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Pablo en Atenas (17:16-34)
Pablo fue acompañado a Atenas por sus amigos de Berea. Cuando éstos volvieron, Pablo les dio el mensaje de que Silas y Timoteo se reunieran con él tan pronto fuese posible (17:15). Ahora el apóstol se encontraba sólo en la capital cultural del mundo. Atenas había sido la ciudad principal de Grecia desde el siglo V a.C. Poseía una rica tradición filosófica heredada de Sócrates, Platón y Aristóteles. También se había destacado en arte y literatura. Ahora Atenas era la metrópolis intelectual del imperio romano.
1. Lo que vio Pablo
El apóstol no se dejó impresionar por toda la belleza arquitectónica de Atenas: la acrópolis (ciudadela), el Partenón, el ágora, etc. Tampoco se dejó distraer por los debates filosóficos y políticos, aunque él mismo era un hombre culto y formado.
Pablo vio una ciudad “llena de ídolos” (16) (kateidolos): el término parece transmitir “bajo ídolos”, es decir, “sofocada por ídolos”. Había innumerables templos, santuarios, estatuas y altares. También se veía imágenes de Apolo, Júpiter, Venus, Mercurio, Baco, Neptuno, Diana y Esculapio. Los ídolos eran hermosos: se hacían de piedra y bronce, de oro, plata, marfil y mármol elegantemente modelados por escultores griegos. Sin embargo, a Pablo le angustió todo este uso idolátrico de la creatividad artística ateniense.
2. Lo que sintió Pablo
A Pablo “le dolió en el alma” (16): el término puede interpretarse como el sentimiento de ser provocado a ira, a dolor, a indignación. A veces las Escrituras llaman a esta emoción el “celo” por el nombre de Dios. A Pablo le dolió cómo el pueblo daba a los ídolos el honor y la gloria que corresponden al único Dios vivo y verdadero.
3. Lo que hizo Pablo
La reacción de Pablo ante la idolatría no fue la resignación o el enojo, sino el testimonio evangelístico. Veamos la actitud del apóstol en Atenas:
· Fue a la sinagoga el sábado y “discutió” o “razonó” con judíos y gentiles temerosos de Dios. (17a)
· Entró a la plaza (ágora), que servía tanto de mercado como de centro de actividad pública, y “discutió” a diario con la gente que encontraba allí (17b)
· Empezó a “conversar” con filósofos epicúreos y estoicos (18):
· Epicúreos: sistema filosófico fundado por Epicuro que sostenía que los dioses eran tan remotos que no se interesaban ni influían en los asuntos humanos. El mundo existía por casualidad. No creían en la existencia después de la muerte. Por este motivo creían que el ser humano debía buscar el placer, el disfrute tranquilo de una vida alejada del dolor, la pasión o el temor.
· Estoicos: sistema filosófico fundado por Zenón que sostenía una teología panteísta. Dios es el “alma del mundo”. El mundo está sujeto al destino y el hombre debe resignarse a todo lo que le acontece. Por este motivo ponían énfasis en el fatalismo, la sumisión y la paciencia ante el dolor. 
4. Lo que dijo Pablo
· El diálogo evangelizador que Pablo mantuvo con judíos, con griegos que adoraban a Dios y con filósofos condujo a una gran oportunidad: presentar el Evangelio en el areópago, el consejo supremo de Atenas.
· Los filósofos reaccionaron de 2 maneras ante el mensaje de Pablo:
· “Unos decían: ¿que querrá decir este charlatán?” (18a): El término spermologos traducido como charlatán significa “recogedor de semillas”. Se usaba para diversas aves, para mendigos que viven de restos de alimentos y para maestros plagiadores ignorantes que no tenían ideas originales y se pasaban levantando migajas de conocimientos aquí y allá.
· “Otros comentaban: Parece que es predicador de dioses extranjeros” (18b): Como Pablo anunciaba a “Jesús y la Resurrección”, puede que los paganos interpretaban que se trataba de 2 dioses.
· En tiempos de Pablo, los miembros del areópago eran los guardianes de la religión, la moral y la educación en la ciudad. La ocasión de su predicación pareciera tratarse de una averiguación informal de parte de la comisión educativa: querían conocer la enseñanza del apóstol (19-20).
· Mensaje de Pablo:
· Inicia su sermón con una observación cortés de la religiosidad ateniense (22)
· Utiliza la ignorancia que los atenienses mismos reconocían como “punto de contacto”: el altar a un dios desconocido. Pablo no reconoce la autenticidad del culto pagano, sino la ignorancia del Dios verdadero que ese altar representaba. Por ese motivo, el apóstol les ofrecía esclarecimiento.
· El apóstol Pablo proclama al Dios vivo y verdadero de 5 maneras:
· Dios es el creador del universo (24): El mundo no es una combinación casual de partículas (epicúreos) ni una emanación de dios (estoicos). El mundo es una obra del Dios Creador y Señor de todas las cosas. Él por tanto es omnipresente y no puede ser limitado a templos.
· Dios es quien sustenta la vida (25): Dios sostiene todas las cosas y no necesita ser sostenido por nosotros. 
· Dios es quien gobierna sobre todas las naciones (26-27): Dios preparó el planeta tierra, proveyó ciclos de estaciones, determinó épocas históricas y límites geográficos, todo está bajo su control. El propósito divino en cuanto a esto ha sido que los seres humanos lo busquen “a tientas” (denota los tanteos y la desorientación de una persona ciega) y lo encuentren. Él no está lejos, somos nosotros los que estamos lejos de él.
· Dios es el padre de los seres humanos (28-29): Pablo cita a poetas griegos donde encuentra “destellos” de verdad: que existe un Dios vivo que no puede ser representado por esculturas materiales. En términos de creación, Dios es el padre de todos. Sin embargo, en términos de redención, Dios es el padre solamente de aquellos que están en Cristo.
· Dios es el juez del mundo (30-31): Pablo afirma que la ignorancia no exonera de culpa. Dios se ha revelado a través del orden natural. En su misericordia, él no tomó medidas en contra de la culpa humana. Pero ahora manda a todos que se arrepientan. ¿Por qué? Juicio venidero.
· Será universal: “ha fijado un día en que juzgará al mundo”
· Será justo: “juzgará…con justicia”
· Será definitivo: está designado el juez, el hombre acreditado públicamente por Dios por medio de la resurrección. Él es el Señor.
· La mención de la resurrección fue suficiente para que los filósofos presentes dieran por terminada la reunión en forma abrupta. Algunos de los oyentes creyeron. Se menciona a Dionisio (miembro del Areópago) y Damaris. (32-34)