Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
PERMANYER www.permanyer.com TO M O 4 83 49 7 Esta obra se presenta como un servicio a la profesión médica. El contenido de la misma refleja las opi- niones, criterios y/o hallazgos propios y conclusiones de los autores, quienes son responsables de las afirmaciones. En esta publicación podrían citarse pautas posológicas distintas a las aprobadas en la In- formación Para Prescribir (IPP) correspondiente. Algunas de las referencias que, en su caso, se realicen sobre el uso y/o dispensación de los productos farmacéuticos pueden no ser acordes en su totalidad con las aprobadas por las Autoridades Sanitarias competentes, por lo que aconsejamos su consulta. El edi- tor, el patrocinador y el distribuidor de la obra, recomiendan siempre la utilización de los productos de acuerdo con la IPP aprobada por las Autoridades Sanitarias. © 2020 Permanyer Mallorca, 310 – Barcelona (Cataluña), España permanyer@permanyer.com © 2020 Permanyer México Temístocles, 315 Col. Polanco, Del. Miguel Hidalgo 11560 Ciudad de México Tel.: (044) 55 2728 5183 mexico@permanyer.com Impreso en papel totalmente libre de cloro Edición impresa en México ISBN: 978-84-18150-03-6 Ref.: 4388AX184 Este papel cumple los requisitos de ANSI/NISO Z39.48-1992 (R 1997) (Papel Permanente) Reservados todos los derechos Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ninguna parte de esta publicación, ni almacenarse en un soporte recuperable ni transmitirse, de ninguna manera o procedimiento, sea de forma electrónica, mecánica, fotocopiando, grabando o cualquier otro modo. La información que se facilita y las opiniones manifestadas no han implicado que los editores llevasen a cabo ningún tipo de verificación de los resultados, conclusiones y opiniones. www.permanyer.com PERMANYER www.permanyer.com III Autores Álvaro Abelenda Departamento de Glaucoma Clínica de Ojos Montevideo Montevideo, Uruguay Eliecer Arosemena-Vence Neuroftalmólogo Oftalmo Advanced Clinic Ciudad de Panamá, Panamá Yael Azses-Halabe Servicio de Glaucoma Asociación Para Evitar la Ceguera en México, I.A.P. Hospital Dr. Luis Sánchez Bulnes Ciudad de México, México Guillermo Eduardo Barreto Fong Departamento de Oftalmología Unidad de Glaucoma de la Clínica Padre Luis Tezza Monterrico Sociedad Peruana de Glaucoma Universidad Mayor de San Marcos Lima, Perú Valeria Becerril-Ledezma Servicio de Glaucoma Asociación Para Evitar la Ceguera en México, I.A.P. Hospital Dr. Luis Sánchez Bulnes Ciudad de México, México Elisa Blanco Widmer Cátedra de Oftamología Hospital de Clínicas Universidad de la República Montevideo, Uruguay Roberto Dam-Lam Glaucomatólogo Oftalmo Advanced Clinic Ciudad de Panamá, Panamá Félix Gil Carrasco Servicio de Glaucoma Asociación para Evitar la Ceguera en México, I.A.P. Hospital Dr. Luis Sánchez Bulnes Ciudad de México, México L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o IV Jorge Eduardo Gamiochipi-Arjona Servicio de Glaucoma Asociación Para Evitar la Ceguera en México, I.A.P. Hospital Dr. Luis Sánchez Bulnes Ciudad de México, México Emilio Jalil Morante Instituto Oftalmológico Profesor Arentsen Santiago, Chile Manuel José Justiniano Servicio de Glaucoma y Cataratas Clínica de Ojos Norte Santa Cruz de la Sierra Sociedad Boliviana de Glaucoma Cochabamba, Bolivia Hermann R. Meyer K. Unidad Diagnóstica Hospital Rodolfo Robles V. Ciudad de Guatemala, Guatemala Lilián Katrina Saad-Brahim Médica, Oftalmóloga Universidad Javeriana Glaucoma y Segmento Anterior Sociedad de Cirugía Ocular Bogotá, Colombia Mauricio Turati-Acosta Servicio de Glaucoma Asociación Para Evitar la Ceguera en México, I.A.P. Hospital Dr. Luis Sánchez Bulnes Ciudad de México, México V Abreviaturas 5-FU 5-fluorouracilo AACA ataque agudo por cierre angular ACA área de la cámara anterior ACD profundidad de la cámara ACV volumen de la cámara anterior ACW anterior chamber width AGIS Advanced Glaucoma Intervention Study ANR anillo neuroretinal AOD angle opening distance, distancia del ángulo abierto ARA angle recess area CA cámara anterior CAA cierre angular agudo CAP cierre angular primario CAPA cierre angular primario agudo CIGTS Collaborative Initial Glaucoma Treatment Study CIT contacto iridotrabecular CNTGS Collaborative Normal Tension Glaucoma Study CRVO oclusión de la vena central de la retina CT corneal thickness CV campo visual D dioptrías DM diabetes mellitus DS desviación estándar ECA enfermedad por cierre angular EE espolón escleral EMGT Ensayo sobre el glaucoma manifiesto temprano EPNP esclerectomia profunda no penetrante Faco/LIO facoemulsificación FDA Food and Drug Administration FR factor de riesgo GPAA glaucoma primario de ángulo abierto GPAC glaucoma primario de ángulo cerrado L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o VI GPCA glaucoma primario por cierre angular HA humor acuoso HTA hipertensión arterial HTO hipertensión ocular IA iris area ICPD iris ciliary process distance ID distancia iris ILA iris lens angle ILCD lens contact distance ILP iridotomía periférica con láser IPL iridotomía periférica IT iris thickness IZD iris zonule distance LALES Los Angeles Latino Eye Study LoGTS Low pressure Glaucoma Treatment Study LPI iridotomía láser periférica LS línea de Schwalbe LV lens vault MIGS cirugía de glaucoma mínimamente invasiva MMC mitomicina C Nd:YAG neodymium-doped yttrium aluminium garnet OCT tomografía de coherencia óptica OCT-SA tomografía de coherencia óptica de segmento anterior OHTS Ocular Hypertension Treatment Study PEX pseudoexfoliación PIO presión intraocular RLP relative lense position SAP sinequias anteriores periféricas SCPA scleral ciliary process angle SD scleral distance SIA scleral iris angle SIOGE Sociedad Internacional de Oftalmología Geográfica y Epidemiológica SLT trabeculoplastia selectiva láser SPA sinequias periféricas anteriores TCPD trabecular ciliary process distance TEC trabeculectomía TIA trabecular-iris angle TISA área iridotrabecular UBM biomicroscopia ultrasónica USG A ultrasonido modo A VC vault del cristalino YAG yttrium aluminium garnet VII Índice Prólogo general de la colección IX Félix Gil Carrasco Prólogo XI Guillermo Eduardo Barreto Fong Capítulo 1 Epidemiología y estadística en el glaucoma 1 Álvaro Abelenda Capítulo 2 Factores de riesgo en glaucoma primario de ángulo abierto 11 Emilio Jalil Morante Capítulo 3 Fisiopatología del daño glaucomatoso 15 Félix Gil Carrasco Capítulo 4 Trabeculectomía 23 Mauricio Turati-Acosta, Jorge Eduardo Gamiochipi-Arjona, Yael Azses-Halabe, Valeria Becerril-Ledezma y Félix Gil-Carrasco Capítulo 5 El paciente sospechoso de glaucoma 33 Hermann R. Meyer K. L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o VIII Capítulo 6 Glaucoma de presión normal en Latinoamérica, mito o realidad 47 Eliecer Arosemena-Vence y Roberto Dam-Lam Capítulo 7 Glaucoma primario de ángulo abierto y glaucoma primario por cierre angular 59 Guillermo E. Barreto Fong Capítulo 8 Gonioscopía y estudios de imagen 65 Elisa Blanco Widmer Capítulo 9 Qué es el bloqueo pupilar 87 Lilián Katrina Saad-Brahim Capítulo 10 Papel del cristalino en el glaucoma de ángulo cerrado 97 Manuel José Justiniano Capítulo 11 Cierre angular agudo 105 Mauricio Turati Acosta, Yael Azses Halabe y Jorge Gamiochipi Arjona Capítulo 12 Criterios para la decisión de cirugía en el glaucoma de ángulo cerrado 113 Lilián Katrina Saad-Brahim IX Prólogo general de la colección El enfrentarse del paciente con glaucoma o al sospechoso de tenerlo es un gran reto, ya que implica de alguna manera el tener que diagnosticarlo con los apellidos correspondientes a la particular patología que el paciente presente y hacerle la propuesta terapéutica que necesite para que su calidad de vida en general y visual en particular no se vea afectada por esta enfermedad sindro- mática, que lo quesí sabe hacer muy bien es dejar a los pacientes ciegos o con una debilidad visual que puede comprometer su calidad de vida. A medida que nosotros podamos hacer el diagnóstico preciso y pormenori- zado de qué tipo de glaucoma padece nuestro paciente, tendremos una opor- tunidad mayor de poder ofrecerle un plan terapéutico lo suficientemente ade- cuado para que esta terrible enfermedad no deteriore su calidad visual. El complejo sindromático glaucoma no tiene palabra de honor y puede ha- cernos confundir con otra patología ocular que no guarde relación con esta neuropatía degenerativa. Se necesita que el profesional de la oftalmología co- nozca la fisiopatología, el cuadro clínico y el enfoque terapéutico adecuado, para que el paciente tenga la mejor oportunidad terapéutica y de control de la enfermedad. La complejidad de este grupo de enfermedades implica saber fisiología bá- sica: aplicar principios físicos de comportamiento eléctrico y de física aplicada para la comprensión de la fisiopatología íntima, así como conocer a fondo el comportamiento de muchas familias medicamentosas que se encargan del con- trol tensional, único enfoque terapéutico de la enfermedad. El conocimiento de las opciones quirúrgicas vigentes, la técnica descrita por expertos y los resultados obtenidos también permiten ofrecer una mejor opción para el paciente que lo necesite. Es particularmente importante tratar de que nosotros, los latinoamericanos, por la influencia racial de otras etnias en nuestras poblaciones mestizas, se- pamos ante qué tipo y de qué grado de agresividad es la patología a la cual nos enfrentamos. Esto nos coloca en una posición de gran compromiso por lo L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o X delicado de estas enfermedades y por la fragilidad que nuestra población pre- senta ante el problema del glaucoma. La intención de analizar pormenorizadamente todos los capítulos semiológi- cos y terapéuticos de este grupo sindromático es con el propósito de que, con grupos poblacionales semejantes y con limitaciones parecidas, podamos enfren- tar en forma consensuada y profesional de altura este grupo de enfermedades denominado glaucoma. No quisiera terminar esta introducción a los tomos (fascículos) de Glaucoma para Latinoamérica sin agradecer profundamente a los laboratorios Sophia por su calidad profesional, por su gran apoyo y la convicción de la necesidad del conocimiento consensuado entre los profesionales de la especialidad de lo que hay que hacer ante esta terrible patología. Muchas gracias a todos los autores y colaboradores de estos tomos (fascí- culos), que darán seguramente la pauta diagnóstica y terapéutica a muchos de los compañeros oftalmólogos de nuestra gran Latinoamérica para poder diag- nosticar en forma oportuna y tratar en forma eficiente este complejo síndrome. Me siento comprometido con mis compañeros oftalmólogos y con los pa- cientes que padecen o son sujetos a padecer la enfermedad para que estos fascículos sirvan para mejorar la calidad de diagnóstico y atención para ellos, que son objetivo de nuestro estudio y trabajo, los pacientes con glaucoma. Félix Gil Carrasco Servicio de Glaucoma Asociación para Evitar la Ceguera en México, I.A.P. Hospital Dr. Luis Sánchez Bulnes Ciudad de México, México XI Prólogo GLAUCOMA PRIMARIO DE ÁNGULO ABIERTO Y GLAUCOMA POR CIERRE ANGULAR El concepto actual, según van Buskirk y Cioffi, es definido como una neuro- patía óptica con pérdida de fibras ganglionares de la cabeza del nervio óptico con compromiso típico en la perimetría. El glaucoma es un grupo de enferme- dades que tienen en común una neuropatía óptica caracterizada por la pérdida del campo visual, siendo la elevación de la presión intraocular (PIO) el principal factor primario de riesgo para la progresión del daño, aunque su presencia no es necesariamente obligatoria, ya que puede existir la enfermedad con PIO en valores en rangos de normalidad o incluso bajos. En la actualidad el glaucoma se determina como un proceso de tres periodos: el hipertensivo, el preperimétrico y el perimétrico. Estos corresponden a los tres periodos de la enfermedad: hipertensión ocular, daño del nervio óptico y daño del campo visual, respectivamente. Según Niesel, citado como sucesor de Gold- mann, el lapso entre los tres periodos depende del grado de perfusión del nervio óptico; cuando la perfusión es mala, el paso de un periodo a otro es corto y no así cuando es buena, porque el mecanismo de autorregulación de la retina aún funcionaría bien. Los tres factores más importantes asociados con la neuropatía óptica glau- comatosa son el nivel de la PIO, la edad y los antecedentes heredofamiliares. El factor de riesgo más importante en el glaucoma es el aumento de la PIO, que asociado al factor tiempo produce lesiones a nivel de las fibras del anillo neu- rorretinal junto al borde del disco óptico y alteraciones en el campo visual. Debemos estudiar este factor con singular precisión y dedicación, pues es el único modificable por las diversas terapias que se describirán en el capítulo. Las estadísticas mundiales demuestran que el glaucoma tiene una tendencia en crecimiento, en consecuencia seguirá aportando significativamente más pa- cientes con baja visión e incrementando las estadísticas de ceguera irreversible L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o XII del mundo. Nuestros esfuerzos por conseguir disminuir la estadística de cegue- ra por glaucoma siguen siendo insuficientes a pesar de que tenemos mayor información digital, más oftalmólogos y mayor apoyo de organismos no guber- namentales en la lucha contra la ceguera. Nuestra realidad es bastante comple- ja, pero no debe ser desalentadora; por el contrario, con la unión de nuestros esfuerzos deberíamos controlar y disminuir los números que son hostiles a nuestro objetivo. Uno de nuestros problemas es que desconocemos nuestra realidad, la escasa información epidemiológica no permite abordar y afrontar este flagelo. Nos apoyamos en los proyectos VER y LALES (Los Angeles Latino Eye Study), conducidos en poblaciones latinas (con grupos étnicos mayoritaria- mente mexicanos o mexicano-americanos), que nos han brindado información relevante con respecto a las principales causas que afectan la visión en ese grupo étnico minoritario de los Estados Unidos. Estudios de otras latitudes han demostrado que el glaucoma representa la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. La OMS (Organización Mun- dial de la Salud) consideró con datos estadísticos del año 2002 que el 12.3% de la personas ciegas en el mundo tuvieron como causa el glaucoma. En aras de la lucha contra el glaucoma se realizó la estimación proveniente de la información publicada de prevalencia, proyectándose que para el año 2020 podrían haber 79.6 millones de personas afectadas por glaucoma subdivididas en: un 74% con glaucoma de ángulo abierto y un 2l.26% por ángulo estrecho, hoy llamado glau- coma primario por cierre angular, habiéndose calculado la ceguera bilateral en 5.9 millones de personas con glaucoma de ángulo abierto y 5.3 millones con glaucoma de ángulo cerrado. La magnitud del glaucoma puede cuantificarse y medirse por su frecuencia y sus factores de riesgo, además de por otras dimensiones muy importantes por repercutir directamente en el incremento de la estadística. Entre ellas está su presencia asintomática y comportamiento silente. Recordemos que la desin- formación y el bajo conocimiento que se tiene de la enfermedad en todos los niveles socioeconómicos de nuestra población latinoamericana desempeña un rol trascendente y con incidencia negativa. Conocemos que existe una tasa de desconocimiento de ser portadores de glaucoma de entre el 75% (estudio LALES) y el 88% (Proyecto Glaucoma). El impacto económico del glaucoma es muy importante. El glaucoma se considera la causa de más de 10 millones de visitas a médicos todos los años, y teniendo en cuentalos ingresos perdidos procedentes de impuestos sobre la renta más los gastos de atención médica, se calcula que el costo para el go- bierno de los EE.UU. superaría los $1.500 millones anuales. Guillermo Eduardo Barreto Fong Departamento de Oftalmología Unidad de Glaucoma de la Clínica Padre Luis Tezza Monterrico Sociedad Peruana de Glaucoma Universidad Mayor de San Marcos Lima, Perú 1 Epidemiología y estadística en el glaucoma Álvaro Abelenda Capítulo 1 INTRODUCCIÓN El glaucoma constituye la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. Se estima que en el año 2002 un 12% de las causas de ceguera las provocaba el glaucoma y se proyecta que para 2020 este valor se incrementará en forma considerable: casi 80 millones de personas tendrán glaucoma y 11 millones tendrán ceguera bilateral, si se tienen en cuenta los glaucomas de ángulo abier- to y de ángulo cerrado1. Latinoamérica tiene en su población una gran diversidad étnica producto de una historia con grandes corrientes migratorias. Entre otras, hay poblaciones con ascendencia latina, africana, asiática e indígena. Es importante entonces evaluar distintos estudios epidemiológicos hechos en poblaciones cuyas etnias sean superponibles a las latinoamericanas para que por extensión tengamos una aproximación de la situación epidemiológica de la población de Latinoa- mérica. Así, por ejemplo, el Barbados Eye Study evaluó una población mayormente afrodescendiente, el Framingham Eye Study una población general predominan- temente blanca, los estudios LALES (Los Angeles Latino Eye Study) y VER pobla- ción hispana latina en EE.UU., y el estudio Tajimi, población asiática. Los estu- dios epidemiológicos son complejos, especializados y de elevado costo, de ahí la dificultad para realizarlos en medios con economías reducidas, por eso la importancia de tomar datos de estudios en etnias similares, para aplicarlos en poblaciones afines. Hay varios tipos de glaucoma y la evaluación estadística variará de acuerdo con el tipo de glaucoma y en qué etnia se encuentren. El glaucoma crónico de ángulo abierto es más común en caucásicos, el glaucoma de ángulo estrecho es más común en asiáticos, mientras que los afrodescendientes tienen una alta incidencia, mayor que lo caucásicos, de glaucoma de ángulo abierto. Si bien hay varias clasificaciones para agrupar los diferentes tipos de glaucoma, veremos L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o 2 los aspectos estadísticos del glaucoma de ángulo abierto y el glaucoma de ángulo estrecho, así como algunas consideraciones sobre glaucomas secunda- rios y glaucoma congénito. GLAUCOMA PRIMARIO DE ÁNGULO ABIERTO Se ha estudiado la prevalencia e incidencia del glaucoma primario de án- gulo abierto (GPAA) en varias regiones del mundo; globalmente entre la po- blación blanca la prevalencia oscila entre 1.1 y 2.1%. Este resultado puede variar si se consideran diversos factores, entre los más importantes: que sea significativa la cantidad de participantes de la muestra, los criterios clínicos elegidos para el diagnóstico de glaucoma (como evaluación estructural, fun- cional o de presión ocular), el rango etario de la muestra estudiada, el lugar geográfico, la raza, etc. De acuerdo con estudios hechos en Baltimore y Bar- bados2,3 los afrodescendientes tienen una alta prevalencia de GPAA, mayor que los caucásicos. El Framingham Eye Study es un estudio oftalmológico y epidemiológico que evaluó la prevalencia de las cuatro enfermedades oculares con más impacto en la función visual en adultos de EE.UU., las cataratas, la retinopatía diabética, la degeneración macular relacionada con la edad y el glaucoma, en una población de 2,631 adultos entre los años 1973 y 1975. La prevalencia fue del 15.5% para catarata, 3.1% en retinopatía diabética, 8.8% en degeneración macular relacio- nada con la edad y 3.3% en glaucoma de ángulo abierto. De esto se desprende que se evaluó una población en un periodo de tiempo determinado, datos útiles para definir conceptos estadísticos y epidemiológicos como el de incidencia y el de prevalencia. La incidencia es la proporción de individuos normales que adquieren una enfermedad cuando son estudiados en un periodo de tiempo. La prevalencia se refiere a la proporción de individuos enfermos en un momento determinado. La incidencia proporciona información acerca de la probabilidad de desarrollar una enfermedad en el tiempo, la pre- valencia de la probabilidad de tener una enfermedad en el tiempo. La incidencia es útil para estudiar la etiología de una enfermedad, la prevalencia para tomar acciones en los servicios de salud. Interesa especialmente en este capítulo evaluar la prevalencia del glauco- ma de ángulo abierto en la población hispana y de Latinoamérica. Dos impor- tantes estudios, el proyecto VER y LALES estudiaron poblaciones latinas en EE.UU. El proyecto VER muestra que la prevalencia de GPAA tiene un valor interme- dio al encontrado entre afrodescendientes y caucásicos, ambos grupos señala- dos anteriormente, y es de 1.97% en una población de 4,775 sujetos. Estos valores se incrementan con el aumento de la edad, siendo del 12% en mayores de 80 años4. El estudio LALES mostró que la prevalencia del GPAA es del 4.7% y que este valor se incrementa con la edad, llegando al 20% en mayores de 80 años. Tam- bién se vio en este estudio que un porcentaje muy grande, próximo al 75%, ignoraba que padecía la enfermedad, al ocurrir esta en forma silenciosa. El estudio mostró que la prevalencia de glaucoma se relacionó con la hipertensión ocular y que aquellos con córnea más fina tenían glaucoma con más frecuencia que los de córnea normal o gruesa5-7. 3 E p i d e m i o l o g í a y e s t a d í s t i c a e n e l g l a u c o m a Estadística de los factores de riesgo en el glaucoma primario de ángulo abierto Como la estadística es importante en la apreciación global del glaucoma y sus subgrupos, también lo es en el estudio de la incidencia de los principales factores de riesgo para desarrollar glaucoma o facilitar su progresión. Es im- portante conocer y predecir los potenciales riesgos para desarrollar glaucoma, para poder prevenir y actuar sobre ellos cuando sea posible. Si se evalúa la probabilidad del riesgo se tendrá más elementos de juicio para prevenir la enfermedad. Presión intraocular La presión intraocular se considera el principal factor de riesgo para el de- sarrollo de glaucoma. El citado estudio de Baltimore reveló que el 10.3% de los sujetos con más de 22 mmHg tenían glaucoma, frente a un 1.2% de los que tenían 21 mmHg o menos. El estudio OHTS (Ocular Hypertension Treatment Study) evaluó si la reducción de la presión ocular en pacientes hipertensos oculares prevenía o retrasaba el inicio de glaucoma. Se estudiaron 1,636 individuos, de los cuales 817 recibieron medicación tópica hipotensora y 819 se observaron sin tratamiento entre los años 1994 y 1996. A los cinco años, un 4.4% de los pacientes tratados y un 9.5% de los no tratados desarrollaron glaucoma, lo que sugiere que la presión ocular tuvo un rol importante en el inicio del glaucoma8. El estudio OHTS tuvo una segunda fase que extendió a 13 años el estudio. En esta extensión, al grupo de pacientes que se mantuvo en observación en la primera fase durante 7.5 años se los trató con medicación hipotensora durante 5.5 años, para evaluar si el retraso en el inicio del tratamiento influía en el desarrollo del glaucoma. Un 16% desarrolló glaucoma en el grupo tratado en forma temprana y un 22% desarrolló glaucoma en el grupo tratado en forma diferida9. La presión ocular es un factor de riesgo ocular, prevenible y tratable. La edad, la raza y los antecedentes familiares son factores de riesgo no oculares, sobre los que no se puede actuar, pero si se conocen, ello permite tenerlos en cuen- ta cuando se piensa en glaucoma a los efectos de un diagnóstico precoz. Edad La edad se correlaciona en la mayoría de los estudioscon el glaucoma, la incidencia de glaucoma aumenta con la edad en todos los estudios de pobla- ciones realizados. La incidencia de glaucoma en el Barbados Eye Study fue del 1.4% en el rango de 40 a 49 años, un 1.9% en el de 50 a 59 años, un 4.4% en el de 60 a 69 años y un 4.5% en los mayores de 70 años. La proporción de afrodescendientes en este estudio es alta y sus resultados se han extendido a la población afroamericana de EE.UU. y de otros países para conocer mejor la enfermedad e implementar medidas de prevención (Tabla 1). El Framingham Eye Study revela la prevalencia de glaucoma de ángulo abier- to estratificado por rango etario y sexo: en el rango de 52 a 64 años la preva- lencia en el sexo masculino es del 1.2% y en el femenino del 0.5%. En el rango L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o 4 de 75 a 85 años la prevalencia en el sexo masculino aumenta a 5.6% y en el femenino a 3.9%10,11 (Tabla 2). Raza Diferentes grupos raciales tienen prevalencias diferentes de glaucoma. La evidencia confirma la alta prevalencia de GPAA en afrodescendientes en rela- ción con caucásicos. No solo es importante su prevalencia, sino que además de tener un pronóstico más desfavorable y severo, ocurre en personas más jóvenes. Cuando la expectativa de vida es mayor, hay más probabilidad de que se pueda llegar a estadios avanzados, dado el carácter progresivo de la enfermedad. Antecedentes familiares La evidencia también muestra que la herencia juega un rol importante en el desarrollo del glaucoma. La búsqueda de marcadores genéticos y la identifica- ción de genes para glaucoma están en continua investigación. El estudio de Rotterdam mostró que la prevalencia de glaucoma en familias es del 22.4% en relación con un 2.3% en familias de control12. Otros factores de riesgo oculares, como la miopía, la relación copa-disco aumentada o la asimetría en la excavación, y no oculares, como la diabetes e hipertensión arterial, han sido evaluados en estudios de poblaciones clínicas, pero requieren ser confirmados en estudios basados en poblaciones para con- siderarlos verdaderos factores de riesgo y tener significación estadística. Tabla 1. Prevalencia de glaucoma primario de ángulo abierto en el Barbados Eye Study Rango etario Sexo masculino Sexo femenino 40-49 1.4% 1.1% 50-59 1.9% 1.2% 60-69 4.4% 2.6% más de 70 4.5% 3.9% Tabla 2. Prevalencia de glaucoma primario de ángulo abierto en el Framingham Eye Study 52-64 1.2% 0.5% 65-74 2.9% 0.8% 75-85 5.6% 3.9% 5 E p i d e m i o l o g í a y e s t a d í s t i c a e n e l g l a u c o m a GLAUCOMA PRIMARIO DE ÁNGULO CERRADO Una de las clasificaciones más usadas para la situación de ángulo estrecho es la que lo clasifica de acuerdo con la ausencia, sospecha o presencia de glau- coma asociado. Así, de acuerdo a la Asociación Mundial de Glaucoma se reco- noce la sospecha de ángulo cerrado primario (PAC), el PAC y el glaucoma pri- mario de ángulo cerrado (GPAC). Igual que en el GPAA, la prevalencia del GPAC varía entre diferentes grupos étnicos. Teniendo en cuenta la distribución y densidad poblacional en donde predomina, es el glaucoma que más ceguera provoca. Los asiáticos tienen prevalencia más alta de glaucoma de ángulo estrecho en relación con los caucásicos y afrodescendientes. Asia tiene grupos hetero- géneos de poblaciones, esta variación es tan marcada que la prevalencia puede variar en forma significativa de acuerdo con cuál sea la población que se con- sidere, por ejemplo, es mayor en Mongolia con respecto a Japón o la región del sudeste asiático. Se han efectuado estudios basados en poblaciones donde se vio que la prevalencia del glaucoma de ángulo estrecho es relativamente baja, de 0.6% en Japón, entre 0.41 y 1.4% en diferentes regiones de China y 1.5% en Mongolia. En la región del sudeste asiático, como en Vietnam, se estudió la prevalencia de ángulo ocluible, esta era de 47.8% para un ángulo grado 0-2 de acuerdo con la clasificación de Schaffer13. En caucásicos la prevalencia del GPAC es muy baja. Estudios en diferentes lugares geográficos (Gales, Melbourne, Italia) varían de 0.09 a 1.5%. El estudio Egna-Neumarkt-Glaucoma Study estudió 1,852 hombres y 2,415 mujeres, la pre- valencia del GPAC fue mucho mayor en mujeres, en proporción 4.5 a 1, la proporción en glaucomas secundarios de ángulo cerrado no mostró diferencias de género14. El estudio tuvo también interesantes conclusiones sobre datos obtenidos con la técnica de van Herick, profundidad de la cámara anterior y glaucomas de presentación crónica (50%), subaguda o aguda (38%). No hay suficiente bibliografía que muestre la prevalencia del glaucoma de ángulo estrecho en poblaciones hispanoamericanas, un estudio hecho en pobla- ción mexicanoamericana en 1993 reveló una prevalencia de 14.8% de glaucoma de ángulo estrecho15. Estadística de los factores de riesgo en el glaucoma primario de ángulo cerrado Igual que los factores de riesgo para el glaucoma de ángulo abierto, la es- tadística ofrece datos interesantes para los factores de riesgo del glaucoma de ángulo cerrado. Anatomía de la cámara anterior. Refracción El GPAC ocurre con mucha más frecuencia en hipermétropes. El volumen y profundidad de la cámara anterior, el grosor del cristalino, la curvatura de la córnea y el largo axial se asocian con el bloqueo pupilar relativo y con la inci- dencia de glaucoma agudo. La incidencia de ángulo estrecho y glaucoma agudo en miopes es mucho más baja, Barkana, et al. encontraron solo 20 pacientes de una base de datos L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o 6 de 17,938 con las características de miopía elevada, ángulo estrecho o glauco- ma agudo16. Sexo La prevalencia del glaucoma de ángulo estrecho es de tres a cuatro veces mayor en la mujer que en el hombre en todos los grupos raciales. Una posible explicación para esta diferencia radica en la diferencia en parámetros biométri- cos que existe entre los sexos, la profundidad de la cámara anterior es más estrecha en mujeres que en hombres en ojos normales, igual que otros pará- metros biométricos con la excepción del espesor del cristalino. Edad La prevalencia del GPAC aumenta significativamente con la edad. La pro- fundidad y el volumen de la cámara anterior disminuyen con la edad y la presencia de bloqueo pupilar y el glaucoma agudo ocurren con más frecuencia entre los 55 y 70 años de edad. Teniendo en cuenta la prolongación de la expectativa de vida en la población mundial es probable que en las próximas décadas la prevalencia del glaucoma de ángulo estrecho aumente en forma significativa17,18. En contraste, el ángulo estrecho es menos común en la población joven, y por debajo de los 40 años la causa más común de ángulo estrecho es el sín- drome de iris plateau19. La estadística y epidemiología orientan a pensar en este síndrome en pacientes jóvenes con ángulo estrecho o glaucoma agudo de ángulo estrecho. GLAUCOMA CONGÉNITO La clasificación más usada de los glaucomas congénitos es la que los divide en glaucomas congénitos primarios y secundarios. Los primarios son aquellos en los que no se encuentra otra alteración que los trastornos en el desarrollo de las estructuras del ángulo de la cámara anterior. Los glaucomas secundarios son los que se asocian a otras anormalidades oculares o sistémicas. Las esta- dísticas y la epidemiologia varían de acuerdo con qué tipo de glaucoma se considere. El glaucoma congénito primario es el más común y comprende el 70% de los glaucomas pediátricos. Ocurre en uno cada 10,000 nacimientos y deriva en ceguera en entre un 2 y un 15% de los pacientes afectados. Se diagnostica en un 60% en los primeros seis meses de vida y en un 80% en el primer año; es bilateral en el 70% de los casos20. El pronóstico es mejor cuando el diagnóstico se hace en forma precoz. El 80% de los glaucomas congénitos primarios alcanzan un adecuado control de presión ocular y el éxito está vinculado a la edadde diagnóstico y tratamiento. Si el glaucoma está presente al nacimiento el control de la presión es del 50%. Si se presenta en forma más tardía, entre el cuarto mes de vida y el año, el éxito a largo plazo es mucho mejor, debe tenerse en cuenta que las recurrencias del glaucoma una vez tratado pueden llegar al 10%. 7 E p i d e m i o l o g í a y e s t a d í s t i c a e n e l g l a u c o m a GLAUCOMAS SECUNDARIOS Los glaucomas secundarios son glaucomas asociados a otra enfermedad, ocular o extraocular. Entre la gran variedad de glaucomas secundarios se enfocarán especialmen- te datos estadísticos del glaucoma por pseudoexfoliación capsular. En esta forma de glaucoma el deterioro del nervio óptico y del campo visual son más graves y la progresión es más rápida que en el GPAA, tiene peor pronóstico, pobre respuesta a la medicación, curso clínico más severo, con más requerimiento quirúrgico y con más probabilidad de complicaciones quirúrgicas, más aún si se asocia a cirugía de catarata, razones por lo que se le pondrá mayor énfasis. Glaucoma por pseudoexfoliación capsular El síndrome de pseudoexfoliación capsular se caracteriza por la formación y de- pósito de material fibrilogranular en las estructuras del segmento anterior. Es la causa favorecedora e identificable con el glaucoma más común. Este síndrome se asocia con frecuencia con hipertensión ocular y daño del nervio óptico y campo visual, constituyendo el glaucoma por pseudoexfoliación capsular o pseudoexfoliativo. La prevalencia del síndrome de pseudoexfoliación capsular y glaucoma pseudoexfolia- tivo es muy variable, de acuerdo con que criterio se tenga en cuenta para evaluar- la, por ejemplo, la edad, la bilateralidad, la asociación con glaucoma, el grupo ét- nico, etc. Si bien originalmente se observó que predominaba en la población escan- dinava, se ha encontrado y evaluado estadísticamente en todas las poblaciones21. Algunas características, como la mayor frecuencia por sexo, unilateralidad o bilateralidad y edad han sido extensamente estudiados. La prevalencia en caucásicos (1.6%) es mayor que en afrodescendientes, donde la pseudoexfoliación es poco frecuente. El síndrome pseudoexfoliativo es más frecuente en el sexo femenino; cuando se asocia con hipertensión ocular o se constituye el glaucoma se vuelve más frecuente en el sexo masculino22. Igual que en el GPAA, la prevalencia aumen- ta con la edad; en el estudio de Framingham (Framingham Eye Study) es del 0.6% en el rango de 52 a 64 años y pasa a ser del 5% en el rango de 75 a 85 años23. En la mayoría de los estudios la prevalencia en un ojo es mayor que la bila- teral. La unilateralidad es más frecuente en pacientes jóvenes, la bilateralidad se incrementa con el aumento de la edad. En los casos unilaterales, el segundo ojo se afecta en un 4.3% en 6 a 7 años y en un 15% en 10 años. En el estudio de Henry y Krupin la probabilidad de desarrollar la bilateralidad desde los casos unilaterales es del 6.8% en 5 años y aumenta al 16.8% en 10 años24. La prevalencia de glaucoma en el síndrome pseudoexfoliativo es significati- va. La presencia de hipertensión ocular, daño de nervio óptico y del campo visual puede alcanzar el 22% en este síndrome25. En lo referente a progresión del glaucoma, el Early Manifest Glaucoma Trial mostró que la correlación más significativa con la progresión fue con el síndro- me pseudoexfoliativo. Otros glaucomas secundarios Glaucoma uveítico El glaucoma secundario a uveítis ocurre en un 10% de pacientes con uveítis, con más frecuencia en uveítis anteriores que en uveítis intermedias o posteriores, L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o 8 y es más común en las crónicas que en las agudas. Las uveítis crónicas ante- riores que más se asocian a glaucoma son la iridociclitis heterocrómica de Fuchs, el síndrome de Posner-Schlossman, la keratouveítis herpética y la artritis reu- matoidea juvenil asociada a uveítis26,27. Glaucoma pigmentario Los pacientes con el síndrome de dispersión pigmentaria tienen un 10% de probabilidad de desarrollar en 5 años un glaucoma pigmentario y de un 15% en 15 años; la estadística es similar a la del síndrome pseudoexfoliativo, con el que comparten algunos aspectos fisiopatológicos. Los jóvenes de sexo mascu- lino con presiones mayores a 21 mmHg tienen mayor riesgo de conversión. Los factores de riesgo para desarrollar glaucoma en el síndrome de dispersión pigmentaria son la adquisición precoz en la juventud, el sexo masculino, la miopía, la ascendencia europea y la historia familiar28,29. Glaucoma cortisónico La asociación de hipertensión ocular y glaucoma con el uso de corticoides se conoce hace mucho tiempo, pero la incidencia ha aumentado y se ha estu- diado más con el incremento de la vía intravítrea para tratar diversas afecciones oculares. De acuerdo con diferentes estudios, un aumento de la presión ocular de más de 10 mmHg se encontró en el 22% de los pacientes y un aumento de 15 mmHg en el 11%, solo un 5% tuvo presión ocular por encima de 40 mmHg30. El aumento de la presión ocular con el uso de corticoides tiene una relación dependiente de la dosis. En lo referente al tiempo transcurrido entre el uso del corticoide, el incre- mento de presión y la vía de administración, después de 4 a 6 semanas de administración de un corticoide tópico, un 5% de la población aumentó la pre- sión más de 16 mmHg y un 30% aumentó la presión entre 5 y 15 mmHg31. La uveítis es uno de los principales factores de riesgo para el aumento de la presión ocular posterior a la inyección de triamcinolona intravítrea32,33. CONCLUSIÓN Las estadísticas, así como la epidemiología en el glaucoma son de utilidad no solo para evaluar la realidad de la incidencia y prevalencia de los diferentes tipos de glaucoma, sus factores de riesgo y la información o ignorancia que puedan tener los pacientes sobre su enfermedad, sino también para establecer e implementar políticas de prevención en salud ocular para evitar y combatir las devastadoras consecuencias de la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. BIBLIOGRAFÍA 1. Quigley HA, Broman AT. The number of people with glaucoma worldwide in 2010 and 2020. Br J Ophthalmol. 2006;90:262-7. 2. Tielsch JM, Sommer A, Katz J. Racial variations in the prevalence of primary open-angle glaucoma: The Baltimore Eye Survey. JAMA. 1991;266:369-74. 9 E p i d e m i o l o g í a y e s t a d í s t i c a e n e l g l a u c o m a 3. Leske MC, Cornell A. The Barbados Eye Study: Prevalence of open angle glaucoma. Arch Ophthal- mol. 1994;112:821-9. 4. Quigley HA, West SK, Rodríguez J. The prevalence of glaucoma in a population based study of Hispanics: Proyecto VER. Arch Ophthalmol. 2001;119:1819-26. 5. Varma R, Ying-Lai M, Francis BA, Nguyen BB, Deneen J, Wilson MR, et al.; Los Angeles Latino Eye Study Group. Prevalence of open angle glaucoma and ocular hypertension in latinos: the Los An- geles Latino Eye Study. Ophthalmology. 2004;111:1439-48. 6. Francis VA, Varma R, Chopra V Lai MY, Shtir C, Azen SP; Los Angeles Latino Eye Study Group. In- traocular pressure, central corneal thickness, and prevalence of open angle glaucoma: the Los Angeles Latino Eye Study. Am J Ophthalmol. 2008;146:741-6. 7. Furtado JM, Lansingh VC, Carter MJ, Milanese MF, Peña BN, Ghersi HA, et al. Causes of blindness and visual impairment in Latin America. Surv Ophthalmol. 2012;57:149-77. 8. Kass MA, Heuer DK, Higginbotham EJ, Johnson CA, Keltner JL, Miller JP, et al. The Ocular Hyper- tension Treatment Study: a randomized trial determines that ocular hypotensive medication delays or prevents the onset of primary open-angle glaucoma. Arch Ophthalmol. 2002;120:701-13. 9. Kass MA, Gordon MO, Gao F, Heuer DK, Higginbotham EJ, Johnson CA, et al. Delaying treatment of ocular hypertension: The Ocular Hypertension Treatment Study. Arch Ophthalmol. 2010; 128:276-87. 10. Kahn HA, Leibowitz HM, Ganley JP, Kini MM, Colton T, Nickerson RS,et al. The Framingham Eye Study. Outline and major prevalence findings. Am J Epidemiol. 1977;106:17-32. 11. Leibowitz HM, Krueger DE, Maunder LR, Milton RC, Kini MM, Kahn HA, et al. The Framingham eye Study monograph: An ophthalmological and epidemiological study of cataract, glaucoma, diabetic retinopathy, macular degeneration and visual acuity in a general population of 2631 adults, 1973- 1975. Surv Ophthalmol. 1980;358(Suppl):335-610. 12. Wolfs R, Klaver C, Ramrattan RS, van Duijn CM, Hofman A, de Jong PT. Genetic risk of primary open-angle glaucoma: Population-based familial aggregation study. Arch Ophthalmol. 1998; 116:1640-51. 13. Yamamoto T, Iwase A, Araie M, Suzuki Y, Abe H, Shirato S, et al.; Tajimi Study Group, Japan Glau- coma Society. The Tajimi study report 2: prevalence of primary angle closure and secondary glaucoma in a Japanese population. Ophthalmology. 2005;112:1662-9. 14. Bonomi L, Marcini G, Marraffa M, Bernardi P, De Franco I, Perfetti S, et al. Prevalence of glaucoma and intraocular pressure distribution in a defined population. The Egna-Neumarkt Study. Ophthal- mology. 1998;105:209-15. 15. Hillard RL, Whitaker R, et al. Narrow angle glaucoma in Mexican Americans. Invest Ophthalmol Vis Sci 1993; 34(suppl):896. 16. Barkana Y, Shihadeh W, Oliveira C, Tello C, Liebmann JM, Ritch R. Angle closure in highly myopic eyes. Ophthlmology. 2006;113:247-54. 17. Wang Y, Li Y, Wang D, He M, Lin S. Comparison of factors associated with occludable angle between american Caucassian and ethnic Chinese. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2013;54:7717-23. 18. Tham Y, Li X, Wong T, Quigley H, Aung T. Global prevalence of glaucoma and projections of glau- coma burden through 2040: a systematic review and meta-analysis. Ophthalomology. 2014; 121:2081-90. 19. Ritch R, Chang BM, Liebman JM. Angle closure in younger patients. Ophthalmology. 2003;110: 1880-9. 20. Barsoum-Homsy M, Chevrette L. Incidence and prognosis of childhood glaucoma. Ophthalmology. 1986;93:1323-7. 21. Ritch R, Schlotzer-Schrehardt U. Exfoliation Syndrome. Surv Ophthalmol. 2001;45:265-315. 22. Roth M, Epstein D. Exfoliation Syndrome. Am J Ophthalmol. 1980;89:477-81. 23. Hiller R, Sperdutto R, Krueger D. Pseudoexfoliation, intraocular pressure, and senile lens changes in a population-based survey. Arch Ophthalmol. 1982;100:1080-2. 24. Henry JC, Krupin T, Schmitt M, Lauffer J, Miller E, Ewing MQ, et al. Long term follow-up of pseu- doexfoliation and the development of elevated intraocular pressure. Ophthalmology. 1987;94: 545-52. 25. Kozart DM, Yanoff M. Intraocular pressure status in 100 consecutive patients with exfoliation syndrome. Ophthalmology. 1982;89:214-18. 26. Kok H, Barton K. Uveitic glaucoma. Ophthalmol Clin North Am. 2002;15:375-87. 27. Moorthy RS, Mermoud A, Baerveldt G, Minckler DS, Lee PP, Rao N. Glaucoma associated with uveí- tis. Surv Ophthalmol. 1997;41:361-94. 28. Siddiqui Y, Ten Hulzen RD, Cameron JD, Hodge DO, Johnson DH. What is the risk of developing pigmentary glaucoma from pigment dispersion syndrome? Am J Ophthalmol. 2003;135:794-9. 29. Ritch R, Steinberger D, Liebman JM. Prevalence of pigment dispersion syndrome in a population undergoing glaucoma screening. Am J Ophthalmol. 1993;115:707-10. 30. Jonas JB, Degenring RF, Kreissig I, Akkoyun I, Kamppeter BA. Intraocular pressure elevation after intravitreal triamcinolone acetonide injection. Ophthalmology. 2005;112:593-8. 31. Becker B. Intraocular pressure response to topical corticosteroids. Invest Ophthalmol. 1965;4: 198-205. 32. Jampol JM, Yanuzzi LA, Weinreb RN. Editorial: Glaucoma and intravitreal steroids. Ophthalmology. 2005;112:948. 33. Galor A, Mergolis R, Brasil OM, Perez VL, Kaiser PK, Sears JE, et al. Adverse events after intravitreal triamcinolone in patients with and without uveitis. Ophthalmology. 2007;114:1912-8. 11 Factores de riesgo en glaucoma primario de ángulo abierto Emilio Jalil Morante Capítulo 2 En la historia clínica de un paciente con glaucoma se registra la información generada durante la anamnesis. Su objetivo fundamental es facilitar y mejorar el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de nuestro paciente. Los factores de riesgo (FR) son cualquier rasgo, característica o exposición de un individuo que aumente su probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión. Existen FR comunes y específicos para los distintos tipos de glaucoma. La iden- tificación de los FR es imprescindible en la anamnesis de nuestro paciente. PRESIÓN INTRAOCULAR La presión intraocular (PIO) elevada es el principal FR del glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA). El aumento de la PIO está directamente relacionada con la aparición y la progresión del glaucoma, sin embargo, este es solo un FR y no se requiere para el diagnostico de GPAA1-6. Grandes estudios basados en población europea sugieren que la PIO prome- dio es de 15.5 mmHg (desviación estándar [DS]: ±2.6), definiendo que la PIO «normal» sea 2 DS por encima y por debajo de la PIO promedio, con un rango de 10 a 21 mmHg. Tradicionalmente una PIO mayor a 21 mmHg se define como «anormal». En la población general la PIO no sigue una distribución Gaussiana, sino que más bien está sesgada a presiones más altas. Por lo que una PIO por encima de 22 mmHg no necesariamente es anormal desde un punto de vista estadísti- co. Además, diferentes estudios indican que aproximadamente el 30% de la población general con neuropatía óptica glaucomatosa y/o con cambios en el campo visual (CV) tiene inicialmente una PIO por debajo de 21 mmHg. Las elevaciones en la PIO pueden suceder solo intermitentemente en ojos glaucomatosos, 1/3 de estas mediciones elevadas pueden ser normales en la fluctuación circadiana. La PIO en estos pacientes con glaucoma puede variar considerablemente en 10 mmHg o más en un periodo de 24 horas, en contraste L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o 12 con pacientes sin glaucoma, que presentan un rango diurno de entre 2-6 mmHg. Se ha demostrado que cuanto mayor es el rango de las fluctuaciones, mayor es el riesgo de progresión de la enfermedad, pero actualmente esto es con- trovertido7-8. En la gran mayoría de las personas sanas y con glaucoma, la PIO tiene un diferente ritmo circadiano, con picos de presiones nocturnos, particularmente en horas de la madrugada. Cerca de 2/3 de los pacientes alcanzan picos de PIO durante horas de no trabajo, por lo que una toma de PIO no provee una PIO confiable en el tiempo. La frecuencia de hipertensión ocular (HTO) (pacientes con PIO mayor a 21 mmHg sin daño del CV) es del 9%, de ellos solo un 10% evoluciona a glaucoma. El riesgo relativo de glaucoma es de 1x con PIO de 16 mmHg y de 10x con PIO de 23 mmHg. EDAD The Baltimore Eyes Survey demostró que la prevalencia de glaucoma aumen- taba dramáticamente con la edad, especialmente sobre los 40 años, particular- mente en personas afrodescendientes. El promedio de edad en los pacientes con daño inicial es de 58 a 60 años. Su prevalencia superó el 11% en mayores de 80 años. En el estudio CIGTS (Collaborative Initial Glaucoma Treatment Study) se de- mostró que defectos en el CV son siete veces más propensos a progresar en mayores de 60 años en comparación a pacientes menores de 40 años. El OHTS (Ocular Hypertension Treatment Study) demostró un aumento del riesgo de progresión a GPAA con la edad5,8,9. RAZA La prevalencia de GPAA en EE.UU. es de 3 a 4 veces mayor en afroamericanos e hispanos que en población caucásica10. La ceguera por glaucoma es al menos cuatro veces mas común en afroame- ricanos que en blancos. En el OHTS se demostró que los pacientes de raza negra con hipertensión ocular (HTO) tienen un 59% más de probabilidad de desarrollar glaucoma que los pacientes de raza blanca con HTO. La prevalencia de glaucoma en la raza negra llega al 8% de los mayores de 40 años, con riesgo relativo de 6,8 a 8x. A su vez, el glaucoma en la raza negra comienza más precozmentey es más severo que en los blancos12. En latinos se ha observado que la prevalencia e incidencia de GPAA es mayor que en caucásicos, pero inferior que en afrocaribeños. HISTORIA FAMILIAR POSITIVA PARA GLAUCOMA En el estudio de Baltimore Eye Survey, el riesgo relativo para desarrollar GPAA aumenta aproximadamente 3.7 en personas con hermanos con GPAA. El estudio Rotterdam encontró que la existencia de antecedentes familiares multiplicaba por nueve el riesgo de desarrollar GPAA13. 13 F a c t o r e s d e r i e s g o e n g l a u c o m a p r i m a r i o d e á n g u l o a b i e r t o GROSOR CORNEAL CENTRAL BAJO Las córneas delgadas son un importante FR para la progresión de la enfermedad en pacientes con GPAA y para el desarrollo del glaucoma en pacientes con HTO. Este riesgo puede atribuirse, en parte, a la subestimación de la PIO medida por la tonometría de Goldmann en pacientes con córneas delgadas3. PSEUDOEXFOLIACIÓN La existencia de pseudoexfoliación también condiciona un mayor riesgo de desarrollar glaucoma o de que progrese el que ya existe. El riesgo de conversión de HTO a glaucoma se multiplica por dos entre los pacientes con pseudoexfo- liación. Sería además un FR por sí mismo, independiente de las mayores cifras de PIO que presentan estos pacientes11. MIOPÍA El Beaver Dam Eye Study estableció que la miopía de más de –1.0 dioptría q (D) de equivalente esférico era un FR significativo para la prevalencia del glau- coma. En el estudio de Rotterdam follow-up, la miopía alta (≤ –4.0 D de equi- valente esférico) estaba asociada a un aumento (2.31) del riesgo de desarrollar glaucoma, sin embargo, en el OHTS no se encontró asociación entre miopía e incidencia de glaucoma El examen de estos pacientes es particularmente difícil por los cambios del nervio óptico (NO), como por ejemplo disco óptico inclinado y estafiloma posterior. Entre los míopes hay mayor incidencia de HTO, GPAA, glaucoma de tensión baja y glaucoma pigmentario14,15. DIABETES MELLITUS Es controvertido si la diabetes mellitus (DM) es un FR para desarrollar glaucoma. En diversos estudios (The Beaver Dam Eye Study, the Blue Mountains Eye Study, y Los Angeles Latino Eye Study) se encontró una asociación entre DM y GPAA, sin embargo, en el estudio de Framingham, el Baltimore Eye Survey, el Barbados Eye Study y los resultados analizados en el estudio de Rotterdam no se encontró asociación significativa. Además, el estudio de Rotterdam y el Barbados Eye Study, grandes estudios longitudinales basados en la población, demostraron que la DM era un FR para el desarrollo de glaucoma. En el OHTS, la DM se asoció con un menor riesgo de desarrollar glaucoma. Sin embargo, la cohorte de pacientes diabéticos estaba sesgada, porque la pre- sencia de retinopatía era un criterio de exclusión para este estudio. PRESIÓN ARTERIAL En el estudio de Baltimore se demostró que la hipertensión sistémica está asociada con un menor riesgo de glaucoma en pacientes jóvenes (< 65 años) y se asocia a un mayor riesgo en pacientes mayores. La hipótesis es que, en L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o 14 pacientes jóvenes, una presión arterial aumentada se asocia con una mejor perfusión del NO, pero a mayor edad, los efectos adversos de la hipertensión crónica en la microcirculación del NO pueden aumentar la susceptibilidad del nervio para el desarrollo de una neuropatía óptica glaucomatosa. Una presión de perfusión baja es también un FR importante para el desarro- llo de glaucoma, independientemente de la PIO. OCLUSIÓN DE LA VENA CENTRAL DE LA RETINA Los pacientes con oclusión de la vena central de la retina (CRVO), PIO eleva- da y neovascularización del ángulo pueden progresar a glaucoma. A su vez, personas con PIO elevadas, con o sin glaucoma, tienen un mayor riesgo de desarrollar CRVO. Siempre hay que tratar a pacientes con PIO elevada con historia de CRVO para reducir el riesgo de desarrollar CRVO en el ojo contralateral. OTRAS CONDICIONES ASOCIADAS A FR PARA GPAA Pacientes con apnea del sueño, desórdenes tiroideos, hipercolesterolemia, migraña y fenómeno de Raynaud tienen riesgo potencial de desarrollar glauco- ma, sin embargo, los datos que arroja la literatura científica son inconsistentes. BIBLIOGRAFÍA 1. Leske MC. The epidemiology of open-angle glaucoma: a review. Am J Epidemiol. 1983;118:166-91. 2. Kass MA, Heuer DK, Higginbotham EJ, Johnson CA, Keltner JL, Miller JP, et al. The Ocular Hyper- tension Treatment Study: a randomized trial determines that topical ocular hypotensive medication delays or prevents the onset of primary open-angle glaucoma. Arch Ophthalmol. 2002;120:701-13. 3. Gordon MO, Beiser JA, Brandt JD, Heuer DK, Higginbotham EJ, Johnson CA, et al. The Ocular Hy- pertension Treatment Study: baseline factors that predict the onset of primary open-angle glauco- ma. Arch Ophthalmol. 2002;120:714-20. 4. Sommer A, Tielsch JM, Katz J, Quigley HA, Gottsch JD, Javitt J, et al. Relationship between intrao- cular pressure and primary open angle glaucoma among white and black Americans. The Baltimo- re Eye Survey. Arch Ophthalmol. 1991;109:1090-5. 5. Leske MC, Heijl A, Hussein M, Bengtsson B, Hyman L, Komaroff E. Early Manifest Glaucoma Trial Group. Factors for glaucoma progression and the effect of treatment: the early manifest glaucoma trial. Arch Ophthalmol. 2003;121:48-56. 6. Brogliatti B, Rigault R, Palanza L, Savio E, Rolle T, Fea A, et al. Intraocular pressure and progression of visual field damage. Acta Ophthalmol Scand Suppl. 2002;236:26-7. 7. Asrani S, Zeimer R, Wilensky J, Gieser D, Vitale S, Lindenmuth K. Large diurnal fluctuations in intrao- cular pressure are an independent risk factor in patients with glaucoma. J Glaucoma. 2000;9:134-42. 8. Nouri-Mahdavi K, Hoffman D, Coleman AL. Advanced Glaucoma Intervention Study. Predictive factors for glaucomatous visual field progression in the Advanced Glaucoma Intervention Study. Ophthalmology. 2004;111:1627-35. 9. Lichter PR, Musch DC, Gillespie BW, Guire KE, Janz NK, Wren PA, et al. Interim clinical outcomes in the Collaborative Initial Glaucoma Treatment Study comparing initial treatment randomized to medications or surgery. Ophthalmology. 2001;108:1943-53. 10. Tielsch JM, Sommer A, Katz J, Royall RM, Quigley HA, Javitt J. Racial variations in the prevalence of primary open-angle glaucoma. The Baltimore Eye Survey. JAMA. 1991;266:369-74. 11. Grodum K, Heijl A, Bengtsson B. Risk of glaucoma in ocular hypertension with and without pseu- doexfoliation. Ophthalmology. 2005;112:386-90. 12. La Rosa FA, Gross RL, Orengo-Nania S. Central corneal thickness of Caucasians and African Ame- ricans in glaucomatous and nonglaucomatous populations. Arch Ophthalmol. 2001;119:23-7. 13. Hulsman CA, Houwing-Duistermaat JJ, Van Duijn CM, Wolfs R, Borger PH, Hofman A, et al. Family score as an indicator of genetic risk of primary open-angle glaucoma. Arch Ophthalmol. 2002; 120:1726-31. 14. Mitchell P, Hourihan F, Sandbach J, Wang JJ. The relationship between glaucoma and myopia: the Blue Mountains Eye Study. Ophthalmology. 1999;106:2010-5. 15. Daubs JG, Crick RP. Effect of refractive error on the risk of ocular hypertension and open angle glaucoma. Trans Ophthalmol Soc UK. 1981;101:121-6. 15 Fisiopatología del daño glaucomatoso Félix Gil Carrasco Capítulo 3 INTRODUCCIÓN En este capítulo se pretende un acercamiento a lo más importante desde el punto de vista clínico de la fisiopatología del daño glaucomatoso a nivel del nervio óptico en el paciente con glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA). Existen dos tipos/estadios de lesión en la neuropatía óptica glaucomatosa. El primero de ellos se considera como tensional-vascular dependiente y se ha denominado lesión primaria. El segundo de ellos no guarda directamente la relación tensional-dependien- te, pero seguramente es secundario a la lesión primaria y se conoce como lesión secundaria. Este estadioincluye todos los mecanismos íntimos de la neurodegeneración glaucomatosa hasta su consecuencia final, la apoptosis neuronal1,2. Desde el punto de vista clínico, solo podemos tener un acercamiento a al- gunos mecanismos de la lesión primaria, que es la que en dado momento po- dremos modificar para tratar de evitar la aparición de la lesión secundaria y en concreto se trata del control de los niveles de presión intraocular (PIO). El GPAA no se puede prevenir, pero un diagnóstico temprano de esta patología silencio- sa marcará la diferencia entre el control de la enfermedad y no desarrollo de un deterioro visual severo que involucre la calidad de vida de los pacientes y la degeneración papilar total con la consecuencia funcional que la acompaña, la ceguera de los pacientes. LESIÓN PRIMARIA Con respecto a la lesión primaria, las preguntas que intentaré responder serán acerca de la importancia de los mecanismos predisponentes para el de- sarrollo de la enfermedad neuropática glaucomatosa: L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o 16 – ¿Tiene importancia la PIO en el desarrollo del daño neuropático glaucoma- toso? – ¿Tienen importancia los factores de riesgo conocidos para el desarrollo de la enfermedad? – ¿Qué pasa realmente en la predisposición genética? – ¿Por qué se lesiona la papila en el glaucoma? • Factores mecánicos. • Factores estructurales. • Factores vasculares. • Otros factores. Mecanismos e importancia de la presión intraocular en el paciente con glaucoma ¿Tiene importancia la PIO en el desarrollo del daño neuropático glaucomatoso? ¿Cómo interactúa la presión ocular en la fisiología de la circulación del ner- vio óptico? La PIO puede inducir daño en el nervio óptico de diversas maneras3. Puede mecánicamente afectar el punto más débil dentro del globo ocular, la papila. En ese punto la esclera es delgada y está perforada en un área llamada la lámina cribosa. Algunos ojos son más sensibles que otros a la PIO, por ejemplo, el caso de los ojos miopes. Una elevación brusca de la PIO o la persistencia de dicha presión a niveles elevados puede bloquear el flujo axoplásmico4-6, causando una disminución en el intercambio de información entre las células vecinas e impidiendo que lleguen al cuerpo neuronal algunos elementos que son vitales para la conservación e incluso para la supervivencia del cuerpo neuronal. Finalmente la PIO puede reducir la perfusión ocular. Una disminución en el flujo vascular ocular ocurre con elevaciones altas de dicha PIO, pero ocasional- mente sucede con elevaciones moderadas. También el flujo vascular puede disminuir significativamente, aun con presiones normales, cuando existen alte- raciones en la autorregulación del flujo sanguíneo. Existen estudios que demuestran que las fluctuaciones tanto en la PIO como en la presión arterial son inductoras de mayor daño que cuando la PIO se en- cuentra estable, aunque esté elevada o la presión arterial se encuentre estable, aunque baja. Esto es más notorio en pacientes que tienen problemas con la autorregulación debido a una desregulación vascular7-9. Aunque la reducción en el flujo sanguíneo rara vez es tan severa que induz- ca muerte celular, cuando la isquemia está presente y luego aparece el fenóme- no de reperfusión, o sea que existe un regreso a un flujo vascular normal, la muerte celular se hace más aparente, ya que se produce la liberación de los radicales libres de oxígeno. Hay que recordar que el fenómeno desencadenante de la isquemia a nivel de la cabeza del nervio óptico es la hipertensión ocular. Más adelante hablaremos del fenómeno isquemia-reperfusión como causan- te de la muerte celular en el nervio óptico del paciente glaucomatoso. Factores de riesgo para desarrollar glaucoma10-19 ¿Tienen importancia los factores de riesgo conocidos para el desarrollo de la enfermedad? 17 F i s i o p a t o l o g í a d e l d a ñ o g l a u c o m a t o s o Los factores de riesgo se pueden dividir en dos grandes grupos, a saber: – Factores de riesgo para el aumento de la PIO. – Factores de riesgo para daño glaucomatoso. Factores de riesgo para el aumento de la presión intraocular – Edad. La edad juega un papel importante sobre todo en el GPAA, ya que la mayoría de los pacientes presentan la hipertensión ocular en edades mayores a los 40 años. Es normal que la PIO aumente con el paso de los años incluso en pacien- tes normales, debido a cambios de envejecimiento del trabéculo, pero como también existe una disminución en la cantidad de producción del humor acuoso, las elevaciones tensionales no son significativas desde el punto de vista clínico. – Antecedentes familiares de la enfermedad. Cuando existen antecedentes familiares de glaucoma es obligado el pensar en un tipo genético de este, sobre todo en pacientes con glaucoma relacionado con la edad como el GPAA. En este tipo de pacientes es obligada la revisión frecuente de la PIO, ya que existe la tendencia familiar a desarrollar hipertensión ocular y segu- ramente daño en el nervio óptico, aunque no es obligada la carga heredi- taria para el desarrollo de la enfermedad. Algunos pacientes preguntan acerca del riesgo genético de presentar este tipo de glaucoma. Desafortunadamente hasta este momento se carece de la suficiente información como para poder hacer una predicción de la enfermedad en familiares directos aparentemente sanos, por lo que la revisión periódica y frecuente es la recomendación para tratar de preve- nir el diagnóstico avanzado de la enfermedad en estos familiares de pacientes con GPAA. – Raza. La raza es importante, ya que el origen étnico juega un papel en la presencia de glaucoma relacionado con diferentes tensiones oculares. Se sabe que los pacientes con ancestros africanos tienen, con frecuencia, PIO más altas en promedio y suelen desarrollar glaucoma en edades más tempranas. Los caucásicos, por otro lado, presentan con mayor frecuencia glaucoma por pseudoexfoliación capsular. – Miopía. Los pacientes con miopía tienen un mayor riesgo de desarrollar glaucoma, sobre todo en aquellos hipermiopes (más de 15 dioptrías), ya que en ellos existe una respuesta positiva a los corticoesteroides y es factible que compartan inmunogenéticamente algunos haplotipos que se relacionan con la no renovación de la matriz extracelular de las células trabeculares, y esto desencadene hipertensión ocular con mayor facilidad. Sin duda alguna los pacientes hipermétropes cursan con más posibilidades de desarrollar hipertensión ocular aguda por las condiciones anatómicas y la facilidad en algunos de ellos de inducir un cierre angular por bloqueo pupilar y un glaucoma congestivo agudo de ángulo cerrado. – Otros factores de riesgo que se han relacionado y que pueden inducir cambios en la PIO pueden ser la arterioesclerosis, la hipertensión arterial y la hiperlipidemia. L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o 18 Factores de riesgo para daño glaucomatoso – Hipertensión ocular. El principal factor de riesgo para inducir GPAA y otras variedades de glaucoma es la hipertensión ocular, de la cual se ha habla- do renglones atrás. El aumento de la PIO es lo que más fácilmente induce glaucoma y la progresión del daño glaucomatoso. La elevación súbita de la presión ocular, como en el caso del glaucoma por cierre angular, puede ser asombrosamente mejor tolerada y es menos inductora de lesión papilar que la elevación crónica de la PIO. Interesantemente, para el daño glau- comatoso las elevaciones y las caídas de los niveles de PIO son más importantes que la presión promedio. Se ha demostrado que los pacien- tes que presentan mayores fluctuaciones de la PIO y repetidos picos de esta están más expuestos a desarrollar daño y progresión del daño funcional, debido a la liberación de radicales libres después de un pe- riodo de hipoxia (hipertensión ocular) y la reperfusión tisular (baja de la presión ocular), por el estrés mitocondrialinducido. Es por eso que el objetivo del tratamiento de la hipertensión ocular en el glaucoma no solo es reducir la presión, sino también proteger al ojo de las fluctuaciones tensionales. – Edad. Con respecto a la edad, se sabe que el daño glaucomatoso es aún más dependiente de la edad y no solamente porque se trata de un factor de riesgo directo, sino porque se agrega a la pérdida normal de las fibras nerviosas que sucede durante el paso de los años; y es por eso que a medida que los pacientes son mayores y en los estadios avanzados de la enfermedad, la pérdida lenta y paulatina que caracteriza al GPAA en eda- des jóvenes se ve más acentuada. Es conveniente subrayar que no es que el deterioro a las fibras nerviosas avance más rápidamente en los pacien- tes de edad avanzada, sino que se pierden fibras nerviosas en donde ya quedan menos fibras nerviosas, que se han ido deteriorando y perdiendo por razones de la edad. – Historia familiar. La historia familiar de glaucoma va relacionada con la carga genética y su influencia en la determinación de la hipertensión ocu- lar. Hasta cierto grado, es factible que el código genético de un paciente determine cuánto pueden tolerar de PIO las estructuras oculares sin dete- riorarse. Este tipo de glaucomas familiares nos proporcionan datos interesantes sobre cuál va a ser el comportamiento y la severidad del glaucoma en caso de que se desencadene en alguien de la descendencia. La importan- cia clínica de este tipo de glaucomas es la posibilidad de detección tem- prana y la administración de tratamiento suficiente y adecuado ante los primeros signos de la enfermedad. Si la herencia es por vía materna la probabilidad de herencia es mayor. – Raza. El origen étnico o racial de los pacientes, aunque no representa obligadamente un factor de riesgo, sí hace que el clínico considere que, en el caso de presentar algún otro factor predisponente para el desarro- llo del glaucoma, hay que considerar en algunos casos el tipo de glau- coma y las condiciones generales de presentación común en determina- do grupo racial; por ejemplo, cifras de hipertensión ocular más altas en los pacientes negros o caribeños y ángulos estrechos en los pacientes asiáticos. 19 F i s i o p a t o l o g í a d e l d a ñ o g l a u c o m a t o s o – Sexo. Con respecto al sexo podemos decir que no existen niveles de pre- sión diferente para los hombres y las mujeres, pero sí se conoce que al- gunos tipos de glaucoma se presentan con mayor frecuencia en alguno de los dos sexos. Por ejemplo, las mujeres padecen con mayor frecuencia glaucomas de ángulo cerrado, mientras que los hombres presentan con más frecuencia glaucoma por dispersión pigmentaria. Se sabe también que las mujeres presentan mayor sensibilidad de la cabeza del nervio óptico a los niveles de PIO. – Problemas circulatorios. Dentro de los problemas circulatorios en glauco- ma, Flammer estableció en 199820 que la causa principal de la reducción del flujo vascular ocular que se observa en los pacientes con glaucoma es la desregulación de dicho flujo en los vasos sanguíneos oculares, que esta alteración funcional se acompaña de tendencia a la hipotensión arte- rial especialmente por la noche y puede presentarse vasoespasmo. – Presión arterial. Es ampliamente conocido que las alteraciones en la pre- sión arterial son de alto riesgo para la salud en general. Fundamentalmen- te los cambios hacia la hipertensión se han relacionado con problemas sistémicos severos. Hasta hace poco se ha sabido que la hipotensión ar- terial puede ser también un factor de riesgo para la salud, especialmente en el desarrollo del daño glaucomatoso. Sin embargo, algunos estudios recientes han publicado en dónde se encuentra realmente la relación entre hipotensión arterial y glaucoma, y se sabe que no es un factor de riesgo cuando se encuentra constan- temente baja. Durante el día la presión arterial sube o baja dependien- do de la actividad física que se desarrolle, de si uno se encuentra acostado, si permanece de pie, del tipo de nutrición y del uso de me- dicamentos. Los pacientes con glaucoma frecuentemente presentan presión arterial normal durante el día, pero durante la noche experimentan una baja importante de esta, disminución mucho mayor que en la población sana. Esta situación se le conoce como dip y requiere de especial atención, ya que algunos pacientes con este problema presentan hipertensión arterial durante el día y reciben tratamiento para bajarla durante la noche, ocu- rriendo una bajada excesiva que contrasta con la elevación de la PIO que normalmente sucede durante la madrugada, siendo en el paciente con glaucoma más evidente, haciendo que la presión de perfusión de la ca- beza del nervio óptico disminuya y favorezca los cambios de isquemia- hipoxia que se traducen a la postre como el principio de la neurodege- neración. Por otro lado, la presión arterial aumentada en el paciente glaucomatoso es de mínima importancia para la enfermedad. Naturalmente un aumento crónico y sostenido de la presión arterial puede llevar a la arterioesclero- sis, condición generalmente desfavorable para el ojo y que pudiera ejercer una influencia negativa en cómo se desarrolle el glaucoma. Entre los pacientes que padecen el síndrome vasoespástico es común encontrar dips, pero, interesantemente, también los pacientes que no desarrollan disminuciones de la presión arterial durante la noche (los llamados «no dippers») tienen también un riesgo incrementado para daño glaucomatoso16-17. Existen pacientes que desarrollan reacción vascular a ciertos estímulos, tales como el estrés emocional o el frío, que se presenta en forma L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o 20 exagerada y se conoce como síndrome vasoespástico. En esos casos, al- gunos vasos de ciertos órganos se constriñen en forma muy notoria; las manos se encuentran habitualmente involucradas y los pacientes casi siempre están con las manos frías. Estos pacientes también pueden sufrir desregulación vascular. Otra alteración vascular presente es la que se asocia con la apnea del sueño. La apnea más frecuente es la llamada obstructiva y se traduce realmente como hipoxia, y por eso se aumenta el riesgo de daño neuro- lógico o cardiológico. En ese aspecto también se considera un factor de riesgo para daño glaucomatoso. – Diabetes mellitus. La diabetes mellitus es la enfermedad que puede llevar al mayor daño al globo ocular, sin embargo, la pregunta de si los diabé- ticos son más sensibles a los efectos del aumento de la PIO permanece sin respuesta, ya que no existe evidencia científica de que los cambios inducidos por la enfermedad favorezcan el aumento de la PIO y el dete- rioro en el GPAA. – Tipo de papila. La apariencia de la papila óptica en el paciente glaucoma- toso se encuentra claramente definida como excavación y atrofia cuando existe daño avanzado, pero en muchas ocasiones, y sobre todo en pacien- tes con miopías elevadas, la determinación de anormalidad por la simple visualización de la cabeza del nervio óptico es muy difícil. Son los detalles de las características de forma de la excavación, grosor de la ceja neurorretiniana, regularidad y color de esta, alteraciones en la deflexión de los vasos de la papila, simetría de las excavaciones de ambos ojos, fenómenos agregados como hemorragias en astilla, etcétera, lo que clínicamente orienta a pensar en una alteración glaucomatosa de la papi- la óptica. Sin embargo, no se debe de considerar un factor de riesgo aislado la apariencia de la papila óptica, ya que la variabilidad normal es muy amplia. En resumen: Los riesgos primarios importantes para presentar aumento de la PIO son: la edad, la historia familiar, la raza y al final la arterioesclerosis. Los riesgos primarios importantes para presentar daño glaucomatoso son: el aumento de la PIO, la desregulación vascular con hipotensión sistémica y vasoespasmo, pertenecer al sexofemenino y la raza. LESIÓN SECUNDARIA20-29 Esta lesión es la concreción de cómo los factores de riesgo inducen daño glaucomatoso. El daño glaucomatoso es debido primordialmente a la pérdida celular, fundamentalmente las células ganglionares de la retina y otras células en el área del disco óptico. Las células en general pueden morir de dos maneras, una es la necrótica y la otra la apoptósica. En la necrosis las células mueren de una manera caótica y se acompañan de inflamación. La necrosis puede ser causada por trauma mecánico, quema- dura, lesión química o por hipoxia, mientras que la muerte apoptósica es me- diante un proceso biológico. Es el tipo de muerte que acompaña a la muerte celular programada durante el desarrollo y la homeostasis de los tejidos 21 F i s i o p a t o l o g í a d e l d a ñ o g l a u c o m a t o s o durante la vida de los individuos. No se acompaña de fenómeno inflamatorio y en esencia lo que sucede es que la propia célula produce enzimas con las cuales prácticamente se autodigiere, dejando solo unos delgados glóbulos envueltos por una membrana residual, los cuales pueden ser ingeridos por otras células, como los macrófagos. En el glaucoma las células ganglionares de la retina mueren por apoptosis. Antes de que estas células mueran el número de contactos con las células que las rodean disminuye, observándose una disminución progresiva en el número de dendritas. Esta reducción con los contactos resulta en alteración funcional discreta (escotomas relativos en el campo visual), hasta que al final mueren (escotomas absolutos). Lo que en esencia sucede es que cuando la célula es sometida al estrés de la compresión a nivel de los axones, los procesos de transmisión neural (que son dependientes de señales eléctricas y químicas) se bloquean, la hipoxia sostenida induce la despolarización de la membrana, lo que a su vez ocasiona una gran liberación de glutamato en la zona sináptica (el glutamato es el prin- cipal aminoácido excitatorio del sistema nervioso central). Este aminoácido excitador en concentraciones elevadas crea un ambiente tóxico en el espacio sináptico, el cual hace que los excesos de moléculas se fijen en los receptores postsinápticos N-metil-D-aspartato, dejando abiertos los canales de calcio e induciendo una entrada exagerada de este ion en el cuerpo celular postsináptico. Al mismo tiempo se activan enzimas catabólicas y fosfo- lipasas que son potencialmente citotóxicas. El ambiente citotóxico inducido por el exceso de glutamato en el ámbito sináptico se difunde a las sinapsis cercanas y crea el mismo fenómeno de ex- citotoxicidad. Es por eso que los defectos glaucomatosos se manifiestan en grupos celulares y no por células aisladas. Una vez que el exceso de calcio se encuentra en el citoplasma celular, acti- va a las endonucleasas y las proteasas (caspasas). Activa además a la enzima sintetasa del óxido nítrico en su isoforma II, la cual a su vez sintetiza óxido nítrico en grandes cantidades, mismo que al ser difundible con facilidad se recombina con el oxígeno dando lugar a un radical libre de oxígeno llamado peroxinitrito, el cual se puede recombinar nuevamente con oxígeno producien- do un nuevo radical libre, el peróxido de hidrógeno (–). El peroxinitrito conlleva la nitrosilación y promueve, a nivel mitocondrial, la sobreexpresión del gen p53 y de los genes BAX, que son proapoptósicos, dan- do como resultado la fragmentación del ADN celular y, como consecuencia, la muerte celular por apoptosis. La producción de radicales libres de oxígeno se ha documentado que au- menta durante el fenómeno de isquemia-reperfusión, que clínicamente se pue- de correlacionar en aquellos pacientes que tienen picos tensionales oculares o en aquellos pacientes en los que la fluctuación de la PIO se relaciona con va- riabilidad de la presión sanguínea hacia la hipotensión arterial. En resumen, la apoptosis tiene tres fases: – La primera que es la fase efectora, caracterizada por el incremento del calcio intracelular ya explicado. – La segunda que es la fase degradativa. En esta etapa ocurre la degradación de los ácidos nucleicos por las endonucleasas y los cambios en la mem- brana celular. – La tercera fase es la fase de limpieza, en la que los macrófagos o las células vecinas eliminan a las células apoptósicas. L o s g l a u c o m a s p r i m a r i o s d e l a d u l t o 22 BIBLIOGRAFÍA 1. Gil Carrasco F. Neuropatía óptica glaucomatosa. Libro mexicano de glaucoma. México: Anturio Ediciones; 2013. pp. 13-29. 2. Fechtner RD, Weinreb RN. Mechanisms of optic nerve damage in primary open angle glaucoma. Surv Ophthalmol. 1994;39:23. 3. Flamer J. Pathogenesis of glaucomatous damage. En: Flamer J. Glaucoma: A guide for patients, an introduction for care-providers, a quick reference. 3rd edition. Hogrefe & Huber; 2006. pp. 78-95. 4. Anderson DR, Hendrickson A. Effect of intraocular pressure on rapid axoplasmic transport in monkey optic nerve. Invest Ophthalmol. 1974;13:771. 5. Quigley H, Anderson DR. The dynamics and location of axonal transport blockade by acute intrao- cular pressure elevation in primate optic nerve. Invest Ophthalmol. 1976;15(8):606-16. 6. Quigley HA, Flower RW, Addicks EM, McLeod DS. The mechanism of optic nerve damage in expe- rimental acute intraocular pressure elevation. Invest Ophthalmol Vis Sci. 1980;19(5):505-17. 7. Flammer J. The vascular concept of glaucoma. Surv Ophthalmol. 1994;38(Suppl.):S3-6. 8. Schwartz B. Circulatory defects of the optic disk and retina in ocular hypertension and high pres- sure open-angle glaucoma. Surv Ophthalmol. 1994;38(Suppl.):S23-34. 9. Grieshaber MC, Flammer J. Blood flow in glaucoma. Curr Opin Ophthalmol. 2005;16(2):79-83. 10. Hiller R, Podgor MJ, Sperduto RD, Wilson PW, Chew EY, D'Agostino RB. High intraocular pressure and survival: the Framingham Studies. Am J Ophthalmol. 1999;128(4):440-5. 11. Mojon DS, Hess CW, Goldblum D, Bohnke M, Koerner F, Mathis J. Primary open-angle glaucoma is associated with sleep apnea syndrome. Ophthalmologica. 2000;214(2):115-8. 12. Friedman DS, Wilson MR, Liebmann JM, Fechtner RD, Weinreb RN. An evidence-based assessment of risk factors for the progression of ocular hypertension and Glaucoma. Am J Ophthalmol. 2004;138(3 suppl):S19-31. 13. Gherghel D, Hosking SL, Orgul S. Autonomic nervous system, circadian rythms, and primary open glaucoma. Surv Ophthalmol. 2004;49(5):491-508. 14. Castañeda R. En: Gil-Carrasco F, Sarmina S, editores. Libro mexicano de glaucoma. México: Anturio Ediciones; 2013. pp. 57-63. 15. Teus MA, Castejon MA, Calvo MA, Perez-Salaices P, Marcos A. Intraocular pressure as a risk factor for visual field los in pseudoexfoliative and primary open-angle glaucoma. Ophthalmology. 1998; 105(12):2225-9; discusión 2229-30. 16. Osusky R, Rohr P, Schötzau A, Flammer J. Nocturnal dip in the optic nerve head perfusion. Jpn J Ophthalmol. 2000;44:128-31. 17. Grieshaber MC, Flammer J. Blood flow in glaucoma. Curr Opin Ophthalmol. 2005;16(2):79-83. 18. Ray K, Mookherjee S. Molecular complexity of primary open-angle glaucoma: current concepts. J Genet. 2009;88:451-67. 19. Fingert JH. Primary open-angle glaucoma genes. Eye. 2011;25:587-95. 20. Flammer J. The concept of vascular dysregulation in glaucoma. En: Haefliger IO, Flammer J. Nitric oxide and endothelin in the pathogenesis of glaucoma. Lippincott-Raven; 1998. pp. 14-21. 21. Nickells RW. Retinal ganglion cell death in glaucoma: the how, the why and the maybe. J Glaucoma. 1996;5(5):345-56. 22. Pease ME, McKinnon SJ, Quigley HA, Kerrigan-Baumrind LA, Zack DJ. Obstructed axonal transport of BDNF and its receptor TrKB in experimental glaucoma. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2000;41(3):764. 23. Kalberg ME, Brooks DE, García-Sánchez GA, Komaromy AM, Szabo NJ. Endothelin I levels in the aqueous humor of dogs with glaucoma. J Glaucoma. 2002;11:105. 24. Kuehn MH, Fingert JH, Kwon YH. Ganglion cell death in glaucoma. Mechanisms
Compartir