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Revista Ecuatoriana de Ciencia Animal, ISSN 2602-8220, Vol 6, No 1, 2022 Inducción artificial de la muda de plumas en Psittaciformes como herramienta de conservación en los procesos de rehabilitación y cría (Artificial induction of feather moulting in Psittaciformes as a conservation tool in rehabilitation and breeding processes). Antonio Sciabarrasi1-2*, Valeria Devoto3. 1. Cátedra de Zoología, Diversidad y Ambiente, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional del Litoral (FCV-UNL). Kreeder 2805, (CP3080) Esperanza, Santa Fe, Argentina. 2. Estación Zoológica La Esmeralda, Av. Arist. Del Valle 8700 (CP3000) Santa Fe, Argentina. 3. Cátedra de Anatomías, FCV-UNL. Correo electrónico del autor para correspondencia 1-2* asciabarrasi@fcv.unl.edu.ar ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0601-3166 3.valeriadevoto@fcv.unl.edu.ar Resumen: La muda en aves es la pérdida y reemplazo periódico de las plumas. Está influenciada por la nutrición, edad, sexo, fotoperíodo y el ambiente. El mecanismo de la muda está regulado por los sistemas; nervioso central y endócrino, como así también las glándulas sexuales. El presente trabajo tiene como objetivo describir los procesos relacionados con la muda de plumas en psittaciformes y su aprovechamiento de forma artificial para mejorar los períodos de rehabilitación y cría de estas aves enmarcadas en proyectos de conservación de las especies. En conclusión, la muda es un fenómeno de acción estresante, una crisis orgánica en la que pueden sucumbir los animales que no cuenten con reservas energéticas disponibles o con recursos endocrinos movilizantes de la misma, por lo que el mailto:asciabarrasi@fcv.unl.edu.ar https://orcid.org/0000-0002-0601-3166 mailto:valeriadevoto@fcv.unl.edu.ar profesional veterinario debe conocer en detalle para evitar estos efectos deletéreos y aumentar así los estándares de bienestar animal. Palabras claves: muda, psittaciformes, conservación, rehabilitación, cría. Abstract: Molting in birds is the periodic loss and replacement of feathers. It is influenced by nutrition, age, sex, photoperiod and the environment. The molting mechanism is regulated by systems; central nervous and endocrine, as well as the sexual glands. The objective of this paper is to describe the processes related to the shedding of feathers in psittaciforms and their use artificially to improve the periods of rehabilitation and breeding of these birds framed in species conservation projects. In conclusion, moulting is a phenomenon of stressful action, an organic crisis in which animals that do not have available energy reserves or mobilizing endocrine resources can succumb, so the veterinary professional must know in detail to avoid these deleterious effects and thus increase animal welfare standards. Keywords: moult, psittaciforms, conservation, rehabilitation, breeding. Introducción El plumaje en las aves es de vital importancia, ya que cumple una serie de funciones imprescindibles para el desarrollo de la vida de cada individuo, por lo que su mantenimiento en condiciones óptimas es clave en el ciclo anual de sus vidas (Senar, 2004). Las plumas son formaciones epidérmicas especiales, su desarrollo depende de la papila del corion que se halla en el fondo del folículo de la pluma, atravesando la piel oblicuamente. Esta estructura de cobertura de las aves se encuentra formada por el mástil y el estandarte, el mástil se divide en un segmento proximal implantado en el folículo denominado cálamo y otro distal que finaliza en punta, llamado raquis. El cálamo es cilíndrico y hueco con una pared diáfana, presentado en su extremo proximal una excavación apical poco profunda la cicatriz, que aloja a la papila de la pluma. El raquis es una estructura maciza opaca de forma cuadrangular o elíptica, en cuyo interior se encuentra la medula blanca y aire. Existen diferentes clases de plumas según características y funciones se pueden identificar las siguientes: Plumas de revestimiento, son aquellas que recubren la totalidad del cuerpo de las aves superpuestas unas a otras de delante atrás, que otorgan el contorno típico al ave, constan de un mástil rígido implantado profundamente en la piel, los plumones; son pequeños cubiertos totalmente por las plumas de revestimiento, sirven de protección térmica, poseen un raquis blando, delicado y un estandarte suelto, por último están las filoplumas, que son estructuras rudimentarias con un raquis delgado y un estandarte muy poco desarrollado o ausente, son aquellas que se hallan en la base del pico. Los colores de las plumas pueden ser de absorción donde su origen es el contenido pigmentario de la medula de la pluma o bien estructurales que son aquellos que obedecen a la reflexión, fluorescencia e interferencia de la luz en los elementos que integran las plumas, en muchos casos se combinan ambos orígenes, asimismo el plumaje presenta diferentes particularidades según especie, edad y sexo (Schwarze,1984). La diferencia principal entre una pluma y un pelo de un mamífero es que la pluma crece con vasos sanguíneos en su interior y progresa hasta su total formación envuelta en una cubierta de queratina llamada “cañones” (Pérez-Rodríguez, 2011). Al finalizar, este proceso, el folículo entra en estado de reposo hasta el siguiente cambio de plumas, la cual se denomina muda. Cada uno de estos folículos está interconectado mediante músculos y pequeños tendones que permiten coordinar su elevación y posicionamiento e intervenir en demostraciones relacionadas con la conducta sexual, ante diferentes estados (excitación, miedo, etc.) o en la conservación/eliminación del calor corporal (Orosz, 2008). La muda es la pérdida y el reemplazo periódico de las plumas, que se encuentra influenciada por la nutrición, edad, sexo, fotoperíodo y el medio o ambiente. El mecanismo de la muda está regulado por el sistema nervioso central, el sistema endocrino (glándula pineal, hipófisis y tiroides) y las glándulas sexuales (Pyle & Kayhart, 2010). A la muda se la cataloga como activa o no activa. El tipo de muda activa (Figura 1) se refiere al grado de desarrollo que tienen las plumas, distinguiéndose, sólo si la pluma es nueva, vieja o creciendo, en cuyo caso se indica el grado de desarrollo (Senar, 2004). Foto © Antonio Sciabarrasi. Utilizado con permiso. Figura 1. Muda activa en loro vasa (Coracopsis vasa). Plan de Manejo de Psitácidos del Centro de fauna La Esmeralda, Argentina. El presente trabajo tiene como objetivo compilar y describir la información existente sobre los procesos relacionados con la muda de plumas en psittaciformes y su aprovechamiento de forma artificial para mejorar los períodos de rehabilitación y cría de estas aves enmarcadas en proyectos de conservación de las especies. Ante todo, la muda no es un fenómeno simple de sustitución del plumaje, sino que entraña amplias repercusiones como consecuencia de un reajuste endocrino en el organismo (Orosz, 2008). Hay una relación entre tono elevado de la tiroides, estímulos sexuales, perfección y brillo del plumaje, así como mayor vivacidad, vocalizaciones, etc. (Johnson et al., 2012). Las hormonas tiroideas pueden afectar la forma, estructura, síntesis de pigmentos, patrón de color y tasa de crecimiento de las plumas (Doneley et al., 2006). Las hormonas sexuales, sobre todo la testosterona, regulan la aparición y muda de plumas características de uno y otro sexo (Pyle & Kayhart, 2010). La muda normalmente se retarda en aves sometidas a 12-14 h luz, desencadenándose al disminuir ésta, o sea a fines de verano principios de otoño. En los países tropicales, donde la diferencia de duración día-noche es pequeña, la muda suele ocurrir después de la estación lluviosa. La muda suele ser continua a lo largo del año en algunas especies de psittaciformes (Silveira & Marini, 2012). El momento principalde la muda normalmente coincide con el fin del período reproductivo (Silva, 2019). Muchas especies mudan parcialmente antes de la estación reproductiva, asegurándose un plumaje colorido y brillante para el despliegue nupcial. Los tipos principales son la muda juvenil (primera muda) y la anual (muda definitiva). La duración de la muda es variable (de 10-20 días a 10 semanas, según el tipo de pluma, especie o condición del psittaciforme) (Forshaw & Knight, 2010). Una vez comenzada, la muda sigue un orden estricto. Las plumas de la cabeza, cuello y cuerpo suelen mudar antes que las de las alas y cola. En ala y cola la muda se escalona de modo que nunca haya mudado más de uno o dos pares de plumas de vuelo, a fin de no interferir con la posibilidad de vuelo. La pluma nueva emergente se denomina “pluma de sangre”, que presenta una papila dérmica ricamente vascularizada (Daut et al., 2016). Si una pluma en crecimiento es dañada, puede producirse una severa hemorragia, haciéndose necesario remover el cálamo del folículo (momento en el que no se deben cortar o arrancar). En este procedimiento, tanto la papila dérmica como el collar epidérmico pueden ser dañados, afectando el normal crecimiento de una pluma posterior (Pérez-Rodríguez, 2011). Si una pluma se quiebra o es cortada, permaneciendo el cálamo en el folículo, no crecerá una nueva hasta que la anterior haya mudado normalmente. Este es el fundamento del motivo por el cual se recortan las plumas de las alas para impedir el vuelo, en lugar de arrancarlas (Toft & Wright 2015). Una nueva pluma volverá a crecer en 5-10 semanas, después de arrancarla completamente (Sciabarrasi et al., 2019). Durante el período de muda se ven aumentados tanto el metabolismo del ave como la demanda de proteínas y grasas, siendo un proceso altamente estresante. Psittaciformes con dietas pobres en energía y proteínas pueden experimentar una muda parcial en un tiempo menor al normal (Soto Piñeiro & Bert, 2011). Los loros mascotas, pueden sufrir mudas anormales causadas por fotoperíodos no naturales, malnutrición y factores de estrés. Cuando las aves están mudando, no suelen vocalizar (Sciabarrasi & Velasco, 2020). Si bien todos los procesos antes descriptos son naturales, muchos de ellos se pueden manejar para, por ejemplo, acelerar dichos eventos en aquellos psittaciformes que se los esté preparando para volver a la naturaleza dentro de un plan de conservación (UICN, 2019) y así acortar los plazos de la rehabilitación, como también en reproductores tiene especial interés para evitar el desgaste de las hembras por la puesta de huevos fortaleciendo así una correcta recuperación a nivel orgánico tras la cría (Sciabarrasi et al.,2020). En el proceso natural de muda las aves reducen la ingestión de alimentos, pierden peso, interrumpen la cría, regeneran la funcionalidad del aparato reproductor y renuevan su plumaje (Senar, 2004). En los programas reproductivos, estos procesos, tienen como objeto conseguir que los psittaciformes pierdan peso de forma adecuada y con ello, interrumpan la puesta de huevos y pierdan el estímulo reproductivo (Silva, 2019). Con la pérdida de peso, se movilizan reservas grasas y de proteínas que producen una regresión del ovario y oviducto, así como de los testículos del macho, consiguiendo así interrumpir la puesta y el celo (Soto Piñeiro & Bert, 2011). Experimentalmente se ha demostrado que la caída en el tono tiroideo de actividad sexual conduce a la muda (Doneley et al., 2006), y de otra parte (Pyle & Kayhart, 2010) ciertas situaciones desfavorables (estresantes, cambios de temperatura, variaciones en la composición de la ración, luminosidad, cambios de lugar, humedad, etc.) conducen también a la muda. Estas consideraciones (Doneley et al., 2006; Pyle & Kayhart, 2010) llevaron a la conclusión evidente de la importancia de la tiroides en la muda, en el sentido de que la disminución de su tono (hipotiroidismo) propende a la muda. A continuación, se describirán los métodos utilizados para que los psittaciformes produzcan la muda de sus plumas. Los mismos fueron agrupados en diferentes factores para enfocar de un modo más didáctico y conciso estas prácticas. Métodos para una muda forzada: 1. Alimentación Disminuir las cantidades de proteínas y grasas son el paso principal para seguir en la inducción de la muda (Silva, 2019). No es recomendable en cambio, reducir los niveles de minerales como el calcio, fósforo, sodio o potasio. Se consiguen dietas con baja densidad energética y proteica eliminando pastones de cría, suplementos alimenticios, semillas oleaginosas y añadiendo a la alimentación vegetales ricos en fibra. Es muy importante que, una vez iniciada la muda, la alimentación rica en aminoácidos y grasa vuelva a restaurarse para favorecer el cambio del plumaje (Soto Piñeiro & Bert, 2011). La suplementación de la alimentación con zinc ha sido una práctica habitual para inducir la muda en gallinas ponedoras. La suplementación de este mineral en psittaciformes tiene el riesgo de acumulación en determinados órganos y por ello es poco recomendable (Cubas et al., 2014). La alimentación hidrocarbonada, y sobre todo la rica en grasas, disminuye el peso de la tiroides, dando lugar a hipofunciones que justifican la influencia de la alimentación en la presencia de la muda. Por el contrario, las raciones ricas en proteínas aumentan el peso del rendimiento de la glándula tiroides, oponiéndose a las crisis de hipofunción, y, en consecuencia, a la presencia de la muda (Doneley et al., 2006). 2. Iluminación La reducción del fotoperiodo de forma drástica a 8-10 horas diarias y baja intensidad lumínica desencadena la muda en un breve periodo de tiempo estimado de 7 a 14 días (Forshaw & Knight, 2010). 3. Temperatura Respecto a la influencia de la temperatura, hay experiencias muy ((Doneley et al., 2006; Pyle & Kayhart, 2010; Silveira & Marini, 2012; Forshaw & Knight, 2010) que demuestran el desarrollo de la tiroides por efecto de las bajas temperaturas, así como los incrementos de la función tiroidea que se producen bruscamente en orden a las variaciones climatológicas y especialmente térmicas. Estas investigaciones han sido confirmadas en sus resultados mediante exámenes histológicos que acusan variaciones celulares específicas. Según Orosz, (2008) la acción del frío sobre el desarrollo de esta glándula es uno de los recursos con el que los animales cuentan para elevar el metabolismo energético y librarse de las bajas temperaturas. La tiroides actúa por medio de la hormona tiroxina y la L-triyodo-tiroxina, que ha sido descubierta en el plasma de todas las aves y cuya puesta en circulación depende de influjos neuroendocrinos. 4. Alojamiento y Manejo Alojar a las hembras en jaulas con poca densidad de ejemplares y sin zonas, ni espacios dónde puedan tener el estímulo de anidar, evitar que dispongan materiales que estimulen la reproducción (nidos, etc.) y permitir la disposición de bañeras a diario ayuda también a la entrada de muda. Todas estas medidas, usadas en conjunto, desencadenan la muda en pocos días sin grandes efectos para nuestras hembras y machos reproductores (Sciabarrasi & Velasco, 2020). 5. Hormonas sexuales. Las hormonas sexuales participan notablemente en la presencia de la muda. Los estrógenos se oponen al cambio del plumaje, contribuyendo, junto con las hormonas tiroideas, al mantenimiento del mismo. La progesterona estimula el crecimiento de la pluma reduciendo el tiempo de muda; sin embargo, tanto esta hormona como la prolactina, actúan iniciando la presencia del período de muda en las aves (Pyle & Kayhart, 2010). En resumen, la acción de la tiroides sobre la muda resulta definitiva, actuando por mecanismos: de una parte, suministrando material energético para la restitución de los integrantes necesarios a la formaciónde plumas nuevas, y de otra, a través del tono glandular. Una función tiroidea normal ligeramente acentuada corresponde al mejor mantenimiento del plumaje y una crisis de hipotiroidismo estimulan la presencia de la muda, mientras que inyecciones de tiroxina producen en casi todas las aves una muda a los 7-8 días de la administración (Doneley et al., 2006). La extirpación de la tiroides anula la muda, y de otra parte las inyecciones de tiroxina aceleran el proceso de muda; si se bloquea el tiroides con tiuracilo, la muda se retrasa, y lo mismo ocurre cuando se extirpa el tiroides. En definitiva, los estímulos del tiroides dan lugar a la presencia de la muda y los productos bloqueantes, tal como ocurre con la tiurea, tiuracilo, etc., la retrasan (Pyle & Kayhart, 2010) Actualmente es posible regular la muda reduciendo su manifestación (aceleración del proceso), etc., mediante aditivos a las raciones de productos estimulantes o bloqueantes del tiroides según los casos (Samour, 2010). Una norma práctica para acelerar el emplume es incrementar la acción termógena de las raciones, incremento de la grasa en las mismas; parece ser evidente el efecto de la oscuridad sobre la rapidez del emplume (Soto Piñeiro & Bert, 2011). Desde el punto de vista terapéutico, se sabe que la progesterona acelera el emplume, lo mismo que toda la serie de bloqueantes hipofisarios a base de progestágenos sintéticos (Carpenter, 2013). El tratamiento más eficaz está basado en las dosis de testosterona, progesterona, etc., en el agua de bebida, administración de metionina en el agua o en la comida, así como de levadura de cerveza; en el momento actual está acreditado el tratamiento oral a base de tiroxina (en polvo) mezclada, integrando una pasta que lleva 0,4 mg. por cada 100 g. de peso vivo o en la proporción de 60-300 mg. por cada kilo de comida (Carpenter, 2013; Silva, 2019; Sciabarrasi et al., 2020). En el agua de bebida es importante añadir sulfato de hierro y algún antibiótico a base de tetraciclinas (Daut et al., 2016). Evidentemente, la muda forzada predispone al estrés y con ello puede aumentar la susceptibilidad a infecciones. En muy importante mantener una estricta higiene del aviario y un buen control sanitario de los ejemplares de forma rutinaria. Conclusiones La muda es un fenómeno determinado por influencias ambientales y metabólicas que actúan a través de la hipófisis mediante estímulos movilizantes de hormonas tiroideas, quienes hacen posible relevar el nivel energético del organismo y el cambio de plumaje. Es una crisis orgánica estresante en la que pueden sucumbir los animales que no cuenten con reservas energéticas disponibles o con recursos endocrinos movilizantes de la misma; por tal motivo, recomendamos para los psittaciformes en este período, un refuerzo especial en proteínas, vitaminas A, D y C, así como en minerales, especialmente yodo, cobre, cobalto y manganeso. La temperatura ambiente debe acelerar la muda si ésta es alta, mientras que las bajas temperaturas distancian la misma, precisamente por estimular el tono tiroideo. Todos los procesos antes mencionados deben ser conocidos en detalle por el profesional veterinario para evitar estos efectos deletéreos del mal manejo de estas técnicas y aumentar así los estándares de bienestar animal. Conflicto de intereses: Los autores no tienen conflictos de intereses que declarar en relación con el presente manuscrito. Agradecimientos: Agradecemos al personal de Estación de Fauna ̈ La Esmeralda¨ (Santa Fe, Argentina) y a la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral (FCV-UNL, Argentina) por la orientación y asistencia durante el estudio. Referencias bibliográficas 1. Carpenter, J. W. (2013). Exotic animal formulary, 4th edition. USA. Cap 5. p 256- 281 Cooper, J. E. Birds of prey: health and disease, third edition. UK. Cap 3. p 13-27, cap 7. p 105-127. 2. Cubas, Z.S., Silva, J.C.R., Catao-Dias, J.L. (2014). Tratado de animais selvagens medicina veterinaria, 2ª edição. São Paulo. Cap. 100. p 1898-1946. 3. 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