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Introdução ao Estudo da Política

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introducción al estudio de la política
Primera edición: 2015
D. R. © salomón sánchez ruiz
D. R. © universidad autónoma de sinaloa
Ángel Flores s/n, Centro, 80000, Culiacán, Sinaloa
dirección de editorial
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio 
sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
isBn: 978-607-737-059-8
Impreso y hecho en México
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO 
DE LA POLÍTICA
Salomón Sánchez Ruiz
universidad autónoma de sinaloa
méxico, 2015
7
Son muchas y muy valiosas las personas a las que tengo que 
agradecer el que hoy este ensayo sea una realidad, y aunque 
sea injusto no mencionarlos a todos, tengo que nombrar 
a algunos que contribuyeron de manera importante en la 
elaboración de esta obra. Agradezco a mis maestros y maes-
tras de la Universidad Nacional Autónoma de México, por 
su empeño en enseñarme cuestiones de Ciencia Política y 
de Derecho; del mismo modo, a la Universidad Autónoma 
de Sinaloa, por haberme asilado académicamente, por lo 
que estaré siempre en deuda con ella; y a mis compañeros 
y amigos Ruth Isabel Soto Soto, Carmen Cecilia Guerrero 
Iturríos, Luis Pedro Silva Díaz, Raymundo Gámez Gámez, 
Víctor Guadalupe Sepúlveda Álvarez, las recién egresadas 
Karely Verdugo Barreras y Claudia Mariel García Félix, así 
como a mis hijas, Argelia Sánchez Rodríguez y Grecia Sán-
chez Rodríguez, por toda la ayuda recibida. Con quienes 
quedo en deuda por haberme apoyado en esta labor, hago 
el compromiso de mencionarlos en documentos posterio-
res. Finalmente, reitero mi gratitud a las instituciones, ami-
gos y amigas referidas, y asumo personalmente los errores y 
fallas que pudieran existir en el presente volumen.
Agradecimientos
9
Presentación ......................................................................11
Introducción .....................................................................15
Lección i. La política y su ciencia ......................................17
Lección ii. El objeto de estudio ..........................................31
Lección iii. La política como realidad humana ...................33
Lección iv. La política como praxis y forma .......................35
Lección v. La autonomía de la política ...............................41
Lección vi. ¿De dónde nace la política?..............................43
Lección vii. Criterios de clasificación .................................49
Lección viii. Sus definiciones .............................................59
Lección ix. El ciclo de vida de la política ...........................63
Lección x. Las disciplinas ..................................................65
Lección xi. El lenguaje político ..........................................77
Lección xii. Los grandes maestros ......................................83
Lección xiii. ¿Qué es el poder y qué es poder político? ......95
Lección xiv. La división de poderes ...................................99
Lección xv. Sociedad moderna, poder y política ..............107
Lección xvi. La sociedad de derecho ................................113
Lección xvii. La sociedad con poder ................................115
Lección xviii. Política y medios de comunicación ............121
Lección xix. Moral y política ............................................125
Lección xx. Constitución como política ...........................129
Índice
10 introducción al estudio de la política
Lección xxi. Uso y abuso de la palabra política ................137
Lección xxii. Partidos políticos y grupos de presión ........141
Lección xxiii. Constitución y política ...............................145
Lección xxiv. Política internacional .................................149
Lección xxv. Nación y gobierno ......................................155
Lección xxvi. Técnica política ..........................................161
Lección xxvii. Política electoral ........................................165
Lección xxviii. Política aplicada (utilidad de la política)...169
Lección xxix. Los métodos...............................................175
Leccíon xxx. Política y Estado .........................................181
Leccíon xxxi. Política y derecho .......................................185
Bibliografía ......................................................................189
11
Hace más de treinta años egresé de la carrera de Ciencia 
Política impartida en la Universidad Nacional Autónoma de 
México, posteriormente estudié la licenciatura en Derecho, 
en la Universidad Autónoma de Sinaloa, desde entonces, 
primero en mi condición de estudiante y luego como profe-
sor, sentí la necesidad de ayudar al crecimiento cuantitativo 
y cualitativo de nuestras disciplinas para la educación de 
nuestro pueblo, que es la causa que me llevó a escribir la 
presente publicación. Conozco y respeto a los autores que 
nos han obsequiado excelentes libros sobre ciencia política. 
No obstante, me interesa contribuir al bienestar de mis con-
ciudadanos, y una buena forma es sumarle un mínimo a su 
educación. Este documento tiene como meta adicionarse a 
esta misión.
El que nuestro país permanezca en diversos tipos de 
crisis, que nuestra clase política no tenga la atingencia para 
resolver los graves problemas de la nación, el que hoy nues-
tros gobernantes no atiendan los problemas que la ciudada-
nía sufre (carestía, inseguridad, desempleo, etcétera), nos 
obliga a escribir un documento como este, cuyo propósito 
es acercar al público en general a los apasionantes temas de 
la política.
Presentación
12 introducción al estudio de la política
Este trabajo no tiene la pretensión de saciar las nece-
sidades de eruditos o de grandes estudiosos del tema. En 
lugar de ello, busca plantear la idea de que las cosas pueden 
cambiar a favor del pueblo, cuando este se organice y exija a 
sus empleados, los gobernantes, que cumplan con sus obli-
gaciones. Señala que ganar una elección significa solamente 
obtener un contrato de trabajo otorgado por la ciudadanía, 
el cual deberá ser desempeñado con eficiencia y con exce-
lentes resultados. Por lo tanto, si el trabajador del pueblo, 
sea diputado o senador o cualquier otro, no rinde resulta-
dos convincentes, su empleador, el pueblo, tiene todo el 
derecho de destituirlo.
Para ciertos políticos y todas aquellas personas que vi-
ven de la política de manera corrupta, el mejor ciudadano 
es el que ignora sus derechos, el que no participa en la vida 
política, aquel pueblo que considera que las cosas siempre 
seguirán igual a pesar de los esfuerzos que se hagan por 
provocar un cambio. A ciertos funcionarios, si no es que la 
mayoría de ellos, según una importante opinión general, les 
interesa difundir esta idea, hacernos creer que efectivamen-
te las cosas siempre serán igual, porque para ellos es la me-
jor manera de gozar de los recursos y los bienes públicos.
Es necesario insistir que estos políticos que viven de la 
política, mienten. Un pueblo que no interviene en la polí-
tica es la comunidad que mejor resguarda los privilegios de 
sus verdugos. Es primordial que los ciudadanos interven-
gan en la solución de sus propios asuntos, acudan a deposi-
tar su voto a las urnas exigiendo todas las condiciones para 
que el sufragio sea efectivo; el abstencionismo electoral no 
nos favorece, porque votar es una de las pocas formas de 
manifestarnos. Tenemos que intervenir de manera directa 
13salomón sánchez ruiz
en la solución de los diversos problemas, levantar nuestra 
voz siempre con respeto y dentro del derecho, para deman-
dar a los políticos que realicen sus labores de acuerdo a las 
necesidades de la ciudadanía. Hay que desechar la idea de 
que ellos nos hacen un favor como funcionarios de gobier-
no, hacerles ver sus obligaciones, pero sobre todo, exigirles 
que las cumplan.
Muchas veces se nos olvida a los académicos que la 
primera y más importante obligación es educar al pueblo, 
quien es el que mantiene a las universidades públicas con 
sus impuestos, y nos afanamos por escribir grandestratados 
sobre el tema, cuando lo apropiado es enseñarle lo elemen-
tal a la ciudadanía respecto a sus derechos y su política. Si 
logramos en una mínima parte lo anterior, habremos co-
menzado a pagar lo mucho que le debemos a nuestra gente.
15
El trabajo que ofrecemos a continuación se compone de 31 
lecciones sobre temas de política, las cuales, como ya lo 
hemos mencionado, tienen como objetivo contribuir a la 
educación del pueblo soberano.
El orden de las lecciones no tiene ninguna importan-
cia especial, aunque recomiendo iniciar la lectura de este 
libro con la lección trigésima primera, pues funge como 
una explicación de la importancia y trascendencia en la 
lectura sobre estos temas, afines a la política y al derecho 
con el objeto de contribuir a la debida formación de los 
estudiantes de ambas disciplinas. En todo caso, el que este 
libro esté dividido en 31 lecciones tiene como objetivo que 
los lectores puedan iniciarse por la lección que más les 
atraiga. No es necesario seguir el orden en el que se han 
expuesto.
El trabajo va dirigido tanto a universitarios cursantes 
de la licenciatura en ciencia política como a universitarios 
estudiosos de licenciaturas afines a la misma, pero sobre 
todo a los ciudadanos interesados en el tema, porque exis-
ten suficientes materiales, datos, bibliografía e información 
para lograr interesar a toda persona. Esperamos que el libro 
levante opiniones favorables.
Introducción
16 introducción al estudio de la política
Por otro lado, la cantidad de material aquí expuesto es 
suficiente para hacer un estudio introductorio de la política. 
Tengo siempre presente que nunca estaré satisfecho con lo 
realizado, no obstante he buscado ofrecer una buena parte 
de lo poco que conozco.
Por último, lo único que me concierne es desearle un 
buen augurio a mi trabajo. Son los lectores, y solo ellos, los 
que sabrán realmente cómo valorarlo.
17
La ciencia política es una de las disciplinas más antiguas del 
mundo, a la que hombres y mujeres de todos los tiempos y 
de gran talento le han dedicado su vida, debido a que cum-
ple con el más alto objetivo planteado por el ser humano: 
alentar la convivencia armoniosa.
Teóricamente, la ciencia política es la disciplina que se 
encarga del estudio científico de la política. En específico, 
por política se entiende la actividad humana que tiene por 
objeto la constitución del orden político, su conservación, 
su desarrollo y su revolución.
La vocación de toda ciencia es la búsqueda de la ver-
dad. En este sentido, la ciencia política cumple con este co-
metido al buscar la verdad política y las soluciones posibles 
a los problemas que plantea la vida comunitaria humana. 
Para esto, estudia la praxis política que hace posible esta 
convivencia comunitaria. Esta praxis trabaja permanente-
mente por modelar las comunidades ya existentes, tanto 
en su permanencia como en su prosperidad; pugna por la 
formación de nuevas asociaciones alternativas y, en última 
instancia, lucha por el cambio radical.
Con lo dicho queda al descubierto la importancia vi-
tal de la ciencia política, pues se liga indisolublemente al 
Lección i 
La política y su ciencia
18 introducción al estudio de la política
 desarrollo de la humanidad, como claramente lo señala 
Alexis de Tocqueville en su libro La democracia en América:
Para que los hombres sigan siendo civilizados o lleguen a ser-
lo, es preciso que se desarrolle entre ellos el arte de asociarse, 
y que se perfeccione, en la misma relación en que crece la 
igualdad de las condiciones.1 
Esta es una de las ideas centrales de Alexis de Tocque-
ville, acuña como consecuencia de sus observaciones de las 
asociaciones norteamericanas en su visita a Estados Unidos 
en el siglo xix y consignada en su estudio clásico ya men-
cionado.
La ciencia política ha contribuido y sigue contribu-
yendo en este propósito, porque esa es su misión. Hay que 
desarrollarla, cultivarla, porque así estaremos cultivando la 
vida, y aún más la vida democrática y civilizada, como nos 
lo ha señalado el autor de El antiguo régimen y la revolución.
su origen y evolución
Hallamos los orígenes o embriones de la ciencia política en el 
inicio de la civilización humana, alrededor del siglo xl a. C., 
período en que se incuba el conocimiento de la política bajo 
las formas de magia y religión. Según Jacque Pirenne:
[...] en las tres cuencas, del Nilo, la de Éufrates y el Tigris, y la 
del Indo, es donde la civilización aparece, en el cuarto milenio 
1 Alexis De Tocqueville, La democracia en América, Barcelona: Or-
bis, 1985, p. 199.
19salomón sánchez ruiz
antes de Jesucristo, bajo formas más ampliamente desarrolla-
das. Conoce esta civilización la agricultura, la vida urbana, el 
comercio, la navegación marítima y la escritura.2
Los hombres de aquel tiempo tuvieron una vida políti-
ca intensa, tanto al interior de sus comunidades (imperios, 
reinos u otros) como en las relaciones que estas establecie-
ron entre sí, gracias al comercio y a la navegación.
Pueblos como el egipcio, el cretense, el indio, el asi-
rio, hebreo, entre otros, nos sorprenden hoy en día con sus 
obras arquitectónicas, sus bibliotecas, sus hombres sabios 
y sus complejas organizaciones humanas. Solo basta hacer 
un mínimo reconocimiento histórico de la vida de aquellos 
pueblos, para percatarse de que debieron alcanzar un alto 
grado de conocimiento de la política y así poder organizar 
su compleja vida comunitaria. Cuando los griegos llegaron 
a su esplendor cultural en el siglo v a. c., muchas otras co-
munidades habían aportado su óbolo cultural al mundo, 
por lo que el genio lógico y científico griego pudo fundarse 
en aquella amplia gama de experiencias históricas y legados 
de conocimientos.
Fue el pueblo griego el que por primera vez separó a 
la política de la religión y de la magia, en las que aquella 
estuvo envuelta tantos siglos, y a su vez la presentó a la luz 
de tratados específicos, como en las obras de Platón, La Re-
pública, Las leyes, El político, la obra de Aristóteles, Política, o 
a través de las discusiones públicas de las diversas escuelas 
de pensamiento, principalmente, la escuela de los estoicos, 
los cínicos y los sofistas.
2 Jacques Pirenne, Historia Universal, México: Grolier, 1976, p. 5.
20 introducción al estudio de la política
Roma será la heredera de la Grecia culta, y con escri-
tos de pensadores, como Séneca, Cicerón y Polibio, siguió 
cultivando la ciencia política. Por ejemplo, Polibio insistió 
en que el gobierno que compagina elementos democráti-
cos, aristocráticos y monárquicos es el más consistente; por 
su parte, Cicerón mostró la importancia del factor jurídico 
para la vida del orden político al decir que la «República es 
cosa del pueblo; pueblo no es toda reunión de obras con-
gregados de cualquier manera, sino sociedad formada bajo 
la garantía de las leyes y con objeto de utilidad común».3
A la caída del Imperio romano de Occidente en el siglo 
v de nuestra era, Europa entró en el periodo histórico me-
dieval, que abarcó del siglo señalado hasta finales del siglo 
xv. Durante este periodo, escritores como San Agustín de 
Hipona y Santo Tomás de Aquino ocuparon los lugares cen-
trales como teóricos de la política, ya que la Iglesia católica 
fundamentaba el orden político de acuerdo a sus credos e 
idiosincrasia.
Sin embargo, frente a los grandes pensadores políticos 
de la Iglesia, paulatinamente fueron surgiendo politólogos 
que teorizaron a favor del poder temporal de la monarquía. 
Con ello, la ciencia política fue beneficiada ampliamente 
por los trabajos de pensadores de la talla de Marsilio de Pa-
dua, Juan Bodino, Thomas Hobbes y Nicolás Maquiavelo, 
considerado este último, por muchos, como el padre de la 
ciencia política moderna.
No obstante, el Renacimiento o alba de la era moderna 
no solo propició el triunfo del poder político temporal de 
los reyes sobre el poder espiritual del papa católico, sino 
3 Cicerón, Tratado de la república, México:Porrúa,1973, p. 20.
21salomón sánchez ruiz
también impulsó el inicio de una era de libertad, igualdad 
y democracia, que en su versión liberal encontró a sus teó-
ricos, como John Locke, Montesquieu, Jean Jacques Rous-
seau, Alexis de Tocqueville y muchos más, quienes figuran 
como directores intelectuales de las grandes revoluciones 
burguesas, como la inglesa de 1688, la norteamericana de 
1776 y la francesa de 1789; asimismo, sus ideas inspiraron 
las revoluciones de independencia en todo el continente 
americano y el resto del mundo.
Los tiempos de la democracia, la igualdad y la liber-
tad modernas, en su versión liberal, resurgieron después 
y paralelos al movimiento socialista utópico y socialista 
comunista, que se plantó en firme con la revolución de la 
Comuna de París de 1848. Efectivamente, esta revolución 
marcó el inicio de una nueva era de irrupción de las ma-
sas trabajadoras en la vida política activa. Por lo mismo, la 
ciencia política será enriquecida con las nuevas teorías del 
anarquismo, del socialismo y del comunismo marxista que 
se idearon en el siglo xix, como apoyos teóricos de la acción 
política de los obreros, campesinos y sectores sociales mar-
ginados por el capitalismo industrial.
La segunda mitad del siglo xix y el xx constituyen los 
escenarios temporales de la lucha encarnizada entre capita-
listas y socialistas, lo cual le dio rostro a las políticas mun-
diales y nacionales, tanto en el nivel de la lucha física como 
en el nivel de la lucha ideológica. Los nombres de Karl Marx, 
Friedrich Engels, Vladimir Ilich Lenin, Rosa Luxemburgo, 
León Trotsky, Karl Kautsky, Antonio Gramsci, y demás, es-
tán unidos a estas historias recientes que aún no terminan, 
a pesar de la extinción de la Unión Soviética, representante 
de la posición más radical del socialismo moderno.
22 introducción al estudio de la política
Aunque en este inicio del siglo xxi hablamos de pos-
modernidad, siguen persistiendo aquellas doctrinas en 
neomarxismo, neoliberalismo, neonazismo, y obviamente 
el acervo de la teoría y de la vida política se ha seguido en-
riqueciendo con los trabajos de los transicionalistas y otros 
doctrinarios, como Robert Dahl, Karl Deutsch, Giovanni 
Sartori, Norberto Bobbio y muchos otros.
En este último trayecto anotado, la ciencia política ha 
formado un bagaje doctrinario amplio y de excelente cali-
dad. Nuestra ciencia encuentra soportes importantes para su 
evolución en el desarrollo de la política teórica europea y en 
los trabajos de la escuela política empírica norteamericana.
La ciencia política comenzó a ser reconocida oficialmente 
como disciplina autónoma a fines del siglo xix. [...] En el pla-
no de las instituciones universitarias fue en Estados Unidos 
donde la ciencia política obtuvo primero el derecho de la ciu-
dadanía.4
Sin embargo, el mundo civilizado tendría que esperar 
el advenimiento de la ii Guerra Mundial para percatarse de 
la necesidad de impulsar decisiva y ampliamente el estudio 
de esta disciplina y, para lo mismo, propició una reunión 
mundial de especialistas que propusieron las áreas y cáte-
dras de estudio pertinentes para su enseñanza universitaria. 
4 Estos datos ya forman parte de un conocimiento generalizado y 
aceptado por la comunidad de politólogos. En México lo ha socializa-
do el Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública 
a. c., en sus diversos estudios acerca de esta disciplina, entre las que 
destaca el «Diagnóstico Nacional en la Licenciatura de Ciencia Política 
y Administración Pública».
23salomón sánchez ruiz
Los resultados de los trabajos quedaron de la siguiente ma-
nera:
1. La teoría política
a) La teoría política
b) La historia de las ideas políticas
2. Las instituciones políticas
a) La constitución
b) El gobierno central
c) El gobierno regional y local
d) La administración pública
e) Las funciones económicas y sociales del gobierno
f) Las instituciones políticas comparadas
3. Partidos, grupos y opinión pública
a) Los partidos políticos
b) Los grupos y las asociaciones
c) La participación del ciudadano en el gobierno
d) La opinión pública
4. Las relaciones internacionales
a) La política internacional
b) La organización internacional
c) El derecho internacional
El hecho de que un organismo mundial como la onu, 
a través de la unesco, tomase en sus manos la tarea de 
 establecer criterios científicos internacionales para la ense-
ñanza y aprendizaje de la ciencia política, muestra por sí el 
gran peso que tiene nuestra disciplina. Por tal motivo, no 
es de extrañar que en solo esta segunda mitad del siglo xx 
haya alcanzado un estatuto de ciencia internacional, avan-
zando a pasos agigantados, pues su enseñanza universitaria 
24 introducción al estudio de la política
se ha extendido por todo el mundo. Para ilustrar el rápido 
crecimiento de este campo de estudio, México puede servir 
de ejemplo, pues nuestro país introdujo la enseñanza de la 
ciencia política en la década de los 50 en la Universidad Na-
cional Autónoma de México, y actualmente se cuenta con 
alrededor de 30 instituciones de educación superior que 
enseñan esta disciplina.
la estrategia de enseñanza-aprendizaje
Como se ha dicho, la ciencia política es la disciplina que se 
encarga del estudio científico de la política. Esta ciencia es-
tudia a la política como una praxis específica y peculiar del 
ser humano, que a diferencia de los otros animales transfor-
ma el mundo que le rodea según sus propias aspiraciones y 
pensamientos, identificando los problemas políticos y bus-
cando incesantemente sus soluciones.
La identificación y estudio de los problemas políticos 
y la elaboración de propuestas de posibles soluciones cons-
tituyen un universo muy amplio y complejo, por lo que 
nuestra ciencia tiene que valerse de estrategias selectivas 
para aprenderla y enseñarla. De manera resumida se pue-
de decir que esta estrategia se funda en los siguientes pun-
tos: 1. Criterio selectivo atendiendo la razón del objeto, 2. 
 Criterio selectivo atendiendo el tiempo, 3. Criterio selectivo 
en razón del espacio, 4. Criterio selectivo en virtud del ciclo 
de la política, 5. Criterio selectivo con base en la nivel de su 
enseñanza, 6. Criterio selectivo con base en las ciencias au-
xiliares y especiales más importantes y 7. Criterio selectivo-
expositivo por su relación.
25salomón sánchez ruiz
1. Criterio selectivo atendiendo la razón del objeto
La política es una praxis humana que implica la constitu-
ción de formas civilizatorias.
A través del tiempo, la ciencia política ha tenido ante 
sí un número muy grande de comunidades a estudiar, y 
para evitar la dispersión de sus análisis aplica un criterio 
selectivo a fin de determinar de entre aquel conjunto, la 
comunidad que será su objeto de estudio de acuerdo a sus 
intereses teórico-científicos. Esta selección no es arbitraria, 
sino que debe fundarse en criterios ontológicos, deontoló-
gicos y metódicos, pues, dicho en palabras aristotélicas, la 
estructura del hombre es la que da la clave de la estructura 
del mono y no al revés: el todo, en efecto, es necesariamente 
anterior a la parte; destruido el todo corporal, no habrá ni 
pie ni mano, a no ser en sentido equívoco.5
Lo político y la política inherente a la propia naturale-
za humana se despliegan a través de praxis que se cristali-
zan en un universo amplio de comunidades, como la fami-
lia, el barrio, el sindicato, el partido, el grupo de presión, 
el Estado, etcétera; esto lleva a la ciencia política a elegir a 
algunas de ellas para estudiarlas con base en los criterios ya 
anotados, esto es, elige a aquellas especies de comunidades 
que ofrecen mejores y mayores soluciones a la convivencia.
Por ejemplo, Aristóteles eligió la ciudad-Estado, pues 
según él, esta ofrecía las mayores y mejores ventajas para 
el estudio de la política. En la época feudal, la comunidad 
imperial y papal cumplió tal papel; en la actualidad es el 
Estado-nación. De esta manera, en el futuro puede ser otra 
5 Aristóteles,Política, México: Porrúa, 1982, p. 159.
26 introducción al estudio de la política
especie de comunidad la que ofrezca tales características. 
En las diversas épocas históricas podemos notar que no 
es la misma especie de comunidad la que sirve para ser la 
comunidad central del estudio de la ciencia política, que-
dando claro entonces que esta función es eminentemente 
histórica o transitoria, por lo que no es prudente confundir 
al objeto de estudio de la ciencia política con el Estado, que 
es, en realidad, solo una de las muchas comunidades en las 
que se puede estudiar la política, aunque pueda ser, hoy por 
hoy, la comunidad u orden político más importante.
Por lo tanto, es necesario dejar en claro que de igual 
manera la política trasciende en tiempo y espacio al Estado, 
pues antes de que este existiera, la política ya existía y se 
estudiaba; y, después que desaparezca el Estado, la política 
y su estudio seguirán existiendo y desarrollándose.
El estudio de la política en el Estado es una conven-
ción, una estrategia metódica. Los tiempos modernos son 
aleccionadores en este sentido, pues es claro que otras co-
munidades, como las religiosas y empresariales, hacen polí-
tica y no siempre supeditadas a las directrices del Estado y, 
lo que es más importante, muchas veces contrarias a las de 
este. Los casos más notorios los tenemos en el liberal siglo 
xix, durante el cual el Estado se redujo a la función policía-
ca o al mantenimiento del orden, o como actualmente suce-
de con el neoliberalismo, donde gran parte del poder estatal 
se traslada a las comunidades no estatales, por ejemplo, el 
Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otros.
Concluimos entonces que estudiamos la política prefe-
rentemente en el ámbito estatal porque este nos ofrece en la 
actualidad mayores ventajas para tal estudio. Y reafirmamos 
que este criterio metodológico es de suma importancia para 
27salomón sánchez ruiz
la ciencia política en la medida que le permite ir de modo 
más directo y ordenado en la realización de su quehacer.
2. Criterio selectivo atendiendo al tiempo
Por otro lado, atendiendo al tiempo se clasifica a la política 
en histórica y vigente: la primera constituye todas aquellas 
políticas que alguna vez se ejercieron y que ahora solo for-
man parte del pasado político de los pueblos; la segunda 
se refiere a la política que los pueblos ejercen actualmente.
Sin duda, el estudio científico de la política tiene que 
apoyarse y nutrirse cotidianamente de la sabiduría de la po-
lítica histórica, pero su atención e interés fundamental se 
centra en la política vigente, sencillamente porque este es 
el momento más importante de la ciencia política que tiene 
como objetivo identificar, estudiar, explicar y resolver los 
problemas políticos de la actualidad.
3. Criterio selectivo en razón del espacio
Llegado a este punto, la estrategia selectiva de nuestra cien-
cia en sus tareas de enseñanza-aprendizaje —sobre todo en 
su nivel de licenciatura— la asigna a la política internacio-
nal y a la nacional vigentes, las cuales tienen pesos especí-
ficos diferentes, de tal forma que la segunda es preferida 
sobre la primera.
Así, por ejemplo, nos podemos plantear primordial-
mente el estudio de la política vigente ejercida por el Esta-
do mexicano, y en la que tenemos tareas muy concretas a 
28 introducción al estudio de la política
realizar: conocer a fondo la política en México e identificar 
sus problemas (algo similar podemos hacer en el Estado 
francés, alemán, estadounidense u otro).
4. Criterio selectivo en virtud del ciclo de vida de la política
Esta es una práctica humana que cumple con un ciclo for-
mado por cuatro fases: a) fase constitucional, b) fase conser-
vacional, c) fase desarrollacional, y d) fase revolucionaria. 
Puede establecerse que todos los afanes o trabajos políticos 
van encaminados a atender alguna de estas fases donde los 
hombres se proponen primeramente constituir o construir 
sus comunidades; luego vierten sus esfuerzos por conservar 
y desarrollar a aquellas comunidades que han construido; y 
por último, dadas determinadas situaciones de deficiencia, 
insuficiencia o por conquistas extranjeras, las revolucionan, 
con lo que a la vez requieren iniciar un nuevo ciclo político.
5. Criterio selectivo con base en nivel de su enseñanza
En su momento, Aristóteles señaló lo siguiente: 
[...]todas las cosas se definen por su función y su potencia, 
de modo que, cuando ya no son en absoluto capaces de tal 
función, no se debe decir que son las mismas cosas, sino tan 
solo que tienen el mismo nombre.6
6 Ibíd. p. 159.
29salomón sánchez ruiz
Para nuestra ciencia es importante entender muy bien 
los niveles académicos en que se enseña, a partir de estable-
cer claramente las potencias y las funciones de los mismos. 
Por ejemplo, el plan de estudios de algunas licenciaturas en 
ciencia política está centrado en la enseñanza-aprendizaje 
de la política vigente, la doctrinaria y la institucional.
6. Criterio selectivo con base en las ciencias auxiliares 
y especiales más importantes
En una estrategia de enseñanza-aprendizaje puede dejarse 
de lado el hecho de que toda ciencia no es una isla de cono-
cimiento, sino que forma parte de un conjunto de ciencias 
con las que guarda alguna relación.
La cuestión estriba en identificar cuáles son aquellas 
ciencias que más relevancia tienen para la ciencia política, 
con objeto de retomarlas como auxilio o apoyos de la mis-
ma, tales son la sociología y la economía, como ciencias 
auxiliares, y la introducción al estudio de la política, como 
disciplina especial.
7. Criterio selectivo-expositivo por su relación genética
Este criterio debería aparecer como el número uno, pero 
deliberadamente lo he dejado al final con el objeto de que 
el lector pueda entender los motivos del orden en que se 
exponen las lecciones que componen el libro.
Así, el conocimiento de la política tiene que ver con la 
esencia comunitaria propia del hombre, pues él es un ser 
30 introducción al estudio de la política
político por naturaleza. Aristóteles afirmó que el hombre 
es un ser que tiene la tendencia natural a vivir en comuni-
dades y a buscar permanentemente la transformación de 
las mismas. Por ello, nosotros lo asumimos de este modo y 
exponemos primeramente el tema de la política, y luego las 
otras realidades.
31
oBjeto de estudio científico
El objeto de estudio de la ciencia política es la política en 
tanto praxis y forma,1 basta y compleja, imposible de cap-
tarse por medio del sentido común. Para darnos una idea 
de lo anterior, hagamos una lista de lo que es política: como 
praxis es actividad que construye el orden político, vela por 
su conservación, su desarrollo y su transformación radical; 
es esfuerzo por construir, regular, coordinar y mantener las 
actividades necesarias para el logro de los fines de la comu-
nidad; la política como forma es orden de una comunidad 
internacional, como la onu, de una comunidad nacional, o 
pueden ser simples formas de comunidades sencillas, como 
los sindicatos, grupos de interés o la familia.
Como se advierte, la política constituye un univer-
so vasto y complejo de praxis o formas que surgen de las 
diversas ideas, realidades o proyectos de cómo se concibe 
a la comunidad política. Por ejemplo, en México es claro 
el choque del proyecto de nación liberal con el proyecto 
1 Esta es una idea explicada de manera amplia por H. Héller, Teo-
ría del Estado, México: fce, 1983, pp. 19-45.
Lección ii 
El objeto de estudio
32 introducción al estudio de la política
 conservador, o del proyecto cardenista con el proyecto ale-
manista. En todo este espectro se contemplan mecanismos 
complejos de consensos que generan las fuerzas políticas 
dominantes o hegemónicas, cuya tendencia es imponer su 
proyecto a las fuerzas políticas contrarias, residuales o mar-
ginales.
Como el punto central en torno al cual giran las polí-
ticas de los hombres es la propia comunidad, haydistintas 
áreas donde la actividad política se desempeña.
La primera tiene que ver con la instauración o consti-
tución del orden político; la segunda implica la conserva-
ción del mismo, así como también intentos por modificarlo 
y encauzarlo en sentidos diferentes; y por último, llegado 
un determinado momento, la misma política que un día 
constituyó al orden, buscará derruirlo por medio de una re-
volución, en aras de construir otro orden considerado me-
jor de acuerdo a sus nuevos ideales e intereses.
Todo este mundo de prácticas políticas son las que im-
pactan cotidianamente en las formas políticas, de tal modo 
que aun esta parte formal de la política se mantiene siempre 
en un intenso movimiento.
Si todo este mundo de praxis y formas políticas habría 
que observarlo en múltiples espacios (el sindicato, el parti-
do político, el Estado-nación o en la comunidad internacio-
nal), sin duda llegaremos a la convicción de que la simple 
observación o el sentido común son incapaces de captar tal 
realidad, por tanto, la política debe asumirse como objeto 
de estudio de la ciencia.
33
Todos los días escuchamos la palabra política; por ejemplo, 
se dice que el gobierno mexicano realiza una política correc-
ta o incorrecta al firmar un acuerdo de libre comercio con 
Estados Unidos y Canadá; o que tal o cual partido político 
está efectuando una política de concientización ciudadana 
para que los electores voten en los próximos comicios; que 
una empresa determinada tiene la política de trato excelen-
te a sus clientes; que existe una pésima política de precios 
hacia los productos agrícolas. Como se aprecia, esta palabra 
aparece en diversos escenarios.
Ante tal situación lo primero que salta a la vista es que 
la política es algo real, algo que forma parte de nuestra rea-
lidad cotidiana y que se halla difundida ampliamente en 
todos los ámbitos de la sociedad. 
La política aparece como un rasgo muy importante 
de la realidad humana, como parte fundamental de la vida 
social de todos los días. En tal sentido, es una praxis que 
forma parte de la realidad cotidiana del hombre, quien la 
efectúa con base en reglas y estructuras precisas que orien-
tan su acción. Como dice Hermann Heller: «la política es 
Lección iii 
La política como realidad humana
34 introducción al estudio de la política
vida y es forma que nace de la vida».1 En este mismo senti-
do, Rudolf von Ihering, en su libro La lucha por el derecho, 
menciona que
La idea del derecho encierra una antítesis que nace de esta 
idea, de la que es completamente inseparable: la lucha y la 
paz es el término del derecho, la lucha es el medio para al-
canzarlo [...]. El derecho no es una idea lógica, sino una idea 
de fuerza.2
1 Ibíd., pp. 19-45. En la introducción del libro citado se mencio-
na el concepto de «Estado» que nosotros hemos tomado como política 
haciendo un símil entre ellos.
2 Rudolf von Ihering, La lucha por el derecho, México: Porrúa, 
1989, pp. 2-3.
35
la política como praxis
El hombre ha realizado prácticas políticas para preservar 
su vida desde hace más de 3 000 000 de años, desde que 
apareció sobre la faz de la tierra, su naturaleza lo ha pues-
to ante la disyuntiva de agruparse o morir. Este imperativo 
antropológico es válido en la actualidad, y lo seguirá siendo 
por siempre.
El hombre realiza diversas prácticas específicas con el 
exclusivo objeto de promover su vida, ya sea a través de ac-
tos religiosos, jurídicos, de trato social, de guerra, etcétera. 
Y dentro de este conjunto de prácticas humanas, la política 
ocupa un lugar especial, porque de ella dependen las posi-
bilidades de su supervivencia. Mediante el aseguramiento 
de un poder suficiente, el hombre es capaz de afrontar cala-
midades, como enfermedades o malas cosechas.
El gran designio de la política es promover la vida hu-
mana, y para lograrlo hace un recorrido que va desde aquel 
conjunto de actividades cuyo fin es construir una organiza-
ción humana que puede ser un sindicato, un partido o el 
Estado-nación, pasando luego a otro conjunto de activida-
des cuyo objeto será la conservación y defensa de aquella 
Lección iv 
La política como praxis y forma
36 introducción al estudio de la política
comunidad constituida, hasta que, por último, los hombres 
ejerciten otro universo de acciones políticas cuyo fin será la 
destrucción o revolución de la organización. Con este ejer-
cicio político se concluye lo que podemos llamar el ciclo de 
vida de la política, que necesariamente da lugar a otro.
La política no se ejerce del mismo modo en todo el 
tiempo, difiere según el lugar y las circunstancias, de tal 
suerte que podemos distinguir entre la política esclavista 
realizada en la era precristiana, y la política de hoy; la polí-
tica feudal, de la política capitalista; la política del imperio, 
de la política del Estado vasallo; la política en la génesis de 
una organización, de la que se ejerce cuando esta ya ha al-
canzado su madurez o está en decadencia.
La política como praxis es específica o exclusiva del 
género humano; es una práctica humana con la que el pro-
pio hombre busca cumplir con los imperativos de la natu-
raleza en general y de su naturaleza en particular. A través 
de su ejercicio político, el hombre lucha permanentemente 
por insertar en los proyectos comunitarios sus propios idea-
les, pensamientos, sueños e imaginación. La praxis política 
combina elementos naturales y culturales, y en este queha-
cer pone en juego su potencia creativa, imaginativa, hasta 
hacerla arte, teoría y ciencia.
Además, la política como praxis se manifiesta en to-
dos los campos sociales: sindicatos, grupos de interés, fa-
milias, organismos educativos y religiosos, clubes, etcétera; 
esto es así porque todos ellos, independientemente de su 
carácter específico, están formados por hombres. Por ejem-
plo, sin dejar de reconocer que una organización religiosa 
tiene como función central o específica la asistencia espiri-
tual, inevitablemente tiene que realizar políticas debido a su 
37salomón sánchez ruiz
 propia condición de organización humana, por lo que tiene 
que resolver asuntos de conservación de su comunidad o de 
desarrollo de la misma.
Por tal motivo, sería un error circunscribir la política a 
la sola esfera del Estado, pues es de toda evidencia que otras 
comunidades, como las ya señaladas también participan de 
la política, y muchas veces, en mayor cantidad, calidad y 
complejidad. Por ello, hay que ser cuidadosos, porque en 
muchos de los casos la política fundamental (aunque sea 
coyunturalmente) no se da dentro del Estado o del gobier-
no, sino fuera de ellos; tales son los ejemplos de los grandes 
centros financieros con respecto a la política del Estado-
nación, o de la política de una organización revolucionaria 
en relación con un Estado en decadencia, o de las grandes 
empresas de la comunicación.
La política es una praxis objetiva que puede conocerse 
científicamente porque es repetitiva, pues en sus partes más 
insignificantes nace, se desarrolla, se conserva y muere en 
torno a lo que podríamos llamar sus quehaceres vitales. El 
núcleo de sus quehaceres vitales es hacer posible la vida 
humana, por cuanto se ocupa de los asuntos concernientes 
a su reproducción, su sobrevivencia, al mantenimiento de 
una paz que permita el trabajo uniforme y la producción de 
todo tipo. Estos quehaceres hacen posible la política como 
praxis objetiva.
la política como forma
Entendemos la forma como el aspecto externo desde el cual 
se nos presenta la política sin sus caracteres funcionales y 
38 introducción al estudio de la política
de significado. Inevitablemente, la política tiene que mate-
rializarse en formas concretas que la complementan como 
objeto real. Estas formas constituyen la parte más sólida de 
sí misma.
Las formas políticas son: a) los símbolos políticos, b) 
las normas políticas, c) los principios políticos, d) los con-
ceptos, y e) las comunidades. Así, hagamos una pequeña 
disertación sobrelas mismas:
a) Los símbolos políticos. Son elementos que identifican 
o que integran a la comunidad. Los escudos, bande-
ras, centros del poder, los himnos, los héroes y otros, 
pueden anotarse en este rubro.
b) Las normas políticas. Para constituirse y conservarse 
como tales, todas las comunidades establecen normas 
políticas: convenciones comunitarias que imponen 
una regularidad a la actividad de los integrantes del 
grupo. El ejemplo típico lo tenemos en el Estado-na-
ción que, para poder establecerse y conservarse, ge-
nera un conjunto de normas políticas y las encuadra 
en un documento llamado constitución. Estas normas 
políticas señalan los derechos y obligaciones del go-
bierno con sus gobernados, las obligaciones de los 
gobernados con los gobernantes, es decir, las formas 
o maneras como se encuadra la vida de la comunidad. 
Otro tanto sucede con otras comunidades, como el 
partido político o el sindicato, que cuentan con do-
cumentos básicos en los que están consignadas sus 
normas políticas, como sus estatutos, declaración de 
principios y otros.
39salomón sánchez ruiz
c) Los principios políticos. Son verdades fundamenta-
les que sirven de sustento a toda la actividad política. 
Nuestra conciencia sostiene como principios:
1. Que el hombre es un animal político por natu-
raleza;
2. Que el fin de la política es hacer posible la vida 
humana comunitaria; 
3. Que inevitablemente la política busca un bien, 
sea comunitario o no; 
4. Toda política se consolida en instituciones, or-
ganizaciones, símbolos, normas, entre otras.
d). Los conceptos. Son las unidades de lenguaje en las 
que se funda nuestra ciencia. Estos conceptos pueden 
ser generales o específicos: los primeros están referi-
dos al cuerpo teórico como un todo; los segundos se 
refieren a los casos particulares. Ejemplo: democracia 
es un concepto general; en cambio, democracia bur-
guesa, formal o socialista son conceptos específicos.
e). Las comunidades. El hombre es un ser comunitario 
que lucha cotidianamente por inventar todo tipo de 
sociedades, ya sean estas sindicales, partidistas, re-
ligiosas o estatales. Lucha además por hacerlas cada 
vez mejores y por resolver los problemas que surgen 
en esa vida comunitaria.
Hay que notar que la política es un nudo dialéctico de 
praxis y formas, por ello, su ciencia es conocimiento de esas 
manifestaciones. La ciencia de la política, en su aspiración 
40 introducción al estudio de la política
por conocer su objeto de estudio como realidad, avanza en 
uno de los puntos nodales de la misma, que es la práctica, 
pues no hay otra forma más cabal y verdadera de apreciarla. 
La política no es una brújula descompuesta, sino una activi-
dad humana con principios, sentidos y fines, y estos son los 
sustentos reales de la praxis y de las formas políticas.
Cada estudio histórico produce determinadas prácti-
cas y determinadas formas políticas que se enlazan; descu-
brirlas, estudiarlas y poner de manifiesto esta comunión es 
el papel de nuestra ciencia.
41
La política es una realidad específica de la vida del ser hu-
mano, y en tanto tal se distingue de otras realidades, como 
la religión, el derecho, la guerra o la moral.
Primeramente, la política aparece en el ser humano 
como una característica intrínseca: «el hombre es un ser 
político por naturaleza» dijo el estagirita, esto denota el sen-
tido amplio del carácter político de este ente: su ser comu-
nitario. No obstante, el hombre no se conforma con el solo 
hecho de vivir en comunidad por designio de su naturaleza, 
sino que todos los días busca que esa convivencia sea mejor, 
que resulte más provechosa, más completa, y es en aras de 
este afán en donde el ser humano encuentra el otro sentido 
verdadero y profundo de su ser político, la política como 
quehacer humano permanente.
La política es una característica humana innata, ne-
cesaria y esencial, cuyo fin es conseguir la supervivencia 
del hombre. Es innata porque es un rasgo que viene con 
el nacimiento del ser humano, ya como ser individual o 
como especie; es necesaria porque el hombre es uno de los 
seres vivos más ineptos para vivir por sí mismo, por lo que 
requiere inevitablemente de otros seres de su especie para 
poder vivir, y, si le es posible, para poder vivir bien; su ser 
Lección v 
La autonomía de la política
42 introducción al estudio de la política
social es esencial porque de él depende su propia existencia 
como género humano. Este quehacer que busca la supervi-
vencia del hombre, deduce de este hecho la potencia sufi-
ciente para considerarse en sí misma, por y para ella.
En este sentido, la autonomía de la política representa 
simplemente la facultad que ella tiene para desenvolverse 
por sí, en virtud del poder capital que persigue la vida hu-
mana.
Desde que Nicolás Maquiavelo propuso a la política 
como realidad autónoma, no existe gran problema para en-
tenderla como una realidad diferente a otras; sin embargo, 
en los últimos dos siglos la política ha sido objeto de confu-
sión con la moral, el derecho, la sociología y la economía. A 
partir de lo cual se ha buscado minimizar y negar la propia 
existencia de la política en pro del crecimiento y expansión 
de aquellas realidades.
La política es una realidad autónoma y, por lo mismo, 
independiente de la moral; no obstante, su autonomía no va 
contra la moral, no es inmoral, sino que se entiende como 
amoral, pues no invade ni evade al espacio moral, es decir, 
la política simplemente obedece a su propia lógica, su po-
tencia, sus apetitos, sus necesidades o razón de ser. Así, le 
es indiferente cualquiera otra realidad y, por lo mismo, no 
puede someterse a la lógica de la economía, la sociología, el 
derecho, la moral, etcétera.
Sin embargo, es necesario afirmar que la autonomía 
de la política no significa independencia absoluta de otras 
realidades, pues la religión, la guerra, la opinión pública, 
la moral o el derecho mantienen relaciones muy dinámicas 
con la política, de tal forma que permanentemente se están 
retroalimentando, pero ninguna ejerce dominio sobre ella.
43
la fuente homonómica
El origen fundamental y primero de la política es la natu-
raleza humana. Efectivamente, nuestra naturaleza se mues-
tra incapaz de bastarse a sí misma o ser autosuficiente: por 
donde el hombre aparece se le aprecia formando grupos y 
nunca como un ser aislado.
Los pueblos antiguos tuvieron plena conciencia de tal 
situación, a tal grado que legaron a la modernidad la máxi-
ma aristotélica «El hombre es un ser político por naturale-
za». La sentencia es aún hoy una evidencia.
El mismo Aristóteles, maestro de la política en la anti-
güedad, también afirmó que «todo hombre que sea autosu-
ficiente o es una bestia o es un dios».1
En este tenor, es un hecho innegable que, a lo largo de 
su historia el hombre ha deambulado sobre la faz de la tierra 
formando comunidades. Para el conocimiento científico de 
la política este es un hecho relevante que se toma en cuenta, 
toda vez que es observable y repetible en la realidad.
Por ende, el ser humano no puede bastarse a sí mis-
mo, por lo que tiene que vivir con otros seres de su misma 
1 Aristóteles, op. cit., 1982, p. 159.
Lección vi 
¿De dónde nace la política?
44 introducción al estudio de la política
especie, y para hacerlo realiza una praxis específica que lla-
mamos política.
Esta condición del hombre de ser comunitario cons-
tituye una constante para el conocimiento científico de la 
política.
la fuente real
Se entienden como fuentes reales a los elementos y necesi-
dades que influyen en la sociedad para la elaboración de las 
normas políticas que orientan su comportamiento, pudien-
do ser estas de corte económico, político o social.
Por ejemplo, en México es fácil advertir cómo la Re-
volución mexicana fue un movimiento de masas que marcó 
un sentido que constituye un verdadero fenómeno socio-
económico-político, y por lo mismo, es fuente real de donde 
nació y nace aún una porción de la política de nuestropaís.
Pero vayamos por partes y hagamos un listado de las 
fuentes reales que dieron origen a la actual política mexicana:
a) La necesidad y lucha de los campesinos por poseer 
una propiedad agrícola, y la lucha de las comunida-
des indígenas por reivindicar las tierras que habían 
perdido, son fuentes reales de la política agraria del 
gobierno mexicano.
b) La necesidad y lucha del pueblo mexicano por sacu-
dirse el autoritarismo porfirista, que genera el lema 
 «Sufragio efectivo, no reelección», es también otra 
fuente real, pues ha influido y orientado a la política 
actual.
45salomón sánchez ruiz
c) La necesidad que impone la construcción de una 
nación:2 institucionalizar a las fuerzas armadas, es-
tructurar a la administración pública, hacer efectiva 
la autoridad del poder central, etcétera.
d) El carácter social y étnico tan diferenciado del pueblo 
mexicano (comunidades indígenas, mestizos y crio-
llos), que Andrés Molina Enríquez señaló magistral-
mente en su libro Los grandes problemas nacionales, 
cumple también el papel de fuente real toda vez que 
esta constitución social tenía que ser reflejada en las 
leyes constitucionales.
e) La necesidad de industrializar al país y de modernizar-
lo ha sido factor de nuestra política vigente.
f) La difícil situación que todo Estado-nación tiene para 
mantenerse como tal, frente al exterior y, particular-
mente, la posición geográfica de México, colocado 
como vecino del imperio norteamericano, constituye 
una fuente real de nuestra política.
la fuente histórica
Son todos aquellos datos o situaciones del pasado que in-
tegran la política histórica del mundo, así como los datos o 
situaciones de una comunidad específica que la informan 
de las políticas anteriores y que constituyen las fuentes his-
tóricas de la política vigente.
2 A. Molina explica la problemática agraria en México; otros au-
tores, como M. Gómez y J. Vasconcelos, abundaron en sus obras la 
necesaria institucionalización para construir un México moderno (Los 
grandes problemas nacionales, México: Era, 1978).
46 introducción al estudio de la política
Los pueblos aprenden, tanto de su propio pasado 
como el de los demás para superar sus errores, mantener y 
mejorar todo aquello que les sea útil para su vida comunita-
ria. Esta fue una pauta de conducta para los pueblos desde 
hace mucho tiempo y lo sigue siendo hoy en los albores 
del siglo xxi. En la actualidad, la historia sigue siendo una 
fuente inagotable de sabiduría e inspiración de la cual las 
sociedades ven y hacen nacer su política.
Los pueblos de hoy, para elaborar sus políticas, toman 
en cuenta toda la gama de experiencias de 60 siglos de civi-
lización, durante los cuales se han practicado diversos e in-
cluso encontradas formas de gobierno, múltiples métodos 
de elección de los gobernantes, diversas relaciones de en-
tendimiento entre gobernantes y gobernados, muchos tipos 
de relaciones políticas entre los pueblos, etcétera, y cuentan 
desde luego con sus propias experiencias históricas.
La constitución política de México hereda de otras 
naciones y civilizaciones los conceptos fundamentales de 
democracia, república, división de poderes, sistema presi-
dencial; el espíritu de pensadores extranjeros mora entre 
sus líneas. En cambio, los principios de sufragio efectivo, la 
no reelección, el derecho a la tierra, entre otros, provienen 
de su propia realidad histórica y su experiencia.
la fuente normativa
Para que pueda ser posible la convivencia humana son nece-
sarias las normas, las cuales pueden ser de trato social, moral o 
jurídico. Para la política son particularmente importantes las 
costumbres y las normas jurídicas, escritas o consuetudinarias.
47salomón sánchez ruiz
Entendemos la costumbre como una norma de con-
ducta social que se repite y es considerada obligatoria. De 
este modo, es fácil ver que la costumbre es una pauta de 
conducta profundamente arraigada en la vida de la comu-
nidad. Estos comportamientos son los que nos explican 
por qué en determinado momento la costumbre se levanta 
como barrera a la intromisión de nuevas reglas políticas, o 
la lentitud para que las viejas conductas políticas sean des-
echadas del grupo.
Un ejemplo muy claro es aquel descrito por el gran es-
critor contemporáneo Shólem Asch en su libro El judío de los 
salmos: un señor feudal es partidario de la revolución bur-
guesa napoleónica y hace esfuerzos por dar un nuevo trato 
a sus siervos, pero mira con desesperación y rabia cómo 
estos se ocultan de él y le temen; el señor feudal se debate 
en crisis existenciales, pues en su conciencia es partidario 
de Napoleón Bonaparte (prohombre de la ideología liberal), 
y sin embargo, sigue manteniendo su statu quo feudal.3 De 
aquí se desprende que, es evidente que un pueblo que ha 
vivido durante siglos en obediencia absoluta al señor feudal 
o que simplemente ha vivido bajo un régimen autocrático, 
no podrá en un lapso breve entender, aceptar y practicar 
conductas democráticas. En nuestro país no ha sido fácil 
olvidar siglos de gobiernos autocráticos y dictatoriales, que 
han generado normas de conductas consuetudinarias que 
3 Encontramos esta situación ambivalente también en Alexis de 
Tocqueville, en su libro El antiguo régimen y la revolución. En realidad 
este sentimiento ambiguo es connatural a las sociedades en transición, 
en donde se añora el pasado, y aún no logran aprenderse los nuevos 
valores de la nueva organización social.
48 introducción al estudio de la política
se traducen en una obediencia resignada y pasiva a los dic-
támenes de los titulares del poder.
De especial importancia resulta la relación que guar-
da la política con el derecho, y más en el caso del mundo 
moderno en que existe la plena intención de judicializar a 
la política, esto es, traducir la política a normas jurídicas y 
someterla a ellas, cuestión que hasta hoy en día no ha sido 
posible.
Para el caso que nos ocupa, podemos decir que las 
normas jurídicas en parte nacen de la política y a partir de 
revoluciones o reformas políticas, pero una vez que las leyes 
jurídicas quedan establecidas, estas constituyen fuentes de 
la política; así proceden las normas reglamentarias, las leyes 
secundarias y las leyes orgánicas.
Por ejemplo, es inobjetable que la política laboral de 
un Estado se nutra del derecho laboral, y cuestión semejan-
te sucede con la política agraria y otras.
49
Puede haber diversos criterios de clasificación que nos ayu-
den a ordenar sistemáticamente a nuestro objeto de estudio, 
de tal forma que la realidad política se pueda representar de 
un modo más comprensible.
La política se ordena del siguiente modo:
1. Por su origen
a) Política natural: esta política se hace en virtud de las 
propias condiciones de la naturaleza: geográfica, ri-
quezas naturales, etcétera.
b) Política humana: es la que se realiza en virtud de los 
intereses, aspiraciones y sueños de los hombres.
2. Por su historia
Actualmente sabemos que la política ha acompañado al 
hombre prácticamente a lo largo de toda su existencia. La 
antropología política es la ciencia encargada del estudio de 
la política en las sociedades antiguas; y por cuestiones de 
métodos, divide su objeto de estudio en política prehistóri-
ca y política histórica.
Lección vii 
Criterios de clasificación
50 introducción al estudio de la política
3. Por el sistema 
La política puede clasificarse según las relaciones de pro-
ducción y los tipos de organizaciones sociales derivados 
de ellas. De acuerdo con esto, podemos encontrar: sistema 
político capitalista, sistema político feudal, sistema político 
esclavista y sistema político socialista.
4. Por su ámbito espacial
Con base en este criterio clasificamos a nuestro objeto en: a) 
política mundial, b) política regional, c) política nacional, 
d) política local y e) política municipal. Entendemos a la 
política mundial como aquella praxis realizada para esta-
blecer medidas de salud, organización, desarrollo tecnoló-
gico,asistencia material u otras, y que tiene como base de 
legitimidad el consenso de la mayoría de las naciones del 
mundo. La onu es el actor político más representativo que 
realiza políticas de esta amplitud.
La política regional es la que ejerce, por ejemplo, la 
Organización de los Estados Americanos (oea).
Tenemos también las políticas de los Estados-naciona-
les particulares, como Estados Unidos, Inglaterra, Francia 
y México.
Las naciones a su vez pueden estar integradas por esta-
dos federados o departamentos, como en el caso de nuestro 
país que está constituido por 31 estados y un distrito fede-
ral, donde cada uno de las entidades tiene su propia política 
a la que denominamos política local; a su vez, estos estados 
federados y departamentos pueden constituirse por muni-
cipios o delegaciones, y cuyas políticas llamamos política 
municipal o delegacional.
51salomón sánchez ruiz
5. Por la especie de comunidad
Llamamos comunidad a todas las formas de agrupaciones hu-
manas: la familia, el sindicato, el partido, el estado, etcétera.
A la política la hallamos prácticamente en todas las es-
pecies de comunidades aunque, desde luego, en diferentes 
grados de intensidad, cantidad y complejidad. Cada comu-
nidad, atendiendo a sus características específicas, genera 
sus propias políticas, por lo que podemos hablar de una 
política familiar, sindical, partidista, estatal y demás. 
Las políticas de estas comunidades infraestatales obe-
decen en términos generales a lo establecido en la consti-
tución política del Estado-nación respectivo, pero también 
pueden obedecer a organismos extraestatales. Tal es el caso 
del clero católico en México, que además de estar bajo la 
égida de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexi-
canos, también obedece las órdenes del Estado vaticano. 
Un caso similar puede presentarse en los partidos políticos 
que son secciones nacionales de organismos internaciona-
les. Sin embargo, todas la políticas de las diversas especies 
de comunidades que se hallan al interior del estado-nación 
forman parte de un solo sistema político o constitucional.
6. Por la posición que ocupa en su relación
Las políticas que ejercen todas las formas de comunidades 
establecen relaciones entre sí, ocupando lugares diferentes, 
y pueden ser: políticas dominantes, subordinadas y de em-
pate. Las políticas dominantes son coercitivas consensua-
les; las políticas subordinadas, por dominio, dependencia o 
 influencia; y la política de empate, por poder, por sociedad 
y por interés.
52 introducción al estudio de la política
Para ilustrar un poco el modo de clasificación de la 
política con base en este punto, pensemos en la posición 
que ocupa el Estado mexicano con respecto a comunidades 
poderosas como la onu o del Estado norteamericano. Aho-
ra hagámoslo en referencia a comunidades que, estando al 
interior del mismo, son muy fuertes, por ejemplo, el clero 
católico y las organizaciones empresariales. Por último ob-
servémoslo en relación con comunidades más débiles como 
las familiares, educativas, sindicales, partidistas, entre otras.
7. Por la forma constitucional o de gobierno
Este criterio de clasificación es muy importante porque alu-
de a cómo se constituye la comunidad, esto es, cómo se 
establece el gobierno, cuáles son los órganos del poder y su 
competencia, qué relaciones se establece entre ellos. Este 
criterio hace referencia a los derechos de los gobernantes y 
de los gobernados, etcétera.
Retomaremos la clasificación aristotélica:1 monar-
quía, aristocracia y democracia (formas puras de gobierno); 
 tiranía, oligarquía y demagogia (formas impuras de gobier-
no). A ellas les agregaríamos todas las especies de formas de 
gobierno que pueden desprenderse de las diversas combi-
naciones posibles entre las mismas. 
8. Por el ciclo político
Esta forma de clasificación se funda en la vida misma de la 
comunidad como género, es decir, como toda comunidad 
1 E. Neyra, El saber del poder, Colombia: Norma, 1986, p. 8.
53salomón sánchez ruiz
que tiene también un ciclo de vida; a cada una de sus fases 
corresponde una política específica, por ejemplo: política 
constitucional, conservativa, del desarrollo y revolucio-
naria. La constitucional se refiere a todas aquellas formas 
y prácticas políticas que atienden a la instauración de la 
comunidad; la conservativa hace referencia a las prácticas 
políticas que hacen posible la conservación de la comuni-
dad; la de desarrollo atiende a las políticas de desarrollo o 
expansión de la comunidad; y por último, la revolucionaria 
a todas aquellas políticas que buscan la destrucción de la 
comunidad por considerarla inoperante para resolver los 
problemas actuales de la misma.
9. Por la jerarquía en el orden político
Es importante para nuestra ciencia contar con una teoría 
de la jerarquía de las normas políticas, a fin de que estas 
no se nos presenten como si fuesen solo un conjunto di-
fuso de reglas. Existe un orden político que, con todas las 
deficiencias que pudiera tener, mantiene a las sociedades 
internacionales y nacionales en relativo orden; la tendencia 
para asegurar la vida sobre la tierra es seguir trabajando en 
pro de este orden político.
Para nuestro curso interesa anotar la jerarquía del or-
den político en el ámbito nacional:
a) Política constituyente (poder constituyente).
b) Política constitucional federal.
c) La política nacida del tratado internacional.
d) Política constitucional local.
e) Normas políticas municipales.
54 introducción al estudio de la política
f) Normas políticas de las comunidades civiles.
g) Política individual.
Es importante notar que, aun con las limitaciones que pu-
diera presentar hoy, el Estado moderno es la única comunidad 
que nos permite la elaboración de un sistema jerárquico en el 
orden político, que puede dar pie a la política como sistema.
10. Por el carácter de la sociedad de la que emanan
Este criterio de clasificación se refiere a una de las caracte-
rísticas de la sociedad moderna que estriba en la diferen-
ciación de un espacio público y un espacio privado. A la 
antigua política griega le faltó contar con una realidad social 
que diferenciara el espacio privado del espacio público; en 
cambio, los modernos sí tenemos a la vista tal separación. 
Es en este sentido como se legitima la convención de dividir 
las políticas en públicas y privadas.
Son públicas todas aquellas praxis políticas del Estado: 
económicas, sociales y otras. En cambio, la política privada 
tiene que ver con aquellas políticas practicadas por comu-
nidades civiles o no estatales, como lo son el sindicato, los 
organismos religiosos, los grupos de presión y las empresas.
11. Por la especie del bien que persigue
La política tiene como telón de fondo una amplia y com-
pleja masa de intereses. El interés bien perseguido es un 
 verdadero motor por el cual se genera la acción política, ya 
sea por una persona, un grupo o una comunidad. Por ello, 
es importante distinguir claramente los intereses o bienes 
55salomón sánchez ruiz
que persigue la política. Esta praxis tiene como objetivo 
conseguir el bien de la comunidad de que se trate. Sin em-
bargo, en muchas ocasiones la política se usa para conse-
guir el bien de uno o unos cuantos de los integrantes de la 
comunidad, razón por la cual es pertinente clasificarla a la 
manera del maestro de Estagira: política pura y política im-
pura. La política pura es aquella que busca el bien común 
y lo consigue; mientras que la política impura solo busca el 
bien particular.
12. Por su nivel de abstracción
Este criterio nos señala que la política se divide en teórica 
y aplicada. La política teórica es aquella planteada en los 
libros, revistas y documentos que conforman el cuerpo de 
la ciencia política teórica o doctrinaria, y además que sir-
ve de base para el siguiente nivel de la política: la política 
aplicada, que consiste en las formas específicas o maneras 
en que las comunidades retoman la teoría para resolver susproblemas concretos de supervivencia.
Para ilustrarlo podemos anotar que nuestro país, des-
pués de haber pasado una revolución interna iniciada en 
1910, echa mano de las teorías políticas antiguas, del Re-
nacimiento, del Siglo de las Luces y del propio siglo xix 
para elaborar un orden político que hiciera posible su vida 
comunitaria. Estos principios se plasman en los trabajos 
constituyentes de Querétaro de 1916-1917 y en el esta-
blecimiento de la Constitución Política de los Estados Unidos 
Mexicanos, surgida de esos trabajos y que contiene el cuerpo 
fundamental de las normas políticas generadoras en gran 
parte de nuestro orden político actual.
56 introducción al estudio de la política
Este criterio de clasificación es fundamental porque 
señala los dos momentos que la política tiene que transitar 
para conseguir su cometido: solucionar los problemas de la 
convivencia social.
Por otro lado, no hay buena ciencia teórica o doctri-
naria si no hay buena ciencia aplicada o técnica, porque la 
vocación verdadera de la ciencia es resolver los problemas 
de la vida, y en este sentido la ciencia política no puede 
quedarse en la reflexión teórica, sino que a partir de su ca-
rácter práctico o aplicado, debe resolver los asuntos que la 
vida diaria plantea.
Hoy que los problemas políticos en el mundo, en 
las sociedades nacionales y en todas las comunidades, se 
vuelven más difíciles, esta observación cobra mayor per-
tinencia.
Es importante recordar que la política aplicada se di-
vide en aplicada vigente y aplicada histórica, siendo la pri-
mera la reconocida y practicada por el Estado y los miem-
bros de la comunidad nacional; mientras la otra se refiere a 
aquellas políticas que en algún lugar y tiempo determinado 
tuvieron vigencia, pero que hoy son historia.
13. En virtud de su orientación
Necesariamente, toda comunidad política tiene que orien-
tar su política en dos líneas: interior y exterior.
La política interior tiene que ver con las acciones que 
el gobierno realiza en la comunidad, con el objeto de or-
denar la vida de la misma, además incluye la praxis polí-
tica de los diversos actores que constituyen tal comuni-
dad, ya sea para competir por el orden o para refrendar su 
57salomón sánchez ruiz
posición dentro del organismo social. Si tomamos el caso 
del Estado-nación mexicano, observamos que su política 
interior tiene que ver con las acciones de ordenamiento 
para la comunidad nacional que el gobierno realiza co-
tidianamente, pero además existen muchas comunidades 
interestatales que también hacen su propia política, tales 
como los sindicatos, los organismos religiosos, los grupos 
de presión y otros, que generan conjuntamente lo que lla-
mamos política interior.
La política exterior es aquella que el gobierno de una 
nación realiza a nombre de esta y en relación con los otros 
organismos nacionales o internacionales que conviven con 
ella, y que juntos forman la comunidad mundial. Es fácil 
advertir que la política exterior, como su nombre lo indica, 
es la de la comunidad nacional con respecto a las otras co-
munidades nacionales.
14. Por su amplitud
La política también puede clasificarse por su amplitud en 
macropolítica, mesopolítica y micropolítica. La primera se 
refiere al tratamiento de los asuntos más generales y por 
lo tanto más amplios tanto en tiempo como en espacio; 
concierne al ordenamiento de la comunidad mundial, a un 
periodo histórico determinado o a la vida comunitaria del 
hombre en general. La mesopolítica se refiere a conceptos 
que tienen una dimensión intermedia, y actualmente se re-
fieren a los asuntos de los Estados-naciones. Por su parte, 
la micropolítica se deriva de las organizaciones humanas 
pequeñas, como la familia, el barrio o incluso la política 
individual o de los ciudadanos.
59
Según Aristóteles, definir es determinar una cosa a partir 
de su género próximo y sus diferencias específicas. Llegar 
a una definición última y universal no es una tarea fácil, 
menos cuando se trata de una temática tan amplia como la 
política. Por tanto, indicaremos tan solo algunas nociones 
que diversos autores tienen de política, a fin de trazar una 
línea para una posible definición general. 
Actualmente, la política no cuenta con una definición 
precisa, lo cual no reduce el carácter científico de su es-
tudio, pues la ciencia también puede trabajar teniendo a 
la mano «nociones» sobre su objeto. Esta cuestión no dis-
minuye la importancia de las investigaciones científicas de 
ninguna disciplina, pues por ejemplo, la ciencia del dere-
cho, tan antigua y desarrollada, ha trabajado siempre con 
«nociones». Respecto a este punto, Eduardo García Máynez 
nos dice que, ante la pregunta ¿qué es el derecho?, los auto-
res no han conseguido ponerse de acuerdo ni en el género 
próximo ni en la diferencia específica del concepto, lo que 
explica el número increíble de definiciones y la anarquía 
reinante en esta materia.1
1 E. García, Introducción al estudio del derecho, México: Porrúa, 
1996, p. 3.
Lección viii 
Sus definiciones
60 introducción al estudio de la política
Así, aun cuando la política no cuente con una defini-
ción precisa y aceptada por todos los teóricos, ello no es 
motivo para impedir el desarrollo de nuestra ciencia.
La ciencia política trabaja con nociones, las que son to-
talmente válidas para orientar el camino por donde avanza 
nuestra disciplina politológica.2
A continuación enlisto algunas de estas nociones de 
política que considero importantes:
a) En las obras República, El Político y Las Leyes, Platón 
trata a la política como la ciencia suprema porque 
atiende los asuntos de la vida comunitaria, ya sea va-
liéndose del gobierno de las leyes o del gobierno de 
hombres sabios (filósofo-rey).
b) Por su parte, Aristóteles expresa que la política es una 
condición natural del hombre, y que esta condición lo 
lleva a establecer comunidades de diversas especies, 
como la familia, la aldea, la polis o la ciudad-Estado, 
por lo que la ciencia de la política es el conocimiento 
de toda esta praxis que el hombre tiene que realizar 
para llevar a efecto su naturaleza política o comuni-
taria.
c) Posteriormente, Nicolás Maquiavelo hizo célebre la 
noción de la política como técnica del poder, esto es, 
como la habilidad para conseguir y conservar el do-
minio sobre los hombres. Asimismo, desligó la políti-
ca de la religión, la moral o el derecho.
d) Por su lado, Bertrand de Jouvenel elaboró la siguiente 
noción:
2 Ibíd., p. 4.
61salomón sánchez ruiz
La política es toda actuación en el seno de un grupo humano, para 
construir, asegurar o preservar su estabilidad y continuidad.3
e) De la misma forma, el prestigiado politólogo Georges 
Burdeau, sostiene que la política es el medio para al-
canzar al individuo como fin.4
Estos autores son representantes de teorías quizá 
discrepantes entre sí, debido a que cuentan con distintas 
perspectivas de política; no obstante nótese que, aun sien-
do diferentes, cada una de estas nociones son incluyentes 
y se contemplan unas a otras. De hecho, la ciencia de la 
política contemporánea reconoce a la política que se rea-
liza en el Estado y la estudia, como también reconoce la 
que se hace en el partido o el sindicato y le da tratamiento 
específico.
Concluyamos que la política cuenta con diversas no-
ciones que convergen en varios puntos. Y asentimos con 
Herman Héller cuando dice que la política «es vida en for-
ma y forma que nace de la vida». Así, la política es vida por 
cuanto es una idea de fuerza que lucha y que se manifiesta 
en ejercicios de gobierno e influye en unos y otros; y es for-
ma por cuanto sus praxis se materializan en estructuras de 
poder, en instituciones de gobierno o en reglas de influen-
cia. Finalmente, consentimos que la política es el conjunto 
de las praxis y la pléyade de formas devenidas del vientre de 
la propia vida.
3 http://www.derecho.laguia2000.com/derecho-politico/la-politi-
ca-y-lo-politico
4 G. Burdeau, «Presentación deluniverso político», Tratado de 
ciencia política, i, México: unam, 1980, p. 415.
63
Sísifo, personaje que por haber engañado al dios Zeus, fue 
condenado después de muerto a subir una enorme roca a 
la cima de una montaña del Hades, estribando la dificul-
tad en que nunca podía concluir tal obra, pues momentos 
antes de llegar a la cima, sus fuerzas disminuían y dejaba 
caer la roca, por lo cual debía recomenzar su trabajo. El ser 
humano también realiza con la política una tarea semejan-
te, su destino como ser político por naturaleza es vivir en 
comunidades que tiene que construir, conservar, desarro-
llar y, necesariamente dadas ciertas circunstancias, destruir 
o revolucionar, para luego volver, como Sísifo, a reiniciar la 
tarea de una nueva construcción.
A lo largo de su historia, el hombre ha ido constru-
yendo muchas especies de comunidades que pueden ser 
pequeñas y simples, como la familia monogámica, o gran-
des y complejas, como las organizaciones mundiales. Pero 
todas tienen un rasgo en común: resolver los problemas de 
la existencia humana.
Como ya anotamos, el afán del hombre no es solo vi-
vir, no solo trata de resolver los problemas más inmediatos 
e indispensables de alimentación, vestido, salud, vivienda, 
etcétera, sino que lucha permanentemente para que su vida 
Lección ix 
El ciclo de vida de la política
64 introducción al estudio de la política
sea cada vez mejor, dicho de otra manera, lucha por ampliar 
la cantidad y la calidad de sus satisfactores, que de ninguna 
manera se reducen a cuestiones de corte material, sino que 
se expanden a elementos espirituales, jurídicos, educativos, 
etcétera, que además pueden ser traducidos en derechos 
generales de libertad de expresión, de circulación, libertad 
de creencias, derecho a la igualdad de las personas, de los 
sexos y otros.
Es este afán del hombre por vivir mejor cada día, el 
que constituye la razón por la cual lo observamos en una 
constante construcción de comunidades que buscan mejo-
rar su propia vida.
Los trabajos políticos del ser humano se inician con la 
fase de la construcción del orden político, posteriormente, 
prosigue la fase constituyente de la comunidad, para luego 
preocuparse y ejercitarse en un complejo y amplio conjunto 
de políticas que contribuyen a la conservación y manteni-
miento de aquella comunidad. En razón de que el hombre 
busca siempre vivir mejor, pugnará todos los días para que 
su comunidad se desarrolle en cantidad y calidad, y cuando 
los actores políticos perciben que la comunidad ya no re-
suelve suficientemente sus asuntos, la destruye a través de 
formas consensadas o revoluciones violentas.
Entonces, tenemos cuatro fases del ciclo político de la 
comunidad, lo que genera cuatro especies de políticas: cons-
titucional, de conservación, de desarrollo y revolucionaria.
65
Clasificar las disciplinas constituye una de las labores más 
importantes para la ciencia política, por ello resulta vital 
hacer esfuerzos por cumplir con esta tarea a pesar de las 
dificultades inherentes a ella.
Es probable que el listado de temas que la unesco ofre-
ció a las instituciones de educación superior en el mundo 
desde de 1945, sea la propuesta que más éxito ha tenido 
para la orientación de la formación de las disciplinas de la 
ciencia política, por tal motivo se le ha revisado atentamente 
y constituye un punto de partida para la propuesta que daré 
más adelante. Sin embargo, existen otras propuestas intere-
santes, como la de Hermann Héller, la de Marcel Prélot y, 
especialmente, la de Adolfo Posadas; este último clasifica las 
disciplinas de nuestra ciencia en fundamentales y especiales.
Considero importante seguir la línea de trabajo mar-
cada por el maestro Posadas, a fin de establecer criterios 
necesarios para una clasificación.
1. La política es el objeto de estudio de nuestra cien-
cia, por lo tanto, en la clasificación de sus disciplinas 
 deberá verse reflejada esta consideración, pues esta es 
su constante fundamental.
Lección x 
Las disciplinas
66 introducción al estudio de la política
2. La ciencia política puede y debe generar sus propias 
disciplinas, de tal manera que todas ellas formen par-
te de un solo cuerpo científico en donde pueda obser-
varse un sistema lógico. Así, nuestra tarea es construir 
una ciencia política partiendo de la propia política, 
revitalizándose desde la política y para la política. 
Además, es necesario dejar atrás la idea de la ciencia 
política crucero, la idea de un simple conglomerado 
de diversas disciplinas devenidas de otras ciencias, 
que se vinculan entre sí por el simple hecho de que 
tratan el problema del Estado o del poder.
3. Preferentemente, la ciencia política debe ubicarse en 
el tiempo presente y acostumbrarse a ver de modo 
secundario el pasado y el futuro próximo.
4. Como ciencia teórica, la ciencia política no se con-
forma con hacer un trabajo pragmático, cuantitativo y 
descriptivo sobre su objeto de estudio, sino que inda-
ga sus fundamentos inmediatos y profundos, a la vez 
que sistematiza conceptualmente los resultados.
5. Además, como una ciencia práctica, la ciencia polí-
tica está comprometida no solo con un trabajo teóri-
co, sino que reconoce su meta: trabajar para servir al 
hombre en la solución de sus problemas cotidianos.
6. Estudiar ciencia política significa, entre otras cosas, 
conocer amplia y profundamente la política de su 
país.
7. Como hemos establecido, la ciencia política es la 
que se encarga del estudio científico de la política, por 
tal razón, ella es el cuerpo de donde se desprenden 
todas las disciplinas que la componen. En ese senti-
do, forman parte del cuerpo científico de la ciencia 
67salomón sánchez ruiz
política las disciplinas fundamentales, las especiales, 
las auxiliares y las didáctico-pedagógicas.
8. La ciencia política no se ocupa solamente del es-
tudio del Estado. A este se le estudia solo como un 
actor político más dentro del conjunto de actores e 
integrantes comunitarios.
9. Además la ciencia política no es sociología porque 
no se encarga del estudio de la sociedad en general, ni 
tampoco es sociología política porque no es una rama 
de aquélla. Por el contrario, la ciencia política es autó-
noma por cuanto tiene un objeto específico de estudio: 
la política, que a su vez conforma una realidad también 
específica y autónoma. No decimos que tal autono-
mía y especificidad sea absoluta y esté separada de las 
demás realidades del hombre, pero sí afirmamos que 
la relación de dependencia o autonomía relativa que 
la ciencia política pueda tener en relación con otras 
disciplinas es la misma que estas tienen con aquella. 
10. La clasificación de las disciplinas de la ciencia po-
lítica es importante en muchos sentidos y es de uso 
práctico en la formación de un plan de estudios que 
tiene que ver con su enseñanza-aprendizaje. El alum-
no que se inicia en el estudio de una ciencia necesi-
ta ser «llevado de la mano» no solo para informarse, 
sino también para que logre formarse; además se re-
quiere que el alumno aproveche al máximo el tiempo 
disponible para cursar su carrera. 
11. La meta profesional del licenciado en ciencia polí-
tica es desempeñarse, ya sea en el campo público o 
de la sociedad civil, haciendo uso de un conocimien-
to sistemático y amplio de la política. Puede laborar 
68 introducción al estudio de la política
como político profesional, asesor político, periodista 
político, investigador de política, profesor de política, 
etcétera. Su punto de arranque y su apoyo central será 
siempre su conocimiento profesional de la política. 
Para que exista correspondencia entre la nominación 
de nuestra ciencia y el ejercicio profesional, las disci-
plinas y sus contenidos deberán ser un puente eficaz 
entre estos. Específicamente, las disciplinas tienen 
que apuntar a contenidos que enseñen al estudiante 
que es la política cómo se ejerce y cómo puede mejo-
rarse institucionalmente.
12. La ciencia política busca ser estudiada

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