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Página 1 de 25 Relación entre la producción agrícola sostenible y la alimentación saludable Manuel Arguedas Sandí 1 Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (ULACIT), Costa Rica 2021 Resumen Actualmente, existe la necesidad de una mejor alimentación en las personas para contribuir a un estilo de vida saludable; también existe una necesidad por producir alimentos, de forma que se minimice el impacto ambiental. Por lo cual, el alcance de la investigación es conocer la perspectiva de las personas respecto a una relación entre la producción sostenible y un estilo de vida saludable, así como los esfuerzos realizados en la industria costarricense por cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas para el año 2030. La pregunta de investigación planteada es: ¿existe una relación entre la producción agrícola sostenible y la alimentación saludable? Tanto las personas como encargados de empresas agrícolas podrán tener una perspectiva de los esfuerzos realizados y por qué es importante preocuparse por esa relación en este momento, para obtener buenos resultados a largo plazo. Debido a lo anterior, se realizó una investigación de tipo cualitativa, con un alcance exploratorio. Para ello, se aplicaron entrevistas a 10 personas profesionales en distintas áreas, quienes son encargadas de realizar las compras de sus comestibles, sin importar el tipo de alimentación o estilo de vida, para enriquecer la investigación. Respecto a los principales hallazgos, se exploran los resultados de los esfuerzos del gobierno por promover la sostenibilidad en la producción; además, se proponen pequeños cambios que pueden brindar un alto valor en las personas, al implementar un estilo de vida más saludable. Palabras clave: alimentación saludable, producción sostenible, consumo responsable. 1 Manuel Arguedas Sandí, como Scrum Máster e ingeniero de software, se ha enfocado en la mejora continua de los procesos de desarrollo de software, optimizando los tiempos de entrega de un proyecto y buscando el aprovechamiento de nuevas herramientas de tecnología. Colaboró también en el crecimiento de los equipos de desarrollo en un 300 % en menos de 3 años. Correo electrónico: manarguedas@gmail.com Página 2 de 25 Abstract There is a need for a better diet in people to contribute to a healthy lifestyle. On the other hand, there is also a need to produce food in a way that minimizes environmental impact. The scope of the research is to know the perspective of people regarding a relationship between sustainable production and a healthy lifestyle, as well as the efforts made in the Costa Rican industry to achieve compliance with the sustainable development objectives established by the United Nations by 2030. The research question posed is, is there a relationship between sustainable agricultural production and healthy eating? Both individuals and managers of agribusinesses will be able to gain insight into the efforts made and why it is important to care about that relationship at this time for good long-term results. A qualitative research was carried out, with an exploratory scope. For this, interviews were conducted with 10 professionals in different areas, who are people in charge of shopping for their groceries, regardless of the type of diet or lifestyle to enrich the research. Regarding the main findings, the results of the government's efforts to promote sustainability in production are explored, as well as small changes that can provide high value to people by implementing a healthier lifestyle. Keywords: healthy nutrition, sustainable production, responsible consumption. Página 3 de 25 Introducción El consumo responsable de alimentos de alta calidad nutricional ha sido impactado por los diferentes efectos de una agroindustria que carece o tiene planes deficientes de producir alimentos saludables desarrollados de manera sostenible, debido a lo que, desde el punto de vista del negocio, se percibe como de alto costo. En la actualidad, una buena alimentación como parte de un estilo de vida saludable, no solamente por seguir la última moda o tendencia en redes sociales, es fundamental para disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades graves. En Costa Rica, los problemas de sobrepeso y obesidad asociados a la falta de actividades físicas y una buena alimentación influyen radicalmente en el desarrollo de enfermedades físicas como problemas cardiacos, diabetes mellitus, entre otros, así como problemas psicológicos, entre ellos baja autoestima y autoaceptación (Álvarez et al., 2020, p. 240). Con el fin de alcanzar un desarrollo sostenible como meta en el año 2030, en 2015 todos los estados pertenecientes a las Naciones Unidas establecieron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para: “poner fin a la pobreza y encauzar al mundo en el camino de la paz, la prosperidad y oportunidades para todos en un planeta sano” (Naciones Unidas, 2020, p. 2). Para el contexto de la investigación, son relevantes el objetivo 2: “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible” (Naciones Unidas, 2020, p. 7) y el objetivo 12: “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles” (Naciones Unidas, 2020, p. 17). Como mencionan Hernández y Mendoza (2018), el propósito principal de una investigación es estudiar un tema para obtener un incremento en la comprensión de este, de modo que esta investigación mostrará la relación de los puntos mencionados anteriormente para evidenciar que se debe crear consciencia tanto en la agroindustria para la producción de alimentos saludables como en las personas para el consumo responsable de estos; pues esto afecta sus vidas tanto a nivel físico como emocional. Con ello se dará información clara para dejar de subestimar los verdaderos efectos de lo que se produce en los cuerpos al seguir un estilo de vida poco saludable. Con la información expuesta en la investigación, tanto las empresas (por medio de los empresarios o personas a cargo del negocio agroindustrial) como los consumidores (los costarricense que adquieran productos sostenibles) tendrán herramientas de pensamiento crítico que ayuden a mejorar su conocimiento acerca de los efectos en la salud a largo plazo de un consumo responsable de alimentos de alto valor nutricional, aportando un punto de vista desde otro ángulo de la situación. Página 4 de 25 Pregunta de investigación ¿Cómo se puede valorar la relación entre la agroindustria costarricense y una alimentación saludable sostenible en el tiempo para los habitantes del país? Objetivo general Juzgar la relación entre la producción sostenible por parte de la agroindustria costarricense y el impacto en el largo plazo para que las personas tengan una alimentación saludable. Objetivos específicos 1. Valorar la importancia de la agroindustria costarricense enfocada en la producción sostenible comparada con otros países de Latinoamérica. 2. Debatir que la producción sostenible en el país es vital para una alimentación saludable en el largo plazo. 3. Argumentar el valor de que los habitantes de Costa Rica procuren llevar un estilo de vida saludable y sostenible en el tiempo. 4. Proponer un estilo de vida saludable en lugar de una dieta de moda. 5. Recomendar una serie de cambios que la población puede realizar para hacer un consumo responsable de alimentos que permitan tener un estilo de vida saludable. Forma de alcanzar los objetivos Los objetivos planteados podrán alcanzarse por medio de la revisión de la biblioteca digital EBSCOhost, informes relevantes en sitios web especializados en el tema, como la página de las Naciones Unidas y del Instituto Nacional de Estadística y Censos de Costa Rica (INEC); además, otras fuentes bibliográficas que amplíen el conocimiento por evidenciar en estainvestigación. Junto a lo anterior, se complementará el contenido con la aplicación de una entrevista asíncrona de preguntas cerradas, con el fin de conocer la perspectiva respecto a la agroindustria y la alimentación saludable de personas de distintos perfiles. Revisión bibliográfica Para Costa Rica, la agenda 2030 no se toma a la ligera, de hecho, como se menciona en el Reporte Nacional Voluntario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Costa Rica se convirtió en el primer país del mundo en reafirmar un compromiso colectivo de alto nivel para alcanzar los ODS, el 9 de setiembre del 2016, tras la firma de un Pacto Nacional en el cual los tres poderes de la República (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), las Organizaciones Basadas en la Fe (OBF), las universidades públicas, los gobiernos locales y el sector privado junto con testigos de honor como la Defensoría de los Habitantes y el Sistema de Naciones Unidas (SNU) se Página 5 de 25 comprometieron a la realización de cambios estructurales de largo plazo bajo un desarrollo inclusivo con sostenibilidad ambiental con el fin de “No dejar a nadie atrás”, sentando así, las bases, para la construcción de una estructura de gobernanza inclusiva, diversa y multi- actor para la implementación de la Agenda 2030 en el país. (Gobierno de la República de Costa Rica, 2017, p. 1) Asimismo, Chaves (2020) comenta que: “el sector agropecuario tiene una gran responsabilidad de apoyar en el logro de objetivos de desarrollo sostenible” (p. 5); pensando así a mediano y largo plazo, aprovechando el hecho de que, como indica Mora (2021). “los nuevos patrones de consumo y de la preferencia con los consumidores, cada vez se inclinan más hacia los que pueden ser productos ambientalmente sostenibles” (p. 66). Siguiendo la tendencia de la producción sostenible para una alimentación saludable, Costa Rica ha realizado esfuerzos desde los años noventa para crear una: Agricultura climáticamente inteligente que busca el uso de sistemas de producción de alimentos que contribuyan al mantenimiento de ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, la gestión del riesgo y mejoren la calidad y acceso a la tierra, el suelo y el agua. (Gobierno de la República de Costa Rica, 2017, p. 38) Parte de los esfuerzos por parte del país en la perspectiva de consumo y producción sostenible en este año 2021 se da con la iniciativa llamada Acciones transformadoras para la producción y el consumo sostenible en Costa Rica (AgroLatam, 2021, párr. 2) que tiene como objetivo: Que los participantes conversen sobre la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, la Cumbre Alimentaria convocada por Naciones Unidas para septiembre de este año, así como definir una hoja de ruta para trabajar en proyectos con soluciones basadas en la naturaleza y garantizar el acceso universal a alimentos saludables. (AgroLatam, 2021, párr. 3) Según Fanzo y Davis (2019): “la producción agrícola y de alimentos contribuye hasta un 30% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, ocupa el 40% de la tierra disponible y utiliza el 70% del agua fresca disponible” (p. 499) (traducción libre del autor). Es requerido complementar las sugerencias establecidas por el gobierno, de manera que las empresas agrícolas adopten una producción sostenible y responsable, donde las opciones más aptas para lograrlo, como señala Varela (2019), son: “la necesidad de prácticas sostenibles en la producción y que la economía utilice los recursos de manera más eficiente para la obtención de beneficios económicos, sociales y medioambientales” (p. 15). Al tener, entonces, prácticas óptimas en producción agrícola, se pueden obtener alimentos de alta calidad que propicien beneficios a la población. Según AgroLatam (2021), Alejandra Acuña en su papel de viceministra de Salud señala a los sistemas alimentarios sostenibles y saludables Página 6 de 25 con un rol: “fundamental que desempeñar en la promoción de dietas sostenibles, saludables, asequibles, y en la mejora de la nutrición” (párr. 5). Por ello, es vital construir sistemas de alimentación sostenibles. Como mencionan Fanzo y Davis (2019), estos sistemas: “involucran más que la producción de alimentos y aseguran la disponibilidad de los mismos” (p. 495) (traducción libre del autor). De ahí la importancia de la equidad alimentaria, pues esta tiene: “consecuencias en la nutrición, la salud y el bienestar de las personas” (Fanzo y Davis, p. 499) (traducción libre del autor); de hecho: “la inequidad alimentaria contribuye a cargas desiguales de desnutrición y enfermedades en todo el mundo” (Fanzo y Davis p. 499) (traducción libre del autor). Asimismo, Fanzo y Davis (2019) sugieren que: “los cambios en las dietas también requerirán un compromiso a largo plazo y una atención cuidadosa, ya que el proceso de establecer límites sostenibles es complejo y debe perfeccionarse con el tiempo” (p. 500) (traducción libre del autor). Es importante resaltar uno de los principales conceptos; la Organización Panamericana de la Salud (2018) señala que, según la OMS: “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones y enfermedades” (p. 4); de manera que, al hablar de un estilo de vida saludable, se relacionará de acuerdo con el concepto mencionado. Una de las preocupaciones principales de un estilo de vida poco saludable está relacionada a los problemas y enfermedades producidas por los hábitos de la alimentación de los costarricenses, por ejemplo, como comenta Troncoso (2019): Las cifras de personas con obesidad en el mundo se han triplicado desde el año 1975 hasta la fecha … para el año 2016 el 39% y el 13% de la población mayor de 18 años presentaban sobrepeso y obesidad, respectivamente. (p. 106) Por otro lado, Fanzo y Davis (2019) mencionan que: Dietas poco óptimas, compuestos por alimentos no saludables, se encuentran entre los principales factores de riesgo a nivel mundial de muerte y años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) perdidos, con 11 millones de muertes y 255 millones de AVAD atribuibles a diversos factores de riesgo dietéticos. (p. 497) (Traducción libre del autor) Teniendo en cuenta esas cifras, es de suma importancia, como destacan Esparza et al. (2021): “considerar solución complementaria a todos estos esfuerzos, el fortalecimiento de estrategias pedagógicas que incidan en la formación de hábitos alimenticios y de conceptos saludables de consumo” (p. 186); de manera que los costarricenses hagan conciencia sobre no caer en las estadísticas mostradas anteriormente. La Organización Panamericana de la Salud (2018) señala que: Página 7 de 25 En la actualidad se vive un proceso acelerado de envejecimiento de la población en muchos de los países de la Región de las Américas, así como un incremento de las enfermedades no transmisibles (ENT) crónicas. Por ello, muchos países aún realizan grandes esfuerzos para recopilar datos pertinentes sobre indicadores clave para controlar de manera eficaz las ENT. (p. 7) Medir y conocer distintos indicadores a nivel país permitirá al individuo obtener un alto valor, al crear un hábito que permita combatir los efectos del corto plazo, haciendo de esto un estilo de vida donde: “juega un papel fundamental la dieta y su combinación con el ejercicio y terapia cognitivo conductual” (Flores et al., 2021, p. 176). Para obtener un mayor beneficio en la alimentación, se necesita conocer los requerimientos mínimos para que el consumo de alimentos sea tanto saludable como sostenible en el tiempo; por ejemplo, seguir las recomendaciones de energía, como menciona Rodríguez (2018): “son el nivel de ingesta necesario para cubrir el gasto energético según el tamaño, la composición corporal y la actividad física de las personas; son consistentes conun buen estado nutricional a largo plazo” (p. 26). Se destaca así la importancia de la nutrición, como sugieren Fanzo y Davis (2019): “el nivel de riesgo de discapacidad y muerte depende del patrón de la dieta y de la composición de los alimentos que la componen” (p. 498) (traducción libre del autor). Debido a esto, es requerido aplicar modificaciones a los alimentos que se consumen, Fanzo y Davis (2019) brindan una perspectiva sobre algunos productos que influyen directamente en la salud, por ejemplo: “las dietas bajas en cereales integrales son el factor de riesgo dietético más importante de muerte y AVAD” (p. 498) (traducción libre del autor). También mencionan que: “las otras cinco clasificaciones principales consisten en factores de riesgo dietéticos son para dietas bajas en frutas, verduras, nueces y semillas, y dietas altas en sodio” (Fanzo y Davis , 2019, p. 498) (traducción libre del autor). De los países con una alta población, el alto consumo de carnes rojas, carnes procesadas y bebidas endulzadas con azúcar, así como los alimentos con altos niveles de grasas trans, se clasificaron más bajos como riesgos dietéticos de aumento de muerte y AVAD. Estas estimaciones sugieren que no comer alimentos saludables es más perjudicial para el estado de salud que comer alimentos no saludables. (Fanzo y Davis, 2019, p. 498) (traducción libre del autor) Por ello, es importante valorar desde los tipos de alimentos que se comen hasta la forma de cocinarlos. Una perspectiva relevante es aportada por Troncoso (2019), al dar un valor importante a lo que se conoce como comidas propias de cada región, pues: “presentan la capacidad de identificar los alimentos tradicionales en su rol biológico de entrega de nutrientes” (p. 107) y, de esta manera, son una: “fuente de una alimentación saludable, para de esta manera, alcanzar la seguridad alimentaria local” (Troncoso, 2019, p. 107). Página 8 de 25 Son pequeños cambios muy significativos los que se pueden hacer para mejorar la salud; una herramienta para una alimentación saludable puede ser cocinar en casa, aunque pareciera ir en contra de la tendencia de los últimos años, el comportamiento de los consumidores que señala Troncoso (2019) es que: “especialmente los residentes de áreas urbanas presentan una tendencia de consumo de alimentos preparados o cocinados fuera del hogar” (p. 109) y aunque puedan ser señalados de saludables: “gran parte de los alimentos base de las preparaciones responden al uso de alimentos procesados industrialmente” (Troncoso, 2019, p. 109); lo que va en contra de una propuesta en las mejoras del consumo responsable. Las necesidades que claramente existen respecto a una alimentación saludable pueden ajustarse al estilo de vida actual, sobre todo en el área metropolitana, ahí es donde, como comenta Jiménez (2017): “las plataformas de compras/ventas por internet para dispositivos móviles se torna una opción interesante e innovadora para incursionar en el mercado” (p. 14). De modo que la adquisición de productos más nutritivos puede realizarse fácilmente desde cualquier sitio en que se desee. Otra propuesta está relacionada al cambio hacia el consumo de alimentos de mayor aporte nutricional, por ejemplo, los productos orgánicos. De hecho, en Costa Rica se ha impulsado el: “interés del consumidor informado a mejorar sus hábitos en pro de una alimentación saludable” (Jiménez, 2017, p. 12). Esto evidencia el interés público por una mejor nutrición relacionada a un consumo responsable de alimentos producidos de manera sostenible. Metodología de la investigación El enfoque de esta investigación es de tipo cualitativo, pues, de acuerdo con lo mencionado por Hernández y Mendoza (2018): “la investigación desde la ruta cualitativa se enfoca en comprender los fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de los participantes en su ambiente natural y en relación con el contexto” (p. 390). Por otro lado, el tipo de investigación tiene un alcance exploratorio típico en una investigación cualitativa, como lo comentan Hernández y Mendoza (2018), ya que: “los planteamientos en la ruta cualitativa tienen alcances; pero siempre se inicia explorando y describiendo, pudiendo limitarse el estudio a ello, o bien llegar a relacionar o explicar vínculos entre conceptos o fenómenos” (p. 395). Respecto a la muestra, se define un tamaño de al menos 10 personas; serán personas que regularmente hagan sus compras de alimentos ellas mismas, sin limitar el tipo de alimentación o dieta de estas y con distintos estilos de vida para dar más variedad y enriquecer la investigación. Por lo tanto, el tipo de muestra es de participantes voluntarios que son contactados por medio de una invitación organizada por el investigador (Hernández y Mendoza, 2018, p. 429). A estas se les aplicará una entrevista estructurada asíncrona utilizando la plataforma Google Forms para exponer las preguntas. Página 9 de 25 La hipótesis planteada es que una alimentación saludable sostenible en el tiempo depende de la calidad de los productos desarrollados por la agroindustria costarricense, o sea, se analiza sobre los productos alimenticios disponibles en el mercado local. Análisis de resultados Las entrevistas se realizaron a 10 personas profesionales en diferentes áreas que son encargadas tanto de compra como de preparación de los alimentos para sí mismas o su círculo familiar. Todas hicieron uso de la entrevista asíncrona que se aplicó utilizando la plataforma Google Forms; fueron contactadas por WhatsApp y teléfono. En el anexo 1, se detallan las preguntas de la entrevista y en el anexo 2 se enumeran algunos datos de las personas encuestadas. El 50% de los entrevistados está de acuerdo con la agroindustria costarricense; mientras que el 30% se mantiene neutral. Los datos se presentan en la figura 1. Figura 1 Perspectiva general respecto a la agroindustria costarricense Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. Respecto a la valoración de la agroindustria de Costa Rica respecto a otros países de Latinoamérica, el 60% opina que aún falta mejorar algunas cosas; mientras que el restante 40% dice que al menos está dentro de los 10 mejores países. La información se presenta en la figura 2. Página 10 de 25 Figura 2 Comparación entre la industria costarricense y otros países latinoamericanos Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. El 80% de los encuestados no se siente tan bien respecto a la labor de la agroindustria de Costa Rica en términos de la producción sostenible, sin embargo, un 10% opinó que, a pesar del poco avance, sí hay productores que han adoptado una filosofía de producción sostenible. La información se expone en la figura 3. Figura 3 Perspectiva de la agroindustria respecto a la producción sostenible Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. Página 11 de 25 El 50% de los entrevistados afirman que existe una relación entre la producción sostenible y una alimentación saludable. Por otro lado, el restante 50% menciona que puede haber algún tipo de relación entre ellas. La información se menciona en la figura 4. Figura 4 Opinión entre la relación entre la producción sostenible y la alimentación saludable. Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. La mayoría de los entrevistados siente que la producción sostenible tiene un papel vital en la alimentación saludable, pues el 50% opina que es vital en un 100% y 80%, y 30% opina que es vital en un 79% y 40%. Dicha información se presenta en la figura 5. Figura 5 El papel de la producción sostenible con la alimentación saludable. Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. 50% 30% 10% 10% ¿QUÉ TAN VITAL SIENTE USTEDEL PAPEL DE LA PRODUCCIÓN SOSTENIBLE CON LA ALIMENTACIÓN SALUDABLE? Es vital en un 100% a 80% Es vital entre un 79% a 40% Es vital entre 39% y 1% No es vital del todo Página 12 de 25 El 60% de los entrevistados opina que su alimentación es saludable la mayoría del tiempo; mientras que un 30% reconoce que pocas veces tiene una alimentación saludable y balanceada. La información es señalada en la figura 6. Figura 6 Opinión sobre la alimentación seguida. Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. Los dos aspectos que se mencionan más veces como los responsables de evitar un estilo de vida saludable son el manejo del tiempo y los costos asociados a los alimentos más sanos. La información se observa en la figura 7. Figura 7 Aspectos que evitan un estilo de vida más saludable. Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. Página 13 de 25 La información de la figura 8 muestra que el 70% de los entrevistados conoce los riesgos de un estilo de vida poco saludable y el 30% restante sabe de algunos riesgos asociados. Figura 8 Conocimiento general de los riesgos de un estilo de vida poco saludable Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. El 60% de los entrevistados nunca ha realizado alguna dieta considerada “en tendencia”; mientras que el 40% restante reconoce haberla practicado en algún momento. Los datos se muestran en la figura 9. Figura 9 Opinión sobre haber realizado una “dieta de moda”. Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. Página 14 de 25 Existe un conocimiento dividido respecto al balance de los macronutrientes principales, pues el 50% de los entrevistados sabe hacerlo, pero el otro 50% lo desconoce. Los datos se presentan en la figura 10. Figura 10 Conocimiento sobre los macronutrientes principales Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. La figura 11 evidencia que el 40% de los entrevistados suele cocinar en casa la mayor parte de la semana; mientras que el 20% nunca lo hace; el 20% lo hace uno o dos días y el 20% restante lo hace entre 3 y 5 días a la semana. Figura 11 Opinión sobre frecuencia de cocinar en casa Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. Página 15 de 25 Un 80% de los entrevistados afirma estar intentando llevar un estilo de vida saludable mantenido en el largo plazo; mientras que un 20% sí lo está logrando actualmente. Los datos se presentan en la figura 12. Figura 12 Opinión respecto a un estilo de vida saludable en el largo plazo Fuente: elaboración propia, 2021, con base en los datos de la entrevista realizada. Discusión La hipótesis en esta investigación plantea que una alimentación saludable sostenible en el tiempo depende de la calidad de los productos desarrollados por la agroindustria del país; es decir, que existe una relación directa entre la agroindustria y la alimentación saludable. Esta, en general, es la perspectiva que brindan los entrevistados, pues, de acuerdo con la figura 4, un 50% de ellos afirma que hay una relación directa entre ambos conceptos y el restante 50% reconoce que la agroindustria y la alimentación saludable tienen al menos algún tipo de relación. Por otro lado, a pesar de la evidencia de los esfuerzos del gobierno costarricense por motivar a la agroindustria en materia de sostenibilidad y realizar un compromiso público para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 (Gobierno de la República de Costa Rica, 2017, p. 38), según la figura 3, el 80% de los entrevistados percibe una deficiencia respecto a la labor realizada, lo cual evidencia un descontento generalizado en materia de sostenibilidad, sobre todo porque, como indica la figura 1, solamente el 50% de los entrevistados está de acuerdo con la agroindustria del país; mientras que un 30% mantiene un sentimiento neutral hacia ella. Y haciendo una comparación con respecto a otros países latinoamericanos, la figura 2 evidencia que solamente un 40% de los entrevistados opina que al menos Costa Rica está en el top 10 de los países del área; mientras que un 60% considera que aún faltan aspectos por mejorar, aún cuando existen propuestas destacadas en el área por parte del gobierno costarricense. Página 16 de 25 No obstante, la figura 5 muestra que el 80% de los entrevistados reconoce que es vital, entre un 100% y 40%, el papel que juega la producción sostenible en la alimentación saludable en el largo plazo. Lo anterior se complementa con lo mencionado por Mora (2021) respecto a la inclinación de los consumidores por alimentos producidos de manera más amigable con el ambiente (p.66). Al mismo tiempo, el desarrollo de sistemas de alimentación sostenibles involucra no solo la producción, sino también la disponibilidad de los alimentos (Fanzo y Davis, 2019, p. 495), lo cual es lo principal para mantener alimentos altamente nutritivos con el pasar de los años. Esto se relaciona directamente con la intención que manifiestan los entrevistados por seguir un estilo de vida saludable en el largo plazo, como menciona la figura 12, donde un 20% de ellos considera estar logrando ese objetivo y un 80% está realizando esfuerzos para lograrlo. Como se menciona en la revisión bibliográfica, diversos estudios evidencian los riesgos para las personas de llevar un estilo de vida saludable y, como se muestra en los resultados de la figura 8, el 100% de los entrevistados reconoce al menos algunos de los riesgos principales a los que se exponen las personas; si no cambian su estilo de vida a uno con prácticas más en favor de su salud, sobre todo entendiendo el concepto de salud como un estado de total bienestar físico, mental y social, no solo contemplando la ausencia de afecciones y de enfermedades (Organización Panamericana de la Salud, 2018, p. 4). Parte de un estilo de vida saludable consiste en realizar un consumo balanceado de productos como frutas, vegetales y grasas saludables, además de alimentos con calidad en proteína y fibra, así como reducir el consumo excesivo de los productos procesados, las bebidas azucaradas y los productos con altos niveles de grasas trans (Fanzo y Davis, 2019, p. 498). Respecto a lo mencionado anteriormente, la figura 10 demuestra que el 50% de los entrevistados tiene el conocimiento de cómo balancear los macronutrientes principales (proteínas, carbohidratos y grasas) en sus comidas. Al mismo tiempo, la figura 6 evidencia que el 70% de quienes respondieron la entrevista consideran que llevan un estilo de vida saludable o al menos cumple con este propósito la mayor parte del tiempo. Por otro lado, los entrevistados destacan en la figura 7 que, dentro de las dificultades principales para mantener un estilo de vida más saludable, se encuentran el tiempo disponible cada día comparado con otras actividades cotidianas y los costos asociados a las actividades relacionadas a este estilo de vida; pero también se destacan las complicaciones con la alimentación en cuanto a disponibilidad de alimentos y la actividad física, ya que igualmente debe considerarse el tiempo para realizarla (entre 1 y 2 horas) y muchas veces el hecho de asistir a un lugar para ello en caso de no practicarse en casa (gimnasio u establecimientos similares). Las tendencias en alimentación se han ido modificando, parte de esto influenciado por lo ajetreado de la vida cotidiana, sobre todo de personas en áreas más pobladas, quienes tienen menos tiempo para invertir en la cocina y más facilidades de comprar comida preparada o de restaurantes Página 17 de 25 (Troncoso, 2019, p. 109); lo cual se evidencia con las respuestas de los entrevistados, como muestra la figura 11, donde solamente el 40% de las personas suele cocinaren casa la mayor parte de la semana. Asimismo, siguiendo algunas tendencias de alimentación, la figura 9 muestra que un 40% de los entrevistados reconoce haber realizado alguna dieta que se haya puesto de moda en los últimos años, como Keto, Paleo, Atkins, Low-carb o Carnivore. Se destacan algunas propuestas para obtener un estilo de vida más saludable, al menos en el área nutricional, por ejemplo, mediante el cambio a una cocina más tradicional que implique más consciencia en los alimentos que se utilicen, lo que, a su vez, propone cocinar más en casa (Troncoso, 2019, p. 109) y utilizar alimentos menos procesados como los orgánicos (Jiménez, 2017, p. 12), que puedan tener mejor calidad e incluso puedan ser producidos con procedimientos más sostenibles. Con ello, saldría favorecido el 40% de los entrevistados que afirma cocinar en casa más de 5 días a la semana, y podría cambiar la perspectiva del 40% que suele hacerlo solamente entre 1 y 5 días, según la información de la figura 11. Conclusiones y recomendaciones Gracias a los objetivos planteados, la información obtenida con la revisión bibliográfica y la entrevista realizada a distintas personas, se obtuvieron las siguientes conclusiones: El gobierno ha tomado la iniciativa respecto a temas como los planteados en los ODS para 2030 y ha sobresalido dentro de los países latinoamericanos que mayor esfuerzo han puesto para lograr dichos objetivos; sin embargo, en la población todavía se tiene un sentimiento de descontento respecto a los impactos realmente obtenidos, por esta razón, aún existe espacio para realizar mejoras en los próximos años. La mayoría de los entrevistados reconoce una relación vital entre la producción sostenible y la alimentación saludable a través del tiempo, pero, para lograrlo completamente, se requiere que los productores en la agroindustria del país tomen medidas para garantizar que se alcance una verdadera producción sostenible, a través de productos con mejor evaluación nutricional y que sean alcanzables para la mayoría de la población; lo cual implica reducir la brecha de los costos asociados al desarrollo de productos en un sistema de alimentación sostenible. Las personas reconocen los riesgos de una vida poco saludable, como diferentes enfermedades crónicas y una muerte prematura, lo cual ha hecho entender a la población que deben mejorar su alimentación, realizar más actividad física y preocuparse también por su salud mental, de forma que se obtenga una salud integral; lo cual aporta valor no solo como individuos, sino también dentro del círculo social, familiar o afectivo en que se encuentre una persona. Para alcanzar un estilo de vida verdaderamente saludable, se deben tomar en cuenta distintas variables, entre ellas, mejorar lo que se come y cómo se come, complementándose también con una adecuada rutina de actividades físicas y buscar reducir el estrés en la vida Página 18 de 25 cotidiana; en vez de caer en tendencias que no se entienden del todo, no aplican para el largo plazo o pueden incluso representar un peligro para la salud, al no seguirlas estrictamente. Obtener alimentos de calidad y métodos de cocción amigables con la salud son cambios esenciales para una alimentación más sana, por ello se propone utilizar productos de mayor calidad nutricional y volver a las actividades como cocinar en casa, donde se tiene mayor control de la manera cómo se preparan los alimentos; de manera que se haga un balance entre los macronutrientes principales, de forma que se acople a los objetivos, ya sea bajar el porcentaje de grasa, mantener un peso estable o aumentar masa muscular, entre otros. Igualmente, se recomiendan las siguientes acciones para los productores y la población en general: 1. Los productores deben acoplar en sus planes de estrategia formas de tomar en cuenta los ODS para el año 2030. 2. Los productores deben buscar formas de optimizar los procesos de producción, de modo que se reduzca la brecha económica entre los alimentos de alta calidad nutritiva y los productos procesados. 3. Las personas deben crear consciencia con seguir un estilo de vida saludable que contemple no solo la nutrición, sino también bienestar físico, mental y social. Página 19 de 25 Referencias AgroLatam. (3 de junio de 2021). Costa Rica adopta modalidades sostenibles de consumo con apoyo de la FAO. Recuperado el 14 de diciembre de 2021 de https://www.agrolatam.com/nota/costa-rica-adopta-modalidades-sostenibles-de-consumo- con-apoyo-de-la-fao/ Álvarez, C., Herrera, M., Herrera, E., Villalobos, G. y Araya, G. (2020). Sobrepeso, obesidad, niveles de actividad física y autoestima de la niñez centroamericana: un análisis comparativo entre países. Retos: Nuevas Perspectivas de Educación Física, Deporte y Recreación, 37, 238-243. https://doi.org/10.47197/retos.v37i37.71680 Chaves, M. (2020). El sector agropecuario: retos y oportunidades para el desarrollo económico sostenible de Costa Rica [trabajo de grado de Maestría, Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología, Costa Rica]. 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Indicadores de salud: Aspectos conceptuales y operativos. https://iris.paho.org/handle/10665.2/49058 Rodríguez, G. (2018). Alimentación y nutrición aplicada. Universidad del Bosque. https://repositorio.unbosque.edu.co/bitstream/handle/20.500.12495/3359/9789587391350 .pdf?sequence=1&isAllowed=y Troncoso, C. (2019). Comidas tradicionales: un espacio para la alimentación saludable. Perspectivas en nutrición humana, 21(1), 105-114. https://doi.org/10.17533/udea.penh.v21n1a08 Varela, K. (2019). Estrategias de negocios internacionales para el fortalecimiento de la cadena de valor agrícola de los productos cartagineses acorde con el objetivo #12 de Desarrollo Sostenible para el 2030 [trabajo de grado de Licenciatura, Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología, Costa Rica]. Página 21 de 25 Anexo 1. Entrevista Preguntas seleccionadas de la entrevista, organizadas según el objetivo asociado. Objetivo relacionado Valorar la importancia de la agroindustria costarricense enfocada en la producción sosteniblecomparada a otros países de Latinoamérica Pregunta Respuestas ¿Cómo se siente respecto a la agroindustria de Costa Rica? De acuerdo En desacuerdo Ni de acuerdo ni en desacuerdo ¿Cómo valoraría el papel de la agroindustria costarricense respecto a otros países de Latinoamérica? Estamos mejor Estamos peor Somos al menos del top 10 Faltan cosas que mejorar ¿Conoce usted el concepto de producción sostenible? Sí No Tengo una leve idea ¿Cómo se siente usted respecto a la labor de la agroindustria costarricense relacionada a una producción sostenible? Bien, pues han realizado suficientes esfuerzos. No tan bien, ya que falta mejorar aún en este aspecto. Mal, pues no se ve avance respecto al tema. Objetivo relacionado Debatir que la producción sostenible en el país es vital para una alimentación saludable en el largo plazo Pregunta Respuestas ¿Cree usted que haya alguna relación entre la producción sostenible y la alimentación saludable? Sí No Pueden relacionarse un poco ¿Qué tan vital siente usted el papel de la producción sostenible con la alimentación saludable? Es vital en un 100% a 80%. Es vital entre un 40% a 79%. Es vital entre 1% a 39%. No es vital del todo. ¿Cree usted que se pueda tener una alimentación saludable a lo largo del tiempo? Sí No Es difícil saber por la incertidumbre de los alimentos ¿Cómo es su alimentación? 100% saludable Saludable la mayoría del tiempo Pocas veces saludable y balanceada No podría considerarse muy saludable Página 22 de 25 Objetivo relacionado Argumentar el valor de que los habitantes de Costa Rica procuren llevar un estilo de vida saludable y sostenible en el tiempo Pregunta Respuestas ¿Qué cree usted que evita llevar un estilo de vida saludable? (Múltiple) El manejo del tiempo La alimentación Actividad física no disponible Costos asociados La familia consume mucho tiempo Enfermedades que requieren más atención ¿Sabe usted los riesgos en la salud de llevar una vida poco saludable? Sí Algunos Desconozco algún riesgo No creo que existan riesgos ¿Podría usted llevar un estilo de vida saludable y sostenible en el tiempo? Sí lo hago Sí lo estoy intentando No podría No sabría cómo Lo intentaría Página 23 de 25 Objetivo relacionado Proponer un estilo de vida saludable en lugar de una dieta de moda Pregunta Respuestas ¿Sabe usted cómo tener una nutrición balanceada? Sí, y la tengo Sí, pero no lo practico Lo desconozco No me interesa ¿Ha realizado alguna “dieta” de moda (Keto, Paleo, Atkins, Low- Carb, Carnivore)? Sí No Si su respuesta es sí, ¿por cuánto tiempo la ha realizado? Menos de 1 mes Entre 1 y 3 meses Entre 3 y 6 meses Entre 6 meses y un año Más de un año ¿Ha tomado algún tipo de “complemento” para mejorar su salud (té o pastillas para adelgazar, suplementos para subir de peso, esteroides, anabólicos)? Sí, lo hago constantemente Alguna vez lo hice Nunca Si su respuesta es cualquiera menos nunca, ¿surgió algún efecto positivo? Sí No Si su respuesta es cualquiera menos nunca, ¿surgió algún efecto negativo? Sí No ¿Sabe usted cómo balancear los macronutrientes principales (proteínas, carbohidratos, grasas)? Sí No ¿Alguna vez ha tenido un acompañamiento nutricional con un profesional? Sí No Página 24 de 25 Objetivo relacionado Recomendar una serie de cambios que la población puede realizar para hacer un consumo responsable de alimentos que permitan tener un estilo de vida saludable Pregunta Respuestas ¿Qué tan frecuente cocina en casa? La mayor parte de la semana sí Al menos 3 a 5 días de la semana Entre 1 y 2 días a la semana Nunca ¿Qué tan frecuente compra comida en restaurantes (comida rápida u otro tipo)? La mayor parte de la semana Al menos 3 a 5 días de la semana Entre 1 y 2 días a la semana Nunca compro fuera ¿Ha utilizado algún tipo de servicio de comida que se encargue de los requerimientos nutricionales? Sí No Desconozco qué es Página 25 de 25 Anexo 2. Carta de revisión filológica
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