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Protocolo de Rehabilitación Neuropsicológica en Pacientes con Insuficiencia Cardiaca

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Protocolo de Rehabilitación Neuropsicológica en Pacientes con Insuficiencia 
Cardiaca 
Yulieth Moreno Gamboa y Gloria Estela Restrepo 
Maestría en Neuropsicología Clínica 
Facultad de Psicología 
Universidad CES 
Asesor de tesis: Santiago Montaña Luque 
Junio 2021. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Referente Teórico 
 
La insuficiencia cardiaca (IC) es un síndrome clínico complejo en el que la capacidad del 
corazón para mantener la circulación sanguínea adecuada a las necesidades metabólicas del 
organismo se halla limitada, lo cual conduce a que se produzcan síntomas y signos específicos 
como disnea, fatiga y edemas, tanto en estado de reposo como al hacer ejercicio de elevada 
prevalencia e incidencia entre los adultos mayores (Peláez-Hernández et al., 2016). Las causas 
más frecuentes de la insuficiencia cardíaca son la cardiopatía isquémica, la hipertensión arterial y 
la cardiopatía valvular; aunque en la mayoría de los casos, especialmente en personas ancianas, 
estas enfermedades son debidas o precipitadas por otras alteraciones, como la diabetes mellitus, 
dislipemia, insuficiencia renal, alcoholismo, enfermedades infecciosas, neumopatías, iatrogenia, 
etc (Sánchez Tejero et al., 2001). 
 
A la fecha, la IC muestra características de epidemia que se reflejan en la mortalidad, la 
pérdida de años productivos, el aislamiento psicosocial y como consecuencia, el incremento en el 
uso y los costos para los sistemas de salud. La incorporación de intervenciones psicológicas a los 
procedimientos estándares de rehabilitación cardiaca, por ejemplo, ha demostrado reducir 
morbilidad, la recurrencia de episodios coronarios, las hospitalizaciones, la mortalidad y el 
estrés; además ha mostrado efectos positivos en la adherencia al tratamiento y la modificación de 
factores de riesgo biológico como hipertensión arterial, frecuencia cardiaca y colesterol elevados 
(Reyes, 2011). Si además del acompañamiento psicológico se realiza una intervención 
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neuropsicológica, se estaría dignificando al usuario con un tratamiento holístico en todas sus 
esferas para una correcta incorporación de este a su cotidiano. 
 
El mecanismo del daño cerebral en la IC es multifactorial y en la actualidad todavía se 
están estudiando. Datos actuales mostraron que el flujo sanguíneo cerebral (FSC) está en peligro 
en la IC crónica, la que se sugiere que se asocia con síntomas del sistema nervioso central 
(SNC). Este estado de hipoperfusión no es causado sólo por el bajo gasto cardíaco hallado en la 
IC, porque la autorregulación cerebral también está comprometida en estos pacientes (Georgiadis 
et al., 2000). Los valores de CO2 fluctúan en los pacientes con IC aguda o crónica y se 
relacionan inversamente con las presiones telediastólicas del ventrículo izquierdo, con 
producción de constricción y dilatación de los vasos del SNC. El trasplante cardíaco produjo una 
mejoría significativa del FSC, a menudo acompañada por aumento del funcionamiento cognitivo 
en los pacientes trasplantados (Havakuk et al., 2017b). Lo que demuestra el daño directo de la IC 
en las estructuras cerebrales profundas por ser susceptibles al daño isquémico por hipoperfusión, 
al verse disminuido el gasto cardiaco. 
 
Además de la relación directa con el flujo sanguíneo cerebral también se evidencian 
daños estructurales o anatómicos en pacientes con IC, estos se hallaron en sustancia gris y 
sustancia blanca, que no se limitaron a pacientes muy descompensados, sino que también se 
hallaron en pacientes con IC estables, ambulatorios, con IC sutil revelada sólo por ciertas 
pruebas cognitivas. La disminución del FSC no puede ser la explicación en el caso de pérdida de 
sustancia gris cortical, donde la vasculatura es abundante y, en cambio, la carga de riesgo 
cardiovascular se considera el principal responsable. Además, a pesar de las características 
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similares de daño cerebral, datos actuales mostraron que pacientes con IC tenían pérdida de la 
sustancia gris en regiones específicas mucho más extensa que la observada en pacientes con 
cardiopatía isquémica o en controles sanos. Los estudios de resonancia magnética (RM) 
revelaron según Woo (2015) que los pacientes con IC sufren con mayor frecuencia anomalías 
cerebrales focales, que van desde infartos corticales o subcorticales múltiples hasta enfermedades 
de los vasos pequeños con lesiones de la sustancia blanca e infartos lacunares, siendo la embolia 
cerebral y la hipoperfusión los mecanismos más plausibles (Moryś et al., 2016).También se 
evidenciaron en los estudios niveles altos de cortisol y catecolaminas aumentadas, valores altos 
de IL-6, homocisteína plasmática total (tHcy). Los valores altos de tHcy produjeron atrofia 
cerebral y disminución cognitiva por apoptosis de las células cerebrales (Havakuk et al., 2017b). 
 
Otro factor influyente son las carencias alimentarias en los pacientes con IC, dichas 
carencias son causadas por las dietas recomendadas para manejo de la patología, la insuficiencia 
de Tiamina produce cambios histológicos en zonas relacionadas con el funcionamiento de la 
memoria (los cuerpos mamilares y el hipocampo). RM efectuadas en pacientes con insuficiencia 
de tiamina también mostraron atrofia cerebral (Havakuk et al., 2017b). 
 
 La mayoría de los estudios de seguimiento cognitivo en pacientes con IC han sido 
cohortes para evaluar el impacto funcional que produce esta enfermedad crónica, las 
asociaciones de la IC con las alteraciones neurológicas están en rangos de corto y medio plazo. 
Se ha demostrado que existen diferencias poblacionales en el riesgo de presentar un evento 
cardio o cerebrovascular agudo y sus consecuencias, que va más allá de la prevalencia de 
factores de riesgo cardiovascular en la población. Un estudio realizado con pacientes chilenos 
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mostró en la evaluación cognitiva que el grupo coronario (n = 62) presentó un 37% de deterioro 
cognitivo (tres pacientes con demencia, 20 con deterioro cognitivo sin demencia y 39 sin 
cambios cognitivos), proporciones similares al grupo de factores de riesgo cardiovascular 
elevados (n = 57): 32% de deterioro cognitivo (3, 15 y 39 respectivamente) y mayores, pero sin 
alcanzar significación respecto al grupo de no hipertenso no diabético (n=25; 12%:0, 3 y 22). 
Los pacientes con demencia fueron clasificados como Enfermedad de Alzheimer (EA) (uno de 
tres casos) y demencia mixta (dos de tres casos) en el grupo de IC con factores de riesgo 
cardiovascular elevados, y como enfermedad de Alzheimer en los tres casos de demencia en el 
grupo de factores de riesgo cardiovascular elevados (Delgado et al., 2008). 
 
Gráfico 1. 
Mecanismos potenciales de asociación entre depresión y mal pronóstico de enfermedad 
cardiaca. 
 
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Antecedentes 
 
En la búsqueda de artículos e investigaciones relacionadas con la rehabilitación 
neuropsicológica en pacientes con insuficiencia cardiaca, fueron arrojados en diferentes 
buscadores con muy pocos reportes, encontramos múltiples artículos médicos citados a lo largo 
del trabajo y en las referencias, estos artículos relacionaban la IC con deterioro cognitivo en los 
cuales nos basamos para evidenciar la necesidad de la rehabilitación neuropsicológica en los 
pacientes con IC. 
 
En el área de Psicología se encontró intervenciones psicológicas en cirugía cardiaca 
donde exponen un programa de psicología cognitivo conductual que facilita el adecuado 
afrontamiento y recuperación en la cirugía cardiovascular (Castillero Amador, 2010). También 
se plantean un programa de rehabilitación que incluye los aspectos psicosociales en pacientes 
con enfermedades coronarias las cuales incluyen técnicas cognitivo-comportamentales, de 
relajación, autocontrol, incremento en las redes sociales y clarificación de los valores. Evidencia 
la necesidad del manejo holístico de la enfermedad, ya que aplicar el reduccionismo del modelo 
biomédicolimita la estabilidad hemodinámica, la isquemia coronaria, la agregación plaquetaria, 
el metabolismo de los lípidos, glucosa, presión arterial y tono vasomotor como también el 
bienestar emocional, apoyo social y su conexión (Aycardi Fonseca, 2000). 
 
Los más relacionados con la neuropsicología lo obtenemos desde 3 tesis de grado para 
optar a licenciaturas en psicología, donde exponen la comparación del funcionamiento 
neuropsicológico del pensamiento en pacientes sometidos a cirugía cardiaca con y sin circulación 
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extracorpórea, la reestructuración cognitiva de los pacientes prequirúrgicos con enfermedades 
cardiovasculares y un programa de rehabilitación neuropsicológica para activar los procesos 
mnésicos, en pacientes con intervenciones cardiaco-quirúrgicas sometidos a circulación 
extracorpórea. Todos tres están asociados a procesos quirúrgicos, en la comparación del 
funcionamiento neuropsicológico del pensamiento en pacientes sometidos a cirugía cardiaca con 
y sin circulación extracorpórea realizaron un estudio con 40 pacientes divididos en dos grupos, 
dependiendo el tipo de circulación utilizado en el procedimiento quirúrgico, encontraron 
alteraciones asociadas con las áreas asociativas, con un bajo nivel de funcionalidad cognitivo, 
utilizando una entrevista psicológica semiestructurada, batería de diagnóstico neuropsicológico 
de A.R. Luria dirigido a investigación del pensamiento, While-Bear Supresión Inventory (WBSI) 
para contrarrestar las ideas rumiantes. Técnica de clasificación de objetos para evaluar la síntesis 
y abstracción. Tres sesiones de trabajo investigativo para aplicar pruebas con una duración de 
una hora (Abeledo Alfonso, 2011). 
 
En la reestructuración cognitiva de los pacientes prequirúrgicos con enfermedades 
cardiovasculares, menciona que se pueden presentar respuestas mal adaptativas que pueden 
complicar el curso y pronóstico de su condición clínica. Pasar por alto estas respuestas interfiere 
con el ejercicio de un cuidado médico integral y puede afectar el pronóstico de su enfermedad. 
Una efectiva aproximación terapéutica requiere el entendimiento del proceso médico desde los 
puntos de vista dinámico y psicosocial, lo cual orienta al psicólogo clínico en la elección de la 
estrategia psicoterapéutica que más se acomode a cada paciente para que acepte la cirugía, 
realice cambios en el estilo de vida, conductas de auto cuidado y el cumplimiento de las 
recomendaciones terapéuticas. Aquí se inició por un abordaje psicológico en los pacientes 
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prequirúrgicos y apoyo familiar, se continuo en UCI y hospitalización, evaluando el fenómeno 
de la adherencia a los tratamientos farmacológicos y terapéuticos, demostrando que la psicología 
tiene utilidad para hacer un pronóstico. Los síntomas depresivos facilitan estilos de vida poco 
saludables, como el sedentarismo, tabaquismo y la no adherencia a los tratamientos o 
incumplimientos de las prescripciones médicas, la depresión está acompañada de 
hipercolesterolemia, que se presenta por la disfunción del eje hipotálamo-hipofisiario, que 
aumenta la producción de esteroides (hipercortisolemia) y ácidos grasos libres, los síntomas 
depresivos tienen un efecto arritmogenico, asociado a una disminución del control vagal y del 
gasto cardiaco (Bohórquez Ríos, 2008). 
 
Y por último el programa de rehabilitación neuropsicológica para activar los procesos 
mnésicos, en pacientes con intervenciones cardiaco-quirúrgicas sometidos a circulación 
extracorpórea, la fase diagnóstica incluyó 30 pacientes. Se aplicó el Test Multivariado de 
Memoria, el subtest Dígitos, el Test de Denominación de Imágenes y entrevistas 
semiestructuradas. Los resultados indicaron daños neuropsicológicos en el recuerdo a corto 
plazo, en los almacenes de memoria sensorial, inmediata y memoria operativa. No se notaron 
dificultades significativas en el recuerdo mediato y en la memorización involuntaria de imágenes 
sensoriales y recursos semánticos. Se apreciaron nexos mnemotécnicos para la codificación y 
evocación como principales potencialidades, lo que justificó la propuesta de intervención. El 
programa diseñado incluye diez sesiones con ejercicios de estimulación neurocognitiva para 
activar los procesos mnémicos, con una frecuencia de aplicación de tres veces por semana en 
días alternos (Jiménez Puig, 2013). 
 
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Como se puede analizar en los protocolos realizados en las diferentes tesis expuestas 
anteriormente, se logra evidenciar en las investigaciones como los procesos cognitivos se 
encuentran alterados y los requerimientos necesarios que presentan los pacientes con IC, para 
brindarles un cuidado de la salud integral y en pro de una recuperación en todos los ámbitos, 
garantizando un adecuado entendimiento de la enfermedad y mayor adhesión al tratamiento, 
tanto del paciente como de su entorno. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Planteamiento del Problema 
 
La enfermedad cardiovascular es una de las causas de muerte más importantes en las 
sociedades industrializadas; la Organización Mundial de la Salud, en su informe de 2014, la sitúa 
como la primera causa, constituyendo un 31% de todas las muertes registradas en el mundo 
(Antón Menárguez et al., 2019). La insuficiencia cardiaca (IC) es la complicación más 
importante y frecuente de las enfermedades que afectan al corazón, ya que se reporta una 
prevalencia de 10% en mayores de 70 años. Según la American Heart Association (AHA) al año 
se reportan 550.000 nuevos casos de insuficiencia cardiaca en los Estados Unidos (Ruiz et al., 
2009b). A partir de 1977, se empezó a documentar la relación existente entre insuficiencia 
cardiaca y presencia de alteraciones cognitivas, la cual se expresó con el término «demencia 
cardiogénica» (Ruiz et al., 2009b). Recientes estudios reportan que el deterioro cognitivo es 1,96 
veces mayor en personas con insuficiencia cardiaca que en la población mayor de 65 años. Los 
síntomas cognitivos no sólo advierten de una enfermedad cardiaca más avanzada, sino que 
además se asocian con pobre adherencia al tratamiento y menor calidad de vida, las cuales se 
relacionan con un peor pronóstico clínico. La insuficiencia cardiaca constituye una de las 
principales causas de hospitalización, morbilidad y mortalidad en los países occidentales (Ruiz 
et al., 2009b). 
 
Debido a la función que cumple el corazón en nuestro organismo es obvio relacionarlo 
patológicamente como concomitante en múltiples tipos de patologías como los síndromes 
cardiorrenales o los síndromes cardiohepáticos, es por lo que los síntomas y signos de la 
disfunción del sistema nervioso central también forma parte de las manifestaciones de las 
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enfermedades coronarias. En los últimos años muchos estudios han relacionado las disfunciones 
cardiacas y las consecuencias ocasionadas al encéfalo, entre las relaciones que hacen, mencionan 
que en “pacientes con IC con fracción de eyección disminuida o conservada (ICFEd e ICFEc, 
respectivamente) y se pueden hallar tanto en pacientes muy sintomáticos, así como en pacientes 
ambulatorios estables” (Havakuk et al., 2017a). 
Los resultados de diversos estudios afirman que una gran proporción de pacientes con 
insuficiencia cardiaca presenta algún grado de deterioro cognitivo, probablemente asociado a una 
reducción en el flujo sanguíneo cerebral, ocasionado por bajo gasto cardiaco. Algunos reportes 
indican que hasta el 80% de los pacientes con insuficiencia cardiaca severa llegan a presentar 
alteraciones en funciones cognitivas como la memoria, la atención, el aprendizaje, la resolución 
de problemas y las funciones ejecutivas. Se ha documentado que la severidad del deterioro 
cognitivo depende del estadio de la IC, ya que individuos con un mayor compromiso 
cardiovascular manifiestan mayores dificultades en la ejecución de tareas específicas de dominio 
cognitivo. La presencia de alteracionescognitivas repercute de manera directa en la calidad de 
vida de los pacientes con insuficiencia cardiaca al asociarse con disminución en el autocuidado, 
independencia reducida para la realización de actividades diarias y empeoramiento de la 
sintomatología clínica (Ruiz et al., 2009a). 
 
La IC es responsable de un alto grado de discapacidad al afectar la condición física de los 
pacientes como consecuencia de síntomas como disnea, fatiga, edemas y pérdida de masa 
muscular. A ello se suman las restricciones en la dieta, la dificultad para realizar actividades de 
la vida diaria, la pérdida progresiva de la autonomía, los efectos secundarios de los 
medicamentos y los ingresos recurrentes al hospital (L. M. Pérez-Belmonte, San Román-Terán, 
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et al., 2015). Las personas con IC tienen un riesgo cuatro veces superior de padecer deficiencias 
cognitivas que las personas sin IC, después de tener en cuenta otros factores como edad, género y 
comorbilidades (Sauvé et al., 2009). A menudo, el empeoramiento no provoca ningún deterioro 
significativo y, por consiguiente, no cumple los criterios para diagnosticar la demencia (Moryś 
et al., 2015). Además de presentar deficiencias cognitivas relacionadas con el IC, también se 
pueden asociar y magnificar si encontramos alteraciones del estado de ánimo empeorando el 
panorama para las alteraciones cognitivas por su relación directa con los procesos de depresión. 
 
La Deficiencia Cognitiva (DC) influye sobre la calidad de vida y el riesgo de 
complicaciones de los pacientes con IC. Cameron (2010) informaron en su estudio sobre cómo la 
DC era un factor pronóstico de autocuidado escaso en pacientes con IC. Hawkins (2012), 
mostraron en su estudio como los pacientes con IC y DC eran menos proclives a adherir al 
tratamiento. Por consiguiente, la DC es un factor de riesgo de descompensación de la IC, mayor 
frecuencia de rehospitalizaciones e incluso mayor mortalidad como lo demostró Rutledge (2006), 
Incluso Huynh (2016) lo relaciona como factores pronósticos para una mortalidad a los 30 días y 
la rehospitalización cuando se presenta la DC y la depresión. Los pacientes con depresión tienen 
un tono simpático alto, hipercortisolemia, niveles elevados de catecolaminas, activación 
plaquetaria anormal, marcadores inflamatorios aumentados y disfunción endotelial (Rumsfeld 
et al., 2003), que aumentan más el riesgo de eventos coronarios. En la DC adicionalmente, 
ocurren problemas subjetivamente experimentados con la concentración, la memoria, la 
resolución de problemas y el pensamiento, que pueden deteriorar el funcionamiento diario, 
incrementando los deterioros cognitivos directos de la IC (Moryś et al., 2016), 
 
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El DC postoperatorio es una importante complicación tras la cirugía cardíaca. La cirugía 
de derivación aorto-coronaria (CDAC) es uno de los procedimientos de revascularización más 
comúnmente utilizados en pacientes con extensa enfermedad arterial coronaria. El deterioro 
cognitivo postoperatorio (DCP), con una incidencia variable del 20-80%, es una complicación 
neurológica definida como un declive en el rendimiento de test neurocognitivos tras la cirugía 
respecto a niveles preoperatorios, pudiendo afectar a diferentes dominios (función ejecutiva, 
atención, memoria y percepción visoespacial) y que alteran la calidad de vida de los pacientes, 
incrementa la mortalidad y aumenta el gasto sanitario, además de no ser siempre transitorios sino 
capaces de perdurar años tras la intervención (L. M. Pérez-Belmonte, Román-Terán, et al., 
2015). 
Como factores de riesgo han sido asociados factores específicos de la cirugía cardíaca, en 
el que se incluye el daño cerebral microembólico, o la anestesia, al igual que factores de riesgo 
preoperatorios como la historia y severidad de tabaquismo; la presencia, duración y mal control 
de la diabetes mellitus; la arteriopatía periférica y su duración; y la obesidad; la enfermedad 
cerebrovascular; y el grado de aterosclerosis en aorta ascendente; la mayor edad, aunque según 
Ruíz y otros (2009), en algunos estudios, en los cuales se realizaron valoraciones 
neuropsicológicas detalladas antes de la realización de trasplante cardiaco, se halló una elevada 
frecuencia de alteraciones cognitivas (50%) en pacientes relativamente jóvenes (35-37), 
mostrando alteraciones cognitivas generalizadas, con mayores pérdidas en la formación de 
conceptos, atención, habilidades psicomotoras y razonamiento (L. M. Pérez-Belmonte, Román-
Terán, et al., 2015). Según Fernandez-Abascal (2003), existen diferentes factores de riesgo 
potenciales que pueden afectar al inicio y la evolución de la enfermedad cardiovascular. Entre 
ellos estarían los factores de riesgo emocionales o psicológicos. Estos incluyen variables y 
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emociones como la ansiedad, la depresión, la ira y la hostilidad, el patrón de conducta tipo A, el 
apoyo social y los estilos atribucionales. (Antón Menárguez et al., 2019). 
 
La cognición es procesamiento de información, pero procesamiento de información 
llevado a cabo por un cerebro con características específicas (Smith & Kosslyn, 2008), cerebro 
que en determinadas circunstancias puede verse afectado por procesos de degeneración normal o 
por procesos patológicos o accidentales, casos en los cuales el procesamiento cognitivo necesita 
de rehabilitación que restablezca dichas funciones. Estos estudios dejan entrever la importancia 
de la rehabilitación neuropsicológica durante el transcurso de la enfermedad y antes y después de 
intervenciones quirúrgicas en pacientes con enfermedades cardiacas, (L. Pérez-Belmonte et al., 
2014), afirman que la evaluación cognitiva no ha sido establecida aún como parte de la práctica 
clínica rutinaria, debido en parte a la laboriosidad de algunas baterías cognitivas, pero alguna 
evaluación específica de funciones ejecutivas, atención y/o memoria podrían ser implementadas 
en la rutina diaria, particularmente en pacientes de alto riesgo cardiovascular. Sugieren la 
importancia de la evaluación cognitiva en relación con la cirugía para así poder adoptar medidas 
preventivas sobre su situación cardiovascular preoperatoriamente y aconsejar adecuadamente a 
los pacientes del riesgo potencial de deterioro cognitivo postoperatorio, disminuyendo el riesgo 
de deterioro cognitivo leve o demencia, e incluso valorar otras opciones terapéuticas 
revascularizadoras. 
Los pocos análisis existentes parecen indicar que la terapia cognitivo-conductual sería una 
orientación psicoterapéutica eficaz para la reducción de la sintomatología depresiva postinfarto. 
Además, la utilidad de estas estrategias ha sido evaluada por diversos trabajos, concluyendo que, 
tras la intervención, en el grupo experimental se redujo la tasa de mortalidad y la incidencia de 
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nuevos episodios cardíacos, además de obtenerse una mejora en los indicadores del estado 
mental, el funcionalismo cardíaco, la calidad de vida y el pronóstico a medio plazo(Antón 
Menárguez et al., 2019). 
 
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Justificación 
 
Cerca del 1% de la población mayor de 40 años presenta insuficiencia cardíaca. La 
prevalencia de esta enfermedad se dobla con cada década de edad y se sitúa alrededor del 10% 
en los mayores de 70 años (Rodríguez-Artalejo et al., 2004). En Norteamérica y en los países de 
Europa occidental, la prevalencia poblacional de insuficiencia cardíaca se encuentra 
aproximadamente en el 2% y el total de casos con insuficiencia cardíaca crónica duplica al de los 
cuadros de insuficiencia cardíaca aguda; además, en los pacientes portadores de la condición 
crónica, la tasa anual de reingresos hospitalarios alcanza el 31.9% y la mortalidad llega al 7.2% 
durante el año de seguimiento. En Asia la prevalencia se ubica entre 1% y 3%, pero con grandes 
variaciones entre los países respecto a las condiciones de manejo hospitalario y gasto sanitario. 
En África la frecuencia de la enfermedad essimilar, pero se ha identificado que los pacientes 
suelen tener menor edad, poseen menos coberturas de salud y muestran una mayor gravedad de 
la enfermedad al momento de la atención médica. Mientras tanto, en América Latina una 
revisión sistemática de las investigaciones conducidas sobre el tema reportó que la prevalencia 
poblacional de insuficiencia cardíaca se ubica en el 1% (IC95%: 0.1% - 2.7%), afectando 
principalmente a personas de entre 51 y 69 años de edad, con una tasa de readmisión hospitalaria 
del 31% y una mortalidad anual de 24.5% (Maldonado R., 2018). 
 
Se conoce que la mitad de los pacientes han fallecido a los 4 años después de 
diagnosticados, pero si la condición clínica es de severo compromiso, su mortalidad es mayor al 
50% dentro del primer año, tanto que se considera su condición muy letal, siendo esta mayor que 
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la comparada con algunas neoplasias. Se ha considerado por lo tanto a la insuficiencia cardíaca 
como el “cáncer” cardiovascular por su gran mortalidad (Barreto Sánchez et al., 2013). 
Tabla 1. 
Principales causas de muerte: Muertes reportadas para los países y territorios de las Américas. 
GRUPOS DE 
EDAD 
1 2 3 4 5 
50-54 AÑOS 
Enfermedades del 
sistema urinario 
Agresiones 
homicidios 
Diabetes mellitus 
Cirrosis y otras 
enfermedades del 
hígado 
Enfermedades 
isquémicas del 
corazón 
55-59 AÑOS 
Enfermedades del 
sistema urinario 
Diabetes mellitus 
Enfermedades 
isquémicas del 
corazón 
Cirrosis y otras 
enfermedades del 
hígado 
Agresiones 
homicidios 
60-64 AÑOS 
Enfermedades del 
sistema urinario 
Enfermedades 
isquémicas del 
corazón 
Diabetes mellitus 
Cirrosis y otras 
enfermedades del 
hígado 
Insuficiencia 
cardiaca, 
complicaciones y 
enfermedades mal 
definidas del 
corazón 
65-69 AÑOS 
Enfermedades del 
sistema urinario 
Diabetes mellitus 
Enfermedades 
isquémicas del 
corazón 
Insuficiencia 
cardiaca, 
complicaciones y 
enfermedades mal 
definidas del 
corazón 
Cirrosis y otras 
enfermedades del 
hígado 
70-74 AÑOS 
Enfermedades del 
sistema urinario 
Enfermedades 
isquémicas del 
corazón 
Diabetes mellitus 
Insuficiencia 
cardiaca, 
complicaciones y 
enfermedades mal 
definidas del 
corazón 
Influenza y 
neumonía 
75-79 AÑOS 
Enfermedades 
isquémicas del 
corazón 
Enfermedades del 
sistema urinario 
Insuficiencia 
cardiaca, 
complicaciones y 
enfermedades mal 
definidas del 
corazón 
Diabetes mellitus 
Influenza y 
neumonía 
80 Y MÁS 
AÑOS 
Insuficiencia cardiaca, 
complicaciones y 
enfermedades mal 
definidas del corazón 
Enfermedades 
isquémicas del 
corazón 
Influenza y 
neumonía 
Enfermedades del 
sistema urinario 
Enfermedades 
cerebrovasculares 
 
Nota. Organización Panamericana de la Salud (OPS). Datos. Principales causas de muerte: 
Muertes reportadas para los países y territorios de las Américas. Datos hasta 2018. Recuperado 
de: https://www.paho.org/data/index.php/es/mnu-mortalidad/principales-causas-de-
muerte.html?start=1 
https://www.paho.org/data/index.php/es/mnu-mortalidad/principales-causas-de-muerte.html?start=1
https://www.paho.org/data/index.php/es/mnu-mortalidad/principales-causas-de-muerte.html?start=1
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En las Américas se encuentra posicionada en el listado de las primeras 5 principales 
causas de mortandad en grupos etarios mayores de 60 años, teniendo como principal causa de 
mortandad en mayores de 80 años. En Colombia no hay un registro adecuado sobre la 
prevalencia de la IC. En uno de los estudios realizados se encontró que 20,1% de los pacientes 
fueron admitidos con diagnóstico de IC, con edad promedio de 68 años; de este grupo 51,6% 
fueron de género masculino y 48,4% pertenecían al femenino. Por su parte, 63% de los pacientes 
ingresaron con clase funcional III de la New York Heart Association (NYHA) y 19,1% con clase 
IV de la misma asociación. La principal causa de hospitalización fue la falta de adherencia al 
tratamiento en 50% de los casos, seguido por infección respiratoria en 15% y exacerbación 
aguda de enfermedad pulmonar obstructiva crónica en 11,6%. De igual manera la mortalidad 
durante la hospitalización fue 16% y durante el seguimiento a tres meses 31%; a los seis meses 
37,6% y 45,2% al año. En comparación con los registros de Estados Unidos, es, en definitiva, 
más alta debido al reducido grupo de pacientes con el cual se llevó a cabo el estudio en este país. 
Dentro de los marcadores de mortalidad más importantes están: presión capilar pulmonar elevada 
(PCCP >16 mm Hg), nitrógeno ureico elevado, creatinina sérica elevada, sodio sérico bajo, 
diámetro del ventrículo izquierdo aumentado y consumo pico de oxígeno disminuido. (Barreto 
Sánchez et al., 2013). 
 
Según la revista Portafolio en Colombia las enfermedades cardiacas tienen un costo de 
$6,4 billones al año, de los cuales por problemas de insuficiencia cardíaca llegan una cifra de 
$1,67 billones. Estas cifras tienen un alto costo no solo para el sistema de salud, ya que cabe 
destacar que, en el país, el sector público asume la mayor parte, llegando hasta el 76%, mientras 
que las entidades privadas se encargan del 24% del total. Además, también tienen una afectación 
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para el nivel productivo, en el cual los costos por concepto de pérdidas de productividad 
ascenderían a $2,58 billones. En este punto, $1,71 billones serían los ingresos que pierden las 
víctimas; $197.639 millones los que dejan de percibir las empresas; $366.002 millones, el valor 
de la atención de los familiares y amigos y, por último, $306.936 millones, los ingresos fiscales 
que se dejan de percibir. En este rubro es el 0,3% del PIB en la cual la afectación no es solo a 
nivel individual sino colectivo y como nación (Portafolio, 2017). 
 
En múltiples estudios realizados por Okonkwo OC, Cohen RA, Gunstad J, Tremont G, 
Alosco ML, Poppas A, (2010), Jurgens CY, Faulkner KM, Lee CS, (2013) y asociaciones como 
New York Heart Association, la Sociedad Española de Cardiología, el Departamento de 
Neurología y Neurocirugía, Servicios de Cardiología e Imagenología, Hospital Clínico 
Universidad de Chile, entre otros, se llevaron a cabo investigaciones de la prevalencia de 
deterioro cognitivo en la IC, con mediciones por pruebas psicométricas complejas, conformando 
baterías neuropsicológicas extensas, y también mediante test de cribado de ágil manejo; 
encontrando que la prevalencia descrita del DC en pacientes con IC varían entre el 24% y el 
80%, estas diferencias pueden deberse a las características clínicas de los pacientes, y a la 
variedad de test psicométricos utilizados, siendo en su porción inferior una cifra significativa 
para la intervención neuropsicológica, no solo por la afectación que produce en los pacientes el 
DC, sino por las repercusiones globales en el ser y en su entorno, en las personas afectadas con 
IC. Entre los estudios mencionados los de la Sociedad Española de Cardiología, el Dr. Alberto 
Esteban Fernández (2018) encontró que: la presencia de deterioro cognitivo es frecuente en 
pacientes con IC. Su etiología es poco conocida y en ocasiones multifactorial, ya que no siempre 
se debe a la propia edad, influyendo factores como el bajo gasto, la propia IC o 
20 
 
las comorbilidades. La intensidad de la atención estaba afectada en el 41% de los pacientes, lo 
que se asociaba con la presencia de cardiopatía isquémica y peor estado funcional. Asimismo, la 
memoria verbal a medio y corto plazo estaba más afectada que la memoria visual. Por último, la 
mayoría de los pacientes presentaban valores de fluidez verbal y visual en el límite bajo de la 
normalidad, estando más comprometidos en pacientes hipertensos o con peor estado funcional. 
En el estudio de RM se objetivó una mayor gravedad de la atrofia del lóbulo temporal con 
respecto a los controles apareados, con una relación significativa entre la gravedad de esta atrofia 
y la presencia de deteriorocognitivo… Por último, se vio que los pacientes con IC crónica tenían 
casi el triple de riesgo de padecer infartos lacunares silentes que sus controles apareados. 
En el estudio de Callegari y col. (2002) el 26% de los pacientes con IC tenían DC en un 
dominio cognitivo y el 30% tenía deterioro en cuatro o más dominios. Se ha demostrado que la 
IC es un factor de riesgo para la demencia y Alzheimer enfermedad durante un período de 5 
años. Proporciones de los trastornos de demencia son similares en diferentes tipos de 
enfermedades cardiacas (Callegari et al., 2002). 
Debido a la concomitancia de múltiples patologías y al ocasionar un daño cerebral 
multifactorial se está intentando posicionar en el ámbito medico el síndrome cardiocerebral, esto 
con el fin de aumentar la consciencia de los médicos sobre su existencia y motivar nuevas 
investigaciones que permitan conclusiones más firmes al evaluar esta enfermedad, así como su 
abordaje interdisciplinar para velar por un tratamiento adecuado a un síndrome. Los pacientes 
con enfermedades coronarias sufren numerosos síntomas, incluyendo fatiga, disnea, estenocardia 
y edemas, y es importante valorar cómo afecta la enfermedad el bienestar físico, emocional y 
social del paciente. La IC es una barrera para el autocuidado de la IC. Los comportamientos de 
cuidado personal incluyen adherencia a las terapias de IC prescritas, reconocer cambios en 
21 
 
síntomas y manejar o buscar consejo de salud cuando tales ocurren cambios. Estos pueden ser los 
síntomas de presentación de CI en HF. Las características comunes que se observan en pacientes 
con IC son disminución del autocuidado, mala adherencia al manejo de la medicación, necesidad 
de mayor cuidado personal, mayor frecuencia de hospitalización, frecuentes citas perdidas y 
disminución de la satisfacción con la atención. Los pacientes pueden ignorar síntomas de 
descompensación aguda importantes o pueden malinterpretar síntomas de ansiedad como 
síntomas de exacerbación aguda. (Alagiakrishnan et al., 2016) 
Se sabe que una calidad de vida baja disminuye la motivación del paciente para adherirse 
a las recomendaciones, lo que conduce a depresión y empeora significativamente el pronóstico 
(Obiegło et al., 2016). En este contexto se hace necesario realizar una distinción entre lo que 
implica estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica. El primer término hace 
referencia a todas aquellas actividades dirigidas a mejorar el rendimiento cognitivo general o 
alguno de sus procesos y componentes (atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, 
cálculo, etc.), ya sea ésta en sujetos sanos o en pacientes con algún tipo de lesión en el sistema 
nervioso central. El concepto de rehabilitación neuropsicológica, por su parte, es más amplio e 
incluye diferentes tipos de intervención, que se pueden encuadrar en cuatro grandes grupos: 
rehabilitación cognitiva (que implica también estimulación cognitiva), modificación de conducta, 
intervención con familias y readaptación vocacional o profesional, esto incluye poner todos los 
medios posibles para reducir el impacto de las condiciones que son discapacitantes y para 
permitir a los pacientes alcanzar un nivel óptimo de integración social (WHO, 2001) (Muñoz 
Marrón et al., 2019). 
En los últimos años se ha desarrollado en el área de la salud los modelos 
multidisciplinares e integrados para el tratamiento del proceso salud enfermedad, donde se 
22 
 
provee asistencia integral al paciente durante su proceso vital, para los pacientes de IC Comín-
Colet (2016) recomiendan el siguiente modelo: 
Tabla 2. 
El modelo de atención crónica y los programas de atención a la insuficiencia cardiaca: 
componentes recomendados. 
1. Fomentar el empoderamiento de los pacientes a través de la promoción del autocuidado y la 
autoeficacia 
2. Evaluación e intervención integral del paciente 
3. Cambiar la forma de prestar atención de manera convencional a unas más proactivas con 
intervenciones basadas en equipos multidisciplinarios mediante: 
A. La sistematización de la intervención en los pacientes (contactos planificados) 
B. La sistematización del manejo basado en las guías de práctica clínica 
4. Promover nuevos roles de enfermería (especializadas en IC, gestoras de casos en atención primaria) 
para: 
A. Ejecución de las intervenciones por parte de enfermería entrenada con el apoyo de 
facultativos de una manera estructurada y planificada 
B. La educación intensiva del paciente en el autocuidado 
C. El abordaje precoz de las barreras al cumplimiento y el autocuidado 
5. Incorporación de cardiólogos y otros especialistas hospitalarios (internistas, geriatras) 
subespecializados en IC 
6. Aportaciones de otros profesionales, como médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, farmacéuticos y 
psicólogos 
7. Establecer una buena conexión con atención primaria y atención especializada que promueve la 
continuidad de la atención entre niveles asistenciales 
8. Detención y atención precoz de las recaídas: facilitar la existencia de dispositivos asistenciales 
flexibles con acceso abierto a los pacientes en caso de descompensación 
9. Uso de las tecnologías para comunicación entre pacientes y proveedores de atención de salud y entre 
los profesionales de la salud 
A. Incorporación de la telemedicina al proceso de seguimiento (telemonitorización y 
teleintervención) 
B. Fomento del uso de sistemas eléctricos de información clínica para una mejor comunicación 
entre los profesionales de la salud (integración de la historia clínica electrónica entre los 
proveedores) para apoyar la toma de decisión de los profesionales en atención primaria y 
para la evaluación de los resultados 
Nota: Comín-Colet, J., Enjuanes, C., Lupón, J., Cainzos-Achirica, M., Badosa, N., & Verdú, J. 
M. (2016). Transiciones de cuidados entre insuficiencia cardiaca aguda y crónica: Pasos críticos 
en el diseño de un modelo de atención multidisciplinaria para la prevención de la hospitalización 
recurrente. Revista Española de Cardiología). 
23 
 
Objetivos 
 
Objetivo General 
 
Enlentecer el deterioro cognitivo y funcional, en pacientes adultos con IC que asiste al 
servicio de cardiología de la clínica CARDIOVID, teniendo en cuenta la combinación de 
factores que están relacionados con la afectación y con el paciente, como el nivel cognitivo y la 
personalidad previa del paciente, el sexo y la edad del paciente y la conciencia del déficit que 
posea el paciente. 
Objetivos Específicos 
• Conocer las características del perfil cognitivo en pacientes adultos con IC que asisten a 
la clínica CARDIOVID 
• Brindar estrategias psicoeducativas para pacientes y familiares con IC que consultan en la 
clínica CARDIOVID 
• Ayudar al entendimiento de su enfermedad y a la adhesión al tratamiento 
multidisciplinar, por medio de la identificación de factores de pronóstico. 
• Estimular las funciones mentales que han resultado afectadas como consecuencia del 
daño cerebral ocasionado por la insuficiencia cardiaca, enfocado en atención, memoria, 
función ejecutiva y emoción. 
• Fomentar la independencia básica e instrumental en pacientes con IC, así como la 
independencia e integración social más alto posible. 
24 
 
Propósito 
 
Este proyecto se pretende desarrollar para optar al título de magister en neuropsicología 
clínica en la modalidad de protocolo de rehabilitación neuropsicológica a pacientes con IC, el 
cual tiene como primer elemento ético la sustentación de la necesidad desde la investigación 
científica; se encontraron múltiples investigaciones científicas que abordan las dificultades 
cognitivas que los pacientes con IC comienzan a padecer como insumo para la justificación del 
diseño del protocolo, a la vez que se investigaran los antecedentes en relación a las 
intervenciones que se han desarrollado al respecto. Para la búsqueda de la temática se han 
analizado artículoscientíficos que dieron bases para la idea del trabajo de grado, y aunque se han 
encontrado investigaciones sobre las dificultades cognitivas que se desencadenan, no se han 
encontrado aún metodologías de intervención en rehabilitación descritas en las mismas, por lo 
que es un deber ético por parte del equipo indagar a profundidad en esta temática. 
 
En este mismo sentido, es un deber ético sustentar la justificación de la creación del 
protocolo en las causas más comunes de la enfermedad y sus consecuencias en la salud 
neuropsicológica de quienes la padecen, las prácticas médicas que se utilizan y los efectos 
psicosociales en caso de realizarse o no realizarse la rehabilitación, y ¿por qué no?, la prevención 
de los padecimientos o deterioros cognitivos con intervención neuropsicológica. 
Para comenzar la investigación y el diseño del proyecto es necesario hacer una definición de la 
población a intervenir, esto debido a que las IC se presentan en personas de todas las edades, 
desde la primera infancia hasta adultos mayores, y las técnicas e instrumentos de intervención 
25 
 
son diferentes en cada grupo etario; para el caso se delimitará la población a personas mayores 
de edad. 
 
En cuanto a las técnicas e instrumentos a aplicar se definirán acordes a las descripciones 
realizadas desde la literatura científica, con sustento en investigaciones realizadas en los últimos 
5 o 10 años y para dar respaldo al protocolo, este será evaluado y aprobado por el comité de la 
universidad CES, quien verificará la rigurosidad científica con el que fue desarrollado. 
 
Según Resolución emitida por el Ministerio de Salud de Colombia, toda investigación 
debe tener en cuenta LOS ASPECTOS ÉTICOS DE LA INVESTIGACIÓN EN SERES 
HUMANOS, en el artículo 5 hacer referencia que “En toda investigación en la que el ser 
humano sea sujeto de estudio, deberá prevalecer el criterio del respeto a su dignidad y la 
protección de sus derechos y su bienestar” (Resolución 8430 de 1993. Ministerio de Salud. 
República de Colombia., 1993), llamado acorde con lo que se pretende en la creación de esta 
propuesta de intervención, la dignificación de las personas que padecen IC y que se están 
privando de un óptimo manejo de su condición, dado que el sistema de salud actual se limita a la 
restitución de sus necesidades vitales, dejando de lado aspectos tan importantes como la salud 
mental y neuropsicológica de los pacientes, y las investigaciones muestran la necesidad de 
garantizar la restitución de sus derechos enfocando el tratamiento de la patología de forma 
holística, lo que permitiría brindar las herramientas necesarias para el proceso salud-medad en 
todas sus esferas, física, psicológica, neuropsicológica y social. 
 
26 
 
En el proceso salud-enfermedad los principios bioéticos deben estar conservados a 
cabalidad, el principio de autonomía hace referencia a las capacidades de las personas para 
deliberar sobre sus finalidades personales y de actuar bajo la dirección de las decisiones que 
pueda tomar, absolutamente todas las personas deben ser tratadas como seres autónomos y las 
que presentan limitaciones en su autonomía tienen derecho a la protección. Este protocolo busca 
precisamente evaluar el proceso salud-enfermedad, en donde los limitantes patológicos propios 
de la condición de IC merman la capacidad de autonomía de los usuarios y así con una adecuada 
intervención, ya sea por rehabilitación neuropsicológica y así buscar la garantía de este derecho 
en los pacientes. Para Beauchamp y Childress, todas las teorías de la autonomía están de acuerdo 
en dos condiciones esenciales: a) la libertad, entendida como la independencia de influencias que 
controlen, y b) la agencia, es decir, la capacidad para la acción intencional (Siurana Aparisi, 
2010). Para garantizar estas dos condiciones se debe propender por desarrollar herramientas de 
fortalecimiento en los procesos cognitivos alterados por la patología y así generar resiliencia en 
el proceso salud enfermedad y adherencia al tratamiento, además, a conservar este principio por 
medio de la aplicación del consentimiento informado ante la toma de decisiones en el campo de 
la salud (Ferro et al., 2009). 
 
“Las desigualdades en el acceso al cuidado de la salud y el incremento de los costes de 
estos cuidados han ocasionado en el ámbito de la sanidad el debate sobre la justicia social. La 
máxima clásica de Ulpiano dice que la justicia consiste en «dar a cada uno lo suyo». De un 
modo similar, Beauchamp y Childress entienden que la justicia es el tratamiento equitativo y 
apropiado a la luz de lo que es debido a una persona. Una injusticia se produce cuando se le 
niega a una persona el bien al que tiene derecho o no se distribuyen las cargas equitativamente” 
27 
 
(Siurana Aparisi, 2010). En esta propuesta de intervención se toma el principio de justicia 
valorando si la actuación es equitativa, posible y disponible para todos aquellos que la necesiten 
buscando la no discriminación. Al realizar un tratamiento de neurorrehabilitación que no solo 
está enfocado en la esfera física, sino que abarca holísticamente al usuario que presenta DC 
debido a su condición patológica por su IC, se brindaría la oportunidad de que este tipo de 
tratamiento esté disponible y sea practicado en todo el que lo necesite, velando por el 
cumplimiento del principio de justicia en el ámbito salud. Este principio está relacionado con la 
norma moral de dar a cada quien lo que necesita, de la cual se derivan diversas obligaciones, 
como realizar una adecuada distribución de los recursos, proveer a cada paciente de un adecuado 
nivel de atención, y disponer de los recursos indispensables para garantizar una apropiada 
atención de salud (Ferro et al., 2009). 
 
El principio de la beneficencia se enfoca en “Hacer el bien”, la obligación moral de 
actuar en beneficio de los demás. Curar el daño y promover el bien o el bienestar es un principio 
de ámbito privado y su no-cumplimiento no está penado legalmente. Su contraparte No-
maleficencia; es el primum non nocere, no producir daño y prevenirlo, es un principio de ámbito 
público y su incumplimiento está penado por la ley. Beauchamp y Childress, hacen referencia 
que antes de realizar un tratamiento sobre un paciente, se debe hacer un balance de sus 
beneficios y riesgos. Algunos ejemplos de reglas de beneficencia son las siguientes: Protege y 
defiende los derechos de otros, previene el daño que pueda ocurrir a otros, quita las condiciones 
que causarán daño a otros, ayuda a personas con discapacidades, rescata a personas en peligro. 
Estos autores afirman que el principio de beneficencia es una exigencia y no una mera invitación 
a la acción, según ellos, asumiendo que la persona X es consciente de los hechos relevantes, 
28 
 
entonces X tiene la obligación de beneficencia hacia la persona Y, si y sólo si, se satisfacen cada 
una de las siguientes condiciones: 
• Y está en peligro de perder la vida o recibir un daño significativo en su salud o en 
algunos otros intereses importantes. 
• La acción de X se necesita, de modo singular o en unión con otros, para prevenir esta 
pérdida o daño. 
• La acción de X, de modo singular o en unión con otros, tiene una alta probabilidad de 
prevenir esta pérdida o daño. 
• La acción de X no representa riesgos, costes o cargas significativas para X. 
• El beneficio que se puede esperar que gane Y sobrepasa a todos los daños, costes o 
cargas que pueden afectar a X. 
 
Este protocolo en esencia busca practicar el principio de beneficencia, hacer el bien a los 
pacientes con DC como consecuencia de su enfermedad IC, buscando el mejoramiento de su 
calidad de vida, la probabilidad de una vida longeva, analizando junto al paciente (en la medida 
de las posibilidades), sus familias y el médico tratante los riesgos que cada caso tendría en su 
aplicación. Este protocolo busca prevenir la pérdidao el daño permanente de las funciones 
cognitivas de los pacientes, siempre bajo la premisa de no hacer un daño mayor con la 
intervención. Cuando la beneficencia se practica sin considerar la opinión del paciente, se incurre 
en el paternalismo (Siurana Aparisi, 2010). Los elementos que se incluyen en este principio son 
todos los que implican una acción de beneficio que haga o fomente el bien, prevenga o 
contrarreste el mal o daño; adicionalmente, todos los que implican la omisión o la ausencia de 
actos que pudiesen ocasionar un daño o perjuicio (Ferro et al., 2009). 
29 
 
Metodología 
 
Según el libro de bolsillo del Consenso Colombiano para el diagnóstico y tratamiento de 
la insuficiencia cardiaca con edición en el 2017 la evaluación de los pacientes con IC se debe 
realizar de manera integral. “Dentro de la valoración básica del entorno se debe identificar la 
situación funcional y psicosocial, reconociendo la red de apoyo familiar, el grado de dependencia 
del paciente, la existencia o potencialidad de un cuidador competente, el estado cognitivo y 
anímico o los síntomas de depresión. La educación en autocuidado y el reconocimiento de signos 
de alarma es uno de los pilares en el manejo ambulatorio de los pacientes con insuficiencia 
cardiaca”. Los medicamentos suministrados para esta patología como los Diuréticos 
(Clortalidona, Furosemida, Torasemida), Anti-aldosterónicos (Espironolactona, Eplerenona), 
IECA (Enalapril, Captopril, Fosinopril, Lisinopril, Perindopril, Quinapril, Ramipril, 
Trandolapril), ARA II (Candesartan, Valsartan, Losartan), Hidralacina/Dinitrato de Isosorbide, 
ß-Bloqueadores (Carvedilol, Bisoprolol, Nebivolol), Digoxina, de los anteriores medicamentos 
solo se encontró que los ß-Bloqueadores presentan en diferentes estudios resultados 
contradictorios, donde en algunos pacientes adultos mayores, presentaron un mayor deterioro 
funcional, especialmente aquellos que ya presentaban deterioro funcional importante o deterioro 
cognitivo moderado o severo previamente, el reingreso hospitalario fue similar, pero la 
mortalidad fue menor en los que tomaban betabloqueantes (Steinman et al., 2017). Pero en otros 
estudios presentan como factor protector las estatinas y los betabloqueantes, los cuales se 
asociaron con una tasa anual más lenta de aumento en deterioro funcional de 0,75 y 0,68 puntos 
respectivamente (Rosenberg et al., 2008). Esto conlleva a tener un buen pronóstico en la 
rehabilitación por parte del tratamiento farmacológico suministrado. 
30 
 
Para La Organización Mundial de la Salud (OMS) la rehabilitación hace referencia a 
“procesos destinados a permitir que las personas con discapacidad alcancen y mantengan un 
nivel óptimo de desempeño físico, sensorial, intelectual, psicológico y/o social. La rehabilitación 
abarca un amplio abanico de actividades, como atención médica de rehabilitación, fisioterapia, 
psicoterapia, terapia del lenguaje, terapia ocupacional y servicios de apoyo” (Trápaga Ortega 
et al., 2018). 
 
Para implementar procesos de intervención neuropsicológica es necesario tener claridad 
sobre la diferencia en los conceptos de discapacidad y de deficiencia. El primer término, 
discapacidad, engloba las dificultades que un individuo puede tener para llevar a cabo 
actividades de carácter cotidiano. Estas dificultades pueden aparecer como una alteración 
cualitativa o cuantitativa en la manera en que la persona desempeña la actividad en comparación 
con otras que no tienen un problema de salud similar. Mientras que el concepto de deficiencia 
responde a nociones biológicas, la discapacidad refleja las perturbaciones en el rendimiento 
funcional del individuo, restricciones en la participación (nivel social), refleja los problemas que 
una persona puede experimentar al involucrarse en situaciones vitales, tales como relaciones 
interpersonales, empleo, etc., en el contexto real en el que viven (Muñoz Marrón et al., 2019). 
Esta distinción permite que las baterías de intervención neurológicas sean lo más holísticas 
posibles, en procura de una mejor calidad de vida de los pacientes, como meta final de la 
intervención. 
 
31 
 
Según Wilson (1991), las metas básicas de la intervención se pueden resumir en dos 
grandes objetivos: 
– Reducir las consecuencias de las deficiencias cognitivas en la vida diaria. 
– Reducir el nivel en que estas deficiencias impiden el funcionamiento adecuado 
del individuo en su entorno social. 
Estos objetivos globales pueden detallarse en cuatro objetivos específicos: 
a) Asegurar la autonomía personal y favorecer la socialización. 
b) Favorecer la estimulación de las funciones cognitivas superiores. 
c) Acompañar a la persona en la toma de conciencia de sus dificultades. 
d) Acompañar a la persona y a sus allegados en el trabajo de elaborar un nuevo proyecto de 
vida (Muñoz Marrón et al., 2019). 
Estas metas de intervención atribuyen importancia no sólo a la restauración del DC sino 
también a la disminución de los problemas particulares causados por éste, y al impacto que tales 
alteraciones tienen en la participación social y en la calidad de vida del sujeto (Muñoz Marrón 
et al., 2019). Además, los pacientes con daño cerebral rara vez poseen déficit cognitivo 
exclusivamente. No sólo parecen mostrar perfiles que comprenden numerosas y diversas 
alteraciones cognitivas, sino también problemas emocionales, sociales y conductuales que 
tienden a afectar un gran número de habilidades adaptativas, tales como la capacidad de 
autocuidado, de mantener relaciones sociales, de tener éxito académico o conseguir un trabajo. 
Por este motivo, el término intervención neuropsicológica no ha de limitarse a la “intervención 
cognitiva”, ya que el concepto es más amplio e implica la rehabilitación integral de sujetos que 
no presentan déficit cognitivo exclusivamente (Muñoz Marrón et al., 2019). 
32 
 
Tabla 3. 
Características de los test de cribado frecuentemente empleados en pacientes con IC. 
TEST DE 
CRIBADO 
RANGO DE 
PUNTUACIÓN 
PUNTO 
DE 
CORTE 
DOMINIOS 
COGNITIVOS 
S/E 
% 
AJUSTES 
NECESARIOS 
VALIDADO 
AL 
CASTELLANO 
MIS 
(40;41) 
0-8 4/5 
Memoria verbal a 
corto plazo 
S:80 
E:96 
Escolaridad y 
visuo-precepcion 
+ 
CDT 
(42;43) 
0-7 3/4 
Atención/calculo 
Función ejecutiva 
Praxias visoespaciales 
S:59 
E:70 
Escolaridad y 
visuo-precepcion 
+ 
SIS (44) 0-6 3/4 
Memoria a corto 
plazo 
Orientación en tiempo 
S:88.7 
E:88 
No precisa - 
SPMOQ 
(45;46) 
0-10 3/4 
Atención/calculo 
Orientación 
Memoria semántica 
Memoria remota 
S:85 
E:79 
No precisa 
Valido en 
población iletrada 
+ 
MOCA 
(37;47) 
0-30 26/27 
Atención/ calculo 
Función ejecutiva 
Memoria semántica 
Memoria a corto 
plazo 
Praxias visoespaciales 
S:90 
E:87 
Edad y 
escolaridad 
+ 
MMSE 
(38;48) 
0-30 24/25 
Atención/calculo 
Función ejecutiva 
Memoria semántica 
Memoria a corto 
plazo 
Praxias visoespaciales 
S:0.87 
E:0.89 
Edad y 
escolaridad 
+ 
 
S: sensibilidad E: especificidad MIS: Memory Impalment Screen. CDT: Clock Drawin Test. SIS: 
Six Ítem Screener, SPMSQ: Shor Potable Mental Stare Questionnarie, MOCA Monteral 
Cognitive Assessment: FolsteinMini Mental State Examination. 
Nota. González Moreno, María Jesús (2017). Deterioro cognitivo en pacientes con insuficiencia 
cardiaca. Universitat Autónoma de Barcelona. Programa de doctorado en medicina. Tesis 
doctoral). 
 
33 
 
La New York Heart Association (NYHA) ha documentado el DC en usuarios con 
fracción de eyección deprimida y preservada en clase funcional leve. Los dominios afectados 
principalmente son la atención, función ejecutiva por la afección evidente en las RM en el lóbulo 
frontal, velocidad psicomotora y procesamiento de la información, la memoria afectada fue la 
verbal a corto y mediano plazo. 
 
Se han encontrado estudios que documentan, mediante test de cribado y baterías 
neuropsicológicasextensas el DC en usuarios con IC, que este aspecto ha cobrado importancia 
en el tratamiento de los usuarios con IC debido a su incidencia y resultados en la salud del 
usuario. El funcionamiento cognitivo implica múltiples procesos, los cuales permiten al 
individuo percibir la información, aprender y recordar los conocimientos previos, todo esto 
utilizado para la resolución de problemas y la planificación de acciones en nuestro cotidiano, los 
dominios cognitivos incluyen memoria, atención, función ejecutiva, velocidad psicomotora, 
lenguaje y capacidad visoespacial. De estos dominios como lo indican los estudios realizados, la 
afectación directa en los procesos cognitivos se presentan en mayor medida en atención, función 
ejecutiva y procesamiento de la información, la memoria afectada fue la verbal a corto y 
mediano plazo. Lo que lleva a enfocar el programa de rehabilitación neuropsicológica en estas 
funciones con el fin de garantizar una mejor evolución del usuario y una mayor adhesión al 
programa de salud. 
 
La población a la que va dirigido el protocolo serían usuarios con IC de la Clínica Cardio 
VID en la ciudad de Medellín, (Ant). El programa incluye sesiones de valoración para 
34 
 
determinar el estadio en que se encuentran afectadas las funciones y la intervención de 
neurorrehabilitación serian 40 sesiones, se aplicaría con una frecuencia de una vez por semana, 
con una duración de 30 minutos, ya sea durante la estancia hospitalaria o en controles periódicos 
de su patología de base. Las Técnicas de Rehabilitación Cognitiva que podemos emplear son: 
● Restauración de la función dañada: Empleando técnicas de estimulación y entrenamiento 
cognitivo. 
● Compensación de la función perdida: Las actividades tienen un objetivo funcional, se 
emplean estrategias alternativas o ayudas externas. 
● Optimización de las funciones residuales: Donde lo que se busca es fomentar las 
funciones no afectadas. 
 
En general cuenta con tres etapas básicas: 
• Evaluación inicial 
• Intervención neuropsicológica 
• Evaluación final 
Tabla 4. 
Distribución del programa: 
Momentos Sesión Programa Técnica Subproceso 
Evaluación 
inicial 
1 
sesión 
Evaluación 
inicial 
 Entrevista 
semiestructurada 
Anamnesis 
35 
 
2 
sesión 
Psicoeducación Grupal Presentación de la 
charla La 
Experiencia del 
Cuidador (Montaña 
Luque, 2019) 
primera parte. 
Brinda apoyo 
emocional 
Resolución de 
problemas 
3 
sesión 
Psicoeducación Familiar Presentación de la 
charla La 
Experiencia del 
Cuidador (Montaña 
Luque, 2019) 
segunda parte. 
Brinda apoyo 
emocional 
Resolución de 
problemas 
4 
sesión 
Emoción Escala de depresión 
cardíaca (CDS) 
Evaluación con 
escalas y pruebas 
36 
 
Inventario de ansiedad 
de Beck” (Beck 
Anxiety Inventory, 
(BAI). 
Escala de calidad de 
vida (WHOQOL-
BREF) 
Escala de Apoyo 
Social Percibido 
(PSSS) 
5 
sesión 
Perfil cognitivo MOCA / MIS / MCT / 
INECO / TMT A y B / 
Test de Tachado de 
cuadros / Digito 
Símbolo 
 
Evaluación con 
escalas y pruebas 
6 
sesión 
Perfil cognitivo Índice de Barthel, 
Cuestionario de 
Lawton y Brody, 
NINDS-AIREN 
Evaluación con 
escalas y pruebas 
Intervención 
neuropsicológica 
7 
sesión 
Atención Test atención breve 
Robertson 
Validez ecológica 
Test atención breve 
Robertson 
37 
 
7 
sesión 
Atención Restauración Atención selectiva 
8 
sesión 
Atención Restauración Atención selectiva 
9 
sesión 
Atención Restauración Atención sostenida 
10 
sesión 
Atención Restauración Atención sostenida 
11 
sesión 
Atención Compensación Atención sostenida 
12 
sesión 
Atención Restauración Atención alternante 
13 
sesión 
Atención Restauración Atención alternante 
14 
sesión 
Atención Compensación Atención alternante 
15 
sesión 
Atención Restauración Atención dividida 
16 
sesión 
Atención Compensación Atención dividida 
16 
sesión 
Evaluación de la 
atención 
Test atención breve 
Robertson 
Validez ecológica 
Test atención breve 
Robertson 
38 
 
17 
sesión 
Emoción Ampliación de las 
pautas para manejo de 
IRA, TRISTEZA. 
Cognitivo conductual 
Técnicas de 
reestructuración 
cognitiva 
18 
sesión 
Memoria Test de Alteración de 
Memoria de CANO 
Restauración 
Validez ecológica 
Test de Alteración 
de Memoria de 
CANO 
18 
sesión 
Memoria Restauración 
 
Memoria explicita 
por medio de 
Asociativa / 
Mnemotecnia / 
Imaginaria visual / 
Agrupación / 
PQRST / 
Aprendizaje sin 
error / 
Desvanecimiento 
de pistas 
19 
sesión 
Memoria Restauración 
20 
sesión 
Memoria Restauración 
21 
sesión 
Memoria Restauración 
22 
sesión 
Memoria Restauración 
23 
sesión 
Memoria Compensación Memoria explicita 
por medio de Lista / 
agenda / alarma / 
recordatorios 
24 
sesión 
Memoria Compensación 
39 
 
25 
sesión 
Memoria Compensación 
26 
sesión 
Memoria Compensación 
27 
sesión 
Memoria Compensación 
27 
sesión 
Evaluación de la 
memoria 
Test de Alteración de 
Memoria de CANO 
 
Validez ecológica 
Test de Alteración 
de Memoria de 
CANO 
28 
sesión 
Emoción Ampliación de las 
pautas para manejo de 
CULPA. 
Cognitivo conductual 
Brinda apoyo 
emocional y 
técnicas de manejo 
Resolución de 
problemas 
29 
sesión 
Evaluación de la 
función ejecutiva 
Brief-A Validez ecológica 
Brief-A 
29 
sesión 
Función ejecutiva Restauración Tareas con aumento 
de grado de 
complejidad 
Dividir la tarea en 
sus componentes 
Estrategias internas 
30 
sesión 
Función ejecutiva Restauración 
31 
sesión 
Función ejecutiva Restauración 
40 
 
32 
sesión 
Función ejecutiva Restauración Control de tiempo 
Metacognición 
33 
sesión 
Función ejecutiva Restauración 
34 
sesión 
Función ejecutiva Compensación Establecer rutinas y 
hábitos. 
Aprendizaje de 
secuencias de 
conducta 
Reestructuración o 
modificación del 
ambiente 
35 
sesión 
Función ejecutiva Compensación 
36 
sesión 
Función ejecutiva Compensación 
37 
sesión 
Función ejecutiva Compensación 
38 
sesión 
Función ejecutiva Compensación 
38 
sesión 
Evaluación de la 
función ejecutiva 
Brief-A Validez ecológica 
Brief-A 
39 
sesión 
Emoción Ampliación de las 
pautas para manejo de 
MIEDO Y 
ANSIEDAD 
Cognitivo conductual 
Técnicas para el 
manejo de 
situaciones 
Brinda apoyo 
emocional y 
técnicas de manejo 
41 
 
Resolución de 
problemas 
Evaluación final 40 
sesión 
Evaluación final Análisis de resultados 
de las pruebas 
ecológicas 
contrastadas con 
resultados de perfil 
cognitivo. 
Evaluación con 
comparación entre 
escalas y pruebas 
realizadas durante 
el programa de 
rehabilitación. 
40 
sesión 
Egreso Entrega del proceso Informe e 
indicaciones 
 
Evaluación Inicial 
 
La metodología de trabajo, aplicada a los pacientes con IC y sus familias son adaptadas 
acorde con lo hallado al inicio en la anamnesis y el screening neuropsicológico que se le realiza a 
cada uno de los pacientes y las dificultades expresadas por sus familiares. La primera evaluación 
se realiza al ingresar al programa de neurorrehabilitación, en este se realiza una completa 
anamnesis, se realiza el consentimiento informado y se establecen los objetivos de la 
rehabilitación. Las sesiones de psicoeducación son orientadas a los familiares y al paciente para 
la comprensión de las dificultades presentadas y los cambios experimentados por el paciente, así 
como el otorgar estrategias que les permitan responder a los retos presentados por la enfermedad. 
Además, brinda apoyo emocional, la resolución de problemas y otras técnicas, este proceso 
permite a los pacientes y familiares brindar a la posibilidad de desarrollar, y fortalecer sus 
42 
 
capacidades para afrontar las diversas situaciones de un modo más adaptativo. Lapsicoeducación tiene por objeto orientar y ayudar a identificar con mayor entendimiento y 
claridad el problema o la patología para enfocar su resolución o tratamiento, al igual que 
favorecer a desarrollar una mejora en la calidad de vida, reforzando las fortalezas, los recursos y 
las habilidades propias del paciente para hacerle frente a su enfermedad. La teoría es, cuanto 
mejor conozca el paciente su propia enfermedad, mejor puede vivir con su condición. 
 
En la primera sesión de Emoción se realizarán pruebas de detección para el diagnóstico 
de depresión en pacientes con IC con la escala de depresión cardíaca (CDS), las escalas de 
funcionalidad y la escala de BECK para ansiedad, las cuales describimos en el apartado de 
emoción más adelante. La calidad de vida y el apoyo social se evaluarán por medio de la escala 
de calidad de vida de la Organización Mundial de la Salud (WHOQOL-BREF) de 26 ítems 
(versión breve). El WHOQOL-BREF pregunta acerca de la calidad de vida de un individuo en 
cuatro dominios que incluyen salud física, salud psicológica, relaciones sociales y medio 
ambiente. Las puntuaciones más altas denotan una mayor calidad de vida. El WHOQOL-BREF 
también contiene una pregunta sobre la percepción que tiene un individuo de la calidad de vida 
en general y una pregunta sobre su percepción de su salud en general. La confiabilidad interna 
para los cuatro dominios de la escala indicó coeficientes alfa que variaban de 0.81 a 0.85 
(Kiropoulos et al., 2012). Y el Apoyo social por la Escala de Apoyo Social Percibido (PSSS) de 
12 ítems evalúa el apoyo social percibido de la familia, los amigos y otras personas. Las 
puntuaciones más altas indicaron un mayor apoyo social percibido. La consistencia interna de 
esta escala en esta muestra indicó un coeficiente alfa de 0,92. El Instrumento de Apoyo Social 
Enriquecido (ESSI) de 7 ítems mide el apoyo social funcional, particularmente el apoyo 
43 
 
emocional en pacientes cardíacos. Las puntuaciones más altas indican niveles más altos de apoyo 
social. El ESSI se ha utilizado anteriormente para examinar el nivel de apoyo social y evaluar los 
cambios en el apoyo social de los pacientes después del tratamiento cardíaco. El coeficiente alfa 
del ESSI en la muestra actual fue 0,86 (Kiropoulos et al., 2012). 
 
El perfil cognitivo se realiza para establecer un punto de partida o rapport, se aplica la 
prueba de evaluación cognitiva de Montreal –Montreal Cognitive Assessment (MoCA), es una 
herramienta de cribado, de uso libre, desarrollada originalmente en 2005 precisamente como 
respuesta a la dificultad para identificar la presencia de deterioro cognitivo con el Mini-Mental 
State Examination (MMSE). Constituye una batería de pruebas breves, de fácil administración, 
con una duración aproximada de 10 minutos, cuyo propósito es detectar la presencia de deterioro 
cognitivo leve (DCL) y diferenciarlo de alteraciones cognitivas consecuentes al envejecimiento 
normal. Evalúa las funciones ejecutivas, la capacidad visuoespacial, la memoria, la atención, la 
concentración y la memoria de trabajo, el lenguaje y la orientación, y la puntuación máxima es 
de 30 puntos (Loureiro et al., 2018). 
Además, se aplicarán los criterios de diagnóstico basados en la clasificación de la 
NINDS-AIREN, al ser la IC una enfermedad que está directamente relacionada con la irrigación 
sanguínea se precisa utilizar la clasificación propuesta por el National Institute of Neurogical 
Disorders and Stroke Association-Association Internationale pour la Recherche el l' 
Enseignement en Neurociences (NINDS-AIREN) en 1993, los cuales hoy en día son los más 
utilizados por exigir evidencias clínicas y radiológicas, estos criterios mejoran la especificidad o 
la sensibilidad, por su uso en estudios clínicos. Para realizar el diagnóstico de DCL vascular o 
descartarlo, se requiere la presencia de un diagnóstico clínico de DC, relación temporal entre la 
44 
 
lesión vascular cerebral y el deterioro de la cognición, identificación clínica y por estudios de 
neuroimagen de las diversas lesiones cerebrovasculares asociadas con el deterioro de la 
cognición, y la formulación de una relación etiopatógena con las lesiones vasculares cerebrales 
(Pineda Isaza et al., 2019), esto nos permitiría evidenciar y medir el deterioro presentado por los 
pacientes que tienen IC. 
 
Para evaluar funcionalidad se empleará el índice de Barthel, también conocido como 
"Índice de Discapacidad de Maryland" es un instrumento ampliamente utilizado para este 
propósito y mide la capacidad de la persona para la realización de diez actividades básicas de la 
vida diaria, obteniéndose una estimación cuantitativa del grado de dependencia del sujeto. Es una 
medida fácil de aplicar, con alto grado de fiabilidad y validez, capaz de detectar cambios, fácil de 
interpretar y cuya aplicación no causa molestias. Por otra parte, su adaptación a diferentes 
ámbitos culturales resulta casi inmediata. A pesar de tener algunas limitaciones, el Índice de 
Barthel puede recomendarse como un instrumento de elección para la medida de la discapacidad 
física, tanto en la práctica clínica como en la investigación epidemiológica y en Salud Pública. 
Los valores que se asignan a cada actividad dependen del tiempo empleado en su realización y 
de la necesidad de ayuda para llevarla a cabo8,10. Las AVD incluidas en el índice original son 
diez: comer, trasladarse entre la silla y la cama, aseo personal, uso del retrete, bañarse/ducharse, 
desplazarse (andar en superficie lisa o en silla de ruedas), subir/bajar escaleras, 
vestirse/desvestirse, control de heces y control de orina10. Las actividades se valoran de forma 
diferente, pudiéndose asignar 0, 5, 10 ó 15 puntos. El rango global puede variar entre 0 
(completamente dependiente) y 100 puntos (completamente independiente) (Cid-Ruzafa & 
Damián-Moreno, 1997). 
45 
 
Para las actividades instrumentales, la escala de Lawton y Brody permite la evaluación de 
las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD), este instrumento detecta las primeras 
señales de dificultad y falta de autonomía en la persona. Este breve instrumento es uno de los 
más utilizados a nivel mundial. Valora la capacidad del paciente para realizar actividades 
instrumentales necesarias en el día a día para vivir de manera independiente. Está compuesta por 
8 ítems; Capacidad para usar el teléfono, Hacer compras, Preparación de la comida, Cuidado de 
la casa, Lavado de la ropa, Uso de medios de trasporte, Responsabilidad respecto a la medicación 
y Manejo de asuntos económicos. Para evaluar correctamente los ítems resulta importante 
diferenciar si el paciente podía llevar a cabo anteriormente esa actividad. Además, esta escala da 
mucha importancia a las tareas domésticas, por lo que en nuestro entorno los hombres suelen 
obtener menor puntuación. Las respuestas a cada ítem pueden ser 0 (incapaz, parcialmente 
capaz) o 1 (capaz). La puntuación final es la suma del valor de todas las respuestas y oscila entre 
0 (máxima dependencia) y 8 (independencia total) (Jiménez-Caballero et al., 2012). Cada uno de 
los procesos a tratar se evaluará con diferentes pruebas, las cuales son descritas en cada una de 
estas. 
 
Intervención Neuropsicológica 
 
Atención 
Se realizarán 10 sesiones basándonos en el modelo de Sohlberg y Mateer (1987,1989) 
han descrito un modelo para la evaluación de la atención basado en los datos aportados por la 
neuropsicología experimental, en las observaciones obtenidas en el ámbito clínico y en las quejas 
46 
 
subjetivas de los pacientes. El modelo es jerárquico y cada nivel requiere el correcto 
funcionamiento del nivel anterior asumiendo que cada componente es más complejo que el que 
le precede. Este modelo fue escogido debido a que, en la IC, los pacientes pueden tener un IC 
sutil o global y su afectación en diferentes dominios con mayores déficits en la atencióny la 
memoria, estos hallazgos son frecuentes en pacientes con IC (Alagiakrishnan et al., 2016), el 
modelo pretende dar cuenta de los fenómenos observados en la clínica y también sirve de 
herramienta teórica para la evaluación y el diseño de programas de tratamiento en el contexto de 
la rehabilitación, ya que se trata de un modelo heurístico, que describe con claridad aspectos 
fenomenológicos de los procesos atencionales. 
Al inicio de la evaluación se realizará la prueba Trail Making Test (TMT) parte A y B 
como parte del perfil cognitivo. El TMT es un test neuropsicológico que tiene el objetivo de 
evaluar diferentes funciones cognitivas, entre ellas la atención, la velocidad psicomotora y la 
flexibilidad cognitiva, esto con el fin de enfocar y ejecutar eficientemente dentro del proceso 
atencional. Este consta de dos partes: La parte A, mide la capacidad para localizar elementos en 
el espacio, en este se pretende la conexión, mediante líneas y de forma consecutiva, de 25 
números distribuidos al azar en una hoja. En la parte B, se sigue secuencias, se debe realizar la 
conexión, tiene que seguir la misma lógica, pero uniendo números y letras de forma alternante. 
En ambas partes de la prueba se realizan previamente ensayos. En el TMT se explora la atención 
selectiva, focalizada, memoria de trabajo, impulsividad, enfoque y ejecución motora, velocidad 
de procesamiento psicomotor, flexibilidad cognitiva, secuenciación, tolerancia a la frustración, 
además de estas en la parte B también se puede explorar funciones ejecutivas, atención dividida 
y alternante (Margulis et al., 2018). 
 
47 
 
La rehabilitación se realizará por restauración de la función dañada, empleando técnicas 
de estimulación y entrenamiento cognitivo y compensación de la función perdida, donde las 
actividades tienen un objetivo funcional, se emplean estrategias alternativas o ayudas externas. 
La atención se evaluará en dos momentos; al inicio y final de las sesiones de rehabilitación en 
atención, en el cierre final de la rehabilitación se analiza y contrasta los resultados del perfil 
neuropsicológico y las evaluaciones ecológicas realizadas en el programa de rehabilitación. Los 
tipos de atención a trabajar serán: 
• Atención selectiva 
• Atención sostenida 
• Atención alternante 
• Atención dividida 
Para la rehabilitación dentro de las técnicas se adaptará tareas del programa Attention 
process training, de Sohlberg y Mateer, consta de un conjunto de ejercicios dirigidos a 
rehabilitar la atención sostenida, selectiva, alternante y dividida, ordenados jerárquicamente por 
su nivel de dificultad (Sohlberg y Mateer, 1987). Este es un programa de aplicación 
individualizada de ejercicios atencionales con diferente complejidad en los tipos de atención 
propuestos por Sohlberg y Mateer. El programa combina métodos y técnicas de rehabilitación de 
daño cerebral, así como psicología educativa y clínica. Se completa con un entrenamiento en 
autoinstrucciones y estrategias metacognitivas para que se apliquen en situaciones de la vida 
cotidiana. 
 
48 
 
La validez ecológica se realizará con el TEA de Robertson et al., 1996 (The Test of 
Everyday Attention en inglés /el test de la atención de cada día en castellano). Para sortear los 
problemas de anosognosia o el riesgo de que los familiares no sean observadores objetivos, se 
diseñó el TEA, que costa de 8 pruebas atencionales basadas en actividades ecológicas: irse de 
vacaciones, buscar en un mapa, buscar en la guía telefónica... Una ventaja importante del TEA es 
que su estructura está basada en el modelo de Posner y Peterson (1990). La TEA está compuesta 
por 9 subpruebas que registran la velocidad de actuación y aciertos en diversas tareas, 
permitiendo evaluar los tres procesos atencionales de atención sostenida, selectiva y control 
atencional en modalidad auditiva y visual. 
 
Memoria 
Se realizarán 10 sesiones, la memoria es el proceso cognitivo a través del cual se 
codifica, almacena y recupera la información determinada o un suceso concreto. Este proceso 
psicológico nos permite aprender (González Rodríguez & Muñoz Marrón, 2008), la función que 
cumple la hace indispensable para el proceso de autocuidado, el cual como se expuso 
anteriormente se encuentra muy alterado en los pacientes con IC, el modelo escogido para 
trabajar la memoria es el modelo de Multialmacen Arkinsan y Shiffer este modelo es el más 
utilizado a la hora de evaluar y rehabilitar, la clasificación de los almacenes de memoria que han 
hecho estos autores junto con la clasificación de sus componentes, permiten realizar un análisis 
completo a un paciente porque permite evaluar sus capacidades mnésicas alteradas y las 
conservadas. 
 
49 
 
La evaluación inicial de la memoria para el perfil se realizará por medio del MIS 
(Memory Impairment Screen) y el MCT (Memory capacity test) estas pruebas son de utilidad 
para discriminar entre portadores con DCL y portadores sanos, se caracterizan por ser breves, 
fáciles de administrar y de bajo costo. El MIS es un test breve de trastornos de memoria que 
emplea el recuerdo libre y selectivamente facilitado de cuatro palabras. Utiliza las técnicas del 
aprendizaje controlado y del recuerdo selectivamente facilitado para optimizar los procesos de 
codificación. El aprendizaje controlado requiere que el sujeto busque e identifique la palabra a 
recordar según una pista semántica (categoría). La misma pista semántica se utiliza para el 
recuerdo facilitado. Usando las mismas pistas en el aprendizaje y el recuerdo se minimiza el 
decremento del recuerdo total por factores externos, tales como la inatención o la ansiedad. El 
MIS fue desarrollado por Buschke, demostrando que es un instrumento de cribado fiable en una 
muestra poblacional (Böhm et al., 2005). El MIS es un test de tamizaje, ampliamente utilizado en 
poblaciones con DCL, enfermedad de Alzheimer y otras demencias en diferentes contextos. Se 
ha demostrado que el test tiene una sensibilidad del 95% y una especificidad del 81%, para DCL 
(Romero Vanegas et al., 2010). 
El MCT emplea técnicas de aprendizaje controlado y recuerdo selectivamente facilitado 
para optimizar los procesos de codificación. Consta de dos listas con 16 palabras cada una, las 
cuales se presentan en cuatro láminas de cuatro palabras cada una. Cada palabra hace parte de 
una categoría específica, la cual el sujeto debe asociar (Ej: tipo de árbol: pino). La puntuación del 
MCT para el recuerdo facilitado resulta de la sumatoria del total de palabras evocadas para una y 
otra lista. El total de la subprueba de recuerdo libre se obtiene sumando las palabras evocadas 
correctamente que pertenece a ambas listas (Romero Vanegas et al., 2010). El MCT parece ser 
de mayor utilidad, no solo porque es la versión extensa del MIS, sino porque permite medir más 
50 
 
componentes de la memoria episódica verbal. En el congreso de la Sociedad Latinoamericana de 
Neuropsicología (SLAN) en el 2006, se presentaron unos resultados donde se demostró que tiene 
un alto nivel predictivo para demencia (Romero Vanegas et al., 2010). 
 
Para la rehabilitación de los procesos de aprendizaje y memoria explícitos (también 
denominados conscientes o declarativos). Su principal característica es que la información es 
accesible a la conciencia y es susceptible de ser verbalizada. La información aquí contenida es 
modificable, de manera que puede cambiar a lo largo del tiempo (Muñoz Marrón & Periáñez 
Morales, 2012). Este proceso se realizará por restauración de la función dañada, empleando 
técnicas de estimulación y entrenamiento cognitivo Asociativa / Memotecnia / Imaginaria visual 
/ Agrupación / PQRST / Aprendizaje sin error y compensación de la función perdida, donde las 
actividades tienen un objetivo funcional, se emplean estrategias alternativas o ayudas externas. 
Lista / agenda / alarma / recordatorios. 
 
La validez ecológica

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