Logo Studenta

Que_papel_juega_el_haren_en_la_vida_pol (1)

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

¿Qué papel juega el harén en la vida 
política en Egipto? Etimología y 
Conspiraciones. 
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
Tous Amatller, Jorge 
 
 
 
 
 
 
Índice 
 
-Introducción 
 
1. Definición y etimología de la palabra Harén 
 
2. Funcionamiento Harén y su Historia 
 
3. Conspiraciones: 
 3.1-Pepi I 
 3.2- Amenemhat I 
 3.3-Ramsés III 
 
4. Conclusiones 
 
5. Bibliografía 
 
 
 
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
 
Introducción 
 
El presente trabajo tiene como finalidad entender qué papel juega el harén en 
la vida política en Egipto. Para llevar a cabo dicha propuesta el trabajo se planteará 
mediante dos objetivos; el primero será un breve acercamiento a la etimología de la 
palabra Harén, cuales son sus orígenes, de donde proviene y como se establece en el 
Antiguo Egipto. De esta forma se dará paso al segundo objetivo: analizar cuales 
fueron las conspiraciones provocadas en el Harén; en este segundo apartado se 
comentará la conspiración de Pepi I perteneciente al Reino Antiguo y las de 
Amenmhat I y Ramsés III. Estos objetivos tienen como finalidad responder a la 
pregunta formulada inicialmente ¿Qué papel juega el harén en la vida política en 
Egipto? 
 
Orígenes 
 
En el Antiguo Egipto una de las partes más importantes tanto en el palacio 
como para el monarca fue el Harén. Aún así este lugar no es exclusivo de dicho país, 
ya que prácticamente muchos de los monarcas en el Próximo Oriente disponían de 
uno. Aún siendo un elemento tan “común” en cuanto al conocimiento de su 
existencia, se debe preguntar ¿Qué es el Harén? ¿De dónde proviene este lugar? 
 
Empezando con la primera cuestión, el harén proviene, como nos explica 
Donald Redford de una palabra turca Harim, la cual se refiere concretamente a la 
parte del palacio donde las mujeres y su personal viven en reclusión (Redford, 2001; 
Pg. 76-77). Aún así otros autores como Susan Redford, exponen que la raíz de la 
palabra Harén, aunque está de acuerdo sobre que proviene del árabe, explica también 
que significa “prohibido”, transmitiendo una expresión de inviolabilidad (S. Redford, 
2002; Pg. 61). 
 
Para entender el funcionamiento del Harén egipcio, debemos mencionar como 
era el planteamiento de dicho lugar originalmente. Cabe destacar que las mujeres pese 
a estar recluidas en el Harén, estaban bajo la autoridad de las normas. Debían seguir 
unas normativas y tenían una jerarquía en la cual la posición más elevada era ocupada 
por la madre del sultán. Dentro del harén se encontraba la tesorera que era la 
responsable del mantenimiento, y las hermanas e hijas del sultán (Redford 2001; 76-
77-78). Cabe destacar que el sultán podía tener hasta cuatro esposas, las cuales se 
convertían en sus esposas en el momento en que daban a luz a uno de sus hijos 
(Redford 2001; 76-77-78). 
Dicha estructura es necesaria para comprender como funcionaba el harén 
egipcio ya que según los títulos administrativos y los textos, se puede apreciar que en 
Egipto se seguía un esquema similar; aún así los residentes del harén egipcio no eran 
recluidos de su vida diaria, como sí sucedia en el musulmán, y no existe la presencia 
de eunucos. 
 
Entrando en Egipto, si tuviésemos que dar una definición para el concepto de 
harén veríamos que no se distingue prácticamente de la dada anteriormente; Susan 
Redford expone que el harén egipcio era, en esencia, una extensión de la casa del rey, 
como una entidad cultural que se remonta a principios del Reino Antiguo, con una 
organización, operación y evolución propia; en sentido práctico sería un consorcio de 
mujeres, escogidas por el rey y alojadas en cuartos separados del palacio del monarca. 
(S. Redford, 2002; Pg. 60). 
 
En el harén egipcio debemos mencionar la gran importancia que tenían las 
mujeres en esta cultura para poder entender el funcionamiento del harén; las reinas sí 
que jugaban un rol importante en esta sociedad, teniendo así derecho a participar y 
tener un culto propio. En el Reino Antiguo, las reinas de los reyes Pepi II y Teti, entre 
otros, poseían unas pirámides y aparecían representadas en áreas de culto en las 
pirámides de los reyes. En el Reino Medio las tumbas de eje (shaft tombs) fueron 
construidas para princesas y reinas; ejemplo de ello es el espacio detrás del templo-
tumba de Mentuhotep I en Deir el-Bahri donde aparecieron un conjunto de seis 
mujeres reales jóvenes quienes llevaban como título “mujeres del rey”, “ornamento 
real único” y “princesa de Hathor”. A partir de la XIX dinastía, las reinas y princesas 
del Reino Nuevo eran enterradas en el Valle de las Reinas; así ellas tenían su propia 
área, separada de los reyes, aunque podían participar en el culto del muerto en los 
templos mortuorios del rey; aún así existe una excepción que es el mausoleo real de 
Ramsés II en el Valle de los Reyes, donde aparece toda la familia (Redford 2001; 79-
80). 
Una vez entendida la importancia de la mujer concretamente de la reina, 
aunque veremos que no solo estas fueron representadas en las paredes y culto, en la 
sociedad egipcia, podemos entender el mecanismo y funcionamiento del lugar. 
Aunque parezca irrelevante la relación del papel de la reina y el harén si que establece 
una relación; el harén era un espacio de un gran mantenimiento y elevado coste, solo 
apto para el rey y la familia real. En él se encontraban las diferentes mujeres (podían 
ser más de una) y la reina como se ha ido comentando; no obstante el hecho de poder 
construir un harén, para el monarca egipcio era todo un privilegio, y el tamaño de la 
casa de un rey, sin duda se correspondía a su capacidad financiera. 
Sabemos de la existencia de dichas concubinas y mujeres gracias a diversas 
representaciones en tumbas del Reino Medio y Nuevo en las que aparecen 
representadas mujeres con los títulos de “amante de la casa” (concubina) y “amada 
esposa” (la reina); se debe mencionar que en alguna ocasión estas mujeres eran 
representadas en la misma posición jerárquica que el monarca, como es en el caso de 
la tumba de Khumhotep II en Beni Hasan (Reino Medio), denotando así la 
importancia de dichas mujeres. Este hecho aunque pueda parecer irrelevante, es muy 
importante, debido a que en Egipto las posibilidades de ver su nombre por escrito eran 
mínimas para la mayoría de la población, verse representado era un honor otorgado 
por el monarca, pero las posibilidades de verse representado en la misma posición y 
tamaño que el faraón eran sumamente escasas, no aptas para cualquiera, denotando un 
alto grado de relevancia y peso en la sociedad (Redford, 2001; Pg. 77). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Etimología y Titulaturas 
 
Uno de los términos más antiguos para designar el Harén egipcio era <ipt-
nswt>, el cual aparece por primera vez en las inscripciones del Reino Antiguo. A 
principios del Reino Medio se observa como la palabra se abrevia, encontrándonos 
muchas veces solo con <ipt>, suprimiendo el <nswt>. El significado de dicha 
palabra, como nos aporta Redford, sería “casa de cuentas” para <ipt>, y “casa real de 
cuentas” para la palabra completa (Redford, 2001; 77). A principios del Reino Nuevo 
nos encontramos con el termino de <pr hnrt> y <pr hnty>, los cuales significan 
literalmente “casa del harén”, haciendo referencia a unidad administrativa, como se 
comentará posteriormente. 
 
El Reino Antiguo no solo nos ofrece las primeras nomenclaturas para designar 
el harén, sino también nos ha dejado constancia de las terminaciones de los grupos de 
mujeres, hmr “el harén y sus inhabitantes”; posteriormente esta terminación tendrá 
variantes, como en la VI dinastía en la que nos encontramos con <hnr> y <hnw/i(t)> 
para “músicos”; a partir del Reino Medio nos encontraremos con que estos músicos 
podrán ir acompañados de bailarines y cantantes, los cuales muchos de ellos estaban 
relacionadoscon divinidades como Horus o Hathor (diosa del Sistrum). La extistencia 
de estos oficios relacionados con la música en el interior del harén es atestiguada no 
solo por los relieves, sino por la existencia de letras de canciones, conservadas a día 
de hoy. 
Un ejemplo de estas canciones sería: 
 
¡Pasa el día alegre! Siga su corazón mientras viva! ¡Ponga la mirra sobre su cabeza y 
viste de lino fino! Ponga guirnaldas en el cuerpo de su amado! Ponga música antes de su cara 
hasta el día de duelo! Hagan vacaciones y no se cansen de ella, porque nadie puede llevar sus 
bienes con él; Y ninguno de los que han partido puede volver (S. Redford, 2002; Pg. 70). 
 
 
Siguiendo con las titulaciones y nomenclaturas, en el harén aparece un título 
femenino ya citado anteriormente, ornamento del rey <hkrt nswt> y ornamente único 
del rey <hkn nwt w u> los cuales fueron utilizados de forma común a partir de la V 
dinastía. Estos son títulos de honor para princesas y para mujeres de un alto estatus 
social (Redford, 2001; Pg. 77), 
 
Algunos autores mencionan que existen otras titulaturas que harían referencia 
a las mujeres que esperan para entrar en “la casa de la reina”; el origen de estas 
mujeres, no se sabe con exactitud, aunque se cree que pertenecían a una clase social 
más baja, pero fueron elegidas por su belleza o habilidades en la musica y danza, las 
cuales serán posteriormente educadas (Redford, 2001; Pg. 79). 
 
Otras palabras para designar a las mujeres <nfrwt> que significaría la más 
bonita; este es un termino usado para las mujeres más jovenes, que según el “Papiro 
de Westcar” no han nacido aún. Anteriormente se ha mencionado que algunas 
mujeres y músicos podían estar relacionados con el culto a un dios, así nos 
encontramos con la palabra <hkrt swut> las cuales estaban asociadas al culto de 
Hathor. Además de este término nos encontramos con la palabra <birt> o <briwt> la 
cual se pronuncia henerut, una traducción de esta palabra sería “lugar de reclusión” y 
“los aislados” (S. Redford, 2002; Pg. 60). 
 
Aunque el sexo predominante en el harén fuese el femenino, en él también nos 
encontramos personajes masculinos con una función predeterminada, el título <hrdw 
n kp> hace referencia, literlamente, a los chicos del “kap”, la cual es una parte del 
palacio, concretamente la escuela de enfermeros. Esta en la dinastía XVIII tuvo un 
gran número de oficiales conectados con la corte del rey y fueron educados allí; esta 
nomenclatura a partir de la dinastía ramésidas desaparecerá por completo (Redford, 
2001; Pg. 79). 
 
Otra de las funciones que llevaban a cabo las mujeres del harén era la de criar 
a los niños relaes durante los primeros años, estas eran las que se denominaban 
enfermeras. 
 
Aunque originalmente los orígenes de dichas mujeres, llegaron a tener grandes 
honores, ya no solo en vida, sino que aparecieron representadas en la tumba de 
algunos reyes. Así se han encontrado representaciones, en el Reino Nuevo en Tebas, 
de mujeres con grandes diademas y portando el título de “mujeres ornamento” 
(Redford, 2001; 79). Otros títulos que poseían las figuras masculinas fueron los 
rangos de <idnw n r hnr> que significaba el diputado de la casa del harén y el <rmt 
p3 sb3n pr ipt> que eran los que guardaban las puertas del harén real. 
 
Para finalizar se debe comentar que el harén, aunque su función principal era 
el uso y disfrute del rey, también se consideraba una unidad administrativa; esto es 
debido a que el harén era considerado una institución autónoma y gubernamental que 
poseía su propia administración. Así de igual forma que la casa real y los templos, el 
harén recibía regularmente unas tasas de la ciudad y poseía tierras para la agricultura, 
el ganado y algunos trabajos de manufactura (Redford, 2001; 80). 
 
Enlazando las palabras para designar cargos y lugares del harén se debe 
destacar que los arqueólogos han logrado, en cierta manera, identificar algunos sitios 
como residencias o cuartos privados que se corresponderían con el harén; además 
como se ha ido mencionando, existen un conjunto de relieves en tumbas egipcias que 
muestran los “planos” de un palacio con el harén; apartamentos situados en la parte 
trasera del complejo…( Redford S., 2002; Pg. 65). 
 
 
Conspiraciones 
 
El lujo y el poder inherente al oficio del faraón no podía dejar de suscitar 
ambiciones, y se multiplicaron a medida que el tamaño de la familia real crecía. En el 
período tardío el tema de la conspiración se había vuelto tan familiar que sirvió de 
base para un texto de sabiduría conocido como Anksheshongy; para los períodos 
anteriores, la existencia de conspiraciones es especialmente de los conflictos sobre la 
sucesión o a través de los cambios de dinastías (Vernus y Yoyotte, 2003; Pg. 53-54). 
Tres son las conspiraciones que se llevaron a cabo en el harén: Pepi I, Amenmhat I y 
Ramsés III; un hecho destacable es que la información que disponemos de cada una 
es muy diferente, siendo así la de Ramsés III la que ofrece un mayor detalle y la de 
Pepi I la más escasa. 
 
 
 
 
Pepi I 
 
En cuanto a la conspiración de Pepi I se debe destacar que este monarca fue el 
segundo faraón de la dinastía VI y accedió muy joven al trono y reinó cerca de 
cincuenta años. 
La conspiracion de dicho faraón es la que menos referencias aporta, debido a 
la escasa información que existe actualmente. En el Reino Antiguo hubo un complot, 
organizado por la reina Weret-imtes contra el faraón Pepi I (Redford, 2001; Pg. 80); 
este se produjo cerca del trigésimo año de gobierno, cuando debilitado por los años de 
reinado el faraón se encontraba cerca de realizar una “Fiesta Sed”, su esposa “la más 
hermosa”, titulatura mencionada anteriormente, organizó una conspiración para 
asesinarlo (Ortiz, 2003; Pg. 65-66). Autores como Vernus comentan que el nombre de 
la reina era desconocido (Vernus y Yoyotte, 2003; Pg. 53-54). Mientras que otros nos 
hablan de la figura de Weni, el cual dice que el hera el confidente del rey, y el único 
que entraba en el harén (Kanawati, 2003; Pg. 171); la autobiografía de dicho 
personaje nos explica de primera mano algunos de los acontecimientos “ Cuando hubo 
un caso legal en el harén rela contra la esposa real, la “grande de afecto”, Su majestad hizo 
que procediera a escuhcarlo yo solo. Ni vusur ni funcionario estaba presente aparte de mí 
mismo, porque yo era excelente, estaba enraizado en su corazón y su corazón estaba lleno de 
mí. Yo solo con solo otro juez y boca de Nekhen lo puse por escrito, aunque oslo tenía rango 
de superintendente de los khenty-she de la Gran Casa; nunca antes hubo nadie como yo 
escuchando los secretos del harén real u, sin embargo, Su majestad me dejó 
escuhcarlo”(Parra, 2015; Pg 80), por otra parte se cree que aunque este fuese el que 
entraba en el harén, fue el juez encargado de llevar a cabo el juicio, debido a que 
según fuentes, Pepi decia “lo tenía en muy alta consideración” (Veytia, 2014; Pg. 52). 
Finalmente la conspiración contra Pepi I fracasó y la reina fue condenada la culpable; 
un hecho muy característico es que el monarca quiso recompensar a la dama Nebet, 
quien ayudó a desenmascarar el papel de la reina en la conspiración, esta recompensa 
no fue solo un ascenso honorífico como “visir del Sur”, cargo que ejercía el marido de 
esta, Khui, sino que Pepi decidió casarse con la hija de esta (Ortiz, 2003; Pg. 65-66); 
finalmente Pepi legó el trono a Uni. 
 
 
 
Amenmhat I 
 
Amenmhat I, fue el primer rey de la XII dinastía, el cual gobernó durante más 
de 30 años y legó la corona al príncipe Senwosret, que ejercía de regente en su XII 
año de mandato. Basado en las “Instrucciones de Amenmhet” y “Las aventuras de 
Sinuhé”, es posible asumir que el rey fue asesinado como resultado de una 
conspiración; esta fue producida cuando su hijo Sesostris I dirigía una expedición en 
Libia (Martínez, Y. V. T. 2012;Pg.4-11). Empezando por la “Las aventuras de 
Sinuhé”, es una narración épica de aventuras donde un cortesado huyé de Egipto; en 
él nos encontramos como al principio de la obra se explica que el rey Amenmhat I 
había sido asesinado. 
 
 “Yo era un asistente que serví a su señor, un sirviente del harén real que fue asignado 
a Nefru, esposa del rey Senwosret e hija del rey Amenemhat. 
Día 7 del tercer mes de la inundación, Año 30. 
En este terrible día el rey del Alto y Bajo Egipto, Amenmhat, murió repentinamente. Su 
espíritu ascendió al cielo. Voló al cielo azul para volverse uno con el dorado disco solar. El 
divino rey y su creador se fundieron en un único ser. Egipto quedó aturdido y callado en su 
dolor. Las puertas del gran palacio se cerraron, los nobles lloraron sin contención y la gente 
del común lloró por las calles”(Tyldesley; 2011; Pg. 122-123). 
 
Probablemente Sinuhé es un personaje de ficción, que actúa de forma poco 
racional debido a que el autor “real” de la obra “Las Aventuras de Sinuhé” así lo 
quiere; aún así autores como Joice Tyldesley, van un paso más allá y contemplan 
otras posibilidades; la autora no explica que Sinuhé fuese un personaje real a ciencia 
cierta, pero plantea la hipótesis de que en el improbable caso de que así fuera ¿Sinuhé 
estuvo implicado con la muerte de Amenmhat? (Tyldesley; 2011; Pg. 130). Autores 
como Vernus aportan que Sinuhé no escapó de Egipto porque estuviera implicado 
directamente con el asesinato, sino porque se produjo en el lugar donde él estaba, en 
el harén (Vernus y Yoyotte, 2003; Pg. 53-54). Aún así, la respuesta a la pregunta 
formulada anteriormente es a día de hoy incierta, debido a que no se puede responder 
con exactitud ya que sería dar por hecho que un personaje ficticio es real, pero el texto 
nos sirve para entender como fue la situación tras el complot o conspiración del 
faraón Amenmhat I. 
 Siguiendo con los textos de “Las instrucciones de Amenemhat”, se 
debe mencionar que estos fueron escritos por el faraón Sehetepibré, hijo de Re 
Amenemhat. Según J.M. Serrano Delgado (Serrano Delgado, 1993; Pg. 97). En ellas 
se narra como fue la misma guardia real quien conspiró contra él. Este texto aunque 
se considera un poema, concretamente del género Sebay (una tipología de la literatura 
egipcia), lo podemos diferenciar de la historia contada por Sinuhé; esto es debido a 
que en el texto de las Instrucciones se nos narra unos “consejos” que le da el faraón 
para que no tenga problemas para gobernar. En él se tienen presente los 
acontecimientos sucedidos a su padre, Amenemhat, ya que fue asesinado mediante 
una conspiración. De esta forma el texto empieza exponiendo que el faraón no se debe 
fiar de los súbditos, los cuales no se suele tener un temor, ya que no tienen buenas 
intenciones. Uno de los hechos curiosos es que aunque no fue escrito por Amenemhat, 
como se ha comentado, se explican los acontecimientos como si fuera él el narrador; 
de este modo nos encontramos con expresiones como “Yo he dado” o “Hacedme un 
lamento funerario”. Todo esto nos indica que probablemente el texto fue escrito para 
honrar la memoria de dicho faraón. 
Volviendo a los acontecimientos relacionados con el harén, el texto narra los 
momentos exactos en el momento del asesinato, así sabemos que fue cuando cenaban, 
en el momento en que el monarca se había relajado a punto de dormirse cuando sus 
guardias procedieron a la conspiración. “Fue después de la cena, cuando la noche había 
llegado. Yo había tomado una hora de reposo, tendido en mi lecho; estaba relajado, y mi 
corazón empezaba a seguir mi sueño. Entonces se blandieron las armas que (debían) pro-
tegerme. Actué como la serpiente del desierto. Habiéndome despertado a causa de la lucha, 
me puse alerta. Descubrí que se trataba de una disputa de la guardia. Si rápidamente hubiera 
yo tomado las armas en mi mano, habría hecho que los cobardes se retiraran con una carga. 
Pero nadie es bravo en la noche. No puede producirse el éxito en ausencia de un protector” 
( Serrano Delgado, 1993; Pg. 97). 
Así mismo hay un hecho muy importante que debemos destacar y ponerlo en 
relación con el harén; este es que en el mismo texto el monarca dice que nadie sabe 
que ha nombrado ya a su heredero, Senuseret (Quesada, 2006; Pg. 197). Este hecho es 
muy significativo ya que si los organizadores del complot hubiesen sabido que ya 
tenía heredero probablemente se hubiera planteado de forma distinta. 
 
Para finalizar dicho apartado destacar que para poder entender las 
conspiración del monarca Amenemhat I son fundamentales dos textos literarios, “La 
Historia de Sinuhé” y “Las Instrucciones de Amenemhat”; la primera aunque con un 
estilo más literario y sin la intención de centrarse en la muerte del monarca, vemos 
como a causa de esta un personaje que trabajaba en el harén huye, haciendo que se 
planteen varias preguntas acerca de si, en el caso de que fuese real, tuviese una 
implicación. Por otra parte en las instrucciones no encontramos una referencia directa 
sobre un personaje que trabajase en el harén, pero sí quien lo asesino; en él vemos 
como un personaje muy próximo al rey, como es su guardia personal, lo traiciona y lo 
asesina. 
 
En conclusión la muerte de Amenemhat es un claro ejemplo de conspiración 
en el harén; en él no vemos mencionada ninguna reina que esté implicada, como sí 
sucede en la de Pepi I o la de Ramsés III, pero nos encontramos como estaba 
implicada la guardia real, pero sobretodo hay un hecho clave en dicha conspiración 
para relacionarla con el harén, y es el que se cite que nadie del palacio sabía que el 
monarca ya tenía un heredero. Esto podría provocar que una reina secundaria planeara 
el complot para organizar o posicionar un hijo suyo como futuro monarca. 
 
Ramsés III 
 
Al igual que en los casos anteriores, en la conspiración de Ramsés III hay que 
considerar los textos de propaganda, los cuales son unos papiros que tratan sobre el 
“juicio de las personas”, para plantear el asesinato de dicho monarca así como un 
conjunto de diferentes textos como el de Turín. 
 
Los textos de propaganda, son unos textos que nos otorgan los conocimientos 
de la conspiración del harén de Ramsés III, estos han llegado a nosotros a partir de 
una serie de documentos en papiro de hace aproximadamente 3000 años. El Papiro de 
Turín es uno de los texto que contiene las inscripciones de la corte y el grupo de 
implicados en la cosnpiración; otros de los segmentos de papiro que hablan sobre de 
la conspiración son el Papiro Rollin, el Papiro Rifaud I, el Papiro Lee, el Papiro 
Rifaud II y finalmente el Papiro Varzzy (S. Redford, 2002; Pg. 7). 
Tras la derrota del reinado de Mineptha, en el 1207 a.C., la situación de los 
egipcios era bastante buena. El siglo XII empezó relativamente tranquilo bajo el 
mandato de Seti II y la reina Tauseret; pero cuando Ramsés III subió al trono, en el 
1184 esta situación de calma empozó a cambiar. En el año 1155 a.C., tras 32 años de 
mandato, aparece la noticia de que el monarca es asesinado (Cline, 2015; Pg. 194-
195). 
 
Antes de que sucedirera su asesinato, Ramsés III adquirió un harén propio 
cuando se convirtió en el heredero aparente del trono, como un regalo otrogado por su 
padre, Seti I. La conspiración sucede a principios del 1167 a.C. Uno de los 
fragmentos aportados por dicha autora permite entrever como las mujeres integrantes 
del harén propiciarón la prematura muerte del monarca “Fue una agradable noche a 
principios de abril de 1167 aC, y el faraón Ramesses III se estaba relajando en una de las 
habitaciones del harén. El disfrute de la noche consistió en beber vino sibilante y tocar senet 
con concubinas encantadoras, jóvenes, que eran presos del harén real. El viejo rey estaba 
satisfecho y satisfecho de sí mismo y sublimemente inconsciente de que estaba a punto de 
cumplir con su destino. Sin vacilar, las mujereshicieron su tan esperada medida para poner 
fin a la vida del rey y colocar una de su propia elección en el trono” (S. Redford, 2002; Pg. 
15). 
 
El asesinato tuvo lugar mientras el rey residía en la ciudad de Tebas aunque el 
faraón Ramsés III residió la mayor parte de su vida en la ciudad Pi-Ramsés (“Casa de 
Ramsés”) situada en el Delta oriental del Nilo; de esta forma un año o dos antes de su 
muerte, el monarca abandonó la capital y se trasladó a su residencia en Tebas. 
 
Los registros de las cortes nos indican que fueron las mujeres de dicho harén, 
especialmente la reina Teya, quien quería poner a su hijo Pentwere en el trono las que 
llevaron a cabo la conspiración (Redford, 2001; Pg. 80). El papiro de Turín nos indica 
la presencia del hijo de la reina Teya ““Pentauret, él a quien le había sido dado este otro 
nombre. Fue traído por haber coludido con Teya, su madre, mientras ella preparaba el 
complot con las mujeres del harén para rebelarse contra su Señor. Se le puso delante de los 
jueces y lo encontraron culpable. Lo dejaron en su sitio. Él se ha dado muerte a sí 
mismo”(Viloria, S.B. , 2015; Pg. 9). 
En el mismo momento en que el monarca era asesinado se producía una 
revuelta popular en las calles de la ciudad, fuera del palacio. Esta revuelta popular no 
entró dentro de los planes de la reina Teya, y probablemnte no se hubiera producido 
de no ser porque pidieron ayuda a gente que no trabajaba en el palacio. Como se nos 
expone el “Papiro Judicial” Teya pidió ayuda a algunos de los funcionarios de la 
corte, un jefe de la despensa cuyo nombre es Paibakamana, que se convirtió en uno de 
los ejes principales de la conspiración; además participó un mayordomo conocido 
como Mastesuria, un capataz llamado Panhayboni, y dos administradores del harén 
real. Estos ayudantes hicieron que los interinos del palacio fueran secuestrados. 
Panhayboni reclutó la ayuda de Pairy, el supervisor del tesoro del rey, para darle un 
pase de entrada y empezar los actos (S. Redford, 2002; Pg. 15). Se cree que que la 
magia y la brujería desempeñó un papel fundamental en la conspiración; de hecho las 
mujeres del harén y sus cómplices pensaban que sin esta magía era imposible que la 
misión surgiera correctamente; esta magia se llevó a cabo mediante los hechiceros y 
magos de la corte, como Prekamenef, y el médico personal del rey. A su vez 
participaron también dos escribas reales conocidos como Messui y Shotmaadje, que 
se encargaron de conseguir los libros de mágia los cuales se encontraban en la 
biblioteca del rey (S. Redford, 2002; Pg. 18). Debido a que la muerte de dicho 
monarca fue considerada como una posible conspiración, el sucesor de Ramsés III, 
Ramsés IV, llevó a cabo una investigación. 
 
Aunque el “Papiro Judicial” establece que la idea original era asesinar a 
Ramsés III para que el hijo de la reina Teya lo sustituyera, no podemos asegurar 
totalmente la veracidad de dicho documento, no en términos de falsedad, sino en 
cuanto a los principios básicos del asesinato. De esta forma fragmentos de otros 
papiros, como el ya citado Papiro Lee, proponen que el plan original era destituir, 
derrocar la dinastía de los Ramesis, empezada por Ramsés I (S. Redford, 2002; Pg. 
20). Por otra parte el papiro de Rifaud I no menciona los hechos de dicha 
conspiración directamente, pero si que mencionan que alguien ayudó a matar el rey 
“los ayudó a salir contra la realeza [ …], y fue derribado” (S. Redford, 2002; Pg. 20); este 
último papiro describe claramente un incidente perpetrado por una conspiración, sea 
por el motivo que sea. 
 
Susan Redford nos expone que, teniendo en cuenta que la conspiració hacia la 
muerte del monarca está remarcada en diferentes fragmentos de papiro, esta (la 
conspiración) era doble: por una parte nos encontramos con la muerte del monarca, y 
en segundo lugar nos encontramos con la revuelta, citada anteriormente, la cual 
aunque a principios no estaba planeada, posteriormente se quería usar para tomar el 
palacio para desplazar al heredero aparente, Ramsés IV, y establecer el hijo de la 
reina Teya. Aunque la conspiración y la rebelión se planeó durante meses, el golpe 
fue frustado rápidamente y los responsables fueron detenidos y llevados ante un 
tribunal escogido por el rey moribundo (S. Redford, 2002; Pg. 20). 
 
Las transcripciones de los tribunales tratan el procesamiento de todas las 
personas implicadas en la conspiración, a excepción de la reina Teya y algunas 
mujeres. En ningún fragmento de papiro encontramos con exactitud cuántas mujeres 
del harén estaban involucradas, ni se mencionan sus nombres. Aunque lo que si que 
nos encontramos es con una lista de 27 mujeres que fueron acusadas de alta traición, 
más otros hombres acusados de corrupción. Aún así las investigaciones se centran 
sobretodo en los hombres que tuvieron un papel importante en dicha conspiración. 
 
Entrando en las acusaciones y los juicios, debemos retomar la idea que que no 
sabemos con exactitud el motivo de la conspiración; uno de los hechos característicos 
de esta conspiración es que no se ha encontrado un registro de un juicio para Teya y 
las mujeres del harén. No hay ningún expediente que nos exponga los crímenes de 
dichas mujeres. De esta forma, y dejando de lado las mujeres del harén y la reina, los 
acusados fueron juzgados en cuatro grupos; para eso se nombraron a doce jueces que 
fueron los encargados de realizar el juicio. 
Susan Redford nos expone detalladamente los juicios de los acusados: 
“De los 12, 6 magistrados presiden la comparecencia del primer grupo de 21 
personas. Individualmente se les concedió una audiencia, la cual fue debidamente registrada 
Cinco hombres, el jefe de la despensa, Paibakamana; El mayordomo, Mastesuria; El 
intendente del harén real, Panouk; El escriba del harén real Pentau; Y el superintendente de la 
hacienda, Pairy, fueron acusados de incitar activamente a la rebelión. Se les acusaba directa o 
indirectamente de colusión con las mujeres del harén en actividades de traición. Los otros 16, 
10 hombres y 6 mujeres, fueron procesados más o menos como simpatizantes, entre ellos 4 
hombres que eran ayudantes o colegas de los mismos departamentos palaciegos que los 5 
anteriormente citados. También acusados de conocer la trama para derrocar al rey pero sin 
hacer nada al respecto, fueron 6 hombres que fueron colocados en la puerta del harén y sus 
esposas. Todos se encuentran culpables y condenados a ser ejecutados” (S. Redford, 2002; 
Pg. 20-27). 
 
Otro de los aspectos que se deben mencionar citados en el “Papiro de Varzy” 
es el robo del ganado del rey; en un primer vistazo no se aprecia cual puede ser la 
relación de dicho acto con la muerte de un monarca, pero el papiro nos dice que al 
parecer, uno de los implicados, debía vigilar los rebaños reales y tenía que cambiar las 
herraduras a los animales, hecho que permitiría deviar los animales; se cree que el 
ganado fue un medio de pago para los sobornos. 
Cabe mencionar que la defensa de los acusados no fue aceptada por el 
tribunal, debido a que no se registraron las palabras, para que perduraran en la 
psoterioridad, de hecho el “Papiro Lee” es el único que recoge algunas declaraciones, 
pero de forma muy vaga. Finalmente la mayoría de los acusados fueron sentenciados 
a muerte y a otros les dieron la opción de suicidarse (S. Redford, 2002; Pg. 20-27). 
Finalmente los resultados de la investigación, donde se afirmó que el faraón había 
sido asesinado y su hijo, Ramsés IV, era el sucesor legitimo al trono (Redford 2001; 
80). 
 
En el año 2012, algunos egiptólogos y científicos forenses examinaron la 
momia de Ramsés III y como nos cita Cline “se observa que le cortaron el cuello, que el 
cuchillo se hundió en la laringe hasta llegar a las vertebras, fue una muerte instantánea” 
(Cline, 2015; Pg. 194-195); otra autora que detalla dichas heridas fue S.B. Viloria “La 
TCreveló una seria herida en la garganta [...] directamente bajo la laringe. La lesión fue de 
aproximadamente 70 mm de ancho y se extiende hasta los huesos [...] seccionando todas las 
áreas de tejido blando en el lado anterior del cuello. La tráquea fue claramente escindida [...] 
De acuerdo con ello, todos los órganos en esta región (tráquea, esófago y arterias) fueron 
cercenados. La extensión y profundidad de la herida indica que pudo haber causado la muerte 
inmediata de Ramsés III” (Viloria, S.B. , 2015; Pg. 8.). En el mismo estudio se ha 
descubierto que los embalsamadores pusieron en la herida de Ramsés III un amuleto 
con forma de ojo de Horus destinado a la vida después de la muerte. 
 
Tras la muerte de este monarca, Ramsés III finalizó el esplandor del Reino 
Nuevo Egipcio. Este análisis de la mómia del faraón nos permite entender el hecho 
que de efectivamente Ramsés III fue asesinado, aunque no nos sirve para determinar 
con que finalidad. 
 
Conclusiones 
 
Al inicio de este trabajo se ha propuesto una pregunta que tenía como base 
¿Qué papel juega el harén en la vida política en Egipto?, para responder a dicha 
cuestión utilizaremos otra como referencia, ¿Tenía el Harén realmente un peso 
importante en la sociedad? Aunque aparentemente no se vea la relación entre estas 
dos, la respuesta a la segunda es afirmativa, esto es debido a que el harén no solo es 
un espacio de ocio para el monarca, es mucho más, es una institución propia donde 
trabaja un conjunto de personas muy numeroso con unas funciones muy importantes, 
de las cuales algunas de ellas provienen de una clase social más baja. 
 
Además como hemos visto mediante las conspiraciones, sobretodo la de 
Ramsés III se llevó a cabo una revuelta popular, que aunque fracasó, tenía una 
función clave. De este modo podemos apreciar que el harén egipcio estaba presente 
en algunos períodos en la sociedad egipcia. Es a partir de esta premisa cuando 
podemos realmente responder al objetivo inicial: efectivamente el harén tenía un 
papel importante en la vida política de Egipto, debido a que en él se “jugaba” con la 
sucesión del monarca; como hemos visto el monarca es el eje de comunicación 
principal entre los dioses y el pueblo, él es el que transmite la voluntad de los divinos 
y las plegarias y ofrendas de la plebe, él es en gran medida el motor de Egipto en los 
períodos que gobierna, es el que decide qué hacer y que no. En el momento en que el 
destino de un monarca entra en juego también lo está la política del país. De este 
modo nos encontramos como la poligamia, en el caso del faraón, es la causante de una 
desestabilidad política, de cómo una reina tiene el poder de organizar una rebelión y 
de movilizar a gran parte del palacio y la ciudad. 
 
En definitiva el harén egipcio es mucho más que un espacio en concreto, es 
más que un lugar de reunión, de ocio o residencia de las mujeres reales; es un espacio 
donde en algunas ocasiones ha desencadenado un mal estar en la población, donde se 
ha conspirado contra tres grandes faraones y donde se ha jugado con la sucesión y 
política del estado. El harén ha resultado ser una institución propia y un espacio con 
capacidad de razonamiento, ya sea correcto o no, para los intereses propios, en gran 
medida suscitados por la descendencia. 
 
 
Bibliografía 
 
Cline, Eric H. 2015. 1177 A. C.: El Año En Que La Civilización Se Derrumbó. Islas 
Baleares: Grupo Planeta Spain. 
	
J.M. Serrano Delgado. 1993. «La Instrucción de Amenmhat I. Comienzos de la XII 
Dinastía.» En Textos para la Historia Antigua de Egipto, 97-98. Madrid: 
Cátedra. 
	
Kanawati, Naguib. 2003. Conspiracies in the Egyptian Palace: Unis to Pepy I. 
Inglaterra: Routledge. 
	
Martínez, Y. V. T. 2012. «Conspiración de Amenemhat I a partir del relato de Sinué». 
Barcelona: Universitat Autónoma de Barcelona. 
	
Ortiz, José Miguel Parra. 2003. Gentes del Valle del Nilo: la sociedad egipcia durante 
el período faraónico. Madrid: Editorial Complutense. 
	 	
Parra, José Miguel. 2015. La vida cotidiana en el Antiguo Egipto: El día a día del 
faraón y sus súbditos a orillas del Nilo. Madrid: La Esfera de los Libros. 
	
Quesada, Jesús J. Urruela. 2006. Egipto faraónico. Política, Economía y sociedad. 
Salamanca: Universidad de Salamanca. 
	
Redford, Donald B. 2001. The Oxford Encyclopedia of Ancient Egypt. Oxford: 
Oxford University Press. 
	
Redford, Susan. 2002. The Harem Conspiracy: The Murder of Ramesses III. Illonois: 
Northern Illinois University Press. 
	
Tyldesley, Joyce A. 2011. Mitos y leyendas del Antiguo Egipto. Barcelona: Editorial 
Crítica. 
	
Vernus, Pascal, y Jean Yoyotte. 2003. The Book of the Pharaohs. Nueva York: 
Cornell University Press. 
	
Veytia, Jorge Isaac. 2014. Legal Institutions in Ancient Egypt. Barcelona: Casa 
editorial. 
	
Viloria, S.B. 2015. El «Complot del Harén»: Damnatio memoria y el tabú de la 
sangre derramada en rel Reino Nuevo. París: Université París Sorbonne.

Continuar navegando

Materiales relacionados

201 pag.
pm-659

User badge image

Tus Materiales

15 pag.
154893

User badge image

Cesar Rueda