biologia animal

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INTRODUCCIÓN A LA MORFOLOGÍA ANIMAL por Urquiza Bardone, Sergio Pablo; Carezzano, Fernando José se encuentra bajo una 
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INTRODUCCIÓN A LA MORFOLOGÍA ANIMAL 
Urquiza Bardone, Sergio Pablo; Carezzano, Fernando José 
Dpto de Diversidad Biológica y Ecología, Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Universidad Nacional de 
Córdoba. Avda. Vélez Sarsfield 299, 5X5000JJC Córdoba, Argentina. 
Correo electrónico: sergiopablo1966@gmail.com (Sergio Pablo Urquiza) 
 
Este trabajo está destinado a alumnos que recién comienzan a estudiar una materia 
eminentemente morfológica como una anatomía o morfología animal, sin pasos previos por una 
anatomía general, histología o embriología, por ejemplo. El objetivo es servir como una rápida lectura 
de tipo teórico‐práctico para abordar las primeras clases prácticas, y poder asociar la terminología y 
conceptos nuevos a organismos y estructuras concretos pero muchas veces desconocidos hasta este 
curso. 
La anatomía es el estudio de las estructuras de los organismos y proviene del griego anatome: 
disecar (Venes y Taber 2005). Puede ser descriptiva o topográfica. La primera estudia al acuerpo 
animal dividido en sistemas morfológicos como el sistema digestivo o sistema nervioso, la segunda lo 
estudia por regiones corporales, por ej. el tronco. La morfología, que proviene del griego morphos, 
forma y logos, estudio (Venes y Taber 2005) suele tener una acepción más amplia. 
En el caso de la Biología Animal el tratamiento de la morfología se complica un poco debido a 
que deben abordarse, idealmente, todos los grupos animales, porque, ¿por qué dejar uno sin 
estudiar? in embargo esto es imposible por el volumen de información que debería manejarse. 
Existen alrededor de 35 grandes divisiones de animales (filos), cada uno con su propio plan corporal y 
sistemas. Por tanto sólo se mencionarán sucintamente los planes corporales de las divisiones más 
conocidas o biodiversas. 
El plan es presentar los sistemas morfológicos principales (encontrados en el hombre, con el 
que serán ejemplificados), y luego mencionar como se disponen en unos pocos filos, a saber: 
anélidos; moluscos; artrópodos y cordados. 
 
INTRODUCCIÓN 
El cuerpo de un animal podría ser representado como un tubo doble. Hacia adentro el tracto 
digestivo. Este, a su vez se halla dentro del celoma, una cavidad sin contacto con el exterior, de 
reducidas dimensiones y cubierta por un epitelio plano, el peritoneo. El celoma se forma a partir del 
mesodermo que forma los músculos y el tejido conectivo de la pared corporal. Al formarse los 
órganos, empujan a dicho peritoneo, sin atravesarlo, por lo que en verdad cuelgan sobre la cavidad 
 
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celómica, aunque limitados por el peritoneo. En la pared del cuerpo se disponen distintas capas 
celulares, los tejidos, que se agrupan en órganos, los que efectúan las funciones biológicas del animal 
como por ejemplo distribuir hacia su destino a nutrientes y desechos así como a la información 
sensorial y las correspondientes respuestas motoras y secretoras. Estos tejidos y órganos de la pared 
o la cavidad corporal son los que conforman a los sistemas morfológicos. Existen once de estos 
sistemas en el ser humano, los que llevan a cabo diferentes tareas metabólicas para mantener la 
homeostasis del medio interno y así brindar un ambiente adecuado a las células y tejidos. La 
homeostasis es la constancia entre ciertos valores más o menos dinámicos de diversas características 
físico químicas y biológicas como el contenido de CO2 o la acidez. Esto es alcanzado porque al 
detectarse ciertos cambios gracias a receptores específicos, intervienen diferentes sistemas 
morfológicos específicos para regular y mantener los valores apropiados. El medio interno es 
entonces el ambiente formado por líquidos, solutos, matriz extracelular y moléculas señal, que rodea 
a las células. Los tejidos, a su vez, son conjuntos de células del mismo origen embrionario 
(endodérmico, ectodérmico o mesodérmico), con una estructura similar y funciones semejantes, 
asociadas más o menos fuertemente según el caso por medio de uniones celulares u otras estructuras 
(fibras intercelulares y matriz extracelular, por ejemplo). Consisten de células, matriz extracelular 
amorfa (esencialmente hidratos de carbono hidrofílicos) y fibras proteicas como el colágeno. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Imagen extraída de genomasur.com 
 
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En el ser humano se encuentran cuatro tipos de tejidos adultos: epitelial, conectivo, muscular 
y nervioso. El tejido epitelial podría ser caracterizado como una capa continua de células con 
contactos intercelulares extensos y fuertemente unidas por diversos tipos de uniones celulares. 
Normalmente separan y limitan superficies externas (epidermis de la piel) o revisten cavidades y 
conductos (celoma y tracto digestivo). Se supone que este tejido fue el primero en aparecer en el 
primer animal, el Urmetazoo, que por definición era pluricelular. El tejido conectivo, en tanto, 
funciona como relleno y sostén. Por él surcan los vasos sanguíneos y nervios, los que sin tal tejido no 
podrían acceder a otras áreas corporales. Presenta pocas células (las típicas son los fibroblastos), 
aunque posee abundante substancia intercelular, con una variable cantidad de fibras (como el 
colágeno reticulares). El muscular, en tanto, es un tejido con poca substancia intercelular y 
abundantes células, los miocitos. Los órganos musculares, por ejemplo el bíceps, se hallan 
constituidos principalmente, aunque no exclusivamente, por dichos miocitos. Por último se tiene al 
tejido nervioso que está conformado por las neuronas, células especializadas en conducir información 
mediante dos vías. Una es eléctrica, y ocurre gracias a cambios de voltaje de su membrana celular, y 
otra es química, acontece en la sinapsis situada entre las neuronas donde una célula deja escapar 
hacia afuera sustancia químicas llamadas neurotransmisores. Forma grandes órganos especializados 
como el encéfalo y la médula espinal (no confundir con la médula ósea). 
Los órganos pueden estar conformados mayoritariamente por unas pocas clases de células de 
un solo tejido o por conjuntos más o menos definidos de tipos y tejidos de las cuatro clases. El primer 
caso puede ejemplificarse con el bíceps mencionado. Aquí cada miocito se halla rodeado de una vaina 
muy delgada de tejido conectivo, el endomisio, que es por donde llega la nutrición (por los capilares 
sanguíneos) y la inervación nerviosa para excitarlo o inhibirlo, a la vez que presta sostén a la célula 
muscular. El segundo caso podría ejemplificarse con el tubo digestivo, donde las células absortivas y 
secretoras que cumplen las principales funciones del sistema se hallan, a veces, sobrepasadas en 
número y masa por el tejido conectivo y/o músculo que sirve de sostén. 
Para analizar el funcionamiento del cuerpo, ya puede presentarse el caso entonces de una 
célula y de qué manera los sistemas deben ocuparse de sus necesidades antes de pasar a tratarlos 
específicamente a cada uno. Supóngase un fibroblasto del intestino. Es una célula del tejido 
conectivo, rodeada por matriz extracelular, donde constantemente llegan líquidos y solutos. Estos 
líquidos provienen tanto de la absorción de nutrientes que se efectúa en el intestino como de la salida 
de nutrientes orgánicos, sales y agua originados de la filtración de la sangre de los vasos, destinada a 
nutrir al mencionado fibroblasto. Debe resaltarse que toda la sangre está siempre encerrada en los 
vasos, nunca sale fuera, sólo se dejan escapar estos elementos y algunos otros confunciones muy 
específicas. Ahora bien, este líquido debe ir a algún lugar. Este lugar es la sangre, pero no puede 
hacerlo completamente porque la sangre circula a mayor presión. Para esto existen los vasos 
 
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linfáticos que aceptan estos líquidos y los llevan a vasos cada vez mayores hasta llegar a un gran vaso 
linfático que desemboca en la vena cava, la vena principal del cuerpo. Además, piénsese que por estas 
vías pueden expulsarse desechos que serán separados del cuerpo. Así la sangre podrá transportar 
estos desperdicios hasta los sistemas morfológicos encargados de su expulsión, principalmente el 
urinario. Finalmente, ¿cómo detecta el cuerpo si la sangre debe circular más o menos rápidamente, 
modificar su flujo y volumen, liberar o secuestrar nutrientes o quizás efectuar una contracción 
muscular del tubo digestivo cercano al fibroblasto? Por medio de estructuras sensoriales especiales 
que informan y actúan sobre los centros nerviosos y endócrinos correspondientes, los que a su vez 
actúan sobre el ritmo cardíaco, la tasa respiratoria, el hígado o los movimientos peristálticos. Así, 
mediante constantes ajustes efectuados gracias a la detección de cambios en el medio interno, se 
regulan las condiciones de éste modificando el estado de actividad de los diferentes sistemas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Imagen extraída de genomasur.com 
 
 
LOS SISTEMAS DE ÓRGANOS Y APARATOS HUMANOS 
Como se vio en la sección anterior, los sistemas morfológicos se encargan de responder a 
determinadas demandas del animal, su medio interno y sus células. Los mencionados sistemas 
pueden combinarse de diferente manera cuando se los clasifica según el objetivo del autor, como por 
ejemplo, sistema osteo‐artro‐muscular, que incluye a huesos, articulaciones y músculos, llamados por 
esto sistemas del sostén y el movimiento, los que por tanto, pueden estudiarse juntos o separados. 
Tórtora y Derrickson (2006) dividen al cuerpo humano en once sistemas, a saber: tegumentario, 
esquelético, muscular, nervioso, endócrino, linfático e inmunitario, cardiovascular, respiratorio, 
 
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digestivo, urinario y reproductor. La exposición que sigue sobre los sistemas humanos se basa 
esencialmente en esta obra. 
 
Sistema tegumentario. Lo forma la piel. Éste es el órgano más extenso del cuerpo, al que 
limita y protege de la deshidratación y la entrada de abrasivos o patógenos. Consta de la epidermis, 
un epitelio plano de origen ectodérmico, bajo la cual se halla una capa variablemente espesa de tejido 
conectivo de origen mesosdérmico, la dermis. Debajo de esta se encuentra la hipodermis, 
frecuentemente rica en tejido adiposo (células del tejido conectivo que acumulan grasa). Los vasos 
sanguíneos llegan sólo hasta la base de la epidermis, a la que alimentan por difusión. Ciertas 
ramificaciones sensitivas del sistema nervioso, en cambio, si pueden llegar hasta aquella para detectar 
diversos estímulos. La epidermis varía en el grosor de la capa de queratina, y la dermis en la de 
conectivo y cantidad de fibras constituyentes. La piel posee numerosas y variadas glándulas como las 
sebáceas o sudoríparas. 
 
Sistema Osteo artro muscular. Son los huesos, articulaciones y músculos. Los huesos son un 
tipo de tejido conectivo especial, rico en fibras extracelulares y con depósitos de calcio, lo que le 
confiere la dureza. Sirven para proteger a las vísceras (caso de las costillas o de las vértebras), de 
sostén del cuerpo y como palanca de los músculos. Entre los huesos se encuentran las articulaciones, 
que pueden ser más o menos móviles y están constituidas por tejido fibroso o cartílago. Alrededor de 
estas y entre los huesos se hallan los ligamentos, tiras de tejido conectivo rico en fibras muy 
resistentes. Finalmente, insertos en los huesos, mediante los tendones que son similares a los 
ligamentos, se encuentran los músculos, formados por miocitos a los que rodean y sostienen vainas 
de tejido conectivo. Esto puede verse cuando se compra una pieza de carne entera, como un lomito, 
un peceto o el osobuco. La vaina brillante y translúcida que rodea al músculo es el tejido conectivo 
denso. Debe mencionarse además al músculo liso, que forma capas y vainas alrededor de los tractos y 
tubos del cuerpo, y que actúa de manera involuntaria. 
 
Sistema Nervioso. Está conformado por células nerviosas o neuronas, que conducen la 
información, y células de sostén, la glía. Este sistema puede dividirse en Sistema nervioso central, 
ubicado adentro del cráneo y de la columna vertebral, y Sistema nervioso periférico, ubicado por 
fuera del anterior. Las neuronas constan de un cuerpo principal, estrellado, y dos prolongaciones, una 
mayor, axón, y una menor, dendrita. La mayoría de los cuerpos neuronales se encuentran en la 
llamada sustancia gris del SNC, mientras las prolongaciones, principalmente axones, se encuentran 
saliendo de esos centros grises y forman la sustancia blanca. Una vez que estas prolongaciones dejan 
el SNC a través de los agujeros del cráneo o la columna, se denominan nervios. Varias neuronas 
conforman a un nervio, el que puede ser muy delgado o bastante grueso. A su vez los nervios están 
 
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rodeados de tejido conectivo protector. El SN actúa modificando la actividad de las glándulas o de los 
músculos, lo que hace según la información que acarrean los nervios sensitivos provenientes de los 
sentidos y sensorio. Produce respuestas rápidas y acotadas en el tiempo. Otra división del sistema 
nervioso es el sistema nervioso autónomo, el que regula de manera inconsciente e involuntaria la 
actividad de las vísceras. El encéfalo consta de varias partes, siendo el cerebro (telencéfalo) sólo una 
de varias más, si bien la más conspicua. 
 
Sistema endócrino. Muy relacionado con el SN, está conformado por glándulas que producen 
hormonas. Estas son sustancias químicas como proteínas y/o lípidos que viajan por sangre y 
modifican el estado de actividad de otras células. Produce respuestas lentas y prolongadas 
(crecimiento por ej.). La tiroides y la hipófisis son ejemplos muy conocidos. 
 
Sistema linfático e inmunitario. Sus constituyentes son los vasos linfáticos ya mencionados y 
varios órganos encargados de la defensa inmunitaria, como los ganglios linfáticos (no confundir con 
los ganglios nerviosos) o el timo. En estos se producen y maduran algunos de los glóbulos blancos 
(linfocitos) encargados de las defensas. 
 
Sistema cardiovascular. Compuesto por el corazón, la sangre y los vasos que la transportan. 
Lleva nutrientes orgánicos como aminoácidos, inorgánicos como agua, sales y oxígeno y desechos 
como dióxido de carbono. El corazón es un órgano muscular que al contraerse impulsa a la sangre por 
las arterias con gran presión. Estas arterias se van ramificando hasta dividirse en pequeños vasos 
sanguíneos, los capilares, permeables y del grosor de una célula. Desde aquí se produce el 
intercambio de sustancias entre la sangre y la matriz extracelular y con las células. Por tanto, una 
manera de controlar el ambiente celular y el líquido intercelular es modificar el nivel de 
permeabilidad de los capilares y la presión sanguínea. Los capilares, a su vez se unen entre ellos 
formando vasos más grandes, las venas, que por sucesivas uniones entre varias de ellas, terminan 
formando una gran vena, la vena cava que desemboca en el corazón llevando la sangre sin oxígeno. 
Esta luego pasa a los pulmones donde se oxigena, desde donde vuelve al corazón para volver a 
cumplirel recorrido por el cuerpo. Si bien no siempre son visibles, los capilares se encuentran en cada 
sección del cuerpo. Las venas siempre son de pared más delgada que las arterias, que deben soportar 
grandes presiones sin romperse. 
 
Sistema respiratorio. Sus componentes son los pulmones y diversos tubos que conducen los 
gases entre aquellos y el exterior. Así el aire ingresa por la nariz, baja por la nasofaringe hasta la 
laringe, y desde aquí pasa a los bronquios, que se dividen hasta llegar a desembocar en pequeñas 
vesículas, los alvéolos pulmonares. Estos están formados por paredes muy delgadas, constituidas por 
 
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epitelio simple, que permite el intercambio de gases entre el aire que contienen y la sangre que 
circula en los capilares subyacentes. Al igual que en el tracto digestivo se encuentran numerosos 
tejidos en su constitución como epitelio, cartílago y tejido conectivo. 
 
Sistema digestivo. Se encarga de captar, procesar, digerir y absorber los nutrientes, dejando 
escapar los desechos. Es básicamente un tubo revestido por epitelio secretor y absortivo. Posee 
numerosas glándulas asociadas a él, como el hígado, que liberan sus secreciones en su interior. Tres 
porciones particulares son el esófago, que conduce el alimento, el estómago, que comienza la 
digestión proteínica, y el intestino, que sigue con la digestión y es el principal encargado de la 
absorción. Su estructura básica es la de cuatro capas de tejido, una mucosa, una submucosa, una 
muscular y una serosa. La primera consiste de una capa epitelial, apoyada sobre tejido conectivo laxo, 
debajo del cual se halla una delgada lámina de músculo liso. Todo este conjunto se apoya sobre la 
submucosa, que está constituida por tejido conectivo areolar o denso, según el caso. La capa 
muscular, en tanto, está conformada por dos capas musculares. Finalmente la serosa es un delgado 
epitelio apoyado sobre tejido areolar que limita al TD. Posee numerosas glándulas, pliegues y fosetas, 
que generalmente no pasan de la mucosa. 
 
LOS FILOS Y LOS PLANES CORPORALES 
Los filos son unas 35 divisiones del reino animal que reúnen a organismos con planes 
corporales más o menos similares, entendiéndose plan corporal al arreglo topográfico particular de 
sistemas y órganos. Lo llamativo es que existe una neta discontinuidad entre estos planes, no 
habiéndose encontrado planes corporales intermedios. Esto es atribuido a dos posibilidades. Que se 
formaron de manera relativamente rápida no dejando intermediarios evolutivos, o que estos no se 
encuentran simplemente debido a problemas de muestreo en el registro fósil. Cualquiera sea la 
causa, se denomina Explosión Cámbrica a esta aparición brusca (real o aparente) de los planes 
corporales, existiendo una gran y apasionante discusión teórica acerca de las causas ambientales y 
mecanismos genéticos y de desarrollo que generaron la aparición de dichos planes. (Willmore 2012). 
Por estas mismas discusiones y enormes baches en el conocimiento sobre sucesos y animales 
ocurridos o vivientes hace unos 500 MA, la relaciones de homología entre células, tejidos y órganos 
no están muy claras y son parte de la más actual discusión e investigación en biología evolutiva, al 
punto de que se sostiene a veces que el problema de la homología es el o uno de los más importantes 
de la biología. A continuación se describirán los planes de anélidos, moluscos, artrópodos y 
vertebrados, con el fin de anticipar al lector los conceptos y estructuras que hallará en los tratados del 
área. 
 
 
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Anélidos. Son animales vermiformes, segmentados, celomados y mayormente marinos y unos 
pocos terrestres, los oligoquetos (las lombrices), que presentan varios sistemas de órganos complejos. 
En cada segmento suelen repetirse varios órganos como los nefridios. Se supone que la segmentación 
permitió incorporar nuevas porciones corporales destinadas a otros fines diferentes a los originales, 
posibilitando así un aumento de la complejidad morfológica. 
La descripción que sigue se refiere a las lombrices. Presentan una pared corporal que está 
compuesta de afuera hacia adentro por varias capas. Primero por un epitelio cilíndrico simple con 
células secretoras de moco, con una cutícula y algunas quetas quitinosas. Debajo, separada por una 
membrana basal se halla una delgada lámina de tejido conectivo, que se apoya en una primera capa 
de músculo, también delgada, y con orientación circular. Esta se apoya sobre otra capa muscular, 
gruesa y poderosa pero con orientación longitudinal. Finalmente se encuentra una capa epitelial que 
cubre al celoma. En este pueden observarse el tubo digestivo con el tiflosol, un pliegue de aquél que 
aumenta la superficie de absorción. Además pueden observarse masas celulares en forma de láminas 
delgadas, los tabiques que separan internamente a cada segmento del siguiente. La locomoción se 
efectúa por contracción de las masas musculares que utilizan al celoma como un esqueleto 
hidrostático, aunque también intervienen las quetas al fijar al animal al substrato. La excreción se 
realiza mediante nefridios ubicados en cada segmento, y que suelen verse como láminas de tejidos 
dispersas. Poseen un cordón nervioso ventral que consiste generalmente en una serie de ganglios 
encadenados por conectores, que suele observarse en los cortes de Hematoxilina y Eosina (HE), 
opuestos al tiflosol, y de una coloración entre grisácea y violeta. Su sistema circulatorio es cerrado, 
presentando un vaso dorsal y uno ventral, bastante grandes. Ambos se comunican en la región 
anterior mediante los arcos aórticos, que suelen verse como lagunas más o menos acidófilas (algo 
rosadas) en los cortes de HE. La respiración se efectúa a través de la pared corporal, por difusión. 
Posiblemente el grupo basal sean los poliquetos, gusanos marinos, desde los que derivan los otros 
anélidos e incluso los moluscos. 
 
Artrópodos. Abarca a arañas y escorpiones, cangrejos, insectos y milpiés, lo que muestra la 
muy variada serie de órganos y sistemas morfológicos existentes en este filo. Por tanto, para 
simplificar la exposición se hará referencia a los insectos. Estos poseen el cuerpo regionalizado en tres 
grandes porciones, los tagmas, que son la cabeza, el tórax y el abdomen, los que a su vez están 
conformados por los somitos o segmentos. Se hallan cubiertos con una dura lámina de cutícula 
quitinosa producida por su tegumento, por lo que presentan mudas regulares para poder crecer. Su 
celoma está muy reducido, pero presentan una cavidad con líquidos circulatorios, el hemoceloma que 
circula gracias a la acción de un corazón dorsal. Este se conecta a un sistema circulatorio abierto, esto 
es, con vasos que terminan en los tejidos y dejan salir el líquido circulatorio a los espacios 
intercelulares. Cada uno de los segmentos menores pueden presentar, teóricamente, un par de 
 
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apéndices articulados, los que varían sensiblemente en cantidad y morfología entre los integrantes de 
los insectos y del filo. Estos apéndices pueden ser locomotores o integrar el aparato masticador, por 
ejemplo. La locomoción se efectúa por los músculos que se apoyan y actúan sobre el exoesqueleto, al 
cual transmiten la fuerza por intermedio del citoesqueleto de las células epiteliales, el que hace las 
veces de los tendones de un mamífero. Su respiración se produce gracias a la presencia de las 
tráqueas, conductos quitinosos que se abren al exterior por los ostiolos. Al interior, luego de 
innumerables ramificacionesterminan en un extremo ciego al final de una pequeña traquéola, no 
quitinosa, donde se efectúa el intercambio gaseoso. El movimiento corporal ayuda tanto al 
movimiento de los gases como al de los fluidos circulatorios. La excreción se efectúa mediante los 
tubos de Malpighi, que desembocan en el tracto digestivo del insecto. 
 
Moluscos. Son uno de los filos más diversos, luego de los artrópodos, y con una gran 
diversidad de estructuras y morfología. Incluye a quitones, pulpos, mejillones y caracoles. Son 
animales bilaterales y no segmentados, si bien primariamente habrían sido segmentados. 
Esencialmente presentan dos regiones, una con la cabeza y el pie muscular, y otra con la masa 
visceral. Cubre dorsalmente al animal el manto o palio, una expansión de la pared corporal. El pie 
sirve para locomoción mientras el manto secreta la concha. 
Entre el cuerpo y el manto se encuentra la cavidad paleal, donde se ubican las branquias, y en 
pulpos, sirve para expulsar el agua impulsando al animal. En esta cavidad también están ubicadas las 
aberturas genitales, excretoras y el ano. El caparazón es secretado por el mencionado manto y puede 
estar formado por varias placas, dos o sólo una. Presenta una gran complejidad morfológica en 
algunos grupos, poseyendo externamente una capa externa orgánica, el perióstraco, debajo de la cual 
se disponen dos capas inorgánicas de carbonato cálcico embebidas en una matriz orgánica, siendo la 
más interna el nácar, que forma las perlas. La concha sirve como protección y sostén, si bien existe un 
esqueleto hidrostático formado por el hemocele, el que puede extender ciertas zonas corporales o 
algunos tentáculos, por ejemplo. La concha posiblemente haya evolucionado desde espículas 
tegumentarias desde el molusco ancestral. Existen varios grupos musculares dorsoventrales 
destinados a la concha o al pie, habiendo en los quitones ocho pares, lo que refleja la naturaleza 
segmentaria primaria de estos animales, si bien se han reducido notablemente en la mayoría de los 
taxas, por ejemplo en los bivalvos que poseen dos o un solo par de músculos aductores, cuya 
inserción es claramente visible. También existe un músculo retractor del manto, cuya inserción es la 
línea del manto, tan conspicua en algunas especies. Además el tegumento presenta numerosas 
secreciones mucosas (Hazprunar 2001). 
 
 
 
 
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Imagen extraida de: http://www.cobach‐
elr.com/academias/quimicas/biologia/biologia/curtis/libro/c32a.htm 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Imágenes extraídas y modificadas de García Moreno et al. 2011. 
 
Cordados. Es el filo al que pertenecen los vertebrados como los peces, anfibios y mamíferos, 
pero también algunos invertebrados como los anfioxos y las ascidias. Los planes de estos animales 
parecen muy diferentes, sin embargo tienen en común ya sea en estado adulto o larvario una 
notocorda; un cordón nervioso tubular y dorsal; hendiduras faríngeas; endostilo o su homólogo, la 
glándula tiroides y cola postanal. La notocorda es una barra de tejido conectivo que sirve como 
sostén, el endostilo es una estructura alimenticia, y las hendiduras faríngeas, son aberturas laterales 
 
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situadas en la zona cefálica, que luego se modifican evolutivamente dando numerosos elementos del 
cráneo visceral. En los vertebrados, otro carácter esencial son las células de la cresta neural ya que se 
las asocia a la formación de la cabeza y sus estructuras óseas, musculares y nerviosas. 
En estos últimos animales, una de las estructuras distintivas es el esqueleto, una armazón de 
huesos articulados que sustenta a los músculos y protege a las vísceras. Este puede dividirse en 
esqueleto axial (de eje, cráneo y columna), apendicular, (los apéndices) y visceral (huesos de la cara). 
Cada conjunto de los mencionados posee numerosos huesos, los que varían ampliamente entre los 
vertebrados ya que se fusionan o dividen repetidamente (compárese un pez sarcopterigio y un 
mamífero, por ejemplo). 
El esqueleto axial contiene dentro de sí al sistema nervioso central. Así, el cráneo encierra al 
encéfalo y la columna vertebral a la médula espinal. El cráneo incluye a la bóveda y al zócalo cerebral, 
la columna a las cinco zonas cervical, dorsal, lumbar, sacra y coxígea, siendo que este última 
sobretodo, exhibe gran variabilidad en el número de elementos que la conforman dado que 
constituye la cola. Por último el esqueleto apendicular se conforma por dos cinturones óseos que 
unen a los apéndices al esqueleto axial. Son las cinturas torácica y pélvica. A estas se articulan los 
huesos del miembro propiamente dicho, el que suele presentar los dos huesos proximales 
frecuentemente soldados en mayor o menor medida. 
 
BIBLIOGRAFÍA CITADA 
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DOI:10.1038/npg.els.0001598. 
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Venes D, Taber CW. 2005 Taber's Encyclopedic Medical Dictionary. 20th ed. Philadelphia, F.A. Davis 
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