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MULTICULTURALISMO_Y_FEMINISMO

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MULTICULTURALISMO 
Y 
FEMINISMO 
 
2 
 
Í N D I C E 
INTRODUCCIÓN……………………………………………………...……………………………… 
PRIMERA PARTE 
REVISIÓN DEL CONCEPTO DE MULTICULTURALISMO Y DE LA CIUDADANÍA 
MULTICULTURAL 
1. A modo de presentación……………………………………………………………………………… 
2. Status quaestionis…………………………………………………………………………………… 
3. Sobre la indeterminación del término……………………………………………………………… 
4. Génesis del problema………………………………………………………………………………. 
5. Cultura, identidad y civilización…………………………………………………………………. 
6. Significado de términos…………………………………………………………………………. 
7. Diferentes significados de universalismo……………………………………………………. 
8. Relativismo, pluralismo, multiculturalismo…………………………………………………. 
El multiculturalismo y el planteamiento de Charles Taylor………………………………..… 
9. Will Kimlicka:, ciuaddanía cultural o cultura societaria…………… 
10. Restricciones externas y restricciones internas……………………… 
11. El planteamiento comunitarista de Walzer 
 
SEGUNDA PARTE 
2.1. Multiculturalismo, justicia y género………………………………………………………….. 
 2.1.1 Sexualidad y Reproducción………………………………………………………….. 
2.2. Debate en el seno del feminismo……………………………………………………………… 
2.3. El Planteamiento de Susan Okin…………………………………………………………………… 
2.4. Diferencias culturales…………………………………………………………………. 
2.5. El planteamiento de Iris Young……………………………………………………….. 
2.6. Redistribución y/o reconocimiento………………………………………….. 
2.9. Tensiones y conflictos………………………………………………………… 
 2.9.1. Tradicionalismo……………………………………. 
 2.9.2. Laicismo………………………………………….. 
 2.9.3. Racismo, discriminación, y discursos apocalípticos………………….. 
 
CONCLUSIÓN………………………………………………………………………………… 
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………….. 
3 
 
INTRODUCCIÓN 
No cabe preguntarse por dónde debe pasar la línea fronteriza entre el mundo de la racionalidad 
instrumental y el de la identidad cultural, pues entre los dos se sitúan el mundo de los derechos fundamentales, el 
mundo del derecho de cada individuo a actuar como Sujeto y, en consecuencia, el derecho al pluralismo cuya 
contrapartida es el deber de cada uno de reconocer el derecho del otro a ser aceptado como Sujeto. Para entrar en 
ese mundo sólo es necesario reconocer ese derecho, lo que excluye cualquier recurso a una autoridad totalmente 
externa a la conciencia de cada uno. 
(Touraine, 1995:18)1 
 
 
El término multiculturalismo abarca formas muy distintas de pluralismo cultural, 
representan grupos o minorías culturales que van adhiriéndose a la ciudadanía de diferentes 
maneras, como sería la conquista o colonización hasta las recientes migraciones en el contexto 
mismo de la globalización. ¿cómo darle respuesta?. 
Entendemos por multiculturalismo aquella designación de la identidad de determinados 
grupos, en la cual quedan definidos como grupos de cultura diferenciada, cuya identidad se 
diferencia de otra, y se legitima por su autenticidad, exigiendo reconocimiento. 
“En Femenología del Espíritu”,2(1807) Hegel, se basa en este reconocimiento por parte del “yo” 
a “nosotros” y de “nosotros” al “yo”. Ese mutuo reconocimiento se convierte en posibilidad de 
formación de un “nosotros”. (Campillo, 2001). En esta configuración encontramos las bases 
epistemológicas del multiculturalismo desde dos enfoques, el enfoque hegeliano, y el levi-
strausiano. 
 Por un lado, el concepto de “Volksgeist” hegeliano, o espíritu del pueblo; el arte, la 
religión, las tradiciones, la moral y su filosofía. Hegel dice que el hombre individualista 
desaparece y se diluye en el pueblo, que tiene alma, esa subjetividad compartida, es una 
mentalidad colectivista. Este vínculo comunitario se desea mantener siempre, en una estructura 
social inmutable. Por otra parte, el concepto de multiculturalismo levistraussiano, este autor 
aduce que mientras las sociedades primitivas se bañan en un fluido histórico en el cual se 
esfuerzan por permanecer impermeables, nuestras sociedades interiorizan, valga la expresión, la 
historia para convertirla en el motor del desarrollo (Lévi-Strauss, 1969 b:34). De hecho, […] cada 
sociedad se desarrolla según sus necesidades, en relación a su libertad y a las circunstancias 
 
1 Touraine, A. ¿ Qué es una sociedad multicultural? Falsos y verdaderos problemas” Claves de razón práctica, 
Madrid, octubre 1995 
 
2 Apareció con el título de” Sistema de la ciencia” 1807. Primer tomo: La femenología del espíritu. 
4 
 
históricas. (Lévi-Strauss, 2002), Habla de sociedades calientes y frías.3 En ese sentido comenta: 
“No se discuten las reglas de la Tribu”. 
 En su versión pragmática, el multiculturalismo sería aquella corriente político filosófica que 
se preocupa por encontrar respuestas. Respuestas a desventajas o devaluación de derechos, 
que sufren, según que grupos humanos, y que se fundamenta en las diferencias existentes. Se 
pretende hallar principios que acometan desde el campo de la diversidad étnica y cultural, 
problemas que van surgiendo. No obstante, la diversidad de un Estado multicultural, de acuerdo 
a dichos principios, debería rechazar un Estado-Nación, que homogeiniza, aunque deba aceptar 
que dentro de un territorio puedan convivir dos o más culturas minoritarias dentro del un marco 
institucional, conformándose equitativamente, aunque ello acarree tensiones. En segundo lugar, 
no es el principio de igualdad, el principio que rige este movimiento, tampoco se trata de 
integración, ni asimilación, de lo que se trata es de diferenciación. Desde las políticas de la 
diferencia, de grupos sociales disconformes, se comienza a dar vueltas a la necesidad de dar 
valor a estas diferencias y darles espacio. 
Si retomamos el concepto de diferencia, recordaremos el intenso y permanente debate 
en el seno del feminismo. Esas diferencias entre mujeres (1990) habían pasado a constituir el 
debate feminista, en Estados Unidos, y se centra en las relaciones entre mujeres. Emergieron 
nuevas propuestas en el cuestionamiento de otros ejes de subordinación, ya no sólo el de 
género. Otros ejes de subordinación que interseccionan, como la raza, la condición física, la 
sexualidad, la clase social, y es cuando, la interseccionalidad aparece en la manera de enfocar 
los problemas sociales, en este caso, el género se teoriza desde todas las demás. Todas las 
luchas emancipadoras y de reconocimiento han de cuestionarse atravesadas por el género. La 
cuestión de la diferencia, trae consigo el reconocimiento de la “identidad”, y desde esta 
perspectiva, se cree que el reconocimiento de las mujeres como grupo oprimido históricamente 
sería muy relevante para visibilizar esta opresión y así crear grupos de apoyo apostando por 
políticas que favoreciesen a las mujeres en su conjunto. 
En este punto, volvamos a la cuestión del multiculturalismo. Desde el multiculturalismo 
se acepta que los distintos grupos culturales puedan, y deban, ser tratados de manera 
diferenciada, teniendo en cuenta sus diferencias culturales, el multiculturalismo rechaza la 
presumible neutralidad al considerar que ésta beneficia a la cultura dominante frente a las 
culturas minoritarias.( Kymlicka, 2003) afirma que hay dos modelos de diversidad cultural, las 
 
3
 http://arqueologia-diplomacia-ecuador.blogspot.com.es/2010/04/levi-strauss.html 
 
 
http://arqueologia-diplomacia-ecuador.blogspot.com.es/2010/04/levi-strauss.html
5 
 
minorías nacionales (incorporación de las culturas que previamente disfrutaban de autogobierno, 
que desean seguir siendo diferentes a la cultura dominante, en la que están insertadas, y el otro 
modelo, que surge de la inmigración individual y familiar (diversos grupos étnicos), su deseo es 
que se les acepte como miembros de pleno derecho en ella, en lugar de conformar aparheid, o 
guettos, en definitiva, que la sociedad demuestre pluralidad cultural, quese les permita mantener 
particularidades étnicas. 
Conviene reconocer, que las fronteras que separan a los grupos culturales no son tan 
rígidas como “a priori” parecen, sino que, son cambiantes. Las creencias culturales van 
renovándose y las personas apropian o rechazan rasgos y creencias culturales en un devenir 
dialógico. 
Por otro lado, los grupos culturales también son más heterogéneos de lo que se piensa, 
no todos y todas los/las integrantes de un grupo, mantienen las mismas creencias, rasgos y 
actitudes, asicomo, hay similitudes con otros grupos culturales diferentes del grupo de 
procedencia. Efectos de la inmersión globalizadora. 
 Todo ello, acarrea importantes implicaciones para la configuración de los estados liberales, 
por sus multiplicidades culturales, debido fundamentalmente, al proceso de expansión 
gloablizante. En este sentido, observamos cómo ha aumentado el volumen de información 
disponible en todo el mundo y para todo el mundo “interconectividad”, siendo relativamente 
asequible y accesible a todo el mundo, lo cual ha supuesto una verdadera revolución, en este 
caso tecnológica, ello ha contribuido, entre otras cosas, que exceden el propósito de este estudio 
a las continuas oleadas de migrantes, tanto de sur-norte, como de sus-sur, (aunque no se hable 
de ello) son las más numerosas. Personas que vienen con sus modos de vida, sus creencias, 
sus recuerdos, sus expectativas, y que se interrelacionan con la comunidad de acogida o con 
otras comunidades, tous ensemble, hibridan el espacio comunitario. Es en ese sentido, que 
Charles Taylor justifica la importancia del reconocimiento a la diferencia. 
 
 
 
 
 
6 
 
 
 
 
 
 
 
 
PRIMERA PARTE 
REVISIÓN DEL CONCEPTO DE MULTICULTURALISMO Y DE 
LA CIUDADANÍA MULTICULTURAL 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
A modo de presentación 
 
 
 La filosofía social, moral y política, ha planteado modelos explicativos de las relaciones 
de las personas en la sociedad, tanto históricamente como en la actualidad. Unas veces para 
hacer hincapié en los derechos de los individuos, otras veces por el contrario, se ha enfatizado 
sobre la comunidad de la cual forman parte. El problema, se centra en estos momentos, en las 
diversas explicaciones que surgen desde diversas disciplinas, entre ellas, la filosofía social y 
política, para dar cuenta de nuevo de las diferentes desigualdades sociales que se plantean. Lo 
cual representa nuevas reconfiguraciones y/o concepciones a nuevos retos y desafíos. 
Vivimos en un mundo cada vez más complejo. Un mundo en permanente metamorfosis, 
transformaciones sucesivas en el continuo espacio temporal de nuestras vidas. Resulta 
vertiginoso mirar hacia atrás, los estilos y modos de vida han sufrido profundas variaciones, tanto 
a nivel micro (personal, familiar) como a nivel macro (Internet, globalización). El mundo en el que 
vivimos poco tiene que ver con el mundo en el que nacimos. A medida que la sociedad aprende 
a organizarse y a exigir demandas, los estados democráticos se sienten interpelados. Han de 
afrontar tensiones, dar respuestas, dentro de los presupuestos políticos y filosóficos de la 
doctrina democrática. La misma que sirve para fortalecer su fundamentación social y jurídica. 
Algo lejos quedan las demandas por la justicia social, que proporcionaron el sistema de bienestar 
(welfare) en muchos países occidentales, tras la Segunda Guerra Mundial, cuya consigna eran el 
establecimiento y desarrollo de amplios derechos de protección social (De la cuna hasta la 
tumba)4 Sin embargo, toda una serie de alteraciones ha metamorfoseado el paisaje, y la 
sociedad requiere nuevos ajustes. Se exigen ampliar derechos, no sólo en la esfera civil y 
política, también en esferas como la económica y la cultural. En este sentido, podemos afirmar 
sin temor a equivocarnos, que los países democráticos y liberales se enfrentan a múltiples retos 
y desafíos. 
Este trabajo se enmarca en el contexto de las llamadas sociedades avanzadas, desde 
un ámbito académico de educación posobligatoria, y dentro de un sistema político liberal. La 
democracia es el sistema político de referencia. Analizando el concepto de democracia, 
podríamos pensar en aquello que se manifiesta como el conjunto de deliberaciones y toma de 
 
4
 Edward Bellamy (1888), mirando atrás, esta frase fue utilizada como slogan en el welfarismo .El i New Deal, 
políticas keinesianas, Tras el informe Bedveritge,(1942) el cual inaugura oficiosamente el sistema de bienestar, en 
Europa, aunque incipiente en países nórdicos. 
8 
 
decisiones, con la finalidad de conseguir el bienestar colectivo, o bien común. Decisiones 
realizadas por la sociedad en su conjunto, dentro de un marco de igualdad y moralidad 
compartido. Sí, considero que sería una correcta definición de democracia, que serviría de 
modelo5 para la organización social del espacio que se comparte. Las deliberaciones, en el 
discurso dialógico de la sociedad, apuntaría entonces, a la toma de decisiones en referencia a 
cómo queremos vivir conjuntamente. Es evidente, que el modelo económico y social que se 
comparte, y la correspondiente identidad social y personal van parejos en cuanto a 
representaciones culturales. Y aquí hace acto de aparición, el término lingüístico y complejo que 
vamos a tratar de analizar, cultura, culturas más bien, y sus respectivos derivados culturales 
Según el imaginario colectivo, las culturas son equiparadas con sociedades que 
manifiestan algún tipo de características peculiares que las definen como distintas a otras. Es 
decir, a través del modelo comparativo se visibilizan sociedades cuyas actividades, y modos de 
vida son diferentes. Las diferencias culturales existen, es evidente, sin embargo, sabemos que 
las sociedades y sus culturas no son permanentes, tampoco son monolíticas, pues no 
permanecen inalterables. Muy al contrario, las sociedades, y sus culturas son dinámicas. 
Conocemos como diferentes culturas coexisten en determinados contextos, ya hayan sido 
pertenecientes a otra época histórica, o como ahora en la actualidad, por ejemplo: el imperio 
romano, o en un estado multinacional como Francia, o también, por ejemplo, Suiza, como 
estado confederado multilingüe. 
Así pues, hablamos de diversidad cultural, en el que diversos colectivos como minorías 
étnicas, minorías nacionales, conviven en un mismo espacio geográfico. También podemos 
referir otros colectivos, minorías sociales (movimiento LGTB, o discapacitados, colectivos 
feministas) distintos grupos, que plasman un mosaico social múltiple. Entonces, nos 
preguntamos ¿Existe alguna sociedad homogénea?, las sociedades son heterogéneas, pueden 
guardar un grado de homogeneidad cultural, tanto en cuanto, guarden una serie de creencias y 
prácticas culturales compartidas. No obstante, la homogeneización cultural purista, como tal, no 
existe. Aunque hayan existido regímenes que lo hayan pretendido (nacionalsocialismo). Sí es 
cierto, por otra parte, que se nos ha contado la historia, en muchos casos, como un relato lineal, 
y compacto, dividido en estancos explicativos, como por fascículos, en los que sí se daba una 
base explicativa homogénea. Tampoco es verosímil. Las luchas, las batallas y guerras, las 
colonizaciones, anexiones, civilizaciones, imperios, y aún estados-nacionales, compartían 
diferencias. 
 
5
 Es evidente que hablamos de una generalización 
9 
 
Mencionamos sociedades, y culturas, que no han sido ni serán monolíticas, ni 
imperecederas. Diferentes sociedades han transitado el mundo. Historia relatada a su vez en 
términos coloniales, occidentales, y heteropatriarcales en su mayoría. Y tanto esas culturas, 
como esas mismas sociedades en constante interacción, han puesto el punto de mira en 
cuestiones en las que las mujeres hemos sidoprotagonistas, y han sido aquellas relacionadas 
con la sexualidad y el control reproductivo: las mujeres han aparecido en aquello que ha tenido 
que ver con la entrada en este mundo (nacimiento), con su salida (muerte), con rituales de 
control sexual y reproductivo etc. Situaciones de máxima vulnerabilidad humana, donde 
peregrinan emociones y sentimientos. 
Diferentes teóricas y teóricos de filosofía política recogen distintas demandas de una 
ciudadanía compleja y diferenciada, e intentan dar respuesta desde su posición. En este trabajo 
de investigación abordamos una reflexión política y social sobre el multiculturalismo y el 
feminismo. Ambos luchan por que se reconozcan sus derechos, ambos han desarrollado una 
teoría política que acompaña y fundamenta sus diferentes paradigmas. Existen similitudes en 
sus planteamientos y demandas, pero a la vez, hay ciertos tópicos que oscurecen un maridaje 
posible, imposibilitando, quizá, el acuerdo. 
A la vista de lo expuesto, el presente trabajo de investigación plantea una aproximación 
a la ciudadanía multicultural, siguiendo básicamente el siguiente planteamiento de índole general 
que pretende responder si en efecto, el multiculturalismo es el modelo que sustancia la demanda 
de justicia social. La hipótesis que mantenemos es que el reconocimiento jurídico-político es 
insuficiente para generar justicia social en un escenario multicultural. 
El esquema general de la investigación está dividido en dos partes. La primera de ellas 
comprende dos capítulos, cuya finalidad consiste básicamente en poner en cuestión la 
indeterminación conceptual del multiculturalismo y ciudadanía multicultural, y por otra parte, su 
interrelación con el feminismo, La segunda parte está centrada en analizar la especificación de la 
ciudadanía multicultural a partir de la dimensión cultural, transversalizada por una tendencia 
distintiva entre minorías migrantes de mujeres y mayorías nacionales como modelos ideales en 
la modulación de la construcción de una ciudadanía multicultural. 
 
 
10 
 
Status quaestionis 
 
Los movimientos de liberación de la década de los sesenta sacaron a la luz, las políticas 
de la diferencia, que rechazan los dos grandes ideales del liberalismo: la igualdad formal y 
jurídica y la neutralidad del Estado. En cuanto a la igualdad formal, se le presupone facilitar, que 
personas pertenecientes a grupos sociales no tan ventajosos, accedan a conseguir una igualdad 
de oportunidades en la vida. El liberalismo político, aboga por la neutralidad del Estado, sin 
embargo, resulta imposible lograr que un Estado se mantenga neutral, ya que encuentra 
elevadas dificultades en la implementación de políticas referentes a la diversidad de dichos 
contenidos culturales asicomo en el propio diseño institucional. La neutralidad, entonces, resulta 
un instrumento que acaba favoreciendo a la cultura dominante y perjudicando, aún sin 
pretenderlo(o si) a las culturas dominadas. Si un Estado proclama que se mantiene neutral, 
deviene probablemente en un refuerzo de la homogeneización cultural, de una aculturación, y 
asimilación. La cultura hegemónica representa a la cultura de los grupos sociales y económicos 
dominantes, los cuales poseen una determinada ideología, además, se debe tener en cuenta, 
que los instrumentos utilizados para evaluar han sido creados por éstos últimos. Todo ello, 
supone una desventaja para las personas culturalmente diferentes, por ende, no se encuentran 
representados (Taylor 1994, Young 1990). 
Sobre la indeterminación del término 
En principio, la expresión “multiculturalismo” es un término cargado de una 
indeterminación semántica, dado que no está claro dónde empieza y dónde termina el ámbito de 
aplicación, asimismo, remite a un lenguaje emotivo, cargado de juicios valorativos cuando se 
quiere demonizar o sacralizar lo que en definitiva hace que sea un concepto esencialmente 
controvertido. Para algunos autores “el término multicultural hace referencia al hecho de la 
diversidad cultural y el concepto multiculturalismo se refiere a la respuesta normativa a este 
hecho”6. En este mismo mismo sentido, Javier de Lucas, considera la multiculturalidad como un 
hecho social, es decir, como manifestaciones de la diversidad cultural en una misma sociedad 
como consecuencia de diferencias religiosas, lingüísticas, étnicas, o nacionales; y por 
multiculturalismo se refiere a la manera normativa de responder a la sociedad multicultural. 
 
6
 En Parekh, (2000:61) 
11 
 
Nos proponemos desbrozar el camino hacia la comprensión del concepto del 
multiculturalismo ¿qué es identidad? y ¿qué es cultura? y, sobre todo, ¿cómo se articulan ambas 
nociones en el contexto de la identidad cultural?, la identidad no es un término preciso y unívoco, 
pues sus implicaciones remiten a diferentes planos y dimensiones de la vida del ser humano: 
personal, religioso, político, cultural, social, étnico, nacional, etc., lo cual hace que sea un término 
especialmente poliédrico; podemos referir, que la identidad en el terreno del multiculturalismo 
gira básicamente en torno a dos dimensiones del ser humano: la individual y colectiva7. La 
identidad puede tener múltiples dimensiones y puntos de vista dependiendo el lugar donde se 
posicione el interprete; además, está sujeto a un proceso dinámico en el tiempo y en el espacio, 
los contextos sociales no son estáticos y los criterios de identificación varían8. En todo caso, la 
identidad es un concepto relacional que se define “como un proceso subjetivo (y frecuentemente 
autoreflexivo) por el que los sujetos definen su diferencia de otros sujetos (y de su entorno 
social) mediante la autoasignación de un repertorio de atributos culturales frecuentemente 
valorizados y relativamente estables en el tiempo”9. Referir que la falta de reconocimiento es un 
poderoso instrumento de control. La “propia autodespreciación se transforma en uno de los 
instrumentos más poderosos de su propia opresión” , por ello la identidad ha de someterse al 
criterio moral de autenticidad.(G. Giménez, 2007) 
La cultura, tiene una concepción semiótica, según Parekh, quien considera la cultura “un 
sistema de sentido y significado creado históricamente o, lo que viene a ser lo mismo, un sistema 
de creencias y prácticas en torno a las cuales un grupo de seres humanos comprende, regula y 
estructura sus vidas individual y colectivamente”, por otra parte, encontramos la concepción de 
“cultura societal” que plantea Will Kymlicka: “una cultura concentrada en un territorio, centrada en 
torno a una lengua compartida y utilizada por una amplia gama de instituciones societales, tanto 
en la vida pública como en la privada (colegios, medios de comunicación, derecho, economía, 
gobierno, etc.)”. Y señala “La llamo cultura societal para subrayar que implica una lengua y unas 
instituciones sociales comunes, más que creencias religiosas comunes, hábitos de familia o 
estilos de vida. Así podemos concluir ” la cultura provee el marco cognitivo, de sentido y 
 
7 Parekh, señala que la identidad del ser humano se concreta en tres dimensiones diferentes pero interrelacionadas 
entre sí: la personal, la social y la humana. 
8 El barco de Teseo es un barco construido dentro de cierta comunidad, la cual decide que servirá de barco sagrado 
que viajará anualmente del Pireo a Delos. Para esa comunidad, la identidad del barco depende de la creencia 
compartida de que el barco de Teseo es el que cumple los fines específicos y los papeles que convencionalmente 
se le asignaron cuando fue construido. El barco continuará siendo el barco de Teseo mientras cumpla con los fines 
para los cuales fue construido, sin importar cuántos cambios sufra y, especialmente, cuánto material se le añada o 
sustraiga al original” En OLIVÉ, Multiculturalismo y pluralismo, p.188-189 
9 En Giménez. Estudios sobre la cultura y las identidades sociales, op. cit., p. 61. 
12 
 
significado” de modo que, la identidad no es más que la “cultura interiorizada por los sujetos” . 
(Giménez, 2007: 44-49). Pudiera conceptualizarse como “costumbres de un grupo” , como estilos 
de vida propios, los movimientos sociales y las asociaciones voluntarias podrían reflejarse en 
esta definición. 
En la génesis del problema indicábamos algunas diferencias entre cultura y civilización 
sin embargo, en la actualidad, el término al que hacemos referencia se ha de adjetivar: la cultura 
gay, la cultura china, francesa, popular, hippy, etc. En este sentido, referir, que la arbitrariedad es 
tal, que incluso países considerados multiculturales, como EE.UU, o Suiza, si bien es cierto que 
son étnicamente diversos, por otro lado no lo son tanto, en cuanto a que comparten una forma 
social de vida moderna. (Kimlicka, 1996: 35-36) 
Reconduciendo su conceptualización, aseverar que en realidad, el término” 
multiculturalismo” es de invención reciente. Se podría reseñar que fue en la década de los 
noventa, tras el hundimiento del telón de Acero y el desmoronamiento de la Unión de Repúblicas 
socialistas soviéticas (URSS), cuando se problematiza el concepto de Estado y nación. También 
surge como cuestionamiento del proceso de globalización, criticando el modelo monocultural de 
occidente. 
Empezó a usarse regularmente en EE.UU y Canadá. En un congreso sobre 
“Multiculturalism, Minorities and Citizenship”, celebrado en Florencia, en abril de 1996, Nathan 
Glazer daba un dato interesante a este respecto: a principios de la década de los ochenta el 
término “multiculturalismo” sólo aparece en unos cuarenta artículos de los grandes diarios de la 
prensa americana, mientras que en 1992 había ya dos mil referencias. Nos encontramos en un 
contexto de cambios tanto externos como internos, en cuanto a los internos serían aquellos 
protagonizados por las demandas de grupos específicos de personas migrantes, minorías 
étnicas, nacionales, culturales, así como las mujeres. Los externos e un contexto de 
globalización, en el que los intercambios son distintos a los ocurridos en la colonización por 
Occidente en los siglos XIX-XX. 
El multiculturalismo, asimismo, debe entenderse como derivación de los movimientos 
que emergieron en la década de los sesenta, (pacifismo, feminismo, ecologismo) asicomo el 
desarrollo de los Derechos Humanos y su influencia política. Se reclamaba la atención de las 
especificidades de colectivos vulnerables. Su respectivo reconocimiento, cuestionando las 
relaciones de dominación, solicitando una transformación de las instituciones de forma que estos 
grupos sociales también deben ser representativos, se pretende la participación en su conjunto. 
13 
 
En este trabajo se tratará de abordar el paradigma sociopolítico-filosófico del multiculturalismo, 
explicar las diferente concepciones político-filosóficas y qué significan (Campillo, 2001:194). 
Génesis del problema 
 ¿Quiénes somos nosotros/as?. Se debate la interacción de un “Nosotros”(sociedad 
occidental, y grupos privilegiados) y de los “Otros” (grupos oprimidos),la posibilidad o no, de un 
diálogo cultural. Lo que está en juego, es esa crítica a una sociedad hegemónica, 
heteronormativa y patriarcal caracterizada por la racionalidad y la modernidad10. 
Ese “Nosotros”, no es homogéneo, y su construcción se debe a un largo proceso de 
construcción, “civilización”, cuya peculiaridad, según M, Weber, es una única dirección evolutiva 
de universal alcance y validez, también es cierto que se ha ido formando con otras culturas, y así 
es difícil diferenciar del universalismo el racionalismo occidental que es propio (Campillo, 
2001:196). Según N. Elias, se piensa la civilización y la cultura civilizatoria como proceso 
evolutivo en el que Occidente aventaja tres siglos al resto de la humanidad (N. Elias, 198711). 
Cultura, identidad y civilización 
 El debate sobre estos términos se produce por situarnos en un proceso de 
cambios. La identidad y la cultura estiran de un lado y el efecto de la globalización enfangado en 
el mercado, por el otro. Ambas en tensión, y una resultado de la otra. Se critica tanto al 
liberalismo como al universalismo, desde el comunitarismo y el feminismo. Se aborda la crisis del 
concepto de “ciudadanía”, en su versión clásica liberal. Y se cran debates en torno a cómo se 
entienden los conceptos de “justicia, libertad e Igualdad”, desde el universalismo, el 
comunitarismo y el multiculturalismo. La concepción universalista, es de larga tradición, parte de 
la idea kantiana de la razón y de los principios que la rigen. El comunitarismo por su parte, le 
sucede algo similar, es una concepción ética en la que la redistribución de los recursos, es decir 
de aquello colectivo, es prioritario a los derechos individuales y de autonomía liberal. Por otro 
lado, el multiculturalismo es un concepto nuevo, que puede recoger a ambas concepciones y que 
a su vez responde a esas alternativas actuales universalistas y comunitaristas. (Neus Campillo, 
2001:193) 
 El significado de universalismo, comunitarismo y multiculturalismo es amplio. El 
universalismo, es una concepción de larga tradición, y se fundamenta en la razón kantiana, el 
comunitarismo por su parte, también goza de muchos años de vida, y se basa en una 
 
10 Neus Campillo, 2001 
11
 Citado en Neus Campillo, 2001 
14 
 
concepción ética, y se basa en la configuración de los bienes como parte constitutiva de la 
comunidad., el multiculturalismo respondería a una nueva alternativa, como fruto de las 
transformaciones y cambios sociales y políticos. Charles Taylor hace referencia a la autenticidad 
de los valores, y el reconocimiento de las identidades diferenciadas, por otra parte, Will Kimlicka, 
apela a los derechos de los grupos diferenciados, y reclama que el liberalismo de respuestas a 
esas demandas, lo argumenta en base a la libertad de elección. 
 Ahora bien, la idea de justicia no es la misma para el universalismo que para el 
comunitarismo, el primero tiene su defensor en J. Rawls, un concepto de la justicia, en el que se 
deben existir tanto derechos individuales como unas reglas que determinan su logro, y la 
segunda postura, con Benhabib, o Habermas, en la cual la justicia es interaccionista, es una 
ética deliberativa. No está aparentemente condicionada, “universalismo, “interactivo”. En este 
sentido, se ha puesto en tela de juicio las sociedades occidentales, ese es el nudo gordiano del 
problema. Es una cultura racionalizada, fruto de la modernidad por tanto, se debe reformular 
dando cuenta de lo que supone un “nosotros” y con qué “otros”, interacciona (Neus Campillo, 
2001:194-195). 
 Dos aspectos, civilización y cultura no responden a los mismos parámetros. El 
concepto de civilización se define como algo externo y superficial, superpuesto. Sin embargo la 
cultura representaría algo interno y auténtico. “Entre considerar la cultura como lo que legitima lo 
peculiar y la civilización, la universalidad como valor secundario” (Campillo, 
2001:197)..Considerar la cultura como lo que legitima lo peculiar, lo propio, y civilización, 
indicaría un proceso, la tendencia a la expansión(Ideas sobre una historia universal en sentido 
cosmopolita, 1784), el sentido universalizador de la civilización12, la universalidad como un valor 
secundario. En los debates actuales sobre multiculturalismo han vuelto a surgir las mismas 
tensiones, desde la afirmación de lo “peculiar” unido a lo auténtico, y lo universal que unido a la 
civilización significa expansión y colonización. 
 
 
 
 
 
 
 
12, en Neus Campillo(2001) La pluralidad culturalHumana, p 197 
15 
 
Universalidad y “eticidad”. El bien y lo justo 
En el texto de Kant, la idea de moralidad va asociado a la cultura, y la civilización hacía 
un uso inadecuado de la idea de moralidad, “El cultivo del pundonor y de las buenas maneras, que 
sólo tienen un parecido externo con la realidad”13la autenticidad y la inautenticidad se contraponen. 
Asimismo, hay otro problema, el del reconocimiento, y aquí, es en Hegel, donde encontramos el 
concepto “lucha de las autoconciencias por el reconocimiento” (Femenología del espíritu) “en ella 
se plasma un elemento originario de las relaciones del yo al nosotros y del nosotros al yo. El 
mutuo reconocimiento”14. 
 Continuando con esta tensión, vamos a situar el universalismo y el comunitarismo. El 
universalismo lo emplazamos desde el racionalismo kantiano, como concepto de ciudadano de 
”fin en sí mismo”, dotado de derechos intrínsecos e inalienables. Por otra parte, Hegel, sin ser 
comunitarista en sentido actual del concepto, aboga por una “,forma de vida” , formando un 
mundo ético común, lo llama “eticidad”, una manera de comprensión desde la comunidad, y 
además tiene carácter normativo. No obstante, es desde el aristotelismo, “la vida buena” donde 
sientan sus bases y su discurso moral el comunitarismo. Por ello, el liberalismo no acepta sus 
premisas, pues sin unos derechos de estricta legalidad, que se adquieren por medio de 
procedimientos legales, avalados por el Estado, no puede haber justicia, su carencia procesual 
inhabilita esa pretendida justicia. Jhon Rawls, representa esta línea. 
 Sin entrar en detalles, las críticas vienen en sendas corrientes filosóficas, desde 
Hegel, (modernidad política) comentado anteriormente, así como la corriente neoaristotélica, las 
concepciones del bien, desde la ética. 
Significado de los términos 
Es conveniente precisar los múltiples significados que tienen los términos centrales de esat 
investigación, y así desvelar mejor su profunda complejidad 
Diferentes significados de universalismo 
 Siguiendo en el análisis conceptual, el universalismo como concepto responde a cuestiones 
diferentes, a la “naturaleza humana”, entendida de manera esencialista, sustancial. O bien, de 
forma estructural, como principios capaces de formular normas de acción de carácter universal 
(mundo moral). Esta normatividad es una estrategia de justificación. El universalismo moral como 
defensa de la Igualdad y respeto moral entre todos los seres humanos, y el universalismo legal, 
todos/as tenemos los mismos derechos. 
 
13
 Neus Campillo, 2001. 
14
 Ibidem 
16 
 
Relativismo, pluralismo, multiculturalismo 
¿Conocemos un significado por medio de su oponente?. Veamos, el término relativismo. Una 
postura relativista sería aquella que critica el universalismo. Respecto a esta cuestión, citaremos 
a Weber15, según este autor, desde una cultura determinada, la occidental, podían extraerse 
criterios de universalidad, desde lo particular extrae lo universal, y esto es sin duda “relativo”, 
según I Berlin,(1992)“relativismo”, “sería una doctrina según la cual el juicio de un hombre o un 
grupo, dado que es expresión o afirmación de un gusto, o un actitud emotiva o un punto de vista, 
es sólo lo que es, sin ninguna correspondencia objetiva que determine su veracidad o falsedad” 
(Berlín, 1992:93). 
 El relativismo defendería la no existencia de un lenguaje común, neutral, ahistórico, 
racional y compartido, y en su versión radical haría imposible una comunicación entre diferentes 
culturas, Esto resulta una incoherencia, pues la experiencia humana realiza ese intercambio 
entre lenguajes y culturas. (Campillo, 2001). En cambio, el pluralismo es un punto de vista 
interpretativo, pero no epistemológico universal. 
Por ello, en contraposición, el “universalismo”, debería interpretarse como pluralismo, y 
resultaría más adecuado en el contexto actual de globalización transnacional, el hecho de que 
hayan “valores que sean incompatibles o choquen con otros, de otras culturas, grupo o tan sólo 
un ser humano, no entraña relativismo de valores, sino la idea de pluralidad de valores. Y a su 
vez entrañará un choque inevitable de valores, y una incompatibilidad entre puntos de vista de 
civilizaciones distintas o de etapas de la misma civilización” (Berlín, 1992:92). 
En este sentido, Richard Rorty(Contingencia, Ironía y Solidaridad), juzga estos términos 
de obsoletos, que ya no deberían utilizarse en estos debates. En conclusión, el multiculturalismo 
desde una postura liberal, no necesariamente ha de partir del universalismo, el contextualismo16 
o el pluralismo podrían bien, ser sus aliados, siempre defendiendo la cultura liberal. 
En resumen, el término multiculturalismo acarrea indeterminación, no es fácil de acotar 
sus significados conceptuales, como ya se ha referido, bien obedece a grupos étnicos, como a 
minorías nacionales, sin olvidar a otros grupos sociales que revindican históricamente derechos, 
tales como el feminismo, el movimiento Gay y Lesbianas, transexuales, las personas con 
diversidad funcional, son algunos ejemplos. 
La complejidad del término multiculturalimo es enorme, es como un cajón de sastre, es 
el lugar donde las complejidades semióticas culturales van a parar. El multiclturalismo se asocia 
a las políticas de identidad, en cambio otros términos tales como universalismo, relativismo y 
 
15
 Neus Campillo, (2001:202) 
16
 Nuevas metáforas 
17 
 
pluralismo se vinculan hacia la filosofía social y moral, cuyas traducciones devienen en 
configuraciones políticas, como el liberalismo. En Canadá, afirma Kimlicka, alude a los derechos 
de las personas inmigrantes a expresar su identidad étnica, o en Estados Unidos, suele referirse 
a grupos marginalizados. (Kimlicka, 1996: 35) 
Delimitación de problemas 
Como se ha comprobado, existen deficiencias terminológicas en cuanto a su concreción, así 
pues, vamos a tratar de delimitar y definir algunos de estos problemas. 
Inconmensurabilidad, otredad, diálogo intercultural 
Cómo podemos apreciar, el problema del relativismo se relaciona con la inconmensurabilidad, 
pues según estas teorías no es posible las comparaciones culturales, pues no se encontrará un 
“lenguaje ·realmente común17”., dentro de las cuales estas puedan ser expresadas por completo. 
(Campillo, 2001:205) 
Así pues, el universalismo entra en confrontación con esta teoría de la 
inconmensurabilidad, el primero aboga por un lenguaje compartido, racional, común, por otro 
lado, la inconmensurabilidad, pone de relieve la imposibilidad de tal afirmación, no hay lenguaje 
ahistórico, neutral, universal, que hiciese realmente posible un traducción auténtica de unos 
lenguajes a otros. 
El relativismo extremo, defendería pues, esa inconmensurabilidad entre lenguajes y 
culturas, cuyo resultado sería una divergencia entre culturas que haría imposible el intercambio y 
el diálogo, no obstante, hallamos un contrasentido en esta afirmación, pues la experiencia 
humana realiza intercambios entre lenguajes y culturas, pues en materia de experiencia humana 
universal, somos capaces de crear sentido18 
 El pluralismo (Berlin, Rorty) mantiene alguna forma de inconmensurabilidad 
entre culturas y lenguajes, sin embargo no sostiene que cada una de ellas sea autoreferencial, 
pues pueden comparase y evaluarse. En este sentido aboga por un punto de vista hermenéutico-
interpretativo, y no epistemológico universal, ésa es la diferencia. No es necesaria la 
conmensurabilidad perfecta, es imposible, por la propia complejidad de la experiencia humana, 
pero se puede mantener horizontes de diálogo y de comparación de culturas.”La fusión de 
 
17
 El término inconmensurabilidad fue defendido porThomas Kuhn. 
18 Campillo (2001) 
18 
 
horizontes” H.G. Gadamer, da sun opción hermenéutica, en el diálogo entre tradiciones, 
lenguajes y culturas. Qué ocurre si fracasa el diálogo entre culturas y civilizaciones, la respuesta 
según, Bernstein (1991)19, debe ser ética. Debemos, es cuestión de voluntad, usar nuestra 
imaginación lingüística, emocional, y cognitiva para captar lo que es expresado y dicho en 
tardicciones·extrañas” Bernstein, (1991:13-14). 
Lo que se pone de relieve es de qué manera se puede establecer un diálogo o encuentro 
con los Otros. La cuestión de la otredad, y en cuanto a la afirmación de otredad radical, nos 
encontramos con lo “Mismo” frente al “Otro”, el dualismo de la alteridad, se establece una 
relación ética primaria, el “cara a cara” (Levinas), en este sentido se pretende no quedar 
reducido a La dicotomía mismo-otro, en la que lo “Mismo”, resultaría entonces, una imposición 
hegemónica. El pluralismo, no es eso, es diálogo, entonces se trata de reconocer, apreciar y no 
violar la alteridad del otro (Bernstein, 1991:21)20 
En este sentido, resaltamos que subyace una idea, y es que, se percibe la cultura 
occidental como homogénea, es la visión miope de la racionalidad ilustrada. El universalismo, es 
considerado por muchos como eurocéntrico, y etnocéntrico. Desde la conquista de América, las 
creencias, formas de vida que han desarrollado los países occidentales son diferentes otras 
civilizaciones, y ya llevamos un tiempo, son generalizaciones, es evidente, pero si hay rasgos 
que se comparten, la homogeneidad en los procesos de desarrollo, y sus respectivas 
identidades, eso nos lleva a la conclusión, de la capacidad de transformación y el poder del 
sistema capitalista de producción. 
El diálogo intracultural se presenta como una alternativa al relativismo y a la 
inconmensurabilidad radicales, si bien se tiene en cuenta la negación de la homogeneización de 
las culturas, eso sí, sin inconmensurabilidad. La “verdad hermenéutica del relativismo cultural” 
(Benhabib, 1997: 11), supone que el conocimiento de otras culturas proporciona las condiciones 
de su comprensión y aumenta el sentido de la relatividad de nuestra cultura, no obstante, se 
debe tener en cuenta el universalismo, es conveniente. ¿Es una posibilidad, o una necesidad, 
articular universalismo con el diálogo con diferentes culturas? 
¿Se parte ya de una confrontación real entre culturas?, ¿por qué sucede?. Suponemos 
que es fruto de la interrelación que existe, y que se debe a la necesidad de autoafirmación que 
subyace en la humanidad, la identidad es un componente esencial de la personalidad humana, 
 
19
 Citado en Campillo, 2001. 
20 Ibidem 
19 
 
necesitamos nombrarnos, el sentimiento de pertenencia está arraigado en la construcción social 
de la identidad. A medida que todo se dispersa, necesitamos encontrar el ovillo de lana y 
encontrar la salida. 
Es conveniente reseñar, que hay dos aspectos claves en esta propuesta, la necesidad 
de dos reglas normativas en el diálogo que hagan posible el respeto universal y la reciprocidad 
igualitaria, que nos conduce a la Democracia deliberativa, esta última cuestión la abordaremos 
más adelante. 
Reconocimiento, identidad, autonomía 
El Nosotros y los Otros apuntan al problema de las relaciones intraculturales. Se ha 
producido en los últimos años políticas de identidad-diferencia. A principios de los noventa 
aparecieron una serie de investigaciones sobre el reconocimiento, Alex Honneth, La lucha por el 
reconocimiento (1992), se trata de un modelo hegeliano de reconocimiento, en las relaciones 
intersubjetivas, las interrelaciones entre el yo y el tu, entre dos autoconciencias, que constituye la 
forma originaria de un “nosotros”. Este autor, pone de relieve que en las estructuras normativas, 
jurídicas, políticas, morales de nuestra sociedad, tiene un papel fundamental la negación del 
reconocimiento de los individuos. Asimismo, Habermas, ha expuesto una teoría de 
reconocimiento unida a la autonomía y al universalimo, sin embargo, la teoría de mayor 
consideración en la actualidad, es la que promulga Charles Taylor. 
El reconocimiento se considera una necesidad, el no reconocimiento, es uno de los 
instrumentos de opresión. El reconocimiento es a su vez un dar valor a la identidad específica, 
peculiar de grupos sociales minoritarios, en contraposición con la mayoría hegemónica, este 
reconocimiento de la identidad de los “otros”, está relacionado con las políticas del 
reconocimiento de la diferencia, que es una manera de interpretar la igualdad, pues se busca 
igualar a los “otros” por medio de reconocerlos, y no ignorarlos. Por esto se aplica la igual 
dignidad para reconocer la identidad diferente, se exige “el reconocimiento de igual valor”. 
Estado actual de la cuestión: respuestas a la crisis de la democracia y la 
ciudadanía 
Todas estas cuestiones que han ido surgiendo en relación a distintos problemas está 
relacionado, con la crisis del estado democrático liberal, se replantean los límites del liberalismo, 
de acuerdo con Neus campillo (2001) veamos brevemente algunas causas: 
20 
 
-El resurgir de las políticas primordialistas, la identidad y su, variante antropológica 
-La caída del muro de Berlín en 1989, y la Unión Soviética, la guerra de Yugoslavia, Albania, … 
-El auge del fundamentalismo islámico 
-Un momento cultural calificado como “posmoderno” 
-El fenómeno de la globalización, desde la perspectiva de desarrollo económico, cultural y social, 
consecuencia como la desafección política, corrupción, paraísos fiscales, anomia, tecnocracia… 
Todas estas variables no dan una respuesta integral, a la crisis del estado liberal 
democrático, pero se aproximan a ella. En este sentido, se pretende de manera sucinta, dado la 
ingente cantidad de autores y autoras que han planteado estas cuestiones, dar una breve 
explicación de las diversas corrientes analíticas que han emergido por este motivo. 
Liberalismo y pluralismo 
El liberalismo posee una gran tradición, es la alternativa tradicional a los problemas de la 
democracia, el autor que ha representado a esta la teoría política por excelencia, ha sido, Jhon 
Rawls,”Teoría de la justicia”(1971) y “Liberalismo político” (1993) 
Otro autor, Isahia Berlin, postulaba que libertad e igualdad son incompatibles, es más, 
habla de libertad positiva y negativa. En cuanto a la primera, la considera totalitaria, por ser un 
modelo impuesto de una determinada forma de vida, a la manera de Rousseau, Hegel, Marx. 
Berlin defendía la libertad negativa, es decir, la libertad de ser sin modelos institucionales, 
sociales, políticos sobre el individuo, se aboga por la propia elección de cada uno, sin corsés. 
Considero esta propuesta una utopía, pues somos seres insertados, animales sociales. 
Rawls, busca una articulación entre libertad e igualdad, una especie de modelo de 
“máxima abstracción” del contrato social de Rousseau, Kant, Locke. (Rawls, 1979.28) 
La justicia es la primera virtud de la sociedad, y en este sentido, se deben poseer 
derechos y libertades que los seres humanos tienen previamente a la constitución del sistema 
social que tiene que respetar, una concepción de sociedad como una asociación que cooperan y 
tienen conflictos. (Campillo, 2001:214) 
La hipótesis del “acuerdo original en una situación de igualdad”, “pensar que los 
miembros del grupo en la situación inicial son racionales y mutuamente desinteresados” (Rawls, 
1979:31). El contractualismo, la posición original, y la formulación de dos principios: 
21 
 
Primer principio: 
“Cada persona ha de tener un derecho igual al más amplio sistema total de libertades 
básicas, compatible con un sistema de libertad para todos”. (Campillo, 2001:215) 
Segundo principio: 
-Las desigualdades económicas y sociales han de ser estructuradas de manera que sean para: 
mayor beneficiode los menos aventajados de acuerdo con un principio de ahorro justo. 
-unido a que los cargos y las funciones sean asequibles a todos, bajo condiciones de justa 
igualdad de oportunidades. (Campillo, 2001:215) 
Estos principios deben aplicarse a la estructura social para regular las desigualdades, la 
distribución de derechos y deberes. En este sentido sólo se acepta la desigualdad si beneficia a 
los peor situados, sino se prohíbe. Su idea es de conseguir una igualdad socioeconómica, pues 
ello garantiza la libertad de todos, es en cierto modo una justificación del estado redistribuidor. 
Esto es precisamente lo que se le critica, que las únicas diferencias que encuentra son las 
socioeconómicas, por ello, se le reclama el reconocimiento de todas las diferencias. Rawls se 
esfuerza en dar respuesta problemas presentes y eso le lleva al liberalismo político. Neus 
Campillo (2001) afirma que existe en el liberalismo político, el “presupuesto de reflexividad”, y 
nuestra concepción moral de pluralismo como nuestra condición posmoderna , en la que 
diversos puntos de vista (doctrina racista, violenta, sexista o dogmática) son considerados “no 
razonables”, no todo es aceptable, es decir, se es proclive a la tolerancia porque nuestro sistema 
de valores tiende a ese liberalismo igualitario, sin embargo, hay otras prácticas que no pueden 
tolerarse, pues erosionan todo un sistema de valores, existe un sistema de moralidad que va 
sujeto al mismo principio liberal y democrático, se llama “razón pública” y en ello se debe guiar la 
ciudadanía. “Su idea de la sociedad como sistema justo de cooperación que establece en 
Liberalismo político (1993) básicamente contiene la forma de conseguir un “consenso 
superpuesto” que respete el hecho del pluralismo razonable: presentar ideas que los demás 
puedan compartir, a pesar de la diversidad de las doctrinas comprehensivas: esa es su idea 
organizativa básica”(N. Campillo, 2001: 2017-118) 
La crítica comunitarista al liberalismo 
La diferencia fundamental entre ambos es que el comunitarismo prioriza el rol social del 
individual, en cuanto al papel del estado, afirman (Alasdair MacImtyre, Michel Sandel) lo 
22 
 
rechazan, pues significa que las sociedades por ellas mismas, no son capaces de formar un 
concepto de bien, por ejemplo, la pornografía es aceptada en los estados liberales, y eso daña a 
las mujeres, así pues, una comunidad puede rechazarla, y esa sería su postura, considera pues, 
que el estado liberal acarrea nihilismo y permisividad.21 
McIntyre, reformula la tradición clásica aristotélica y cristiana22, su concepción de 
tradición modélica, sería la aristotélica, desarrollo de las virtudes de manera práctica cuyo fin 
sería la eudemonía, (felicidad), siendo alcanzada en la medida que las personas practiquen las 
virtudes, y sobre todo, el ejercicio de la prudencia phónesis, que sería la manera más adecuada 
de resolver conflictos particulares. Esta sería pues una de las alternativas para solucionar los 
problemas y crisis de la sociedad decadente sociedad actual. Personalmente, considero que 
estas propuestas resultan jesuíticas, y una vuelta atrás en el pensamiento racional humano. 
 
El multiculturalismo y la política del reconocimiento planteada por Charles 
Taylor 
Charles Taylor, en su célebre ensayo sobre el “multiculturalismo y la política de 
reconocimiento” hace ver la importancia del reconocimiento debido como “una necesidad 
humana vital”. la falta de reconocimiento o el falso reconocimiento de alguien, impuesto por 
“otros” desde un punto de vista despectivo y denigrante, puede causar fuertes daños y ser un 
medio efectivo de control y dominación, en la medida que esa imagen inferior sea internalizada, 
a tal grado que la “propia autodespreciación se transforma en uno de los instrumentos más 
poderosos de su propia opresión”23La propia cultura de cada uno debe ser reconocida, y 
 
21
 Campillo, 2001. 
22 Las tres tradiciones, principales según McIntyre, serían: la aristotélica, la agustiniana, y escocesa. 
23
 La interiorización de una imagen inferior y despectiva de sí misma, remite entre sus causas principales a procesos 
de opresión o dominación inducidos por sociedades patriarcales, en el caso de las mujeres; o provocados por la 
colonización, en el caso de los pueblos negros y pueblos indígenas. En este sentido, señala Taylor que “algunas 
feministas han sostenido que las mujeres en las sociedades patriarcales fueron inducidas a adoptar una imagen 
despectiva de sí mismas. Internalizaron una imagen de su propia inferioridad, de modo que aun cuando se supriman 
los obstáculos objetivos a su avance, pueden ser incapaces de aprovechar las nuevas oportunidades”. Del mismo 
modo, existe una relación análoga con respecto a los negros. “La sociedad blanca les proyectó durante 
generaciones una imagen deprimente de sí mismos, imagen que algunos de ellos no pudieron dejar de adoptar. 
Según esta idea, su propia autodespreciación se transforma en uno de los instrumentos más poderosos de su 
propia opresión”. El mismo método se aplicó también para los pueblos indígenas. “Se sostiene que a partir de 1492 
los europeos proyectaron una imagen de tales pueblos como inferiores, “incivilizados” y mediante la fuerza de la 
conquista lograron imponer esta imagen a los conquistados”. Charles TAYLOR, Multiculturalismo y la “política del 
reconocimiento”, trad. Mónica Utrilla de Neira, Fondo de Cultura Económica, Sevilla, 2003, p. 44. También la tesis 
de Honneth sigue los mismos derroteros del daño moral que puede infligir la falta de reconocimiento por los “otros 
significativos”, en la autoestima, autorespeto y autoconfianza de las personas y colectivos. Axel HONNETH, La 
lucha por el reconocimiento. Por una gramática moral de los conflictos sociales, trad., Manuel Ballestero, Crítica, 
Barcelona, 1997. 
23 
 
además debe ser valorada positivamente por los demás, aunque no la compartan. Evitar 
prejuicios y discriminaciones, y así, reconociendo la cultura que forma parte de nuestra 
identidad y de nuestra autoestima. 
Taylor describe dos modelos, por una parte, uno representa la política de la dignidad 
igualitaria (canasta idéntica de derechos e inmunidades) y otro la política de la diferencia, en la 
que se enfatiza que todos somos dignos de respeto, y que por tanto debemos ser tratados de la 
misma manera. Taylor está próximo al comunitarismo, pero desde una óptica neohegeliana. 
Este autor afirma que la identidad dominante ha asimilado a la identidad del individuo/a, 
lo cual conduce a un problema de legitimidades, La autenticidad de estas identidades ha estado 
obstaculizada por la identidad dominante.”Estos dos modelos de política que comparten el 
concepto básico de igualdad de respeto entran en conflicto. Para el uno, el principio de respeto 
igualitario exige que tratemos a las personas en una forma ciega a la diferencia. La intuición 
fundamental de que los seres humanos merecen este respeto se centra en lo que es igual en 
todos. Para el otro, hemos de reconocer y aun fomentar la particularidad. El reproche que el 
primero hace al segundo es, justamente, que viola el principio de no discriminación. El reproche 
que el segundo hace al primero es que niega la identidad cuando constriñe a las personas para 
introducirlas en un molde homogéneo que no les pertenece de suyo. La queja va más allá (…) 
hacia el reflejo de una cultura hegemónica” ( Ch, Taylor, 1993: 67) 
Se lucha es no sólo por el reconocimiento de la diversidad, sino también por la 
preservación y la valoración positiva de estas culturas distintas. Ello implica que tengan derechos 
como, por ejemplo, el de regirse bajo reglas de ‘usos y costumbres’ propios de su comunidad. 
Taylor propone que todas las culturas deben ser reconocidas como valiosas y dignas de igual 
respeto, puesto que todas ellas tienen “algo importante que decir a todos los seres humanos”(1993: 98). 
Podríamos resumir en tres puntos las propuestas más relevantes, bajo mi criterio que según 
Taylor son principales en su teoría política: Recapitulando, quisiera enfatizar los puntos 
principales de la propuesta política de Taylor: 
1. El reconocimiento de las diferencias culturales como constitutivo de la identidad individual 
2. Todas las culturas son valiosas y tienen algo que ofrecer para el resto de ellas 
3. Por tanto, el planteamiento de la necesidad de adoptar una política que proteja las 
diferencias culturales, asegurando su supervivencia. 
24 
 
Aboga por un reconocimiento, su propuesta sería sustituir el juicio igualitario por estudios 
culturales comparativos, la fusión de horizontes evidenciar el valor relativo de las diferentes 
culturas, de manera que todas tiene un valor como “lógica política de la dignidad”, Ch Taylor, 
(1993:107) 
El Planteamiento de Will Kimlicka: ciuadadanía multicultural o cultura 
societaria 
Will Kimlicka, nos habla de qué forma de ciudadanía sería la adecuada para el reto del 
multiculturalismo. Algunas personas emplean el término “multicultural” de una manera amplia 
para englobar una extensa gama de grupos sociales no étnicos que, por diversas razones, han 
sido excluidos o marginados del núcleo mayoritario de la sociedad. Este uso es particularmente 
frecuente en Estados Unidos, donde los partidarios de un curriculum ”multicultural” están a 
menudo aludiendo a los esfuerzos por invertir la exclusión histórica de grupos como los 
discapacitados, los gays, y las lesbianas, las mujeres, la clase obrera, los ateos o los comunistas 
(Kymlicka, 1996:35). 
En Canadá, el multiculturalismo hace referencia al derecho de los inmigrantes a expresar 
su identidad étnica. En Europa, en cambio, respondería, a los poderes compartidos entre 
comunidades nacionales. En Estados Unidos, correspondería a grupos socialmente marginados. 
Esta última representaría a los “nuevos movimientos sociales”, que reclamarían ciertos tipos de 
reivindicaciones sociales, en algunos casos, se le llama, “política de la diferencia”, por su 
politización. 
La diversidad cultural surge de la incorporación de culturas, por un lado, existen lo que 
se ha denominado “minorías nacionales”, estas minorías se diferencian de la cultura mayoritaria. 
Estos grupos minoritarios exigen diversas formas de autonomía o autogobierno para asegurar su 
supervivencia como sociedad. Por otra parte, podemos afirmar que la sociedad multicultural 
deviene también de las migraciones familiares e individuales, que van conformándose en 
diferentes grupos étnicos y que conviven con la mayoría nacional, a su vez diversa. Estos 
últimos no son lo suficientemente representados, por lo cual exigen mayor reconocimiento 
político y social, pretenden que las leyes sean más permeables a las diferencias culturales. 
Se trata de dos modelos generales, por supuesto. Así, podría dividirse del siguiente 
modo, en Estados multinacionales y Estados multiétnicos. Los Estados en los que se hayan más 
de una nación, como sería Estados Unidos, en los que los indios americanos representarían a 
25 
 
aquellos pobladores ancestrales del territorio, y que han sido ubicados a reservas protegidas, por 
supuesto, no son los únicos, encontraríamos también grupos como los portorriqueños, o los 
nativos de las islas Hawai, asicomo descendientes de mexicanos (chicanos), todos ellos serían 
algunos ejemplos que representarían la involuntariedad de su anexión, pues se realizó mediante 
la conquista o la colonización. A las tribus indias se las reconoció como naciones internas e 
independientes, con sus propios gobiernos tribunales y derechos establecidos mediante tratados; 
Puerto Rico es una commonwealt, y Guam, un protectorado. Por tanto, las minorías nacionales 
en Estados Unidos poseen diversos derechos, cuyo objetivo es reflejar y proteger su estatus 
como comunidades culturales distintas; y estas comunidades han luchado para aumentar y 
conservar estos derechos, no obstante, estos grupos están aislados geográficamente y han sido 
infravalorados en su existencia por teóricos y políticos estadounidenses.(Kimlicka, 1996:27) 
Otro caso de minorías nacionales, podríamos encontrarla en Canadá. Los aborígenes 
(indios, inuit, métis, de 30 a 50 pueblos distintos) quebequenses fueron colonizados por los 
franceses, y éstos por los ingleses, otras democracias occidentales como Nueva Zelanda y 
Finlandia también incorporaron por la fuerza a poblaciones indígenas, así encontramos países 
como Bélgica y Suiza, que de manera voluntaria se constituyen como federación. Muchas 
fronteras fueron ampliadas integrando territorio ocupado por culturas preexistentes, es el caso de 
la mayoría de los países del antiguo bloque comunista, y del Tercer mundo. (Kimlicka, 
1996:29)Según este autor un Estado multinacional genera sentimientos de lealtad común, como 
el patriotismo compartido. 
En el segundo caso, hablamos de la pluralidad cultural que aporta la inmigración. Son 
ejemplos, Australia, Canadá o Estados Unidos, que poseen los tres mayores índices de 
inmigración per cápita del mundo. Más de la mitad de toda la inmigración legal se produce en 
uno de estos 3 países. Estos países practicaban políticas asimilacionistas bastante 
discriminatorias, como por ejemplo, las restricciones de entrada a la comunidad china en los dos 
últimos países, asicomo en Australia la aceptación exclusiva de raza blanca. A principios de los 
setenta cambiaron las políticas migratorias asimilacionistas por la presión de grupos inmigrantes 
hacia políticas más tolerantes y puralistas. Los grupos inmigrantes ni son naciones ni ocupan 
territorio específico como grupo étnico situado geográficamente, sino que se dispersa en el 
espacio público y social. Su especificidad se manifiesta en el ámbito privado-doméstico, es decir 
por medio de sus prácticas culturales en el entorno familiar, y en la participación de estos 
colectivos en asociaciones voluntarias. En cuanto a la integración de los inmigrantes, es 
fundamental el aprendizaje de la lengua oficial., el compromiso de asegurarse una lengua 
26 
 
común, es una característica constante de la historia de la inmigración, es algo que se considera 
esencial puesto que estas personas van a integrarse en el grueso de la vida académica, 
económica y política del país receptor. Bien es cierto que cada vez más las personas inmigrantes 
han mostrado su deseo a manifestar su particularidad étnica, no se trata de una sociedad 
paralela, como en las minorías nacionales, se agregan dentro de las sociedades mayoritarias. 
Kimlicka (1996) lo llama polietnicidad. Podría suceder que estos inmigrantes pasaran a ser 
minorías nacionales, si consiguen autogobierno, como sucedió con los colonizadores anglófonos, 
con los colonizadores hispanos en Puerto Rico, y con los colonizadores franceses en Quebec. 
(Kimlicka 1996:31) 
La inmigración no es únicamente algo del Nuevo mundo, sino que también y sobre todo 
después de la Segunda Guerra Mundial, Francia y Gran Bretaña han incorporado pobladores de 
sus antiguas colonias. En otros países, personas que iban a trabajar, inmigrantes temporales se 
han convertido en inmigrantes de facto, permaneciendo en el territorio con sus familias, y 
actualmente se encaminan a la tercera generación. En el Estado español, las olas de migración 
han ido transformando el contexto social de muchas ciudades, asícomo gran parte de la costa 
mediterránea, donde residen personas de diversa precedencia étnica. 
Las sociedades modernas comparten una misma cultura, en la medida que participan de 
la misma vida social industrializada y avanzada, empero no serían estados multiculturales. No 
obstante, nuestro autor refiere que el multiculturalismo derivado de diferencias nacionales y 
étnicas, en este sentido, cultura concebida como sinónimo de una nación o pueblo: “Es decir, 
como una comunidad intergeneracional, máso menos completa institucionalmente, que ocupa 
un territorio o una patria determinada y comparte un lenguaje y una historia específicas. Por 
tanto, (un Estado multinacional) bien si sus miembros pertenecen a naciones diferentes (un 
estado multinacional) bien si éstos han emigrado de diversas naciones (un Estado poliétnico)”24 
Por otra parte, se distingue lo que suele denominarse –nuevos movimientos sociales- 
personas que han sido marginadas dentro de la sociedad nacionales, o de su propio grupo 
personas en situación de vulnerabilidad económica, que manifiestan distinto activismo social. 
(Pah, mareas ciudadanas, etc). Estos últimos grupos, están vinculados a los otros dos 
anteriores, pues forman parte de ellos, de las minorías nacionales y de los grupos poliétnicos 
migrantes, es decir, minorías nacionales o grupos de migrantes mantienen en sus filas, a su vez, 
diversos colectivos. Bien, discapacitados, mujeres, asicomo diversidad sexual y étnica entre sus 
 
24
 Will Kymlicka Ciudadanía multicultural, (1996:36) 
27 
 
miembros... La hetereogeneidad es la norma, por muy homogéneo que sea un grupo, siempre 
alberga diferente diversidad entre sus miembros como ya hemos referido. 
Si tenemos en cuenta que en la diversidad étnica del viejo mundo y del nuevo mundo, 
también existen diferencias. Estas diferencias como podemos apreciar se basan en la 
prolongada residencia de unos frente a otros, o el denominado arraigo. Como los vegetales, los 
seres humanos nos arraigamos y echamos raíces, que se transforman en tradiciones, 
costumbres, culturas específicas más o menos homogéneas que manifiestan concordancias en 
cuestiones como el lenguaje, la religión mayoritaria, un sistema de valores, modos de vida, etc. 
En el viejo mundo las comunidades se encuentran arraigadas e intactas. Michael Walzer(1982). 
Evidentemente, esto ya no es verosímil. Las sociedades actuales, también las del “viejo mundo” 
aparecen de manera híbrida. El mestizaje cultural es apreciado en numerosas ocasiones, 
debido, por supuesto, al efecto globalizador del capitalismo tardío, el cual ha ocasionado nuevas 
maneras de percibir y de habitar el espacio. Por el contrario, según el autor referido, en el “nuevo 
mundo” son proclives al pluralismo cultural, las migraciones familiares e individuales posibilitan 
este aspecto. Considera que están desarraigadas de sí mismas, en tanto al propio desarraigo 
sufrido tanto individualmente como familiarmente. Nuevas socializaciones en curso, que conlleva 
a una fragmentación a la vez que a una nueva configuración de las identidades. Por todo ello, los 
inmigrantes no plantean reivindicaciones étnicas concretas, en tanto a otras naciones donde 
grupos étnicos sí plantean esto, pues constituyen entidades más compactas, que mantienen su 
cultura y son conscientes de sí mismas (Kimlicka,1996:58). 
Restricciones externas y restricciones internas 
Por otra parte, grupos étnicos que tiene poder para imponer sus propias tradiciones 
legales a sus miembros, aun cuando estas se contradigan con derechos humanos 
fundamentales, como sería el caso de los cortes genitales, sería un extremo multiculturalismo 
fundamentalista, por ello, las llamadas restricciones externas, son aquellas que mantienen desde 
los países hegemónicos y culturales que supuestamente defienden los derechos humanos, por 
tanto, deben actuar en consecuencia, asicomo las restricciones internas, las que se realizan 
desde dentro del grupo étnico, estas sin embargo, son amenazantes para los grupos 
minoritarios, pues se prima lo colectivo por encima del individuo/a. Algunos de estos grupos, sí 
reivindican estas restricciones internas, como por ejemplo, algunas comunidades religiosas, 
anteriores a estas políticas, como los amish, más que grupos de inmigrantes per se, no se habla 
de comunidades como la asiática o musulmana, pues es inverosímil aceptar prácticas como el 
28 
 
talaq25, o matrimonios concertados forzosos. De todos modos, estos grupos El objetivo actual no 
es ni mucho menos permitir que las personas inmigrantes puedan expresar este tipo de 
actuaciones que posibilitan la violencia sobre la mujer u otro miembro de la sociedad, pues 
significa una deriva lógica del multiculturalismo mal entendido. Se trata según el autor, de que se 
pueda expresar la identidad étnica, si es así su deseo, reduciendo algunas presiones sobre estas 
colectividades, con el objetivo de asimilarlos, modelos de polietnicidades actuales potenciado por 
el efecto globalizador. Una cuestión de aceptar determinadas restricciones externas, no 
restricciones internas. Kymlicka no estaría a favor de los derechos morales del grupo, sino de los 
derechos morales del individuo y de los derechos legales del grupo, todas las formas de 
ciudadanía en función del grupo padecen de una deficiencia intrínseca, en la medida en que 
sitúan al grupo por encima del individuo. 
Según Kymlicka sólo a través de una cultura societaria las personas pueden acceder a 
una gama de opciones plenas de significado. Los seres humanos no son “átomos aislados”, 
según afirma el autor. En este sentido, los grupos nacionales tienen, prima facie, derecho a la 
autodeterminación, no un derecho a ser propiamente un Estado independiente. Así pues, hay 
dos tipos de reivindicaciones. El primero concierta las reivindicaciones de un grupo contra sus 
miembros. Sería algo así como los derechos de la nación, de la patria o del Estado frente a los 
individuos. El segundo implica la reivindicación de un grupo contra la sociedad en la que está 
englobado, una especie de derecho a la propia identidad individual o colectiva. Serían los 
derechos de las minorías culturales o de las naciones o pueblos integrados en Estados 
plurinacionales.(Kimlicka,1996) 
Para ser plausibles, los miembros de muchas culturas minoritarias se enfrentan a la 
pérdida de su cultura, una pérdida que razonablemente no esperamos que acepten. La 
argumentación de la justicia relativa a considerar estos derechos especiales para estas minorías, 
ocurren, si existen desventajas relacionadas con la pertenencia cultural, y si tales derechos 
sirven para corregir dicha desventaja, por tanto el alcance legítimo de estos derechos variará 
según las circunstancias. (Kimlicka,1996:154) 
No obstante, las culturas no son homogéneas, son dinámicas y susceptibles de 
transformación. Sin embargo, no en este sentido, las entidades que mantienen su cultura 
compacta y que resuelven aparecer en el espacio público y reivindicar su lugar, qué curioso, 
ocurre en el momento en que el neoliberalismo escenifica su vuelta a la política y a las debidas 
 
25
 En un divorcio talaq, un marido musulmán repudia unilateralmente a su mujer repitiendo tres veces “me divorcio 
de ti” 
29 
 
transformaciones del capital, las distintas desregulaciones en el ámbito económico coinciden con 
las desregularizaciones en el espacio político-social. Las políticas de reconocimiento, de la 
identidad, asícomo los debates de las diferencias. Anteriormente, en las décadas de los sesenta 
y setenta del siglo XX, el feminismo, pacifismo, ecologismo, las tres marías, auspiciaron un caldo 
de cultivo favorable a las diferencias culturales, que se subordinaba a un problema de cultura y 
supuestamente nada tenía que ver con la economía política. El resultado fue la indefensión ante 
el avance del libre mercado. Un fundamentalismo que no tenía barrera alguna que lo 
cuestionase, puesto que las diferencias existentes eran producidas por la cultura. Bajo este 
paraguas se ocultaban cuestiones de gran relevancia para la consecución de una equidad social. 
Las políticas de redistribución fueron relegadas en pro de políticas de reconocimiento. 
El planteamiento comunitarista de Michael Walzer 
El hombre real, a diferencia del sujeto trascendental siguiendo a Hegelse constituye 
merced a una historia que lo sobrepasa. Esta idea del hombre situado fue el punto de partida 
para una de las más serias y profundas revisiones al liberalismo, en particular, al primer principio 
moral subyacente a la idea del mercado: Esta idea del hombre situado fue el punto de partida, la 
distinción entre lo público y lo privado. En cambio, para los comunitaristas no es posible apelar a 
un yo desvinculado, capaz de elegir neutral e imparcialmente principios ideales y universales de 
justicia. Dicha visión resulta vacía y está totalmente alejada de preceptos comunitaristas. En 
definitiva, el «yo» se constituye en función de los rasgos de la comunidad a la que pertenece y 
de la que no es posible desvincularse. 
Para Walzer la sociedad es ante todo una comunidad distributiva, por lo que la idea de 
justicia «guarda relación tanto con el ser y el hacer como con el tener, con la producción tanto 
como con el consumo, con la identidad y el status tanto como con el país, el capital o las 
posesiones personales» (Walzer,1983,3-17), «Una manera de iniciar la empresa filosófica -la 
manera original, tal vez- consiste en salir de la caverna, abandonar la ciudad, subir a las 
montañas y formarse uno mismo (lo que no pueden formarse nunca los hombres y mujeres 
comunes y corrientes) un punto de vista objetivo y universal. Entonces se puede describir la 
esfera de la vida cotidiana desde lejos, de modo que ésta pierda sus contornos particulares y 
adquiera una forma general. Pero lo que yo me propongo es quedarme en la caverna, en la 
ciudad, en el suelo» (Walzer, 1983, XIV-l2) 
30 
 
 La lucha por la igualdad es la batalla contra todas las diversas formas de dominación.26 
El bien dominante es más o menos sistemáticamente convertido en lo que el autor denomina la 
“alquimia social” en toda clase de oportunidades, poderes y reputación; “de tal suerte, la riqueza 
es controlada por el más fuerte, el honor por los bien nacidos, los cargos por los bien educados” 
(Walzer, 1983, 12-26). Dicha situación, amén del natural resentimiento que genera, agudiza el 
conflicto. 
En términos formales, la igualdad compleja significa que ningún ciudadano ubicado en 
una esfera o en relación con un bien social determinado puede ser coartado por ubicarse en otra 
esfera, con respecto a un bien disponible. Los criterios de distribución serían el intercambio libre, 
la necesidad y el merecimiento ¿qué es lo que el dinero puede comprar? y ¿cómo se distribuye? 
Walzer distinguió entre la esfera del dinero y la esfera llamada dominio de los derechos. Estos 
últimos, serían aquellas cosas que el dinero no puede comprar (los intercambios obstruidos), 
impiden cualquier transacción en relación a los seres humanos; el poder político y su influencia, 
los votos de los ciudadanos, la decisiones de los funcionarios, la justicia o la libertad de 
expresión, entre otros. «Una característica central de la economía capitalista es que los 
poseedores imponen su disciplina a quienes no lo son [...] Lo exigido por la democracia es que la 
propiedad no tenga connotación política, que no sea convertida en cosas como soberanía, 
mando autorizado, control sostenido de hombres y mujeres» (Walzer, 1983, 294-308). En 
relación a la necesidad, Walzer critica la máxima de Marx a cada cual de acuerdo con sus 
necesidades, y no es así. 
En definitiva, lo importante es carecer, no poseer un bien específico. En cuanto al 
merecimiento. «El merecimiento es una exigencia seria, aunque exige juicios difíciles, y sólo en 
condiciones muy especiales produce distribuciones específicas» (Walzer, 1983, 25-37). 
La igualdad compleja “será aquella que se logra a través de separar muchas 
desigualdades, para anularlas y compensarlas unas con otras, de forma tal que ninguna pueda 
erigirse como la dominante: el mando sin dominio no es ninguna afrenta a nuestra dignidad, no 
es ninguna negación de nuestra moral o nuestra capacidad política. El respeto mutuo y el 
autorrespeto compartido son las fuerzas más poderosas de la igualdad compleja, y son también -
 
26
 Michael Walzer y la Igualdad compleja. Véase en https://e-
archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/3755/DyL-2004-IX-13-
Navarrete.pdf;jsessionid=AFE95BB26935E5595241D6580F60072A?sequence=1 
 
https://e-archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/3755/DyL-2004-IX-13-Navarrete.pdf;jsessionid=AFE95BB26935E5595241D6580F60072A?sequence=1
https://e-archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/3755/DyL-2004-IX-13-Navarrete.pdf;jsessionid=AFE95BB26935E5595241D6580F60072A?sequence=1
https://e-archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/3755/DyL-2004-IX-13-Navarrete.pdf;jsessionid=AFE95BB26935E5595241D6580F60072A?sequence=1
31 
 
concluye Walzer- la fuente de su posible división” (Walzer, 1983, 321-330). “El mito de una 
sociedad compuesta por individuos libres, separados y protegidos dentro de un círculo de 
derechos, cuyas relaciones se establecen a través de acuerdos voluntarios, es una perspectiva 
insuficiente, que oculta la complejidad social y hace invisibles otras muchas formas de 
dominación, el verdadero desafío de la igualdad, es evitar que la lógica interna del mercado 
termine por invadir otros espacios de la vida social” [...] La democracia como forma política de 
asignar el poder, en este sentido, lo que debe prevalecer no es el dinero, tampoco la propiedad, 
sino la dialéctica entre los ciudadanos. 
La democracia otorga preeminencia al discurso, a la persuasión, a la habilidad retórica 
[...] Los ciudadanos acuden al foro sin otra cosa que sus argumentos. Cualquier otro bien no 
político tiene que ser dejado afuera: armas, billeteras, títulos y grados. (Walzer, 1983,304-313) 
La cuestión no es tanto la primacía de la esfera política sobre el resto sino, sobre todo, la 
posibilitación de que los ciudadanos puedan ser activos políticamente cuando lo deseen. En este 
sentido, la ciudadanía implica una democratización de la sociedad, el ser humano, es diverso y 
plural, tan diferenciado como la sociedad en la que participa, con planes de vida complejos, en 
los que somos muchas cosas al mismo tiempo. 
Democracia deliberativa y diálogo multicultural complejo 
Desde la siguiente perspectiva no se contemplarían los llamados derechos colectivos, entendido 
como lo ha llamado Kimlicka, cultura societal, considerado problemático, no sería pertinente 
resolver los problemas de los colectivos diferenciados de manera diferenciada, en el Estado 
liberal “la democracia deliberativa rechazaría tanto esta postura como la intervención paternalista 
o judicial de los Estados para resolver los conflictos entre individuo-grupo diferenciado-Estado 
constitucional. 
Su postura es que todos y todas tenemos derechos a ocupar el espacio público, para 
debatir y resolver los diferentes conflictos. Su antecedente sería J,Habermas, que desde la teoría 
del discurso, introduce un modelo de democracia, dos diferencias se encuentran que define esta 
teoría política, por un lado se diferencia del republicanismo, en tanto que es estado es una 
comunidad ética, por otra parte, se diferencia del liberalismo, en cuanto a que el estado basa su 
32 
 
protección en la economía, en el estado liberal , la libertad de mercado es un dogma, en este 
sentido, el modelo deliberativo somete a la economía a escrutinio público y consensuado.27 
En el espacio público es donde se producirán esas deliberaciones, dos opciones se 
presentan, por un lado la opción liberal en al que los intereses compartidos aúnan al grupo 
deliberativo, la otra opción, sería al republica y se diferencia en cuanto a que se basa en la 
autocomprensión ética. Ahora bien, surge dese la teoría del discurso esta propuesta de 
procedimiento democrático, en el que tres formas distintas de comunicación se dan, son las 
siguientes: negociaciones, discursos relativos, discursos de entendimiento, ello conduce a la 
presunción

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