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TF 2019 EHMC R4G5

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TRABAJO FINAL INTEGRADOR DE LA ESPECIALIZACIÓN EN 
HISTORIA MILITAR CONTEMPORÁNEA 
 
 
 
Título: "La Guerra de Afganistán (1979 – 1989) en el marco geopolítico de 
la Guerra Fría" 
 
 
 
Que para acceder al Título de Especialista en Historia Militar 
Contemporánea presenta el alumno ANIBAL EXEQUIEL RODRIGUEZ 
 
 
 
 
Lugar y Fecha: CABA, de noviembre de 2019.
 
 
 
Sede Educativa 
Escuela Supe.rior de Guerra 
“Tte Grl Luis María Campos” 
 
 
 
 
 
 
RESUMEN 
 
 La intervención soviética en la Guerra de Afganistán entre los años 1979 y 1989 se daría 
en un contexto geopolítico global donde los intereses de diferentes actores se conjugaban en 
una dinámica de adhesión a un esquema de relaciones de carácter bipolar. 
 Las superpotencias hegemónicas representadas por EEUU y la URSS regían el orden 
internacional a través de diferentes períodos de tensión / distención en los cuales el mundo en 
su totalidad era considerado un Teatro de Operaciones. 
 El presente trabajo profundiza el estudio del tema sobre la base de tres ejes principales 
relacionados con la política internacional, el pensamiento militar y el escenario geopolítico en 
el cual se desarrolló el conflicto. 
 El abordaje de aspectos de carácter histórico y otros relacionados con las características de 
la población afgana, permiten a su vez, visualizar diferentes factores que incidirían no solo en 
los momentos previos a la guerra, sino también durante su desarrollo y desenlace. 
 La invasión soviética a Afganistán, marcaría un antes y un después en del período 
conocido como Guerra Fría. La naturaleza del conflicto pondría en jaque el pensamiento 
militar de la época en un contexto en el cual la estrategia de desgaste planteada por el 
Movimiento de Resistencia Afgano, se impondría sobre el poderío militar de una de las 
potencias hegemónicas. 
 Afganistán significaría un problema sin solución, teniendo en cuenta las característica de la 
lucha planteada por la insurgencia, la intervención indirecta de otros Estados, la prolongación 
de las acciones en el tiempo y la crisis política / económica / social que debería afrontar la 
URSS en su marco interno, a partir de los primeros años de la década del 80. 
 El propósito del presente trabajo de investigación es establecer por qué la URSS a pesar de 
ser una de las dos grandes superpotencias globales no pudo obtener la victoria, analizando 
para ello, diferentes variables militares y geopolíticas que incidieron de manera directa e 
indirecta en el resultado de las acciones de la Guerra de Afganistán entre los años 1979 y 
1989. 
 El desarrollo de los diferentes capítulos permite la observancia detallada de aspectos 
puntuales que condicionaron el empleo del instrumento militar y la consecución de los 
intereses soviéticos en Afganistán, pudiendo determinarse de qué manera estos hechos 
marcarían el inicio de un proceso de cambio que redefiniría el esquema de poder vigente hasta 
ese momento. 
 
 
PALABRAS CLAVES: Geopolítica – Guerra Fría – Resistencia – Intereses. 
i 
 
ÍNDICE DE CONTENIDOS 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
1 
CAPÍTULO I: Características e implicancias del conflicto. 
 
 
Descripción geográfica de Afganistán……………………………………………. 6 
Conformación étnica y particularidades de la población afgana………………. 8 
Enfoque histórico del conflicto…………………………………………………… 10 
Afganistán y los inicios de su configuración política……………………………. 10 
La instauración de la República y el preludio del Afganistán comunista……... 12 
La República Democrática de Afganistán como paso previo de la intervención 
soviética directa……………………………………………………………………. 13 
La invasión soviética y el inicio de la guerra de Afganistán……………………. 15 
Breve análisis de las variables más relevantes del conflicto……………………. 16 
Conclusiones parciales……………………………………………………………. 
 
18 
CAPÍTULO II: El desarrollo de la guerra y su impacto en el pensamiento 
militar. 
 
 
El despliegue soviético en Afganistán con posterioridad a la invasión y su 
concepción operacional inicial……………………………………………………. 20 
La configuración del Movimiento de Resistencia Afgano (MRA) y la 
evolución de su concepto de empleo……………………………………………… 22 
La naturaleza del conflicto y la necesidad de adaptación del instrumento 
militar………………………………………………………………………………. 25 
El pensamiento militar clásico y la guerra de Afganistán………………………. 27 
Postulados de Clausewitz y su relación con el conflicto…………………………… 27 
De la naturaleza objetiva y subjetiva de la guerra…………………………………… 27 
La guerra y su relación con el enfoque trinitario Clausewitziano………………….... 28 
Pensadores contemporáneos, sus divergencias con el enfoque clausewitziano y una 
posible relación con la guerra de Afganistán……………………………………….. 29 
De la articulación fines – modos – medios y su aplicación en la guerra de 
Afganistán………………………………………………………………………….. 31 
El enfoque soviético………………………………………………………………... 33 
La respuesta afgana…………………………………………………………………. 33 
Conclusiones parciales…………………………………………………………….. 
 
33 
ii 
 
CAPÍTULO III: El fin de la guerra y su impacto. 
 
 
Incidencia de la historia y la geopolítica en la configuración del escenario en 
Afganistán………………………………………………………………………….. 36 
El marco geopolítico de la Guerra Fría y la dinámica de intereses 
contrapuestos en la Guerra de Afganistán………………………………………. 37 
Las pretensiones de la campaña soviética en Afganistán como punto de 
partida del fracaso en la guerra………………………………………………….. 39 
El preludio de la salida soviética de Afganistán…………………………………. 40 
El último esfuerzo por obtener la victoria………………………………………….. 40 
El camino hacia la afganización y la necesidad de finalizar la guerra……………... 41 
Los acuerdos de Ginebra, la retirada soviética y la caída del gobierno 
comunista afgano………………………………………………………………….. 42 
El camino hacia la disolución de la URSS y los nuevos interrogantes a escala 
global……………………………………………………………………………...... 43 
La llegada de Gorbachov al poder………………………………………………….. 43 
El significado del fin de la intervención soviética en Afganistán………………….. 45 
El nuevo orden y un futuro incierto………………………………………………… 46 
Conclusiones parciales…………………………………………………………….. 
 
47 
CONCLUSIONES GENERALES 
 
 
Conclusiones finales……………………………………………………………….. 49 
Aporte profesional………………………………………………………………… 51 
 
BIBLIOGRAFÍA 52 
 
 
 
 
ÍNDICE DE FIGURAS 
 
Figura 1: Ubicación geográfica de Afganistán (División Política actual de la 
región)…………………………………………………………………………......... 6 
Figura 2: Mapa físico de Afganistán (Macizo del Hindu Kush)…………………… 7 
Figura 3: Distribución de los diversos grupos étnicos en Afganistán……………… 8 
Figura 4: Cuadro con la composición étnica afgana (Grupos predominantes)…… 9 
Figura 5: Cuadro de análisis descriptivo de las variables intervinientes en el 
conflicto…………………………………………………………………………….. 17 
Figura 6: Disposición de tropas soviéticas…………………………………………. 21 
Figura 7: Desarrollo del Movimiento de Resistencia Afgano (MRA)……………... 23 
Figura 8: Características principales del MRA……………………………………... 24 
iii 
 
 
Figura 9: Caracterización de las etapas de adaptación del instrumento militar 
soviético durante el transcurso de la guerra………………………………………… 26 
Figura 10: Relación trinidad objetiva y subjetiva de la guerra……………………... 28 
Figura 11: Diferencias de enfoques teóricos / filosóficos sobre el fenómeno de la 
guerra……………………………………………………………………………….. 30 
Figura 12: Los modelos estratégicos y la relación medios / fines / libertad de 
acción………………………………………………………………………………. 32 
Figura 13: Implicancias de las formas y modos de la estrategia…………………… 32 
Figura 14: Configuración del “orden mundial bipolar” a escala global……………. 37 
Figura 15: Caracterización de actores………………………………………………. 38 
Figura 16: Breve análisis descriptivo de los Acuerdos de Ginebra………………… 42 
Figura 17: Distensión EEUU – URSS……………………………………………… 44 
1 
 
Introducción.La guerra de Afganistán (1979 – 1989) significó un conflicto bisagra en el marco de la 
Guerra Fría, al punto tal que condicionaría seriamente las intenciones de la URSS de seguir 
manteniendo la disputa con EEUU por la supremacía a nivel global. 
 
 El abordaje de materias como geopolítica, pensamiento militar y política internacional 
contemporánea durante el cursado de la especialización, posibilita la identificación / empleo 
de diferentes herramientas para el análisis integral de este conflicto, caracterizado por la 
existencia de múltiples aspectos vinculados entre sí que dieron forma, no solo a la Guerra Fría 
como fenómeno contemporáneo, sino también a la morfología / evolución de los conflictos 
armados y el impacto que estos tuvieron en la dinámica y configuración del orden 
internacional. 
 
 La URSS como una de las potencias hegemónicas de un mundo bipolar, intervino en 
Afganistán, respondiendo no solo a intereses geopolíticos, sino también a otros de caracteres 
ideológicos, económicos e incluso históricos. 
 
 La gran maquinaria bélica soviética, debió adaptarse a una nueva forma de hacer la guerra, 
contra un enemigo que se resistía tenazmente a ser doblegado. En este proceso, y más allá de 
los esfuerzos humanos y materiales, la URSS se vería obligada a retirar sus tropas, lo que 
materializaría una derrota con consecuencias irremediables. 
 
 El presente trabajo de investigación establece como interrogante general ¿Por qué la URSS 
siendo una de las dos grandes superpotencias globales no pudo obtener la victoria en la guerra 
de Afganistán?, teniendo como objetivo el de analizar las variables militares y geopolíticas 
que incidieron en el resultado de las acciones de la Guerra de Afganistán desarrollada entre 
los años 1979 y 1989. 
 
 A su vez se plantean una serie de interrogantes derivados, tendientes a profundizar sobre 
causas, desarrollo y consecuencias del conflicto, sustentando este proceso en un marco 
académico / conceptual determinado, para poder arribar a conclusiones claras y debidamente 
fundamentadas. 
 
 El primero de estos interrogantes, ¿Cómo influyeron el contexto político internacional y el 
factor psicosocial en la génesis, desarrollo y finalización del conflicto?, tiene como objetivo 
identificar los aspectos de carácter geográfico, político y psicosocial que condicionaron la 
génesis, evolución y desenlace del mismo. 
 
 El siguiente interrogante, ¿De qué manera influyeron las tácticas y procedimientos 
empleados por la resistencia afgana en la evolución del pensamiento militar tendiente a 
contrarrestar sus efectos por parte de Fuerzas Armadas de carácter convencional?, tiene como 
objetivo establecer relaciones e implicancias de la articulación fines – modos – medios en el 
desarrollo de las acciones militares y su impacto en la evolución del pensamiento militar 
contemporáneo. 
 
 El último interrogante, ¿Cómo influyó el resultado del conflicto en el desenlace del 
período conocido como Guerra Fría?, tiene como objetivo caracterizar el fracaso soviético en 
Afganistán considerando el impacto que tuvo en su marco interno y en la reconfiguración del 
sistema internacional. 
2 
 
 Considerando los aspectos más salientes del marco teórico, desde el punto de vista 
histórico, la Guerra de Afganistán (1979 – 1989) se desarrolló en el marco de la etapa final 
del período conocido como Guerra Fría, caracterizándose por la existencia de múltiples 
factores dinamizadores tales como políticos, socioculturales, económicos e ideológicos, en un 
contexto de marcada bipolaridad que caracterizaba al mundo y en donde la intervención de 
diferentes actores de manera directa e indirecta terminarían incidiendo en el resultado 
definitivo de la guerra. 
 
 Este período histórico contemporáneo, ha sido uno de los más estudiados, considerando 
no solo su dinámica y evolución, sino también el grado de complejidad que significó en el 
marco de las relaciones entre las dos grandes superpotencias representadas por EEUU y la 
URSS. 
 
 Si bien es cierto que la multiplicidad de factores intervinientes en este período fueron 
sumamente variados e interdependientes (y no siempre de fácil identificación), se pueden 
establecer una serie de rasgos distintivos que lo caracterizaron, como punto de partida para 
efectuar un análisis integral y una adecuada interpretación del tema abordado. 
 
 En consonancia con lo mencionado en los párrafos anteriores, el marco histórico de 
referencia y las características particulares del conflicto, se pueden establecer una serie de 
variables relevantes a ser consideradas al momento de abordar la presente investigación: 
 
- Preexistencia de un enfrentamiento multidimensional que parte de una fuerte 
contraposición de carácter ideológica que lleva a la polarización de todos los asuntos a 
nivel global. 
 
- Imposibilidad de aplicación de teorías relacionadas con la CONTECIÓN de uno u otro 
actor hegemónico. 
- Existencia de diferentes momentos de TENSIÓN y DISTENSIÓN a lo largo de todo el 
período conocido como Guerra Fría. 
 
- Enfrentamientos latentes y efectivos de mayor o menor intensidad en el marco de todos 
los factores de poder (Político, Económico, Científico – Tecnológico, Psicosocial y 
Militar). 
 
- Existencia de la amenaza nuclear permanente como herramienta de disuasión. 
 
- Promoción, evolución y dinámica permanente del conflicto considerando sus diferentes 
estadios de TENSIÓN – CRISIS – GUERRA en distintos escenarios y con los más 
diversos actores. 
 
- Permanente reformulación del ciclo estratégico adecuando la relación FINES – 
MODOS – MEDIOS para la obtención de los propios intereses por parte de las 
superpotencias, las cuales se encontraban en disputa por la supremacía a escala global. 
 
- Adopción de diferentes opciones estratégicas ya sean estas de carácter DIRECTO o 
INDIRECTO en la búsqueda de obtener ventajas comparativas de uno sobre otro. 
 
3 
 
- Gran esfuerzo económico sostenido en el tiempo, en pos de la adecuación de sus 
recursos científico – tecnológicos y militares que les permitieran mantener una ventaja 
o al menos el equilibrio de poder. 
 
 El estudio del conflicto en sí, hace necesario un enfoque integral para poder apreciar y 
valorizar aspectos relacionados no solo con el período y los hechos históricos que lo 
caracterizaron, sino también con el marco político internacional en el cual se desarrolló, las 
visiones e implicancias geopolíticas que lo distinguieron y la forma en la cual se hizo la 
guerra de acuerdo a la interpretación del pensamiento militar de la época y el impacto que esta 
tendría en las concepciones futuras. 
 
 A tales efectos y en la búsqueda de establecer un adecuado marco teórico para su análisis, 
el presente trabajo se encuentra estructurado sobre la base de tres capítulos que tienen como 
ejes de análisis la política internacional contemporánea, el pensamiento militar y la 
geopolítica respectivamente. 
 
Esta organización de tipo metodológica / conceptual facilita la determinación de una serie 
de aspectos iniciales relacionados con el marco teórico de referencia que podrían ser 
resumidos de la siguiente manera: 
 
- Desarrollo de la guerra de Afganistán en un marco geopolítico global caracterizado por 
la existencia de un enfrentamiento generalizado donde intervienen diversos aspectos 
generales y particulares a ser considerados, no solo en el ámbito militar, sino también en 
los órdenes políticos, económicos, ideológicos e históricos. 
 
- Incidencia de las características de la población tanto rusa como afgana que fueron 
determinantes en la evolución y desarrollo de las acciones durante la guerra. 
 
- Intereses contrapuestos de las potencias hegemónicas en la región, búsqueda del 
equilibrio de poder, dinámica y evolución en el marco de un mundo bipolar. 
- Antecedentes históricosy contraposición de intereses en Afganistán como punto de 
partida para la configuración inicial del conflicto que marcarían las implicancias 
históricas de su desenlace. 
 
- Ambiente geográfico particular, características del pueblo afgano y su comportamiento 
durante el conflicto, como factores determinantes para el desenlace de la guerra. 
 
- Limitaciones del pensamiento militar soviético de la época para interpretar la naturaleza 
del conflicto como condicionante fundamental de las acciones en el campo de combate. 
 
- Gravitación del accionar Muyahidín durante la guerra, permitiendo la configuración del 
movimiento de resistencia afgano con la consecuente adopción de tácticas acordes a la 
evolución de las acciones, para contrarrestar una clara desventaja de la capacidad del 
poder de combate relativo considerando su oponente. 
 
- Incapacidad soviética de revertir los resultados adversos que significaron la falta de 
victorias decisivas en el campo táctico, con la consecuente pérdida de fe en la causa por 
la cual se luchaba por parte de gran parte de sus tropas. 
 
4 
 
- Apoyo del movimiento de resistencia afgano recibido por parte no solo de EEUU como 
potencia hegemónica en oposición a la URSS, sino también de países limítrofes que se 
identificaban étnica y/o religiosamente oponiéndose a la ocupación soviética de 
Afganistán. 
 
 De acuerdo a los ejes antes mencionados y los puntos precedentes, para poder converger 
en los aspectos más relevantes dentro de cada área, se han determinado las siguientes ideas 
centrales: 
 
- Referido a la Política Internacional Contemporánea: La Guerra Fría como período 
paradigmático histórico comprendido entre la finalización de la II GM y la disolución 
de la URSS, constituye una de las etapas de mayor relevancia para el estudio, análisis e 
interpretación no solo en materia de Política Internacional, sino también en lo referente 
a la génesis y evolución de los diferentes conflictos que se desarrollaron en el mundo, 
de los cuales Afganistán fue uno de ellos. 
 
Desde la perspectiva de la Política Internacional, la Guerra de Afganistán en el período 
que va desde 1979 a 1989, permite visualizar como las dos superpotencias que lideraban 
los dos bloques antagónicos participaron de manera directa e indirecta en función de sus 
propios intereses articulando FINES – MODOS – MEDIOS mediante el empleo de sus 
diferentes factores de poder (político, económico, social, científico – tecnológico y 
militar) como elementos dinamizadores más allá del fenómeno único y singular que 
significa la guerra en sí. 
 
- Referido al pensamiento militar contemporáneo: Las características cambiantes de la 
guerra como “acto político y social” que materializa el enfrentamiento físico y violento 
entre dos entes que representan intereses enfrentados, ha sido analizado y estudiado a lo 
largo de la historia buscando no solo su interpretación, sino también su caracterización 
y tipificación acorde a la realidad témporo – espacial donde se desarrollaron o 
desarrollan. 
 
La Guerra de Afganistán (1979 – 1989) desde el Pensamiento Militar, permite el 
análisis desde bases de razonamiento sólidas desarrolladas a lo largo de la historia 
pudiendo identificar no solo las características del enfrentamiento en sí, sino también, 
poder ver como interactuaron diferentes elementos en el marco de la contraposición de 
voluntades, pudiendo verse reflejados a su vez distintos componentes que van desde el 
enfrentamiento convencional hasta el no convencional entremezclándose una serie de 
características relacionadas con el empleo de tropas regulares e irregulares de acuerdo a 
como se focalice el análisis. 
 
- Referido a la Geopolítica: La geopolítica constituye la ciencia que partiendo desde el 
Estado estudia la interacción de diferentes factores (algunos de naturaleza variable y 
otros más estables) permitiendo obtener conclusiones de interés que guían no solo la 
política interior y exterior sino también medidas relacionadas con la defensa y las 
posibilidades de proyección de poder. 
 
La Guerra de Afganistán (1979 – 1989) permite interpretar y relacionar el esquema de 
relaciones de poder relacionados con la COOPERACION – COMPETENCIA – 
CONFLICTO en el cual se encuadra. A partir de este esquema es posible realizar una 
aproximación hacia el rol que desempeñaron las superpotencias respondiendo a sus 
5 
 
respectivos intereses y considerando sus propias visiones geopolíticas globales, en las 
cuales la dinámica del equilibrio de fuerzas a través del patrocinio de conflictos en 
terceros Estados, era parte de la estrategia indirecta adoptada con posteridad a la “Crisis 
de los Misiles”. 
 
 La relevancia del presente trabajo de investigación para el estudio de la Especialización en 
Historia Militar Contemporánea, está ligada a la posibilidad de investigar para dar respuesta a 
los diferentes interrogantes planteados, a través de la integración de muchos de los aspectos 
desarrollados durante el año académico, lo que requiere agudeza en el análisis de conceptos 
para interpretar los hechos en el marco de un proceso mayor, pudiendo obtenerse de esta 
manera conclusiones de interés para su explotación y/o ampliación futura. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
Capítulo I: Características e implicancias del conflicto. 
 
Desarrollo. 
 
 La Guerra de Afganistán conjugó una serie de factores de diferente índole que 
condicionaron sensiblemente el accionar de las fuerzas soviéticas, tal es así que sus 
capacidades en términos de poder de combate relativo, se verían limitadas por aspectos 
relacionados no solo con la geografía del país, sino también por otros de carácter históricos, 
culturales, políticos y psicosociales. 
 
 El desarrollo de las acciones, sumado a la dinámica de agentes internos y externos que 
influyeron durante el conflicto, marcarían no solo su génesis, sino también su evolución y 
desenlace. 
 
 El presente capítulo tiene por finalidad identificar los aspectos de carácter geográfico, 
político y psicosocial que condicionaron la génesis, evolución y desenlace del conflicto. 
 
 
Descripción geográfica de Afganistán. 
 
Afganistán ocupa un territorio en el centro de lo que se conoce como Asia Central, con una 
superficie aproximada de 657.000 Km, constituyendo una región mediterránea, ya que carece 
de salida al mar. 
 
 Limita al Sur y al Este con Pakistán, al Oeste con Irán, al Norte (en el momento del 
conflicto) con la URSS (tras su desmembramiento se han constituido las Repúblicas de 
Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán) y al Noreste con la República Popular China en el 
extremo del denominado corredor del Wakhan. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP – Recuperado 
de http://carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-3/mapas/iran-y-afganistan/view 
Figura 1: Ubicación geográfica de Afganistán (División Política actual de la región). 
 
7 
 
 Desde en noreste hacia el suroeste se destaca el macizo del Hindu Kush, el cual posee más 
de 100 picos que superan los 6000 metros de altura, condicionando el acceso desde el Norte 
hacia el Sur. En términos prácticos, el país se encuentra dividido en dos, desde las montañas 
hacia el Norte se extiende una meseta grande hasta la frontera que existía entre Afganistán y 
la URSS al momento de desarrollarse el conflicto. 
 
 Al Sur y al Oeste del macizo existen valles empinados y parcialmente fértiles, a través de 
los cuales fluyen ríos de deshielo provenientes de las montañas. En el Sur predominan bancos 
de sal y al igual que en el Asia Central, la irrigación constituye un tema central para la 
producción agrícola. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Al momento del conflicto,Afganistán no contaba con ferrocarriles y solo poseía 3200 
kilómetros de caminos asfaltados, la mayoría de los cuales habían sido construidos en los 
años 50 con el apoyo inicial de los EEUU y posteriormente de la URSS. 
 
 Durante el invierno, el pasaje de un lado u otro del macizo montañoso resulta bastante 
dificultoso, existiendo escasos pasos, dentro de los cuales se destaca el túnel de Salang 
construido en 1960 con apoyo soviético y que une a la capital Kabul con el Norte del país. 
 
 El país tiene un clima continental extremo, con veranos calurosos e inviernos fríos, debido 
a sus grandes extensiones montañosas, presentando a su vez una gran amplitud térmica entre 
 
 
Fuente: Mundo Hispánico – Recuperado de 
http://hispanopress.blogspot.com/2015/04/afganistan-mapas-geograficos-de.html 
Figura 2: Mapa físico de Afganistán (Macizo del Hindu Kush). 
 
8 
 
el día y la noche. Las precipitaciones son escasas, lo que genera zonas desérticas o 
semidesérticas a excepción de los valles mencionados en los párrafos anteriores. Por estas 
razones, gran parte del país sufre sequía y la disponibilidad de agua está limitada. 
 
 
Conformación étnica y particularidades de la población afgana. 
 
 Para entender el complejo panorama de Afganistán y por qué ha resultado 
extremadamente difícil alcanzar la estabilidad en la región, es necesario mirar su pasado y 
examinar tanto su población como su cultura. 
 
 En 1858 el Imperio Británico estableció la India británica, el Raj británico. Temiendo una 
posible expansión de Rusia hacia India, la corona británica decidió en 1893 crear un Estado 
„tapón‟: Afganistán, el que serviría para frenar el posible avance del Imperio Romanov hacia 
el mar Arábigo e Índico. 
 
 Estableciendo como solución la conformación de una frontera entre el Raj británico y 
Afganistán se firmó el acuerdo que estableció la Línea Durand (en el año 1893), creando una 
frontera que le quitó más del 50% del territorio a Afganistán, territorio que hoy es la mitad de 
Pakistán y que dejó a la nación sin salida al mar; además de separar a varias culturas y tribus, 
una de ellas los pastunes. 
 
 Décadas de lucha han transformado a Afganistán en un país conformado por numerosos 
grupos étnicos cuya amalgama en torno a parámetros relacionados con los Estados modernos, 
siempre ha resultado compleja. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fuente: BBC Mundo – Recuperado de 
http://www.bbc.co.uk/spanish/especiales/mapa_etnico/default.stm 
Figura 3: Distribución de los diversos grupos étnicos en Afganistán. 
 
9 
 
 Hacia el año 1978 la población afgana estaba entre los 14 y 17 millones de habitantes, de 
los cuales casi el 80% vivía en ámbitos rurales, existiendo en términos generales cuatro 
grupos étnicos mayoritarios que se presentan en el siguiente cuadro: 
 
 
 
 
 
Grupo étnico Porcentaje Ubicación General 
Pashtunes 42 Valles del Oeste y Sur del país 
Tajikos 27 Centro y Nordeste del país 
Uzbekos 9 Norte 
Hazaras 9 Centro montañoso 
Otros 13 Dispersos en varias zonas 
 
 
 
 
 
 
 Más allá de las diferentes etnias, existen centenares de tribus que no reconocen a la 
autoridad de turno, sino que solo responden a la familia o al clan, dificultando aún más la 
gobernabilidad del país. 
 
 Los pastunes como etnia mayoritaria, podrían tipificarse como una nación sin Estado, que 
componen más del 40% de la población de Afganistán y una parte significativa de la 
población pakistaní. Quienes optaron por subestimar a los pastunes y sus creencias a lo largo 
de la historia, han cometido un grave error, tanto o mayor que los que pensaron que se podía 
ignorar la intrincada geografía afgana, un país aislado por sus macizos montañosos y con 
acceso remoto (Baños, 2017). 
 
 Como característica fundamental el pueblo pastún suele ser fiel únicamente al código no 
escrito del Pastunwali, el que representa un estilo de vida compuesto por tres pilares 
fundamentales: 
 
 El melmastia. Deber a la hospitalidad y protección para el huésped con independencia de 
la raza, la religión o la nacionalidad del invitado. 
 
 El nanawati. Que consiste en proporcionar asilo y santuario al fugitivo. 
 
 El badal. Que se basa en la reciprocidad, la justicia y la venganza sin restricciones de 
tiempo ante cualquier insulto, robo, ofensa personal a la familia o ante la muerte de algún ser 
querido. 
 
 El fundamentalismo musulmán es en general muy fuerte y los líderes religiosos 
desempeñan un papel muy importante en el seno de las sociedades tribales, tal es así que su 
influjo ha sido de vital importancia en la formación del movimiento de resistencia que se 
iniciaría como reacción a la toma del poder por parte de los comunistas a partir de mayo de 
1978. 
 
 El carácter social y político de Afganistán, se ha presentado por espacio de siglos, 
obstinado, desafiante, ensimismado e inconscientemente hostil a todo lo proveniente del 
Figura 4: Cuadro con la composición étnica afgana (Grupos predominantes). 
 
 
Fuente: Tesis “La Guerra de Resistencia y el Factor Psicosocial” – (Agüero, 2015) 
10 
 
extranjero. El analfabetismo y una población rural prácticamente toda musulmana, generaron 
el caldo de cultivo ideal para arraigar un agudo sentido nacionalista en la población (Carrere 
Cadirant, 1988). 
 
 
Enfoque histórico del conflicto. 
 
 Para Afganistán el conflicto es una realidad que ha estado presente durante toda su 
historia. Hacia el siglo VI A.C. forma parte del Imperio Persa de los Aqueménidas, 
constituyendo una zona de paso que sería dominada posteriormente por Alejandro Magno en 
el 330 A.C haciéndola parte del Imperio helénico. 
 
 Tras la muerte de Alejandro Magno y la posterior desmembración de su Imperio, la región 
pasaría a estar dominada por diferentes pueblos (persas, musulmanes y mongoles), hasta que 
en el Siglo VII los árabes tomaron el control y con ellos llegó el Islam con la consecuente 
islamización de la región. 
 
 Podría afirmarse que la nación afgana contemporánea, tiene su origen en el siglo XVIII 
con la llegada al poder de la dinastía Durani y el comienzo de una nueva era en su historia. 
Habiendo logrado unificar todas las tribus en el año 1747, se iniciarían una serie de combates 
contra los persas e indios para consolidar sus dominios. 
 
 La preocupación por el creciente predominio ruso en regiones persas, haría que Gran 
Bretaña se interese por penetrar en Afganistán, produciéndose dos guerras entre los años 1838 
– 1842 y 1878 – 1879 teniendo como resultante la instauración de un protectorado inglés 
sobre ese país. 
 
 El cumplimiento de la promesa afgana de mantenerse neutral durante la Ira Guerra 
Mundial, sumado a una serie de conflictos internos y la proliferación de movimientos 
independentistas que desembocarían en la tercera guerra anglo – afgana, forzaron al Reino 
Unido a reconocer formalmente a Afganistán como nación independiente a través del Tratado 
de Rawalpindi firmado el 8 de agosto de 1919 y enmendado en noviembre de 1921. 
 
 Apenas conformado el nuevo cuadro de situación, el gobierno afgano se convierte en el 
primer país del mundo en reconocer al gobierno de la Rusia Soviética y envió una delegación 
oficial a Moscú, la cual siendo recibida por los líderes del nuevo régimen, posibilitaría la 
firma de un tratado de amistad y el reconocimiento mutuo de ambas naciones. 
 
 El hecho mencionado en el párrafo anterior, llevaría posteriormente a la URSS a ofrecerle 
a Afganistán ayuda no solo moral, sino también material en su lucha contra lo que 
denominaba el “imperialismo británico”, marcando el inicio de una estrecha relación de 
características especiales durante los próximo 50 años (Musante Grau, 2001). 
 
 
Afganistán y los inicios de su configuración política. 
 
 Las relaciones soviético – afganas evolucionaronfavorablemente, al punto tal que la URSS 
apoyó a la incipiente nación con el envío de numerosos técnicos e instructores que se 
encargaron entre otras cosas de desarrollar líneas telegráficas y telefónicas, preparar técnicos 
afganos, entrenar a los pilotos de la recientemente conformada fuerza aérea, etc. A cambio de 
11 
 
estas prerrogativas, Afganistán se vería inundado de productos soviéticos que reemplazarían a 
los británicos. 
 
 Promediando la década del 30 Afganistán se enfrascó en el desarrollo interno del país y la 
expansión de sus relaciones internacionales. Este proceso se vería truncado durante la IIda 
Guerra Mundial período en el cual mantendría su tradicional neutralidad. Tras la finalización 
del conflicto, sería admitido por la recientemente conformada Organización de las Naciones 
Unidas tras presiones ejercidas por la URSS. 
 
 La década del 40 traería aparejado nuevos conflictos en la región, teniendo en cuenta el 
surgimiento del Estado de Pakistán a partir de 1947, lo que radicalizaría una serie de disputas 
en el seno de las áreas tribales pastunes, las cuales los afganos consideraban parte de su 
territorio. 
 
 El inicio de la Guerra Fría llevaría al país a pendular entre la URSS y los EEUU en busca 
de ayuda no solo por la necesidad de solucionar sus conflictos, sino también de continuar con 
su evolución como Estado moderno. 
 
 La disputa con Pakistán (que comenzaba a jugar un rol fundamental en el sistema de 
alianzas de los EEUU) puso a la India antibritánica y no alineada en favor de Afganistán, 
hechos que en cierta forma hicieron perder la confianza de las potencias occidentales en ese 
país, el cual comenzaría a inclinarse inexorablemente hacia el bloque del Este. 
 
 Los soviéticos terminaría consolidándose en la región, convirtiéndose en los principales 
socios comerciales y militares de Afganistán, llevando consigo no solo la posibilidad de 
construir miles de kilómetros de carreteras, los principales aeropuertos y diversos institutos 
politécnicos, sino también un variado régimen de intercambios militares que contemplaban la 
formación de personal especializado en la URSS con la posterior supervisión de instructores 
soviéticos en territorio afgano. 
 
 El sistema político afgano entró en una suerte de prueba y error en torno a su 
conformación y desarrollo, pasando desde una monarquía tradicional hacia la configuración 
de una monarquía constitucional, basada en los principios de la democracia tradicional (sin 
dejar de respetar los valores tradicionales del Islam y la monarquía) pero excluyendo a los 
miembros de la familia real de las decisiones políticas de peso. 
 
 Tras la promulgación de una nueva Constitución en el año 1964, el proceso de 
“democratización” afgano estaba en marcha, derivando por una lado en las primeras 
elecciones durante 1965 y por el otro en un espiral de marcada polarización entre un sector 
que se inclinaba hacia la imposición del fundamentalismo islámico y otro que bregaba por un 
comunismo pro – soviético. 
 
 Los sucesivos gobiernos fueron demasiado débiles y los grupos marxistas aprovecharon 
estas circunstancias, valiéndose de la libertad de prensa, difundieron no solo sus eventuales 
programas de gobierno, sino también su ideología, condicionando en gran medida el 
desarrollo del sistema monárquico constitucional y con esto, la posibilidad del nacimiento de 
un Afganistán más democrático. 
 
 
 
12 
 
La instauración de la República y el preludio del Afganistán comunista. 
 
 En el marco de la monarquía constitucional afgana, comenzaban a desarrollarse 
acontecimientos que marcarían su declinación y posterior disolución, tal es así que durante el 
año 1973 la negativa del Rey Zhair Sha de promulgar el Acta de Partidos Políticos, el Acta de 
Provincias y el Acta de los Concilios Municipales produjo virtualmente un bloqueo en el 
proceso de institucionalización que marcaba la Constitución de 1964, lo que derivó en un 
enfrentamiento entre los poderes ejecutivo y legislativo. 
 
 Mientras el Rey Zhair Sha se encontraba en Italia por un tratamiento médico, su ex primer 
ministro, primo y cuñado Daoud Khan, encabeza un golpe de estado forzando la abdicación 
del Rey quien se mantendría en el exilio, evitando de esta manera una guerra civil y 
eventuales derramamientos de sangre (Agüero, 2015). 
 
 La llegada al poder de Daoud Khan estuvo patrocinada por el partido comunista afgano, 
denominado Partido Democrático del Pueblo de Afganistán (PDPA) y los miembros de las 
fuerzas armadas afganas (quienes venían siendo formados por los soviéticos) varios de los 
cuales participaban políticamente del PDPA. 
 
 El 18 de julio de 1973, Daoud Khan se dirigía al país por radio informando que la 
monarquía había terminado y que se establecía la República de Afganistán, aboliendo de 
manera inmediata la Constitución de 1964 y estableciendo un Consejo Revolucionario el cuál 
sería presidido por él personalmente, convirtiéndose de esta manera en el primer presidente de 
Afganistán. 
 
 Tras la toma del poder, las primeras medidas impulsadas estuvieron relacionadas con 
medidas socio – económicas patrocinadas por los comunistas afganos, el intento de 
modernización de las fuerzas armadas para reducir las asimetrías regionales de poder 
existente con países tales como India y Pakistán, y el desarrollo de una nueva Constitución 
basada en la “Loya Jirga” (Gran Asamblea con representantes tribales, religiosos, políticos y 
culturales), la cual finalmente sería desestimada por los principales actores políticos de la 
época. 
 
 A pesar de no ser comunista Daud Khan intentó mantener una buena relación con la 
URSS, consciente de que el apoyo del PDPA había sido fundamental no solo para su llegada 
al poder, sino también para sostenerlo en el mismo, para ese entonces en el seno de este 
partido podían identificarse dos facciones: 
 
 La facción Parcham. Constituía el ala más moderada. Sostenía que el movimiento hacia 
el socialismo debería realizarse en forma gradual considerando el carácter no industrializado 
de Afganistán. Sus miembros pertenecían a las clases medias altas del país y su líder era Mir 
Akbar Khyber. 
 
 La facción Khald. Constituía el ala más radical. Bregaba por un rápido cambio de 
gobierno y la instalación de un sistema similar al de la URSS. Sus integrantes eran miembros 
tribales no originarios de las clases dirigentes de las mismas, por lo que se puede identificar 
su adhesión al marxismo como una consecuencia del resentimiento que sentían con el 
funcionamiento de la estructura tribal. Sus principales líderes eran Nur Muhammad Taraki y 
Hafuzullah Amin. 
 
13 
 
 Ante la dependencia soviética de Afganistán que comenzaba a tornarse asfixiante el 
presidente busca comenzar a distanciarse de la URSS. Atendiendo a esto en el año 1975, 
Daud Khan reemplaza a todos los ministros marxistas de su gabinete, enviando como 
embajadores a algunos de los miembros del Partido Comunista afgano y pidiendo la renuncia 
de otros. 
 
 Por otra parte en el año 1977 la Asamblea Nacional aprueba una nueva Constitución que 
permite su reelección por un nuevo período de 6 años y consolida la existencia de su propio 
partido como partido único, desplazando al PDPA. 
 
 Esta situación, sumada a que a las pocas semanas nombra un nuevo gabinete conformado 
por amigos, aduladores y miembros colaterales de la familia real terminaría motivando la 
fusión de las dos facciones que conformaban el Partido Comunista, quedando bajo la 
dirección del líder Khalq, Nur Muhammad Taraki (Musante Grau, 2001). 
 
 Cosiderando la nueva realidad política, el presidente procuró aumentar el apoyo del mundo 
musulmán como forma de garantizar la supervivencia de su gobierno a través de su 
reconciliación con el Sha de Irán y las visitas a países tales comoKuwait, Egipto y Arabia 
Saudita, sin contar con el principio de acuerdo en torno al conflicto por los territorios pastunes 
logrado con el Primer Ministro de Pakistán, Zulfikar Alí Bhutto. 
 
 Daud Khan sabía que ya no podía contar con el apoyo de la URSS que veía de muy mala 
manera el viraje de la política afgana, situación que se agravaría cuando el importante líder de 
la facción Parcham, Mir Akbar Khyber fuera asesinado el 18 de abril de 1978, hecho del cual 
sería responsabilizado el presidente por parte de los miembros del PDPA transformado su 
funeral en una gran manifestación en contra del gobierno. 
 
 El presidente ordenó el arresto de la masa de los líderes del PDPA, los cuales desde prisión 
comenzaban a incitar a sus seguidores al derrocamiento del gobierno, lo que sucedería a fines 
del mes de abril de 1978 cuando las fuerzas rebeldes irrumpieran en el Palacio Presidencial 
asesinando al primer mandatario y a toda su familia. 
 
 El 27 de abril de 1978 se instauraba la República Democrática de Afganistán bajo la 
dirección de Nur Mohammad Taraki y aunque los soviéticos no actuaron en forma directa en 
el golpe de estado, se sintieron conformes con el mismo, ante la posibilidad de contar con un 
gobierno “títere” en ese país. En estas circunstancias el Embajador Norteamericano en Kabul 
enviaba un cable a Washington en el que expresaba: 
 
 “…lo que los británicos primero, y más tarde los estadounidenses, trataron de impedir 
durante más de cien años, ha sucedido: el oso ruso se ha trasladado al sur de la región del 
Hindu Kush…” (Thompson, 2009, p. 3). 
 
 
La República Democrática de Afganistán como paso previo de la intervención soviética 
directa. 
 
 El nuevo gobierno tenía a Taraki como figura principal mientras que Babrak Karmal y 
Hafizullah Amin pasaban a desempeñarse como Primeros Ministros Adjuntos. 
 
14 
 
 Los líderes insistieron en que no eran manipulados por la URSS y proclamaron que sus 
políticas se basarían en el nacionalismo afgano, los principios islámicos, la justicia socio – 
económica, el no alineamiento en materia de política exterior y en el respeto de todos los 
acuerdos y tratados firmados por los gobiernos anteriores. 
 
 Pese a las declaraciones de independencia y neutralidad del nuevo gobierno, comenzaba a 
visualizarse un marcado compromiso con lo que la URSS determinaba para los destinos de 
Afganistán, trayendo como consecuencia la oposición del pueblo afgano cuyo 
fundamentalismo musulmán comenzaba a ser incompatible con un régimen procomunista. 
 
 Por otra parte la unidad entre las dos facciones recientemente fusionadas en el seno del 
PDPA comenzaba a resquebrajarse fruto de la lucha de poder, provocando que Karmal y otros 
líderes de la facción Parcham fueran sacados del medio al ser enviados como embajadores al 
extranjero, mientras que en paralelo se iniciaba una purga de todos aquellos miembros del 
gobierno considerados peligrosos para el régimen naciente. 
 
 Una serie de reformas sociales impulsadas por Taraki (dentro de las cuales se destacaban la 
igualdad de derechos entre el hombre y la mujer) fueron percibidas como amenaza a los 
modelos culturales afganos básicos. Esto sumado a la represión política anteriormente 
mencionada provocó que grandes segmentos de la población comenzaran a oponerse al 
gobierno. 
 
 Hacia agosto de 1978 comienzan a llevarse a cabo una serie de revueltas que se tornaban 
cada vez más violentas, en donde los diferentes grupos disidentes comenzaban a tener el 
apoyo de los EEUU, país que buscaba debilitar los intereses soviéticos en la región. 
 
 El 14 de febrero de 1979 un grupo musulmán opositor secuestraría al embajador de los 
EEUU, el cual resultaría muerto en el intento de las fuerzas gubernamentales por rescatarlo. 
Este hecho marcaría la interrupción de la asistencia estadounidense a los grupos rebeldes y un 
alivio transitorio para el régimen de Taraki, sin embargo el pueblo afgano continuaba 
sintiéndose atacado en sus estructuras de poder tribales ante el paulatino incremento de la 
incidencia soviética en los asuntos internos del país. 
 
 Los insurgencia alentada por fanáticos musulmanes comienza a organizarse en grupos de 
resistencia armada (guerrilla), logrando debilitar el régimen de Taraki pese a la dura represión 
que ejercían las fuerzas leales al gobierno, tal es así que en marzo de 1979 le cedería el cargo 
de Primer Ministro a Hafizullah Amin, sin lograr que este hecho aplacara la expansión de la 
oposición violenta al gobierno. 
 
 Las acciones desarrolladas, fundamentalmente en las zonas rurales, comenzaban a hacer 
colapsar al ejército afgano en un ambiente de insurrección generalizada, en este contexto 
Amin solicitó y recibió más ayuda militar soviética para tratar de controlar la situación. Sin 
embargo para fines de julio, 22 de las 27 provincias de Afganistán eran controladas por la 
guerrilla. 
 
 Ante lo crítico de la situación Amin y Taraki comenzaban a tener serios enfrentamientos 
que finalizaría con la ejecución de este último en el mes de septiembre de 1979. A partir de 
entonces Amin trató de mostrar que el gobierno no era anti islámico, intentó un acercamiento 
con los líderes tribales, buscó disminuir en cierta forma la dependencia de la URSS e incluso 
15 
 
ensayó una serie de acercamientos buscando ensanchar su base de sustentación en el poder 
con países como Pakistán y los EEUU. 
 
 Más allá de los esfuerzos de Amin el movimiento contrario al gobierno seguía creciendo y 
las fuerzas leales estaban diezmadas, este cuadro de situación, sumado a lo mencionado en el 
párrafo anterior preocupó a los soviéticos, quienes comenzaban a barajar seriamente la idea de 
la intervención directa en Afganistán, visualizando la figura de Babrak Karmal (líder de la 
facción Parcham que se encontraba como embajador afgano en Checoslovaquia) un potencial 
sucesor de Amin, el cuál había dejado de servir definitivamente a sus intereses en Afganistán. 
 
 
La invasión soviética y el inicio de la guerra de Afganistán. 
 
 Entre el 3 y el 16 de diciembre de 1979 arribaban por modo aéreo a Kabul fuerzas 
soviéticas como parte del supuesto apoyo al sostenimiento del gobierno comunista en el país. 
Más allá que el presidente Amin disponía de información de inteligencia que lo alertaba sobre 
una próxima invasión rusa a gran escala para destruir su régimen, descreyó de esto pensando 
de que era una operación psicológica montada por las potencias de occidente. 
 
 El 25 de diciembre la URSS iniciaba la Operación 333, la cual constituyó la primera fase 
de la intervención directa y armada de ese país en Afganistán. El denominado Ejército 40, con 
una fuerza aproximada de 85.000 hombres inició su marcha hacia Kabul desde la localidad de 
Termez, en los territorios del actual Uzbekistán. 
 
 Para ese entonces, las fuerzas soviéticas que se encontraban en Kabul con anterioridad se 
prepararon para tomar la iniciativa y el 27 de diciembre atacaron el Palacio Tajbeb en el cual 
se encontraba refugiado el presidente Amin. Tras cruentos combates lograron tomarlo 
matando en el acto al primer mandatario, a uno de sus hijos y a 200 integrantes de la guardia 
presidencial. 
 
 Barak Karmal asume el poder bajo el escudo del Ejército soviético, teniendo como 
misiones principales las de restaurar el orden en Afganistán, unificar definitivamente el 
partido (el cual se encontraba en un franco proceso de lucha entre facciones), reconstruir el 
ejército y recuperar el control de las áreas dominadas por la insurgencia. 
 
 Las tensiones durante 1980 fueron aumentando debido a la presencia efectiva de los 
soviéticos, tal es así que los intentos por afianzar el gobierno van aumentando la 
impopularidad rusa, al mismo tiempo que la guerrilla afgana crecía considerablemente en 
número y las huelgas de protestaobrera se multiplicaban en los centros urbanos. 
 
 La represión del ejército afgano dirigida por oficiales soviéticos comienzan a ser 
consideradas cada vez más inaceptables para la población, llevando al régimen de Karmal 
hacia un proceso irreversible de pérdida de adhesión, que darían como resultado un marcado 
número de deserciones e insubordinaciones en el marco de las fuerzas gubernamentales 
(Revista de la Escuela Superior de Guerra, 1987). 
 
 La oposición al régimen de Karmal se extendía, con un incremento considerable de las 
acciones violentas en los sectores urbano y una escalada de la resistencia en todas las regiones 
del país. A principios de 1980 varios grupos regionales conocidos colectivamente como 
Mujaidines (palabra cuyo significado en la lengua persa es “guerreros santos”) se habían 
16 
 
unido en la zona fronteriza de Peshawar, para resistirse a los invasores soviéticos y al ejército 
afgano pro – soviético. 
 
 A medida que avanzaba el conflicto, los líderes de la resistencia comenzaban a ver a las 
milicias civiles del gobierno y al propio ejército afgano como fuentes de obtención de armas 
más que importantes, al punto tal que unidades prácticamente completas equipadas por los 
soviéticos, pasaban a reforzar los elementos de la guerrilla que comenzaban a desarrollar de 
manera progresiva su poder de combate. 
 
 
Breve análisis de las variables más relevantes del conflicto. 
 
 Si bien es cierto que el presente capítulo no profundiza en el desarrollo de las operaciones 
militares durante la guerra, resulta necesaria la realización de un análisis de aquellos aspectos 
distintivos que caracterizaron a la misma, para poder de esta manera, concluir sobre cuáles 
fueron los factores desencadenantes del fracaso de la Unión Soviética. 
 
 La integralidad en el análisis de estas variables, permite observar la multi causalidad del 
desenlace, atendiendo a la interdependencia de las mismas y a la configuración de un cuadro 
de situación tal, que permitieron a los rebeldes afganos disminuir una asimetría de fuerzas que 
de por sí le era desfavorable desde el momento mismo del inicio de las operaciones. 
 
 Para el análisis integral del conflicto pueden identificarse tres fases, teniendo en cuenta el 
cambio de naturaleza de las acciones, de acuerdo a cómo iba evolucionando el mismo: 
 
 Fase Previa (Inicio de la insurgencia). Desde la toma del poder por parte del PDPA en 
abril de 1978, hasta la invasión soviética producida el 25 de diciembre de 1979 (totalizó 1 año 
y 8 meses). 
 
 Primera Fase (Sovietización). Desde el 25 de diciembre de 1979 hasta la retirada de las 
fuerzas soviéticas de Kabul el 15 de febrero de 1989 (totalizó 9 años y 2 meses). 
 
 
 Segunda Fase (Caída del Partido Democrático del Pueblo de Afganistán). Desde el 15 
de febrero de 1989 hasta la caída de Kabul el 15 de abril de 1992 (totalizó 3 años y 2 meses) 
(Agüero, 2015). 
 
 Se presenta a continuación un cuadro / resumen de todos aquellos aspectos que 
conformaron de una u otra manera el ambiente operacional y actuaron como factores 
dinamizadores durante la guerra: 
17 
 
 
 
FACTORES / VARIABLES DE ANÁLISIS DE LA GUERRA DE AFGANISTÁN 
Factores geográficos Factores políticos Factores económicos 
Permanencia en el tiempo / 
Prolongación de las 
acciones 
Características de la lucha 
/ Voluntad de lucha / 
Capacidad de sacrificio 
colectivo 
Factores Histórico-
culturales y sociales 
- Características del terreno 
favorecían las operaciones de 
guerrilla llevadas a cabo por 
los rebeldes. 
- Compartimentación del 
terreno dificultaba el 
desarrollo de operaciones 
militares con fuerzas de 
magnitud. 
- Limitada capacidad de 
obtención de recursos locales 
para fracciones que debían 
operar lejos de sus bases. 
- Escasa infraestructura para el 
desplazamiento de personal y 
material empleando medios 
terrestres. 
- Escasas vías de comunicación 
a ser empleadas como 
Caminos de Abastecimiento 
y/o Avenidas de 
Aproximación para la 
ejecución de operaciones del 
tipo convencional. 
- Escasos pasos existentes para 
operar en dirección Norte – 
Sur por la existencia del 
macizo del Hindú Kush 
dificultó las acciones 
soviéticas. 
- Escasa sensibilidad social y 
poco entendimiento de la 
idiosincrasia de su propio 
pueblo por parte de los 
diferentes gobiernos afganos 
antes y durante el conflicto. 
- Marcada fragmentación en el 
seno del Partido comunista 
Afgano. 
- Sucesión de golpes de Estado 
y asesinatos políticos fruto de 
la falta de intereses comunes 
y enfrentamientos internos 
por parte de facciones 
antagónicas. 
- Dependencia política de 
órdenes y directivas 
provenientes de la URSS que 
no siempre consideraban la 
realidad de Afganistán. 
 
- Instauración de un gobierno 
“títere” por parte de la URSS. 
- Incapacidad política de 
controlar las convulsiones 
internas y falta de control 
territorial por parte de las 
Fuerzas Gubernamentales. 
- Rol desempeñado por terceros 
estados en favor de la 
guerrilla afgana 
(fundamentalmente Pakistán y 
EEUU). 
- Pobreza estructural y escasos 
niveles de desarrollo. 
- Dependencia económica de 
potencias hegemónicas a lo 
largo de toda la historia 
afgana. 
- Concentración de las riquezas 
en pocos grupos relacionados 
con el poder. 
- Monopolio soviético del 
manejo económico del país. 
- Escasez de infraestructura 
crítica. 
- Condicionamiento comercial 
dado por la mediterraneidad 
del país. 
- Largo período de 
configuración (inicio de la 
insurgencia), sovietización y 
caída del comunismo en 
Afganistán. 
- Intervención soviética en 
masa y sostenida durante el 
conflicto. 
- Lapso de duración cercana a 
los 14 años de todo el proceso 
relacionado con la guerra. 
- Empleo del concepto de 
desgaste por parte de la 
insurgencia afgana como 
forma de disminuir asimetría 
de fuerzas. 
- Accionar guerrillero 
generalizado promovido 
fundamentalmente en las 
zonas rurales propiciaron la 
prolongación de las acciones 
ante la imposibilidad de 
operar de tropas con 
características 
convencionales. 
- Deterioro de las condiciones 
de vida en el país fruto de la 
prolongación en el tiempo de 
la guerra. 
- Apoyo y patrocinio a la 
insurgencia por parte de 
terceros Estados permitieron 
dilatar la guerra en detrimento 
de las intenciones soviéticas. 
- La morfología del país y las 
condiciones 
socio/política/culturales, 
permitieron a la resistencia 
afgana plantear la lucha en 
términos de guerra de 
guerrillas generando las 
condiciones para derrotar a 
un enemigo más poderoso. 
- Proliferación de diversas 
fracciones guerrilleras que 
lograrían unirse ante la 
existencia de un enemigo 
común generando un marco 
para la conformación del 
Movimiento de Resistencia 
Afgano. 
- Capacidad demostrada por el 
pueblo de resistir a las duras 
represalias y desplazamientos 
forzados de personas que eran 
propiciados por el régimen 
comunista. 
- Distribución territorial y 
control de determinadas 
zonas del país facilitaron las 
operaciones de la resistencia 
manteniendo un espíritu de 
lucha permanente contra lo 
que consideraban el invasor 
soviético. 
- Organización social afgana 
(de carácter tribal) dificultó la 
penetración de los ideales 
comunistas. 
- Fragmentación de las fuerzas 
gubernamentales afganas 
produciéndose deserciones en 
masa que perimieron incluso 
aprovisionar a las fuerzas 
rebeldes con material 
soviético. 
- Propensión de la población a 
rechazar todo lo proveniente 
del extranjero y una 
resistencia ostensible al 
cambio de usos y costumbres. 
- Crecimiento sostenido del 
movimiento Mujahidin que 
lograría amalgamar las 
diferentes etnias ante la 
existencia de un enemigo 
común. 
- Impacto definido en la 
población del 
fundamentalismo islámico en 
la identificacióncon la causa 
por la cual se luchaba como 
forma de sobrellevar las 
peores penurias de la guerra. 
- Identificación de un enemigo 
común que permitió zanjar 
diferencias étnicas, sociales y 
culturales. 
Figura 5: Cuadro de análisis descriptivo de las variables intervinientes en el conflicto. 
 
 
Fuente: Elaboración propia. 
18 
 
Conclusiones parciales. 
- La historia del pueblo afgano, su organización social y el escaso nivel de identificación con 
los valores que se les querían imponer, constituyeron factores determinantes durante la 
gestación, desarrollo y desenlace del conflicto. 
 
- La geografía de Afganistán, el escaso nivel de desarrollo y las características de su 
población dificultaron las operaciones de las tropas soviéticas y facilitaron el desarrollo de 
la guerra de guerrillas por parte del Movimiento de Resistencia. 
 
- La pobreza estructural, el analfabetismo y el fuerte arraigo religioso, sumado al rechazo 
que provocaba la imposición de los ideales comunistas impulsados por los soviéticos 
facilitó el desarrollo práctico / conceptual de la estrategia sin tiempo en la concepción de 
las operaciones de los rebeldes afganos. 
 
- La diversidad de etnias, la organización tribal, el fundamentalismo islámico y la adhesión 
de los pastunes al código no escrito Pastunwali, dificultaron por un lado el ejercicio de la 
autoridad estatal, mientras que por el otro generaron condiciones favorables para afrontar 
las vicisitudes de la guerra una vez que la URSS invadiera Afganistán. 
 
- Los cambios de sistema de gobierno y las disputas internas por el ejercicio de poder, 
sumados a las intrigas, las influencias externas y los asesinatos políticos, erosionaron 
sensiblemente cualquier intento de democratización y/o desarrollo del país, sumiéndolo en 
una situación de pobreza extrema y violencia que terminarían influyendo en la evolución 
de las acciones. 
 
- A voluntad de vencer del pueblo afgano permitió sostener el movimiento de resistencia 
contra la URSS independientemente de las represalias y las penurias que debieron soportar 
no solo los insurgentes sino también la población en general. 
 
- El enfrentamiento entre distintas facciones en el seno del Partido Comunista imposibilitó la 
consolidación de un régimen que ejerciera el control territorial y garantizara la 
gobernabilidad del país una vez iniciado el proceso de conformación / consolidación del 
Movimiento de Resistencia Afgano. 
 
- La disgregación de las fuerzas gubernamentales afganas que se materializaron a través de 
las insubordinaciones, motines y deserciones permitieron el desarrollo de poder de 
combate inicial de la resistencia que se nutrieron no solo de personal, sino también de 
material recientemente provisto por los soviéticos. 
 
- El rol desempeñado por países como Pakistán (fundamentalmente en la zona fronteriza 
donde había una marcada presencia de la etnia pastún) y los EEUU permitieron no solo 
desarrollar fuerzas al Movimiento de Resistencia Afgano, sino también sostener el esfuerzo 
que implicó el sostenimiento de las acciones durante un lapso tan prolongado de tiempo. 
 
- La unión de etnias y tribus, ante la existencia de un enemigo común, conformando el 
movimiento Muyahidín permitió combatir con mayor eficiencia a las tropas soviéticas, 
ejecutando operaciones militares cuyo efecto principal era el desgaste mediante la 
multiplicidad y prolongación de las acciones. 
 
19 
 
- La geopolítica entrelazada con intereses históricos, económicos y políticos fueron los 
aspectos centrales por los cuales la URSS mantuvo su postura en torno al conflicto en 
Afganistán, esto sumado a la dinámica propia de la Guerra Fría impulsaron su intervención 
directa, debiendo enfrentar un tipo de guerra no convencional y que significaría el preludio 
de su caída como una de las superpotencias hegemónicas. 
 
- La yihad como fenómeno religioso / cultural de los pueblos musulmanes resultó ser un 
factor determinante para la unión de las diferentes etnias afganas que debían luchar contra 
un enemigo común, llevando las acciones militares al extremo en un marco de “guerra 
justa” que los eximía espiritualmente del temor a morir guerreando, al punto tal de que la 
muerte era vista como sinónimo de trascendencia para el combatiente que moría y 
compromiso moral de continuar la lucha hasta conseguir la victoria de todos aquellos que 
quedaban. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
20 
 
Capítulo II: El desarrollo de la guerra y su impacto en el pensamiento militar. 
 
Desarrollo. 
 
 Teniendo en cuenta el pensamiento militar de la época, la guerra de Afganistán, por sus 
características y dinámica propia, significaría para la URSS un costoso proceso de 
aprendizaje, en donde no solo sus visones geopolíticas y estratégicas se pondrían en juego, 
sino también todo aquello relacionado con las tácticas y procedimientos de empleo de su 
instrumento militar. 
 
 El estudio del desarrollo del conflicto, teniendo en cuenta su naturaleza, el análisis a luz 
del pensamiento militar y su interpretación en base a un modelo estratégico determinado, 
permite visualizar aspectos específicos que contribuyen a su adecuada interpretación. 
 
 El presente capítulo tiene por objetivo establecer relaciones e implicancias de la 
articulación fines – modos – medios en el desarrollo de las acciones militares y su impacto en 
la evolución del pensamiento militar contemporáneo. 
 
 
El despliegue soviético en Afganistán con posterioridad a la invasión y su concepción 
operacional inicial. 
 
 Diferentes informes dan cuenta de que el conjunto de la operación de invasión a 
Afganistán fue conducida directamente desde Moscú por el Mariscal Sergei Sokolov quien a 
su vez se desempeñaba como Primer Viceministro de Defensa y se encontraba enlazado 
satelitalmente con el cuartel general de campaña del 40° Ejército de la URSS, instalado en 
Termez. 
 
 Las líneas de invasión soviéticas habían sido materializadas por cuatro divisiones de 
infantería motorizada de unos 12.500 hombres cada una. La 357° y la 66° cruzaron la frontera 
por Kushka y se dirigieron hacia Herat y Kandahar, mientras que la 360° y la 201° salieron de 
Termez con dirección a Kabul. 
 
 La cobertura aérea de estas fuerzas había sido proporcionada por aviones MiG-23 Flogger 
y MiG-21 Fishbed que operaban desde Karshi y Kerki (ambas localidades en territorio 
soviético) respectivamente. 
 
 A mediados de enero el cuartel general del 40° Ejército fue trasladado a la base aérea de 
Bagram, situada al norte de Kabul y otras dos divisiones cruzaban la frontera, la 16° y la 54°; 
manteniéndose el puente aéreo encargado de transportar hacia territorio afgano no solo tropas, 
sino también helicópteros, vehículos terrestres, municiones, explosivos y todo tipo de 
suministros. 
 
 Hacia finales de enero el comando soviético había dividido al país en dos grandes zonas 
operacionales la noreste y la suroeste. 
 
 Sector Noreste. Se encontraba conformado por el cuartel general del 40° Ejército ubicado 
en Bagram juntamente con varias escuadrillas de aviones de combate, bombarderos y de 
transporte, además de todo el estado mayor de la 201° división de infantería motorizada, 
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cuyas unidades controlaban el estratégico desfiladero de Salang, al norte de Bagram, en el 
camino que unía Termez con Kabul. 
 
 Por su parte la 360° división de infantería motorizada estaba desplegada entre Kabul y la 
vertiente afgana del desfiladero de Jaibar, mientras que la 105° división aerotransportada al 
completo y algunos elementos de la 103° y la 104° también aerotransportadas ocupaban 
Kabul y sus alrededores. 
 
 En el aeropuerto de la capital afgana había desplegada una escuadrilla de MiG-21, además 
de helicópteros Mi-8 y Mi-24.Por su parte la 16° división de infantería que había penetrado recientemente en Afganistán 
se encontraba en apoyo a las unidades del ejército afgano que encontraban una fuerte 
oposición de la resistencia afgana en el noreste del país (Furlong y Winkler, 1981). 
 
 Sector Suroeste. La 66° división de infantería motorizada estaba desplegada a lo largo de 
la carretera entre Herat y Kandahar, ciudad esta última en la cual había desplegadas dos 
escuadrillas de aviones de combate y doce helicópteros (la mitad de estos eran empleados 
como apoyo a las operaciones de combate de las fuerzas terrestres). 
 
 Al Sur de la Herat, se encontraba el estado mayor de la 357° división de infantería 
motorizada al que se sumaban varias escuadrillas de aviones de ataque, aviones de transporte 
y doce helicópteros (empleados de la misma manera que los enunciados en el párrafo 
anterior). 
 
 La 54° división de infantería motorizada (última en desplegar en Afganistán) ocupaba el 
camino que unía Herat con Kushka en proximidades de la frontera soviética (Furlong y 
Winkler, 1981). 
 
 
 
Figura 6: Disposición de tropas soviéticas. 
 
 
Fuente: Elaboración propia – Imagen recuperada de http://www.iran-resist.org/article4082 
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 La etapa inicial de las acciones permitió a los soviéticos contener la resistencia afgana y 
controlar férreamente los centros urbanos, logrando cierta estabilidad hacia mediados de abril 
de 1980. Hasta ese momento las operaciones se habían basado en la rapidez de movimientos, 
el choque y la sorpresa. 
 
 El detalle con el que se ejecutó la invasión y la posterior fase de estabilización empleando 
gran masa de fuerzas demostró una adecuada planificación, donde la coordinación y el control 
constituyeron factores determinantes para el éxito de las operaciones iniciales. 
 
 Habiéndose consolidado el despliegue soviético en Afganistán la composición de sus 
fuerzas comenzaba a mutar hacia un proceso, donde las unidades empleadas inicialmente 
(muchas de las cuales estaban mal equipadas y mal entrenadas) para apoyar a los paracaidistas 
empeñados en la ocupación inicial, comenzaban a ser reemplazadas por unidades con mayor 
capacidad operacional. 
 
 Promediando la guerra los efectivos soviéticos ascenderían a un número aproximado de 
118.000 hombres, de los cuales la mayoría de ellos integraban las divisiones motorizadas 
aunque también se encontraban desplegados alrededor de 10.000 paracaidistas, 5.000 
efectivos de asalto aéreo y numerosas fracciones de tropas especiales conocidas como 
“Spetnaz” cuya misión principal era la de infiltrarse en las fuerzas mujahidines para sembrar 
la confusión, el terror y la sospecha (Wheeler, 1987). 
 
 El potencial aéreo soviético en general era empleado a gran escala, constituyendo un factor 
esencial el uso de los helicópteros para salvar la dificultad que representaba el terreno para la 
ejecución de cualquier tipo de operación. 
 
 La concepción operacional clásica abordada por los planificadores soviéticos condicionó 
en cierta forma sus intenciones en Afganistán, marcando contrariamente a lo que estos 
pensaban, el inicio de una larga estadía en el ambiente hostil que representaba ese país. 
 
 
La configuración del Movimiento de Resistencia Afgano (MRA) y la evolución de su 
concepto de empleo. 
 
 El primer movimiento revolucionario importante contra las fuerzas soviéticas había 
comenzado a mediados de 1978, siendo propiciado por las tribus de la etnia Nuristani, en el 
noreste del país en el límite con Pakistán. A esta sublevación se le fueron sucediendo otras en 
el seno de otras tribus en territorios ocupados por la etnia de los Tajikos en el noreste y la 
etnia Hazara en la región montañosa central de Hazarajat. 
 
 Se bien el movimiento revolucionario como tal, fue iniciado por las etnias minoritarias, 
terminaría alcanzando también a la etnia de los Pashtunes, seno en la cual se desarrollarían 
posteriormente los movimientos de resistencia Mujahidin. 
 
 La heterogeneidad fue un aspecto distintivo del MRA contra el gobierno comunista y las 
fuerzas de ocupación soviéticas, existiendo numerosas organizaciones opositoras en 
concordancia con la realidad sociocultural existente en Afganistán (diferentes etnias con 
tribus variadas dentro de estas, además de la existencia de movimientos religiosos sunitas y 
chiítas con grado de fundamentalismo variado). 
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 Esta realidad produjo la presencia de varios actores / movimientos guerrilleros que 
operaban de manera independiente aunque a veces establecían alianzas ante la existencia de 
un enemigo común, con un escaso grado de conducción centralizada y coordinación en las 
acciones, llegando incluso a enfrentamientos entre ellos por el dominio territorial de algunos 
sectores. 
 
 Más allá de estos antagonismos, a medida que avanzaba la guerra para el año 1988 la 
oposición al régimen de Kabul ascendía a unos 100.000 insurgentes dentro de los cuales la 
mayoría se alineaban al movimiento Mujahidin (guerreros santos). Gran parte de estas fuerzas 
se entrenaban, reagrupaban y recuperaban en el vecino Pakistán operando de manera semi 
permanente en un número aproximado a los 20.000 hombres dentro del territorio afgano 
(Carrere Cadirant, 1988). 
 
 El equipamiento insurgente era variado, llegando a disponer incluso de misiles tierra aire 
portátiles que eran empleados contra el poder aéreo soviético. El MRA llegó a dominar gran 
parte de las áreas rurales de Afganistán Oriental al punto tal de que las fuerzas 
gubernamentales apoyadas por los soviéticos habían reducido su presencia a pequeños 
poblados que se encontraban sitiados y cuyo abastecimiento era realizado ya sea por aire o 
mediante la incursión de convoyes fuertemente escoltados. 
 
 Los insurgentes consiguieron además controlar casi el 80% de las zonas rurales, lo que les 
daba la ventaja de poder operar en las ciudades durante la noche mediante una combinación 
de asesinatos de oficiales del gobierno afgano y audaces ataques de distintas magnitudes que 
buscaban desarticular las operaciones soviéticas. 
 
 Los puntos de resistencia mujahidin se encontraban fundamentalmente en la provincia de 
Nangarhar en el pueblo de Paghman (a solo 19 Km de Kabul) y en el Valle de Panjshir (al 
norte de la capital). Pese a los esfuerzos soviéticos por emprender acciones decisivas en esas 
regiones, les resultó prácticamente imposible desalojar a los insurgentes de manera definitiva 
de esos lugares que se constituyeron en verdaderos bastiones de la resistencia. 
 
 
 
Figura 7: Desarrollo del Movimiento de Resistencia Afgano (MRA). 
 
 
Fuente: Elaboración propia – Imagen recuperada de 
https://ar.pinterest.com/pin/451837775107464498/?lp=true 
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 Si bien Pakistán se había convertido en fuente de abastecimiento y refugio principal del 
MRA, al momento de operar en territorio afgano sufrían serios inconvenientes teniendo en 
cuenta su falta de entrenamiento, la insuficiencia de armas y la dificultad para mantener la 
cohesión entre los diferentes grupos. 
 
 Teniendo en cuenta su cultura, la Jihad (guerra santa declarada contra los soviéticos) 
constituía el mayor factor unificador de la resistencia, siendo a su vez un aspecto central en la 
estrategia de desgaste planteada desde los inicios de la guerra, al punto tal que desde 1980 se 
concentrarían en controlar las rutas que unían las principales ciudades y los pueblos que se 
situaban en proximidades de las vías de comunicaciones eran atacados y controlados por 
breves períodos de tiempo. 
 
 Los ataques mujahidines se concentraban en las líneas de abastecimiento y de 
comunicaciones soviéticas a lo largo y ancho de todo el país, como forma de mantener al 
ejército invasor desequilibrado, obligándolo a desplegar un gran número de tropas paraproteger áreas sensibles tales como pistas de aterrizaje, sitios para abastecimientos y ciudades, 
disminuyendo con esto su eficiencia para conducir operaciones directas contra los insurgentes 
y afectando sensiblemente su moral. 
 
 
 
 
 
 
 
MOVIMIENTO DE 
RESISTENCIA 
AFGANO 
Conformación en a semejanzas étnicas y culturales. 
Surge como reacción a una revolución comunista y a las 
políticas del gobierno dirigidas a las tradiciones sociales, 
económicas y culturales. 
Los soviéticos eran considerados intrusos. 
Carácter conservador basado en el fundamentalismo musulmán. 
Necesidad del apoyo popular para continuar la lucha. 
Confianza en las deserciones e información suministrada por 
fuerzas nativas. 
Dependencia de asistencia del exterior (Estado amigo 
fronterizo). 
Falta de entrenamiento, armas y fondos. 
Estructura de mandos débil y ausencia de ataques coordinados. 
Insurgentes organizados en torno a líderes tribales regionales – 
Esfuerzo por controlar vías de comunicaciones por períodos de 
tiempo variables – Establecimiento de áreas autónomas dentro 
de Afganistán – Control de zonas rurales. 
Operaciones en ciudades ocupadas. 
Libran una guerra “santa” (Jihad). 
Objetivo político bien definido: la caída del gobierno comunista 
con la consecuente retirada soviética. 
Planteo de una estrategia de desgaste. 
 
 
 
 
 
 
Figura 8: Características principales del MRA. 
 
 
Fuente: Elaboración propia – Basada en el artículo “Afganistán una tierra heroica” (Carrere 
Cadirant, 1988) 
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La naturaleza del conflicto y la necesidad de adaptación del instrumento militar. 
 
 Del mismo modo que los EEUU, años antes en Corea y Vietnam, los soviéticos 
menospreciaron la fortaleza de sus adversarios y no consideraron lo poco fiable que serían las 
fuerzas armadas a las cuales apoyaban. 
 
 Visualizaron a Afganistán como otra Hungría o Checoslovaquia, conflictos en los cuales 
pudieron imponerse mediante el empleo de una doctrina convencional basada en la 
preponderancia de sus fuerzas blindadas para acabar con cualquier foco de resistencia. 
 
 La resistencia afgana platearía el conflicto en el marco cuya naturaleza estaba orientada 
hacia el desarrollo de una estrategia de desgaste que no sería visualizada a tiempo por los 
soviéticos, ocasionando que basaran el empleo de su instrumento militar en experiencias de la 
Segunda Guerra Mundial, manteniendo supuestos de planeamiento similares a los utilizados 
para eventuales despliegues en las llanuras europeas (McCormick, 1987). 
 
 Afganistán terminó convirtiéndose en un problema sin solución, donde se conjugaban la 
desconfianza hacia las fuerzas afganas que continuaban apoyando al gobierno comunista pro 
soviético de ese país, el terreno extremadamente compartimentado, el clima desértico y la 
voluntad de lucha de un pueblo que se resistía férreamente a ser doblegado. 
 
 La guerra de guerrillas planteada fundamentalmente por los mujahidines colisionaba con 
los postulados de las tácticas y procedimientos de empleo que se enmarcaban dentro de las 
operaciones clásicas para las cuales las fuerzas soviéticas convencionales estaban preparadas. 
La batalla decisiva se hacía imposible de librar a pesar de todos los esfuerzos que se hicieran 
por tratar de generar las condiciones que así lo permitieran. 
 
 La dinámica propia de la guerra sumada a las experiencias adquiridas, forzaron a las 
fuerzas soviéticas y a sus conductores a adaptarse a las características que les imponía de 
manera rigurosa el ambiente operacional, pudiendo identificarse tres etapas bien definidas 
teniendo en cuenta, entre otros aspectos, la forma en la cual era empleado el instrumento 
militar: 
 
- Primera Etapa: Guerra Convencional. 
 
- Segunda Etapa: Acciones ofensivas con pequeñas unidades. 
 
- Tercera Etapa: Operaciones especiales. 
 
 Si bien es cierto que esta división podría resultar un tanto arbitraria, la realidad indica que 
cada una de estas presentaban sus propias particularidades que le eran distintivas y en donde 
la articulación fines – modos – medios comenzaría a mutar atravesando transversalmente a los 
niveles estratégico, operacional y táctico en la búsqueda de poner fin a una guerra que poco a 
poco comenzaba a tornarse insostenible para una de las potencias hegemónicas de la época. 
 
 
 
 
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Guerra Convencional Acciones ofensivas con pequeñas unidades Operaciones especiales 
- Se llevaría adelante entre diciembre de 1979 
y mediados de 1980. 
- Empleo de habitantes provenientes de Asia 
Central como gran parte de las fuerzas de 
intervención soviética (considerados 
ciudadanos de segunda clase) con la 
finalidad de estrechar vínculos con la 
población autóctona una vez producida la 
invasión. 
- Técnicas y procedimientos de empleo: 
convencionales buscando destruir a la 
resistencia afgana donde sea que se 
presentaba el combate. 
- Finalidad: desmoralizar a la resistencia a 
través de la demostración de fuerzas y el 
empleo del principio de masa de manera 
recurrente. 
- Se ejecutaban operaciones de nivel División 
para enfrentar fuerzas compuestas por 
guerrilleros. 
- Ineficiencia de los blindados y medios de 
transporte de combate, ocasionada por las 
características del terreno y de la lucha 
planteada por el oponente. 
- Cambio paulatino hacia el empleo de fuerzas 
ligeras como forma de subsanar las 
dificultades iniciales. 
- Incremento del empleo de medios aéreos 
para obtener mayor movilidad y 
maniobrabilidad. 
- Limitada capacidad de empleo de medios de 
transporte terrestre (estrechos caminos y 
pasos de montaña). 
- Ataques recurrentes de los mujahidines a 
convoyes soviéticos generaron un alto grado 
de dependencia de los medios aéreos. 
- Declaración de la Jihad, movimiento de 
resistencia generalizado y deserciones en 
masa de fuerzas gubernamentales afganas. 
- Afectación a la moral de las fuerzas 
soviéticas. 
- Proceso de consolidación de la resistencia. 
- Desde mediados de 1980 hasta mediados de 1983. 
- Adecuación de las estructuras organizacionales: conformación de Batallones Reforzados 
con Armas Combinadas (1 Batería de Artillería, 3 Compañías de Infantería Motorizada, 
1 Escuadrón de Tanques y elementos de apoyos especializados que incluían además 
medios aéreos) – Desarrollo conceptual del empleo de unidades de armas combinadas 
- Técnicas y procedimientos de empleo: efectuar ataques sorpresivos en áreas que se 
sospechaban estaban bajo control insurgente con la esperanza de eliminar la actividad 
guerrillera contra las instalaciones y fuerzas soviéticas. 
- Finalidad: desalojar a los mujahidines de valles fértiles y vías de comunicación 
principales, estableciendo zonas de seguridad, buscando forzar a los campesinos a 
congregarse en las ciudades o a salir de Afganistán, para controlar mejor la población 
evitando la proliferación de focos de resistencia. 
- Empleo de medios aéreos: ataques con cohetes y napalm con aeronaves de ala fija, a 
continuación helicópteros de ataque con cohetes y ametralladoras, seguidos por tropas de 
asalto aéreo. 
- Ejecución de operaciones de búsqueda y destrucción obligando a los mujahidines a 
replegarse a sus posiciones defensivas (la resistencia se hacía fuerte en las montañas). 
- Empleo complementario de “destacamentos de envolvimiento” (fracciones 
autosuficientes que tenían como misión envolver fuerzas enemigas atacándolas por los 
flancos y la retaguardia a fin de tomar sus posiciones) – Según la doctrina soviética 
podían variar su magnitud de pelotón hasta regimiento. 
- Operaciones de envolvimiento ejecutadas por fracciones aeromóviles, paracaidistas e 
infantería motorizada – En las regiones montañosas eran empleadas armas químicas 
como forma de apoyar a estas fracciones que debían avanzar en terrenos 
compartimentados. 
- Resultados: éxito relativo materializado por la captura

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