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CARTILLA - CULTIVO DE NÍS PE RO I. GENERALIDADES El níspero es un árbol frutal originario del sur de México (Yucatán) y de los países vecinos, Belice y Guatemala. Actual- mente está muy extendido en las regiones tropicales-ecuato- riales (especialmente en Asia y América, muy poco en África), algunas regiones subtropicales con climas templados (al sur de Florida) y bien aclimatado al Caribe. Es un árbol de hasta 40 metros de altura, con follaje vistoso, de corteza color café, presenta una secreción de aspecto lechoso y pegajoso (viscoso). Las hojas están agrupadas en las puntas de las ramas, de color verde oscuro y brillante en el anverso y verde pálido en el reverso. Las flores de color blanco, se encuentran en la unión del tallo y las hojas. Los frutos son ovados de color pardo, la pulpa es carnosa y dulce; las semillas, negras y brillantes. En Nicaragua el níspero es un cultivo de gran potencial y de importancia económica, es abundante en los meses de febre- ro a junio, cultivándose en todo el territorio nacional. II. VARIEDADES DEL CULTIVO Existen diferentes variedades de níspero en Nicaragua. En cuanto a forma pueden ser redondos, ovalados y con uno de los extremos puntiagudos. La cáscara es delgada, color gris-café. El tamaño varía según el tipo, aunque la mayoría son quizá un poquito más grandes que una bola de béisbol. Existe también un tipo gigante en el país, que puede medir tres veces el tamaño del níspero regular. La pulpa de este fruto es de color amarillo-rosada, y rojo al madurar. Los nísperos son muy dulces (10-14% azucares), se consume como frutos de sobremesa. III. PROPAGACIÓN DEL CULTIVO El árbol de níspero se propaga por método sexual (semillas) y por asexual (material vegetativo). Sexual o por semillas: Se usa para la selección de tipos supe- riores. Este método de propagación no debe ser usada en plantaciones para fines comerciales, ya que genera baja productividad y frutos de calidad inferior, en comparación a los resultados obtenidos de la propagación vegetativa. Al conservar las semillas de níspero en condiciones adecua- das, se mantienen viables por varios años. Las mejores son las grandes que se encuentran en los frutos de mayor tamaño. Germinan fácilmente pero el crecimiento es lento y los árboles tardan alrededor de 8 a 9 años para iniciar su producción. La propagación por semilla puede ser a través de semillero, trasplante de plántulas y por siembra directa de la semilla. Asexual o material vegetativo: Es considerada la mejor para establecer plantaciones comerciales. Existen diferentes formas de propagación asexual, entre ellos: Acodo aéreo, acodo de tierra, brotes o retoños, esquejes de las ramas, cortes de tallo e injerto de yema. Los métodos de injertación recomendados son: el injerto de enchapado lateral, el de hendidura o púa terminal y el encha- pado lateral. IV. REQUERIMIENTOS EDAFOCLI- MÁTICOS DEL CULTIVO Clima y temperatura: Es un cultivo de clima tropical, de condiciones ambientales cálidas, húmedas, pero relativa- mente secas. El cultivo se recomienda de los 200 a 1,200 metros sobre el nivel del mar. Requiere de una precipitación pluvial igual o mayor a los 1,400 mm de lluvia por año, se puede establecer en lugares con precipitaciones de 1,000 a 2,600 mm. anuales, distribuidos por lo menos en 230 días de lluvia. Temperatura: La óptima oscila de 22ºC a 30ºC, con tempera- turas promedio de 27.7ºC, mínima de 19.2ºC y máxima de 35.0ºC. Sin embargo, los árboles adultos pueden soportar temperaturas bajas de -2ºC a -3ºC por varias horas; los árbo- les jóvenes son más susceptibles y pueden morir con tempera- turas de -1ºC. Es muy resistente al viento, huracanes, sequía y rocío salino. Las noches frescas constantes se consideran un factor limitante para el cultivo. Suelo: Se adapta a una gran variedad de suelos, sus mejores cosechas las presenta en suelos francos, franco arenoso, franco arcilloso y arcillosos ligeros, con buen drenaje; además que sean ricos en materia orgánica y con pH de 5 a 6.3., sin embargo, se obtienen rendimientos aceptables en cualquier tipo de suelo: pedregoso, arenoso, café-arcilloso, poco profun- do, siempre y cuando el drenaje no sea limitado. V. ESTABLECIMIENTO DEL CULTIVO Preparación del suelo: Una vez realizado el diagnóstico en la finca y luego de seleccionar el terreno para establecer la plantación se procede a la preparación del mismo en depen- dencia de las condiciones del terreno, en algunos casos puede ser: Destronconado: Si existen árboles que puedan afectar el crecimiento normal de los nísperos, se deben eliminar y sacar el material del terreno, eliminando la parte aérea del árbol, y la mayor parte del sistema de raíces; si el siste- ma radicular de los árboles que se encuentran en el terreno, es muy grande, el ahoyado se vuelve difícil, y su elimina- ción previene el aparecimiento de plagas en la nueva plan- tación. Limpia del terreno: Previo a las actividades de trazo, esta- quillado y ahoyado se debe efectuar un combate de male- zas para facilitar las labores futuras. Arado: Si las condiciones topográficas del terreno lo permi- ten, se realiza un arado profundo, con el propósito de romper algunas capas impermeables que se puedan encon- trar, facilitando así el crecimiento del sistema radicular de los nísperos. Rastreado o gradeo: Si la topografía lo permite, realizar uno a dos pases de rastra o grada para mejorar la soltura y mullido del terreno a fin de tener mejor permeabilidad y aireación del suelo. Trazado y estaquillado: El trazo de la plantación, conlleva al diseño que este tendrá, pudiendo ser: Cuadro, rectangular, triangular o tres bolillos.Una vez seleccionado el diseño y el distanciamiento de siembra, se procede al estaquillado, el cual se inicia con la demarcación de las líneas madres, las que se trazan con el cuadrado del terreno. Las estacas se ubican, de acuerdo a la amplitud o ancho de la calle, es decir la distancia que se tendrá entre surcos. Ahoyado: Se debe realizar con suficiente anticipación, además se recomienda el abonado (incorporación de la mate ria orgánica y cal dolomita). Las dimensiones del hoyo de siembra pueden variar de 50x50x50 centímetros hasta 1x1x1 metros, dependiendo de las características físicas y químicas del suelo donde se plantará el cultivo, principalmente la profundidad efectiva, textura y contenido de materia orgáni- ca. Siembra: Se realiza cuando la época lluviosa se ha estableci- do, esta puede variar de la segunda quincena de mayo a la primera quincena de junio, sin embargo, el período de siembra se puede alargar hasta mediados de julio, con ciertas restric- ciones, principalmente si el suelo tiene buena capacidad para retener humedad en la época seca. El cuello de la planta deberá quedar al mismo nivel que tenía en el vivero, es decir la dimensión del hoyo debe ser lo suficientemente amplio para colocar la planta. La distancia máxima permitida para evitar daños es de 2 metros de distan- cia, caso contrario las frutas se deterioran internamente cuando estén maduras. VI. LABORES CULTURALES Control de maleza: Es importante mantener libre de malezas el área del cultivo, preferiblemente durante la etapa de creci- miento, ya que estas compiten por el agua y los nutrientes. El combate racional consiste en no dejar descubierto el suelo, ya que con ello se expone a ser erosionado por la lluvia. Una forma recomendada es deshierbar manualmente con mache- te o azadón alrededor de la planta. El cubrimiento del suelo con material orgánico ayuda a preservar la humedad del suelo, mantiene un suministro permanente de nutrientes y controla las malezas alrededor del sistema radicular. Fertilización: Se debe realizar tomando en cuenta el análisis de suelo del terreno donde se establece la plantación, tam- bién se debe conocer la demanda nutricional del frutal para que desarrolle con mayor potencial genético, en términos de producción, para esto se requiere de una buena fertiliza- ción debidamente combinadas a un nivel óptimo, durante el ciclo de producción. El níspero responde a niveles de Nitrógeno y Potasio en sus diferentes etapas productiva, pero tiene mejor respuesta productiva a aplicaciones con mayor proporción de Potasio. La fertilización anual se fracciona en tres aplicaciones, basa- das en el establecimiento y la duración de la época lluviosa, sin embargo, es necesario recordar que entre más fraccionada es una fertilización, esta es más eficiente en la respuesta productiva de la plantación y en un mejor manejo del suelo, evitando la acidificación del mismo, por el uso de bajas dosis por aplicación. Poda: A pesar de que el níspero crece lentamente, estos árbo- les necesitan un amplio espacio tanto entre filas como entre árboles para poder desarrollar sus grandes copas. A medida que los árboles crezcan se necesitará la poda para controlar la altura y ancho del árbol asi como para remover las ramas dañadas o muertas. Riego: Es tolerante a las sequías. Sin embargo, como los árbo- les jóvenes o recién plantados tienen un sistema radicular limitado, el riego favorecerá su desarrollo y establecimiento. Al igual que otros árboles frutales los períodos de floración y formación de frutos son importantes y se debe evitar la sequía en los mismos realizando el riego una o dos veces por semana. En la estación de lluvias el riego es menos importan- te. VII. PRINCIPALES PLAGAS Y EN- FERMEDADES QUE AFECTAN AL CULTIVO Plagas: El níspero es resistente a muchas plagas (insectos y enfermedades), debido a la cantidad de polifenoles que contiene, sin embargo, existen algunas que a continuación son las más importantes. Polilla (Barnisia myrsusalis): Los daños causados por la larva se da al alimentarse de brotes y ocasiona perforaciones en la fruta, asi como deterioro extenso en las floraciones en algunos años. Control: Como medidas de manejo integral es necesario mantener una fertilización adecuada de los frutales, realizar una correcta poda y eliminar todo resto infectado, limpiar tron- cos y desinfectar fuentes donde se encuentren las pupas de estas polillas (especialmente suelo). Minador de la hoja: Causan daños a las plantas tanto directa como indirectamente. El daño más directo es causado por las larvas que extraen el tejido de la hoja, lo que puede provo- car desecación, caída prematura de hojas y daños cosméti- cos. La pérdida de hojas también reduce el rendimiento. Control: Utilizar trampas amarillas impregnadas con Zapicol o aceite vegetal. Colocar barreras vivas (sorgo, maíz o caña). Eliminar malezas, hospederos y limpieza de ronda (al menos 10 m de radio). Utilizar Engeo 24.7 SC en dosis de 10 ml/bomba de 20 L. Rotación de cultivos. Eliminación de rastrojos. Escamas: El daño que generan las escamas se produce esen- cialmente sobre las plantas o frutos afectados debido a la extracción de savia del tejido vegetal. Además, por medio de sus secreciones, este insecto puede inocular sustancias tóxicas que causan la muerte del árbol. El daño en los frutos es muy importante, debido a que este insecto se fija en el exte- rior de la cáscara generado pequeñas hendiduras y decolora- ción, provocando mal aspecto. Control: Se debe realizar cuando se observen los primeros indivi- duos, donde se debe pulverizar completamente el vegetal afectado, aplicando muy bien en el envés de las hojas que es donde se asientan las Escamas. Suele ser necesario dar varios tratamientos espaciados en un período de 10 o 12 días, hasta eliminarlas. Mosca de la fruta: En general, las hembras depositan los huevos al interior de los frutos, a veces en tallos en desarrollo o en segmentos florales, y el daño generado por la postura de los huevos (picadura) es una vía de entrada para otros microorganismos que van deteriorando el fruto. Control: Uso de trampas olorosas hechas con botellas plásticas perforadas con un agujero en forma de ventana y deposi- tando en su interior de 100 a 150 ml de pulpa de calala o melaza. Recolectar y destruir los frutos caídos y prematuramente maduros, enterrarlos a 50 cm, aplicar cal y taparlos. Aplicación de Engeo 24.7 SC en dosis de 10 ml /bomba de 20 L. Enfermedades: Entre las principales que se presentan en el árbol de níspero se encuentran: Mancha Cercospora: Es causada por especies de hongos, se presenta en forma de manchas irregulares con centro blan- quecino y borde café rojizo, estas manchas pueden observar- se en cualquier parte de la hoja. En condiciones de alta hume- dad y temperatura, las manchas se unen formando zonas de las hojas con tejido muerto y puede provocar su caída. Control: Preparar y manejar el terreno para que tenga buen drenaje. Remover y descartar plantas afectadas. Se recomiendan las podas constantes que favorecen la ventilación. Fertilizar las plantas para proveerles una nutrición adecuada. Uso de fungicidas. Antracnosis: Se presentan manchas de color café encendido en las hojas, principalmente en viveros, en ataques severos causa defoliación, en algunos casos muy visible en las hojas. Control: Aplicar fungicida a base de cobre, Naturam 5 en dosis de 50 ml/bomba de 20 L, Tacre basillus 100 ml/bomba de 20 L. Realizar poda para favorecer aireación y eliminar las partes afectadas. En etapa de desarrollo vegetativo se puede utilizar caldo sulfocálcico. VIII. COSECHA Los árboles generalmente empiezan a producir frutos de acuer- do al método de propagación, cuando es por semillas tardan en producir hasta 7-8 años y por esquejes o por injertos, en cuyos casos puede producir frutos en tan sólo 3 años. La recolección o cosecha se determina por la madurez del fruto, orientándose por el color café amarillento de la piel madura o frotando la cáscara arenosa, para ver si la suelta fácilmente o rascar la fruta para asegurarse que la piel bajo la cáscara, no es verde. Si la piel es castaña y el fruto se separa fácilmente del tallo, sin gotear látex, es indicio que está totalmente madura, aunque todavía el fruto este duro. Generalmente los nísperos tardan en madurar de 4 a 6 meses después de la floración, por ello se recomienda que el productor tome nota de la fecha de floración, para calcular la época de recolección. Si se permite que las frutas caigan cuando maduran, se estro- pean. La recolección se debe realizar usando tijeras de podar dejan- do una pequeña porción del tallo adjunto a la fruta o con la ayuda de varas recolectoras o cosechadoras, que presentan en una de las puntas, una muesca o cisura afilada para cortar el pedúnculo del fruto y además en ese mismo extremo lleva una bolsa donde caerá el fruto cortado. Una vez que el fruto se haya recolectado deberá ser colocado a temperatura ambiente durante unos días para que ablande. Se aconseja quitarle la capa arenosa antes de poner el fruto a madurar. El níspero estará listo para comer cuando se siente suave, no aguado. Los frutos cosechados en estado inmaduro o faltos, se volve- rán arrugados cuando ablanden, perdiendo su calidad, tam- bién es posible que se presenten bolsitas o saquitos pequeños de látex gomoso, de color blanco. IX. POSCOSECHA Traslado a acopio: Se hace uso de canastas o canastillas plásticas acondicionadas con protección que evite el daño por fricción entre las frutas, solo se permiten dos capas por cada caja. Es muy importante que el personal evite pisar o sentarse sobre las frutas ya que son muy delicadas con poca vida útil. Recepción: Una vez que el níspero se cosecha, se traslada al centro de acopio donde se realiza un proceso de preselec- ción para eliminar aquellos que se encuentren en mal estado, magulladas, o con plagas y enfermedades presentes. Lavado y desinfección: Una vez recibido el níspero en el acopio es sometido a lavado y desinfección para alargar la vida útil, para ello se realiza un tratamiento de limpieza y desinfección con agua y cloro. Se recomienda la inmersión de las frutas en una solución de agua clorada a 50 – 100 ppm (2.5 – 5 ml en 10 litros de agua), generalmente en una pila de cemento o de acero inoxidable, utilizando cepillo de cerdas suaves, y se enjuaga con un lavado con agua limpia. Secado: Se realiza colocando la fruta en canastas plásticas haciendo uso de ventiladores, o bien realizarlo de manera manual con un paño limpio, retirando toda la humedad. No debe dejarse la ventilación en exceso porque puede ocasionar problemas. Clasificación: Se descartan aquellos nísperos que presenten daños mecánicos propios del proceso, daños ocasionados por insectos o microorganismos y aquellas que no estén en su estado óptimo de maduración. Para que se consideren frutos de calidad deben: Estar enteras y sanas, exentas de podredumbre o deterioro que hagan que no sean aptas para el consumo. Estar limpias y exentas de cualquier materia extraña visible. Estar exentas de daños causados por plagas que afecten al aspecto general del producto. Estar exentas de cualquier olor y/o sabor extraño. Estar exentas de daños causados por bajas y/o altas tempe- raturas. Estar exentas de daños causados por congelación. Ser de aspecto y de consistencia firme. Estar prácticamente exentas de magulladuras. Deberán haber alcanzado un grado apropiado de desarro- llo y madurez, teniendo en cuenta las características de la variedad, el tiempo de recolección y la zona en que se producen. Deberán soportar el transporte, la manipulación y llegar en estado satisfactorio al lugar de destino. Dependiendo de la calidad de la fruta que se coseche se clasi- fica para su consumo. Empaque: Se recomienda que las frutas se empaquen en una película de plástico film para alargar la vida útil al menos unos 4 días más. Como empaque secundario y terciario utilizar poniendo mallas de polietileno espumado, se han diseñado para la protección unitaria o colectiva de las frutas. Estas redes brindan un resguardo eficaz principalmente durante la etapa de transporte y embalaje, permitiendo además que las frutas de níspero se mantengan ventiladas para así evitar la maduración temprana del producto y final- mente embalar en cajas de cartón con separación interna. Almacenamiento: Son frutas climatéricas altamente perece- deras (3 - 10 días), 20°C– 27°C; 60-80% humedad relativa), lo cual limita su comercialización poscosecha. El uso de las temperaturas bajas puede incrementar su vida pos cosecha. Temperaturas de entre 10°C y 15°C pueden conservar el fruto hasta 21 días, el almacenamiento a temperaturas menores causa daño por frío. La respuesta del fruto al daño por frío varía debido a factores como la etapa de maduración, condi- ciones nutricionales, época de cosecha, etc. CONTENIDO I. Generalidades 1 II. Variedades del cultivo 1 III. Propagación del cultivo 1 IV. Requerimientos edafoclimáticos del cultivo 2 V. Establecimiento del cultivo 3 VI. Labores culturales 4 VII. Principales plagas y enfermedades que afectan al cultivo 5 VIII. Cosecha 7 IX. Poscosecha 8 X. Opciones de procesamiento 11 XI. Alternativas de empaques 19 XII. Estrategias de comercialización 20 XIII. Fomento asociativo 22 XIV. Referencias 24 I. GENERALIDADES El níspero es un árbol frutal originario del sur de México (Yucatán) y de los países vecinos, Belice y Guatemala. Actual- mente está muy extendido en las regiones tropicales-ecuato- riales (especialmente en Asia y América, muy poco en África), algunas regiones subtropicales con climas templados (al sur de Florida) y bien aclimatado al Caribe. Es un árbol de hasta 40 metros de altura, con follaje vistoso, de corteza color café, presenta una secreción de aspecto lechoso y pegajoso (viscoso). Las hojas están agrupadas en las puntas de las ramas, de color verde oscuro y brillante en el anverso y verde pálido en el reverso. Las flores de color blanco, se encuentran en la unión del tallo y las hojas. Los frutos son ovados de color pardo, la pulpa es carnosa y dulce; las semillas, negras y brillantes. En Nicaragua el níspero es un cultivo de gran potencial y de importancia económica, es abundante en los meses de febre- ro a junio, cultivándose en todo el territorio nacional. II. VARIEDADES DEL CULTIVO Existen diferentes variedades de níspero en Nicaragua. En cuanto a forma pueden ser redondos, ovalados y con uno de los extremos puntiagudos. La cáscara es delgada, color gris-café. El tamaño varía según el tipo, aunque la mayoría son quizá un poquito más grandes que una bola de béisbol. Existe también un tipo gigante en el país, que puede medir tres veces el tamaño del níspero regular. La pulpa de este fruto es de color amarillo-rosada, y rojo al madurar. Los nísperos son muy dulces (10-14% azucares), se consume como frutos de sobremesa. III. PROPAGACIÓN DEL CULTIVO El árbol de níspero se propaga por método sexual (semillas) y por asexual (material vegetativo). Sexual o por semillas: Se usa para la selección de tipos supe- riores. Este método de propagación no debe ser usada en plantaciones para fines comerciales, ya que genera baja productividad y frutos de calidad inferior, en comparación a los resultados obtenidos de la propagación vegetativa. Al conservar las semillas de níspero en condiciones adecua- das, se mantienen viables por varios años. Las mejores son las grandes que se encuentran en los frutos de mayor tamaño. Germinan fácilmente pero el crecimiento es lento y los árboles tardan alrededor de 8 a 9 años para iniciar su producción. La propagación por semilla puede ser a través de semillero, trasplante de plántulas y por siembra directa de la semilla. Asexual o material vegetativo: Es considerada la mejor para establecer plantaciones comerciales. Existen diferentes formas de propagación asexual, entre ellos: Acodo aéreo, acodo de tierra, brotes o retoños, esquejes de las ramas, cortes de tallo e injerto de yema. Los métodos de injertación recomendados son: el injerto de enchapado lateral, el de hendidura o púa terminal y el encha- pado lateral. IV. REQUERIMIENTOS EDAFOCLI- MÁTICOS DEL CULTIVO Clima y temperatura: Es un cultivo de clima tropical, de condiciones ambientales cálidas, húmedas, pero relativa- mente secas. El cultivo se recomienda de los 200 a 1,200 metros sobre el nivel del mar. Requiere de una precipitación pluvial igual o mayor a los 1,400 mm de lluvia por año, se puede establecer en lugares con precipitaciones de 1,000 a 2,600 mm. anuales, distribuidos por lo menos en 230 días de lluvia. Temperatura: La óptima oscila de 22ºC a 30ºC, con tempera- turas promedio de 27.7ºC, mínima de 19.2ºC y máxima de 35.0ºC. Sin embargo, los árboles adultos pueden soportar temperaturas bajas de -2ºC a -3ºC por varias horas; los árbo- les jóvenes son más susceptibles y pueden morir con tempera- turas de -1ºC. Es muy resistente al viento, huracanes, sequía y rocío salino. Las noches frescas constantes se consideran un factor limitante para el cultivo. Suelo: Se adapta a una gran variedad de suelos, sus mejores cosechas las presenta en suelos francos, franco arenoso, franco arcilloso y arcillosos ligeros, con buen drenaje; además que sean ricos en materia orgánica y con pH de 5 a 6.3., sin embargo, se obtienen rendimientos aceptables en cualquier tipo de suelo: pedregoso, arenoso, café-arcilloso, poco profun- do, siempre y cuando el drenaje no sea limitado. V. ESTABLECIMIENTO DEL CULTIVO Preparación del suelo: Una vez realizado el diagnóstico en la finca y luego de seleccionar el terreno para establecer la plantación se procede a la preparación del mismo en depen- dencia de las condiciones del terreno, en algunos casos puede ser: Destronconado: Si existen árboles que puedan afectar el crecimiento normal de los nísperos, se deben eliminar y sacar el material del terreno, eliminando la parte aérea del árbol, y la mayor parte del sistema de raíces; si el siste- ma radicular de los árboles que se encuentran en el terreno, es muy grande, el ahoyado se vuelve difícil, y su elimina- ción previene el aparecimiento de plagas en la nueva plan- tación. Limpia del terreno: Previo a las actividades de trazo, esta- quillado y ahoyado se debe efectuar un combate de male- zas para facilitar las labores futuras. Arado: Si las condiciones topográficas del terreno lo permi- ten, se realiza un arado profundo, con el propósito de romper algunas capas impermeables que se puedan encon- trar, facilitando así el crecimiento del sistema radicular de los nísperos. Rastreado o gradeo: Si la topografía lo permite, realizar uno a dos pases de rastra o grada para mejorar la soltura y mullido del terreno a fin de tener mejor permeabilidad y aireación del suelo. Trazado y estaquillado: El trazo de la plantación, conlleva al diseño que este tendrá, pudiendo ser: Cuadro, rectangular, triangular o tres bolillos.Una vez seleccionado el diseño y el distanciamiento de siembra, se procede al estaquillado, el cual se inicia con la demarcación de las líneas madres, las que se trazan con el cuadrado del terreno. Las estacas se ubican, de acuerdo a la amplitud o ancho de la calle, es decir la distancia que se tendrá entre surcos. Ahoyado: Se debe realizar con suficiente anticipación, además se recomienda el abonado (incorporación de la mate ria orgánica y cal dolomita). Las dimensiones del hoyo de siembra pueden variar de 50x50x50 centímetros hasta 1x1x1 metros, dependiendo de las características físicas y químicas del suelo donde se plantará el cultivo, principalmente la profundidad efectiva, textura y contenido de materia orgáni- ca. Siembra: Se realiza cuando la época lluviosa se ha estableci- do, esta puede variar de la segunda quincena de mayo a la primera quincena de junio, sin embargo, el período de siembra se puede alargar hasta mediados de julio, con ciertas restric- ciones, principalmente si el suelo tiene buena capacidad para retener humedad en la época seca. El cuello de la planta deberá quedar al mismo nivel que tenía en el vivero, es decir la dimensión del hoyo debe ser lo suficientemente amplio para colocar la planta. La distancia máxima permitida para evitar daños es de 2 metros de distan- cia, caso contrario las frutas se deterioran internamente cuando estén maduras. VI. LABORES CULTURALES Control de maleza: Es importante mantener libre de malezas el área del cultivo, preferiblemente durante la etapa de creci- miento, ya que estas compiten por el agua y los nutrientes. El combate racional consiste en no dejar descubierto el suelo, ya que con ello se expone a ser erosionado por la lluvia. Una forma recomendada es deshierbar manualmente con mache- te o azadón alrededor de la planta. El cubrimiento del suelo con material orgánico ayuda a preservar la humedad del suelo, mantiene un suministro permanente de nutrientes y controla las malezas alrededor del sistema radicular. Fertilización: Se debe realizar tomando en cuenta el análisis de suelo del terreno donde se establece la plantación, tam- bién se debe conocer la demanda nutricional del frutal para que desarrolle con mayor potencial genético, en términos de producción, para esto se requiere de una buena fertiliza- ción debidamente combinadas a un nivel óptimo, durante el ciclo de producción. El níspero responde a niveles de Nitrógeno y Potasio en sus diferentes etapas productiva, pero tiene mejor respuesta productiva a aplicaciones con mayor proporción de Potasio. La fertilización anual se fracciona en tres aplicaciones, basa- das en el establecimiento y la duración de la época lluviosa, sin embargo, es necesario recordar que entre más fraccionada es una fertilización, esta es más eficiente en la respuesta productiva de la plantación y en un mejor manejo del suelo, evitando la acidificación del mismo, por el uso de bajas dosis por aplicación. Poda: A pesar de que el níspero crece lentamente, estos árbo- les necesitan un amplio espacio tanto entre filas como entre árboles para poder desarrollar sus grandes copas. A medida que los árboles crezcan se necesitará la poda para controlar la altura y ancho del árbol asi como para remover las ramas dañadas o muertas. Riego: Es tolerante a las sequías. Sin embargo, como los árbo- les jóvenes o recién plantados tienen un sistema radicular limitado, el riego favorecerá su desarrollo y establecimiento. Al igual que otros árboles frutales los períodos de floración y formación de frutos son importantes y se debe evitar la sequía en los mismos realizando el riego una o dos veces por semana. En la estación de lluvias el riego es menos importan- te. VII. PRINCIPALES PLAGAS Y EN- FERMEDADES QUE AFECTAN AL CULTIVO Plagas: El níspero es resistente a muchas plagas (insectos y enfermedades), debido a la cantidad de polifenoles que contiene, sin embargo, existen algunas que a continuación son las más importantes. Polilla (Barnisia myrsusalis): Los daños causados por la larva se da al alimentarse de brotes y ocasiona perforaciones en la fruta, asi como deterioro extenso en las floraciones en algunos años. Control: Como medidas de manejo integral es necesario mantener una fertilización adecuada de los frutales, realizar una correcta poda y eliminar todo resto infectado, limpiar tron- cos y desinfectar fuentes donde se encuentren las pupas de estas polillas (especialmente suelo). Minador de la hoja: Causan daños a las plantas tanto directa como indirectamente. El daño más directo es causado por las larvas que extraen el tejido de la hoja, lo que puede provo- car desecación, caída prematura de hojas y daños cosméti- cos. La pérdida de hojas también reduce el rendimiento. Control: Utilizar trampas amarillas impregnadas con Zapicol o aceite vegetal. Colocar barreras vivas (sorgo, maíz o caña). Eliminar malezas, hospederos y limpieza de ronda (al menos 10 m de radio). Utilizar Engeo 24.7 SC en dosis de 10 ml/bomba de 20 L. Rotación de cultivos. Eliminación de rastrojos. Escamas: El daño que generan las escamas se produce esen- cialmente sobre las plantas o frutos afectados debido a la extracción de savia del tejido vegetal. Además, por medio de sus secreciones, este insecto puede inocular sustancias tóxicas que causan la muerte del árbol. El daño en los frutos es muy importante, debido a que este insecto se fija en el exte- rior de la cáscara generado pequeñas hendiduras y decolora- ción, provocando mal aspecto. Control: Se debe realizar cuando se observen los primeros indivi- duos, donde se debe pulverizar completamente el vegetal afectado, aplicando muy bien en el envés de las hojas que es donde se asientan las Escamas. Suele ser necesario dar varios tratamientos espaciados en un período de 10 o 12 días, hasta eliminarlas. Mosca de la fruta: En general, las hembras depositan los huevos al interior de los frutos, a veces en tallos en desarrollo o en segmentos florales, y el daño generado por la postura de los huevos (picadura) es una vía de entrada para otros microorganismos que van deteriorando el fruto. Control: Uso de trampas olorosas hechas con botellas plásticas perforadas con un agujero en forma de ventana y deposi- tando en su interior de 100 a 150 ml de pulpa de calala o melaza. Recolectar y destruir los frutos caídos y prematuramente maduros, enterrarlos a 50 cm, aplicar cal y taparlos. Aplicación de Engeo 24.7 SC en dosis de 10 ml /bomba de 20 L. Enfermedades: Entre las principales que se presentan en el árbol de níspero se encuentran: Mancha Cercospora: Es causada por especies de hongos, se presenta en forma de manchas irregulares con centro blan- quecino y borde café rojizo, estas manchas pueden observar- se en cualquier parte de la hoja. En condiciones de alta hume- dad y temperatura, las manchas se unen formando zonas de las hojas con tejido muerto y puede provocar su caída. Control: Preparar y manejar el terreno para que tenga buen drenaje. Remover y descartar plantas afectadas. Se recomiendan las podas constantes que favorecen la ventilación. Fertilizar las plantas para proveerles una nutrición adecuada. Uso de fungicidas. Antracnosis: Se presentan manchas de color café encendido en las hojas, principalmente en viveros, en ataques severos causa defoliación, en algunos casos muy visible en las hojas. Control: Aplicar fungicida a base de cobre, Naturam 5 en dosis de 50 ml/bomba de 20 L, Tacre basillus 100 ml/bomba de 20 L. Realizar poda para favorecer aireación y eliminar las partes afectadas. En etapa de desarrollo vegetativo se puede utilizar caldo sulfocálcico. VIII. COSECHA Los árboles generalmente empiezan a producir frutos de acuer- do al método de propagación, cuando es por semillas tardan en producir hasta 7-8 años y por esquejes o por injertos, en cuyos casos puede producir frutos en tan sólo 3 años. La recolección o cosecha se determina por la madurez del fruto, orientándose por el color café amarillento de la piel madura o frotando la cáscara arenosa, para ver si la suelta fácilmente o rascar la fruta para asegurarse que la piel bajo la cáscara, no es verde. Si la piel es castaña y el fruto se separa fácilmente del tallo, sin gotear látex, es indicio que está totalmente madura, aunque todavía el fruto este duro. Generalmente los nísperos tardan en madurar de 4 a 6 meses después de la floración, por ello se recomienda que el productor tome nota de la fecha de floración, para calcular la época de recolección. Si se permite que las frutas caigan cuando maduran, se estro- pean. La recolección se debe realizar usando tijeras de podar dejan- do una pequeña porción del tallo adjunto a la fruta o con la ayuda de varas recolectoras o cosechadoras, que presentan en una de las puntas, una muesca o cisura afilada para cortar el pedúnculo del fruto y además en ese mismo extremo lleva una bolsa donde caerá el fruto cortado. Una vez que el fruto se haya recolectado deberá ser colocado a temperatura ambiente durante unos días para que ablande. Se aconseja quitarle la capa arenosa antes de poner el fruto a madurar. El níspero estará listo para comer cuando se siente suave, no aguado. Los frutos cosechados en estado inmaduro o faltos, se volve- rán arrugados cuando ablanden, perdiendo su calidad, tam- bién es posible que se presenten bolsitas o saquitos pequeños de látex gomoso, de color blanco. IX. POSCOSECHA Traslado a acopio: Se hace uso de canastas o canastillas plásticas acondicionadas con protección que evite el daño por fricción entre las frutas, solo se permiten dos capas por cada caja. Es muy importante que el personal evite pisar o sentarse sobre las frutas ya que son muy delicadas con poca vida útil. Recepción: Una vez que el níspero se cosecha, se traslada al centro de acopio donde se realiza un proceso de preselec- ción para eliminar aquellos que se encuentren en mal estado, magulladas, o con plagas y enfermedades presentes. Lavado y desinfección: Una vez recibido el níspero en el acopio es sometido a lavado y desinfección para alargar la vida útil, para ello se realiza un tratamiento de limpieza y desinfección con agua y cloro. Se recomienda la inmersión de las frutas en una solución de agua clorada a 50 – 100 ppm (2.5 – 5 ml en 10 litros de agua), generalmente en una pila de cemento o de acero inoxidable, utilizando cepillo de cerdas suaves, y se enjuaga con un lavado con agua limpia. Secado: Se realiza colocando la fruta en canastas plásticas haciendo uso de ventiladores, o bien realizarlo de manera manual con un paño limpio, retirando toda la humedad. No debe dejarse la ventilación en exceso porque puede ocasionar problemas. Clasificación: Se descartan aquellos nísperos que presenten daños mecánicos propios del proceso, daños ocasionados por insectos o microorganismos y aquellas que no estén en su estado óptimo de maduración. Para que se consideren frutos de calidad deben: Estar enteras y sanas, exentas de podredumbre o deterioro que hagan que no sean aptas para el consumo. Estar limpias y exentas de cualquier materia extraña visible. Estar exentas de daños causados por plagas que afecten al aspecto general del producto. Estar exentas de cualquier olor y/o sabor extraño. Estar exentas de daños causados por bajas y/o altas tempe- raturas. Estar exentas de daños causados por congelación. Ser de aspecto y de consistencia firme. Estar prácticamente exentas de magulladuras. Deberán haber alcanzado un grado apropiado de desarro- llo y madurez, teniendo en cuenta las características de la variedad, el tiempo de recolección y la zona en que se producen. Deberán soportar el transporte, la manipulación y llegar en estado satisfactorio al lugar de destino. Dependiendo de la calidad de la fruta que se coseche se clasi- fica para su consumo. Empaque: Se recomienda que las frutas se empaquen en una película de plástico film para alargar la vida útil al menos unos 4 días más. Como empaque secundario y terciario utilizar poniendo mallas de polietileno espumado, se han diseñado para la protección unitaria o colectiva de las frutas. Estas redes brindan un resguardo eficaz principalmente durante la etapa de transporte y embalaje, permitiendo además que las frutas de níspero se mantengan ventiladas para así evitar la maduración temprana del producto y final- mente embalar en cajas de cartón con separación interna. Almacenamiento: Son frutas climatéricas altamente perece- deras (3 - 10 días), 20°C– 27°C; 60-80% humedad relativa), lo cual limita su comercialización poscosecha. El uso de las temperaturas bajas puede incrementar su vida pos cosecha. Temperaturas de entre 10°C y 15°C pueden conservar el fruto hasta 21 días, el almacenamiento a temperaturas menores causa daño por frío. La respuesta del fruto al daño por frío varía debido a factores como la etapa de maduración, condi- ciones nutricionales, época de cosecha, etc. I. GENERALIDADES El níspero es un árbol frutal originario del sur de México (Yucatán) y de los países vecinos, Belice y Guatemala. Actual- mente está muy extendido en las regiones tropicales-ecuato- riales (especialmente en Asia y América, muy poco en África), algunas regiones subtropicales con climas templados (al sur de Florida) y bien aclimatado al Caribe. Es un árbol de hasta 40 metros de altura, con follaje vistoso, de corteza color café, presenta una secreción de aspecto lechoso y pegajoso (viscoso). Las hojas están agrupadas en las puntas de las ramas, de color verde oscuro y brillante en el anverso y verde pálido en el reverso. Las flores de color blanco, se encuentran en la unión del tallo y las hojas. Los frutos son ovados de color pardo, la pulpa es carnosa y dulce; las semillas, negras y brillantes. En Nicaragua el níspero es un cultivo de gran potencial y de importancia económica, es abundante en los meses de febre- ro a junio, cultivándose en todo el territorio nacional. II. VARIEDADES DEL CULTIVO Existen diferentes variedades de níspero en Nicaragua. En cuanto a forma pueden ser redondos, ovalados y con uno de los extremos puntiagudos. La cáscara es delgada, color gris-café. El tamaño varía según el tipo, aunque la mayoría son quizá un poquito más grandes que una bola de béisbol. Existe también un tipo gigante en el país, que puede medir tres veces el tamaño del níspero regular. La pulpa de este fruto es de color amarillo-rosada, y rojo al madurar. Los nísperos son muy dulces (10-14% azucares), se consume como frutos de sobremesa. III. PROPAGACIÓN DEL CULTIVO El árbol de níspero se propaga por método sexual (semillas) y por asexual (material vegetativo). Sexual o por semillas: Se usa para la selección de tipos supe- riores. Este método de propagación no debe ser usada en plantaciones para fines comerciales, ya que genera baja Pág 1 productividad y frutos de calidad inferior, en comparación a los resultados obtenidos de la propagación vegetativa. Al conservar las semillas de níspero en condiciones adecua- das, se mantienen viables por varios años. Las mejores son las grandes que se encuentran en los frutos de mayor tamaño. Germinan fácilmente pero el crecimiento es lento y los árboles tardan alrededor de 8 a 9 años para iniciar su producción. La propagación por semilla puede ser a través de semillero, trasplante de plántulas y por siembra directa de la semilla. Asexual o material vegetativo: Es considerada la mejor para establecer plantaciones comerciales. Existen diferentes formas de propagación asexual, entre ellos: Acodo aéreo, acodo de tierra, brotes o retoños, esquejes de las ramas, cortes de tallo e injerto de yema. Los métodos de injertación recomendados son: el injerto de enchapado lateral, el de hendidura o púa terminal y el encha- pado lateral. IV. REQUERIMIENTOS EDAFOCLI- MÁTICOS DEL CULTIVO Clima y temperatura: Es un cultivo de clima tropical, de condiciones ambientales cálidas, húmedas, pero relativa- mente secas. El cultivo se recomienda de los 200 a 1,200 metros sobre el nivel del mar. Requiere de una precipitación pluvial igual o mayor a los 1,400 mm de lluvia por año, se puede establecer en lugares con precipitaciones de 1,000 a 2,600 mm. anuales, distribuidos por lo menos en 230 días de lluvia. Temperatura: La óptima oscila de 22ºC a 30ºC, con tempera- turas promedio de 27.7ºC, mínima de 19.2ºC y máxima de 35.0ºC. Sin embargo, los árboles adultos pueden soportar temperaturas bajas de -2ºC a -3ºC por varias horas; los árbo- les jóvenes son más susceptibles y pueden morir con tempera- turas de -1ºC. Es muy resistente al viento, huracanes, sequía y rocío salino. Las noches frescas constantes se consideran un factor limitante para el cultivo. Suelo: Se adapta a una gran variedad de suelos, sus mejores cosechas las presenta en suelos francos, franco arenoso, franco arcilloso y arcillosos ligeros, con buen drenaje; además que sean ricos en materia orgánica y con pH de 5 a 6.3., sin embargo, se obtienen rendimientos aceptables en cualquier tipo de suelo: pedregoso, arenoso, café-arcilloso, poco profun- do, siempre y cuando el drenaje no sea limitado. V. ESTABLECIMIENTO DEL CULTIVO Preparación del suelo: Una vez realizado el diagnóstico en la finca y luego de seleccionar el terreno para establecer la plantación se procede a la preparación del mismo en depen- dencia de las condiciones del terreno, en algunos casos puede ser: Destronconado: Si existen árboles que puedan afectar el crecimiento normal de los nísperos, se deben eliminar y sacar el material del terreno, eliminando la parte aérea del árbol, y la mayor parte del sistema de raíces; si el siste- ma radicular de los árboles que se encuentran en el terreno, es muy grande, el ahoyado se vuelve difícil, y su elimina- ción previene el aparecimiento de plagas en la nueva plan- tación. Limpia del terreno: Previo a las actividades de trazo, esta- quillado y ahoyado se debe efectuar un combate de male- zas para facilitar las labores futuras. Arado: Si las condiciones topográficas del terreno lo permi- ten, se realiza un arado profundo, con el propósito de romper algunas capas impermeables que se puedan encon- trar, facilitando así el crecimiento del sistema radicular de los nísperos. Rastreado o gradeo: Si la topografía lo permite, realizar uno a dos pases de rastra o grada para mejorar la soltura y mullido del terreno a fin de tener mejor permeabilidad y aireación del suelo. Trazado y estaquillado: El trazo de la plantación, conlleva al diseño que este tendrá, pudiendo ser: Cuadro, rectangular, triangular o tres bolillos.Una vez seleccionado el diseño y el distanciamiento de siembra, se procede al estaquillado, el cual se inicia con la demarcación de las líneas madres, las que se trazan con el cuadrado del terreno. Las estacas se ubican, de acuerdo a la amplitud o ancho de la calle, es decir la distancia que se tendrá entre surcos. Ahoyado: Se debe realizar con suficiente anticipación, además se recomienda el abonado (incorporación de la mate ria orgánica y cal dolomita). Las dimensiones del hoyo de siembra pueden variar de 50x50x50 centímetros hasta 1x1x1 metros, dependiendo de las características físicas y químicas del suelo donde se plantará el cultivo, principalmente la profundidad efectiva, textura y contenido de materia orgáni- ca. Siembra: Se realiza cuando la época lluviosa se ha estableci- do, esta puede variar de la segunda quincena de mayo a la primera quincena de junio, sin embargo, el período de siembra se puede alargar hasta mediados de julio, con ciertas restric- ciones, principalmente si el suelo tiene buena capacidad para retener humedad en la época seca. El cuello de la planta deberá quedar al mismo nivel que tenía en el vivero, es decir la dimensión del hoyo debe ser lo suficientemente amplio para colocar la planta. La distancia máxima permitida para evitar daños es de 2 metros de distan- cia, caso contrario las frutas se deterioran internamente cuando estén maduras. VI. LABORES CULTURALES Control de maleza: Es importante mantener libre de malezas el área del cultivo, preferiblemente durante la etapa de creci- miento, ya que estas compiten por el agua y los nutrientes. El combate racional consiste en no dejar descubierto el suelo, ya que con ello se expone a ser erosionado por la lluvia. Una forma recomendada es deshierbar manualmente con mache- te o azadón alrededor de la planta. El cubrimiento del suelo con material orgánico ayuda a preservar la humedad del suelo, mantiene un suministro permanente de nutrientes y controla las malezas alrededor del sistema radicular. Fertilización: Se debe realizar tomando en cuenta el análisis de suelo del terreno donde se establece la plantación, tam- bién se debe conocer la demanda nutricional del frutal para que desarrolle con mayor potencial genético, en términos de producción, para esto se requiere de una buena fertiliza- ción debidamente combinadas a un nivel óptimo, durante el ciclo de producción. El níspero responde a niveles de Nitrógeno y Potasio en sus diferentes etapas productiva, pero tiene mejor respuesta productiva a aplicaciones con mayor proporción de Potasio. La fertilización anual se fracciona en tres aplicaciones, basa- das en el establecimiento y la duración de la época lluviosa, sin embargo, es necesario recordar que entre más fraccionada es una fertilización, esta es más eficiente en la respuesta productiva de la plantación y en un mejor manejo del suelo, evitando la acidificación del mismo, por el uso de bajas dosis por aplicación. Poda: A pesar de que el níspero crece lentamente, estos árbo- les necesitan un amplio espacio tanto entre filas como entre árboles para poder desarrollar sus grandes copas. A medida que los árboles crezcan se necesitará la poda para controlar la altura y ancho del árbol asi como para remover las ramas dañadas o muertas. Riego: Es tolerante a las sequías. Sin embargo, como los árbo- les jóvenes o recién plantados tienen un sistema radicular limitado, el riego favorecerá su desarrollo y establecimiento. Al igual que otros árboles frutales los períodos de floración y formación de frutos son importantes y se debe evitar la sequía en los mismos realizando el riego una o dos veces por semana. En la estación de lluvias el riego es menos importan- te. VII. PRINCIPALES PLAGAS Y EN- FERMEDADES QUE AFECTAN AL CULTIVO Plagas: El níspero es resistente a muchas plagas (insectos y enfermedades), debido a la cantidad de polifenoles que contiene, sin embargo, existen algunas que a continuación son las más importantes. Polilla (Barnisia myrsusalis): Los daños causados por la larva se da al alimentarse de brotes y ocasiona perforaciones en la fruta, asi como deterioro extenso en las floraciones en algunos años. Control: Como medidas de manejo integral es necesario mantener una fertilización adecuada de los frutales, realizar una correcta poda y eliminar todo resto infectado, limpiar tron- cos y desinfectar fuentes donde se encuentren las pupas de estas polillas (especialmente suelo). Minador de la hoja: Causan daños a las plantas tanto directa como indirectamente. El daño más directo es causado por las larvas que extraen el tejido de la hoja, lo que puede provo- car desecación, caída prematura de hojas y daños cosméti- cos. La pérdida de hojas también reduce el rendimiento. Control: Utilizar trampas amarillas impregnadas con Zapicol o aceite vegetal. Colocar barreras vivas (sorgo, maíz o caña). Eliminar malezas, hospederos y limpieza de ronda (al menos 10 m de radio). Utilizar Engeo 24.7 SC en dosis de 10 ml/bomba de 20 L. Rotación de cultivos. Eliminación de rastrojos. Escamas: El daño que generan las escamas se produce esen- cialmente sobre las plantas o frutos afectados debido a la extracción de savia del tejido vegetal. Además, por medio de sus secreciones, este insecto puede inocular sustancias tóxicas que causan la muerte del árbol. El daño en los frutos es muy importante, debido a que este insecto se fija en el exte- rior de la cáscara generado pequeñas hendiduras y decolora- ción, provocando mal aspecto. Control: Se debe realizar cuando se observen los primeros indivi- duos, donde se debe pulverizar completamente el vegetal afectado, aplicando muy bien en el envés de las hojas que es donde se asientan las Escamas. Suele ser necesario dar varios tratamientos espaciados en un período de 10 o 12 días, hasta eliminarlas. Mosca de la fruta: En general, las hembras depositan los huevos al interior de los frutos, a veces en tallos en desarrollo o en segmentos florales, y el daño generado por la postura de los huevos (picadura) es una vía de entrada para otros microorganismos que van deteriorando el fruto. Control: Uso de trampas olorosas hechas con botellas plásticas perforadas con un agujero en forma de ventana y deposi- tando en su interior de 100 a 150 ml de pulpa de calala o melaza. Recolectar y destruir los frutos caídos y prematuramente maduros, enterrarlos a 50 cm, aplicar cal y taparlos. Aplicación de Engeo 24.7 SC en dosis de 10 ml /bomba de 20 L. Enfermedades: Entre las principales que se presentan en el árbol de níspero se encuentran: Mancha Cercospora: Es causada por especies de hongos, se presenta en forma de manchas irregulares con centro blan- quecino y borde café rojizo, estas manchas pueden observar- se en cualquier parte de la hoja. En condiciones de alta hume- dad y temperatura, las manchas se unen formando zonas de las hojas con tejido muerto y puede provocar su caída. Control: Preparar y manejar el terreno para que tenga buen drenaje. Remover y descartar plantas afectadas. Se recomiendan las podas constantes que favorecen la ventilación. Fertilizar las plantas para proveerles una nutrición adecuada. Uso de fungicidas. Antracnosis: Se presentan manchas de color café encendido en las hojas, principalmente en viveros, en ataques severos causa defoliación, en algunos casos muy visible en las hojas. Control: Aplicar fungicida a base de cobre, Naturam 5 en dosis de 50 ml/bomba de 20 L, Tacre basillus 100 ml/bomba de 20 L. Realizar poda para favorecer aireación y eliminar las partes afectadas. En etapa de desarrollo vegetativo se puede utilizar caldo sulfocálcico. VIII. COSECHA Los árboles generalmente empiezan a producir frutos de acuer- do al método de propagación, cuando es por semillas tardan en producir hasta 7-8 años y por esquejes o por injertos, en cuyos casos puede producir frutos en tan sólo 3 años. La recolección o cosecha se determina por la madurez del fruto, orientándose por el color café amarillento de la piel madura o frotando la cáscara arenosa, para ver si la suelta fácilmente o rascar la fruta para asegurarse que la piel bajo la cáscara, no es verde. Si la piel es castaña y el fruto se separa fácilmente del tallo, sin gotear látex, es indicio que está totalmente madura, aunque todavía el fruto este duro. Generalmente los nísperos tardan en madurar de 4 a 6 meses después de la floración, por ello se recomienda que el productor tome nota de la fecha de floración, para calcular la época de recolección. Si se permite que las frutas caigan cuando maduran, se estro- pean. La recolección se debe realizar usando tijeras de podar dejan- do una pequeña porción del tallo adjunto a la fruta o con la ayuda de varas recolectoras o cosechadoras, que presentan en una de las puntas, una muesca o cisura afilada para cortar el pedúnculo del fruto y además en ese mismo extremo lleva una bolsa donde caerá el fruto cortado. Una vez que el fruto se haya recolectado deberá ser colocado a temperatura ambiente durante unos días para que ablande. Se aconseja quitarle la capa arenosa antes de poner el fruto a madurar. El níspero estará listo para comer cuando se siente suave, no aguado. Los frutos cosechados en estado inmaduro o faltos, se volve- rán arrugados cuando ablanden, perdiendo su calidad, tam- bién es posible que se presenten bolsitas o saquitos pequeños de látex gomoso, de color blanco. IX. POSCOSECHA Traslado a acopio: Se hace uso de canastas o canastillas plásticas acondicionadas con protección que evite el daño por fricción entre las frutas, solo se permiten dos capas por cada caja. Es muy importante que el personal evite pisar o sentarse sobre las frutas ya que son muy delicadas con poca vida útil. Recepción: Una vez que el níspero se cosecha, se traslada al centro de acopio donde se realiza un proceso de preselec- ción para eliminar aquellos que se encuentren en mal estado, magulladas, o con plagas y enfermedades presentes. Lavado y desinfección: Una vez recibido el níspero en el acopio es sometido a lavado y desinfección para alargar la vida útil, para ello se realiza un tratamiento de limpieza y desinfección con agua y cloro. Se recomienda la inmersión de las frutas en una solución de agua clorada a 50 – 100 ppm (2.5 – 5 ml en 10 litros de agua), generalmente en una pila de cemento o de acero inoxidable, utilizando cepillo de cerdas suaves, y se enjuaga con un lavado con agua limpia. Secado: Se realiza colocando la fruta en canastas plásticas haciendo uso de ventiladores, o bien realizarlo de manera manual con un paño limpio, retirando toda la humedad. No debe dejarse la ventilación en exceso porque puede ocasionar problemas. Clasificación: Se descartan aquellos nísperos que presenten daños mecánicos propios del proceso, daños ocasionados por insectos o microorganismos y aquellas que no estén en su estado óptimo de maduración. Para que se consideren frutos de calidad deben: Estar enteras y sanas, exentas de podredumbre o deterioro que hagan que no sean aptas para el consumo. Estar limpias y exentas de cualquier materia extraña visible. Estar exentas de daños causados por plagas que afecten al aspecto general del producto. Estar exentas de cualquier olor y/o sabor extraño. Estar exentas de daños causados por bajas y/o altas tempe- raturas. Estar exentas de daños causados por congelación. Ser de aspecto y de consistencia firme. Estar prácticamente exentas de magulladuras. Deberán haber alcanzado un grado apropiado de desarro- llo y madurez, teniendo en cuenta las características de la variedad, el tiempo de recolección y la zona en que se producen. Deberán soportar el transporte, la manipulación y llegar en estado satisfactorio al lugar de destino. Dependiendo de la calidad de la fruta que se coseche se clasi- fica para su consumo. Empaque: Se recomienda que las frutas se empaquen en una película de plástico film para alargar la vida útil al menos unos 4 días más. Como empaque secundario y terciario utilizar poniendo mallas de polietileno espumado, se han diseñado para la protección unitaria o colectiva de las frutas. Estas redes brindan un resguardo eficaz principalmente durante la etapa de transporte y embalaje, permitiendo además que las frutas de níspero se mantengan ventiladas para así evitar la maduración temprana del producto y final- mente embalar en cajas de cartón con separación interna. Almacenamiento: Son frutas climatéricas altamente perece- deras (3 - 10 días), 20°C– 27°C; 60-80% humedad relativa), lo cual limita su comercialización poscosecha. El uso de las temperaturas bajas puede incrementar su vida pos cosecha. Temperaturas de entre 10°C y 15°C pueden conservar el fruto hasta 21 días, el almacenamiento a temperaturas menores causa daño por frío. La respuesta del fruto al daño por frío varía debido a factores como la etapa de maduración, condi- ciones nutricionales, época de cosecha, etc. I. GENERALIDADES El níspero es un árbol frutal originario del sur de México (Yucatán) y de los países vecinos, Belice y Guatemala. Actual- mente está muy extendido en las regiones tropicales-ecuato- riales (especialmente en Asia y América, muy poco en África), algunas regiones subtropicales con climas templados (al sur de Florida) y bien aclimatado al Caribe. Es un árbol de hasta 40 metros de altura, con follaje vistoso, de corteza color café, presenta una secreción de aspecto lechoso y pegajoso (viscoso). Las hojas están agrupadas en las puntas de las ramas, de color verde oscuro y brillante en el anverso y verde pálido en el reverso. Las flores de color blanco, se encuentran en la unión del tallo y las hojas. Los frutos son ovados de color pardo, la pulpa es carnosa y dulce; las semillas, negras y brillantes. En Nicaragua el níspero es un cultivo de gran potencial y de importancia económica, es abundante en los meses de febre- ro a junio, cultivándose en todo el territorio nacional. II. VARIEDADES DEL CULTIVO Existen diferentes variedades de níspero en Nicaragua. En cuanto a forma pueden ser redondos, ovalados y con uno de los extremos puntiagudos. La cáscara es delgada, color gris-café. El tamaño varía según el tipo, aunque la mayoría son quizá un poquito más grandes que una bola de béisbol. Existe también un tipo gigante en el país, que puede medir tres veces el tamaño del níspero regular. La pulpa de este fruto es de color amarillo-rosada, y rojo al madurar. Los nísperos son muy dulces (10-14% azucares), se consume como frutos de sobremesa. III. PROPAGACIÓN DEL CULTIVO El árbol de níspero se propaga por método sexual (semillas) y por asexual (material vegetativo). Sexual o por semillas: Se usa para la selección de tipos supe- riores. Este método de propagación no debe ser usada en plantaciones para fines comerciales, ya que genera baja productividad y frutos de calidad inferior, en comparación a los resultados obtenidos de la propagación vegetativa. Al conservar las semillas de níspero en condiciones adecua- das, se mantienen viables por varios años. Las mejores son las grandes que se encuentran en los frutos de mayor tamaño. Germinan fácilmente pero el crecimiento es lento y los árboles tardan alrededor de 8 a 9 años para iniciar su producción. La propagación por semilla puede ser a través de semillero, trasplante de plántulas y por siembra directa de la semilla. Asexual o material vegetativo: Es considerada la mejor para establecer plantaciones comerciales. Existen diferentes formas de propagación asexual, entre ellos: Acodo aéreo, acodo de tierra, brotes o retoños, esquejes de las ramas, cortes de tallo e injerto de yema. Los métodos de injertación recomendados son: el injerto de enchapado lateral, el de hendidura o púa terminal y el encha- pado lateral. IV. REQUERIMIENTOS EDAFOCLI- MÁTICOS DEL CULTIVO Clima y temperatura: Es un cultivo de clima tropical, de condiciones ambientales cálidas, húmedas, pero relativa- mente secas. El cultivo se recomienda de los 200 a 1,200 metros sobre el nivel del mar. Requiere de una precipitación pluvial igual o mayor a los 1,400 mm de lluvia por año, se puede establecer en lugares con precipitaciones de 1,000 a 2,600 mm. anuales, distribuidos por lo menos en 230 días de lluvia. Temperatura: La óptima oscila de 22ºC a 30ºC, con tempera- turas promedio de 27.7ºC, mínima de 19.2ºC y máxima de 35.0ºC. Sin embargo, los árboles adultos pueden soportar temperaturas bajas de -2ºC a -3ºC por varias horas; los árbo- les jóvenes son más susceptibles y pueden morir con tempera- turas de -1ºC. Es muy resistente al viento, huracanes, sequía y rocío salino. Las noches frescas constantes se consideran un factor limitante para el cultivo. Suelo: Se adapta a una gran variedad de suelos, sus mejores cosechas las presenta en suelos francos, franco arenoso, Pág 2 franco arcilloso y arcillosos ligeros, con buen drenaje; además que sean ricos en materia orgánica y con pH de 5 a 6.3., sin embargo, se obtienen rendimientos aceptables en cualquier tipo de suelo: pedregoso, arenoso, café-arcilloso, poco profun- do, siempre y cuando el drenaje no sea limitado. V. ESTABLECIMIENTO DEL CULTIVO Preparación del suelo: Una vez realizado el diagnóstico en la finca y luego de seleccionar el terreno para establecer la plantación se procede a la preparación del mismo en depen- dencia de las condiciones del terreno, en algunos casos puede ser: Destronconado: Si existen árboles que puedan afectar el crecimiento normal de los nísperos, se deben eliminar y sacar el material del terreno, eliminando la parte aérea del árbol, y la mayor parte del sistema de raíces; si el siste- ma radicular de los árboles que se encuentran en el terreno, es muy grande, el ahoyado se vuelve difícil, y su elimina- ción previene el aparecimiento de plagas en la nueva plan- tación. Limpia del terreno: Previo a las actividades de trazo, esta- quillado y ahoyado se debe efectuar un combate de male- zas para facilitar las labores futuras. Arado: Si las condiciones topográficas del terreno lo permi- ten, se realiza un arado profundo, con el propósito de romper algunas capas impermeables que se puedan encon- trar, facilitando así el crecimiento del sistema radicular de los nísperos. Rastreado o gradeo: Si la topografía lo permite, realizar uno a dos pases de rastra o grada para mejorar la soltura y mullido del terreno a fin de tener mejor permeabilidad y aireación del suelo. Trazado y estaquillado: El trazo de la plantación, conlleva al diseño que este tendrá, pudiendo ser: Cuadro, rectangular, triangular o tres bolillos.Una vez seleccionado el diseño y el distanciamiento de siembra, se procede al estaquillado, el cual se inicia con la demarcación de las líneas madres, las que se trazan con el cuadrado del terreno. Las estacas se ubican, de acuerdo a la amplitud o ancho de la calle, es decir la distancia que se tendrá entre surcos. Ahoyado: Se debe realizar con suficiente anticipación, además se recomienda el abonado (incorporación de la mate ria orgánica y cal dolomita). Las dimensiones del hoyo de siembra pueden variar de 50x50x50 centímetros hasta 1x1x1 metros, dependiendo de las características físicas y químicas del suelo donde se plantará el cultivo, principalmente la profundidad efectiva, textura y contenido de materia orgáni- ca. Siembra: Se realiza cuando la época lluviosa se ha estableci- do, esta puede variar de la segunda quincena de mayo a la primera quincena de junio, sin embargo, el período de siembra se puede alargar hasta mediados de julio, con ciertas restric- ciones, principalmente si el suelo tiene buena capacidad para retener humedad en la época seca. El cuello de la planta deberá quedar al mismo nivel que tenía en el vivero, es decir la dimensión del hoyo debe ser lo suficientemente amplio para colocar la planta. La distancia máxima permitida para evitar daños es de 2 metros de distan- cia, caso contrario las frutas se deterioran internamente cuando estén maduras. VI. LABORES CULTURALES Control de maleza: Es importante mantener libre de malezas el área del cultivo, preferiblemente durante la etapa de creci- miento, ya que estas compiten por el agua y los nutrientes. El combate racional consiste en no dejar descubierto el suelo, ya que con ello se expone a ser erosionado por la lluvia. Una forma recomendada es deshierbar manualmente con mache- te o azadón alrededor de la planta. El cubrimiento del suelo con material orgánico ayuda a preservar la humedad del suelo, mantiene un suministro permanente de nutrientes y controla las malezas alrededor del sistema radicular. Fertilización: Se debe realizar tomando en cuenta el análisis de suelo del terreno donde se establece la plantación, tam- bién se debe conocer la demanda nutricional del frutal para que desarrolle con mayor potencial genético, en términos de producción, para esto se requiere de una buena fertiliza- ción debidamente combinadas a un nivel óptimo, durante el ciclo de producción. El níspero responde a niveles de Nitrógeno y Potasio en sus diferentes etapas productiva, pero tiene mejor respuesta productiva a aplicaciones con mayor proporción de Potasio. La fertilización anual se fracciona en tres aplicaciones, basa- das en el establecimiento y la duración de la época lluviosa, sin embargo, es necesario recordar que entre más fraccionada es una fertilización, esta es más eficiente en la respuesta productiva de la plantación y en un mejor manejo del suelo, evitando la acidificación del mismo, por el uso de bajas dosis por aplicación. Poda: A pesar de que el níspero crece lentamente, estos árbo- les necesitan un amplio espacio tanto entre filas como entre árboles para poder desarrollar sus grandes copas. A medida que los árboles crezcan se necesitará la poda para controlar la altura y ancho del árbol asi como para remover las ramas dañadas o muertas. Riego: Es tolerante a las sequías. Sin embargo, como los árbo- les jóvenes o recién plantados tienen un sistema radicular limitado, el riego favorecerá su desarrollo y establecimiento. Al igual que otros árboles frutales los períodos de floración y formación de frutos son importantes y se debe evitar la sequía en los mismos realizando el riego una o dos veces por semana. En la estación de lluvias el riego es menos importan- te. VII. PRINCIPALES PLAGAS Y EN- FERMEDADES QUE AFECTAN AL CULTIVO Plagas: El níspero es resistente a muchas plagas (insectos y enfermedades), debido a la cantidad de polifenoles que contiene, sin embargo, existen algunas que a continuación son las más importantes. Polilla (Barnisia myrsusalis): Los daños causados por la larva se da al alimentarse de brotes y ocasiona perforaciones en la fruta, asi como deterioro extenso en las floraciones en algunos años. Control: Como medidas de manejo integral es necesario mantener una fertilización adecuada de los frutales, realizar una correcta poda y eliminar todo resto infectado, limpiar tron- cos y desinfectar fuentes donde se encuentren las pupas de estas polillas (especialmente suelo). Minador de la hoja: Causan daños a las plantas tanto directa como indirectamente. El daño más directo es causado por las larvas que extraen el tejido de la hoja, lo que puede provo- car desecación, caída prematura de hojas y daños cosméti- cos. La pérdida de hojas también reduce el rendimiento. Control: Utilizar trampas amarillas impregnadas con Zapicol o aceite vegetal. Colocar barreras vivas (sorgo, maíz o caña). Eliminar malezas, hospederos y limpieza de ronda (al menos 10 m de radio). Utilizar Engeo 24.7 SC en dosis de 10 ml/bomba de 20 L. Rotación de cultivos. Eliminación de rastrojos. Escamas: El daño que generan las escamas se produce esen- cialmente sobre las plantas o frutos afectados debido a la extracción de savia del tejido vegetal. Además, por medio de sus secreciones, este insecto puede inocular sustancias tóxicas que causan la muerte del árbol. El daño en los frutos es muy importante, debido a que este insecto se fija en el exte- rior de la cáscara generado pequeñas hendiduras y decolora- ción, provocando mal aspecto. Control: Se debe realizar cuando se observen los primeros indivi- duos, donde se debe pulverizar completamente el vegetal afectado, aplicando muy bien en el envés de las hojas que es donde se asientan las Escamas. Suele ser necesario dar varios tratamientos espaciados en un período de 10 o 12 días, hasta eliminarlas. Mosca de la fruta: En general, las hembras depositan los huevos al interior de los frutos, a veces en tallos en desarrollo o en segmentos florales, y el daño generado por la postura de los huevos (picadura) es una vía de entrada para otros microorganismos que van deteriorando el fruto. Control: Uso de trampas olorosas hechas con botellas plásticas perforadas con un agujero en forma de ventana y deposi- tando en su interior de 100 a 150 ml de pulpa de calala o melaza. Recolectar y destruir los frutos caídos y prematuramente maduros, enterrarlos a 50 cm, aplicar cal y taparlos. Aplicación de Engeo 24.7 SC en dosis de 10 ml /bomba de 20 L. Enfermedades: Entre las principales que se presentan en el árbol de níspero se encuentran: Mancha Cercospora: Es causada por especies de hongos, se presenta en forma de manchas irregulares con centro blan- quecino y borde café rojizo, estas manchas pueden observar- se en cualquier parte de la hoja. En condiciones de alta hume- dad y temperatura, las manchas se unen formando zonas de las hojas con tejido muerto y puede provocar su caída. Control: Preparar y manejar el terreno para que tenga buen drenaje. Remover y descartar plantas afectadas. Se recomiendan las podas constantes que favorecen la ventilación. Fertilizar las plantas para proveerles una nutrición adecuada. Uso de fungicidas. Antracnosis: Se presentan manchas de color café encendido en las hojas, principalmente en viveros, en ataques severos causa defoliación, en algunos casos muy visible en las hojas. Control: Aplicar fungicida a base de cobre, Naturam 5 en dosis de 50 ml/bomba de 20 L, Tacre basillus 100 ml/bomba de 20 L. Realizar poda para favorecer aireación y eliminar las partes afectadas. En etapa de desarrollo vegetativo se puede utilizar caldo sulfocálcico. VIII. COSECHA Los árboles generalmente empiezan a producir frutos de acuer- do al método de propagación, cuando es por semillas tardan en producir hasta 7-8 años y por esquejes o por injertos, en cuyos casos puede producir frutos en tan sólo 3 años. La recolección o cosecha se determina por la madurez del fruto, orientándose por el color café amarillento de la piel madura o frotando la cáscara arenosa, para ver si la suelta fácilmente o rascar la fruta para asegurarse que la piel bajo la cáscara, no es verde. Si la piel es castaña y el fruto se separa fácilmente del tallo, sin gotear látex, es indicio que está totalmente madura, aunque todavía el fruto este duro. Generalmente los nísperos tardan en madurar de 4 a 6 meses después de la floración, por ello se recomienda que el productor tome nota de la fecha de floración, para calcular la época de recolección. Si se permite que las frutas caigan cuando maduran, se estro- pean. La recolección se debe realizar usando tijeras de podar dejan- do una pequeña porción del tallo adjunto a la fruta o con la ayuda de varas recolectoras o cosechadoras, que presentan en una de las puntas, una muesca o cisura afilada para cortar el pedúnculo del fruto y además en ese mismo extremo lleva una bolsa donde caerá el fruto cortado. Una vez que el fruto se haya recolectado deberá ser colocado a temperatura ambiente durante unos días para que ablande. Se aconseja quitarle la capa arenosa antes de poner el fruto a madurar. El níspero estará listo para comer cuando se siente suave, no aguado. Los frutos cosechados en estado inmaduro o faltos, se volve- rán arrugados cuando ablanden, perdiendo su calidad, tam- bién es posible que se presenten bolsitas o saquitos pequeños de látex gomoso, de color blanco. IX. POSCOSECHA Traslado a acopio: Se hace uso de canastas o canastillas plásticas acondicionadas con protección que evite el daño por fricción entre las frutas, solo se permiten dos capas por cada caja. Es muy importante que el personal evite pisar o sentarse sobre las frutas ya que son muy delicadas con poca vida útil. Recepción: Una vez que el níspero se cosecha, se traslada al centro de acopio donde se realiza un proceso de preselec- ción para eliminar aquellos que se encuentren en mal estado, magulladas, o con plagas y enfermedades presentes. Lavado y desinfección: Una vez recibido el níspero en el acopio es sometido a lavado y desinfección para alargar la vida útil, para ello se realiza un tratamiento de limpieza y desinfección con agua y cloro. Se recomienda la inmersión de las frutas en una solución de agua clorada a 50 – 100 ppm (2.5 – 5 ml en 10 litros de agua), generalmente en una pila de cemento o de acero inoxidable, utilizando cepillo de cerdas suaves, y se enjuaga con un lavado con agua limpia. Secado: Se realiza colocando la fruta en canastas plásticas haciendo uso de ventiladores, o bien realizarlo de manera manual con un paño limpio, retirando toda la humedad. No debe dejarse la ventilación en exceso porque puede ocasionar problemas. Clasificación: Se descartan aquellos nísperos que presenten daños mecánicos propios del proceso, daños ocasionados por insectos o microorganismos y aquellas que no estén en su estado óptimo de maduración. Para que se consideren frutos de calidad deben: Estar enteras y sanas, exentas de podredumbre o deterioro que hagan que no sean aptas para el consumo. Estar limpias y exentas de cualquier materia extraña visible. Estar exentas de daños causados por plagas que afecten al aspecto general del producto. Estar exentas de cualquier olor y/o sabor extraño. Estar exentas de daños causados por bajas y/o altas tempe- raturas. Estar exentas de daños causados por congelación. Ser de aspecto y de consistencia firme. Estar prácticamente exentas de magulladuras. Deberán haber alcanzado un grado apropiado de desarro- llo y madurez, teniendo en cuenta las características de la variedad, el tiempo de recolección y la zona en que se producen. Deberán soportar el transporte, la manipulación y llegar en estado satisfactorio al lugar de destino. Dependiendo de la calidad de la fruta que se coseche se clasi- fica para su consumo. Empaque: Se recomienda que las frutas se empaquen en una película de plástico film para alargar la vida útil al menos unos 4 días más. Como empaque secundario y terciario utilizar poniendo mallas de polietileno espumado, se han diseñado para la protección unitaria o colectiva de las frutas. Estas redes brindan un resguardo eficaz principalmente durante la etapa de transporte y embalaje, permitiendo además que las frutas de níspero se mantengan ventiladas para así evitar la maduración temprana del producto y final- mente embalar en cajas de cartón con separación interna. Almacenamiento: Son frutas climatéricas altamente perece- deras (3 - 10 días), 20°C– 27°C; 60-80% humedad relativa), lo cual limita su comercialización poscosecha. El uso de las temperaturas bajas puede incrementar su vida pos cosecha. Temperaturas de entre 10°C y 15°C pueden conservar el fruto hasta 21 días, el almacenamiento a temperaturas menores causa daño por frío. La respuesta del fruto al daño por frío varía debido a factores como la etapa de maduración, condi- ciones nutricionales, época de cosecha, etc. I. GENERALIDADES El níspero es un árbol frutal originario del sur de México (Yucatán) y de los países vecinos, Belice y Guatemala. Actual- mente está muy extendido en las regiones tropicales-ecuato- riales (especialmente en Asia y América, muy poco en África), algunas regiones subtropicales con climas templados (al sur de Florida) y bien aclimatado al Caribe. Es un árbol de hasta 40 metros de altura, con follaje vistoso, de corteza color café, presenta una secreción de aspecto lechoso y pegajoso (viscoso). Las hojas están agrupadas en las puntas de las ramas, de color verde oscuro y brillante en el anverso y verde pálido en el reverso. Las flores de color blanco, se encuentran en la unión del tallo y las hojas. Los frutos son ovados de color pardo, la pulpa es carnosa y dulce; las semillas, negras y brillantes. En Nicaragua el níspero es un cultivo de gran potencial y de importancia económica, es abundante en los meses de febre- ro a junio, cultivándose en todo el territorio nacional. II. VARIEDADES DEL CULTIVO Existen diferentes variedades de níspero en Nicaragua. En cuanto a forma pueden ser redondos, ovalados y con uno de los extremos puntiagudos. La cáscara es delgada, color gris-café. El tamaño varía según el tipo, aunque la mayoría son quizá un poquito más grandes que una bola de béisbol. Existe también un tipo gigante en el país, que puede medir tres veces el tamaño del níspero regular. La pulpa de este fruto es de color amarillo-rosada, y rojo al madurar. Los nísperos son muy dulces (10-14% azucares), se consume como frutos de sobremesa. III. PROPAGACIÓN DEL CULTIVO El árbol de níspero se propaga por método sexual (semillas) y por asexual (material vegetativo). Sexual o por semillas: Se usa para la selección de tipos supe- riores. Este método de propagación no debe ser usada en plantaciones para fines comerciales, ya que genera baja productividad y frutos de calidad inferior, en comparación a los resultados obtenidos de la propagación vegetativa. Al conservar las semillas de níspero en condiciones adecua- das, se mantienen viables por varios años. Las mejores son las grandes que se encuentran en los frutos de mayor tamaño. Germinan fácilmente pero el crecimiento es lento y los árboles tardan alrededor de 8 a 9 años para iniciar su producción. La propagación por semilla puede ser a través de semillero, trasplante de plántulas y por siembra directa de la semilla. Asexual o material vegetativo: Es considerada la mejor para establecer plantaciones comerciales. Existen diferentes formas de propagación asexual, entre ellos: Acodo aéreo, acodo de tierra, brotes o retoños, esquejes de las ramas, cortes de tallo e injerto de yema. Los métodos de injertación recomendados son: el injerto de enchapado lateral, el de hendidura o púa terminal y el encha- pado lateral. IV. REQUERIMIENTOS EDAFOCLI- MÁTICOS DEL CULTIVO Clima y temperatura: Es un cultivo de clima tropical, de condiciones ambientales cálidas, húmedas, pero relativa- mente secas. El cultivo se recomienda de los 200 a 1,200 metros sobre el nivel del mar. Requiere de una precipitación pluvial igual o mayor a los 1,400 mm de lluvia por año, se puede establecer en lugares con precipitaciones de 1,000 a 2,600 mm. anuales, distribuidos por lo menos en 230 días de lluvia. Temperatura: La óptima oscila de 22ºC a 30ºC, con tempera- turas promedio de 27.7ºC, mínima de 19.2ºC y máxima de 35.0ºC. Sin embargo, los árboles adultos pueden soportar temperaturas bajas de -2ºC a -3ºC por varias horas; los árbo- les jóvenes son más susceptibles y pueden morir con tempera- turas de -1ºC. Es muy resistente al viento, huracanes, sequía y rocío salino. Las noches frescas constantes se consideran un factor limitante para el cultivo. Suelo: Se adapta a una gran variedad de suelos, sus mejores cosechas las presenta en suelos francos, franco arenoso, franco arcilloso y arcillosos ligeros, con buen drenaje; además que sean ricos en materia orgánica y con pH de 5 a 6.3., sin embargo, se obtienen rendimientos aceptables en cualquier tipo de suelo: pedregoso, arenoso, café-arcilloso, poco profun- do, siempre y cuando el drenaje no sea limitado. V. ESTABLECIMIENTO DEL CULTIVO Preparación del suelo: Una vez realizado el diagnóstico en la finca y luego de seleccionar el terreno para establecer la plantación se procede a la preparación del mismo en depen- dencia de las condiciones del terreno, en algunos casos puede ser: Destronconado: Si existen árboles que puedan afectar el crecimiento normal de los nísperos, se deben eliminar y sacar el material del terreno, eliminando la parte aérea del árbol, y la mayor parte del sistema de raíces; si el siste- ma radicular de los árboles que se encuentran en el terreno, es muy grande, el ahoyado se vuelve difícil, y su elimina- ción previene el aparecimiento de plagas en la nueva plan- tación. Limpia del terreno: Previo a las actividades
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