Saturno, o Gigante Gasoso

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Saturno
Llamamos Saturno al sexto planeta de nuestro Sistema Solar. Entre los planetas exteriores o gigantes gaseosos, es el segundo, después de Júpiter. Es uno de los puntos más brillantes de la noche terrestre a simple vista. Aunque se lo conoce desde la antigüedad, su presencia no despertaba demasiada curiosidad antes de la invención del telescopio.
Saturno era, para los astrónomos antiguos, el planeta más lejano y el que más lentamente se movía alrededor de la Tierra, centro del universo. 
Se lo observó directamente por primera vez en 1610, en el telescopio de baja resolución inventado por Galileo Galilei. Pero fue Christiaan Huygens quien en 1659, primera vez observó con claridad sus anillos.
Origen de Saturno
Saturno, como el resto de los planetas que componen el Sistema Solar, tiene un origen incierto.
Los científicos estiman que es producto del enfriamiento y condensación de la materia restante de la nube gaseosa de la que el mismo Sol se formó.
Sin embargo, a diferencia de los planetas rocosos o interiores, Saturno mantuvo su composición casi totalmente gaseosa.
Dimensiones de Saturno
Saturno tiene un tamaño de 120.536 km de diámetro ecuatorial, y una forma notoriamente achatada en los polos. Esto se observa por la diferencia con su diámetro polar, de 108.728 km. En su superficie se hallan 5,688 x 1026 kg de masa, es decir, casi 95 veces la terrestre y casi 755 veces su volumen.
Anillos de Saturno
Quizá el rasgo más distintivo de Saturno sean sus anillos, que se extienden desde los 6630 km a los 120.700 km por encima de su ecuador. Están compuestos por partículas diversas provistas de abundante agua helada.
El tamaño de las partículas que los componen puede variar enormemente. Algunas son microscópicas mientras que las más grandes pueden tener varios metros de diámetro. Se organizan en distintas regiones de mayor o menor densidad, interactuando con la gravedad del planeta y de sus numerosas lunas.
Atmósfera de Saturno
La atmósfera saturnina es mayoritariamente de hidrógeno (96%) y apenas un 3% de helio y otros elementos. Se estima que en su interior, el hidrógeno se encuentra comprimido hasta volverse líquido.