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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA FACULTAD DE INGENIERÍA Y CIENCIAS AGRARIAS Ejercer la Ingeniería Civil en Diálogo con la Fe Profesor: Gerardo Daniel Ramos Integrantes: Bautista Heinrich María Belén Luppi Santiago Quintana Juan Cruz Valente La Ingeniería Civil y la Sociedad “No basta tener un buen ingenio, lo principal es aplicarlo bien” - René Descartes Al analizar el Capítulo 17 de Creer de Bernard Sesboüé, se destaca la idea del Lenguaje y cómo este tiene un rol fundamental pastoralmente al momento de transmitir la Verdad Revelada y la Buena Nueva. Es fundamental establecer un lenguaje que sea accesible y atractivo a las personas si se busca incorporar e invitar a nuevos integrantes a formar parte de una vida más contemplativa y en mayor vinculación con las enseñanzas brindadas por Jesucristo. Es en este mismo espíritu que uno debe comprender que todos y cada uno de los feligreses tenemos el deber de transmitir la Palabra e incorporar en nuestro día a día mediante nuestras acciones y a través de los diferentes roles que cumplimos en nuestra vida cotidiana. En nuestro caso, dentro del campo de la Ingeniería Civil, es notorio que los profesionales están estrechamente vinculados al impacto social pues cada obra que uno realiza será utilizada por múltiples personas. Desde la construcción de un pequeño edificio de viviendas hasta la realización de un puente que una dos ciudades o un Sistema de Agua Potable para un barrio, todos se benefician de las obras de un ingeniero civil. Muchas veces sucede que, debido a la gran complejidad técnica que requieren estas obras y en la vorágine que implica la realización rápida, eficiente y efectiva de la misma, el ingeniero olvida que la obra que hace está destinada a una población específica. Es entonces que se construye una distancia entre los beneficiarios y los creadores de la obra, lo cual afecta el resultado final al obviar las necesidades de las poblaciones locales. Existen, a veces, instancias donde se intenta comunicar y entender las necesidades de dichas personas, pero esta distancia entre ingenieros y locales hace que se dificulte la escucha activa y el entendimiento entre ambas partes. Es decir, que la distancia entre el ingeniero y los beneficiarios de las obras se construye debido a la diferencia de lenguajes entre ambos. El ingeniero habla en lenguaje técnico, y los locales en un lenguaje de necesidades. Considero, de esta manera, que una forma de aplicar lo mencionado por Sesboüé que permita ejercer los valores cristianos de una forma más articulada se encuentra justamente en concentrar más esfuerzos en escuchar las necesidades de las personas de una manera más profunda. Entendiendo cuáles son los problemas de las personas de forma directa hace que las obras puedan ser proyectadas “a la medida” de la población, haciendo un aprovechamiento mucho más satisfactorio de la misma. De esta manera, las poblaciones son escuchadas y sus problemas pueden ser abordados en forma más directa y, a su vez, los ingenieros construyen una obra mucho más eficaz que es menos susceptible a cambios y a correcciones en el futuro. Lenguaje y Traducción Continuando con los temas mencionados, podemos tomar como hilo conductor la siguiente palabra: el lenguaje. El lenguaje es la base esencial para lograr la transmisión satisfactoria de una idea desde el emisor hasta el receptor. Por más completo (y complejo) que sea el contenido de una idea a transmitir, esta debe ser llevada (“traducida”) a un lenguaje acorde a quién debe recibir el mensaje. En base a lo anterior, es interesante analizar cómo el lenguaje complejo y técnico de la ingeniería civil debe traducirse a soluciones de la vida cotidiana que puedan ser comprendidos y utilizados por la población a servir. “Un buen ingeniero es aquel que es capaz de explicarle (y hacerle entender) de forma sencilla a una persona el lenguaje complejo que abarca la ingeniería”. El campo de la Ingeniería Civil comprende sinfines de aspectos de la vida cotidiana con los cuales, tanto ingenieros como no ingenieros, debemos convivir. Es por ello que, como ingenieros, debemos proyectar y diseñar soluciones con un lenguaje que pueda ser entendido por toda persona a la que dichas soluciones sirven. El ingeniero trabaja y proyecta para la población, debe ser capaz de traducir necesidades cotidianas en estructuras técnicas y complejas, y elaborarlas para un entendimiento ameno con quién las utilice. El lenguaje se traduce de una persona a otra a medida que uno debe interpretarlo para hacer uso de su contenido. Ahora bien, la traducción del lenguaje en la ingeniería se puede extrapolar también al lenguaje religioso. Anteriormente hablamos sobre la importancia de diluir el muy complejo y enriquecido lenguaje teológico para el oído inexperto de la persona a la cual buscamos llegar. Las religiones, al igual que la ingeniería, están presentes en múltiples aspectos de la vida diaria de las personas, y a medida que la conexión entre ideas y receptores es más simple y natural, se beneficia la adopción y ejercicio de la religión en nuestras costumbres. La iglesia (y las personas que buscan impartir la religión) deben pensar su lenguaje cual ingeniero que proyecta una estructura: se busca captar una necesidad general (en un lenguaje cotidiano, natural y personal), generar una solución teologal (con contenido sagrado, divino y complejo), para finalmente traducirlo a los oídos que buscaban dicha respuesta (nuevamente en un lenguaje cotidiano, natural y personal). La complejidad de un ámbito (como la ingeniería o la religión) es capaz de convivir en la vida cotidiana gracias al éxito de la traducción del lenguaje complejo a uno que podamos comprender sin ser conocedores del tema. Mientras más natural sea lo complejo y extraordinario, más rápido dejará de ser extraordinario para asumirlo, sin darnos cuenta, como algo ordinario, del día a día. La Búsqueda Espiritual y el Ejercicio Profesional Continuando con los comentarios aportados a lo largo de este documento, proponemos una relación entre la búsqueda personal y el ingeniero civil que logre poner en evidencia los temas de la espiritualidad y la comunicación. Como ya fue mencionado, hoy en día nos encontramos en un mundo donde la espiritualidad está siendo dejada de lado y este aspecto de la vida se vive de manera cada vez menos profunda. Desde nuestro punto de vista, consideramos que desde la misma mirada con la que analizamos este dilema y también el uso del lenguaje y su alcance, se puede ver al trabajo de un ingeniero civil. Siguiendo con esta idea, esta pérdida de la espiritualidad y búsqueda personal afecta fuertemente a la formación de un ingeniero, y esto se ve traducido en las obras que este crea. La falta de una completitud espiritual se refleja en una falta de desarrollo de personalidad, con esto nos referimos a que hoy en día creemos que un ingeniero trabaja por las recompensas económicas que su trabajo genera, para así poder satisfacer necesidades superfluas, y no por buscar un sentido de placer al realizar una obra que logre saciar las necesidades de la población y mejorarles su calidad de vida. De esta forma, como la intención que se tiene desde un principio de la construcción de una obra, o mismo del ejercicio vocacional, es incorrecta, también lo serán sus resultados. El sistema en el que vivimos en la sociedad actual espera excelentes resultados con el menor costo y tiempo posible; lo que logra esto es que la creación de la infraestructura civil se vuelva “impersonal” perdiendo el grado de valor más importante que puede recibir una creación que es el que aporta una persona por el hecho de ser persona. Lo mencionado al final del párrafo anterior nos da pie para la segunda idea que pretendemosdesarrollar, relacionada al lenguaje. Como se mencionó, la ingeniería está presente en el día a día de las personas y en un continuo contacto con ellas. Esta comunicación se da a través de su uso o incluso con el simple hecho de mirarlas, es por esto que se remarca la importancia de la intención con el que se construyen las obras civiles. Así como el lenguaje teológico requiere un reacomodamiento para ser comprendido de una manera más sencilla, la infraestructura tiene que servirle a las personas siendo capaz de incluirse en sus vidas de la forma más amena posible permitiendo así un lenguaje que facilite la interacción entre ambas partes. Con lo expresado en estos párrafos, buscamos exponer la importancia de la búsqueda espiritual de las personas, en concreto de los ingenieros civiles, y cómo esto les permite tener una mirada distinta hacia el ejercicio de la profesión que termina reflejándose en la calidad de las obras construidas y en la forma con la que estas interactúan y se comunican con la sociedad. Misión, Diálogo y Calidad Humana Otro tema que consideramos importante tratar es el hecho de que, en este cambio de época, como cristianos, tenemos la misión de transmitir la fe de una manera que hoy sea clara y llamativa para que haya una verdadera recepción de esta. Ahora bien, como ya fue mencionado, esa misión está totalmente ligada a nuestras experiencias vividas en la fe, por lo que la pregunta que surge ahora es ¿de qué manera podemos nosotros como cristianos llevar adelante esta misión en nuestra futura vida profesional como ingenieros civiles? Realmente, más allá de la profesión que sea, considero que nunca resulta algo sencillo de lograr y claramente no se da de manera directa, pero tengo la certeza de que uno logra marcar una diferencia donde se encuentra a través de las actitudes que tiene con sus pares y de la manera en que logra encausar la solución a los problemas que se presenten en el día a día laboral, pues estas actitudes estarán guiadas con la búsqueda de lograr seguir los ejemplos que el propio Jesús nos dejó con el prójimo. Esto, a su vez, se relaciona estrechamente con lo dialogado en la conferencia sobre “Ingeniería y Fe” dictada por el Dr. Gustavo Giuliano, donde reflexionábamos acerca de la diferencia entre un ingeniero facultado únicamente en ingeniería y el ingeniero facultado en conocimientos filosóficos, morales y teologales y que profesa la fe. Este último logra en su vida profesional no solo dar solución a los casos que le presenta la sociedad a través de diversas estructuras, sino también considerar en esas soluciones todos los agentes que estarán involucrados. De esta manera, se piensa en lo técnico de la cuestión, pero también en lo humano, poniéndose al servicio del prójimo para garantizarle un progreso en su calidad de vida, sin caer en ser un simple instrumento de la tecnología. Como cristianos, somos instrumentos en las manos del Señor y debemos poder reflejar eso en nuestra profesión. Por eso, tal como dijeron mis compañeros, cada proyecto que se diseñe debe ser un diálogo, una escucha de las necesidades de las personas, una transmisión a través de un lenguaje comprensible para todos aquellos a los que dichas soluciones sirven y lograr de esa manera que las obras que se construyan no solo tengan calidad ingenieril, sino también calidad humana. Ejercer la Ingeniería Civil en Diálogo con la Fe 1 Integrantes: Bautista Heinrich María Belén Luppi Santiago Quintana Juan Cruz Valente Ingeniería Civil y Fe “ Lo importante no es tener buen ingenio, es aplicarlo bien” – René Descartes Cargando… La ingeniería civil y la sociedad El impacto de nuestras acciones. 3 La importancia de escuchar a las personas Entender sus necesidades Aprovechar la obra al máximo Tener una escucha activa 4 Cargando… Lenguaje Técnico Traducción Analogía con la Religión “Tener un foco y buscar lo simple” – Steve Jobs Espiritualidad Calidad de las Obras Lenguaje Accesible Transmitir la Fe Diálogo Calidad Humana
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