, en particular la incontinencia y la disfunción eréctil, y finalmente optimizamos la selección de los pacientes –por aquellos que obtendrían mayor beneficio oncológico con la menor morbilidad–21. Paralelamente, el perfeccionamiento de las técnicas radiológicas acopladas a la planeación de los tratamientos radioterapéuticos dio un nuevo impulso a la utilización de la radiote- rapia externa como tratamiento adicional en pacientes cuyas condiciones no los hacen candidatos a prostatectomía radical22. Unida a la destreza desarrollada en el manejo de la ultrosonografía transrectal llegó la braquiterapia en sus modalidades de baja y alta tasa. La distribución apropiada de implan- tes de paladium 103 e irididium 192 en el tejido prostático la ha convertido en una modalidad comparable a los otros métodos usados en la enfermedad localizada23. en este campo se da un vuelco en el tratamiento paliativo cuando la industria farmacéutica pone a disposición los análogos de la hormona liberadora de gonadotrofinas permitiendo tratamientos más eficientes, de mayor cumplimiento y duración y disminu- yendo la utilización de la orquidectomía con sus repercusiones en la imagen y autoestima de los afectados por la enfermedad24. en esta década, con un impacto incalcu- lable en nuestro medio, el manejo del creci- miento prostático benigno se transforma de uno cuya única opción era el quirúrgico a uno de manejo médico en muchas situacio- nes. el descubrimiento de los receptores alfa adrenérgicos en la musculatura lisa prostática y el cuello vesical, y el estudio de su función en el tracto urinario de salida permitieron el desarrollo de los bloqueadores selectivos cuyo uso se refleja en el cambio del patrón miccional. La amplia difusión de medicamentos como el prazosín, el terazosín, la doxazosina y la tamsulosina, entre urólogos y enfermos, llevó a los consultorios un número mayor de pacientes más jóvenes y con un espectro de patología menos severa que los que tradicio- nalmente consultaban motivados por hema- turia, retención urinaria crónica o falla renal obstructiva25. Quinta década La quinta década de existencia de la SCU se desarrolla con la solidificación del tratamiento de las patologías enunciadas en la década previa y dentro de la gran explosión publici- taria de la urología como rama de la medicina dedicada al tratamiento de las enfermedades del hombre. Este último perfil se logra gracias a la lle- gada a nuestro medio, ya sin retraso respecto a los demás países, del tratamiento oral para la disfunción eréctil. La utilización de los inhibidores de la 5 fosfodiesterasa26 renueva el interés de pacientes y urólogos en buscar y tratar las alteraciones de la erección y por ende al desarrollo posterior de clínicas an- drológicas. en la urología general, particularmente en el manejo de la incontinencia urinaria fe- menina, vivimos una segunda gran revolución después de las cirugías supra púbicas. nos referimos a la implementación de las cintillas libres de tensión27 cuya efectividad y seguri- dad han generado un desplazamiento hacia el tratamiento de la incontinencia con métodos mínimamente invasivos. Finalmente, un poco tarde respecto a las demás especialidades quirúrgicas, hoy vivi- mos la implementación de la cirugía urológica laparoscópica28, de la cual podemos decir que se encuentra en una fase de afianzamiento en algunas áreas y en otras de entrenamiento, pero el impacto de su masificación probable- mente lo vivamos durante la sexta década de existencia de la sociedad Colombiana de Urología. U r o l o g ia C o l o m b ia n a 59 Bibliografía 1. acuña C. alonso. Historia de la Urología en Colombia. Capítulo V- los urólogos en las instituciones y sus acontece- res. ALTA VOZ Comunicaciones. Página 133-134. 2007. 2. Huggins Ch., Hodges C. the effect of castration of estro- genand of androgen injection on serum phosphatases in metastatic carcinoma of the prostate. Cancer res. 1: 293-297. 1941. Reprinted. J. Urol. 167: 948-951. 2002. 3. Robb W. Varicocele in subfertility. Br. Med. J., 4: 355- 359. 1955. 4. Tulloch W. Varicocele in subfertility, Br. Med. J.: 356-358. 1955. Reprinted. J. Urol. 67: 1184-1185. 2002. 5. Politano V., Leadbetter W. An operative technique for the correction of vesicoureteral reflux. J. Urol., 79: 932-941. 1958. 6. acuña alonso. Historia de la Urología en Colombia. Capí- tulo iV. estructura y desarrollo de la sociedad Colombiana de Urología. ALTA VOZ Comunicaciones. 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