Vista previa del material en texto
0 TEMA 8.- 8.1.- Introducción 8.2.- Viento. 8.3.- Turbulencias. 8.4.- Gradiente vertical de Temperaturas. 8.5.- Factores Topográficos. 1 8.1.- Introducción. Una vez que los contaminantes alcanzan la atmósfera se produce su dispersión, hecho que determina de forma decisiva en el posible grado de contaminación, de ahí que resulte de gran importancia el conocer como y de que forma se produce el proceso de transporte de los diferentes contaminantes en el seno de la atmósfera. El grado de contaminación de una determinada zona geográfica es un hecho que vendrá determinado por la posible existencia de fuentes de emisión de contaminantes en un entorno más o menos próximo y también de los diferentes procesos que están implicados en la difusión de las emisiones. Las características de los focos de emisión pueden variar de forma significativa de unas zonas a otras dependiendo de sus características, así por ejemplo, en una gran ciudad puede haber un gran número de fuentes puntuales distribuidas por toda su área, las cuales suelen emitir los contaminantes a un nivel próximo al suelo (el caso más significativo sería la circulación de vehículos) ó bien desde niveles no muy elevados (como pueden ser los edificios). Por el contrario, en otras zonas como por ejemplo, una central térmica (caso de la zona de La Potabilizadora) esas fuentes de emisión están relativamente alejadas de un núcleo urbano y determinan un solo foco de emisión a una elevada altura. Para llevar a cabo una estimación de los niveles de contaminación en un punto concreto se suele recurrir a modelos físico-matemáticos de difusión que permitan de alguna manera preverlos. Estos modelos pueden variar en su complejidad, pero cuanto más sencillos sean menos fiables resultan. Además los modelos deben de ser distintos para cada situación, ya que las emisiones de contaminantes por varios focos a nivel del suelo en un área pequeña serán diferentes al caso de una chimenea industrial a gran altura. Estos modelos de difusión siempre deben analizar aspectos referentes a las características de los medios emisores, del medio receptor y del medio difusor. Veamos cada uno de ellos: Medio Emisor. Los factores más característicos a tener en cuenta son: Tipos de focos emisores: puntuales, lineales, superficiales, etc. Datos de la emisión que sean representativos y en caso de duda se debe recurrir a los más desfavorables. Otras variables a considerar: Temperatura de salida de gas, caudal de emisión, velocidad de salida, etc. Medio receptor. La variables más importantes que se deben tener en cuenta son: 2 Características del entorno a estudiar. Concretamente se deben fijar los radios de cobertura que pueden varias de unos pocos kilómetros a varias decenas y la altura que puede abarcar desde valores inferiores a los 50 m hasta valores por encima de los 200 m. Estar dos variables a considerar deben estar relacionadas entre sí. Existencia en el entorno de áreas especialmente sensibles. Algunas áreas especiales en función de sus características requieren una exigencia de calidad del aire muy determinadas, por ejemplo, en el caso de las islas debido a sus características que afectan a la flora-fauna existe una gran variedad de zonas con unas características de protección muy restrictivas a considerar. Medio difusor. En este caso la atmósfera en la se realizan las difusiones. Es necesario conocer las diferentes variables que nos permitan definir la capacidad de dispersión que tiene este medio, así como conocer las características metereológicas del área, las cuales van a determinar la trayectoria y el ascenso de los contaminantes. La dispersión de los contaminantes en la atmósfera viene determinada por dos movimientos que son, uno vertical y el otro horizontal. El movimiento vertical vienen determinados fundamentalmente por los factores climáticos y son también importantes los llamados factores geográficos. Los factores climáticos que afectan al transporte y dispersión de los contaminantes son varios: velocidad y dirección del viento, temperatura y humedad relativa del aire, existencia de turbulencias, radiación solar, etc. En su conjunto su efecto en la atmósfera se traduce en un diferente grado de estabilidad de la misma que condiciona el movimiento de las masas de aire, pero ello implica un estudio muy complejo que considera aspectos tanto físicos como meteorológicos, de los cuales solamente vamos a considerar: el viento, las turbulencia y el gradiente de temperatura, los cuales determinan en gran medida el movimiento horizontal y vertical de las masas de aire y por lo tanto influyen en la dispersión de los contaminantes. 8.2. Viento. El viento constituye un factor meteorológico de gran importancia en los procesos de difusión de los contaminantes. Basta con observar las variaciones que experimenta un penacho de humo saliendo de una chimenea para comprender la importancia de este parámetro. Para delimitar su influencia debemos tener en cuenta los siguientes datos: Magnitud. 3 Dirección. Sentido. La dirección y el sentido nos indicarán la trayectoria a seguir por el contaminante mientras que el grado de dispersión dependerá fundamentalmente de la magnitud del viento, ya que se puede decir que cuanto mayor sea la magnitud mayor será la dispersión. Existen diferentes clases de vientos, y asimismo podemos encontrar diferencias apreciables entre los vientos que soplan en las capas altas de la atmósfera y los vientos que soplan en la zona de la troposfera más próxima a la superficie terrestre. Los vientos de las zonas altas de la troposfera se caracterizan por actuar a una velocidad constante en módulo y dirección, siguiendo líneas de flujo paralelas a las isobaras. En consecuencia sus trayectorias son bastante uniformes, ya que son el resultado de los movimientos del aire de las zonas de alta presión y la acción de la fuerza de Coriolis que es una consecuencia del movimiento de rotación de la Tierra. Podemos distinguir entre dos modelos teóricos de viento que son: Viento geostrófico. Viento de gradiente. La zona de la atmósfera comprendida entre la superficie terrestre y hasta la altura en donde son válidos estos dos modelos teóricos de vientos (denominada capa límite) se caracteriza por un régimen de vientos que está determinado por las fuerzas de rozamiento que experimentan las masas de aire en su movimiento, por lo cual, habrá que tener en cuenta estas fuerzas a la hora de estudiar los vientos reales que contribuyen a la dispersión de los contaminantes en las zonas más bajas de la troposfera. La 4 magnitud de las fuerzas de rozamiento a su vez viene determinadas por los siguientes factores: Naturaleza del suelo. Existencia o no de zona de arbolado. Situación y tamaño de los edificios. Accidentes topográficos, etc. El resultado es que, por un lado, la velocidad del viento será menor en las zonas próximas a la superficie terrestre y va aumentando a medida que se asciende, y por otro lado, la dirección sufre un pequeño desplazamiento angular. Además, el gradiente será distinto según sea de día o de noche. Normalmente el gradiente nocturno es mayor que el diurno, y ello es debido a la influencia del gradiente de temperaturas que en la mayor parte de los casos es negativo durante el día y puede ser positivo durante la noche. La dirección del viento también cambia con la altura. Cuando la intensidad es fuerte y no existen obstáculos de envergadura en el terreno la variación de la dirección se puede despreciar a alturas por debajo de los 100 m, sin embargo, para vientos débiles los cambios de dirección pueden adquirir una cierta importancia. Estos cambios vienen determinados por las llamadasfuerza de fricción, las cuales varían con la altura dando lugar a desplazamientos angulares del viento, que serán tanto mayores cuanto más cercano a la superficie terrestre está el punto considerado. Resumiendo, a la hora de aplicar un modelo de dispersión de los contaminantes debe considerarse la intensidad y la dirección del viento, pues puede darse el caso de que las medidas que se hagan sobre la superficie del terreno pueden conducir a errores cuando se realiza un estudio de la dispersión de los contaminantes que son emitidos por las chimeneas de una zona industrial. Las diferentes zonas geográficas están condicionadas por algún tipo de viento predominante en función de su situación y sus características, por lo cual es un factor más a considerar cuando se lleva a cabo una planificación de la ubicación de actividades industriales que sean fuente de posible contaminación. Los datos referentes a la dirección y la intensidad de los vientos de una determinada zona geográfica suelen estar disponibles en el Instituto Nacional del Meteorología y se suele representarlos mediante la llamada Rosa de los Vientos, que consiste en un diagrama en el que se representa la densidad de frecuencia con que un viento de una velocidad determinada sopla en una dirección determinada. 5 8.3.- Turbulencias. Una turbulencia es aire en movimiento, que no se puede ver ni predecir. Pueden causarla múltiples circunstancias: como las presiones atmosféricas, estelas de los jets de otros aviones, ondas provocadas por las montañas, frentes fríos o cálidos, o tormentas. Incluso surgen cuando el cielo está totalmente despejado. Vienen a ser como “baches” que se originan en el cielo debido a la circulación del aire caliente que quiere subir y el aire frío que quiere bajar, y también por los cambios bruscos en las capas de aire. Las causas que dan origen a las turbulencias pueden tener diferente origen: Termales. El calor del sol da lugar a un calentamiento del aire que en consecuencia tiende a subir, mientras que las masas de aire frío tienden a bajar. Flujos y corrientes de aire. Cambios bruscos que se producen en las corrientes aéreas a elevadas altitudes y que afectan al aire cercano. Las Montañas. Al pasar por encima de zonas montañosas el aire da lugar a turbulencias cuando pasa al otro lado por encima del aire. 6 8.4.- Gradiente vertical de temperaturas. Desde un punto de vista termodinámico, una de las características más importantes a considerar de la atmósfera es como va variando la temperatura a medida que se asciende, es decir, el gradiente térmico. Este factor juega un papel muy importante en el proceso de dispersión de los contaminantes y como ya vimos al estudiar las distintas zonas de la atmósfera, la temperatura suele disminuir al aumentar la altura. En condiciones adiabáticas, la temperatura disminuye con la altura de forma constante, del orden de 1ºC por cada 100m, y esta variación recibe el nombre de gradiente adiabático de temperatura. En alturas hasta los 10 Km la disminución real de la temperatura es aproximadamente 0,66ºC por cada 100 m. Para el estudio de la difusión de los contaminantes hay que tener en cuenta el concepto de estabilidad atmosférica. La estabilidad atmosférica viene determinada fundamentalmente por el gradiente real de temperaturas en comparación con el gradiente adiabático, y determina la posibilidad del movimiento vertical de contaminantes. A medida que un pequeño volumen de gas sube en altura en el seno del aire se verá sometido de forma gradual a una menor presión, lo cual lleva consigo su expansión y el consiguiente enfriamiento. Si en una determinada situación este volumen de gas esta más caliente que el aire que le rodea, entonces continuará subiendo. Ahora bien si está más frío que el aire a su alrededor tenderá a descender. Cuando la temperatura de la atmósfera desciende con la altura de forma más rápida que el gradiente adiabático el volumen del gas considerado tenderá a seguir subiendo, pues su temperatura será mayor que la del aire que le rodea. Esta situación decimos que es la de una atmósfera inestable. En el caso contrario, la disminución de la temperatura de la atmósfera con la altura tiene lugar de forma menos rápida que el gradiente adiabático, el volumen del gas que asciende estará rodeado de aire con una temperatura mayor que la suya, por lo que dejará de subir y volverá a su posición inicial. Decimos entonces que nos encontramos ante una situación de atmósfera estable. Si la variación de descenso de la temperatura del aire con la altura coincide con la del gradiente adiabático, se dice entonces que se trata de una atmósfera neutra. En una situación de atmósfera estable se reduce la creación de torbellinos y disminuye el proceso de difusión de los contaminantes. Por el contrario en una situación de atmósfera inestable se favorece la creación de torbellinos y se acelera el proceso de dispersión de los contaminantes. 7 El máximo grado de estabilidad se alcanza en aquellas capas de la atmósfera donde la temperatura aumenta con la altura, en vez de disminuir que seria lo normal. Aquellos estratos en los que se produce este fenómeno se le denominan Inversiones térmicas, en los cuales el aire es más caliente en las capas superiores que en las inferiores. Un fenómeno típico que va ligado a la inversión térmica en altura es la calima que consiste en polvo y partículas en suspensión cuya parte superior coincide con la base de la capa estable. Se llama punto de inversión a aquel donde el gradiente vertical de temperaturas cambia de signo y se denomina capa de inversión a la zona comprendida entre los dos puntos de inversión. Una consecuencia de la inversión es que impide la difusión vertical de los contaminantes, y en consecuencia según cual sea la altura a la cual se encuentra la capa de inversión al impedir la difusión vertical de los contaminantes favorecerá su dispersión horizontal, pero si no existiese viento o si se encuentran obstáculos de tipo topográfico pueden dar lugar a condiciones de contaminación críticas. 8 Aunque existen diferentes tipos de inversión, vamos a centrar nuestro estudio en las más frecuentes que son las siguientes: Inversión por subsidencia o asentamiento. Este proceso tiene lugar cuando se produce un descenso lento y un calentamiento adiabático de una masa de aire sobre una zona de la atmósfera, esto tiene como consecuencia que la capa de aire actúa como una gran tapadera que impide la difusión de los contaminantes. Este tipo de inversión tiende a situarse generalmente a cierta altura con respecto a la superficie terrestre y pueden tener una duración relativamente larga (varios días) si la atmósfera es estable. Suele estar asociado a los anticiclones, que son sistemas de alta presión. Cuando el anticiclón se estanca, los contaminantes emitidos dentro de la capa de mezcla no se pueden diluir y el resultado se produce un incremento de la concentración de los contaminantes mientras dura el proceso. Inversión por radiación. También llamada inversión nocturna, se produce como consecuencia de la diferencia de temperaturas que se produce en la superficie terrestre en las horas diurnas y nocturnas. Es el tipo más común de inversión superficial. Durante el día el sol calienta la superficie terrestre por lo que las capas de aire próximas a ella se calientan y en consecuencia el gradiente de temperaturas en la atmósfera es negativo. Al 9 ir cayendo la noche la superficie terrestre emite calor en forma de radiación enfriándose, por lo que las capas de aire en contacto con ella también se enfrían y cuando alcanzan temperaturas inferiores a las de las capas superiores,se estabilizan y la capa de aire más cálido por encima impide cualquier movimiento vertical. Este tipo de inversiones se producen desde las horas finales de la tarde hasta que empieza el amanecer, repitiéndose de nuevo el ciclo. De esta forma los contaminantes que quedan estabilizados por las inversiones son dispersados cuando la inversión se interrumpe al amanecer. Estos ciclos de inestabilidad durante el día e inversión por la noche con relativamente comunes y los efectos de inversión por radiación son de corta duración., 8.5.- Factores Topográficos. Como ya se ha indicado la dispersión de los contaminantes en sentido vertical (mecanismos de convección) y en sentido horizontal (fenómenos de turbulencia) viene determinado por el viento y el gradiente de temperatura. A pesar de ello, existen una serie de factores de carácter topográfico que pueden dar lugar a notables modificaciones en los movimientos en uno y otro sentido. Estos factores topográficos ejercen su influencia en la atmósfera de dos formas Térmicamente, a través del calor. Mecánicamente, a través del viento que circula por objetos (edificios, montañas, valles, etc.) de tamaño y formas diferentes. Los más característicos son: 10 El efecto del Mar. La capacidad calorífica del mar y de la Tierra son distintas y ello da lugar a que el calentamiento sea diferentes de una a otra. La Tierra y los objetos sobre ella se calientan y enfrían rápidamente, mientras que el agua lo hace más lentamente. Así, durante el día la Tierra se calienta mucho más rápidamente que la mar, en consecuencia se origina una circulación de viento desde el mar (más fresco) hacia la Tierra, que es la llamada brisa marina. Por la noche la Tierra se enfría más rápidamente y entonces el viento circula desde la Tierra hacia la mar. Por todo ello en las zonas costeras es importante tener en cuenta estos vientos, pues su persistencia y su carácter de circulación relativamente cerrado determinan que los contaminantes se dispersen dentro de un volumen de aire relativamente limitado. Montañas y laderas. Como consecuencia de las características orográficas del terreno se produce un efecto similar al de la costa. Las montañas y los valles de calientan de manera desigual debido al movimiento del sol a lo largo del día. Durante el día el sol calienta un lado del valle o de la montaña mientras el otro permanece frío, creando una corriente de aire que se eleva desde el lado calido y desciende por el lado frío. Al mediodía el sol cae sobre ambos lados y cuando va Ciclo diurno Ciclo nocturno 11 cayendo la tarde la situación es similar a la del día. Por la noche se produce el enfriamiento de la superficie terrestre y el aire desciende desde las montañas al valle. Otro factor a considerar en el calentamiento pueden ser las características del suelo, ya que en las zonas de arbolado el calentamiento será menor que en las pendientes rocosas de valles y montañas ó en los terrenos llanos desprovistos de arbolado. Efectos Urbanos. Las áreas urbanas como consecuencia de la actividad humana presentan unos accidentes y características térmicas diferentes. Los materiales de que están construidos los edificios como bloques, ladrillos, metales, etc., absorben y retiene el calor de forma más efectiva que los suelos y la vegetación de las zonas rurales. A ello hay que sumar el efecto de las calefacciones y la circulación de los vehículos. Todo ello determina que la temperatura de las zonas urbanas es más elevada que en la zonas rurales. Por ello, el aire caliente asciende en el centro de las ciudades y desciende sobre las zonas rurales que las rodea. Esquema de una isla de calor urbana 12 Además, en las ciudades al caer el sol las zonas urbanas siguen irradiando el calor acumulado en los edificios, el asfalto de las calles, etc., y este aire caliente asciende y crea un domo sobre la ciudad dando lugar a lo que se llama isla calórica, por la cual la ciudad emite calor por la noche. Cuando por el paso de la noche la ciudad empieza a enfriarse, sale el sol y la zona urbana vuelve a calentarse. Efectos topográficos y de obstáculos. La presencia de cualquier tipo de obstáculo, o la propia topografía de terreno puede dar lugar a turbulencias de las masas de aire. Las distorsiones del flujo del aire a través de estos obstáculos pueden ser de tipo muy variado, dependiendo de la dirección del viento y del ángulo que forme el eje del obstáculo. Si ambos son paralelos, los efectos son mínimos, mientras que si forman ángulos de 45º los efectos son más considerables. Bibliografía.- - Baird, C. “Química Ambiental”. Ed. Reverté S.A. - Manahan, S. E. “Fundamentals of Environmental Chemistry”. Lewis Publishers. - Orozco Barrenetxea, C. et al. “Contaminación ambiental. Una visión desde la Química”. Ed. Thompson.