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Crema de árnica Ingredientes: 1. Aceite de árnica: Puedes comprar aceite de árnica prepreparado o hacerlo tú mismo infundiendo flores de árnica secas en un aceite base como aceite de oliva o aceite de almendras dulces. 2. Cera de abejas: Se utiliza como agente espesante y emoliente para la crema. 3. Agua destilada o hidrolato: Se utiliza para diluir la crema y proporcionar la consistencia deseada. 4. Aceite esencial de lavanda (opcional): Puedes añadir aceite esencial de lavanda para proporcionar un aroma agradable y aumentar las propiedades calmantes de la crema. Paso a Paso: 1. Preparación del aceite de árnica: Si decides hacer tu propio aceite de árnica, necesitarás secar las flores de árnica frescas y cubrirlas con un aceite base en un frasco de vidrio limpio y hermético. Deja el frasco en un lugar cálido y oscuro durante al menos 2 semanas, agitándolo ocasionalmente. Después de este tiempo, cuela el aceite para eliminar las flores de árnica y asegúrate de que esté listo para usar. 2. Preparación de la cera de abejas: Derrite la cera de abejas en un baño de agua caliente o en el microondas hasta que esté completamente líquida. La cantidad de cera de abejas dependerá de la consistencia deseada para tu crema. 3. Mezcla de aceite de árnica y cera de abejas: Combina el aceite de árnica y la cera de abejas derretida en una olla resistente al calor. Calienta la mezcla a fuego lento, revolviendo constantemente, hasta que la cera se haya derretido por completo y los ingredientes estén bien combinados. 4. Emulsión: Calienta ligeramente el agua destilada o el hidrolato en otra olla hasta que esté tibia. Vierte lentamente el agua caliente en la mezcla de aceite y cera, batiendo constantemente para emulsionar los ingredientes y evitar que se separen. 5. Añadir aceite esencial de lavanda (opcional): Si decides usar aceite esencial de lavanda, añádelo a la mezcla y continúa batiendo hasta que esté bien incorporado. 6. Enfriamiento y almacenamiento: Continúa batiendo la mezcla hasta que se enfríe y espese. Vierte la crema en frascos limpios y esterilizados y deja que se enfríe por completo antes de taparlos herméticamente. Almacena la crema en un lugar fresco y oscuro, preferiblemente en el refrigerador, para prolongar su vida útil. ¡Y eso es todo! Ahora tienes una crema de árnica casera lista para usar en el cuidado de tu piel. Recuerda etiquetar tus productos y realizar una prueba de parche en la piel antes de usar cualquier crema nueva, especialmente si tienes piel sensible o propensa a reacciones alérgicas.
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