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introducción al estudio de la política Primera edición: 2015 D. R. © salomón sánchez ruiz D. R. © universidad autónoma de sinaloa Ángel Flores s/n, Centro, 80000, Culiacán, Sinaloa dirección de editorial Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. isBn: 978-607-737-059-8 Impreso y hecho en México INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA POLÍTICA Salomón Sánchez Ruiz universidad autónoma de sinaloa méxico, 2015 7 Son muchas y muy valiosas las personas a las que tengo que agradecer el que hoy este ensayo sea una realidad, y aunque sea injusto no mencionarlos a todos, tengo que nombrar a algunos que contribuyeron de manera importante en la elaboración de esta obra. Agradezco a mis maestros y maes- tras de la Universidad Nacional Autónoma de México, por su empeño en enseñarme cuestiones de Ciencia Política y de Derecho; del mismo modo, a la Universidad Autónoma de Sinaloa, por haberme asilado académicamente, por lo que estaré siempre en deuda con ella; y a mis compañeros y amigos Ruth Isabel Soto Soto, Carmen Cecilia Guerrero Iturríos, Luis Pedro Silva Díaz, Raymundo Gámez Gámez, Víctor Guadalupe Sepúlveda Álvarez, las recién egresadas Karely Verdugo Barreras y Claudia Mariel García Félix, así como a mis hijas, Argelia Sánchez Rodríguez y Grecia Sán- chez Rodríguez, por toda la ayuda recibida. Con quienes quedo en deuda por haberme apoyado en esta labor, hago el compromiso de mencionarlos en documentos posterio- res. Finalmente, reitero mi gratitud a las instituciones, ami- gos y amigas referidas, y asumo personalmente los errores y fallas que pudieran existir en el presente volumen. Agradecimientos 9 Presentación ......................................................................11 Introducción .....................................................................15 Lección i. La política y su ciencia ......................................17 Lección ii. El objeto de estudio ..........................................31 Lección iii. La política como realidad humana ...................33 Lección iv. La política como praxis y forma .......................35 Lección v. La autonomía de la política ...............................41 Lección vi. ¿De dónde nace la política?..............................43 Lección vii. Criterios de clasificación .................................49 Lección viii. Sus definiciones .............................................59 Lección ix. El ciclo de vida de la política ...........................63 Lección x. Las disciplinas ..................................................65 Lección xi. El lenguaje político ..........................................77 Lección xii. Los grandes maestros ......................................83 Lección xiii. ¿Qué es el poder y qué es poder político? ......95 Lección xiv. La división de poderes ...................................99 Lección xv. Sociedad moderna, poder y política ..............107 Lección xvi. La sociedad de derecho ................................113 Lección xvii. La sociedad con poder ................................115 Lección xviii. Política y medios de comunicación ............121 Lección xix. Moral y política ............................................125 Lección xx. Constitución como política ...........................129 Índice 10 introducción al estudio de la política Lección xxi. Uso y abuso de la palabra política ................137 Lección xxii. Partidos políticos y grupos de presión ........141 Lección xxiii. Constitución y política ...............................145 Lección xxiv. Política internacional .................................149 Lección xxv. Nación y gobierno ......................................155 Lección xxvi. Técnica política ..........................................161 Lección xxvii. Política electoral ........................................165 Lección xxviii. Política aplicada (utilidad de la política)...169 Lección xxix. Los métodos...............................................175 Leccíon xxx. Política y Estado .........................................181 Leccíon xxxi. Política y derecho .......................................185 Bibliografía ......................................................................189 11 Hace más de treinta años egresé de la carrera de Ciencia Política impartida en la Universidad Nacional Autónoma de México, posteriormente estudié la licenciatura en Derecho, en la Universidad Autónoma de Sinaloa, desde entonces, primero en mi condición de estudiante y luego como profe- sor, sentí la necesidad de ayudar al crecimiento cuantitativo y cualitativo de nuestras disciplinas para la educación de nuestro pueblo, que es la causa que me llevó a escribir la presente publicación. Conozco y respeto a los autores que nos han obsequiado excelentes libros sobre ciencia política. No obstante, me interesa contribuir al bienestar de mis con- ciudadanos, y una buena forma es sumarle un mínimo a su educación. Este documento tiene como meta adicionarse a esta misión. El que nuestro país permanezca en diversos tipos de crisis, que nuestra clase política no tenga la atingencia para resolver los graves problemas de la nación, el que hoy nues- tros gobernantes no atiendan los problemas que la ciudada- nía sufre (carestía, inseguridad, desempleo, etcétera), nos obliga a escribir un documento como este, cuyo propósito es acercar al público en general a los apasionantes temas de la política. Presentación 12 introducción al estudio de la política Este trabajo no tiene la pretensión de saciar las nece- sidades de eruditos o de grandes estudiosos del tema. En lugar de ello, busca plantear la idea de que las cosas pueden cambiar a favor del pueblo, cuando este se organice y exija a sus empleados, los gobernantes, que cumplan con sus obli- gaciones. Señala que ganar una elección significa solamente obtener un contrato de trabajo otorgado por la ciudadanía, el cual deberá ser desempeñado con eficiencia y con exce- lentes resultados. Por lo tanto, si el trabajador del pueblo, sea diputado o senador o cualquier otro, no rinde resulta- dos convincentes, su empleador, el pueblo, tiene todo el derecho de destituirlo. Para ciertos políticos y todas aquellas personas que vi- ven de la política de manera corrupta, el mejor ciudadano es el que ignora sus derechos, el que no participa en la vida política, aquel pueblo que considera que las cosas siempre seguirán igual a pesar de los esfuerzos que se hagan por provocar un cambio. A ciertos funcionarios, si no es que la mayoría de ellos, según una importante opinión general, les interesa difundir esta idea, hacernos creer que efectivamen- te las cosas siempre serán igual, porque para ellos es la me- jor manera de gozar de los recursos y los bienes públicos. Es necesario insistir que estos políticos que viven de la política, mienten. Un pueblo que no interviene en la polí- tica es la comunidad que mejor resguarda los privilegios de sus verdugos. Es primordial que los ciudadanos interven- gan en la solución de sus propios asuntos, acudan a deposi- tar su voto a las urnas exigiendo todas las condiciones para que el sufragio sea efectivo; el abstencionismo electoral no nos favorece, porque votar es una de las pocas formas de manifestarnos. Tenemos que intervenir de manera directa 13salomón sánchez ruiz en la solución de los diversos problemas, levantar nuestra voz siempre con respeto y dentro del derecho, para deman- dar a los políticos que realicen sus labores de acuerdo a las necesidades de la ciudadanía. Hay que desechar la idea de que ellos nos hacen un favor como funcionarios de gobier- no, hacerles ver sus obligaciones, pero sobre todo, exigirles que las cumplan. Muchas veces se nos olvida a los académicos que la primera y más importante obligación es educar al pueblo, quien es el que mantiene a las universidades públicas con sus impuestos, y nos afanamos por escribir grandestratados sobre el tema, cuando lo apropiado es enseñarle lo elemen- tal a la ciudadanía respecto a sus derechos y su política. Si logramos en una mínima parte lo anterior, habremos co- menzado a pagar lo mucho que le debemos a nuestra gente. 15 El trabajo que ofrecemos a continuación se compone de 31 lecciones sobre temas de política, las cuales, como ya lo hemos mencionado, tienen como objetivo contribuir a la educación del pueblo soberano. El orden de las lecciones no tiene ninguna importan- cia especial, aunque recomiendo iniciar la lectura de este libro con la lección trigésima primera, pues funge como una explicación de la importancia y trascendencia en la lectura sobre estos temas, afines a la política y al derecho con el objeto de contribuir a la debida formación de los estudiantes de ambas disciplinas. En todo caso, el que este libro esté dividido en 31 lecciones tiene como objetivo que los lectores puedan iniciarse por la lección que más les atraiga. No es necesario seguir el orden en el que se han expuesto. El trabajo va dirigido tanto a universitarios cursantes de la licenciatura en ciencia política como a universitarios estudiosos de licenciaturas afines a la misma, pero sobre todo a los ciudadanos interesados en el tema, porque exis- ten suficientes materiales, datos, bibliografía e información para lograr interesar a toda persona. Esperamos que el libro levante opiniones favorables. Introducción 16 introducción al estudio de la política Por otro lado, la cantidad de material aquí expuesto es suficiente para hacer un estudio introductorio de la política. Tengo siempre presente que nunca estaré satisfecho con lo realizado, no obstante he buscado ofrecer una buena parte de lo poco que conozco. Por último, lo único que me concierne es desearle un buen augurio a mi trabajo. Son los lectores, y solo ellos, los que sabrán realmente cómo valorarlo. 17 La ciencia política es una de las disciplinas más antiguas del mundo, a la que hombres y mujeres de todos los tiempos y de gran talento le han dedicado su vida, debido a que cum- ple con el más alto objetivo planteado por el ser humano: alentar la convivencia armoniosa. Teóricamente, la ciencia política es la disciplina que se encarga del estudio científico de la política. En específico, por política se entiende la actividad humana que tiene por objeto la constitución del orden político, su conservación, su desarrollo y su revolución. La vocación de toda ciencia es la búsqueda de la ver- dad. En este sentido, la ciencia política cumple con este co- metido al buscar la verdad política y las soluciones posibles a los problemas que plantea la vida comunitaria humana. Para esto, estudia la praxis política que hace posible esta convivencia comunitaria. Esta praxis trabaja permanente- mente por modelar las comunidades ya existentes, tanto en su permanencia como en su prosperidad; pugna por la formación de nuevas asociaciones alternativas y, en última instancia, lucha por el cambio radical. Con lo dicho queda al descubierto la importancia vi- tal de la ciencia política, pues se liga indisolublemente al Lección i La política y su ciencia 18 introducción al estudio de la política desarrollo de la humanidad, como claramente lo señala Alexis de Tocqueville en su libro La democracia en América: Para que los hombres sigan siendo civilizados o lleguen a ser- lo, es preciso que se desarrolle entre ellos el arte de asociarse, y que se perfeccione, en la misma relación en que crece la igualdad de las condiciones.1 Esta es una de las ideas centrales de Alexis de Tocque- ville, acuña como consecuencia de sus observaciones de las asociaciones norteamericanas en su visita a Estados Unidos en el siglo xix y consignada en su estudio clásico ya men- cionado. La ciencia política ha contribuido y sigue contribu- yendo en este propósito, porque esa es su misión. Hay que desarrollarla, cultivarla, porque así estaremos cultivando la vida, y aún más la vida democrática y civilizada, como nos lo ha señalado el autor de El antiguo régimen y la revolución. su origen y evolución Hallamos los orígenes o embriones de la ciencia política en el inicio de la civilización humana, alrededor del siglo xl a. C., período en que se incuba el conocimiento de la política bajo las formas de magia y religión. Según Jacque Pirenne: [...] en las tres cuencas, del Nilo, la de Éufrates y el Tigris, y la del Indo, es donde la civilización aparece, en el cuarto milenio 1 Alexis De Tocqueville, La democracia en América, Barcelona: Or- bis, 1985, p. 199. 19salomón sánchez ruiz antes de Jesucristo, bajo formas más ampliamente desarrolla- das. Conoce esta civilización la agricultura, la vida urbana, el comercio, la navegación marítima y la escritura.2 Los hombres de aquel tiempo tuvieron una vida políti- ca intensa, tanto al interior de sus comunidades (imperios, reinos u otros) como en las relaciones que estas establecie- ron entre sí, gracias al comercio y a la navegación. Pueblos como el egipcio, el cretense, el indio, el asi- rio, hebreo, entre otros, nos sorprenden hoy en día con sus obras arquitectónicas, sus bibliotecas, sus hombres sabios y sus complejas organizaciones humanas. Solo basta hacer un mínimo reconocimiento histórico de la vida de aquellos pueblos, para percatarse de que debieron alcanzar un alto grado de conocimiento de la política y así poder organizar su compleja vida comunitaria. Cuando los griegos llegaron a su esplendor cultural en el siglo v a. c., muchas otras co- munidades habían aportado su óbolo cultural al mundo, por lo que el genio lógico y científico griego pudo fundarse en aquella amplia gama de experiencias históricas y legados de conocimientos. Fue el pueblo griego el que por primera vez separó a la política de la religión y de la magia, en las que aquella estuvo envuelta tantos siglos, y a su vez la presentó a la luz de tratados específicos, como en las obras de Platón, La Re- pública, Las leyes, El político, la obra de Aristóteles, Política, o a través de las discusiones públicas de las diversas escuelas de pensamiento, principalmente, la escuela de los estoicos, los cínicos y los sofistas. 2 Jacques Pirenne, Historia Universal, México: Grolier, 1976, p. 5. 20 introducción al estudio de la política Roma será la heredera de la Grecia culta, y con escri- tos de pensadores, como Séneca, Cicerón y Polibio, siguió cultivando la ciencia política. Por ejemplo, Polibio insistió en que el gobierno que compagina elementos democráti- cos, aristocráticos y monárquicos es el más consistente; por su parte, Cicerón mostró la importancia del factor jurídico para la vida del orden político al decir que la «República es cosa del pueblo; pueblo no es toda reunión de obras con- gregados de cualquier manera, sino sociedad formada bajo la garantía de las leyes y con objeto de utilidad común».3 A la caída del Imperio romano de Occidente en el siglo v de nuestra era, Europa entró en el periodo histórico me- dieval, que abarcó del siglo señalado hasta finales del siglo xv. Durante este periodo, escritores como San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino ocuparon los lugares cen- trales como teóricos de la política, ya que la Iglesia católica fundamentaba el orden político de acuerdo a sus credos e idiosincrasia. Sin embargo, frente a los grandes pensadores políticos de la Iglesia, paulatinamente fueron surgiendo politólogos que teorizaron a favor del poder temporal de la monarquía. Con ello, la ciencia política fue beneficiada ampliamente por los trabajos de pensadores de la talla de Marsilio de Pa- dua, Juan Bodino, Thomas Hobbes y Nicolás Maquiavelo, considerado este último, por muchos, como el padre de la ciencia política moderna. No obstante, el Renacimiento o alba de la era moderna no solo propició el triunfo del poder político temporal de los reyes sobre el poder espiritual del papa católico, sino 3 Cicerón, Tratado de la república, México:Porrúa,1973, p. 20. 21salomón sánchez ruiz también impulsó el inicio de una era de libertad, igualdad y democracia, que en su versión liberal encontró a sus teó- ricos, como John Locke, Montesquieu, Jean Jacques Rous- seau, Alexis de Tocqueville y muchos más, quienes figuran como directores intelectuales de las grandes revoluciones burguesas, como la inglesa de 1688, la norteamericana de 1776 y la francesa de 1789; asimismo, sus ideas inspiraron las revoluciones de independencia en todo el continente americano y el resto del mundo. Los tiempos de la democracia, la igualdad y la liber- tad modernas, en su versión liberal, resurgieron después y paralelos al movimiento socialista utópico y socialista comunista, que se plantó en firme con la revolución de la Comuna de París de 1848. Efectivamente, esta revolución marcó el inicio de una nueva era de irrupción de las ma- sas trabajadoras en la vida política activa. Por lo mismo, la ciencia política será enriquecida con las nuevas teorías del anarquismo, del socialismo y del comunismo marxista que se idearon en el siglo xix, como apoyos teóricos de la acción política de los obreros, campesinos y sectores sociales mar- ginados por el capitalismo industrial. La segunda mitad del siglo xix y el xx constituyen los escenarios temporales de la lucha encarnizada entre capita- listas y socialistas, lo cual le dio rostro a las políticas mun- diales y nacionales, tanto en el nivel de la lucha física como en el nivel de la lucha ideológica. Los nombres de Karl Marx, Friedrich Engels, Vladimir Ilich Lenin, Rosa Luxemburgo, León Trotsky, Karl Kautsky, Antonio Gramsci, y demás, es- tán unidos a estas historias recientes que aún no terminan, a pesar de la extinción de la Unión Soviética, representante de la posición más radical del socialismo moderno. 22 introducción al estudio de la política Aunque en este inicio del siglo xxi hablamos de pos- modernidad, siguen persistiendo aquellas doctrinas en neomarxismo, neoliberalismo, neonazismo, y obviamente el acervo de la teoría y de la vida política se ha seguido en- riqueciendo con los trabajos de los transicionalistas y otros doctrinarios, como Robert Dahl, Karl Deutsch, Giovanni Sartori, Norberto Bobbio y muchos otros. En este último trayecto anotado, la ciencia política ha formado un bagaje doctrinario amplio y de excelente cali- dad. Nuestra ciencia encuentra soportes importantes para su evolución en el desarrollo de la política teórica europea y en los trabajos de la escuela política empírica norteamericana. La ciencia política comenzó a ser reconocida oficialmente como disciplina autónoma a fines del siglo xix. [...] En el pla- no de las instituciones universitarias fue en Estados Unidos donde la ciencia política obtuvo primero el derecho de la ciu- dadanía.4 Sin embargo, el mundo civilizado tendría que esperar el advenimiento de la ii Guerra Mundial para percatarse de la necesidad de impulsar decisiva y ampliamente el estudio de esta disciplina y, para lo mismo, propició una reunión mundial de especialistas que propusieron las áreas y cáte- dras de estudio pertinentes para su enseñanza universitaria. 4 Estos datos ya forman parte de un conocimiento generalizado y aceptado por la comunidad de politólogos. En México lo ha socializa- do el Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública a. c., en sus diversos estudios acerca de esta disciplina, entre las que destaca el «Diagnóstico Nacional en la Licenciatura de Ciencia Política y Administración Pública». 23salomón sánchez ruiz Los resultados de los trabajos quedaron de la siguiente ma- nera: 1. La teoría política a) La teoría política b) La historia de las ideas políticas 2. Las instituciones políticas a) La constitución b) El gobierno central c) El gobierno regional y local d) La administración pública e) Las funciones económicas y sociales del gobierno f) Las instituciones políticas comparadas 3. Partidos, grupos y opinión pública a) Los partidos políticos b) Los grupos y las asociaciones c) La participación del ciudadano en el gobierno d) La opinión pública 4. Las relaciones internacionales a) La política internacional b) La organización internacional c) El derecho internacional El hecho de que un organismo mundial como la onu, a través de la unesco, tomase en sus manos la tarea de establecer criterios científicos internacionales para la ense- ñanza y aprendizaje de la ciencia política, muestra por sí el gran peso que tiene nuestra disciplina. Por tal motivo, no es de extrañar que en solo esta segunda mitad del siglo xx haya alcanzado un estatuto de ciencia internacional, avan- zando a pasos agigantados, pues su enseñanza universitaria 24 introducción al estudio de la política se ha extendido por todo el mundo. Para ilustrar el rápido crecimiento de este campo de estudio, México puede servir de ejemplo, pues nuestro país introdujo la enseñanza de la ciencia política en la década de los 50 en la Universidad Na- cional Autónoma de México, y actualmente se cuenta con alrededor de 30 instituciones de educación superior que enseñan esta disciplina. la estrategia de enseñanza-aprendizaje Como se ha dicho, la ciencia política es la disciplina que se encarga del estudio científico de la política. Esta ciencia es- tudia a la política como una praxis específica y peculiar del ser humano, que a diferencia de los otros animales transfor- ma el mundo que le rodea según sus propias aspiraciones y pensamientos, identificando los problemas políticos y bus- cando incesantemente sus soluciones. La identificación y estudio de los problemas políticos y la elaboración de propuestas de posibles soluciones cons- tituyen un universo muy amplio y complejo, por lo que nuestra ciencia tiene que valerse de estrategias selectivas para aprenderla y enseñarla. De manera resumida se pue- de decir que esta estrategia se funda en los siguientes pun- tos: 1. Criterio selectivo atendiendo la razón del objeto, 2. Criterio selectivo atendiendo el tiempo, 3. Criterio selectivo en razón del espacio, 4. Criterio selectivo en virtud del ciclo de la política, 5. Criterio selectivo con base en la nivel de su enseñanza, 6. Criterio selectivo con base en las ciencias au- xiliares y especiales más importantes y 7. Criterio selectivo- expositivo por su relación. 25salomón sánchez ruiz 1. Criterio selectivo atendiendo la razón del objeto La política es una praxis humana que implica la constitu- ción de formas civilizatorias. A través del tiempo, la ciencia política ha tenido ante sí un número muy grande de comunidades a estudiar, y para evitar la dispersión de sus análisis aplica un criterio selectivo a fin de determinar de entre aquel conjunto, la comunidad que será su objeto de estudio de acuerdo a sus intereses teórico-científicos. Esta selección no es arbitraria, sino que debe fundarse en criterios ontológicos, deontoló- gicos y metódicos, pues, dicho en palabras aristotélicas, la estructura del hombre es la que da la clave de la estructura del mono y no al revés: el todo, en efecto, es necesariamente anterior a la parte; destruido el todo corporal, no habrá ni pie ni mano, a no ser en sentido equívoco.5 Lo político y la política inherente a la propia naturale- za humana se despliegan a través de praxis que se cristali- zan en un universo amplio de comunidades, como la fami- lia, el barrio, el sindicato, el partido, el grupo de presión, el Estado, etcétera; esto lleva a la ciencia política a elegir a algunas de ellas para estudiarlas con base en los criterios ya anotados, esto es, elige a aquellas especies de comunidades que ofrecen mejores y mayores soluciones a la convivencia. Por ejemplo, Aristóteles eligió la ciudad-Estado, pues según él, esta ofrecía las mayores y mejores ventajas para el estudio de la política. En la época feudal, la comunidad imperial y papal cumplió tal papel; en la actualidad es el Estado-nación. De esta manera, en el futuro puede ser otra 5 Aristóteles,Política, México: Porrúa, 1982, p. 159. 26 introducción al estudio de la política especie de comunidad la que ofrezca tales características. En las diversas épocas históricas podemos notar que no es la misma especie de comunidad la que sirve para ser la comunidad central del estudio de la ciencia política, que- dando claro entonces que esta función es eminentemente histórica o transitoria, por lo que no es prudente confundir al objeto de estudio de la ciencia política con el Estado, que es, en realidad, solo una de las muchas comunidades en las que se puede estudiar la política, aunque pueda ser, hoy por hoy, la comunidad u orden político más importante. Por lo tanto, es necesario dejar en claro que de igual manera la política trasciende en tiempo y espacio al Estado, pues antes de que este existiera, la política ya existía y se estudiaba; y, después que desaparezca el Estado, la política y su estudio seguirán existiendo y desarrollándose. El estudio de la política en el Estado es una conven- ción, una estrategia metódica. Los tiempos modernos son aleccionadores en este sentido, pues es claro que otras co- munidades, como las religiosas y empresariales, hacen polí- tica y no siempre supeditadas a las directrices del Estado y, lo que es más importante, muchas veces contrarias a las de este. Los casos más notorios los tenemos en el liberal siglo xix, durante el cual el Estado se redujo a la función policía- ca o al mantenimiento del orden, o como actualmente suce- de con el neoliberalismo, donde gran parte del poder estatal se traslada a las comunidades no estatales, por ejemplo, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otros. Concluimos entonces que estudiamos la política prefe- rentemente en el ámbito estatal porque este nos ofrece en la actualidad mayores ventajas para tal estudio. Y reafirmamos que este criterio metodológico es de suma importancia para 27salomón sánchez ruiz la ciencia política en la medida que le permite ir de modo más directo y ordenado en la realización de su quehacer. 2. Criterio selectivo atendiendo al tiempo Por otro lado, atendiendo al tiempo se clasifica a la política en histórica y vigente: la primera constituye todas aquellas políticas que alguna vez se ejercieron y que ahora solo for- man parte del pasado político de los pueblos; la segunda se refiere a la política que los pueblos ejercen actualmente. Sin duda, el estudio científico de la política tiene que apoyarse y nutrirse cotidianamente de la sabiduría de la po- lítica histórica, pero su atención e interés fundamental se centra en la política vigente, sencillamente porque este es el momento más importante de la ciencia política que tiene como objetivo identificar, estudiar, explicar y resolver los problemas políticos de la actualidad. 3. Criterio selectivo en razón del espacio Llegado a este punto, la estrategia selectiva de nuestra cien- cia en sus tareas de enseñanza-aprendizaje —sobre todo en su nivel de licenciatura— la asigna a la política internacio- nal y a la nacional vigentes, las cuales tienen pesos especí- ficos diferentes, de tal forma que la segunda es preferida sobre la primera. Así, por ejemplo, nos podemos plantear primordial- mente el estudio de la política vigente ejercida por el Esta- do mexicano, y en la que tenemos tareas muy concretas a 28 introducción al estudio de la política realizar: conocer a fondo la política en México e identificar sus problemas (algo similar podemos hacer en el Estado francés, alemán, estadounidense u otro). 4. Criterio selectivo en virtud del ciclo de vida de la política Esta es una práctica humana que cumple con un ciclo for- mado por cuatro fases: a) fase constitucional, b) fase conser- vacional, c) fase desarrollacional, y d) fase revolucionaria. Puede establecerse que todos los afanes o trabajos políticos van encaminados a atender alguna de estas fases donde los hombres se proponen primeramente constituir o construir sus comunidades; luego vierten sus esfuerzos por conservar y desarrollar a aquellas comunidades que han construido; y por último, dadas determinadas situaciones de deficiencia, insuficiencia o por conquistas extranjeras, las revolucionan, con lo que a la vez requieren iniciar un nuevo ciclo político. 5. Criterio selectivo con base en nivel de su enseñanza En su momento, Aristóteles señaló lo siguiente: [...]todas las cosas se definen por su función y su potencia, de modo que, cuando ya no son en absoluto capaces de tal función, no se debe decir que son las mismas cosas, sino tan solo que tienen el mismo nombre.6 6 Ibíd. p. 159. 29salomón sánchez ruiz Para nuestra ciencia es importante entender muy bien los niveles académicos en que se enseña, a partir de estable- cer claramente las potencias y las funciones de los mismos. Por ejemplo, el plan de estudios de algunas licenciaturas en ciencia política está centrado en la enseñanza-aprendizaje de la política vigente, la doctrinaria y la institucional. 6. Criterio selectivo con base en las ciencias auxiliares y especiales más importantes En una estrategia de enseñanza-aprendizaje puede dejarse de lado el hecho de que toda ciencia no es una isla de cono- cimiento, sino que forma parte de un conjunto de ciencias con las que guarda alguna relación. La cuestión estriba en identificar cuáles son aquellas ciencias que más relevancia tienen para la ciencia política, con objeto de retomarlas como auxilio o apoyos de la mis- ma, tales son la sociología y la economía, como ciencias auxiliares, y la introducción al estudio de la política, como disciplina especial. 7. Criterio selectivo-expositivo por su relación genética Este criterio debería aparecer como el número uno, pero deliberadamente lo he dejado al final con el objeto de que el lector pueda entender los motivos del orden en que se exponen las lecciones que componen el libro. Así, el conocimiento de la política tiene que ver con la esencia comunitaria propia del hombre, pues él es un ser 30 introducción al estudio de la política político por naturaleza. Aristóteles afirmó que el hombre es un ser que tiene la tendencia natural a vivir en comuni- dades y a buscar permanentemente la transformación de las mismas. Por ello, nosotros lo asumimos de este modo y exponemos primeramente el tema de la política, y luego las otras realidades. 31 oBjeto de estudio científico El objeto de estudio de la ciencia política es la política en tanto praxis y forma,1 basta y compleja, imposible de cap- tarse por medio del sentido común. Para darnos una idea de lo anterior, hagamos una lista de lo que es política: como praxis es actividad que construye el orden político, vela por su conservación, su desarrollo y su transformación radical; es esfuerzo por construir, regular, coordinar y mantener las actividades necesarias para el logro de los fines de la comu- nidad; la política como forma es orden de una comunidad internacional, como la onu, de una comunidad nacional, o pueden ser simples formas de comunidades sencillas, como los sindicatos, grupos de interés o la familia. Como se advierte, la política constituye un univer- so vasto y complejo de praxis o formas que surgen de las diversas ideas, realidades o proyectos de cómo se concibe a la comunidad política. Por ejemplo, en México es claro el choque del proyecto de nación liberal con el proyecto 1 Esta es una idea explicada de manera amplia por H. Héller, Teo- ría del Estado, México: fce, 1983, pp. 19-45. Lección ii El objeto de estudio 32 introducción al estudio de la política conservador, o del proyecto cardenista con el proyecto ale- manista. En todo este espectro se contemplan mecanismos complejos de consensos que generan las fuerzas políticas dominantes o hegemónicas, cuya tendencia es imponer su proyecto a las fuerzas políticas contrarias, residuales o mar- ginales. Como el punto central en torno al cual giran las polí- ticas de los hombres es la propia comunidad, haydistintas áreas donde la actividad política se desempeña. La primera tiene que ver con la instauración o consti- tución del orden político; la segunda implica la conserva- ción del mismo, así como también intentos por modificarlo y encauzarlo en sentidos diferentes; y por último, llegado un determinado momento, la misma política que un día constituyó al orden, buscará derruirlo por medio de una re- volución, en aras de construir otro orden considerado me- jor de acuerdo a sus nuevos ideales e intereses. Todo este mundo de prácticas políticas son las que im- pactan cotidianamente en las formas políticas, de tal modo que aun esta parte formal de la política se mantiene siempre en un intenso movimiento. Si todo este mundo de praxis y formas políticas habría que observarlo en múltiples espacios (el sindicato, el parti- do político, el Estado-nación o en la comunidad internacio- nal), sin duda llegaremos a la convicción de que la simple observación o el sentido común son incapaces de captar tal realidad, por tanto, la política debe asumirse como objeto de estudio de la ciencia. 33 Todos los días escuchamos la palabra política; por ejemplo, se dice que el gobierno mexicano realiza una política correc- ta o incorrecta al firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá; o que tal o cual partido político está efectuando una política de concientización ciudadana para que los electores voten en los próximos comicios; que una empresa determinada tiene la política de trato excelen- te a sus clientes; que existe una pésima política de precios hacia los productos agrícolas. Como se aprecia, esta palabra aparece en diversos escenarios. Ante tal situación lo primero que salta a la vista es que la política es algo real, algo que forma parte de nuestra rea- lidad cotidiana y que se halla difundida ampliamente en todos los ámbitos de la sociedad. La política aparece como un rasgo muy importante de la realidad humana, como parte fundamental de la vida social de todos los días. En tal sentido, es una praxis que forma parte de la realidad cotidiana del hombre, quien la efectúa con base en reglas y estructuras precisas que orien- tan su acción. Como dice Hermann Heller: «la política es Lección iii La política como realidad humana 34 introducción al estudio de la política vida y es forma que nace de la vida».1 En este mismo senti- do, Rudolf von Ihering, en su libro La lucha por el derecho, menciona que La idea del derecho encierra una antítesis que nace de esta idea, de la que es completamente inseparable: la lucha y la paz es el término del derecho, la lucha es el medio para al- canzarlo [...]. El derecho no es una idea lógica, sino una idea de fuerza.2 1 Ibíd., pp. 19-45. En la introducción del libro citado se mencio- na el concepto de «Estado» que nosotros hemos tomado como política haciendo un símil entre ellos. 2 Rudolf von Ihering, La lucha por el derecho, México: Porrúa, 1989, pp. 2-3. 35 la política como praxis El hombre ha realizado prácticas políticas para preservar su vida desde hace más de 3 000 000 de años, desde que apareció sobre la faz de la tierra, su naturaleza lo ha pues- to ante la disyuntiva de agruparse o morir. Este imperativo antropológico es válido en la actualidad, y lo seguirá siendo por siempre. El hombre realiza diversas prácticas específicas con el exclusivo objeto de promover su vida, ya sea a través de ac- tos religiosos, jurídicos, de trato social, de guerra, etcétera. Y dentro de este conjunto de prácticas humanas, la política ocupa un lugar especial, porque de ella dependen las posi- bilidades de su supervivencia. Mediante el aseguramiento de un poder suficiente, el hombre es capaz de afrontar cala- midades, como enfermedades o malas cosechas. El gran designio de la política es promover la vida hu- mana, y para lograrlo hace un recorrido que va desde aquel conjunto de actividades cuyo fin es construir una organiza- ción humana que puede ser un sindicato, un partido o el Estado-nación, pasando luego a otro conjunto de activida- des cuyo objeto será la conservación y defensa de aquella Lección iv La política como praxis y forma 36 introducción al estudio de la política comunidad constituida, hasta que, por último, los hombres ejerciten otro universo de acciones políticas cuyo fin será la destrucción o revolución de la organización. Con este ejer- cicio político se concluye lo que podemos llamar el ciclo de vida de la política, que necesariamente da lugar a otro. La política no se ejerce del mismo modo en todo el tiempo, difiere según el lugar y las circunstancias, de tal suerte que podemos distinguir entre la política esclavista realizada en la era precristiana, y la política de hoy; la polí- tica feudal, de la política capitalista; la política del imperio, de la política del Estado vasallo; la política en la génesis de una organización, de la que se ejerce cuando esta ya ha al- canzado su madurez o está en decadencia. La política como praxis es específica o exclusiva del género humano; es una práctica humana con la que el pro- pio hombre busca cumplir con los imperativos de la natu- raleza en general y de su naturaleza en particular. A través de su ejercicio político, el hombre lucha permanentemente por insertar en los proyectos comunitarios sus propios idea- les, pensamientos, sueños e imaginación. La praxis política combina elementos naturales y culturales, y en este queha- cer pone en juego su potencia creativa, imaginativa, hasta hacerla arte, teoría y ciencia. Además, la política como praxis se manifiesta en to- dos los campos sociales: sindicatos, grupos de interés, fa- milias, organismos educativos y religiosos, clubes, etcétera; esto es así porque todos ellos, independientemente de su carácter específico, están formados por hombres. Por ejem- plo, sin dejar de reconocer que una organización religiosa tiene como función central o específica la asistencia espiri- tual, inevitablemente tiene que realizar políticas debido a su 37salomón sánchez ruiz propia condición de organización humana, por lo que tiene que resolver asuntos de conservación de su comunidad o de desarrollo de la misma. Por tal motivo, sería un error circunscribir la política a la sola esfera del Estado, pues es de toda evidencia que otras comunidades, como las ya señaladas también participan de la política, y muchas veces, en mayor cantidad, calidad y complejidad. Por ello, hay que ser cuidadosos, porque en muchos de los casos la política fundamental (aunque sea coyunturalmente) no se da dentro del Estado o del gobier- no, sino fuera de ellos; tales son los ejemplos de los grandes centros financieros con respecto a la política del Estado- nación, o de la política de una organización revolucionaria en relación con un Estado en decadencia, o de las grandes empresas de la comunicación. La política es una praxis objetiva que puede conocerse científicamente porque es repetitiva, pues en sus partes más insignificantes nace, se desarrolla, se conserva y muere en torno a lo que podríamos llamar sus quehaceres vitales. El núcleo de sus quehaceres vitales es hacer posible la vida humana, por cuanto se ocupa de los asuntos concernientes a su reproducción, su sobrevivencia, al mantenimiento de una paz que permita el trabajo uniforme y la producción de todo tipo. Estos quehaceres hacen posible la política como praxis objetiva. la política como forma Entendemos la forma como el aspecto externo desde el cual se nos presenta la política sin sus caracteres funcionales y 38 introducción al estudio de la política de significado. Inevitablemente, la política tiene que mate- rializarse en formas concretas que la complementan como objeto real. Estas formas constituyen la parte más sólida de sí misma. Las formas políticas son: a) los símbolos políticos, b) las normas políticas, c) los principios políticos, d) los con- ceptos, y e) las comunidades. Así, hagamos una pequeña disertación sobrelas mismas: a) Los símbolos políticos. Son elementos que identifican o que integran a la comunidad. Los escudos, bande- ras, centros del poder, los himnos, los héroes y otros, pueden anotarse en este rubro. b) Las normas políticas. Para constituirse y conservarse como tales, todas las comunidades establecen normas políticas: convenciones comunitarias que imponen una regularidad a la actividad de los integrantes del grupo. El ejemplo típico lo tenemos en el Estado-na- ción que, para poder establecerse y conservarse, ge- nera un conjunto de normas políticas y las encuadra en un documento llamado constitución. Estas normas políticas señalan los derechos y obligaciones del go- bierno con sus gobernados, las obligaciones de los gobernados con los gobernantes, es decir, las formas o maneras como se encuadra la vida de la comunidad. Otro tanto sucede con otras comunidades, como el partido político o el sindicato, que cuentan con do- cumentos básicos en los que están consignadas sus normas políticas, como sus estatutos, declaración de principios y otros. 39salomón sánchez ruiz c) Los principios políticos. Son verdades fundamenta- les que sirven de sustento a toda la actividad política. Nuestra conciencia sostiene como principios: 1. Que el hombre es un animal político por natu- raleza; 2. Que el fin de la política es hacer posible la vida humana comunitaria; 3. Que inevitablemente la política busca un bien, sea comunitario o no; 4. Toda política se consolida en instituciones, or- ganizaciones, símbolos, normas, entre otras. d). Los conceptos. Son las unidades de lenguaje en las que se funda nuestra ciencia. Estos conceptos pueden ser generales o específicos: los primeros están referi- dos al cuerpo teórico como un todo; los segundos se refieren a los casos particulares. Ejemplo: democracia es un concepto general; en cambio, democracia bur- guesa, formal o socialista son conceptos específicos. e). Las comunidades. El hombre es un ser comunitario que lucha cotidianamente por inventar todo tipo de sociedades, ya sean estas sindicales, partidistas, re- ligiosas o estatales. Lucha además por hacerlas cada vez mejores y por resolver los problemas que surgen en esa vida comunitaria. Hay que notar que la política es un nudo dialéctico de praxis y formas, por ello, su ciencia es conocimiento de esas manifestaciones. La ciencia de la política, en su aspiración 40 introducción al estudio de la política por conocer su objeto de estudio como realidad, avanza en uno de los puntos nodales de la misma, que es la práctica, pues no hay otra forma más cabal y verdadera de apreciarla. La política no es una brújula descompuesta, sino una activi- dad humana con principios, sentidos y fines, y estos son los sustentos reales de la praxis y de las formas políticas. Cada estudio histórico produce determinadas prácti- cas y determinadas formas políticas que se enlazan; descu- brirlas, estudiarlas y poner de manifiesto esta comunión es el papel de nuestra ciencia. 41 La política es una realidad específica de la vida del ser hu- mano, y en tanto tal se distingue de otras realidades, como la religión, el derecho, la guerra o la moral. Primeramente, la política aparece en el ser humano como una característica intrínseca: «el hombre es un ser político por naturaleza» dijo el estagirita, esto denota el sen- tido amplio del carácter político de este ente: su ser comu- nitario. No obstante, el hombre no se conforma con el solo hecho de vivir en comunidad por designio de su naturaleza, sino que todos los días busca que esa convivencia sea mejor, que resulte más provechosa, más completa, y es en aras de este afán en donde el ser humano encuentra el otro sentido verdadero y profundo de su ser político, la política como quehacer humano permanente. La política es una característica humana innata, ne- cesaria y esencial, cuyo fin es conseguir la supervivencia del hombre. Es innata porque es un rasgo que viene con el nacimiento del ser humano, ya como ser individual o como especie; es necesaria porque el hombre es uno de los seres vivos más ineptos para vivir por sí mismo, por lo que requiere inevitablemente de otros seres de su especie para poder vivir, y, si le es posible, para poder vivir bien; su ser Lección v La autonomía de la política 42 introducción al estudio de la política social es esencial porque de él depende su propia existencia como género humano. Este quehacer que busca la supervi- vencia del hombre, deduce de este hecho la potencia sufi- ciente para considerarse en sí misma, por y para ella. En este sentido, la autonomía de la política representa simplemente la facultad que ella tiene para desenvolverse por sí, en virtud del poder capital que persigue la vida hu- mana. Desde que Nicolás Maquiavelo propuso a la política como realidad autónoma, no existe gran problema para en- tenderla como una realidad diferente a otras; sin embargo, en los últimos dos siglos la política ha sido objeto de confu- sión con la moral, el derecho, la sociología y la economía. A partir de lo cual se ha buscado minimizar y negar la propia existencia de la política en pro del crecimiento y expansión de aquellas realidades. La política es una realidad autónoma y, por lo mismo, independiente de la moral; no obstante, su autonomía no va contra la moral, no es inmoral, sino que se entiende como amoral, pues no invade ni evade al espacio moral, es decir, la política simplemente obedece a su propia lógica, su po- tencia, sus apetitos, sus necesidades o razón de ser. Así, le es indiferente cualquiera otra realidad y, por lo mismo, no puede someterse a la lógica de la economía, la sociología, el derecho, la moral, etcétera. Sin embargo, es necesario afirmar que la autonomía de la política no significa independencia absoluta de otras realidades, pues la religión, la guerra, la opinión pública, la moral o el derecho mantienen relaciones muy dinámicas con la política, de tal forma que permanentemente se están retroalimentando, pero ninguna ejerce dominio sobre ella. 43 la fuente homonómica El origen fundamental y primero de la política es la natu- raleza humana. Efectivamente, nuestra naturaleza se mues- tra incapaz de bastarse a sí misma o ser autosuficiente: por donde el hombre aparece se le aprecia formando grupos y nunca como un ser aislado. Los pueblos antiguos tuvieron plena conciencia de tal situación, a tal grado que legaron a la modernidad la máxi- ma aristotélica «El hombre es un ser político por naturale- za». La sentencia es aún hoy una evidencia. El mismo Aristóteles, maestro de la política en la anti- güedad, también afirmó que «todo hombre que sea autosu- ficiente o es una bestia o es un dios».1 En este tenor, es un hecho innegable que, a lo largo de su historia el hombre ha deambulado sobre la faz de la tierra formando comunidades. Para el conocimiento científico de la política este es un hecho relevante que se toma en cuenta, toda vez que es observable y repetible en la realidad. Por ende, el ser humano no puede bastarse a sí mis- mo, por lo que tiene que vivir con otros seres de su misma 1 Aristóteles, op. cit., 1982, p. 159. Lección vi ¿De dónde nace la política? 44 introducción al estudio de la política especie, y para hacerlo realiza una praxis específica que lla- mamos política. Esta condición del hombre de ser comunitario cons- tituye una constante para el conocimiento científico de la política. la fuente real Se entienden como fuentes reales a los elementos y necesi- dades que influyen en la sociedad para la elaboración de las normas políticas que orientan su comportamiento, pudien- do ser estas de corte económico, político o social. Por ejemplo, en México es fácil advertir cómo la Re- volución mexicana fue un movimiento de masas que marcó un sentido que constituye un verdadero fenómeno socio- económico-político, y por lo mismo, es fuente real de donde nació y nace aún una porción de la política de nuestropaís. Pero vayamos por partes y hagamos un listado de las fuentes reales que dieron origen a la actual política mexicana: a) La necesidad y lucha de los campesinos por poseer una propiedad agrícola, y la lucha de las comunida- des indígenas por reivindicar las tierras que habían perdido, son fuentes reales de la política agraria del gobierno mexicano. b) La necesidad y lucha del pueblo mexicano por sacu- dirse el autoritarismo porfirista, que genera el lema «Sufragio efectivo, no reelección», es también otra fuente real, pues ha influido y orientado a la política actual. 45salomón sánchez ruiz c) La necesidad que impone la construcción de una nación:2 institucionalizar a las fuerzas armadas, es- tructurar a la administración pública, hacer efectiva la autoridad del poder central, etcétera. d) El carácter social y étnico tan diferenciado del pueblo mexicano (comunidades indígenas, mestizos y crio- llos), que Andrés Molina Enríquez señaló magistral- mente en su libro Los grandes problemas nacionales, cumple también el papel de fuente real toda vez que esta constitución social tenía que ser reflejada en las leyes constitucionales. e) La necesidad de industrializar al país y de modernizar- lo ha sido factor de nuestra política vigente. f) La difícil situación que todo Estado-nación tiene para mantenerse como tal, frente al exterior y, particular- mente, la posición geográfica de México, colocado como vecino del imperio norteamericano, constituye una fuente real de nuestra política. la fuente histórica Son todos aquellos datos o situaciones del pasado que in- tegran la política histórica del mundo, así como los datos o situaciones de una comunidad específica que la informan de las políticas anteriores y que constituyen las fuentes his- tóricas de la política vigente. 2 A. Molina explica la problemática agraria en México; otros au- tores, como M. Gómez y J. Vasconcelos, abundaron en sus obras la necesaria institucionalización para construir un México moderno (Los grandes problemas nacionales, México: Era, 1978). 46 introducción al estudio de la política Los pueblos aprenden, tanto de su propio pasado como el de los demás para superar sus errores, mantener y mejorar todo aquello que les sea útil para su vida comunita- ria. Esta fue una pauta de conducta para los pueblos desde hace mucho tiempo y lo sigue siendo hoy en los albores del siglo xxi. En la actualidad, la historia sigue siendo una fuente inagotable de sabiduría e inspiración de la cual las sociedades ven y hacen nacer su política. Los pueblos de hoy, para elaborar sus políticas, toman en cuenta toda la gama de experiencias de 60 siglos de civi- lización, durante los cuales se han practicado diversos e in- cluso encontradas formas de gobierno, múltiples métodos de elección de los gobernantes, diversas relaciones de en- tendimiento entre gobernantes y gobernados, muchos tipos de relaciones políticas entre los pueblos, etcétera, y cuentan desde luego con sus propias experiencias históricas. La constitución política de México hereda de otras naciones y civilizaciones los conceptos fundamentales de democracia, república, división de poderes, sistema presi- dencial; el espíritu de pensadores extranjeros mora entre sus líneas. En cambio, los principios de sufragio efectivo, la no reelección, el derecho a la tierra, entre otros, provienen de su propia realidad histórica y su experiencia. la fuente normativa Para que pueda ser posible la convivencia humana son nece- sarias las normas, las cuales pueden ser de trato social, moral o jurídico. Para la política son particularmente importantes las costumbres y las normas jurídicas, escritas o consuetudinarias. 47salomón sánchez ruiz Entendemos la costumbre como una norma de con- ducta social que se repite y es considerada obligatoria. De este modo, es fácil ver que la costumbre es una pauta de conducta profundamente arraigada en la vida de la comu- nidad. Estos comportamientos son los que nos explican por qué en determinado momento la costumbre se levanta como barrera a la intromisión de nuevas reglas políticas, o la lentitud para que las viejas conductas políticas sean des- echadas del grupo. Un ejemplo muy claro es aquel descrito por el gran es- critor contemporáneo Shólem Asch en su libro El judío de los salmos: un señor feudal es partidario de la revolución bur- guesa napoleónica y hace esfuerzos por dar un nuevo trato a sus siervos, pero mira con desesperación y rabia cómo estos se ocultan de él y le temen; el señor feudal se debate en crisis existenciales, pues en su conciencia es partidario de Napoleón Bonaparte (prohombre de la ideología liberal), y sin embargo, sigue manteniendo su statu quo feudal.3 De aquí se desprende que, es evidente que un pueblo que ha vivido durante siglos en obediencia absoluta al señor feudal o que simplemente ha vivido bajo un régimen autocrático, no podrá en un lapso breve entender, aceptar y practicar conductas democráticas. En nuestro país no ha sido fácil olvidar siglos de gobiernos autocráticos y dictatoriales, que han generado normas de conductas consuetudinarias que 3 Encontramos esta situación ambivalente también en Alexis de Tocqueville, en su libro El antiguo régimen y la revolución. En realidad este sentimiento ambiguo es connatural a las sociedades en transición, en donde se añora el pasado, y aún no logran aprenderse los nuevos valores de la nueva organización social. 48 introducción al estudio de la política se traducen en una obediencia resignada y pasiva a los dic- támenes de los titulares del poder. De especial importancia resulta la relación que guar- da la política con el derecho, y más en el caso del mundo moderno en que existe la plena intención de judicializar a la política, esto es, traducir la política a normas jurídicas y someterla a ellas, cuestión que hasta hoy en día no ha sido posible. Para el caso que nos ocupa, podemos decir que las normas jurídicas en parte nacen de la política y a partir de revoluciones o reformas políticas, pero una vez que las leyes jurídicas quedan establecidas, estas constituyen fuentes de la política; así proceden las normas reglamentarias, las leyes secundarias y las leyes orgánicas. Por ejemplo, es inobjetable que la política laboral de un Estado se nutra del derecho laboral, y cuestión semejan- te sucede con la política agraria y otras. 49 Puede haber diversos criterios de clasificación que nos ayu- den a ordenar sistemáticamente a nuestro objeto de estudio, de tal forma que la realidad política se pueda representar de un modo más comprensible. La política se ordena del siguiente modo: 1. Por su origen a) Política natural: esta política se hace en virtud de las propias condiciones de la naturaleza: geográfica, ri- quezas naturales, etcétera. b) Política humana: es la que se realiza en virtud de los intereses, aspiraciones y sueños de los hombres. 2. Por su historia Actualmente sabemos que la política ha acompañado al hombre prácticamente a lo largo de toda su existencia. La antropología política es la ciencia encargada del estudio de la política en las sociedades antiguas; y por cuestiones de métodos, divide su objeto de estudio en política prehistóri- ca y política histórica. Lección vii Criterios de clasificación 50 introducción al estudio de la política 3. Por el sistema La política puede clasificarse según las relaciones de pro- ducción y los tipos de organizaciones sociales derivados de ellas. De acuerdo con esto, podemos encontrar: sistema político capitalista, sistema político feudal, sistema político esclavista y sistema político socialista. 4. Por su ámbito espacial Con base en este criterio clasificamos a nuestro objeto en: a) política mundial, b) política regional, c) política nacional, d) política local y e) política municipal. Entendemos a la política mundial como aquella praxis realizada para esta- blecer medidas de salud, organización, desarrollo tecnoló- gico,asistencia material u otras, y que tiene como base de legitimidad el consenso de la mayoría de las naciones del mundo. La onu es el actor político más representativo que realiza políticas de esta amplitud. La política regional es la que ejerce, por ejemplo, la Organización de los Estados Americanos (oea). Tenemos también las políticas de los Estados-naciona- les particulares, como Estados Unidos, Inglaterra, Francia y México. Las naciones a su vez pueden estar integradas por esta- dos federados o departamentos, como en el caso de nuestro país que está constituido por 31 estados y un distrito fede- ral, donde cada uno de las entidades tiene su propia política a la que denominamos política local; a su vez, estos estados federados y departamentos pueden constituirse por muni- cipios o delegaciones, y cuyas políticas llamamos política municipal o delegacional. 51salomón sánchez ruiz 5. Por la especie de comunidad Llamamos comunidad a todas las formas de agrupaciones hu- manas: la familia, el sindicato, el partido, el estado, etcétera. A la política la hallamos prácticamente en todas las es- pecies de comunidades aunque, desde luego, en diferentes grados de intensidad, cantidad y complejidad. Cada comu- nidad, atendiendo a sus características específicas, genera sus propias políticas, por lo que podemos hablar de una política familiar, sindical, partidista, estatal y demás. Las políticas de estas comunidades infraestatales obe- decen en términos generales a lo establecido en la consti- tución política del Estado-nación respectivo, pero también pueden obedecer a organismos extraestatales. Tal es el caso del clero católico en México, que además de estar bajo la égida de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexi- canos, también obedece las órdenes del Estado vaticano. Un caso similar puede presentarse en los partidos políticos que son secciones nacionales de organismos internaciona- les. Sin embargo, todas la políticas de las diversas especies de comunidades que se hallan al interior del estado-nación forman parte de un solo sistema político o constitucional. 6. Por la posición que ocupa en su relación Las políticas que ejercen todas las formas de comunidades establecen relaciones entre sí, ocupando lugares diferentes, y pueden ser: políticas dominantes, subordinadas y de em- pate. Las políticas dominantes son coercitivas consensua- les; las políticas subordinadas, por dominio, dependencia o influencia; y la política de empate, por poder, por sociedad y por interés. 52 introducción al estudio de la política Para ilustrar un poco el modo de clasificación de la política con base en este punto, pensemos en la posición que ocupa el Estado mexicano con respecto a comunidades poderosas como la onu o del Estado norteamericano. Aho- ra hagámoslo en referencia a comunidades que, estando al interior del mismo, son muy fuertes, por ejemplo, el clero católico y las organizaciones empresariales. Por último ob- servémoslo en relación con comunidades más débiles como las familiares, educativas, sindicales, partidistas, entre otras. 7. Por la forma constitucional o de gobierno Este criterio de clasificación es muy importante porque alu- de a cómo se constituye la comunidad, esto es, cómo se establece el gobierno, cuáles son los órganos del poder y su competencia, qué relaciones se establece entre ellos. Este criterio hace referencia a los derechos de los gobernantes y de los gobernados, etcétera. Retomaremos la clasificación aristotélica:1 monar- quía, aristocracia y democracia (formas puras de gobierno); tiranía, oligarquía y demagogia (formas impuras de gobier- no). A ellas les agregaríamos todas las especies de formas de gobierno que pueden desprenderse de las diversas combi- naciones posibles entre las mismas. 8. Por el ciclo político Esta forma de clasificación se funda en la vida misma de la comunidad como género, es decir, como toda comunidad 1 E. Neyra, El saber del poder, Colombia: Norma, 1986, p. 8. 53salomón sánchez ruiz que tiene también un ciclo de vida; a cada una de sus fases corresponde una política específica, por ejemplo: política constitucional, conservativa, del desarrollo y revolucio- naria. La constitucional se refiere a todas aquellas formas y prácticas políticas que atienden a la instauración de la comunidad; la conservativa hace referencia a las prácticas políticas que hacen posible la conservación de la comuni- dad; la de desarrollo atiende a las políticas de desarrollo o expansión de la comunidad; y por último, la revolucionaria a todas aquellas políticas que buscan la destrucción de la comunidad por considerarla inoperante para resolver los problemas actuales de la misma. 9. Por la jerarquía en el orden político Es importante para nuestra ciencia contar con una teoría de la jerarquía de las normas políticas, a fin de que estas no se nos presenten como si fuesen solo un conjunto di- fuso de reglas. Existe un orden político que, con todas las deficiencias que pudiera tener, mantiene a las sociedades internacionales y nacionales en relativo orden; la tendencia para asegurar la vida sobre la tierra es seguir trabajando en pro de este orden político. Para nuestro curso interesa anotar la jerarquía del or- den político en el ámbito nacional: a) Política constituyente (poder constituyente). b) Política constitucional federal. c) La política nacida del tratado internacional. d) Política constitucional local. e) Normas políticas municipales. 54 introducción al estudio de la política f) Normas políticas de las comunidades civiles. g) Política individual. Es importante notar que, aun con las limitaciones que pu- diera presentar hoy, el Estado moderno es la única comunidad que nos permite la elaboración de un sistema jerárquico en el orden político, que puede dar pie a la política como sistema. 10. Por el carácter de la sociedad de la que emanan Este criterio de clasificación se refiere a una de las caracte- rísticas de la sociedad moderna que estriba en la diferen- ciación de un espacio público y un espacio privado. A la antigua política griega le faltó contar con una realidad social que diferenciara el espacio privado del espacio público; en cambio, los modernos sí tenemos a la vista tal separación. Es en este sentido como se legitima la convención de dividir las políticas en públicas y privadas. Son públicas todas aquellas praxis políticas del Estado: económicas, sociales y otras. En cambio, la política privada tiene que ver con aquellas políticas practicadas por comu- nidades civiles o no estatales, como lo son el sindicato, los organismos religiosos, los grupos de presión y las empresas. 11. Por la especie del bien que persigue La política tiene como telón de fondo una amplia y com- pleja masa de intereses. El interés bien perseguido es un verdadero motor por el cual se genera la acción política, ya sea por una persona, un grupo o una comunidad. Por ello, es importante distinguir claramente los intereses o bienes 55salomón sánchez ruiz que persigue la política. Esta praxis tiene como objetivo conseguir el bien de la comunidad de que se trate. Sin em- bargo, en muchas ocasiones la política se usa para conse- guir el bien de uno o unos cuantos de los integrantes de la comunidad, razón por la cual es pertinente clasificarla a la manera del maestro de Estagira: política pura y política im- pura. La política pura es aquella que busca el bien común y lo consigue; mientras que la política impura solo busca el bien particular. 12. Por su nivel de abstracción Este criterio nos señala que la política se divide en teórica y aplicada. La política teórica es aquella planteada en los libros, revistas y documentos que conforman el cuerpo de la ciencia política teórica o doctrinaria, y además que sir- ve de base para el siguiente nivel de la política: la política aplicada, que consiste en las formas específicas o maneras en que las comunidades retoman la teoría para resolver susproblemas concretos de supervivencia. Para ilustrarlo podemos anotar que nuestro país, des- pués de haber pasado una revolución interna iniciada en 1910, echa mano de las teorías políticas antiguas, del Re- nacimiento, del Siglo de las Luces y del propio siglo xix para elaborar un orden político que hiciera posible su vida comunitaria. Estos principios se plasman en los trabajos constituyentes de Querétaro de 1916-1917 y en el esta- blecimiento de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, surgida de esos trabajos y que contiene el cuerpo fundamental de las normas políticas generadoras en gran parte de nuestro orden político actual. 56 introducción al estudio de la política Este criterio de clasificación es fundamental porque señala los dos momentos que la política tiene que transitar para conseguir su cometido: solucionar los problemas de la convivencia social. Por otro lado, no hay buena ciencia teórica o doctri- naria si no hay buena ciencia aplicada o técnica, porque la vocación verdadera de la ciencia es resolver los problemas de la vida, y en este sentido la ciencia política no puede quedarse en la reflexión teórica, sino que a partir de su ca- rácter práctico o aplicado, debe resolver los asuntos que la vida diaria plantea. Hoy que los problemas políticos en el mundo, en las sociedades nacionales y en todas las comunidades, se vuelven más difíciles, esta observación cobra mayor per- tinencia. Es importante recordar que la política aplicada se di- vide en aplicada vigente y aplicada histórica, siendo la pri- mera la reconocida y practicada por el Estado y los miem- bros de la comunidad nacional; mientras la otra se refiere a aquellas políticas que en algún lugar y tiempo determinado tuvieron vigencia, pero que hoy son historia. 13. En virtud de su orientación Necesariamente, toda comunidad política tiene que orien- tar su política en dos líneas: interior y exterior. La política interior tiene que ver con las acciones que el gobierno realiza en la comunidad, con el objeto de or- denar la vida de la misma, además incluye la praxis polí- tica de los diversos actores que constituyen tal comuni- dad, ya sea para competir por el orden o para refrendar su 57salomón sánchez ruiz posición dentro del organismo social. Si tomamos el caso del Estado-nación mexicano, observamos que su política interior tiene que ver con las acciones de ordenamiento para la comunidad nacional que el gobierno realiza co- tidianamente, pero además existen muchas comunidades interestatales que también hacen su propia política, tales como los sindicatos, los organismos religiosos, los grupos de presión y otros, que generan conjuntamente lo que lla- mamos política interior. La política exterior es aquella que el gobierno de una nación realiza a nombre de esta y en relación con los otros organismos nacionales o internacionales que conviven con ella, y que juntos forman la comunidad mundial. Es fácil advertir que la política exterior, como su nombre lo indica, es la de la comunidad nacional con respecto a las otras co- munidades nacionales. 14. Por su amplitud La política también puede clasificarse por su amplitud en macropolítica, mesopolítica y micropolítica. La primera se refiere al tratamiento de los asuntos más generales y por lo tanto más amplios tanto en tiempo como en espacio; concierne al ordenamiento de la comunidad mundial, a un periodo histórico determinado o a la vida comunitaria del hombre en general. La mesopolítica se refiere a conceptos que tienen una dimensión intermedia, y actualmente se re- fieren a los asuntos de los Estados-naciones. Por su parte, la micropolítica se deriva de las organizaciones humanas pequeñas, como la familia, el barrio o incluso la política individual o de los ciudadanos. 59 Según Aristóteles, definir es determinar una cosa a partir de su género próximo y sus diferencias específicas. Llegar a una definición última y universal no es una tarea fácil, menos cuando se trata de una temática tan amplia como la política. Por tanto, indicaremos tan solo algunas nociones que diversos autores tienen de política, a fin de trazar una línea para una posible definición general. Actualmente, la política no cuenta con una definición precisa, lo cual no reduce el carácter científico de su es- tudio, pues la ciencia también puede trabajar teniendo a la mano «nociones» sobre su objeto. Esta cuestión no dis- minuye la importancia de las investigaciones científicas de ninguna disciplina, pues por ejemplo, la ciencia del dere- cho, tan antigua y desarrollada, ha trabajado siempre con «nociones». Respecto a este punto, Eduardo García Máynez nos dice que, ante la pregunta ¿qué es el derecho?, los auto- res no han conseguido ponerse de acuerdo ni en el género próximo ni en la diferencia específica del concepto, lo que explica el número increíble de definiciones y la anarquía reinante en esta materia.1 1 E. García, Introducción al estudio del derecho, México: Porrúa, 1996, p. 3. Lección viii Sus definiciones 60 introducción al estudio de la política Así, aun cuando la política no cuente con una defini- ción precisa y aceptada por todos los teóricos, ello no es motivo para impedir el desarrollo de nuestra ciencia. La ciencia política trabaja con nociones, las que son to- talmente válidas para orientar el camino por donde avanza nuestra disciplina politológica.2 A continuación enlisto algunas de estas nociones de política que considero importantes: a) En las obras República, El Político y Las Leyes, Platón trata a la política como la ciencia suprema porque atiende los asuntos de la vida comunitaria, ya sea va- liéndose del gobierno de las leyes o del gobierno de hombres sabios (filósofo-rey). b) Por su parte, Aristóteles expresa que la política es una condición natural del hombre, y que esta condición lo lleva a establecer comunidades de diversas especies, como la familia, la aldea, la polis o la ciudad-Estado, por lo que la ciencia de la política es el conocimiento de toda esta praxis que el hombre tiene que realizar para llevar a efecto su naturaleza política o comuni- taria. c) Posteriormente, Nicolás Maquiavelo hizo célebre la noción de la política como técnica del poder, esto es, como la habilidad para conseguir y conservar el do- minio sobre los hombres. Asimismo, desligó la políti- ca de la religión, la moral o el derecho. d) Por su lado, Bertrand de Jouvenel elaboró la siguiente noción: 2 Ibíd., p. 4. 61salomón sánchez ruiz La política es toda actuación en el seno de un grupo humano, para construir, asegurar o preservar su estabilidad y continuidad.3 e) De la misma forma, el prestigiado politólogo Georges Burdeau, sostiene que la política es el medio para al- canzar al individuo como fin.4 Estos autores son representantes de teorías quizá discrepantes entre sí, debido a que cuentan con distintas perspectivas de política; no obstante nótese que, aun sien- do diferentes, cada una de estas nociones son incluyentes y se contemplan unas a otras. De hecho, la ciencia de la política contemporánea reconoce a la política que se rea- liza en el Estado y la estudia, como también reconoce la que se hace en el partido o el sindicato y le da tratamiento específico. Concluyamos que la política cuenta con diversas no- ciones que convergen en varios puntos. Y asentimos con Herman Héller cuando dice que la política «es vida en for- ma y forma que nace de la vida». Así, la política es vida por cuanto es una idea de fuerza que lucha y que se manifiesta en ejercicios de gobierno e influye en unos y otros; y es for- ma por cuanto sus praxis se materializan en estructuras de poder, en instituciones de gobierno o en reglas de influen- cia. Finalmente, consentimos que la política es el conjunto de las praxis y la pléyade de formas devenidas del vientre de la propia vida. 3 http://www.derecho.laguia2000.com/derecho-politico/la-politi- ca-y-lo-politico 4 G. Burdeau, «Presentación deluniverso político», Tratado de ciencia política, i, México: unam, 1980, p. 415. 63 Sísifo, personaje que por haber engañado al dios Zeus, fue condenado después de muerto a subir una enorme roca a la cima de una montaña del Hades, estribando la dificul- tad en que nunca podía concluir tal obra, pues momentos antes de llegar a la cima, sus fuerzas disminuían y dejaba caer la roca, por lo cual debía recomenzar su trabajo. El ser humano también realiza con la política una tarea semejan- te, su destino como ser político por naturaleza es vivir en comunidades que tiene que construir, conservar, desarro- llar y, necesariamente dadas ciertas circunstancias, destruir o revolucionar, para luego volver, como Sísifo, a reiniciar la tarea de una nueva construcción. A lo largo de su historia, el hombre ha ido constru- yendo muchas especies de comunidades que pueden ser pequeñas y simples, como la familia monogámica, o gran- des y complejas, como las organizaciones mundiales. Pero todas tienen un rasgo en común: resolver los problemas de la existencia humana. Como ya anotamos, el afán del hombre no es solo vi- vir, no solo trata de resolver los problemas más inmediatos e indispensables de alimentación, vestido, salud, vivienda, etcétera, sino que lucha permanentemente para que su vida Lección ix El ciclo de vida de la política 64 introducción al estudio de la política sea cada vez mejor, dicho de otra manera, lucha por ampliar la cantidad y la calidad de sus satisfactores, que de ninguna manera se reducen a cuestiones de corte material, sino que se expanden a elementos espirituales, jurídicos, educativos, etcétera, que además pueden ser traducidos en derechos generales de libertad de expresión, de circulación, libertad de creencias, derecho a la igualdad de las personas, de los sexos y otros. Es este afán del hombre por vivir mejor cada día, el que constituye la razón por la cual lo observamos en una constante construcción de comunidades que buscan mejo- rar su propia vida. Los trabajos políticos del ser humano se inician con la fase de la construcción del orden político, posteriormente, prosigue la fase constituyente de la comunidad, para luego preocuparse y ejercitarse en un complejo y amplio conjunto de políticas que contribuyen a la conservación y manteni- miento de aquella comunidad. En razón de que el hombre busca siempre vivir mejor, pugnará todos los días para que su comunidad se desarrolle en cantidad y calidad, y cuando los actores políticos perciben que la comunidad ya no re- suelve suficientemente sus asuntos, la destruye a través de formas consensadas o revoluciones violentas. Entonces, tenemos cuatro fases del ciclo político de la comunidad, lo que genera cuatro especies de políticas: cons- titucional, de conservación, de desarrollo y revolucionaria. 65 Clasificar las disciplinas constituye una de las labores más importantes para la ciencia política, por ello resulta vital hacer esfuerzos por cumplir con esta tarea a pesar de las dificultades inherentes a ella. Es probable que el listado de temas que la unesco ofre- ció a las instituciones de educación superior en el mundo desde de 1945, sea la propuesta que más éxito ha tenido para la orientación de la formación de las disciplinas de la ciencia política, por tal motivo se le ha revisado atentamente y constituye un punto de partida para la propuesta que daré más adelante. Sin embargo, existen otras propuestas intere- santes, como la de Hermann Héller, la de Marcel Prélot y, especialmente, la de Adolfo Posadas; este último clasifica las disciplinas de nuestra ciencia en fundamentales y especiales. Considero importante seguir la línea de trabajo mar- cada por el maestro Posadas, a fin de establecer criterios necesarios para una clasificación. 1. La política es el objeto de estudio de nuestra cien- cia, por lo tanto, en la clasificación de sus disciplinas deberá verse reflejada esta consideración, pues esta es su constante fundamental. Lección x Las disciplinas 66 introducción al estudio de la política 2. La ciencia política puede y debe generar sus propias disciplinas, de tal manera que todas ellas formen par- te de un solo cuerpo científico en donde pueda obser- varse un sistema lógico. Así, nuestra tarea es construir una ciencia política partiendo de la propia política, revitalizándose desde la política y para la política. Además, es necesario dejar atrás la idea de la ciencia política crucero, la idea de un simple conglomerado de diversas disciplinas devenidas de otras ciencias, que se vinculan entre sí por el simple hecho de que tratan el problema del Estado o del poder. 3. Preferentemente, la ciencia política debe ubicarse en el tiempo presente y acostumbrarse a ver de modo secundario el pasado y el futuro próximo. 4. Como ciencia teórica, la ciencia política no se con- forma con hacer un trabajo pragmático, cuantitativo y descriptivo sobre su objeto de estudio, sino que inda- ga sus fundamentos inmediatos y profundos, a la vez que sistematiza conceptualmente los resultados. 5. Además, como una ciencia práctica, la ciencia polí- tica está comprometida no solo con un trabajo teóri- co, sino que reconoce su meta: trabajar para servir al hombre en la solución de sus problemas cotidianos. 6. Estudiar ciencia política significa, entre otras cosas, conocer amplia y profundamente la política de su país. 7. Como hemos establecido, la ciencia política es la que se encarga del estudio científico de la política, por tal razón, ella es el cuerpo de donde se desprenden todas las disciplinas que la componen. En ese senti- do, forman parte del cuerpo científico de la ciencia 67salomón sánchez ruiz política las disciplinas fundamentales, las especiales, las auxiliares y las didáctico-pedagógicas. 8. La ciencia política no se ocupa solamente del es- tudio del Estado. A este se le estudia solo como un actor político más dentro del conjunto de actores e integrantes comunitarios. 9. Además la ciencia política no es sociología porque no se encarga del estudio de la sociedad en general, ni tampoco es sociología política porque no es una rama de aquélla. Por el contrario, la ciencia política es autó- noma por cuanto tiene un objeto específico de estudio: la política, que a su vez conforma una realidad también específica y autónoma. No decimos que tal autono- mía y especificidad sea absoluta y esté separada de las demás realidades del hombre, pero sí afirmamos que la relación de dependencia o autonomía relativa que la ciencia política pueda tener en relación con otras disciplinas es la misma que estas tienen con aquella. 10. La clasificación de las disciplinas de la ciencia po- lítica es importante en muchos sentidos y es de uso práctico en la formación de un plan de estudios que tiene que ver con su enseñanza-aprendizaje. El alum- no que se inicia en el estudio de una ciencia necesi- ta ser «llevado de la mano» no solo para informarse, sino también para que logre formarse; además se re- quiere que el alumno aproveche al máximo el tiempo disponible para cursar su carrera. 11. La meta profesional del licenciado en ciencia polí- tica es desempeñarse, ya sea en el campo público o de la sociedad civil, haciendo uso de un conocimien- to sistemático y amplio de la política. Puede laborar 68 introducción al estudio de la política como político profesional, asesor político, periodista político, investigador de política, profesor de política, etcétera. Su punto de arranque y su apoyo central será siempre su conocimiento profesional de la política. Para que exista correspondencia entre la nominación de nuestra ciencia y el ejercicio profesional, las disci- plinas y sus contenidos deberán ser un puente eficaz entre estos. Específicamente, las disciplinas tienen que apuntar a contenidos que enseñen al estudiante que es la política cómo se ejerce y cómo puede mejo- rarse institucionalmente. 12. La ciencia política busca ser estudiada
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