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1 Protocolo de Rehabilitación Neuropsicológica en Pacientes con Insuficiencia Cardiaca Yulieth Moreno Gamboa y Gloria Estela Restrepo Maestría en Neuropsicología Clínica Facultad de Psicología Universidad CES Asesor de tesis: Santiago Montaña Luque Junio 2021. 2 Referente Teórico La insuficiencia cardiaca (IC) es un síndrome clínico complejo en el que la capacidad del corazón para mantener la circulación sanguínea adecuada a las necesidades metabólicas del organismo se halla limitada, lo cual conduce a que se produzcan síntomas y signos específicos como disnea, fatiga y edemas, tanto en estado de reposo como al hacer ejercicio de elevada prevalencia e incidencia entre los adultos mayores (Peláez-Hernández et al., 2016). Las causas más frecuentes de la insuficiencia cardíaca son la cardiopatía isquémica, la hipertensión arterial y la cardiopatía valvular; aunque en la mayoría de los casos, especialmente en personas ancianas, estas enfermedades son debidas o precipitadas por otras alteraciones, como la diabetes mellitus, dislipemia, insuficiencia renal, alcoholismo, enfermedades infecciosas, neumopatías, iatrogenia, etc (Sánchez Tejero et al., 2001). A la fecha, la IC muestra características de epidemia que se reflejan en la mortalidad, la pérdida de años productivos, el aislamiento psicosocial y como consecuencia, el incremento en el uso y los costos para los sistemas de salud. La incorporación de intervenciones psicológicas a los procedimientos estándares de rehabilitación cardiaca, por ejemplo, ha demostrado reducir morbilidad, la recurrencia de episodios coronarios, las hospitalizaciones, la mortalidad y el estrés; además ha mostrado efectos positivos en la adherencia al tratamiento y la modificación de factores de riesgo biológico como hipertensión arterial, frecuencia cardiaca y colesterol elevados (Reyes, 2011). Si además del acompañamiento psicológico se realiza una intervención 3 neuropsicológica, se estaría dignificando al usuario con un tratamiento holístico en todas sus esferas para una correcta incorporación de este a su cotidiano. El mecanismo del daño cerebral en la IC es multifactorial y en la actualidad todavía se están estudiando. Datos actuales mostraron que el flujo sanguíneo cerebral (FSC) está en peligro en la IC crónica, la que se sugiere que se asocia con síntomas del sistema nervioso central (SNC). Este estado de hipoperfusión no es causado sólo por el bajo gasto cardíaco hallado en la IC, porque la autorregulación cerebral también está comprometida en estos pacientes (Georgiadis et al., 2000). Los valores de CO2 fluctúan en los pacientes con IC aguda o crónica y se relacionan inversamente con las presiones telediastólicas del ventrículo izquierdo, con producción de constricción y dilatación de los vasos del SNC. El trasplante cardíaco produjo una mejoría significativa del FSC, a menudo acompañada por aumento del funcionamiento cognitivo en los pacientes trasplantados (Havakuk et al., 2017b). Lo que demuestra el daño directo de la IC en las estructuras cerebrales profundas por ser susceptibles al daño isquémico por hipoperfusión, al verse disminuido el gasto cardiaco. Además de la relación directa con el flujo sanguíneo cerebral también se evidencian daños estructurales o anatómicos en pacientes con IC, estos se hallaron en sustancia gris y sustancia blanca, que no se limitaron a pacientes muy descompensados, sino que también se hallaron en pacientes con IC estables, ambulatorios, con IC sutil revelada sólo por ciertas pruebas cognitivas. La disminución del FSC no puede ser la explicación en el caso de pérdida de sustancia gris cortical, donde la vasculatura es abundante y, en cambio, la carga de riesgo cardiovascular se considera el principal responsable. Además, a pesar de las características 4 similares de daño cerebral, datos actuales mostraron que pacientes con IC tenían pérdida de la sustancia gris en regiones específicas mucho más extensa que la observada en pacientes con cardiopatía isquémica o en controles sanos. Los estudios de resonancia magnética (RM) revelaron según Woo (2015) que los pacientes con IC sufren con mayor frecuencia anomalías cerebrales focales, que van desde infartos corticales o subcorticales múltiples hasta enfermedades de los vasos pequeños con lesiones de la sustancia blanca e infartos lacunares, siendo la embolia cerebral y la hipoperfusión los mecanismos más plausibles (Moryś et al., 2016).También se evidenciaron en los estudios niveles altos de cortisol y catecolaminas aumentadas, valores altos de IL-6, homocisteína plasmática total (tHcy). Los valores altos de tHcy produjeron atrofia cerebral y disminución cognitiva por apoptosis de las células cerebrales (Havakuk et al., 2017b). Otro factor influyente son las carencias alimentarias en los pacientes con IC, dichas carencias son causadas por las dietas recomendadas para manejo de la patología, la insuficiencia de Tiamina produce cambios histológicos en zonas relacionadas con el funcionamiento de la memoria (los cuerpos mamilares y el hipocampo). RM efectuadas en pacientes con insuficiencia de tiamina también mostraron atrofia cerebral (Havakuk et al., 2017b). La mayoría de los estudios de seguimiento cognitivo en pacientes con IC han sido cohortes para evaluar el impacto funcional que produce esta enfermedad crónica, las asociaciones de la IC con las alteraciones neurológicas están en rangos de corto y medio plazo. Se ha demostrado que existen diferencias poblacionales en el riesgo de presentar un evento cardio o cerebrovascular agudo y sus consecuencias, que va más allá de la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular en la población. Un estudio realizado con pacientes chilenos 5 mostró en la evaluación cognitiva que el grupo coronario (n = 62) presentó un 37% de deterioro cognitivo (tres pacientes con demencia, 20 con deterioro cognitivo sin demencia y 39 sin cambios cognitivos), proporciones similares al grupo de factores de riesgo cardiovascular elevados (n = 57): 32% de deterioro cognitivo (3, 15 y 39 respectivamente) y mayores, pero sin alcanzar significación respecto al grupo de no hipertenso no diabético (n=25; 12%:0, 3 y 22). Los pacientes con demencia fueron clasificados como Enfermedad de Alzheimer (EA) (uno de tres casos) y demencia mixta (dos de tres casos) en el grupo de IC con factores de riesgo cardiovascular elevados, y como enfermedad de Alzheimer en los tres casos de demencia en el grupo de factores de riesgo cardiovascular elevados (Delgado et al., 2008). Gráfico 1. Mecanismos potenciales de asociación entre depresión y mal pronóstico de enfermedad cardiaca. 6 Antecedentes En la búsqueda de artículos e investigaciones relacionadas con la rehabilitación neuropsicológica en pacientes con insuficiencia cardiaca, fueron arrojados en diferentes buscadores con muy pocos reportes, encontramos múltiples artículos médicos citados a lo largo del trabajo y en las referencias, estos artículos relacionaban la IC con deterioro cognitivo en los cuales nos basamos para evidenciar la necesidad de la rehabilitación neuropsicológica en los pacientes con IC. En el área de Psicología se encontró intervenciones psicológicas en cirugía cardiaca donde exponen un programa de psicología cognitivo conductual que facilita el adecuado afrontamiento y recuperación en la cirugía cardiovascular (Castillero Amador, 2010). También se plantean un programa de rehabilitación que incluye los aspectos psicosociales en pacientes con enfermedades coronarias las cuales incluyen técnicas cognitivo-comportamentales, de relajación, autocontrol, incremento en las redes sociales y clarificación de los valores. Evidencia la necesidad del manejo holístico de la enfermedad, ya que aplicar el reduccionismo del modelo biomédicolimita la estabilidad hemodinámica, la isquemia coronaria, la agregación plaquetaria, el metabolismo de los lípidos, glucosa, presión arterial y tono vasomotor como también el bienestar emocional, apoyo social y su conexión (Aycardi Fonseca, 2000). Los más relacionados con la neuropsicología lo obtenemos desde 3 tesis de grado para optar a licenciaturas en psicología, donde exponen la comparación del funcionamiento neuropsicológico del pensamiento en pacientes sometidos a cirugía cardiaca con y sin circulación 7 extracorpórea, la reestructuración cognitiva de los pacientes prequirúrgicos con enfermedades cardiovasculares y un programa de rehabilitación neuropsicológica para activar los procesos mnésicos, en pacientes con intervenciones cardiaco-quirúrgicas sometidos a circulación extracorpórea. Todos tres están asociados a procesos quirúrgicos, en la comparación del funcionamiento neuropsicológico del pensamiento en pacientes sometidos a cirugía cardiaca con y sin circulación extracorpórea realizaron un estudio con 40 pacientes divididos en dos grupos, dependiendo el tipo de circulación utilizado en el procedimiento quirúrgico, encontraron alteraciones asociadas con las áreas asociativas, con un bajo nivel de funcionalidad cognitivo, utilizando una entrevista psicológica semiestructurada, batería de diagnóstico neuropsicológico de A.R. Luria dirigido a investigación del pensamiento, While-Bear Supresión Inventory (WBSI) para contrarrestar las ideas rumiantes. Técnica de clasificación de objetos para evaluar la síntesis y abstracción. Tres sesiones de trabajo investigativo para aplicar pruebas con una duración de una hora (Abeledo Alfonso, 2011). En la reestructuración cognitiva de los pacientes prequirúrgicos con enfermedades cardiovasculares, menciona que se pueden presentar respuestas mal adaptativas que pueden complicar el curso y pronóstico de su condición clínica. Pasar por alto estas respuestas interfiere con el ejercicio de un cuidado médico integral y puede afectar el pronóstico de su enfermedad. Una efectiva aproximación terapéutica requiere el entendimiento del proceso médico desde los puntos de vista dinámico y psicosocial, lo cual orienta al psicólogo clínico en la elección de la estrategia psicoterapéutica que más se acomode a cada paciente para que acepte la cirugía, realice cambios en el estilo de vida, conductas de auto cuidado y el cumplimiento de las recomendaciones terapéuticas. Aquí se inició por un abordaje psicológico en los pacientes 8 prequirúrgicos y apoyo familiar, se continuo en UCI y hospitalización, evaluando el fenómeno de la adherencia a los tratamientos farmacológicos y terapéuticos, demostrando que la psicología tiene utilidad para hacer un pronóstico. Los síntomas depresivos facilitan estilos de vida poco saludables, como el sedentarismo, tabaquismo y la no adherencia a los tratamientos o incumplimientos de las prescripciones médicas, la depresión está acompañada de hipercolesterolemia, que se presenta por la disfunción del eje hipotálamo-hipofisiario, que aumenta la producción de esteroides (hipercortisolemia) y ácidos grasos libres, los síntomas depresivos tienen un efecto arritmogenico, asociado a una disminución del control vagal y del gasto cardiaco (Bohórquez Ríos, 2008). Y por último el programa de rehabilitación neuropsicológica para activar los procesos mnésicos, en pacientes con intervenciones cardiaco-quirúrgicas sometidos a circulación extracorpórea, la fase diagnóstica incluyó 30 pacientes. Se aplicó el Test Multivariado de Memoria, el subtest Dígitos, el Test de Denominación de Imágenes y entrevistas semiestructuradas. Los resultados indicaron daños neuropsicológicos en el recuerdo a corto plazo, en los almacenes de memoria sensorial, inmediata y memoria operativa. No se notaron dificultades significativas en el recuerdo mediato y en la memorización involuntaria de imágenes sensoriales y recursos semánticos. Se apreciaron nexos mnemotécnicos para la codificación y evocación como principales potencialidades, lo que justificó la propuesta de intervención. El programa diseñado incluye diez sesiones con ejercicios de estimulación neurocognitiva para activar los procesos mnémicos, con una frecuencia de aplicación de tres veces por semana en días alternos (Jiménez Puig, 2013). 9 Como se puede analizar en los protocolos realizados en las diferentes tesis expuestas anteriormente, se logra evidenciar en las investigaciones como los procesos cognitivos se encuentran alterados y los requerimientos necesarios que presentan los pacientes con IC, para brindarles un cuidado de la salud integral y en pro de una recuperación en todos los ámbitos, garantizando un adecuado entendimiento de la enfermedad y mayor adhesión al tratamiento, tanto del paciente como de su entorno. 10 Planteamiento del Problema La enfermedad cardiovascular es una de las causas de muerte más importantes en las sociedades industrializadas; la Organización Mundial de la Salud, en su informe de 2014, la sitúa como la primera causa, constituyendo un 31% de todas las muertes registradas en el mundo (Antón Menárguez et al., 2019). La insuficiencia cardiaca (IC) es la complicación más importante y frecuente de las enfermedades que afectan al corazón, ya que se reporta una prevalencia de 10% en mayores de 70 años. Según la American Heart Association (AHA) al año se reportan 550.000 nuevos casos de insuficiencia cardiaca en los Estados Unidos (Ruiz et al., 2009b). A partir de 1977, se empezó a documentar la relación existente entre insuficiencia cardiaca y presencia de alteraciones cognitivas, la cual se expresó con el término «demencia cardiogénica» (Ruiz et al., 2009b). Recientes estudios reportan que el deterioro cognitivo es 1,96 veces mayor en personas con insuficiencia cardiaca que en la población mayor de 65 años. Los síntomas cognitivos no sólo advierten de una enfermedad cardiaca más avanzada, sino que además se asocian con pobre adherencia al tratamiento y menor calidad de vida, las cuales se relacionan con un peor pronóstico clínico. La insuficiencia cardiaca constituye una de las principales causas de hospitalización, morbilidad y mortalidad en los países occidentales (Ruiz et al., 2009b). Debido a la función que cumple el corazón en nuestro organismo es obvio relacionarlo patológicamente como concomitante en múltiples tipos de patologías como los síndromes cardiorrenales o los síndromes cardiohepáticos, es por lo que los síntomas y signos de la disfunción del sistema nervioso central también forma parte de las manifestaciones de las 11 enfermedades coronarias. En los últimos años muchos estudios han relacionado las disfunciones cardiacas y las consecuencias ocasionadas al encéfalo, entre las relaciones que hacen, mencionan que en “pacientes con IC con fracción de eyección disminuida o conservada (ICFEd e ICFEc, respectivamente) y se pueden hallar tanto en pacientes muy sintomáticos, así como en pacientes ambulatorios estables” (Havakuk et al., 2017a). Los resultados de diversos estudios afirman que una gran proporción de pacientes con insuficiencia cardiaca presenta algún grado de deterioro cognitivo, probablemente asociado a una reducción en el flujo sanguíneo cerebral, ocasionado por bajo gasto cardiaco. Algunos reportes indican que hasta el 80% de los pacientes con insuficiencia cardiaca severa llegan a presentar alteraciones en funciones cognitivas como la memoria, la atención, el aprendizaje, la resolución de problemas y las funciones ejecutivas. Se ha documentado que la severidad del deterioro cognitivo depende del estadio de la IC, ya que individuos con un mayor compromiso cardiovascular manifiestan mayores dificultades en la ejecución de tareas específicas de dominio cognitivo. La presencia de alteracionescognitivas repercute de manera directa en la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardiaca al asociarse con disminución en el autocuidado, independencia reducida para la realización de actividades diarias y empeoramiento de la sintomatología clínica (Ruiz et al., 2009a). La IC es responsable de un alto grado de discapacidad al afectar la condición física de los pacientes como consecuencia de síntomas como disnea, fatiga, edemas y pérdida de masa muscular. A ello se suman las restricciones en la dieta, la dificultad para realizar actividades de la vida diaria, la pérdida progresiva de la autonomía, los efectos secundarios de los medicamentos y los ingresos recurrentes al hospital (L. M. Pérez-Belmonte, San Román-Terán, 12 et al., 2015). Las personas con IC tienen un riesgo cuatro veces superior de padecer deficiencias cognitivas que las personas sin IC, después de tener en cuenta otros factores como edad, género y comorbilidades (Sauvé et al., 2009). A menudo, el empeoramiento no provoca ningún deterioro significativo y, por consiguiente, no cumple los criterios para diagnosticar la demencia (Moryś et al., 2015). Además de presentar deficiencias cognitivas relacionadas con el IC, también se pueden asociar y magnificar si encontramos alteraciones del estado de ánimo empeorando el panorama para las alteraciones cognitivas por su relación directa con los procesos de depresión. La Deficiencia Cognitiva (DC) influye sobre la calidad de vida y el riesgo de complicaciones de los pacientes con IC. Cameron (2010) informaron en su estudio sobre cómo la DC era un factor pronóstico de autocuidado escaso en pacientes con IC. Hawkins (2012), mostraron en su estudio como los pacientes con IC y DC eran menos proclives a adherir al tratamiento. Por consiguiente, la DC es un factor de riesgo de descompensación de la IC, mayor frecuencia de rehospitalizaciones e incluso mayor mortalidad como lo demostró Rutledge (2006), Incluso Huynh (2016) lo relaciona como factores pronósticos para una mortalidad a los 30 días y la rehospitalización cuando se presenta la DC y la depresión. Los pacientes con depresión tienen un tono simpático alto, hipercortisolemia, niveles elevados de catecolaminas, activación plaquetaria anormal, marcadores inflamatorios aumentados y disfunción endotelial (Rumsfeld et al., 2003), que aumentan más el riesgo de eventos coronarios. En la DC adicionalmente, ocurren problemas subjetivamente experimentados con la concentración, la memoria, la resolución de problemas y el pensamiento, que pueden deteriorar el funcionamiento diario, incrementando los deterioros cognitivos directos de la IC (Moryś et al., 2016), 13 El DC postoperatorio es una importante complicación tras la cirugía cardíaca. La cirugía de derivación aorto-coronaria (CDAC) es uno de los procedimientos de revascularización más comúnmente utilizados en pacientes con extensa enfermedad arterial coronaria. El deterioro cognitivo postoperatorio (DCP), con una incidencia variable del 20-80%, es una complicación neurológica definida como un declive en el rendimiento de test neurocognitivos tras la cirugía respecto a niveles preoperatorios, pudiendo afectar a diferentes dominios (función ejecutiva, atención, memoria y percepción visoespacial) y que alteran la calidad de vida de los pacientes, incrementa la mortalidad y aumenta el gasto sanitario, además de no ser siempre transitorios sino capaces de perdurar años tras la intervención (L. M. Pérez-Belmonte, Román-Terán, et al., 2015). Como factores de riesgo han sido asociados factores específicos de la cirugía cardíaca, en el que se incluye el daño cerebral microembólico, o la anestesia, al igual que factores de riesgo preoperatorios como la historia y severidad de tabaquismo; la presencia, duración y mal control de la diabetes mellitus; la arteriopatía periférica y su duración; y la obesidad; la enfermedad cerebrovascular; y el grado de aterosclerosis en aorta ascendente; la mayor edad, aunque según Ruíz y otros (2009), en algunos estudios, en los cuales se realizaron valoraciones neuropsicológicas detalladas antes de la realización de trasplante cardiaco, se halló una elevada frecuencia de alteraciones cognitivas (50%) en pacientes relativamente jóvenes (35-37), mostrando alteraciones cognitivas generalizadas, con mayores pérdidas en la formación de conceptos, atención, habilidades psicomotoras y razonamiento (L. M. Pérez-Belmonte, Román- Terán, et al., 2015). Según Fernandez-Abascal (2003), existen diferentes factores de riesgo potenciales que pueden afectar al inicio y la evolución de la enfermedad cardiovascular. Entre ellos estarían los factores de riesgo emocionales o psicológicos. Estos incluyen variables y 14 emociones como la ansiedad, la depresión, la ira y la hostilidad, el patrón de conducta tipo A, el apoyo social y los estilos atribucionales. (Antón Menárguez et al., 2019). La cognición es procesamiento de información, pero procesamiento de información llevado a cabo por un cerebro con características específicas (Smith & Kosslyn, 2008), cerebro que en determinadas circunstancias puede verse afectado por procesos de degeneración normal o por procesos patológicos o accidentales, casos en los cuales el procesamiento cognitivo necesita de rehabilitación que restablezca dichas funciones. Estos estudios dejan entrever la importancia de la rehabilitación neuropsicológica durante el transcurso de la enfermedad y antes y después de intervenciones quirúrgicas en pacientes con enfermedades cardiacas, (L. Pérez-Belmonte et al., 2014), afirman que la evaluación cognitiva no ha sido establecida aún como parte de la práctica clínica rutinaria, debido en parte a la laboriosidad de algunas baterías cognitivas, pero alguna evaluación específica de funciones ejecutivas, atención y/o memoria podrían ser implementadas en la rutina diaria, particularmente en pacientes de alto riesgo cardiovascular. Sugieren la importancia de la evaluación cognitiva en relación con la cirugía para así poder adoptar medidas preventivas sobre su situación cardiovascular preoperatoriamente y aconsejar adecuadamente a los pacientes del riesgo potencial de deterioro cognitivo postoperatorio, disminuyendo el riesgo de deterioro cognitivo leve o demencia, e incluso valorar otras opciones terapéuticas revascularizadoras. Los pocos análisis existentes parecen indicar que la terapia cognitivo-conductual sería una orientación psicoterapéutica eficaz para la reducción de la sintomatología depresiva postinfarto. Además, la utilidad de estas estrategias ha sido evaluada por diversos trabajos, concluyendo que, tras la intervención, en el grupo experimental se redujo la tasa de mortalidad y la incidencia de 15 nuevos episodios cardíacos, además de obtenerse una mejora en los indicadores del estado mental, el funcionalismo cardíaco, la calidad de vida y el pronóstico a medio plazo(Antón Menárguez et al., 2019). 16 Justificación Cerca del 1% de la población mayor de 40 años presenta insuficiencia cardíaca. La prevalencia de esta enfermedad se dobla con cada década de edad y se sitúa alrededor del 10% en los mayores de 70 años (Rodríguez-Artalejo et al., 2004). En Norteamérica y en los países de Europa occidental, la prevalencia poblacional de insuficiencia cardíaca se encuentra aproximadamente en el 2% y el total de casos con insuficiencia cardíaca crónica duplica al de los cuadros de insuficiencia cardíaca aguda; además, en los pacientes portadores de la condición crónica, la tasa anual de reingresos hospitalarios alcanza el 31.9% y la mortalidad llega al 7.2% durante el año de seguimiento. En Asia la prevalencia se ubica entre 1% y 3%, pero con grandes variaciones entre los países respecto a las condiciones de manejo hospitalario y gasto sanitario. En África la frecuencia de la enfermedad essimilar, pero se ha identificado que los pacientes suelen tener menor edad, poseen menos coberturas de salud y muestran una mayor gravedad de la enfermedad al momento de la atención médica. Mientras tanto, en América Latina una revisión sistemática de las investigaciones conducidas sobre el tema reportó que la prevalencia poblacional de insuficiencia cardíaca se ubica en el 1% (IC95%: 0.1% - 2.7%), afectando principalmente a personas de entre 51 y 69 años de edad, con una tasa de readmisión hospitalaria del 31% y una mortalidad anual de 24.5% (Maldonado R., 2018). Se conoce que la mitad de los pacientes han fallecido a los 4 años después de diagnosticados, pero si la condición clínica es de severo compromiso, su mortalidad es mayor al 50% dentro del primer año, tanto que se considera su condición muy letal, siendo esta mayor que 17 la comparada con algunas neoplasias. Se ha considerado por lo tanto a la insuficiencia cardíaca como el “cáncer” cardiovascular por su gran mortalidad (Barreto Sánchez et al., 2013). Tabla 1. Principales causas de muerte: Muertes reportadas para los países y territorios de las Américas. GRUPOS DE EDAD 1 2 3 4 5 50-54 AÑOS Enfermedades del sistema urinario Agresiones homicidios Diabetes mellitus Cirrosis y otras enfermedades del hígado Enfermedades isquémicas del corazón 55-59 AÑOS Enfermedades del sistema urinario Diabetes mellitus Enfermedades isquémicas del corazón Cirrosis y otras enfermedades del hígado Agresiones homicidios 60-64 AÑOS Enfermedades del sistema urinario Enfermedades isquémicas del corazón Diabetes mellitus Cirrosis y otras enfermedades del hígado Insuficiencia cardiaca, complicaciones y enfermedades mal definidas del corazón 65-69 AÑOS Enfermedades del sistema urinario Diabetes mellitus Enfermedades isquémicas del corazón Insuficiencia cardiaca, complicaciones y enfermedades mal definidas del corazón Cirrosis y otras enfermedades del hígado 70-74 AÑOS Enfermedades del sistema urinario Enfermedades isquémicas del corazón Diabetes mellitus Insuficiencia cardiaca, complicaciones y enfermedades mal definidas del corazón Influenza y neumonía 75-79 AÑOS Enfermedades isquémicas del corazón Enfermedades del sistema urinario Insuficiencia cardiaca, complicaciones y enfermedades mal definidas del corazón Diabetes mellitus Influenza y neumonía 80 Y MÁS AÑOS Insuficiencia cardiaca, complicaciones y enfermedades mal definidas del corazón Enfermedades isquémicas del corazón Influenza y neumonía Enfermedades del sistema urinario Enfermedades cerebrovasculares Nota. Organización Panamericana de la Salud (OPS). Datos. Principales causas de muerte: Muertes reportadas para los países y territorios de las Américas. Datos hasta 2018. Recuperado de: https://www.paho.org/data/index.php/es/mnu-mortalidad/principales-causas-de- muerte.html?start=1 https://www.paho.org/data/index.php/es/mnu-mortalidad/principales-causas-de-muerte.html?start=1 https://www.paho.org/data/index.php/es/mnu-mortalidad/principales-causas-de-muerte.html?start=1 18 En las Américas se encuentra posicionada en el listado de las primeras 5 principales causas de mortandad en grupos etarios mayores de 60 años, teniendo como principal causa de mortandad en mayores de 80 años. En Colombia no hay un registro adecuado sobre la prevalencia de la IC. En uno de los estudios realizados se encontró que 20,1% de los pacientes fueron admitidos con diagnóstico de IC, con edad promedio de 68 años; de este grupo 51,6% fueron de género masculino y 48,4% pertenecían al femenino. Por su parte, 63% de los pacientes ingresaron con clase funcional III de la New York Heart Association (NYHA) y 19,1% con clase IV de la misma asociación. La principal causa de hospitalización fue la falta de adherencia al tratamiento en 50% de los casos, seguido por infección respiratoria en 15% y exacerbación aguda de enfermedad pulmonar obstructiva crónica en 11,6%. De igual manera la mortalidad durante la hospitalización fue 16% y durante el seguimiento a tres meses 31%; a los seis meses 37,6% y 45,2% al año. En comparación con los registros de Estados Unidos, es, en definitiva, más alta debido al reducido grupo de pacientes con el cual se llevó a cabo el estudio en este país. Dentro de los marcadores de mortalidad más importantes están: presión capilar pulmonar elevada (PCCP >16 mm Hg), nitrógeno ureico elevado, creatinina sérica elevada, sodio sérico bajo, diámetro del ventrículo izquierdo aumentado y consumo pico de oxígeno disminuido. (Barreto Sánchez et al., 2013). Según la revista Portafolio en Colombia las enfermedades cardiacas tienen un costo de $6,4 billones al año, de los cuales por problemas de insuficiencia cardíaca llegan una cifra de $1,67 billones. Estas cifras tienen un alto costo no solo para el sistema de salud, ya que cabe destacar que, en el país, el sector público asume la mayor parte, llegando hasta el 76%, mientras que las entidades privadas se encargan del 24% del total. Además, también tienen una afectación 19 para el nivel productivo, en el cual los costos por concepto de pérdidas de productividad ascenderían a $2,58 billones. En este punto, $1,71 billones serían los ingresos que pierden las víctimas; $197.639 millones los que dejan de percibir las empresas; $366.002 millones, el valor de la atención de los familiares y amigos y, por último, $306.936 millones, los ingresos fiscales que se dejan de percibir. En este rubro es el 0,3% del PIB en la cual la afectación no es solo a nivel individual sino colectivo y como nación (Portafolio, 2017). En múltiples estudios realizados por Okonkwo OC, Cohen RA, Gunstad J, Tremont G, Alosco ML, Poppas A, (2010), Jurgens CY, Faulkner KM, Lee CS, (2013) y asociaciones como New York Heart Association, la Sociedad Española de Cardiología, el Departamento de Neurología y Neurocirugía, Servicios de Cardiología e Imagenología, Hospital Clínico Universidad de Chile, entre otros, se llevaron a cabo investigaciones de la prevalencia de deterioro cognitivo en la IC, con mediciones por pruebas psicométricas complejas, conformando baterías neuropsicológicas extensas, y también mediante test de cribado de ágil manejo; encontrando que la prevalencia descrita del DC en pacientes con IC varían entre el 24% y el 80%, estas diferencias pueden deberse a las características clínicas de los pacientes, y a la variedad de test psicométricos utilizados, siendo en su porción inferior una cifra significativa para la intervención neuropsicológica, no solo por la afectación que produce en los pacientes el DC, sino por las repercusiones globales en el ser y en su entorno, en las personas afectadas con IC. Entre los estudios mencionados los de la Sociedad Española de Cardiología, el Dr. Alberto Esteban Fernández (2018) encontró que: la presencia de deterioro cognitivo es frecuente en pacientes con IC. Su etiología es poco conocida y en ocasiones multifactorial, ya que no siempre se debe a la propia edad, influyendo factores como el bajo gasto, la propia IC o 20 las comorbilidades. La intensidad de la atención estaba afectada en el 41% de los pacientes, lo que se asociaba con la presencia de cardiopatía isquémica y peor estado funcional. Asimismo, la memoria verbal a medio y corto plazo estaba más afectada que la memoria visual. Por último, la mayoría de los pacientes presentaban valores de fluidez verbal y visual en el límite bajo de la normalidad, estando más comprometidos en pacientes hipertensos o con peor estado funcional. En el estudio de RM se objetivó una mayor gravedad de la atrofia del lóbulo temporal con respecto a los controles apareados, con una relación significativa entre la gravedad de esta atrofia y la presencia de deteriorocognitivo… Por último, se vio que los pacientes con IC crónica tenían casi el triple de riesgo de padecer infartos lacunares silentes que sus controles apareados. En el estudio de Callegari y col. (2002) el 26% de los pacientes con IC tenían DC en un dominio cognitivo y el 30% tenía deterioro en cuatro o más dominios. Se ha demostrado que la IC es un factor de riesgo para la demencia y Alzheimer enfermedad durante un período de 5 años. Proporciones de los trastornos de demencia son similares en diferentes tipos de enfermedades cardiacas (Callegari et al., 2002). Debido a la concomitancia de múltiples patologías y al ocasionar un daño cerebral multifactorial se está intentando posicionar en el ámbito medico el síndrome cardiocerebral, esto con el fin de aumentar la consciencia de los médicos sobre su existencia y motivar nuevas investigaciones que permitan conclusiones más firmes al evaluar esta enfermedad, así como su abordaje interdisciplinar para velar por un tratamiento adecuado a un síndrome. Los pacientes con enfermedades coronarias sufren numerosos síntomas, incluyendo fatiga, disnea, estenocardia y edemas, y es importante valorar cómo afecta la enfermedad el bienestar físico, emocional y social del paciente. La IC es una barrera para el autocuidado de la IC. Los comportamientos de cuidado personal incluyen adherencia a las terapias de IC prescritas, reconocer cambios en 21 síntomas y manejar o buscar consejo de salud cuando tales ocurren cambios. Estos pueden ser los síntomas de presentación de CI en HF. Las características comunes que se observan en pacientes con IC son disminución del autocuidado, mala adherencia al manejo de la medicación, necesidad de mayor cuidado personal, mayor frecuencia de hospitalización, frecuentes citas perdidas y disminución de la satisfacción con la atención. Los pacientes pueden ignorar síntomas de descompensación aguda importantes o pueden malinterpretar síntomas de ansiedad como síntomas de exacerbación aguda. (Alagiakrishnan et al., 2016) Se sabe que una calidad de vida baja disminuye la motivación del paciente para adherirse a las recomendaciones, lo que conduce a depresión y empeora significativamente el pronóstico (Obiegło et al., 2016). En este contexto se hace necesario realizar una distinción entre lo que implica estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica. El primer término hace referencia a todas aquellas actividades dirigidas a mejorar el rendimiento cognitivo general o alguno de sus procesos y componentes (atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, cálculo, etc.), ya sea ésta en sujetos sanos o en pacientes con algún tipo de lesión en el sistema nervioso central. El concepto de rehabilitación neuropsicológica, por su parte, es más amplio e incluye diferentes tipos de intervención, que se pueden encuadrar en cuatro grandes grupos: rehabilitación cognitiva (que implica también estimulación cognitiva), modificación de conducta, intervención con familias y readaptación vocacional o profesional, esto incluye poner todos los medios posibles para reducir el impacto de las condiciones que son discapacitantes y para permitir a los pacientes alcanzar un nivel óptimo de integración social (WHO, 2001) (Muñoz Marrón et al., 2019). En los últimos años se ha desarrollado en el área de la salud los modelos multidisciplinares e integrados para el tratamiento del proceso salud enfermedad, donde se 22 provee asistencia integral al paciente durante su proceso vital, para los pacientes de IC Comín- Colet (2016) recomiendan el siguiente modelo: Tabla 2. El modelo de atención crónica y los programas de atención a la insuficiencia cardiaca: componentes recomendados. 1. Fomentar el empoderamiento de los pacientes a través de la promoción del autocuidado y la autoeficacia 2. Evaluación e intervención integral del paciente 3. Cambiar la forma de prestar atención de manera convencional a unas más proactivas con intervenciones basadas en equipos multidisciplinarios mediante: A. La sistematización de la intervención en los pacientes (contactos planificados) B. La sistematización del manejo basado en las guías de práctica clínica 4. Promover nuevos roles de enfermería (especializadas en IC, gestoras de casos en atención primaria) para: A. Ejecución de las intervenciones por parte de enfermería entrenada con el apoyo de facultativos de una manera estructurada y planificada B. La educación intensiva del paciente en el autocuidado C. El abordaje precoz de las barreras al cumplimiento y el autocuidado 5. Incorporación de cardiólogos y otros especialistas hospitalarios (internistas, geriatras) subespecializados en IC 6. Aportaciones de otros profesionales, como médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, farmacéuticos y psicólogos 7. Establecer una buena conexión con atención primaria y atención especializada que promueve la continuidad de la atención entre niveles asistenciales 8. Detención y atención precoz de las recaídas: facilitar la existencia de dispositivos asistenciales flexibles con acceso abierto a los pacientes en caso de descompensación 9. Uso de las tecnologías para comunicación entre pacientes y proveedores de atención de salud y entre los profesionales de la salud A. Incorporación de la telemedicina al proceso de seguimiento (telemonitorización y teleintervención) B. Fomento del uso de sistemas eléctricos de información clínica para una mejor comunicación entre los profesionales de la salud (integración de la historia clínica electrónica entre los proveedores) para apoyar la toma de decisión de los profesionales en atención primaria y para la evaluación de los resultados Nota: Comín-Colet, J., Enjuanes, C., Lupón, J., Cainzos-Achirica, M., Badosa, N., & Verdú, J. M. (2016). Transiciones de cuidados entre insuficiencia cardiaca aguda y crónica: Pasos críticos en el diseño de un modelo de atención multidisciplinaria para la prevención de la hospitalización recurrente. Revista Española de Cardiología). 23 Objetivos Objetivo General Enlentecer el deterioro cognitivo y funcional, en pacientes adultos con IC que asiste al servicio de cardiología de la clínica CARDIOVID, teniendo en cuenta la combinación de factores que están relacionados con la afectación y con el paciente, como el nivel cognitivo y la personalidad previa del paciente, el sexo y la edad del paciente y la conciencia del déficit que posea el paciente. Objetivos Específicos • Conocer las características del perfil cognitivo en pacientes adultos con IC que asisten a la clínica CARDIOVID • Brindar estrategias psicoeducativas para pacientes y familiares con IC que consultan en la clínica CARDIOVID • Ayudar al entendimiento de su enfermedad y a la adhesión al tratamiento multidisciplinar, por medio de la identificación de factores de pronóstico. • Estimular las funciones mentales que han resultado afectadas como consecuencia del daño cerebral ocasionado por la insuficiencia cardiaca, enfocado en atención, memoria, función ejecutiva y emoción. • Fomentar la independencia básica e instrumental en pacientes con IC, así como la independencia e integración social más alto posible. 24 Propósito Este proyecto se pretende desarrollar para optar al título de magister en neuropsicología clínica en la modalidad de protocolo de rehabilitación neuropsicológica a pacientes con IC, el cual tiene como primer elemento ético la sustentación de la necesidad desde la investigación científica; se encontraron múltiples investigaciones científicas que abordan las dificultades cognitivas que los pacientes con IC comienzan a padecer como insumo para la justificación del diseño del protocolo, a la vez que se investigaran los antecedentes en relación a las intervenciones que se han desarrollado al respecto. Para la búsqueda de la temática se han analizado artículoscientíficos que dieron bases para la idea del trabajo de grado, y aunque se han encontrado investigaciones sobre las dificultades cognitivas que se desencadenan, no se han encontrado aún metodologías de intervención en rehabilitación descritas en las mismas, por lo que es un deber ético por parte del equipo indagar a profundidad en esta temática. En este mismo sentido, es un deber ético sustentar la justificación de la creación del protocolo en las causas más comunes de la enfermedad y sus consecuencias en la salud neuropsicológica de quienes la padecen, las prácticas médicas que se utilizan y los efectos psicosociales en caso de realizarse o no realizarse la rehabilitación, y ¿por qué no?, la prevención de los padecimientos o deterioros cognitivos con intervención neuropsicológica. Para comenzar la investigación y el diseño del proyecto es necesario hacer una definición de la población a intervenir, esto debido a que las IC se presentan en personas de todas las edades, desde la primera infancia hasta adultos mayores, y las técnicas e instrumentos de intervención 25 son diferentes en cada grupo etario; para el caso se delimitará la población a personas mayores de edad. En cuanto a las técnicas e instrumentos a aplicar se definirán acordes a las descripciones realizadas desde la literatura científica, con sustento en investigaciones realizadas en los últimos 5 o 10 años y para dar respaldo al protocolo, este será evaluado y aprobado por el comité de la universidad CES, quien verificará la rigurosidad científica con el que fue desarrollado. Según Resolución emitida por el Ministerio de Salud de Colombia, toda investigación debe tener en cuenta LOS ASPECTOS ÉTICOS DE LA INVESTIGACIÓN EN SERES HUMANOS, en el artículo 5 hacer referencia que “En toda investigación en la que el ser humano sea sujeto de estudio, deberá prevalecer el criterio del respeto a su dignidad y la protección de sus derechos y su bienestar” (Resolución 8430 de 1993. Ministerio de Salud. República de Colombia., 1993), llamado acorde con lo que se pretende en la creación de esta propuesta de intervención, la dignificación de las personas que padecen IC y que se están privando de un óptimo manejo de su condición, dado que el sistema de salud actual se limita a la restitución de sus necesidades vitales, dejando de lado aspectos tan importantes como la salud mental y neuropsicológica de los pacientes, y las investigaciones muestran la necesidad de garantizar la restitución de sus derechos enfocando el tratamiento de la patología de forma holística, lo que permitiría brindar las herramientas necesarias para el proceso salud-medad en todas sus esferas, física, psicológica, neuropsicológica y social. 26 En el proceso salud-enfermedad los principios bioéticos deben estar conservados a cabalidad, el principio de autonomía hace referencia a las capacidades de las personas para deliberar sobre sus finalidades personales y de actuar bajo la dirección de las decisiones que pueda tomar, absolutamente todas las personas deben ser tratadas como seres autónomos y las que presentan limitaciones en su autonomía tienen derecho a la protección. Este protocolo busca precisamente evaluar el proceso salud-enfermedad, en donde los limitantes patológicos propios de la condición de IC merman la capacidad de autonomía de los usuarios y así con una adecuada intervención, ya sea por rehabilitación neuropsicológica y así buscar la garantía de este derecho en los pacientes. Para Beauchamp y Childress, todas las teorías de la autonomía están de acuerdo en dos condiciones esenciales: a) la libertad, entendida como la independencia de influencias que controlen, y b) la agencia, es decir, la capacidad para la acción intencional (Siurana Aparisi, 2010). Para garantizar estas dos condiciones se debe propender por desarrollar herramientas de fortalecimiento en los procesos cognitivos alterados por la patología y así generar resiliencia en el proceso salud enfermedad y adherencia al tratamiento, además, a conservar este principio por medio de la aplicación del consentimiento informado ante la toma de decisiones en el campo de la salud (Ferro et al., 2009). “Las desigualdades en el acceso al cuidado de la salud y el incremento de los costes de estos cuidados han ocasionado en el ámbito de la sanidad el debate sobre la justicia social. La máxima clásica de Ulpiano dice que la justicia consiste en «dar a cada uno lo suyo». De un modo similar, Beauchamp y Childress entienden que la justicia es el tratamiento equitativo y apropiado a la luz de lo que es debido a una persona. Una injusticia se produce cuando se le niega a una persona el bien al que tiene derecho o no se distribuyen las cargas equitativamente” 27 (Siurana Aparisi, 2010). En esta propuesta de intervención se toma el principio de justicia valorando si la actuación es equitativa, posible y disponible para todos aquellos que la necesiten buscando la no discriminación. Al realizar un tratamiento de neurorrehabilitación que no solo está enfocado en la esfera física, sino que abarca holísticamente al usuario que presenta DC debido a su condición patológica por su IC, se brindaría la oportunidad de que este tipo de tratamiento esté disponible y sea practicado en todo el que lo necesite, velando por el cumplimiento del principio de justicia en el ámbito salud. Este principio está relacionado con la norma moral de dar a cada quien lo que necesita, de la cual se derivan diversas obligaciones, como realizar una adecuada distribución de los recursos, proveer a cada paciente de un adecuado nivel de atención, y disponer de los recursos indispensables para garantizar una apropiada atención de salud (Ferro et al., 2009). El principio de la beneficencia se enfoca en “Hacer el bien”, la obligación moral de actuar en beneficio de los demás. Curar el daño y promover el bien o el bienestar es un principio de ámbito privado y su no-cumplimiento no está penado legalmente. Su contraparte No- maleficencia; es el primum non nocere, no producir daño y prevenirlo, es un principio de ámbito público y su incumplimiento está penado por la ley. Beauchamp y Childress, hacen referencia que antes de realizar un tratamiento sobre un paciente, se debe hacer un balance de sus beneficios y riesgos. Algunos ejemplos de reglas de beneficencia son las siguientes: Protege y defiende los derechos de otros, previene el daño que pueda ocurrir a otros, quita las condiciones que causarán daño a otros, ayuda a personas con discapacidades, rescata a personas en peligro. Estos autores afirman que el principio de beneficencia es una exigencia y no una mera invitación a la acción, según ellos, asumiendo que la persona X es consciente de los hechos relevantes, 28 entonces X tiene la obligación de beneficencia hacia la persona Y, si y sólo si, se satisfacen cada una de las siguientes condiciones: • Y está en peligro de perder la vida o recibir un daño significativo en su salud o en algunos otros intereses importantes. • La acción de X se necesita, de modo singular o en unión con otros, para prevenir esta pérdida o daño. • La acción de X, de modo singular o en unión con otros, tiene una alta probabilidad de prevenir esta pérdida o daño. • La acción de X no representa riesgos, costes o cargas significativas para X. • El beneficio que se puede esperar que gane Y sobrepasa a todos los daños, costes o cargas que pueden afectar a X. Este protocolo en esencia busca practicar el principio de beneficencia, hacer el bien a los pacientes con DC como consecuencia de su enfermedad IC, buscando el mejoramiento de su calidad de vida, la probabilidad de una vida longeva, analizando junto al paciente (en la medida de las posibilidades), sus familias y el médico tratante los riesgos que cada caso tendría en su aplicación. Este protocolo busca prevenir la pérdidao el daño permanente de las funciones cognitivas de los pacientes, siempre bajo la premisa de no hacer un daño mayor con la intervención. Cuando la beneficencia se practica sin considerar la opinión del paciente, se incurre en el paternalismo (Siurana Aparisi, 2010). Los elementos que se incluyen en este principio son todos los que implican una acción de beneficio que haga o fomente el bien, prevenga o contrarreste el mal o daño; adicionalmente, todos los que implican la omisión o la ausencia de actos que pudiesen ocasionar un daño o perjuicio (Ferro et al., 2009). 29 Metodología Según el libro de bolsillo del Consenso Colombiano para el diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia cardiaca con edición en el 2017 la evaluación de los pacientes con IC se debe realizar de manera integral. “Dentro de la valoración básica del entorno se debe identificar la situación funcional y psicosocial, reconociendo la red de apoyo familiar, el grado de dependencia del paciente, la existencia o potencialidad de un cuidador competente, el estado cognitivo y anímico o los síntomas de depresión. La educación en autocuidado y el reconocimiento de signos de alarma es uno de los pilares en el manejo ambulatorio de los pacientes con insuficiencia cardiaca”. Los medicamentos suministrados para esta patología como los Diuréticos (Clortalidona, Furosemida, Torasemida), Anti-aldosterónicos (Espironolactona, Eplerenona), IECA (Enalapril, Captopril, Fosinopril, Lisinopril, Perindopril, Quinapril, Ramipril, Trandolapril), ARA II (Candesartan, Valsartan, Losartan), Hidralacina/Dinitrato de Isosorbide, ß-Bloqueadores (Carvedilol, Bisoprolol, Nebivolol), Digoxina, de los anteriores medicamentos solo se encontró que los ß-Bloqueadores presentan en diferentes estudios resultados contradictorios, donde en algunos pacientes adultos mayores, presentaron un mayor deterioro funcional, especialmente aquellos que ya presentaban deterioro funcional importante o deterioro cognitivo moderado o severo previamente, el reingreso hospitalario fue similar, pero la mortalidad fue menor en los que tomaban betabloqueantes (Steinman et al., 2017). Pero en otros estudios presentan como factor protector las estatinas y los betabloqueantes, los cuales se asociaron con una tasa anual más lenta de aumento en deterioro funcional de 0,75 y 0,68 puntos respectivamente (Rosenberg et al., 2008). Esto conlleva a tener un buen pronóstico en la rehabilitación por parte del tratamiento farmacológico suministrado. 30 Para La Organización Mundial de la Salud (OMS) la rehabilitación hace referencia a “procesos destinados a permitir que las personas con discapacidad alcancen y mantengan un nivel óptimo de desempeño físico, sensorial, intelectual, psicológico y/o social. La rehabilitación abarca un amplio abanico de actividades, como atención médica de rehabilitación, fisioterapia, psicoterapia, terapia del lenguaje, terapia ocupacional y servicios de apoyo” (Trápaga Ortega et al., 2018). Para implementar procesos de intervención neuropsicológica es necesario tener claridad sobre la diferencia en los conceptos de discapacidad y de deficiencia. El primer término, discapacidad, engloba las dificultades que un individuo puede tener para llevar a cabo actividades de carácter cotidiano. Estas dificultades pueden aparecer como una alteración cualitativa o cuantitativa en la manera en que la persona desempeña la actividad en comparación con otras que no tienen un problema de salud similar. Mientras que el concepto de deficiencia responde a nociones biológicas, la discapacidad refleja las perturbaciones en el rendimiento funcional del individuo, restricciones en la participación (nivel social), refleja los problemas que una persona puede experimentar al involucrarse en situaciones vitales, tales como relaciones interpersonales, empleo, etc., en el contexto real en el que viven (Muñoz Marrón et al., 2019). Esta distinción permite que las baterías de intervención neurológicas sean lo más holísticas posibles, en procura de una mejor calidad de vida de los pacientes, como meta final de la intervención. 31 Según Wilson (1991), las metas básicas de la intervención se pueden resumir en dos grandes objetivos: – Reducir las consecuencias de las deficiencias cognitivas en la vida diaria. – Reducir el nivel en que estas deficiencias impiden el funcionamiento adecuado del individuo en su entorno social. Estos objetivos globales pueden detallarse en cuatro objetivos específicos: a) Asegurar la autonomía personal y favorecer la socialización. b) Favorecer la estimulación de las funciones cognitivas superiores. c) Acompañar a la persona en la toma de conciencia de sus dificultades. d) Acompañar a la persona y a sus allegados en el trabajo de elaborar un nuevo proyecto de vida (Muñoz Marrón et al., 2019). Estas metas de intervención atribuyen importancia no sólo a la restauración del DC sino también a la disminución de los problemas particulares causados por éste, y al impacto que tales alteraciones tienen en la participación social y en la calidad de vida del sujeto (Muñoz Marrón et al., 2019). Además, los pacientes con daño cerebral rara vez poseen déficit cognitivo exclusivamente. No sólo parecen mostrar perfiles que comprenden numerosas y diversas alteraciones cognitivas, sino también problemas emocionales, sociales y conductuales que tienden a afectar un gran número de habilidades adaptativas, tales como la capacidad de autocuidado, de mantener relaciones sociales, de tener éxito académico o conseguir un trabajo. Por este motivo, el término intervención neuropsicológica no ha de limitarse a la “intervención cognitiva”, ya que el concepto es más amplio e implica la rehabilitación integral de sujetos que no presentan déficit cognitivo exclusivamente (Muñoz Marrón et al., 2019). 32 Tabla 3. Características de los test de cribado frecuentemente empleados en pacientes con IC. TEST DE CRIBADO RANGO DE PUNTUACIÓN PUNTO DE CORTE DOMINIOS COGNITIVOS S/E % AJUSTES NECESARIOS VALIDADO AL CASTELLANO MIS (40;41) 0-8 4/5 Memoria verbal a corto plazo S:80 E:96 Escolaridad y visuo-precepcion + CDT (42;43) 0-7 3/4 Atención/calculo Función ejecutiva Praxias visoespaciales S:59 E:70 Escolaridad y visuo-precepcion + SIS (44) 0-6 3/4 Memoria a corto plazo Orientación en tiempo S:88.7 E:88 No precisa - SPMOQ (45;46) 0-10 3/4 Atención/calculo Orientación Memoria semántica Memoria remota S:85 E:79 No precisa Valido en población iletrada + MOCA (37;47) 0-30 26/27 Atención/ calculo Función ejecutiva Memoria semántica Memoria a corto plazo Praxias visoespaciales S:90 E:87 Edad y escolaridad + MMSE (38;48) 0-30 24/25 Atención/calculo Función ejecutiva Memoria semántica Memoria a corto plazo Praxias visoespaciales S:0.87 E:0.89 Edad y escolaridad + S: sensibilidad E: especificidad MIS: Memory Impalment Screen. CDT: Clock Drawin Test. SIS: Six Ítem Screener, SPMSQ: Shor Potable Mental Stare Questionnarie, MOCA Monteral Cognitive Assessment: FolsteinMini Mental State Examination. Nota. González Moreno, María Jesús (2017). Deterioro cognitivo en pacientes con insuficiencia cardiaca. Universitat Autónoma de Barcelona. Programa de doctorado en medicina. Tesis doctoral). 33 La New York Heart Association (NYHA) ha documentado el DC en usuarios con fracción de eyección deprimida y preservada en clase funcional leve. Los dominios afectados principalmente son la atención, función ejecutiva por la afección evidente en las RM en el lóbulo frontal, velocidad psicomotora y procesamiento de la información, la memoria afectada fue la verbal a corto y mediano plazo. Se han encontrado estudios que documentan, mediante test de cribado y baterías neuropsicológicasextensas el DC en usuarios con IC, que este aspecto ha cobrado importancia en el tratamiento de los usuarios con IC debido a su incidencia y resultados en la salud del usuario. El funcionamiento cognitivo implica múltiples procesos, los cuales permiten al individuo percibir la información, aprender y recordar los conocimientos previos, todo esto utilizado para la resolución de problemas y la planificación de acciones en nuestro cotidiano, los dominios cognitivos incluyen memoria, atención, función ejecutiva, velocidad psicomotora, lenguaje y capacidad visoespacial. De estos dominios como lo indican los estudios realizados, la afectación directa en los procesos cognitivos se presentan en mayor medida en atención, función ejecutiva y procesamiento de la información, la memoria afectada fue la verbal a corto y mediano plazo. Lo que lleva a enfocar el programa de rehabilitación neuropsicológica en estas funciones con el fin de garantizar una mejor evolución del usuario y una mayor adhesión al programa de salud. La población a la que va dirigido el protocolo serían usuarios con IC de la Clínica Cardio VID en la ciudad de Medellín, (Ant). El programa incluye sesiones de valoración para 34 determinar el estadio en que se encuentran afectadas las funciones y la intervención de neurorrehabilitación serian 40 sesiones, se aplicaría con una frecuencia de una vez por semana, con una duración de 30 minutos, ya sea durante la estancia hospitalaria o en controles periódicos de su patología de base. Las Técnicas de Rehabilitación Cognitiva que podemos emplear son: ● Restauración de la función dañada: Empleando técnicas de estimulación y entrenamiento cognitivo. ● Compensación de la función perdida: Las actividades tienen un objetivo funcional, se emplean estrategias alternativas o ayudas externas. ● Optimización de las funciones residuales: Donde lo que se busca es fomentar las funciones no afectadas. En general cuenta con tres etapas básicas: • Evaluación inicial • Intervención neuropsicológica • Evaluación final Tabla 4. Distribución del programa: Momentos Sesión Programa Técnica Subproceso Evaluación inicial 1 sesión Evaluación inicial Entrevista semiestructurada Anamnesis 35 2 sesión Psicoeducación Grupal Presentación de la charla La Experiencia del Cuidador (Montaña Luque, 2019) primera parte. Brinda apoyo emocional Resolución de problemas 3 sesión Psicoeducación Familiar Presentación de la charla La Experiencia del Cuidador (Montaña Luque, 2019) segunda parte. Brinda apoyo emocional Resolución de problemas 4 sesión Emoción Escala de depresión cardíaca (CDS) Evaluación con escalas y pruebas 36 Inventario de ansiedad de Beck” (Beck Anxiety Inventory, (BAI). Escala de calidad de vida (WHOQOL- BREF) Escala de Apoyo Social Percibido (PSSS) 5 sesión Perfil cognitivo MOCA / MIS / MCT / INECO / TMT A y B / Test de Tachado de cuadros / Digito Símbolo Evaluación con escalas y pruebas 6 sesión Perfil cognitivo Índice de Barthel, Cuestionario de Lawton y Brody, NINDS-AIREN Evaluación con escalas y pruebas Intervención neuropsicológica 7 sesión Atención Test atención breve Robertson Validez ecológica Test atención breve Robertson 37 7 sesión Atención Restauración Atención selectiva 8 sesión Atención Restauración Atención selectiva 9 sesión Atención Restauración Atención sostenida 10 sesión Atención Restauración Atención sostenida 11 sesión Atención Compensación Atención sostenida 12 sesión Atención Restauración Atención alternante 13 sesión Atención Restauración Atención alternante 14 sesión Atención Compensación Atención alternante 15 sesión Atención Restauración Atención dividida 16 sesión Atención Compensación Atención dividida 16 sesión Evaluación de la atención Test atención breve Robertson Validez ecológica Test atención breve Robertson 38 17 sesión Emoción Ampliación de las pautas para manejo de IRA, TRISTEZA. Cognitivo conductual Técnicas de reestructuración cognitiva 18 sesión Memoria Test de Alteración de Memoria de CANO Restauración Validez ecológica Test de Alteración de Memoria de CANO 18 sesión Memoria Restauración Memoria explicita por medio de Asociativa / Mnemotecnia / Imaginaria visual / Agrupación / PQRST / Aprendizaje sin error / Desvanecimiento de pistas 19 sesión Memoria Restauración 20 sesión Memoria Restauración 21 sesión Memoria Restauración 22 sesión Memoria Restauración 23 sesión Memoria Compensación Memoria explicita por medio de Lista / agenda / alarma / recordatorios 24 sesión Memoria Compensación 39 25 sesión Memoria Compensación 26 sesión Memoria Compensación 27 sesión Memoria Compensación 27 sesión Evaluación de la memoria Test de Alteración de Memoria de CANO Validez ecológica Test de Alteración de Memoria de CANO 28 sesión Emoción Ampliación de las pautas para manejo de CULPA. Cognitivo conductual Brinda apoyo emocional y técnicas de manejo Resolución de problemas 29 sesión Evaluación de la función ejecutiva Brief-A Validez ecológica Brief-A 29 sesión Función ejecutiva Restauración Tareas con aumento de grado de complejidad Dividir la tarea en sus componentes Estrategias internas 30 sesión Función ejecutiva Restauración 31 sesión Función ejecutiva Restauración 40 32 sesión Función ejecutiva Restauración Control de tiempo Metacognición 33 sesión Función ejecutiva Restauración 34 sesión Función ejecutiva Compensación Establecer rutinas y hábitos. Aprendizaje de secuencias de conducta Reestructuración o modificación del ambiente 35 sesión Función ejecutiva Compensación 36 sesión Función ejecutiva Compensación 37 sesión Función ejecutiva Compensación 38 sesión Función ejecutiva Compensación 38 sesión Evaluación de la función ejecutiva Brief-A Validez ecológica Brief-A 39 sesión Emoción Ampliación de las pautas para manejo de MIEDO Y ANSIEDAD Cognitivo conductual Técnicas para el manejo de situaciones Brinda apoyo emocional y técnicas de manejo 41 Resolución de problemas Evaluación final 40 sesión Evaluación final Análisis de resultados de las pruebas ecológicas contrastadas con resultados de perfil cognitivo. Evaluación con comparación entre escalas y pruebas realizadas durante el programa de rehabilitación. 40 sesión Egreso Entrega del proceso Informe e indicaciones Evaluación Inicial La metodología de trabajo, aplicada a los pacientes con IC y sus familias son adaptadas acorde con lo hallado al inicio en la anamnesis y el screening neuropsicológico que se le realiza a cada uno de los pacientes y las dificultades expresadas por sus familiares. La primera evaluación se realiza al ingresar al programa de neurorrehabilitación, en este se realiza una completa anamnesis, se realiza el consentimiento informado y se establecen los objetivos de la rehabilitación. Las sesiones de psicoeducación son orientadas a los familiares y al paciente para la comprensión de las dificultades presentadas y los cambios experimentados por el paciente, así como el otorgar estrategias que les permitan responder a los retos presentados por la enfermedad. Además, brinda apoyo emocional, la resolución de problemas y otras técnicas, este proceso permite a los pacientes y familiares brindar a la posibilidad de desarrollar, y fortalecer sus 42 capacidades para afrontar las diversas situaciones de un modo más adaptativo. Lapsicoeducación tiene por objeto orientar y ayudar a identificar con mayor entendimiento y claridad el problema o la patología para enfocar su resolución o tratamiento, al igual que favorecer a desarrollar una mejora en la calidad de vida, reforzando las fortalezas, los recursos y las habilidades propias del paciente para hacerle frente a su enfermedad. La teoría es, cuanto mejor conozca el paciente su propia enfermedad, mejor puede vivir con su condición. En la primera sesión de Emoción se realizarán pruebas de detección para el diagnóstico de depresión en pacientes con IC con la escala de depresión cardíaca (CDS), las escalas de funcionalidad y la escala de BECK para ansiedad, las cuales describimos en el apartado de emoción más adelante. La calidad de vida y el apoyo social se evaluarán por medio de la escala de calidad de vida de la Organización Mundial de la Salud (WHOQOL-BREF) de 26 ítems (versión breve). El WHOQOL-BREF pregunta acerca de la calidad de vida de un individuo en cuatro dominios que incluyen salud física, salud psicológica, relaciones sociales y medio ambiente. Las puntuaciones más altas denotan una mayor calidad de vida. El WHOQOL-BREF también contiene una pregunta sobre la percepción que tiene un individuo de la calidad de vida en general y una pregunta sobre su percepción de su salud en general. La confiabilidad interna para los cuatro dominios de la escala indicó coeficientes alfa que variaban de 0.81 a 0.85 (Kiropoulos et al., 2012). Y el Apoyo social por la Escala de Apoyo Social Percibido (PSSS) de 12 ítems evalúa el apoyo social percibido de la familia, los amigos y otras personas. Las puntuaciones más altas indicaron un mayor apoyo social percibido. La consistencia interna de esta escala en esta muestra indicó un coeficiente alfa de 0,92. El Instrumento de Apoyo Social Enriquecido (ESSI) de 7 ítems mide el apoyo social funcional, particularmente el apoyo 43 emocional en pacientes cardíacos. Las puntuaciones más altas indican niveles más altos de apoyo social. El ESSI se ha utilizado anteriormente para examinar el nivel de apoyo social y evaluar los cambios en el apoyo social de los pacientes después del tratamiento cardíaco. El coeficiente alfa del ESSI en la muestra actual fue 0,86 (Kiropoulos et al., 2012). El perfil cognitivo se realiza para establecer un punto de partida o rapport, se aplica la prueba de evaluación cognitiva de Montreal –Montreal Cognitive Assessment (MoCA), es una herramienta de cribado, de uso libre, desarrollada originalmente en 2005 precisamente como respuesta a la dificultad para identificar la presencia de deterioro cognitivo con el Mini-Mental State Examination (MMSE). Constituye una batería de pruebas breves, de fácil administración, con una duración aproximada de 10 minutos, cuyo propósito es detectar la presencia de deterioro cognitivo leve (DCL) y diferenciarlo de alteraciones cognitivas consecuentes al envejecimiento normal. Evalúa las funciones ejecutivas, la capacidad visuoespacial, la memoria, la atención, la concentración y la memoria de trabajo, el lenguaje y la orientación, y la puntuación máxima es de 30 puntos (Loureiro et al., 2018). Además, se aplicarán los criterios de diagnóstico basados en la clasificación de la NINDS-AIREN, al ser la IC una enfermedad que está directamente relacionada con la irrigación sanguínea se precisa utilizar la clasificación propuesta por el National Institute of Neurogical Disorders and Stroke Association-Association Internationale pour la Recherche el l' Enseignement en Neurociences (NINDS-AIREN) en 1993, los cuales hoy en día son los más utilizados por exigir evidencias clínicas y radiológicas, estos criterios mejoran la especificidad o la sensibilidad, por su uso en estudios clínicos. Para realizar el diagnóstico de DCL vascular o descartarlo, se requiere la presencia de un diagnóstico clínico de DC, relación temporal entre la 44 lesión vascular cerebral y el deterioro de la cognición, identificación clínica y por estudios de neuroimagen de las diversas lesiones cerebrovasculares asociadas con el deterioro de la cognición, y la formulación de una relación etiopatógena con las lesiones vasculares cerebrales (Pineda Isaza et al., 2019), esto nos permitiría evidenciar y medir el deterioro presentado por los pacientes que tienen IC. Para evaluar funcionalidad se empleará el índice de Barthel, también conocido como "Índice de Discapacidad de Maryland" es un instrumento ampliamente utilizado para este propósito y mide la capacidad de la persona para la realización de diez actividades básicas de la vida diaria, obteniéndose una estimación cuantitativa del grado de dependencia del sujeto. Es una medida fácil de aplicar, con alto grado de fiabilidad y validez, capaz de detectar cambios, fácil de interpretar y cuya aplicación no causa molestias. Por otra parte, su adaptación a diferentes ámbitos culturales resulta casi inmediata. A pesar de tener algunas limitaciones, el Índice de Barthel puede recomendarse como un instrumento de elección para la medida de la discapacidad física, tanto en la práctica clínica como en la investigación epidemiológica y en Salud Pública. Los valores que se asignan a cada actividad dependen del tiempo empleado en su realización y de la necesidad de ayuda para llevarla a cabo8,10. Las AVD incluidas en el índice original son diez: comer, trasladarse entre la silla y la cama, aseo personal, uso del retrete, bañarse/ducharse, desplazarse (andar en superficie lisa o en silla de ruedas), subir/bajar escaleras, vestirse/desvestirse, control de heces y control de orina10. Las actividades se valoran de forma diferente, pudiéndose asignar 0, 5, 10 ó 15 puntos. El rango global puede variar entre 0 (completamente dependiente) y 100 puntos (completamente independiente) (Cid-Ruzafa & Damián-Moreno, 1997). 45 Para las actividades instrumentales, la escala de Lawton y Brody permite la evaluación de las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD), este instrumento detecta las primeras señales de dificultad y falta de autonomía en la persona. Este breve instrumento es uno de los más utilizados a nivel mundial. Valora la capacidad del paciente para realizar actividades instrumentales necesarias en el día a día para vivir de manera independiente. Está compuesta por 8 ítems; Capacidad para usar el teléfono, Hacer compras, Preparación de la comida, Cuidado de la casa, Lavado de la ropa, Uso de medios de trasporte, Responsabilidad respecto a la medicación y Manejo de asuntos económicos. Para evaluar correctamente los ítems resulta importante diferenciar si el paciente podía llevar a cabo anteriormente esa actividad. Además, esta escala da mucha importancia a las tareas domésticas, por lo que en nuestro entorno los hombres suelen obtener menor puntuación. Las respuestas a cada ítem pueden ser 0 (incapaz, parcialmente capaz) o 1 (capaz). La puntuación final es la suma del valor de todas las respuestas y oscila entre 0 (máxima dependencia) y 8 (independencia total) (Jiménez-Caballero et al., 2012). Cada uno de los procesos a tratar se evaluará con diferentes pruebas, las cuales son descritas en cada una de estas. Intervención Neuropsicológica Atención Se realizarán 10 sesiones basándonos en el modelo de Sohlberg y Mateer (1987,1989) han descrito un modelo para la evaluación de la atención basado en los datos aportados por la neuropsicología experimental, en las observaciones obtenidas en el ámbito clínico y en las quejas 46 subjetivas de los pacientes. El modelo es jerárquico y cada nivel requiere el correcto funcionamiento del nivel anterior asumiendo que cada componente es más complejo que el que le precede. Este modelo fue escogido debido a que, en la IC, los pacientes pueden tener un IC sutil o global y su afectación en diferentes dominios con mayores déficits en la atencióny la memoria, estos hallazgos son frecuentes en pacientes con IC (Alagiakrishnan et al., 2016), el modelo pretende dar cuenta de los fenómenos observados en la clínica y también sirve de herramienta teórica para la evaluación y el diseño de programas de tratamiento en el contexto de la rehabilitación, ya que se trata de un modelo heurístico, que describe con claridad aspectos fenomenológicos de los procesos atencionales. Al inicio de la evaluación se realizará la prueba Trail Making Test (TMT) parte A y B como parte del perfil cognitivo. El TMT es un test neuropsicológico que tiene el objetivo de evaluar diferentes funciones cognitivas, entre ellas la atención, la velocidad psicomotora y la flexibilidad cognitiva, esto con el fin de enfocar y ejecutar eficientemente dentro del proceso atencional. Este consta de dos partes: La parte A, mide la capacidad para localizar elementos en el espacio, en este se pretende la conexión, mediante líneas y de forma consecutiva, de 25 números distribuidos al azar en una hoja. En la parte B, se sigue secuencias, se debe realizar la conexión, tiene que seguir la misma lógica, pero uniendo números y letras de forma alternante. En ambas partes de la prueba se realizan previamente ensayos. En el TMT se explora la atención selectiva, focalizada, memoria de trabajo, impulsividad, enfoque y ejecución motora, velocidad de procesamiento psicomotor, flexibilidad cognitiva, secuenciación, tolerancia a la frustración, además de estas en la parte B también se puede explorar funciones ejecutivas, atención dividida y alternante (Margulis et al., 2018). 47 La rehabilitación se realizará por restauración de la función dañada, empleando técnicas de estimulación y entrenamiento cognitivo y compensación de la función perdida, donde las actividades tienen un objetivo funcional, se emplean estrategias alternativas o ayudas externas. La atención se evaluará en dos momentos; al inicio y final de las sesiones de rehabilitación en atención, en el cierre final de la rehabilitación se analiza y contrasta los resultados del perfil neuropsicológico y las evaluaciones ecológicas realizadas en el programa de rehabilitación. Los tipos de atención a trabajar serán: • Atención selectiva • Atención sostenida • Atención alternante • Atención dividida Para la rehabilitación dentro de las técnicas se adaptará tareas del programa Attention process training, de Sohlberg y Mateer, consta de un conjunto de ejercicios dirigidos a rehabilitar la atención sostenida, selectiva, alternante y dividida, ordenados jerárquicamente por su nivel de dificultad (Sohlberg y Mateer, 1987). Este es un programa de aplicación individualizada de ejercicios atencionales con diferente complejidad en los tipos de atención propuestos por Sohlberg y Mateer. El programa combina métodos y técnicas de rehabilitación de daño cerebral, así como psicología educativa y clínica. Se completa con un entrenamiento en autoinstrucciones y estrategias metacognitivas para que se apliquen en situaciones de la vida cotidiana. 48 La validez ecológica se realizará con el TEA de Robertson et al., 1996 (The Test of Everyday Attention en inglés /el test de la atención de cada día en castellano). Para sortear los problemas de anosognosia o el riesgo de que los familiares no sean observadores objetivos, se diseñó el TEA, que costa de 8 pruebas atencionales basadas en actividades ecológicas: irse de vacaciones, buscar en un mapa, buscar en la guía telefónica... Una ventaja importante del TEA es que su estructura está basada en el modelo de Posner y Peterson (1990). La TEA está compuesta por 9 subpruebas que registran la velocidad de actuación y aciertos en diversas tareas, permitiendo evaluar los tres procesos atencionales de atención sostenida, selectiva y control atencional en modalidad auditiva y visual. Memoria Se realizarán 10 sesiones, la memoria es el proceso cognitivo a través del cual se codifica, almacena y recupera la información determinada o un suceso concreto. Este proceso psicológico nos permite aprender (González Rodríguez & Muñoz Marrón, 2008), la función que cumple la hace indispensable para el proceso de autocuidado, el cual como se expuso anteriormente se encuentra muy alterado en los pacientes con IC, el modelo escogido para trabajar la memoria es el modelo de Multialmacen Arkinsan y Shiffer este modelo es el más utilizado a la hora de evaluar y rehabilitar, la clasificación de los almacenes de memoria que han hecho estos autores junto con la clasificación de sus componentes, permiten realizar un análisis completo a un paciente porque permite evaluar sus capacidades mnésicas alteradas y las conservadas. 49 La evaluación inicial de la memoria para el perfil se realizará por medio del MIS (Memory Impairment Screen) y el MCT (Memory capacity test) estas pruebas son de utilidad para discriminar entre portadores con DCL y portadores sanos, se caracterizan por ser breves, fáciles de administrar y de bajo costo. El MIS es un test breve de trastornos de memoria que emplea el recuerdo libre y selectivamente facilitado de cuatro palabras. Utiliza las técnicas del aprendizaje controlado y del recuerdo selectivamente facilitado para optimizar los procesos de codificación. El aprendizaje controlado requiere que el sujeto busque e identifique la palabra a recordar según una pista semántica (categoría). La misma pista semántica se utiliza para el recuerdo facilitado. Usando las mismas pistas en el aprendizaje y el recuerdo se minimiza el decremento del recuerdo total por factores externos, tales como la inatención o la ansiedad. El MIS fue desarrollado por Buschke, demostrando que es un instrumento de cribado fiable en una muestra poblacional (Böhm et al., 2005). El MIS es un test de tamizaje, ampliamente utilizado en poblaciones con DCL, enfermedad de Alzheimer y otras demencias en diferentes contextos. Se ha demostrado que el test tiene una sensibilidad del 95% y una especificidad del 81%, para DCL (Romero Vanegas et al., 2010). El MCT emplea técnicas de aprendizaje controlado y recuerdo selectivamente facilitado para optimizar los procesos de codificación. Consta de dos listas con 16 palabras cada una, las cuales se presentan en cuatro láminas de cuatro palabras cada una. Cada palabra hace parte de una categoría específica, la cual el sujeto debe asociar (Ej: tipo de árbol: pino). La puntuación del MCT para el recuerdo facilitado resulta de la sumatoria del total de palabras evocadas para una y otra lista. El total de la subprueba de recuerdo libre se obtiene sumando las palabras evocadas correctamente que pertenece a ambas listas (Romero Vanegas et al., 2010). El MCT parece ser de mayor utilidad, no solo porque es la versión extensa del MIS, sino porque permite medir más 50 componentes de la memoria episódica verbal. En el congreso de la Sociedad Latinoamericana de Neuropsicología (SLAN) en el 2006, se presentaron unos resultados donde se demostró que tiene un alto nivel predictivo para demencia (Romero Vanegas et al., 2010). Para la rehabilitación de los procesos de aprendizaje y memoria explícitos (también denominados conscientes o declarativos). Su principal característica es que la información es accesible a la conciencia y es susceptible de ser verbalizada. La información aquí contenida es modificable, de manera que puede cambiar a lo largo del tiempo (Muñoz Marrón & Periáñez Morales, 2012). Este proceso se realizará por restauración de la función dañada, empleando técnicas de estimulación y entrenamiento cognitivo Asociativa / Memotecnia / Imaginaria visual / Agrupación / PQRST / Aprendizaje sin error y compensación de la función perdida, donde las actividades tienen un objetivo funcional, se emplean estrategias alternativas o ayudas externas. Lista / agenda / alarma / recordatorios. La validez ecológica
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