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CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DE ESTUDIOS AVANZADOS DEL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL Unidad Zacatenco Departamento de Matemática Educativa El uso de la matemática en la Ingeniería Biónica. De la estabilidad a la reproducción de comportamientos en un sistema de control. Una Categoría de Modelación Tesis que para obtener el grado de Doctora en Ciencias Especialidad en Matemática Educativa presenta: M. en C. Edith Johanna Mendoza Higuera Director: Dr. Francisco Cordero Osorio Ciudad de México, octubre del 2020 El uso de la matemática en la Ingeniería Biónica. De la estabilidad a la reproducción de comportamientos. Una Categoría de Modelación. Tesis doctoral Edith Johanna Mendoza Higuera Director de la tesis: Dr. Francisco Cordero Osorio Comité Evaluador Dra. Carlos Armando Cuevas Vallejo, Cinvestav-IPN, México Dr. Ricardo Quintero Zazueta, Cinvestav-IPN, México Dr. Miguel Solís Esquinca, UNACH, México Dr. Jaime Mena Lorca, PUCV, Chile Octubre, 2020 Departamento de Matemática Educativa Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, México, Ciudad de México. Agradezco al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) por el apoyo al desarrollo de la ciencia en México y en la formación de recursos humanos. Así mismo por el apoyo brindado durante el desarrollo de esta investigación. Becario No. 250510 Esta Investigación está financiada por CONACYT con el Proyecto Una categoría de la modelación matemática. La pluralidad epistemológica y la transversalidad de saberes: los aprendizajes de los significados de la matemática en las ingenierías y en los diferentes niveles educativos. Clave: 284259 AGRADECIMIENTOS Al pueblo de México porque gracias a su empuje y tenacidad han logrado que sus gobiernos mínimamente financien el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación y he sido beneficiaria de esa lucha. A mis padres, hermanos y sobrinos por acompañarme en las diferentes etapas que conllevaron el desarrollo de esta investigación y de mi formación académica. Tengo la seguridad de que siempre cuento con ustedes. A Francisco Cordero por que gracias a su intelecto, sus reflexiones y a su empeño por hacer de la Matemática Educativa una disciplina reconocida me llevaron a constituirme como la investigadora y académica que hoy soy. Así mismo, su amor por la vida y el conocimiento me permitieron crecer como mujer y persona. Cada discusión y cada diálogo compartido son invaluables. A los investigadores y compañeros latinoamericanos que con cada reflexión y discusión en los diferentes congresos, seminarios, encuentros y talleres aportaron a mi investigación y a mi formación académica. A Adriana Parra, una mujer que siempre estuvo dispuesta a colaborarme cuando así lo requerí y a escucharme cuando las dificultades y alegrías estaban presentes. Eres un amor de persona. A todos mis amigos mexicanos, colombianos, hondureños y chilenos. Compartimos muchos momentos académicos y personales que enriquecieron nuestra formación y el deseo de hacer conocimiento propio en Latinoamérica. ÍNDICE RESUMEN .......................................................................................................................................................................... I ABSTRACT ...................................................................................................................................................................... II INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................................... III CAPÍTULO I. LA MATEMÁTICA EN LA FORMACIÓN Y DESARROLLO DE LA INGENIERÍA. UNA PERSPECTIVA .............................................................................................................................................................................................. 1 1.1. PROBLEMÁTICA ............................................................................................................................................... 2 1.1.1. LA EDUCACIÓN DE LA MATEMÁTICA ............................................................................................................... 3 1.1.2. LA MATEMÁTICA Y LA INGENIERÍA ................................................................................................................ 7 1.1.3. LA MATEMÁTICA ESCOLAR EN LA FORMACIÓN DE INGENIEROS ............................................................ 17 1.1.4. LAS ECUACIONES DIFERENCIALES EN LA MATEMÁTICA ESCOLAR PARA INGENIEROS ......................... 23 1.2. DISCUSIÓN. ¿CUÁL ES LA PROBLEMÁTICA? ..................................................................................... 27 1.3. ANTECEDENTES ........................................................................................................................................... 31 1.3.1. EL ROL DE LA MODELACIÓN MATEMÁTICA EN LA FORMACIÓN DEL INGENIERO .................................. 31 1.3.2. LA MATEMÁTICA EN EL TRABAJO DEL INGENIERO .................................................................................... 40 1.3.3. MATEMÁTICAS EN CONTEXTO EN LA FORMACIÓN DEL INGENIERO ....................................................... 47 1.3.4. USOS Y FUNCIONALIDAD DEL CONOCIMIENTO MATEMÁTICO EN INGENIERÍA ...................................... 49 1.3.5. PERSPECTIVA DE LA PROBLEMÁTICA .......................................................................................................... 52 1.4. HIPÓTESIS Y PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN................................................................................. 56 1.4.1. HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN ..................................................................................................................... 56 1.4.2. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN .................................................................................................................. 57 CAPÍTULO II TEORÍA SOCIOEPISTEMOLÓGICA DE LA MATEMÁTICA EDUCATIVA. LA CATEGORÍA DEL COMPORTAMIENTO TENDENCIAL DE LA FUNCIONES Y LO ESTABLE ............................................. 58 2.1. TEORÍA SOCIOEPISTEMOLÓGICA DE LA MATEMÁTICA EDUCATIVA Y EL PROGRAMA SUJETO OLVIDADO Y TRANSVERSALIDAD DE SABERES (SOLTSA) .................................................... 59 2.1.1. PLURALIDAD EPISTEMOLÓGICA Y LA MATEMÁTICA FUNCIONAL (LO MATEMÁTICO) ........................ 59 2.1.2. RESIGNIFICACIÓN DE USOS DEL CONOCIMIENTO MATEMÁTICO: TRANSVERSALIDAD DEL SABER Y SUS MOMENTOS ...................................................................................................................................................................... 60 2.1.3. UNA CATEGORÍA DEL CONOCIMIENTO MATEMÁTICO ............................................................................... 63 2.1.4. EL PROGRAMA SUJETO OLVIDADO Y TRANSVERSALIDAD DE SABERES (SOLTSA). PRINCIPIOS Y CUESTIONAMIENTOS....................................................................................................................................................... 64 2.1.4.1. LA COSMOVISIÓN DEL PROGRAMA ........................................................................................................... 64 2.1.4.2. EL PROGRAMA SOLTSA ........................................................................................................................... 65 2.1.5. EL MARCO DE REFERENCIA ........................................................................................................................... 66 2.1.6. COMUNIDAD DE CONOCIMIENTO MATEMÁTICO ....................................................................................... 69 2.2. MODELACIÓN MATEMÁTICA. UNA VARIEDAD ...............................................................................70 2.2.1. LOS CONSTRUCTOS DE LA CATEGORÍA DE MODELACIÓN .......................................................................... 71 2.2.2. LA VARIEDAD. DEL OBJETO MATEMÁTICO A LA FUNCIONALIDAD DE LA MATEMÁTICA ...................... 73 2.3. EL COMPORTAMIENTO TENDENCIAL DE LAS FUNCIONES Y LA REPRODUCCIÓN DE COMPORTAMIENTOS. UN DESARROLLO DE LA CATEGORÍA ................................................................. 75 2.3.1. MOMENTO I. ESTABLECIMIENTO DE LA FORMA DEL FUNCIONAMIENTO DE UNA SITUACIÓN ESPECÍFICA SIJ .................................................................................................................................................................. 76 2.3.2. MOMENTO II. CONSTRUCCIÓN DE ARGUMENTOS CON LOS USOS DEL CONOCIMIENTO MATEMÁTICO U(CM) 78 2.3.3. MOMENTO III. PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DE LA CATEGORÍA ζ(CTF) ............................................ 82 CAPÍTULO III MARCO METODOLÓGICO ....................................................................................................................................... 88 3.1. ASPECTOS TEÓRICO-METODOLÓGICOS............................................................................................. 89 3.1.1. FASES METODOLÓGICAS ................................................................................................................................ 92 3.1.1.1. FASE I. CONFORMACIÓN DE UNA BASE EPISTEMOLÓGICA A PRIORI ................................................... 93 3.1.1.2. FASE II. EMERGENCIA DE LA CATEGORÍA EN LA OBRA MATEMÁTICA Y CONFRONTACIÓN CON LA MATEMÁTICA ESCOLAR .................................................................................................................................................. 96 3.1.1.3. FASE III. EMERGENCIA DE LA CATEGORÍA EN LA CCM(I.BIO) ............................................................. 99 3.2. TÉCNICAS PARA RECOLECTAR LOS DATOS .................................................................................. 104 3.2.1. OBSERVACIÓN PARTICIPANTE ................................................................................................................... 104 3.2.2. ENTREVISTAS NO DIRIGIDAS ..................................................................................................................... 105 3.2.3. REVISIÓN DE LITERATURA ......................................................................................................................... 106 3.3. ANÁLISIS DE DATOS................................................................................................................................. 106 3.3.1. UNIDAD DE ANÁLISIS .................................................................................................................................. 107 CAPÍTULO IV CONFORMACIÓN EMPÍRICA DE LAPROPUESTA. COMUNIDAD DE CONOCIMIENTO MATEMÁTICO DE INGENIEROS BIÓNICOS .................................................................................................. 108 4.1. MODELO DE COMUNIDAD DE CONOCIMIENTO MATEMÁTICO ............................................ 109 4.2. COMUNIDAD DE CONOCIMIENTO MATEMÁTICO DE INGENIEROS BIÓNICOS .............. 112 4.2.1. INSTITUCIONALIZACIÓN E IDENTIDAD ..................................................................................................... 112 4.2.1.1. SU ORGANIZACIÓN COMO DISCIPLINA ................................................................................................... 120 4.2.2. RECIPROCIDAD, INTIMIDAD Y LOCALIDAD .............................................................................................. 122 4.2.2.1. SITUACIÓN ESPECÍFICA DE DISEÑOS DE SISTEMAS DE CONTROL ...................................................... 122 4.2.2.2. SISTEMAS DE CONTROL. .......................................................................................................................... 124 4.2.2.3. LA MATEMÁTICA DE LOS SISTEMAS DE CONTROL ............................................................................... 129 4.3. COMUNIDAD DE CONOCIMIENTO MATEMÁTICO DE INGENIEROS BIÓNICOS DEL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL DE MÉXICO. NUESTRA COMUNIDAD DE ESTUDIO. ... 136 CAPÍTULO V LA MATEMÁTICA FUNCIONAL DE UNA COMUNIDAD DE CONOCIMIENTO MATEMÁTICO DE INGENIEROS BIÓNICOS. TRANSVERSALIDAD DE SABERES ................................................................ 139 5.1. SITUACIÓN DE TRANSFORMACIÓN-MODELACIÓN. COMPORTAMIENTO TENDENCIAL DE LAS FUNCIONES Y REPRODUCCIÓN DE COMPORTAMIENTOS ................................................... 140 5.2. CONFRONTACIÓN ENTRE LA OBRA MATEMÁTICA Y LA MATEMÁTICA ESCOLAR ..... 143 5.2.1. LOS USOS DE LO ESTABLE EN LA OBRA MATEMÁTICA. SITUACIÓN ESPECÍFICA DE MOVIMIENTO. 144 5.2.1.1. LO ESTABLE EN EL MOVIMIENTO DE LOS CUERPOS CELESTES ............................................................. 145 5.2.1.2. ESTABILIDAD EN LA ESTÁTICA DE MOVIMIENTO. MÁXIMOS Y MÍNIMOS. J. LAGRANGE .................. 150 5.2.1.3. ESTABILIDAD EN LA DINÁMICA DEL MOVIMIENTO. A.M. LYAPUNOV ................................................ 157 5.2.2. LA ESTABILIDAD EN LA MATEMÁTICA ESCOLAR ..................................................................................... 167 5.3. LA REPRODUCCIÓN DE COMPORTAMIENTOS COMO UNA CATEGORÍA DE CONOCIMIENTO EMERGENTE EN UNA CCM(I.BIO) ................................................................................ 172 5.3.1. PRÁCTICA: CONTROL DE TEMPERATURA DE UN FOCO .......................................................................... 174 5.3.1.1. MOMENTO 1: DINÁMICA DEL SISTEMA A CONTROLAR ...................................................................... 175 5.3.1.2. MOMENTO 2: AJUSTE DE LA FUNCIÓN TEÓRICA CON LA EXPERIMENTAL ...................................... 184 5.3.1.3. MOMENTO 3: CONTROL DE LA SEÑAL DE SALIDA Y ESTABILIDAD ................................................... 186 5.3.2. LA REPRODUCCIÓN DE COMPORTAMIENTOS EN LA SE DE DSC ........................................................... 189 CAPÍTULO VI CONCLUSIONES ....................................................................................................................................................... 191 6.1. TRANSVERSALIDAD DE SABERES. CATEGORÍA DE REPRODUCCIÓN DE COMPORTAMIENTOS ............................................................................................................................................ 193 6.2. CATEGORÍA DE MODELACIÓN ................................................................................................................. 195 REFERENCIAS .......................................................................................................................................................... 200 ANEXOS ....................................................................................................................................................................... 213 i RESUMEN Hay varias relaciones con respecto a la matemática que se ponen en juego cuando se problematiza la matemática de la ingeniería. En particular, cuando enfocamos la atención a la matemática en la formación y desarrollo de la ingeniería. Por un lado, está la matemática escolar y la obra matemática, y por otro la matemática que es propia de la comunidad de ingenieros. Cada escenario de conocimiento provee de epistemologías, según sus momentos de evolución. Estas epistemologías, en el plano educativo, en general, creemos son puestas en forma jerárquica y tal vez ahí sucede la pérdida del diálogo entre la matemática escolar y la matemática en otras disciplinas, en particular de la ingeniería. Esta investigación plantea, entonces, construir una relación de esos conocimientos matemáticos en forma horizontal y recíproca. Con la Teoría Socioepistemológica de la Matemática Educativa conformamos un marco de referencia reproducción de comportamientos que valora la funcionalidad de la matemáticaque demandan los dominios de conocimiento de la ingeniería biónica. Con esto se creará una relación recíproca y horizontal entre la matemática de la escuela y el cotidiano de las realidades de esa ingeniería. La naturaleza de esta relación provee pluralidad epistemológica y transversalidad de los usos del conocimiento matemático. Estos dos aspectos definen una categoría de conocimiento matemático que por un lado formula una variedad teórica y por otro transforma la matemática escolar para la ingeniería que es puesta en diálogo con el cotidiano disciplinar de la ingeniería biónica. ii ABSTRACT There are several relationships with respect to mathematics that come into play when engineering mathematics is problematized. In particular, when we focus our attention on mathematics in the training and development of engineering. On the one hand, there is school mathematics and mathematical work, and on the other, the mathematics that is typical of the engineering community. Each stage of knowledge provides epistemologies, according to its moments of evolution. These epistemologies, in the educational plane, in general, we believe are put in a hierarchical way and perhaps there happens the loss of dialogue between school mathematics and mathematics in other disciplines, in particular engineering. This research proposes, then, to build a relationship of these mathematical knowledge in a horizontal and reciprocal way. With the Socioepistemological Theory of Educational Mathematics, we form a framework of reference reproduction of behaviors that assesses the functionality of mathematics demanded by the knowledge domains of bionic engineering. With this, a reciprocal and horizontal relationship will be created between the mathematics of the school and the everyday realities of that engineering. The nature of this relationship provides epistemological plurality and transversality of the uses of mathematical knowledge. These two aspects define a category of mathematical knowledge that, on the one hand, formulates a theoretical variety and, on the other, transforms school mathematics for engineering, which is put into dialogue with the daily disciplinary of bionic engineering. iii INTRODUCCIÓN iv Al pensar en el conocimiento matemático que debiera ser enseñado cuando se forman ingenieros, surgen diferentes afirmaciones según las tradiciones y la visión de los responsables de esta formación. Por un lado, el profesor de matemáticas se enfrenta a la gestión de aprendizajes desde su dominio disciplinar, la matemática; orienta la enseñanza de contenidos desde la matemática y ofrece algunas aplicaciones de estos a situaciones que pudieran ser cercanas a los dominios de la ingeniería u otras ciencias, pero siempre desde el dominio de la matemática. Sin duda, en los últimos años se han hecho muchos esfuerzos por ofrecer un conocimiento matemático que favorezca las prácticas profesionales de los futuros ingenieros, como lo mencionan Cardella (2010), Gainsburg (2006), Bissell y Dillon (2000), Camarena (2009a, 2009b), entre otros. Estos esfuerzos aún no son suficientes. Se podría decir que en estas investigaciones se economiza la matemática en contextos de modelación, sin considerar, desafortunadamente, el saber matemático que emerge de las comunidades de ingenieros. Por otro, la ingeniería tiene sus propósitos y metodologías de formación. En los últimos años, han aumentado los estudios en educación en ingeniería y se encuentran algunas reflexiones con respecto a las metas de formación de sus futuros profesionales. Son varios los cambios que se están promoviendo desde instituciones de antaño como el Institute of Electrical and Electronics Engineer (IEEE), entre otras. Por ejemplo, están las ideas de formación de un ingeniero con competencias “genéricas” que posea un conocimiento general (Passow & Passow, 2017) que después, tras algunas especializaciones o maestrías se constituya en un ingeniero capaz de resolver problemáticas específicas de una de las ramas de la ingeniería. Asimismo, han enfocado sus esfuerzos en proponer las competencias necesarias para el éxito laboral y formular un perfil para el futuro ingeniero. En estas propuestas, algo que se resalta, es la competencia para resolver problemas complejos haciendo uso del conocimiento científico de las matemáticas, la química, la física, la biología y demás ciencias. En efecto, son avances valiosos. Ahora, es importante destacar que se encuentran algunos esfuerzos de diálogo entre profesores de matemáticas e ingenieros con ánimos de fortalecer la enseñanza y formación con propósitos más centrados en lo que se necesita que un estudiante aprenda de matemáticas para su uso en la ingeniería, por ejemplo encontramos estos acercamientos en Rodríguez (2010, 2016), Romo-Vásquez (2014), v Romo-Vázquez, Romo-Vázquez y Velez-Pérez (2012) y Noss, Hoyles & Pozzi (2000). Aún así, desde nuestra perspectiva, el docente de matemática no tiene a su alcance un marco de referencia que oriente la gestión de aprendizajes desde la realidad de la ingeniería y más aún de sus estudiantes. En parte, porque este marco aún está en construcción y además porque hay una pérdida de diálogo entre la matemática escolar y la matemática en otras disciplinas, en particular de la ingeniería. En el aula, no reconocemos los usos del conocimiento matemático en situaciones propias de la ingeniería que pudieran ofrecer un conocimiento más cercano a la realidad de la ingeniería y así a la de sus estudiantes. En la investigación se han venido haciendo esfuerzos, por ejemplo, desde la Socioepistemología, pero habrá que hacer más trabajo al respecto. Por lo anterior, nos interesamos en aportar a un marco de referencia que pudiera ofrecer alternativas al profesor de matemáticas en ingeniería. Esto nos obliga a tomar, y a su vez proponer, constructos propios de la Matemática Educativa que pudieran aportar ante tal problemática. Por ello, nosotros enfocamos la problemática a la falta de diálogo entre la matemática escolar y la matemática en la ingeniería. Establecer este diálogo nos ofrece elementos de vínculo, entre estas matemáticas, que pudieran favorecer su aprendizaje en tanto que partimos de la realidad del otro y lo acercamos a un conocimiento desde sus intereses profesionales y académicos. Toda esta mirada se establece desde los principios de la Teoría Socioepistemológica de la Matemática Educativa (TSME) y del Programa Sujeto Olvidado y Transversalidad de Saberes (SOLTSA) propuesto por Cordero (2016b y 2017) y su grupo de trabajo. Con el marco de la construcción social del conocimiento cuestionamos la relación entre la matemática escolar y la obra matemática para así adentrarnos a caracterizar aspectos de lo que denominamos matemática funcional e inferir la emergencia de la categoría de conocimiento matemático, que en conjunto conformen el marco de referencia buscado. Por lo anterior, nos preguntamos ¿cuáles son los componentes que conforman la emergencia de las Categorías de Modelación y Reproducción de Comportamientos en la transversalidad de situaciones específicas de la comunidad de conocimiento matemático de ingenieros biónicos y en la obra matemática? ¿Cómo establecer un vi diálogo recíproco y horizontal entre la matemática escolar y la matemática funcional que aporte a la construcción de marcos de referencia para la enseñanza de la matemática en ingeniería? Para enfrentar la problemática mencionada partimos de un principio fundamental que le asigna una enorme responsabilidad a la interpretación que tomemos de realidad, en tanto que ella deberá construir la relación recíproca y horizontal entre el conocimiento matemático y los cotidianos del especialista, del trabajador y de la gente (Cordero, 2001; Mendoza-Higuera y Cordero, 2018; Mendoza-Higuera,Cordero, Solís y Gómez, 2018). Asimismo, tomamos al conocimiento desde su función y de la puesta en uso de ese conocimiento. Esto conlleva la postura epistemológica y ontológica que permea a nuestro programa y, a este proyecto: las comunidades de conocimiento son los entes que desarrollan el conocimiento matemático desde su uso y funcionalidad, por eso el conocimiento es de corte social. Y, finalmente, la tesis del sujeto olvidado que consiste en valorar, desde la práctica social, la realidad, el cotidiano y los usos (Cordero, Gómez, Silva-Crocci y Soto, 2015; Cordero, 2016b). Para materializar esta forma de enfrentar la problemática nos abocamos en construir ese marco de referencia con la idea de aportar a una variedad teórica materializada en una categoría de conocimiento matemático. Para alcanzar metodológicamente este objetivo partimos del trabajo de investigación de maestría: Matemática funcional en una comunidad de conocimiento: el caso de las ecuaciones diferenciales en la ingeniería (Mendoza-Higuera, 2013) donde encontramos usos de las ecuaciones diferenciales lineales en el diseño de sistemas de control, en este caso, en sistemas hidráulicos. De ahí observamos que en la Teoría de Control aparecen usos de las ecuaciones diferenciales lineales y la propiedad de estabilidad que nos pudieran llevar a identificar situaciones, procedimientos y argumentaciones y finalmente una categoría de conocimiento matemático que nos lleve a caracterizar esa matemática funcional propia de alguna comunidad. De esta manera, y como parte del proceso teórico-metodológico, nos enfocamos en dos dominios de conocimiento, la obra matemática y el uso de la matemática en el cotidiano de la ingeniería biónica. Así, en el primero, estudiamos la obra de Lyapunov y Lagrange, con relación a la conceptualización de la estabilidad, para vii inferir una epistemología de usos de las ecuaciones diferenciales en un entorno de la génesis de la estabilidad, en una situación de movimiento. En el segundo, el uso de la matemática en el cotidiano de la ingeniería biónica, identificamos y caracterizamos usos de la estabilidad en situaciones propias de una comunidad de ingenieros biónicos, en un escenario escolar en un curso de Control de Sistemas Biológicos, donde revelamos una situación de diseños de control. Con ello, buscamos inferir la emergencia de una categoría de conocimiento matemático transversal a estos dominios que nos ofrecieran elementos para conformar el marco de referencia buscado. Este proceso se conformó apoyado por algunos aspectos metodológicos conocidos como la etnografía, el estudio de casos y análisis documental. Esta investigación es una aportación relevante al programa Sujeto Olvidado y Transversalidad de Saberes (SOLTSA). Los hallazgos son acordes a los principios que se plantean en el programa y robustecen su tesis. Por un lado, se configura la Categoría de Reproducción de Comportamientos ampliando así la Categoría de Comportamiento Tendencial de las Funciones (Cordero, 2001) desde las situaciones de Movimiento y Diseño de Sistemas de Control. Esta categoría, desde la situación de movimiento, se conforma de procedimientos que conllevan la comparación de dos estados, un movimiento perturbado y otro no perturbado; estos procedimientos surgen de significar patrones de comportamiento en las desviaciones de dos movimientos, la tendencia del uno al otro y la variación de esa tendencia. Para que estos procedimientos y significados emerjan se parte de asumir que las ecuaciones diferenciales lineales son instrucciones que organizan el comportamiento del movimiento y de esta manera modelan la reproducción de un comportamiento a otro, dicho de otra forma, de un movimiento con otro. En resumen, es modelar un comportamiento perturbado hacia un comportamiento no perturbado. Ahora, desde la situación de Diseño de Sistemas de Control, la categoría de reproducción de comportamientos emerge al comparar la señal controlada (y realimentada) con la entrada de referencia, de tal forma que se pueda corregir la desviación entre la entrada y la salida a través del sistema. Estos procedimientos parten de significar las señales de entrada, salida y de referencia como patrones de comportamiento a regular para cumplir con el objetivo de generar una señal viii deseada a su vez que se logra estabilidad en el sistema. Es aquí, por un lado, donde la ecuación diferencial actúa como un instrumento al modelar el comportamiento de las señales y la estabilidad misma del sistema, ella y su transformada de Laplace se constituye en una instrucción que organiza comportamientos regulados y estables. Por otro, la categoría denominada Modelación, que hemos venido trabajando en el programa SOLTSA, emerge específicamente aunada a la Comunidad de Conocimiento Matemático de Ingenieros Biónicos (CCM(I.BIO)). Esta categoría se evidencia en tanto la existencia de un principio funcional que corresponde con la reproducción de comportamientos, y que prevalece en el diseño del sistema de control, desde lo algebraico y desde lo concreto. Este es el eje rector que responde a toda esta modelación, propia de la situación y de la ingeniería. El principio funcional está relacionado con el control o regulación de las señales, visto desde la ingeniería, y con la reproducción de comportamientos como categoría desde la Matemática Educativa. Así, la modelación no se enfoca en alcanzar un modelo algebraico, sino que a partir de ese principio funcional surgen usos del conocimiento matemático en diferentes situaciones que la gente vive, es decir, responde a una transversalidad entre escenarios, dominios y situaciones. En cuanto al marco de referencia para la enseñanza de la matemática en ingeniería, como bien se ha expuesto en estos párrafos, nuestro trabajo se centró en los usos y funcionalidad de las ecuaciones diferenciales lineales y de la propiedad de estabilidad. A pesar de que se ha realizado un trabajo previo desde 1998 (Cordero, 1998; Cordero y Solís, 2001; Solís, 2012; Cordero, Solís, Buendía, Mendoza-Higuera y Zaldívar, 2016) con el estudio de las ecuaciones diferenciales y el comportamiento tendencial de las funciones, no se había hecho un estudio epistemológico desde la obra y tampoco se había reconocido sus usos en otras comunidades como la ingeniería. Con ánimos de acercar el conocimiento desde la realidad, desde lo habitual en los diferentes dominios, proponemos partir desde lo cualitativo y significar a la ecuación diferencial lineal como una instrucción que organiza comportamientos estables y que controla o regula dichos comportamientos. Siendo así, el profesorado podría enfocar la enseñanza a la búsqueda de patrones de comportamiento entre las soluciones y las funciones que componen la ix ecuación diferencial, así como plantear situaciones de aprendizaje donde las categorías de reproducción de comportamientos y modelación sean el núcleo central. En esta última afirmación aún seguimos trabajando para ofrecer aspectos más específicos de lo que sería una situación de aprendizaje, pero el terreno está abonado. El diálogo que se busca conceptualizar, con ánimo de promover mejores aprendizajes en nuestros estudiantes, parte de reconocer que los mecanismos de enseñanza deben estar permeados por lo que es habitual en los escenarios cotidianos de los estudiantes. Por ello nos dedicamos en esta investigación a establecer un diálogo recíproco y horizontal entre los saberes en cuestión. En ese caso, logramos dilucidar dos formas de diálogo: una documental o académica y otra vivencial o empírica. En cuanto a la primera, al revelar el uso de conocimiento matemático en otras disciplinas partiendo de la idea que el otro construye conocimiento matemático desde sus dominios, permite establecer significados, procedimientos y argumentaciones que no son propios de la matemáticaescolar, pero que enriquecen y amplían las opciones para rediseñar el discurso matemático escolar. Para revelar estos usos, se hace una revisión documental en libros de texto que discuten los contenidos que se están problematizando. Así, al poner el conocimiento de matemática al nivel de la matemática funcional, enriquece la relación entre disciplinas y la formación de los estudiantes. Ahora, en la segunda forma, se estableció un diálogo entre disciplinas teniendo como representantes un ingeniero biónico, profesor de sistemas de control biológico, y una matemática educativa que fungía en ese momento como investigadora. En ese diálogo se implementaron aspectos del método etnográfico, se hizo una inmersión en el aula y se realizaron diferentes entrevistas para identificar esa matemática funcional desde la práctica académica de este ingeniero biónico. Esta inmersión, nos permitió establecer algunos mecanismos que en la literatura se plantean, por ejemplo, la importancia de establecer una comunicación horizontal donde el docente respondiera a las preguntas elaboradas por la matemática educativa quien en su tarea debe tener presente su enfoque teórico y estar atenta identificar significados y procedimientos que se revelen en las respuestas del ingeniero. Finalmente, este constructo de diálogo se vale de aspectos teóricos, pero también empíricos. x Para finalizar este apartado, describimos, a continuación, la secuencia de capítulos que componen esta investigación. En el capítulo I, se plantea cómo la investigación se orientó a la función del conocimiento matemático y no en sí al conocimiento matemático, situación que obligó a entender la matemática en la diversidad de escenarios, disciplinas o situaciones. En particular se revelan las formas de construcción de la matemática en la ingeniería y la relación de esas formas con el desarrollo de la ingeniería y su formación de recursos humanos. El capítulo se divide en tres secciones principales: Problemática, Antecedentes y Lo que se preguntó y lo que se hizo. En la primera sección se discute la relación entre la matemática y la ingeniería. Se plantean los objetivos generales de la educación de la matemática, los objetivos particulares de la enseñanza de la matemática en la formación de ingenieros y la influencia de la modelación en la enseñanza a ingenieros. En la segunda sección se discuten las diferentes investigaciones que abordan la problemática con el fin de ubicar nuestra investigación. Y en la última sección se muestra lo que se cuestiona en las investigaciones y hacia donde se dirige nuestra investigación. En el capítulo II, se definen y justifican los constructos, de la Teoría Socioepistemológica de la Matemática Educativa (TSEME), necesarios para construir un marco de referencia que valore la justificación funcional que demanda la ingeniería biónica situacionalmente. Se exhibe el corpus de la investigación para articular los constructos en cuestión y con el cual se genera una relación recíproca y horizontal entre la matemática de la escuela y el cotidiano profesional de una comunidad de ingenieros biónicos. La naturaleza de esta relación provee pluralidad epistemológica y transversalidad de los usos del conocimiento matemático. Estos dos aspectos definen una categoría de modelación matemática que por un lado formula una variedad teórica y por otro cuestiona la formación de profesores de matemáticas; lo cual, a su vez, conllevará un programa para trastocar y transformar permanentemente el conocimiento matemático escolar. En el capítulo III, se establece y justifica un marco metodológico que responde a la específicad del uso del conocimiento matemático de una comunidad de conocimiento xi matemático de ingenieros biónicos, en particular del uso de las ecuaciones diferenciales lineales y la propiedad de estabilidad. Se definen los instrumentos metodógicos para articular los constructos: transversalidad de saberes, situaciones núcleo y de movimiento, los dominos obra matemática e ingeniería biónica, la categoría comportamiento tendencial y su ampliación a reproducción de comportamientos. Y por último, se define y justifica a la comunidad de conocimiento matemático de ingenieros biónicos como la unidad de análisis, porque es la síntesis de la situación específica núcleo, la categoría de conocimiento y el escenario. Se decidió que esta unidad de análisis se acompañará de tres fases para dar evidencia de la emergencia de las categorías tendencia y reproducción, en la comunidad de estudio. Para tal fin, se definen aspectos etnográficos para hacer las inmersiones pertinentes en las comunidades. En el capítulo IV, se caracteriza la Comunidad de Conocimiento Matemático de Ingenieros Biónicos (CCM(I.BIO)), para dar cuenta de la matemática funcional propia al reconocer elementos de reciprocidad, intimidad y localidad de su conocimiento. Esta caracterización permite identificar una Situación Específica (Se) denominada Diseño de Sistemas de Control, que en conjunto con las significaciones, procedimientos, instrumentos y argumentaciones van a robustecer la categoría de conocimiento que hemos denominado Reproducción de Comportamientos (ζ(RPC)). Y al final del capítulo, se problematiza la matemática de los sistemas de control para relacionar los sistemas de control, la transformada de Laplace y las ecuaciones diferenciales. En el capítulo V, se presenta el análisis epistemológico del uso de las ecuaciones diferenciales y de lo estable, que prové la situación específica de Movimiento (Se de Movimiento), donde se resignifican los usos. Se parte de la Situación Núcleo de Transformación-Modelación, la cual conlleva el argumento del Comportamiento Tendencial de las Funciones. Mostramos su emergencia en el estudio de la estabilidad del sistema solar, en la obra matemática de Lagrange y de Lyapunov. A su vez, confrontamos esa epistemología con las formas en que la matemática escolar presenta las Ecuaciones Diferenciales (ED) y la Estabilidad en el aula, esto con base en los libros de texto. Posteriormente, se muestra la emergencia de la Categoría Reproducción de xii Comportamientos en una comunidad de conocimiento matemático bajo una situación específica de diseño de sistemas de control (Se (DSC)) teniendo como unidad de análisis la CCM(I.BIO). Y finalmente, se presenta el capítulo de Conclusiones. Se subrraya que el modelo de Comunidad de Conocimiento Matemático, fungió como unidad de análisis, con la cual ayudó a conocer a la ingeniería desde sus raíces más profundas. Se entendió el porqué de su acciones y modos de desarrollarse. En términos teóricos, específicamente, se amplió la categoría de comportamiento tendencial de las funciones, que se había definido desde otros trabajos, a la reproducción de comportamiento. Además, se logró resignificar las ecuaciones diferenciales lineales como modelos de estabilidad que conllevan la organización de comportamientos que se quieren reproducir y la vez regular desde el diseño de sistemas de control y con la obra matemática permitió dar cuenta de la transversalidad de saberes en los diferentes dominios de conocimiento. 1 CAPÍTULO I. LA MATEMÁTICA EN LA FORMACIÓN Y DESARROLLO DE LA INGENIERÍA. UNA PERSPECTIVA 2 La construcción del conocimiento matemático ha estado íntimamente relacionada con el desarrollo de otras disciplinas y otras ciencias. No es un secreto que la matemática es un conocimiento transversal. De alguna u otra manera está presente en las diferentes acciones y prácticas que vivimos como humanos, ya sea en nuestra profesión o en nuestra vida mundana. Tal vez por ello su enseñanza es fundamental. De igual forma, se ha reconocido que su aprendizaje no se da de manera cabal. Diferentes organizaciones internacionales y nacionales querealizan pruebas de evaluación de los aprendizajes, como PISA y PLANEA, dan cuenta de los bajos resultados en esta área en los diferentes países y en México en particular. Y en las universidades, en general, existe un problema de deserción escolar en los primeros semestres, donde uno de los factores que la provoca son las prácticas relacionadas con la enseñanza de las ciencias básicas. La educación de la matemática es una problemática que se viene atendiendo y estudiando desde hace más de cinco décadas. En nuestro caso creemos que conviene reconocer la función del conocimiento matemático en escenarios, disciplinas o situaciones. Es así como nos interesamos en revelar las formas de construcción de la matemática en la ingeniería y por ello nos enfocamos en la relación de este conocimiento con el desarrollo de la ingeniería y su formación de recursos humanos. Este capítulo lo hemos dividido en tres secciones principales: Problemática, Antecedentes, y Lo que se preguntó y lo que se hizo. En la primera sección discutimos la relación entre la matemática y la ingeniería planteando los objetivos generales de la educación de la matemática, los objetivos particulares de la enseñanza de la matemática en la formación de ingenieros y la influencia de la modelación en la enseñanza a ingenieros. En la sección de Antecedentes discutimos diferentes investigaciones que abordan la problemática con el fin de ubicar nuestra investigación. Y en la última sección mostramos lo que cuestionamos y hacia donde dirigimos la investigación. 1.1. Problemática Esta investigación parte de una problemática general que dentro de la Matemática 3 Educativa es abordada por el Programa Sujeto Olvidado y Transversalidad de Saberes (SOLTSA) mismo que está enmarcado en los principios de la Teoría Socioepistemológica de la Matemática Educativa (Cantoral, 2013). Por un lado, se reconoce la no relación entre la matemática escolar y el cotidiano de la gente (Cordero et al., 2015), la cual hay que atender y construir puentes para que estos conocimientos se afecten mutuamente: horizontal y recíprocamente. Por otro, dentro del Programa SOLTSA se considera al conocimiento matemático como una construcción que emerge de las prácticas sociales de grupos humanos (Cordero, 2001). Así, la problemática se orienta a revelar estos conocimientos para socializarlos en el aula. De manera particular, acotamos nuestro estudio a establecer puentes entre la matemática escolar y el cotidiano de la ingeniería (Mendoza-Higuera y Cordero, 2018) al revelar el conocimiento matemático que se construye en las prácticas de los ingenieros en escenarios definidos. Por lo anterior, discutimos en las siguientes secciones aspectos que ayudaron a conformar y a ampliar la problemática que se abordó en el estudio. Algunos de los cuestionamientos que orientaron esta discusión fueron: ¿cómo se concibe la educación de la matemática?, ¿cuál es la relación entre la matemática y la ingeniería?, ¿cuál es el rol de la matemática escolar en la formación de los ingenieros?, y, ¿cómo se concibe la modelación matemática en la ingeniería y en su formación? 1.1.1. La educación de la matemática Los programas educativos conforman planes de estudio, en instituciones de enseñanza en el mundo, que plantean como objetivo transformar la realidad de los ciudadanos (NCTM, 2000; MEN, 2006; CEIE-WFEO, 2014). El rol del conocimiento matemático, con estas consignas, es considerado imprescindible para que los ciudadanos puedan desempeñarse como actores sociales críticos de su propia realidad, retribuyendo a la mejora de la sociedad y por ende de un país (Cordero, 2008). Es tan alta la responsabilidad asignada a este conocimiento, que se ha convertido en el núcleo de muchos programas escolares (NCTM, 2000; MEN, 2006). 4 Reflexiones sobre el rol educativo de la matemática hay muchas. Desde hace más o menos cinco décadas, en reuniones académicas internacionales y nacionales, se ha demandado la necesidad de buscar formas adecuadas para que la matemática llegue a todos los niveles educativos y sociales (Cordero y Villa-Ochoa, 2016). Freudenthal (1968) declara la necesidad imprescindible de ofrecer un conocimiento matemático como una actividad humana; como una matematización desde contextos; y como una matemática “para todos” (Yerbes, 2016). Lo que llevó a crear programas disciplinares que proveyeran a la matemática escolar de significados, procedimientos y argumentaciones desde la realidad del estudiante, considerando su cultura, usos y costumbres. Los gobiernos, a través de sus ministerios o secretarías, han enfrentado la problemática promoviendo reformas educativas que tienen como objetivo el desarrollo de habilidades o competencias en el estudiante y los docentes (OCDE, 2006; MEN, 1998; SEP, 2011) y han formulado estándares de calidad para la mejora educativa (MEN, 2006; NCTM, 2000; CEE-WFEO, 2014; SEP, 2011). Pero esto no ha sido suficiente. Por otro lado, la Matemática Educativa, como disciplina, ha tomado este reto y ha generado programas de investigación que cuestionan cuáles son las estrategias o medios que puedan acercar el conocimiento matemático a la realidad de los estudiantes (Yerbes, 2016). En los dos casos, no se cuestiona la matemática que se enseña, ni los procesos institucionales que la constituyeron como la matemática ha ser enseñada y aprendida (Cordero, 2008). En esencia éste sigue siendo el mismo, el paradigma escolar no se ha modificado cabalmente (Cordero et al., 2015). Antes de continuar con este planteamiento, conviene dar a conocer nuestra postura con respecto al conocimiento y en específico al conocimiento matemático. El desarrollo de la matemática como ciencia ha estado influenciado por las ideas de Platón. Ruiz (citado en Cordero, 2008) sostiene que los sentidos eran engañosos y que sólo la razón podía alcanzar la verdad. Esta postura ha funcionado muy bien para la matemática; pero, los modelos de educación donde se han soslayado los sentidos y se privilegia la enseñanza con base en secuenciaciones lógicas de los conceptos 5 matemáticos, parece que no. Así mismo, la matemática educativa, en su evolución, ha estado permeada por esta postura. Según Cordero (2008) hay dos programas, uno, hace explícito el proceso de construcción de la matemática ante un problema específico y el otro, en los escenarios (sociocultural). En los últimos años el desarrollo de estos programas se ha centrado, por un lado, en el uso de herramientas tecnológicas y digitales; en las heurísticas que median la resolución de problemas; en los procesos cognitivos o estilos de pensamiento al resolver una tarea matemática; en la incorporación de la modelación matemática en la enseñanza; y por el otro, en identificar la matemática escolar aplicada en ciertas disciplinas; en caracterizar la matemática de comunidades originarias o con necesidades educativas especiales; en reconocer y revelar la construcción social del conocimiento matemático. De esta manera se ha entendido que la construcción del conocimiento matemático es situacional, que depende de la cultura y de las vivencias de los individuos. Aún así, nos siguen interesando las formas como se representan los conceptos matemáticos y promoviendo estrategias para que los estudiantes transiten por las diferentes representaciones, o muy de boga hoy en día, plantear situaciones de modelación con base en un concepto definido y donde se espera que el estudiante transite por un ciclo que parte de la realidad al mundo de la matemática y viceversa, de tal forma que resuelva el problema y construya conceptos. Siendo así, los conceptos son tomados como entes que preexisten a la construcción del conocimiento y a la realidad del individuo, quién sólo debe alcanzarlo. Según Cordero (2008): La tesis de preexistencia obliga asumir un conocimiento (de ahí la preexistencia),lo que enfoca la atención al objeto (que compone a tal conocimiento) y a la actividad humana que interviene en tal conocimiento, pero no a la modificación del objeto simultáneamente a la modificación del mundo, de la vida y del conocimiento mismo como parte de la experiencia del individuo (p. 271). Es decir, tomamos la postura de que el conocimiento se construye simultáneamente con la realidad del individuo. Es así como su cultura, sus vivencias, su entorno, los escenarios donde se desenvuelve; movilizan el conocimiento y lo modifican tantas 6 veces como sea necesario hasta que se transforme en un saber que perdure en el tiempo, que se convierta en un producto material continuo (Cordero, 2008). Por ello nos cuestionamos sobre ¿qué posibilita esta construcción de conocimiento que modifica al objeto o concepto? ¿de qué categoría es este conocimiento matemático? Si el individuo construye su conocimiento simultáneamente con su realidad, los saberes que componen parte de su intelecto serán los que posibiliten los mecanismos para su construcción. Dicho de otro modo, no importa solamente explicar la matemática desde la misma matemática, conviene aceptar que los sentidos proveen de significaciones al conocimiento desde otras disciplinas, desde lo cotidiano, desde lo mundano (Cordero, 2016a). Lo anterior nos lleva a afirmar que existe una pluralidad epistemológica; es decir, una pluralidad de conocimientos matemáticos puestos en uso en diferentes escenarios, disciplinas, situaciones y niveles educativos. Así mismo, el conocimiento matemático adquiere otra categoría más cercana a la actividad humana, a las prácticas sociales, a los usos. Su estatus epistemológico adquiere un carácter funcional, pues importa reconocer que los procedimientos, los instrumentos y los significados proveen argumentaciones que, en este carácter funcional, son conocimiento. Es así, como importan los escenarios y las disciplinas donde es puesto en uso el conocimiento matemático, en tanto que ellos proveen de nuevos funcionamientos y formas de este uso1. En resumen, nos preocupamos por la función del conocimiento matemático, por ello cuestionamos ¿qué matemática? y no ¿qué es la matemática? (Cordero et al., 2015). Estas preguntas nos llevan a considerar la pluralidad epistemológica y así distinguir entre la obra matemática, la matemática escolar, la matemática de otras disciplinas, e inclusive la matemática del cotidiano no disciplinar, el de la gente. Nos interesa conformar un marco de referencia que provea, a la educación de la matemática, de una matemática funcional donde los conocimientos puestos en uso, en la realidad del estudiante; del profesor; del ingeniero; y en general, de la gente, sean el hilo conductor 1 El uso es un constructo de la Teoría Socioepistemológica de la Matemática Educativa que será explicado ampliamente en el capítulo II de este documento. 7 del marco de referencia. Es así como ampliamos la mirada de la educación matemática a las prácticas, a los usos y a lo funcional, contrariamente a solo centrarlo a los conceptos (Cordero, 2016; Cordero et al., 2015; Mendoza-Higuera y Cordero, 2018). De este modo, nos interesó adentrarnos en el conocimiento puesto en uso en una disciplina específica como la ingeniería, estudiar sus usos y caracterizar su matemática funcional. Para ello utilizamos un constructo de la Teoría Socioepistemológica denominado Comunidad de Conocimiento Matemático (CCM), que permite especificar el conocimiento matemático propio de las comunidades, en nuestro caso de la ingeniería (en el siguiente capítulo se definirá el constructo CCM). A continuación, discutiremos la relación de la Matemática con la Ingeniería para dar un contexto que nos permita mostrar la problemática en particular que estudiamos. 1.1.2. La Matemática y la Ingeniería Convenimos precisar algunos aspectos de las relaciones históricas y convencionales entre la matemática y la ingeniería, así como la enseñanza de la matemática en las escuelas de ingeniería. Todo esto para ganar un contexto que ayudará a profundizar los entornos de las Comunidades de Conocimiento Matemático de Ingeniería (CCM(Ing)). No queremos formular una definición de lo que se debe entender por ingeniería; creemos que no es materia de esta investigación. Ni mucho menos incursionar sobre cuál debe ser la formación de un ingeniero, puesto que también, creemos que no es nuestra competencia. Pero sí, la Matemática Educativa debe rendir cuentas sobre la función del conocimiento matemático en el desarrollo profesional del ingeniero, ya sea en la docencia o en el trabajo disciplinar. Aspectos de su desarrollo profesional deberemos conocer y nuestra responsabilidad es encontrar relaciones con la función del conocimiento matemático. Por eso nos abriremos un poco, de nuestro marco, para entender el origen de la ingeniería y su relación con la matemática para después apreciar la función de ese conocimiento. Trabajos como los de Newton, Cauchy, Fourier, Riemann, Lesbegue, Euler, Lagrange, 8 entre otros nos pueden dar las pautas del conocimiento matemático de la ingeniería, y el nacimiento de instituciones u organismos, como la Escuela Politécnica de Francia y el Real Seminario de Minería (hoy, Facultad de Ingeniería de la UNAM) en México; y su repercusión en Latinoamérica pudieran componer un marco de referencia de la función del conocimiento matemático en la ingeniería (Cantoral, 1990 y 2013; Farfán, 1993 y 2012; Cordero, 1994 y 2003; Del Valle, 2015) Por ejemplo, Farfán (2012) llama la atención sobre el estado permanente que desarrolla Fourier en su trabajo Thèorié Analytique de la Chaleur de 1822, que más tarde se relaciona con el concepto convergencia de cierta serie (trigonométrica) infinita. Fourier describe el comportamiento del fenómeno de propagación del calor en los sólidos, para ello busca lo estable y permanente en el fluir del tiempo. Esto es, la ecuación que gobierna el comportamiento del sistema. En este caso, determinar la ecuación que modela el comportamiento señalado no es lo más significativo, si no encontrar el estado permanente, al cual llegarán por último las temperaturas sin sufrir cambios. La solución matemática al problema es una serie trigonométrica infinita, de la que es necesario determinar sus coeficientes. Como la serie representa un sistema de temperaturas, y éstas no pueden ser infinitas, la convergencia de la serie queda establecida. En todo el desarrollo está presente el referente físico concreto que le permitió iniciar el estudio de la convergencia. Y, más aún, como el estado permanente es único, la solución también lo es, mostrando con ello no solo la convergencia de la serie, sino también, la unicidad de la solución de la ecuación diferencial (Farfán, 2012). En resumen, encontrar el estado estacionario conduce, necesariamente, a la verificación de la convergencia y, por ende, a un estudio de ella. Cordero (2003) destaca que, en los estudios de la variación y el cambio del siglo XVIII, la noción de acumulación con respecto a dos estados lleva a conocer su distribución total temporal. Para ello se busca reconocer el estado local del proceso. Para afirmar lo anterior, se analizaron tres obras “Oeuvres Complètes” de Cauchy (1882), “Ouvres 9 Complètes” de Riemann (1898) y “Leçons sur l’intégration et la recherche des fonctions primitives” de Lebesgue (1922). La integración y el teorema fundamental del cálculo han sido productos de la organización humana, en su concepción se identificaron procedimientos y resignificados en las situaciones de variación y cambio. En esta organización, se observan patrones de construcción y las situaciones que los favorecen. En este caso, ∫ 𝑓𝑓(𝑥𝑥)𝑑𝑑𝑥𝑥 = 𝐹𝐹(𝑏𝑏) − 𝐹𝐹(𝑎𝑎)𝑏𝑏 𝑎𝑎 , es el patrón de construcción de la integración.Además, esta evidencia la funcionalidad del conocimiento matemático, en tanto que está asociado a la noción de acumulación de lo que fluye en una región (que se configura en la ecuación de continuidad de Euler y el teorema de divergencia), propio de los estudios de física e ingeniería de la época (Cordero, 2003). Por ello se le ha asociado un significado a la integral por medio de la noción de acumulación. Como se aprecia en el patrón, la estructura de la significación esta compuesta por la resta y la suma. De este significado se logran matizar dos aspectos de las situaciones de variación continua, denominados acumulación y valor acumulado, respectivamente. La toma del elemento diferencial, que encapsula las fases progresivas de la estructura, permanece invariante ante los contextos de las cantidades que fluyen. Esta invariabilidad conlleva a centrar la atención en el estado de las situaciones de cambio y variación: la noción de acumulación (Cordero, 2003). Cantoral (2013) llama la atención en los mecanismos funcionales que llevan a cabo la relación de las nociones de predicción, propia de las ciencias físicas e ingeniería, y de la analiticidad de las funciones, característica de las matemáticas. La noción de predicción tiene origen en el programa de filosofía de la naturaleza de Newton y que se difunde en la “Philosophiae naturalis principia mathematica” en 1687. La relación particular entre la predicción y el binomio de Newton se evidencia cuando se busca la relación entre 𝑃𝑃 y 𝑃𝑃𝑃𝑃 quienes representan magnitudes variables tales que 𝑃𝑃𝑃𝑃 es menor que 𝑃𝑃. Además 𝑃𝑃 + 𝑃𝑃𝑃𝑃 significa lo mismo que para Leibniz 𝑥𝑥 + 𝑑𝑑𝑥𝑥. Cantoral (2013) afirma que Newton estaba interesado en saber cómo cambia 𝑓𝑓 si 𝑥𝑥 10 cambia un instante al considerar una función del tipo 𝑓𝑓(𝑥𝑥) = 𝑥𝑥 𝑚𝑚 𝑛𝑛 . De aquí infiere que estaba buscando determinar el carácter estable del cambio, le interesaban los cambios instantáneos. Las preguntas y los intereses de Newton obedecen a un programa de la época, que buscaba modelar, anticipar; predecir fenómenos naturales con respaldo matemático. La idea básica consistía en la asunción que, con la predicción de los fenómenos de flujo continuo en la naturaleza, era posible anunciar, anticipar, su estado ulterior. Finalmente, Cantoral (2013) explicita que la predicción se construye socialmente a partir de las vivencias y experiencias cotidianas de los individuos y de los grupos sociales. Pues, usualmente, necesitamos conocer el valor que tomará una magnitud con el paso del tiempo. Del Valle (2015) pone atención a los escenarios históricos que dan cuenta de los marcos funcionales en los que se desarrolla la optimización en la obra de Joseph-Louis Lagrange con su trabajo de los multiplicadores en la “Mécanique Analytique” en 1788. Lagrange, quien contribuyó en diversos campos incluyendo la ingeniería, se interesó por el estudio de cuerpos que orbitan alrededor del sol o alrededor de un planeta y, particularmente, en el método de los multiplicadores, la atención está en abordar problemas de estática. Tal contexto influye en el funcionamiento que Lagrange le otorga al método de los multiplicadores, construyéndolo para lograr una relación mutua entre las fuerzas de los cuerpos. A su vez, la forma que ocupa para lograrlo es incorporando coeficientes indeterminados, que se expresan como multiplicadores (𝜆𝜆, 𝜇𝜇, 𝜈𝜈, etc.) para conseguir dicha relación entre las fuerzas. Por lo analizado en la obra de Lagrange, no hay indicios de que estuviera discutiendo aspectos enfocados a la optimización, pero el mecanismo de identificación de los multiplicadores lleva a este concepto. La resistencia que debe sufrir un cuerpo para estar en equilibrio, es decir, “ese momento de equilibrio” es “lo óptimo” o “el más conveniente”. Es así como surge la necesidad de seleccionar una (o varias) resistencia(s) que le permita(n) lograr la relación mutua con la fuerza que ejerce un cuerpo. Los procedimientos y contextos de significación están ligados dependiendo el uno del otro (Del Valle, 2015). 11 Finalmente, como se muestra en la figura 1, es clara la relación existente entre la matemática y la realidad, ejemplificada en fenómenos de la naturaleza. Y más aún, la matemática que surge es por la necesidad que se tiene por conocer el mundo, la forma como se comportan los objetos de la naturaleza, el deseo de predecir estos comportamientos y de mejorar o afectar sus formas. Figura 1. Relación del conocimiento matemático con fenómenos físicos o naturales (Farfán, 2012; Cantoral, 2013; Cordero, 2003; Del Valle, 2015) Por otro lado, la fundación de instituciones como la École Polytechnique en Francia y el Real Seminario de Minas en México, sin duda, marcaron un momento histórico en el desarrollo de la ingeniería como disciplina, así como de las ciencias; al igual que de su estrecha relación. La École Polytechnique en Francia, fundada en 1794 fue constituida para formar ingenieros más cercanos a la ciencia que a lo artesanal. Sin embargo, antes de la aparición de esa institución ya se formaban a los ingenieros como profesionales. En ese momento la preocupación era formar técnicamente a un grupo de ciudadanos para mejorar los canales interiores navegables y establecer una economía que les permitiera la construcción de obras públicas (Picón, 1994). Así es como en 1747 se crea la l'École royale des ponts et chaussées que finalmente se convertiría en la École des Ponts et Chaussées en 1775 donde se formarán ingenieros para actividades propias como: proyectar, construir y conservar las obras que desempeñarían las funciones que el 12 imperio necesitase. Posterior a la Revolución Francesa se promueve una formación científica, lo que trae a consecuencia la fundación de la École Polytechnique por el matemático e ingeniero Gaspar Monge. De esta manera se gestó la formación del ingeniero moderno, donde la matemática, la física y la química fueron ciencias fundamentales, al igual que sus aplicaciones. Como hasta el día de hoy, la matemática se constituyó como un eje fundamental en la formación del ingeniero (Grattan- Guinness, 2012). Según, Mulder (2010) varias tecnologías claves se crearon mucho tiempo antes de que se formularan los principios científicos que explicaban sus funcionamientos. Un ejemplo, es la invención de las primeras máquinas de vapor, que casi cien años después su explicación científica llevó a lo que hoy se llama principios de la Termodinámica (Pérez-Cruz, 2009). Aquí cobra relevancia, los aspectos funcionales de los que hablaremos en el marco teórico. En la elaboración de estas máquinas, que producían movimiento por medio de vapor, hay una construcción de conocimiento, podríamos decir multidisciplinar, donde las argumentaciones correspondían a aspectos funcionales de la matemática y de la física, debido a que por el interés de elevar agua desde diferentes alturas y bombearla de las minas de carbón, se construyeron máquinas que por la condensación y creación de vacío provocaban efectos mecánicos para las tareas deseadas (Pérez-Cruz, 2009). Es a partir de la Ilustración, que la relación entre ciencia y tecnología se modifica. La tecnología debía desprenderse de las tradiciones de los artesanos. Mulder (2010) cita al francés Condorcet, quien formula la siguiente idea de progreso: “En la ciencia, implicaba una mejor comprensión de las causas de la naturaleza y en la tecnología, implicaba construir más y mejores artefactos para mejorar el dominio humano sobre la naturaleza” (p. 104). La relación de la matemática con la ingeniería es presentada por algunos historiadores como unilateral, es decir, de la matemática a la técnica. En nuestro parecer, esta relación es más bien recíproca. Un ejemplo claro se puede observar con G. Monge, ingeniero innato, quien a temprana edad demostróhabilidades matemáticas, especialmente 13 geométricas. Levantó un plano de la ciudad de Beaune a los 18 años, lo que lo llevó a estudiar en la escuela militar de ingenieros de Mézières, como estudiante para maestro de obra (Villar-Ribera et al., 2008). Ahí resuelve un problema de emplazamiento de una fortificación, llamado de la enfilada. Se buscaba preparar obras para que ninguna parte de ellas estuviera expuesta al fuego directo del enemigo. Tradicionalmente, se necesitaba hacer operaciones aritméticas interminables. Monge por un procedimiento de su invención, donde incluye la representación geométrica, da solución a este problema. Este es el inicio de uno de sus aportes tanto a la ingeniería como a la matemática, pues a través de lo que más tarde se llamará Geometría Descriptiva, resuelve problemas de la ingeniería que redundarían en la matemática. Esta invención se consideró secreto militar por casi quince años, hasta que se publicó cuando era profesor en la Escuela Normal de París (Bell, 1937). Uno de los objetivos de esta geometría era obtener métodos para representar sobre papel objetos de tres dimensiones en dos dimensiones de tal forma que los cuerpos puedan ser determinados rigurosamente y un segundo objetivo era reconocer las formas de los cuerpos a través de una exacta descripción, tanto de sus formas como de sus posiciones respectivas. El sistema de representación se basó en una doble proyección ortogonal, o sistema diédrico (Villar-Ribera et al., 2008). Finalmente, en una exposición con sus colegas de la École Polytechnique, como Lagrange, presentó parte de su obra en la cual sorprendió con la aplicación del Análisis a la Geometría, específicamente de la curvatura de superficies (Bell, 1937). Lo anterior, ejemplifica como antes y después de la creación de una institución con funciones bien claras, se desarrolla el conocimiento ligado a la realidad social y política de la época. Además, da muestra de las formas como la ciencia y técnica o ingeniería se vinculan con ánimos de enfrentar situaciones relevantes para mejorar las condiciones de los humanos. Otro ejemplo bastante claro es el que a continuación se expone. En América se fundó el Real Seminario de Minas el 1º de enero de 1792 con la intención de innovar tecnológicamente la explotación de minerales como el oro. Los españoles, desde su llegada a México, habían utilizado la mano de obra de los esclavos, algunas herramientas de hierro y la pólvora negra como medios de producción (Ramos-Lara y 14 Saldaña, 2000) y se vio la necesidad de que la ciencia apoyara esta actividad, de tal forma que coadyuvase a resolver grandes problemas que se habían suscitado en la minería novohispana (Morán-Moguel, C.A., 2010). El Real Seminario de Minas (RSM), después Colegio Nacional de Minería, se fue transformando según las conveniencias políticas y los momentos históricos hasta llegar a ser la Escuela Nacional de Ingenieros. Pasó de ser Colegio Nacional de Minería, a convertirse en un establecimiento de Ciencias Físicas y Matemáticas, Instituto de Ciencias Naturales, Escuela Imperial de Minas, Escuela Politécnica y Escuela Especial de Ingenieros (Ramos-Lara y Saldaña, 2000). Antes de la fundación del RSM los novohispanos ya habían formado una comunidad científica con rasgos culturales propios, quienes de manera autodidacta se formaron para introducir, difundir e institucionalizar la ciencia moderna. De igual forma, en la parte técnica, se había avanzado en la construcción de artefactos para mejorar la producción de la minería. Hasta el siglo XVIII se inicia una relación estrecha entre técnica y ciencia, que se habían desarrollado de manera aislada. Por ejemplo, Ramos- Lara y Saldaña (2000), afirman que, en la obra de Sáenz de Escobar, se observa cómo procuraba, mediante el uso de la geometría, resolver problemas de minas, aguas y tierras. D’Ambrosio, Dauben y Hunger-Parshall (2013) también comentan que Francisco Jabier Gamboa en 1761 publica un libro donde muestra importantes esfuerzos para la urbanización, y revela un desarrollo especial de matemáticas aplicadas estimulada por los problemas de desarrollo tecnológico del país “Geometría Subterraneous”, convirtiéndose en un tema importante para la ciencia mexicana, pero no único, pues en Europa ya se había avanzado al respecto. Así mismo, el interés de los novohispanos por innovar y cultivar las ciencias los llevó a formular una propuesta para constituir un colegio que formara tanto a interesados en la ciencia misma como en peritos facultativos que innovaran en los métodos de laboreo y beneficio de los metales aplicando los conocimientos científicos (Ramos-Lara y Saldaña, 2000). 15 El español Fausto de Elhuyar, fue uno de los más influyentes en la formación en las artes y técnicas en la Nueva España. Él había realizado estudios sobre minería en diferentes países de Europa como Francia y Alemania. Para 1792 se funda el RSM e inicia con profesores de matemáticas, física experimental, química y mineralogía, todos ellos europeos. En este seminario, también se dio por primera vez un curso de cálculo diferencial e integral (Ramos-Lara y Saldaña, 2000). Sin duda, toda la formación de futuros ingenieros (que hasta ese entonces no eran llamados como tales) estaba influenciada por las escuelas europeas y por la necesidad de seguir explotando los minerales existentes en la región. El texto de matemáticas con el cual se trabajaba era Principios de Matemáticas de Benito Bails (4 volúmenes) que se basa en obras como las de L’Hospital, M. Des Bongainville y Bezout y según López-García (1998) aunque no cita a D’Alembert, Clairut, Bernoulli y Euler, manifiesta conocerlos. Después de titulados los estudiantes, se dirigían a laborar en los Reales de Minas que existían en la colonia. Un dato relevante y que da muestras de cómo los programas institucionales se fueron construyendo con base en las necesidades y realidades de la época, es el inicio de la explotación de minas de hierro. Elhuyar construye bombas para desaguar las minas, en tanto que las traídas de Europa no se acondicionaron a las necesidades locales, para ello era necesario grandes cantidades de hierro. Así, se estableció una fábrica de hierro, que estuvo asesorada por profesores de física del mismo RSM. Por otro lado, en las primeras manifestaciones del movimiento de independencia, el Real Tribunal de Minería encargado del presupuesto del RSM, decidió apoyar a la corona española y se inició, dentro de la institución, la construcción de cañones de artillería y obuses montados con sus respectivos juegos de armas (Ramos-Lara y Saldaña, 2000). Otro ejemplo más, aunque anterior al RSM, pero que abonó a su constitución, fue el desarrollo científico de Don Diego de Guadalaxara y Tello (activo desde 1750 y 1800). Fue un perito experto y constructor de instrumentos para la explotación minera. Según Cházaro (2011) él como el resto de sus contemporáneos era experto en astronomía y matemáticas impuras de su tiempo (seguramente denominado así, por el carácter práctico del uso de la matemática). Fue profesor de matemáticas, perito de examen (también en el recién creado RSM) y evaluaciones de planos y terrenos, conocía de 16 aritmética, geometría y dibujo; experto en el uso y reparación de diferentes instrumentos de medición. Para Cházaro (2011) “sus preguntas no se dirigían a explicar la naturaleza o dar con las causas de lo natural; sus intereses por las matemáticas eran los mismos que tenían sus artífices: medir terrenos para calcular tiros de minas, evitar derrumbes y desaguarlas” (p. 745). En todo caso, la matemática que desarrolló fue desde el hacer en la minería. Finalmente, lo que se ilustra de esta época, antes de la constitución del RSM es la necesidad del cientificismo en el campo de la minería, para lo cual, los académicos novohispanos fueron autodidáctasy difundieron e institucionalizaron los conocimientos científicos de matemáticas, física, química y mineralogía que a su vez ponían en práctica en los reales de minas. Después de 1792, la propia institución parte de constituir una de las bibliotecas mas grandes de la época y de construir elementos didácticos (libros, laboratorios e instrumentos) para la práctica pedagógica y laboral. Lo anterior nos brinda cierta información que vislumbra aspectos de que el desarrollo de la obra matemática parece, va acompañada de los programas disciplinares de la época. La Escuela Politécnica y el Real Seminario de Minas son la expresión de sendos programas propios de las comunidades de conocimiento, donde suceden reciprocidades entre la matemática y las realidades; categorías de conocimiento íntimas de esas comunidades que más tarde se convierten en jergas disciplinares; y localidades que expresan los movimientos sociales y políticos, como la guerra y la industria. Estos programas son sistemas que favorecen la funcionalidad del conocimiento matemático, suceden pluralidades, transversalidades y la consideración del otro. Es importante resaltar que el conocimiento se desarrolla en lo situacional. Son las situaciones en las que el individuo se encuentra inmerso, las que provocan la emergencia de categorías de conocimiento propias de sus prácticas. Tal vez por ello la conveniencia de estudiar el conocimiento matemático desde su construcción social, donde la actividad humana juega un papel relevante y no solamente la actividad matemática. 17 1.1.3. La Matemática Escolar en la formación de ingenieros La matemática escolar posee un estatus y una función definidos en la formación del ingeniero. Como se hizo ver en la sección anterior, la matemática ha estado íntimamente relacionada con la génesis de la ingeniería. Sin duda, desde la constitución de la École Polytechnique en Francia y de la Real Escuela de Minas en México, las ciencias, en general, y la matemática, en particular, han sido ejes fundamentales en la formación de los ingenieros. Pero ¿qué estatus tiene, hoy día, la matemática escolar en la formación del ingeniero? y ¿cómo ha afectado la mirada de la ingeniería como disciplina? Tal vez por la relación que existe en el desarrollo de la matemática y la ingeniería, los programas de estudio han considerado que en la formación inicial del ingeniero se proporcione el conocimiento básico o fundamental que será aplicado o que permitirá el desarrollo de conocimiento ingenieril. Según Cajas (2009) los programas curriculares propuestos, desde una mirada de la ingeniería como ciencia aplicada, se organizan como se muestra en la figura 2. Figura 2. Organización de los Programas de Estudio en la formación del ingeniero desde una mirada de la ingeniería como una ciencia aplicada (Cajas, 2009) Así, el ingeniero en su formación transita por estos tres grupos durante sus años de estudio. Esta organización se puede observar en diferentes planes de estudio. Un ejemplo es el que se muestra en la Figura 3, de la Licenciatura en Ingeniería Eléctrica Electrónica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de México (UNAM). Como lo señala la nomenclatura, las asignaturas que se resaltan con color amarillo corresponden a las ciencias básicas. Ahí se organizan las matemáticas, la física y la química; en color celeste las ciencias de la ingeniería y en azul ingeniería aplicada. De igual forma se observa la ruta que relaciona las asignaturas de cada grupo, mostrando Ciencias Básicas Ciencias de la Ingeniería Cursos Profesionales 18 la secuenciación en la que se ha organizado el conocimiento y la que el estudiante debe seguir. Así mismo, en la figura 4, se puede observar el programa de estudios de la Licenciatura en Ingeniería Biónica. En este caso, han secuenciado las asignaturas organizándolas en cinco niveles. Los niveles I y II conforman, en parte, las denominadas ciencias básicas; el nivel III las ciencias de la ingeniería y el IV y V los cursos profesionales. Esta organización y secuenciación del conocimiento responde a una tradición y forma de ver a la ingeniería como una ciencia que aplica el conocimiento de la Física, la Matemática, la Biología y la Química (Cajas, 2009). Por ello, se requiere primero conocer la matemática para después aplicarla en los diferentes problemas que se resuelven en cada ingeniería en específico. Más aún, no se problematiza la matemática escolar desde las necesidades propias de cada disciplina (más adelante se ejemplificará con un conocimiento específico). La matemática que se imparte no distingue en las especificidades de cada una de las carreras o licenciaturas en ingeniería (Cajas, 2001). Por otro lado, autores como Romo-Vázquez (2014) muestran, durante el desarrollo de la ingeniería, la existencia de una tensión entre la ciencia y la práctica. El conocimiento que se produce en el hacer de esas matemáticas es devaluado justo por la práctica (Cházaro, 2011). Se asume que el conocimiento producido desde el hacer no tiene el mismo carácter del conocimiento científico, tal vez por ello se requiere de las ciencias básicas para proveerle de una lógica razonada al conocimiento producido desde las prácticas de la ingeniería. 19 Figura 3. Plan de estudios de la licenciatura en Ingeniería Eléctrico Electrónica de la Faculta d de Ingeniería (UNAM, 2014) 20 Figura 4. Programa de estudios de la Licenciatura en Ingeniería Biónica del Instituto Politécnico Nacional (IPN, sf) 21 Finalmente, el estatus de la matemática escolar en la formación del ingeniero es el de un conocimiento fundamental para la ingeniería y que requiere ser aprendida para el desarrollo, tanto científico como técnico, de la tecnología y en particular de la ingeniería. Con respecto a la función de la matemática escolar, en el ICMI 3 (Howson, Kahane, Lauginie & Turckheim 1988) se planteó que la enseñanza de la matemática era un servicio para la ingeniería, la biología, la física, la economía entre otras. Esta idea se extendió al concepto de la matemática como una disciplina de servicio. De hecho, se afirma que el servicio dado a algunas ingenierías es visto como una labor menor, en tanto que es suficiente con dar a conocer a los estudiantes las técnicas, herramientas y estrategias para resolver problemas de matemáticas y no con el rigor que se requiere en otras disciplinas científicas. Esta etiqueta asignada a la matemática escolar, donde lo importante es proveer de herramientas básicas de la matemática para aplicarlas en la resolución de problemas propios de la ingeniería ha permeado la educación de la matemática. En nuestro caso, desde la Teoría Socioepistemológica, reconocemos que la matemática escolar transita por una dualidad más que por una confrontación. Asumimos que en el desarrollo e innovación de técnicas (ya sea a partir de la ciencia, con su apoyo o sin ella) hay construcción de conocimiento matemático, seguramente no de la forma que la actividad matemática exige, pero sí, un conocimiento funcional que comprende significaciones, argumentaciones y procedimientos propios de la ingeniería. Por ejemplo, Cházaro (2011) muestra cómo los intelectuales del siglo XVIII en la Nueva España (hoy México) elaboraban instrumentos para medir grandes distancias y explotar las minas, desde un interés práctico, tomando los conocimientos de la ciencia con una mirada funcional y no desde el formato científico. La naturaleza dual de la matemática escolar consiste en entender que hay escenarios donde la matemática es el objeto de estudio y otros donde no lo es. Es decir, la matemática escolar trata a la matemática como objeto de estudio, pero en otros dominios es un instrumento (Cordero, 2016a). Existen profesionales usuarios del 22 conocimiento matemático, no son matemáticos y usan la matemática, pero no
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