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POEMA 1
“No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de sorportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!”
En este poema cuestiona los estereotipos de belleza y comportamiento femeninos y defiende la importancia de la libertad individual y la autenticidad.
El poema representa una crítica a la sociedad machista y superficial de la época y se erige como un llamado a la liberación y la emancipación de los individuos, independientemente de su género. En este sentido, el poema es una expresión de la postura vanguardista de Girondo, que buscaba romper con los moldes estéticos y sociales preestablecidos y explorar nuevas formas de creación y de vida.
n el poema "No se me importa un pito" de Oliverio Girondo, la figura de la mujer juega un papel fundamental. El poema cuestiona los estereotipos de belleza y comportamiento femeninos que eran predominantes en la sociedad de la época, y defiende la importancia de la libertad individual y la capacidad de ser uno mismo, independientemente del género.
El poema utiliza un lenguaje provocador y desafiante para afirmar que la verdadera belleza y atractivo de una persona no se basa en los estándares externos y superficiales de la sociedad, sino en su capacidad de volar, de ser libre y auténtica. Al decir que no perdona a las mujeres que no saben volar, el poema invita a las mujeres a buscar su propia identidad y a liberarse de los estereotipos y las limitaciones impuestas por la sociedad patriarcal.
En este sentido, el poema representa una crítica a la sociedad machista y superficial de la época, y al mismo tiempo una exaltación de la libertad individual y la autenticidad, tanto para hombres como para mujeres. Girondo defiende la idea de que las mujeres tienen tanto derecho como los hombres a ser libres y auténticas, y que deben ser juzgadas no por su apariencia o su conformidad con los estereotipos de género, sino por su capacidad de ser ellas mismas y de volar.