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EI anarquismo y la revolucion de 1810· La importancia que tuvo la Francisco Zalacosta, Santiago Vi ideologia. anarquista para la Re voluci6n Mexicana es el movil de John M. Hart en ellibro que comentamos. En los primeros capitulos el autdr trata los origenes del anar quismo, expone las principales co rrientes europeas que Ie dieron fonna y la creaci6n de las" pri meras asociaciones campesinas y obreras en Mexico segun esta ideologia. AsimislIlo destaca las figuras de Plotino Rhodakanaty, * John M. Hart. LOS ANARQUISTAS 1974. 182 pp. llanueva y Hennenegildo Villa vicencio, como los piolleros en la ttcreaci6n del movimiento agra rio y obrero en el siglo XIV". Eo"" 10 que se' refiere a la"" in';' fluencia del anarquismo en' ~ I campo, "relata' las acciones rea-Ii.;., zadas durante' el regimen de J u a ~ ' rez -en que se· afect6 a" los campesinos con la Ley Lerdo---, . por Julio Chavez Lopez, campe sino de fotmaci6n aIlarquista, que organiz6 un levanta:miento MEXICANOS, 1860-1900. Mexico, SEP, : M ~ x i c o , Nq 21, A'no VI LIBRaS que a juicio del autor "repre senta el primer cambio de direc ci6n en la historia del movimien to agrario mexicano [ ... ]. Po.r primera vez los agraristas expre saron sus metas inmediatas que derivaban de una critica ideol6 gica al gobierno mexicano" (p. 60). En ese mismo periodo, con la aparici6n de nuevas industrias, los trabajadores de la ciudad co- menzaron a organizar~e y desde un principio el anarquismo, tu- vo una gran influencia sobre ella. Esta se fue haciendo cada vez mas grande hasta lograr su ma- yor auge en las dos ultimas de- cadas del siglo XIX, periodo en el que, a pesar de la «paz porfi- riana» los activistas de esta co- rriente se mantuvieron "siempre constantes en su oposici6n al go bierno y en su llamado a reorga nizar el poder politico y econ6 mico a traves del desarrollo de un orden social cooperativista" (p. 98). Sin embargo, debido al acen- tuamiento de la represi6n y a las divergencias entre los grupos de obreros anarquistas sobre su par- ticipaci6n 0 no en la politica na- cional, se origina una gran dis- persi6n y falta de organizaci6n hacia fines del siglo XIX. "Esto se corrige, nos dice el autor, con la aparici6n de la Casa del Obre- 1'0 Mundial y el programa de los floresmagonistas" (p. 172). Nos inc1inamos a pensar al respecto que el resurgimiento del anar- quismo se debe al floresmagonis- mo y no a la acci6n de la Casa del Obrero Mundial, ya que es- ta evoluciona hacia una actitud Fe1.>rcroAbril de 1976 145 reformista, pues lejos de presen- tar una lucha contra la burgue- sia, colabora con ella. Pierde to- da posici6n anarquista y empie- za a hacerle el juego al gobiemo.l. Es as! como el autor conc1uye que la importancia del anarquis- mo reside en que, "Los ide610gos anarquistas contribuyeron a dar Ie a la clase trabajadora un sen tido revolucionario de interes co mlln" (p. 148). Sin embargo el autor no hace ninguna observa- ci6n, ninguna critica al anarquis- mo; no toma en cuenta que aun cuando se pretendieta establecer un sistema de tipo cooperativis- ta, la lucha real se reduce en muchos aspectos a una cuesti6n econ6mica, de ah! que estas po- siciones y perspectivas sean limi- tadas. Ciertamente, el anarquismo es una corriente importantisima en la Revoluci6n de 1910, pero "no obstante comprender el caracter burgues de la revoluci6n, no acierta a trazar una tactica ade cuada al momenta hist6rico, y aparta a los obreros de la politi ca".2 Una de las conc1usiones que sobresalen del trabajo, es la si- militud que pretende encontrar entre el movimiento de Chavez L6pez y el de Zapata,quienes "adoptaron las concepciones de las doctrinas heredadas de las ideologias anarquistas". Esta apreciaci6n nos parece incorrecta 1 Para una mayor aclaracion al res- pecto consular a Severo Iglesias, SIN- D1CALISMO y SOCIALISMO EN Mixlco. Mexico, Editorial Grijalbo, 1970. p. 38. 2 Ibid., p. 49. 146 puen aun cuando ambos eran lu- chadores autenticos del campe- sinado, y a pesar de que Zapata tuvo relaciones con los anarquis- tas y tambien buscaba la distri- buci6n equitativa de la tierra, sus planteamientos de ninguna manera pueden considerarse co- mo anarquistas, pues pOl' ejem- plo nunca postul6 la desapari- ci6n del gobierno central. POI' ultimo, conviene hacer no- tal' los comentarios que hace de la Constituci6n de 1917, en la que nos dice: "se alcanzan a le galizar muchas demandas hist6 ricas de las clases bajas". El ar- ticulo 123 es "el mas dramatico ejemplo del apoyo dado par la Co-nvenci6n at movimiento de la Clase trabajadora"- Y « el articulo 27 fue una respuesta a las con tinuas demandas de los campe sinos por una reforma agraria" PROBLEMAS DEL DESARROl.LO (p. 165). Pero no toma en cuen- ta que, si bien es cierto que se legalizan algunas peticiones que son producto de las luchas de los trabajadores, sus genuinas demandas son manipuladas pOl' un Congreso Constituyente en e1 que no estin representados. EI re- sultado final es fundamentalmen- te a favor de los intereses de la burguesia, a quienes representan en esencia los congresistas. . Se trata, pues, de un libro que describe e1 desarrollo de la par- ticipaci6n de los anarquistas en el movimiento obrero y en d movimiento campesino, cuyo ana- lisis adolece de fallas producidas pOl' el reducido marco en el que se desenvuelve el autor, ya que, como deciamos anteriormente, su estudio, en ningun momento re- basa los limites del anarquismo. CARMEN DEL VALLE. ~ Administrador Text Box Administrador Text Box
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