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TRABAJO FINAL INTEGRADOR DE LA ESPECIALIZACIÓN EN HISTORIA MILITAR CONTEMPORÁNEA Título: "La Guerra de Afganistán (1979 – 1989) en el marco geopolítico de la Guerra Fría" Que para acceder al Título de Especialista en Historia Militar Contemporánea presenta el alumno ANIBAL EXEQUIEL RODRIGUEZ Lugar y Fecha: CABA, de noviembre de 2019. Sede Educativa Escuela Supe.rior de Guerra “Tte Grl Luis María Campos” RESUMEN La intervención soviética en la Guerra de Afganistán entre los años 1979 y 1989 se daría en un contexto geopolítico global donde los intereses de diferentes actores se conjugaban en una dinámica de adhesión a un esquema de relaciones de carácter bipolar. Las superpotencias hegemónicas representadas por EEUU y la URSS regían el orden internacional a través de diferentes períodos de tensión / distención en los cuales el mundo en su totalidad era considerado un Teatro de Operaciones. El presente trabajo profundiza el estudio del tema sobre la base de tres ejes principales relacionados con la política internacional, el pensamiento militar y el escenario geopolítico en el cual se desarrolló el conflicto. El abordaje de aspectos de carácter histórico y otros relacionados con las características de la población afgana, permiten a su vez, visualizar diferentes factores que incidirían no solo en los momentos previos a la guerra, sino también durante su desarrollo y desenlace. La invasión soviética a Afganistán, marcaría un antes y un después en del período conocido como Guerra Fría. La naturaleza del conflicto pondría en jaque el pensamiento militar de la época en un contexto en el cual la estrategia de desgaste planteada por el Movimiento de Resistencia Afgano, se impondría sobre el poderío militar de una de las potencias hegemónicas. Afganistán significaría un problema sin solución, teniendo en cuenta las característica de la lucha planteada por la insurgencia, la intervención indirecta de otros Estados, la prolongación de las acciones en el tiempo y la crisis política / económica / social que debería afrontar la URSS en su marco interno, a partir de los primeros años de la década del 80. El propósito del presente trabajo de investigación es establecer por qué la URSS a pesar de ser una de las dos grandes superpotencias globales no pudo obtener la victoria, analizando para ello, diferentes variables militares y geopolíticas que incidieron de manera directa e indirecta en el resultado de las acciones de la Guerra de Afganistán entre los años 1979 y 1989. El desarrollo de los diferentes capítulos permite la observancia detallada de aspectos puntuales que condicionaron el empleo del instrumento militar y la consecución de los intereses soviéticos en Afganistán, pudiendo determinarse de qué manera estos hechos marcarían el inicio de un proceso de cambio que redefiniría el esquema de poder vigente hasta ese momento. PALABRAS CLAVES: Geopolítica – Guerra Fría – Resistencia – Intereses. i ÍNDICE DE CONTENIDOS INTRODUCCIÓN 1 CAPÍTULO I: Características e implicancias del conflicto. Descripción geográfica de Afganistán……………………………………………. 6 Conformación étnica y particularidades de la población afgana………………. 8 Enfoque histórico del conflicto…………………………………………………… 10 Afganistán y los inicios de su configuración política……………………………. 10 La instauración de la República y el preludio del Afganistán comunista……... 12 La República Democrática de Afganistán como paso previo de la intervención soviética directa……………………………………………………………………. 13 La invasión soviética y el inicio de la guerra de Afganistán……………………. 15 Breve análisis de las variables más relevantes del conflicto……………………. 16 Conclusiones parciales……………………………………………………………. 18 CAPÍTULO II: El desarrollo de la guerra y su impacto en el pensamiento militar. El despliegue soviético en Afganistán con posterioridad a la invasión y su concepción operacional inicial……………………………………………………. 20 La configuración del Movimiento de Resistencia Afgano (MRA) y la evolución de su concepto de empleo……………………………………………… 22 La naturaleza del conflicto y la necesidad de adaptación del instrumento militar………………………………………………………………………………. 25 El pensamiento militar clásico y la guerra de Afganistán………………………. 27 Postulados de Clausewitz y su relación con el conflicto…………………………… 27 De la naturaleza objetiva y subjetiva de la guerra…………………………………… 27 La guerra y su relación con el enfoque trinitario Clausewitziano………………….... 28 Pensadores contemporáneos, sus divergencias con el enfoque clausewitziano y una posible relación con la guerra de Afganistán……………………………………….. 29 De la articulación fines – modos – medios y su aplicación en la guerra de Afganistán………………………………………………………………………….. 31 El enfoque soviético………………………………………………………………... 33 La respuesta afgana…………………………………………………………………. 33 Conclusiones parciales…………………………………………………………….. 33 ii CAPÍTULO III: El fin de la guerra y su impacto. Incidencia de la historia y la geopolítica en la configuración del escenario en Afganistán………………………………………………………………………….. 36 El marco geopolítico de la Guerra Fría y la dinámica de intereses contrapuestos en la Guerra de Afganistán………………………………………. 37 Las pretensiones de la campaña soviética en Afganistán como punto de partida del fracaso en la guerra………………………………………………….. 39 El preludio de la salida soviética de Afganistán…………………………………. 40 El último esfuerzo por obtener la victoria………………………………………….. 40 El camino hacia la afganización y la necesidad de finalizar la guerra……………... 41 Los acuerdos de Ginebra, la retirada soviética y la caída del gobierno comunista afgano………………………………………………………………….. 42 El camino hacia la disolución de la URSS y los nuevos interrogantes a escala global……………………………………………………………………………...... 43 La llegada de Gorbachov al poder………………………………………………….. 43 El significado del fin de la intervención soviética en Afganistán………………….. 45 El nuevo orden y un futuro incierto………………………………………………… 46 Conclusiones parciales…………………………………………………………….. 47 CONCLUSIONES GENERALES Conclusiones finales……………………………………………………………….. 49 Aporte profesional………………………………………………………………… 51 BIBLIOGRAFÍA 52 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1: Ubicación geográfica de Afganistán (División Política actual de la región)…………………………………………………………………………......... 6 Figura 2: Mapa físico de Afganistán (Macizo del Hindu Kush)…………………… 7 Figura 3: Distribución de los diversos grupos étnicos en Afganistán……………… 8 Figura 4: Cuadro con la composición étnica afgana (Grupos predominantes)…… 9 Figura 5: Cuadro de análisis descriptivo de las variables intervinientes en el conflicto…………………………………………………………………………….. 17 Figura 6: Disposición de tropas soviéticas…………………………………………. 21 Figura 7: Desarrollo del Movimiento de Resistencia Afgano (MRA)……………... 23 Figura 8: Características principales del MRA……………………………………... 24 iii Figura 9: Caracterización de las etapas de adaptación del instrumento militar soviético durante el transcurso de la guerra………………………………………… 26 Figura 10: Relación trinidad objetiva y subjetiva de la guerra……………………... 28 Figura 11: Diferencias de enfoques teóricos / filosóficos sobre el fenómeno de la guerra……………………………………………………………………………….. 30 Figura 12: Los modelos estratégicos y la relación medios / fines / libertad de acción………………………………………………………………………………. 32 Figura 13: Implicancias de las formas y modos de la estrategia…………………… 32 Figura 14: Configuración del “orden mundial bipolar” a escala global……………. 37 Figura 15: Caracterización de actores………………………………………………. 38 Figura 16: Breve análisis descriptivo de los Acuerdos de Ginebra………………… 42 Figura 17: Distensión EEUU – URSS……………………………………………… 44 1 Introducción.La guerra de Afganistán (1979 – 1989) significó un conflicto bisagra en el marco de la Guerra Fría, al punto tal que condicionaría seriamente las intenciones de la URSS de seguir manteniendo la disputa con EEUU por la supremacía a nivel global. El abordaje de materias como geopolítica, pensamiento militar y política internacional contemporánea durante el cursado de la especialización, posibilita la identificación / empleo de diferentes herramientas para el análisis integral de este conflicto, caracterizado por la existencia de múltiples aspectos vinculados entre sí que dieron forma, no solo a la Guerra Fría como fenómeno contemporáneo, sino también a la morfología / evolución de los conflictos armados y el impacto que estos tuvieron en la dinámica y configuración del orden internacional. La URSS como una de las potencias hegemónicas de un mundo bipolar, intervino en Afganistán, respondiendo no solo a intereses geopolíticos, sino también a otros de caracteres ideológicos, económicos e incluso históricos. La gran maquinaria bélica soviética, debió adaptarse a una nueva forma de hacer la guerra, contra un enemigo que se resistía tenazmente a ser doblegado. En este proceso, y más allá de los esfuerzos humanos y materiales, la URSS se vería obligada a retirar sus tropas, lo que materializaría una derrota con consecuencias irremediables. El presente trabajo de investigación establece como interrogante general ¿Por qué la URSS siendo una de las dos grandes superpotencias globales no pudo obtener la victoria en la guerra de Afganistán?, teniendo como objetivo el de analizar las variables militares y geopolíticas que incidieron en el resultado de las acciones de la Guerra de Afganistán desarrollada entre los años 1979 y 1989. A su vez se plantean una serie de interrogantes derivados, tendientes a profundizar sobre causas, desarrollo y consecuencias del conflicto, sustentando este proceso en un marco académico / conceptual determinado, para poder arribar a conclusiones claras y debidamente fundamentadas. El primero de estos interrogantes, ¿Cómo influyeron el contexto político internacional y el factor psicosocial en la génesis, desarrollo y finalización del conflicto?, tiene como objetivo identificar los aspectos de carácter geográfico, político y psicosocial que condicionaron la génesis, evolución y desenlace del mismo. El siguiente interrogante, ¿De qué manera influyeron las tácticas y procedimientos empleados por la resistencia afgana en la evolución del pensamiento militar tendiente a contrarrestar sus efectos por parte de Fuerzas Armadas de carácter convencional?, tiene como objetivo establecer relaciones e implicancias de la articulación fines – modos – medios en el desarrollo de las acciones militares y su impacto en la evolución del pensamiento militar contemporáneo. El último interrogante, ¿Cómo influyó el resultado del conflicto en el desenlace del período conocido como Guerra Fría?, tiene como objetivo caracterizar el fracaso soviético en Afganistán considerando el impacto que tuvo en su marco interno y en la reconfiguración del sistema internacional. 2 Considerando los aspectos más salientes del marco teórico, desde el punto de vista histórico, la Guerra de Afganistán (1979 – 1989) se desarrolló en el marco de la etapa final del período conocido como Guerra Fría, caracterizándose por la existencia de múltiples factores dinamizadores tales como políticos, socioculturales, económicos e ideológicos, en un contexto de marcada bipolaridad que caracterizaba al mundo y en donde la intervención de diferentes actores de manera directa e indirecta terminarían incidiendo en el resultado definitivo de la guerra. Este período histórico contemporáneo, ha sido uno de los más estudiados, considerando no solo su dinámica y evolución, sino también el grado de complejidad que significó en el marco de las relaciones entre las dos grandes superpotencias representadas por EEUU y la URSS. Si bien es cierto que la multiplicidad de factores intervinientes en este período fueron sumamente variados e interdependientes (y no siempre de fácil identificación), se pueden establecer una serie de rasgos distintivos que lo caracterizaron, como punto de partida para efectuar un análisis integral y una adecuada interpretación del tema abordado. En consonancia con lo mencionado en los párrafos anteriores, el marco histórico de referencia y las características particulares del conflicto, se pueden establecer una serie de variables relevantes a ser consideradas al momento de abordar la presente investigación: - Preexistencia de un enfrentamiento multidimensional que parte de una fuerte contraposición de carácter ideológica que lleva a la polarización de todos los asuntos a nivel global. - Imposibilidad de aplicación de teorías relacionadas con la CONTECIÓN de uno u otro actor hegemónico. - Existencia de diferentes momentos de TENSIÓN y DISTENSIÓN a lo largo de todo el período conocido como Guerra Fría. - Enfrentamientos latentes y efectivos de mayor o menor intensidad en el marco de todos los factores de poder (Político, Económico, Científico – Tecnológico, Psicosocial y Militar). - Existencia de la amenaza nuclear permanente como herramienta de disuasión. - Promoción, evolución y dinámica permanente del conflicto considerando sus diferentes estadios de TENSIÓN – CRISIS – GUERRA en distintos escenarios y con los más diversos actores. - Permanente reformulación del ciclo estratégico adecuando la relación FINES – MODOS – MEDIOS para la obtención de los propios intereses por parte de las superpotencias, las cuales se encontraban en disputa por la supremacía a escala global. - Adopción de diferentes opciones estratégicas ya sean estas de carácter DIRECTO o INDIRECTO en la búsqueda de obtener ventajas comparativas de uno sobre otro. 3 - Gran esfuerzo económico sostenido en el tiempo, en pos de la adecuación de sus recursos científico – tecnológicos y militares que les permitieran mantener una ventaja o al menos el equilibrio de poder. El estudio del conflicto en sí, hace necesario un enfoque integral para poder apreciar y valorizar aspectos relacionados no solo con el período y los hechos históricos que lo caracterizaron, sino también con el marco político internacional en el cual se desarrolló, las visiones e implicancias geopolíticas que lo distinguieron y la forma en la cual se hizo la guerra de acuerdo a la interpretación del pensamiento militar de la época y el impacto que esta tendría en las concepciones futuras. A tales efectos y en la búsqueda de establecer un adecuado marco teórico para su análisis, el presente trabajo se encuentra estructurado sobre la base de tres capítulos que tienen como ejes de análisis la política internacional contemporánea, el pensamiento militar y la geopolítica respectivamente. Esta organización de tipo metodológica / conceptual facilita la determinación de una serie de aspectos iniciales relacionados con el marco teórico de referencia que podrían ser resumidos de la siguiente manera: - Desarrollo de la guerra de Afganistán en un marco geopolítico global caracterizado por la existencia de un enfrentamiento generalizado donde intervienen diversos aspectos generales y particulares a ser considerados, no solo en el ámbito militar, sino también en los órdenes políticos, económicos, ideológicos e históricos. - Incidencia de las características de la población tanto rusa como afgana que fueron determinantes en la evolución y desarrollo de las acciones durante la guerra. - Intereses contrapuestos de las potencias hegemónicas en la región, búsqueda del equilibrio de poder, dinámica y evolución en el marco de un mundo bipolar. - Antecedentes históricosy contraposición de intereses en Afganistán como punto de partida para la configuración inicial del conflicto que marcarían las implicancias históricas de su desenlace. - Ambiente geográfico particular, características del pueblo afgano y su comportamiento durante el conflicto, como factores determinantes para el desenlace de la guerra. - Limitaciones del pensamiento militar soviético de la época para interpretar la naturaleza del conflicto como condicionante fundamental de las acciones en el campo de combate. - Gravitación del accionar Muyahidín durante la guerra, permitiendo la configuración del movimiento de resistencia afgano con la consecuente adopción de tácticas acordes a la evolución de las acciones, para contrarrestar una clara desventaja de la capacidad del poder de combate relativo considerando su oponente. - Incapacidad soviética de revertir los resultados adversos que significaron la falta de victorias decisivas en el campo táctico, con la consecuente pérdida de fe en la causa por la cual se luchaba por parte de gran parte de sus tropas. 4 - Apoyo del movimiento de resistencia afgano recibido por parte no solo de EEUU como potencia hegemónica en oposición a la URSS, sino también de países limítrofes que se identificaban étnica y/o religiosamente oponiéndose a la ocupación soviética de Afganistán. De acuerdo a los ejes antes mencionados y los puntos precedentes, para poder converger en los aspectos más relevantes dentro de cada área, se han determinado las siguientes ideas centrales: - Referido a la Política Internacional Contemporánea: La Guerra Fría como período paradigmático histórico comprendido entre la finalización de la II GM y la disolución de la URSS, constituye una de las etapas de mayor relevancia para el estudio, análisis e interpretación no solo en materia de Política Internacional, sino también en lo referente a la génesis y evolución de los diferentes conflictos que se desarrollaron en el mundo, de los cuales Afganistán fue uno de ellos. Desde la perspectiva de la Política Internacional, la Guerra de Afganistán en el período que va desde 1979 a 1989, permite visualizar como las dos superpotencias que lideraban los dos bloques antagónicos participaron de manera directa e indirecta en función de sus propios intereses articulando FINES – MODOS – MEDIOS mediante el empleo de sus diferentes factores de poder (político, económico, social, científico – tecnológico y militar) como elementos dinamizadores más allá del fenómeno único y singular que significa la guerra en sí. - Referido al pensamiento militar contemporáneo: Las características cambiantes de la guerra como “acto político y social” que materializa el enfrentamiento físico y violento entre dos entes que representan intereses enfrentados, ha sido analizado y estudiado a lo largo de la historia buscando no solo su interpretación, sino también su caracterización y tipificación acorde a la realidad témporo – espacial donde se desarrollaron o desarrollan. La Guerra de Afganistán (1979 – 1989) desde el Pensamiento Militar, permite el análisis desde bases de razonamiento sólidas desarrolladas a lo largo de la historia pudiendo identificar no solo las características del enfrentamiento en sí, sino también, poder ver como interactuaron diferentes elementos en el marco de la contraposición de voluntades, pudiendo verse reflejados a su vez distintos componentes que van desde el enfrentamiento convencional hasta el no convencional entremezclándose una serie de características relacionadas con el empleo de tropas regulares e irregulares de acuerdo a como se focalice el análisis. - Referido a la Geopolítica: La geopolítica constituye la ciencia que partiendo desde el Estado estudia la interacción de diferentes factores (algunos de naturaleza variable y otros más estables) permitiendo obtener conclusiones de interés que guían no solo la política interior y exterior sino también medidas relacionadas con la defensa y las posibilidades de proyección de poder. La Guerra de Afganistán (1979 – 1989) permite interpretar y relacionar el esquema de relaciones de poder relacionados con la COOPERACION – COMPETENCIA – CONFLICTO en el cual se encuadra. A partir de este esquema es posible realizar una aproximación hacia el rol que desempeñaron las superpotencias respondiendo a sus 5 respectivos intereses y considerando sus propias visiones geopolíticas globales, en las cuales la dinámica del equilibrio de fuerzas a través del patrocinio de conflictos en terceros Estados, era parte de la estrategia indirecta adoptada con posteridad a la “Crisis de los Misiles”. La relevancia del presente trabajo de investigación para el estudio de la Especialización en Historia Militar Contemporánea, está ligada a la posibilidad de investigar para dar respuesta a los diferentes interrogantes planteados, a través de la integración de muchos de los aspectos desarrollados durante el año académico, lo que requiere agudeza en el análisis de conceptos para interpretar los hechos en el marco de un proceso mayor, pudiendo obtenerse de esta manera conclusiones de interés para su explotación y/o ampliación futura. 6 Capítulo I: Características e implicancias del conflicto. Desarrollo. La Guerra de Afganistán conjugó una serie de factores de diferente índole que condicionaron sensiblemente el accionar de las fuerzas soviéticas, tal es así que sus capacidades en términos de poder de combate relativo, se verían limitadas por aspectos relacionados no solo con la geografía del país, sino también por otros de carácter históricos, culturales, políticos y psicosociales. El desarrollo de las acciones, sumado a la dinámica de agentes internos y externos que influyeron durante el conflicto, marcarían no solo su génesis, sino también su evolución y desenlace. El presente capítulo tiene por finalidad identificar los aspectos de carácter geográfico, político y psicosocial que condicionaron la génesis, evolución y desenlace del conflicto. Descripción geográfica de Afganistán. Afganistán ocupa un territorio en el centro de lo que se conoce como Asia Central, con una superficie aproximada de 657.000 Km, constituyendo una región mediterránea, ya que carece de salida al mar. Limita al Sur y al Este con Pakistán, al Oeste con Irán, al Norte (en el momento del conflicto) con la URSS (tras su desmembramiento se han constituido las Repúblicas de Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán) y al Noreste con la República Popular China en el extremo del denominado corredor del Wakhan. Fuente: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP – Recuperado de http://carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-3/mapas/iran-y-afganistan/view Figura 1: Ubicación geográfica de Afganistán (División Política actual de la región). 7 Desde en noreste hacia el suroeste se destaca el macizo del Hindu Kush, el cual posee más de 100 picos que superan los 6000 metros de altura, condicionando el acceso desde el Norte hacia el Sur. En términos prácticos, el país se encuentra dividido en dos, desde las montañas hacia el Norte se extiende una meseta grande hasta la frontera que existía entre Afganistán y la URSS al momento de desarrollarse el conflicto. Al Sur y al Oeste del macizo existen valles empinados y parcialmente fértiles, a través de los cuales fluyen ríos de deshielo provenientes de las montañas. En el Sur predominan bancos de sal y al igual que en el Asia Central, la irrigación constituye un tema central para la producción agrícola. Al momento del conflicto,Afganistán no contaba con ferrocarriles y solo poseía 3200 kilómetros de caminos asfaltados, la mayoría de los cuales habían sido construidos en los años 50 con el apoyo inicial de los EEUU y posteriormente de la URSS. Durante el invierno, el pasaje de un lado u otro del macizo montañoso resulta bastante dificultoso, existiendo escasos pasos, dentro de los cuales se destaca el túnel de Salang construido en 1960 con apoyo soviético y que une a la capital Kabul con el Norte del país. El país tiene un clima continental extremo, con veranos calurosos e inviernos fríos, debido a sus grandes extensiones montañosas, presentando a su vez una gran amplitud térmica entre Fuente: Mundo Hispánico – Recuperado de http://hispanopress.blogspot.com/2015/04/afganistan-mapas-geograficos-de.html Figura 2: Mapa físico de Afganistán (Macizo del Hindu Kush). 8 el día y la noche. Las precipitaciones son escasas, lo que genera zonas desérticas o semidesérticas a excepción de los valles mencionados en los párrafos anteriores. Por estas razones, gran parte del país sufre sequía y la disponibilidad de agua está limitada. Conformación étnica y particularidades de la población afgana. Para entender el complejo panorama de Afganistán y por qué ha resultado extremadamente difícil alcanzar la estabilidad en la región, es necesario mirar su pasado y examinar tanto su población como su cultura. En 1858 el Imperio Británico estableció la India británica, el Raj británico. Temiendo una posible expansión de Rusia hacia India, la corona británica decidió en 1893 crear un Estado „tapón‟: Afganistán, el que serviría para frenar el posible avance del Imperio Romanov hacia el mar Arábigo e Índico. Estableciendo como solución la conformación de una frontera entre el Raj británico y Afganistán se firmó el acuerdo que estableció la Línea Durand (en el año 1893), creando una frontera que le quitó más del 50% del territorio a Afganistán, territorio que hoy es la mitad de Pakistán y que dejó a la nación sin salida al mar; además de separar a varias culturas y tribus, una de ellas los pastunes. Décadas de lucha han transformado a Afganistán en un país conformado por numerosos grupos étnicos cuya amalgama en torno a parámetros relacionados con los Estados modernos, siempre ha resultado compleja. Fuente: BBC Mundo – Recuperado de http://www.bbc.co.uk/spanish/especiales/mapa_etnico/default.stm Figura 3: Distribución de los diversos grupos étnicos en Afganistán. 9 Hacia el año 1978 la población afgana estaba entre los 14 y 17 millones de habitantes, de los cuales casi el 80% vivía en ámbitos rurales, existiendo en términos generales cuatro grupos étnicos mayoritarios que se presentan en el siguiente cuadro: Grupo étnico Porcentaje Ubicación General Pashtunes 42 Valles del Oeste y Sur del país Tajikos 27 Centro y Nordeste del país Uzbekos 9 Norte Hazaras 9 Centro montañoso Otros 13 Dispersos en varias zonas Más allá de las diferentes etnias, existen centenares de tribus que no reconocen a la autoridad de turno, sino que solo responden a la familia o al clan, dificultando aún más la gobernabilidad del país. Los pastunes como etnia mayoritaria, podrían tipificarse como una nación sin Estado, que componen más del 40% de la población de Afganistán y una parte significativa de la población pakistaní. Quienes optaron por subestimar a los pastunes y sus creencias a lo largo de la historia, han cometido un grave error, tanto o mayor que los que pensaron que se podía ignorar la intrincada geografía afgana, un país aislado por sus macizos montañosos y con acceso remoto (Baños, 2017). Como característica fundamental el pueblo pastún suele ser fiel únicamente al código no escrito del Pastunwali, el que representa un estilo de vida compuesto por tres pilares fundamentales: El melmastia. Deber a la hospitalidad y protección para el huésped con independencia de la raza, la religión o la nacionalidad del invitado. El nanawati. Que consiste en proporcionar asilo y santuario al fugitivo. El badal. Que se basa en la reciprocidad, la justicia y la venganza sin restricciones de tiempo ante cualquier insulto, robo, ofensa personal a la familia o ante la muerte de algún ser querido. El fundamentalismo musulmán es en general muy fuerte y los líderes religiosos desempeñan un papel muy importante en el seno de las sociedades tribales, tal es así que su influjo ha sido de vital importancia en la formación del movimiento de resistencia que se iniciaría como reacción a la toma del poder por parte de los comunistas a partir de mayo de 1978. El carácter social y político de Afganistán, se ha presentado por espacio de siglos, obstinado, desafiante, ensimismado e inconscientemente hostil a todo lo proveniente del Figura 4: Cuadro con la composición étnica afgana (Grupos predominantes). Fuente: Tesis “La Guerra de Resistencia y el Factor Psicosocial” – (Agüero, 2015) 10 extranjero. El analfabetismo y una población rural prácticamente toda musulmana, generaron el caldo de cultivo ideal para arraigar un agudo sentido nacionalista en la población (Carrere Cadirant, 1988). Enfoque histórico del conflicto. Para Afganistán el conflicto es una realidad que ha estado presente durante toda su historia. Hacia el siglo VI A.C. forma parte del Imperio Persa de los Aqueménidas, constituyendo una zona de paso que sería dominada posteriormente por Alejandro Magno en el 330 A.C haciéndola parte del Imperio helénico. Tras la muerte de Alejandro Magno y la posterior desmembración de su Imperio, la región pasaría a estar dominada por diferentes pueblos (persas, musulmanes y mongoles), hasta que en el Siglo VII los árabes tomaron el control y con ellos llegó el Islam con la consecuente islamización de la región. Podría afirmarse que la nación afgana contemporánea, tiene su origen en el siglo XVIII con la llegada al poder de la dinastía Durani y el comienzo de una nueva era en su historia. Habiendo logrado unificar todas las tribus en el año 1747, se iniciarían una serie de combates contra los persas e indios para consolidar sus dominios. La preocupación por el creciente predominio ruso en regiones persas, haría que Gran Bretaña se interese por penetrar en Afganistán, produciéndose dos guerras entre los años 1838 – 1842 y 1878 – 1879 teniendo como resultante la instauración de un protectorado inglés sobre ese país. El cumplimiento de la promesa afgana de mantenerse neutral durante la Ira Guerra Mundial, sumado a una serie de conflictos internos y la proliferación de movimientos independentistas que desembocarían en la tercera guerra anglo – afgana, forzaron al Reino Unido a reconocer formalmente a Afganistán como nación independiente a través del Tratado de Rawalpindi firmado el 8 de agosto de 1919 y enmendado en noviembre de 1921. Apenas conformado el nuevo cuadro de situación, el gobierno afgano se convierte en el primer país del mundo en reconocer al gobierno de la Rusia Soviética y envió una delegación oficial a Moscú, la cual siendo recibida por los líderes del nuevo régimen, posibilitaría la firma de un tratado de amistad y el reconocimiento mutuo de ambas naciones. El hecho mencionado en el párrafo anterior, llevaría posteriormente a la URSS a ofrecerle a Afganistán ayuda no solo moral, sino también material en su lucha contra lo que denominaba el “imperialismo británico”, marcando el inicio de una estrecha relación de características especiales durante los próximo 50 años (Musante Grau, 2001). Afganistán y los inicios de su configuración política. Las relaciones soviético – afganas evolucionaronfavorablemente, al punto tal que la URSS apoyó a la incipiente nación con el envío de numerosos técnicos e instructores que se encargaron entre otras cosas de desarrollar líneas telegráficas y telefónicas, preparar técnicos afganos, entrenar a los pilotos de la recientemente conformada fuerza aérea, etc. A cambio de 11 estas prerrogativas, Afganistán se vería inundado de productos soviéticos que reemplazarían a los británicos. Promediando la década del 30 Afganistán se enfrascó en el desarrollo interno del país y la expansión de sus relaciones internacionales. Este proceso se vería truncado durante la IIda Guerra Mundial período en el cual mantendría su tradicional neutralidad. Tras la finalización del conflicto, sería admitido por la recientemente conformada Organización de las Naciones Unidas tras presiones ejercidas por la URSS. La década del 40 traería aparejado nuevos conflictos en la región, teniendo en cuenta el surgimiento del Estado de Pakistán a partir de 1947, lo que radicalizaría una serie de disputas en el seno de las áreas tribales pastunes, las cuales los afganos consideraban parte de su territorio. El inicio de la Guerra Fría llevaría al país a pendular entre la URSS y los EEUU en busca de ayuda no solo por la necesidad de solucionar sus conflictos, sino también de continuar con su evolución como Estado moderno. La disputa con Pakistán (que comenzaba a jugar un rol fundamental en el sistema de alianzas de los EEUU) puso a la India antibritánica y no alineada en favor de Afganistán, hechos que en cierta forma hicieron perder la confianza de las potencias occidentales en ese país, el cual comenzaría a inclinarse inexorablemente hacia el bloque del Este. Los soviéticos terminaría consolidándose en la región, convirtiéndose en los principales socios comerciales y militares de Afganistán, llevando consigo no solo la posibilidad de construir miles de kilómetros de carreteras, los principales aeropuertos y diversos institutos politécnicos, sino también un variado régimen de intercambios militares que contemplaban la formación de personal especializado en la URSS con la posterior supervisión de instructores soviéticos en territorio afgano. El sistema político afgano entró en una suerte de prueba y error en torno a su conformación y desarrollo, pasando desde una monarquía tradicional hacia la configuración de una monarquía constitucional, basada en los principios de la democracia tradicional (sin dejar de respetar los valores tradicionales del Islam y la monarquía) pero excluyendo a los miembros de la familia real de las decisiones políticas de peso. Tras la promulgación de una nueva Constitución en el año 1964, el proceso de “democratización” afgano estaba en marcha, derivando por una lado en las primeras elecciones durante 1965 y por el otro en un espiral de marcada polarización entre un sector que se inclinaba hacia la imposición del fundamentalismo islámico y otro que bregaba por un comunismo pro – soviético. Los sucesivos gobiernos fueron demasiado débiles y los grupos marxistas aprovecharon estas circunstancias, valiéndose de la libertad de prensa, difundieron no solo sus eventuales programas de gobierno, sino también su ideología, condicionando en gran medida el desarrollo del sistema monárquico constitucional y con esto, la posibilidad del nacimiento de un Afganistán más democrático. 12 La instauración de la República y el preludio del Afganistán comunista. En el marco de la monarquía constitucional afgana, comenzaban a desarrollarse acontecimientos que marcarían su declinación y posterior disolución, tal es así que durante el año 1973 la negativa del Rey Zhair Sha de promulgar el Acta de Partidos Políticos, el Acta de Provincias y el Acta de los Concilios Municipales produjo virtualmente un bloqueo en el proceso de institucionalización que marcaba la Constitución de 1964, lo que derivó en un enfrentamiento entre los poderes ejecutivo y legislativo. Mientras el Rey Zhair Sha se encontraba en Italia por un tratamiento médico, su ex primer ministro, primo y cuñado Daoud Khan, encabeza un golpe de estado forzando la abdicación del Rey quien se mantendría en el exilio, evitando de esta manera una guerra civil y eventuales derramamientos de sangre (Agüero, 2015). La llegada al poder de Daoud Khan estuvo patrocinada por el partido comunista afgano, denominado Partido Democrático del Pueblo de Afganistán (PDPA) y los miembros de las fuerzas armadas afganas (quienes venían siendo formados por los soviéticos) varios de los cuales participaban políticamente del PDPA. El 18 de julio de 1973, Daoud Khan se dirigía al país por radio informando que la monarquía había terminado y que se establecía la República de Afganistán, aboliendo de manera inmediata la Constitución de 1964 y estableciendo un Consejo Revolucionario el cuál sería presidido por él personalmente, convirtiéndose de esta manera en el primer presidente de Afganistán. Tras la toma del poder, las primeras medidas impulsadas estuvieron relacionadas con medidas socio – económicas patrocinadas por los comunistas afganos, el intento de modernización de las fuerzas armadas para reducir las asimetrías regionales de poder existente con países tales como India y Pakistán, y el desarrollo de una nueva Constitución basada en la “Loya Jirga” (Gran Asamblea con representantes tribales, religiosos, políticos y culturales), la cual finalmente sería desestimada por los principales actores políticos de la época. A pesar de no ser comunista Daud Khan intentó mantener una buena relación con la URSS, consciente de que el apoyo del PDPA había sido fundamental no solo para su llegada al poder, sino también para sostenerlo en el mismo, para ese entonces en el seno de este partido podían identificarse dos facciones: La facción Parcham. Constituía el ala más moderada. Sostenía que el movimiento hacia el socialismo debería realizarse en forma gradual considerando el carácter no industrializado de Afganistán. Sus miembros pertenecían a las clases medias altas del país y su líder era Mir Akbar Khyber. La facción Khald. Constituía el ala más radical. Bregaba por un rápido cambio de gobierno y la instalación de un sistema similar al de la URSS. Sus integrantes eran miembros tribales no originarios de las clases dirigentes de las mismas, por lo que se puede identificar su adhesión al marxismo como una consecuencia del resentimiento que sentían con el funcionamiento de la estructura tribal. Sus principales líderes eran Nur Muhammad Taraki y Hafuzullah Amin. 13 Ante la dependencia soviética de Afganistán que comenzaba a tornarse asfixiante el presidente busca comenzar a distanciarse de la URSS. Atendiendo a esto en el año 1975, Daud Khan reemplaza a todos los ministros marxistas de su gabinete, enviando como embajadores a algunos de los miembros del Partido Comunista afgano y pidiendo la renuncia de otros. Por otra parte en el año 1977 la Asamblea Nacional aprueba una nueva Constitución que permite su reelección por un nuevo período de 6 años y consolida la existencia de su propio partido como partido único, desplazando al PDPA. Esta situación, sumada a que a las pocas semanas nombra un nuevo gabinete conformado por amigos, aduladores y miembros colaterales de la familia real terminaría motivando la fusión de las dos facciones que conformaban el Partido Comunista, quedando bajo la dirección del líder Khalq, Nur Muhammad Taraki (Musante Grau, 2001). Cosiderando la nueva realidad política, el presidente procuró aumentar el apoyo del mundo musulmán como forma de garantizar la supervivencia de su gobierno a través de su reconciliación con el Sha de Irán y las visitas a países tales comoKuwait, Egipto y Arabia Saudita, sin contar con el principio de acuerdo en torno al conflicto por los territorios pastunes logrado con el Primer Ministro de Pakistán, Zulfikar Alí Bhutto. Daud Khan sabía que ya no podía contar con el apoyo de la URSS que veía de muy mala manera el viraje de la política afgana, situación que se agravaría cuando el importante líder de la facción Parcham, Mir Akbar Khyber fuera asesinado el 18 de abril de 1978, hecho del cual sería responsabilizado el presidente por parte de los miembros del PDPA transformado su funeral en una gran manifestación en contra del gobierno. El presidente ordenó el arresto de la masa de los líderes del PDPA, los cuales desde prisión comenzaban a incitar a sus seguidores al derrocamiento del gobierno, lo que sucedería a fines del mes de abril de 1978 cuando las fuerzas rebeldes irrumpieran en el Palacio Presidencial asesinando al primer mandatario y a toda su familia. El 27 de abril de 1978 se instauraba la República Democrática de Afganistán bajo la dirección de Nur Mohammad Taraki y aunque los soviéticos no actuaron en forma directa en el golpe de estado, se sintieron conformes con el mismo, ante la posibilidad de contar con un gobierno “títere” en ese país. En estas circunstancias el Embajador Norteamericano en Kabul enviaba un cable a Washington en el que expresaba: “…lo que los británicos primero, y más tarde los estadounidenses, trataron de impedir durante más de cien años, ha sucedido: el oso ruso se ha trasladado al sur de la región del Hindu Kush…” (Thompson, 2009, p. 3). La República Democrática de Afganistán como paso previo de la intervención soviética directa. El nuevo gobierno tenía a Taraki como figura principal mientras que Babrak Karmal y Hafizullah Amin pasaban a desempeñarse como Primeros Ministros Adjuntos. 14 Los líderes insistieron en que no eran manipulados por la URSS y proclamaron que sus políticas se basarían en el nacionalismo afgano, los principios islámicos, la justicia socio – económica, el no alineamiento en materia de política exterior y en el respeto de todos los acuerdos y tratados firmados por los gobiernos anteriores. Pese a las declaraciones de independencia y neutralidad del nuevo gobierno, comenzaba a visualizarse un marcado compromiso con lo que la URSS determinaba para los destinos de Afganistán, trayendo como consecuencia la oposición del pueblo afgano cuyo fundamentalismo musulmán comenzaba a ser incompatible con un régimen procomunista. Por otra parte la unidad entre las dos facciones recientemente fusionadas en el seno del PDPA comenzaba a resquebrajarse fruto de la lucha de poder, provocando que Karmal y otros líderes de la facción Parcham fueran sacados del medio al ser enviados como embajadores al extranjero, mientras que en paralelo se iniciaba una purga de todos aquellos miembros del gobierno considerados peligrosos para el régimen naciente. Una serie de reformas sociales impulsadas por Taraki (dentro de las cuales se destacaban la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer) fueron percibidas como amenaza a los modelos culturales afganos básicos. Esto sumado a la represión política anteriormente mencionada provocó que grandes segmentos de la población comenzaran a oponerse al gobierno. Hacia agosto de 1978 comienzan a llevarse a cabo una serie de revueltas que se tornaban cada vez más violentas, en donde los diferentes grupos disidentes comenzaban a tener el apoyo de los EEUU, país que buscaba debilitar los intereses soviéticos en la región. El 14 de febrero de 1979 un grupo musulmán opositor secuestraría al embajador de los EEUU, el cual resultaría muerto en el intento de las fuerzas gubernamentales por rescatarlo. Este hecho marcaría la interrupción de la asistencia estadounidense a los grupos rebeldes y un alivio transitorio para el régimen de Taraki, sin embargo el pueblo afgano continuaba sintiéndose atacado en sus estructuras de poder tribales ante el paulatino incremento de la incidencia soviética en los asuntos internos del país. Los insurgencia alentada por fanáticos musulmanes comienza a organizarse en grupos de resistencia armada (guerrilla), logrando debilitar el régimen de Taraki pese a la dura represión que ejercían las fuerzas leales al gobierno, tal es así que en marzo de 1979 le cedería el cargo de Primer Ministro a Hafizullah Amin, sin lograr que este hecho aplacara la expansión de la oposición violenta al gobierno. Las acciones desarrolladas, fundamentalmente en las zonas rurales, comenzaban a hacer colapsar al ejército afgano en un ambiente de insurrección generalizada, en este contexto Amin solicitó y recibió más ayuda militar soviética para tratar de controlar la situación. Sin embargo para fines de julio, 22 de las 27 provincias de Afganistán eran controladas por la guerrilla. Ante lo crítico de la situación Amin y Taraki comenzaban a tener serios enfrentamientos que finalizaría con la ejecución de este último en el mes de septiembre de 1979. A partir de entonces Amin trató de mostrar que el gobierno no era anti islámico, intentó un acercamiento con los líderes tribales, buscó disminuir en cierta forma la dependencia de la URSS e incluso 15 ensayó una serie de acercamientos buscando ensanchar su base de sustentación en el poder con países como Pakistán y los EEUU. Más allá de los esfuerzos de Amin el movimiento contrario al gobierno seguía creciendo y las fuerzas leales estaban diezmadas, este cuadro de situación, sumado a lo mencionado en el párrafo anterior preocupó a los soviéticos, quienes comenzaban a barajar seriamente la idea de la intervención directa en Afganistán, visualizando la figura de Babrak Karmal (líder de la facción Parcham que se encontraba como embajador afgano en Checoslovaquia) un potencial sucesor de Amin, el cuál había dejado de servir definitivamente a sus intereses en Afganistán. La invasión soviética y el inicio de la guerra de Afganistán. Entre el 3 y el 16 de diciembre de 1979 arribaban por modo aéreo a Kabul fuerzas soviéticas como parte del supuesto apoyo al sostenimiento del gobierno comunista en el país. Más allá que el presidente Amin disponía de información de inteligencia que lo alertaba sobre una próxima invasión rusa a gran escala para destruir su régimen, descreyó de esto pensando de que era una operación psicológica montada por las potencias de occidente. El 25 de diciembre la URSS iniciaba la Operación 333, la cual constituyó la primera fase de la intervención directa y armada de ese país en Afganistán. El denominado Ejército 40, con una fuerza aproximada de 85.000 hombres inició su marcha hacia Kabul desde la localidad de Termez, en los territorios del actual Uzbekistán. Para ese entonces, las fuerzas soviéticas que se encontraban en Kabul con anterioridad se prepararon para tomar la iniciativa y el 27 de diciembre atacaron el Palacio Tajbeb en el cual se encontraba refugiado el presidente Amin. Tras cruentos combates lograron tomarlo matando en el acto al primer mandatario, a uno de sus hijos y a 200 integrantes de la guardia presidencial. Barak Karmal asume el poder bajo el escudo del Ejército soviético, teniendo como misiones principales las de restaurar el orden en Afganistán, unificar definitivamente el partido (el cual se encontraba en un franco proceso de lucha entre facciones), reconstruir el ejército y recuperar el control de las áreas dominadas por la insurgencia. Las tensiones durante 1980 fueron aumentando debido a la presencia efectiva de los soviéticos, tal es así que los intentos por afianzar el gobierno van aumentando la impopularidad rusa, al mismo tiempo que la guerrilla afgana crecía considerablemente en número y las huelgas de protestaobrera se multiplicaban en los centros urbanos. La represión del ejército afgano dirigida por oficiales soviéticos comienzan a ser consideradas cada vez más inaceptables para la población, llevando al régimen de Karmal hacia un proceso irreversible de pérdida de adhesión, que darían como resultado un marcado número de deserciones e insubordinaciones en el marco de las fuerzas gubernamentales (Revista de la Escuela Superior de Guerra, 1987). La oposición al régimen de Karmal se extendía, con un incremento considerable de las acciones violentas en los sectores urbano y una escalada de la resistencia en todas las regiones del país. A principios de 1980 varios grupos regionales conocidos colectivamente como Mujaidines (palabra cuyo significado en la lengua persa es “guerreros santos”) se habían 16 unido en la zona fronteriza de Peshawar, para resistirse a los invasores soviéticos y al ejército afgano pro – soviético. A medida que avanzaba el conflicto, los líderes de la resistencia comenzaban a ver a las milicias civiles del gobierno y al propio ejército afgano como fuentes de obtención de armas más que importantes, al punto tal que unidades prácticamente completas equipadas por los soviéticos, pasaban a reforzar los elementos de la guerrilla que comenzaban a desarrollar de manera progresiva su poder de combate. Breve análisis de las variables más relevantes del conflicto. Si bien es cierto que el presente capítulo no profundiza en el desarrollo de las operaciones militares durante la guerra, resulta necesaria la realización de un análisis de aquellos aspectos distintivos que caracterizaron a la misma, para poder de esta manera, concluir sobre cuáles fueron los factores desencadenantes del fracaso de la Unión Soviética. La integralidad en el análisis de estas variables, permite observar la multi causalidad del desenlace, atendiendo a la interdependencia de las mismas y a la configuración de un cuadro de situación tal, que permitieron a los rebeldes afganos disminuir una asimetría de fuerzas que de por sí le era desfavorable desde el momento mismo del inicio de las operaciones. Para el análisis integral del conflicto pueden identificarse tres fases, teniendo en cuenta el cambio de naturaleza de las acciones, de acuerdo a cómo iba evolucionando el mismo: Fase Previa (Inicio de la insurgencia). Desde la toma del poder por parte del PDPA en abril de 1978, hasta la invasión soviética producida el 25 de diciembre de 1979 (totalizó 1 año y 8 meses). Primera Fase (Sovietización). Desde el 25 de diciembre de 1979 hasta la retirada de las fuerzas soviéticas de Kabul el 15 de febrero de 1989 (totalizó 9 años y 2 meses). Segunda Fase (Caída del Partido Democrático del Pueblo de Afganistán). Desde el 15 de febrero de 1989 hasta la caída de Kabul el 15 de abril de 1992 (totalizó 3 años y 2 meses) (Agüero, 2015). Se presenta a continuación un cuadro / resumen de todos aquellos aspectos que conformaron de una u otra manera el ambiente operacional y actuaron como factores dinamizadores durante la guerra: 17 FACTORES / VARIABLES DE ANÁLISIS DE LA GUERRA DE AFGANISTÁN Factores geográficos Factores políticos Factores económicos Permanencia en el tiempo / Prolongación de las acciones Características de la lucha / Voluntad de lucha / Capacidad de sacrificio colectivo Factores Histórico- culturales y sociales - Características del terreno favorecían las operaciones de guerrilla llevadas a cabo por los rebeldes. - Compartimentación del terreno dificultaba el desarrollo de operaciones militares con fuerzas de magnitud. - Limitada capacidad de obtención de recursos locales para fracciones que debían operar lejos de sus bases. - Escasa infraestructura para el desplazamiento de personal y material empleando medios terrestres. - Escasas vías de comunicación a ser empleadas como Caminos de Abastecimiento y/o Avenidas de Aproximación para la ejecución de operaciones del tipo convencional. - Escasos pasos existentes para operar en dirección Norte – Sur por la existencia del macizo del Hindú Kush dificultó las acciones soviéticas. - Escasa sensibilidad social y poco entendimiento de la idiosincrasia de su propio pueblo por parte de los diferentes gobiernos afganos antes y durante el conflicto. - Marcada fragmentación en el seno del Partido comunista Afgano. - Sucesión de golpes de Estado y asesinatos políticos fruto de la falta de intereses comunes y enfrentamientos internos por parte de facciones antagónicas. - Dependencia política de órdenes y directivas provenientes de la URSS que no siempre consideraban la realidad de Afganistán. - Instauración de un gobierno “títere” por parte de la URSS. - Incapacidad política de controlar las convulsiones internas y falta de control territorial por parte de las Fuerzas Gubernamentales. - Rol desempeñado por terceros estados en favor de la guerrilla afgana (fundamentalmente Pakistán y EEUU). - Pobreza estructural y escasos niveles de desarrollo. - Dependencia económica de potencias hegemónicas a lo largo de toda la historia afgana. - Concentración de las riquezas en pocos grupos relacionados con el poder. - Monopolio soviético del manejo económico del país. - Escasez de infraestructura crítica. - Condicionamiento comercial dado por la mediterraneidad del país. - Largo período de configuración (inicio de la insurgencia), sovietización y caída del comunismo en Afganistán. - Intervención soviética en masa y sostenida durante el conflicto. - Lapso de duración cercana a los 14 años de todo el proceso relacionado con la guerra. - Empleo del concepto de desgaste por parte de la insurgencia afgana como forma de disminuir asimetría de fuerzas. - Accionar guerrillero generalizado promovido fundamentalmente en las zonas rurales propiciaron la prolongación de las acciones ante la imposibilidad de operar de tropas con características convencionales. - Deterioro de las condiciones de vida en el país fruto de la prolongación en el tiempo de la guerra. - Apoyo y patrocinio a la insurgencia por parte de terceros Estados permitieron dilatar la guerra en detrimento de las intenciones soviéticas. - La morfología del país y las condiciones socio/política/culturales, permitieron a la resistencia afgana plantear la lucha en términos de guerra de guerrillas generando las condiciones para derrotar a un enemigo más poderoso. - Proliferación de diversas fracciones guerrilleras que lograrían unirse ante la existencia de un enemigo común generando un marco para la conformación del Movimiento de Resistencia Afgano. - Capacidad demostrada por el pueblo de resistir a las duras represalias y desplazamientos forzados de personas que eran propiciados por el régimen comunista. - Distribución territorial y control de determinadas zonas del país facilitaron las operaciones de la resistencia manteniendo un espíritu de lucha permanente contra lo que consideraban el invasor soviético. - Organización social afgana (de carácter tribal) dificultó la penetración de los ideales comunistas. - Fragmentación de las fuerzas gubernamentales afganas produciéndose deserciones en masa que perimieron incluso aprovisionar a las fuerzas rebeldes con material soviético. - Propensión de la población a rechazar todo lo proveniente del extranjero y una resistencia ostensible al cambio de usos y costumbres. - Crecimiento sostenido del movimiento Mujahidin que lograría amalgamar las diferentes etnias ante la existencia de un enemigo común. - Impacto definido en la población del fundamentalismo islámico en la identificacióncon la causa por la cual se luchaba como forma de sobrellevar las peores penurias de la guerra. - Identificación de un enemigo común que permitió zanjar diferencias étnicas, sociales y culturales. Figura 5: Cuadro de análisis descriptivo de las variables intervinientes en el conflicto. Fuente: Elaboración propia. 18 Conclusiones parciales. - La historia del pueblo afgano, su organización social y el escaso nivel de identificación con los valores que se les querían imponer, constituyeron factores determinantes durante la gestación, desarrollo y desenlace del conflicto. - La geografía de Afganistán, el escaso nivel de desarrollo y las características de su población dificultaron las operaciones de las tropas soviéticas y facilitaron el desarrollo de la guerra de guerrillas por parte del Movimiento de Resistencia. - La pobreza estructural, el analfabetismo y el fuerte arraigo religioso, sumado al rechazo que provocaba la imposición de los ideales comunistas impulsados por los soviéticos facilitó el desarrollo práctico / conceptual de la estrategia sin tiempo en la concepción de las operaciones de los rebeldes afganos. - La diversidad de etnias, la organización tribal, el fundamentalismo islámico y la adhesión de los pastunes al código no escrito Pastunwali, dificultaron por un lado el ejercicio de la autoridad estatal, mientras que por el otro generaron condiciones favorables para afrontar las vicisitudes de la guerra una vez que la URSS invadiera Afganistán. - Los cambios de sistema de gobierno y las disputas internas por el ejercicio de poder, sumados a las intrigas, las influencias externas y los asesinatos políticos, erosionaron sensiblemente cualquier intento de democratización y/o desarrollo del país, sumiéndolo en una situación de pobreza extrema y violencia que terminarían influyendo en la evolución de las acciones. - A voluntad de vencer del pueblo afgano permitió sostener el movimiento de resistencia contra la URSS independientemente de las represalias y las penurias que debieron soportar no solo los insurgentes sino también la población en general. - El enfrentamiento entre distintas facciones en el seno del Partido Comunista imposibilitó la consolidación de un régimen que ejerciera el control territorial y garantizara la gobernabilidad del país una vez iniciado el proceso de conformación / consolidación del Movimiento de Resistencia Afgano. - La disgregación de las fuerzas gubernamentales afganas que se materializaron a través de las insubordinaciones, motines y deserciones permitieron el desarrollo de poder de combate inicial de la resistencia que se nutrieron no solo de personal, sino también de material recientemente provisto por los soviéticos. - El rol desempeñado por países como Pakistán (fundamentalmente en la zona fronteriza donde había una marcada presencia de la etnia pastún) y los EEUU permitieron no solo desarrollar fuerzas al Movimiento de Resistencia Afgano, sino también sostener el esfuerzo que implicó el sostenimiento de las acciones durante un lapso tan prolongado de tiempo. - La unión de etnias y tribus, ante la existencia de un enemigo común, conformando el movimiento Muyahidín permitió combatir con mayor eficiencia a las tropas soviéticas, ejecutando operaciones militares cuyo efecto principal era el desgaste mediante la multiplicidad y prolongación de las acciones. 19 - La geopolítica entrelazada con intereses históricos, económicos y políticos fueron los aspectos centrales por los cuales la URSS mantuvo su postura en torno al conflicto en Afganistán, esto sumado a la dinámica propia de la Guerra Fría impulsaron su intervención directa, debiendo enfrentar un tipo de guerra no convencional y que significaría el preludio de su caída como una de las superpotencias hegemónicas. - La yihad como fenómeno religioso / cultural de los pueblos musulmanes resultó ser un factor determinante para la unión de las diferentes etnias afganas que debían luchar contra un enemigo común, llevando las acciones militares al extremo en un marco de “guerra justa” que los eximía espiritualmente del temor a morir guerreando, al punto tal de que la muerte era vista como sinónimo de trascendencia para el combatiente que moría y compromiso moral de continuar la lucha hasta conseguir la victoria de todos aquellos que quedaban. 20 Capítulo II: El desarrollo de la guerra y su impacto en el pensamiento militar. Desarrollo. Teniendo en cuenta el pensamiento militar de la época, la guerra de Afganistán, por sus características y dinámica propia, significaría para la URSS un costoso proceso de aprendizaje, en donde no solo sus visones geopolíticas y estratégicas se pondrían en juego, sino también todo aquello relacionado con las tácticas y procedimientos de empleo de su instrumento militar. El estudio del desarrollo del conflicto, teniendo en cuenta su naturaleza, el análisis a luz del pensamiento militar y su interpretación en base a un modelo estratégico determinado, permite visualizar aspectos específicos que contribuyen a su adecuada interpretación. El presente capítulo tiene por objetivo establecer relaciones e implicancias de la articulación fines – modos – medios en el desarrollo de las acciones militares y su impacto en la evolución del pensamiento militar contemporáneo. El despliegue soviético en Afganistán con posterioridad a la invasión y su concepción operacional inicial. Diferentes informes dan cuenta de que el conjunto de la operación de invasión a Afganistán fue conducida directamente desde Moscú por el Mariscal Sergei Sokolov quien a su vez se desempeñaba como Primer Viceministro de Defensa y se encontraba enlazado satelitalmente con el cuartel general de campaña del 40° Ejército de la URSS, instalado en Termez. Las líneas de invasión soviéticas habían sido materializadas por cuatro divisiones de infantería motorizada de unos 12.500 hombres cada una. La 357° y la 66° cruzaron la frontera por Kushka y se dirigieron hacia Herat y Kandahar, mientras que la 360° y la 201° salieron de Termez con dirección a Kabul. La cobertura aérea de estas fuerzas había sido proporcionada por aviones MiG-23 Flogger y MiG-21 Fishbed que operaban desde Karshi y Kerki (ambas localidades en territorio soviético) respectivamente. A mediados de enero el cuartel general del 40° Ejército fue trasladado a la base aérea de Bagram, situada al norte de Kabul y otras dos divisiones cruzaban la frontera, la 16° y la 54°; manteniéndose el puente aéreo encargado de transportar hacia territorio afgano no solo tropas, sino también helicópteros, vehículos terrestres, municiones, explosivos y todo tipo de suministros. Hacia finales de enero el comando soviético había dividido al país en dos grandes zonas operacionales la noreste y la suroeste. Sector Noreste. Se encontraba conformado por el cuartel general del 40° Ejército ubicado en Bagram juntamente con varias escuadrillas de aviones de combate, bombarderos y de transporte, además de todo el estado mayor de la 201° división de infantería motorizada, 21 cuyas unidades controlaban el estratégico desfiladero de Salang, al norte de Bagram, en el camino que unía Termez con Kabul. Por su parte la 360° división de infantería motorizada estaba desplegada entre Kabul y la vertiente afgana del desfiladero de Jaibar, mientras que la 105° división aerotransportada al completo y algunos elementos de la 103° y la 104° también aerotransportadas ocupaban Kabul y sus alrededores. En el aeropuerto de la capital afgana había desplegada una escuadrilla de MiG-21, además de helicópteros Mi-8 y Mi-24.Por su parte la 16° división de infantería que había penetrado recientemente en Afganistán se encontraba en apoyo a las unidades del ejército afgano que encontraban una fuerte oposición de la resistencia afgana en el noreste del país (Furlong y Winkler, 1981). Sector Suroeste. La 66° división de infantería motorizada estaba desplegada a lo largo de la carretera entre Herat y Kandahar, ciudad esta última en la cual había desplegadas dos escuadrillas de aviones de combate y doce helicópteros (la mitad de estos eran empleados como apoyo a las operaciones de combate de las fuerzas terrestres). Al Sur de la Herat, se encontraba el estado mayor de la 357° división de infantería motorizada al que se sumaban varias escuadrillas de aviones de ataque, aviones de transporte y doce helicópteros (empleados de la misma manera que los enunciados en el párrafo anterior). La 54° división de infantería motorizada (última en desplegar en Afganistán) ocupaba el camino que unía Herat con Kushka en proximidades de la frontera soviética (Furlong y Winkler, 1981). Figura 6: Disposición de tropas soviéticas. Fuente: Elaboración propia – Imagen recuperada de http://www.iran-resist.org/article4082 22 La etapa inicial de las acciones permitió a los soviéticos contener la resistencia afgana y controlar férreamente los centros urbanos, logrando cierta estabilidad hacia mediados de abril de 1980. Hasta ese momento las operaciones se habían basado en la rapidez de movimientos, el choque y la sorpresa. El detalle con el que se ejecutó la invasión y la posterior fase de estabilización empleando gran masa de fuerzas demostró una adecuada planificación, donde la coordinación y el control constituyeron factores determinantes para el éxito de las operaciones iniciales. Habiéndose consolidado el despliegue soviético en Afganistán la composición de sus fuerzas comenzaba a mutar hacia un proceso, donde las unidades empleadas inicialmente (muchas de las cuales estaban mal equipadas y mal entrenadas) para apoyar a los paracaidistas empeñados en la ocupación inicial, comenzaban a ser reemplazadas por unidades con mayor capacidad operacional. Promediando la guerra los efectivos soviéticos ascenderían a un número aproximado de 118.000 hombres, de los cuales la mayoría de ellos integraban las divisiones motorizadas aunque también se encontraban desplegados alrededor de 10.000 paracaidistas, 5.000 efectivos de asalto aéreo y numerosas fracciones de tropas especiales conocidas como “Spetnaz” cuya misión principal era la de infiltrarse en las fuerzas mujahidines para sembrar la confusión, el terror y la sospecha (Wheeler, 1987). El potencial aéreo soviético en general era empleado a gran escala, constituyendo un factor esencial el uso de los helicópteros para salvar la dificultad que representaba el terreno para la ejecución de cualquier tipo de operación. La concepción operacional clásica abordada por los planificadores soviéticos condicionó en cierta forma sus intenciones en Afganistán, marcando contrariamente a lo que estos pensaban, el inicio de una larga estadía en el ambiente hostil que representaba ese país. La configuración del Movimiento de Resistencia Afgano (MRA) y la evolución de su concepto de empleo. El primer movimiento revolucionario importante contra las fuerzas soviéticas había comenzado a mediados de 1978, siendo propiciado por las tribus de la etnia Nuristani, en el noreste del país en el límite con Pakistán. A esta sublevación se le fueron sucediendo otras en el seno de otras tribus en territorios ocupados por la etnia de los Tajikos en el noreste y la etnia Hazara en la región montañosa central de Hazarajat. Se bien el movimiento revolucionario como tal, fue iniciado por las etnias minoritarias, terminaría alcanzando también a la etnia de los Pashtunes, seno en la cual se desarrollarían posteriormente los movimientos de resistencia Mujahidin. La heterogeneidad fue un aspecto distintivo del MRA contra el gobierno comunista y las fuerzas de ocupación soviéticas, existiendo numerosas organizaciones opositoras en concordancia con la realidad sociocultural existente en Afganistán (diferentes etnias con tribus variadas dentro de estas, además de la existencia de movimientos religiosos sunitas y chiítas con grado de fundamentalismo variado). 23 Esta realidad produjo la presencia de varios actores / movimientos guerrilleros que operaban de manera independiente aunque a veces establecían alianzas ante la existencia de un enemigo común, con un escaso grado de conducción centralizada y coordinación en las acciones, llegando incluso a enfrentamientos entre ellos por el dominio territorial de algunos sectores. Más allá de estos antagonismos, a medida que avanzaba la guerra para el año 1988 la oposición al régimen de Kabul ascendía a unos 100.000 insurgentes dentro de los cuales la mayoría se alineaban al movimiento Mujahidin (guerreros santos). Gran parte de estas fuerzas se entrenaban, reagrupaban y recuperaban en el vecino Pakistán operando de manera semi permanente en un número aproximado a los 20.000 hombres dentro del territorio afgano (Carrere Cadirant, 1988). El equipamiento insurgente era variado, llegando a disponer incluso de misiles tierra aire portátiles que eran empleados contra el poder aéreo soviético. El MRA llegó a dominar gran parte de las áreas rurales de Afganistán Oriental al punto tal de que las fuerzas gubernamentales apoyadas por los soviéticos habían reducido su presencia a pequeños poblados que se encontraban sitiados y cuyo abastecimiento era realizado ya sea por aire o mediante la incursión de convoyes fuertemente escoltados. Los insurgentes consiguieron además controlar casi el 80% de las zonas rurales, lo que les daba la ventaja de poder operar en las ciudades durante la noche mediante una combinación de asesinatos de oficiales del gobierno afgano y audaces ataques de distintas magnitudes que buscaban desarticular las operaciones soviéticas. Los puntos de resistencia mujahidin se encontraban fundamentalmente en la provincia de Nangarhar en el pueblo de Paghman (a solo 19 Km de Kabul) y en el Valle de Panjshir (al norte de la capital). Pese a los esfuerzos soviéticos por emprender acciones decisivas en esas regiones, les resultó prácticamente imposible desalojar a los insurgentes de manera definitiva de esos lugares que se constituyeron en verdaderos bastiones de la resistencia. Figura 7: Desarrollo del Movimiento de Resistencia Afgano (MRA). Fuente: Elaboración propia – Imagen recuperada de https://ar.pinterest.com/pin/451837775107464498/?lp=true 24 Si bien Pakistán se había convertido en fuente de abastecimiento y refugio principal del MRA, al momento de operar en territorio afgano sufrían serios inconvenientes teniendo en cuenta su falta de entrenamiento, la insuficiencia de armas y la dificultad para mantener la cohesión entre los diferentes grupos. Teniendo en cuenta su cultura, la Jihad (guerra santa declarada contra los soviéticos) constituía el mayor factor unificador de la resistencia, siendo a su vez un aspecto central en la estrategia de desgaste planteada desde los inicios de la guerra, al punto tal que desde 1980 se concentrarían en controlar las rutas que unían las principales ciudades y los pueblos que se situaban en proximidades de las vías de comunicaciones eran atacados y controlados por breves períodos de tiempo. Los ataques mujahidines se concentraban en las líneas de abastecimiento y de comunicaciones soviéticas a lo largo y ancho de todo el país, como forma de mantener al ejército invasor desequilibrado, obligándolo a desplegar un gran número de tropas paraproteger áreas sensibles tales como pistas de aterrizaje, sitios para abastecimientos y ciudades, disminuyendo con esto su eficiencia para conducir operaciones directas contra los insurgentes y afectando sensiblemente su moral. MOVIMIENTO DE RESISTENCIA AFGANO Conformación en a semejanzas étnicas y culturales. Surge como reacción a una revolución comunista y a las políticas del gobierno dirigidas a las tradiciones sociales, económicas y culturales. Los soviéticos eran considerados intrusos. Carácter conservador basado en el fundamentalismo musulmán. Necesidad del apoyo popular para continuar la lucha. Confianza en las deserciones e información suministrada por fuerzas nativas. Dependencia de asistencia del exterior (Estado amigo fronterizo). Falta de entrenamiento, armas y fondos. Estructura de mandos débil y ausencia de ataques coordinados. Insurgentes organizados en torno a líderes tribales regionales – Esfuerzo por controlar vías de comunicaciones por períodos de tiempo variables – Establecimiento de áreas autónomas dentro de Afganistán – Control de zonas rurales. Operaciones en ciudades ocupadas. Libran una guerra “santa” (Jihad). Objetivo político bien definido: la caída del gobierno comunista con la consecuente retirada soviética. Planteo de una estrategia de desgaste. Figura 8: Características principales del MRA. Fuente: Elaboración propia – Basada en el artículo “Afganistán una tierra heroica” (Carrere Cadirant, 1988) 25 La naturaleza del conflicto y la necesidad de adaptación del instrumento militar. Del mismo modo que los EEUU, años antes en Corea y Vietnam, los soviéticos menospreciaron la fortaleza de sus adversarios y no consideraron lo poco fiable que serían las fuerzas armadas a las cuales apoyaban. Visualizaron a Afganistán como otra Hungría o Checoslovaquia, conflictos en los cuales pudieron imponerse mediante el empleo de una doctrina convencional basada en la preponderancia de sus fuerzas blindadas para acabar con cualquier foco de resistencia. La resistencia afgana platearía el conflicto en el marco cuya naturaleza estaba orientada hacia el desarrollo de una estrategia de desgaste que no sería visualizada a tiempo por los soviéticos, ocasionando que basaran el empleo de su instrumento militar en experiencias de la Segunda Guerra Mundial, manteniendo supuestos de planeamiento similares a los utilizados para eventuales despliegues en las llanuras europeas (McCormick, 1987). Afganistán terminó convirtiéndose en un problema sin solución, donde se conjugaban la desconfianza hacia las fuerzas afganas que continuaban apoyando al gobierno comunista pro soviético de ese país, el terreno extremadamente compartimentado, el clima desértico y la voluntad de lucha de un pueblo que se resistía férreamente a ser doblegado. La guerra de guerrillas planteada fundamentalmente por los mujahidines colisionaba con los postulados de las tácticas y procedimientos de empleo que se enmarcaban dentro de las operaciones clásicas para las cuales las fuerzas soviéticas convencionales estaban preparadas. La batalla decisiva se hacía imposible de librar a pesar de todos los esfuerzos que se hicieran por tratar de generar las condiciones que así lo permitieran. La dinámica propia de la guerra sumada a las experiencias adquiridas, forzaron a las fuerzas soviéticas y a sus conductores a adaptarse a las características que les imponía de manera rigurosa el ambiente operacional, pudiendo identificarse tres etapas bien definidas teniendo en cuenta, entre otros aspectos, la forma en la cual era empleado el instrumento militar: - Primera Etapa: Guerra Convencional. - Segunda Etapa: Acciones ofensivas con pequeñas unidades. - Tercera Etapa: Operaciones especiales. Si bien es cierto que esta división podría resultar un tanto arbitraria, la realidad indica que cada una de estas presentaban sus propias particularidades que le eran distintivas y en donde la articulación fines – modos – medios comenzaría a mutar atravesando transversalmente a los niveles estratégico, operacional y táctico en la búsqueda de poner fin a una guerra que poco a poco comenzaba a tornarse insostenible para una de las potencias hegemónicas de la época. 26 Guerra Convencional Acciones ofensivas con pequeñas unidades Operaciones especiales - Se llevaría adelante entre diciembre de 1979 y mediados de 1980. - Empleo de habitantes provenientes de Asia Central como gran parte de las fuerzas de intervención soviética (considerados ciudadanos de segunda clase) con la finalidad de estrechar vínculos con la población autóctona una vez producida la invasión. - Técnicas y procedimientos de empleo: convencionales buscando destruir a la resistencia afgana donde sea que se presentaba el combate. - Finalidad: desmoralizar a la resistencia a través de la demostración de fuerzas y el empleo del principio de masa de manera recurrente. - Se ejecutaban operaciones de nivel División para enfrentar fuerzas compuestas por guerrilleros. - Ineficiencia de los blindados y medios de transporte de combate, ocasionada por las características del terreno y de la lucha planteada por el oponente. - Cambio paulatino hacia el empleo de fuerzas ligeras como forma de subsanar las dificultades iniciales. - Incremento del empleo de medios aéreos para obtener mayor movilidad y maniobrabilidad. - Limitada capacidad de empleo de medios de transporte terrestre (estrechos caminos y pasos de montaña). - Ataques recurrentes de los mujahidines a convoyes soviéticos generaron un alto grado de dependencia de los medios aéreos. - Declaración de la Jihad, movimiento de resistencia generalizado y deserciones en masa de fuerzas gubernamentales afganas. - Afectación a la moral de las fuerzas soviéticas. - Proceso de consolidación de la resistencia. - Desde mediados de 1980 hasta mediados de 1983. - Adecuación de las estructuras organizacionales: conformación de Batallones Reforzados con Armas Combinadas (1 Batería de Artillería, 3 Compañías de Infantería Motorizada, 1 Escuadrón de Tanques y elementos de apoyos especializados que incluían además medios aéreos) – Desarrollo conceptual del empleo de unidades de armas combinadas - Técnicas y procedimientos de empleo: efectuar ataques sorpresivos en áreas que se sospechaban estaban bajo control insurgente con la esperanza de eliminar la actividad guerrillera contra las instalaciones y fuerzas soviéticas. - Finalidad: desalojar a los mujahidines de valles fértiles y vías de comunicación principales, estableciendo zonas de seguridad, buscando forzar a los campesinos a congregarse en las ciudades o a salir de Afganistán, para controlar mejor la población evitando la proliferación de focos de resistencia. - Empleo de medios aéreos: ataques con cohetes y napalm con aeronaves de ala fija, a continuación helicópteros de ataque con cohetes y ametralladoras, seguidos por tropas de asalto aéreo. - Ejecución de operaciones de búsqueda y destrucción obligando a los mujahidines a replegarse a sus posiciones defensivas (la resistencia se hacía fuerte en las montañas). - Empleo complementario de “destacamentos de envolvimiento” (fracciones autosuficientes que tenían como misión envolver fuerzas enemigas atacándolas por los flancos y la retaguardia a fin de tomar sus posiciones) – Según la doctrina soviética podían variar su magnitud de pelotón hasta regimiento. - Operaciones de envolvimiento ejecutadas por fracciones aeromóviles, paracaidistas e infantería motorizada – En las regiones montañosas eran empleadas armas químicas como forma de apoyar a estas fracciones que debían avanzar en terrenos compartimentados. - Resultados: éxito relativo materializado por la captura
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